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MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98

La crisis de Fin de Siglo (finales del siglo XIX y principios del siglo XX) es un momento
histórico, al que se le da nombre por el Desastre del 98, caracterizado por el
cuestionamiento de los valores de la civilización burguesa.
En el periodo finisecular asocian movimientos artísticos y literarios como el
modernismo y la Generación del 98.
Algunos rasgos del Fin de Siglo son: el sentimiento antiburgués, introduciendo nuevos
tipos sociales (bohemio y dandi); el esteticismo y busca de la belleza; el irracionalismo
y anti positivismo, desarrollados por autores como Kierkegaard, Schopenhauer,
Nietzsche o Bergson; el hastío, el placer y erotismo son un medio de combatir el vacío
existencial al no encontrar un sentido a la vida; por último, el deseo de evasión de la
realidad y las actitudes decadentistas.

El modernismo es un movimiento literario desarrollado durante el periodo finisecular


en Hispano américa y Europa.
El modernismo trata de evadir la realidad, buscando refugio en épocas mejores y
paisajes exóticos e ideales. La belleza es expresada a través de palabras, con
abundancia de recursos expresivos como, por ejemplo, metáforas paralelismo,
anáforas, etc. Contiene un lenguaje sensorial y elaborado. En esta época destacan los
versos alejandrinos de rima consonante.
Rubén Darío, nicaragüense, conocido como el padre del modernismo, utiliza varías
características de este período de tiempo, como la evasión de la realidad, erotismo y la
reivindicación de lo español. Destacan sus obras Azul, Cantos de vida y esperanza y
Prosas profanas.

La Generación del 98 está formada por escritores españoles, todos ellos comparten lo
siguiente para sus temas: la reflexión de la existencia de Dios, el problema de España,
un estilo subjetivo y primitivo y la renovación de lo formal. Destaca la prosa.
Sus autores más conocidos e importantes y sus obras son: José Martínez Ruiz, Azorín,
escribió La voluntad y tenía un estilo ágil de gusto impresionista; Pío Baroja escribía
con un aparente desaliño sus obras como La raza y Zalacaín el aventurero; Miguel de
Unamuno tenía un estilo vehemente, algunas de sus obras son Niebla y San Manuel
Bueno, mártir; Ramón Mª. del Valle-Inclán escribió Sonatas y Luces de Bohemia (una
obra de teatro), su estilo era modernista y decadentista; para finalizar, Antonio
Machado expresaba el estado de ánimo del yo, como en sus obras Campos de Castilla
y Soledades, galerías y otros poemas.
NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS
La generación del 14 es nombrada por el inicio de la Primera Guerra Mundial, este
grupo de escritores, mayormente ensayistas y novelistas, son los herederos de la
Generación del 98 y plantean una nueva actitud al problema de España.
Se pueden observar las siguientes características en sus obras: Europa es escogido
como modelo; predomina la razón, se trata de incentivar la educación y el arte “puro”;
el intelectual como guía. Crean una institución llamada “Residencia de Estudiantes”.
En el ensayo destacamos como autor a José Ortega y Gasset, trata de modernizar y
racionalizar la sociedad a través de sus obras como La rebelión de las masas o La
deshumanización del arte.
En la novela novecentista podemos encontrar varios autores, por ejemplo: Ramón
Pérez de Alaya, quien es considerado un ejemplo de novela intelectual, algunas de sus
obras son AMDG y Belarmino y Apolonio; Gabriel Miró escribió novelas más
descriptivas, literarias y poéticas, una de las que destaca es El obispo leproso; Juan
Ramón Jiménez, el más destacado.
Juan Ramón escribe bastante fonéticamente y se le puede llamar por su nombre de
pila, dedicó toda su vida a la poesía en busca de la belleza, la eternidad, la plenitud,
entre otras, a lo largo de su vida tuvo tres etapas: poesía modernista, en esta etapa
lleva a cabo un proceso de depuración partiendo de una retórica modernista hacia una
poesía introspectiva, influenciado por Bécquer, escribió Almas de violeta; la segunda
etapa es la poesía pura o intelectual, con su obra Diario de un poeta recién casado
donde destaca el mar y la gran ciudad industrializada, la cual es Nueva York, trata
también de transmitir el Alma inmutable de las cosas; suficiente, su última etapa, con
ella se dirige hacia el panteísmo y misticismo como en su obra Espacio.
Las Vanguardias aparecen durante grandes acontecimientos históricos como la
Primera Guerra Mundial y la Revolución rusa, se ve influenciada por las ideas de Marx
y Freud y la crisis antiburguesa. Las vanguardias es un conjunto de movimientos
artísticos y literarios antirracional, está en desacuerdo con el pasado y descontento
con el presente.
Se pueden encontrar múltiples características: antirracionalismo, primitivismo, ruptura
con lo anterior, provocación a través de la burla y el juego, carácter efímero, etc.
Aparecieron varios movimientos tanto en la literatura como en el arte alrededor de
Europa. El futurismo defiende lo moderno, la velocidad y la acción, aparecieron
variaciones tipográficas; el expresionismo es la tendencia a lo desagradable y
deformado como un cauce de la crítica social; el dadaísmo tarta de provocar contra la
cultura volviendo hacia un mundo infantil; el cubismo descompone la realidad en
fragmentos como en un collage; el surrealismo, iniciado por André Breton, expresa el
subconsciente irracional y de forma caótica, con metáforas ilógicas y sorprendentes a
través de una escritura automática, por ejemplo en un cadáver exquisito.
En España se crean otros movimientos: el creacionismo fundado por Vicente Huidobro
se visualizan imágenes ilógicas junto a variaciones tipográficas; en el ultraísmo
encontramos a poetas como Guillermo de la Torre, en el que destaca el futurismo, las
metáforas y las variaciones tipográficas. Destaca Ramón Gómez de la Serna, escribía
novela, teatro y creó las greguerías.
POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 27
La generación del 27 es un grupo de escritores que empiezan a publicar en la tercera
década del siglo XX, toman su nombre del homenaje a Góngora en Sevilla. Se ve
afectada por grandes sucesos como las guerras mundiales, la dictadura de Primo de
Rivera o la Guerra civil entre otros. La generación del 27 es sucesora de la Generación
del 14 con el liderazgo de Ortega y Gasset, además de ser influencias por Juan Ramón y
las vanguardias.
Estos poetas son de procedencia burguesa y tienen una educación sólida, su punto de
contacto es la Residencia de Estudiantes, se reúnen con amigos y realizan actividades
comunes, al igual que participan en revistas como “Carmen”, “Litoral” o “Gallo”. Su
literatura es una fusión entre la tradición y la vanguardia y se puede dividir en dos
tipos: literatura popular, contiene cancioneros y romanceros; o literatura culta, donde
se inspiran en autores como Jorge Manrique, Garcilaso, San Juan de la Cruz, Góngora,
Bécquer, Rubén Darío o Machado.
Los temas principales de sus poemas son el amor, la muerte, la eternidad, la plenitud,
el deseo, la naturaleza… Utilizan tanto recursos estilísticos tradicionales como
vanguardistas (metáfora irracional, distorsiones semánticas, variaciones tipográficas,
etc.). Su métrica más común es el romance, la silva, el soneto, los tercetos, el verso
libre, etc.
Dentro de esta generación encontramos tres etapas que eran influenciadas por
distintos acontecimientos. La primera etapa fue influenciada por Ortega y Gasset y
Juan Ramón Jiménez, esta etapa se encuentra dividida en dos: la poesía pura en la que
destacan Jorge Guillen con Cántico y Pedro Salinas con La voz a ti debida y el
neopopularismo, la cuál es más de tipo vanguardias y primitivista, encontramos a
Rafael Alberti con su obra Marinero en tierra y a Federico García Lorca con Romancero
gitano. La segunda etapa duró hasta la Guerra civil y fue influenciada por el
surrealismo dirigiéndose hacia la rehumanización, junto a la libertad creativa e
ideológica y destaca Pablo Neruda, los poetas españoles más conocidos son Luis
Cernuda con La realidad y el deseo, con su obra La destrucción o el amor está Vicente
Aleixandre, también volvemos a tener en esta segunda etapa a García Lorca con Poeta
en Nueva York y a Alberti con Sobre los ángeles. La tercera y última etapa sucede tras
la guerra donde algunos de los poetas han muerto o se han ido al exilio causando así
una dispersión y ruptura, en España se quedan Vicente Aleixandre y publica Sombra
del paraíso y Dámaso Alonso que escribe Hijos de la ira, estos dos autores inician la
poesía desarraigada, mientras que los poetas en el exilio escriben temas variados
además de un tema común que es la nostalgia o crítica de España.
La Generación del 27 ocupan un momento cumbre en la literatura y por eso se les
conoce como la Edad de Plata.
EL TEATRO ANTERIOR A 1936
El teatro anterior a 1936 se debe a la inestabilidad, atraso, el desastre del 98, la crisis
de fin de siglo, la guerra mundial, entre otras. Es un género de masas que busca el
interés comercial e ideológico.
Podemos observar diferentes dos vertientes: teatro comercial y teatro no comercial.
En el primer caso encontramos la comedia burguesa: en un ambiente acomodado y sin
crítica social, uno de sus autores es Jacinto Benavente con La malquerida; el teatro
poético: son versos elaborados con evasión temporal, característica del modernismo,
aquí tenemos a Eduardo Marquina quien escribió En Flandes se ha puesto el sol; teatro
cómico: encontramos a los hermanos Álvarez Quintero quienes se fijan en la Andalucía
popular, o a Carlos Arniches cuyo ambiente y situaciones son castizas y con lenguaje
popular (El santo de la Isidra) y creó la tragedia grotesca, un ejemplo sería La señorita
de Trevélez, encontramos el subgénero “astracán” el cual mezcla lo cómico con lo
absurdo y descabellado, un ejemplo sería La venganza de don Mendo de Muñoz Seca,
otros autores son Miguel Miura con Tres sombreros de copa y Jardiel Poncela con
Cuatro corazones con freno y marcha atrás.
El teatro comercial lo podemos dividir por generaciones: en la generación del 98
podemos destacar a Unamuno, Azorín y a Jacinto Grau quien usa un estilo ambicioso,
culto y no realista como en su obra El Señor de Pigmalión; en las Vanguardias tenemos
a Gómez de la Serna con Utopía en la que destaca el anhelo anti teatral; en cuanto a la
generación del 27 destaca Noche de guerra en el Museo del Prado de Alberti y
Alejandro Casona con un estilo elaborado mezclando realidad y fantasía de forma
poética con La sirena varada.
Hay dos grandes figuras del teatro. La primera es Valle-Inclán, durante su ciclo mítico
escribió Comedias bárbaras y Divinas palabras, este ciclo se caracteriza por la
ambientación rural, en especifico la Galicia ancestral, personajes básicos guiados por
instintos negativos (lujuria, violencia, cainismo, violaciones, parricidios, etc.) y critican
la esencia del ser humano; durante su ciclo del esperpento escribió Luces de bohemia,
durante este periodo trata de deformar la realidad de forma grotesca, con el uso de lo
más desagradable de la realidad urbana (borrachos, prostitutas, corruptos, presos…),
utiliza la animalización o cosificación de personas y humanización de animales o cosas,
crítica social, el lenguaje es el más elevado junto con lo más popular y castizo. Otra
figura es García Lorca quien tuvo una intensa actividad en teatro, dirige “La Barraca”
distribuyendo el teatro clásico por los pueblos, era un dramaturgo escribió farsas,
teatro vanguardista y dramas rurales u obras mayoras, en esta última leemos Yerma,
Bodas de Sangre y La casa de Bernarda Alba. Su tema principal era el individuo contra
la sociedad, es decir, el corazón, instinto, libertad contra la rigidez, opresión, normas
ilógicas; su estilo era tradición (ambiente, costumbres, versos, ideas) y vanguardia
(imágenes ilógicas, surrealistas), mezcla la prosa y el verso, mucho lirismo y elementos
simbólicos.
LA NOVELA DE 1939 A 1974
La novela de 1939 a 1974 se debe a la dictadura de Franco, la falta de libertades, el
hambre, la angustia, entre otras. En respecto a literatura hay una falta de referencias
de generaciones anteriores y una falta de conexión con literatura exterior, además hay
que añadir la falta de libertad de expresión. Tuvo una mínima apertura y desarrollo
económico junto a una lenta evolución.
En la década de los cuarenta destaca la literatura triunfalista como Madrid, de corte a
checa de Agustín de Foxá. Dentro de esta literatura encontramos la novela
existencialista cuyo tema principal es la angustia, sinrazón, asfixia; como autores
tenemos a Miguel Delibes y a Carmen Laforet quien escribió Nada. También
encontramos la novela tremendista donde se representa el existencialismo junto a la
violencia y destacan los hombres dominados por instintos, una obra reconocida es La
familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela.
En la década de los cincuenta se mezcla la novela social con el neorrealismo, es una
crítica de la situación desfavorecida. Destacan Camilo José Cela con La colmena, donde
el personaje es colectivo, transcurre en un tiempo breve de tres días, a contrapunto, y
una postura objetiva de autor, hay mucho diálogo con registros variados; Ana Mª
Matute con Los Abel y Rafel Sánchez-Ferlosio con El Jarama que destaca por el
objetivismo radiofónico.
En los años sesenta encontramos la novela experimental (ya con mayor apertura), la
cual se ve influenciada por la narrativa europea (Joyce, Proust, Kafka…) e
hispanoamericana (Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez…). En esta novela el
protagonista cobra importancia, suele tener problemas psicológicos, se utiliza el
monólogo interior y el tú autorreflexivo, encontramos una alteración temporal y el
espacio es simbólico, utiliza elementos ajenos como fragmentos de periódico, juicios,
esquemas, etc. Utiliza una lengua artística y original. Destacan Cinco horas con Mario
de Miguel Delibes, Tiempo de silencio de Luis Martín Santos o Últimas tarde con Teresa
de Juan Marsé.
En los años setenta se debilita la novela experimental y se incrementa el interés por la
trama, surgen subgéneros como los de aventura, policiaca, novela negra… Un ejemplo
de novela policiaca podría ser la Saga de Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán
o La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza ya en 1975.
También encontramos la novela en el exilio que trata sobre recuerdos de la Guerra
Civil: Réquiem por un campesino español de Ramón J. Sender o El laberinto mágico de
Max Aub; o autobiografías como La arboleda perdida de Rafael Alberti.
LA POESÍA DESDE 1936-39
La poesía desde 1936-39 se debe a la dictadura de Franco, la falta de libertades, el
hambre, la angustia, entre otras.
Tenemos al autor Miguel Hernández quien escribió El rayo que no cesa donde expresa
un amor pasional en una estructura clásica, la cual es el soneto; también escribe
Viento del pueblo cultivando una poesía militante cuyo tema principal es la defensa de
los desfavorecidos; y Cancionero y romancero de ausencias, este es más lirico, donde
se muestran poemas más breves y tradicionales, interpreta sentimientos como el
amor, la muerte y la ausencia.
En los años 40 o la generación del 36 o Garcilasistas encontramos dos vertientes. La
poesía arraigada cuyos temas son el vivir cómodo, feliz, la familia, amor, religión. Esta
tiene un estilo clásico, perfeccionista, con estructuras elaboradas; algunos escritores
son Leopoldo Panero y Luis Rosales. En la poesía desarraigada se abordan temas como
el malestar, la soledad, el desencanto, la frustración, etc. En un lenguaje más sencillo
en verso libre, sus autores son Blas Otero, José Hierro, Dámaso Alonso con Hijos de la
ira y Vicente Aleixandre con Sombra del paraíso, entre otros.
En los años 50 encontramos la poesía social como arma para mover, agitar, activar a la
sociedad contra la mala situación. Su estilo es sencillo y natural, encontramos de
nuevo a Blas Otero con Pido la paz y la palabra, a José Hierro con Cuanto sé de mí,
además de a Gabriel Celaya con Cantos iberos.
La poesía de medio siglo trata del autobiografismo, experiencias personales, el
“paraíso” de infancia y juventud, el amor, la amistad… en un estilo sencillo, natural y
conversacional. Los autores que destacan son Ángel González y Jaime Gil de Biedma
quien escribió Las personas del Verbo.
Los Novísimos, llamados así por la obra Nueve novísimos poetas españoles publicada
en 1970, podemos encontrar a Pere Gimferrer y su obra Arde el mar, Luis Alberto de
Cuenca o Vázquez Montalbán. Estos abordan diferentes rasgos: culturalismo, hacen
referencias culturales como la historia o la literatura además de la cultura de masas el
cual se refiere al cine, comic, música, etc; escapismo, evasión a otros países, ciudades;
gusto por la belleza y decadentismo, mayormente la ciudad de Venecia; y
barroquismo, escribían con un lenguaje más elaborado y recargado con características
vanguardistas.
En los años 80-90 hay tendencias variadas hacia lo neorrealista, rural, erótico… En esta
etapa esta la poesía de la experiencia que trata lo cotidiano, tiene rasgos
autobiográficos, breves historias en un entorno urbano con sentimientos universales,
escrito con un estilo conversacional, natural en estrofas tradicionales, destaca La otra
sentimentalidad de Luis Gª Montero. También está la poesía del silencio que trata
temas de trascendencia, metafísica, plenitud, amor… escrito de forma más breve,
metafórico y esquemático, se puede encontrar a José Ángel Valente.
En los últimos años se encuentra en la cima la poesía joven a través de las rede, son
sencillas y con sentimiento. Algunos escritores son Marwan, Manu Erena y Elvira
Sastre.
EL TEATRO POSTERIOR A 1939
El teatro posterior a 1939 se debe a la pérdida de algunas figuras importantes, España
se encuentra aislado y en censura.
A partir de 1940 es un teatro más evasivo y encontramos dos tipos de comedia:
comedia burguesa, algunos escritores son Edgar Neville y Calvo Sotelo; y la comedia
del disparate donde encontramos a Miguel Mihura con Tres sombreros de copa y
Jardiel Poncela.
En el teatro del exilio están Rafael Alberti con Noche de guerra en el Museo del Prado
y La dama del Alba de Alejandro Casona.
El teatro comprometido empieza con la obra cumbre Historia de una escalera por
Antonio Buero Vallejo. En este teatro se utiliza el posibilismo, también está Alfonso
Sastre con el teatro de agitación representado en sus obras Escuadra hacia la muerte y
La taberna fantástica.
Fernando Arrabal fundó el Movimiento Pánico durante el teatro experimental, una de
sus obras más conocidas es Pic-nic; en este teatro encontramos a Francisco Nieva que
escribió Pelo de tormenta.
El teatro en democracia se debe a diferentes factores: el apoyo institucional, CNTC,
CDN, recuperación de teatros, festivales. Hay muchas variantes, este teatro junta el
teatro de texto y un teatro “visual”. Hay diferentes temas principales en el teatro de
texto: los conflictos sociales como el terrorismo, la corrupción, drogas, xenofobia, etc.
se pueden observar en obras como Bajarse al moro de Alonso de Santos. Otro de los
temas son los problemas psicológicos referentes al amor, amistad, familia, identidad;
esto se observa en obras como La estrella de Paloma Pedrero o El chico de la última fila
de Juan Mayorga quien creo el teatro de la palabra. Además, se hablaba de la Guerra
Civil, se puede ver en escritores como José Sanchis Sinisterra en ¡Ay, Carmela! o
Fernando Fernán Gómez en Las bicicletas son para el verano. Las técnicas que se usan
en este tipo de teatro son el metateatro, los símbolos y la intertextualidad. En cuanto
la teatro “visual”, el que predomina en escena, procura la sorpresa e implicación del
espectador son conocidos grupos de teatro como Els Joglars o La fura dels Baus;
utilizan técnicas como el Jamming, microteatro o accionismo vienés.

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