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Instituto Bíblico de Oriente

Homilética II
Facilitador: Miguel Ángel López Dubón

El Método Crítico

Alumna
 Amparo Magaly Aldana López
 Lesvia de Molina
6to. Año

Febrero 2024
Introducción

El método crítico examina cuidadosamente las declaraciones e implicaciones del libro para
averiguar el tiempo y condiciones en que se supone fue escrito. La palabra crítica es un
término bueno y útil, y el oficio que describe es completamente legítimo cuando se usa
por motivos sanos y bajo métodos apropiados.
Método de estudio crítico

Es la capacidad de entender las escrituras, por medio de la critica textual o


histórica.

EL MÉTODO CRITICO.

La palabra crítico proviene del término griego (krino) krino, que quiere decir
juzgar. así entonces, se llama Crítica Bíblica a la ciencia que busca por medio de
una detallada y cuidadosa encuesta, establecer las palabras exactas de los
manuscritos, versiones y citas, y determinar la composición, fecha paternidad
literaria, y valor histórico, según se encuentra juzgado por la evidencia interna. Se
divide en dos clases o dramas principales:

La Critica Baja. Recibe el nombre de Textual porque es más frecuentemente


conocida como critica textual y se refiere a la determinación precisa de un texto en
los casos en que los documentos de los que se dispone son copias en lugar del
original.

La Critica Alta. Recibe el nombre de Histórica porque se refiere a las personas,


influencias y condiciones que determinaron la producción del escrito. Su función
puede describirse y comprenderse mejor por medio de una ilustración. La critica
alta investiga los orígenes de los textos antiguos con el fin de comprender “el
mundo detrás del texto”

Hoy en día existen alrededor de 5,338 copias completas o en parte, copiadas a


mano, mas cientos de copias de algunas de las primeras traducciones hechas,
más la evidencia de las citas bíblicas en los escritos de los padres de la iglesia
primitiva. Sin embargo, no existen dos copias que sean exactamente iguales, y
mientras más grande sea el número de copias, mayor será el número de
diferencias (o variantes) entre ellas.

Por lo que toca a la crítica histórica, se ocupa de trabajar empleando los


resultados de la crítica textual aceptando como un hecho que se posee el texto
correcto, procede a confirmar las afirmaciones que el texto hace en relación con
su paternidad literaria, a la fecha en que se escribió, la veracidad de su mensaje,
la unidad de su estructura literaria, y declaraciones similares. Para tal efecto es
preciso elegir primeramente un libro que constituya la unidad básica de estudio.
Luego realizaremos el estudio investigando las siguientes áreas.

1.- Paternidad Literaria ¿Quién fue el autor del libro?

2.- Destinatario ¿A quién se escribió?

3.- Lugar ¿En dónde se escribió?

4.- Fecha ¿Cuándo se escribió?

5.- Propósito ¿Cuál era el objetivo del autor?


1. Para establecer la paternidad literaria de un libro de la Biblia, es necesario
depender de las evidencias que encontraremos dentro y fuera de él.

2. En ocasiones es fácil determinar el destinatario, es decir, la persona o personas


a quienes se escribió el libro.

3. Pocos libros de la Biblia mencionan dónde fueron escritos.

4. Las fechas en que se escribieron los libros de la Biblia si son de importancia


estratégica, pues con frecuencia se encuentra íntimamente ligadas al problema de
la paternidad literaria.

5. Por último, nos interesa descubrir el propósito que el autor haya tenido al
escribir su libro.

El método histórico crítico no es solamente producto de la modernidad como sus


críticos quieren dar a entender, sino que es el resultado de largos siglos de
reflexión y estudio del texto.
De una manera muy poco desarrollada se puede decir que ya autores como
Orígenes, Jerónimo y Agustín sentaban las bases de lo que después sería el
método en sí.
En su forma actual, el MHC le debe mucho a Richard Simon, sacerdote Francés
que comenzó a hacer ruido sobre las duplicaciones y diferencias de estilo que
había en el pentateuco.
Sin embargo, no será el ámbito católico en donde se desarrolle el método sino en
el protestante cuando un teólogo alemán “Julius Wellhausen” desarrolle su
hipótesis de los documentos, hipótesis que aún hoy tiene mucha influencia aunque
cada vez más desprestigiada.

El método histórico crítico muchas veces ha sido llamado mejor MétodoS


históricoS críticoS, pues se vale de diferentes métodos para llegar al mejor
resultado posible, en su forma más básica los pasos son los siguiente:

Crítica textual.
Apoyado en los mejores manuscritos disponibles, el método histórico-crítico busca
llegar lo más cercanamente posible al texto original.
Este paso explica todos aquellos videos conspiracionistas en contra de
traducciones como la NVI o LBLA y en defensa de la RVR.
Crítica literaria.
El segundo paso es, con ayuda de los estudios lingüísticos, determinar el inicio y
final de las unidades literarias grandes y pequeñas así como la coherencia interna
de cada una de ellas.
Los duplicados y contradicciones nos hacen darnos cuenta de la existencia de
distintas fuentes o tradiciones que pudo haber usado el editor final del texto.
Crítica de los géneros.
En este paso el exégeta intenta definir el género al cual pertenece el texto, para
así conocer sus rasgos, sus orígenes y usos, por ejemplo, el genero: sanidades.
Crítica de las tradiciones.
Ahora el exégeta determina la corriente de tradición del texto y su evolución en la
historia, por mencionar un ejemplo: la tradición deuteronomista.
Crítica de la redacción.
Por último, ahora sí el exégeta estudia el texto de la manera que ha llegado a
nosotros, explica las modificaciones que ha sufrido y hace conjeturas sobre las
intenciones del editor final.

Alcances y límites del Método histórico-crítico.


Aunque el método histórico-crítico tiene sus grandes alcances también tiene sus
grandes límites pues en el estudio de la Biblia no existe método que pueda
arrojarse la absoluta verdad.
Entre sus alcances está el hecho de liberar la Biblia de las lecturas
fundamentalistas e infantiles que la ven como un libro caído del cielo,
demostrándonos así la participación humana en su proceso de escritura,
Sin embargo, debemos decir que la presunción de objetividad del método solo es
aparente como ya se ha demostrado en casi todas las ciencias humanas.
Hoy en día vemos el método histórico-crítico como un paso que debe ser
complementado con lo otros métodos exegéticos sincrónicos y los acercamientos
hermenéuticos pues de otra manera corre el riesgo de disecar la revelación bíblica
y alejarla de la vida actual.

El método critico de comparar evidencias y de deducir conclusiones de un modo


imparcial, es ciertamente legitimo. Las verdades espirituales solo pueden ser
discernidas espiritualmente y todo intento de tratarlas sobre una base de puro
racionalismo es tan antipedagógica como fútil (inútil). Se debe recordar siempre
que los documentos bíblicos que los estudiantes manejan son en si mismos,
fuentes primarias y principales de información. Fueron escritos por hombres que
habían sacrificado comodidades, salud, reputación, y aun arriesgado la vida, por la
causa del Evangelio que habían abrazado.
MÉTODO HISTÓRICO-CRÍTICO

Con esta denominación se refieren los autores a una aproximación exegética


al texto bíblico que conjuga una pluralidad de métodos, que se distinguen por
su atención a dos aspectos fundamentales: la forma lingüística de los textos y
las estructuras subyacentes a la misma; el sentido original de un texto y
consiguientemente las condiciones dentro de las cuales tuvo su origen y sus
primeros destinatarios. De aquí se derivan los dos puntos de vista que
caracterizan a la investigación histórico-crítica: el filológico, con el que se
atiende a la forma lingüística del texto, y el histórico, con el que se estudian
las condiciones en que tuvo su origen el texto.

Estos métodos se afirmaron a partir de la época moderna, pero sólo se


impusieron definitivamente en el siglo XIX y finalmente se explicitaron y - se
pusieron a punto en el siglo xx. Los métodos histórico-críticos comprenden
varios métodos, que dependen más o menos unos de otros y cuya
combinación global y organización están lejos de encontrar la unanimidad.
Hoy se reconoce universalmente la validez de los métodos aplicados a la
aproximación histórico-crítica (aunque con algunas críticas que se le han
hecho últimamente), que comprenden: la crítica textual (reconstrucción del
texto original), la crítica de las fuentes (identificación de las fuentes escritas
que han contribuido a la formación del texto; esta operación se designa
generalmente, en las obras que presentan los métodos histórico-críticos,
como «crítica literaria» una terminología que resulta actualmente ambigua y
que no corrresponde ya al trabajo efectivo de los exegetas), la crítica de los
géneros literarios (que intenta comparar un texto concreto con textos
estructuralmente idénticos o análogos, para insertarlo, sobre la base de
coincidencias estructurales, en un grupo de textos -llamado precisamente
«género literario"-, anclado a situaciones e instituciones socio-culturales
típicas), el método comparativo (que busca la confrontación de un sistema
religioso con otro, para destacar sus semejanzas y sus diferencias), la historia
de las tradiciones (que recoge las tradiciones subyacentes al texto y estudia la
historia- de la transmisión de las mismas), la historia de la redacción (que
parte del texto en su redacción final para resaltar el objetivo que persigue, la
posición que se toma, o bien la orientación teológica del redactor final)

F. Dalla Vecchia

Bibl.: J. Schreiner, Introducción a los métodos de la exégesis bíblica,


Herder Barcelona 1974; W Stenger, Los métodos de la exégesis bíblica,
Herder, Barcelona 1990; P. Grelot, Los evangelios y la historia, Herder,
Barcelona 1987; H. -Zimmermann, Los métodos histórico-críticos en el
Nuevo Testamento, Ed. Católica, Madrid 1969.
Conclusión

El método critico es un termino bueno y útil, y el oficio que describe es


completamente legitimo cuando se usa por motivos sanos y bajo métodos
apropiados. Este método trata de la transmisión del texto del documento que se
considera y que busca la forma de averiguar si el texto que el autor original
escribió ha sido transmitido exactamente como el lo puso en el manuscrito, o si ha
sufrido cambios en su reproducción que hayan podido alterar o pervertir su
significado.

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