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Universidad Mesoamericana de Guatemala

Centro Salesiano de Estudios Superiores


Pentateuco, 13 septiembre 2021
Nombre del Estudiante: Wilmer Mauricio Delgadillo Avella
Síntesis

LA INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA EN LA IGLESIA1


Pontificia Comisión Bíblica (Referencia Bibliográfica base de la síntesis)

El estudio de la Biblia es, de algún modo, el alma de la teología, dice el Concilio Vaticano II (Dei
Verbum 24). Tal estudio no está nunca completamente concluido en tanto que la Biblia misma
testimonia que su interpretación presenta dificultades. Al lado de textos límpidos, hay pasajes oscuros,
cuestiones de interpretación que se han vuelto más complejas en los tiempos modernos, a causa de los
progresos realizados por las ciencias humanas. Con ello se abrieron nuevas posibilidades en la Iglesia
de comprender la palabra bíblica en su sentido original. Primero, León XIII, con la Encíclica
Providentissimus Deus (1893), luego Pío XII, en su encíclica Divino Afflante Spiritu (1943) y el
Concilio Vaticano II con la Dei Verbum (1965) procuran definir la posición y los caminos que conviene
a la exégesis católica en la interpretación de la Escritura, fiel a su carácter a la vez humano y divino,
cuyo mensaje resulta contemporáneo a todo momento y pueblo.

I. METODOS Y ACERCAMIENTOS PARA LA INTERPRETACIÓN.

Método histórico-crítico: El método histórico-crítico es el método indispensable para el estudio


científico del sentido de la Sagrada Escritura que, en cuanto Palabra de Dios en lenguaje humano, ha
sido compuesta por autores humanos en todas sus partes y todas sus fuentes. Este método ha sido
utilizado en la antigüedad por los comentadores griegos de la literatura clásica, y más tarde, en el
período patrístico. Sus formas modernas son el resultado de perfeccionamientos, aportados a partir de
los humanistas del Renacimiento. Tiempo posterior, Hermann Gunkel, dedicó su atención a la textura
particular de las diferentes unidades y definió el género o forma de cada una y su ambiente de origen o
"Sitz im Leben"; de modo tal, los géneros literarios se identifican con el "estudio crítico de las formas"
("Formgeschichte"). A la "Formgeschichte" se ha añadido la "Redaktionsgeschichte", el estudio crítico
de la redacción, cuyo objetivo era descubrir la intención de los autores, así como las orientaciones
teológicas que les motivaron dicha redacción.

Principios. Este método es histórico porque se aplica a textos antiguos procurando dilucidar los
procesos y etapas históricas de producción del texto bíblico, procesos diacrónicos y todo su alcance
histórico. Es crítico puesto que opera con la ayuda de la crítica textual para llegar al estudio crítico de
la redacción; y es analítico ya que estudia el texto bíblico como texto de la antigüedad, y lo comenta
como lenguaje humano para captar mejor su contenido de revelación.

Etapas: el método histórico-crítico procura establecer un texto bíblico tan próximo al texto original
como sea posible. Entonces, el texto es sometido en primera instancia a un análisis lingüístico
(morfología y sintaxis) y semántico, que utiliza los conocimientos obtenidos gracias a los estudios de
filología histórica. Este proceso se apoya de la crítica de los géneros literarios, luego de la crítica de
las tradiciones y finalmente de la crítica de la redacción. Aquí la función pragmática del texto puede
ser tomada entonces en consideración desde un estudio sincrónico: el texto en sí mismo y su mensaje.
La confrontación de la exégesis tradicional con un acercamiento científico, conduce, de modo sobre
todo diacrónico, a una comprensión más exacta del sentido, contenido y la verdad de los autores y

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Pontificia Comisión Bíblica, La interpretación de la Biblia en la Iglesia. Roma: ASS, 1993. 40 pág.
1
redactores de la Biblia. Sin embargo, experimenta a veces dificultades para alcanzar, en sus
conclusiones, el nivel teológico.
Nuevos métodos de análisis literario. Ningún método científico para el estudio de la Biblia está en
condiciones de modo exclusivo de corresponder a toda la riqueza de los textos bíblicos, por cuanto
considera cada escrito aisladamente. Esta es una labor que involucra las aportaciones de varios
métodos.

o Análisis retórico: Los estudios bíblicos recientes recalcan la presencia de la retórica en la Escritura.
Interesa la persuasión: estudia la presencia de tres elementos: el orador (o autor), el discurso (o
texto), y el auditorio (o destinatario). Este método quiere penetrar en el corazón del lenguaje de la
revelación en cuanto estilo, composición y lenguaje persuasivo y medir su impacto en el contexto
social de la comunicación discursiva.
o Análisis narrativo: propone un método de comprensión y de comunicación del mensaje bíblico, con
naturaleza narrativa, que corresponde a las formas de relato, fundamentales en la comunicación
humana. Su desarrollo tiende a facilitar el paso, frecuentemente difícil, del sentido del texto en su
contexto histórico, al alcance del relato para el lector de hoy y su realidad presente. A propósito, el
análisis narrativo estudia el modo cómo es contada una historia por un "autor" para implicar a un
"lector" en el texto que funciona como imagen de mundo -el "mundo del relato"-. Entonces, se lee
su sistema de valores, modos de comunicación y de significación propios del relato bíblico, en
contexto histórico nuevo, que ejerce un influjo, un llamado existencial dirigido al lector en clave de
salvación: "narrar la salvación", y "narrar en vista de la salvación". Debe cuidarse de excluir toda
elaboración doctrinal contenida en los pasajes bíblicos.
o Análisis semiótico: Ferdinand de Saussure. Denominado inicialmente "estructuralismo" y
fundamentado en la lingüística. La semiótica contribuye al acercamiento, estudio y comprensión de
la Escritura, Palabra de Dios expresada en lenguaje humano, como símbolo, sistema de relaciones
de significado y coherencia en cada texto bíblico como un todo. Este análisis se basa en tres
principios: inmanencia que considera el relato como un todo, pero sin recurrir a datos "exteriores";
estructura del sentido que busca establecer el tejido de "relaciones"; y de gramática que indica que
el discurso respeta cierto número de reglas o estructuras. Además, el contenido se analiza desde
tres niveles: narrativo, en el "itinerario narrativo" de las figuras; discursivo, que identifica y
establece los elementos significantes del texto (actores, tiempos, y lugares); y lógico-semántico,
profundo y abstracto, pretende precisar la lógica que preside las articulaciones fundamentales del
texto. En efecto, este método debe evitar quedarse en un estudio formal del contenido, y abrirse a la
historia, al mundo socio-cultural para explicitar el mensaje de los escritos bíblicos.

Acercamientos basados en la tradición. La Biblia no es un sumario de diversos textos independientes


o aislados; al contrario, se presenta como un conjunto unitario dotado de relaciones entre ellos,
testimonio de una misma tradición. Esta perspectiva es asumida por varios acercamientos que se
desarrollan en la actualidad para el estudio bíblico:

o Acercamiento canónico: parte del cuadro explícito de la fe. La Sagrada Escritura en su conjunto es
norma de fe por una comunidad de creyentes; y conduce la tarea de interpretación a la luz del
Canon. En consecuencia, procura complementar el estudio histórico-crítico situando cada texto en
la línea del designio salvífico de Dios hasta llegar a la actualización del mensaje teológico para el
tiempo y el hombre de hoy. La comunidad creyente acontece como el lugar adecuado para la
interpretación de los escritos, que son aceptados y leídos a la luz del canon. Son dos puntos de vista
a considerar: la forma canónica final del texto y aceptada por la comunidad, del cual extrae su

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identidad, expresa su fe y dirige su vida; y el "proceso canónico" o desarrollo progresivo de los
relatos hasta llegar a ser reconocidos como una autoridad normativa por la comunidad creyente.
o El recurso a las tradiciones judías de interpretación: El Antiguo Testamento ha tomado su forma
final en el judaísmo, y en él se encuentran los variados procedimientos de exégesis practicados por
judíos. La literatura judía apócrifa, los Targumim, Midrashim y la traducción griega de los Setenta
son otra fuente valiosa de los inicios de la interpretación bíblica judía; de ahí, su importante aporte.
Sin embargo, a pesar de muchos contactos y semejanzas, el conjunto de las comunidades judías y
cristianas es fundamentalmente diferente. Los judíos se identifican, sustentan su pueblo y su forma
de vida a partir del escrito revelado y la tradición oral; mientras que los cristianos es la fe en Cristo
y su misterio pascual, la que reúne y congrega la comunidad. Entonces, son dos contextos
radicalmente distintos para la interpretación de las Escrituras.
o La historia de los efectos del texto: Este acercamiento estudia las relaciones entre el texto y sus
lectores, es decir, la interpretación del efecto provocado por un libro o por un pasaje de la Escritura
("Wirkungsgeschichte") que toma vida por la apropiación del lector, individuo o comunidad. La
confrontación del texto con su lector suscita una dinámica de participación y ejerce un influjo. El
lector es sujeto activo que viene con preguntas, opera selección y propone una interpretación que,
no debe ser tendenciosa ni falsa.
o Acercamiento por las ciencias humanas: La Palabra de Dios se comunica en la vida de grupos
humanos que han compuesto los escritos bíblicos. Las ciencias humanas, por tanto, pueden
contribuir a una mejor comprensión de los relatos sagrados, en particular:
 Acercamiento sociológico: conocimiento de los comportamientos sociales que caracterizan los
diferentes ambientes en los cuales las tradiciones bíblicas se han formado y el alcance de las
condiciones sociales de existencia que se han reflejado en las mismas.
 Acercamiento por la antropología cultural: define las características y valores de los diferentes
tipos de personas en su medio social, con ellos se constituyen las tipologías/modelos de
culturas.
 Acercamientos psicológicos y psicoanalíticos: comprensión desde experiencias de vida y reglas
de comportamiento ligados al símbolo. El lenguaje simbólico permite expresar zonas de
experiencia religiosa no accesibles al razonamiento puramente conceptual.
o Acercamiento contextual. La interpretación de un texto depende siempre de la mentalidad y de las
preocupaciones de sus lectores.
 Acercamiento liberacionista (Teología de la liberación). Se concentra sobre lo que dice el texto
situado en el contexto, busca una lectura que nace de la situación vivida por el pueblo
(comunidad) y se orienta en función de las necesidades del mismo, que persigue en la Biblia y
en el Dios de los pobres: el alimento de su fe, luz de su vida, esperanza de su liberación integral.
 Acercamiento feminista: su finalidad se orienta hacia la liberación de la mujer y la conquista de
derechos iguales a los del varón. Tres formas principales de la hermenéutica bíblica feminista:
radical (rechazo absoluto de la Biblia: machista), neo-ortodoxa (Biblia como profética y capaz
de servir), y crítica (redescubre la posición y el papel de la mujer en la Sagrada Escritura).
o Lectura fundamentalista. La Biblia es Palabra de Dios inspirada y exenta de error, por ende, debe
ser leída, interpretada y asumida en su sentido primario y literal en todos sus detalles, incluso
históricos; es decir, que excluye todo esfuerzo de comprensión de la Biblia que tenga en cuenta
cuestionamientos, métodos o investigación científica.

II. CUESTIONES DE HERMENÉUTICA.


o Hermenéuticas filosóficas. El desarrollo de la exégesis debe repensarse a partir de la propuesta
hermenéutica filosófica contemporánea que implica el conocimiento histórico y el ejercicio racional
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en la interpretación del texto. Las anticipaciones, las preconcepciones y precomprensiones marcan
la comprensión porque constituyen el contexto propio vital de interpretación. La hermenéutica es
un proceso dialéctico: la comprensión de un texto es siempre una penetración más amplia de sí
mismo y, por tal motivo, el intérprete debe entrar en diálogo con la realidad de la cual se trata en el
escrito bíblico. La filosofía se vuelve norma, más que instrumento, de comprensión del objeto
central de toda interpretación bíblica: la persona de Jesucristo y su mensaje al hombre de hoy.

o Hermenéutica bíblica (Utilidad en la exégesis). Toda exégesis de los textos debe ser completada
por la hermenéutica. Ésta acaece como una ciencia, y actúa para el estudio de la palabra en sus
aspectos humanos, con el fin de captar más nítidamente la Palabra de Dios. Además, es una tarea
espiritual, por cuanto, el escrito bíblico tiene sentido y contenido espiritual-teológico, por tanto, es
un ejercicio que se desarrolla bajo la guía del Espíritu Santo, el autor de la Sagrada Escritura. Así
mismo, la hermenéutica bíblica es una actividad eclesial y comunitaria: ha de ser fiel a la Iglesia, lo
cual significa situarse en la perspectiva del Magisterio y la Tradición; de ahí que, el exegeta
católico debe saber que la fe vivida en la comunidad eclesial y la luz del Espíritu, dirigen su
interpretación.

o Sentidos de la Escritura inspirada.

 Sentido literal: procura definir el sentido preciso de los escritos como ha sido expresado
directamente por los autores inspirados; distinto al sentido “literalista”. No se trata de traducir
palabra por palabra sino comprenderlo según las convenciones literarias de su tiempo, desde el
análisis preciso del relato, situado en su contexto literario e histórico.
 Sentido espiritual: es el sentido expresado por los textos bíblicos, cuando se les lee bajo la guía del
Espíritu Santo en el marco del misterio pascual de Cristo y de la vida nueva que proviene de Él,
punto más alto de la intervención divina en la historia de Israel. Las Escrituras se interpretan a la
luz de este nuevo contexto, que es el de la vida en el Espíritu.
 Sentido pleno: es el sentido profundo del texto, querido por Dios, pero no claramente expresado por
el autor humano. Se descubre cuando el pasaje se estudia a la luz de otros textos bíblicos que lo
utilizan, o cuando la doctrina patrística y conciliar lo corroboran (tradición doctrinal auténtica). En
efecto, el Espíritu Santo, autor principal de la Biblia, puede guiar al autor humano en la elección de
sus expresiones de tal modo, que ellas expresen una verdad de la cual él no percibe toda su
profundidad. Entonces, a los exegetas corresponde: “ir penetrando y exponiendo el sentido de la
Sagrada Escritura de modo que dicho estudio pueda madurar el juicio de la Iglesia”.

III. DIMENSIONES CARACTERÍSTICAS DE LA INTERPRETACIÓN CATÓLICA.

La exégesis católica se caracteriza en tanto que se sitúa conscientemente en la tradición viva de la


Iglesia, cuya primera preocupación es la fidelidad a la revelación testimoniada por la Biblia.

o La interpretación en la Tradición bíblica que considera la Biblia como una manifestación del
proceso que constituye los textos bíblicos y sus tradiciones, escritas u orales, acerca de experiencias
humanas fundamentales de su tiempo o acontecimientos particulares de la historia de Israel,
reinterpretándolos.
o Relecturas que desarrollan nuevos aspectos del sentido, a veces muy diferentes del sentido
primitivo,
o inclusive se refieren a ellos explícitamente, sea para profundizar el significado, sea para afirmar su
realización.

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o Relaciones entre el Antiguo y Nuevo Testamento. A la luz del acontecimiento de la Pascua los
autores del Nuevo Testamento se relee el valor profético del Antiguo Testamento. Una iluminación
recíproca, relacional y de progreso dialéctico de tensiones entre las Escrituras y los acontecimientos
que las llevan a su cumplimiento.
o La interpretación en la Tradición de la Iglesia que, como comunidad creyente, continúa su camino,
sostenida por la promesa de Cristo: la presencia y acción del "Espíritu Santo" para guiarla hacia la
plenitud de la verdad, experimentando una explicitación progresiva de la revelación recibida.
o Formación del Canon es el resultado de un largo proceso que la Iglesia, a la luz del Espíritu Santo y
la Tradición, ha discernido sobre los escritos que deben ser conservados como Sagrados en tanto
que tienen a Dios por autor, y han sido trasmitidos como tales a la Iglesia con un valor salvífico y
teológico que suscita la fe, guía la vida y define la propia identidad.
o Exégesis patrística, ella ha sacado del conjunto de la Escritura, usando el recurso alegórico, las
orientaciones de base que han dado forma a la tradición doctrinal de la Iglesia, y ha proporcionado
una rica enseñanza teológica, pastoral y litúrgica al servicio de las comunidades, la instrucción y la
alimentación espiritual de los fieles.
o Papel de los diferentes miembros de la Iglesia en la interpretación. Según condición común y
condición propia ministerial, se ha de generar el encuentro constante con la Palabra de Dios.
o La tarea del exégeta, tarea de Iglesia, que consiste en estudiar y explicar la Sagrada Escritura para
poner sus riquezas a la disposición de pastores y fieles. Así mismo, es una tarea científica, que pone
en contacto con otras disciplinas y diversos sectores de la investigación y enseñanza científica,
mostrando que la Biblia merece un estudio atento y objetivo, por su valor literario, histórico, social
y teológico.
o Relaciones con las otras disciplinas teológicas, la exégesis mantiene relaciones de diálogo
estrechas y complejas con las otras disciplinas teológicas, en el mutuo respeto de su especificidad.
Por una parte, la teología dogmática tiene un influjo en ella; por otra, la exégesis proporciona
recíprocamente a la teología moral datos fundamentales para ésta. El estudio científico de la Biblia
no puede aislarse de la investigación teológica, ni de la experiencia espiritual ni del discernimiento
de la Iglesia.

IV. INTERPRETACIÓN DE LA BIBLIA EN LA VIDA DE LA IGLESIA.

La Iglesia, no considera la Sagrada Escritura simplemente como un conjunto de relatos históricos


objeto de estudio, sino que la acoge como Palabra de Dios que se dirige a ella, y al mundo entero, en el
tiempo presente. Dicha premisa confluye en un ejercicio constante de actualización e inculturación del
mensaje bíblico. Por un lado, la actualización se efectúa en conformidad con la unidad dinámica, así
constituida entre el Antiguo y el Nuevo Testamento y se realiza gracias a la tradición de la comunidad
de fe con el fin de exponer la luz que contienen los relatos sagrados en todo tiempo sobre la Iglesia. Por
otro lado, el fundamento teológico de la inculturación es la convicción de fe que la Palabra de Dios
trasciende las culturas en las cuales se expresa, y tiene la capacidad de propagarse en otras culturas, de
modo que pueda llegar a todas las personas humanas en el contexto cultural donde viven.

Uso de la Sagrada Escritura. Los diversos modos de utilización de los textos inspirados son:
 En la liturgia, especialmente la liturgia sacramental, de la cual la celebración eucarística es su
cumbre, que realiza la actualización más perfecta de la Palabra, situando su proclamación en medio
de la comunidad de los creyentes reunidos alrededor del Cristo. Allí, el texto escrito se vuelve así,
una vez más, palabra viva, explicitado pastoralmente por la homilía.

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 La Lectio divina: es una práctica espiritual de lectura, individual o comunitaria, de un pasaje de la
Escritura, Palabra de Dios, que se desarrolla bajo la moción del Espíritu en meditación, oración y
contemplación. Se trata de una lectura asidua y frecuente de la Sagrada Escritura.
 El ministerio pastoral: la catequesis, la predicación, y el apostolado bíblico tienen como primera
fuente la Sagrada Escritura que, explicada y enseñada en el contexto de la Tradición, proporciona
fundamentos para el progreso de la vida cristiana, personal y comunitaria. Deben introducir a una
justa comprensión de la Biblia y a su lectura fructuosa, descubriendo la verdad divina que contiene.
 El movimiento ecuménico: la idea de la unidad del pueblo de Dios, está profundamente enraizada
en la Escritura. Supone releer los textos inspirados en la docilidad al Espíritu Santo, en la fe, la
esperanza y la caridad, en el respeto mutuo y la solidaridad, para llegar a la conversión del corazón,
a la comunión y a la santidad de vida que son el alma de todo ecumenismo.

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