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Actividad motora
(Nervios craneales III, IV y XI)
La visión, un sentido fundamental para la percepción del mundo que nos rodea, es el
resultado de una compleja interacción entre los nervios craneales y los músculos
oculares. Tres nervios craneales desempeñan un papel crucial en el control de los
movimientos oculares: el oculomotor (III), el abducens (VI) y el troclear (IV). Cada uno de
estos nervios inerva músculos específicos, coordinando la dirección y la amplitud de los
movimientos oculares necesarios para una visión nítida y coordinada.
El eje de rotación del ojo, determinado por la anatomía de los músculos extraoculares,
es esencial para entender cómo se mueven los ojos. Este eje sirve como punto de
referencia para la acción de los nervios oculomotor, abducens y troclear, asegurando una
mirada conjunta y coordinada entre ambos ojos. La mirada conjunta, resultado de la
acción equilibrada de estos nervios, permite la percepción tridimensional y una visión
clara y enfocada.
Relacionar la respuesta normal y lesiones que puedan presentarse en los pacientes con
los resultados obtenidos de los métodos de exploración clínica, como el examen ocular,
para evaluar la función de los nervios oculomotor, abducens y troclear.
Son tres y perpendiculares entre sí, alrededor de los cuales se producen los movimientos
oculares más simples. Tienen en común que pasan por el centro de rotación del ojo.
La mirada primaria
La mirada conjugada
Cuando hablamos de mirada conjugada, nos referimos a la coordinación precisa de los
músculos de ambos ojos para lograr el movimiento simultáneo y en la misma dirección.
Esto implica que los movimientos oculares deben compartir la misma dirección, velocidad
y ser realizados al mismo tiempo. Esta coordinación es esencial para la fijación visual
bilateral en un solo objeto.
Músculos contralaterales que realizan acciones distintas, pero trabajan juntos en ambos
ojos para que se pueda dar el movimiento sincrónico en la misma dirección.Por ejemplo,
cuando deseamos mirar hacia la izquierda, el recto lateral del ojo izquierdo se contrae
(abducción), al mismo tiempo que el recto medial del ojo derecho también se contrae
(aducción). Existen tres pares de músculos de la yunta: recto lateral y recto medial, recto
superior y oblicuo inferior, y recto inferior y oblicuo superior.
Músculos apareados
Estos músculos realizan la misma acción en ojos diferentes para permitir la mirada
conjugada. Un ejemplo de esto sería mirar hacia arriba y hacia la izquierda. En el ojo
izquierdo, el músculo recto superior se encarga de la elevación, mientras que en el ojo
derecho, el músculo oblicuo inferior realiza la abducción, y viceversa.
Diplopía
La diplopía se caracteriza por la percepción de dos imágenes del mismo objeto, lo cual
se debe a la parálisis de la musculatura ocular. Esta alteración visual puede manifestarse
de diversas maneras, ya sea horizontal, vertical o diagonal, y generalmente es una
consecuencia del estrabismo.
Músculos inervados
El NC III inerva 4 músculos, los cuales son el recto superior, el recto medial, el recto
inferior y el oblicuo inferior.
Cada uno de estos músculos tiene una acción principal pero también pueden estar
cumpliendo con acciones secundarias y terciarias.
Respuesta normal
Para el recto superior tendremos que su acción principal es la elevación del globo ocular,
su acción secundaria la aducción y su acción terciaria la rotación interna.
Para el recto medial tendremos que cumple con su acción principal de aducción.
Para el recto inferior tendremos que su acción principal es la depresión del ojo ocular, su
acción secundaria la aducción y su acción terciaria la rotación externa.
Y para el oblicuo inferior su acción principal será la rotación externa, la acción secundaria
será la elevación y la acción terciaria la abducción.
Respuesta anormal
En casos de lesión del tercer par craneal, se observa la denervación y parálisis de todos
los músculos extraoculares, con excepción del recto lateral y el oblicuo superior, lo que
resulta en una serie de síntomas como ptosis (caída del párpado superior), estrabismo
divergente, y diplopía. Para compensar la caída del párpado, el paciente tiende a elevar
la ceja del lado afectado.
Origen del NC IV
Su origen real se ubica a nivel de los colículos inferiores del mesencéfalo, en el borde
anterior de la substancia gris perisilviana.
Músculos inervados
Este nervio se encarga de integrar al músculo oblicuo superior que también contará con
una acción principal, secundaria y terciaria.
Respuesta normal
Respuesta anormal
En el caso de una lesión del cuarto par, se pierde principalmente la función de intorsión,
y se manifiesta con una inclinación de la cabeza hacia el lado contrario a la lesión, así
como estrabismo vertical y diplopía vertical.
Origen del NC VI
El nervio abducens tiene su origen real y núcleo en una región de la protuberancia, en la
cual se localiza la parte más inferior del cuarto ventrículo cerebral.
Músculos inervados
Respuesta normal
En su respuesta normal la persona tendrá una abducción correcta del ojo, ósea que los
movimientos laterales no se verán afectados.
Respuesta anormal
Una lesión del sexto par provoca la denervación y parálisis del recto lateral, resultando
en estrabismo convergente y diplopía.
Prueba de Bielchowsky: Esta prueba se realiza para evaluar la función del músculo
oblicuo superior, que es inervado por el IV par craneal. Pide al paciente que mire hacia
abajo y hacia la nariz y observa cualquier limitación o debilidad en el movimiento del ojo.
En otro método de evaluación de los nervios se le pide al paciente que mire hacia
izquierda y derecha, esto para evaluar el funcionamiento de los músculos recto lateral y
recto medial.
Y por último tendremos la prueba en “H” que realizamos en el laboratorio, la cual consiste
en dibujar una H en el aire con el dedo, y se le pide al paciente que siga nuestro dedo, y
evaluamos si el movimiento es óptimo o si se nota alguna debilidad o deficiencia.
Conclusiones
• La mirada primaria nos sirve como punto de partida para la evaluación de los
globos oculares
• La mirada conjugada es esencial para la visión tridimensional y a la coordinación
de los movimientos oculares junto con los músculos apareados que permiten
realizar la misma acción en ambos ojos.
• El nervio abducens inerva el músculo recto lateral que cumple la función del
movimiento del ojo hacia el campo temporal en el plano horizontal.
Bibliografía