Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los movimientos oculares son movimientos relativamente sencillos en comparación con otros
movimientos del cuerpo y muchos de los aspectos de los movimientos oculares han sido
estudiados a lo largo del tiempo. Cabe destacar que gracias al estudio de los movimientos
oculares se ha podido entender mucho sobre el funcionamiento del cerebelo, ganglios basales
y del sistema vestibular. Los ojos son capaces de moverse por la acción de los músculos
extraoculares los cuales describiremos más adelante tanto su función como su inervación.
(Pero antes alguien puede decirme cuántos músculos extraoculares hay: 6 ; otra
persona puede decir cada músculo).
La importancia de los movimientos oculares radica en que en la retina hay una pequeña
porción de 1,5mm de diámetro con gran agudeza visual y gran densidad de conos.
Los movimientos oculares mueven el ojo para que la fóvea se pueda dirigir hacia los objetos de
interés y poder detallar a dicho objeto. Este proceso recibe el nombre de foveación. La persona
que descubrió esto fue el fisiólogo Alfred Yarbus donde colocó lentes de contacto con espejos
pequeños en las personas y al presentarle una imagen de la reina Neferti observó como los
ojos de sus sujetos de prueba se movían para detallar las características de la imagen. En la
imagen las líneas delgadas representan los movimientos oculares balísticos rápidos o
sacádicos donde se mueve el ojo para dirigir la fovea a los objetos de interés. Los puntos
densos son instantes entre movimientos sacádicos donde se mantenía la mirada brevemente
en esas características.
2) Músculos extraoculares: Inserciones, funciones e inervaciones
2.1 Inserciones:
- 4 rectos:
● Recto medial
● Recto lateral
● Recto superior
● Recto inferior
- 2 oblicuos:
● Oblicuo superior o mayor
● Oblicuo inferior o menor
El anillo de Zinn o tendón común de los rectos, es una estructura fibrocartilaginosa que rodea
al nervio óptico en el vértice de la órbita.
Inserción distal de los 4 rectos:
- Oblicuo superior o mayor: cuerpo del esfenoides justo arriba y medial al anillo de zinn
- Oblicuo inferior o menor: fosa en el maxilar superior lateral al conducto lacrimonasal o
en la porción antero medial del suelo de la órbita.
Los músculos extraoculares permiten que el ojo se pueda mover en tres ejes distintos:
horizontal, vertical y sobre sí mismo realizando torsión.
A) Horizontal:
- Recto interno principal aductor; ayudado por recto superior e inferior.
B) Vertical:
- Recto superior y oblicuo inferior elevan globo ocular.
Son tres los nervios craneales que se encargan de la inervación de los músculos extraoculares:
● Oblicuo superior
3) Nervio oculomotor:
● Recto medial
● Recto superior
● Recto inferior
● Oblicuo inferior
(Viendo todo lo que hemos visto y lo que sabemos sobre el oculomotor cuáles 3
defectos característicos observaremos: ptosis, debilitamiento músculos recto medial,
superior inferior y oblicuo inferior “ojo estará abducido por acción recto lateral intacto” y
dilatación de la púpila por fallo edinger west-phal).
Los movimientos sacádicos son movimientos balísticos rápidos de los ojos que
cambian bruscamente el punto de fijación. Se dice que son balísticos porque el sistema que los
genera no puede responder a los cambios posteriores en la posición del blanco durante el
curso del movimiento ocular. Si el blanco se mueve nuevamente durante los 10-15 ms de
duración del movimiento ocular, el sacádico lo perderá y se debe realizar un segundo sacádico
para corregir el error. Estos movimientos varían en amplitud desde pequeños movimientos
(leer), hasta los movimientos mucho más grandes (al observar una habitación). Pueden
producirse voluntariamente, pero se desarrollan en forma inconsciente siempre que se abren
los ojos, aun cuando estén fijados sobre un blanco. Los movimientos oculares rápidos que se
desarrollan durante el sueño REM también son sacádicos. Se calcula que cuando un blanco se
mueve bruscamente, lleva alrededor de 200 ms para que comience este movimiento ocular
hacia la nueva posición del blanco.
Saccades
Los movimientos de seguimiento suave son movimientos de rastreo mucho más lentos
y sirven para mantener un estímulo móvil sobre la fóvea. Éstos están bajo control voluntario, ya
que el observador decide si rastrea un estímulo móvil o no. Es interesante saber que sólo los
observadores muy entrenados pueden hacer un movimiento de seguimiento suave en ausencia
de un blanco móvil. La mayoría de las personas que intentan mover sus ojos en forma suave
sin un blanco móvil realiza simplemente un movimiento sacádico.
El sistema de seguimiento lento se puede evaluar con la prueba optocinética, en donde
se coloca a un individuo sentado delante de una pantalla o un tambor sobre el cual se presenta
una serie de barras verticales que se mueven en forma horizontal. Los ojos del individuo
rastrean las bandas automáticamente, hasta que alcanzan el final de su recorrido. Luego se
produce un movimiento sacádico rápido en dirección opuesta al movimiento de rastreo, que
continúa otra vez por el seguimiento suave de las bandas. El movimiento alternante (lento y
rápido) que se evidencia se conoce como nistagmo optocinético. Esta es una respuesta
refleja normal de los ojos a los movimientos a gran escala de la escena visual. No es igual al
nistagmo patológico que puede resultar de lesiones del sistema vestibular o el cerebelo.
Smooth Pursuit
Optokinetic Nystagmus
Los movimientos de vergencia se encargan de alinear la fóvea de cada ojo con blancos
ubicados a distintas distancias del observador. Al contrario de otros tipos de movimientos
oculares en los que los dos ojos se mueven en una misma dirección (movimientos oculares
conjugados), los de vergencia son desconjugados (o disyuntivos). Se puede dar una
convergencia o una divergencia de las líneas de la mirada de cada ojo para ver un objeto que
está más cerca o más lejos.
La convergencia de la mirada es una de las tres respuestas visuales reflejas producidas
por el interés en un objeto cercano. Los otros componentes de la denominada tríada del reflejo
de acomodación son la acomodación del cristalino, que lleva el objeto en foco, y la constricción
pupilar, que aumenta la profundidad del campo y agudiza la imagen sobre la retina.
Head Thrust
El sistema vestibular es eficaz para contrarrestar movimientos rápidos de la cabeza,
pero es poco sensible a los movimientos lentos o a la rotación cefálica persistente. Por ejemplo,
si se evalúa el reflejo oculovestibular con una rotación continua y con los ojos cerrados o en la
oscuridad, los movimientos oculares compensatorios cesan sólo después de unos 30 segundos
de rotación. Sin embargo, si la misma prueba se realiza con señales visuales, los movimientos
oculares persisten. Los movimientos oculares compensatorios en este caso se deben a la
activación del sistema de seguimiento lento, que no depende de la información vestibular, sino
de las señales que indican movimiento del campo visual.
El control de la movilización de los ojos para fijar la mirada en un blanco nuevo depende
no sólo del correcto control de la amplitud del movimiento (distancia que se mueve) sino
además del control de la dirección del movimiento (en qué sentido se mueve).
La dirección del movimiento está determinada por los músculos oculares que son
activados. Aunque en teoría se podría especificar cualquier dirección de movimiento si se
ajusta de forma independiente la actividad de los músculos oculares individuales, llevar a cabo
esta tarea sería demasiado complejo. Por esto, la dirección del movimiento ocular está
controlada por las neuronas de circuito local de dos centros de la mirada en la formación
reticular. Cada uno de ellos genera movimientos en un eje particular:
Lesiones
Las aferencias paralelas hacia la FRPP desde el centro de la mirada frontal y el colículo
superior se reflejan en los daños de estas estructuras:
La lesión del centro de la mirada frontal produce incapacidad para efectuar movimientos
sacádicos hacia el lado contralateral y desviación de los ojos hacia el lado de la lesión. Estos
defectos son transitorios y se observó en monos con lesiones de la región cortical inducidas
experimentalmente, que la recuperación es casi completa en 2 a 4 semanas.
Estos resultados sugieren que los centros de la mirada frontales y el colículo superior
representan vías complementarias para el control de los movimientos sacádicos. Además, una
de las estructuras parece ser capaz de compensar parcialmente la pérdida de la otra. Las
lesiones combinadas del centro de la mirada frontal y el colículo superior producen una pérdida
permanente de la capacidad para realizar movimientos oculares sacádicos.
Esto no implica que los centros de la mirada frontales y el colículo superior tengan las
mismas funciones. Las lesiones del colículo superior producen un déficit permanente en la
capacidad para realizar movimientos oculares similares a reflejos de latencia muy corta,
denominados "sacádicos expresos". Éstos están mediados por vías directas hacia el colículo
superior desde la retina o la corteza visual que pueden tener acceso a las neuronas motoras
superiores en el colículo sin un procesamiento excesivo y más prolongado en la corteza frontal.
Por el contrario, las lesiones del centro de la mirada frontal producen déficit permanentes en la
capacidad para realizar sacádicos que no están guiados por un blanco externo. Por ejemplo,
los pacientes que presentan una lesión en esta área no pueden dirigir voluntariamente sus ojos
lejos de un estímulo en el campo visual, movimiento conocido como antisacádico. Estas
lesiones también eliminan la capacidad para realizar un sacádico hacia la localización
recordada de un blanco que ya no se puede ver.
En los monos se observó que las neuronas del área temporal media (percepción de los
estímulos móviles) responden selectivamente a los blancos que se mueven en una dirección
específica. El daño de esta área interrumpe los movimientos de seguimiento lento. En los seres
humanos el daño de áreas comparables (lóbulos parietal y occipital) también produce fallas en
los movimientos de seguimiento lento.
Al contrario de los efectos de las lesiones del centro de la mirada lateral y el colículo
superior, los déficit ocurren en los movimientos oculares efectuados hacia el lado de la lesión.
Por ejemplo, una lesión de la región parietooccipital izquierda es probable que produzca
incapacidad para rastrear un objeto que se mueve de derecha a izquierda.
Cuando una persona desea mirar de un objeto a otro que se localizan a distancias
diferentes de los ojos, se realiza un sacádico que desplaza la dirección de la mirada hacia el
objeto nuevo, y los ojos divergen o convergen hasta que el objeto cae sobre la fóvea de cada
ojo. No se conocen bien las estructuras ni las vías que median los movimientos de vergencia,
pero parecen incluir varias áreas de la corteza extraestriada en el lóbulo occipital.
REFLEJO OCULOVESTIBULAR
Antes de empezar a explicar el reflejo oculovestibular es importante recordar que el sentido del
equilibrio está compuesto por el sistema visual, el sistema propioceptivo y el sistema vestibular.
Estos sistemas se encuentran interconectados por un gran número de circuitos nerviosos
propinando al cerebro la información necesaria para mantener laminada en objetivos
específicos, realizar ajustes posturales y controlar tanto el equilibrio estático como dinámico.
La intención de estos tres sistemas surgen de tres reflejos; el reflejo vestibuloespinal, el
vestíbulo cólico y el vestibuloocular. Estos objetivos tienen como objetivo compensar los
movimientos inesperados de la cabeza y ajustar la posición ocular del cuello y del cuerpo.
El ROV:
Es uno de los reflejos más rápidos del cuerpo. Además, este reflejo es el que nos permite
mantener la imagen estable en la retina durante el movimiento cefálico. Si nosotros miramos un
punto que tenemos frente y movemos la cabeza, pareciera que este punto no se mueve. Si
realizamos la misma acción frente un espejo, nos daría la impresión de que son nuestros ojos
los que no se mueven. Esto se debe a que este reflejo genera un movimiento ocular dee la
misma amplitud pero en sentido opuesto al movimiento cefálico.
Existe otras pruebas de evaluación que se aproximan más a lo fisiológico del día a día. Es
importante, recordar que el ROV corresponde a la fase lenta del nistagmo.
La primera de esta prueba es el HIT; para esta prueba, el paciente debe mantener la mirada fija
en un punto mientras le hacemos movimientos de cabeza aleatorios de baja amplitud pero de
alta velocidad. Una persona con el ROV normal moverán su cabeza y sus ojos mantendrán
posición. Una persona con alteración en el ROV moverá su cabeza y la mirada se irá con el
movimiento, luego habrá un movimiento correctivo del ojo denominado "sacada". La sacada
correctiva indica entonces que existe alteración en el ROV.
Esta prueba es provechosa porque se pueden evaluar los tres canales semicirculares por
oídos.
La pérdida del ROV puede tener graves alteraciones. Pacientes que presentan daños
vestibulares se les hace difícil (o imposible), fijar blancos visuales mientras la cabeza está en
movimiento. A esta alteración se le denomina oscilopsia. Si por otro lado, el daño es unilateral,
el paciente por lo general recupera la capacidad de poder fijar blancos visuales mientras la
cabeza está en movimiento.