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Sufrir y sanar: Travesía del Duelo en 'El Testigo' de Jesús Abad

Mariana Medina Pardo

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Artes, Diseño Gráfico

Palabra e Imagen

Bogotá, Colombia

2023

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Tabla de contenido
Sufrir y sanar: Travesía del Duelo en 'El Testigo' de Jesús Abad 3

Exploración del Duelo a Través de la Lente de Jesús Abad 4

Reflexiones sobre ‘’El testigo’’ 8

Referencias 10

Bibliografía 11

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Sufrir y sanar: Travesía del Duelo en 'El Testigo' de Jesús Abad
Dentro de la realidad colombiana que es el conflicto armado se yergue una figura
importante en el proceso de reparación: los proyectos de memoria. El valor de la pluralidad
de estos proyectos radica en que, aunque se comprenda la situación de violencia como una
realidad extensa, es imperativo reconocer que "ha estado presente en el país por largos
periodos; la actual existencia de distintos factores, con muy diversas manifestaciones
regionales, hacen imposible decir que existe una sola violencia" (Blanco & Cerna, 2018, p.
14). Por lo tanto, resulta indispensable conocer y mostrar a la luz diversos testimonios que
contribuyan a la construcción de memoria. Estos proyectos son elementos cruciales que
facilitan que las sociedades y grupos confronten un pasado marcado por la guerra o
violencia masiva. Actúan como un camino hacia la construcción de paz, la no violencia y la
prevención de futuras recurrencias (Centro Nacional de Memoria Histórica, 2013).

Es así como surge la exposición ‘’El Testigo’’, un trabajo de memoria compuesto por más de
500 fotografías tomadas por Jesús Abad, quien fue testigo y víctima de los estragos causados
por el conflicto armado. Su obra se expone dentro de 4 secciones con un orden específico las
cuales se enfocan en situaciones que sufren las víctimas. De esta forma se empieza con
Tierra callada, la cual muestra casos de desplazamiento; Se continúa con No hay tinieblas
que la luz no venza, que muestra casos de desaparición forzada; Y aun así, me levantaré con
casos de violencia en civiles; y se finaliza con Pongo mis manos en las tuya mostrando casos
de manifestaciones por la paz y la recuperación de territorios sociales. Así mismo, dentro de
su trabajo se puede encontrar, teniendo en cuenta el orden de las secciones, sus títulos, y lo
representado dentro de estas, una unidad que representa el proceso de duelo vivido por las
víctimas en medio de este conflicto. Un aspecto necesario para comprender la manera en que
estas personas sufren y sanan al enfrentarse a la violencia.

De esta forma, a través del siguiente ensayo, se buscará estudiar los elementos gráficos en las
imágenes tomadas por Jesús Abad, e identificar el cómo se representa el proceso de duelo en
la obra. Llegando a dar respuesta a la pregunta ¿Cómo funciona la narrativa gráfica empleada
por Jesús Abad dentro de la representación del proceso de duelo en el conflicto armado? La
metodología empleada en este texto implicará la selección de 4 fotografías, cada una
correspondiente a una de las secciones. A las cuales se les asignará una fase específica del

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duelo, y luego se llevará a cabo un análisis detallado de los elementos gráficos presentes, así
como del contexto y los textos circundantes. Este enfoque permitirá comprender la conexión
de cada imagen con su respectiva etapa del proceso de duelo.

Exploración del Duelo a Través de la Lente de Jesús Abad

El duelo, una respuesta intrínseca a la pérdida de algo significativo, se manifiesta como un


proceso emocional y comportamental marcado por el sufrimiento y la aflicción cuando se
quiebra un vínculo afectivo (Meza et al. 2018, p. 1). En sintonía con esta noción, el Dr.
Alvarado (2003) menciona que el proceso de duelo se compone de tres etapas: primera
etapa, negación; etapa central, ira y depresión; y la etapa final, aceptación, en la cual no se
es feliz, pero se logra sentir cierta paz que permite continuar con su vida. De esta forma, se
propone la siguiente asignación: Tierra callada como una etapa de negación, No hay
tinieblas que la luz no venza como una etapa de ira; Y aun así, me levantaré como una
etapa de depresión; y Pongo mis manos en las tuyas como la etapa de aceptación.

De esta manera comienza nuestro recorrido,


adentrándonos en aquel que representaría la negación y
encontrando la siguiente foto. En esta, una niña se
encuentra sentada y sostiene a un pollo con un cariño
infantil, algo brusco por su inocencia, mientras lo toma
por el cuello y lo acerca a sus labios. La información a su
alrededor nos informa que esta niña se encuentra junto a
su familia, en Puerto Alvira en Mapiripán, Meta. Estos
pertenecen a un grupo de desplazados, víctimas de los
paramilitares, que se encuentran a punto de abordar un
avión junto a otros sobrevivientes. La situación se vuelve
Abad, J. (1998). Leidy Lorena Mendez
[Fotografía]. Claustro de San Agustín.
conmovedora al conocer que aquellos individuos solo
pueden cargar una pequeña maleta con ellos, ante lo cual, y entendiendo sus limitaciones, le
pregunta al funcionario de la Cruz roja si puede llevar a su pollita pues fue un regalo, y
cuya respuesta afirmativa destaca como un toque de humanidad en medio de una situación
tan atroz. Dentro de la foto podemos encontrar además elementos gráficos como el

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encuadre únicamente en la niña, casi sin información a su alrededor, y el tono en escala de
grises que esta posee y que le intensifica.

Este último elemento es el que comienza el proceso de significación, pues aporta un matiz de
aislamiento y desolación a su situación, lo cual evoca una sensación cercana a la
experimentada durante la etapa de negación. Al continuar examinando la imagen, también
surge una conexión en la forma en que la niña se aferra a su mascota. El gesto se podría
presentar así como un símbolo de la inocencia perdida y el deseo de retener la vida que el
animal representa. Este aferramiento puede interpretarse como una forma de resistencia a
aceptar la realidad violenta en la que la niña está comenzando a existir, manifestando una
inocencia casi cegadora en medio de circunstancias tan adversas. Al alejarnos de la foto
notamos como desde el mismo título Tierra callada se puede entender el proceso
representativo, ya que este silencio que propone se encontraría con esta resistencia a los
estímulos donde se es difícil la comunicación (Alvarado, 2003). Este mutismo podría reflejar
la manera en que las víctimas se cierran a su entorno, convirtiendo el silencio en una
poderosa manifestación de negación. Esta elección de palabras se podría argumentar, no solo
alude a una falta de voz, sino a la impenetrabilidad de la tierra, simbolizando la dificultad de
llegar a estas personas afectadas por el trauma y la reticencia a compartir sus experiencias.

Al continuar con la exposición y llegar a la sección


No hay tinieblas que la luz no venza (ira), se
destaca la siguiente foto. En esta, al interior de un
salón de clases de una escuela, se extienden varias
hileras de sillas de madera vacías. Sobre una de las
sillas, en el espaldar, se encuentra pegada la foto
Abad, J. (2004). Escuela Simona Duque [Fotografía].
del rostro de un niño quien sonríe levemente Claustro de San Agustín.
llevando la cruz del miércoles de cenizas en su frente. Por la información a su alrededor se
entiende que el niño fue secuestrado y asesinado, y que para su maestra y compañeros el
trauma fue tan fuerte que fue necesario adelantarles la salida a vacaciones de final de año. La
foto se encuentra a color, y su formato apaisado nos permite ver más que únicamente el rostro
del niño, sino el contexto a su alrededor.

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Para realizar un mejor análisis de sus elementos, es necesario entender la palabra ira por otros
sinónimos como frustración, rabia e indignación. Así mismo, al ver la imagen, resulta
indispensable comprenderla como una suma de sus elementos en lugar de por separados. Aun
así, hay un elemento a destacar antes de continuar, y es el color de la foto. La escala de grises
transmite una sensación de entumecimiento, mientras que el color podría representar la plenitud
del sentimiento; de esta manera, la ira, al ser un sentimiento potente, puede ser visualmente
expresada mediante la paleta cromática de la imagen. Al entender la imagen como una entidad
completa, respaldada por los textos que la acompañan, emerge una dicotomía: la inocencia de
la infancia siendo interrumpida por las atrocidades de la guerra. Siendo representado con
elementos como el salón de clases para la infancia, y los puestos vacíos como aquello que no
debería estar allí. El choque de estas dos ideas genera una sensación de indignación, una
molestia interna que no nos permite dejar de ver el hecho de que la guerra afecta hasta los más
indefensos. Para la representación de ira en esta imagen, el autor acude a nuestra reacción como
espectadores, combinando elementos que accionen ese sentimiento en nosotros.

Al interior de la siguiente sección Y aun así, me


levantaré (depresión), resalta la foto mostrada acá.
En esta, un hombre en medio de lo que parece la
selva se encorva en llanto y sufrimiento sobre un
ataúd que se encuentra en el piso, mientras con sus
manos cubre su rostro. Con los textos que se
Abad, J. (2002). Vigía del Fuerte, Antioquia
[Fotografía]. Claustro de San Agustín. encuentran a su alrededor se nos informa que
mientras se encontraban cavando la tumba para la señora (a quien encontraron muerta en un
bote), el hombre se puso a llorar sobre esta. Otros elementos gráficos claves en ella es el
formato apaisado y la escala de grises.

A primera vista, la pose del hombre emerge como un testimonio palpable de la profunda
depresión que caracteriza esta etapa del duelo. La expresión de sus manos y el llanto que cubre
su rostro actúan como claros indicadores de este estado emocional, manifestándose de manera
conmovedora. No obstante, al profundizar en la imagen, se revelan otros elementos que
refuerzan la intensidad de la depresión que experimenta. Su posición directamente sobre el
suelo sugiere una conexión simbólica con haber tocado fondo, como si estuviera hundido en la

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desesperación más profunda. El color de la foto, como mencioné anteriormente, transmite un
cimiento emocional, creando una barrera que impide sentir las emociones de manera plena.
Esta paleta cromática no solo refleja el estado interno del hombre, sino que también contribuye
a la atmósfera general de desolación y desesperanza que rodea esta fase del duelo. El nombre
de la sección parece contradecir lo que se presenta en la imagen, mostrándose como un
estamento optimista frente a la etapa de duelo presentada, pues denota la capacidad de
resiliencia humana de, a pesar de la dureza de su situación actual, elevarse y superar la
adversidad para dar paso a la última fase del proceso de duelo.

Es así como llegamos a la última sección y, por ende,


la última etapa del duelo. De esta forma, dentro de
Pongo mi mano sobre la tuya (aceptación)
encontramos una imagen muy simple: un grupo de
mujeres con rasgos indígenas las cuales sostienen
langostas muertas y sonríen hacia la cámara. Los
textos a su alrededor nos cuentan una historia Abad, J. (2009). Dilia Uriana con sus hijas:
Úrsula, Betsy, Keyla, y Mileidis González
importante: mujeres que habían sido desplazadas de [Fotografía]. Claustro de San Agustín.

El Salado y habían retornado a su hogar, tras lo cual realizaron la primera cosecha con solo
mujeres. La foto posee otros elementos gráficos importantes como su formato apaisado y el
uso de colores en ella.

La aceptación es una fase para avanzar, no significa que todo se encuentra mágicamente bien,
pero es una etapa que permite ser consciente de lo que pasó y de que es necesario continuar
para vivir. Dentro de la imagen uno de los aspectos que representa esto es el color, pues nos
muestra la realidad tal y como es, sin filtros extraños que nos la puedan distorsionar, sino
mostrándonos a lo que nos enfrentamos. Tanto la sonrisa en sus rostros como la muestra de su
cosecha se vuelven elementos de significación, pues destacan entre tantos elementos
representativos de dolor, sufrimiento y guerra. Esto nos podría decir así que a pesar de todo se
puede volver a sonreír, y nos presenta la forma en como ellas continúan su vida. La imagen,
además, por su composición y elementos destaca de las anteriores, pues mientras las primeras
mostraban situaciones de la guerra y la violencia, esta última expone una realidad que podría
ser el día a día de diversas familias en Colombia. Finalmente, el título Pongo mi mano sobre

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la tuya nos brinda una sensación de calma, es un ‘’me dejo guiar por ti’’, una muestra de que
al final del día, se puede volver a confiar.

Reflexiones sobre ‘’El testigo’’

Una vez observada y analizada la obra de Abad, surgen preguntas que podríamos responder
en un futuro: ¿cuál es la experiencia del observador dentro de la obra? ¿Cómo contribuye
específicamente este espacio a la construcción de memoria colectiva? ¿cuál es su papel
como fotografía documental? Pero podemos plantear una que podría ayudar a dar una
respuesta inicial a las anteriores ¿Por qué el uso de imágenes para su comunicación? Regis
Debray (1994) en su libro ‘’Vida y muerte de la imagen’’ plantea una posible diferencia en
impacto entre la imagen y la palabra a través de un interrogante ‘’ ¿Cuánto pesa un <<grito
escrito>> frente a un grito proferido, angustia o alegría brutal, inmediato y plena?’’ (p. 43).
La imagen es ese grito puro. La imagen impacta. Se puede crear una anécdota a través de la
descripción, pero su lectura inevitablemente nos encamina a la creación de una imagen
mental, por lo que ¿por qué no mostrar la imagen desde un principio? La obra ‘’El testigo’’
de Abad, aunque utiliza texto para acompañar su exposición, implementa la fotografía para
abarcar aspectos como las víctimas y los estragos. Las imágenes no nos permiten apartar la
mirada, y por el contrario nos invitan a leer los elementos a su alrededor.

Resulta importante aclarar que los elementos gráficos que se analizaron cobran aquel
sentido debido al contexto y los demás componentes del sistema al cual hacen parte, es
decir, la imagen y la disposición escénica. Los elementos en si mismo no poseen
significado; su capacidad para potenciar ideas radica en su entorno. Umberto Eco (1973) en
su libro ‘’Signo’’ menciona que ‘’ Existen artificios que son signos en sentido propio, como
las palabras, algunas siglas, algunas convenciones de señalización, y luego está todo lo
demás que no es signo, que puede ser experiencia perceptiva, capacidad de deducir
hipótesis y previsiones de la experiencia, etc.’’ (p. 11). En ciertas imágenes, observamos el
uso de un mismo elemento, sin embargo, su interpretación adquiere matices diversos
debido al contexto y a lo que se representa en cada caso. Es así como el significado de estos
elementos se forja a través de la interacción compleja con su entorno y la narrativa visual
que contribuyen a construir.

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Finalmente, a través de esta exploración se pudo identificar los elementos gráficos que utiliza
Jesús Abad en su obra, y el cómo se relacionan con la narrativa gráfica de su obra al
representar los procesos de duelo dentro de víctimas de la violencia. En este se logró
reconocer que estos no funcionan como elementos de significación por sí mismos, sino
gracias a su contexto que les permite ser interpretados. Esta compresión enfatiza la
importancia de considerar el trabajo de Abad como un todo, ya que cada elemento cobra
significado a través de su conexión con otros elementos y la narrativa en general. Además, se
destacó el uso de la imagen como método de comunicación que permite a los observadores
comprender la exposición de manera directa. En conjunto, estos hallazgos subrayan el
conocimiento y habilidad de Abad dentro del manejo de la imagen y la narrativa gráfica, no
solo para transmitir una realidad visual, sino también las emociones y procesos internos
relacionados con el proceso de duelo en las víctimas de violencia en Colombia.

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Referencias
Alvarado García, R. (2019). Muerte perinatal y el proceso de duelo.

Blanco Ardila, E., & Cerna Corredor, V. A. (2018). La narración del conflicto armado en
Colombia en la década de los noventa.

Camacho Guizado, Á., Machado, A., Bello, M. N., Gómez, L., Wills Obregón, M. E.,
Suárez, A., & Riaño Alcalá, P. (2009). Recordar y narrar el conflicto: herramientas
para reconstruir memoria histórica. Fotoletras.

Dávalos, E. G. M., García, S., Gómez, A. T., Castillo, L., Suárez, S. S., & Silva, B. M.
(2008). El proceso del duelo. Un mecanismo humano para el manejo de las
pérdidas emocionales. Revista de Especialidades Médico-Quirúrgicas, 13(1), 28-31.

Debray, R. (1994). Vida y muerte de la imagen. Paidós.

Eco, U. (1973). Signo. Editorial Labor S.A.

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Bibliografía
Abad, J. (1992-2020). El Testigo [Instalación]. Claustro de San Agustín. Bogotá, Colombia.

Barthes, R. (1990). La cámara lúcida. Nota sobre la fotografía. Barcelona: Ediciones


Paidós

Buck-Morss, S. (2009). Estudios visuales e imaginación global. Antípoda. Revista de


antropología y arqueología, (9), 19-46.

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