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Las

dificultades
de la
industria
farmacéutica
en España

Dirigido por: Juan E. Iranzo Martín


Catedrático de Economía Aplicada de la UNED y
Decano del Colegio de Economistas de Madrid

Coordinado por: Marta Otero Moreno


Economista del Instituto de Estudios Económicos

Con la colaboración de:

Octubre 2013

NP4 1305023515
Contenido

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................. 3

2. LA INDUSTRIA FARMACEÚTICA EN UN CONTEXTO GLOBAL.................................... 4

i. LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA EN ESPAÑA .................................................................. 7

3. PRINCIPALES PROBLEMAS PARA LA INVERSIÓN .............................................................22

i. INCERTIDUMBRE.........................................................................................................................24

ii. APOYOS A LA I+D ........................................................................................................................26

iii. MARCO REGULATORIO ............................................................................................................33

iv. UNIDAD DE MERCADO ............................................................................................................35

4. CONCLUSIONES ................................................................................................................................37

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................................................41

2
1. INTRODUCCIÓN

Ante los significativos desequilibrios macroeconómicos que han acumulado determinadas


economías, especialmente las europeas, los gobiernos se han visto obligados a adoptar
severas medidas en materia de política económica orientadas a corregirlos. Así, los
continuos incumplimientos con los objetivos de déficit público han promovido un firme
proceso de consolidación fiscal fundamentado en la contracción de, prácticamente, todas
las partidas de gasto y en el aumento de determinadas figuras tributarias con el objeto de
incrementar los recursos propios. La industria farmacéutica, que hasta el año 2011 parecía
haber resistido los embates de la crisis con relativa fortaleza, se encuentra en una situación
crítica. En la actualidad, las empresas que continúan operando en el mercado se enfrentan a
una reiterada caída de sus márgenes como resultado de las continuas reducciones de los
precios de los medicamentos -introducidas por las distintas modificaciones legislativas en
aras de contener el gasto sanitario- y a una reducción de la demanda de medicamentos, a
una merma de sus recursos líquidos (ante los dilatados plazos de pago que está aplicando la
Administración a sus proveedores) y todo ello en un marco de elevada incertidumbre,
sometidas a una estricta regulación y haciendo frente a una creciente competencia
internacional.

La elevada cantidad de recursos que la industria farmacéutica destina a investigación y a


desarrollo, su aportación al crecimiento económico en términos de producción, empleo,
productividad, exportaciones y liberación de recursos públicos y su contribución al
bienestar social -mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y su longevidad- confieren
a la industria farmacéutica un carácter estratégico en determinados países. En vista de la
relevancia del sector, el presente estudio, tras hacer un breve análisis del sector a nivel
global y evaluar la importancia de la actividad en la economía española, trata de identificar
las principales amenazas para la inversión e, incluso, para la supervivencia empresarial,
especialmente en lo que a la industria farmacéutica se refiere.

3
2. LA INDUSTRIA FARMACEÚTICA EN UN CONTEXTO GLOBAL

La industria farmacéutica es uno de los sectores cuya aportación al bienestar social es


significativa, ya que el resultado de su actividad, estrechamente vinculada a la investigación
y el desarrollo de nuevos fármacos, no se limita únicamente a su aportación al crecimiento
económico en términos de valor añadido y empleo, sino que, además, destaca porque
mejora la calidad de los Sistemas Nacionales de Salud y permite un ahorro de recursos
gracias a la prevención de enfermedades que proporcionan los fármacos1. Del mismo
modo, introduce mejoras en la productividad del trabajo, por ejemplo reduciendo el
absentismo laboral. Así mismo, amplía la oferta de tratamientos médicos a los pacientes, lo
que, sin duda, se traduce en un aumento de la calidad y de la esperanza de vida de los
ciudadanos. En la actualidad, la industria farmacéutica se encuentra inmersa en un proceso
de cambio marcado por la globalización, por la transformación de la estructura de la
competencia y el incremento de la competitividad, por el desequilibrio existente entre los
recursos destinados a investigación y desarrollo y el número de productos que, finalmente,
son aprobados por el mercado (lo que se conoce como gap de productividad), por las
nuevas promulgaciones regulatorias, por la rápida consolidación y concentración en la
industria farmacéutica mundial, por el desarrollo de nuevos campos terapéuticos y
tecnológicos, por el rápido desarrollo del mercado de genéricos y por el envejecimiento de
la población, Kesic (2011).

Además de la capacidad de adaptación al cambio en su entorno las empresas han de


enfrentarse a uno de los principales riesgos que entraña el desarrollo de su propia actividad,
clasificada como industria de carácter “altamente tecnológico”2. Así, los dilatados plazos

1
Lichtenberg (2003) destacaba entre los resultados de su estudio que un incremento de 100 prescripciones iba
a asociado a una reducción de 16,3 camas hospitalarias al día; que un incremento de 1$ en gasto farmacéutico
iba acompañado de una reducción de 3,65$ en términos de gasto en cuidados hospitalarios aunque esto
suponía un aumento de 1,54$ en cuidados ambulatorios. Además sus estimaciones revelaban que los
pacientes que consumían nuevos medicamentos permanecían menos tiempos hospitalizados que aquellos que
consumías fármacos más antiguos.

2 Según la International Federation of Pharmaceutical Manufacturers & Associations y atendiendo a datos de


la Comisión Europea, el gasto anual realizado por la industria farmacéutica en 2011 era 5 veces superior que

4
que requieren las investigaciones para desarrollar los productos, los cuantiosos recursos que
las compañías han de destinar a ello y la incertidumbre sobre el éxito del medicamento en
el mercado y, por lo tanto, sobre los rendimientos, se convierten en los factores clave en la
toma de decisiones sobre la inversión de las compañías. El tiempo medio desde que se
inicia la investigación hasta que el medicamento se introduce en el mercado se encuentra
alrededor de los 12 años, el coste en I+D de los nuevos productos se estima entre los 0,75
y 1,2 millones de euros y el porcentaje de éxito de los productos oscilan entre el 7 y el 78
por 1003.

Con el objeto de asegurar el rendimiento de sus inversiones en I+D –campo en el que la


industria farmacéutica se posiciona como uno de los sectores líderes, ya que el avance de la
medicina está estrechamente relacionado con la aparición de nuevos tratamientos- muchas
de las organizaciones están tratando de mejorar las probabilidades de éxito de sus proyectos
de inversión a través del desarrollo comercial y la reducción y de la flexibilización de sus
estructuras de costes. Esto en un contexto en el que los reguladores e inversores están
demandando más y mejores pruebas sobre la efectividad de los componentes de los
medicamentos, lo que, por su parte, implica una mayor dilatación en el tiempo de la fase de
desarrollo y un incremento de los costes en esta etapa del proceso. La respuesta de algunas
compañías ha sido concentrar el esfuerzo en el aumento de la productividad a través de
varias vías: reduciendo los costes y mejorando la eficiencia en los procesos a través del
outsourcing o del Lean business; a través de modelos de colaboración, incluidas las
colaboraciones académicas y los acuerdos de codesarrollo que permiten compartir los
riesgos con terceros o la búsqueda exterior de ciencia y tecnologías de alta calidad.

El creciente protagonismo de esta actividad en la economía europea es patente a la luz de


los últimos datos publicados por la Federación Europea de la Industria Farmacéutica y
Asociaciones (EFPIA). La producción de la industria farmacéutica alcanzó los 205.000
millones de euros en 2011 (multiplicándose por 3,2 en los últimos 11 años); el sector
empleaba a 660.000 personas (más de 150.000 personas que en el año 1990); el valor de las

el realizado en el sector aeroespacial y la industria de defensa, 4,5 veces superior que el acometido por la
industria química y 2,5 veces mayor que industria de software y servicios informáticos.
3 Pronker et. al. realizan una revisión de la literatura que ha abordado tanto el riesgo como el coste asociados
al desarrollo de los medicamentos donde se advierte que la diversidad de metodologías impide considerar a
alguna de ellas como la “norma de oro” para representar la productividad de la industria farmacéutica durante
las etapas pre-clínicas y clínicas a través de la duración, el riesgo y el coste de las fases de la cadena de valor
individual.

5
ventas de medicamentos al exterior superaba en 80.000 millones de euros al valor de las
importaciones y el gasto en I+D ascendía a 27.500 millones de euros (3,5 veces superior al
del año 1990). Sin embargo, el dinamismo que ha caracterizado a esta actividad en los
últimos se está viendo interrumpido como consecuencia de los severos ajustes
presupuestarios que están llevando a cabo los gobiernos de la mayoría de los países
europeos, del crecimiento de los costes relacionados con la I+D –debido a la dilatación de
los plazos en las fases de desarrollo de los medicamentos y a la caída en las tasa de éxito de
estos últimos- y del aumento de las trabas administrativas EFPIA (2012).

Gráfico 1. Evolución de los principales indicadores de la industria farmacéutica en


Europa*.

Producción Saldo Balanza comercial


mill. €
mill. €
250.000
80.000 1092,2%
217,5%
200.000 70.000
60.000
150.000 50.000
40.000
100.000
30.000
50.000 20.000
10.000
0
0
1990 2011
1990 2011

Gasto en I+D Empleo

mill. € unidades 32,5%


30.000 257,9% 700.000

25.000 600.000

500.000
20.000
400.000
15.000
300.000
10.000
200.000
5.000 100.000

0 0
1990 2011 1990 2011

*Los datos para 2011 son estimaciones.


Fuente: elaboración propia a partir de los datos proporcionados por European Federation Pharmaceutical
Industries and Associatons. “The Pharmaceutical Industry in Figures, Key Data 2012”

6
El crecimiento experimentado en el mercado de medicamentos, especialmente el de las
economías emergentes, y la tendencia positiva esperada del mismo (según las estimaciones
del IMS, el mercado asiático, africano, australiano y el latinoamericano, arrojarán tasas de
crecimiento entre un 10 y un 13 por 100 entre 2012 y 2016) suponen nuevas oportunidades
de negocio para las grandes empresas de la industria farmacéutica europeas y nuevos retos
ante el aumento de la presión de la competencia. Estados Unidos, por su parte, lidera el
mercado de medicamentos. Su cuota de mercado en 2011 se aproximaba al 37 por 1004.
Esta tendencia del mercado mundial representa uno de los principales retos para las
políticas europeas en aras de crear un marco más favorable, capaz de competir con el de
otras economías no sólo para atraer a nuevas empresas de la industria farmacéutica, que
tienen gran capacidad de genera valor añadido, sino para permitir que las ya instaladas
continúen con su actividad.

i. LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA EN ESPAÑA

El valor de la producción de la industria farmacéutica en España alcanzó en el año 2011 los


14.022 millones de euros. Una vez descontados los consumos intermedios, el valor añadido
se situó en ese mismo año en los 4.583 millones de euros, lo que representó el 2,8 por 100
del Valor Añadido Bruto (VAB) del sector industrial y el 0,5 por 100 del valor de la
producción final del conjunto de la economía. A pesar de que el sector continúa exhibiendo
tasas de crecimiento positivas –la variación interanual en el año 2011 del valor añadido
bruto en términos de volumen se situó en el 3,6 por 100 - la pérdida de dinamismo de la
actividad, desde el estallido de la crisis, es más que evidente, tal y como se desprende de la
reducción de la tasa media de crecimiento anual. Así, si durante el periodo 2000-2007 la
tasa de variación del volumen del VAB de la industria farmacéutica se situaba en el 3,9 por
100 –ritmo superior al que exhibía el conjunto de los sectores- ésta descendió al 1,2 por
100 desde el año 2008 hasta 2011, como consecuencia, fundamentalmente, del desplome

4
Según los datos del IMS.
http://www.imshealth.com/deployedfiles/ims/Global/Content/Corporate/Press%20Room/Top-
Line%20Market%20Data%20&%20Trends/2011%20Top-
line%20Market%20Data/Regional_Pharma_Market_by_Spending_2011-2016.pdf

7
que experimentó la industria en el año 2009, con una contracción del VAB del 10,6 por
100.

Gráfico 2. Tasas de variación del Valor Añadido Bruto (VAB) de la fabricación de productos
farmacéuticos (grupo 21 CNAE-09) y del VAB total (todas las ramas de actividad)

10,0

5,0

0,0
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
-5,0

-10,0

-15,0

Fabricación de productos farmacéuticos Total

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE.

Atendiendo a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, en el año


2011 la industria farmacéutica ocupó a 37.970, lo que se tradujo en una contracción del
número de empleados cercana al 5 por 100 con respecto al año anterior. La destrucción del
tejido productivo y por extensión del empleo han sido factores preponderantes en el
ámbito de la economía española en los últimos años. Pese a la resistencia que ha mostrado
este sector de actividad ante la adversa coyuntura económica y ante determinados cambios
en el marco regulatorio, llegando incluso a registrar en el año 2010 datos positivos sobre
creación de empresas y empleo5, las diversas dificultades a las que ha de hacer frente se han
5
Según los datos proporcionados por el INE. en el año 2010 el número de empresas dedicadas tanto a la
fabricación de productos farmacéuticos de base como a la fabricación de especialidades farmacéuticas
(CNAE 21.1 y 21.2 respectivamente) era de 300, 11 empresas más que el año anterior. El número de
ocupados, por su parte, se aproximaba a los 40.000 lo que supuso 777 ocupados adicionales en relación al año
2009

8
materializado definitivamente en la destrucción de más de 1.900 puestos de trabajo, más de
la mitad concentrados en el subsector de las especialidades farmacéuticas.

El año 2011 estuvo marcado, además de por la contracción del empleo en el sector, por el
significativo descenso de la cifra de negocio, con una caída del 3,9 por 100 en relación al
ejercicio anterior frente al crecimiento del 10,4 por 100 experimentado por la industria en
su conjunto. El descenso de las ventas netas de productos6 de especialidades farmacéuticas,
que representaron en el año 2011 el 73 por 100 de las ventas totales de la industria
farmacéutica7, junto con la caída de las ventas netas de mercaderías en más de un 25 por
100 son los factores fundamentales que determinan el declive de la cifra de negocio. A
pesar de los ajustes realizados en los gastos de explotación, el resultado neto del ejercicio se

6
Atendiendo a la metodología del INE, las ventas de productos recoge el importe total de las ventas
efectuadas por la empresa durante el año de referencia de productos terminados (aquellos bienes fabricados
por la propia empresa en su proceso productivo, o por terceros, vía producción por subcontrata, y que estén
destinados al consumo final o a su utilización por otras empresas), productos semiterminados (bienes
fabricados por la empresa que no están destinados normalmente a la venta hasta tanto no sean objeto de
elaboración, incorporación o transformación posterior), así como de subproductos, residuos, envases y
embalajes (subproductos son los bienes obtenidos durante el proceso productivo que tienen el carácter de
secundarios o accesorios a la fabricación principal; residuos los obtenidos inevitablemente y al mismo tiempo
que los productos o subproductos, siempre que tengan valor intrínseco y puedan ser posteriormente
utilizados o vendidos; envases, los recipientes o vasijas, normalmente destinados a la venta conjuntamente
con el producto que contienen; y embalajes, las cubiertas o envolturas, generalmente irrecuperables,
destinados a resguardar productos o mercaderías que han de transportarse). Por su parte las ventas netas de
mercaderías se refieren al importe total de las ventas, efectuadas por la empresa durante el año de referencia,
de todos aquellos bienes o mercancías adquiridos para su posterior venta sin transformación (reventa de
mercancías en el mismo estado en que se adquirieron). Las ventas deben considerarse netas, es decir, una vez
descontados “rappels”, devoluciones y similares. Las ventas de mercaderías se valoran a precio de venta, sin
incluir los gastos de transporte ni los impuestos que gravan esas operaciones
7
Atendiendo a la Clasificación Nacional de Actividades Económicas 2009 la fabricación de productos
farmacéuticos incluye la fabricación de productos farmacéuticos de base y preparados farmacéuticos. La
primera subcategoría comprende la producción de sustancias medicinales activas utilizadas por sus
propiedades farmacológicas en la fabricación de preparados farmacéuticos: antibióticos, vitaminas básicas,
ácidos salicílico y O-acetilsalicílico, etc. el tratamiento de la sangre, la fabricación de azúcares químicamente
puros y el procesado de glándulas y la fabricación de extractos glandulares, etc. La fabricación de
especialidades farmacéuticas, por su parte, incluyen la fabricación de medicamentos: antisueros (sueros
sanguíneos que contienen anticuerpos) y otras fracciones sanguíneas, vacunas, medicamentos diversos,
incluidos los preparados homeopáticos, la fabricación de preparados químicos contraceptivos de uso externo
y medicamentos contraceptivos a base de hormonas, la fabricación de preparados para el diagnóstico médico,
incluidas las pruebas de embarazo la fabricación de sustancias radioactivas para el diagnóstico en vivo, la
fabricación de productos farmacéuticos biotecnológicos. Esta clase comprende también: la fabricación de
guatas, gasas, vendas, apósitos, etc. medicinales impregnados y la preparación de productos botánicos
(trituración, cribado, molido) para uso farmacéutico.

9
contrajo más del 32 por 100 en la industria farmacéutica a diferencia del crecimiento de los
beneficios que arrojó la industria en su conjunto. No obstante, el sector continuó
destinando recursos a la inversión. De hecho, respecto al año anterior hubo un crecimiento
del 6,8 por cien, debido, principalmente, a la contribución realizada por la inversión en
activos, tanto tangibles como intangibles, en el ámbito de la fabricación de productos
farmacéuticos de base. La inversión y su consecuente aportación a la acumulación de
capital son variables fundamentales que determinan el potencial de crecimiento económico
a largo plazo. El hecho de que 2012 terminase con una contracción de la inversión en
términos agregados del 9,1 por 100 y de que las expectativas para el año 2013 son, del
mismo modo, desalentadoras, con una tasa negativa cercana al 7 por 100, ponen de relieve
la necesidad de incentivar o, al menos no entorpecer, el desarrollo de determinadas
actividades que, como la industria farmacéutica, contribuyen a mejorar o a ampliar la
dotación de capital productivo de la economía.

Gráfico 3. Tasas de crecimiento anual de los indicadores del sector de la industria en su conjunto y
de la industria farmacéutica. 2010-2011

30% 22,7%

20%
10,4%
6,8%
10% 2,7% 3,6%

0%
-4,0% -4,9% -3,9%
-10%
-13,3%
-20%

-30%
-32,1%
-40%
VAB Personas Importe neto Resultado Inversión en
ocupadas de la cifra de del ejercicio activos
negocio materiales e
intagibles

Total Industria Industria farmacéutica

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE.

10
Una de las propiedades de la demanda de medicamentos es que esta resulta menos sensible
a los cambios en los precios (que son los que reflejan el coste del mismo) que otro tipo de
bienes, ya que la mayoría de los consumos vienen por prescripción médica y además,
existen pocos sustitutivos. Por otro lado, los consumidores no son realmente conscientes
del verdadero precio del fármaco, ya que muchas de las compras son compensadas, total o
parcialmente, por el Sistema Nacional de Salud, lo que puede incentivar el consumo
excesivo de determinados productos. En este contexto y, a pesar de que el coste medio
para el sistema cayó en 2012 un 6,6 por 100, las compañías farmacéuticas han tenido que
hacer frente a una caída de la demanda de recetas con cargo al Sistema Nacional de Salud
del orden del 6,2 por 100 hasta situarse en 19,3 recetas por persona. Las reiteradas
modificaciones regulatorias introducidas con el objetivo de reducir el gasto y, con ello, el
déficit público están, del mismo modo, haciendo mella en los márgenes de las empresas del
sector. Así, el Real Decreto 4/2010 de 26 de marzo de racionalización del gasto
farmacéutico con cargo al Sistema Nacional de Salud contemplaba la reducción de los
precios de los medicamentos genéricos y la modificación del Sistema de Precios de
Referencia; el RD 8/2010 contenía ajustes adicionales a través de las deducciones de los
medicamentos y a través de la revisión de precios de los productos sanitarios no afectados y
el RDL 9/2011 introducía nuevas medidas que pretendían reforzar la racionalización del
gasto sanitario. El efecto de las modificaciones legislativas ha sido una continuada
contracción del gasto público farmacéutico, así como la paulatina reducción del número de
recetas expedidas. La reducción más acusada del gasto en medicamentos que ha provocado
una significativa caída del gasto medio por receta.

La tendencia descendente del gasto farmacéutico a través de receta del Sistema Nacional de
Salud se inicia, por lo tanto, en el año 2010, acumulando una reducción de más 2.437
millones de euros durante los tres últimos años. Dicho ahorro supuso que el gasto
alcanzase los 9.769 millones de euros en el año 2012, lo que sitúa a esta variable próxima a
los niveles alcanzados en 2004. El número de prescripciones expedidas en el ejercicio
anterior fue de 913 millones lo que supuso una contracción de 59 millones de recetas en
relación al año 2011. El hecho de que la contracción del gasto público farmacéutico haya
sido más acusada que la reducción experimentada por el número de recetas (-12,3 por 100 y
-6,2 respectivamente) explica que el gasto medio por receta se sitúe en 10,7 euros, el ratio

11
más bajo desde 1998, lo que revela que el ajuste se está implementando, fundamentalmente,
por la vía de los precios de los medicamentos, lo que, sin duda, supone un componente de
riesgo adicional para la viabilidad empresarial de la industria farmacéutica. La introducción
de nuevos mecanismos de racionalidad en el uso de los medicamentos fue aprobada por el
RDL 16/2012 de 20 de abril en el que se contemplaban, entre otras modificaciones, un
nuevo sistema de aportaciones del usuario en función del nivel de renta8 y la retirada de la
financiación pública a una serie de medicamentos (461 según apunta Farmaindustria) desde
septiembre del año anterior. El encarecimiento del precio de los medicamentos que esto
supone para el consumidor contribuirá, de nuevo, a una reducción de la demanda de
medicamentos.

8 Tal y como recoge el RDL, el porcentaje de aportación del usuario será de a) un 60 % del PVP para los
usuarios y sus beneficiarios cuya renta sea igual o superior a 100.000 euros consignada en la casilla de base
liquidable general y del ahorro de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. b) Un 50
% del PVP para las personas que ostenten la condición de asegurado activo y sus beneficiarios cuya renta sea
igual o superior a 18.000 euros e inferior a 100.000 euros consignada en la casilla de base liquidable general y
del ahorro de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. c) Un 40 % para las personas
que ostenten la condición de asegurado activo y sus beneficiarios y no se encuentren incluidos en los
apartados a) o b) anteriores. d) Un 10 % del PVP para las personas que ostenten la condición de asegurado
como pensionistas de la Seguridad Social, con excepción de las personas incluidas en el apartado a).

12
Gráfico 4. Evolución del gasto público farmacéutico y recetas facturadas del Sistema Nacional de
Salud

Millones € Millones
14.000 1200

2.438
12.000
1000

10.000
800

8.000
600
6.000

400
4.000

200
2.000

0 0
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Gasto farmacéutico a través de receta oficial del SNS Recetas facturadas del SNS

Fuente: elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad.

Gráfico 5. Tasas de crecimiento interanual (%) del gasto público farmacéutico, del número de
recetas y del gasto medio por receta.
6

0
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
-2
2010 2011 2012
-4

-6

-8

-10

-12

-14

Gasto farmacéutico Nº recetas Gasto por receta

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Farmaindustria.

13
La competencia a nivel global reside, fundamentalmente, en el conocimiento, en el cambio
tecnológico y en la capacidad organizativa para adaptarse al continuo cambio que
experimentan los mercados. En este contexto, la industria farmacéutica destaca, entre otras
cosas, por ser una de las actividades más intensivas en investigación científica y en
desarrollo tecnológico de la economía española, lo que constituye una de las principales
fuentes de competitividad de las empresas y el principal determinante de la estructura de
mercado. Tal y como muestran los resultados correspondientes al año 2011 de la encuesta
sobre innovación tecnológica9 por ramas de actividad realizada por el INE, el 64,3 por 100
de las empresas que operaban en la industria farmacéutica eran innovadoras, frente al 27,4
por 100 de las empresas de toda la industria o el 16,6 por 100 del total nacional. La
actividad innovadora era, del mismo modo, más intensa en la industria farmacéutica que en
la industria en su conjunto y que en la totalidad de empresas, representando el gasto en
actividades innovadoras el 5,1 por 100 de la cifra de negocio.

9
Atendiendo a la metodología de la encuesta, el INE considera una empresa innovadora a la que realiza
innovaciones de producto, de proceso, de marketing o de organización. Se incluyen, pues, las innovaciones de
marketing y las organizativas. Del mismo modo, se consideran actividades para la innovación tecnológica
aquellas que conducen al desarrollo o introducción de innovaciones tecnológicas, a saber: investigación
científica y desarrollo tecnológico (I+D) interna; adquisición de I+D (o I+D externa); adquisición de
maquinaria, equipo y hardware o software; adquisición de otros conocimientos externos; formación;
introducción de innovaciones en el mercado; diseño, otros preparativos para producción y/o distribución.
Por su parte, las actividades en investigación científica y desarrollo tecnológico (I+D) interna comprenden los
trabajos creativos que se emprenden de modo sistemático con el fin de aumentar el volumen de conocimiento
incluyendo el conocimiento del hombre, la cultura y la sociedad, así como la utilización de ese volumen de
conocimientos para concebir nuevas aplicaciones. El término I+D engloba tres actividades: investigación
básica, investigación aplicada y desarrollo experimental.

14
Gráfico 6. Principales indicadores de innovación tecnológica en las empresas. Total empresas; total
industria e industria farmacéutica. Porcentajes. Año 2011
100

90

80

70

60

50

40

30

20

10

0
Empresas innovadoras: Intensidad de Gastos en innovación: Gastos en innovación: % de la cifra de
% innovación I+D (internos y Otras actividades negocios en productos
externos) (%) innovadoras (%) nuevos y mejorados

TOTAL EMPRESAS TOTAL INDUSTRIA Farmacia

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE

Los laboratorios farmacéuticos se encuentran, por lo tanto, entre las industrias catalogadas
como “sectores de alta tecnología” (ver anexo 1) en vista del uso intensivo de este
componente en el desarrollo de su actividad. El gasto interno10 realizado en I+D por las
empresas que operan en los sectores de alta y media tecnología supuso en el año 2011 más
del 65 por 100 del gasto acometido por el total de empresas. El 18 por 100 es atribuible a
las organizaciones cuya actividad se incluye dentro de los sectores de alta tecnología,
liderado por la industria farmacéutica cuya aportación se aproxima al 48 por 100. En este
caso y, a pesar de las dificultades que se deprenden del entorno coyuntural, los gastos
corrientes y de capital en actividades de I+D realizados por las unidades productivas en el

10 En la Metodología desarrollada por el INE se consideran gastos en actividades de I+D a todas las
cantidades destinadas a actividades de I+D, realizadas dentro de la unidad o centro investigador (gastos
internos) o fuera de éstos (gastos externos), cualquiera que sea el origen de los fondos. Los gastos llevados a
cabo fuera del centro pero en apoyo de tareas internas de I+D (compra de suministros para I+D, por
ejemplo) también se incluirán como gastos internos en I+D. Los datos relativos a gastos internos en I+D
deben recogerse a partir de la información sobre los gastos internos de los que realizan I+D. Sin embargo, es
deseable igualmente recoger datos sobre los gastos externos en I+D como información complementaria.

15
ámbito farmacéutico superaron los 635 millones de euros en el año 2011, lo que supuso un
ligero crecimiento con relación al año anterior, tras el desplome que experimentó esta
variable en el año 2010.

Gráfico 7. Evolución y variación del gasto interno en actividades de I+D de empresas dedicadas a la
fabricación de productos farmacéuticos
Miles %
670.000 6%

660.000
4%
650.000
2%
640.000

630.000 0%

620.000
-2%
610.000
-4%
600.000

590.000 -6%
2007 2008 2009 2010 2011

Variación Gastos internos

Fuente: elaboración propia a partir de los indicadores de de alta tecnología proporcionados por el INE

Los esfuerzos realizados en I+D no solo se concentran en el propio sector, ya que el efecto
arrastre que ejerce la industria farmacéutica estimula la investigación y el desarrollo de
centros especializados en este campo. Tal y como señala la Plataforma Tecnológica
Española de Medicamentos Innovadores, la industria farmacéutica es el sector que más
colabora con Centros Públicos de Investigación, Universidades y Hospitales, destinando el
43% de su inversión a contratos con el sistema público de investigación. Los recursos
destinados a investigación y a desarrollo por parte de las empresas dedicadas a esta
actividad que sirvieron a la industria farmacéutica superaron, en 2011, los 95,8 millones de

16
euros, lo que suponía cerca del 12 por 100 de los gastos empleados a este fin por parte de
todas las empresas e instituciones cuya actividad principal es la investigación y el desarrollo.

Gráfico 8. Gastos internos destinados a actividades de I+D por parte de las empresas de I+D
(división 72 del CNAE-09) por rama de actividad servida como % del total de los gastos de la
industria. Año 2011

Vehículos de motor
Farmacia
Energía y agua
Otro material de transporte
Otra maquinaria y equipo
Material y equipo eléctrico
Alimentación, bebidas y tabaco
Caucho y plásticos
Manufacturas metálicas
Química
Metalurgia
Textil, confección, cuero y calzado
Productos minerales no metálicos diversos
Industrias extractivas y del petróleo
Productos informáticos, electrónicos y ópticos
Otras actividades de fabricación
Madera, papel y artes gráficas
Muebles
Saneamiento, gestión de residuos y descontaminación
Reparación e instalación de maquinaria y equipo

0% 5% 10% 15% 20% 25% 30% 35%

Fuente: elaboración propia a partir de los datos proporcionados por el INE.

A pesar del mayor esfuerzo realizado durante 2011 por las empresas del sector en términos
de gasto interno materializado en investigación de desarrollo, el gasto total destinado a esta
actividad se contrajo un 5,3 por 100 tras la desaceleración de esta variable iniciada en el año
2007, según datos proporcionados por Farmaindustria. Así, si en 2010 la industria
farmacéutica destinó a I+D más de 1.034 millones de euros, en el año 2011 los gastos

17
totales cayeron hasta los 974,6 millones de euros como consecuencia, principalmente, de las
distintas medidas orientadas a contener el gasto farmacéutico.

Gráfico 9. Evolución y crecimiento de los gastos totales destinados a actividades de I+D de la


industria farmacéutica.
Miles de € %
1.200.000 20,0%

1.000.000 15,0%

800.000 10,0%

600.000 5,0%

400.000 0,0%

200.000 -5,0%

0 -10,0%
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

gasto total en I+D Variación (eje derecho)

Fuente: resultados de la encuesta sobre actividades de I+D en 2011.

El sector de la fabricación de productos farmacéuticos empleaba a más de 4.680 personas


en actividades relacionadas con la I+D, de las que más del 44 por 100 eran investigadores.
El 42 por 100 del personal empleado en sectores manufactureros de alta tecnología
dedicado a la I+D pertenecía, por lo tanto, a la industria farmacéutica superando al
porcentaje en tareas de innovación y fabricación de productos informáticos, electrónicos y
ópticos (con un 31 por 100 de personal empleado en I+D) y a la construcción aeronáutica
y especial (con un 26 por 100). Además de ser la única actividad -entre las clasificadas como
altamente tecnológicas- que generó, aunque tímidamente, nuevos puestos de trabajo

18
durante el año 2011, la elaboración de productos farmacéuticos destacaba por tener un
mayor porcentaje de mujeres empleadas en la investigación y desarrollo con un 64,9 por
100 de investigadoras y un 64,7 por 100 de mujeres en relación al personal total dedicado a
la I+D. No obstante, la desaceleración en la creación de empleo resulta más que evidente,
ya que desde el año 2009 se inicia una caída de la tasa de crecimiento del empleo hasta
alcanzar un tímido 0,4 por 100 en el año 2011. Los datos sobre el personal dedicado a la
I+D en la industria farmacéutica proporcionados por Farmaindustria son aún más
pesimistas que los del INE, ya que, por un lado, recogen una desaceleración más temprana
– el ritmo de crecimiento se reduce a partir de 2007- y, por otro lado, la destrucción del
empleo se inicia en el año 2010- con una contracción del 2,6 por 100 – y la tendencia
negativa se acelera en el año 2011 con una caída del 4,2 por 10011.

A lo largo del tiempo se han intensificado las relaciones comerciales entre las empresas
instaladas en territorio español dedicadas a la fabricación de productos farmacéuticas y el
resto del mundo. Mientras que en 1995 las exportaciones realizadas por la industria
farmacéutica representaban algo más del 1,6 por 100 de las exportaciones de la industria
manufacturera y el 1,45 por 100 de las exportaciones totales, en el año 2012 estos
porcentajes pasaron a representar el 5,21 por 100 y 4,53 por 100 respectivamente. Así, el
crecimiento que han experimentado las ventas al exterior de productos farmacéuticos ha
sido muy superior al que exhibieron los productos de la industria manufacturera en su
conjunto, dado que las primeras se multiplicaron prácticamente por 10 en los últimos 17
años frente a las segundas que en 2012 eran 3 veces superiores a las del año 1995. Por su
parte, las importaciones de productos farmacéuticos han seguido una tendencia creciente,
similar a la de las exportaciones, aunque el crecimiento ha sido algo más moderado.

11
Farmaindustria realiza una encuesta sobre las actividades de I+D en 2011. Los resultados de 2011 recogen
las respuestas de 77 grupos empresariales entre los que se incluyen la estimación de los gastos en I+D de
compañías no asociadas a Farmaindustria así como de la no respuesta, sobre la base de datos Profarma y de la
CNMV. La cobertura total de la encuesta alcanza el 94,9% de las ventas de medicamentos de prescripción
(IMS). En cuanto al empleo, los datos son algo menores que los que reporta el INE. Así, en 2011 las
empresas empleaban en actividades de I+D a 4.490 personas frente a las 4.689 empleadas en 2010.

19
Gráfico 10. Evolución de las exportaciones y de las importaciones de la industria manufacturera y de
la fabricación de productos farmacéuticos. Número Índice (base=1995)
1200

1000

800

600

400

200

0
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012

Exportaciones Industria manufacturera Exportaciones productos farmacéuticos


Importaciones productos farmacéuticos importaciones industria manufacturera

Fuente: elaboración propia a partir de las estadísticas de comercio exterior (Datacomex) del Ministerio de
Economía y Competitividad de España.

El grueso de las relaciones comerciales se desarrolla en Europa aglutinando el 41,4 por 100
de las ventas de la producción interior de medicamentos en Francia, Alemania, Italia y
Suiza. No obstante, el grado de globalización de la industria es patente, ya que durante 2012
alrededor del 10 por 100 de las exportaciones se dirigieron a América del norte –el 6,3 a
Estados Unidos y un 3,9 por 100 a Canadá- y el 4,05 por 100 a Japón. En cuanto a las
importaciones, el 63,3 por 100 proviene, del mismo modo, de Europa. Sin embargo, más
del 18 por 100 de las compras de productos farmacéuticos tienen su origen en Estados
Unidos y en algunos países emergentes que progresivamente, van abriéndose paso en el
mercado. Así las importaciones procedentes de China crecieron en 2012 un 22 por 100 en
relación al año anterior –llegando a representar el 2,5 por 100 de las importaciones totales
de productos farmacéuticos- y un 75 por 100 las importaciones de India, que de un discreto
0,86 por 100 de las importaciones de 2011 pasa a representar el 1,5 por 100 en 2012.

20
Gráfico 11. Principales países de origen de las importaciones y de destino de las exportaciones de
productos farmacéuticos en España. Datos expresados en % del total de las importaciones y del total
de las exportaciones del año 2012.
Importaciones
EE.UU
20%

18%

16%
Reino Unido
Alemania
14%
Francia

12%

10%
Suiza

8% Bélgica
Italia
Países Bajos
6%

China
4%

Japón
2%

0%
Exportaciones
0% 2% 4% 6% 8% 10% 12% 14% 16% 18% 20%

Fuente:elaboración propia a partir de las estadísticas de comercio exterior (Datacomex) del Ministerio de
Economía y Competitividad de España.

En este sentido, la industria farmacéutica en España y en Europa está sometida a una


creciente presión competitiva, no sólo por parte de Estados Unidos sino de los países
emergentes como China, India, Brasil y Rusia. A pesar de las dificultades que entraña medir
la competitividad, en vista de las múltiples interpretaciones que recoge la literatura
económica sobre este concepto algunos autores coinciden en que Europa asiste a una
progresiva pérdida de competitividad en relación a su principal competidor, Estados
Unidos basada, fundamentalmente, en la menor capacidad europea para generar, organizar
y mantener los procesos de innovación, que resultan cada vez más costosos y más
complejos organizativamente, Gambardella, et. al (2001). Así, Navarro y Hernández
apuntaban a la mayor intensidad en el uso del factor trabajo, a la fragmentación de las
estructuras de investigación (entre el sector público y el privado) junto con la baja

21
competitividad que exhibían ciertos mercados europeos como las causas que han hecho
perder posiciones en el mercado mundial a la industria farmacéutica europea.

3. PRINCIPALES PROBLEMAS PARA LA INVERSIÓN

La acumulación de capital físico, tecnológico y humano resulta ser la principal fuente de


crecimiento económico. Las empresas, a través de la generación de beneficios para sus
accionistas, la materialización de actividad inversora y la asunción de los riesgos propios
para permanecer en el mercado o seguir creciendo se erigen como los determinantes de la
creación de empleo y de crecimiento a la vez que satisfacen las demandas y las necesidades
de los consumidores. La industria farmacéutica resulta un campo atractivo para la
inversión, dadas las favorables expectativas sobre el mercado: gasto creciente en
prevención, aumento de la demanda por parte de los países en vías de desarrollo o
envejecimiento de la población. Sin embargo, algunas de las decisiones empresariales se
están viendo profundamente condicionadas, por un lado, por las estrictas políticas de
austeridad que se están aplicando en Europa -entre cuyas medidas se contempla la
contención del gasto sanitario- y que están afectando a los márgenes empresariales; y, por
otro lado, la creciente presión competitiva que están introduciendo algunos países
emergentes, lo que está obligando a las empresas a abaratar los costes en el sector. Las
decisiones de inversión en investigación y en desarrollo, campo en el que la industria
farmacéutica es especialmente activa, se encuentran especialmente afectadas por otras
variables como la disponibilidad de personal cualificado, por la política fiscal, por la
regulación industrial en lo que respecta al medio ambiente, el control de calidad, la
normalización, etc. y por el régimen jurídico aplicable a los derechos de propiedad
intelectual y, por lo tanto, con las cuestiones relacionadas con el depósito de patentes y su
explotación. Por otro lado, la compleja estructura que determina el sector de la industria
farmacéutica dificulta la adopción de medidas de política económica, teniendo en cuenta
que el sector agrupa objetivos de orden tanto social (como el que supone la conservación y
la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, o el de garantizar la sostenibilidad
financiera del gasto sanitario) como económico ( en términos de generación de empleo,

22
beneficios, competitividad, etc.), que la administración sanitaria adopta el doble papel de
regulador y principal cliente, así como la heterogeneidad de los agentes que participan en el
desarrollo de la actividad, Navarro y Hernández (2007).

Si bien, en una etapa anterior España resultaba ser un entorno atractivo para la creación de
empresas domésticas y la atracción de capital extranjero, en la actualidad existen algunas
trabas que están dificultando la permanencia y la ampliación del tejido productivo. Así, a
partir de 1996 nuestro país entró en una fase de crecimiento prolongado, estable y
generador de empleo, gracias al giro experimentado por la política económica española. Las
principales bases de este nuevo enfoque fueron la estabilidad macroeconómica, la
concertación social, los recortes impositivos y la liberalización de sectores productivos y
privatización de empresas públicas en aras de incrementar la eficiencia productiva de
nuestra economía. Nuestra integración en los mercados mundiales, y, en particular, en la
eurozona, nos permitió aprovechar los beneficios de la globalización, a través de sus
efectos positivos sobre la productividad, la especialización, el mayor crecimiento y la
creación de empleo. La intensificación de la competencia a escala internacional exigía al
tejido empresarial un esfuerzo constante para poder competir, crear riqueza y empleo y
elevar el nivel de bienestar de nuestra sociedad.

La tendencia cíclica de la economía española se invierte en el año 2007 como consecuencia


de los desequilibrios acumulados durante la etapa alcista iniciándose en un proceso de
inevitable ajuste. Lo que empezó como una crisis de la deuda pública y privada se ha
extendido a una crisis bancaria y a una crisis macroeconómica de recesión y paro laboral al
alza entre las que se ha establecido un vínculo perverso de retroalimentación El importante
ajuste fiscal que están llevando a cabo muchos de los países europeos, especialmente
España, ha ido acompañado de una contracción del crecimiento más intensa y prolongada
de lo que se suponía. En este contexto, la incertidumbre, junto con algunas deficiencias de
carácter estructural de la economía española, se erige como las principales barreras para la
inversión y para el crecimiento.

23
i. INCERTIDUMBRE

La literatura económica ha prestado especial atención a la relación que existe entre la


incertidumbre macroeconómica y el crecimiento económico. A pesar de que algunas
predicciones teóricas resultan ambiguas, hay suficiente evidencia empírica que apunta a la
correlación negativa que existe entre la incertidumbre y la inversión. Serven (1998) analiza
el impacto de la incertidumbre económica sobre la inversión privada en 94 países
desarrollados durante el periodo 1970-1995. El resultado de la investigación apunta a la
existencia de una relación negativa entre la inversión privada y los indicadores construidos
por el autor para medir la incertidumbre –tres de ellos relacionados con el rendimiento del
capital en términos agregados y otros dos estrechamente relacionados con la rentabilidad de
diferentes sectores económicos-. Del mismo modo, Lensink et. al. (1999) señalan que la
incertidumbre en relación al gasto público, a la política fiscal y al déficit público tiene un
efecto negativo y altamente significativo sobre el crecimiento económico. Después de más
de dos años de crisis en la zona del euro, la incertidumbre continúa siendo la principal
variable que obstaculiza el crecimiento económico. En España, los reiterados
incumplimientos con los objetivos anuales de déficit y la ausencia de un plan de actuación
global con medidas que acompañen a las actuaciones en vigor han contribuido a construir
una imagen de improvisación permanente de cara a los inversores. La progresiva corrección
del déficit estructural, con una programación a medio plazo, generaría confianza entre los
agentes económicos, lo cual contrarrestaría los efectos contractivos a corto plazo del ajuste
fiscal.

Tratar de cumplir con los objetivos de déficit público ha obligado a recortar de forma
significativa algunas partidas de gasto público, incluida la referente a los medicamentos. Las
dificultades presupuestarias de las Administraciones Públicas no solo se han puesto de
manifiesto a través de los sucesivos ajustes experimentados en el gasto farmacéutico por
medio de receta oficial del Sistema Nacional de Salud – que descendió un 12,26 por 100 en
2012 en relación al año anterior, lo que supuso una contracción de 1.365 millones de euros-
sino también en la incapacidad de hacer frente a las obligaciones de pago contraídas con
terceros, incluidos los agentes que operan en el ámbito sanitario. La deuda contraída por
parte de las Administraciones Públicas con las empresas suministradoras de medicamentos

24
a los hospitales ascendió a finales del año 2011 a 6.370 millones de euros y el periodo
medio de pago se situaba en los 525 días. Con la entrada en vigor del Real Decreto-ley
4/2012 de 24 de febrero (por el que se determinan obligaciones de información y
procedimientos necesarios para establecer un mecanismo de financiación para el pago a los
proveedores de las entidades locales) y el RDL 7/2012 de 9 de marzo, (por el que se crea el
Fondo para la Financiación de los pagos a proveedores) se pretende crear un sistema de
financiación que permita ejecutar el pago a las empresas evitando así los problemas de
liquidez que representa el impago de la deuda o el pago de la misma en plazos tan extensos.
La puesta en marcha de estas medidas ha permitido liquidar las deudas pendientes de las
Administraciones con empresas de la industria farmacéutica hasta diciembre de 2011. Sin
embargo a 31 de diciembre de 2012 los pagos pendientes con la industria farmacéutica
ascendían a 3.213 millones de euros, prácticamente la mitad que el año anterior. El periodo
medio de pago pasó de de 525 días de media en 2011 a 261 días en el año 2012. El periodo
medio de pago a proveedores en la industria farmacéutica se sitúa, todavía, muy por encima
de lo que se estableció con la entrada en vigor de la Ley 15/201012 de 5 de julio (de
modificación de la Ley 3/2004, de 29 de diciembre) y con el reciente Real Decreto Ley
4/201313 de 22 de febrero entre cuyas medidas se incluyen la reducción de los plazos de
los pagos a 30 días, en el caso de que intervenga la Administración Pública, y a 60 días si la
transacción se realiza entre empresas. No obstante, la segunda fase del “Plan de pago a
Proveedores” aprobada en el Consejo de Ministros en febrero del presente año afectará,
únicamente, a facturas generadas con anterioridad al 1 de enero de 2012, lo que, de nuevo,
supone una fuente de incertidumbre sobre los pagos pendientes del ejercicio anterior y el
actual. El elevado nivel de deuda los, todavía, dilatados plazos de pago de las
Administraciones Territoriales, junto con los reiterados cambios regulatorios que están
presionando a la baja los precios de determinados medicamentos están comprometiendo el
empleo, la competitividad e, incluso, la viabilidad de muchas de las unidades productivas de
la industria.

12
Por la que establecen medidas de lucha contra la morosidad en las operaciones comerciales.
13
De medidas de apoyo al emprendedor y de estímulo del crecimiento y de la creación de empleo.

25
Tabla 1. Deuda y periodo medio de pago de las administraciones con la industria farmacéutica

DEUDA POR SUMINISTRO DE


PERIODO MEDIO DE PAGO A
MEDICAMENTOS A HOSPITALES
LOS SERVICIOS DE SALUD (días)
DEL SNS (millones de €)

2011 2012 ∆ 2011-2012 2011 2012 ∆ 2011-2012

ANDALUCÍA 1.524 583 -61,7% 746 282 -62,2%


ARAGÓN 203 129 -36,3% 451 296 -34,4%
ASTURIAS 154 65 -57,6% 476 187 -60,7%
BALEARES 216 63 -71,1% 848 241 -71,6%
CANARIAS 121 70 -41,8% 220 123 -44,1%
CANTABRIA 181 51 -72,0% 804 233 -71,0%
CASTILLA LA MANCHA 408 173 -57,6% 742 316 -57,4%
CASTILLA Y LEÓN 573 146 -74,6% 816 190 -76,7%
CATALUÑA 252 271 7,6% 257 284 10,5%
CEUTA Y MELILLA 0,8 1,2 50,0% 28 38 35,7%
EXTREMADURA 54 82 51,2% 161 228 41,6%
GALICIA 265 269 1,5% 306 307 0,3%
LA RIOJA 47 32 -30,7% 439 303 -31,0%
MADRID 762 599 -21,4% 363 287 -20,9%
MURCIA 265 111 -58,2% 633 259 -59,1%
NAVARRA 14 8 -44,4% 73 37 -49,3%
PAÍS VASCO 37 30 -18,6% 70 49 -30,0%
C.A. VALENCIA 1.293 530 -59,0% 884 372 -57,9%

TOTAL 6.370 3.213 -49,6% MEDIA 525 261 -50,3%

Fuente: elaboración propia a partir de los datos proporcionados por Farmaindustria

ii. APOYOS A LA I+D

El importante esfuerzo inversor destinado a actividades relacionadas con la investigación y


el desarrollo que se llevaba realizando en España, especialmente intenso desde el año 2000,
se está viendo interrumpido en la actual coyuntura económica. En el año 2011, los recursos
destinados a I+D supusieron el 1,33 por 100 del PIB, lo que se traduce en una contracción
del 4,32 por 100 en relación al año anterior. La brecha existente en este ámbito entre
España y países como Estados Unidos, Japón, Suecia, Francia o Alemania14 se hace, por lo

14
Atendiendo a los datos proporcionados por la OCDE en el año 2010 el gasto doméstico bruto en I+D en
España representó el 1,37 por 100 del PIB frente, al 3,61por 100 de Suecia, al 3,36 por 100 de Japón, al 2,9

26
tanto, cada vez más amplia y nos aleja del objetivo marcado por la Comisión Europea del 3
por 100 del PIB para el año 2020.

Gráfico 12. Evolución del GERD15 (Gasto doméstico bruto en investigación y desarrollo como
porcentaje del PIB) en España y en Europa.

% OBJETIVO 3%

2,5

1,5

0,5

0
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2020

España EU-27

Fuente: Eurostat

Tal y como se ha mencionado con anterioridad, la investigación y el desarrollo es una parte


fundamental de la actividad de la industria farmacéutica, que destina más recursos a la I+D
que otras industrias con contenido altamente tecnológicos. Así, según datos del INE, la

por 100 de Estados Unidos, al 2,8 por 100 de Alemania, al 2,26 por 100 de Francia o al 2 por 100 de la
Europa de los 27
15
Según Eurostat y, atendiendo al Manual de Frascati correspondiente a la edición del año 2002, la
investigación y el desarrollo experimental comprende el trabajo creativo bajo una base sistemática en aras de
incrementar el stock de conocimiento, incluyendo el conocimiento del hombre, la cultura y la sociedad y el
uso de dicho stock de conocimiento para la concepción de nuevas aplicaciones.

27
inversión de la industria farmacéutica en este ámbito triplicaba en 2011 a la realizada por las
empresas dedicadas a la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos y
suponía 1,3 veces más que la realizada por el sector de la construcción aeronáutica y
espacial. Atendiendo al informe The global Innovation Index, 2012, los mejores indicadores de
innovación, centrándonos en los inputs, son la eficiencia de las instituciones, del capital
humano y de la sofisticación tanto del mercado como del tejido productivo. Pasando a los
output, destaca la creación de conocimiento, el impacto y la difusión de dicho conocimiento
y, por otro lado, la producción creativa de intangibles, de bienes y servicios creativos y la
creatividad online. Teniendo en cuenta todos estos factores España se situaría por encima
de la media del ranking global, en el puesto 29 (de 141 países); y en el puesto 26 atendiendo
a los indicadores de inputs. No obstante, nuestro país desciende posiciones (hasta el puesto
36) en términos de producción de la innovación. En el ámbito concreto de la industria
farmacéutica, la producción de nuevos fármacos está estrechamente vinculada a la
excelencia de las instituciones de investigación, a la disponibilidad de una fuerza de trabajo
altamente cualificada, a la presencia de Clusters industriales de innovación que proporcionen
un soporte tecnológico o la existencia de acuerdos en un entorno favorable en las fases más
tempranas del proyecto, mientras que la eficiencia del marco regulatorio o la presencia de
un mercado receptivo son factores determinantes para estimular la innovación en fases
posteriores (como las correspondientes a las pruebas clínicas), IFPMA (2012)

Si bien, los factores relacionados con el conocimiento, como la disponibilidad de personal


cualificado o la falta de información sobre las tecnologías o sobre los mercados no parecen
ser variables que dificulten o entorpezcan la innovación en nuestro país, los costes
asociados a esta actividad sí son identificados por las empresas como las principales
barreras para innovar. Según la Encuesta sobre Innovación en las empresas
correspondientes al año 2011 realizada por el INE, el grueso de las empresas encuestadas
de todos los sectores en general y de la industria farmacéutica en particular, identificó los
costes como el principal factor que dificulta la innovación. Así el 35 por 100 de las
organizaciones señalaba que la innovación resultaba demasiado costosa, el 30 por 100
consideraba que la falta de fondos de las empresas constituía una barrera para la innovación
y para el 29 por 100 la falta de financiación externa se erigía como uno de los factores que
influía en la decisión de no innovar. Del mismo modo, la situación del mercado concentra

28
el segundo bloque de factores que, a juicio de las empresas encuestadas, más influyen en las
decisiones de inversión en I+D en el sector industrial. El 26,4 por 100 de las empresas que
se dedicaban a la fabricación de productos farmacéuticos, señalaban la posición de dominio
del mercado de las unidades productivas ya establecidas como uno de los factores que
dificultaban la innovación. La incertidumbre respecto a la demanda de bienes y servicios
innovadores era para el 19,5 por 100 de los laboratorios farmacéuticos otra de las variables
que podía suponer un impedimento para la innovación. Mientras que para el 22,6 por 100
del total de empresas y para 25,8 por 100 de las empresas relacionadas con la industria, los
factores relacionados con el conocimiento eran considerados de elevada importancia a la
hora de innovar, tan solo un 13,6 por 100 de empresas de la industria farmacéutica señalaba
a esta variable como un impedimento para la innovación.

Gráfico 13. Factores que dificultan la innovación en las empresas*. Año 2011

60,0 53,7
48,9
50,0 43,7

40,0 34,2 33,6


30,2
26,6 25,8
30,0 22,2
19,8
20,0 13,6
9,2
10,0

0,0
TOTAL EMPRESAS TOTAL INDUSTRIA INDUSTRIA
FARMACÉUTICA

Factores de coste: Total Factores de conocimiento: Total


Factores de mercado: Total Otros**
*% de empresas que consideran de elevada importancia los factores

** Otros incluye causas adicionales para no innovar como puede ser el hecho de que la innovación resulta
innecesaria debido a las innovaciones anteriores o porque no existe demanda para nuevas innovaciones.

Fuente: elaboración propia a partir de los datos de la encuesta sobre Innovación en las empresas del INE.

29
Hasta ahora, el gasto total realizado en Investigación y Desarrollo era asumido en
magnitudes similares entre el sector privado y el sector público. En el año 2004 el 48,7 por
100 del gasto destinado a I+D era financiado por empresas, el 45 por 100 por el sector
público y 6,2 por 100 era financiación extranjera. El elevado endeudamiento del sector
público ha provocado que se reduzca el gasto total destinado a esta actividad en términos
agregados (en 2011 el gasto total alcanzó los 14.184,3 miles de euros lo que supuso una
reducción del 2,8 por 100 en relación al ejercicio anterior). La reducción de la financiación
del sector público en un 6,9 por 100 ha provocado un cambio de tendencia en la estructura
de financiación, ya iniciada en 2011, inclinando la balanza hacia el sector privado y hacia el
sector exterior a través de los fondos europeos y de empresas extranjeras. En el año 2011,
el 51,5 por 100 del gasto se concentró en el sector privado –que tan solo redujo el gasto en
I+D un 0,13 por 100 en relación al año anterior- y en el sector exterior-cuya financiación se
incrementó un 13,3 por 100. Una participación más activa en la financiación del gasto en
I+D en términos agregados por parte del sector privado nos acercaría a los niveles de
nuestros socios europeos (en la UE-27 alrededor del 53 por 100 del gasto era soportado
por el sector privado en el año 2011). De hecho, en el caso de la industria farmacéutica, la
participación privada en la financiación del gasto en I+D superaba, en 2011, el 84 por 100
del gasto total destinado a I+D en esta industria, tan solo el 3 por 100 provenía de las
Administraciones Públicas y un 11,4 por 100 fueron fondos extranjero. En vista de las
dificultades de liquidez y de restricción de crédito que está soportando el tejido productivo
y, en aras de no sacrificar esta partida de gasto productivo, debería implementarse una
política adecuada de estímulos fiscales que incentivase a las empresas si no a incrementar la
inversión en I+D, al menos a mantener dichos niveles.

30
Gráfico 14. Evolución de la estructura de la financiación del gasto en I+D por agentes y evolución
del gasto total realizado en I+D.

Miles de €
100% 5,5%
16.000
6,2% 5,7% 5,9% 7,0% 5,7% 5,7% 6,7%
90% 14.000
80%
44,0% 43,7%
12.000
70% 48,7% 47,1% 47,6% 46,0% 45,5% 44,9%

60% 10.000

50% 8.000
40% 6.000
30%
45,1% 47,1% 46,4% 47,0% 48,8% 50,6% 50,6% 48,5% 4.000
20%
10% 2.000

0% 0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Gasto financiado por las AA.PP Gasto financiado por el sector privado
Gasto financiado por el extranjero Gasto total en I+D (eje derecho)

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del INE.

Otorgar facilidades a la financiación a las empresas innovadoras debería convertirse, por lo


tanto, en una de las prioridades de las políticas de la Ciencia, Tecnología e Innovación. Los
instrumentos destinados a financiar las actividades de I+D+i durante el periodo 2013-2016
por parte del sector público se recogen en el Plan Estatal de Investigación Científica y
Técnica y de Innovación, entre cuyos objetivos se incluyen la potenciación de la formación
y de la ocupación de los recursos humanos en actividades de I+D+i en el ámbito tanto
público como privado; el aumento de la calidad de la investigación científica y técnica para
alcanzar el máximo nivel de excelencia internacional, mejorar el acceso a las infraestructuras
científicas y tecnológicas y al equipamiento científico; el impulso del liderazgo empresarial
en I+D+i potenciando las capacidades de I+D+i de las empresas; la incorporación de las
PYME al proceso de innovación; la mejora de la creación y del crecimiento de empresas de
base tecnológica; la promoción de redes eficientes de inversores que permitan el acceso a
nuevas formas de financiación de las actividades de I+D+i y el incremento de la
colaboración en materia de I+D+i entre el sector público y el sector empresarial. A pesar

31
de que el Plan reconoce que la investigación en Salud y el Sistema Nacional de Salud
constituyen un vector estratégico para las políticas de fomento y coordinación de la
I+D+i16, también explica que “las actuaciones quedan supeditadas, en cuanto a los recursos
que precisan al cumplimiento del principio de estabilidad presupuestaria”, lo que, en el caso
de posibles desvíos de los objetivos de déficit, puede poner en riesgos determinados
proyectos de inversión.

No obstante, las barreras a la innovación no vienen, únicamente, de la mano de los costes –


a pesar de que estos pueden suponer una barrera importante-. Los incentivos fiscales o el
fomento de instrumentos alternativos de financiación para las empresas (como el capital
semilla o el capital riesgo) debería formar parte de una política integral que incluyese
medidas orientadas a mejorar las infraestructuras de I+D, a potenciar las relaciones entre
los centros de investigación y las empresas, a estimular la cooperación entre estas últimas,
incentivar la contratación de investigadores para impedir la fuga de capital humano,
garantizar la protección de la propiedad o reducir el número y el tiempo de determinados
trámites burocráticos. En la industria farmacéutica, por ejemplo, el tiempo que transcurre
desde que un medicamento innovador recibe la autorización de comercialización hasta que
se introduce en el mercado español es de 349 días17, lo que sitúa a nuestro país entre los
socios europeos con mayor demora en el tiempo de espera para acceder a terapias
innovadoras.

16 Algunos aspectos fundamentales son la investigación de las enfermedades de mayor prevalencia, la


investigación clínica de las enfermedades humanas, la salud pública y los servicios de salud; el desarrollo de la
nanomedicina y de la medicina personalizada en la que el reto se sitúa en tratar al individuo y no la
enfermedad, etc.

17Según el Patients W.A.I.T indicator, elaborado por EFPIA. http://www.efpia.eu/patients-wait-indicator-


report-2010

32
iii. MARCO REGULATORIO

La estabilidad y, en consecuencia, la predictibilidad del marco regulatorio es una propiedad


deseable para garantizar la eficiencia de las inversiones empresariales. La ausencia de riesgos
que garantiza el hecho de que los agentes puedan anticipar el contexto en el que se
materializarán futuros proyectos o se desarrollará su actividad se convierte en una variable
especialmente relevante en el marco de las inversiones cuya ejecución requiere unos plazos
más amplios. La realidad española de los últimos años ha estado marcada por la
incertidumbre y por cierta improvisación en materia de política económica a la suerte de los
acontecimientos. De este modo, hemos asistido a la adopción de reiteradas modificaciones
regulatorias en distintos ámbitos, a saber: en el ámbito de la política fiscal, ante la inminente
necesidad recuperar el equilibrio en el presupuesto público; en el ámbito laboral, para dotar
de mayor flexibilidad a las relaciones laborales; y en el ámbito financiero, con el objeto de
sanear y recapitalizar las entidades de crédito que, lo que permitirá reforzar la capacidad de
crecimiento de la economía en su conjunto en el medio y en el largo plazo, pero los efectos
en el corto plazo están siendo contractivos en lo que respecta al consumo y a la inversión.
De este modo, los Presupuestos Generales del Estado para 2013 contemplaban ciertos
cambios y novedades normativas en el Impuesto sobre Sociedades, entre las que destacan
las de mayor impacto recaudatorio y que se traducen en un aumento de la fiscalidad para las
empresas. Por un lado, se establecía la limitación de la deducibilidad de los gastos de
amortización, se aprobaba un nuevo gravamen por revaloración de activos, se limitaba la
deducibilidad de los gastos financieros y se suprimía la libertad de amortización. La
restricción a los recursos que suponen estas y otras medida,s como la reducción del límite
de las deducciones para la realización de determinadas actividades, entre las que se incluye
la reinversión de beneficios extraordinarios, erosionan los incentivos para recuperar la
inversión y entorpecen los flujos de autofinanciación, lo que, en definitiva, frena la
acumulación de capital físico, a pesar de que esta se erige como la vía más segura para
estimular el crecimiento del empleo y de la productividad. Una vez restablecido el equilibrio
presupuestario, debería plantearse –ya que no se hizo durante la etapa alcista del ciclo- la
reforma fiscal del Impuesto sobre Sociedades que incluyese una reducción del tipo de

33
gravamen –todavía por encima de la media europea- y una estructura del impuesto menos
distorsionante para las decisiones empresariales.

La inversión y la competitividad de la industria farmacéutica, sometida a una estricta


regulación ante la necesidad de garantizar el acceso de los medicamentos en condiciones de
seguridad, efectividad y calidad, están estrechamente relacionadas no sólo con el contexto
regulatorio y con el marco legal sobre la propiedad intelectual, sino también con el clima
fiscal y económico, con la disponibilidad de capital especializado, con el acceso a
determinadas capacitaciones, con la calidad de la ciencia y con la investigación clínica. Las
empresas de la industria farmacéutica, al igual que las empresas de otros sectores, no solo
han de asumir un aumento de la presión fiscal, sino que, además, han de asumir las
reiteradas medidas regulatorias aprobadas por el Gobierno con el objeto de reducir el gasto
farmacéutico que, en definitiva, está afectando a su margen comercial, poniendo en peligro
por lo tanto, la supervivencia de la empresa. Así, el cambio normativo motivado por la
entrada en vigor del Real Decreto Ley 4/2010 de 26 marzo de racionalización del gasto
farmacéutico con cargo al Sistema Nacional de Salud, del Real Decreto Ley 8/2010 de 20
de mayo por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del déficit
público, del Real Decreto Ley 9/2011 de 19 de agosto de medidas para la mejora de la
calidad y cohesión del sistema nacional de salud, del RDL 16/2012 de 20 de abril, de
medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar
la calidad y seguridad de sus prestaciones así como y el proyecto de Orden Ministerial que
viene a aplicar el sistema de precios de referencia, conforme a las modificaciones
introducidas por el Real Decreto-Ley 16/2012 se traducirá en una reducción de los precios
de los medicamentos, tanto de los genéricos como de los de los productos innovadores, la
reducción de la demanda de determinados medicamentos eficaces ante la retirada de la
financiación pública de los mismos, así como la generalización de la prescripción por
principio activo. Si bien la autoridad competente en materia de Sanidad estima que la
aplicación del sistema de precios de referencia se traducirá en una reducción de los ingresos
de los laboratorios farmacéuticos del orden 279,23 millones de euros –contracción
proporcional a la minoración de los precios- no considera que la reducción de los márgenes
tenga un impacto negativo en el ámbito de la investigación, el desarrollo y la innovación, ya
que esta actividad se desarrolla en el marco internacional. Abbot y Vernon (2005)

34
advierten, sin embargo, de que los recortes en los precios de los medicamentos pueden
reducir la intensidad de la investigación y el desarrollo18. Los autores estiman, atendiendo a
los datos de la economía norteamericana, que una reducción del precio de los fármacos
entre el 40 y el 50 por 100 puede derivar en una caída de entre el 30 y el 60 por 100 de los
proyectos de I+D (en las primeras fases del desarrollo). En este contexto cabe señalar que
las autoridades deberían calibrar las consecuencias de la reducción de los incentivos
empresariales a la investigación y al desarrollo de nuevas fórmulas terapéuticas. Así, la
valoración de los medicamentos debería realizarse en términos netos sociales, es decir,
teniendo en cuenta no sólo el coste que supone para las arcas públicas sino también sus
beneficios en términos de prevención –lo que, del mismo modo redunda en un ahorro de
recursos para el presupuesto público-, mejora la calidad de vida de los ciudadanos.

iv. UNIDAD DE MERCADO

Es un hecho innegable que la descentralización territorial del poder público implica ciertas
ventajas desde el punto de vista económico. Así, la provisión de los servicios públicos se
ajustará más a las necesidades y preferencias de los ciudadanos, dado que los gobiernos
regionales las conocen mejor. La competencia interterritorial se ve favorecida por la
existencia de diferentes gobiernos regionales con diferentes ofertas de servicios públicos y
sistemas impositivos y distintas políticas, lo que puede mejorar los niveles de eficiencia, de
forma semejante a como lo hace la asignación de los mercados competitivos. La
competencia interterritorial conduce, del mismo modo, a una mayor eficiencia en las
políticas públicas, conocida como “votar con los pies”, es decir, los ciudadanos se
trasladarán a los territorios que ofrezcan las políticas que más se aproximen a su ideal, dada
una oferta con diferentes combinaciones de políticas fiscales, de gasto o de regulación
económica. No obstante, existe un límite a la descentralización: la preservación de la unidad
de mercado. Cuando el ejercicio del poder territorial y una excesiva diversidad normativa

18 Proyecto de Orden SSI / /2013, de de , por la que se determinan los nuevos conjuntos de medicamentos y
sus precios de referencia y se procede a la revisión de los precios de referencia fijados para los conjuntos
determinados con anterioridad, Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad.
http://www.msps.es/normativa/docs/Ordenprecios.pdf

35
conducen a la desintegración del mercado nacional se produce una pérdida de eficiencia. La
fragmentación del mercado nacional perjudica la capacidad competitiva de las empresas,
además de los factores relacionados con las economías de escala y el incremento de los
costes y reduce la competencia entre empresas al dificultar y desincentivar la operativa en
diferentes territorios. Las diferencias normativas entre Comunidades, por otra parte,
también dan lugar a que las empresas situadas en diferentes territorios afronten diferentes
costes de producción, lo que desvirtúa la competencia, especialmente cuando se han
levantado barreras a la libre circulación de capitales que impiden que las empresas se
puedan desplazar a las regiones con una regulación más favorable, impidiendo con ello que
funcionen los mecanismos de competencia interterritorial de los que se derivaría una mayor
eficiencia económica. Además, la creación de barreras normativas que impidan la
instalación de empresas procedentes de otros territorios puede producir un efecto
distorsionador de la competencia enormemente pernicioso desde el punto de vista de la
eficiencia económica: las empresas situadas en un territorio salvaguardado de la
competencia exterior gracias a dichas barreras normativas, pero que pueden operar en otras
Comunidades Autónomas donde no existen tales limitaciones, se encuentran en una
situación de ventaja frente a las empresas situadas en estas últimas, lo que les permite
desarrollar una competencia desleal. Al afrontar menos competencia en su territorio de
origen, dichas empresas pueden disfrutar de una situación de cuasi-monopolio y obtener
mayores márgenes empresariales, que les permiten desarrollar estrategias muy agresivas o
“depredadoras” en otras regiones con las que pueden eliminar una parte de esa
competencia.

Se consideraría, por lo tanto, que una normativa autonómica rompe la unidad de mercado
cuando impide la libre circulación de mercancías y factores productivos, y cuando crea
distorsiones a la competencia. En el ámbito sanitario, la medidas contenidas en el Real
Decreto Ley 9/2011 para la mejora de la calidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud,
supuso un freno a la fragmentación del mercado farmacéutico que se dibujaba en el sector
antes de su aprobación como consecuencia, principalmente, de la potestad legislativa de las
Comunidades Autónomas y la elevada deuda acumulada con los agentes del sector19. Del
mismo modo, la próxima aprobación de la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado

19
Entre los contenidos del Real Decreto destaca la homogeneización en materia de prescripción

36
mejorará la cohesión del mercado y la introducción del principio de licencia única supondrá
una reducción de los costes para las empresas, ya que esta permitirá comercializar los
productos en todo el territorio nacional. Es necesario encontrar los mecanismos que
permitan alcanzar el punto de equilibrio que garantice la consecución de las ventajas de la
descentralización territorial sin renunciar a la unidad de mercado. Para ello puede ser
necesario instrumentar algún mecanismo institucional que encauce el proceso, como, por
ejemplo, la aplicación del principio de reconocimiento mutuo de normativas comunitarias
en el que se basa el anteproyecto de ley de Unidad de Mercado y que es semejante al
principio que se aplica en el seno de la UE con respecto a las normativas nacionales, así
como la creación de un organismo, al estilo del Servicio de Defensa de la Competencia,
cuya función sea vigilar la compatibilidad de las legislaciones regionales con la unidad de
mercado en España.

4. CONCLUSIONES

La industria farmacéutica es uno de los sectores que más contribuye al bienestar social. Por
un lado, el importante esfuerzo realizado por las compañías de esta industria en
investigación y en desarrollo de nuevos fármacos mejora la calidad de vida de los
ciudadanos y supone un ahorro de costes a los Sistemas Nacionales de Salud. Del mismo
modo, permite mejorar la productividad del trabajo –evitando o acortando bajas laborales,
por ejemplo- y es una de los sectores más activos en el comercio internacional, lo que, sin
duda, redunda en el crecimiento económico. Además, el desarrollo de su actividad
constituye una importante fuente de empleo altamente cualificado. En la actualidad, la
industria ha de enfrentarse a importantes desafíos, fruto de la transformación de la
estructura de la competencia, del incremento de la competitividad o del riego inherente de
las inversiones en I+D como consecuencia del encarecimiento de los costes, los largos
periodos requeridos para llevarlas a cabo y las bajas probabilidades de éxito de sus
resultados. Las mayores amenazas para la industria son determinadas medidas en materia
de política económica que están siendo adoptadas por los gobiernos de distintos países,
especialmente europeos, con el objeto de corregir los desequilibrios que han
desencadenado la crisis.

37
En España, existen importantes barreras que están dificultando la supervivencia o la
ampliación del tejido productivo en su conjunto. En este caso, la incertidumbre que ha
marcado el desarrollo económico tras el estallido de la crisis, derivada de los reiterados
incumplimientos de los objetivos anuales de déficit, y la ausencia de un plan de actuación
global con medidas complementarias a las que se encuentran en vigor han contribuido a
construir una imagen de improvisación permanente de cara a los inversores. En el caso de
la industria farmacéutica, el obligado cumplimiento con los objetivos de déficit público y la
escasez de financiación no sólo se han traducido en un recorte significativo del gasto
farmacéutico, sino también en la incapacidad de hacer frente a las obligaciones de pago
contraídas con terceros, incluidos los agentes que operan en el ámbito sanitario. El elevado
nivel de deuda, los, todavía, dilatados plazos de pago de las Administraciones Territoriales,
junto con los reiterados cambios regulatorios que están presionando a la baja los precios de
determinados medicamentos, están comprometiendo el empleo, la competitividad e,
incluso, la viabilidad de muchas de las unidades productivas de la industria.

La difícil predictibilidad del futuro marco regulatorio en el que se desarrollará la actividad,


fruto de las reiteradas modificaciones en el ámbito de la política fiscal, en materia laboral o
en el ámbito financiero, intensifica la desconfianza de los inversores. Las diferencias
normativas entre Comunidades, por otra parte, suponen riesgos adicionales, ya que éstas
dan lugar a que las empresas situadas en diferentes territorios afronten distintos costes de
producción, lo que desvirtúa la competencia, especialmente cuando se han levantado
barreras a la libre circulación de capitales que impiden que las empresas se puedan
desplazar a las regiones con una regulación más favorable, dificultando con ello que
funcionen los mecanismos de competencia. La próxima aprobación de la Ley de Garantía
de la Unidad de Mercado mejorará la cohesión del mercado, y la introducción del principio
de licencia única supondrá una reducción de los costes para las empresas

La investigación y el desarrollo constituyen una de las ocupaciones fundamentales de la


industria farmacéutica, dada la necesidad de obtener fármacos innovadores que respondan
a las nuevas necesidades de los pacientes o para conseguir tratamientos más eficaces. En
este sentido, los costes relacionados con la I+D parecen ser el factor principal que, en la
actualidad, está dificultando la inversión empresarial en vista del encarecimiento que están
experimentado, la carencia de fondos para su financiación y la escasez de financiación

38
externa. Ante los riesgos que se desprenden de una merma de productos innovadores en
términos de eficacia de los tratamientos y calidad de vida de los ciudadanos, debería
instrumentalizarse una política integral de innovación, en la que no sólo se contemplasen
facilidades de financiación o mecanismos alternativos para la misma, sino también medidas
dirigidas a mejorar las infraestructuras de I+D, a potenciar las relaciones entre los centros
de investigación y las empresas, a estimular la cooperación entre estas últimas, a incentivar
la contratación de investigadores para impedir la fuga de capital humano, a garantizar la
protección de la propiedad o a reducir el número y el tiempo de determinado trámites
burocráticos.

En definitiva, algunas actuaciones de política económica tienen importantes consecuencias


para la inversión, especialmente, la destinada a investigación y a desarrollo, que, por otro
lado, constituye una variable fundamental para el crecimiento y para la recuperación
económica. La cancelación de los incentivos al desarrollo de nuevas fórmulas terapéuticas,
a la investigación de la prevención, a la mejora de la eficacia de los fármacos o simplemente
a la producción de medicamentos, puede tener efectos más allá de los meramente
económicos. De este modo, la valoración de los fármacos debería realizarse atendiendo al
criterio de coste de oportunidad, es decir, no sólo teniendo en cuenta el coste de los
recursos que se dedican a este fin, sino, además el valor de la mejor alternativa a la que se
está renunciando. Aunque la reducción del gasto farmacéutico puede tener un impacto
positivo en el presupuesto público esta puede suponer una merma en la calidad de vida de
los ciudadanos, su longevidad y una caída de la productividad y, por lo tanto, una pérdida
de bienestar social.

39
ANEXO 1. CLASIFICACIÓN DE LOS SECTORES DE ALTA Y MEDIA TECNOLOGÍA
UTILIZADA POR EL INE

CNAE 2009 SECTORES


Sectores manufactureros de tecnología alta
21 Fabricación de productos farmacéuticos
26 Fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos
30.3 Construcción aeronáutica y espacial y su maquinaria
Sectores manufactureros de tecnología media-alta
20 Industria química
25.4 Fabricación de armas y municiones

27 a 29 Fabricación de material y equipo eléctrico; Fabricación de maquinaria y equipo n.c.o.p.; Fabricación de


vehículos de motor, remolques y semirremolques

30- 30.1 - 30.3 Fabricación de otro material de transporte excepto: construcción naval; construcción aeronáutica y
espacial y su maquinaria.

32.5 Fabricación de instrumentos y suministros médicos y odontológicos

Servicios de alta tecnología o de punta


59 a 63 Actividades cinematográficas, de video y de programas de televisión, grabación de sonido y edición
musical; Actividades de programación y emisión de radio y televisión; Telecomunicaciones;
Programación, consultoría y otras actividades relacionadas con la informática; Servicios de información.

72 Investigación y desarrollo

40
BIBLIOGRAFÍA

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model of R&D decisions” Working Paper 11114, National Bureau of economic research, febrero
de 2005

Díaz Olmeda, G. y Sosa Varela J.C “Determinantes de la Competitividad Internacional en la


Industria Farmacéutica” Esic Market Economic and Business Journal Vol. 43, N.º 2, Mayo-Agosto
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IFPMA, The Pharmaceutical Industry and Global Health facts and figures, 2012

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41

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