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Serrano, Eva Gabriela vs. Cencosud S.A. y otro s.

Juicio sumarísimo

15/05/2019

12434

Poder Judicial de la Nación

JUZGADO NACIONAL DE 1RA INSTANCIA DEL TRABAJO NRO. 54

SENTENCIA NRO.: 8249 EXPTE. NRO. 24.429/2017

AUTOS: ““Serrano, Eva Gabriela c/ Cencosud S.A. y otro s/ Juicio Sumarisimo"

Buenos Aires, 15 de mayo de 2019.

AUTOS Y VISTOS:

Estos autos nro. 24.429/2017 en estado de dictar sentencia de los cuales resulta:

1. Que a fs. 6 inicia demanda Eva Gabriela Serrano contra Cencosud S.A. y Raúl Sedeño peticionando se
condene a este último a cesar en sus actitudes de violencia y al primero a tomar medidas efectivas a fin
de garantizar la seguridad de la actora en su puesto de trabajo, solicitando se condene a ambos en
forma solidaria a reparar el daño moral sufrido.

Afirma que comenzó a prestar tareas para Cencosud S.A. el 13 de septiembre de 2013 como cajera B del
CCT 130/75 en la sucursal “Easy Palermo”, cumpliendo dichas tareas en una jornada parcial que se
desarrolla los días sábados y domingos de 12 a 21 horas. Expresa que es hija de Pedro Serrano, histórico
dirigente del Sindicato de Empleados de Comercio quien ha detentado varios cargos en su comisión
directiva –actualmente el de revisor de cuentas- desconociendo si alguna antigua riña o que ajena razón
motivaron que el demandado Sedeño tomara a mediados del año 2013 una actitud persecutoria y
violenta, mediante mensajes cuya insistencia y contenido bordeaban con el acoso sexual. Dice que como
consecuencia de su negativa a ceder a sus pretensiones, Sedeño abusando de su posición como dirigente
gremial presionó a la empleadora a fin de excluirla de derechos que otros trabajadores detentan en la
forma que señala. Expresa que estas actitudes fueron extendidas también contra sus allegadas también
trabajadoras Andrea Guagliardi, Natalia Barzola y Gabriela Rodriguez, en un claro intento por aislarla y
mellar su voluntad y sin que el sindicato preste auxilio alguno.

Describe distintas situaciones de violencia y malos tratos que se habrían proyectado aún fuera del ámbito
laboral. Manifiesta que denunció estos malos tratos a sus superiores sin obtener respuesta positiva
aduciendo como impedimento la tutela gremial que ostenta Sedeño, conforme el intercambio telegráfico
que transcribe a fs. 8/11. Menciona que el 4 de diciembre de 2016 sufrió la destrucción de sus
pertenencias depositadas en un locker y que posteriormente dentro del mismo recibió un mensaje
intimidatorio con la leyenda “son 30.000, van a ser 30.001”. Aduce que la empleadora lejos de tomar
medida alguna a fin de garantizar su seguridad pergeñó aplicarle como sanción una suspensión de tareas
invocando un incumplimiento inexistente.

Sostiene que el último acto de intimidación surgió el 12 de marzo de 2017 cuando otro empleado de
apellido Bonchoan intentó entregarle un presente en nombre de Sedeño profiriendo insultos frente a
clientes del establecimiento al negarse a recibirlo. Señala que el constante hostigamiento fue denunciado
ante la Oficina de Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social de la Nación en
el marco del expediente que individualiza y también en el Sindicato de Empleados de Comercio,
mediante las cartas documentos que indica. Peticiona una medida preventiva de exclusión con
fundamento en lo normado por el art 26 de la Ley 26485 y art. 1711 del Código Civil y Comercial de la
Nación. Requiere también se condene a la empleadora a garantizarle un ambiente de trabajo seguro
adoptando las medidas necesarias para evitar nuevas agresiones por parte del demandado o terceros.
Efectúa consideraciones sobre la tutela gremial que ostenta Sedeño. Ofrece prueba y solicita.

2. Cencosud S.A. contesta la acción a tenor del escrito de fs.116/124. Niega los hechos expuestos en la
demanda. Afirma que el demandado Sedeño es empleado de la empresa ejerciendo sus funciones en el
sindicato por el cargo que ostenta de Subsecretario de Acción Gremial. Resalta que la actora desempeña
tareas de cajera desde el mes de septiembre de 2013 cumpliendo una jornada de tipo parcial de 18
horas semanales concurriendo los días sábados y domingos de 12 a 21 horas. Por los motivos que
expone sostiene que ante cada hecho agraviante invocado por la trabajadora procedió a investigar los
mismos analizando los elementos de prueba que pudo colectar. Explica que la actora aduce haber sido
víctima de acoso del Sr. Sedeño y de los integrantes y participantes del sindicato que respondían a éste
desde el año 2013 aunque la primera denuncia que recibió respecto de estos hechos fue la efectuada por
la actora por medio fehaciente el 1 de diciembre de 2016. Señala que el incidente del 12 de marzo de
2017 en el que se invoca una agresión por parte del Sr. Bonchoan no ocurrió en la forma relatada en la
demanda y acompaña al efecto la filmación del momento en que éste hizo entrega del presente otorgado
al personal femenino por la conmemoración del día de la mujer. Reseña que ante la denuncia del
atentado contra el locker de Serrano le ofrecieron el cambio a otro casillero que cuente con registro
filmográfico de seguridad. Arguye que no le consta la enfermedad que dice la actora padecer ni mucho
menos que entre el 17 y 31 de marzo de 2017 se haya ausentado por causa de estrés pues el 26 de
marzo concurrió a trabajar haciendo entrega de un certificado médico con diagnóstico de otitis.

Transcribe el intercambio telegráfico habido por el cual negó conocimiento de los hechos atribuidos al Sr.
Sedeño y alegó que este solo concurrió al establecimiento en dos oportunidades. Relata que al margen
de las consideraciones expuestas el 24 de febrero de 2017 ante un déficit de caja procedió a sancionar a
la actora resultando este hecho ajeno al objeto de investigación. Efectúa consideraciones sobre las
limitaciones que conlleva el respeto al pleno ejercicio de los derechos sindicales de las partes, habiendo
actuado en apego al deber de seguridad establecido por el art. 75 de la LCT pues considera que el acoso
del Sr. Sedeño en el ámbito del establecimiento no existió. Impugna la liquidación y la procedencia del
daño moral, ofrece prueba y solicita se rechace la demanda, con costas.

3. Raúl Sedeño se presenta por medio del escrito de fs. 132/144. Niega los hechos expuestos en la
demanda. Refiere que es empleado de la codemandada desde el 7 de noviembre de 1994 prestando
tareas en la sucursal “Jumbo Escalada” y luego en “Easy Velez Sarsfield” siendo electo en sucesivas
oportunidades representante gremial desde el año 2005 revistiendo actualmente el cargo de
Subsecretario de Asuntos Gremiales del Sindicato de Comercio. Afirma que ante la acentuada defensa de
los intereses de sus representados generó que la relación con la demandada Cencosud SA revista tintes
de tensión propias de este tipo de situaciones.

Relata que conoció a la actora en forma previa a su ingreso en la empresa por ser la hija de un dirigente
del sindicato pero que no mantuvo una relación personal. Expresa que mantuvo un contacto frecuente
por un breve período en el año 2014 por compartir la misma lista de candidatos y por la cual compartían
reuniones grupales en absoluta armonía. Reseña que durante las elecciones del año 2016 la actora
conformó otro espacio integrando una lista opositora como candidata a delegada en la Sucursal Easy
Palermo de la cual resultó perdidosa por amplia mayoría. Sostiene que con posterioridad a la derrota
electoral decide formalizar la denuncia ante la empleadora pese a que alega haber sido víctima de acoso
desde el año 2013. Desconoce la influencia sobre la voluntad de la empleadora que la actora le atribuye
en función del cargo gremial que ocupa especialmente en la sucursal donde trabaja que cuenta con sus
propios delegados y a donde concurrió en escasas ocasiones.

Puntualiza que brindó todo el apoyo gremial posible respecto del personal despedido que sería cercano a
Serrano. Efectúa reparos sobre la verdadera intencionalidad del actuar de la actora en procura de afectar
al sindicato y a su secretario general ante las elecciones convocadas para el año 2018. Arguye que el
presente que el Sr. Benchoan le otorgó a la actora el 12 de marzo de 2017 se trató de un regalo
institucional dispuesto por política de la empleadora por motivo de celebrarse el día internacional de la
mujer. Por los motivos que resume sostiene la inviabilidad de la indemnización con fundamento en el art.
1078 de la normativa civil. Ofrece prueba y solicita el rechazo de la acción con imposición de costas a la
actora.

4. Por los fundamentos que da cuenta la resolución interlocutoria de fs. 32/37 se imprimió a las
presentes actuaciones el trámite previsto por el art.498 del CPCCN y se ordenó como medida cautelar la
restricción de acercamiento personal a la actora por parte del codemandado Sedeño en los días y horas
en que preste servicios en el establecimiento, el cese en forma inmediata de todo acto de perturbación o
intimidación que directa o indirectamente realice la actora, imponiendo a la empleadora a que arbitre los
medios necesarios para restablecer la armonía que debe primar en todo ambiente de trabajo,
preservando la integridad y dignidad de la trabajadora, garantizando la seguridad y haciendo cesar toda
situación de violencia, evitando la repetición, resolución que mereció confirmación de la Excma. Sala X
del Fuero, conforme surge de la sentencia firme dictada a fs. 84/86 vta. Por otra parte, atento los
fundamentos que da cuenta la resolución del 28 de febrero de 2018 obrante a fs. 75/76 del incidente del
expte. 24.429/2017/1 que corre por cuerda, confirmada por la Excma. Sala X del Fuero a fs. 97/99, se
rechazó el levantamiento de la medida cautelar dispuesta y el pedido de medidas alternativas
peticionadas por el codemandado Sedeño.

5. Producidas las pruebas ofrecidas por las partes, mediante resolución de fs. 542, quedaron las
actuaciones en estado de dictar sentencia.

Y CONSIDERANDO:

I. No se discute que la actora es empleada en relación de dependencia de la demandada Cencosud S.A.


desde el mes de septiembre de 2013 a la actualidad desempeñado tareas en función de cajera de la
sucursal Easy Palermo sita en Av. Bullrich 345 de esta Ciudad, cumpliendo una jornada de 18 horas
semanales los días sábados y domingos de 12 a 21 horas siendo de aplicación al establecimiento el
C.C.T. 130/75.

Tampoco es objeto de controversia que el codemandado Raúl Sedeño es también empleado de la


codemandada Censocud SA y que ocupa un cargo en el Sindicato de Empleados de Comercio, asociación
sindical de primer grado con personería gremial, en virtud del cual es uno de los sujetos protegidos por
las disposiciones de la Ley 23551.

El objeto de las presentes actuaciones radica en cambio en dilucidar si tal como invocó Serrano en el
marco de su prestación de tareas resultó objeto de persecución, malos tratos y víctima de acoso con
connotación de tinte sexual y segregativas por su condición de mujer llevadas a cabo, según sus dichos,
por el demandado Sedeño por si y a través de otros empleados de la empresa en distintas circunstancias
que se remontan a partir del año 2013 en función de la influencia que ejerce desde el cargo directivo que
ocupa en el sindicato, omitiendo la empleadora adoptar medidas adecuadas pese a su conocimiento de la
situación, menoscabando su libertad, dignidad e integridad psicofísica invocando normativa nacional e
internacional aplicable en la materia, solicitando se condene al cese de las actitudes violentas del Sr.
Sedeño, a que Cencosud SA garantice la seguridad psicofísica en el empleo y a que ambos reparen el
daño moral ocasionado, siendo éste por otra parte el objeto de la pretensión tal como se resaltara en la
resolución interlocutoria de fs. 32/37.

Del cotejo del intercambio telegráfico habido entre las partes surge que el 1 de diciembre de 2016 la
actora denunció a Cencosud SA que era víctima de acoso sexual por parte del dirigente sindical Raúl
Sedeño y de trato hostil por parte de otros empleados de nombre Torres y Ortigoza, privándola la
empresa de beneficios en forma arbitraria (ver CD783896825 en el anexo de fs. 4 y a fs. 114), que el 6
de diciembre de ese año (ver despacho CD788779928 a fs. 115) reiteró su condición de víctima de acoso
por haber sido ultrajadas y destruidas pertenencias que estaban guardadas en su casillero personal,
contestando Cencosud SA el 15 de diciembre de 2016 a estos telegramas negando la veracidad de sus
asertos y los hechos atribuidos a Sedeño aseverando que se ve limitada en las acciones que pudiera
adoptar ante la licencia gremial que este ostenta, señalando que tampoco le consta que otros empleados
tengan un trato hostil a su persona ni que la empresa en forma arbitraria se rehúse a concederle
mejoras en las condiciones de trabajo (ver CD743621200 transcripta en el inicio y acompañadas a fs.
113), que nuevamente el 20 de diciembre de 2016 la actora afirmó que persistían las conductas
persecutorias pues había encontrado en su locker una inscripción amenazante de “son 30.000, van a ser
30.001” (CD789766792 agregada a fs. 111), que así el 16 de enero de 2017 Cencosud SA respondió que
le asignaba otro locker con cámaras de seguridad y agregando respecto del Sr. Sedeño que se verificó
que desde el mes de marzo solo concurrió una sola vez al establecimiento y en los últimos dos años lo
hizo solo en dos oportunidades y en momentos que la actora no se encontraba trabajando (ver fs. 112,
reconocida a fs. 152), surge así también un breve intercambio telegráfico habido entre el 24 de febrero y
8 de marzo de 2017 en el que se comunicó a Serrano una suspensión de dos días ante una discrepancia
en el arqueo de caja, que entonces la actora comunicó a la demandada que había sufrido una nueva
agresión el 12 de marzo de 2017 cuando un empleado de nombre Bonchoan le profirió insultos y faltas
de respeto en presencia de clientes ante su negativa a recibir un presente por el día de la mujer, ello en
el marco de la persecución que viene sufriendo por parte del Sr. Sedeño (ver fs. 106 y fs. 152)
culminando el derrotero postal con la respuesta de Cencosud SA del 22 de marzo de 2017 por la cual
tachó de falso el hecho denunciado ocurrido el 12 de marzo solicitando a Serrano a abstenerse de
efectuar declaraciones que perjudiquen a compañeros (ver fs. 107 y fs. 152).

Por su parte el codemandado Sedeño afirma que es empleado de la demandada desde el 7 de noviembre
de 1994, representante gremial desde el 2005, electo en sucesivas oportunidades hasta la actualidad,
miembro de la Comisión Directiva del Sindicato de Empleados de Comercio de la Capital Federal desde el
año 2011, actualmente en el cargo de Subsecretario de Asuntos Gremiales y reconoce que mantuvo
cierta vinculación con la actora a raíz de que es hija de un dirigente de la organización gremial, aunque
niega haber mantenido trato personal con excepción de un breve período en el año 2014 en el que tuvo
trato frecuente al compartir la misma lista y que luego –arguye- como consecuencia del resultado
adverso en la elecciones llevadas a cabo en el año 2016 en las que Serrano decidió apartarse y participar
como candidata a delegada en otro espacio, ésta formula una denuncia sin asidero alguno en la realidad
de los hechos procurando además un efecto político hacia el seno del sindicato ante los comicios de
Secretario General convocados para el año 2018. Explica que no es cierto que ejerza influencia alguna en
el establecimiento Easy Palermo al cual concurrió en escasas tres o cuatro oportunidades desde el año
2013, ni mucho menos que tenga poder alguna sobre los actos de terceras personas.

Delineadas de esta forma las distintas posturas asumidas por las partes en el proceso, cabe analizar lo
que surge de las constancias de autos a los fines de determinar la procedencia de la acción incoada.

II. Y al respecto, luego de evaluar a la luz de las reglas de la sana crítica (cfr. art. 386 C.P.C.C.N.) las
probanzas arrimadas a la causa, me anticipo a señalar que la actora ha logrado su cometido.

En efectos a instancias de la trabajadora declararon Natalia Soledad Bárzola (fs. 317), Andrea Viviana
Guagliardi (fs. 334), Marta Susana Alperin (fs. 402) y Gabriela de los Ángeles Rodriguez a fs. 325 y
nuevamente, sobre el hecho nuevo admitido a fs.477, lo hizo a fs. 512/514.

Natalia Soledad Bárzola (fs. 317) dijo que conoce a la actora porque trabajaron juntas en el local Portal
Palermo del Patio Bullrich para Cencosud, que Sedeño fue la persona que la hizo entrar a trabajar allí,
que trabajó desde mayo de 2013 durante seis o siete meses, que tenía horario part time los fines de
semana y un día o dos a la semana, de 17 a 23 horas, de cajeras, que se cruzaban y salían juntas, que a
Sedeño lo conoce porque la hizo ingresar para votar una lista de delegados en junio o julio de 2013, que
tuvo una reunión previo al ingreso fuera de la empresa donde les explicaron que iban a estar tres meses
por agencia y después los iban a pasar a planta para que pudiesen votar, que estaba la actora, que el
trato de la actora con Sedeño en principio no vio nada malo pero con el transcurso del tiempo vio
situaciones malas, la primera vez sucedió fuera de la empresa, que no conocía a la actora ni sabía su
nombre, que estuvieron charlando toda la tarde en un club cerca de la cancha de Vélez en Liniers y en un
momento se levanta para ir al baño y ve que la tenía acorralada, que la actora tenía cara como que no le
gustaba la situación, que cuando la actora vuelve realmente estaba mal, la segunda vez fue directo
porque fue en una reunión con diez personas en un restaurante en Flores, que lo citaron por el ambiente
hostil de trabajo y termina hablando de cualquier otra cosa, que en un momento la actora va al baño y
Sedeño la llama y le pide un favor, que básicamente como era compinche de la actora se la llevara con
ella y le diera una pastilla y luego lo llamara, que le respondió que no pero que en ese momento le dio
miedo, así que cuando volvió la actora le dijo que se sentía mal que la llevara, que después hubo más
situaciones, que el Sr Sedeño estaba como obsesivo con la actora, que no solo se veía sino que le hacía
regalos, que la actora se negaba a recibirlos y que una vez delante de mucha gente le regaló una
cadenita y le respondió que si quería regalos se los pedía a su papá y él se enojó, que estaban una mesa
al lado de la otra, que tenía miedo porque Sedeño es un señor que se impone, él o la persona que estaba
con él Marías Torres empleado de Cencosud, quien también estuvo en las reuniones que conoció a la
actora, relata que después de las elecciones fue a trabajar un día y no le pasaba la tarjeta, ya había
rumores de que los iban a echar, que unas semanas antes de que pudieron fichar mantuvo una
conversación telefónica con Sedeño por un mal trato en la bóveda y éste termina diciendo que no la
había hecho entrar para que se hiciera compinche de la actora, que la despidieron y se enteró que
echaron a cinco más, que pasó en octubre o noviembre, que hace poco recibió un mensaje de su ex
cuñado que fue quien le dijo que Sedeño la iba a hacer entrar en la empresa preguntándole que
problema tenía con el Sr. Sedeño, que para el día de la madre o del niño les regalaron una almohada.

Gabriela de los Ángeles Rodriguez (fs. 325) dijo que conoce a la actora del ámbito del trabajo para
Cencosud, que conoce a Sedeño por su ex pareja, que trabajó en el Easy de Palermo desde septiembre
de 2011 hasta mediados del 2015, que la despidieron, que coincidían los fines de semana, que ambas
eran cajeras, que tenían unos lockers que ellos compraban los candados, que constantemente llegaban a
la hora de la merienda y el locker de la actora estaba abierto, que Sedeño es referente sindical del
gremio del sindicato de comercio, que maneja a los delegados y arma las listas, que a Sedeño lo veían
en el local en las asambleas que se hacían al fondo del local en la parte de maderas, que la actora estaba
también, que una vez después del 2013 se los cruzó cerca del baño de planta baja ni bien se entra al
shopping, que ese día no había asamblea, creía que estaban hablando y que cuando se va acercando la
va a la actora que se tapa la boca y que cuando Sedeño la vio estaba nervioso y luego se fue, que luego
de ese episodio ambas tomaron el ascensor y que la actora le menciona que estaban discutiendo, que
Sedeño también le pidió una vez que se acerque a la actora tratando de convencerla de invitarla a comer
o tomar algo dándole lugar a poner una pastilla para dormirla y que luego le mande un mensaje a él
para que la pasara a buscar, que no accedió, que su despido ocurrió por reiteradas faltas, que llegó a un
acuerdo en malos términos con la empresa con la malísima manera de defender de Sedeño, que cuando
la despidieron hicieron asamblea pero nadie del sindicato, que Sedeño le dijo que esto le pasaba por no
haber accedido al pedido que le había hecho, que se lo contó a la actora y fueron al sindicato para que
Sedeño se lo diga a ella, que había incremento de horas según el criterio del Sr. Sedeño, según su
comodidad te pasaban a full time o algún plus, que la actora tenía buen trato con los supervisores y con
los clientes.

Andrea Viviana Guagliardi (fs. 334) declaró que trabaja para la demandada desde diciembre de 2013 y
que conoce a la actora y al demandado Sedeño por ser dirigente sindical, que ambas son cajeras, que
sabe que le han abierto el locker a la actora y que le faltaron cosas, papeles, que pasó reiteradas veces,
mas de 19, que no había otros compañeros con el mismo problema, que reclamaron en recursos
humanos, que tampoco le cumplían la dieta especial porque sufre de trombofilia, no había nada para ella
para comer, no merendaba, que la empresa no hacía nada con el tema del locker y la comida, que a
Sedeño lo vio en las asambleas por las elecciones del 2016, por los meses de septiembre octubre, que la
actora estaba en una lista, que en una asamblea que hizo la actora se acercó Juan Pablo Grosso a decirle
que no podían hacerla, que éste y el gerente filmaban y sacaban fotos, que después de eso la actora
tenía una persona que la seguía a todo lados donde iba, donde hablaba se movía, que esa misma tarde
vio a Matías Torres diciendo a un grupo de chicos que si habían sacado fotos que se las tenían que
mandar a Sedeño, que el grupo de Torres siempre estaban hablando mal de la actora, que el Sr Raul
quería una foto de la actora, que una vez escuchó a Sedeño pidiendo fotos de las asambleas, que sabe
que el trato de la actora con Sedeño no era muy bueno, que Matías Torres una vez grabándola con el
teléfono le dijo que donde se estaba metiendo por el tema que pasaba entre Eva y el Sr. Sedeño, se
rumoreaba mucho en el local las situaciones de acoso y la actora mismo se lo contó, que en otra
oportunidad Torres le decía que no tenía que venir a declarar, que una vez ocurrió dentro de un auto
cuando ella venía cargada y otro compañero le ofreció llevarla a la parada y subió y estaba Torres ahí,
que Torres la presionó de todas las maneras posibles para que le cuente cosas, que él le contestó que
sabía que ella tenía familia, que tenía hijos, que sabe que Torres tenía mucha llegada con Sedeño porque
consiguió las horas de trabajo que eran gremiales, que había cosas que no encajaban, que ha visto a
Nicolás Benchoan que era delgado pasar por las cajas repartiendo y la caja donde estaba la actora seguía
de largo ni siquiera lo preguntaba, no le ofrecían gaseosa, que una vez la actora se descompuso y se
desmayó y no recibió atención, que la supervisora Noelia Ortigoza le decía que no pasaba nada, que siga
atendiendo, que la actora estaba dormida y no llamó a nadie, que una vez no había agua y la actora
discutió con Gustavo Neira y que después la supervisora le dijo que no podía hacer el cambio de franco
que necesitaba porque si seguía estando del lado de la actora no le iban a poder hacer el cambio, que
otras supervisoras también se lo dijeron, que no se junte mas con la actora, que no sabe porque tenían
siempre un problema con la actora, que la actora a veces tuvo que pagar por la comida, que la
acompaño a recursos humanos y le decían que tenía que presentar los certificados pese a que ella vio
que lo había hecho, que los delegados no recurrían por esos problemas, que vio a la actora en situación
angustiante llorando muy mal en el trabajo y le decía que era por el tema de entrecruces de palabras y
cosas con el Sr Sedeño en tres o cuatro oportunidades.

Marta Susana Alperin (fs. 402) dijo que cuando estaba en construcción conoció a la actora porque iba a
comprar, que era cerca de la fecha del día de la mujer, que el día que hizo una compra en el que hubo
una gritadera con un señor, que estaba con su hija y de repente un señor se acerca, que todo fue muy
rápido y violento, que se acercó sobre el pequeño mostrador que quedaba a la derecha de la actora, que
pensó que era el novio por la forma que se volcó sobre la cajera, que se dio cuenta que no lo era porque
la actora le decía que se fuera que estaba trabajando que no quería nada, que se lo lleve, no sabe que
cosa se tenía que llevar dado que no lo veía, lo que escuchó es que esa persona le decía que debía
aceptarlo porque era de alguien, que siguió por varios minutos, dos o tres y de repente con su mano tira
algo hacia la cara de la cajera y suena metálico, se va y la cajera queda en shock, que comenzaron a
hablarle para que se tranquilice, que ella misma le dio su teléfono para que las llamara por si necesitaba
testigos porque la situación les pareció absurda, que la actora decía que este señor siempre le estaba
haciendo eso.

Luego a instancias de Cencosud SA obra declaración de Romina Fonte (fs. 312), Noelia Noemi Ortigoza
(fs. 322), Diego Hernan Villamarin (fs. 347), Carolina Beatriz Sosa (fs. 394), Lorena Marina Weingandt
(fs. 404), Alfredo Martin Blanco (fs. 413).

Romina Fonte (fs. 312) dijo que trabaja para Cencosud SA, que conoce a la actora porque le entrega el
recibo de sueldo al ser responsable de recursos humanos, que no trabaja sábados y domingos, que
cuando tomó el local de Easy Palermo su jefa le presentó a Sedeño que es Subsecretario de Relaciones
Gremiales del Sindicato de Comercio, que desconoce cual es la relación que mantiene con Cencosud, que
lo vio dos veces, no puede precisar, que fue un día de semana, que la actora en 2016 fue candidata para
ser delegada, que ganaron otros, que desconoce que tareas realiza Sedeño por su función, que en el día
de la mujer han regalado paschimas, que lo entrega recursos humanos, que en un momento la actora le
habló sobre una situación con el Sr Sedeño, que iba a pedir una cautelar, que no sabe bien lo que es, si
es acoso la palabra, que también lo habló con Lorena, la gerente, que no sabe que pasó, que la actora
tuvo primero locker en el vestuario y luego en el pasillo, que se dio el cambio porque la actora manifestó
que le abrieron los lockers y por eso le dieron uno donde hay cámaras, que le pasaron fotos con el locker
abierto que día “no son 30.000 son 30.001”, que la actora no tiene buen trato con la gente, que su
asistente no quería trabajar los domingos porque la actora la maltrató, que pasó un día porque no había
comida para la actora, que era anticoagulada, que en una ocasión los supervisores pidieron una reunión
con recursos humanos y gerencia por los tratos que recibían de la actora, que la forma de contestar de
esta es como que no sabe como proceder, que en otra oportunidad se descompuso en el local e increpó a
la supervisora, que en el día de la mujer aparte del regalo de la empresa los delegados entregaban a
todas las mujeres una cadenita con un bombón, que cuando ocurrió el tema de las diferencias por los
vueltos la actora les comentó lo del tema de Sedeño, que esta fue la única sanción, que cuanto la actora
planteó el problema le dijeron que siempre iban a proteger a los colaboradores, pero que al no estar
Sedeño en el local, no se generó una situación, al menos mientras ella estuvo en el local.
Noelia Noemi Ortigoza (fs. 322) dijo que trabaja para la demandada, que conoce a la actora y Sedeño
laboralmente, que se cruza con poca frecuencia con la actora, que es supervisora de caja, que a Sedeño
lo conoce de nombre por su actividad gremial, que concurre muy pocas veces al local Palermo, por
ejemplo hace poco despidieron un compañero y vino, que sabe que en el 2014 la actora se postula como
delegada con Sedeño y perdieron, que la reunión que tuvo por las elecciones con la actora no había
gente del sindicato, que el trato con la actora con sus superiores y compañeros era bueno, normal, que
no recuerda un hecho vandálico en los vestuarios, que en las reuniones el trato de Sedeño con la actora
era normal.

Diego Hernan Villamarin (fs. 347) dijo que trabajaba para Cencosud y ahora lo hace en otra empresa del
mismo grupo, que a la actora la conoció en el local porque era asistente de recursos humanos y la actora
colaboradora, que Sedeño es el subsecretario del sindicato de comercio, que trabajaba de lunes a viernes
y puntualmente algún feriado o domingo, que en junio de 2016 la actora reclamó por un incidente por el
locker abierto, que le ofrecieron a la actora los lockers del pasillo y ella dijo que no lo quería porque no
solucionaba el problema, que también en ese año la actora se descompuso y la atendieron en
enfermería, que lo sabe por comentarios, que sabe que la actora se postuló como candidata a delegada,
que nunca vio a Sedeño en la sucursal, que la empresa entrega regalos en días especiales en la misma
oficina de recursos humanos, que también los delegados entregan regalos, que le comentaron que hubo
una discusión por una cadenita con la actora y Nicolás Benchoan pero que no sabe porqué motivo fue,
que el trato de la actora con sus compañeros era normal, que no recuerda si la actora tuvo sanciones,
que no recuerda si se realizó algún tipo de memo por el incidente del locker.

Carolina Beatriz Sosa (fs. 394) dijo que trabaja para la demandada, que conoce a la actora por motivos
laborales, que no conoce a Sedeño, que no recuerda cuando conoció a la actora, que fue su supervisora
y el trato era normal, que no tuvo ningún inconveniente de desempeño, que supo por comentarios que a
la actora le habían puesto algo en un locker, que sabe que la actora trabaja en el sindicato, que se
postuló como delegada, que cuando pasó a otro sector no se cruzó mas con la actora.

Lorena Marina Weingandt (fs. 404) dijo que trabaja para la demandada, que conoce a la actora y Sedeño
porque es el secretario gremial de la parte sindical, que trabaja en Easy Palermo hace tres años, que
cuando ingresó la actora ya estaba, que la actora tuvo un incidente con el locker, que fue a recursos
humanos y mostró una foto que decía “que iban a ser 30.001 desaparecidos”, que le dieron un locker en
el pasillo, que hubo otro episodio con la comida, que la actora tuvo problema con Matias Torres, que el
Sr. Nogueira fue en nombre de todos los supervisores por las amenazas de parte de la actora, que les
dieron que la contuvieran, que tuvo un fin de semana que se descompuso, que no estaba ella en el local,
que en los tres años que estuvo en el local Sedeño fue dos veces, que saben de la existencia de la
perimetral que la actora llamó al 911 en una oportunidad, que la actora fue candidata, que cuando la
suspendieron a la actora se enteró del problema con Sedeño, que sabe que por la parte sindical entregan
presentes, que cree que entregaron una cadenita, que a la actora le entregó Nicolas Benchoan.

Alfredo Martin Blanco (fs. 413) trabaja para la demandada y es compañero de trabajo de la actora, que
una vez vio a Sedeño en el local, que es jefe directo de la actora, que la actora le comentó sobre un
incidente en el locker y le consiguieron un lugar con cámaras, que le mostró una foto luego que decía “no
son 30.000 van a ser 30.001” que le dijo que era una amenaza, que una vez tuvo una descompensación
y la actora dijo que Ortigoza hizo abandono, que la actora le pidió entonces a Nicolás Benchoan que la
lleve a la Clínica, que también paso que se quejó porque no tenía la comida especial, que la actora
reclamaba que era parte de la persecución, que cuando vio a Sedeño fue por un paro por el despido de
una persona, que estaba en la entrada del local, que no recuerda si fue día de semana o fines, que la
actora le dijo que se sentía perseguida por la empresa, que luego de perder inicio la causa contra Sedeño
por acoso, que le decía que Matías Torres era enviado por Sedeño que la hostigaba y tenía miedo, que
los delegados suelen entregar una crema o un collar, que vio de lejos cuando Benchoan le dio el presente
a la actora y escuchó gritos, que la actora le dijo que le había revoleado la cadena en la cara, que había
dos clientas y escucha que la actora dice así no se puede trabajar esto es maltrato, que le dijo que la
había insultado, que las clientes dijeron pobre chica como puede estar trabajando en esta situación, que
la actora trabaja en feriados, que la actora le dijo que estaba en la lucha para la mujer, contra de
persecuciones gremiales, del acoso y que toda la causa tenía un valor mas que económico.

Y por último por el codemandado Sedeño obra testimonio de Sasha Nicolás Udovic Benchoan (fs. 330),
Sandra Susana Corzo (fs. 390), Carlos Matías Torres (fs. 397) y Yen Benjamin Romero Ramos (fs. 409).

Sasha Nicolás Udovic Benchoan (fs. 330) dijo que es empleado de Cencosud, que es delegado, que
conoce a la actora y a Sedeño, que la actora comenzó a laborar en el 2013, que no puede precisar los
días y horarios que trabaja la actora ni cuantas veces la vio, que vio a Sedeño en el local en ocasión del
despido de compañeros, que repartieron cadenitas de regalos, que la actora lo rechazó, que les dio un
discurso político, que la actora ingresó porque eran votos que podían sumar, que cuando la actora se
descompuso la llevó al sanatorio, que se enteró por un medio digital que a la actora la habrían
amenazado con el tema de “que los 30000 desparecidos iba a haber uno mas”, que desconoce si la
empresa tomo alguna determinación.

Sandra Susana Corzo (fs. 390) que trabaja para la demandada, conoce a la actora y a Sedeño porque
fue candidata a delegada, que se cruza con la actora en el vestuario y en el comerdor, pero no se cruza
con frecuencia, que no sabe si la actora tuvo inconvenientes con el locker, que

Sedeño se ocupa de los problemas que los empleados pueden tener con la empresa, va cuando hay
algún paro o despido, que lo vio dos veces en el local, que estuvieron siete días de paro por Pablo
Contreras, que la actora tuvo episodios como descomponerse, que la actora le dijo que se sentía
discriminada, que no tenían el mismo trato con ella que los demás, que el trato de la actora con los del
sindicato era bueno, que hay regalos del cuerpo de delegados, que la actora tuvo un problema con
Ortigoza que es supervisora.

Carlos Matías Torres (fs. 397) dijo que conoce a la actora porque trabaja para Cencosud, que Sedeño
porque es miembro del sindicato, que se cruzaba con la actora porque es respaldo de cajas, que la
actora fue candidata en el 2016, que a Sedeño se lo cruzó dos o tres veces, cuando estaban de paro o
echaban a alguien, que la actora dijo que le habían puesto un perro muerto en el locker, también una
inscripción amenaza que decía que ya no eran 30000 desaparecidos sino que 30001, otra vez la actora
comentó que le habían robado, que no tiene trato con la actora, que tuvo un incidente con la actora en
un reclamo en la legislatura, que hay videos, que la actora pidió que él no la reemplace más, que decían
que había una perimetral, que se imagina que el trato de la actora con los compañeros debe ser pésimo,
que no le consta si tiene algún problema de salud, que ha concurrido a reuniones fuera del local donde
estaban Sedeño y la actora, que sabe por comentarios que hubo un problema por una cadenita que se la
reboleó un delegado, que la actora era un persona muy problemática.

Yen Benjamin Romero Ramos (fs. 409) que conoce a la actora y a Sedeño por el sindicato, que trabaja
para Censosud, que conoce a la actora porque militaron juntos en una votación para delegados en el
2014, que no recuerda si la actora tuvo inconveniente con el locker, que la actora les decía que ante un
problema concurran a Sedeño, que no recuerda haber visto a Sedeño en el local, que cuando perdió la
actora cambió y quizo hacerlo mierd a Raul, que desconoce el motivo, que supo estas cosas por
comentarios cuando estuvo internado, que estuvo así casi tres meses, que no sabe como es el
desempeño de la actora en cajas, que el dicente intuye que la actora quiere un cargo en el sindicato.

III. Tal como antes se adelantara, el contexto fáctico descripto y analizado (cfr. arts. 386 CPCCN.) me
persuaden que la actora logró acreditar los hechos que sustentan su pretensión.

De lo expuesto por los testigos que declararon a instancias de la trabajadora surgen acreditadas las
condiciones de trabajo denunciadas por la accionante en su demanda.

En efecto, todos los deponentes fueron coincidentes en afirmar que durante el marco de la relación de
trabajo habida con Cencosud SA debía desempeñar sus tareas en un ambiente en el cual resultó objeto
de persecución, malos tratos y víctima de acoso con connotación de tinte sexual y segregativas llevadas
a cabo por el codemandado Sedeño, dependiente de la empresa.

Bárzola (fs. 317) dio cuenta de que Sedeño fue la persona que la hizo entrar a trabajar y relató que
presenció dos situaciones en las cuales la actora se veía vulnerada en su dignidad y apuntó que le tenían
miedo a Sedeño, que incluso ésta una vez le pidió que le diera una pastilla a la actora y luego lo llamara,
hechos de gravedad que también fueron aludidos por Rodriguez (fs. 325), quien también evocó que vio
que discutía la actora con el demandado en la planta baja del establecimiento y que su amistad con la
actora era un obstáculo que les era señalado en forma reiterada por allegados a éste. No menos
comprometida es la situación que declara Guagliardi (fs. 334) cuando declaró que en ocasión de que la
actora celebró una asamblea fue filmada y “la seguían a todo lados” y que esa misma tarde vio a Matías
Torres diciendo que las fotos de la actora se las tenían que mandar a Sedeño, que también grabó a la
testigo diciendo que no sabía dónde se estaba metiendo por el tema que pasaba entre Eva y el Sr.
Sedeño.

Si bien la demandada ha impugnado las declaraciones de los testigos traídos por la actora (ver
presentaciones de fs. 340, fs. 344, fs. 354, fs.357, fs. 423, fs. 424) sus manifestaciones carecen de
eficacia para restar valor probatorio a tales testimonios, en tanto que no se advierte razón alguna para
descalificar sus dichos cuando éstos se observan coherentes, concordantes y suficientemente fundados
en cuanto a las circunstancias de tiempo, modo y lugar y provienen de personas que han tomado
conocimiento directo de los hechos sobre los que declaran pues todos fueron compañeros de trabajo de
la accionante.

Consecuentemente, analizados los testimonios conforme las reglas de la sana crítica (cfr. art. 386
C.P.C.C.N.) les otorgaré plena eficacia probatoria y convictiva sobre el tema en controversia (cfr. arts. 90
L.O. y 386 del C.P.C.C.N.).

Frente a ello de las declaraciones de los testigos que declararon a instancia de las demandadas, todos
actuales dependientes, ningún dato útil puede extraerse para dilucidar la controversia, refrendando
parcialmente los dichos anteriormente analizados.

Fonte (fs. 312) dijo que conoce a la actora porque le entrega el recibo de sueldo, que no trabaja sábados
y domingos, que cuando tomó el local de Easy Palermo su jefa le presentó a Sedeño que es
Subsecretario de Relaciones Gremiales del Sindicato de Comercio, desconoce cual es la relación que
mantiene con Cencosud, que lo vio dos veces, de lo que se sigue que no logra lo que procura al no tener
un conocimiento acabado de la relación de la actora con los demandados, por otra parte da cuenta del
suceso del locker abierto, que incluso vio fotos de “no son 30.000 son 30.001”, corroborando asimismo
que la actora era anticoagulada y que cuando ésta fue sancionada por los vueltos les comentó lo del
tema de Sedeño. Además todos los declarantes dijeron saber del incidente del locker, salvo Ortigoza (fs.
322), aclarando esta última que se cruza con poca frecuencia con la actora y que conoce a Sedeño de
nombre por su actividad gremial, que el trato con la actora con sus superiores y compañeros era bueno,
normal, al igual que dijo Villamarin (fs. 347) y Sosa (fs. 394), contraponiéndose este aspecto con los
dichos de Fonte (fs. 312). Weingandt (fs. 404) dijo que la actora tuvo un incidente con el locker, que fue
a recursos humanos y mostró una foto que decía “que iban a ser 30.001 desaparecidos”, que cuando la
suspendieron se enteró del problema con Sedeño, al igual que Blanco (fs.413), jefe de la actora, el que
también apuntó que la actora le dijo que tenía miedo de Matías Torres, enviado por Sedeño, que la
hostigaba, y además dijo que vio de lejos cuando Benchoan le dio el presente a la actora y escuchó
gritos, que la actora le dijo que le había revoleado la cadena en la cara, que había dos clientas, que le
dijo que la había insultado, que las clientes dijeron pobre chica como puede estar trabajando en esta
situación, corroborado este último suceso con los dichos de la declarante que aportó la actora, Alperin
(fs. 402).

En nada modifican las consideraciones expuestas los dichos de Benchoan (fs. 330) el que no puede
precisar los días y horarios que trabaja la actora ni cuantas veces la vio, recalcando que se enteró por un
medio digital que a la actora la habrían amenazado con el tema de “que los 30000 desparecidos iba a
haber uno mas” aclarando y que desconoce si la empresa tomo alguna determinación. Corzo (fs. 390)
dijo que no se cruza con frecuencia con la actora. Matías Torres (fs. 397) dijo que la actora dijo que le
habían puesto un perro muerto en el locker, lo cual no fue invocado por ninguna de las partes ni se
encuentra corroborado por ningún elemento probatorio, por otra parte apuntó sobre la amenaza que
decía que ya no eran 30.000 desaparecidos sino que 30.001. Ramos (fs. 409) agrega que intuye que la
actora quiere un cargo en el sindicato, lo cual luce como una apreciación subjetiva del testigo que no
encuentra asidero en ningún elemento fáctico que surja de la causa.
A lo expuesto cabe agregar que el hecho nuevo admitido a fs. 477 y sobre el cual declaró la testigo
Gabriela de los Angeles Rodriguez (fs. 512/514) en reconocimiento del audio acompañado por la actora
en soporte CD a fs. 444, ello exhibido en presencia de las partes en oportunidad de la audiencia
celebrada a fs. 492, relató que el hecho que se reproduce ocurrió a mediados del año 2017 al ser citada
por Sedeño en el Easy de Velez, que se encontraba presente el gerente de la sucursal y que se expresó
hacia la actora y sobre la violencia hacia la mujer, que hubo una asamblea convocada por Sedeño en la
cual haciendo alusión el hecho del locker dijo“…ahí sale una foto de un locker donde dice fueron 30.000
desaparecidos, con vos son 30.001…” y que “…yo lo único que digo es, pido a Dios que la ayude, porque
la verdad es que es una persona enferma…”, por lo que más allá de la frecuencia con la cual pueda o no
haber concurrido Sedeño al establecimiento, lo cierto y concreto es que de todos modos no caben dudas
de que se trató de una situación en la cual se veía involucrado un sujeto dependiente de la empresa que
menoscabó los derechos de otro trabajador, en este caso, la Sra. Serrano.

No dejo de lado el hecho nuevo que se hizo lugar por resolución de fs. 523/524 en el cual se declaró el
sobreseimiento en una causa seguida contra Sedeño por por un hecho ocurrido el 8 de julio de 2017 por
el delito de desobediencia de la medida ordenada por la suscripta, por cuanto lo que aquí se está
analizando es la conducta de acoso llevadas a cabo por Sedeño y el actuar omisivo de la empleadora por
lo que aun teniendo por cierto que el demandado no cometió un delito que encuadre en un tipo penal o
que se haya declarado la prescripción de la acción, lo cierto es que ello resulta irrelevante en el contexto
de la causa ya que lo que aquí se está analizando es el derecho que tiene toda mujer, en este caso,
Serrano a llevar una vida sin violencia en todos los ámbitos en los términos de la Ley 26485 y los
tratados internacionales con jerarquía constitucional, normas que han sido incumplidos por los
demandados conforme surge de las circunstancias fácticas que fueron señaladas en forma unívoca y
convincente por los testigos que declararon en la causa a instancias de Serrano.

De tal forma a modo de reseña cabe rememorar que los elementos hasta aquí analizados dan cuenta que
el demandado Sedeño ejerció un tipo de violencia sobre la actora tanto por sí como por allegados dentro
y fuera del ámbito de trabajo, que se intentó la segregación de la actora por medio de intimidaciones a
trabajadoras con las que tenía vinculación, que la empleadora estaba anoticiada de dichas circunstancias
que eran conocidas por muchos compañeros de trabajo y pese a ello no ejerció ninguna medida idónea
tendiente a salvaguardar la integridad de la trabajadora.

Con ajuste al principio de las cargas dinámicas de la prueba que impone el art. 6º inc. c) último párrafo
del Decreto 1011/2010, reglamentario de la Ley 26485 de Protección Integral para prevenir erradicar y
sancionar la violencia contra las Mujeres, ratificado en su contenido conceptual por la Corte Federal en el
precedente “Pellicori” (Fallos 334:1387), corresponde tener debidamente acreditada la existencia de
violencia laboral configurada por una conducta persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que
fue sometida la actora, menoscabándola en su ámbito laboral y lesionando sus legítimos derechos en
violación a derechos humanos fundamentales como el principio de igualdad, el de no discriminación y el
deber de no dañar (arts. 4, 17 y 81 de la LCT, 7 de la Ley 23551, 1º de la Ley 23592 y 14, 14 bis, 16, 19
y 75 inc. 22 CN), derechos que le corresponden en su condición de ser humano y de persona trabajadora
(art. 4 de la LCT).

Sabido es que el deber de previsión (cfr. arts. 75, 76 y 77 de la LCT) comprende la obligación del
empleador de tomar las medidas adecuadas conforme las condiciones especiales del trabajo para evitar
que el trabajador sufra daños en su persona o en sus bienes, existiendo en la Ley de Contrato de Trabajo
numerosas disposiciones que tienden a asegurar la indemnidad del trabajador (cfr. arts. 4, 62, 63, 65,
66, 68, 70, 72, 75 ) debiendo el empleador adoptar medidas idóneas para tutelar la integridad psicofísica
de los trabajadores, obligación que dimana del deber genérico de seguridad y del principio de
indemnidad, preservando la dignidad de aquéllas y como se ha visto no lo hizo.

Corresponde recordar que el art. 14 bis de la Constitución Nacional dispone que “El trabajo en sus
diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que aseguraran al trabajador, condiciones
dignas y equitativas de labor (…)”, al respecto y como sostiene Bidart Campos tal cláusula alude al
modo, a la calidad y a la circunstancia con que debe ser tratado y en que debe ser ubicado el trabajador
y su trabajo, en lo que aquí interesa se refiere al trato respetuoso a la índole misma del servicio que se
presta “pretende asegurar mediante las aludidas condiciones la existencia digna de la persona humana”
(cfr. Bidart Campos Germán, J., “Principios constitucionales de Derecho del Trabajo (individual y
colectivo) y de la Seguridad Social en el art. 14 bis” , Ty SS, 1981-481).

El empleador debe velar irrestrictamente por la integridad psicofísica de sus dependientes mientras se
encuentren dentro del establecimiento y/o cumpliendo sus tareas, obligaciones que dimanan del deber
genérico de seguridad y del principio de indemnidad (arts. 75 LCT), de la misma forma que debe
preservar también la dignidad del trabajador cuyo fundamento no es otro que el dispositivo
constitucional que le garantiza "condiciones dignas y equitativas de labor" (art. 14 bis CN). De ahí que el
principal no sólo se encuentra legitimado para tomar medidas en resguardo de la integridad de sus
dependientes sino que ello constituye una exigencia derivada del principio de buena fe exigible al buen
empleador y lo esperable de éste (arts. 62, 63 y concs. LCT).

Se advierten pues evidente la violencia ejercida en el trabajo generado por un dependiente de la


demandada que revela la comisión de un acto ilícito y prohibido y que denota acoso laboral, el cual se
configura, al decir de la jurisprudencia y doctrina, cuando una persona o grupo de ellas, de modo
repetitivo y sistemático, adopta una conducta hostil o arbitraria contra el trabajador para disminuirlo o
desprestigiarlo en el ámbito de la empresa con la finalidad o intención de que abandone el empleo,
acepte una disminución en las condiciones de trabajo, sea eliminado del cargo que ocupa u otras
conductas u omisiones que lesionen su dignidad e integridad moral y psíquica.

Queda claro, así también, que la demandada incumplió los estándares internacionales de derechos
humanos, específicamente la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer (Cedaw), de rango constitucional, que en su artículo 11 obliga al Estado a adoptar todas
las medidas apropiadas para asegurar el derecho al trabajo como derecho inalienable de todo ser
humano y 6° inc. a) de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer “Convención e Belem do Pará”, ratificada por Ley 24632 de 1996, que incluye el derecho
a ser libre de toda forma de discriminación, instrumentos internacionales que en conjunto, constituyen el
soporte de las disposiciones contenidas en la Ley 26485 y su Decreto reglamentario 1011/2010 de
Protección Integral a las Mujeres que garantiza el derecho de la mujer a vivir una vida sin violencia y
específicamente contempla y reprime las conductas que afectan “…la vida, la libertad, dignidad,
integridad física y psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad
personal…” y en su art. 6° inc. c) establece que una de las modalidades de la forma en que se manifiesta
la violencia laboral consiste en aquella conducta, acción u omisión que discrimina a las mujeres en los
ámbitos de trabajo público o privado y que obstaculiza, entre otros, la estabilidad o permanencia en el
empleo, acarreando como consecuencia un perjuicio a la integridad de la trabajadora.

La ley entiende por violencia contra la mujer toda conducta, acción u omisión que de manera directa o
indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada en una relación desigual de poder afecte
su vida, libertad, dignidad, integridad física psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así
también su seguridad personal. En su art. 6 califica como violencia laboral determinados actos pero tal
como lo aclara el Decreto 1011/2010 las definiciones de violencia comprendidas en el art. 6 de la Ley
26485 no deben interpretarse en sentido restrictivo ni taxativo como excluyentes de hechos
considerados como violencia contra las mujeres por otras normas. Así el inc. c. del art. 6 de la norma
reglamentaria considera discriminación en el ámbito laboral a cualquier omisión, acción consumada o
amenaza que tenga por fin o por resultado provocar distinción, exclusión o preferencia basada en los
motivos mencionados en la Ley 26485 o en cualquier otro que tenga por efecto anular o alterar la
igualdad de oportunidades o de trato, empleo u ocupación de las mujeres. En el mismo sentido, entiende
discriminatoria la exigencia, tanto sea para acceder como para mantener un contrato de trabajo, de
cualquier requisito inherente a la pertenencia de género.

Por otra parte apunta que debe entenderse por violencia de tipo sexual a cualquier acción que implique
la vulneración en todas sus formas del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida
sexual a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza, intimidación o acoso y en cuyo caso deberá
atenerse a lo dispuesto en el artículo 2º de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer, conforme la cual la violencia contra las mujeres incluye, junto con
la física y la psicológica, a la violencia sexual y se refiere tanto a las acciones o conductas que tengan
lugar dentro de la familia, como a las que se produzcan en instituciones educativas, establecimientos de
salud o en los lugares de trabajo (art. 5 inc. 3 Ley 26485 y Decreto 1011/2010).

Habiéndose acreditado que existió un supuesto de violencia laboral configurado por una conducta
persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora, el caso encuadra en las
disposiciones de la Ley 26485 y su dec. Reglam. 1011/2010 de Protección Integral a las Mujeres norma
que encuentra sustento en lo normado por los arts. 1° de la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y 2° de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer “Convención de Belem do Pará.

Estas reflexiones no constituyen meras expresiones dogmáticas, por el contrario, guardan estrecha
relación con obligaciones específicas del Estado argentino que a nivel internacional se concretan en el
estándar denominado “Deber de Diligencia”, que lo compelen a garantizar, promover, cumplir y proteger
los derechos humanos de todas las personas y en particular, asegurar que la mujer goce una vida libre y
sin violencias, en especial, afianzar el acceso irrestricto a la justicia, la investigación, el juzgamiento y las
reparaciones.

El sustento normativo referido a las obligaciones estatales en el ámbito internacional y en lo que aquí
interesa, se encuentran contempladas en el preámbulo de la Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre; del preámbulo y proclama de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Parte 1, Capítulos 1 y 3), el Protocolo Adicional a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos “Protocolo de San Salvador” (aprobado por Ley 24658),
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y culturales,-PIDESC- (Parte II art. 3), y el
Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos –PIDCP- ((Parte II, arts.2.1 y 2.2.y 3) y su
Protocolo Facultativo. Todos estos instrumentos internacionales gozan de jerarquía constitucional (art. 75
inc. 22 C.N.) y mediante disposiciones similares establecen la obligación del Estado de dictar y adoptar
medidas para asegurar a la persona humana el pleno goce y ejercicio de sus derechos y libertades.

Por su parte, la Convención de Belém do Pará, en su art. 7 enumera las medidas que deben adoptar los
Estados partes para prevenir, sancionar y erradicar la violencia, entre ellas: actuar con la debida
diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer; adoptar medidas
administrativas, jurídicas, legislativas, procedimientos legales justos y eficaces, mecanismos judiciales y
administrativos para que la mujer tenga acceso efectivo a la reparación efectiva del daño e inclusive en
su art. 8. h. exige adoptar medidas específicas.

Sobre esta base, en el ámbito del Derecho del Trabajo, respecto de la violencia que se manifiesta en las
relaciones laborales, es pertinente la referencia a los convenios de la Organización Internacional del
Trabajo, que al ser ratificados por nuestro país, constituyen fuentes del Derecho del Trabajo y como
derivación de la reforma constitucional de 1994, conforme lo previsto por el art. 75 inc. 22 poseen
jerarquía superior a las leyes. Desde esta óptica, el Convenio 111 de 1958, ratificado por Ley 17677,
relativo a la discriminación en el empleo y ocupación, define a la discriminación como toda “…. distinción,
exclusión, o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política, ascendencia
nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de oportunidades o de trato en
el empleo y la ocupación…” (art. 1).

Si bien la ley positiva, no obliga a un empleador a segregar de su staff a un trabajador que perturba la
tranquilidad de espíritu de una compañera de trabajo con desmanes y hechos que afectan su dignidad, si
opta desde la libertad por conservar la relación laboral con quien se sindica como agresor, también opta
por asumir los riesgos que desde el plano de la organización empresaria le significará contar con un
dependiente que, fuere por la razón que fuere, será apto para conspirar contra la existencia de un
ambiente laboral decente y sano, para cuya concreción es básico que comience por ser digno desde el
plano humano. Por dicha razón, la demandada no puede ser eximida de responsabilidad frente a la
situación que tuvo que soportar la trabajadora pues se encuentra comprometida su responsabilidad por
resultar titular del pleno poder de organización y dirección de la empresa (arts. 64 y 65 LCT);
Así, en numerosos pronunciamientos se ha señalado que la violencia laboral se manifiesta en diferentes
formas de maltrato y en cualquiera de sus expresiones. Consiste en el ejercicio deliberado y abusivo del
poder que se exterioriza en el desarrollo y ejecución del contrato de trabajo y que ocurre en el lugar
donde debe permanecer o acudir la persona trabajadora para prestar sus servicios bajo el control directo
o indirecto de la empleadora. Dicho actuar ilegítimo puede ser llevado a cabo por compañeras o
compañeros de la persona trabajadora, por empleadas o empleados superiores, por la propia empleadora
y hasta por un tercero o tercera persona, mediante toda acción, conducta o inactividad ejercida o
tolerada en el ámbito laboral. Tiene por objeto obtener un resultado concreto que tiende a doblegar la
voluntad de la víctima, ya sea para que abandone su puesto de trabajo, renuncie, sea despedida o
despedido o como exigencia para que se mantengan o no sus condiciones laborales, circunstancias que
restringen la esfera de la libertad y constituyen un atentado a la dignidad, la integridad física, moral o
sexual de quien presta su fuerza de trabajo (ver SALA I, SD 92.930 del 28/09/2018 “D. S. A., C. R., c/
Massalin Particulares SA s/ Despido” Expte Nº 25.284/2016/CA1).

La prueba rendida en la causa exterioriza que la demandante fue afectada en su derecho a un ambiente
de trabajo saludable, libre de violencia u hostilidad y fue, en contraposición, víctima de violencia laboral,
tal como lo define el art. 6 de la Ley 26485.

Desde tal perspectiva de análisis el empleador como titular del poder de dirección (cfr. art. 65 LCT) debió
arbitrar los medios necesarios para restablecer la armonía que debe primar en todo ambiente de trabajo,
preservando la integridad y dignidad de la trabajadora (cfr. art. 75 LCT) garantizando su seguridad y
haciendo cesar toda situación de violencia, evitando la repetición (cfr. art. 26 Ley 26485), máxime
teniendo en cuenta la volátil situación de salud de la actora que padece trombofilia (ver declaraciones
analizadas y también oficio al nosocomio Sagrado Corazón a fs. 197/200, cf. art. 477 del CPCCN) por lo
que es evidente que se requería de la empleadora una actuación más diligente, respetuosa de la
integridad psicofísica y de su dignidad como dependiente y como persona humana.

Si se han acreditado las conductas ilícitas de las cuales fue víctima la actora durante el desarrollo del
vínculo laboral, protagonizadas por quienes por sus funciones representaban al empleador en el lugar de
trabajo, los daños ocasionados en la persona de la trabajadora resultan resarcibles por aquél por los
hechos del dependiente (art. 1753 del C.C.C.).

En cuanto a las medidas peticionadas contra la empleadora, sabido es que el deber de previsión (cfr.
arts. 75, 76 y 77 de la LCT) comprende la obligación del empleador de tomar las medidas adecuadas
conforme las condiciones especiales del trabajo para evitar que el trabajador sufra daños en su persona
o en sus bienes, existiendo en la Ley de Contrato de Trabajo numerosas disposiciones que tienden a
asegurar la indemnidad del trabajador (cfr. arts. 4, 62, 63, 65, 66, 68, 70, 72, 75) debiendo el
empleador adoptar medidas idóneas para tutelar la integridad psicofísica de los trabajadores, obligación
que dimana del deber genérico de seguridad y del principio de indemnidad, preservando la dignidad de
aquéllos.

En consecuencia, dado que en el caso se acreditó la violencia laboral configurada por una conducta
persecutoria, discriminatoria, abusiva e injuriosa a la que fue sometida la actora, menoscabándola en su
ámbito laboral y lesionando sus legítimos derechos en violación a derechos humanos fundamentales
como el principio de igualdad, el de no discriminación y el deber de no dañar (arts. 4, 17 y 81 de la Ley
de Contrato de Trabajo, 7 de la Ley 23551, 1º de la Ley 23592 y 14, 14 bis, 16, 19 y 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional), derechos que le corresponden en su condición de ser humano y de persona
trabajadora (art. 4 de la LCT) desde tal perspectiva de análisis la empleadora como titular del poder de
dirección (cfr. art. 65 LCT) deberá arbitrar los medios necesarios para restablecer la armonía que debe
primar en todo ambiente de trabajo, preservando la integridad y dignidad de la trabajadora (cfr. art. 75
t.o. Ley 27323) garantizando la seguridad de la actora, haciendo cesar toda situación de violencia
evitando la repetición (cfr. art. 26 Ley 26485) y ordenando al demandado Sedeño al cese de toda
conducta que implique ejercer violencia sobre la trabajadora, debiendo evitar su concurrencia en los días
y horarios que ésta presta tareas en el establecimiento.

No soslayo que el codemandado es uno de los sujetos protegidos por la Ley 23551 por la denominada
tutela sindical, pero sin perjuicio de resaltar que la protección prevista por la LAS no ampara hechos
como los aquí alegados y acreditados, es decir, la protección de la mujer libre de violencia, el respeto de
los atributos de su personalidad, como la intimidad personal o su dignidad personal, deben primar sobre
la tutela sindical del trabajador, lo cierto y concreto es que la medida dispuesta no implica un menoscabo
a la libertad sindical o libre ejercicio de sus funciones sindicales a poco que se aprecie que el demandado
no presta servicios en el establecimiento de la demandada donde la actora cumple su trabajo teniendo
en consideración por lo demás el tiempo de su prestación: sábados y domingos de 12 a 21 horas.

Como corolario de ello, corresponde fijar una reparación conforme con las reglas generales que emanan
de los arts. 1737 y 1738 y ccdts del C.C.C. por el cual hay daño cuando se lesiona un derecho o un
interés que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva, debiendo la
indemnización comprender la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el
beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de
chances, incluyendo especialmente las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la
víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas y las que
resultan de la interferencia en su proyecto de vida.

Para ello será necesario considerar que ese consuelo o bálsamo para el alma puede lograrse obteniendo
descansos reparadores, un viaje compensador, unas vacaciones, acceso a distracciones, lecturas,
espectáculos etc., teniendo en consideración la magnitud y duración del hecho ofensor, las circunstancias
del ámbito injuriante, la situación personal de la víctima, su salario y antigüedad.

Desde esta perspectiva y de acuerdo con lo normado por los arts. 51, 52, 1.738 y 1.770 del CCC y art.
35 de la Ley 26485 debe admitirse la viabilidad del resarcimiento reclamado con fundamento en daño
moral y condenar a la empleadora demandada al pago de una reparación del perjuicio ocasionado,
resulta adecuado fijar esa partida en la suma de $ 200.000 (cf. art. 165 del CPCCN), determinada a la
fecha de este pronunciamiento.
Toda vez que Sedeño incurrió en actos de violencia de tipo psicológica y sexual, consideradas como tales
por la Ley 26485, su responsabilidad se fundamenta como autor del daño en el art. 1724 y 1749 del
C.C.C., por la que deberán responder en forma solidaria (cf. art. 1751 del CCC).

IV. En cuanto a los intereses el 28 de mayo de 2014 la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
comunicó a los juzgados de primera instancia las actas 2600 y 2601 por las que se dejó sin efecto la
anterior 2357 y se estableció “que la tasa de interés aplicable sea la tasa nominal anual para préstamos
personal libre destino del Banco Nación” y que “comience a regir desde que cada suma es debida
respecto de las causas que se encuentran sin sentencia y con relación a los créditos del trabajador”.

La Prosecretaría General de la Cámara ha publicado en la intranet del Fuero las referidas tasas:

Tasa nominal anual para préstamos personales libre destino.

Evolución de la T.N.A. de 49 a 60 meses

Desde 07/11/2003 19,90 %

Desde 13/05/2008 21 %

Desde 11/12/2008 30,50 %

Desde 22/03/2010 26,50 %

Desde 29/11/2011 30,50 %

Desde 30/09/2013 33 %

Desde 05/02/2014 36 %

En la misma publicación se incluye la siguiente nota: “La denominación actual reemplazó a las anteriores
a partir de la Reg. 419 Nación Personales Libre Destino de fecha 22/03/2010. La inmediata anterior
respondía a Préstamos Nación Personales cuya vigencia comenzó con la Reglamentación 405 del
11/12/2008. Y la previa a ésta se denominaba Préstamos Personales y Familiares. En todos los casos los
porcentajes publicados responden a la misma tasa de interés”.

A partir de la fecha de la última publicación, la tasa nominal anual vigente para préstamos personales
libre destino del Banco Nación se mantendrá en un 36 % (Acta CNAT 2630 del 27/04/2016) hasta el
1/12/2017, fecha en que se aplicará la “tasa activa efectiva anual vencida, cratera general diversa del
Banco Nación que al día de la fecha es del 29.32 % anual” (conf. Acta CNAT 2658 del 8/11/2017) o la
que en su defecto fije la Cámara en su reemplazo.

Razones de economía procesal y de mejor orden en el trámite de las causas (art. 23 LO) me mueven a
sujetarme al referido criterio (Actas 2601, 2630, y 2658).

En consecuencia, desde EL 15/5/2019 se liquidará el interés que corresponda al período, de acuerdo con
el detalle que antecede y con los cálculos que en el futuro difunda la Prosecretaría General de la Cámara
Nacional de Apelaciones del Trabajo para los períodos sucesivos, hasta el momento de su efectivo pago,
mediante depósito judicial en autos, dentro del plazo de cinco días de producida la liquidación del art.
132 de la L.O.

Se deja constancia que la tasa mencionada se fija, en los términos de los arts. 767 y 768 CCC hasta
tanto el Banco Central dicte las reglamentaciones y fije las tasas respectivas.

V. Dado el volumen de causas en trámite en el Fuero, ampliamente conocido, a fin de asegurar la mayor
celeridad en los trámites, de reducir la necesidad de concurrencia a la mesa de entradas y de evitar el
tiempo que insume a los litigantes presentarse en el juzgado para retirar los giros y, luego, en el Banco
Ciudad para transferir o retirar las sumas respectivas, se hace saber que todos los giros de capital,
reintegro de capital y honorarios se realizarán exclusivamente bajo la modalidad electrónica. A tal fin,
queda intimada la parte actora para denunciar su Cuil (si no consta todavía en la causa) y para
acompañar, en la oportunidad del artículo 132 LO constancia bancaria de la que surja la titularidad de la
cuenta y su número de CBU; para el caso de cotitularidad, acompañará las partidas que justifiquen el
vínculo. Se hace saber que las intimaciones ordenadas podrán ser cumplimentadas mediante la
modalidad de escrito de mero trámite (cfr. Acordada 3/2015 CSJN).

Los profesionales a su vez, deberán denunciar su condición impositiva con anterioridad a la etapa del
artículo 132 de modo de fijar el alcance de las eventuales obligaciones impositivas a ese momento.

VI. Las costas de la acción se imponen solidariamente a cargo de los demandados en atención al
resultado del juicio (cfr. art. 68 C.P.C.C.N.).

Para regular los honorarios profesionales tendré en cuenta la forma de resolverse la cuestión, el mérito y
la importancia de las labores desempeñadas y las disposiciones vigentes de la ley de aranceles y en
especial, los mínimos arancelarios (art. 38 LO y normas arancelarias).

Al efectuarse la liquidación de los emolumentos regulados a los profesionales actuantes, deberá


calcularse –también- la incidencia del porcentual correspondiente a la alícuota del Impuesto al Valor
Agregado, que integrará los mismos, y ello de conformidad con lo resuelto por la C.S.J.N (C181 –XXIV-
16/6/93, in re “CIA. GENERAL DE COMBUSTIBLES S.A. s/ RECURSO DE APELACION”) al establecer que
“aún cuando los honorarios regulados judicialmente no pueden asimilarse literalmente a los precios
concertados a que se refiere la norma legal que estableció el I.V.A., ello no permite obviar la ponderación
de que tal precepto revela inequívocamente que el legislador previó el funcionamiento del tributo de
manera tal que su carga se traslade hacia quien ha de pagar por el bien o el servicio gravado, sin que
existan elementos que autoricen a suponer que la materia bajo examen constituya una excepción a ese
principio”.

Por todo lo expuesto,

FALLO:

I) Ordenar al demandado RAUL SEDEÑO a cesar de todo acto de perturbación o intimidación que directa
o indirectamente realice hacia EVA GABRIELA SERRANO evitando la concurrencia al lugar de trabajo, en
los días y horarios en que la misma presta servicios en el establecimiento de Cencosud S.A. (sucursal
Easy Palermo);

II) Ordenar a CENCOSUD SA a que arbitre los medios necesarios para restablecer la armonía que debe
primar en todo ambiente de trabajo, preservando la integridad y dignidad de la trabajadora (cfr. art. 75
t.o. Ley 27323), garantizando su seguridad, haciendo cesar toda situación de violencia, evitando la
repetición (cfr. art. 26 Ley 26485), bajo apercibimiento de imponer astreintes por cada día hábil de
demora en su cumplimiento (cfr. art. 804 CCC);

III) Condenar en forma solidaria a RAUL SEDEÑO y a CENCOSUD S.A. a pagar dentro del quinto día a
EVA GABRIELA SERRANO la suma de PESOS DOSCIENTOS MIL ($ 200.000) que llevaran los intereses
determinados en el considerando nro. IV) de esta sentencia;

IV) Declarando las costas a cargo de los demandados en forma solidaria. A cuyo fin regulo los honorarios
por la representación y patrocinio letrado de la parte actora en el 17 %, en conjunto y por todo
concepto, los honorarios por la representación letrada de la demandada Cencosud SA en el 12 %, en
conjunto y por todo concepto, los honorarios por el patrocinio letrado del codemandado Sedeño en el 11
%, en conjunto y por todo concepto, y los honorarios del perito contador en el 7 %, todos del monto de
condena mas intereses. Hágase saber a las demandadas que deberán integrar al Fondo del
Financiamiento el honorario básico del conciliador en los términos del art. 13 in fine de la Ley 24635,
bajo apercibimiento de comunicación a dicho fondo.

Hágase saber que, eventualmente, todos los giros de capital, reintegro de capital y honorarios se
realizarán exclusivamente bajo la modalidad electrónica.

Regístrese, notifíquese a las partes, perito contador y Sra. Fiscal mediante notificación electrónica
(Acordada 23/2017 CSJN del 15/8/2013 y Resolución del Ministerio Público Fiscal del 28/8/2017) y,
oportunamente, archívese.

BEATRIZ ETHEL FERDMAN.

JUEZ DE 1RA.INSTANCIA

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