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ENSAYO SIMCE n3 Lenguaje
ENSAYO SIMCE n3 Lenguaje
LENGUAJE
II
MEDIO 2016
INSTRUCCIONES
• Contesta con el lápiz pasta o grafito que utilizas normalmente.
• Trata de contestar todas las preguntas de la prueba, incluso si no estás
completamente seguro de tu respuesta.
• Revisa tu nombre en la Hoja de Respuestas y traspasa tus respuestas a esta.
Los caminos
6. ¿Cómo conquistar esa paz? Ante todo, perdiéndonos el miedo unos a otros. Y la mejor
manera de perdernos el miedo es conocernos —que es ya, empezar a comprendernos—. Si
los chilenos hiciéramos hoy un esfuerzo serio por conocernos, descubriríamos algo
sorprendente: LO QUE NOS UNE ES MUCHO MÁS FUERTE QUE LO QUE NOS SEPARA.
Todos deseamos pan, respeto y alegría. Todos somos y nos sentimos chilenos, celosos de
nuestra soberanía, acostumbrados a la libertad. Todos entendemos que en nuestra mesa
común no puede haber privilegiados ni marginados. Todos queremos que esta tierra de
todos la disfruten todos, con los mismos derechos y las mismas oportunidades. TODOS
ANHELAMOS LA PAZ. Diferimos, sí, en los caminos, en los métodos, en la velocidad para
alcanzarla. Hay quienes quisieran dos aceleradores, mientras otros preferirían dos frenos.
Pero todos nos sentimos en el mismo coche.
7. Y si es así, si al conocernos descubrimos que somos tan semejantes, tan solidarios, tan
próximos, ¿por qué tanto prejuicio, por qué tanto miedo, unos de otros? ¿Será tan difícil
comprender al otro?, ¿comprender que, tras su lenguaje imperfecto, su conducta vacilante,
sus métodos discutibles pal pita el hombre sediento de justicia, el hombre que quiere amar y
ser amado, respetar y ser respetado, crecer bajo un techo que resguarde su intimidad, ser
padre responsable de hijos felices, crear sus propias obras, creer en un Dios que salvará la
obra de sus manos? ¿Puedo reprocharle que tenga los mismos anhelos, los mismos ideales
que yo tengo? ¿Puedo negarle los mismos derechos que reclamo para mí? ¿Puedo
condenarlo porque lo sorprendo en las mismas faltas y contradicciones en que yo caigo?
8. ¡CONOZCÁMONOS! Adentrémonos, con respeto, unos en otros, más allá de esa etiqueta o
denominación política que nos separa y aleja como si fuéramos extraños. ¡Conozcámonos,
para empezar a comprendernos! ¡Perdámonos el miedo unos a otros!
9. Eso es precisamente lo que hace tan precaria nuestra paz: que nos tenemos miedo. Nos
miramos con recelo, sintiendo o creyendo que uno amenaza los derechos del otro. Por eso
nunca tendremos paz si no tenemos justicia. Sí: la paz es obra y fruto de la justicia, y la
justicia consiste en amar los derechos de los otros, tal como ama uno sus propios derechos.
2. ¿Qué función cumplen las preguntas que se incorporan en el párrafo 7 del texto?
A. Invitan a cuestionarse sobre la importancia de la unidad para el desarrollo del país.
B. Llaman a la reflexión sobre la necesidad de asumir una postura inclusiva y autocrítica.
C. Destacan la valoración de las diferencias como parte de un proceso de conocimiento mutuo.
D. Critican el actuar prejuicioso de personas que son incapaces de reconocer
sus propias equivocaciones.
3. A partir del contenido del texto, ¿qué elemento se destaca en la visión que tiene el Cardenal
sobre la sociedad chilena a la que pertenece?
A. Tiene dudas sobre su capacidad para valorar la diversidad.
B. Es optimista sobre las motivaciones que encauzan sus decisiones.
C. Confía en que con esfuerzo logrará mantener los privilegios ya ganados.
D. Teme que la falta de empatía acabe acrecentando las diferencias existentes.
4. A partir de la opinión del emisor del texto, ¿cómo debería entenderse el proceso eleccionario en
el que se encuentra la sociedad, para que conduzca a alcanzar la paz?
A. Como una posibilidad de aprender a partir de los errores.
B. Como un desafío que se debe enfrentar en conjunto.
C. Como una oportunidad para comprender la justicia.
D. Como un privilegio que hay que aprender a valorar.
5. De acuerdo con la opinión del emisor, ¿qué tienen en común las personas que forman parte de
la sociedad chilena?
A. La aspiración hacia la justicia social.
B. La valoración de la identidad nacional.
C. La motivación para participar en los procesos cívicos.
D. La voluntad de conocerse para llegar a comprenderse.
6. A partir de la lectura del texto, ¿cuál de las siguientes alternativas presenta una consecuencia de
la paz social?
A. La capacidad de cada miembro de la sociedad para valorar las semejanzas y aceptar las
diferencias que tiene con los demás.
B. La posibilidad de abrir la mente a la comprensión de los problemas y necesidades de los
demás miembros de la sociedad.
C. La lucha de cada miembro de la sociedad por la defensa de los derechos de los demás tanto
como de los propios.
D. La participación de todos los miembros de la sociedad en los procesos eleccionarios.
Helga Schmidt González nunca pensó que alguna vez le tocaría pasar el Año Nuevo en
un aeropuerto, y menos en el de Gander, que no sabía si estaba en Escocia, Irlanda o
Canadá. —La tercera es la respuesta correcta —dijo Juanito Gándara, que estaba
emocionado, porque era la primera vez que ella volvía a Chile después de. Juanito le
trabajaba a los viajes en una agencia de Bremen. Inventó para ella la ruta de regreso
más disparatada, pero también la más económica, con largas esperas y cambios de
aviones en Gander, Miami y Lima,
todo durante la noche del Año Nuevo de 1986.
—Son 283 dólares menos —dijo Juanito— en Santiago te van a hacer falta.
Argumento definitivo.
Pero cuando Helga desembarcó en Gander en su vuelo desde Frankfurt a las 21.30
(locales) y vio la sala de tránsito vacía y tomó conciencia plena de que allí tendría que
esperar más de ocho horas y pasar el Año Nuevo en total soledad, le hizo falta todo su
sentido práctico germano de Osorno para no deprimirse. Pensar sobre todo que volvía a
Chile. ¡A Chile, por fin! Después de ocho años.
Había unas butacas cómodas. No sería mala idea dormir tres o cuatro horas. En la
pared blanca, a unos quince metros de distancia, parpadeaba una lucecita verde
hipnótica. Se sentó, estiró las piernas. Cambió de lugar para no mirar la lucecita y sacó
el espejito de la cartera para retocarse los labios. Se vio algo ojerosa y pensó en
repasar la sombra celeste que parecía agrandarle los ojos azules, heredados de su
padre.
De pronto, un altoparlante oculto hizo un ruido gutural y una voz femenina pidió en
alemán que Frau González se dirigiera a la oficina de vuelos. Algo así. La pronunciación
alemana no era buena, pensó con cierta superioridad.
Se puso de pie algo incierta y caminó hacia la puerta de cristales por donde había
entrado. Cuando ya llegaba a ella, apareció marchando militarmente una rubia de
uniforme azul marino con botones plateados y con una falda muy corta. Le mostró los
dientes y le indicó con un gesto que la siguiera. Caminaron largos pasillos seguidas por
el eco del taconeo marcial de la rubia. Llegaron a una oficina alfombrada donde el aire
estaba muy caliente y con olor a pinos. A un costado echaba calor una chimenea falsa
con brasas y leños falsos. Un hombre joven, flaco, de anteojos sin marco, la recibió
poniéndose de pie detrás de un escritorio plateado y le ofreció asiento. Luego fue al
grano sin demora:
—Ja, naturlich.
El hombre hablaba un curioso alemán dialectal, como de Friburgo, haciendo gallitos. —Es
un cambio ventajoso para usted. Y es que se embarque en nuestro próximo vuelo a
Ciudad de México, dentro de... —miró su reloj pulsera de piloto, con varias esferas— una
hora y 45 minutos. Se ahorrará una larga espera, sin costo alguno. ¿Comprende? Tendrá
conexión inmediata a Miami, donde podrá tomar un vuelo directo a Santiago, sin escalas.
Podrá estar más pronto con su familia y evitará tantas horas sola en la Noche Vieja. ¿Qué
le parece? Ella apretó los labios. Dónde estará la trampa. Los compañeros le advirtieron.
Dijo: —No. En Santiago me esperan en el vuelo que tengo reservado. Gracias, pero no.
No.
El flaco se mostró contrariado, pero trató de sonreír:
—Nein.
La misma rubia la escoltó de vuelta al salón de tránsito. Sin mirarla.
Una media hora después, la escena se repitió. La llevaron a otra oficina, más grande y
más caliente. Parece que afuera había nieve y mucho frío. Ahora el tipo era gordo, de
pelo rojizo y cogote colorado. Hablaba inglés y olía a whisky y a tabaco de pipa. Parecía
capitán de barco, pero de civil. Al tratar de convencerla de las ventajas del cambio de
vuelo usaba un tono paternal.
Helga mantuvo su negativa como una roca.
De vuelta en tránsito se maquilló cuidadosamente por cuarta vez desde su partida. Era
una operación que le daba seguridad en sí misma. Bostezó y se acomodó casi horizontal,
con las piernas en la butaca vecina. No supo si había alcanzado a dormir tres minutos o
veinte. Notó con un sobresalto que había un hombre de pie delante de ella. Bajó las
piernas y se enderezó con rapidez.
—Frau González, buenas noches. O buenos días —le dijo en castellano, con un acento
entre argentino y yanqui. Era muy elegante, tenía unos 50 años y a Helga le llamó la
atención lo fino que tenía el pelo, entre castaño y cano, muy bien peinado. Sin duda era
un ejecutivo de línea aérea. ¿O un agente de la CIA?
—Perdóneme que le insista, pero me parece que para usted es conveniente nuestra
oferta, ¿sabe? Además, le podemos buscar la variante que más le acomode. La
llevaremos en clase
Super DeLuxe. No va a tener queja ninguna, le garantizo. Podemos dejarla directamente
en Miami. Si desea, podrá esperar su vuelo, la reserva que tiene —lo decía con cierto
desdén— o puede elegir otro. El que le convenga. Sin costo adicional. Además, podrá
comunicarse por teléfono con quien desee en Santiago. Desde aquí, ahora mismo. Sin
costo alguno.
¿Teléfono? Su desconfianza comenzó a bordear el pánico.
—¡No! —dijo, en voz innecesariamente alta—. No quiero ningún cambio.
—¿No? —repitió el ejecutivo, sorprendido—, ¿está segura?
—Estoy segura. No.
No lo estaba, pero había resuelto no aceptar nada. No la harían caer en ninguna trampa.
En Santiago la iba a esperar su mamá, con un teléfono... ¡No! La maniobra era evidente.
El ejecutivo levantó los brazos y se fue, derrotado.
Ella volvió a acurrucarse en sus dos butacas.
Despertó cuando la llamaron a embarcar, siglos después. Caminó buscando el número de
la puerta de embarque a través de pasillos y salas y pasillos, luego por un túnel hasta el
vientre del inmenso avión. Se dejó caer en el lugar que le ofrecieron unas azafatas muy
serias. La hilera completa de asientos estaba desocupada. Pensó que podría dormir
regiamente, bien estirada y sin arrugar demasiado la falda.
Rugieron las turbinas, parpadeó una luz roja, Fasten seat belts. Cerró los ojos y cayó en
un sopor. Siempre le pasaba en el despegue.
Oyó una voz que decía: —Frau González..., ¡feliz Año Nuevo!
El avión ronrroneaba con dulzura y flotaba inmóvil en un cielo lechoso. Una azafata
provista de una sonrisa permanente le estaba sirviendo champaña de una pequeña
botella en una copa muy alta.
Helga se enderezó, dio las gracias como una niña bien educada de las Monjas Alemanas
y, mientras tomaba la copa, echó una mirada en derredor. En toda la cabina de primera
clase, donde la habían instalado, no se veía ni un solo pasajero.
Dejó la copa en una bandeja junto a su asiento. Se puso de pie. Caminó dos pasos y
desde el pasillo miró hacia la gigantesca zona de turismo. La azafata que le había servido
la champaña y otra que estaba a su lado, algo más alta, la miraban con un gesto raro, tal
vez de reproche. Vio doscientos o trescientos asientos blancos. Vacíos. El avión estaba
desierto.
Solo en ese momento comprendió que era la única, absolutamente la única pasajera del
Jumbo.
(Berlín, 1989)
José Miguel Varas, Año nuevo en Gander.
7. Según el relato, ¿qué busca la protagonista del relato al aceptar el itinerario que le ofrece
Juanito Gándara?
A. Disfrutar de un viaje en soledad.
B. Conocer otras ciudades alemanas.
C. Optimizar sus recursos económicos.
D. Llegar más rápidamente a su destino.
8. ¿Cómo reacciona la protagonista del relato ante los ofrecimientos que recibe?
A. Con sorpresa.
B. Con entusiasmo.
C. Con resignación.
D. Con desconfianza.
10. ¿Cuál de las siguientes ideas se desprende del final del relato?
A. Helga vio confirmadas todas sus sospechas previas.
B. Helga comprendió que no podría llegar a su destino.
C. Helga malinterpretó los ofrecimientos de cambio de vuelo.
D. Helga fue enviada a propósito en un avión sin otros pasajeros.
11. ¿Qué hecho explica la reacción de Helga frente a las ofertas de cambio de itinerario que
recibe?
A. La actitud desafiante de los funcionarios de línea aérea.
B. El deseo de mantener la propuesta de Juanito Gándara.
C. El recuerdo de los consejos que recibió de sus amigos.
D. Las características de las personas que la atienden.
12. ¿Qué sentimiento predomina en la protagonista del relato ante los hechos que ocurren durante
la espera de su vuelo?
A. El miedo de ver frustrado su regreso al país.
B. La expectativa ante la nueva vida que iniciará.
C. La tristeza por abandonar el lugar que la acogió.
D. El temor de encontrar un país distinto al que recuerda.
La memoria es el país
En los computadores, la memoria es el espacio donde guardamos todo lo que hacemos. Ahí
dejamos nuestros documentos de trabajo o cualquier cosa que escribimos, las fotos
familiares, la música que nos gusta y un largo etcétera. Esas cosas almacenadas en la
memoria del computador están ahí disponibles en cualquier minuto en que las necesitemos.
Guardamos las cosas que ocuparemos en nuestro presente o que queremos guardar para
ese extraño lugar que llamamos futuro.
¿Cuán parecido es el disco duro de un computador a la memoria de un país? ¿Cuán parecido
es almacenar archivos al almacenamiento de la historia y la cultura de Chile?
Son preguntas retóricas sin mucho sentido, pero que me llevan a una manera de ver y
entender la memoria como una herramienta que configura mi presente y que poco tiene que
ver con el pasado al que se suele asociar. La memoria no es pasado. La memoria es la
materialización presente de hechos anteriores que me ayuda a vivir de determinada manera.
En fácil: La memoria es lo que te hace levantarte, salir de tu casa y poder volver a ella,
acordarte de los nombres de tus familiares y de la clave de mail. Y yendo más allá: es lo que
te permite mejorar en la vida y crecer como persona.
¿Y la memoria del país? Básicamente es lo mismo pero con el componente, grande y difuso,
de que esa memoria es una construcción colectiva. Son las miles de memorias personales las
que construyen este gran “disco duro” del país, de la ciudad y de cada barrio.
Pero esa memoria no está en el pasado. Es el presente. Es lo que somos ahora y la base de lo
que seremos. No existe forma de evitar eso. No hay manera de que un país no tenga
memoria. No hay verdades oficiales ni extraoficiales que puedan eliminarla.
¿Por qué? Porque la memoria es el presente. Es el país que transitamos y las verdades que
sabemos. Son la existencia de todas las tendencias políticas. Es nuestra apatía o nuestra
participación. La memoria del país son los edificios gigantes que construimos y los
presidentes que elegimos. Son los árboles que plantamos y las represas que detenemos. En
definitiva la memoria de un país es el país mismo. Aquí y ahora.
El tema es que la memoria se construye. ¿Cuál es la memoria que quieres que vivan tus hijos?
Hoy tenemos este país construido en la memoria colectiva de todos, los de un lado y los del
otro. ¿Cuánta reflexión falta sobre el presente para entender aquellos hechos del pasado?
Preguntémonos cómo y por qué estamos aquí, en esta realidad, antes de dar más pasos.
Tomemos la memoria hoy, así como está, y aprendamos. ¿Cuánta reflexión a todo nivel,
político, familiar y personal falta para entender el país que tenemos y en el que queremos
vivir?
Es hora de pensar y soñar. De explorar nuestro “disco duro” colectivo y buscar cada archivo
que nos aporte, de subirnos a nuestros edificios y ver desde la altura qué dirección hay que
tomar. Construyamos los nunca más y edifiquemos la memoria de ese territorio imaginario
llamado país desde el único lugar que existe: el presente.
Cristóbal Donoso
13. Según lo que plantea el emisor, ¿cuál es el único espacio que realmente existe?
A. El pasado.
B. El presente.
C. La memoria.
D. La experiencia.
16. En el segundo párrafo del texto, ¿qué función cumplen las preguntas?
A. Introducir la reflexión que se hará acerca de la memoria de un país.
B. Justificar el punto de vista del emisor del texto acerca de la memoria.
C. Explicar la analogía entre la memoria y el disco duro de un computador.
D. Establecer una comparación entre la memoria, la historia y la cultura de un país.
17. En el séptimo párrafo del texto, ¿con qué propósito se mencionan “los árboles
que plantamos y las represas que detenemos”?
A. Para asemejar su importancia con la de los edificios que construimos y los
presidentes que elegimos.
B. Para argumentar sobre la imposibilidad de eliminar la memoria de un país.
C. Para ejemplificar elementos que forman parte de la memoria de un país.
D. Para explicar que la memoria es un concepto vivo y dinámico.
18. En el octavo párrafo del texto, ¿a qué se refiere el emisor con la expresión “los de un lado y los
del otro”?
A. A la variedad de pensamientos existentes en el país.
B. A las personas que valoran la memoria y las que la desprecian.
C. A las expresiones de los diversos territorios en los que se involucra la memoria.
D. A la diversidad de actores sociales que influyen en las decisiones que se toman en el país.
ACTO II
Escena I
DON JUAN, ISMAEL.
DON JUAN De reinar tengo esperanza
con traidora o fiel acción;
mas no juzgo por traición
la que una corona alcanza
Reine yo, Ismael, por ti,
y venga lo que viniere.
ISMAEL Si el niño Fernando muere,
cuya vida estriba en mí,
no hay quien te haga competencia.
DON JUAN De viruelas malo está;
fácil de cumplir será
mi deseo, si a tu ciencia
juntas el mucho provecho
que de hacer lo que te pido,
se te sigue. […]
(En su camino, Ismael ve venir a la reina. Quiere huir por la otra
puerta;
sale la REINA, detiénele y él se turba.)
ACTO II
Escena III
La REINA, ISMAEL.
REINA: ¿Qué es esto?
¿De qué estáis descolorido?
Volved acá. ¿Adónde vais?
¿De qué es el desasosiego?
ISMAEL: Volveré, señora, luego.
REINA: Esperad. ¿De qué os turbáis?
ISMAEL: ¿Yo turbarme?
REINA: No es por bueno.
¿Qué lleváis en ese vaso?
ISMAEL: ¿Quién? ¿Yo?
REINA: Detened el paso.
ISMAEL: Quien dijere que es veneno,
y que al Rey nuestro señor
no soy leal...
REINA: ¿Cómo es eso?
ISMAEL: Que estoy turbado confieso,
pero no que soy traidor.
REINA: Pues aquí, ¿quién os acusa?
ISMAEL: (Aparte.)
Mi misma traición será.
REINA: Culpado, Ismael, está
quien sin ocasión se excusa.
ISMAEL: El infante es el ingrato;
que yo no le satisfice;
y si el retrato lo dice,
engañárase el retrato.
Que aunque el paso me cerró,
cuando a purgar al Rey vengo,
yo, Reina, ¿qué culpa tengo
quitar la vida
al tierno Rey que ofendí... Digo, que ofendió el Infante.
si el retrato se cayó?
Don Juan, el infante, sí; que con aquesta bebida me manda
23 ¿Para qué la reina le pide a Ismael que beba el contenido del vaso?
A. Para castigar su actuar.
B. Para probar su inocencia.
C. Para calmar su turbación.
D. Para curar su enfermedad.
La oficina salitrera Humberstone era una pequeña ciudad minera situada a 47 kilómetros de
Iquique, en medio del desierto. Desde 1872 se fue construyendo por etapas, hasta que se
consolidó con el auge de la industria del salitre. Hacia 1940 llegó a tener 3.700 habitantes.
Era lo que se llamaba una company town. El nitrato de sodio, extraído del caliche, se utilizaba
como fertilizante y también para fabricar explosivos. Y un día ocurrió la debacle. El nitrato
natural fue reemplazado por el salitre sintético y el colapso del oro blanco sumió en la miseria
a miles de mineros y a sus familias. La oficina cerró definitivamente en 1961. Varias décadas
después fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Todavía están las calles, la plaza, el teatro, la escuela, el mercado, las viviendas de los
casados y de los solteros, pero solo las habitan las ánimas. También está la pulpería, que
tiene resonancias ingratas, porque recuerda la llamada ficha-salario. A los trabajadores de las
salitreras no se les pagaba con billetes, sino con fichas. Solo podían comprar con ellas en los
establecimientos comerciales de la misma compañía, llamados pulperías. No hay que olvidar
que fue en el norte donde ocurrieron episodios emblemáticos del movimiento obrero chileno,
incluidos los que en 1907 derivaron en la matanza de la escuela Santa María de Iquique, en la
que 3.600 huelguistas de las salitreras fueron masacrados.
Yo nací en el puerto de Iquique y viví en esas tierras hasta los 13 años. Cuando niño
acostumbraba a salir de excursión con mis amigos. Para nosotros era un desafío escalar los
áridos y empinados cerros que presiden la ciudad. Primero debíamos pasar por las
inmediaciones de la escuela Santa María, pero apenas llegábamos a la esquina,
instintivamente, sin intercambiar ni una sola palabra, cruzábamos a la acera de enfrente,
tratando de alejarnos del lugar lo antes posible. Aunque los luctuosos hechos habían ocurrido
hacía mucho tiempo, algo perturbador seguía flotando en la zona de la tragedia. Dice la
Cantata del compositor iquiqueño Luis Advis: “Un niño juega en la escuela/ Santa María. / Si
juega a buscar tesoros, / ¿qué encontraría?”.
La novela de Hernán Rivera Letelier Santa María de las flores negras, publicada en 2002, narra
con gran realismo el drama que vivieron los mineros antes, durante y poco después de la
masacre. Con Rivera Letelier culmina la narrativa social del norte, que se inauguró en 1903 con
Tarapacá, de Juanito Zolá, seudónimo de los periodistas Osvaldo López y Nicanor Polo. La
primera edición de esta novela naturalista la hicieron quemar las autoridades de la época, por
su contenido contestatario. Más de un siglo después, en 2006, fue reeditada por la Universidad
Arturo Prat. Otra novela señera es Norte grande (1944), de Andrés Sabella. Defiende la noción
de que las provincias de Tarapacá y Antofagasta son una sola unidad geográfica, económica y
social. También habría que recordar Hijo del salitre (1952), de Volodia Teitelboim, sobre el
líder político y sindical Elías Lafferte, y Caliche (1954), de Luis González Zenteno, que
empieza así: “Iquique era una villa grande y hermosa, acogedora, cordial, en la que los
habitantes proletarios se prestaban recíproco apoyo”.
Caminar por las calles de un pueblo fantasma no es fácil. Uno piensa en todas las personas
que alguna vez vivieron allí, que habitaron en esas casas, que anduvieron por esas calles y
que han desaparecido. La ciudad persiste: llena de ausencias. Uno entra en una casa que
tiene un cartelito afuera que dice: "Aquí vivió una típica familia", y ve las distintas habitaciones:
el living, el dormitorio de los padres, el de los niños, el comedor, la cocina, el patio, tal como
estaban antes de ser abandonados, como si sus antiguos moradores pudieran volver en
cualquier momento; pero están vacíos para siempre. Solo permanecen las cosas,
inmovilizadas en el tiempo, usadas por nadie: muebles desvencijados, zapatos rotos, muñecas
raídas, juguetes de alambre mohoso. Me dicen que los pobladores desaparecidos penan en la
oscuridad. Hay fantasmas que espían a los visitantes nocturnos. Pero yo fui una luminosa
mañana del mes de enero, con mi hijo Diego, con nuestro anfitrión, el doctor Orlando Torres, y
con una pareja de jóvenes cineastas, y deambulamos por esas calles polvorientas y
desoladas, bajo el quemante sol de la pampa. Y a esa hora del día los únicos fantasmas son
los espejismos que inventa el sol en el desierto.
Óscar Hahn, Diario El Mercurio
25. De acuerdo con el relato, ¿qué relevancia posee la pulpería para la historia de Humberstone?
A. Recuerda el esplendor de las oficinas salitreras.
B. Significa el inicio del desarrollo económico del norte.
C. Representa el lado más oscuro de la industria del salitre.
D. Simboliza la esperanza de un futuro mejor para los obreros.
3
26. ¿Qué tienen en común las obras literarias referidas en el texto?
A. La alusión a la matanza de la Escuela Santa María.
B. La vinculación con las luchas obreras.
C. El carácter idealizado del relato.
D. El origen social de sus autores.
4
27. De acuerdo con el texto, ¿qué factor influye en el cierre de las oficinas salitreras?
A. Las injusticias sociales.
B. El movimiento obrero.
C. El avance tecnológico.
D. La represión policial. 5
28. ¿Por qué el autor del texto aporta un testimonio personal en el tercer párrafo del texto?
A. Porque busca demostrar que fueron muchas las familias afectadas por la matanza de la Escuela
Santa María de Iquique.
B. Porque procura impedir que en el futuro ocurran hechos como la matanza de la Escuela Santa
María de Iquique.
C. Porque intenta borrar, a través de la escritura, el recuerdo de la matanza de la Escuela Santa
María de Iquique.
D. Porque pretende evidenciar la permanencia en el tiempo de las heridas dejadas por la matanza
de la Escuela Santa María.
29. A partir del texto, ¿qué tipo de valor posee principalmente la Cantata de la Escuela Santa María
de Luis Advis?
A. Musical.
B. Artístico.
C. Testimonial.
D. Económico.
8
31. En el poema, ¿qué quieren decir los versos de la segunda estrofa?
A. Que aproveche el momento actual.
B. Que luche por lograr sus objetivos.
C. Que goce lo que el futuro le depara.
D. Que se cuide de las personas malintencionadas.
36. La opinión del autor respecto a la película (después de verla) se presenta con:
A. Duda
B. Asombro
C. Certeza
D. Confusión
38. La palabra “esto”, destacada con negrita en el texto 1, es un mecanismo de sustitución que
hace referencia a:
A. La película
B. Pandora
C. El yacimiento
D. El enfrentamiento
39. BALANCE
A. Inicio
B. Continuidad
C. Equilibrio
D. Fin
40. PRECEDENTE
A. Antecedente
B. Equivalencia
C. Semejanza
D. Consecuente
41. Escribe en alrededor de 10 líneas tu opinión respecto a la afirmación del autor del primer texto:
“La vida tiene un balance más allá de las ambiciones comunes”
1. En Chile, como en el resto del mundo, han ganado su lugar las grandes cadenas de comida
rápida... Papas fritas, hamburguesas, pollo frito, sandwiches, pizzas, bebidas y helados son los
principales platos del “menú chatarra”, es decir, alimentos que, por lo general, son ricos en
calorías, grasas saturadas, azúcares refinadas, y bajos en nutrientes, que son sumamente
nefastas para la salud.
5. La modificación de los hábitos alimentarios es prioritaria, pues según estudios del Ministerio
de Salud, en Chile un 29% del total de muertes es causado por enfermedades asociadas a una
alimentación deficiente y a una vida sedentaria [...] Las causas de muertes más comunes son
enfermedades del aparato circulatorio (principalmente infarto al miocardio y accidente vascular
encefálico), hipertensión y aterosclerosis (endurecimiento de los vasos sanguíneos).
6. Estos males se explican por la costumbre cada vez más generalizada de consumir alimentos
hipercalóricos y con un alto contenido de grasas, lo que sumado a la ingestión de alcohol,
tabaco y a la falta de ejercicio, deteriora el funcionamiento normal del organismo.
7. Por la popularidad de que goza la “comida chatarra”, es útil conocer algunas de sus
características, como su alto contenido de sal y grasas, que afectan a las arterias, aumentan el
peso, producen grasitud en la piel (y acné en los adolescentes), además de problemas
digestivos.
8. No es dañino consumir comida rápida de vez en cuando, pero más de una vez o dos por
semana es posible que desequilibre la dieta y afecte la salud.