SECCIÓN 3: EXPLORACIÓN PREOPERATORIA
Capítulo 3.3
TOPOGRAFÍA Y TOMOGRAFÍA CORNEAL
David P. Piñero Llorens
CONCEPTOS BÁSICOS DE TOPOGRAFÍA
CORNEAL
La topografía corneal es una técnica de imagen no
invasiva que analiza, en forma de mapas, la geometría
de las superficies anterior y posterior de la córnea (1).
Existen diversos sistemas basados en diferentes princi-
pios que permiten esta caracterización geométrica de
la córnea, aunque algunos de ellos únicamente per-
miten el análisis de la cara anterior corneal (sistemas
basados en disco de Plácido) (2). De un modo u otro,
todos ellos tienen en cuenta las siguientes propiedades
básicas para caracterizar la geometría corneal (1):
• Altura o elevación: distancia desde cada pun-
to de la superficie corneal a una superficie de refe-
rencia, que normalmente suele tratarse de una esfera
(calculada por el método de los mínimos cuadrados).
• Radio de curvatura: normalmente expresado
en milímetros, es un modo de caracterizar la curva-
tura de la superficie corneal anterior. Córneas con
gran curvatura (elevada pendiente) presentan un ra-
Figura 1. Tipo de perfiles de cónicas posibles en función de
la asfericidad (Q).
dio de curvatura pequeño, mientras que con córneas
planas sucede lo contrario.
• Potencia: propiedad óptica (refracción) expre-
sada en dioptrías (D) y que depende del radio de
curvatura de la superficie que se analiza, así como
de la diferencia en índices de refracción existente
entre los dos medios que separa dicha superficie.
A nivel de la cara anterior, esta propiedad se sue-
le calcular asumiendo aproximaciones importantes
para simplificar los cálculos, lo que se conoce como
potencia queratométrica. Así se asume que la cór-
nea se comporta como un único dioptrio (lente) usan-
do únicamente el radio de curvatura de la superficie
corneal anterior y un índice de refracción ficticio que
sirve de ajuste para dicha aproximación teórica co-
nocido como «índice de refracción queratométrico»
(nk = 1,3375). La potencia queratométrica se calcu-
la entonces conforme a la siguiente fórmula:
nk 1 337, 5
P (D )
r r (mm)
donde nk es el índice de refracción queratométrico
estándar (1,3375) y r el radio de curvatura.
Desde un punto de vista matemático, las superfi-
cies de la córnea se ajustan perfectamente al perfil
de una cónica, la cual viene definida por la siguiente
expresión (3):
X2 + Y2 + (1 + Q)Z2 – 2RZ = 0
donde el eje Z es el eje de revolución de la sección
cónica, R es el radio de curvatura correspondiente al
ápex corneal, y «Q» es la asfericidad. Como se mues-
tra en la figura 1, la asfericidad (Q) de la sección
cónica puede adoptar diversos valores que represen-
tan diferentes tipos de configuración, siendo el valor
58 Capítulo 3.3. Topografía y tomografía corneal

Tabla 1. Equivalencias entre parámetros corneal (sistemas topográficos más modernos) (5). A
para caracterizar la geometría continuación, se detallan los principales aspectos de
de las superficies corneales
los sistemas topográficos disponibles:
Sección Excentricidad Shape factor Asfericidad • Sistemas basados en discos de Plácido: proyec-
Cónica e2 p = (1 – e2) Q = –e2
ción de un patrón de anillos claros y oscuros sobre
Esfera e2 = 1 p=1 Q=0 la superficie corneal anterior (fig. 2), cuya imagen es
Elipse Oblata e <1
2
p >1 Q>0 capturada por cámaras y procesada punto a punto
Elipse Prolata 0< e2 < 1 0<p<1 –1 < Q < 0 por una unidad computarizada, calculando el perfil
Parábola e2 = 1 p=0 Q = –1
geométrico correspondiente (1,2). Todos los cálculos
se basan en la propiedad de la superficie corneal
Hipérbola e >1
2
p<0 Q < –1
anterior de actuar como un espejo convexo. Pre-
sentan ciertas limitaciones, como que no se obtiene
de Q = 0 para la superficie perfectamente esférica, información del círculo central oscuro, no obtienen
adoptando Q valores entre –1 y 0 para la superficie información directa sobre la geometría de la córnea
con perfil elipsoide prolato, como suele tener la cór- circunferencialmente, sino a lo largo de meridianos
nea sana normal (3). Específicamente, la Q fisiológi- radialmente, los valores de elevación los genera me-
ca suele tener un valor entre –0,11 y –0,26 según los diante modelos matemáticos predeterminados de la
diversos estudios publicados al respecto (3,4). superficie corneal ya que lo que proporciona es una
Además de la Q, la configuración geométrica de medida de la pendiente, y además se tienen que
la córnea puede aparecer representada por otros realizar aproximaciones basadas en algoritmos es-
parámetros, tales como la excentricidad o el factor pecíficos para obtener los mapas topográficos (1,2).
de forma (SF o «shape factor»). Las equivalencias • Sistemas de barrido de hendidura: proyectan
entre parámetros se esquematizan en la tabla 1. una hendidura de luz secuencialmente y de modo
rápido en diferentes localizaciones de la córnea
mientras que el proceso es capturado y grabado por
SISTEMAS TOPOGRÁFICOS cámaras. El sistema de vídeo capta la imagen de
la luz dispersa dentro del tejido corneal y median-
Los sistemas para analizar la topografía corneal te triangulación obtiene la elevación de las caras
han evolucionado significativamente, pasando de la anterior y posterior de la córnea con respecto a un
medida de cuatro puntos centrales separados ape- plano de referencia (1,2). Este fue el fundamento del
nas unos milímetros (antiguos queratómetros manua- sistema topográfico Orbscan® (Bausch & Lomb). Una
les) a matrices de miles de puntos que permiten ana- gran limitación de este procedimiento es el periodo
lizar prácticamente la globalidad de la superficie tan prolongado que se necesita para tomar la medi-
ción, pudiéndose producir una ruptura de la película
lagrimal así como movimientos oculares incontrola-
dos que pueden generar artefactos en la medida (6).
• Sistemas basados en fotografía Scheimpflug: su
funcionamiento se basa en el principio de Scheimp-
flug, el cual establece que con un sistema de imagen
se obtiene la máxima profundidad de campo cuando
el plano objeto, el plano imagen y el plano del sis-
tema de enfoque no son paralelos y, por tanto, inter-
ceptan en un mismo punto. Mediante este principio
óptico se pueden obtener imágenes del segmento an-
terior, capturándose imágenes de diversas estructu-
ras oculares al mismo tiempo (fig. 3) (1,2). Con estos
sistemas, se puede llevar a cabo un análisis integral
estructural de la córnea, considerando la geometría
Figura 2. Serie de círculos concéntricos claros y oscuros, co-
nocida como discos de Plácido, que se proyectan sobre la de ambas caras y un mapa de espesores, lo que se
superficie corneal anterior. conoce como «análisis tomográfico». El sistema to-
Capítulo 3.3. Topografía y tomografía corneal 59

Figura 3. Imagen de una sección horizontal del segmento

anterior obtenida mediante un sistema tomográfico basado
en cámara Scheimpflug.

mográfico Pentacam® de Oculus es un ejemplo de Figura 4. Mapa tangencial de una córnea sana en la que
este tipo de sistemas, el cual dispone de una cámara se muestra el aplanamiento progresivo de la córnea hacia
la periferia.
Scheimpflug que realiza un movimiento rotatorio de
360º con el fin de obtener múltiples imágenes del
segmento anterior y así poder llevar a cabo recons-
trucciones de diversos elementos oculares en 3D (7).
• Sistemas combinados: se trata de sistemas que
combinan la tecnología de disco de Plácido y la tec-
nología Scheimpflug con el fin de disponer de las
ventajas de ambas tecnologías en un mismo dispositi-
vo. Son ejemplos de este tipo de sistemas los equipos
Galilei® (Ziemer Ophthalmic Systems AG) y Sirius®
(CSO). En concreto, el sistema Galilei® dispone de
una doble cámara de Scheimpflug para promediar
el error de desalineamiento entre ambas cámaras en
la periferia, reduciendo, por tanto, la pérdida inde-
seada de precisión a la hora de valorar el grosor
corneal de los puntos más alejados del centro (1).
Figura 5. Mapa sagital de una córnea sana mostrando un
patrón topográfico oval.
TOPOGRAFÍA DE LA CÓRNEA SANA
éste más pronunciado normalmente en el área nasal
La córnea es una de las dos lentes de las que dis- (fig. 4). Además, el perfil queratométrico de la cór-
pone el sistema óptico ocular, estando formada por nea varía con la edad, aplanándose unas 0,5 D en
dos superficies refractivas, la superficie anterior o ex- torno a los 30 años e incurvándose aproximadamen-
terna y la superficie posterior. La potencia refractiva te 1 D cuando se alcanzan los 70. Por otro lado, el
de dichas superficies es en promedio de +48 D para radio horizontal suele ser 0,05-0,25 mm más plano
la superficie anterior y de –6,8 D para la superficie que el vertical durante la madurez, lo que contribuye
posterior, teniendo en cuenta que los índices de re- a la elevada incidencia de astigmatismo directo en
fracción de la córnea y el humor acuoso son 1,3771 jóvenes adultos. Sin embargo, esta diferencia entre
y 1,3374, respectivamente. En la práctica clínica, se curvatura horizontal y vertical disminuye con la edad,
suele emplear la denominada «simplificación quera- desapareciendo finalmente sobre los 70 años (1,2).
tométrica,» en la que, como antes se ha mencionado, En función de las especificidades de la geometría
se asume que la córnea es una única superficie re- corneal, se establecen patrones topográficos carac-
fractiva, con una potencia de entre 42 y 44 D (1,2). terísticos, pudiendo clasificarse el de la córnea sana
El radio apical de la superficie corneal anterior en 5 de ellos: patrón redondo, oval, pajarita simétri-
se halla en torno a 7,8 mm, variando en un rango ca (fig. 5), pajarita asimétrica (fig. 4) y patrón irre-
de normalidad que oscila entre 7,0 y 8,5 mm. Existe gular (8). De todos ellos, el más comúnmente encon-
un aplanamiento progresivo de la córnea del centro trado en la población es el patrón redondo (23%) y
a la periferia en torno a las 2-4 D de media, siendo el menos frecuente el irregular (7%) (8).
60
MAPAS TOPOGRÁFICOS DE LA CÓRNEA
Los topógrafos corneales proporcionan una gran
cantidad de información sobre la superficie corneal
anterior y posterior en forma de mapas con códigos de
colores, representando cada uno de ellos una propie-
dad geométrica diferente. A continuación, menciona-
mos las características de los principales mapas (1,2):
• Mapa axial o sagital: para su cálculo se asume
que los centros de curvatura se hallan localizados so-
bre el eje óptico, que a su vez coincide con el eje del
topógrafo (fig. 6a). Este tipo de mapas suponen errores
en la caracterización de la periferia corneal debido a
la asfericidad de las superficies corneales (9). Es un
mapa útil para obtener una visión general de la geo-
metría de la superficie corneal, pero no para determi-
nar ni caracterizar cambios localizados de curvatura.
• Mapa instantáneo o tangencial: mapa que re-
presenta los cambios localizados de curvatura y la
periferia corneal, estimándose la curvatura teniendo
en cuenta la correspondiente a los puntos adyacen-
tes y, por tanto, no refiriéndola al eje del topógrafo
(fig. 6b). Son útiles para identificar áreas localiza-
das con cambios de curvatura, así como para detec-
tar cambios en la patología corneal ectásica y tras
cirugía refractiva corneal (9).
• Mapa refractivo: proporciona el valor refractivo
exacto en cada punto de la superficie corneal, tenien-
do en cuenta un trazado de rayos acorde a la ley de
refracción de Snell (fig. 6c). Hay que tener en cuenta
que las potencias queratométricas sólo son válidas
cuando los rayos luminosos inciden de un modo prác-
ticamente perpendicular a la superficie corneal (zona
Capítulo 3.3. Topografía y tomografía corneal
próxima al eje óptico). Nos permite conocer el verda-
dero estado refractivo de la superficie corneal y de
ese modo evaluar en primera instancia y de un modo
general la calidad óptica del dioptrio corneal (9).
• Mapa de elevación o altura: representan la ele-
vación o depresión de la superficie corneal evalua-
da en comparación con una superficie de referencia
(fig. 6d). Lo más común es considerar una superficie
esférica de referencia obtenida por el método de los
mínimos cuadrados, pero actualmente algunos sis-
temas topográficos proporcionan la opción de usar
como referencia una superficie esferotórica o incluso
diversos tipos de secciones cónicas (9).
Además de estos cuatros mapas topográficos es-
tándar, en función del tipo de topógrafo y del softwa-
re que presente asociado, se pueden proporcionar
otro tipo de representaciones gráficas, como repre-
sentaciones en 3D o numéricas, así como mapas de
irregularidad (similar al mapa de elevación, pero
usa como superficie de ajuste una superficie tórica),
diferenciales o relativos (diferencias en curvatura o
elevación con respecto a una superficie corneal que
se toma como referencia) (1,2).
CÁLCULO DE LA POTENCIA Y
ASTIGMATISMO TOTAL DE LA CÓRNEA
Teniendo en cuenta las limitaciones de la apro-
ximación queratométrica y que muchos sistemas
topográficos actualmente ya son capaces de pro-
porcionar datos de curvatura de ambas caras de la
córnea, así como del espesor de esta, se han introdu-
Figura 6. Ejemplo de la caracteriza-
ción de la superficie corneal anterior
de una córnea sana mediante los 4
tipos diferentes de perfiles topográfi-
cos: a) Axial, b) Tangencial, c) Refrac-
tivo, d) Elevación.
Capítulo 3.3. Topografía y tomografía corneal
cido en los softwares de estos sistemas cálculos de la
potencia total de la córnea. Si consideramos óptica
paraxial (zona próxima al eje óptico), el cálculo de
la potencia corneal puede realizarse con la fórmula
Gaussiana mediante la siguiente expresión (10):
nc na nha nc ec nc na nha nc
pcGauss P1c P2c P1cP2c
r1c r2c nc nc
donde pcGauss es la potencia corneal total Gaussiana,
P1c es la potencia corneal anterior, P2c es la potencia
corneal posterior, r1c es el radio anterior corneal, r2c
es el radio posterior corneal, na el índice de refrac-
ción del aire, nc el índice de refracción de la córnea,
nha el índice de refracción del humor acuoso y ec es
el espesor corneal central.
En el caso específico del sistema Pentacam®, este
cálculo se simplifica con la estimación de la denomi-
nada «True Net Power,» que considera únicamente
los dos primeros miembros de la expresión del cál-
culo Gaussiano, ignorando el potencial efecto del
espesor corneal (10):
nc na
True Net Power P1c P2c
r1c
Además del cálculo de la potencia total de la cór-
nea, el cual puede resultar especialmente interesante
para el cálculo de lentes intraoculares, también es
importante el cálculo del astigmatismo total para el
cálculo de lentes tóricas. Koch y colaboradores (11)
demostraron que el efecto del astigmatismo posterior
sobre el astigmatismo corneal en ojos sanos no era,
ni mucho menos, despreciable. Por ello, ha adquiri-
do en los últimos años especial relevancia la obten-
ción del astigmatismo total real.
Los sistemas de tomografía existentes en la ac-
tualidad permiten proporcionar directamente una
estimación del astigmatismo corneal total, pero no
siempre dichas estimaciones se han mostrado ser
intercambiables entre dispositivos (11-16). Las di-
ferencias pueden deberse a las modificaciones de
cálculos Gaussianos o al empleo de algoritmos por
trazado de rayos (11-16).
ÍNDICES TOPOGRÁFICOS
Los sistemas topográficos proporcionan, además
de los múltiples mapas mencionados, una gran va-
riedad de índices o descriptores numéricos, entre los
que se encuentran los siguientes (1,2,17):
61
• Surface regularity index (SRI): medida de la re-
gularidad de la superficie corneal. Este índice suma
los cambios dióptricos meridionales mira-mira sobre
la pupila de entrada aparente del paciente. El valor
del SRI se incrementa a medida que la irregularidad
de la superficie corneal aumenta, siendo su valor
normal menor que 1.
r2c
• Potential visual acuity (PVA): estimación de la
agudeza visual esperada teniendo en cuenta el per-
fil topográfico y calculándola a partir del SRI.
• Surface asymmetry index (SAI): descriptor de la
superficie corneal que mide la diferencia existente entre
puntos separados 180º en una gran cantidad de meri-
dianos equiespaciados. El valor de este índice se aleja
del valor cero cuanto menor sea la simetría corneal.
• Corneal Irregularity Measurement (CIM): valor
numérico que representa el grado de irregularidad
presente en la superficie corneal, cuantificándolo
como la desviación estándar entre la córnea a me-
dir y la superficie tórica de referencia. Los valores
del CIM se clasifican de la siguiente manera: córnea
sana o normal, cuando los valores de CIM van des-
nha nc
de 0,03 a 0,68 µm, sospechoso o en el límite de la
r2c
normalidad desde 0,69 a 1,00 µm y patológico o
fuera de lo normal desde 1,10 a 5,00 µm.
Algunos de los índices que proporcionan los sis-
temas topográficos son específicos para la detección
del queratocono y de toda variante de patología ec-
tásica que se pueda presentar, siendo algunos ejem-
plos los siguientes (12,18-23):
• Asimetría supero-inferior (I-S): diferencia en
potencia entre cinco puntos del hemisferio inferior y
cinco puntos del hemisferio superior situados a 3 mm
del vértice corneal y separados entre sí en intervalos
de 30º. Los valores I-S entre 1,4 y 1,8 D se han es-
tablecido como punto de corte para la sospecha de
queratocono y valores de I-S > 1,8 D como punto de
corte para el queratocono clínico.
• Índice KISA: se obtiene del producto de varios
índices, tales como la K central (valor dióptrico de
curvatura central), el índice I-S (asimetría inferior-su-
perior), el valor AST (grado de astigmatismo regu-
lar de la córnea siendo su valor la diferencia entre
SimK1 y SimK2), y el índice SRAX (astigmatismo
irregular cuantificando grado de angulación o no
ortogonalidad en la toricidad corneal). Valores de
100 o superiores indican que existe un queratocono
con un nivel elevado de sensibilidad y especificidad.
• Índice KPI («Keratoconus Prediction Index»):
se calcula con la combinación de 7 parámetros to-
62
pográficos que caracterizan la superficie corneal
anterior que son: SimK (queratometría simulada),
DSI («Differential Sector Index») calculado como
la diferencia de potencia media entre sectores de
45º con la mayor y menor potencia, OSI («Oppo-
site Sector Index») calculado como la diferencia
de potencia media entre sectores de 45º opuestos,
CSI («­Centre-Surround Index») calculado como la
diferencia en potencia media entre la zona central
(3 mm) y un anillo medio-periférico (3-6 mm), SAI
(«Surface Asymmetry Index») que es el promedio de
la diferencia entre puntos situados a 180º medidos
sobre 128 meridianos equidistantes, IAI («Irregular
Astigmatism Index») que cuantifica las variaciones
dióptricas a lo largo de cada semi-meridiano, nor-
malizada por la potencia media de la córnea y el
número de puntos medios y AA («Analyzed Area»),
que es la razón del área de datos interpolados por
el área circunscrita por el anillo más periférico. Los
valores de KPI por encima de 0,38 se pueden con-
siderar como patológicos con una sensibilidad del
86% y una especificidad del 100%.
• Índice KCI (o método Klyce-Maeda): para su
cálculo se utiliza un sistema experto con un diagra-
ma de flujo de tipo árbol de decisión binaria, en
donde se combinan varios índices (DSI, OSI, CSI,
SimK2) para la toma de decisión binaria del sistema
junto con el KPI. La sensibilidad de este indicador es
del 89%, con una especificidad del 99%. El valor
para un ojo normal del KCI será del 0% y valores
por encima de cero indican el porcentaje de similitud
con un patrón de queratocono.
• KSI («Keratoconus Severity Index»): también se
conoce como red neuronal Klyce-Smolek. Este siste-
ma se diseñó para clasificar el grado de severidad
del queratocono. Para obtener este indicador se
Figura 7. Mapa paquimétrico de una córnea sana. Como
se puede apreciar, la córnea resulta más delgada en su
porción central, engrosándose de forma progresiva hacia
la periferia.
Capítulo 3.3. Topografía y tomografía corneal
necesitan 10 índices diferentes obtenidos del topó-
grafo TMS-1. Un valor de KSI < 15% se considera
normal, valores entre el 15% y el 30% como sospe-
cha de queratocono y por encima se considera que-
ratocono clínico, catalogando éste en tres niveles de
severidad diferentes (leve, moderado y avanzado).
ANÁLISIS PAQUIMÉTRICO
Los sistemas topográficos con análisis de cara
anterior y posterior también proporcionan mapas
topográficos de distribución de espesores o «mapas
paquimétricos,» tal y como se muestra en la figura 7,
los cuales resultan muy útiles en el seguimiento de
algunos procesos patológicos y tratamientos. Los
valores paquimétricos vienen expresados en micró-
metros y se expresan en forma de mapa empleando
una escala de colores, en la que los colores fríos
representan valores más elevados de espesor y los
colores cálidos los valores más bajos (1).
La córnea presenta un espesor central promedio de
540 µm, siendo las partes temporal e inferior de la
córnea sana normalmente más delgadas que las par-
tes nasal y superior. El espesor central de una córnea
sana puede variar entre 454 y 669 µm, tal y como se
puso de manifiesto en un estudio realizado en 2003
por Ambrósio y colaboradores en el que se analizaron
un total de 1.374 ojos normales (24). También se pudo
confirmar que el punto más delgado de la córnea sana
no coincide ni el centro geométrico de la córnea ni con
el punto de la córnea sobre el centro de la pupila de
entrada, existiendo una diferencia media entre la posi-
ción de ambos puntos de unas 10 µm (24).
En lo que respecta a la córnea patológica (ecta-
sia), esta configuración paquimétrica no se mantiene,
existiendo, por ejemplo, diferencias entre paquimetría
central y periférica mucho más marcadas que en las
córneas normales (fig. 8), especialmente en el meridia-
no de 35º, donde una diferencia de más de 0,085 mm
de espesor es considerada como patognomónica de
queratocono (25). Existen algunos dispositivos, como
el sistema Pentacam® de Oculus, que incluyen en su
software de aplicación herramientas específicas de
análisis del perfil paquimétrico («Corneal Thickness
Spatial Profile» –CTSP–). Ambrósio y colaboradores
(26) demostraron con el sistema Pentacam® que el
porcentaje de incremento en espesor corneal entre los
diámetros de 3,5 y 7,0 mm era significativamente di-
ferente entre ojos normales y los ojos afectos de quera-
Capítulo 3.3. Topografía y tomografía corneal
tocono. De hecho, estos mismos autores concluyen en
otro estudio que estos índices de progresión paquimé-
trica resultaban mucho más útiles en la diferenciación
entre córnea normales y queratoconos que el uso de
una única medida paquimétrica (25).
ANÁLISIS ABERROMÉTRICO
Los sistemas topográficos también proporcionan
un análisis óptico más pormenorizado de la córnea,
con el cálculo y análisis de las aberraciones ópticas
generadas por ella (1). Hay que tener en cuenta que
el 70-80% de las aberraciones oculares tienen lugar
en la superficie corneal anterior, ya que es justo en
esta localización donde se halla la máxima diferen-
cia de índices de refracción y, por tanto, es la zona
que más contribuye al poder refractivo corneal total.
Las aberraciones corneales tienen una influencia sig-
nificativa sobre la calidad de la imagen final retinia-
na, y su estudio resulta fundamental para una mejor
comprensión de los fenómenos visuales experimen-
tados por cada paciente, especialmente cuando se
han aplicado tratamientos que afectan a la configu-
ración geométrica de la superficie corneal anterior
(cirugía refractiva con láser, ortoqueratología) (1).
Para caracterizar las aberraciones ópticas debi-
das a ambas superficies de la córnea, así como a la
estructura corneal entera, se emplean los polinomios
de Zernike, como expresión matemática para carac-
terizar el frente de onda inducido por la córnea. La
descomposición de Zernike no consiste más que en
una caracterización de la geometría del frente de
onda por medio de la suma de funciones polinómicas
básicas, las cuales definen pequeños defectos del
63
Figura 8. Mapa paquimétrico de una córnea con quera-
tocono incipiente. Como se puede apreciar, el punto más
delgado de la córnea se halla claramente desplazado con
respecto al centro geométrico de la córnea.
frente de onda con unas características específicas
(coma, aberración esférica, trefoil, etc...) (fig. 9). Es
especialmente relevante el estudio de aquellos defec-
tos no medibles con lentes esferocilíndricas, es decir,
las aberraciones de alto orden («High Order Aberra-
tions» –HOAs–). Entre ellas destacan la aberración
esférica y el coma, las cuales son especialmente rele-
vantes en clínica por el deterioro que pueden llegar
a generar en la calidad visual (1).
Vinciguerra et al. (27) analizaron las aberraciones
inducidas por la córnea en un total de 1.000 ojos,
empleando para ello el topógrafo corneal CSO®
(CSO, Florencia, Italia). Observaron un coeficiente
promedio de aberración esférica positiva primaria de
0,52 ± 0,17 μm para un tamaño pupilar de 7 mm, así
como un error cuadrático medio de 0,42 ± 0,23 μm
para el defecto comático primario. Wang et al. (28)
obtuvieron en una muestra de 228 córneas sanas
también un coeficiente de aberración esférica positivo
promedio de 0,28 ± 0,09 μm (rango 0,06-0,54 μm)
para un tamaño pupilar de análisis de 6 mm, usando
el topógrafo Humphrey Atlas®. En dicha muestra se
Figura 9. Análisis aberro-
métrico de la superficie
corneal anterior mediante
el sistema topográfico Si-
rius® (CSO) en una córnea
con queratocono. Dicho
análisis se ha descom-
puesto por componentes
aberrométricos para su
mejor comprensión (astig-
matismo, coma, aberra-
ción esférica, aberración
residual de alto orden).
64
obtuvo a su vez un valor del error cuadrático medio
para el coma primario de 0,25 ± 0,14 μm (rango
0,02-0,67 μm). Estos dos trabajos coinciden en el he-
cho de que existe una gran variabilidad en la magni-
tud de las aberraciones de alto orden inducidas por
la córnea en la población normal.
Se han descrito diversas aplicaciones clínicas de la
aberrometría corneal, tales como el estudio del efecto
de las diferentes técnicas de cirugía refractiva corneal,
la monitorización del efecto de la ortoqueratología, el
impacto óptico de moldeos por lentes de contacto o
el estudio del impacto óptico de distintas patologías
corneales (17). En concreto, el estudio de la aberrome-
tría corneal anterior ha ido adquiriendo importancia
en el estudio de la patología corneal ectásica, siendo
aplicado en concreto por diversos autores para la de-
tección y gradación del queratocono (17,29).
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