Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trabajo CIE Vs DMSV
Trabajo CIE Vs DMSV
INDICE
Caratula 1
Índice 2
6.1.-Nivel de especificidad. 10
6.2.- Diferentes objetivos. 10
6.3.- Organización que las genera. 10
6.4.- Nivel de reconocimiento. 10
6.5.- Diferentes trastornos o presencia de un mismo trastorno con diferentes
denominaciones. - 10
6.6.- Número de grandes categorías. 10
6.7.- Un sistema multiaxial. 10
6.8.- Transculturalidad. 10
7.- Bibliografía 11
3
1.1.-El DSM-V, es la quinta edición del “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales”, de la Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association, APA). El
DSM es el manual de clasificación de trastornos mentales más aceptado y utilizado entre los diversos
especialistas del campo de la salud mental. Este manual contiene descripciones, síntomas,
estadísticas y tratamientos aceptados para los distintos trastornos mentales. Estos criterios buscan
generar un lenguaje común entre psicólogos y psiquiatras, asegurando que el diagnóstico sea lo más
preciso y consistente.
Podemos señalar que el DSM-V es el manual de referencia que está especialmente centrado en los
trastornos mentales y es producido por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA).
Actualmente aún se desconoce el origen exacto de los trastornos depresivos, si sabemos que
contribuyen factores genéticos y ambientales. El factor genético, da cuenta del 50% de la etiología.
Por lo tanto, la depresión es más frecuente entre los familiares de primer grado de los pacientes con
trastorno depresivo; la concordancia entre gemelos idénticos es alta. Además, los factores genéticos
probablemente influyen en el desarrollo de las respuestas depresivas a los eventos adversos.
Hay esencialmente tres subtipos de trastornos depresivos y es importante tener en cuenta que hay
esta sub clasificación porque no sólo los síntomas son diferentes sino muy importante la diferencias
en el tratamiento.
4
Actualmente La OMS sitúa más o menos en un 5% de la población la que sufre cada año algún tipo
de trastorno depresivo, algo más frecuente es en la mujer que en los hombres y algo más frecuente
en la tercera edad que en el resto de etapas de la vida. Hay una serie de factores que facilitan
muchísimo el llegar a tener un episodio depresivo, una distimia o un trastorno adaptativo.
Otras teorías se enfocan en los cambios en las concentraciones de los neurotransmisores, que
incluyen la regulación anormal de la neurotransmisión colinérgica, catecolaminérgica
(noradrenérgica o dopaminérgica), glutamatérgica, y serotoninérgica (5-hidroxitriptamina) (1). La
desregulación neuroendocrina puede ser un factor, y se destacan 3 ejes en particular: hipotálamo-
hipófisis-suprarrenal, hipotálamo-hipófisis-tiroides y hormona de crecimiento.
Esencialmente diríamos que situaciones estresantes mantenidas por largos periodos de tiempo es
un factor de depresión, luego otro factor que parece que está bastante relacionado con la aumento
e incidencia de trastornos depresivos, es el haber padecido durante la infancia o la adolescencia
algún tipo de maltrato físico o maltrato de tipo sexual. Es muy frecuente ansiedad somática,
ansiedad corporal a modo palpitaciones, también es frecuente que haya problemas al dormir,
también es frecuente que haya problemas en el apetito bien sea más apetito de la cuenta o a veces,
quizá más frecuente menos apetito de la cuenta, con frecuencia también hay mucha apatía o lo que
llamamos falta de empuje, necesidad de estar en una silla, en una cama, en un sofá. Otra cosa muy
importante es que casi siempre el paciente nos dice que le cuesta más concentrarse, poner su
atención en lo que él desea.
En este apartado el CIE – 10 señala puntual: “En los episodios típicos, tanto leves como moderados
o graves, el paciente sufre un decaimiento del ánimo, con reducción de su energía y disminución de
su actividad. Se deterioran la capacidad de disfrutar, el interés y la concentración, y es frecuente un
cansancio importante, incluso después de la realización de esfuerzos mínimos. Habitualmente el
sueño se halla perturbado, en tanto que disminuye el apetito. Casi siempre decaen la autoestima y
la confianza en sí mismo, y a menudo aparecen algunas ideas de culpa o de ser inútil, incluso en las
formas leves. El decaimiento del ánimo varía poco de un día al siguiente, es discordante con las
circunstancias y puede acompañarse de los así llamados síntomas “somáticos”, tales como la
pérdida del interés y de los sentimientos placenteros, el despertar matinal con varias horas de
antelación a la hora habitual, el empeoramiento de la depresión por las mañanas, el marcado
retraso psicomotor, la agitación y la pérdida del apetito, de peso y de la libido. El episodio depresivo
puede ser calificado como leve, moderado o grave, según la cantidad y la gravedad de sus síntomas.”
En los episodios típicos, tanto leves como moderados o graves, el paciente sufre un
decaimiento del ánimo, con reducción de su energía y disminución de su actividad. Se deterioran la
capacidad de disfrutar, el interés y la concentración, y es frecuente un cansancio importante, incluso
después de la realización de esfuerzos mínimos. Habitualmente el sueño se halla perturbado, en
tanto que disminuye el apetito. Casi siempre decaen la autoestima y la confianza en sí mismo, y a
menudo aparecen algunas ideas de culpa o de ser inútil, incluso en las formas leves. El decaimiento
del ánimo varía poco de un día al siguiente, es discordante con las circunstancias y puede
acompañarse de los así llamados síntomas “somáticos”, tales como la pérdida del interés y
de los sentimientos placenteros, el despertar matinal con varias horas de antelación a la hora
habitual, el empeoramiento de la depresión por las mañanas, el marcado retraso psicomotor, la
agitación y la pérdida del apetito, de peso y de la libido. El episodio depresivo puede ser calificado
como leve, moderado o grave, según la cantidad y la gravedad de sus síntomas.
Incluye: episodios únicos de:
• depresión psicógena
• depresión reactiva
• reacción depresiva
Trastorno caracterizado por episodios repetidos de depresión, como los descritos para el
episodio depresivo (F32. –), sin ninguna historia de otros episodios distintos en los que hubiera
habido elevación del ánimo y aumento de la energía (manía). Sin embargo, puede haber episodios
breves de ligera elevación del ánimo y de hiperactividad (hipomanía), inmediatamente después de
un episodio depresivo, los cuales a veces son desencadenados por el tratamiento antidepresivo. Las
formas más graves del trastorno depresivo recurrente (F33.2 y F33.3) tienen mucho en común con
conceptos más primarios, como los de depresión maníaco-depresiva, melancolía, depresión vital y
depresión endógena. El primer episodio puede ocurrir a cualquier edad entre la niñez y la senectud.
El comienzo puede ser tanto agudo como insidioso, y la duración del cuadro varía desde unas pocas
semanas a varios meses. El riesgo de que un paciente con un trastorno depresivo recurrente sufra
un episodio de manía no desaparece jamás totalmente, por muchos que hayan sido los episodios
depresivos que haya experimentado. Si esto ocurre, debe modificarse el diagnóstico por el de
trastorno afectivo bipolar (F31.–).
6
F33.2 Trastorno depresivo recurrente, episodio depresivo grave presente sin síntomas
psicóticos.
F33.3 Trastorno depresivo recurrente, episodio depresivo grave presente, con síntomas
psicóticos.
F34.0 Ciclotimia.
F34.1 Distimia.
Entre los años 1972 y 1979 se efectuó un experimento que admitió un duro golpe a la salud
mental debido a la falta de recursos de los psiquiatras que ejercían durante este periodo y que
realizaban el diagnóstico sobre las enfermedades mentales. En dicho experimento participaron
varios pseudopacientes, estos fueron amigos y estudiantes de un gran maestro de la psicología
“Rosenhan”, ellos fingieron y afirmaron escuchar voces extrañas, fueron diagnosticados por los
psiquiatras con esquizofrenia o trastorno bipolar, recomendando su internamiento de forma
inmediata en hospitales psiquiátricos. Con este experimento quedo demostrado que los
profesionales de este campo no tenían ninguna forma eficaz y válida para realizar el diagnóstico de
enfermedades o trastornos mentales por ello, se propuso la creación Manual Diagnóstico y
Estadístico de las Enfermedades Mentales (DSM).
Los criterios de diagnóstico para el trastorno depresivo según el DSM-V señala que cinco o
más de los siguientes síntomas deben ocurrir a diario durante dos semanas:
Distimia es un tipo de depresión leve y constante a largo plazo, es uno de los trastornos más
frecuentes en nuestra sociedad actual. Algunos especialistas estiman que casi un 30 % de las
personas padece en algún momento de su vida una distimia.
Cuando una persona usa de manera abundante drogas o alcohol, siente una subida durante
un cierto período de tiempo, después del cual los efectos se disipan y vuelven a la normalidad. Las
personas que se drogan con regularidad podrían ver cambios en sus emociones diarias, conducta y
niveles de energía como resultado de su consumo. Incluso pueden desarrollar una dependencia de
estas drogas, conocida como adicciones o trastornos por uso de sustancias. Sin embargo, hay un
pequeño porcentaje de personas que experimentan algo diferente conocido como el trastorno
inducido por sustancias.
Este trastorno se caracteriza por una importante y constante alteración del estado de ánimo
que se considera debida a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad. La alteración del
estado de ánimo puede consistir en un estado de ánimo depresivo, una notable disminución de
interés o placer por las cosas, o un estado de ánimo elevado, expansivo o irritable. Para determinar
si la alteración del estado de ánimo es debida a enfermedad médica, el clínico ha de establecer
claramente la presencia de dicha enfermedad médica. Además, hay que establecer que las causas
de la alteración del estado de ánimo están relacionadas con la enfermedad médica a través de un
mecanismo fisiológico. Para poder hacer esta afirmación es necesario efectuar una evaluación
cuidadosa y completa de múltiples factores.
Un episodio depresivo describe un período de tiempo que se caracteriza por tener el ánimo
bajo y decaído. Las personas con esta condición se sienten tristes o decaídas, con bajo nivel de
energía y poca motivación. La depresión afecta más a mujeres que a hombres, especialmente en la
adultez media o tardía.
Un episodio depresivo puede ser un evento único, pero también puede volverse persistente en el
tiempo o reaparecer. Para diagnosticar una depresión persistente los síntomas deben estar
presentes por más de 2 años.
Cuando hablamos de DSM-5 estamos hablando del Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales, uno de los manuales y sistemas clasificatorios de los trastornos y alteraciones
psíquicas más conocidos y relevantes. Fue publicada en 2013 por la American Psychiatric Association
(APA) mediante el consenso de expertos y la realización de múltiples investigaciones.
Este sistema clasificatorio, a pesar de que para muchos especialistas resulta cada vez más
controvertido debido a la patologización de cada vez más comportamientos y modos de
funcionamiento y por las acusaciones de la existencia de intereses comerciales detrás de la
formulación y sobre diagnosticación de algunos de dichos trastornos, es uno de los más relevantes
ya que ofrece un marco desde el que poder determinar si los pacientes manifiestan síntomas y
criterios propios de un trastorno concreto, de tal manera que se facilita diagnóstico y tratamiento
tanto para el profesional que lo atiende como para futuras interpretaciones por parte de otros
profesionales.
En cuanto a la CIE-10, en este caso las siglas hacen referencia a la décima edición de la Clasificación
Internacional de las Enfermedades. Se trata de otro de los grandes manuales y sistemas
clasificatorios que existen, si bien esta vez no analiza únicamente los trastornos mentales sino el
conjunto de todas las enfermedades, trastornos y alteraciones que existen. En ella los trastornos
mentales únicamente ocupan el capítulo V también denominado con la letra F.
Fue publicado en 1992 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque en 2018 se publicó
la siguiente edición, la CIE-11, lo cierto es que aún a día de hoy sigue siendo más utilizada y se
encuentra más extendida la versión CIE-10.
Uno de los principales aspectos en los que podemos encontrar elementos diferenciales entre DSM-
5 y CIE-10 se encuentra en el hecho de que mientras el DSM es un manual de referencia centrado
en los trastornos mentales, la CIE es la Clasificación Internacional de Enfermedades, incluyendo no
sólo las alteraciones de la psique sino el conjunto de trastornos y enfermedades médicas que
pueden aparecer en el ser humano.
6.2.- Diferentes objetivos. - Aunque ambos se orientan al diagnóstico, mientras que el DSM
tiene como objetivo una descripción sistemática y precisa de los criterios diagnósticos y
características propias de un trastorno, la CIE se orienta más a realizar un registro y análisis de las
características presentes del trastorno. En este sentido, el primero resulta también ligeramente más
preciso en su descripción de los síntomas.
6.3.- Organización que las genera. - El DSM-5 ha sido elaborado por la American Psychiatric
Association, una de las organizaciones americanas más relevantes del mundo en lo que respecta al
estudio de los problemas de salud mental. Por otro lado, la CIE-10 ha sido elaborada por la
Organización Mundial de la Salud, la cual repercusión de nivel mundial.
6.7.- Un sistema multiaxial. - A lo largo de su historia tanto el sistema clasificatorio del DSM
como el de la CIE han empleado un sistema multiaxial, con diferentes ejes que permiten la anotación
de diferentes tipos de problemáticas de tal forma que se facilita el diagnóstico y clasificación de las
diversas problemáticas. Sin embargo, con la llegada del DSM-5 esta característica ha pasado de ser
algo común a ser un elemento diferencial.
BIBLIOGRAFIA
• Diagnostic and statistical manual of mental disorders, 5th ed. rev.: DSM-V. Washington,
DC: American Psychiatric Association, 2013. (español)
• McIntyre RS, Lee y, Zhou AJ et al: The efficacy of psychostimulants in major depressive
episodes: A systematic review and meta-analysis. J Clin Pscyhopharmacol 37 (4):412-418,
2017.