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Otros proponen que el populismo es el lenguaje empleado por quienes afirman hablar en nombre del pueblo,
basado en la contraposición entre “nosotros” (el pueblo) y “ellos” (la élite).
Populismo como estrategia política
Esta perspectiva es la más común entre los sociólogos y politólogos latinoamericanos. Como estrategia
política, el populismo se refiere a la aplicación de diversas políticas económicas, como la redistribución de
riquezas (la expropiación, por ejemplo) y la nacionalización de empresas.
Bajo esta perspectiva, el populismo es un modo de organización política, en el que un líder ejerce el poder
con el apoyo de sus seguidores, los cuales suelen pertenecer a sectores marginados.
Características de un gobierno populista
División entre el “pueblo” y las “élites”. Los líderes populistas tienden a presentarse como
representantes del “pueblo” y critican a las élites o la “casta política”, a la que acusan de no velar por
los intereses del pueblo.
Discurso anti-establishment. Los populistas suelen adoptar un discurso crítico hacia las
instituciones políticas establecidas y denuncian la corrupción, la falta de transparencia y la
ineficiencia de los gobiernos anteriores, contrarios a sus ideas.
Identificación con problemas y temores comunes. Un líder populista identifica y enfatiza los
problemas y temores compartidos por amplios sectores de la población, como la desigualdad
económica, la inseguridad, el desempleo o la inmigración.
Promesas de soluciones simples y rápidas. Los gobiernos populistas ofrecen soluciones rápidas y
“sencillas” a problemas complejos y estructurales. Su discurso se basa en mensajes directos y
claros, y no tienen una base científica social real.
Estilo carismático del líder. Estos líderes suelen tener una personalidad carismática, y se
presentan como figuras mesiánicas que salvan y solucionan los problemas del pueblo.
Uso de la retórica emocional. Apelan a las emociones y sentimientos de la gente, en lugar de
presentar argumentos racionales y basados en datos. Su discurso suele ser apasionado y emotivo.
Nacionalismo y rechazo de la globalización. Muchos líderes populistas adoptan posturas
nacionalistas y proteccionistas, mostrando desconfianza hacia acuerdos internacionales y la
integración global. Es común la nacionalización de empresas y el cierre de influencias externas.
Crítica a la prensa y las instituciones democráticas. Los gobiernos populistas a menudo critican a
los medios de comunicación y a las instituciones democráticas establecidas, acusándolos de estar
controlados por las élites y de ser parciales.
Variedades de populismo
De acuerdo con el pueblo
Ya se ha visto que el populismo se relaciona directamente con el pueblo. El pueblo que el populismo defiende
puede ser variado, dando origen a distintos tipos de populismo:
Populismo étnico.
Populismo cívico.
Populismo regional.
Estos son solo algunos de los tipos de populismo en relación con el pueblo.
De acuerdo al programa político
Si el programa populista incluye propuestas abstractas para la restauración de la soberanía del pueblo, y no
hay propuestas concretas, se habla de populismo teórico. Habrá populismo instrumental si ocurre lo contrario.
En Estados Unidos, el movimiento comenzó en el siglo XIX, con la creación del Partido del Pueblo, en 1892.
Este movimiento buscaba la nacionalización de las vías ferroviarias, de los telégrafos y de otros monopolios,
asimismo, exigía que el gobierno estimulase la economía a través de la inflación del dólar.
A diferencia del movimiento ruso predecesor, algunas de las propuestas del Partido del Pueblo fueron
adoptadas por gobiernos posteriores.
El gobierno de Theodore Roosevelt, presidente de Estados Unidos en las primeras décadas del siglo XX,
revivió el populismo con la aplicación de políticas que iban en contra de las grandes empresas. Igualmente,
apoyó a los granjeros y actuó como intermediario en la huelga del carbón de 1902. Además, creó nuevas
oportunidades de trabajo.
En Latinoamérica, a mediados del siglo XX, se desarrollaron diversos gobiernos populistas, como los de Juan
Domingo Perón (en Argentina) y Getúlio Vargas (en Brasil).
Otras figuras populistas del siglo pasado fueron las siguientes:
Woodrow Wilson
Woodrow Wilson fue presidente de Estados Unidos (1913-1921). Durante su gobierno, favoreció el desarrollo
de pequeñas empresas.
Juan Domingo Perón
Presidente de Argentina de 1946 a 1952, de 1952 a 1955 y de 1973 a 1974. Es el único presidente de
Argentina que ha alcanzado el tercer mandato.
Getúlio Vargas
Ocupó el cargo de presidente de Brasil de 1930 a 1933.
Theodore Roosevelt
Presidente de Estados Unidos de 1901 a 1909.
Gobiernos populistas en la actualidad
Hoy en día, los regímenes populistas han adquirido mayor importancia. Un gran ejemplo es el de Venezuela
con el chavismo. Este es un movimiento político iniciado por el difunto presidente Hugo Chávez, cuya práctica
ha sido continuada por el actual presidente de la nación, Nicolás Maduro.
Si se define el populismo como la presencia de una conexión carismática entre los votantes y los políticos, y la
presencia de un discurso basado en la idea de la lucha entre el pueblo y la élite, entonces el chavismo es
claramente un fenómeno populista.
Los gobiernos de Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia fueron ejemplos de gobiernos
populistas en Latinoamérica.
Todos estos ejemplos de populismo mencionados anteriormente son de izquierdas. Gobiernos populistas de
derechas podrían ser el de Donald Trump en Estados Unidos, el gobierno de Nayib Bukele, de El Salvador, o
el de Jair Bolsonaro en Brasil. Actualmente, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, también es un
populista de derechas.
Referencias
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