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Fabián Neira Rioseco, Sociología.

1.El texto comienza con una introducción en la que se plantea la dificultad de saber que se
concibe por pueblo.

Se menciona que en la actualidad las formas tradicionales de hacer política han cambiado,
esto debido a factores como el big data, apelando a la emocionalidad e incluso en tiempos
donde lisa y llanamente se falta a la verdad. A pesar de lo dicho el pueblo y la política
siguen existiendo, distintos, pero persisten, en un siglo con nuevas tecnologías.

La corrupción que ha permeado diversas instituciones produce una desafección de la gente


por la política y propicia el surgimiento de nuevos grupos populistas de extrema derecha,
incluso filo-fascistas.

Luego se avanza en el texto a una sección acerca de incertidumbres perplejas, en un mundo


globalizado y con nuevas tecnologías es que el que Innerarity analiza, y plantea una
emergencia de la incertidumbre que incluso escaparía de la comprensión. Citándolo se
compara a sociedades anteriores, en las que, si bien tenían un futuro tenebroso y un
presente sufrido, sus contextos eran estables, a diferencia de la sociedad actual que está
frente a un gran abanico de posibilidades, incluso desconocidas.

Un factor que explicaría este escenario de incertidumbre sería la entrada del neoliberalismo,
en un pasado ciertos aspectos de la sociedad eran reservados como cosa publica y ahora han
sido privatizados y entregados como mercancías al mercado, alejándose así del ámbito
político y el espacio público.

En el pasado fue la hegemonía de la política, los partidos movilizaban sectores de la


sociedad para avanzar en las transformaciones que ellos querían, pudiendo así producir
estabilidad y paz social. Esta hegemonía de la política fue entregada por los mismos
políticos al mercado, entrando este y abarcando los más diversos ámbitos, asimismo
limitando la propia política y a los políticos que entregaron la política al poder del dinero.
Se cita a Bauman para explicar que la sociedad licuada, pulverizada, fragmentada es en
gran parte por esta entrega de lo social al capital, convirtiéndose así la sociedad en una
competencia del todos contra todos.

Y surge la pregunta ¿dónde queda el pueblo con todo esto? Las incertidumbres pueden
provocar miedos en la población, y también se relaciona con el surgimiento de
neopopulismos de derecha.

Se llega así a una nueva sección que comienza con la pregunta ¿populismos sin pueblo?,
alrededor del pueblo han existido diversas concepciones de lo que es, muchas veces,
independiente del sector político, han utilizado al pueblo para después darle la espalda.

Se Menciona a Krauze, que define y caracteriza el populismo, lo define como una forma de
poder, caracterizado por la presencia de un líder carismático que se atribuye la
representación del pueblo y una vez en el poder actúa al margen de la institucionalidad.

Krauze no deja bien al populismo latinoamericano, pero el texto no omite que en la historia
latinoamericana hubieron populismos que avanzaron en materias sociales y económicas,
aunque también padecieron de una excesiva concentración de poder, lo que facilita la
corrupción y falta de democracia.

El populismo progresista entra en crisis en los 70 y principios de los 80, con la entrada del
neoliberalismo.

El populismo de derecha que se ve revivir, lo hace en razón de la crisis de la


socialdemocracia, los sectores que han perdido con la globalización y la creciente
desigualdad.

Otro catalizador del populismo de derecha que menciona el texto es el antiliberalismo, que
avanza en términos sociales y que sectores conservadores rechazan, así el populismo de
derecha aboga por volver a las tradiciones, que también se han visto amenazadas por la
globalización.

El populismo de extrema derecha toma a los sectores precarizados y perdedores.


Perdedores en un sistema en el que el neoliberalismo y las dictaduras acabaron con el
trabajo estable y redujeron los sindicatos, este sector populista cuenta con el poder de las
riquezas, pero no con el político.

Este populismo si bien no se puede asimilar al fascismo poseen características que ponen en
peligro la democracia y la convivencia humana.

El líder carismático dice representar al pueblo, aunque solo representa a sus seguidores, sin
esta figura autoritaria es una forma histórica incompleta.

Zeev Sternhell, reconocido investigador del fascismo entiende y explica el ascenso del
fascismo como una tendencia histórica contra el liberalismo, el marxismo, el racionalismo y
el positivismo en Europa en el siglo XIX.
Se basa en la construcción de una solución que integraría todas las capas y clases sociales.
Trabaja con una idea de pueblo que no existe, sino solo en la mente de sus ideólogos y
líderes.

No solo el fascismo o el populismo de extrema derecha presentan un peligro para la


convivencia humana y ecosistema, sino también el neoliberalismo del capitalismo, que todo
lo convierte en mercancía y produce nuevos problemas, desperfila y fractura lo que se
entiende por pueblo.

La sociedad de los negocios y la construcción del individuo se puede ver ejemplificada en


Chile, país en el cual violentamente se cambió y se pasó a tener menos Estado, menos
política y menos cultura y aumento el consumismo, individualismo y el papel del mercado,
quedando sectores relegados y una sociedad con grandes brechas.

Las consecuencias repercuten en los individuos y en una sociedad que carece de valores
sociales que fueron cultivados en el pasado. El Estado chileno no es un Estado de derechos
ni de protección social.

La sociedad neoliberal buscar crear un nuevo orden social utópico, basado en el individuo
como ente abstracto, esto se impuso a través de la dictadura. El individuo flexible es la base
de la filosofía neoliberal y carece de una sociedad solidaria, solo vive el presente y fracasa
reiteradas veces.
El Estado moderno es transformado en el Estado neoliberal, un Estado que no reconoce al
pueblo y carece de acuerdos sociopolíticos.

Los pobres, los perdedores de este sistema reclaman la presencia del Estado, Estado que en
algún momento fue público, vivo y presente ahora ha sido entregado al mercado
deshumanizado, que fragmenta e influye en el actuar de la política.

Esta sociedad fragmentada provoca un desconcierto político, ya no es el otrora Estado-


Nación, sino que se da paso a tiempos líquidos sostiene Bauman, y el surgimiento de un
nuevo individualismo, desprotegido por parte del Estado. La sociedad no estaría protegida
por el Estado o ya no confiaría en él, mientras que los gobiernos intentan solucionar las
crisis a medida que aparecen e intentan mantenerse en el poder.

Según Bauman en un mundo negativamente socializado las soluciones ya no pueden ser


locales sino que deben ser a escala global, este escenario fragmentado es el que propicia la
aparición de populismos de extrema derecha que apelan a los sectores conservadores y
antiguas tradiciones, descontentos con la globalización.

El concepto de pueblo si bien ha mutado, se niega a desaparecer, pero a veces sectores que
tradicionalmente serían considerados parte de este son discriminados pues no calzan con lo
que fomenta el mercado. Aquí es donde Cortina introduce el término Aporofobia, entendido
como el rechazo al pobre en la sociedad moderna.

En un pasado el pobre vivía dramas, pero era importante para la Iglesia, la Teología de la
liberación o visto como el sujeto de la revolución o reformas por parte de la izquierda,
existía una preponderancia del valor social de la solidaridad. En el mundo del intercambio
los pobres provocan un sentimiento de rechazo.

La extrema derecha apela al factor popular, lo utiliza para volver al poder, después de
haberlo perdido en el proceso globalizante que ellos mismos impulsaron, mientras que el
populismo progresista realmente no cree en el pueblo, lo subestima y no es democrático.

El texto dice que se está entrando a una nueva época en la que se re-prefigurará el
individuo, ya no será un pueblo dividido meramente en clases antagónicas, aunque no es
que las clases sociales no existan, sino que a esto se agrega la carga ecológica-ambiental y
la deshumanización individualista y digital. La nueva tecnología avanza, y servirá mucho a
la humanidad mientras vaya en un sentido ecohumano.

En la nueva Era la geografía social del pueblo cambia, y una sociedad destruida puede
querer volver repentinamente a la idea de comunidad y obsesionarse por la identidad, lo
que puede llevar a discriminaciones raciales y xenofóbicas.

Ante la destrucción de la sociedad es necesario conocer los derechos universales y


superiores para poder combatir el carácter todo poderoso del dinero y el poder, sostenidos
por adversarios que se basan en razones meramente particulares.

Simmel estudió en el individualismo en la sociedad norteamericanas, el como la


institucionalidad influía en el individualismo dentro de la sociedad, como el de defender la
independencia de los Estados en contra de un gobierno centralista y nacional basado en la
libertad individual.
El concepto de individual se puede entender por dos acepciones, una la de la libertad y
responsabilidad y otra la de ser distinto y único. Según Simmel en el siglo XVII la igualdad
se entendía como la libertad de tutelas de clase, religiosas, y en el siglo XIX esta se habría
entendido, con la influencia de la división del trabajo, en que una persona ocupa un lugar
que solo él puede ocupar y que pone énfasis en lo diferente.
Adorno por su parte que el ser humano es prójimo antes que individuo, se relaciona con los
otros antes que consigo. Al interior de las relaciones sociales la vida individual adquiere
sentido.
Por su parte la revolución tecnológica provocará problemas, pero si se conduce en miras al
bien común puede ser muy beneficiosa.
El pueblo no desaparecerá, crecerá en conciencia y puede que el pueblo por primera vez en
la Historia supere la barrera de la dominación y avancen en forma más independiente y
soberana hacia la descolonización y emancipación.
2.El texto al plantear la pregunta de lo que es el pueblo dice que es una pregunta de difícil
respuesta, lo que es cierto, en una sociedad bombardeada por información desde muchos
lugares y dice que no es materia ni de marketing ni encuestas, pero algo me produce dudas,
esto es de que tampoco lo es de los líderes, aquí es donde pienso un pueblo podría, quizás
no definirse, pero si diferenciarse respecto a los líderes que sigue, lideres, representantes o
delegados, pues en una organización fuerte, sólida y democrática, con buena comunicación
son ellos los que podrían elevar esa vez de un pueblo que muchas veces no es oído.
Dejando de lado el punto anterior es casi imposible no pensar, con el tema del bigdata y la
posverdad, el caso de las anteriores elecciones en los Estados Unidos, pues fue tema el
como se vendía nuestra información por partes de grandes empresas para apuntar a ciertos
sectores y captar sus votos, muchas veces apelando a la emocionalidad o incluso fakenews.
Incluso se puede ver en el día a día como en redes sociales hay perfiles falsos que se
dedican a poner en el tapete ciertos temas desde su punto de vista, pienso que no debemos
avocarnos totalmente a ese campo para poder construir política, pero tampoco dejarlo a
merced de inescrupulosos.

También en el texto se utiliza el concepto de incertidumbres perplejas, el cual fue nuevo


para mí y me hizo mucho sentido, es verdad que estamos en una sociedad de muchas
inseguridades, una en que tenemos que endeudarnos millonariamente no solo para poder
contar con las herramientas que nos permitan desarrollarnos y siquiera tener la posibilidad
de salir victoriosos en esta competencia que nos ha sido impuesta, sino que hay muchos
casos en los que la incertidumbre de lo que será el futuro que deben endeudarse para poder
comer, algo que no solo es lamentable, triste, sino que es lisa y llanamente una vulneración
de los derechos humanos de una persona pues afecta su dignidad y algo básico que nos
corresponde a todos por el solo hecho de existir, pues es vital, esto es la alimentación.
Lo dicho anteriormente se puede relacionar con lo dicho por Touraine, respecto a que para
quienes han sufrido los embates del neoliberalismo y su cruel sistema y quienes queremos
combatirlo tenemos a nuestra disposición como arma el sujeto de derechos, que son
superiores y universales podemos usarlos en el ámbito racional y argumentativo para dar
una esperanza a quienes creen que en este sistema las cosas malas inherentes a él no tienen
razón de cambiar, usarlos también judicialmente y para exigir políticas de Estado, a este
órgano ausente y reducido por las elites anteriormente, para que protejan y garanticen el
cumplimiento de dichos derechos. También es tarea de todos y todas el defender este
bastión, uno de los últimos que nos quedan en la superestructura para contrarrestar el como
se dijo carácter todopoderoso del dinero y el poder.
Aquí es donde cobra mucha importancia el tópico que ocupa gran espacio en el texto
estudiado que es la noción de pueblo, es este concepto muchas veces manoseado por
distintos lideres para alcanzar sus objetivos personales y que va en contradicción directa
con la misma palabra, que tiene su origen en una noción de comunidad y no particular,
adquiere importancia porque es a lo que quienes no tenemos el poder que tienen las clases
dominantes, podemos aferrarnos, podemos y debemos reivindicar este término, defenderlo,
revivirlo y definirlo según lo que nosotros, el pueblo, queramos y necesitemos, quizás
necesitemos líderes para encarnar nuestros deseos, pero estos deben ser mandatados por
nosotros y no caer en los peligrosos populismos, especialmente ahora que surgen
populismos de extrema derechas que son comparados en ciertas facetas con el mismo
fascismo.
En el texto se habla que los populistas no pueden prescindir de un líder carismático que se
constituye a sí mismo y también gracias a sus seguidores, la voluntad del pueblo, también
se habla de que los populismos de izquierda no confían realmente en el pueblo y los de
derecha lo utilizan para llegar primera o principalmente al poder estatal. Conociendo lo
dicho es que se reflexiona que ya no deben ser estos lideres populistas los que creen a su
propio pueblo sino que debe ser el pueblo el que cree y forme a sus propios líderes,
debiéndose estos a su pueblo que los erigió. ¿Para qué? Pues para ir avanzando en la
construcción descolonizadora y emancipatoria, recuperando el sentido social del ser
humano que nos fue arrebatado como nos enseñó el texto, violentamente mediante golpes y
dictaduras. Uno de los posibles primeros pasos sea el de recuperar el Estado, esta gran
maquinaria que puede ser una de las máximas expresiones de la organización jurídica,
social y política de las personas, puede ser utilizado para garantizar correctamente los
derechos inherentes a todas las personas y que priman sobre los argumentos particulares de
quienes abogan por el neoliberalismo, el poder del dinero y la mercantilización de nuestros
bienes sociales, puede ser usado para combatir los seguramente nuevos intentos de los
“ganadores” de este sistema por restaurar su orden, incluso puede ser usado para fomentar
la integración de las distintas naciones dentro de un país que es una tarea muy importante
en un contexto donde el tradicionalismo y la obsesión identitaria gana terreno y es usada
por los populistas, tomando los conceptos y enseñanzas de este texto es que podemos
avanzar hacia una nueva sociedad.
3. Para ningún chileno o chilena le es indiferente lo que pasó desde el 18 de octubre (19 en
Concepción) hacia adelante y a ello se pueden aplicar varias de las enseñanzas que deja el
texto.
Las incertidumbres perplejas se pudieron ver en el día a día, mientras salían videos y
noticias de las protestas en Chile, por ejemplo, en las razones del porqué los y las
protestantes arriesgaban su integridad, incluso sus vidas exponiéndose a los
enfrentamientos que ocurrían entre las fuerzas del aparataje estatal y los manifestantes,
"Son muy bajas las jubilaciones, no nos alcanza el dinero ni para pagar el transporte para ir
a buscar los medicamentos". Son palabras de Carlos Rodríguez, pensionado chileno. Así
expresaba el diario France24 una de las razones por las cuales la gente se expresaba de tal
manera, es el temor del futuro, es que todo cambia violentamente y la gente queda a la
deriva, en palabras del autor del texto “Las incertidumbres producen perplejidad, asombro y
confusión frente a la realidad inciertamente cambiante.” La gente ante el incierto futuro de
ellos mismos o de sus seres queridos, abuelos, por ejemplo, decidió salir a las calles y
exigir incluso violentamente el cese de este sistema incierto, el cese del abandono por parte
de la sociedad a través de las instituciones.
Como lo menciona el texto los partidos perdieron la confianza y el papel de intermediarios
de la voluntad de ciertas clases sociales o sectores de la sociedad, en el estallido social estos
fueron vistos como parte de las elites gobernantes que habían provocado esta situación.
El populismo y justamente el populismo sin pueblo que lo avalara se vio en este contexto,
pues si de parte del pueblo no surgieron líderes claros que expresaran la voluntad sino que
fueron las mismas masas y organizaciones sociales y sindicales las que pusieron en el
tapete las demandas, por parte de la extrema derecha chilena apareció un líder,
desacreditando al pueblo y arrogándose la supuesta vocería de lo que realmente quería la
gente, este personaje fue José Antonio Kast, ex UDI y fundador del actual Partido
Republicano y entre sus dichos se encuentran estos “Se necesita coraje para bajarse de la
ola populista que recorre la izquierda y la derecha, y alzar la voz para poner el acento en la
emergencia nacional que vivimos. Es la violencia, y no otra cosa, lo que tiene al país
deprimido y amenaza con destruirlo pronto si no la detenemos.” Se posicionó como el que
sabe las verdaderas respuestas y necesidades de la gente y lo que la aqueja, ignorando
totalmente los reclamos de los cientos de miles de todas las edades y sectores que salían a
las calles, pues él decía tener la respuesta de lo que el pueblo necesita pero realmente solo
opinaba lo que su pequeño pero posiblemente creciente sector le confortaba y pensaba, a
esto no se puede obviar sus pasadas intenciones presidencialistas en las que con un discurso
que medularmente solo representaba un sector pensaba tomar el cargo de presidente del
gobierno del país entero.
En las causas del estallido social puede verse la sociedad de los negocios y la construcción
del individuo, Chile un país que fue cambiado violenta y drásticamente en el rumbo que
seguía a través de un violento golpe de Estado y sangrienta dictadura, a través de la
implementación de políticas económicas neoliberales y una estructuración jurídica y
política del Estado que sustentaba este modelo fue como a través de más de 40 años se a
construido un prototipo de persona, de individualidad, una individualidad que se paga su
propia educación y accede a una mejor o peor según lo que puede costear, lo mismo con la
salud y que él solo vivirá gracias a su capitalización, siempre individual en su vejez,
utópicamente prescindiendo de los demás, este era el modelo al que apostaron las elites de
nuestra sociedad y estos son los pilares de su sistema que no solo se quieren derribar sino
que formaron a quienes los iban a derribar a través de la movilización social.
Se eliminó, como dice el texto “esa invención fantástica de la Edad Moderna”, se eliminó el
factor social de nuestra sociedad, se nos vio solo como un conjunto de individuos que se
relacionan hasta en los temas más delicados y que en el algún momento fueron base de las
antiguas sociedad solo a través del mercado, transando todo por dinero.

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