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Trabajo Practico Historia

1_ El peronismo sigue siendo un tema de debate historiográfico: los historiadores plantean


diferentes posturas: ¿Fue una dictadura? ¿Fue un gobierno verdaderamente democrático y
popular? ¿Fue una especie de fascismo? ¿Fue el gobierno que reconoció los derechos de todos?
*Lean las opiniones de cuatro autores diferentes y:

a) Resuman la posición de cada uno sobre el peronismo

b) Expliquen argumentos con que sostienen su posición y estrategias argumentativas

2_ El peronismo también fue definido como un ejemplo de populismo. Expliquen las


características de los gobiernos llamados populistas y busquen visiones positivas y negativas del
populismo.

3_ Elaboren un texto argumentativo sobre el periodo peronista, evaluando su actuación y


aportando argumentos para sostener su posición. Consulten otros textos o páginas web y
cítenlas en el trabajo.

1_
Artículo A: Los autores de este artículo son Rodolfo Ortega Peña y Eduardo Luis Duhalde, y su
posición es peronista.
Sus principales argumentos para sostener esta postura son:
 Perón buscaba nacionalizar la economía y realizar una política exterior independiente.
 Las medidas sociales como el “Decreto del trabajo nocturno”, el “Estatuto del Peón” y
la declaración de los “Derechos de la ancianidad”, sucedieron con rapidez.
 A pesar de que el peronismo tomo medidas violentas, que no pueden ser justificadas, la
oposición realizo actos de mayor violencia.
 Los sectores opositores jamás plantearon un enfrentamiento leal, intrigaron,
complotaron y mataron por sus intereses.
 Eva Perón comprendió el sentido social del movimiento, creando su fundación para
poder realizar una acción directa para el pueblo.

Articulo B: El autor de este artículo es José Luis Romero, y su posición es anti-peronista.


Sus principales argumentos para sostener esta postura son:
 La propaganda oficial tenía como finalidad suprema mantener la autoridad personal de
Perón.
 La reforma constitucional de 1943 incorporo declaraciones sobre soberanía y derecho
de los trabajadores solo para disimular la autorización de la reelección presidencial.
 La obsecuencia del Parlamento, el temor de los funcionarios y la represión de todas las
actividades de los adversarios del régimen, contribuyeron a instaurar el régimen
personalista.

Artículo C: La autora de este artículo es Teresa Eggers, cuya posición es neutral.


Sus argumentos son:
 Las clases medias y altas caratulaban a Perón como fascista.
 Perón y sus seguidores contraponían la democracia formal a la democracia real, donde
hubiera justicia social.
 La oposición se apropio de la palabra democracia, y Perón del concepto de pueblo.

Artículo D: El autor de este artículo es Milciades Peña, y su posición es anti-peronista.


Sus principales argumentos para sostener esta posición son:
 En tiempos de peronismo, pareció que la población se tornase cada vez mas prospera,
pero en realidad el país se descapitalizaba velozmente día tras día.
 El estado peronista creó una poderosa institución sindical que parecía como si fuera un
producto surgido de la clase obrera, pero en realidad le había sido dad desde arriba.

2_ ¿Qué es el populismo?
El populismo es una forma de gobierno con un fuerte liderazgo de un sujeto carismático, con
propuestas de igualdad social y movilización popular. Es importante señalar la simplificación
dicotómica y el claro predominio de los argumentos emocionales sobre los racionales.

El término populismo se usa, en muchas casos, de forma peyorativa, en sí mismo no implica que
el régimen pertenece a la derecha o la izquierda sino que describe otros aspectos como la falta
de planificación económica.

Los gobiernos populistas pueden tener proyectos políticos de cualquier índole. Cuando los
gobiernos latinoamericanos toman medidas sociales destinadas a ganarse la simpatía de la
población, se los tilda de populistas. Una de las críticas al populismo señala el carácter
universalizador del término.

Fuente: https://concepto.de/populismo/#ixzz5sdj1EVCM

Vision negativa sobre el populismo:


El populismo es un concepto difuso. Tradicionalmente designaba una ideología caracterizada
por la hostilidad a las élites y la devoción al pueblo: según ella, lo que define a las élites es,
además de sus privilegios, su egoísmo, su carácter corrupto y su desprecio de la gente común,
mientras que lo que define al pueblo es su condición de víctima de las élites y su naturaleza
virtuosa; el populismo tradicional también se caracterizaba por su rechazo de la división entre
izquierda y derecha, su desconfianza del pluralismo político y su fe en un caudillo capaz de
encarnar por sí solo al pueblo y expresar sus deseos. Todos estos rasgos, típicos de los
fascismos, han sido lógicamente vistos con desconfianza por la izquierda democrática. En los
últimos años, sin embargo, algunos pensadores de izquierda los han reivindicado; es el caso de
Ernesto Laclau, inspirador ideológico del principal teórico de Podemos: Íñigo Errejón. Según
Laclau, el populismo es una ideología hueca, sin contenido, pero ahí reside su principal virtud,
porque en determinado momento es capaz de alojar toda la frustración y la justa rabia de los
oprimidos contra unas instituciones democráticas insuficientes, incapaces de dar respuesta a las
demandas de la gente común. Ese momento es el momento populista, como lo llama Chantal
Mouffe, y los populistas deben aprovecharlo para provocar el cambio social con el carburante
de la frustración y la rabia y las insuficiencias democráticas. Es lo que ha intentado Podemos.
Ahora bien, como los propios populistas reconocen, ese carburante sirve lo mismo para
impulsar a Trump o a Le Pen que a Podemos: la única diferencia es que, según Podemos, su
populismo es benigno mientras que el de Trump o Le Pen es maligno. Ahí radica la
equivocación o la inconsistencia, si no la hipocresía. Dejemos de lado ahora la desconfianza de
la democracia que el populismo moderno ha heredado, igual que su querencia por el carisma de
los hombres fuertes (como Trump o Le Pen, Iglesias es menos un político que un caudillo, y es
mil veces preferible el peor político que el mejor caudillo, porque el político está hecho para la
paz y el caudillo para la guerra); la pregunta es: ¿cómo sabemos que el populismo de Podemos
es bueno y el de Trump no? ¿Sólo porque Trump es de derechas y Podemos no? Pero ¿no
habíamos quedado en que ya no existen la derecha ni la izquierda sino sólo los de arriba y los de
abajo? Y sobre todo: ¿basta cambiar a los de arriba por los de abajo o a la élite por la gente
común para que desaparezca la corrupción y un país sea más justo y más próspero? Dado que
nadie con dos dedos de frente se cree la pamema de que el pueblo es esencialmente virtuoso,
¿no ocurrirá más pronto que tarde que, convertidos en la nueva élite, los de abajo se vuelvan tan
egoístas, corruptos y privilegiados como los de arriba, la nueva casta como la vieja? ¿Qué
habremos arreglado, entonces? ¿No será que, como decía la vieja izquierda, lo que hay que
cambiar no son las personas sino el sistema?

https://elpais.com/elpais/2016/08/28/eps/1472335557_147233.html

3_

En mi opinión, el peronismo fue un movimiento cuyo balance fue negativo, tanto en lo


económico como en lo social.
Visto desde lo económico, en el primer plan quinquenal se produjo una enorme caída de las
divisas acumuladas debido al desaliento de la producción agropecuaria, para intentar incentivar
la industria liviana nacional, a la prohibición de inversiones extranjeras y al alto importe
utilizado para dar créditos y mejores servicios al pueblo. Esta gran cantidad de divisas gastadas,
no fueron repuestas ya que no teníamos ningún producto de exportación, que generase divisas,
más que el agropecuario que estaba fuertemente desalentado por el IAPI.

En el segundo plan quinquenal, se intentaron recuperar las divisas perdidas fomentando la


actividad agropecuaria y la industria pesada, firmando contratos con empresas extranjeras como
la Standard Oil, e incentivando a la población a reducir el consumo para así poder bajar la
inflación, aunque bajar el consumo significase una baja en la calidad y la caída de las industrias
nacionales.

Con respecto a lo social, el voto femenino y los derechos de los trabajadores fueron totalmente
positivos, pero arrastraron el fortalecimiento de los sindicatos como entidad política, que
fomentaron aun más el odio hacia las clases sociales altas.

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