Ley de registros y notarias venezolana, análisis y apreciación personal:
Autor: Alonso David Peña Rodríguez / C.I V-20.544.902
La Ley de Registros y Notarías de Venezuela, es una ley que regular la
organización, el funcionamiento, la administración y las competencias de los Registros Principales, Públicos, Mercantiles y de las Notarías Públicas, a lo largo y ancho del territorio de la República Bolivariana de Venezuela. Esta ley promueve la garantía, tutela de los derechos personales y reales, la seguridad jurídica, la libertad contractual y el principio de legalidad de los actos o negocios jurídicos, bienes y derechos reales dotando de fe pública y convalidación de la certeza de lo que se asiente en los libros de registros y notarias.
Esta ley consagra entre sus disposiciones, los principios registrales
fundamentales que rigen esta ley entre los cuales figuran:
El principio de rogación, el cual norma que la presentación de un documento
inicia el procedimiento registral, que debe mantenerse impulsado por parte de los funcionarios públicos acreditados hasta su conclusión, siempre que haya sido admitido correctamente.
El principio de prioridad el cual reza que los documentos deben inscribirse u
otorgarse con prelación a cualquier otro presentado con posterioridad, salvo excepciones específicas, que con la última reforma seria la figura de la habilitación, por ejemplo.
El principio de especialidad que norma que los bienes y derechos inscritos
deben estar claramente definidos y precisados en cuanto a su titularidad, naturaleza, contenido y limitaciones, para efectos de traslación de propiedad y secuencia de cadena titulativa se suele articular con el principio de consecutividad que reza que Debe existir una secuencia y encadenamiento perfectos de las titularidades del dominio y de los demás derechos registrados.
El Principio de legalidad estipula que solo se inscribirán los títulos que
cumplan con los requisitos de fondo y forma que dispone la misma ley.
El principio de publicidad implica que la información contenida en los registros
es de carácter público y puede ser consultada por cualquier persona, en cualquier momento, siempre protegiendo la verosimilitud y certeza jurídica de su contenido.
La ley de registros y notarias Venezolana en su contenido, también identifica
y caracteriza a su ente rector y la dependencia de este con el ejecutivo Nacional, en este sentido, el Servicio Autónomo de Registros y Notarías (SAREN), es el ente encargado de la planificación, organización, administración, coordinación, inspección, vigilancia, procedimiento y control sobre todas las oficinas de Registros y Notarías Públicas del país en su función registral, notarial y administrativa.
Si bien la Ley de Registros y Notarías en Venezuela es un instrumento legal
que establece las normas para la organización y funcionamiento de los registros y notarías públicas, también se evidencia lo crucial que es para el resguardo de los derechos reales y personales, así como para la formalización de diversos actos y negocios jurídicos que requieren publicidad registral para su eficacia frente a terceros.
El análisis profundo de esta ley revela que su estructura y disposiciones
buscan promover la eficiencia y la confiabilidad en los procesos registrales y notariales. Por ejemplo, la ley enfatiza la importancia de la inscripción de los actos jurídicos como mecanismo para prevenir conflictos y fraudes, asegurando que los derechos adquiridos sean respetados y reconocidos por todos.
Uno de los aspectos más destacados de la ley es la incorporación de la
tecnología y la digitalización de los procesos. Esto se refleja en la posibilidad de realizar trámites y consultas de manera electrónica, lo que contribuye a la agilización de los servicios y a la reducción de la burocracia. Además, la ley contempla medidas para combatir la corrupción y la legitimación de capitales, estableciendo procedimientos claros y transparentes para el manejo de los registros y notarías.
La reforma de la ley, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.668,
introduce cambios significativos en la determinación de las tasas y en la utilización del Petro como unidad de cuenta para el cálculo de estas. Estos ajustes tienen implicaciones importantes en la economía y en la accesibilidad de los servicios registrales y notariales para la población.
Todas estas transformaciones obedecen a la aparición de legislación
Venezolana que han incidido en la ley de registro y notariado desde la entrada en Vigencia de la ley de mensaje de datos y firmas electrónicas en el año 2001, se han dispuesto normativas que, en términos de modernización y actualización, la ley contempla el uso de medios electrónicos para el cumplimiento de las funciones registrales y notariales. Además, se ha realizado una reforma que actualiza algunos elementos en materia tributaria relacionados con los servicios ofrecidos por el SAREN, además frente a la promulgación de la ley orgánica contra la delincuencia organizada y financiamiento al terrorismo en 2012, la ley de registro y notariado se reformo para incluir un título en el cual se norma lo condicente para la prevención, control y fiscalización de las operaciones de legitimación de capitales y financiamiento al terrorismo y la inclusión de la figura de la habilitación en el otorgamiento de documentos, además se establece al Petro como unidad de cuenta para la el cobro de tasas y servicios, así como un tabulador donde se incluyen las tarifas expresadas en Petros de todas las acciones registrales y notariales.
En conclusión, la Ley de Registros y Notarías de Venezuela es una pieza
clave en el marco legal del país y la seguridad jurídica de los bienes muebles e inmuebles y la titularidad de derechos personales, y es evidente en esta ley el empeño a adaptarse a las necesidades actuales y futuras, asegurando la protección de los derechos y la eficiencia en la prestación de servicios registrales y notariales. En este análisis detallado permite comprender mejor su impacto en la sociedad y en el sistema jurídico venezolano