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INTRODUCCIÓN
De los 51 Estados Miembros originales, SOLO 30 permitían que las mujeres tuvieran los
mismos derechos de voto que los hombres o les permitían ocupar cargos públicos.
Por fin desaparece, tras la reforma del Código Civil, la necesidad de licencia marital
para las mujeres sin la cual hasta ese momento no podían adquirir ni vender sus
bienes, ni disponer de los mismos sin autorización de su marido.
Los roles de género son el conjunto de papeles y expectativas diferentes para mujeres
y hombres que marcan la diferencia respecto a cómo ser, cómo sentir y cómo actuar.
Desde el nacimiento, la sociedad asigna diferentes roles en función de que se sea
hombre o mujer. Estas diferencias, que no se justifican en las diferencias biológicas,
han dado lugar, históricamente, a desigualdades de carácter social y cultural.
Sexo y género
Sexo:
Está referido a las diferencias biológicas que existen entre los hombres y las mujeres.
Permanece a lo largo del tiempo y existe de forma idéntica no sólo en todas las
sociedades humanas sino en muchas de las especies animales. Se trata de una
referencia universal.
Género:
Hace referencia a la diferencia de roles atribuidos a los hombres y a las mujeres en una
sociedad dada, en un momento dado. Es la construcción social que se hace de lo
masculino y lo femenino y que determina todas las relaciones humanas, en todas las
sociedades y culturas. El género es variable en el tiempo y el espacio.
Como consecuencia de este reparto de roles, aparecen los estereotipos, que no son
otra cosa que ideas preconcebidas sobre lo que las mujeres y los hombres pueden o no
hacer en función de los roles sociales al uso en cada momento. A continuación se
muestran algunas imágenes estereotipadas de género.
HOMBRES MUJERES
Discriminación
Por lo tanto las relaciones entre mujeres y hombres se desarrollan en el marco de ese
reparto de poder y están desequilibradas; aparece de esta forma el fenómeno de la
discriminación por razón de sexo.
Patriarcado
Constitución
Pero una sociedad en la que existe la desigualdad entre mujeres y hombres es una
sociedad injusta.
De esta forma, nuestra Constitución establece como uno de los pilares fundamentales
del estado de Derecho el principio de igualdad.
En consecuencia, se reconoce la igualdad de todas las personas ante la Ley, pero hace
falta además que se produzcan cambios sociales y estructurales que hagan de ese
principio constitucional, una igualdad real y efectiva.
Artículo 14
«Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer
discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión,
opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».
Artículo 32
Esta genérica prohibición de la desigualdad injustificada por razón de sexo, que recoge
el artículo 14, viene a ser completada por el artículo 32, que en relación con el
matrimonio dispone:
Se proclama así la igualdad jurídica de marido y mujer dentro del matrimonio, que
habrá de extenderse, no sólo a la constitución del matrimonio, sino también a lo largo
del mismo y hasta su extinción, de modo que el hombre y la mujer tengan los mismos
derechos, obligaciones y cargas(STC 159/1989).
Artículo 9.2
Por su parte el art. 9.2 dirige a los poderes públicos el mandato de promover las
condiciones necesarias para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos
en que se integra sean reales y efectivas, así como remover los obstáculos que impidan
y dificulten su plenitud.
Para analizar la realidad en la que vivimos y poder identificar, de forma separada, las
diferentes posiciones desde las que las mujeres y los hombres se relacionan con un
hecho concreto se utiliza la perspectiva o análisis de género; una forma sistemática de
observar el impacto diferenciado de programas, proyectos, políticas y piezas
legislativas sobre los hombres y las mujeres.
El análisis de género también puede incluir el análisis de las múltiples formas en que
los hombres y las mujeres, como actores sociales, se involucran en el proceso de
transformación de roles, relaciones y procesos socialmente establecidos, motivados
por intereses individuales y colectivos.
(Recogido en United Nations Internacional Research and Training Institute for the
Advancement of Women - INSTRAW basado en Health Canada, 2003 and ILO 2000 and
Gender and Biodiversity Research guidelines. Otawa: International Development
Research Centre, 1998).
Igualdad de oportunidades
Las políticas de igualdad de oportunidades son las medidas puestas en marcha desde
las instituciones públicas para la superación de los obstáculos que dificultan la plena
participación de las mujeres en los diversos ámbitos de la vida, con el fin de convertir
la igualdad reconocida legalmente, en una situación real y efectivamente igualitaria
para mujeres y hombres.
El estereotipo sexista hace referencia a las diferencias entre los sexos, convirtiéndolas
en naturales “los hombres son inteligentes y las mujeres intuitivas”.
Además a través de los cuentos tradicionales los niños y niñas identifican “formas de
actuar y de ser” diferenciadas en función del sexo.
3. El sexismo lingúístico
El sexismo lingüístico es el uso discriminatorio del lenguaje que se hace por razón de
sexo.
El sexismo está en el uso de las palabras que constituyen una lengua, estas palabras a
su vez son el reflejo de una cultura androcéntrica o del androcentrismo, en la que el
sexo discriminado es el femenino.
androcentrismo.
En vez de:
Es mejor:
En vez de:
Es mejor:
Ocultación
(Solución: al oír Carballo nos viene a la mente la imagen de un hombre pero Carballo
es una mujer.)
Subordinación
Ejemplo: se produce cuando según el género en que se use la misma palabra se define
de distinta manera y se valora un sexo como subordinado y dependiente del otro.
En el Diccionario de la Real Academia Española una de las entradas que aparece para
Jefa es mujer del jefe, pero no viceversa, para Jefe no aparece la definición marido de
la Jefa:
Jefa: 1) Superior o cabeza de una corporación, partido u oficio. 4) Mujer del Jefe
Ambigüedad
Desvalorización o menosprecio
Los cambios que se están viviendo en la sociedad actual, en la que se busca un trato
igualitario entre las mujeres y los hombres, tienen que reflejarse a la hora de escribir y
de expresarse.
A medida que las mujeres se han incorporado a espacios de la vida social, política y
económica, espacios en los que hasta ahora eran relegadas o eran invisibles, han
aparecido nuevas palabras para nombrar esa nueva realidad.
Hoy en día por lo tanto está plenamente aceptado el uso en femenino de todas las
profesiones:
Bombero/a.
Médica/o.
Bedela/bedel .
La/el chef.
…
Veamos tres formas diferentes de redactar una misma convocatoria a una reunión.
Ejemplo I
¿Qué opinas, si eres mujer, cuando recibes una convocatoria redactada de este modo?
Estimado socio,
En caso de que no pueda asistir, puede delegar su voto en alguno de los socios que
confirme su asistencia a la reunión.
Ejemplo II
Lógicamente, podría haber una versión adecuada para los socios varones y otra para
las mujeres, que podría ser así:
Estimada socia,
En caso de que no pueda asistir, puede delegar su voto en alguna de las socias que
confirme su asistencia a la reunión.
Ejemplo III
Pero está claro que dos versiones ni serían operativas ni adecuadas porque entonces
también tendríamos que redactar el texto con todas las combinaciones posibles en la
delegación: hombre delega en mujer y viceversa… Pero… ¿por qué no satisfacer a
ambas partes y redactar el documento de forma no sexista?
Estimado/a socio/a,
Lo/a convocamos a la reunión del la sociedad Ateneo Cultural que tendrá lugar el
próximo día 25 a las 17 horas.
En caso de que no pueda asistir, puede delegar su voto en una persona socia que
confirme su asistencia a la reunión.
Y todo ello sin vulnerar las normas gramaticales y teniendo siempre presente que hay
que buscar la claridad y la sencillez al escribir.
Hay que modificar la redacción de los textos para evitar:
"Todos los hombres son iguales ante la ley” (en la primera interpretación las mujeres
quedan excluidas).
La asimetría en el trato provoca que las mujeres queden subordinadas a los hombres o
lo que es peor sean tratadas como inferiores:
"La señorita Zas y el señor Pórrez han presentado el informe de las actividades
culturales del Colegio Mayor Fonseca.”
Señorita es el término de cortesía que se aplica a la mujer soltera. Todos debemos ser
tratados como señor/señora.
A esto se une la prioridad que las reglas gramaticales otorgan al género masculino (en
caso de dos nombres, uno masculino y otro femenino, los adjetivos y pronombres que
hagan referencias al conjunto de los dos deben ir en masculino plural), y todo ello
puede llevar a sentir que la población femenina es una identidad de segundo orden.
1. Regla de la inversión.
2. Reglas para evitar el uso del masculino genérico.
3. Reglas específicas en el supuesto de órganos de la Administración.
Regla de la inversión
Consiste en sustituir la palabra que creemos que puede ser sexista por su
correspondiente, que nombra al sexo opuesto. Si la frase resulta inadecuada, es que el
enunciado es sexista, y por lo tanto debe cambiarse.
La Regla de la Inversión se aplica al colocar en el mismo lugar al otro sexo; esto nos
permite analizar si dicho enunciado es equitativo para los dos, o si uno de los dos sale
perjudicado.
Temario:
Gestión empresarial.
Características del puesto de trabajo.
Organización del trabajo: la agenda.
Gestión del tiempo.
El jefe.
Protocolo y organización de eventos.
Habilidades y competencias profesionales.
Es sexista:
La secretaria (con significado de subalterna) frente al administrativo (con la
misma categoría).
El secretario (con significado de alto cargo) frente a la secretaria (con
significado de subalterna).
El jefe.
No es sexista:
Secretario/secretaria (para designar altos cargos).
Administrativo/administrativa (para designar puestos con idéntica categoría).
El jefe/la jefa.
La Jefatura.
Para evitar el abuso del masculino genérico, la lengua posee numerosas alternativas.
Todas estas soluciones no son posibles en todos los contextos. Se trata de optar por la
solución más adecuada en cada contexto, es decir, usar la alternativa que respetando
la gramática, visualice a la mujer en el enunciado.
El uso abusivo del masculino (en singular o en plural) para referirse a los dos sexos
obstaculiza el pleno establecimiento de la igualdad entre hombres y mujeres.
Para evitar el abuso del masculino es posible acudir a otros recursos de los que la
lengua dispone.
El sistema lingüístico español ofrece numerosas posibilidades para evitar el sexismo en
el lenguaje, estos recursos deberán utilizarse alternándolos de modo razonable y
según el contexto.
En vez de:
Mejor:
La plantilla de la empresa.
En vez de:
Mejor:
El empleo de perífrasis
Personal sanitario.
Personal de servicios.
…
En vez de:
En vez de:
Mejor:
En vez de:
Mejor:
El empleo de barras
Si en los documentos hay problemas de espacio se puede recurrir por ejemplo a los
dobletes mediante el empleo de barras.
En todo caso el uso de dobletes mediante barras debe limitarse a los formularios de
carácter abierto y a determinados encabezamientos.
Ejemplos
Los desdoblamientos y los dobletes con barras pueden cargar demasiado el texto, para
evitarlo se puede recurrir a aposiciones explicativas. A través de ellas se aclara o
amplía la información dada mencionando uno y otro sexo y así no caben
interpretaciones del texto.
En vez de:
En vez de:
Mejor:
El objetivo de las ayudas es dotar a los jóvenes de ambos sexos de recursos para
completar su formación.
Hay sustantivos que tienen una misma terminación para ambos géneros: denunciante,
contribuyente, recurrente, representante…
En estos casos se puede omitir el artículo, de este modo se consigue englobar tanto a
las mujeres como a los hombres.
En vez de:
Mejor:
En vez de:
El titular de la cuenta.
Mejor:
Titular de la cuenta.
Empleo de determinantes sin marca de género
Otra posibilidad para sustituir el empleo abusivo del masculino es usar, con sustantivos
de una sola terminación, determinantes que no tienen marca de género, como, por
ejemplo, cada, quien…
En vez de:
Mejor:
En vez de:
Mejor:
En vez de:
Mejor:
En vez de:
Los beneficiarios de las becas.
Mejor:
A veces también se puede omitir la referencia directa al sexo sobre todo en textos que
recogen normas, recomendaciones, órdenes, etc., ya que en estos casos el sujeto está
claro y se puede omitir.
En vez de:
Si el opositor quiere salir del aula antes de la hora de finalización, debe levantar la
mano…
Mejor:
Si quiere salir del aula antes de la hora de finalización, debe levantar la mano…
Emplear infinitivos o gerundios también puede ser una alternativa que sustituye al
masculino genérico.
En vez de:
Mejor:
En vez de:
Mejor:
En ningún caso es correcto el uso de la arroba (@) para expresar simultáneamente las
formas de masculino y femenino, porque no es un signo lingüístico y no permite su
lectura.