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UNIVERSIDAD UTE

POSGRADO DE REHABILITACION

ESTABILIZACIÓN DE DIENTES CON MOVILIDAD Y


FERULIZACÍON DE PILARES EN PROTESIS FIJA

PROTESIS FIJA

DR. ESTEBAN VIZCAINO

PABLO CARRERA
Introducción:
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria que afecta al periodonto y conduce a la
destrucción de los tejidos blandos y duros de la boca. Es causada por ciertas bacterias y
factores locales que avanzan desde la gingivitis hacia la periodontitis, resultando en
morbilidad y eventual pérdida dental. La pérdida gradual de inserción alrededor de los
dientes afectados finalmente conduce a una mayor movilidad, lo que puede interferir con la
función normal. En ciertas situaciones, es necesario fortalecer los tejidos de soporte, reducir
la movilidad y restaurar la función. Nyman y Lang (1994) han diferenciado entre la
movilidad dental aumentada debido a una pérdida ósea estable que puede ser tratada con
ferulización, y la movilidad dental aumentada que indica un periodonto inestable que
requiere tratamiento periodontal para controlar la inflamación (Bhuvaneswari et al., 2019).
El Glosario de términos de prostodoncia describe la ferulización como la unión de dos o
más dientes en una estructura sólida utilizando restauraciones o dispositivos fijos o
removibles. La ferulización dental puede ser recomendada tanto para dientes individuales
con movilidad como para una dentición completa en casos extremos donde la extracción y
la terapia con implantes no son factibles. Aunque la extracción puede ser beneficiosa para
ciertos pacientes, en otras situaciones clínicas es posible lograr resultados exitosos
conservando los dientes mediante tratamientos menos invasivos, como la ferulización. En
casos más complejos, el tratamiento puede requerir la colaboración de múltiples
especialidades, incluyendo endodoncia, periodoncia, prótesis e incluso ortodoncia (Bernal,
2002).

Marco teórico:
La movilidad de los dientes suele ser resultado de enfermedad periodontal o trauma oclusal.
La enfermedad periodontal, caracterizada por la acumulación de placa, infección y pérdida
ósea, puede provocar movilidad dental. Por otro lado, el trauma oclusal también puede
causar movilidad dental, que se considera reversible si no hay bolsas periodontales
presentes y se elimina la causa del trauma. Por lo tanto, no hay una base científica para la
inmovilización de dientes debido a trauma oclusal sin la presencia de bolsas periodontales.
La pregunta clave es cuándo estabilizar los dientes móviles, y esto se indica en tres
situaciones principales: después del tratamiento periodontal si la movilidad interfiere con la
masticación y causa malestar al paciente, si la movilidad aumenta gradualmente a pesar de
la terapia periodontal, o si la movilidad impide una terapia periodontal efectiva, como el
raspado radicular. Existen diversos métodos para inmovilizar los dientes, clasificados en
permanentes, semipermanentes y temporales, lo que demuestra la atención que ha recibido
este problema. La historia de la ferulización de dientes se remonta a Hipócrates, quien
utilizaba alambre de oro para estabilizar los dientes. Sin embargo, los métodos han
evolucionado, incluyendo la inmovilización con coronas completas, férulas con pasadores

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paralelos horizontales o verticales, férulas con pasadores horizontales no paralelos,
retenedores de yeso unidos con resina y sistemas de bloqueo de férulas (Vitsentzos &
Koidis 1997).
La pérdida de hueso causada por la progresión de la periodontitis puede resultar en la
movilidad de los dientes, causando molestias al masticar, dificultando la higiene oral
(debido al temor del paciente a cepillarse), perpetuando el proceso inflamatorio e infeccioso
y eventualmente llevando a la pérdida de los dientes. Esta movilidad dental se produce
debido al cambio en el punto de apoyo de los dientes hacia una posición más baja y puede
ser empeorada por fuerzas de mordida traumáticas, especialmente en dientes con una
reducción del tejido periodontal. En tales casos, la ferulización de dientes con movilidad a
dientes adyacentes estables es una opción viable en la práctica odontológica actual. La
ferulización puede lograrse utilizando alambres de ortodoncia junto con composite de
resina, brackets de ortodoncia y alambres de ortodoncia pasivos, o simplemente con
composite de resina. Sin embargo, hasta ahora, estos materiales no han demostrado una
estabilidad adecuada y no permiten una unión sólida entre el diente y la ferulización, lo que
dificulta la distribución de las fuerzas al masticar y la higiene bucal. Una alternativa muy
prometedora es el uso de cintas de fibra de polietileno retorcidas adheridas a las superficies
de los dientes. Estas fibras son funcionales, estéticas y mejoran la estabilidad de los dientes
con movilidad debido a la pérdida ósea. Aunque algunos casos han sido reportados en la
literatura utilizando resina compuesta reforzada con fibra de vidrio para la ferulización, con
períodos de seguimiento cortos, este informe de caso tiene como objetivo describir la
aplicabilidad de la resina compuesta reforzada con fibra de vidrio para estabilizar dientes
comprometidos periodontalmente en un seguimiento a mediano plazo. (Pereira eta
al.,2016).
Correlación entre la movilidad dental y la oclusión
El trauma oclusal se define como un daño al tejido periodontal causado por fuerzas
funcionales o parafuncionales que superan la capacidad adaptativa y de reparación del
aparato de inserción periodontal. Se identifican dos tipos principales de trauma oclusal: 1)
El trauma oclusal primario ocurre cuando las fuerzas oclusales anormales son la causa
principal de los cambios observados en el periodonto. 2) El trauma oclusal secundario
sucede cuando el periodonto ya está comprometido por inflamación y pérdida ósea, lo que
hace que las fuerzas oclusales que normalmente serían toleradas en un periodonto sano
tengan efectos perjudiciales.Los dientes con una capacidad de adaptación reducida y un
periodonto comprometido pueden desplazarse cuando se someten a ciertas fuerzas
oclusales. Factores como la frecuencia, duración y velocidad de estas fuerzas, no solo su
intensidad, pueden ser más relevantes en el desarrollo de la hipermovilidad dental, que es
un signo clínico común de trauma oclusal (Giargia & Lindhe, 1997).
Otros elementos que influyen en la movilidad dental son: la cantidad y disposición de los
dientes que permanecen en la mandíbula, así como el número, forma y proximidad de las
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raíces, junto con la cantidad de hueso entre ellas y cualquier historial de amputacíonde
raíces. (Gher, 1996).
Indicaciones
Existen varios contextos clínicos generales donde la ferulización dental puede resultar
beneficiosa. No obstante, el principal objetivo radica en establecer un entorno que regule el
movimiento de los dientes dentro de los límites fisiológicos, al tiempo que se restablece la
función y la comodidad del paciente. Una indicación clara para la ferulización es cuando un
paciente presenta varios dientes con movilidad debido a la pérdida gradual de hueso
alveolar y un periodonto reducido. Esto se realiza con el propósito de proteger los dientes
con movilidad y fomentar su recuperación, distribuir las fuerzas oclusales hacia los dientes
que han perdido soporte periodontal pero no han sido dañados, evitar la extrusión de los
dientes sin oposición, facilitar la realización de profilaxis y procedimientos quirúrgicos de
manera efectiva, mantener la función masticatoria normal, prevenir la aplicación de fuerzas
oclusales, estabilizar los dientes después de traumatismos, subluxaciones y avulsiones, y
estabilizar los dientes después de tratamientos ortodóncicos que involucran movimientos
dentales. (Bhuvaneswari et al., 2019) (Siegel at al., 1999).
Por el contrario, no se aconseja la ferulización si no es posible alcanzar una estabilidad
oclusal adecuada y condiciones periodontales óptimas. Cualquier movilidad dental presente
antes del tratamiento debe ser tratada mediante ajuste oclusal combinado con terapia
periodontal. Si el diente afectado no responde, se debe considerar su extracción antes de
proceder de las restauraciones provisionales al tratamiento definitivo. (Siegel at al., 1999).
Objetivos y ventajas
Los principales propósitos de la ferulización son: proporcionar descanso, reducir la
movilidad, redirigir y redistribuir las fuerzas, así como restablecer la estabilidad funcional.
Estimular la recuperación de los tejidos periodontales subyacentes al eliminar la carga
oclusal. Mejorar la comodidad y la capacidad funcional del paciente. Orientar las fuerzas
oclusales hacia todos los dientes incluidos en la férula, asegurando que estas fuerzas estén
dentro de los límites de adaptación del periodonto. Preservar la integridad del arco dental
mediante la restauración de los contactos interproximales, lo que reduce la retención de
alimentos en estas áreas. Contribuir al bienestar psicológico del paciente. Facilitar la
realización de procedimientos quirúrgicos de manera efectiva. (Bhuvaneswari et al., 2019).
Los beneficios de la ferulización incluyen la remodelación del hueso alveolar y el
ligamento periodontal para corregir la posición de los dientes movidos ortodóncicamente,
así como la promoción de la curación de las estructuras de soporte. Además, ofrece una
excelente estabilidad y comodidad al paciente, facilita los procedimientos quirúrgicos al
mantener el diente inmóvil y distribuye las fuerzas oclusales de manera uniforme en una
amplia área. En cuanto a las desventajas, la acumulación de placa puede requerir un mayor
mantenimiento periodontal, así como un cuidado oral e higiene bucal meticulosos. Además,
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si un diente en la férula experimenta oclusión traumática, puede causar daño al periodonto
de los demás dientes incluidos en la férula, y existe un riesgo elevado de desarrollo de
caries (Bhuvaneswari et al., 2019).
Principios de la ferulizacion
Los principios de la ferulización incluyen la inclusión de una cantidad suficiente de dientes
sanos en la férula. Es necesario que los dientes sanos incluidos en la férula tengan al menos
el doble de área de superficie radicular que los dientes móviles que se van a ferulizar. Si un
diente incluido en la férula experimenta una oclusión traumática, existe el riesgo de lesión
del tejido periodontal de los dientes restantes, por lo que en la mayoría de los casos se
requiere realizar una coronoplastia. La férula debe ser fabricada de manera que facilite un
control adecuado de la placa y no debe interferir con la oclusión. Además, debe ser
estéticamente aceptable y diseñada para evitar fuerzas aplicadas por los labios, mejillas y
lengua (Bhuvaneswari et al., 2019).
Para que la ferulización tenga éxito, es crucial que el centro de rotación de los dientes
afectados esté situado en el hueso de soporte remanente. Esto permite que los dientes
afectados puedan resistir el movimiento dental. De lo contrario, el pronóstico de cualquier
ferulización será adverso si las fuerzas oclusales o masticatorias superan la resistencia
proporcionada por los dientes ferulizados. Por lo tanto, la férula ideal debe realinear y
redistribuir todas las fuerzas oclusales y funcionales a lo largo del eje longitudinal de los
dientes, prevenir la migración y la extrusión de los dientes, y estabilizar los dientes
debilitados periodontalmente (Ferencz, 1987).
Tipos de ferulas
Las férulas pueden ser categorizadas como temporal o permanentes dependiendo de los
materiales empleados y del período esperado para su uso. La férula temporal tradicional
consiste en alambres que rodean los seis incisivos inferiores y les proporcionan cierto grado
de firmeza y soporte, especialmente cuando se estabilizan con una resina no rellena. Estas
técnicas a menudo se basan en la adhesión de los alambres al esmalte utilizando el método
de grabado ácido. Sin embargo, la principal desventaja de este enfoque es el riesgo de
fractura en la unión del esmalte y el material compuesto. Para lograr una ferulización
permanente efectiva de los incisivos inferiores, se pueden coronar o anclar a una placa
lingual de oro con pasadores. Estos pasadores pueden formar parte de una fundición de oro
o pueden ser atornillados a la placa de oro lingual. Para asegurar la permanencia, se
cementan a los dientes para formar una unidad rígida. Sin embargo, las principales
desventajas de esta técnica son su costo y la complejidad en su fabricación (Schnepper
1978).
Temporales

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La férula temporal tiene como propósito principal absorber las fuerzas oclusales y
estabilizar los dientes por un tiempo limitado. Es un complemento útil en diversos
tratamientos, ya que proporciona información sobre los beneficios de estabilizar los dientes
antes de iniciar cualquier tratamiento definitivo irreversible (Friskopp & Blomlof, 1984).
Existen dos tipos de férulas provisionales: las externas y las internas. Las externas,
fabricadas con alambres de ligadura, guardas nocturnas, prótesis fijas provisionales y
materiales de restauración de resina compuesta, se utilizan comúnmente. Por otro lado, las
férulas internas se elaboran con material restaurador de resina compuesta, a veces con
inserciones de alambre o fibra. En su diseño, la mayoría de las férulas provisionales
incluyen algún tipo de soporte externo (Friskopp & Blomlof, 1984).
Cuando se requiere ferulización de los dientes anteriores, es común emplear alambres de
ligadura. Se suelen recomendar alambres redondos de acero inoxidable muy blandos o de
latón. Estos se colocan entre los dientes anteriores y se aprietan en sentido horario
(Friskopp & Blomlof, 1984).
Los dispositivos oclusales son frecuentemente sugeridos para pacientes con antecedentes de
bruxismo o apretamiento, ayudando a estabilizar los dientes después de un ajuste oclusal
selectivo. Uno de los dispositivos más comunes es la férula oclusal de PMMA, que cubre
las superficies faciales y oclusales de los dientes y se extiende sobre una parte del paladar
duro (Mikami, 977).
La ferulización provisional también se puede emplear en pacientes con problemas
periodontales tratados con prótesis fijas convencionales, mejorando la estética y
restaurando el esquema oclusal para incorporarlo a la prótesis definitiva. Después de usar
una férula provisional, se debe reevaluar al paciente para decidir si se procede con una
restauración definitiva, evaluando el diseño y la forma oclusal antes de continuar con dicha
restauración (Friskopp & Blomlof, 1984).
Para la férula provisional, se graban las superficies del esmalte con ácido fosfórico al 35%,
se enjuagan y se aplica un agente adhesivo, seguido de la colocación y polimerización de
material restaurador de resina compuesta. La férula puede reforzarse con alambre de
ligadura, fibra de vidrio o polímero reforzado con fibras de polietileno (Friskopp &
Blomlof, 1984).

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Férula de alambre de ligadura y oclusal de PMMA (Bernal, 2002)
Definitivas
Las férulas definitivas se instalan posteriormente a la finalización de la terapia periodontal,
una vez que se ha alcanzado la estabilidad oclusal con el fin de eliminar o evitar el trauma
oclusal, mejorar la estabilidad funcional y promover una estética duradera (Bernal, 2002).
Este tratamiento abarca prótesis fijas convencionales debido a su capacidad para
proporcionar rigidez definitiva y su habilidad superior para controlar y guiar las fuerzas
oclusales en comparación con las férulas removibles. Para pacientes parcialmente
edéntulos, la elección de férula definitiva suele ser una prótesis parcial fija de cobertura
completa. Estas prótesis no solo estabilizan los dientes afectados, sino que también mejoran
la estética y pueden prevenir la pérdida adicional de dientes (Bernal, 2002).
Consideraciones oclusales
Es esencial evaluar la oclusión de los pacientes que han sido tratados por enfermedad
periodontal y que presentan una disminución del soporte óseo. Desde el punto de vista
exclusivamente oclusal, es crucial supervisar la dirección, la magnitud, la distribución y la
intensidad de las fuerzas funcionales y parafuncionales. El plan de tratamiento debe ser
diseñado de tal manera que las fuerzas oclusales se dirijan hacia aquellos dientes que tienen
una mayor cantidad de soporte óseo (Cronin& Cagna, 1997).
Con el objetivo de dirigir las fuerzas oclusales a lo largo del eje longitudinal del diente, las
prótesis deben tener una mesa oclusal más estrecha y contactos oclusales de la cúspide. En
términos de magnitud e intensidad de las fuerzas masticatorias, el tratamiento debe buscar
reducir y distribuir las fuerzas oclusales de la manera más favorable. Esto se logra mejor
cuando el profesional férula los dientes y les da una nueva forma para crear una oclusión
armoniosa (Cronin& Cagna, 1997).
Otros procedimientos a considerar en el equilibrio oclusal incluyen acortar los dientes
extruidos, mejorar la alineación de los dientes rotados, mal posicionados o inclinados,
remodelar las cúspides del émbolo y corregir las discrepancias en las relaciones de las
crestas marginales (Cronin& Cagna, 1997).

Discución:
El trauma oclusal puede manifestarse clínicamente de diversas maneras, como el
desplazamiento y la migración de los dientes, la presencia de un espacio ensanchado en el
ligamento periodontal en radiografías, o la queja del paciente sobre molestias durante y
después de la función dental. Ante estos signos diagnósticos, se debe considerar la
ferulización de los dientes con un soporte periodontal reducido (Bernal, 2002).

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Sin embargo, la mera observación de la movilidad dental no es suficiente para justificar la
ferulización. La movilidad por sí sola no indica necesariamente una condición patológica
subyacente. La ferulización se percibe como una medida de tratamiento preventivo más
adecuada para dientes con una pérdida ósea mínima o nula, pero que son clínicamente
móviles. Sin embargo, no garantiza la completa eliminación de la tensión oclusal (Bernal,
2002).
Aunque la extracción puede ser apropiada para dientes extremadamente móviles, es
esencial abordar primero la causa subyacente de esa movilidad para resolver toda la
patología asociada. Antes de iniciar cualquier tratamiento, se recomienda identificar la
causa de la movilidad para determinar si está relacionada con una discrepancia en la
oclusión. En algunos casos, el equilibrio oclusal y la ferulización, ya sea provisional o
definitiva, pueden prevenir la pérdida de dientes y restaurar tanto la comodidad como la
función del paciente (Bernal, 2002).

Conclusiones:
En etapas avanzadas de la enfermedad periodontal, la destrucción del tejido puede llegar al
punto de necesitar extraer uno o más dientes. En estas circunstancias, los dientes restantes
que se pueden tratar periodontalmente pueden ser estabilizados, cumpliendo así el objetivo
principal de fijar los dientes que presentan excesiva movilidad y reemplazar los dientes
perdidos entre aquellos que están móviles. La elección de la férula puede variar
ampliamente, desde una férula compuesta sencilla hasta una prótesis parcial removible. A
medida que avanza el tratamiento, si no se observa un aumento en la movilidad del puente
provisional o de los dientes pilares asignados previamente, se puede considerar la
colocación de una férula permanente, como un puente. El período de tiempo durante el cual
se mantiene la ferulización periodontal puede ser diferente al de otros tipos de ferulización,
como la traumática u ortodóncica. Por lo tanto, la selección de la férula, la duración de la
ferulización y el material utilizado requieren un conocimiento integral de la biomecánica
relacionada con la condición periodontal del paciente (Bhuvaneswari et al., 2019).

Referencias:

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