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EL HOMBRE NO PUEDE COEXISTIR EN UNA

SOCIEDAD, SIN ESTAR SUJETO A LA AUTORIDAD

IMPUESTA BAJO UN CONTRATO SOCIAL CON EL

ESTADO.

ANA BELÉN NAVARRO CASILLAS

INSTITUTO DE CIENCIAS MARÍA LUISA DE LA PEÑA

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN Y DESARROLLO HUMANO

MEDH104 TALLER DE REDACCIÓN Y PRODUCCIÓN DE TEXTOS

ACADÉMICOS

JOSE GUADALUPE OLIVARES TERRONES

FEBRERO 2023
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Índice

Índice............................................................................................................................................... 2

Introducción .................................................................................................................................... 4

Desarrollo ........................................................................................................................................ 5

Conclusion .................................................................................................................................... 11

Referencias .................................................................................................................................... 12
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“Somos el país del desperdicio del que tomamos conocimiento, casi a diario por la prensa y la televisión”

Freire, P. Cartas a quien pretende enseñar


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Introducción

La sociedad siempre ha estado bajo la autoridad de un gobierno; misma que tiene sus

distintas versiones, ya sea en una monarquia, una republica, o inclusive una dictadura. Pero todas

estas tienen algo en común; están dirigidas por un conglomerado de personas que al mismo tiempo

eligen a una sola de ellas; para que los represente y funga como presidente, rey o dictador.

¿Pero realmente es necesario esta sumisión para logar una perfecta convivencia entre

nosotros? O es a caso que sin estar sujetos bajo una persona o gobierno; podemos llegar a

interactuar unos con otros y vivir en una perfecta sociedad, sin el temor de destruirnos unos a los

otros. Para ello haremos uso y analizis de dos de los exponentes mas grandes que ha surgido sobre

el llamado contrato social o pacto social, refiriéndonos a Thomas Hobbes y Jean Jacques

Rousseau.

Dicho de otra manera, comprenderemos, El porque se necesita que exista un poder, y el

Porque como sociedad, debemos estar atados a una serie de decretos, leyes y reglas para su

correcta armonía social.

Asi mismo, se podrá analizar si relamente estas normas o preceptos relamente son

funcionales y las conseuencias punibles que alguna de ellas puede facultar.


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Desarrollo

Los seres humanos somos seres sociales; con esto nos referimos, a que necesitamos de los

otros individuos y de una autoridad que nos brinde un sentido a nuestra existencia. Es aquí donde

nos surge la idea de crear un pacto social o contrato; en el cual estableceríamos, una serie de

normas, decretos y reglas que regularían nuestras vidas dentro de la sociedad.

Por lo que como consecuencia, se comenzó la invención de lo que llamamos gobierno, o

estado de derecho. Asi mismo fueron naciendo las diversas formas de ejercerlo.

Tal como podemos verlo en la idea planteada por (Hobbes, 2017, p.153), el Leviatan;

donde él comenta; “Que los hombres aun amando su naturaleza y libertad y dominio sobre los

demás; necesitan imponerse restricciones, con el fin de procurar su propia conservación, creando

un estado que regularía esos mandatos autoimpuestos”.

Origínandose de esta manera, el llamado contrato social, en el cual se le daría a un miembro

de la sociedad el poder de representarnos a cada uno de nosotros, por medio de una institucion

absoluto llamado estado, con el fin de vivir pacificamente en una comunidad y protegernos de

otros hombres.

Tal como lo comenta (Hobbes, 2019, p.165), apartir de esta institución se derivarían todos

los derechos y facultades de aquellos a quienes les hemos conferido el poder soberano sobre

nosotros. En este sentido estoy de acuerdo con el, puesto que sin unas normas o reglas que nos

dirigan o nos castigen, nuestra convivencia seria prácticamente desastroza, y nuestra naturaleza

destructora nos llevaría a un caos absoluto.

Sin embargo difiero en que el poder que se le concédiera a quien nos representa fuera

absoluto, ya que con ello estaríamos hablando de una dictadura y no de un Estado de derechos,
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provocando que la sociedad en vez de lograr una convivencia armónica entre soberano y pueblo,

se tornara difícil el poder conservar el pacto social, porque caeríamos en una rebeldía.

Sin embargo existe otro autor que difiere con la idea de que necesitamos de un poder para

lograr una convivencia social entre nosotros; hablamos de Jean-Jacques,cuya idea en su obra El

contrato Social, (Rosseau, 2019, p. 154), se define como la posibilidad de una reconciliación entre

la naturaleza y la cultura: nos comenta que el hombre puede vivir en libertad y en una sociedad

verdaderamente igualitaria; pero para el, aquí es donde surge la diferencia, pues para proteger

nuestros intereses es necesario, que nosotros mismos podamos autoregularnos, por lo tanto no seria

necesario la figura de un poder quenos regulara. Pues con el simple hecho de poder restringuirnos

por nuestro bien, en lugar de un pacto social, permenceriamos libres e independientes sin tener la

necesidad de un estado.

Con respecto a esto que nos plantea, estoy en absoluto desacuerdo; porque es imposible

que nosotros socialmente podamos llevarnos bien y lograr una sana convivencia y respeto entre

nosotros; pues como ya lo había mencionado, nuestra naturaleza no es salvaguardar la vida del

otro; al contrario, sin tener impuesto quien nos detenga, haríamos lo que quisieramos, pasaríamos

por encima de quien sea, seriamos capaz de matar ya sea por un simple berrinche o por algún

pequeño disgusto que tuviéramos con algún otro ciudadano; asegurando nuestra propia extinción

como especie. Por ello defiendo que es absolutamente necesario que alguien mas con poder nos

domine y nos imponga normas que reprima nuestros oscuros instintos por medio de medidas

punitivas.

Es aquí donde volvemos a la idea del leviatan, en donde el autor (Hobbes, 2017, p. 224),

nos plantea que dicho poder para que funcionara , tendría que ser bajo una monarquia; en ella el

poder solo estaría en manos de una persona y seria de forma absoluta , la cual pasaría de
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genereacion en generación , volviéndolo vitalicio, provocando que dichas imposiciones fueran

irrevocables y difícil de disolver. Sin embargo aquí Rosseau prefiere la democracia como forma

de gobierno, pues el considera que es mas conveniente su aplicación, especialmente para los

pequeños estados. De este modo las leyes son propuestas al pueblo soberano por un número

limitado de magistrados. Considerando el sufragio y las elecciones, entre las que figurarian la

santidad del contrato social y las leyes establecidas como expresión de la voluntad general.

Pero aquí encuentro un problema en su idea; pues si lo hicieramos como el dice, tendríamos

una libertad que en lugar de ayudarnos nos provocaría un estado de intolerancia; pues con la

confianza de que podríamos cambiar cuando quisiéramos a quien ejerce el poder sobre nosotros,

lo utilizariamos para poner en dicha silla, a alguien que nos permitiera realizar cualquier acción

sin recibir un castigo. Es decir que manipularíamos el sistema; y seria lo mismo que si no existiera

un estado que nos regulara.

Por lo que su teoría no funcionaria y no es para mi nada funcionable, pues el hombre es

por naturaleza egoísta, abusivo, capaz de actuar de cualquier modo, incluso matando, con tal de

preservar su integridad física e intelectual, su familia y sus bienes, Es por ello que debe existir un

pacto social, en el cual exista la posibilidad de acceder a formar parte de una comunidad, en la

cual debemos moderar nuestra conducta, y limitar nuestros intereses personales, mediante normas

e instituciones determinadas; siempre y cuando los demás se adhieran a dichas reglas.

Dicho de otra manera un contrato o pacto consistiria en aceptar vivir en sociedad por

conveniencia, porque solo de esta forma estamos seguros de que respetaran nuestra vida y nuestras

pertenencias, pues los demás harán lo mismo. Garantizando de esta manera que no regresemos a

la situación innata de nuestros instintos, en la que nos agredimos y nos destruimos unos a otros.
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Una vez hecha esta consideración, explica (Hobbes, 2017, p. 256), que es necesaria la

creación al mismo tiempo de una ley civil en donde cada subdito, sigue una serie de reglas que el

estado ha mandado de palabra, o por escrito, o con otros signos suficientes de la voluntad, para

que sean utlizadas a la hora de distinguir lo que esta bien, es decir lo que es contrario, y lo que

no es contrario a la regla. Con esto nos da a entender que solo el estado tiene la capacidad para

crear dichas normas; pues debido al contrato pactado con el, nosotros solomente estamos sujetos

a lo que el dicte y pacte.

Deduciendo pues, que en todos los estados, el legislador actua únicamente como soberano,

ya que como ocurre en una monarquia, o asamblea y democracia, el legislaor es el que crea la ley,

y el estado es quien las prescribe y las aplica.

Por otro lado como consecuecia de esto, el soberano del estado no estaría sujeto a estas

normas; pues como anteriormente se dijo, al tener el poder de hacer y deshacer las leyes, puede

liberarse de estar sujeto a ellas cuando asi lo quiera.

Ahora bien, toda vez que el estado se ha establecido, es cuando podemos decir que la

aparición de las leyes y su ordenanza son de carácter obligatorio. Por lo que se transformaría en

un mandato, resultando asi una manifestacionn de la voluntad.

Y esto implicaría tener que controlarnos y convivir en una sociedad adherida a un control

de nuestros actos, hacia los demás; en la que si intentaramos comportarnos de manera diferente a

lo que el estado nos ordena, seriamos acreedores a una pena.

Para ello el autor define (Hobbes, 2017, p. 267), “Que igual el estar obligado no nos exhime

de cometer ciertos errores que el definiría como delitos, o algunos impulsos repentinos”. Por tanto

donde quiera que vayamos, si hacemos algo encontra de los mandatos impuestos, estaríamos

cometiendo lo que el llama un delito.


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De igualn manera , aquellos delitos que obstaculizarían, la perfecta eficacia del sistema,

serian nombrados como delitos mayores y tendrían una pena aun mas máxima.

Contribuyendo asi pues, que debido a estos errores, el sistema del estado sea considerado

como una institucionn imperfecta, y que se asemejaría a la enfermedad de un”cuerpo natural” tal

como lo define (Hobbes, 2017, p. 287), procediendo de una creación defectuosa.

Otra enfermedad como lo contextualiza como un estado imperfecto seria, la grandeza

inmoderada de una ciudad, en la que estar fuera de sus limites estaría exponienndose a perder el

control y el poder de sus súbditos.

Dicho de otra manera, para que el estado pueda seguir conservando su influencia sobre sus

súbditos, es necesario que ese nucleoo de personas, no se extienda mas del numero que conforma

una comunidad; pues si comienza a crecer de manera excesiva, puede existir el peligro de que

pierda el control de los ciudadanos y comience a fragmentarse la relación del pacto social.

Ahora bien, para Jean- Jacques el poder legislativo del sobreno, nos detalla de manera muy

diferente al leviatán; pues el nos cuenta, (Rosseau, 2019, p.254), que la función legislativa es un

atributo exclusivo de la asamblea legislativa; es decir el titular de la soberanía y encargada de

establecer la ley como una “voluntad general”, cuya composición se compone de los miembros

individuales en su papel de ciudadanos. La función ejecutiva compete al gobierno, encargado de

la aplicación de la ley y cuya forma y composición puede variar. En cuanto a la obediencia,

corresponde a los súbditos.

Para Rousseau importan las relaciones de fuerza y poder relativos que vinculan al soberano

con el gobierno, (Rosseau, 2019, p. 297), y a éste con los súbditos. Es decir que el estado tendría

que encontrarse en equilibrio. Es en este sentido en donde igualmente estoy en desacuerdo con el,

pues es erróneo pensar que debe existir una igualdad entre el estado y los súbditos; pues dicha
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igualdad no ayudaría a que existiera denueva cuenta ese control hacia nosotros, y que se sientiera

esa dominación hacia nuestras conductas.


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Conclusion

Como conclusión nosotros los humanos debemos ser sujetados a un gobierno , normas y

reglas, para poder coexistir entre nosotros de manera cordial, si no estuviéramos bajo la autoridad

de lo que hoy en dia llamamos estado, nuestra sola existencia y relación con los demás, seria

desastrozo.

Es necesario que existan leyes que nos regulen y de ser posible sean de alta punitividad,

con el fin de evitar que caegamos en una caotica convivencia social; dicho de otra manera no

somos lo suficientemente racionales, ni una sociedad madura que pueda lograr obtener la

independencia del estado y vivir de manera libre; pues somos seres que estamos destinados a

destruirnos y destruir todo aquello que nos rodea.

Por lo que para finalizar celebrar un contrato social o llegar a un acuerdo con la forma en

que queremos ser gobernados y la persona que nos ejercerá dicha opresión es necesaria e

indiscutible que nuestra esencia lo necesita por nuestra supervivencia, pues sin ello viviríamos en

un mundo salvaje, e incluso nuestra propia existencia ya no estaría.


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Referencias

Hobbes, T. (2017). El Leviatan. México: Alianza.

Rousseau, Jean- Jacques. (2019). El contrato Social. Mexico. Lectorum.

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