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— El de la empresa que lo realiza (si se trata de una empresa externa contratada para ello).
2. Índice de contenido.
4. Clasificación de los tipos de crisis potenciales a los que está expuesta la organización
según la definición del nivel de crisis. Los niveles se suelen estructurar en tres categorías:
leve, medio y grave, o verde, amarillo y rojo. Especifican el nivel de gravedad de las
determinadas situaciones, los sucesos que se asocian con cada nivel y la actuación
comunicativa que estos requieren. En el nivel verde, la crisis es leve para la organización y
existe un menor conocimiento público. En el nivel amarillo la detección de variables de
riesgo es de amplio espectro, con notoriedad pública y un final cierto. Finalmente, en el
nivel rojo la crisis es grave, existe amplia notoriedad pública y el final es incierto o
incontrolado. Para el nivel rojo la información debe ser inmediata. En cambio, en los niveles
verde y amarillo, la información puede postergarse, en función de si los medios de
comunicación y la opinión pública son conocedores de la situación de crisis.
5. Procedimiento ante una situación de crisis. En este apartado se describen fase a fase
todas las acciones. En general, las fases son las siguientes:
— Constituir o convocar al comité o el equipo de crisis, aunque sea por vía telefónica.
— Valorar el nivel de gravedad de la crisis: verde, amarillo o rojo.
6. Listado de los miembros del equipo de crisis o comité de crisis, y definición del centro
de reunión del comité a lo largo de la crisis. El listado del comité de crisis debe aparecer
por orden de necesidad o prioridad de localización. Esta lista ha de contener:
— El nombre.
— El cargo que tiene en la empresa y el que ocupa en el comité de crisis. Un comité de crisis
suele estar constituido por:
• El director del comité. Por lo general es el director de comunicación. Sus funciones son
definir el nivel de crisis, convocar el comité, asignar funciones y coordinarlas, e informar a
la dirección.
• El portavoz interno. Suele ser el director de recursos humanos. Sus funciones son
comunicar lo sucedido a los colaboradores o empleados y a sus familiares.
• El portavoz telefónico. Atiende las llamadas telefónicas, las distribuye y las controla.
— El teléfono móvil.
- WhatsApp trabajo.
- WhatsApp personal.
— El teléfono de casa.
— Teléfonos.
8. Listado de entidades y personas a las que se debe comunicar los incidentes, ya sea
porque han de estar informados o porque pueden suministrar ayuda muy diversa. Por
ejemplo, el alcalde, el capitán general de la policía local, el jefe de bomberos, el presidente
de la comunidad de vecinos, etc. En el listado se deben mostrar los siguientes datos:
— Nombre y cargo.
— Teléfono móvil.
— El nombre de la entidad.
— Teléfonos.
9. Definición y listado de las diversas crisis posibles, más o menos probables, con sus
correspondientes instrucciones. Deben contener:
— Pueden existir fichas diferentes, con indicaciones de actuación distintas para cada tipo
de público: una para los medios de comunicación, otra para las autoridades, etc.
— Nadie puede contestar estas llamadas excepto la persona destinada a hacerlo, con lo que
se mantiene abierto un único canal de comunicación con los diferentes públicos.
— Plantilla de declaración.
— Plantilla de nota a los empleados, con la información que se debe difundir y las
indicaciones sobre cómo deben actuar en ese caso de crisis.
— Hoja de control de preparación de la sala de crisis. Debe contener un listado de todos los
elementos que hay que tener habilitados: ordenadores, líneas telefónicas, etc.
Formato
Los manuales de crisis son documentos internos muy confidenciales. Las organizaciones que
los poseen no los muestran a los públicos externos ni los cuelgan en sus páginas web. En
muchas ocasiones no son difundidos ni entre todos sus públicos internos.
Se elaboran en formato impreso y digital. Son documentos textuales, con pocas imágenes
y sin elaborados gráficos. Pero como se trata de documentos que pretenden ser muy
prácticos, quienes los elaboran se esmeran en la claridad, estructura y sencillez de los
contenidos.
La estructura de los apartados debe ser clara y lógica. El índice ha de facilitar la búsqueda
de los contenidos. En momentos de crisis se tiene que actuar a contrareloj y por ello es
fundamental encontrar las indicaciones y lo que se busca de forma fácil, sin perder tiempo.
Estilo
Debido a que uno de los objetivos básicos de los manuales de crisis es la practicidad de su
uso en los momentos que se requiere, la redacción de dichos documentos se cuidará en
extremo para que sea lo más clara posible. Se deberán suprimir todo tipo de informaciones
ambiguas o que puedan dar lugar a confusión, ya que los pasos a seguir y las indicaciones
deben ser totalmente claras. Un error de este tipo puede comportar consecuencias muy
negativas para la gestión de la crisis y para la reputación de la organización.
Por ello, los textos de este tipo de documentos no son muy largos, densos ni recargados.
Los párrafos son breves. El lenguaje es claro y con frases cortas. Y la estructura de los textos
es esquemática, con numeraciones, para indicar claramente qué pasos se deben seguir, a
quién hay que avisar y en qué orden, etc.
Se utilizan principalmente verbos en infinitivo para indicar las acciones a realizar, como por
ejemplo: convocar el comité de crisis, llamar a los medios locales, etc.