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II

1;
1;

11 CONTRATOS

[1
I!
RIZZO, V., Condizioni genera/i del contralto a predisposizione normativa Ercolano
li Napoli, 1983. ' ,

I Portugal:
DE ALMEIDA COSTA, Mário Júlio. Cláusulas contratuais gerais, Coimbra, 1986.
NUNO PEDROSA MACHADO, M., Sobre cláusulas contratuais gerais e conceito
do risco, en Rev. Foc. Derecho, Lisboa, V. 29, 1988.

2. Sobre el contrato colectivo:


VASSEUR, l, Un nouvel essor du concept contrae/ue/, en Revue Trimestrielle de
Droit Civil, 1964. CAPITULO VI
3. Sobre el contrato por concurso:. VICIOS
FO~O FLORES, H., La celebración del contra/opar medio de la subasta, Themis.
Lima, 1990. '
SUMARIO: 1. Vicios del consentimiento. 2. Ignorancia y error. 3. Dolo. 4. Violencia. 5. Temor
reverencial. 6. Estado de necesidad. 7. La lesión subjetiva-objetiva 8. Bibliografla especial.

l. Vicios del consentimiento

En rigor, más correcto que hablar dé "vicios del consentimiento" ~


aludir a los viciosclel~voll,lIlt!,d conl!_a<:.-l\1ªJ,
o sea de la voluntad jurídica
:-qúeconcurre a la .formación .,def_c_OIl!!ato1.Por su naturaleza subjetiva,
como apunta Messineo, estos vicios no pueden actuar sino sobre volunta-
des singulares2; además, sólo le está permitido defenderse contra ese vicio

1 La moderna doctrina considera al "defecto" como el género y al "vicio" como la especie.


El vicio de la voluntad es defecto, pero no todo defecto es vicio. Decimos vicio de la 'voluntad
jurídica" porque es ésta y no la voluntad psicológica la que nos interesa. Véalie SALVAT y
LOPEZ OUOREGUI, Tratado ... cit. Parte general, ps. 520 y ss. Veremos, más adelante, que
los vicios aparejan ineficacia por invalidez o nulidad. El ordenamiento priva de efectos a los
negocios que no eJthiben elementos estructurales sanos: consentimiento, objeto y causa.
Empero, el principio de conservación o el de no frustración de los fines queridos, lleva al
legislador moderno -romo es evidente en la Ley de Protección al Consumidpr 24.240 (arts.
37 y ss.)- a utilizar técnicas para ''transformar'' el negocio viciado: convalidación, confirma-
ción, reconversión son algunas de ellas. Lo que antes daba lugar a la frustración dr lugar ahora
a la transformación. Y el juez cumple allí un papel muy importante: integrando el negocio, si
ello fuere necesario.
2 La teoría de los defectos, señala López Olaciregui, está en las antípodas de la teoría de
los requisitos, en cuya falta consiste, y es la antesala de la teoría de la ineficacia cuya forma
por excelencia es la nulidad. Si bien el ordenamiento argentino sigue el sistema de la tipicidad
de los vicios, algunos específicamente contractuales como la iesi6n, posibilitan una apertura
en la captación de las anomalías en la declaración o el consentimiento.

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VICIOS

-lo veremos en detalle- al contratante que lo ha sufrido y no a la otra parte, efectuar una remísión al título de los hechos'. Creemos más a~rta~o
lo que ratifIca que no es el consentimiento sino una voluntad la viciada. reiterar su consideración a fin de destacar el juego ~.el error, dolo, VIOlencIa
En el artículo 1157 del Código Civil se lee: "Lo dispuesto en el Título y lesión subjetiva-objetiva, frente a la voluntad contractual., .
De los hechos, de este Libro respecto a los vicios del consentimiento, tiene Puntualicemos que los vicios de la voluntad vulneran, segun y~s~ ~o,
lugar en todos los contratos". De donde se infiere que el Codificador alguno de los elementos indispensables para que ésta sea sana, ]UndlCa-
consideró suficiente en materia de "vicios del consentimiento" la re"misi6n mente relevante: discernimiento, intención y hbertad. Es lo que expresa, de
a los principios generales expuestos para "los hechos" que comprenden los
algún modo, el artículo 922.
Capítulos 1, U YUI del Título 1, denominados: "De los hechos producidos
por ignorancia o error". "De los hechos producidos por dolo" y "De los
2. Ignorancia y error
hechos producidos por la fuerza y el temor", respectivamente. .
Se apartó del método de Freitas, quien si bien estudia en su Esbo(o la La ignorancia y el error, enseña Salvat, expres~n dos estados intele.ctua-
ignorancia o error, el dolo y la violencia, en el capítulo destinado a los les diferentes; la ignorancia significa la ausenCIa com?leta de n0C:lOoes
"hechos voluntarios" (arts. 452.a 500) dedica un apartado del capítulo ''De sobre un punto cualquiera; el error supone fals~ nOC1o~es sobr~ e~. La
los contratos en general" a "los vicios del consentimiento" (arts. 1859 a doctrina moderna .prescinde del estudio de la IgnorancIa y se hmlta a
1869), tratando en particular a los vicios que afectan a ese elemento considerar el errotl.
estructural del contrato3. El error jurídico, versión jurídica del error psicológico, co~porta una
Los romanistas coinciden en afirmar que en aquel Derecho privaba, en falla de conocimiento. una discordancia entre un dato dete;mmad~ de la
la consideración de los vicios del consentimiento, un criterio distinto al que realidad y la representación mental que de ese dato terna el sUjeto al
impera modernamente. No los consideraba como obstáculos a la validez realizar un acto que el Derecho valora7•
del contrato y ello en virtud de la fuerza del ritualismo que validaba los El error descripto es el error vicio o error motivo q.ue se distingue ?el
contratos por la sola observancia de las formas prescriptas., Se admitió, error obstativo, aunque esté asimilado en su relev~ncIa y. ;on~ecuencIas,
más tarde, que en los contratos de buena fe pudieran los "árbitros" atenuar cuya característica finca en la manifestación de una mtenclon dlf~rente de
o paralizar los efectos de la obligación si el consentimiento del deudor la efectiva o real8. Una desarmonía objetiva entre la declaraCIón de la
había sido viciado, En lo que hace a los de derecho estricto, una reforma voluntad y la voluntad misma. J
del pretor permitió llegar al mismo resultado.
Ante la falta de preceptos destinados a contemplar las peculiaridades
de los vicios cuando actúan en el.Contrato, parte de la doctrina se limita a
I 5" Era el criterio de Bibiloni, seguido por el proyecto, qU,ien suprimió los ~rts. : 157 y ss. "por
ser meras aplicaciones de los principios contenidos en el titulo sobre. la n~hd=d . El Proyecto

.f del Ejecutivo de 1993 trata ''De los vicios de la voluntad y de los actos J~rídlC:Os (ar:ts. 629 y ss.),
en ocasión de referirse a estos actos; regula el error, dolo, viole~cia,les,ón, sm~ula~ón y fraude.
J El Código Civil italiano trata "De los vicios del consentimiento" en la Seco 11, del 6 Para BARBERO ob. cit., t. 1, p. 518, "el error es una falsa representación Intelectual de
capítulo denominado "De la anulabilidad del contrato" (arts. 1427 a 1440). El Código de
Portugal, en cambio, alude a ellos dentro de la teoría del "negocio jurídico". El negocio
I la realidad". difiere de I~ ignorancia "que es falta de conocimiento". Quien está en error,. a~nna,
''ve mal, ve falso, diferente de lo verdadero; pero ve. Quie~ ignora, nove". Este autor dls~m~ue
jurídico cuya validez o invalidez depende de la pretensión deducida es denominado, por
entre la ignorancia como causa de error y la ignorancia romo hecho autónomo; en este ul~!m"o
la doctrina moderna, negocio jurídIco claudicante, negotium claudicans. Es preciso distinguir
supuesto no puede equipararse al error, "son diferentes los presupuestos y las consecuenCl~ :
entre la ausencia del consentimiento, que acarrea la nulidad absoluta, ¡nconfirmable e
1 SALVAT y LOPEZ OLACIREGUI, ob. cit., p. 529; VERGA, E., Errare ~ responsabllt!a
imprescriptible, la inexistencia del negocio para un sector. y el vicio del consentimiento,
nei contratti, Padova, 1941; CEUCE, Rayrnond, L'erreurdans les contra~~ Pans~ 1922 ..Se~~
que sólo acarrea la nulidad relativa, confirmable y prescriptible. Aunque viciada la voluntad
su intensidad el error puede suprimir totalmente la voluntad o puede.Vlclarla sm supnnurla,
existe (afirma TRABUCCHI, Alberto, Il dolo nella tt!oria dei vizi del volere, Padova, 1937),
el Código ha asimilado ambos supues~o~. Es :un~amentaI en la matena la obra de PIE1RO~
y de ahí que se produzcan las consecuencias del negocio. El Código del Perú ubica al
error, dolo, violencia o intimidación como vicios de los actos jurídicos. La lesión, en cambio,
BON, El error en la doctrina del negOCIO}urldlco CIt. .
otorfa una acción rescisoria de los contratos (arts. 1447 y ss.).
PETIT, Tratado ... cit., p. 384. I 8 MESSINEO, Francesco, Teoria delI'errore ostatIVo, Roma, 19~5;':'AUDE~OY,
L 't!rrorobstacle, 1924. El arto 1433 del Código Civil italiano trata de el baJO el rótulo 'Error en
la declaración o en su transmisión".
A.,

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VICIOS

El errar vicia puede ser de hecha a de derecha. Es de hecha cuando el Pero además de ser esencial el eHor requiere, para ser relevante, es
falsa conocimienta recae sabre un data fáctico o de hecha, contenida a decir para actuar como causa de anulabilidad del contratol\ ser excusable.
presupuesta del negacia. Es de derecha cuanda se refiere "al Derecha El artículo 929 alude a este requisito en los siguientes términos: "El error
aplicable en un caso dada", a la disciplina jurídica del negacia, a la ley'. de hecho no perjudica, cuanda ha habida razón para errar, pero no padrá
El articula 923 se ocupa del errar dederecha dispanienda que el misma alegarse cuando la ignorancia del verdadero estado de las cosas proviene
no excusa -error juris nocet-. En ningún caso impedirá, dice, "los efectos de una negligencia culpable". La culpa de quien yerra, teniendo en cuenta
l~g~le~, de las actos lícitas, ni excusará la responsabilidad par las actas las circunstancias del caso particular, le veda la invocación de su errorl5•
,líCItas . Salvo que, de acuerda con el artículo 20, la excepción esté expre- En la doctrina moderna el requisita de la excusabilidad es sustituida par
samente establecida". el de la reconocibilidad del error. El error es reconocible, POf la otra parte
Distingue el Códiga el error esencial del errar accidental (arts. 924 y contratante, cuanto atendidos el contenido o las circunstancias del negocio
ss.); el pnmera es causa de nulidad del acto -anulabilidad-, el segunda, par o la calidad de las partes, una persona de normal diligencia lo hubiese
el contrario, no ejerce influencia alguna sobre su validez.. La doctrina padida advertir, aunque de hecha na la haya advertido.
clásica seguida par Vélez establece categaríastípicas de errares esenciales La reconocibilidad del error tiene en cuenta, a diferencia de la excusa-
de acuerda con el elementa sabre el que recae: sabre la naturaleza del bilidad, el principia fundamental en las contratos de la tutela de la confian-
contrata a ~ negocio (art. 924), sabre la persona (art. 925), sabre la causa za en la declaración exteriorizada. Se compadece con la teoría de la
(art. 926, pnmera parte )11, sabre las cualidades sustanciales de la cosa (art. declaración 16.
926, segunda parte )12 a sabre el objeta (art. 927). En la dactrina moderna Pero es indudable, como lo sostiene Santoro Passarelli, que en la
priva un concepto distinto: si aquello sobre lo cual se erró era fundamental reconocibilidad va, en cierto modo. implícita la excusabilidad -neutralizan-
en ese contrato determinado, el error es esencial13• do la presencia de este requisito, en alguna medida, la ausencia de aquél-
ya que normalmente es reconocible el error excusable; lo cual no obsta
9 ~arbero señala que el falso conocimiento de una "relación juridica subjetiva" constitui-
rá, Sff;D cual se~ el supuesto, un error de hecho o de derecho (oh. cit., p. 520).
En matena contractual no encontramos, en principio, excepciones de este tipo. Con- 14 Anulabili¡j-ª~~tativ~ porque sólo puede invocarla, si quiere hacerlo, quien incurrió en
fonne: A?UIAR, ob. cit., 1.1, p. 152. Sin embargo la encontramos con motivo del pago por error. En faliteratura jurídica nacional es recomendable, como aguda crítica a la teoría del
eqor ~ Vimos que el pago puede a veces revestir la naturaleza de un contrato- en los arts. 784 error, como causal de anulabilidad -a la que califica de "contraria a toda razonable conce~jón
Y ss. jurídica"- el trabajo de BORDA, Guillermo A, Error d~ hecho y de der~cho, Buenos A.ires,
11Por error sobre la causa entendemos aquel que recae sobre la causa-fin en sentido 1950.
subjetivo, o sea el motivo determinante. 15 Resulta muy ilustrativa la lectura del tema El requisito de la excusabilidad del error
12 Cual.idades sustanciales son las tenidas en vista por los contratantes; sin embargo, frente para la nulidad de los actos o negocios jurídicos, tratado en las 1 Jornadas de Derecho Civil,
a Jo que dIspone expresamente el arto 928, que deja de lado las cualidades accidentales o celebradas en Santa Fe en 1963, publicado en el Boldín del Instituto de Derecho Civil, NIl.
accesorias '.'aunque ~ayan sido el ~otivo determinante ,"la concepci6n subjetiva -para califi-
n
5, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional del Litoral, año
ca~la,scuahdades- pierde fuerza, Siendo preciso concluir que el Código sigue una concepci6n 1967, ps. 51 Yss. El arto 632 del Proyecto del Ejecutivo de 1993 establece: "Las disposiciones
obJetiVa, como lo expresado por Aubry y Rau, Marcadé, etc., quienes pensaban que la de los artículos anteriores --que regulan el error- son aplicables al error en la declaración
sustancÍil "comprendía únicamente las propiedades cuya reuni6n detennina la naturaleza de voluntad y a la inexacta transmisi6n de ella hecha por intermediario"; apunta a poner
específica de la cosa". fin al debate acerca de si el ordenamiento reconoce o no el error en la declaraci6n y los
13Discrepa la doctrina al tratar de concordar las categorías típicas de error esencial con efectos que éste produce.
la c1asificaci6n: error vicio, error obstativo. Para Santoro Passarelli el error acerca de la 16Nos remitimos a 10 dicho al estudiar la voluntad negocial y su alcance en las leorías de
identidad, tanto del negocio como del objeto, como de la persona misma, es siempre un error la declaraci6n y de la voluntad real, tema íntimamente vinculado al del error. La doctrina
obstativo; mientras que el error vicio es siempre un error acerca del modo de los elementos italiana discute si en caso de error bilateral o común de las partes es necesario el requisito de
de.1~eg~cio (ob. cit., ps. 184 Yss.). Barbero formula agudas críticas al criterio apuntado. La la reconocibilidad. El Código Civil de Italia, en su art. 1431,define el "error cognoscible". En
aSIll.lllaCl6~entre uno y otro, en nuestro Derecho, quita importancia a la cuesti6n. La el arto 1432 veda el pedido de anulación, fundado en error, cuando la otra parte "ofreciera
equlparaCl6n en los efectos se funda, al decir de López Olaciregui, en que dentro del sistema cumplirlo de modo conforme al contenido y a las modalidades del contrato que aquélla quiso
del Código no se distingue entre invalidez por nulidad e inexistencia. concluir".

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para señalar, en nuestra opinión, la conveniencia de sustituir un criterio incwre, O no le suministra aclaraciones que un deber de buena fe im-
por otro, en defensa del aludido principio de.confianza". ponía20•
Tanto la acci6n como la omisi6n dolosa violan la buena fe con que
3. Dolo deben celebrarse los contratos, conforme a lo prescripto por el artículo
1198 del Código Civil.
El dolo como vicio18 para "...conseguir la ejecución de un acto, es toda PI dolo, para actuar como vicio de la voluntad y conducir ?- la anulabi-
aserción de lo que es falso o disimulación de lo verdadero, cualquier lidad del negocio jurídico, debe ser determinante del querer, do/us causam
artificio, astucia o maquinación que se emplee con ese fin", según el dans, también denominado esencial o principal (art. 932, inc. 2"). Si el
artículo 931 del Código Civil. La definición de nuestro Código tiene su contrato hubiese sido igualmente concluido, en las mismas u otras condi-
origen en la clásica y célebre de Labeon. Cabe tener presente que cuando ciones) nos encontramos frente a un dolus incidens, que no quita validez al
hay dolo siempre hay ilicitud; el engaño es, en todos los casos, contrario a acto pero obliga a reparar los daños y perjuicios causados, según lo estable-
!a ley..Las "falsedades leves", que Betti denomina "picardías lícitas", no son cido por el artículo 934. La doctrina señala un paralelismo entre error
dolo. Se vinculan al dobJS bonus. esencial y dolo determin'l,nte. Han declarado nuestros tribunales que "si
El dolo vicia la voluntad negocial actuando sobre la inteligencia me- existi6 el dolo en cualquiera de- sus formas, de simulaci6n o disimulaci6n,
diante el engaño y, por lo tanto, induciendo a error al autor del negocio. y si el perjuicio se produjo, no interesa la intenci6n. El dolo no requiere una
Cuando el error es producto de un engaño se habla de dolo". intenci6n específica de perjudicar -al otorgante,. aunque ésa es la conse-
La reticencia dolosa (art. 933), a diferencia de la acción dolosa, es cuencia. La intención puede estar dirigida a perjudicar sólo por maligni-
un dolo por omisiqn; se configura, a~decir de Betti, cuando el contratante dad, pero también puede estar dirigida a obtener un beneficio indebidq
no desengaña a la. parte contraria sobre un error reconocible en que para. sí o para tercero, por afán de lucro, simpatía o lo que fuere [...] Una
acci6n u omis~6n puede engañar a uno sí ya otro no, según sus condiciones
intelectuales o biológicas, y el juzgador debe tenerlas en cuenta para
17 SANTORO PASSARELU, ob. cit., p. 192; VIDELA ESCALADA, Federico N., El establecer si la voluntad fue determinada o no por el dolo"21.
error excusable como causal de anulación del contrato en Revista Juridica de BU/mas Aires año
1964. ~n las Jornadas de"Derecho ,?ivil, Santa Fe, i963, se sostuvieron tres despacho;; 1") Pero además el dolo debe ser grave (art. 932, inc. 1º), susceptible de
Autonzar -en una reforma del Cóchgo- a la parte que incurrió en error esencial a demandar engañar a un hombre de mediana prudencia. Un engaño no grave puede
la nulidad "sin distinción entre error excusable o inexcusable"; cuando fuere inexcusable la llegar a no ser engaño. Se traza un nuevo paralelo: esta vez entre el dolo
parte que demanda la nulidad deberá satisfacer a la otra el daño que sufra; 2") Declarar
anulable el negocio cuando el error sea a la vez esencial y excusable. "Sólo habrá lugar a daños I grave y el error excusable. Así como quien incurri6 en error por descuido
no lo puede alegar, también le está impedido impugnar el acto a quien por
y perjuicios, para la parte que sufre la anulación, cuando el error no haya sido reconocible", y
32) "Que el error será causa de anulación del contrato -en una eventual reforma- cuando
fuere esencial y cognoscible". Este último fue el despacho que fundamos como miembro
I negligencia se dejó engañar11•
irúormante. La invocación del error, que equivale al retiro de la declaración, sólo procede, en
el C6~igo Civil de Italia, cuando hubiere mediado culpa o dolo del aceptante, porque conocía
I Finalmente, el artículo 932 menciona, en su inciso 3º, un requisito más:
que haya ocasionado un daño importante. Pensamos que el calificativo
o debla conocer el error. En la jurisprudencia nacional se ha admitido la invocación del error importante permite dejar de lado, exclusivamente, a aquellas acciones u
aun d~l determinado por cUlpa -negligencia-, cuando el aceptante hubiere podido o debid¿ omisiones dolosas que acarrean daños insignificantes.
advertirlo de haber obrado con la debida diligencia. La culpa del aceptante neutraliza la del
declarante: L. L 68-43; J. A. 1953-1-108.
Como una aplicación del principio que postula no oír a quienes han
18Decimo~ como vicio, para distinguirlo del dolo en el incumplimiento de las obligaciones
(art. 506), eqUiparado al proceder "malicioso" (art. 521) y del dolo como factor de imputabi-
20 BETTI, Teoria general... cit., N9 56, p. 340. La ley tutela la buena fe pero no la
lidad en los "actos ilícitos". (arts. 1068 y 1072).
credulidad.
19 TRABUCCHI, JI dolo ... cit., LONGO, L., Contributi alla dottrina dti dolo, Padova,
21 Cám. Nac. Civ., sala D, E. D. 56-385. CARRANZA, Jorge A, El dolo en el Derecho
1937] DE COSSIO, y CORRAL, Alfonso, El dolo en ti Derecho Civil, Madrid, 1955; RIEG,
Le role de la volante dans ['acte juridique cit. Civil Y Comercial, Astrea, Buenos Aires, 1973.
11 E. D. 1963-5-850; J. A 46-46-354.

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actuado incorrectamente, el artículo 932, inciso 4°, descarta la posibilidad Habrá violencia moral o intimidación "...cuando se inspire a unq de los
de alegar el dolo de la contraria cuando, a su vez, se ha actuado engañosa- agentes por injustas amenazas. un temor fundado de sufrir un mal inmÍnen- ,
mente. te y grave en su persona, libertad, honra o bienes, o de su cónyuge,
Separándose de las soluciones del Derecho Romano y de la mayoría de descendientes o ascendientes, legítimos o ilegítimos", según lo establecido,
los códigos de su tiempo, Vélez equiparó el dolo de la parte al dolo producido por el artículo 937, completado por el artículo 938 que expresa: "La
por un tercero (art. 935). No se ocupó para nada del porqué de. la actuación intimidación no afectará la validez de los actos, sino cuando por la condi- .
del tercero, o sea en distinguir el tercero que actúa en connivencia ,con la ción de la persona, su carácter, habitudes o sexo, pueda juzgarse que ha .
parte de aquel que se mueve por su exclusiva cuenta, al margen del conoci- debido racionalmente hacerle una fuerte impresión".
miento del contratante que obtendrá el beneficio. Para el Código Civil Interesa, en consecuencia, comprobar la idoneidad de la amenaza para.
.italiano (art. 1439, segunda parte), "cuando los engaños hubieran sido em- producir una fuerte impresión en una persona sensata26 sin dejar de tener (-
pleados por un tercero, el contrato será anulable si fuesen conocidos por el en cuenta las condiciones personales de la víctima27•
contratante que obtuvo la ventaja". Si el contratante ignora esos engaños, no La amenaza del ejercicio de un derecho no es, en principio, injusta y de
se da la impugnativa por dolo, pero eventualmente se podrá alegar el error". allí que no configure intimidación (arl. 939); sin embargo puede constituir:
En un faBa de nuestros tribunales se lee: "Cuando el dolo da causa al acto, violencia moral cuando se amenace con el ejercicio anormal o irregular de~
no se hace diferencia si es causado por una de las partes o por un tercero, y. un derecho propio28, o con el objeto de obtener beneficios ilícitos29•
es así dentro de la letra misma de la ley, sea culpable o inocente; la diferencia La fuerza o l~ intimidación pueden provenir de una parte o de un
estriba en que si es inocente, debe soportar la nulidad del acto jurídico, pero tercero (art. 941). No es indiferente que la parte beneficiada conozca o no
si es culpable, también responderá solidariamente por los daños y perjui- la actitud del tercero agresor. El conocimiento coloca a ambos -tercero y
cios'~4. El artículo 635 del Proyecto del Ejecutivo de 1993 dispone: "El dolo parte- en calidad de deudores solidarios de los daños y perjuicios; la
que causa la anulabilidad del acto puede provenir de alguna de las partes o ignorancia del beneficiado hace al tercero único responsable30• En ambos
de un tercero. Cuando al tiempo de la celebración del acto una de las partes casos el negocio es anulable.
tuviere conocimiento del dolo cometido por un tercero, responderá solida-
riamente con éste por los daños causados. En los demás casos el tercero será 5. Temor reverencial
el único responsable".
Cuando el temox: no depende de una amenaza ajena sino de hechos
4.Y¡oIenciª objétivos o de impresiones subjetivas de la víctima, sin que en ello coopere

Bajo el rótulo De los hechos producidos por la fuerza y el temor se ocupa


26FUNAIOLI, G. B., La leona de/la violenza nei negazi giuridi.ci, Roma, 1927. TRABUC~
el Codificador, en los artículos 936 y siguientes, de le}violencia como vicio
eHI, Alberto, Vtolenza, en Nuovo Digesto Italiano, XII, n, Torino, 1940; CARRESI, Franco,
de la voluntad2.S, comprensiva de la violencia material o física -vis absoluta- La violenza nei contraUi, en Rivista Trimestra/e di Diriuo e Procedura Civile, 1962, ps. 411 y SS.;
y de la violencia mental, moral o psíquica -vis compulsiva-o En esta última GIORDANO, A., In tema di violenza morale e di afrontamento di uno stalo di peric%, en
la violencia actúa sobre la determinación psicológica. El acto emana de la Rivista di Diritto Commerciale, 1954, 1, p. 56.
27 J. A. 1953~I.n. La violencia debe ser determinante del ácto (E. D. 1963-5-850). La
víctima de la agresión o intimidación.
intimidación tiene que ser anterior o concomitante con c:lacto (J. A 1953-I-II). "La amenaza
es notable si el temor es de tal naturaleza que impresione a una persona normal, es decir, que
23 BARBERO, ob. cit., t. 1, p. 527. no se trate de un héroe ni de un pusilánime" (Cám. Nac. Civ., sala A, E. D. 58-327).
24 CAm. Nac. Civ., sala D, E. D. 56-385. 28 En consonancia con el art. 1071. En idéntico sentido el art. 255, ine. 3Q, del Código de
2.S En rigor la coerción física no vicia sino que excluye la voluntad; no hay acto por parte Portugal. Coincide con el arto 637 del Proyecto del Ejecutivo de 1993.
de quien sufre la fuerza, sí de parte de quien la emplea. La fuerza irresistible ataca la libertíl;d 29 El art. 1438 del Código de Italia dice que la amenaza es causa de anulación cuando

del acto según el arto 936. Remitimos a nuestra obra ResponsabiJidad por daños, Ediar, Buenos «fuese dirigida a conseguir ventajas injustas" (L L. 70-127), supuesto de amenazas para
Aires, 1971, t. 1, ps. 11 y ss. decidir a admitir una deuda dudosa.

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VICIOS
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la voluntad o la acción de la persona temida, no hay violencia ni, por ende, ejemplificar con la penuria extrema que lleva a contratar en condiciones
motivo de anulación; estam~s frente al temor reverencial. inicuas o a no lograr satisfacer una necesidad pungente.
Dice el artículo 940: "El temor reverencial, o el de los descendientes Pero para que esas presiones exteriores impersonales conduzcan a la
para con los ascendientes, el de la mujer para con el marido, o el de los anuIabili.dad del acto jurídico -cuando el beneficiario no conocía ni quiso
subordinados para con su superior, no es causa suficiente para anular los explotar esa necesidad- es menester que esas circunstancias exteriores sean
actos". tan duras y apremiantes que importen la privación de la libertad del agente".
Barbero explica el temor reverencial "en el impulso espontáneo a Si, por el contrario, el beneficiario del contrato conscientemente explo-
realizar una acción, proveniente del temor a desagradar si no se la hace, a tó la necesidad ajena -aunque no se llegara a conformar la verdadera falta
mostrarse desagradecido ~ hasta a -recibir un rbproche o la desaproba- de voluntad-, se configura la lesión subjetiva-objetiva, a la que nos referi-
ción- a una persona hacia la cual se tienen sentimientos de reverencia, de remos en el punto siguiente.
veneración, reconocimiento, sujeción, etcétera"31. El Código Civil italiano distingue entre la rescisión del contrato con-
En un fallo de la Cámara Nacional Civil, sala D, se estableció: ''Para que cluido en estado de peligro (art. 1447) y la rescisión por lesión (art. 1448)_
el temor reverencial afecte la validez de un acto jurídico debe integrarse En el primer caso, rescisión en estado de peligro, requiere que una de las
con otras presiones que en su conjunto alcancen los caracteres legales de partes "hubiese asumido obligaciones en condiciones inicuas, por la nece-
la violencia, o sea, que si la presión proviene de cualquier otra persona no sidad conocida por la otra parte de salvarse a sí mismo o salvar a otros del
priva de libertad al sujeto"". El artículo 637 del Proyecto del Ejecutivo de peligro actual de un daño grave a la persona". Santoro Passarelli denomina
1993 declara expresamente que el temor reverencial no afecta la validez del a este supuesto "estado de peligro o de necesidad" y estima que la ley no lo
acto. considera como vicio de la voluntad, aunque sí como productor de un vicio
de la causa que hace al negocio rescindible35• A diferencia del supuesto del-
6. Estado de necesidad lesión no hay aquí aprovechamiento de la necesidad sino mero conoci-
miento de la misma. Además la necesidad se constriñe al "peligro actual de
Debemos limitar el análisis del tema al campo del Derecho Civil y, en un daño grave a la persona".
particular, considerar el estado de necesidad como riciíLd.e_la.yoluntfid En lasIl! Jornadas de Derecho Civil, celebradas en Tucumán en 1967, se
contractua133• . ..•
trató el estado de necesidad pero preferentemente como causal de justifi-
Creemos, con López Olaciregui, que a la falta de libertad se puede cación de la conducta de quien causa un daño a otro. Nuestra ponencia lo
llegar por presiones personales ~intimidación- y también por presiones consideraba, además, en el cumplimiento de las obligaciones e integrando
impersonales que operan en forma objetiva. Y que el Derecho no puede la figura de la lesión subjetiva-objetiva.
desconocer la fuerza de circunstancias que presionan el actuar. El estado
de necesidad, en términos generales, .coloca a.la VÍctima en la disyuntiva 7. La lesión subjetiva-objetiva
entre dos males graves e inminentes. En materia contractual. podemos
El tratamiento del acto o negocio jurídico lesivo, también denominado
30 Idéntica solución cabe aplicar, aun ante el silencio de la ley, para los casos qe dolo "negocio usurario", corresponde a la Parte general, no obstante ser el
proveniente de tercero. campo contractual el de su actuación ordinari~J¡.
~~BARBERO, ob. cit., p. 530.
E. D. 49-701.
33 El estado de necesidad puede ser considerado como eximente o causal de justificación, 34 Véase el interesante fallo de la Cám. Nac. Civ, sala D, en especial el voto del Dr.
tanto en el ('.ampo civil como en el penal. Véase CARDINI, Eugenio O., El estado de Cichero, E. D. 1963.5-852; L. L. 99-317 YJ. A. 1960-11-465.
necesidad, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1964, y Algunos aspectos del estado de necesidad, 35 SANTORO PASSARELLI, ob. cit., p. 197.
nota de jurisprudencia, en E. D. 1962.3.260. También puede estudiarse el estado de necesidad 36 La división de un condominio o de una herencia puede ser viciada por lesión. El
en el cumplimiento de las obligaciones. BRIGUGLIO, Marcelo, El estado de necesidad, trad. Proyecto del Ejecu'-ivo (dec. 468/92) trata la lesión entre los vicios de la voluntad y de los actos
de Manuel García Amigo, Revista de Derecho Privado, Madrid, 1971. jurídicos (arts. 639 y ss.).

177
176
CONTRATOS
VICIOS

La doctrina discrepa acerca de si la lesión constituye lID yiciQ de la Omitía tener en cuenta que el desequilibrio es muchas veces el resultado
.Y.oluntad--;>er-.falta-de-libertad:::..o bien un vicio en el objeto o en la causa de situaciones totalmente ajenas a la especulación o al aprovechamiento;
del negocio jurídico. Nosotros lo consideramos en el primer carácter, pese
que tiene una justificación, que es querido por los contratantes. Por muy
a reconocer la seriedad de los argumentos que respaldan las restantes
variados motivos se puede comprar algo por más de su valor o bien
posturas3'.
venderlo a un precio inferior al real. El artículo 954 alude a la cuestión al
La teoría de la lesión tiene un origen lejano: viene desde la constitución hablar de la "ventaja patrimonial [...] sin justificación".
de los emperadores Dioclecianoy Maximiliano, pasando por los canonistas
La búsqueda de una relación entre el valor de la prestación y el de la
y el antiguo Derecho francés, siendo acogida luego, aunque de una manera
contraprestación introduce una cuestión aritmética de muy difícil justifica-
muy restringida, por el Código de Napoleón".
ción, resuelta de manera muy desigual en los distintos códigos. Más acer-
La lesión clásica atendía exclusivamente al desequilibrio de las presta-
tada, se nos ocurre, es la solución que deja la apreciación de lo equitativo
ciones: lesión objetiva, enorme o enormísima. Todo se reducía a una
o inequitativo del cambio a criterio del juez. El Código italiano, que en lo
cuestión económica, de cifras o proporciones. Tanto en el Derecho Roma-
demás inspira nuestro artículo 954, se mantiene dentro de la corriente que
no, admitida ex,:"pcionalmente, como en la antigua legislación. española y
determina el límite de desequilibrio admisible; dice el párrafo segundo del
en el Derecho francés, atendía a la desproporción entre el valor de la cosa
vendida y el precio pagado por ella. artículo 1448: "La acción no será admisible si la lesión no excediese la
mitad del valor que la prestación ejecutada o prometida por la parte
La lesión .enorme, arraigada en la legislación del siglo XIX como lo
damnificada tenía en el momento del contrato". El artículo 954, en cambio,
demuestra Vélez en la nota que sigue al artículo 943, aun cuando admitiera
variantes en punto a su ámbito de actuación, relación entre prestación y se limita a aludir a "una ventaja patrimonial evidentemente desproporcio-
contraprestación, etcétera, prescindía de los factores que habían llevado a nada", que debe ser probada junto con el aprovechamiento, y a una
las partes, en particular a la peIjudicada, a la celebración del contrato. "notable desproporción", en cuyo caso el aprovechamiento se presume,
salvo prueba en contrario.
37 Para la doctrina italiana constituye un vicio en la causa, entendida como finalidad La concepción objetiva, en fin, se despreocupaba de la moralidad del
objetiva. Los artículos 1448 y.siguientes se ubican en el capítulo destinado a tratar "De la negocio. Basada en la idea liberal individualista confiaba en que la ley de
rescisión del contrato"; el Código de Portugal trata la lesión bajo el acápite Negocios usuarios,
en la sección dedicada al "objeto negocial" (arts. 282 Yss.). Véase RIVERA, Julio C., Luión, la oferta y la demanda, unida a la proclamada igualdad entre los hombres,
en TRIGO REPRESAS, Félix A Yotros, Estudios en ho~naje al Dr. Guillermo A. Borda, La lograría la justicia del contrato.
Ley, Buenos.Aires, 1984, ps. 304 Yss. Para.este jurista, "nos hallamos frente a un acto que Interesa señalar que nuestro Codificador, enrolado en esos principios,
padece un defecto de buena fe [n.} y de aU(su carácter ilícito". En el mismo libro homenaje,
el trabajo de FLEITAS, Abel M., La ksión como vicio de los actos jurfdicos, en 'IRIGO fue en la materia más drástico que el legislador de 1804, al proscribir la
REPRESAS, Estudios ... cit., ps. 96 Yss. lesión enorme, vigente hasta la sanción del Código.39•
38 Recomendamos muy especialmente para todo el tema las obras de MOISSET DE No obstante ello, tanto la doctrina como la jurisprudencia argentinas
ESPANES, Luis, La luión en los actos jwídicos, Universidad de Córdoba, Córdoba, 1979, y
La lesión y el nuevo articulo 954, Zavalía, Buenos Aires, 1976. Nos ocupamos del tema con acogieron en los últimos años la teoría de la lesión, preparando el terreno
detenimiento en nuestra obra Justicia contractual cit. En la literatura nacional, además de los
comentarios en tratados y manuales, pueden consultarse con provecho MORIXE, J., Contri-
39 El art. 4049 dice: "Las acciones rescisorias por causa de lesión, que nazcan de contratos
bución al t:studio de la lesión, Buenos Aires, 1929; SAUX ACOSTA, Edgardo, La lesi6n en el
anteriores a la publicación del Código Civil, son regidas por las leyes del tiempo e,l que los
Derecho (tesis doctoral), Santa Fe, 1951. Con motivo de la reforma de la ley 17.711, los
contratos se celebraron". Vélez concluye la larga nota rotulada ''Lesión enorme o enormísi-
artículos de CARRANZA, Jorge A, El vid() de lesión en la reforma del Código Civil, Abele.
ma" afirmando: "...finalmente, dejaríamos de ser responsables de nuestras acciones si la ley
do-Perrot, Buenos Aires, 1969; RODRIGUEZ, Horado J., lA lesión graytsima, en J. A.
nos permitiera enmendar todos nuestros errores o todas nuestras i~prudendas. ~I consenti-
Doctrina 1969-65; resultan de interés, asimismo, las ponencias al IV Congreso Nacional de
miento libre. prestado sin dolo, error ni violencia y con las solemnidades requendas por las
Derecho Civil, Córdoba, 1969. Las V Jamadas de Derecho Civil, Rosario, 1971, y las lV Jomadas
leyes, debe hacer irrevocables los contratos". El Código Civil francés adm.itíala lesi,ón,como
Sanrafaelinas de Derecho Civil, Saó Rafael, 1976, se ocuparon del tema, arribando a conclu-
siones de importancia. causa de rescisión de la compraventa de inmuebles, cuando la desproporCIón exced18las 7/12
partes.

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179
CONTRATOS VICIOS

para la reforma de la ley 17.711 que, en su modificación del artículo 954, vamente en el margen de desequilibrio, se requiere, además, la presencia
consagra explícitamente la teoría en la modalidad subjetiva-objetiva40. del elemento subjetivo, dado por la explotación de "la necesidad, ligereza
La tendencia subjetiva, predominante en la moderna concepción de la ° inexperiencia de la otra" parte.
lesión, se inicia con el Código Civil alemán, cuyo artículo 138 dice textual- El aprovechamiento debe ser demostrado por quien lo alega cuando el
mente, en su segunda parte: "Es en especial nulo un negocio jurídico por desequilibrio sea meramente "evidente".y, por el contrario, se presume
el cual alguien, explotando la necesidad, la ligereza o la inexperiencia de salvo prueba en contrario, cuando fuere "notable". No hay Una vuelta a la
otro, se haga prometer o se procure para sí o para un tercero, a cambio de lesión objetiva, en la última hipótesis, sino una inversión de la carga de la
una prestación, unas ventajas patrimoniales que sobrepasen de tal forma prueba, plenamente justificada si se piensa que es lógico inferir la explota-
el valor de la prestación, que según las circunstancias estén en manifiesta ción ante una notable desproporción. Por 10 demás la demostración del
desproporción con dicha prestación". Este texto es, con el artículo 1448 del aspecto subjetivo será, en la mayoría de los supuestos, harto difícil. Buena
Código Civil italiano, la fuente del actual artículo 954. Son similares los parte de los autores o publicistas que se han ocupado de la reforma al art.
textos propuestos por los artículos 156 del Proyecto de 1936 y 159 del 954 critican el párrafo tercero que declara la presunción legal de la explo-
Proyecto de 1954, como la recomendación del ¡JI Congreso Nacional de tación sobre la base de la "notabre desproporción de las prestaciones", por
Derecho Civil, reunido en Córdoba en 1961". entender que "favorece abusos del demandante y, 10 que es peor, excluye
El artículo' 954, en su nueva redacción, comienza diciendo -en el la buena fe de los terceros y perjudica innecesariamente los títulos"42.
párrafo segundo-: "También podrá demandarse la nulidad o la modifica- Disentimos con tales críticos.
ción de los actos jurídicos ...", de donde resulta que del vicio de lesión nacen Las V Jomadils, Rosario, 1971, recomendaron:
para la parte perjudicada dos acciones alternativas: 1.De lege lata. Ambito: El vicio de la lesión puede existir en los contratos
a) demandar la nulidad del acto, con la consiguiente devolución de las aleatorios. No puede darse. en los contratos gratuitos y en los negocios
prestaciones; unilaterales. Estado subjetivo: La víctima del acto lesivo deberá probar
b) demandar un reajuste en las prestaciones, dirigido a volver equita- siempre el estado de inferioridad (necesidad, ligereza o.inexperiencia) en
tivo el contrato. que se encuentre. Prueba: La presunción de explotación se interpreta
Pero peticionada la nulidad el demandado puede, al contestar, ofrecer como mera inversión de la carga de la prueba. Subsistencia-Despropor-
el reajuste. ción: Debe interpretarse que son excepciones: El restablecimiento del
El elemento objetivo se configura con "una ventaja patrimonial eviden- equilibrio por obra del lesionado o por culpa de la parte aprovechadora.
temente desproporcionada y sin justificación", o bien con una "notable Reajuste: El reajuste puede ser ofrecido de manera subsidiaria. Nulidad:
desproporción de las prestaciones"; en ambos casos, que difieren exclusi- El vicio de la lesión en los negocios jurídicos acarrea una nulidad relativa.
Renuncia: Debe interpretarse que las acciones son irrenunciables con
40 Una apretada y muy interesante síntesis de la evolución doctrinaria y jurisprudencial anterioridad al negocio o al tiempo de su celebración. Delito de usura: No
en SPOTA, Contratos ... cit., t. 'Y,ps. 127 y ss.; del mismo jurista, Instituciones de Derecho Civil.
Contratos, Depalma, Buenos Aires, 1974, vol. n, ps. 339 y ss. Todo el andamiaje se construyó debe confundirse la lesión civil con el delito de usura del Derecho Penal.
sobre la base del arto 953. n. De lege[erenda: Estados subjetivos: El vocablo "ligereza" debe man-
41 El art. 282del Código de Portugal establece: "Es anulable, por usura, el negocio jurídico
tenerse. Prueba: La presunción de explotación, mera inversión en la carga
cuando alguien aprovechando conscientemente la situación de necesidad, inexperiencia,
dependencia o deficiencia psíquica de otro, obtiene de éste, para sí o para un tercero. la
de la prueba, debe mantenerse. Subsistencia-Desproporción: Debe mante-
promesa o realización de beneficios manifiestamente excesivos o injustificados". Se encuentra nerse el requisito sobre subsistencia de la desproporción al momento de la
admitida, entre otros, en los Códigos chino, libanés, suizo. polaco, soviético, japonés, mexica- demanda como regla. Prescripción: Reducir el plazo de prescripción a dos
no, etcétera. El Código Civil del Perú. de 1984. trata el tema en los arts. 1447 y ss.; otorga la
acción rescisoria cuando la desproporción "es mayor de las dos quintas partes". Sobre la lesión
en el Código de Paraguay, de 1986, el trabajo de BORD'\, Guillermo A.,EI abuso del derecho, 42 ARAUZ CASTEX. Manuel, Duecho Civil. Pane generaL Reforma de 1968, Buenos
la lesión y la imprevisión en el nuevo Código Civil paraguayo. en L L. 1986.E.835. Aires, 1968, p. 129.

180 181
CONTRATOS
VICIOS

años que se computarán desde la fecha en que debe ser cumplida la El artículo 954, en el cuarto párrafo, establece: "Los cálculos deberán
prestación. hacerse según valores al tiempo del acto ..." O sea que el juez, soberano en
La necesidad que se menciona está dada por la falta o escasez de las la apreciación de los elementos objetivo y subjetivo, deberá remontarse al
cosas que son necesarias para la vida y comprende tanto la penuria material tiempo de celebración del contrato y observar si entonces, de acuerdo con
como la moral; es el bisogno de los italianos y, sin duda, disminuye la los valores vigentes, existió o no la desproporción. Del desequilibrio surgi-
libertad contractual. Constituye el puente de unión con el "estado de do a posteriori se ocupa la "excesiva onerosidad sobreviniente" o teoría de
necesidad" al que antes aludiéramos. Estamos convencidos de que las la imprevisión, consagrada en el artículo 1198.
situaciones mencionadas en la norma tienen un alcance amplio y no res- Pero además es preciso que la despropoq:ión subsista "al momento de la
trictivo; admiten, por lo tanto, la aplicación analógica a situaciones simila- demanda", de donde si la lesión objetiva, aunque existente -en el momento
reso. En cuanto a la "necesidad", su importancia es mayúscula en los del perfeccionamiento del contrato, hubiera cesado luego por factores extra-
contratos de consumo, en la medida en que el denominado "consumidor" ños a las partes, no podría ser alegada. Se recepta la solución del Código Ovil
padece la falta de bienes o servicios, que juzga indispensables, como un mal italiano, propugnada por el Proyecto de 1954. Para Uambías se justifica por
extremo. cuanto "no resulta lógico autorizar la acción por lesión si la cosa objeto de la
La ligereza alude al proceder en extremo irreflexivo o descuidado; debe prestación se hubiere valorizado, por alguna causa accidental que hubiese
vincularse con la situación patológica de debilidad mental -que es propia cubierto la lesión primitiva". Moisset de Espanés" juzga que este requisito
de los pródigos, débiles mentales, etcétera-o Es el más discutido Ydiscutible "entraña una verdadera injusticia" y propone su supresión.
de los tres estados subjetivos del lesionado a que alude el artículo. Ajuicio La acción no es transmisible por actos entre vivos pero sí por sucesión
de Carranza4-4, "contribuye a absolver al sujeto de errores en los que habría mortis causa. "Sólo el lesionado O sus herederos -continúa el texto-podrán
caído por negligencia". Este autor considera que "la situación considerada ejercer la acción ... '141
patológica queda cubierta con la asistencia prestada al pródigo y al débil La "prescripción se operará a los cinco años de otorgado el acto". El plazo
mental". No compartimos su punto de vista y sí el de la doctrina alemana y ha sido juzgado unánimemente como muy extenso. La recomendación del JI!
suiza que ve en la ligereza "un estado patológico y psíquico en el que se Congreso optó por fijar un plazo de caducidad, y no de prescripción, de sólo
encuentra el sujeto que no mide el alcance de las obligaciones que contrae, un año: dicho plazo se contaba "desde la fecha en que debe ser cumplida la
no porque no quiere verlas, sino porque no puede hacerlo en razón de su prestación a cargo del lesionado" y no desde la fecha del acto. Aquella
situación de inferioridad mental".(s.El hombre de hoy, sea por la fatiga, el circunstancia y no ésta permitirá a la víctima cobrar conciencia de la lesión.
estrés, la vida acelerada. los requerimientos del consumerismo, la droga u Digamos, por último, que aun cuando no se explicitara, la renuncia a la
otras razones, sufre limitaciones que en muchos casos lo llevan casi sin acción por lesión. en el mismo momento en que se celebra el acto lesivo,
darse cuenta a contratar en desproporción. no es válida. La norma que consagra este instituto moralizador es impera-
La inexperiencia, por último, se define como la falta de los conocimien- tiva, no sólo por su finalidad sino también por integrar la teoría general del
tos que se adquieren con el uso y la práctica; propia de la denominada acto o negocio jurídico y no estar acordada expresamente la facultad de
gente "paisana", linda con la ignorancia y el error. Este es otro tema central derogarla. Dice Messineo, hablando de la teoría general del contrato, que
de la protección al consumidor (ley 24.240). Se vincula con la desinforma- "no es arriesgado decir que, salvo que la ley disponga expresamente en el
ción, con la no profesionalidad, con el encuentro, a la hora de contratar, sentido de la derogabilidad, las normas sobre el contrato en general son
entre profesionales y "aficionados".
46 MOISSET DE ESPANES, ob. cit., y ponencia al IV Congreso de Derecho Civil.
,(3 Nuestro trabajo, La enfennedad que da pie a la lesi6n, en J. A. 1982-IV-527. 47 El doCtor Jorge J. Llambías propone, en su ponencia al IV Congnso, la supresión de
44 CARRANZA, ob. cit., y ¡xmencia al IV Congreso Nadonnl de Derecho Civil, Córdoba, este párrafo. Con la incesibilidad por actos entre vivos se ha querido evitar, al decir de Aráuz
1969. Castex (ob. cit.), "que el lesionado pueda lucrar con una facilidad que la ley le acuerda sólo
45 OSSIPOW, P., De la lesi6n, en Etude de Droit positif et Dro;t Campad, p. 251. en su defensa".

182 183
VICIOS
CONTRATOS

8. B¡bliografia especial
imperativas e inderogables"48. Llambías49 y Carranza50 muestran sus dudas
al respecto, y el último agrega: "Hubiera sido aconsejable no dejar librado 1. Sobre los vicios del consentimiento, en general:
a la interpretación judicial el alcance de la rerruncia coetánea y en el mismo
ABELENDA, César A., Vicios del consentimiento contractual, en Contratos (libro
contrato de la acción respectiva"; temiendo que la cláusula de renuncia se
homenaje al Dr. Jorge Mosset lturraspe). La Rocca, Buenos Aires. 1989.
vuelva "una cláusula de estilo",
LAQUIS, Manuel A.. Desde Vélez Sársfield hasta la actualidad (lesión, abuso del
Las W Jornadas Sanrafaelinas de Derecho Civil, celebradas en San
derecho, imprevisión), en L. L. 1987.D.914.
Rafael en 1976, recomendaron:
SACCO, Rodolfo, Volanta, intento, vizi del consenso, enRESCIGNO, Pietro (director),
1. Recordar que la figura de la lesión se integra con tres elementos: Trattato di Diritto Privato, Utet, Torino, 1985.
a) Desproporción; ZANNONI, Eduardo A., Ineficacia y nulidad de los actos jurldicos, Astrea, Buenos
b) Situación de inferioridad de la víctima, y Aires, 1986.
c) Explotación por parte del beneficiario. La presunción de explota-
ción constituye una mera inversión de la prueba y se limita a ese 2. Sobre la ignorancia y el error:
elemento subjetivo, quedando siempre a cargo de la presunta vícti- BARCELLONA. Pietro, Profili della teoria dell 'errare nel negozio giuridico, Milano,
ma la prueba de su estado de inferioridad (necesidad, ligereza e 1962.
inexperiencia). GHESTIN, Jaeques, La notion d'erreur dans le Droit positij actuel. Paris. 1963.
II. El artículo 954 es aplicable a los actos de comercio: PIETROBON, Vittorino, El error en la doctrina del negocio juridico, trad. de M.
a) Si la presunta VÍctima es un comerciante, ordinariamente no podrá Alonso Pérez, Revista de Derecho Privado. Madrid. 1971.
invocar la inexperiencia o ligereza;
b) la necesidad deberá interpreta~secomo falta de elementos indispen- 3. Sobre el dolo:
sables para la continuidad de la empresa;
MAZZINGHI, F., Error evidente y dolo presunto, en L. L. 1986-B-468.
c) Al determinar el valor de las prestaciones deberá tomarse en cuenta,
PUCCINI, l, JI dolo civile, Giuffre, Milano, 1970.
entre otras circunstancias, si el comerciante cumplió o no su función
de intermediación.
4. Sobre la violencia:
II1. En el campo del Derecho Administrativo:
CARRESI, Franco, La vio/enza nei contra//i, en Rivista Trimestrale di Diritto e Pro-
a) El administrado puede invocar la lesión frenteal Estado;
cedura Civile, 1962.
b) El Estado puede encontrarse también en situación de inferioridad y
ser víctima de un acto lesivo. 5. Sobre el temor reverencial:
IV. El agregado al artículo 656 se relaciona con la figura de la lesión y
VISINTINI, M. A.. Contributo olio studio de/la reticenza nella jormazione dei con-
también, entre otras, con el abuso del derecho, imprevisión y fraude a la ley.
tratti, en Rivista di Diritto Commerciale, Padova, 1969.
V. Puede aceptarse- el ofrecimiento subsidiario de reajuste con los
alcances de transformación de la acción, siempr:e que no configure mala fe 6. Sobre el estado de necesidad:
procesaPl.
LAJE ANA YA, 1usto,. Estado de necesidad y coacción, en J. A. 1989-II1-808.
LOZADA, Alberto G., El estado de necesidad, en J. A. 1982-IV-796.
~: MESSINEO, Doctrina general del contrato cit., t. 1, p. 7.
LLAMBIAS, Jorge Joaquín, Tratado de Derecho Civil. Obligaciones Abeledo-Perrot VENINI, Juán C., Lesión subjetiva, en 1. A. 1991-11-776.
Buenos Aires, 1980, t. 1. " ZAGO. Jorge A, El consentimiento en los contratos y la teoría de la lesión, Uni-
50 CARRANZA, ob. dI.
versidad, Buenos Aires, .1981.
51 El art. 145} del Código del Perú expresa: "Es nula la renuncia a la acción por lesión".

185
184
CONTRATOS

7. Sobre la lesión subjetiva-objetiva:


FLEITAS. Abel M., La lesión como vicio de los actosjurla,cos, en TRIGO REPRE-
SAS, Félix A. Y otros, Estudios en homenaje al Dr. Guillermo A. Borda, La Ley.
Buenos Aires, 1984.
MOLINA. Juan C., Abuso del ckrecho, lesión e imprevisión en la reforma del Código
Civil, Astrea, Buenos Aires, 1969. . .
MOSSET IT1JRRASPE. Jorge, Interpretación económica de los contratos, Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 1994.
RIVERA, Julio C., Lesión, en TRIGO REPRESAS, Félix A. Y otros, Estudios en
homenaje a Dr. Guillermo A. Borda, La Ley, Buenos Aires, 1984.
CAPITULO VII
RlZZO, S., Su//a nozion.e di sialo di hisogno nelle rescissione per lesione. en &ss.
Dir. Civ., 1980. QUIENES PUEDEN CONTRATAR
SCOZZAFAVA, l, JI problema de//'acJeguatezza negli scambi e la rescissione del
contralto per lesione, en Rivista Trimeslrale di Diritto e Procedura Civile, 1978.
SUMARIO: 1. Capacidad para contratar, Principios generales. 2. Mctodologla. 3. Capacidad
jurídica y de obrar. 4. Legitimación para contratar. S. Incapacidades enumeradas en el
articulo 1160 del Código Civil. a) Los religiosos profesos. b) Los comerciantes fallidos.
c) Los penados. 6. Capac~dad para los pequef'l.os contratos. 7. Nulidad por incapacidad. a)
A qui~n corresponde la acción de nulidad por incapacidad. b) Efectos de la nulidad por
incapacidad. 8. Bibliografla especial.

1. Capacidad para contratar. Principios generales

Vimos ya que la capacidad no _e~_ un elemento del contrato, sino @


presupuesto de la validez del consentimiento!.
Para formar el consentimiento no es suficiente que las voluntades hayan
cumplido con el proceso interno, caracterizado por el discernimiento, la
intención y la libertad, y la posterior exteriorización; es preciso, además,
que los sujetos del negocio jurídico tengan la aptitud que se denomina
capacidad. .
El consentimiento es acuerdo sobre "una declaración de voluntad co-
mún" de personas capaces.
Los principios generales sobre la capacidad civil los formula Vélez en
el UbIO 1, al ocuparse de las personas, en especial en el Título n, al tratar

1 El sujeto, al igual que el objeto, debe ser idóneo para llegar a ser término del negocio
jurldico. Sólo en este sentido puede hablarse de requisito subjetivo. Couture define los
"presupuestos" como el conjun~ de antecedentes necesarios o supuestos condicionantes
(Vocabulario, p. 484);.para CovieIlo son los "antecedentes 16gicos del negocio" (ob. cit., p.
132); para la doctrina predominante constituyen "una circunstancia extrínseca al negocio"
(BETTI, ob. cit., p. 25, 166).

186 187
CONTRATOS QUIENES PUEDEN CONTRATAR

de Las personas de existencia visible (arts. 52 y ss.). Este método se ajusta a cho se hubiera ganado exponiendo el punto con motivo de los "hechos y
la presentación que del tema hace Freitas "n su Esbo~o (arls. 21 y ss.) y se actos jurídicos".
justifica si reparamos en la existencia de problemas de capacidad ajenos a Aparte de la recordada tautología con respecto al concepto "c;::apacidad
toda declaración de voluntad, que exceden la esfera del acto jurídico y para contratar", enC<?ntramos otros t31es como ~pacidad de disponer y
encuentran correcta ubicación dentro de la teoría general de las personas, capacidad de administrar, sobre los que no se bnnda una base CIerta de
las cuales pueden adquirir derechos y contraer obligaciones aun antes de distinción •.
ser dotadas de voluntad jurídica'_ Tampoco existen como categorías autónomas las capacidades de obli-
Pero el codificador se apartó tamhién aquí del jurista brasileño, omi- garse de que se habla en el contrato de compraventa, de hacer empréstitos
tiendo exponer el tema de Ja capacidad civil con relación a los actos o de hacer pagos válidos, etcétera, que van apareciendo a lo largo de los
jurídicos. El EsbOl;O, en el Título 1 del Capítulo JI, De los actos jurídicos, se contratos típicos5•
ocupó de la Capacidad civil de las personas, haciendo una exposición Quizá fuera oportuno decir que el método de Vélez es de conciliación
orgánica del asunto. La omisión apuntada se deja sentir, sin duda, en e,ltre el de Freitas, del que ya nos ocupamos, y el del Código Civil francés
nuestro ordenamiento, donde sólo encontramos las disposiciones aisladas que sólo se refiere a la capacidad al legislar sobre los contratos6•
de los artículos 921 y 949 Yla nota puesta al pie del último.
Como una prueba más de la índole absorbente de la categoría contrac- 3. Capacidad jurídica y de obrar
tual, hallamos normas relativas a la capacidad en la Sección Tercera del
La capacidad jurídica es la aptitud para la titularidad de poderes y
Libro 1, en el capítulo denominado De los que pueden contratar. No se
deberes jurídicos. El artículo la define como la aptitud para adquirir los
justifica esta preferencia acordada al contrato. Como apunta Bibiloni no se
derechos o conh'aer las obligaciones que este Código regla en los casos, por
dice en los artículos que componen ese capítulo nada que no esté dicho ya
el modo yen la forma que él determina.
en otras partes dé! Código; de allí que el autor del anteproyecto proponga
~ capacidad jurídica es, 1.0señala Camelutti, la medida de la per~ona-
la supresión de esas disposiciones3•
lidad, el Índice de la participación que se da al hombre en el ordenam~ento
De haber desarrollado Vélez de manera orgánica lo relativo a la capa, jurídico. De allí que ambos conceptos, el de personalidad y el de capaCIdad,
cidad, en parte al tratar de las "personas" y el resto al considerar los "actos se hallen íntimamente ligados', y de allí también que la capacidad jurídica
jurídicos", hubiera bastado con señalar, al estudiar cada contrato en parti- general sea la regla y las limitaciones a esa capacidad la excep~ción. La
cular, las limitaciones a la capacidad jurídica, prescindiendo de exigir una
capacidad jurídica denominada general por corresponder al estado de
capacidad para contratar que no existe como categoría autónoma. persona, es conocida como capacidad de derecho o capacidad de goce.
Las limitaciones a la capacidad J':lrídica general importan ausencia de
2. Metodología

El tratamiento dispensado al tema de la capacidad es defectuoso y • Nos remitimos a lo expuesto con motivo de la clasificación de los contratos en: de
disposición y de administración. En rigor, es la capacidad de obrar la que puede descomponer-
susceptible de producir confusión en aspectos de suma importancia. Mu- se en diversos aspectos, correlativos a la forma de la actividad jurídica: capacidad de obrar
sustancial y procesal; capacidad de administrar, disponer y para obligarse (v. MESSINEO.
Francesoo, La distinzionefra capacita di agin, capacita di disp0TTe, en Tt:mi, 1949, p. 6?7).
2 RISOLIA, Marco Aurelio, Capacidad y contrato, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1959,
5 Para Spota (Contratos, t. IV, p. 174) la capacidad general para con:tra~a.r, requenda para
p. 19. Apunta SANTORO PASSAREW, ob. cit., p. 2, que a cada uno de los estados jurídicos
de la persona física va unida una determinada capacidad jurídica: al estado de persona, la
celebrar un contrato de fianza (art. 2011) ° un contrato de renta Vltahcla (art. 2073), es
sinónimo de capacidad de disponer. .
capacidad jurídica general; al estado de ciudadanía, la capacidad especiaJ propia del ciudada-
6 El vacío así originado ha sido llenado por distintas normas complementanas (ley del
no, y al estado de familia una especial habilitación en orden a las relaciones de una familia
determinada. 26-6.t889). GHESfIN, ob~cit., t. n, N2760 y ss.
7 CARNELUTI1, Francesco, TeolÍa general del Derecho, Madrid, 1955, p. 158; SACCO,
3 BIBILONI, ob. cit., 1. J, p. 183. Freitas incluye un título denominado De la capacidad
Rodolfo, L'incapacita naturale, en Trattato di Diritto Privato cit., t. 10, ps. 136 y ss.
para contratar, del cual están tomados los artículos de nuestro Código.

188 189
CONTRATOS
QUIENES PUEDEN CONTRATAR

aptitud para ser titular de derechos subjetivos o de deberes jurídicos y toda norma extranjera que lesione los principios fundamentales de nuestra
configura la incapacidad jurídica que, en nuestro Derecho, es siempre organización jurídica, social o económica.
relativa. Siendo la capacidad jurídica la medida de la personalidad, según
La capacidad de obrar también denominada capacidad de hecho o de
vimos, una incapacidad absoluta de derecho significaría negar la persona-
ejercicio, es la aptitud de las personas de existencia física o visible para
lidad. La esclavitud y la muerte civil son ejemplos en el antiguo derecho ejercer por sí los actos de la vida civil9•
(ar!. 15, Cons!. Nac.).
Esa apiitud o idoneidad para el ejercicio de los derechos por sí mismo
Esas incapacidades jurídicas ~ de derecho- relativas dependen de la refiere al cuidado de los intereses propios y no debe confundirse con el poder
especial posición de una persona respecto de otra o respecto de un objeto de obrar para cuidar intereses ajenos, al cual nos refememos más adelante,
determinado, que impide establecer una relación jurídica -contratar- e~r- qué puede recaer incluso en \lna persona que sea incapaz de obrar. Se explica
que la ley lo prohíbe de una manera expres<;l.No existiendo una prohibición de este modo que el artículo 1897 autorice el mandato otorgado a un "incapaz
expresamente establecida por la ley, rige lo prescripto en el artículo 53 que de obligarse" que es un supuesto de la incapacidad de obrar; en cambio, el
autoriza todos los actos y todos los derechos. artículo 2288 exige al gestor de negocios que sea "capaz de contratar", puesto
No obstante ello puede afirmarse, con Freitas (Esbor;o, arto 21), que que, por lo normal, actúa en su propio nombre.
la aptitud para ser titular de derechos, en que consiste la capacidad ju- Atribuimos la capacidad de obrar a la persona de existencia física o
rídica, admite grados: desde la mínima aptitud de las personas por nacer visible por cuanto la persona jurídica, según la doctrina predominante en
-que sólo pueden adquirir derechos por donación o herencia (art. 64, nuestro Derecho, no actúa por sí misma sino que es dirigida o administrada
Cód. Civ.)- hasta la máxima de las personas físicas, pasando por la in- ••...por el ministerio de los representantes que sus leyes o estatutos les
termedia o limitada de las personas jurídicas sometidas al principio de hubiesen constituido", a tenor de lo estatuido por el artículo 35 del Código
la especialidad. Civil. Lo cual importa una contradicción, puesto que la personería o
Para la doctrina argentina las personas jurídicas tienen una capacidad personalidad se le concede para desarrollar la actividad jurídica necesaria
funcional, es decir, atribuida en función y con arreglo a los límites del fin para la realización de su fin. En otros ordenamientos, la doctrina predica
que es la razón de su propia existencia. En otros otdenamientos) ante la que la persona jurídica es "...por definición, capaz de obrar, a través de sus
dificultad práctica de determinar los límites de una capacidad funcional, se órganos que, a diferencia de los represeIl:tantes de la persona física, no
afirma que las personas jurídicas tienen una capacidad jurídica general están investidos de un poder de obrar, distinto y cualificado, sino que
similar a las personas físicas, sólo limitada por su propia naturaleza y por desenvuelven la misma capacidad de la persona jurídica"lo.
la ley. La Ley 19.550 de Sociedades Comerciales dice, en su artículo 22, que La Ley 19.550 de Sociedades Comerciales adopta la teoría organicista:
"La sociedad es un sujeto de derecho con el alcance fijado en esta ley"; los administradores y representantes de la persona jurídica sociedad co-
adopta, a nuestro entender, la-doctrina del ultra vires, o sea aquella elabo- mercial, son ellos mismos el instrumento de actuación de la capacidad de
ración que ve en el objeto la medida de la personalidad; el sujeto tiene una obrar del ente moral; de ahí que su gestión obliga al ente upar todos los
capacidad especial, concebida precisamente para la consecución del objeto actos que no sean notoriamente extraños al objeto social" (art. 58)11.
social8• La moderna doctrina distingue en la capacidad de obrar -o de hecho o
En las l~mitaciones a la capacidad jurídica se halla interesado el orden ejercicio- una capacidad general y una capacidad especial. La capacidad
público interno y también el internacional, impidiendo la aplicación de general puede ser, a su vez. plena o atenuada.
9 Para SANTORO PASSARELU, ob. cit., p. 16, "es la aptitud para la actividad jurídica
8 COLOMBRES, G. R., Cur.ro de Derecho Societario, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, relativa a la esfera jurídica propia de la persona".
1972; SASOT BETES, Miguel A. y SASOT, Miguel F., Sociedades anónirruu. El órgano de 10 Ver SANTORO PASSARELU, ob. cit., p. 30.
administración, Abaco, Buenos Aires, 1980; OTAEGUI, Julio c., Administración societaria, 11 flORENTINO, Gli organi delia sockla di capitale, Napoli, 1945; MlNERVINl, Gusta-
Abaco, Buenos Aires, 1979; MASCHERONI, Fernando H., Sociedades anónimas, Universi- vO,AlcWle reflessioni sulJa teona degli organi túlle persone giun"diche private, en Rivista Trimes-
dad, Buenos Aires, 1984. trale, 1953, ps. 935 y ss. "

190 ¡ 191
.1
I

I
QUIENES PUEDEN CONTRATAR
CONTRATOS

La capacidad que se adquiere a la mayoría de edad -a los 21 años según capacidad de obrar", clasificándolos en- tres categorías: de edad, salud y
el artículo 126-, para realizar por sí todos los actos que interesen a la esfera honor14•
jurídica del 'sujeto, es una capacidad general plena. En rigor, los inhabilitados del articulo 152 bis continúan actuando por
sí, a diferencia del incapaz de hecho, incluso en los negocios de disposición,
La capacidad del menor emancipado, por matrimonio o habilitación de
edad (art. 31), que reconoce las limitaciones del artículo 134 y también las pero contando siempre con la ,asistencia del curador.
del artículo 135, que vuelve al distingo entre "capacidad de administración El W Congreso de Derecho Civil, "recomendó":
y disposición", es una capacidad general atenuada. Lo es también la del a) Que el inhabilitado tiene capacidad de obrar restringida y está
inhabilitado (arl. 152 bis). sujeto, para detern1inados casos, al régimen de la asistencia;
Se denomina capacidad especial a la atribuida con referencia a deter- b) que la función del curador no debe limitarse a prestar su conformi-
minados actos singulares, incluso en defecto de las condiciones de la dad, sino, así mismo, a vigilar el cumplimiento de los propósitos que
capacidad general. Así la capacidad para testar acordada a los menores lo llevaron a concederla, y
desde los 18 años (art. 3614)12. e) que la negativa o imposibilidad de obtener consenso del curador
puede suplirse judicialmente.
\ A semejanza de la ca;>acidad jurídica, la capacidad de obrar puede ser
Dice el artículo 54 del Código Civil: "TIenen incapacidad absoluta: 1°)
\ limitada. Toda limitación determina, recíprocamente, una incapacidad de
las personas por nacer; 20) los menores impúberes; 3°) los dementes, y 4º)
:obrar.
los sordomudos que no saben darse a entender por escrito".
Las limitaciones ...;y por ende las incapacidades de obrar- pueden ser
y el artículo 55 agrega: "Los menores adultos sólo tienen capacidad
I absolutas o relativas -general o limitada-, según que abarqúen todos los
para los actos que las leyes les autorizan otorgar".
I actos o una determinada esfera de ellos. Puede ser plena, cuando excluye
A diferencia de la incapacidad jurídica, a la cual no se le puede encon-
toda actitud del sujeto para el cumplimiento relevante del actó, o atenuada,
trar un remedio1s, la ley presta remedios a la incapacidad de obrar, que no
c~ando hace necesaria la intervención de otras personas13•
importa ineptitud para asumir la titularidad de una relación, sino solamen-
. En cuanto a las causas de incapacidad pueden mencionarse: te para ejercerla, modificarla o perderla mediante un acto propio.
a) la minoridad; Para proteger a los incapaces de obrar -o de hecho- suprimiéndoles los
b) la interdicción, y impedimentos de su incapacidad (arl. 58), el Código les provee de repre-
e) la inhabilitación. sentantes necesarios (art. 57) y además, de manera promiscua, de la repre-
Nos referimos.a la incapacidad de obrar iegal. Alguna doctrina en lugar sentación por el Ministerio de Menores (art. 59)".
de hablar de causas de incapacidad habla de "falta de requisitos de la En las limitaciones impuestas a la capacidad de obrar no está de por
medio el orden público; por consiguiente, las mismas son establecidas para
1
la protección de un interés parti_~~!ar.
12BARBERO, ob. cit., p, 200; dejamos de lado el diálogo entre capacidad especial plena
y atenuada; esta última, en opinión del autor citarlo, requiere la asistencia o el asentimiento I
del representante legal. 14SANTORO PASSARELU. ob. cit., p. 17.
13,~o nos detenemos en el distingo entre incapacidad de obrar natural y legal; especies lS "Imaginar un remedio -dice Barhero- equivaldría a renegar o abjurar de las razones
con dlstmtos presupuestos y distinta relevancia, al decir de Barbero. Son incapaces naturales que han inducido a establecerlas".
el enajenado menta! o el sordomudo no sujetos a curatela, y los ebrios, hipnotizados, etc., 16 AJ inhabilitado se le "nombrará un curador" (art. 152 bis); los emancipados para
víctimas de incapacidad accidental o transitoria. Todos ellos se encuentran en la efectiva disponer de ciertos bienes deben "solicitar autorización judicial" (art. 135); "la mujer mayor
condición de no poder entend::r y querer 10 que hacen; ¡os contratos celebrados por estas de !=,dad,cualquiera sea su estado, tiene plena capacidad civil" (art. 1°, ley 11.357). El menor
personas son anulables (arts. 1045, 473 Y 474 del Código Civil) de conformidad con el desde los dieciocho años tiene capacidad laboral plena (art. 128, Cód. Civ., y 32, ley 20.744) y,
agregado hecho al artículo 473 por la ley 17.711, "Si la demencia no era notoria no puede en consecuencia, tiene la libre administración y disposición del producido del trabajo y de los
ha~rse valer, haya habido o no sentencia de incapacidad, contra contratantes de buena fe y bienes que adquiera Cfln ello; similar es la situación del menor profesional (art. 128, Cód.
a titulo oneroso". Civ.).

192 193

l.
CONTRATOS QUIENES PUEDEN CONTRATAR

4. Legitimación para contratar 5. Incapacidades enumeradas en el artículo 1160 del Código Civil

:róximo al concepto y a la condición de capacidad -afirma Barbero- Señalamos ya que el artículo 1160, relativo a la capacidad en materia
esta. el concepto y la condición de legitimación para obrarl'. Afirma GarCÍa. contractual, carece de relevancia ya que no aporta nada nuevo en la
18
Aimgo , que "frente al concepto de legitimación -poder para actuar le- materia; nada que no se haya dicho ya al tratar los principios generales
galmente sobre cada relación concreta-la capacidad jurídica se diferencia sobre!éi capacidad. Lo mismo ocurre, por otra parte, con los artículos 1164,
netamente: ~":,,ta observar que una persona, titular de una relación, puede 1165 Y 1166, únicos dedicados al tema dentro del Capítulo 11,De los que
no estar legitimada ~ara actuar relativamente a ella -el quebrado COn pueden contrataf21.
relación a lo~ bIenes Integrantes de la masa de la quiebra- mientras que Siendo la capacidad para contratar la regla, el texto en estudio se limita
personas no titulares pueden actuar legítimamente sobre ella -los adminis- a enumerar quiénes no pueden contratar. Comienza con los incapaces por
tradores de la masa, en el mismo ejemplo-". incapacidad absoluta, que son los incapaces para obrar O de hecho, men-
. Mientras la capacidad de obrar alude a la idoneidad del sujeto para un cionados en el artículo 54; continúa con los incapaces por incapacidad
tIpo de acto y reconoce las limitaciones mtes recordadas que, en términos relativa en los casos en que les es expresamente prohibido. Si bien el
general,:", toman en cuenta el desarrollo psíquico, la legitimación para artículo 55 alude sólo a los menores adultos, cuya capacidad se limita
obrar "signIfica proporción de idoneidad para un acto singular, conmensu- "...para los actos que las leyes les autorizan otorgar", encontramos, entre
rada a favor de circunstancias particulares del caso y distintas en cada quienes no han cumplido 21 años, situaciones muy diversas:
caso"19
a) el emancipado por matrimonia22, y el emancipado por autoriza-
Spota define la legitimación para contratar como "la posición en que ción1,3;
una pers~na se halla con respecto a un patrimonio ajeno, en cuya virtud la b) el menor con título habilitante para el ejercicio de una profesión", y
declaraclOn ,de voluntad de aquel sujeto tiene consecuencias jurídiéas
respecto al titular de dicho patrimonio".
21 El Proyecto del Ejecutivo (dec. 468/92) otorga una nueva redacción a los actuales arts.
Entre los supuestos de legitimación para contratar, estudia Spota los 1160 y 1165, para lograr una mayor claridad; a la vez, suprime los arts. 1164 y 1166,
que bonda el mandato-representación, la gestión de negocios y los contra- comprendidos en normas incluidas en la sección de los hechos y actos jurídicos; los arts. 1161,
tos sobre cosas ajenas20, 1162 Y 1163, son reubicados en los temas específicos.
21 El menor de edad que ha contraído matrimonio cumpliendo con las formalidades
legales es casi plenamente capaz de hecho: puede administrar y disponer de sus bi~~es;. no
l7 BARBERO, ob, ciL, p. 208. La legitimación para obrar ha sido estudiada fundamen_ puede por sí ni con autorización judicial: aprobar cuentas de su tutor y d~rle flmqUlto;
talmentc cn el campo del proceso. disponer a título gratuito bienes que hubiera recibido por un título igual -gratUlto- y afianzar
;: GAROA AMIGO, Instituciones ... cit.,I. Parte goteral, p. 400. obligaciones (art. 134). Con autorización judicial o el acuerdo del otro cónyuge, si fuere
BARBERO, ob. cit., p. 208. Para SANTORO PASSARELLI, ob. cit., p. 147, Y entre mayor, puede disponer a título oneroso los bienes recibidos a título gratuito (art. 135, Cód.
nosotros SPOTA, Contratos ... cit., p. 192, los supuestos de defccto de legitimación se corres- Civ.).
~nden.:on las prohibiciones comprendidas dentro de la incapacidad jtiridica. ''Media una Véase de D'ANfONIO, Daniel Hugo, Derecho d~ menores, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
~el~e:aClon de conceptos, afirma Spota, t?ntre legitimación pasiva para contratar y capacidad 1980.
Jundica p~ra contratar". Pensamos que no puedc consagrarse la identidad de conceptos y que, 23La reforma de la ley 17.711 ha omitido señalar para la emancipación dativa los mismos
com? ~stiene CARlOTA FER~ ob. cit., p. ~~4, la .reducción a la capacidad juríd~ sólo efectos que para la emancipación por matrimonio. No obstantc ello, así deberá interpretarse
es valida para el concepto restrlDgtdo de la legItImaCIón. Los códigos de procedimientos (BUSTAMANTEALSINA, Jorge, El nuevorigimen d~ las incapacidades, en L. L C:eI2-5-68).
contempla,~ como excepciones admisibles la "falta de personería" y la "falta de legitimación 24 El arto 128, segunda parte del segundo apartado, dice que el menor que hubiere
para obrar (v. CARNELUTTI, Francesco, Sistema de Diriuo ProcessuaJe Civik, Padova., 1936 obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión podrá ejercerla por cuenta propia
t.l, I'ó 361). . ' sin necesidad de prcvia autorización. La doctrina discrepa acerca de cuál es el menor aludido:
SPOTA, ~b. Clt.~t.lV, ps. 199 Yss. De acuerdo con Camelutti,la capacidad depende de el mayor de 14 o de 18 años. Mientras Buteler se inclina por la segunda edad, Piantoni
un m~do de ser (lel sUjeto en sí, mientras quc la legitimación resulta de una posición suya en propugna la primera, o sea que la norma refiere al menor mayor de 14 añ6s¡. menor.adulto
. con los demás (Teoría g~TluaJ dd D~recho , Madrid ".1941 p 258 ,J"-
relactón .ro 122',aslITUsmo,
• . (PIANTONI, Mario A., Las refonnas contractuales en la ley 17. 711 del Código Civil argentino,
en SIStema de Derecho Procesal Civü, Buenos Aires, 1944, ps. 161 y SS., NI! 449). eócdoba, 1968).

194 195
CONTRATOS
QUIENES PUEDEN CONTRATAR

c) el menor autorizado por el padre para celebrar contratos". a) Los religiosos profesos
Son también incapaces relativos para obrar los inhabilitados ebrio
--El vocablo religioso es una designación genérica que corresponde a
cons~etudiilario.toxi~niano. el dis~inuido ~us facultades mentales y el
cualquiera que pertenezca a una congregación religiosa. A diferencia de
pródIgo. No pueden dIsponer por SIde sus bienes por actos entre vivos sin
los clérigos, que pueden vivir en soledad, se prescribe, como requisito para
la conformidad del curador. En consecuencia, sólo pueden celebrar con-
la existencia del estado religioso. el modo estable de vivir en común: Código
tratos de administración, salvo los excluidos en la sentencia de inhabilita-
de Derecho Canónico, cánones 108, 587 Y siguientes29•
ción "teniendo en cuenta las circunstancias del caso", según el artículo 152
bis del Código Civil". Entre los religiosos se distinguen: el de votos simples y el regular, que
es el profeso de una orden religiosa propiamente dicha, es decir, de votos
El artículo 1160 prosigue refiriéndose a la incapacidad jurídica o inca-
solemnes. Dejamos de lado al clérigo que sólo formula votos simples de
pacIdad de goce o tItularidad, al decir: "...ni los que están excluidos de
castidad, integrando el denominado clero secular. Se lo considera civil-
poderlo hacer con personas determinadas o respecto de cosas especia-
mente capaz, pensando sobre él algunas incapacidades de Derecho, tales
l'mEll"d'
es '. TI ~ ~egu aCl~n estmada a los contratos típicos, incluye el legisla-
.;omo la incapacidad para obligarse como fiador, "...a no ser por sus iglesias,
dor ?l~p.oslclones ..atinentes a ]a incapacidad jurídica bajo la fprma de
por otros clérigos o por personas desvalidas" (art. 2011, inc. 6°); en el
prohIbICIOnes. AsI, el artículo 1361, que integra un capítulo denominado
Derecho Canónico existe una norma análoga, el canon 137. El religioso
De los que pueden c~m!!rar y vender, nos señala a quienes les es prohibido
profeso de votos simples mantiene también su capacidad para contratar.
comprar y con antenondad, en los artículos 1358 y 1359, se hace referencia
a qUIenes no pueden vender28, La incapacidad para contratar establecida por el artículo 1160, cuando
prescribe: "...ni los religiosos profesos de uno y otro sexo", alcanza al
Otro tanto ocurre respecto de la permuta (art. 1490); para la cesión
religioso profeso regular que ha formulado votos solemnes, esto es a
(arts. 1441 y ss.); para la locación de cosas (art. 1513), etcétera.
perpetuidad, de obediencia, pobreza y castidad. Comprende a los religio-
De dond~, cuando el artículo 1160 agrega: "...ni aquellos a quienes les
sos regulares y a las monjas; coincidiendo con lo dispuesto en el canon 579
fuese prohIbIdo en las disposiciones relativas a cada uno de los contratos"
que declara írrito e inválido todo contrato sobre bienes muebles e inmue-
no hace sino referirse a l~s dos situaciones mencionadas: prohibi<;:ió~ bles, salvo que se hiciere en nombre de la religión o casa a que el religioso
respecto a personas determInadas y a cosas especiales.
perteneciera y con la debida autorización. De allí que se afirme con razón
. Se evidencia al estudiar la capacidad para contratar, dado que las prohi- que el Código ha reconocido fa condición canónica del religioso profeso "y
b~ClOneS?mcapaCl?ade~ j.ur~dicasvarían de negocio en negocio, la importan- se le asigna trascendencia al ámbito contractual civil"30.
Cia que tIe?e la cahficaCl~n de los contr~tos y la elección de las normas que
Vélez, en las notas a los artículos 103 y 3733, recordó el régimen que,
han de aplIcarse para regrr la vida de los atípicos o innominados.
en lo referente a la capacidad civil por profesión monástica, .estuvo en
vigencia antes del Código: incapacidad para todos los efectos civiles'!.
25 De acuerdo con el art. 128, segunda parte, los menores de edad, mayores de 18 años,
p~eden ~Ie~rar contratos de trabajo en actividad honesta sin n~sidad del consentimiento y nuestro codificador se apartó de tal sistema, siguiendo a Freitas;
m autOrizaCión de su representante, quedando a salvo al respecto las nonnas del Derecho pero, a la vez, avanzó en la evolución que se venía operando en la esfera
Laboral. Para los mayores de 14 y m~nores de 18 años, rige el requisito de la autorización del ordenamiento jurídico estatal.
expresa o presu~ta del art. 283 del Código Civil. Puede consultarse de KEMELMAJER DE
C~¡UC~, Aid~, La capacidad civil del menor que trabaja, Astrea, Buenos Aires, 1976. Freitas calificó de "extravagancia" la muerte civil dispuesta por el
Las ¡ncapacldades mentales muestran ahora, como señala Piantoni (ob. cit., p. 21), una
verdadera gama que va del relativamente incapaz para obrar al absolutamente incapaz como 29 SARA VIA, J. M., Capacidad de contratar, en Revista A£quitas, NQ6, Buenos Aires, 1965.
es el demente. '
30 SARAVIA, ob. cit., p. 163.
27 La palabra cosa tomada aquí en un sentido amplio, conforme con loque indica la norma 31 Adoptado por el Código Civil de Chile de 1855 -disposición derogada en 1943- en su
al art. 1327 y no en su acepción correcta: la del art. 231 1. arto 95: "Tennina también la personalidad, relativamente a los derechos de propiedad, por la
28 Para u.n afinado análisis de estas prohibiciones, puede consultarse la obra de SPOTA muerte civil, que es la profesión solemne, ejecutada conforme a las leyes, en instituto
Contratos ... CIt., t.lV '
monástico, reconocido por la Iglesia Católica".

196 197
CONTRATOS "
QUIENES PUEDEN CONTRATAR

Código de Chile en la nota al inciso 4" del artículo 42 de su EsbOl;o. b) Los comerciantes fallidos
Ubicaba a los religiosos profesos entre los incapaces relativos de hecho
La enumeración del artículo 1160 concluye con los comerciantes falli-
(art. 42, inc. 4" del Esbo~o) y les designaba representante necesario en la
dos -a los cuales podemos equiparar '10s concursados civiles"- que no
persona de los superiores de los claustros o conventos (art. 44, inc. 6"). pueden contratar sobre bienes que correspondarli úi masa
def concurso.
El Código suprime el régimen de incapacidad relativa general y reduce Por comerciantes fallidos entendemos referirnos a aquellos que en
la incapacidad del religioso profeso al ámbito contractual, sin perjuicio de virtud del auto declarativo de la quiebra han sido desapoderadOs de sus
permitirle comprar" bienes muebles a dinero de contado o contratar por bienes. "El fallido queda desapoderado de pleno derecho de sus bienes
sus conventos (art. 1160). existentes a la fecha de la declaración de la quiebra y de los que adquiriera
Para algunos autores, la incapacidad consagrada es jurídica o de Dere- hasta su rehabilitación. El desapoderamiento impide-que ejercite los dere-
cho e "implica una limitación en la idoneidad de ser titular de derechos chos de disposición y administración" (art. 111, Ley 19.551 de Concursos
mediante contrato'J3J. que unifica los "comerciales" y los "civiles").
Creemos, en consideración al fundamento del artículo 1160, cual es el Los acreedores, en lugar de accionar individualmente, lo harán de
reconocimiento de la naturaleza, efectos y obligaciones del voto de pobreza manera colectiva, siendo representados a esos fines por el síndico, persi-
emitido en la profesión religiosa3", y a la índole relativa de toda incapacidad guiendo la liquidación y división del activo.
jurídica, que resulta más atinado ver en los religiosos profesos, conforme El fallido no pierde su capacidad jurídica ni su capacidad de obrar.
enseñara Lafaille, una "imposibilidad para contratar", emergente de los Ocurre que no puede perjudicar a sus acreedores lesionando los efectos del
votos formulados35• desapropio de que es objeto. Tanto el Proyecto de 1987 -luego ley vetada-
como los proyectos del Legislativo -Federal de 1993- y del Ejecutivo,
En la culminación del proceso de secularización del derecho -proceso
suprimen las referencias a los religiosos profesos y a los comerciantes
que estriba en una paulatina separación de ámbitos entre lo jurídico y 10
fallidos.
canónico- se impone la desaparición del precepto comentado, tal como lo
Ese desapoderamiento de los bienes, transmitidos a la masa de manera
dispusieran Bibiloni y el Proyecto de 1936, además de los códigos civiles
fiduciaria, es el que impide a los comerciantes fallidos contratar sobre esos
contemporáneos36•
mismos bienes.
No obstante ser indiscutible el fundamento de la prohibición del artícu-
32 Y también vender, al decir de BORDA, Tratado... cit. Contratos, t. 1, p. 42. La excepción
contemplada se funda en una presunci6n legal de autorización para contratar. Se presume que lo 1160, se cuestiona en doctrina cuál es la situación j':Uídica del fallido o
actúan con representación suficiente, concedida por la persona moral de que se trata: casa, concursado:
seminario, provincia, etc. . J
1) Para Freitas se trata de una incapacidad relativa de hecho (art. 41,
33 SPOTA, Contratos ... cit., t. rv, p. 52; SARAVIA, ob. cit., p. 165; citados por SALAS,
Acdeel E., Código Civil anotado, Depalma, Buenos Aires, 1956, t. 1, p. 682. La tesis de la
inc. 3" del Esbo~o).
incapacidad relativa de hecho se encuentra descartada: el Código no organiza un régimen de 2) Para Saravia, entre otros publicistas, se trata de una incapacidad de
representación necesaria. derecho37•
34 SARAVIA, ob. cit., p. 164. Es su único fundamento. El voto de pobreza, al privarle del
activo de su patrimonio le coloca en una situación de permanente y volUntaria dependencia
3) Para alguna doctrina y jurisprudencia, es una imposibilidad en razón
hacia sus superiores, completada por el voto de obediencia. del desapoderamiento, más que una incapacidad38.
35 LAFAlLLE, ob. cit., p. 176, NO 161; no obstante ello reconocemos que la violación de 4) Spota sostiene que el quebrado no es un incapaz de contratar, sin
la prohibición desencadenaría consecuencias similares a las de nulidad por incapacidad.
perjuicio de que sus actos jurídicos resulten inoponibles a la masa
36 Para Bibiloni, la norma del arto 1160, en lo relativo a los religiosos profesos, era
inconstitucional (Anteproyecto ... cit., t. 11, p. 183). Los códigos de Suiza, Brasil, Perú, Italia,
etc., no contienen normas prohibitivas respecto al religioso profeso. Para Spota (Contratos ... 37 SARAVIA, ob. cit., p. 166.
cit., t. Y, p. 65), la incapacidad del religioso profeso desaparece "cuando abandone el estado 38 MOSSET ITURRASPE, Manual de Derecho CiviL Contratos cit., donde adherimos 'a
religioso y por su sola voluntad, celebrando el acto prohibido". esa tesis y citamos jurisprudencia

198 199
, .
QUIENES PUEDEN CONTRATAR
CONTRATOS

de acreedores, en la medida en que pretenda dañarla activa o Celebra en especial los denominados pequeños contratos, es decir,
pasivamente y no se trate de aquellos supuestos de excepción que aquellos contratos referidos a la adquisición de cosas muebles, destinadas
a la alimentación o el vestido, o bien contratos de transporte y algunos
autorizan la misma oponibilidad.
otros, siempre "a dinero de contado", para ,usar la fórmula antes conside-
5) Finalmente, para Barbero la situación o condición del fallido no es
rada. Entendemos que es fundarnentallimitar el campo de los "pequeños
la de un incapaz de actuar, puesto que no se ha hecho inidóneo para
contratos" si es quc se ha de reconocer la capacidad del menor para
ningún tipo de acto, pero es despojado de la legitimación para
celebrar tales negocios. Spota, citando a un tribunal francés, habla de
realizar actos singulares que tengan por objeto bienes y relaciones
"todas aquellas adquisiciones comunes a la esfera doméstica o, si se quiere,
concretamente comprendidos en la situación de quiebra39•
a las que entran en el ámbito de los actos de la vida corriente'~.
c) Los penados Siempre que el contrato se celebre en equilibrio, sin. aprovechamiento.
El artículo 12 del Código Penal dispone que: "La reclusión y la prisión por la parte "capaz" -mayor de edad- de la falta d<!"~eriencia" o de la
por más de tres años llevan. como inherente la inhabilitación absoluta, PQ:r:.. "ligereza" del menor impúber, el "pequeño" negocio será válido por haber'
el tiempo de la condena ..."; que esas condenas "importan además la priva- actuado el menor dentro de la esfera de su capacidad de obrar.
ción, mientras dure la pena, de la patria potestad, de la administración de "Debe presumirse, dice Spota, que el menor -adulto o impúber con un
los bienes y del derecho de disponer de ellos por actos entre vivos". mínimo de aptitud volitiva- cuenta con tácita autorización de su represeI!.-
Finalmente determina: "El penado quedará sujeto a la cura tela establecida tante legal para efectuar todas aquelias adquisiciones comunes a la esfera
por el Código Civil para los incapaces". doméstica", no obstante el silencio de la ley sobre la materia42•
Varias son, en consecuencia, las sanciones que se siguen para el penado
a reclusión o prisión por más de tres años: algunas afectan a la pérdida del 7. Nulidad por incapacidad
goce de los derechos públicos subjetivos; otras al ámbito del derecho de
En el Capítulo JI, De [os que pueden contratar, inclúyense los artículos
familia y, por último, las que ahora nos interesan; se refieren a los derechos
patrimoniales. I 1164 a 1166 que se..~,,-fieren a la nulidad de los contratos hechos por
. I incapaces, precisando quiénes pueden alegar esa nulidad (art. 1164); los
.El penado no puede celebrar contratos de administración ni de dispo:- ~I
efectos de la nulidad declarada (art. 1165) y la situación particular del .
sición sobre sus bienes. Se vuelve incapaz relativo de hecho y se lo somete ,,
.!

a la curatela40• , incapaz que con dolo induce a la otra parte a contratar (art. 1165)43.
Para conocer cuál es la sanción que merecen los contratos celebrados
,.

-
6. Capacidad para los pequeños contl=atos-

No obstante las prescripciones legales, el menor impúber ~ctúa en la


escena jurídica. _
'i
.'
';
'
por incapaces en violación de las disposiciones antes recordadas, es preciso
remitirse al Libro JI, Sección JI, Título VI, De la nulidad de los actos
jurídicos.
Siguiendo a Freitas, aunque no con idéntica claridad expositiva, nos
El menor impúber, que para la ley civil carece de .•da capacidad de
PAGE, Henri, Traité élémentave de Droit Civil belge, t. II, p. 30, enseña que la incapacidad de
obrar (arts. 54, inc. 2", 921, 1040 Y 1041), en la realidad de ia vida celebra
tales menores es de "pura forma", pudiendo ser calificada de teórica, "puesto que la nulidad
a diario negocios jurídicos: compraventas, transporte, etcétera4\ en razón de esa foona sólo puede ser alegada en caso de perjuicio". El tema se relaciona con
39Adh' enmos ahora a esta teSIS, . acorde con el concepto de legitimación que antes las relaciones contractuales de hecho o conducta social típica que consideramos ya; si nos
inclinamos a ver en esas relaciones o conductas verdaderos contratos, no podemos menos que
expusiéramos (BARBERO, ob. cit., t. J, p. 209).
reconocer capacidad para obrar en los menores impúberes con discernimiento -diez años
. 40 Son. muy interesantes las consideraciones de Spota acerca de las causas que hacen cesar
la incapacidad del penado. Los alcances de la "libertad condicional", amnistía, etc, (ob. ~it., t. cumr,lidos-, al menos en lo que hace a los "pequeños contratos".
1, ps. 90 y ss,), . 2 SPOTA. ob. cit., t. IV, p. 172. .
41AJ ~ d'¡mo,s, ~n espeCial,
. a aquellos menores impúberes que por haber cumplido diez años 4) La moderna doctrina propugna el traslado de los textos mencionados al titulo de la
nulidad, a objeto de lograr una más coI!ecta sistematización de tan ardua materia.
poseen dlscermmlento al menos para distinguir lo lícito de 10 ilícito (arts. 1021 y 1076). DE

201
200
CONTRATOS QUIENES PUEDEN CONTRATAR

expresa Vélez cuáles son las sanciones en cada una de las hipótesis posi-
bles. Todo el sistema se asienta sobre una premisa que es preciso recordar:
la clasificación doble de la nulidad; por un lado la distinción entre actos
j tos celebrados sin autorización del juez o de su representante necesario
(arl. 1042 in fine).
Los contratos otorgados o celebrados por quienes padecen de una
nulos y anulables; por otro, la de los actos de nulidad absolula y actos de l incapacidad jürídica o de derecho, son nulos, según el artículo 1043, sin
nulidad relativa. La doble clasificación se desprende de la leyenda nomina- perjuicio de lo que se dirá enseguida respecto de la incapaCIdad de d~-
tiva del TItulo VII, del artículo 1160 y de otros pasajes que nos muestran, recho desconocida, que vuelve el contrato anulable. Acerca de la POSI-
a la vez, que ambas categorías no se superponen, no coinciden, pudiendo bilidad del desconocimiento de la capacidad de hecho y, por ende, de
lo nulo, tanto como lo anulable, ser de nulidad relativa o absoluta. Buteler la existencia de' contratos celebrados por tales incapaces que sean me-
juzga esta doble clasificación como "innecesariamente intrincada y falta de ramente anulables, discrepa la doctrina: para Uambías, la. incapacidad
lógica, confusa, no resiste al rigor crítico, conduce inevitablemente a con~ de obrar "no puede depender de una investigación esclarecedora, pues
c1usiones incongruentes"; propone, de Iege ferenda, refundir lo nulo y la no es asunto que pueda dar lugar a dudas ••••.Para Buteler puede no ser
nulidad absoluta en una categoría, y en otra lo anulable y la nulidad así, por ejemplo. cuando hubiere necesidad de echar mano a la pru~ba
relativa«. Para Spota, esa simplificación se desprende de la interpretación supletoria para demostrar la edad de una persona, a falta de la partida
de la ley vigente".'
La estructura del Código en la temática de las nulidades se mantiene,
, ,
de nacimiento49•
. , Son anulables, por el contrario, los contratos celebrados por quie~es
aunque depurada, en los Proyectos de 1936 y 1954. El panorama del Derecho r obrasen con una incapacidad natural o accidental, "...como si por cualqUIer
Contemporáneo nos muestra, al decir de Butele!, de un modo poco menos ! causa se hallasen privados de su razón ..." (arl. 1045). Se comprenden en la
que unánime, la adopción del sistema de la clasificación única"'. norma los siguientes contratos:
El contrato es nulo cuando su nulidad es manifiesta -representa la a) los otorgados por insanos o interdictos;, .
nulidad de pleno derecho (arl. 1038, Cód. Civ.)-. Es anulable, en cambio, b) por sordomudos, que no supiesen darse a entender por esento, Eº
cuando su nulidad por no ser manifiesta se halla dependiente de juzga- interdictos;
miento47, c) los celebrados en estado de delirio febril, sonambulismo, hipnotisc
Los contratos otorgados por los incapaces de obrar, absolutos.o~felatj- roo o embriaguez completa .
.vos, son nulos (arts. 1041 y 1042, Cód. Civ.). Son también nulos los contra- Son anulables, asimismo, los contratos en que interviene una persona
en violación del precepto que consagra una incapacidad jurídica, cuando
« BUTELER, José A., El problema tk la clasificación d~ las nulidades, en Estudios tk la inhabilidad resulta desconocida al tiempo de la celebración del negocio
Der~cho Civil, libro en homenaje a Héctor Lafaille, Depalma, Buenos Aires, 1958, ps. 190.
45 SPOTA, Contratos ... cit., t. 'Y,ps. 205 Y ss. (arl. 1045, segunda parte). .
46 Puede consultarse: LLOVERAS DE RESK. Maria E., Tratado te6rico-práctico de /as Son consecuencias derivadas de la distinción entre contratos nulos y
nulidades, Depalma, Buenos Aires, 1985; ZANNONI, Eduardo A., In~ficacia y nu.1idad tk los anulables la falta de eficacia desde su mismo origen, en los primeros, y la
actos ju.ridicos, Astrea, Buenos Aires, 1986. Para el tratamiento de las nulidades en Jos
ineficacia a partir de la sentencia, en los segundos (arls. 1038, 1046 Y
contratos de consumo, en protección del consumidor, MOSSET ITURRASPE y LOREN.
ZETI1, ob. cit., 1994. . eones.); son calificadas como "importantísimas" por part~ de la doctnna.
47Este criterio de distinción, que es el del Código, finca en la visibilidad del vicio. L1arnbías Otros autores estiman, en consideración al efecto retroactIvo de la senten-
propone iundar la distinción en la mayor o menor rigidez de la falta o vicio. "El acto es nulo cia de nulidad (art. 1050), que la diferenciá se torna ociosa e inútil"'.
-afirma- porque adolece de una falla rígida, determinada, dosificada por la ley, invariable e
idéntica en todos los actos de la misma especie. El acto es anulable, en cambio, cuando padece
En cuanto a la situación de los terceros adquirentes de buena fe y a
de una falla que por su propia indole es o se presenta como fluida, indefinida, variable, en los
actos de la misma especie, e intrínsecamente dependiente de la apreciación judicial" (Trata- 48 LLAMBIAS, ob. cit., p. 577.
do ... cit Parle general, t. n, p. 583). Para Buteler, el criterio del Código carece de entidad 49 BUTELER, ob. cit., p. 201. . .
jurídica, pues todo finca "en una simple cuestión de hecho tocante a la prueba; todo depende 50 "Lo que era anulable se confunde e identifica con lo nulo", afirma Buteler (ob. CIt., p.
de la presentación de la nulidad" (ob. cit., p. 199). 201).

202 203
CONTRATOS QUIENES PUEDEN CONTRATAR

título oneroso (art. 1051), la ley 17.7J 1 ha venido a "desbaratar" el distingo a) A quién corresponde la acción de nulidad por incapacidad
que buena parte de la doctrina efectuaba, declarando consolidados ¡os El artículo 1164 del Código Civil, destinado a señalar a quienes se
derechos transmitidos, provengan de un negocio nulo o anulablesl. acuerda el derecho de alegar la nulidad de los contratos celebrados por
Pasando a la otra categoría, la de los contratos de nulidad absoluta y de incapaces, contiene tina enumeración de personas en franca contradicción
nulidad relativa, encontramos que el criterio de distinción finca en el con los artículos 1047 y 1048, en cuanto que, sin distinguir entre contratos
interés vulnerado. La nulidad es absoluta cuando se transgrede el orden de nulidad absoluta y de nulidad relativa, acuerda acción con la mayor
público: un interés cuya guarda e~tá confiada a la ley, por una razón de amplitud, lo que es propio tan sólo de las nulidades absolutas.
seguridad jurídica o de bien común (art. 1047); la nulidad es relativa La deficiente redacción del texto, pues de ello se trata, se corrige
cuando está por medio. un interés particular (art. 1048). Pensamos, con recurriendo a Freitas, su fuente, quien en el artículo 1877 de su Esboqo
Buteler, que es ésta la clasificación verdaderamente importante, "la que dice: "El derecho de alegar la nulidad de los contratos, hechos por personas
tiene entidad jurídica, valor trascendente". incapaces, sólo corresponde a la parte incapaz, sus representantes o suce-
De esta diferencia capital se sigue que mientras la nulidad relativa es sores; [el autor brasileño coloca aquí un punto y coma y no U~la coma
subsanable por la confirmación del acto (art. 1058) y prescriptible la acción solamente, para sepa:ar el segundo período del texto] y tambIén a los
que de ella emerge (art. 4023, segunda parte), la nulidad absoluta no es terceros interesados y al Ministerio Público [expresión correcta en lugar de
confirmable (art. 1047, última parte) ni susceptible de prescripción". Ministerio de Menores] cuando la incapacidad fuere absoluta"; pero no
Los contratos celebrados por los incapaces de obrar, sean absolutos o compete a la otra parte que tenía capacidad para contratar".
relativos, revisten una nulidad meramente relativa53. La última parte veda la posibilidad de alegar la nulidad a la parte capaz,
Los efectuados en violación de la prohibición legal, en los supuestos de consecuente con el principio de que las nulidades sólo pueden alegarse por
incapacidad jurídica o de derecho, serán de nulidad absoluta en razón del aquellos en cuyo beneficio se han establecido. Repite lo preceptuado por
fundamento de la incapacidad y del interés tutelado, sin perjuicio de el artícuJQ 1049",
encontrar hipótesis de nulidad meramente relativa54• En doctrina se abre camino la tesis que postula la posibilidad de que la
parte capaz, tratándose de nulidad absoluta, denuncie la inexistencia del
SI Sobre esta equiparación de la nulidad y la anulación frente a terceros, se ocupa contrato nulo, permitiéndole al juez declarar de oficio la ineficacia del
UAMBIAS. Jorge J., Estudio de la refonna del Código Civil. L& 17. 711, Jurisprudencia negocio jurídico.
Argentina, Buenos Aires, 1969, ps. 68 y SS., lamentando que dejara de lado "toda esa delicada Cuando se trata de incapacidad jurídica "la nulidad [...] no puede ser
discriminación que podía conciliarse, no sin dificultades, algunas muy espinosas, con el resto
del articulado del Código". Para GUASTAVINO,'Elías P., La protección a terceros adquirentes
deducida ni alegada por las personas a las cuales comprenda la prohibición"
de inmuebles, en J. A. Doctrina 1973.93, la bue'na fe exigida al subadquirente puede coexistir (art. 1362), de donde será la parte capaz la que puede invocar la.nulidad".
con un negocio de nulidad manifiesta; es así porque un vicio manifiesto para las partes puede
ser oculto para los terceros. Ejemplifica con la venta por un demente interdicto, cuya 55 Tanto Freitas como Yélez mencionan a la incapacidad absoluta, cuando la correcta
sentencia no fue inscripta en el Registro y que oculta su demencia. comprensión del artículo hubiera requerido expresar nulidad absoluta, en oposició~ a la
52 Lo dejó aclarado la ley ]7.940, art. 10, inc. 11, al modificar el texto del arto 4023, segundo nulidad relativa aludida en la primera parte. '"Mientras la anulabilidad -dice Spota, dejando
apartado, sustituyendo las palabras "sea absoluta o relativa", por ''trátese de actos nulos o de lado el distingo doble- origina el negocio jurídico claudicante y sólo puede alegarse por la
anulables". parte a la cual beneficia, la nulidad origina una pretensión de invalidez que atañe a todo
53Conforme: BORDA, ob. cit., t. 11, NO 1255, ps. 312 y ss.; MACHADO, ob. cit., 1. m, p. interesado, con excepción del capaz" (ob. cit., t. Y, p. 115).
310; LLAMBIAS, ob. cit., 1. n, p. 450. En contra: FREITAS, Esbm;o, art. 850. Para Spota, los 56 Para Spota es el capaz que conocía o debía conocer el vicio que invalidaba el acto
contratos celebrados por los incapaces absolutos de obrar son nulos, y agrega que "con ello se jurídico quien no puede alegar esa nulidad. .
asevera que tal nulidad, por no existir un elemento esencial del negocio jurídico, resulta ser . 57 Conforme: SPOTA, ob. cit., t. V; p. 116, quien habla "de la torpeza de esos mcapaces
absoluta". jurídicos"; no bbstante, en los supuestos de prohibición de los contratos de compraventa,
54 Nos remitimos, ,a 10 expresado al exponer el tema de la incapacidad jurídica. Para pennuta, cesión y donación entre cónyuges, entiende que la nulidad pue?e ser aleg~da por
L1ambías "es menester descubrir previamente si es un interés público o privado el que cualquiera de los incapaces "porque sólo así se alcanza plenamente la finalIdad del legIslador,
resguarda la sanción de nulidad". o sea tomar nulos esos contratos prohibidos".

104 205
CONTRATOS QUIENES PUEDEN CONTRATAR

El incapaz a quien se acuerda como regla el derecho de alegar la incapacidad .no significa el dolo al cual se refiere el artículo 1166. El capaz
nulidad, pierde ese derecho cuando hubiere actuado con dolo para inducir tiene a su elección, en los casos normales de dolo, o eXIgIrla mdemmzaC1ón
a la otra parte a contratar (art. 1166). Es decir que, como sanción a la de los daños causados por el incapaz que actuó con dolo u oponer a la
conducta artera dcl incapaz (art. 931), se le niega esa posibilidad que juega acción de nulidad, promovída por el representante del incapaz, o por éste
en su beneficio. Como la parte capaz tampoco puede alegar la nulidad, en luego de recuperar su capacidad, la excepción de dolo".
principio, según vimos, se puede hablar de una conva1ida~i6n o confirm.a:..
b) Efectos de la nulidad por incapacidad
ción indirecta, sólo admisible frente a las nulidades relatlvas. Cuando es
absoluta, la nulidad puede ser denunciada por cualquiera. "La nulidad pronunciada por los jueces -<lice el artículo 1050- vuelve
Pero la ley, a renglón seguido. contempla dos circunstancias atenuantes °
laS cosas al mismo igual estado a que se hallaban a..'1tesdel ~cto anulado".
a mérito de las cuales, pese a existir dolo, se mantiene el derecho de alegar Una de las consecuencias más importantes del principio es la consagrada
la nulidad: por el artículo 1052: "La anulación del acto obliga a las partes a restituirse
a) si el incapaz fuere menor (art. 1166, última parte), y mutuamente lo que han recibido o percibido en virtud o por consecuenCIa
del ü'cto anulado.,fiI.
b) si el dolo consistiese en la ocultación de la incapacidad.
Respecto de los incapaces se consagra una importante excepción por el
Acerca de cuál puede ser la minoridad contemplada, atento a que no
tiene asidero lógico jurídico que un menor de veinte años, por ejemplo, sea artículo 1165, que condiciona la restitución de lo dado o el reembolso de
lo pagado o gastado, a la prueba de su subsistencia en el patrimonio del
amparado, discrepa la doctrina: una parte de ella sostiene que se refiere al
incapaz al tiempo de la iniciación de la demanda, o a la prueba de que
menor adulto, mayor de catorce años58; otros, en cambio, extienden la
excepción al menor impúber que aicanzó los diez años, en consideración a redundó en su provecho de manera manifiesta. Prueba que corre por
que ya alcanzó la capacidad delictiva, es decir, el discernimiento para los cuenta de la parte capaz. Como si se tratara de una acción de repetición
actos ilícitos que la ley reputa existente a esa edad (arts. 921 y 1076, Cód. fundada en el enriquecimiento sin causa. ignorando, por ende, el título del
capaz. El artículo 857 del Proyecto del Ejecutivo, expresa: "Declarada la
Civ.)". Compartimos esta última opinión por entender que la actltud ,.
dolosa para inducir a otra persona a contratar constituye un acto ilícito. nulidad de los contratos otorgados por incapaces de hecho, la parte capaz
cuyas consecuencias deben recaer sobre un menor con discernimiento al no tendrá derecho a exigir la restitución o el reembolso de lo que hubiere
efecto. pagado o gastado, salvo si probare que el contrato inválido ha producido
, un enriquecimiento del incapaz".
La otra excepción, relativa a la maniobra, artificio o engaño para la ,
ocultación de la incapacidad, recibe Cumplida explicaci6n tanto en el La ley consagra un verdadero privilegio a favor del incapaz que se
Código de Chile como en Freitas, fuentes ambos del codificador. El Esbo~o justifica, sólo a medias. si restringimos su alcance a los incapa~s de 0,t'rar
(art. 1879, últim,a parte), después de exp:esarse en términos ,~uy semejan- a mérito de su inferioridad física o mental, excluyendo a la IncapaCIdad
tes a los del articulo 1166, remite el articulo 485 que dice: Los artifiCIOS jurídicafi2.
que no sean susceptibles de engañar, no afectarán la validez de los actos Se ha querido evitar que la sanción de nulidad provocara el empobre-
lícitos ..." De donde puede afirmarse que la excepción se justifica en la poca cimiento del incapaz y que tal situación obstara a la demanda de nulidad a
gravedad del artificio, no susceptible en sí de engañar, aun cuando en el
caso hubiera producido la consecuencia buscada. La mera ocultación de la 60 SPOTA, ob. cit., t. '1, p. 117.
61 Como afirma con certeza Moyana, Las ~titucjones dd art. 1052 d~l Código Civil no son
efectos tU la anu.lación de los actos jurídicos, en J. A. 43-293; la obligación de restituir lo
58 LAFAlLLE, ob. cit., p. 178; SALVATy LOPEZ OLAQREGUI, ob. cit., t. 1, Fuentes, recibido no proviene de la nulidad sino del titulo que pueda invocar cada parte sobre las cosas
p. 100; SEGOVIA, ob. cit., t. 1, p. 322, nota 52. entre.'!;adas a la-otra.
59 MACHADO, ob. cit., t. 11, p. 471. Los inspiradores del texto: Código de Chile (art. 6f Conformes con la limitación a los incapaces de hecho, MACHADO, ob. cit., t. m, p.
1685) y Freitas (art. 1879) son contradictorios. Es interesante la síntesis de opiniones que trae 469 nota al art. 1165; LLERENA, ob. cit., t. 1'1, p. 240, art. 1165; BORDA, ob. cit., t. JI, p.
SARAVIA, ob. cit., p. 169. 325: N111274; LlAMBIAS, ob. cit., t. n, p. 458, N1l1681.

206 .207
CONTRATOS

que tiene derecho. La obligación de restituir los valores recibidos, mante-


nida aun frente a la dilapidación O uso improductivo, hubiera importado,
para cierta doctrina, negar indirectamente el ejercicio de la acción; en
especial atendiendo a la limitada capacidad de administrar propia del
incapaz.
Laley 17.711 ha suprimido el inciso 1" del artículo 515, que mencionab~
como obligación natural1a contraída por un incapaz relativo de hecho, de
donde, pagada la obligación por el incapaz puede repetir lo pagado, por
tratarse de una obligación sin causa, de una obligación nula (art. 1042, Cód. CAPITULO VIII
Civ.)".
CONTRA T ACION POR y PARA OTRO
R. Bibliografía especial

1. Sobre la incapacidad y sus consecuencias: SUMARIO: 1. La representación o poder de obrar. 2. Origen de la representación. 3. Efectos
de la representación. 4. Exceso o abuso del poder. 5. Representación sin poder. 6. Contrato
GALLETIA, 1., Sull'annullamento del contralto stipu/ato dall'incapace di intendere a nombre de tercero sin su autorizaci6n. 7. Contrato por persona a designar. 8. Contrato
e di va/ere, en Giurisprudenza italiana, 1981. consigo mismo. 9. Bibliografla especial.
GHERSI, Carlos A. (dir.), Presupuestos del consentimiento, en Contratos civiles y
comerciales, za ed. actualizada y ampliada, Astrea, Buenos Aires, 1992.
SACCO, Rodolfo, L 'incapacita natura/e, en RESCIGNO, Pietro, Trattato di DiriUo 1. La representación o poder de obrar
Privato, Utet, Torino, 1982.
La teoría de la representación debe ser estudiada con motivo de los
TARANTO, Hugo O., Capacidad para contratar, e¡.')Contratos, dirigida por Stiglitz,
actos o negocios jurídicos1, no obstante 10 cual, atentos a la sistemática de
Depalma, Buenos Aires, 1990.
nuestro Código y a la Íntima relación con la materia de los contratos,
ZANNONI, Eduardo A., Ineficacia y nulidad de los actos jurídicos, Astrea, Buenos
Aires, 1986. . señalaremos ahora sus aspectos más relevantes2•
Mientras la capacidad de obrar o de hecho se mide por la aptitud para

1 El Código Civil alemán trata la representación en los arts. 164 a 181, en la Seco Tercera
destinada a los "Negocios jurídjcos~'. El Proyecto de 1936 se ocupó "de la representación en
los actos jurídicos" (arts. 186 a 196). También legisla el tema con motivo del negocio jurídico
el Código de Portugal (arts. 258 a 269). El Código de Italia, en cambio, norma 10 atinente a la
representación (arts. 1387 a 1400) en el lit. lI, "De los contratos en general". El Código del
Perú de 1984 trata la representación con motivo de los actos jurídicos (arts. 145 y ss.), sin
perjuicio de la emergente del m¡l.fidato (arts. 1809 y ss.). El Proyecto del Ejecutivo 10 hace
siguiendo esa misma idea, con los actos jurídicos (arts. 677 y ss.); el Proyecto de 1987 y el
Proyecto Federal, en cambio, tratan la representación entre los contratos: "De la represen-
tación, del mandato y de la consignación" (arts. 1968 y ss.).
2 Vélez omitió la inclusión de una teoría general de la representación; legisla el tema, muy
parcialmente. con relación al contrato de mandato, cuyas reglas se extienden a las demás
representaciones legales o voluntarias de acuerdo a lo dispuesto en el art. 1870. En principio
., 63 Pa~a ~OISSET DE ESPANES, Luis, Reforma al Código Civil. Rig¡'men de la prescrip- todos los negocios jurídicos pueden ser celebrados mediante representación, salvo los actos
clO~. O.blJgacJOnes, pese a la supresión del inciso se la deberá seguir considerando como personalísimos, como el testamento, o el ejercicio de facultades del Derecho de Familia: patria
obligaCión natural, pues r"úne las condiciones que la configuran como tal. potestad, tutela, curatela, etc.

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