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CONCEPTOS CLAVES
Desarrollo económico: No existe una definición única y satisfactoria del desarrollo económico, ya
que es un fenómeno complejo con múltiples dimensiones. En este contexto, se utiliza el aumento
sostenido e irreversible de la renta per cápita en términos reales como un indicador común. La
renta per cápita se ajusta para eliminar el efecto de la inflación, y se utiliza el Producto Nacional
Bruto (PNB) o el Producto Interior Bruto (PIB) como medida. El desarrollo económico implica
cambios sociales profundos a largo plazo, no solo aumentos temporales del ingreso. Se consideran
indicadores de modernización aspectos como la tasa de fecundidad, las tasas de escolaridad, las
estructuras de consumo, el tamaño de los hogares y el estatus de la mujer. Otros términos
relacionados incluyen el crecimiento económico a largo plazo y la industrialización, que se refieren
al avance de una sociedad hacia un mayor bienestar económico.
EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN Y EL DESARROLLO: TENDENCIAS HISTORICAS
Desde hace aproximadamente tres siglos, el planeta ha experimentado una transformación
profunda, especialmente con la Revolución Industrial que comenzó en el siglo XVII en Inglaterra.
La Revolución Industrial marcó una etapa histórica con un crecimiento sin precedentes en la
capacidad de producción de bienes y servicios.
La evolución de la población mundial ha sido un indicador clave de estos cambios, con un aumento
significativo desde principios del siglo XVII, especialmente a partir de 1900.
Hasta hace poco, la mayoría de la población mundial vivía en áreas rurales o pequeños poblados.
La urbanización era limitada, con menos del 10% de la población mundial viviendo en ciudades de
más de 20,000 habitantes en 1900.
El crecimiento urbano ha sido impresionante en los últimos siglos, con una urbanización que
superó a la población rural en 2009, y se espera que la población urbana represente alrededor del
60% de la población mundial para 2030.
En los países industrializados, el crecimiento urbano ha alcanzado su punto máximo, con tasas de
urbanización cerca del 80%, mientras que en los países en desarrollo, la urbanización y el
crecimiento urbano continúan, aunque con diferencias significativas entre ellos.
Entre 1900 y 2000, la población española aumentó de 18 a 40 millones de habitantes, pero fue
entre 1950 y 1980 cuando se experimentaron los mayores ritmos de crecimiento. Durante este
período, hubo un éxodo rural significativo y una urbanización consecuente, especialmente
concentrada alrededor de las principales ciudades como Madrid y Barcelona.
La estructura urbana española en el siglo XX mostró dos fases diferenciadas. Hasta 1970, hubo un
proceso de divergencia donde las ciudades más grandes crecían más rápido que las pequeñas.
Después de esa década, la dinámica se volvió convergente, con las ciudades pequeñas creciendo
más rápido que las grandes, especialmente aquellas cerca de las principales metrópolis.
La evolución más reciente está influenciada por la inmigración y la atracción hacia las zonas
turísticas, como las regiones costeras del Mediterráneo y del sur, que han mantenido altos ritmos
de crecimiento. Madrid y Barcelona, junto con el área del río Ebro, continúan siendo las zonas de
mayor crecimiento poblacional. Sin embargo, el interior de la península sigue despoblándose,
intensificando el fenómeno conocido como el "desierto central".
La ley de Engel muestra que la proporción del presupuesto destinada a la alimentación disminuye
a medida que aumenta el ingreso.
La elasticidad ingreso de los productos agrarios suele ser inferior a 1.0, lo que significa que la
demanda aumenta a un ritmo más lento que el aumento del ingreso.
El aumento del ingreso real por habitante modifica la estructura de la demanda, con una
reducción relativa en la demanda de bienes agrarios.
La ley de Engel establece que la proporción del presupuesto destinada a la alimentación disminuye
a medida que aumenta el ingreso.
La elasticidad ingreso de los productos agrarios suele ser inferior a 1.0, lo que significa que la
demanda aumenta a un ritmo más lento que el aumento del ingreso.
La demanda de bienes agrarios varía según la sensibilidad a los cambios de precio y de renta.
El acceso a servicios sociales, educativos y sanitarios suele ser mejor en las áreas urbanas que en
las rurales, lo que contribuye a la migración hacia las ciudades.
l crecimiento urbano en los países en desarrollo se caracteriza por su amplitud y rapidez, atribuible
a tasas de urbanización comparables pero tasas de crecimiento demográfico más altas. Este
fenómeno es resultado del progreso tecnológico que permite la expansión urbana sin
precedentes. Sin embargo, este crecimiento urbano desenfrenado presenta desafíos significativos
para estos países.
La amplitud del crecimiento urbano en los países en vías de desarrollo: buscando explicaciones:
El crecimiento urbano en los países en desarrollo es más rápido y de mayor amplitud que en los
países industrializados, debido a tasas de urbanización comparables pero tasas de crecimiento
demográfico más altas.
La tecnología moderna permite la existencia de ciudades mucho más grandes que en el pasado,
contribuyendo al crecimiento urbano acelerado.
La concentración urbana lleva a la inflación de los precios del suelo y agrava las disparidades
campo-ciudad.
La crisis de vivienda es una preocupación constante debido a la rápida migración hacia las
ciudades.
Las tensiones sociales e institucionales causadas por la urbanización son universales y requieren
un análisis de los costos y beneficios asociados con el cambio.
El escenario hipotético describe cómo la urbanización transforma una ciudad en el país A antes y
después de un período de crecimiento económico. Con el aumento de la productividad agraria y la
demanda de productos no agrarios, la ciudad experimenta un rápido crecimiento demográfico y
económico. Esto genera tensiones sociales y espaciales, pero también oportunidades económicas
para algunos individuos. A pesar de los desafíos, la urbanización sigue siendo un impulsor clave del
desarrollo regional.
CAPÍTULO 2
ntroduce la importancia del espacio geográfico en el análisis económico. Destaca que cualquier
sistema económico, ya sea de mercado o de planificación, depende de la interacción social y
espacial. El espacio geográfico es una variable fundamental que afecta la organización de las
familias y empresas para satisfacer sus necesidades económicas. El capítulo busca comprender
cómo estas entidades se organizan dentro de los límites impuestos por el espacio geográfico
El espacio geográfico y la distancia imponen costes de transporte tanto para familias como para
empresas. Estos costes se traducen en esfuerzo, recursos y tiempo necesarios para cubrir la
distancia entre dos puntos del espacio geográfico. Los costes de transporte incluyen no solo los
gastos directos de transporte de mercancías y personas, sino también los costes de comunicación
e información. Estos costes tienden a aumentar con la distancia, lo que se refleja en el precio final
de los productos. La intensidad de los cambios económicos, los movimientos migratorios y los
contactos interpersonales tienden a disminuir con la distancia geográfica.
Los costes económicos asociados a la distancia no se limitan únicamente a los costes directos de
transporte, sino que también incluyen los costes de oportunidad del tiempo utilizado en los
desplazamientos. El tiempo empleado en un desplazamiento implica una elección, ya que es un
recurso escaso que podría dedicarse a otras actividades. El coste de oportunidad del tiempo es la
ganancia que se podría obtener al emplear el tiempo de otra manera. Este concepto es esencial
para comprender la toma de decisiones relacionadas con los desplazamientos y la asignación de
recursos escasos. La necesidad de minimizar los costes de transporte influye en la localización de
actividades económicas y poblaciones, buscando alcanzar un óptimo social en el que se maximice
el bienestar económico de la sociedad.
La centralidad:
El principio de la centralidad establece que las relaciones de intercambio y otras relaciones entre
agentes económicos dan origen a un lugar central. Este concepto se refiere tanto a un lugar
central en términos geográficos como a la centralización de la producción en un lugar
determinado. La centralidad implica la toma de decisiones sobre la producción centralizada o
dispersa de bienes y servicios, influenciada por dos fuerzas principales: los costes de transporte y
las economías de escala.
La mayoría de las actividades económicas presentan costes fijos y variables, lo que se refleja en
una curva de costes medios de producción en forma de U. Esta curva muestra que los costes
unitarios de producción tienden a disminuir inicialmente a medida que la escala de producción
aumenta, debido a las economías de escala. Sin embargo, después de cierto punto, los costes
unitarios comienzan a aumentar debido a los rendimientos decrecientes. En una economía de
mercado, las empresas buscan producir la cantidad óptima en la que los costes medios de
producción son iguales al coste marginal, maximizando así las ganancias.
El juego entre los costes de transporte y las economías de escala determina si la producción se
concentra en un lugar central o se dispersa. Si los rendimientos de escala son altos pero los costes
de transporte son bajos, habrá una fuerte concentración de la producción. Sin embargo, si los
costes de transporte son significativos, la producción puede dispersarse para evitar estos costes
adicionales. En última instancia, la decisión sobre la centralización de la producción dependerá de
si los costes de transporte compensan las economías de escala. La figura presenta cómo se
determina la cantidad óptima de producción en relación con la distancia al mercado, teniendo en
cuenta tanto los costes de transporte como las economías de escala.
simulacro
En un pueblo agrario en el centro de la región A, existe una panadería con un horno capaz de
producir hasta 100 panes en cada proceso. El costo de cocción de 25 panes es de 9,20 unidades
monetarias por pan, mientras que el de 100 panes es de 4,75 unidades monetarias por pan debido
al reparto de los gastos fijos del horno. Sin embargo, a partir de los 100 panes, los costos variables
aumentan rápidamente, lo que hace que los costos marginales superen los costos medios por
unidad.
Por otro lado, las familias de la región pueden producir pan en casa a un costo promedio de 5
unidades monetarias por pan. Dado que el consumo total del pueblo es de 50 panes al día, es más
económico para ellos producir en casa. Aunque las personas de la región estarían dispuestas a
caminar hasta 15 minutos para comprar pan a 4,75 unidades monetarias por pan y ahorrar 0,25
unidades por pan, la demanda aún no es suficiente para justificar la producción centralizada
debido a los costos de transporte.
Además, hay una persona, el Sr. P., interesada en ser alfarero y compartir el horno de la panadería
por 50 unidades monetarias al día. Esto le permitiría producir pan a 4,25 unidades monetarias por
pan, ahorrando 0,50 unidades por pan. Esta posibilidad de compartir costos fijos con la panadería
hace que la producción de pan y cerámica se centralice en el pueblo.
Importancia de la centralidad:
La centralidad, que se basa en la minimización del tiempo y los costos de transporte para obtener
bienes y servicios, es crucial en la economía. Tanto los consumidores como las empresas se
benefician de la aglomeración urbana y la centralización de actividades. Esto se aplica a diversos
servicios y establecimientos, como lugares de culto, oficinas y servicios gubernamentales, que
tienden a ubicarse en el centro geográfico del mercado que desean abarcar debido al impacto que
tiene la distancia en el comportamiento de los agentes económicos.
Ambas regiones pueden producir diferentes combinaciones de productos utilizando los mismos
recursos (tierra, capital, trabajo). Por ejemplo, consideremos la producción de trigo y lana. La
región A puede producir 500 unidades de lana o 600 unidades de trigo, mientras que la región B
puede producir 600 unidades de lana o 1,100 unidades de trigo. Aunque la región B tiene una
ventaja absoluta en la producción de ambos bienes, tiene una ventaja comparativa en la
producción de trigo.
Este comercio interregional permite que ambas regiones se especialicen y aumenten la eficiencia
de la producción. El intercambio se lleva a cabo en un lugar central, con instalaciones de
almacenamiento y distribución adecuadas, y costos de transporte lo suficientemente bajos como
para no anular las ganancias del comercio.
las economías de escala también se aplican al transporte, lo que puede influir en los costos de
transporte. Los costos unitarios no aumentan proporcionalmente con la distancia recorrida, ya que
los gastos fijos se distribuyen entre más unidades a medida que aumenta la distancia. Además, los
costos no aumentan de manera proporcional a la cantidad transportada; por ejemplo, llenar un
vehículo a su capacidad máxima puede resultar más rentable que llevar una carga parcial. Sin
embargo, para que estas economías de escala sean efectivas, es necesario un volumen de
comercio suficiente en ambas direcciones. Los costos de transporte más altos pueden limitar la
distancia a la que los productores individuales pueden enviar sus productos, lo que destaca la
importancia de la centralización y la cooperación en el transporte de mercancías. , las economías
de escala en el transporte pueden influir significativamente en los costos de movimiento de bienes
y servicios. Estas economías se manifiestan de dos maneras: primero, los costos unitarios no
aumentan proporcionalmente con la distancia recorrida; segundo, los costos no aumentan
proporcionalmente con la cantidad transportada. Esto significa que viajes más largos o con cargas
más grandes tienden a tener costos unitarios más bajos. Sin embargo, para aprovechar estas
economías de escala, es necesario que haya suficiente comercio en ambas direcciones y que se
utilicen los equipos de transporte a plena capacidad. De lo contrario, los costos de transporte
pueden seguir siendo altos, especialmente para pequeñas cantidades o distancias cortas.
DISTRIBUCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN
Síntesis
los primeros contornos de una ciudad y su región se definen por la aparición de un lugar central,
que surge debido a dos condiciones principales: la distancia y las economías de escala en la
producción de bienes o servicios. Estos contornos se perfilan a medida que se precisa el área del
mercado o de interacción espacial del lugar central, determinados en gran medida por los costos
de transporte y producción.
La introducción del comercio interregional concreta los primeros trazos de una ciudad más
compleja, con diversos servicios e instituciones. Las actividades de distribución juegan un papel
crucial en este proceso. El comercio interregional impulsa el crecimiento urbano, al igual que los
intercambios internos en la región
CAPÍTULO 3
Productividad: La productividad se refiere a la eficiencia con la que se utilizan los insumos para
producir bienes o servicios. Se puede medir como la cantidad de producción por unidad de
insumo. La medición de la productividad presenta desafíos, especialmente en actividades del
sector terciario donde la producción es más difícil de cuantificar. Definición de productividad como
la relación entre la producción y los insumos utilizados.
En el ámbito doméstico, acciones como embellecer un jardín pueden beneficiar a los vecinos y
mejorar el valor de las propiedades del vecindario, lo que se considera una externalidad positiva.
Del mismo modo, mejoras en la infraestructura local, como carreteras o sistemas de alcantarillado,
también pueden beneficiar a toda la comunidad, siendo estas externalidades positivas.
Cuando los costos y beneficios de las externalidades se internalizan, significa que aquellos que se
benefician también asumen los costos. Por ejemplo, si los beneficios de las mejoras en un
vecindario se reflejan en los impuestos sobre la propiedad, se considera que la externalidad está
internalizada. Sin embargo, la evaluación precisa de las externalidades y su integración en los
precios sigue siendo un desafío en el análisis económico.
Externalidades o economías externas: Son efectos que las acciones de una persona o empresa
tienen sobre otras, sin que haya compensación directa en el mercado. Pueden ser positivas
(beneficios para otros) o negativas (costos para otros), como la contaminación. Por ejemplo,
cuando una fábrica reduce sus emisiones contaminantes, beneficia a las personas que viven cerca
al mejorar su calidad del aire, pero no recibe ningún pago por este beneficio.
Economías de aglomeración: Son beneficios que surgen cuando personas o empresas se agrupan
en un área. Incluyen eficiencias en costos, acceso a más clientes y trabajadores, y más innovación
gracias a la interacción cercana. Por ejemplo, en un centro financiero, las empresas pueden
compartir información y recursos fácilmente, lo que reduce sus costos y aumenta su eficiencia.
Economía de aglomeración y producción global de las ciudades: Las ciudades son más
productivas porque la gente y las empresas pueden interactuar más fácilmente, lo que fomenta la
innovación y la eficiencia en la producción. Por ejemplo, en una ciudad con muchas empresas de
tecnología, los trabajadores pueden cambiar de empleo fácilmente y compartir ideas, lo que
impulsa la innovación en el sector.
Economía de localización o yuxtaposición: Son los beneficios que obtienen empresas al estar
cerca unas de otras, como compartir infraestructuras o acceder a una mano de obra especializada.
Por ejemplo, en un parque industrial, varias empresas pueden compartir instalaciones y servicios,
lo que reduce sus costos de operación.
Estimación de la economía de localización: Consiste en medir indirectamente los beneficios de
estar cerca de otras empresas, generalmente mediante análisis de productividad y tamaño de las
ciudades o industrias. Por ejemplo, se puede analizar cómo cambia la productividad de una
industria cuando se concentra en una ciudad en comparación con otras regiones.