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CRECIMIENTO ECONÓMICO

1. Crecimiento económico.
1.1. Definición.

El crecimiento económico representa la expansión del PIB o la producción


potencial de un país, y se concreta cuando se desplaza hacia afuera la frontera de
posibilidades de producción (Samuelson, P., 2006).

Es el aumento de la cantidad de bienes y servicios finales producidos en el país,


durante un período determinado. El crecimiento económico se mide a través del
incremento porcentual que registra el Producto Interno Bruto, medido a precios
constantes generalmente en un año. También se define como un incremento del
PIB real per cápita, es decir, el incremento del volumen de producto por habitante
(ABC Económico, Página web del Banco Central de Venezuela, 2013).

Es el aumento a largo plazo de la capacidad de un país para proveer a su


población de bienes económicos cada vez más diversificados. Esta capacidad
creciente está basada en el adelanto de la tecnología y los ajustes institucionales
e ideológicos que tal adelanto exige (Kuznets, S., 1971).

El concepto de crecimiento se puede interpretar como algo cuantitativo, en cuyo


caso se suele aproximar mediante la renta o el producto por habitante, o en
sentido cualitativo, asociado con los términos “bienestar” o mejora de las
condiciones de vida. Basado en esto, para la medición del crecimiento económico
no sería suficiente recurrir a variables tales como la renta o el consumo por
habitante, sino que habría que tratar de medir el bienestar. A pesar de los
esfuerzos llevados a cabo en este sentido, no se dispone aún de indicadores de
bienestar completamente satisfactorios, y en tal caso, la fijación de una variable
que presumiblemente represente el bienestar de la comunidad sería de carácter
subjetivo.
1.2. Características.

En su análisis del crecimiento económico moderno, Simon Kuznets (premio Nobel


de economía en 1971) ha identificado seis rasgos característicos del proceso de
crecimiento de casi todos los países desarrollados contemporáneos
(Norteamérica, Europa Occidental, Japón y la Unión Soviética). Tales rasgos son:

 Altas tasas de crecimiento del producto per cápita y de la población: Los


países desarrollados han experimentado grandes múltiplos de sus tasas
históricas anteriores durante la época del crecimiento económico moderno,
más o menos desde 1770 hasta el presente. Para los países desarrollados no
comunistas, estas tasas anuales de crecimiento promediaron durante los
últimos 200 años casi 2% en el producto per cápita, 1% en la población, y por
lo tanto 3% en el producto total (PNB real).

 Altas tasas de crecimiento de la productividad de los factores: En el caso


del más importante de los factores productivos (mano de obra), las tasas de
aumento de la productividad han sido grandes múltiplos de las tasas
observadas en la época premoderna. Se ha estimado que el aumento de las
tasas de productividad explica de 50 a 75% del crecimiento del producto per
cápita observado en los países desarrollados; es decir, el progreso tecnológico,
incluido el mejoramiento de los recursos físicos y humanos existentes, es
responsable de la mayor parte de los incrementos observados en el PNB per
cápita.

 Altas tasas de transformación estructural de la economía: Entre los


componentes principales de este cambio estructural se incluyen el
desplazamiento gradual de las actividades agrícolas hacia las no agrícolas y el
de la industria hacia los servicios; un cambio considerable de la escala o del
tamaño medio de las unidades productivas, en contra de las pequeñas
empresas familiares y personales, y a favor de la organización impersonal de
enormes corporaciones nacionales y multinacionales; y por último un
desplazamiento correspondiente a la localización espacial y ocupacional de la
fuerza de trabajo en contra de las actividades rurales, agrícolas y no agrícolas
relacionadas, y en favor de las actividades urbanas, manufactureras y de
servicios. Por ejemplo, en Estados Unidos la proporción del total de la fuerza
de trabajo ocupada en actividades agrícolas ascendía a 53,5% en 1870. Para
1960, esta cifra había bajado a menos de 7%.

 Altas tasas de transformación social e ideológica: Para que ocurra un


cambio estructural económico importante en cualquier sociedad, se requieren a
menudo transformaciones concomitantes de las actitudes, las instituciones y
las ideologías. Entre los ejemplos más obvios de estas transformaciones
sociales se encuentran el proceso general de la urbanización y la adopción de
los ideales, las actitudes y las instituciones de lo que ha llegado a conocerse
como “modernización”.

 Propensión de los países económicamente desarrollados a acudir al resto


del mundo en busca de mercados y de materias primas: Esto se refiere a
que los países ricos acuden al resto del mundo para buscar productos
primarios y materias primas, mano de obra barata y mercados lucrativos para
sus productos manufacturados. Tales actividades de exploración (o en algunos
casos de explotación) se vuelven económicamente posibles gracias al poder
creciente de la tecnología moderna, sobre todo en materia de transportes y
comunicaciones. En el siglo XIX y a principios del siglo XX, el establecimiento
de colonias y la apertura de áreas antes inaccesibles como África al sur del
Sahara y algunas partes de Asia y América Latina, proveyeron a las economías
en expansión del hemisferio norte con materias primas baratas y con mercados
de exportación para sus industrias manufactureras en crecimiento.

 Difusión limitada del crecimiento económico a sólo un tercio de la


población del mundo: El crecimiento económico moderno se limita todavía en
gran medida a menos de un tercio de la población del mundo, siendo esta
minoría la que disfruta casi el 85% del ingreso mundial. Las desiguales
relaciones del poder internacional existentes entre los países desarrollados y
los menos desarrollados tienden a ensanchar la brecha que separa a ricos y
pobres. El mayor crecimiento económico de los primeros se logra a menudo a
expensas de los segundos.

1.3. Bonanza petrolera y crecimiento económico en Venezuela.

La bonanza petrolera o boom petrolero es un conjunto de sucesos ocurridos


dentro de una nación exportadora de petróleo durante el aumento de los precios
del crudo. Generalmente este proceso de corta duración trae enormes beneficios
para la economía del país, trayendo capital e inversiones, y generando enormes
entradas de dinero al tesoro nacional. Sus características principales son el
aumento del PIB sustancialmente por encima del 5%, el incremento significativo
del gasto público (en su mayoría en infraestructura o gasto social), traduciéndose
en mayor inversión privada y un aumento en la calidad de vida.

El petróleo causó cambios profundos en la población venezolana, acelerando


abruptamente su paso de una sociedad rural a una sociedad urbana, y
convirtiéndose en un factor decisivo en la construcción de un estado rico y
poderoso. La actividad petrolera generó fuentes de trabajo, ofreciendo mejores
condiciones de vida e ingresos superiores a los de la actividad agrícola. El Estado,
debido a los ingresos producto de las exportaciones petroleras, destinó recursos
para la construcción de obras públicas, escuelas, hospitales, entre otros. En las
ciudades surgieron las industrias y comercios que empleaban parte de los
emigrados, e igualmente en los campos petroleros se necesitaban grandes
contingentes de mano de obra. Entonces mientras el país se incorpora al moderno
mundo industrial, la agricultura quedó desatendida y así un sector de la población
avanzó rápidamente mientras el otro se quedó en el atraso.

La nacionalización de la industria petrolera en 1976 le proporcionó al Estado


venezolano importantes recursos, trayendo como resultado una economía
próspera. Sin embargo, la estrecha vinculación del sistema económico a la
actividad minero-extractiva puso la dinámica nacional a merced de la cotización
del barril de petróleo en el mercado mundial, por lo que las finanzas públicas
requirieron implantar profundas medidas de cambio en la normativa jurídica. El
agotamiento del modelo rentista llevó al Estado a buscar nuevas fuentes de
ingresos, por lo que a través del Poder Legislativo impulsó la creación e
implantación de tributos, siendo éstos una de las fuentes de mayor ingreso para la
Nación, y que servirían para cubrir el gasto público y satisfacer las necesidades
del colectivo.

1.4. Crecimiento y desarrollo económico.

1.4.1. Desarrollo y subdesarrollo.

El crecimiento económico es un aspecto de otro proceso más general, el


desarrollo de una sociedad. Los conceptos de desarrollo y subdesarrollo
económicos son relativos y difíciles de definir con precisión. Hacen referencia a la
brecha real que separa los niveles de vida que se alcanzan en unos y otros
países, y a los procesos que llevan a la elevación del nivel de vida.

Los países en vías de desarrollo se caracterizan por un conjunto de insuficiencias


en comparación con las economías que se pueden considerar como
desarrolladas. Dado que el desarrollo comprende muchos aspectos, el grado de
subdesarrollo se puede medir mediante un conjunto amplio de indicadores, entre
los que cabe destacar los siguientes:

 Baja renta por habitante.

 Altos índices de analfabetismo.

 Débil estructura sanitaria.

 Extensa desnutrición.

 Poco capital para trabajar.

 Baja tasa de ahorro por habitante.


 Estructura productiva y tecnológica desequilibrada.

 Elevadas tasas de desempleo estructural.

 Fuertes diferencias en la distribución interna de la renta.

 Elevadas tasas de crecimiento de la población.

1.4.2. Elementos condicionantes del subdesarrollo.

Los elementos determinantes del subdesarrollo son:

A. Escasez de capital físico.

Los países en vías de desarrollo se encuentran en desventaja por la falta de


factorías y maquinarias modernas, y por la debilidad de sus equipamientos e
infraestructuras de todo tipo. Si el capital han de proveerlo los propios habitantes
del país, éstos deben ahorrar; pero una de las características de los países
subdesarrollados es el bajo nivel de renta de grandes segmentos de la población,
lo cual hace casi imposible la capacidad de ahorro. Aunado a ello, en muchos de
estos países las costumbres y las tradiciones asignan un escaso valor al ahorro y
a la inversión, de forma que incluso las clases sociales más pudientes presentan
unas tasas de ahorro reducidas. En promedio, el 15% del PIB de los países
desarrollados se destina a la formación de capital, mientras que en los países en
vías de desarrollo esta tasa no alcanza el 10%.

B. El factor humano.

El crecimiento de la producción se debe en buena medida a las inversiones en


educación, capacitación y formación profesional, sanidad y movilidad laboral. Sin
embargo, en los países en vías de desarrollo se puede observar una escasa
dotación inicial de capital físico y humano, así como también altas tasas de
crecimiento de la población. Esto ocasiona un elevado número de población
improductiva, pues aunque se logren altas tasas de crecimiento del producto no se
genera empleo suficiente.

C. El tipo de relaciones comerciales.

La explicación del subdesarrollo se fundamenta en el intercambio comercial entre


los países desarrollados (centro) y los países en vías de desarrollo (periferia),
siendo los primeros exportadores de bienes industriales, y los segundos
exportadores de materias primas y productos agrícolas. El mecanismo que
profundiza la pobreza de la periferia y que genera una situación de dependencia
de los países en vías de desarrollo respecto de los desarrollados opera,
principalmente, de acuerdo a dos elementos:

 Grado de competencia en el sector exportador: En el sector exportador de


los países desarrollados, los incrementos de la productividad no inciden en los
precios, sino en mayores salarios conseguidos por los sindicatos; en cambio,
en el sector exportador de los países subdesarrollados tales incrementos de
productividad repercuten en una disminución de los precios, pues existe una
mayor competencia. Al realizarse el intercambio a nivel internacional, estos
últimos países han de pagar precios más altos en sus compras recibiendo
precios más bajos por sus ventas.

 Elasticidad-renta de la demanda: Ésta es mayor para los productos


industriales que para los bienes primarios (sobre todo los recursos naturales).
Por consiguiente, ante incrementos de la renta, la periferia aumentará sus
compras a los países industrializados relativamente en mayor medida que sus
ventas a los mismos. Esto significa que un proceso de crecimiento de la renta
mundial (en el centro y en la periferia) desencadena una dinámica, cuyo
resultado es un empeoramiento de la balanza de pagos de los países
subdesarrollados.
BIBLIOGRAFÍA

 Mochon, F. (1990). Economía Básica (Segunda Edición). España: Editorial


McGraw-Hill.

 Samuelson, P. (2006). Economía (Decimoctava Edición). España: Editorial


McGraw-Hill.

 Página web del Banco Central de Venezuela: www.bcv.org.ve

 Página web de la Facultad de Ciencias Sociales de Uruguay:


http://respaldo.fcs.edu.uy/

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