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Comunicación no verbal

“No hay palabras para describir lo que siento”. Una frase que escuchamos y usamos
a menudo para expresar sentimientos, emociones y sensaciones de todo tipo. Sin
embargo, ya sea que la digamos o escuchemos, casi no tendremos dudas para
interpretar o comprender su significado.
Es que si sumamos, a esa frase, aquella que dice que una imagen vale por mil
palabras, nuestros gestos, movimientos corporales y el contexto en el que nos
encontramos hablan por sí solos. Una imagen o un gesto pueden carecer de
palabras, pero están cargados de sentido en todo proceso de comunicación.

Comunicación no verbal

Sistema no verbal básico: paralenguaje y quinésica

Sistemas no verbales culturales: cronémico y proxémico

Video conceptual

Referencias
LECCIÓN 1 de 5

Comunicación no verbal

Para comenzar, conviene situarnos y tener más claro el camino a recorrer. La


comunicación visual forma parte de un concepto amplio y general: la
comunicación. Su significado específico proviene del latín communicare:
“compartir algo, poner en común” (Pérez Porto, 2008,
https://definicion.de/comunicacion/).

Todo proceso de comunicación requiere un mínimo de dos participantes,


cuyas funciones básicas serán: en un caso, emitir (emisor); y en el otro,
recibir (receptor). Ambos deben coincidir y tener en común un código que
permita dicho proceso, el cual debe poseer una estructura tal que otorgue
significación y permita la comprensión del mensaje. Por ese motivo, para que
el receptor (público) entienda la información (mensaje) transmitida por el
emisor, indispensablemente ambos deben hablar el mismo idioma, es decir,
manejar el mismo código (visual o lingüístico).

Se considera signo a las unidades mínimas de expresión portadoras de


significado. Así es que en el código lingüístico o verbal, dichos signos son las
letras o grafismos, según sea el caso.
Además de estos códigos lingüísticos conformados por letras y sonidos,
existen los llamados códigos no lingüísticos, constituidos por las
gesticulaciones realizadas por el hombre al interactuar y que, en algunos
casos, hasta incluso son hechos de manera involuntaria.

Por su parte, también se consideran códigos aquellos signos con significados


motivados, como los que se encuentran en la señalética. A su vez, ingresan
en esta categoría los códigos empleados en la escritura de cómics, los cuales
poseen características específicas que ayudan a la interpretación correcta de
las imágenes.

Podríamos dar cuenta de una gran cantidad de los llamados códigos no


verbales, pero conviene remarcar que cada uno de ellos podrían presentar
diferentes formas de representación y, por lo tanto, de interpretación, de
acuerdo con el contexto o bien la sociedad y cultura donde se encuentran.

Ahora bien, en la comunicación no lingüística o no verbal, los signos


trascienden el ámbito del abecedario para instalarse en gestos, sonidos,
silencios, espacios, indicaciones, entre otros.

Características de la comunicación no verbal

Por tratarse de un proceso en el que de manera casi permanente se está


codificando y decodificando la información, en la comunicación, además del
lenguaje verbal, se utilizan elementos de orden pragmático, social,
geográfico, situacional y cultural, por lo que casi todos ellos dependen
muchas veces de signos y sistemas de comunicación no verbal.

También es importante remarcar que las características de intercambio de


información de un individuo están relacionadas con sistemas de
transmisiones aprendidos en una determinada sociedad. Por ello, resulta
ineludible mencionar lo que será abordado más adelante y es fundamental
para la comprensión: en todo proceso de comunicación, se debe manejar un
mismo código para que el mensaje pueda poseer un significado
comprensible.

Según expresa Cestero Mancera (2014), es posible distinguir las siguientes


dos vías para la comunicación no verbal:

centradas en la personalidad o las emociones propias del ser


humano y en las acciones que se desprenden de ello, estudiadas
por la psicología y la psicología social;

centradas en los signos no verbales como unidades


comunicativas encontradas en cualquier acto de comunicación
humana, estudiados por la semiótica y la lingüística,
respectivamente (Cestero Mancera, 2014,
https://bit.ly/3kjQTaJ).

La comunicación no verbal comprende, por tanto, el sistema de signos


culturales, o lo que es lo mismo, “el conjunto de hábitos de comportamiento,
ambientales y las creencias de una comunidad que comunica” (Cestero,
citado en Vaz Orta, 2012) y los sistemas de comunicación no verbal como el
paralingüístico, el quinésico, el proxémico y el cronémico. (Vaz Orta, 2012,
https://tinyurl.com/y3v6ou37)

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LECCIÓN 2 de 5

Sistema no verbal básico: paralenguaje y quinésica

Los signos no verbales paralingüísticos están presentes en la triple


estructura básica de la comunicación humana. Ellos son utilizados y
conforman los sistemas verbales. Allí es donde en la mayoría de los casos,
podemos encontrar el sentido de los mensajes.

Los signos no verbales paralingüísticos, según Poyatos, son:

Las cualidades no verbales de la voz y sus modificadores y las


emisiones independientes cuasiléxicas, producidas o
condicionadas en las zonas comprendidas en las cavidades
supraglóticas (desde los labios y nariz hasta la faringe), la
cavidad laríngea y las cavidades infraglóticas (pulmones y
esófago) hasta los músculos abdominales, así como los
silencios momentáneos que utilizamos conscientemente o
inconscientemente para apoyar o contradecir los signos
verbales, quinésicos, proxémicos, químicos, dérmicos y térmicos
simultáneamente o alternando con ellos, tanto en la interacción
como en la no interacción (Poyatos citado en Cesteros Mancera,
2014, https://tinyurl.com/y2gw52tz).

Es importante tener claridad acerca del término paralenguaje, ya que hace


referencia en un sentido amplio de la comunicación no verbal en cuanto a la
interacción comunicativa.

Consideramos parte del llamado paralenguaje, tanto la propia voz de los


hablantes como sus rasgos más personales (el timbre, la resonancia, el
volumen, el tempo, el tono, el ritmo, la duración silábica, etc.), ya que ellos
determinan las características de un proceso comunicativo.

Los factores de mayor importancia que condicionan estas características


son los siguientes:

biológicos (sexo, edad);

fisiológicos (registro de voz, tratamientos hormonales);

psicológicos (estado anímico, grado de extroversión);

socioculturales (nivel educativo, grupo social);

ocupacionales (actividad laboral).


Las llamadas reacciones fisiológicas y emocionales, demostradas a partir de
sonidos, pueden combinarse con diversos elementos paralingüísticos,
quinésicos o verbales.

Por su parte, Cestero Mancera, expone a los elementos cuasiléxicos como


las:

Vocalizaciones y consonantizaciones convencionales de escaso


contenido léxico, pero con gran valor funcional. Se consideran
signos de este tipo gran parte de las interjecciones {¡Ahí! ¡Uy!
¡Aja!), las onomatopeyas (Mua-Mua, Pii-pii, Pon-pon, Miau,
Croac), emisiones sonoras que cuentan con nombre propio
(chistar, sisear, roncar, resoplar...) y otros muchos sonidos (Uff,
Psi-psa, Hm, laj, TI, Ajjj, Ouu...) que, sin tener un nombre o una
grafía establecidos, se utilizan convencionalmente con un valor
comunicativo similar al de determinados signos lingüísticos o
quinésicos (Cestero Mancera, 2006,
https://tinyurl.com/yxc2p3o6).

De la misma manera, es preciso destacar que las pausas y los silencios


también comunican.
Las pausas, en muchos casos, son las que regulan el ritmo al
hablar, modificando a veces el proceso de comunicación. Así
también, los silencios prolongados e intencionales pueden
interpretarse como deseo de no opinar, entre otras
interpretaciones que dependen del contexto (Cestero
Mancera, 2018, https://tinyurl.com/yyos7z5l).

Con referencia a los signos no verbales quinésicos, afirmamos que están


constituidos por “tres categorías básicas: gestos o movimientos faciales y
corporales; maneras o formas de realizar las acciones o los movimientos y
posturas o posiciones estáticas comunicativas resultantes o no de la
realización de ciertos movimientos” (Poyatos citado en Cestero Mancera,
2014, https://tinyurl.com/y2gw52tz).

Cestero Mancera (2014) define los gestos como los movimientos


psicomusculares con valor comunicativo. Por su parte, Vaz Orta (2012) los
clasifica de la siguiente manera:

Gestos faciales: realizados, fundamentalmente, con los ojos, las


cejas, el entrecejo y el ceño, la frente, los pómulos, la nariz, los
labios, la boca y la barbilla. Gestos corporales: realizados,
fundamentalmente, con la cabeza, los hombros, los brazos, las
manos, los dedos, las caderas, las piernas y los pies (Vaz orta,
2012, https://tinyurl.com/y3v6ou37)

Las maneras son movimientos, posturas y actos no verbales, convencional y


culturalmente realizados con finalidad comunicativa. Por último, se
encuentran las posturas, las cuales son posiciones estáticas adoptadas por
el cuerpo humano con intenciones no comunicativas, pero que influyen en el
significado. Por ejemplo, el acto de sentarse con las piernas cruzadas o
estiradas no refleja la misma actitud hacia una conversación.

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LECCIÓN 3 de 5

Sistemas no verbales culturales: cronémico y


proxémico

La cronémica es definida por Cestero Mancera “como la concepción, la


estructuración y el uso que hace del tiempo el ser humano” (2014,
https://tinyurl.com/y2gw52tz).

Asimismo, el tiempo puede ser clasificado en tres tipos.

Conceptual

Comprende hábitos de comportamiento y creencias relacionados con el
concepto que tienen del tiempo las diferentes culturas. Como ejemplo, Cestero
Mancera plantea la división del tiempo en horas, minutos, segundos, días, meses
y años en las culturas más occidentales, mientras en las orientales se divide el
tiempo por ciclos. Esta división influye en la organización y planificación del
tiempo, distinguiendo entre culturas monocrónicas o policrónicas. “El valor
cultural que se le otorga a conceptos como puntualidad e impuntualidad, prontitud
o tardanza también es un comportamiento cultural diferenciador dentro de cada
sociedad” (Cestero Mancera, 2014,https://tinyurl.com/y2gw52tz).

Social

“Constituido por los signos culturales que muestran el manejo del tiempo en las
relaciones sociales” (Cestero Mancera, 2014,https://tinyurl.com/y2gw52tz). Se
puede tener un ejemplo de esto al observar la duración del desayuno en algunas
regiones rurales, mientras que en la ciudad las personas desayunan en su sitio de
trabajo, utilizando un tiempo breve para la misma actividad.

Interactivo

Es la permanencia de signos pertenecientes a otros sistemas de comunicación,
los cuales poseen valor informativo y cumplen la función de remarcar el
significado, bien sea especificando o cambiando su sentido. Dentro del contexto,
Cestero Mancera (2014) coloca como ejemplo la duración de un abrazo o de un
beso, pudiendo indicar el afecto que se tiene por otra persona, etcétera. En varios
países de Latinoamérica, es común el abrazo para un saludo; esta expresión de
afecto puede durar un tiempo relativamente largo cuando se hace entre personas
unidas por un vínculo sentimental, reacción que sería inapropiada, por ejemplo, en
Japón.

La proxémica es definida como “la concepción, la estructuración y el uso que


del espacio hace el ser humano. [Se refiere a] los hábitos relativos al
comportamiento y las creencias de una comunidad” (Cestero Mancera, 2014,
https://goo.gl/mnc3tC), en relación con el uso y la distribución del espacio,
así como con las distancias culturales a tener en cuenta durante la
interacción humana.
El uso del espacio puede ser clasificado de la siguiente manera:

Proxémica conceptual

Relacionada con el comportamiento de las personas en cuanto al uso del
espacio y su incidencia en la interrelación, es decir, a la colocación de los objetos
en orden o en desorden, al modo de distribución de la gente en espacios públicos,
al concepto de cerca o lejos, etcétera (Cestero Mancera, 2014).

Proxémica social

Tiene que ver con las distancias establecidas en una cultura a la hora de
interactuar y abarca el sentido de intrusión o violación de la intimidad y la
territorialidad (Cestero Mancera, 2014). Ejemplo de esto se tiene en las distancias
convencionalmente acordadas dentro de un transporte público. Si bien es un sitio
donde a horas pico hay gran afluencia de personas, cada individuo busca no
invadir el espacio del otro, a tal punto que si alguien lo transgrede se puede llegar
a sentir cierta amenaza.

Proxémica interaccional

Es la distribución del espacio natural que hace el hombre en cada cultura, por
ejemplo, la configuración de las ciudades, las calles, las casas, el mobiliario,
etcétera (Cestero Mancera, 2014). Ejemplos de ello son gran parte de las
ciudades latinoamericanas conquistadas por los españoles, donde alrededor de
la plaza central se erigen los principales edificios de la ciudad.
Como hemos podido observar en los distintos párrafos de la lectura, la
comunicación no verbal es inherente al ser humano; al mismo tiempo, es
influenciada completamente por la sociedad y la cultura a la cual pertenece.
Es importante conocer su significado y hacer un uso adecuado de ella, para
lograr la decodificación acertada de un mensaje. Dada su relevancia en la
comunicación entre los individuos de una sociedad, el diseñador debe
conocer sus características para hacer buen uso de ella al momento de
construir el discurso visual para dar un determinado mensaje.

Para graficar y poner en claro lo abordado, planteamos el siguiente mapa


conceptual que engloba los conceptos abarcados en esta lectura.

Figura 1. Mapa conceptual sistema no verbal

Fuente: elaboración propia.


C O NT I NU A R
LECCIÓN 4 de 5

Video conceptual

Entrevista de trabajo - Comunicación no verbal

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LECCIÓN 5 de 5

Referencias

Cestero Mancera, A. (2014). Comunicación no verbal y comunicación eficaz.


En ELUA (28) pp. 125-150. Recuperado de
http://rua.ua.es/dspace/handle/10045/48503

Cestero Mancera, A. (2006) La comunicación no verbal y el estudio de su


incidencia en fenómenos discursivos como la ironía. España: Universidad de
Alcalá. Recuperado de
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/6074/1/ELUA_20_03.pdf

Cestero Mancera, A. (2018) Recursos no verbales en comunicación


persuasiva: Imagen, proxémica y paralenguaje. En Lengua y Habla (22) pp.
135-159. Venezuela: Universidad de los Andes. Recuperado de
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=511958869008

Pérez Porto, J. y Gardey, A. (2008). Definición de comunicación. Recuperado


de https://definicion.de/comunicacion/

Vaz Orta, V. (2012). La comunicación no verbal en la Península Ibérica:


análisis contrastivo entre España y Portugal. España: Universidad de
Cantabria. Recuperado de https://docplayer.es/35685169-La-comunicacion-
no-verbal-en-la-peninsula-iberica-analisis-contrastivo-entre-espana-y-
portugal.html

C O NT I NU A R

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