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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Pacto con
Shinigami-sama

By Utena Puchiko-nyu
Fuente: FFnet

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sumario
Harry Potter cumplió con su profecía y derrotó a su
Némesis. Lastimosamente, todo ese esfuerzo significo su
muerte, pero el Shinigami tiene otros planes para él. El gran
Dios de la Muerte hace un pacto con el héroe y, tras darle
algunas memorias, lo envía a un Mundo habitado por ninjas,
donde su misión será cambiar el destino de varias almas…
según su criterio. Entre ellas se encontrará cierto rubio que
entregó su vida por la aldea que tanto amaba.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Prólogo

Cayó de rodillas, respirando agitadamente. Allí, justo frente a sus ojos,


el cuerpo de su mayor enemigo se estaba desintegrando poco a poco. Y él
sabía que era para siempre…

¿Por qué…?

Porque al fin habían encontrado todos los Horcruxes y ellos estaban


destruidos, los siete no eran más que polvo y ahora lo último de Lord
Voldemort estaba siguiendo el mismo camino. Solo que… no sentía nada con
esta novedad. Solo vacío. Todo lo que había conocido y amado fue
destruyéndose en estos años…

De sus amigos solo quedaban algunos, el último de los Merodeadores


entre ellos, pero del Trío de Oro… nada; de sus posesiones preciosas todo lo
llevaba encima, asustado de que pudieran hasta querer robarle eso para verlo
destruido. Pero no… eso ya no era necesario, su enemigo ya estaba muerto.

Sin embargo…

Jadeó en busca de aire, pero nada servía, el oxígeno no llegaba a sus


pulmones, la sangre brotaba de su boca, todo su cuerpo sufría un dolor peor
que el que causaba un Cruciatus y su mente estaba nublada. No aguantó más y
se rindió a la inconsciencia.

.:. En algún lugar .:.


En una pantalla que parecía formada de niebla una figura encapuchada,
con una túnica negra y espeluznante, miraba los acontecimientos que sucedían
en los alrededores del colegio de Magia y Hechicería: Hogwarts.

—¿ES ÉL? —una voz fuerte, llena de poder y sabiduría preguntó al ente
encapuchado.

—Sí, Señor… ese es el muchacho que he elegido.


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—MUCHAS COSAS SUCEDERÁN SI ELIGES AL MUCHACHO


PARA ESA MISIÓN.

—Ambos se necesitarán, mi Señor. Ambos hemos visto el futuro del


muchacho y no es nada bueno y el pasado de este… —negó con la cabeza.—
Déjeme hacerlo, Señor.

—SABES QUE CREARÁS UN LAZO CON ÉL, ¿VERDAD?

—Lo sé, mi Señor. Pero es algo que quiero hacer, nunca le he pedido
algo antes.

—TIENES RAZÓN, AUNQUE NUNCA CREÍ QUE ERAS DEL TIPO


SENTIMENTAL. —dijo la voz sabia con diversión.— SI QUIERES QUE ÉL
SEA TU HEREDERO PARA EL FUTURO… POR MÍ ESTÁ BIEN.
ESPERO QUE SEA UNA BUENA DECISIÓN.

—Lo es, mi Señor. Estoy seguro.

—ENTONCES PUEDES PARTIR, TIENES MI BENDICIÓN.

La figura asintió antes de arquearse profundamente y desaparecer con


un soplo de humo negro y denso.

**********

Caminaba por un túnel que no parecía tener final, las luces a su


alrededor eran blancas y el piso… bien… no veía de qué era el piso, porque
una niebla blanca que le llegaba a las rodillas se lo impedía.

—Bien, así que morí. —Masculló sarcásticamente.— Por lo menos


parece que me voy al cielo.

—De hecho, no es así. —dijo una voz que hizo que todos los pelos de
su ¿espíritu? se erizaran.

Giró lentamente para ver a una figura que flotaba por sobre la niebla del
piso, estaba encapuchada con una túnica negra algo raída, parecía un
Dementor, pero algo de esta… persona, le decía que estaba por saber algo
muy importante.

—¿Disculpe…?
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—Aún no ha llegado tu hora… Harry Potter.

El moreno de ojos verdes pestañeó y pudo ver como todas las luces
blancas iban desapareciendo, el túnel dejó de existir y la niebla se disipó.
Ahora estaban en lo que parecía ser un cuarto, no era grande, las paredes eran
grises y ciertas palabras estaban escritas por ellas, pero él no las entendía.

—¿No…? —preguntó muy confundido. ¿Qué era esto…? ¿Eran de esas


cosas raras que los muggles decían que vivías antes de volver a tu cuerpo?
¿Pero si no fuera así… no se supone que vería partes de su vida en vez de
estar hablando con un ser extraño que parecía un Dementor?

—No. —Dijo el ente algo irritado, porque estaba al tanto de los


pensamientos de Harry.— Tu vida en Inglaterra solo era parte de tu misión en
este mundo. Ahora yo tengo algo más que ofrecerte.

—¿Perdón…? —Frunció el ceño— Yo ya acabo de cumplir mi misión,


cumplí con mi profecía, no tengo nada más que hacer.

—Te equivocas nuevamente. Yo te he elegido para una misión y tienes


que cumplirla.

—¿Tengo que matar a alguien más…? —preguntó con amargura.


Resignado a lo que sea que este hombre tenga que decirle. Después de todo,
toda su vida se vio manipulado por alguien más y ya estaba cansado de luchar
contra el destino. Demasiado se había ensañado con él en todo este tiempo.

—No, Harry Potter. Tu nueva misión es… ser feliz.

La cabeza de Harry se levantó con tanta fuerza que si hubiese estado en


su cuerpo hubiese tenido un grave problema de tortícolis.

—¿Ser feliz…? —preguntó, como si no conociera tal palabra.

—Sí. —asintió, Harry podría jurar que el hombre estaba sonriendo.—


Y, antes de seguir hablando, creo que debemos presentarnos. En realidad… —
dudó— tengo muchos nombres… el más común es La Muerte… pero,
teniendo en cuenta al lugar que voy a enviarte… creo que deberías llamarme
Shinigami-sama.

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Harry había palidecido al escuchar el ―nombre‖ de la persona con quien


estaba hablando, incrédulo ante lo que escuchaba. Aunque, las cosas más
extrañas siempre le pasaban a él.

—Oh… —fue lo único que pudo musitar.

—Sin embargo, debes saber que al lugar donde te voy a enviar no es


nada como Inglaterra o siquiera el Mundo Muggle o Mágico. Vivirás en una
realidad completamente alternativa a la que conoces… —estuvo unos
segundos en silencio.— pero con todo no muy diferente.

—Eso no tiene sentido. —musitó Harry, sentándose en el piso para


ponerse cómodo.

—Creo que entonces debo mostrarte como es el lugar. —Una pantalla


apareció de la nada mostrando unos paisajes muy bonitos.— Estos son los
Países Ocultados, tu mundo no tiene contacto con ellos y ellos tampoco con el
tuyo, comparten muchas cosas, pero hay grandes diferencias.

Durante los siguientes momentos, que bien pudieron ser horas, días o
semanas, Harry vio como era la vida en ese lugar misterioso. La sorpresa era
mayúscula al aprender de los shinobis, el chakra y el sistema social del lugar.

—Ahora… —siguió Shinigami.— quiero que conozcas la vida de


alguien en especial… su nombre es Uzumaki Naruto y es su vida y la de sus
personas amadas las que quiero que salves.

Cada vez que la vida del pequeño rubio de ojos azules iba avanzando el
ceño de Harry se profundizaba más y más. Innecesario decir, no estaba alegre
con la vida que le había tocado. Casi le recordaba a la suya, solo que la del
niño… Naruto, parecía ser mucho peor que su infancia. Y eso ya es mucho
decir…

Lo último que la pantalla proyectó era una lucha entre el chico rubio y
un moreno, Sasuke; si podía recordar bien. Uno buscando poder para su
venganza y el otro buscando pararlo. Cuando ambos cayeron el piso víctimas
de sus Jutsus más potentes la imagen se descoloró y Harry sintió la humedad
en su mejilla.

—Triste, ¿verdad? —comentó el Shinigami.

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—Más que eso… es injusto, nadie, sobre todo ese pequeño muchacho…
no, ninguno de ellos se merecía tanto dolor.

—Es tu decisión cambiarlo.

Los ojos verdes se levantaron para mirar la cabeza encapuchada con


sorpresa.

—¿Qué quieres decir…?

—Voy a enviarte a ese lugar, con todos los conocimientos que has visto
ahora y con los de tu vida pasada como mago, todas tus habilidades mágicas,
materiales y nuevos conocimientos sobre chakra y su forma de manipularla,
solo que… —Harry se inquietó al ver que se acercaba para mirarlo más de
cerca. Si es que esa ―persona‖ tenía ojos.— Voy a enviarte con tu cuerpo de
17 años.

El moreno enarcó una ceja.

—¿Qué tiene de malo mi cuerpo de 23 años?

—Hay una razón importante por lo que hago esto. Lo sabrás a su debido
tiempo. —La voz sonaba divertida y Harry podía jurar que Shinigami estaba
sonriendo malicioso. ¿Qué tiene planeado este tipo conmigo?— Entonces,
¿aceptas?

—¿Tengo opción…? —preguntó con sarcasmo.

—Sí, es eso o irte al Paraíso a aburrirte hasta que tu alma reencarne en


otro cuerpo, no sin que antes se borren todos tus recuerdos.

—Oh bien… supongo que acepto ir a ese lugar. —se encogió de


hombros. No es que no le importase que lo mandasen a quien sabe dónde, sino
que… él tenía 23, su vida siempre había sido un infierno. Y el Shinigami le
había dicho que su nueva misión era ser feliz y posiblemente evitar la mayoría
de las cosas malas que había visto en las visiones de hace un momento.

—Bien. —Dijo Shinigami alegre y comenzó a hacer unos movimientos


con sus manos, por detrás de él se empezó a formar un portal, un bosque podía
verse aparecer.— Irás a Konoha, depende de ti que vas a decir del porque
estás allí. Te aconsejo que digas la verdad al Hokage, ya después de eso es tu

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decisión a quien le cuentas todo. Sé que tienes contigo todos tus artículos
mágicos. —comentó y el moreno asintió.— No los uses al menos que sea
necesario, sobre todo la escoba y esa capa tuya.

Con unos movimientos más, el portal era lo suficientemente grande para


que el cuerpo de Harry pasara.

—¿Por qué hace esto? —preguntó Harry.

—Eres una persona muy especial Harry Potter y tengo planes para ti…
pero aún no es hora de que lo sepas. —Dijo misteriosamente.— Ahora…
cierra los ojos unos segundos, esto te va a molestar solo un poco.

Un leve cosquilleo junto con pequeños dolores en sus articulaciones le


siguieron a esas palabras. Nada que no pudiera soportar, por supuesto, no por
nada su cuerpo había recibido algunas que otras maldiciones repugnantes
junto con algunos Crucios.

Cuando abrió los ojos enseguida supo que algo no estaba bien, no solo
su ropa le quedaba algo grande, sino que sus ojos no veían tan bien como
antes y el cuarto parecía un poco más grande que hace un rato.

—Estás en tu cuerpo de 17 años ahora.

Harry hizo una mueca de dolor. Su cuerpo a esa edad era delgado y
nada atlético, porque fue a partir de esos tiempos en que recién comenzó a
entrenar para tener un físico más apto para la batalla. A sus veintitrés, Harry
era un bombón, pero a sus diecisiete… era una lagartija. Mucha diferencia, si
le preguntaban.

—No es nada que no puedas cambiar cuando te conviertas en shinobi.


—comentó Shinigami, con voz divertida. El moreno lo fulminó con la mirada.

—¿Debo convertirme en ninja…?

—Claro, ¿de qué otra manera evitarías todos los sucesos que has visto
sin levantar sospechas?

Harry gruñó, echó un encanto a su ropa para que se ajustara mejor a su


cuerpo, otro a sus ojos para ver normalmente y caminó hasta el portal.

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—¿Necesito saber algo más…?

—Estaremos en contacto en el futuro. Tú sabrás cuando sea el momento


indicado. Mucha suerte, Harry Potter.

—Gracias, creo que la necesitaré.

Dando una inspiración larga, atravesó el portal.

—Tu nueva vida te traerá muchas sorpresas, alegrías y tristezas, pero tú


eres el indicado para salvar todas las almas buenas de ese universo. Solo tú mi
futuro heredero…

**********

Konohagakure
Harry gimió y se volteó para evitar que el sol le diera en la cara. Su
cuerpo le dolía muchísimo y estaba tirado en el pasto del bosque, por lo que
podía sentir.

—Hey ¿está usted bien?

Pestañeó varias veces antes de abrir definitivamente los ojos. Lo


primero que captó fueron cejas anormalmente grandes, cabello negro cortado
en forma de tazón y mucho verde de allí para abajo. Volvió a gemir mientras
intentaba incorporarse.

—Me duele todo. —musitó, apenas notando que no hablaba en inglés.

—Venía a entrenar cuando lo encontré tirado aquí. ¿Cuál es su


nombre…?

—Harry, ¿y el tuyo? —murmuró intentando levantarse con la ayuda del


muchacho que no pasaba de los 12 años.

—¡Maito Gai es mi nombre y soy la futura bestia hermosa del Taijutsu


de Konoha! ¡YOSH! —Gai levantó un pulgar y sonrió de manera brillante a
Harry, quien pestañeó al ser encandilado por el brillo que salía de los dientes
del chico.— ¿Desea que lo lleve al hospital, Haru-san?

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—Es… Harry. —Masculló— Y no, prefiero que me lleves a la oficina


del Hokage, si no es mucha molestia.

—¡Por supuesto que no! ¡Lo llevaré en cinco minutos a la Torre! ¡Y si


no lo logro a tiempo daré 200 vueltas a todo Konoha! ¡YOSH! —exclamó,
con fuego en los ojos.

—Eh… no hay prisa.

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Capítulo 1: Uzumaki Harry

El bosque donde había ido a parar no estaba dentro de las murallas de


Konohagakure, por lo que tuvieron que atravesar una de las puertas que eran
vigiladas por dos Jounins. Lo miraron con sospecha al escuchar la versión de
Gai, pero Harry usó un poco de Legeremancia para persuadir a ambos de que
al menos lo dejaran llegar hasta el Hokage para la interrogación. Los dos
shinobis accedieron y uno se retrasó para seguir cuidando la puerta mientras
que otro lo acompañaba.

Mientras llegaban, el mago pidió a Gai que le contara un poco del lugar,
inventando en el momento que él venía de otra aldea de donde había salido
porque su familia había sido asesinada durante un robo hecho por nuke-nin's
(ninjas en falta) y ya no había nada que lo enlazara al lugar. El pequeño le
creyó enseguida (no así el Jounin) y parecía extasiado al tener audiencia de
alguien que pudiera escuchar sus oraciones entusiásticas. A Harry le recordó a
Colin Creevey.

Llegaron a la Torre y unos shinobis con máscaras le preguntaron el


motivo de su visita, Harry supo por las memorias compartidas por Shinigami
que eran ANBU's, el Jounin lo dejó allí y el ANBU con máscara de oso lo
guió hasta la oficina del Hokage. Todo el tiempo supo que era mirado
críticamente, no que le importara, él no venía a atacar. Solo a buscarse una
nueva vida. Además, con su flaco cuerpo de 17 años él no parecía ser un ninja.
Aunque las apariencias podrían engañar.

Se anunciaron con la secretaria y solo tuvo que esperar unos veinte


minutos hasta que pudo entrar. Se despidió de Gai, prometiéndole volver a
verlo pronto.

El hombre que era Hokage parecía estar cerca de sus 50 años, ojos
marrones oscuros con algunas arrugas aquí y allí, no podía ver su cabello por
el sombrero que usaba, pero estaba seguro de que ya era canoso.

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—Siéntese, por favor. —dijo el hombre, con una mirada de curiosidad,


pero una sonrisa amable en su rostro.

Harry se sentó y miró varios segundos al hombre, era evidente que


esperaba a que él comenzara la conversación.

—Señor Hokage. —Sarutobi enarcó una ceja ante el ―Señor‖ ya que era
más común que se use el sama después de su título. Su interés aumentó
más.— Voy a contarle la historia de mi vida, sé que le parecerá loca e
increíble, pero le pido por favor que no me interrumpa y me escuche hasta el
final.

—Tiene toda mi atención, muchacho.

—Me llamo Potter Harry y…

.:.Horas después.:.
—… lo último que recuerdo es despertarme en medio del bosque
gracias a Maito Gai.

El tercer Hokage solo estaba allí, fumando su pipa con tranquilidad,


mientras lo miraba con ojos brillosos. Algo que estaba crispando los nervios
del mago, casi le recordaba la mirada de Albus Dumbledore. ¿La obsesión por
fumar era el equivalente a los caramelos de limón?

—Una historia muy interesante, Harry-san. Usted está en lo cierto al


decir que no puedo creerle. Sin embargo… —se apresuró a decir al ver que
Harry iba a abrir la boca.— tiene el derecho de la duda. Por lo tanto, me veo
en la necesidad de pedirle alguna prueba.

Harry frunció el ceño, pensativo.

—Puedo enseñarle algo de mi magia y entrar en su mente para


mostrarle algunas de las imágenes de lo que le he contado.

Sarutobi enarcó una ceja y asintió. El moreno se apresuró a sacar su


varita y la agitó para transfigurar uno de los pergaminos que estaba en la mesa
del Hokage en un gatito blanco que maulló contento y se desperezó antes de
saltar al regazo de Harry. Los ojos del Sandaime se abrieron como platos y

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este hizo algunos movimientos con las manos para comprobar si no era un
Genjutsu (técnica ilusoria). No era…

—Increíble. —musitó, antes de que el chico revirtiera el encanto.

Con otro pase de varita, hizo aparecer chocolate caliente con galletitas,
que ambos compartieron gustosos. Como guerrero buscado por el lado
Oscuro, Harry no podía permanecer por mucho tiempo en un mismo lugar, por
lo que recibió enseñanza de McGonagall para poder transfigurar comida de la
nada, era difícil y se necesitaba de mucha magia, porque el alimento se creaba
de las moléculas que circundaban el aire.

—Ahora, —murmuró Harry, después de terminar unas cuantas


demostraciones. Ellas pasaron de entre teñir el pelo del Hokage, hacerlo flotar
y mostrarle algunas cosas que tenía en su baúl contraído en forma de piercing
que usaba en la ceja derecha, como su capa de invisibilidad, y otras cosas que
entusiasmaron al hombre mayor como un niño pequeño.— ¿está listo para ver
esas imágenes?

El mayor asintió, confiando en el muchacho, ya le había explicado


cómo funcionaba la Legeremancia y estaba preparado para la intrusión, seguro
de que el chico no iba a lastimarlo.

Miles de imágenes pasaron por su mente a una velocidad extrema, hasta


que de repente se detuvieron y se fueron catalogando por importancia (al
menos eso creyó él). Desde entonces los recuerdos fueron pasando a una
velocidad normal, por lo que Sarutobi pudo ver y comprobar la veracidad de
las palabras del muchacho. Harry se concentró en no dejarle ver nada del
futuro que Shinigami-sama le había mostrado, ambos hombres estaban de
acuerdo en eso, conque uno solo supiera de los acontecimientos del futuro era
suficiente.

—¿Ese era Shinigami-sama? —Harry asintió seriamente.—


Escalofriante.

—Si… —masculló, antes de seguir.

Las imágenes de la batalla con Voldemort eran las más interesantes, el


Hokage pudo comprobar cuanto poder tenía el muchacho y estaba alegre de
que el Dios de la Muerte lo haya mandado a su Aldea y no a otra, o podría
haber llegado a tener muchos problemas si era lo contrario.
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—¿Y bien…? —preguntó Harry ansioso. La sesión de recuerdos había


pasado hace minutos y el Sandaime volvía a estar callado y pensativo, su pipa,
ya apagada, aún en su boca.

—Te creo, Harry-kun. —dijo con una sonrisa, y el mago dejó salir el
aire que no sabía que había retenido.— Si estás decidido a quedarte en
Konoha debes buscarte una profesión, un lugar donde vivir y, sobre todo, un
nuevo nombre.

—Quiero ser un shinobi. —dijo, frunciendo el ceño. En realidad no


tengo opción en eso, según Shinigami-sama.— Tengo un lugar donde vivir,
pero no creo que sea recomendable que saque una casa de la nada, así que
necesitaré un departamento hasta que pueda hacer creer a los aldeanos que la
casa la mandé a construir. Y… me gusta mi nombre, pero creo que puedo
llegar a cambiar mi apellido. Al menos el nombre que mis padres me dieron lo
podré conservar… —terminó con un murmullo dolido.

El Hokage le sonrió cálidamente.

—Estoy de acuerdo contigo, tienes muy buenas habilidades, solo debes


aprender un poco más de nuestra historia y creo que en un mes ya puedes ser
Genin, necesitarás un instructor y creo saber quién puede ser. —murmuró el
hombre, buscando entre sus papeles.— Tenemos departamentos para
muchachos que son huérfanos y puedes usar uno y pagarlo con tu suelo
cuando te recibas de shinobi. Y… Harry es un nombre extraño, pero no creo
que nadie te pregunte. En cuanto al apellido… —frunció el ceño mientras se
llevaba una mano a la barbilla.— ¿Qué te parece ―Uzumaki‖?

—¿Uzumaki…? —repitió sorprendido. ¿No es el mismo apellido del


niño rubio…? Espero que esto no esté significando algo raro.— Me parece
bien, Uzumaki Harry. —asintió.— Me gusta.

—Bien, si me esperas un momento, voy a hacerte tu documento y


mandar a buscar a la que será tu instructora…

Unos golpes interrumpieron la charla y Sarutobi exclamó un


―¡Adelante!‖ antes de escribir apresuradamente en unos papeles.

Un hombre y tres niños entraron al lugar. Dos muchachos y una


muchacha. Ella era castaña y tenía unos tatuajes rojos en ambas mejillas, era
muy bonita. Uno de los muchachos era pálido de cabello negro azabache y
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usaba… —Harry enarcó una ceja.— unos anteojos que parecían ser para la
nieve. El último parecía ser mucho más joven, no más de 8 años, —Harry
pestañeó.— el cabello del niño era plateado y la parte inferior de la cara
estaba tapada por un paño color azul. Sintió un extraño sentimiento al ver que
el chico se le hacía conocido de algún lado. Y por último estaba el mayor,
quien tenía no más de 20 años, era alto y musculoso, pelo rubio oro, piel
tostada por el sol y los ojos más azules que haya visto jamás. Unos ojos azules
que lo miraban con tal intensidad que lo hizo sentirse incómodo.

—¿Necesitas algo, Arashi-kun?

El rubio, Arashi, pestañeó y miró al Hokage, su cara se partió en una


sonrisa zorruna.

—Equipo 7 reportándose luego de su misión, Hokage-sama. —dijo, con


un arco respetuoso.

—Oh, muy bien. —Asintió con una sonrisa amable.— Tengo otra
misión para ustedes.

—¡¿Qué?! ¡Pero si acabamos de terminar la cuarta de hoy! —chilló el


de anteojos.

—¡No le grites al Hokage-sama, Obito-baka! —dijo la niña, dándole un


coscorrón al muchacho.

—Hn, dobe. —bufó el más pequeño, cruzándose de brazos y mirando


para otro lado.

—Bueno, bueno, no peleen muchachos, la misión es muy sencilla. —


Dijo el Hokage.— Solo quiero que lleven a Uzumaki-kun aquí presente a la
casa de Tsunade-san y le entreguen este pergamino.

Los ojos del equipo 7 y su Jounin-sensei se dirigieron al otro ocupante


del lugar.

—Nunca lo he visto por aquí. —comentó Rin.

—Su nombre es Uzumaki Harry y es un nuevo ciudadano de Konoha,


está aquí para convertirse en shinobi y quiero que Tsunade lo entrene.

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La quijada de los presentes se desencajó.

—¿E-Está usted seguro, Hokage-sama? —Balbuceó Arashi.— Creí que


Tsunade—hime estaba enojada con Konoha, es más… pensé que ella iba a
abandonar pronto la aldea.

—Este es un caso especial, Arashi-kun. Ella no podrá negarse. —se giró


a Harry, quien lo estaba mirando con los ojos entrecerrados.— No te
preocupes ella se encargará de ti, solo debes contarle parte de lo que me dijiste
y darle alguna que otra demostración, confío en ella y sé que te ayudará en tu
carrera para ser shinobi. —Sacó otro pergamino de un cajón.— Esta será la
dirección de tu nueva casa, allí hay un mapa de Konoha y las llaves debes
pedírselas al encargado del complejo. Bienvenido a la Aldea de la Hoja,
Harry-kun. Pueden retirarse.

Viéndose despedidos, el mago, el quipo 7 y su Jounin-sensei se retiraron


del lugar. Cuando salieron se miraron unos a otros incómodos de cómo actuar
ante un extranjero. Porque si bien el chico no era ninja tenía un alo sobre él
que denotaba peligro. Además, Arashi pudo ver que sus ojos demostraban que
no era un ciudadano normal, esas esmeraldas dejaban ver a un guerrero y
alguien que estaba acostumbrado a luchar por su vida.

**********

La caminata hasta la casa de una de las famosas Sanin era demasiado


tensa para el hiperactivo del grupo, así que decidió solucionar las cosas.

—Entonces… Harry es un nombre extraño y Uzumaki un apellido muy


común. ¿De dónde viene exactamente, Harry-san?

Viendo que tenía la atención de todos, al mago suspiró. Bien, ahí va la


historia de mi “vida” en los Países Ocultados.

—Soy del país de la Ola, mis padres y yo éramos pescadores allí y


trabajábamos para comer, por eso no se me permitió ser ninja antes. Hace
unos meses, unos nuke-nin's atacaron la aldea y ellos fueron asesinados…

—Lo siento. —musitó Rin.

—Está bien, ya lo he superado. —sonrió. Llevo años de haberlo


superado.— Por eso me decidí a salir de allí para realizar mi propia vida.

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Siempre escuché que Konoha tiene los mejores shinobis… —Ante eso, los
cuatro ninjas se pararon más rectos y sonrieron.— y por eso vine a ésta aldea
para ser uno de ustedes.

—Vaya historia que tiene usted allí, Uzumaki-san. —comentó Arashi,


mirándolo con suspicacia. Era evidente que no le creía, la historia era
demasiado sencilla para ser verdad. Sin embargo, el Hokage parecía creerle, es
más, estaba por darle su educación a la gran Tsunade, pero aún así… el
famoso Jounin de Konoha tenía sus dudas.

—Es la verdad. —masculló Harry, fulminándolo con la mirada.

Allí iniciaba una enemistad que sería famosa en la Aldea de la Hoja.

.:.En las afueras de la Aldea.:.


Los cinco se detuvieron frente a la pequeña casa y se miraron entre
ellos. El lugar estaba bastante deteriorado y no pareciera que nadie viviera allí.

—¿Estamos en el lugar correcto, sensei?

—Sí, Rin-chan. Kakashi-kun acércate y anuncia nuestra llegada.

—Hn.

El pequeño de cabello plateado se acercó a la puerta y dio algunos


golpecitos. Un gran estruendo se escuchó dentro de la casa, que parecían
sospechosamente botellas vacías chocándose, antes de que una voz gritara:

—¡SEA LO QUE SEA NO QUIERO NADA! ¡LÁRGUESE!

Todos se estremecieron ante la fuerza del grito y miraron con aprensión


al mayor. Era una actitud cobarde para Harry, pero ¡Ey!, él era lo bastante
inteligente para no meterse con una mujer enfurecida.

—¡Tenemos algo para usted Tsunade-san! ¡El Hokage nos manda!

Hubo unos minutos donde no escucharon nada, hasta que la puerta al fin
se abrió.

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—Arashi-kun, ¿eres tú? —preguntó una mujer rubia, que pasaba apenas
los 30 años de edad. Ella era muy hermosa, pero se podía ver tristeza dibujada
por su rostro.

—Sí, Tsunade-hime. El Hokage nos mandó a traerle este mucho. —


Señaló a Harry.— Él es nuevo en Konoha y el viejo hombre desea que sea su
pupilo.

Los ojos de la mujer se angostaron, su boca se convirtió en una línea


dura y susurró un peligroso:

—¿… qué?

—Puedo explicarle el porqué de la decisión. —se apresuró a decir el


moreno.— Si me da una oportunidad.

—¿Y por qué debería de hacerlo…? Nunca he tenido un aprendiz y no


estoy dispuesta a aceptar uno impuesto, por más que mi sensei te mande.

—Su sensei es el único que sabe la razón por la que estoy aquí y estoy
dispuesto a decírselo, si me deja hacerlo… en privado. —aseguró, con una
mirada intensa.

Los ojos de Tsunade se angostaron, pero no podía decir que no estaba


curiosa por la actitud de este muchacho y la de su ex-sensei. Bien, no iba a
perder nada si lo escuchaba. Abrió aún más la puerta.

—Está bien, te escucharé. —Harry sonrió, y el resto dejó salir un


suspiro de revelación.— Gracias por todo, Arashi-kun, pequeños… —sonrió a
los niños antes de hacer un gesto al mago para que pasara.

—Un gusto conocerlos. —el nuevo Uzumaki arqueó en señal de adiós a


los niños y su sensei.

—El gusto es todo nuestro, Harry-san. —dijo Rin, ruborizada al darse


cuenta que el muchacho era muy hermoso cuando sonreía, sobre todo cuando
la luz del sol iluminaba aún más sus ojos esmeraldas.

Obito enarcó una ceja y codeó a Kakashi, el pequeño lo miró con el


ceño fruncido. El Uchiha no hizo caso de él y le señaló para que mirara a los
otros miembros del equipo. Kakashi siguió su mirada y se sorprendió al ver

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que su sensei y la kunoichi miraban con una expresión extraña como la figura
de Uzumaki Harry desaparecía tras la puerta de la casa de la Sanin.

—¿Algo mal, sensei?

Arashi pestañeó varias veces y luego sonrió astuto.

—Nop, nada, volvamos a la Torre a divulgar el éxito de nuestra misión.

Obito gimió y comenzó a quejarse sobre que era explotado. Rin lo


siguió, regañándolo por su actitud no-ninja y Kakashi solo se cruzó de brazos
sin comentar nada. El rubio se quedó otros segundos mirando la puerta,
inseguro ante lo que la sonrisa del moreno extraño le había causado a su
corazón, que aún batía con fuerzas.

—Lo has cautivado. —comentó Tsunade desde la ventana, mientras


dejaba que la cortina se deslizara nuevamente.

—¿Perdón…?

—Has cautivado a Arashi. —Dijo ella sonriente.— Nunca vi que mirara


a alguna persona como te miró mientras entrabas a mi casa.

—¿Me miraba de manera extraña? —preguntó confundido.

—Hai, hai. —Sonrió maliciosa.— Te miraba con… deseo.

Harry se ruborizó furiosamente y desvió la mirada para no tener que ver


la diversión de la mujer a costa suya. Bien, no podía negar que el rubio le
pareció atractivo, después de todo, desde pequeño él supo que no tenía
preferencias para un solo sexo, sino para ambos. Siempre pensó que era una
forma de revelarse a la actitud conservacionista de los Dursley, pero luego de
salir de Hogwarts se dio cuenta que si le gustaba… dar y recibir. Aunque,
antes de… morir, prefería más a los de su propio sexo que otra cosa.

Pero a Harry no le había gustado nada que el tal Arashi dudara de la


historia de vida que tan bien había inventado. Bien, era mentira y siendo un
ninja el otro tenía derecho a dudar. Sin embargo, él era un cabeza dura y lo
molestó que dudara.

—¿Podemos hablar de a lo que vine? —gruñó enfurruñado.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Claro, pequeño. Soy toda oídos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 2: Viejo conocido y


extrañas situaciones.

Un poco más de un mes había pasado, pero eso no significó que fue
rápido para Harry, oh no… entrenando a cargo de Tsunade sus días se hacían
largos, dolorosos, irritantes y… torturadores. Ella era… para ponerlo en una
sola palabra, sádica. Ella quería que sus músculos aumentaran antes de
convertirse en Genin, es decir en un mes. Así que creó un plan de ejercicios
que, si Harry no hubiese vivido todo por lo que pasó por su vida antes de venir
a los Países Ocultados, no lo hubiese resistido.

A su horror, gracias a eso se ganó la admiración de Maito Gai y la


lástima del resto de los shinobis de Konohagakure. El chico Gai hasta lo había
tomado de modelo, lo acompañaba en sus entrenamientos y se ofrecía
voluntariamente para tener sesiones de Taijutsu con él.

Durante ese tiempo también había conocido a los otros dos famosos
Sanin de Konoha, un peliblanco pervertido llamado Jiraiya y otro de pelo
negro con cara de serpiente de nombre Orochimaru. Este último le dio muy
mala espina a Harry, sobre todo al ver la mirada calculadora en sus ojos
dorados al observarlo. Sin embargo, el Gryffindor sabía que para este entonces
el Sanin de la Serpiente aún no tenía aquellos planes malévolos que viera en
las memorias de la vida de Naruto y era uno de los mejores amigos de su
sensei, así que el nuevo Uzumaki le dio el beneficio de la duda, tal vez solo
era un hombre raro y solo necesitaba un poco de reconocimiento para no
torcerse al lado oscuro, el otro Sanin tampoco parecía muy cuerdo, al igual
que Tsunade, quien tenía gusto de los cerdos.

Sumado a todo, había pasado tiempo con el equipo 7, los niños le caían
muy bien, sobre todo Obito con su hiperactividad, de Rin había descubierto
que estaba interesada en medicina ninja y sus ojos se iluminaron cuando
Tsunade-sensei le dijo que podía darle algunas clases. Kakashi era algo aparte,
su actitud era muy fría y no hablaba si nadie le sacaba las palabras forzadas,

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

sin embargo Harry no se podía sacar la sensación de que el muchacho se le


hacía conocido de alguna parte y no podía recordar de donde.

En cuanto al Jounin que era sensei de ese equipo, bien… ellos


simplemente no habían llegado a un acuerdo, no tenían relación para nada y
no se aguantaban. Nadie entendía muy bien porque, ambos muchachos eran
muy queridos en la Aldea, Harry había congeniado con todos muy
rápidamente y Arashi era el favorito de los shinobis, pero ellos simplemente…
no concordaban. Y lo peor había pasado hacía una semana.

Desde que se convirtiera en Genin le habían asignado a un equipo para


hacer las misiones que necesitaría para poder rendir el examen de Chuunin. Su
Jounin-sensei se llamaba Uchiha Fugaku y bien… Harry y él habían
congeniado enseguida, tanto que…

Flash Back
Arashi caminaba hasta la oficina de ANBU para presentar su informe a
su superior. Él pertenecía a esta sección en secreto, ya que estaba de incógnito
para buscar posibles traidores internos, y su pantalla era ser Jounin-sensei. Lo
último que había descubierto era ciertos experimentos turbios por parte del
Sanin de la Serpiente, que venían acompañados de desapariciones de varios
Chuunin y Genin, solo le faltaba algunas pistas más para poder comprobarlo.

Su caminata se detuvo al escuchar sonidos provenientes desde el


armario de las escobas, sonrió negando con la cabeza, él mismo lo había usado
en el pasado para ciertas cosas, aunque le intrigaba saber quiénes estaban allí,
porque desde que el Uchiha futura cabeza del Clan había asumido como Jefe
de Jounins se tenía prohibido usar el lugar y su sucesor había mantenido la
regla.

Imaginen cual fue su sorpresa al ver al mismísimo y siempre estoico


Fugaku salir de ese lugar arreglándose el uniforme de Jounin, su cabello
normalmente lacio y largo estaba todo despeinado y hasta pudo notar algunas
mordidas en su cuello.

Sonrió y se mordió los labios para no soltar una carcajada. Los ojos de
Fugaku se abrieron como platos y sus mejillas ardieron en color rojo al verlo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Arashi-kun. —masculló evidentemente incómodo. ¡Imagínense


cuando en el resto de la oficina se enteraran! ¡Oh, como quería ver quien era la
muchacha con la que estaba!

—¿Todo bien… Uchiha-san? —acentuó la palabra burlón.

Sin embargo, su sonrisa se borró y un ceño estropeó su cara


normalmente sonriente al ver la otra persona que salía del armario. No era una
muchacha, ni siquiera alguien que se había pasado por su mente, o no… era
nada más y nada menos que Uzumaki Harry, quien salía casi en las mismas
condiciones que Fugaku. El moreno enarcó una ceja y miró la cara
extrañamente enfadada del rubio y la incómoda de su amante temporal.

—Kazama-san. —saludó a Arashi usando su apellido y luego se giró


para sonreír al Uchiha, no importándole la presencia del otro, era evidente que
ya había calculado el porqué estaban allí.— Nos vemos mañana, Fu-chan. —
guiñó un ojo antes de seguir su camino, su trasero redondo contoneándose
descaradamente.

Fin del Flash Back

Desde esa vez, si es que era posible, su actitud para uno a otro era aún
peor. Sobre todo por parte de Arashi. Tsunade decía que era porque estaba
celoso, ya que el rubio no había dicho una sola palabra de lo que había visto y
nadie le había pedido que guardara silencio. Harry negaba rotundamente y
trataba de cambiar el tema cada vez que ella recordaba el asunto, que
normalmente salía cuando estaba alcoholizada (es decir diariamente). Por otro
lado, ella estaba sorprendida de que él haya logrado poder conquistar a alguien
como Fugaku, pero Harry le había dicho que era sexo y nada más.

En fin, hoy tenían una misión y él llevaba orgulloso su venda con la


placa de la hoja puesta en su frente, tapando su famosa cicatriz en forma de
rayo. Por suerte, hasta ahora nadie le había preguntado el porqué de esa
cicatriz tan extraña. Tal vez imaginaban que era un recuerdo del asesinato de
sus padres… no sabían que tan acertados estaban, solo que la cicatriz no era
tan reciente.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Harry notaba algo nervioso a su amante ocasional, Fugaku estaba en


una actitud no-Uchiha, mirándolo de reojo, retorciéndose las manos y
abriendo la boca y luego cerrándola al parecer inseguro de hablar. Sus otros
dos compañeros de equipo estaban caminando bastante adelante, charlando
entre ellos, así que tomó la oportunidad de hacerlo hablar.

—¿Qué pasa…?

El Uchiha saltó en su lugar y miró algo asustado a su amante. Suspiró.

—Anoche tuve una charla con mi padre… —comenzó resignado.—


Ayer a la mañana una tía mía vino a hablar con él para decirle… —tragó
saliva y miró para otro lado.

—¿Sí…?

—Hace algunas semanas, antes de que llegaras… —siguió mirando


obstinadamente cualquier cosa que no sea el rostro de Harry.— cometí el error
de acostarme con una prima lejana: Mikoto. Era un encuentro de una noche…

—Déjame adivinar. —Bufó Harry.— Ella está embarazada.

—Hn. —gruñó Fugaku, antes de asentir y adoptar su actitud Uchiha.


Actitud fría, ceño fruncido y caminaba como si el mundo le perteneciese.

—¿Qué vas a hacer?

—Tengo que casarme. —masculló.— Soy la futura cabeza del Clan y


no puede haber un bastardo en la familia. —miró de reojo a Harry.— Este…
eh… nuestros encuentros… tendrán que terminarse.

—Awww… no te preocupes. No romperás mi corazón ni nada por el


estilo. En todo caso, ¿quién te dice y en el futuro no nos ―pasamos de copas‖ y
al otro día nos levantamos desnudos en una cama, sudados y yo con un gran
dolor en el culo?

—Hn, no seas vulgar. —gruñó Fugaku, pero una contracción nerviosa


en la comisura de sus labios denotaba que aguantaba las ganas de reírse.

Sin embargo, Harry rió y los otros adolescentes frente a ellos los
miraron confundidos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

**********

—El sensei está raro últimamente, ¿ne? —susurró Obito a sus


compañeros de equipo.

Jiraiya, que estaba esa mañana con ellos, sonrió malicioso. Él estaba al
tanto del asunto del armario de las escobas, su amiga Tsunade se lo había
chismeado y, si bien al principio se vio horrorizado, ahora no le importaba ver
las claras señas de la preferencia sexual de su único alumno. Es más, era
motivo de diversión.

—Su sensei tiene problemas de amor. —susurró el Sanin del Sapo.

—¿Problemas de amor…? —preguntó Rin, confundida.

—Hai, hai… así que no lo molesten.

Fue media hora más tarde, en el puesto de ramen: Ichiraku, donde un


sonriente Harry se les unió.

—Oh, hola Harry-kun, ¿buen día? —preguntó alegre el Sanin. Arashi


gruñó y condujo toda su atención a su tazón de ramen.

—Sip, aunque mis compañeros y yo vamos a tener que buscarnos otro


Jounin-sensei.

—¿Por qué…? Que yo sepa Fugaku-sama no tiene pensado dimitir. —


dijo Obito, luego de sorber sus fideos.

—Oh no, no va a dimitir, es solo que va a casarse.

El efecto fue inmediato, justo en ese momento Arashi estaba bebiendo


el líquido de su ramen y, cuando escuchó la noticia de Harry, todo su alimento
salió disparado de su boca, bañando casi a la pequeña Ayame, quien estaba en
el negocio de su padre ese día, porque logró esquivar por muy poco.

—Eso fue asqueroso, sensei. —masculló Rin, con una mueca de asco.

—¿Ca-casarse? —balbuceó incrédulo el rubio, ignorando a su alumna.


¡Pero si no llevaban ni un mes de pareja!

—¿Se casa? —Jiraiya parecía estar en un festín.— ¿Contigo?


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No, por Dios. Soy muy joven para eso. Se casa con una prima a la
que dejó embarazada. —dijo agitando una mano.

No prestando atención al shock que causaron sus palabras hizo su orden


al dueño del Ichiraku. ¡La despedida de su relación con Fu-chan lo había
dejado hambriento! También cansado y dolorido, pero de eso se encargaba
después.

Dos días pasaron de aquello y ahora Harry se había ganado una


enemiga, Uchiha Mikoto. Al parecer, Yamanaka Asuka estaba ese día en el
Ichiraku y había escuchado la conversación con el equipo 7 y Jiraiya.
Innecesario decir, ahora su pasional y corta relación con Uchiha Fugaku era
un secreto a voces en Konoha. No que le importara, él estaba acostumbrado,
desde su llegada al Mundo Mágico, a ser objeto de chisme.

.:.Días después.:.
Hoy Harry caminaba por el pequeño parque que había cerca de las caras
talladas en piedra de los antiguos Hokages, allí encontró a Kakashi, quien
estaba sentado en una de las hamacas, mirando a un lugar indefinido, su mente
perdida en profundos pensamientos.

—¿Podrías decirme que te tiene en esta actitud tan melancólica? —


preguntó en voz baja. Kakashi no dio muestras en reconocerlo, así que
continuó:— Desde que te vi noto que algo te pasa, pero nadie me ha dicho que
es exactamente lo que te sucede, todos me miran y luego bajan la cabeza,
diciéndome que te pregunte a ti o al Hokage.

No sabiendo porque, Kakashi suspiró y comenzó a contarle la historia


de su padre.

—… ahora está en casa y lo único que hace es mirar por la ventana. No


me habla, no come, solo está allí. Él ha intentado… —se detuvo intentando
controlar sus emociones.— … pero lo he detenido las dos veces, aunque ya no
sé si es mejor dejarlo hacer.

Hubo un largo momento de silencio, mientras Harry miraba las lágrimas


que corrían de los ojos del niño. Era demasiado, el pequeño podría

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

considerarse un genio y prodigio, pero solo tenía siete años y aún conservaba
algo de su inocencia y esa era una carga muy grande para alguien tan joven.

—Me gustaría hablar con él.

Kakashi se giró para mirarlo con sorpresa.

—¿Por qué…? Toda la aldea le ha dado la espalda excepto mi sensei, el


Hokage y Jiraiya-sama, han tratado de hablar con él, pero nada funciona. ¿Qué
podrías hacer tú…?

—No lo sabremos si no lo intentamos. —sonrió.

Kakashi lo miró durante largos minutos antes de asentir renuente y


decirle que lo siguiera. Caminaron en silencio hasta un complejo donde había
casas bastante lujosas, denotando que el dinero que había ganado en sus
famosas misiones el Colmillo Blanco de Konoha, era bastante y por ello vivía
muy bien.

Cuando entraron a la casa una conocida sensación se apoderó de él. Se


aterrorizó, porque Harry sabía muy bien que era… era una esencia mágica la
que había en esa casa. Un mago normal no lo notaría, pero él no era normal y
podía saber que se había usado magia para limpiar la casa y para impedir que
el polvo se fije en los muebles. Molly Weasley le había enseñado ese encanto.
Llevó una de sus manos a la pistolera de la varita que estaba escondida en su
chaqueta negra, solo por precaución, Shinigami le dijo que los magos no
existían en esta realidad, pero era evidente que alguien había usado magia allí.
Y no solo eso… la firma mágica se le hacía nostálgicamente conocida.

—Padre está en esta habitación. —dijo Kakashi, antes de abrirle la


puerta.

Allí, frente a la ventana, se encontraba una figura que se notaba que fue
musculosa, pero ahora estaba flaca por el descuido, el cabello era plateado,
pero desemejante del niño, el suyo era largo y lacio. Y el perfil… Harry sintió
su respiración detenerse. No podía ver mucho, pero el mago podría reconocer
ese rostro donde sea. Pero no podía ser verdad… él estaba muerto. Tragó el
terrón que tenía en la garganta antes de hablar.

—¿Sirius…?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

La figura frente a la ventana se atiesó, pestañeó varias veces y se giró


lentamente. Allí Harry pudo ver todo el rostro y no había duda, la misma nariz
aristocrática, los ojos azules, su rostro era más joven de lo que recordaba, pero
era él, no podía ser otra persona. Además notaba la sorpresa y el
reconocimiento en la cara del hombre.

—¿Harry…?

—¡Oh, Merlín Sirius, eres tú! —exclamó antes de correr para abrazarlo.

El animago lo recibió torpemente, incrédulo ante lo que estaba


sucediendo. Pensaba que era una ilusión, no podía ser que su querido ahijado
estuviera en ese extraño lugar consigo. Pero estaba allí, lo estaba abrazando y
parecía solo un poco más joven de la última vez que lo había visto antes de
caer por el Velo de la Muerte.

—¿Papi…?

Ambos saltaron y miraron la figura desconcertada de Kakashi. Y es que


su shock era inmenso. Allí estaba su padre, abrazando y reconociendo al
extranjero de la Ola siendo que no había recibido respuesta de él desde hace
cuatro meses, por más que hiciera lo que hiciera. Harry-san hasta lo había
llamado de otra forma y él no parecía quejarse. ¿Por qué lo llamaba Sirius y
quien era Merlín? Su sorpresa era tanta que hasta había llamado papi a
Sakumo, algo que no hacía desde que tenía tres.

—Eh, oh… Mmmhhh… —masculló Harry.— Kakashi, necesito hablar


con tu padre. ¿Podrías esperar afuera por unos minutos? Prometo que cuando
terminemos, Si… eh… Sakumo te explicará todo, ¿de acuerdo?

El niño entrecerró los ojos, pero saltó casi cuando escuchó la voz de su
padre.

—Ve, pequeño Paddy, papá hablará contigo después.

Sorprendido por escuchar su voz y aún más su apodo de pequeño (no


que fuera muy grande ahora) asintió y cerró la puerta al salir. Inmediatamente,
Harry lanzó un hechizo de Silencio y volvió a tirarse a los brazos del hombre
que conoció como padre.

—Dime que esto no es un sueño. —sollozó.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ni yo puedo creerlo, Prongslet. ¿Cómo es que llegaste aquí? —Miró


su frente.— ¿Eres un shinobi? ¿Cómo…?

—No, primero tú dime como diablos llegaste a los Países Ocultados.

—Ok, pero después me cuentas todo tú.

—Es un trato. —asintió antes de sentarse en la cama y hacer frente a su


padrino.

—Habrás visto que caí por el Velo de la Muerte. —su ahijado hizo una
mueca de dolor y asintió.— Luego de eso recuerdo ser encontrado por
personas que vestían raro y me llevaron a una celda. No sabía dónde estaba,
hablaban en un idioma diferente, pero pude lanzarme un hechizo traductor
para solucionarlo, agradeciendo a tu madre por enseñármelo. La persona que
me interrogó me dijo que estaba en los Países Ocultados, más específicamente
en Konoha. Yo no recordaba cómo había llegado a ese lugar, tampoco pensaba
decirle quien era, no estaba seguro si eran Aurores y ellos no pudieron
sacarme nada, así que decretaron que había perdido la memoria luego de ser
atacado. Aún tenía las heridas que la perra de mi primita me hizo antes de que
caiga.—gruñó.

—Cuando salí me dieron ropas y permiso para darme una ducha, no te


imaginarás mi sorpresa al verme al espejo y comprobar que estaba con mi
mismo aspecto de antes de que sucediera lo de la muerte de tus padres, antes
de que entrara a Azkaban, no había nadie a quien pudiera pedirle respuestas,
así que conjeturé que sea lo que sea ese Velo me hizo hacer un salto en el
tiempo y caer en este lugar… como para iniciar de nuevo. El Hokage reciente,
Sarutobi me dio papales nuevos y fui bautizado como Hatake Sakumo.
Enseguida me convertí en shinobi. —Se enderezó orgulloso.— Usando mi
magia, porque tenía mi varita, alcancé mucha fama y poder, rivalizando con la
de un Sanin, hasta me bautizaron El Colmillo Blanco de Konoha.

—Me hice muy famoso porque le di uso a las clases de esgrimas que
todos los Black debimos aprender desde pequeño y tenía una espada que, con
el uso de mi magia, era mortal. Je… los shinobis creían que era chakra blanco,
pero era magia. Se la di a Kakashi antes de que… —terminó en un susurro,
mirando para otro lado.

—Hn… he notado tu cabello. —murmuró Harry.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Yep, al parecer se descoloró durante el viaje de dimensiones. Mi piel


también es más pálida, solo mis ojos quedaron del mismo color.

—¿Y qué pasó hace cuatro meses?

Sirius pareció desinflarse.

—Lo mismo que con Prongs y la pelirroja, por mi culpa puse en peligro
a mis amigos y no pude soportar que ocurriera de nuevo. Usando mi sentido
Gryffindor fui a rescatarlos ignorando mi misión, pero cuando regresamos
todos me dieron la espalda, no considerándome un héroe, sino una deshonra.

—Idiotas.

—Sí, de hecho. —sonrió con cariño.— Pero esto era lo único que tenía,
la única familia que tuve por años… y yo… yo no podía soportarlo. Sus
miradas y desdén me trajeron tantos recuerdos, tanto dolor que…

—Pero tienes un hijo, Sirius.

El animago lo miró y pareció que recién en ese momento se dio cuenta


de la verdad de esa declaración, un profundo dolor cubrió su rostro mientras
miraba la puerta.

—Mi Paddy… —murmuró, unas lágrimas salieron de sus ojos.

—Oh, Sirius no te pongas así. Yo te entiendo, también creí perderme


cuando todos mis amigos comenzaron a morir en la guerra, pero siempre tenía
a alguien que me daba fuerzas y amor. Y tú tienes algo muy importante,
alguien con tu sangre… no te dejes derrotar, tienes mucho por lo que vivir.
Ignora a los idiotas de la aldea, ellos no merecen tu dolor.

Black lo miró por varios minutos.

—¿Qué… qué pasó en el Mundo Mágico luego de que me fui? —


tartamudeó.

—No es momento para eso. —Negó enérgicamente con la cabeza.—


Hay muchas cosas que quiero que me cuentes. —Sonrió malicioso.— Como
por ejemplo, ¿quién es el padre de Kakashi?

El adulto se ruborizó ligeramente.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Qué te hace pensar que fui yo quien lo gestó? —masculló.

—Oh, vamos. —rió.— Te veía en Grimmauld cuando mirabas a Bill y


no te culpo, era un pedazo de buena carne. Lástima que esa veela estúpida lo
vio primero.

—¡Harry! —chilló Sirius, escandalizado.

—¡Oh, por favor! ¡Si ya tengo 23! ¡No soy una virgen, pero si bisexual!

—¡¿Qué? ¡Pero si luces casi igual de cómo te dejé!

—Eso tiene una explicación. —Dijo agitando una mano.— Ahora dime
lo que quiero saber.

—De acuerdo. —suspiró.— Era un compañero de trabajo, pero prometí


guardar el secreto de su nombre, así como él prometió guardar mi secreto
sobre la magia y embarazos masculinos. Mi peque cree que su madre murió
cuando nació.

—Oh vamos dime, Siri. —gimoteó.— No se lo diré a nadie.

—Está bien, después de todo él ya no está en este mundo.

—Oh, lo siento.

—No lo sientas. —Negó con la cabeza.— Nuestra relación era extraña,


no había amor, pero si respeto y cariño, él murió en una misión luego de que
dos meses del nacimiento de Kakashi. Por razones obvias no le dimos su
apellido y tampoco le dijimos a nadie, logramos guardarlo todo en secreto.
Aún no sé como lo hicimos, él siempre me cubría durante la etapa más
avanzada del embarazo, ya que con la máscara de ANBU y un hechizo en el
cabello era más fácil. Luego de nacido nuestro bebé, ya pude inventar lo de la
madre muerta.

—Con todo aún no me has dicho su nombre. —Harry gruñó.

—Era un Uchiha. —susurró. La quijada de Harry tocó el suelo.— Sip,


es por eso que tuve que obligar a mi bebé a usar esa máscara. Desde sus cuatro
años me di cuenta que sería irremediablemente idéntico a su padre, como tú.
Si los Uchiha lo notaban iban a investigar y por nada del mundo iba a romper

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

mi promesa a mi amante. Es por eso que… —suspiró.— tuve que incluir a


Kakashi también en la promesa de mantener su identidad en secreto. Por
suerte él no se quejó, pero sé que está curioso y en algún momento me pedirá
saber el porqué de la máscara.

—Qué lío.

—Sin duda. Ahora cuéntame tú, Harry. —dijo Sirius, recobrando su


actitud despreocupada.— Dime como es que llegaste aquí.

**********

—Yo, Kakashi-kun. ¿Qué haces aquí afuera? —Preguntó Arashi, al ver


a su alumno sentado en la entrada de su casa.— ¿Otou-san sigue igual, ne?

—No. —dijo el niño, sorprendiendo a su sensei.— Él está hablando con


Harry-kun desde hace tres horas. —los ojos del rubio se abrieron por la
sorpresa.— Y eso no es todo… él lo llamó Siry-us y mi Otou-san parecía
conocerlo.

Los ojos de Arashi se entrecerraron y su quijada de apretó.

—Entremos Kakashi-kun, quiero hablar con tu padre.

—Hai. —el niño asintió y dio paso a su sensei para entrar a la casa.

Justo en ese momento un sonriente Harry salía de la habitación de


Sakumo y el adulto, por su parte, hacía muecas como un tonto.

—¡Oh, Arashi-kun, que gusto verte! —exclamó Sirius con efusividad.

El rubio y el chico lo miraron como si le hubiese crecido otra cabeza.

—Ohayo, Sakumo-san.

—Si no te importa esperar para lo que sea que viniste Arashi-kun, me


gustaría hablar con mi Paddy primero.

—No, adelante. Puedo esperar. —balbuceó el Jounin.

—Ven Kashi-chan, tenemos una charla pendiente. —dijo el adulto con


seriedad.— Espérame aquí Harry, estás invitado a cenar con nosotros.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El niño asintió y siguió a su padre hasta la habitación. Arashi y Harry se


miraron y luego desviaron la mirada, la misma tensión que se formaba cuando
estaban juntos en una misma habitación estaba nuevamente presente.

Pasó una hora entera y Harry rogaba que su padrino le esté dando la
versión resumida de los hechos a su hijo, porque ya no aguantaba la tensión de
estar en el mismo cuarto que Arashi y mucho menos que el otro le mande
miradas disimuladas cuando creía que no lo veía. Estaba rayando sus nervios.

—¿Por qué lo llamaste ―Sirius‖?

—¿Eh? —llevaban tanto tiempo en silencio que la pregunta lo tomó


desprevenido.

El rubio entrecerró sus ojos azules, se acercó a grandes zancadas hasta


Harry y lo aplastó contra la pared agarrándolo por los hombros.

—Kakashi dice que llamaste a su Otou-san ―Sirius‖ y que él te


respondió, dime por qué. Quiero saber cuál es ese secreto que tan celosamente
guardas.

—Yo no guardo ningún secreto. —siseó Harry, entrecerrando sus ojos.


No intentaba luchar, porque sabía que el otro hombre era mucho más fuerte…
y magia no podía usar... por ahora.— ¡Suéltame!

—No. —Gruñó, volviéndolo a estrellar contra la pared.— Ahora mismo


vas a decirme que es lo que el Hokage y Tsunade-san saben que yo no sé.

—No voy a decirte nada. —dijo el moreno, levantando la barbilla


desafiante. La cercanía del otro cuerpo estaba haciendo que miles de
mariposas revolotearan en su estómago.

—Te obligaré. —masculló en voz baja. El contacto con Harry también


estaba haciendo mella en su propio cuerpo.

—Inténtalo. —retó.

Sus ojos hicieron contacto y se quedaron mirando por largos minutos,


detallando y memorizando el rostro del otro sin siquiera notarlo. Estaban tan
perdidos en su escrutinio que no escucharon la puerta del dormitorio abrirse.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Wow… búsquense una habitación. Mi pasillo no es un burdel. —se


escuchó una voz burlona.

Se separaron como si su contacto quemara (que era en parte cierto) y


miraron espantados la figura sonriente de Hatake Sakumo. De su mano, el
pequeño Kakashi seguía perdido en su mundo, sorpresa, revelación, choque y
muchas otras emociones pasaban por lo que se podía ver por arriba de la
máscara que usaba sobre su boca y nariz. Y no era justamente por el
espectáculo de su sensei.

—No necesitamos tal cosa. —Masculló Harry.— ¿Está todo bien? —


preguntó cabeceando en dirección del niño.

—Lo estará. —Miró al rubio que aún estaba algo ruborizado.— ¿Qué
necesitabas, Arashi-kun?

—Eh… nada, volveré mañana. —musitó, antes de abandonar la casa a


grandes zancadas.

—Arashi es una buena persona, Harry. Deberías intentarlo.

—¡¿Por qué todo el mundo piensa que él y yo tenemos algo?!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 3: Primeras diferencias.

Hoy Harry se encontraba en un sótano que servía como laboratorio para


su sensei de este día. Como cada vez que Tsunade iba a divertirse (es decir
jugar a los casinos y beber sake) y Jiraiya iba a hacer sus investigaciones
(mirar furtivamente los baños públicos de mujeres) él debía quedarse a cargo
de Orochimaru, algo escalofriante si le preguntaban. Ahora él tenía como
profesores solamente de los tres Sanin, porque gracias al pedido (léase
obligado) del consejo de ancianos de la Aldea, él no pudo regresar a su equipo
de Genin con Fugaku—san, por motivos que ya todo Konoha sabe y no había
otro equipo en estos momentos al cual le faltara un miembro.

Entonces, hoy trabajaba en algunos Jutsus de tierra (Dotôn) que


Orochimaru le había dado como lección en la clase pasada. Solo faltaba cinco
meses para el examen de Chuunin y los tres Sanin estaban de acuerdo en que
él debía tomarlo.

—Pareces trastornado, Harry-kun. —Siseó Orochimaru.— ¿Algo mal


con mis serpientes…?

Harry hizo una mueca y miró a su sensei. Reprimió un escalofrío al ver


que lo estaba mirando con intensidad, casi como si él fuera un gran tesoro, y
esa sonrisa de lado tampoco lo hacía sentirse muy cómodo. En estos
momentos, Orochimaru estaba acariciando una serpiente bastante grande,
mientras veía sus avances.

— Tuve malas experiencias con ellas. —murmuró.— Una muy grande


me mordió cuando tenía doce y de ahí fue de mal en peor. Digamos que ellas
y yo simplemente no nos llevamos.

—Eso es muy malo, Harry-kun. Si eres mi alumno, irremediablemente


tendrás que aprender a cómo usarlas en Jutsus o convocarlas. No debes
temerles, son animales muy domésticos si sabes tratarlas… además yo estaré
siempre allí para que no te lastimen. —sonrisa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Harry lo miró con sospecha, pero él aún seguía siendo ingenuo para
algunas cosas y no estaba al tanto de la sutil nota posesiva en la voz del Sanin
de la Serpiente. Era un defecto que no podía corregir.

—Eh… bien, no es que tenga miedo. También tengo un recurso para


detenerlas en caso de que las cosas se pongan malas.

—Oh. —enarcó una ceja, curioso.— ¿Y qué sería eso?

Harry se removió incómodo en su asiento, no sabiendo si era buena idea


decirle ese secreto. Pero ya había metido la pata y no creía que Orochimaru
ande regando por allí su única capacidad.

—Ven, pequeña. —habló en Parsél, mirando directamente a los ojos de


la serpiente.

—Eres un hablante de nuestra lengua. —siseó ella, sorprendida.—


Nunca he conocido uno. Espera a que se lo diga a las otras. —comentó feliz,
mientras dejaba los brazos de Orochimaru para subir a los de Harry.

El moreno miró al adulto y sonrió al ver la absoluta sorpresa en su


rostro. Si lo pensaba, ésta era la primera vez que dejaba al Gran Sanin de la
Serpiente sin palabras.

—¿Sensei…?

Orochimaru pestañeó, saliendo de su deslumbramiento. Si era posible,


la curiosidad hacia el joven Genin se hizo aún mayor en el brillo de sus ojos,
sonrió de lado.

—Tienes una capacidad desconocida para mí, Harry-kun. ¿Cómo la


llamas…?

—Es simple… es Parsél, el idioma de las serpientes.

—¿Es un límite de sangre?

—Mmmhhh… se podría decir, porque soy el único que puede hablarlo.


El resto de las personas que lo tenían han muerto.

—Que interesante. —susurró para sí.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Unos golpes a la puerta interrumpieron la conversación y Harry suspiró.


Nunca se sentía a gusto estando completamente a solas con este Sanin, algo le
hacía no confiar del todo en él. Orochimaru dio permiso para entrar a quien
sea que estuviera allí. La puerta se abrió y una niña de no más de 11 años
entró. Su cabello era púrpura y algo rebelde, sus ojos oscuros y sin pupila y la
piel era morena.

—Oh, has llegado. —La sonrisa de Orochimaru era casi insana.— Esta
es Anko-chan, Harry-kun ustedes compartirán clases cada que Tsunade te deje
a mi cargo. Espero que sean buenos amigos.

**********

El examen de Chuunin llegó y, muy a disgusto de Mikoto, Harry fue


puesto en el equipo de Fugaku para poder hacer la prueba en grupo de tres. A
opinión de Harry, ella estaba exagerando, estaba casada con la futura cabeza
del Clan y ya su heredero había nacido, lo que le aseguraba permanencia
segura en el Clan. No sabía por qué se perseguía con que él podría quitarle a
su marido.

—Pst, Harry… ¿Dónde estás?

—Aquí. —dijo una voz desde el más alto árbol antes de que el moreno
bajara de él. Sonrió a la persona que lo llamaba. Era su Jounin-sensei con un
paquete, envuelto en una manta celeste con el símbolo de los Uchiha, en sus
brazos.

—Bien, éste es él. —dijo Fugaku, antes de entregarle al niño.

—Es muy bello. —comentó mirando la carita pálida y el cabello negro


como la noche.— Se parece a su padre.

—Si… —dijo el mayor con una sonrisa orgullosa.— Al final valió la


pena todo aquel desastre. Se llama Itachi, por cierto.

—Mmmhhh… —murmuró recordando las memorias que Shinigami-


sama le había mostrado antes de venir a Konoha. De repente, escucharon unas
campanas que anunciaban el inicio del examen. Esta vez era en su Aldea, por
eso se permitía escaparse un rato para poder conocer al hijo de su ex
amante.— Esa es mi llamada. —dijo, antes de entregarle al bebé.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ok, buena suerte, Harry. Estaré en las gradas para ver las batallas.

—De acuerdo. —sonrió y acarició la pequeña cabecita del niño. Miró a


Fugaku intensamente a los ojos.— No me estoy despidiendo ni nada cursi,
solo que… quiero decirte esto ahora que estamos los tres solos. —Tomó
aire.— No se la pongas muy difícil a tu hijo, Fu-chan. Déjalo ser un niño lo
más que puedas, deja que él solo pierda su inocencia. No hagas lo que tus
padres y ancianos del Clan te hicieron a ti, él no es un arma, sino un ser
humano, ¿me entiendes?

—No sé por qué me dices eso. Él tendrá el mismo entrenamiento que


todos los Uchiha.

—Yo creo que Itachi será especial, pero no significará que puedes
exigirle ir hasta lo mayor de su límite, ¿bien?

Fugaku lo miró por largos minutos. A veces pensaba que Harry sabía
más de lo que decía, porque desde la primera vez que se conocieron, el
muchacho demostró ser un poco áspero con él. Pero cuando hablaron y
compartieron un poco de tiempo juntos, todo cambió. Sin embargo, con esta
advertencia le demostraba sus suspicacias. Harry lo advertía, porque temía por
él y por su niño. Temía por un futuro que él parecía conocer.

—Tendré en cuenta lo que me dices, Harry-chan.

—Gracias. —le sonrió brillantemente antes de besar su mejilla y correr


hasta la Torre donde se llevaba a cabo el examen.

.:.Un mes después.:.


Sus temores eran infundados y todo lo que le decían sus tres senseis
resultó ser verdad, él estaba preparado para el examen y lo había pasado, era
por eso que ahora era felicitado por Tsunade, siendo casi aplastado contra su
gran busto.

—Lo has hecho bien y creo que ahora no tengo nada más que enseñarte.
Ahora debes buscar tus propios Jutsus y maneras de mejorarte por ti mismo.

—¿Qué quieres decir con eso…?


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Tú solo lo atrasaste, pero es inevitable. Konoha ya no es un lugar que


pueda llamar hogar y voy a irme mañana a primera hora.

—Oh… lamento eso. Voy a extrañarte, sobre todo nuestros redondos de


sake y juegos de póker. —sonrió.

—Hai, yo también, Harry-kun. —Suspiró ella.— Nos veremos. —le dio


un corto abrazo antes de caminar hasta su casa.

Harry la miró irse hasta que casi fue echado al piso por una bola de
pelos entusiástica. Sonrió y acarició el pelo negro del gran perro. Sirius había
dicho que aún no estaba preparado para hacer frente a los aldeanos, así que
salía de su casa en su forma de animago, alegando ser la nueva mascota de
Kakashi.

—Ey, Snuffles. Tenías razón, pasé el examen.

—¡Oh, felicidades, Harry-kun! —chilló Rin con una sonrisa enrome. De


hecho, muchas muchachas se habían acercado a felicitarlo, muchachas que él
ni conocía de vista. Jiraiya le había dicho, con una mirada envidiosa, que eran
de su club de fans.

—Hai, felicidades. Ahora debes invitarnos a comer a todos para festejar.

—Hn, dobe. —gruñó Kakashi, luego miró a Harry y asintió en su


dirección. El moreno podía decir que estaba sonriendo. Aún no lograban que
se abriera del todo, pero el ver tan feliz a su padre nuevamente estaba
haciendo que dejara de lado su actitud estoica y se comportara más como un
niño de su edad. Si a eso le sumaban el hecho que veía las prácticas de magia
de Sirius y Harry, eso estaba haciendo maravillas en el chico.

—Felicidades, Uzumaki-san.

—Gracias, Kazama-san.

Los muchachos pusieron los ojos en blanco y Obito se adelantó para


tomar la mano de Harry y arrastrarlo hasta el restaurante de los Akimichi.
Desde aquella situación vergonzosa en la casa de los Hatake, ambos hombres
no intercambiaban más palabras de lo necesario. Queriendo dejar en claro que
no había nada entre ellos. Sin embargo, hasta los niños se daban cuenta de la
tensión que se formaba cuando estaban cerca el uno del otro.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Años después
Harry ya llevaba cuatro años y medio en los Países Ocultados y muchas
cosas habían pasado mientras tanto. El Gryffindor había decidido comprarse
un departamento más grande para vivir (dejando de lado el que el Hokage le
había dado), porque si bien tenía su casa del Valle de Godric contraída en su
baúl, ella era demasiado grande para él, así que un departamento le era
suficiente. También se había negado a la invitación de su padrino para vivir en
su casa, estaba demasiado acostumbrado a su independencia y recordaba muy
bien lo sobre protector que era el ojiazul.

Sirius al fin había salido de su casa, su seguridad consigo mismo vuelta


completamente. No le importaba el desdén de los aldeanos y de los que alguna
vez llamó amigos. Solo le interesaba la opinión de su hijo y ahijado. Sin
embargo, había desobedecido una orden directa del Hokage, pero el
Sandaime, siendo tan buena persona como era, solo había puesto como castigo
degradarlo de puesto. Ahora Hatake Sakumo era un Chuunin profesor en la
academia y enseñaba a la próxima generación de ninjas.

Uchiha Fugaku al fin fue puesto como cabeza del Clan prestigioso
poseedor del Sharingan. Su hijo ya demostraba signos de ser un genio y, todos
los días, el hombre pensaba en las palabras que el chico de ojos verdes le dijo
cuando conoció a Itachi.

Faltando Tsunade, y Jiraiya que iba y venía, las clases de Harry estaban
casi totalmente a cargo de Orochimaru, pero como Anko estaba con ellos las
cosas ya no eran tan estresantes. Estando allí también había conocido a un
niño llamado Tenzo, parecía un pequeño enfermizo, que era huérfano como él
y Orochimaru estaba investigando para saber cuál era su enfermedad.

Y lo más importante ocurrido en esos tiempos era que se había desatado


la guerra contra Iwagakure. Ahora estaban en pleno campo de batalla. Harry
particularmente estaba buscando el equipo de Kakashi. Le habían dado su
primera misión como Jounin y lideraba el grupo compuesto por Rin, Obito
(actualmente Chuunin), Arashi y él. Y el moreno sabía que era en esta misión
que las cosas no salían para nada bien. Ya había evitado el accidente donde
Kakashi perdía su ojo izquierdo hace dos días, pero esto era mucho más grave,
porque una vida y la salud mental de otro estaban en peligro. Así que fue en
busca de su padrino y ahora ambos buscaban a los adolescentes. Uno en forma
de perro, para poder rastrearlos mejor.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Arf! —ladró Snuffles y corrió con todas su fuerzas hasta la dirección


que le indicaba su olfato.

Cuando llegaron, se congelaron algunos segundos. Estaban fuera de una


cueva, un ninja de Iwa estaba terminado de convocar un Jutsu que provocó
una especie de terremoto que extrajo piedras enormes del piso y que
comenzaron a caer por sobre los tres chicos. Ellos intentaron huir, pero Harry
sabía que sería inútil.

—¡Kakashi! —gritó Obito, corriendo hasta su amigo. En ese preciso


momento, los dos espectadores notaron sus ojos negros cambiados al color
rojo sangre. El Uchiha ya había despertado su Sharingan.

Snuffles gruñó, corrió con velocidad increíble y llegó justo para


empujar con su gran hocico al Uchiha, pero no pudo evitar que su cuerpo
canino sea atrapado por la piedra.

—¡¡¡NO!!! —Gritó Kakashi— ¡Papá! ¡PAPÁ! —En ese mismo instante


solamente su ojo izquierdo comenzó a quemarse y cambiar a rojo sangre, dos
comas apareciendo en él.

El chico corrió hasta el montón de piedras y comenzó a gritar por su


padre. Rin lloraba desconsoladamente, agarrada de Obito que aún no podría
creer que acababa de ser salvado por el perro de su amigo. ¿Pero por qué lo
llamaba papá? Harry estaba congelado en su lugar, sin poder creer lo que
acababa de ver.

—¡Arf! ¡Arf! —se escuchó desde los escombros. Las respiraciones de


todos se detuvieron y eso sirvió para que Harry saliera de su shock.

—Hazte a un lado, Kakashi. —dijo el moreno, sacando su varita de su


chaleco de Jounin. Él había tomado la prueba hace dos años y la había pasado
con las calificaciones más altas.

El Jounin recién graduado secó sus lágrimas y asintió antes de salir de la


pila de escombros. Los ladridos crecían más fuertes y enfadados.

—¡Wingardium Leviosa!

Ante los ojos incrédulos de Rin y Obito, todas las piedras comenzaron a
levantarse por la luz que salió del palillo que sostenía el ojiverde. Su

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

incredulidad aumentó al ver al perro negro de su amigo acostado


tranquilamente en medio de todo con una burbuja plateada protegiéndolo.
Pestañearon cuando el cuerpo del perro cambió para convertirse en…
Sakumo-san.

—¿Qué te llevó tanto tiempo? —preguntó, mientras sacudía el polvo de


sus ropas.

—¡Ah! —Rin chilló antes de caer desmayada en brazos de su amigo.

—¡Papá, no me des esos sustos!

—Tú no me los des. ¡Casi te matas si no llego! —regañó el adulto.

—Un Protego. Vaya reflejos, Siri. —comentó Harry.

—Bien si… fui un Auror y El Colmillo Blanco de Konoha, ¿Qué


esperabas? —dijo con pose arrogante.

—Ejem… —carraspeó alguien.

Los tres giraron para mirar la figura desconcertada de Obito y la


desmayada de Rin. Los ojos del chico de pelo plateado se abrieron como
platos.

—Dobe… ¡detrás de ti! —susurró con urgencia. Todos giraron para ver
al ninja de Iwa que los miraba con los ojos como platos. Sirius gruñó y lanzó
un Expelliarmus, que empujó al enemigo contra un montón de rocas,
dejándolo inconsciente.

Obito pestañeó y miró al padre de su amigo atentamente, sin saber que


era lo que estaba haciendo con ese palillo. Sin embargo, él notó algo extraño
en el ojo izquierdo de Kakashi.

—¿Qué pasa con tu ojo izquierdo… teme? —dudo al decir la palabra,


ya que, después de todo, el peli plateado era su superior.

—¿Qué…? —masculló y llevó una mano hacia su ojo izquierdo. Podía


sentir un ardor en él. Se giró para mirar a su padre, al escuchar de lo que
hablaba el adolescente Uchiha los ojos de los mayores se abrieron como platos
mientras miraban a Kakashi. Allí, solo en su ojo izquierdo, se podía ver el

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sharingan despertado, algo de lo que Sirius estaba seguro nunca pasaría, pero
estaba equivocado.

—Eh… creo que tenemos que hablar. —dijo Harry, algo inseguro.

Antes que los refuerzos de los ninjas de Iwa pudieran llegar, Harry hizo
un Traslador con su kunai y los cinco desaparecieron.

Konohagakure
Habían dejado a Rin en una cama del Hospital, la pobre estaba en shock
y no necesitaba una explicación que agravara su estado, ya con más calma le
explicarían todo. Luego se reportaron al Hokage para informarle del éxito de
la misión y de las novedades que esta trajeron. Ahora estaban todos en el
departamento de Harry, los más jóvenes mirando con el ceño fruncido a los
adultos. Sirius suspiró.

—Bien Obito-kun, lo que estás por escuchar es un secreto que no debes


revelárselo ni a tu sombra, ¿está claro?

—Hai, Sakumo-san.

Luego de un nuevo suspiro, el animago comenzó a relatarle su historia.


A este paso todos van a enterarse del secreto que supuestamente juré guardar.
Lo siento, querido… pero es necesario.

.:.Horas después.:.
Obito tenía la boca abierta y miraba de Kakashi a Sirius una y otra vez.
Lo de la magia ya lo había asombrado, pero saber que su amigo era un Uchiha
y que Sakumo-san lo había gestado era demasiado para su salud mental.

—¿Pero entonces quién es su padre? —preguntó en un susurro.

—¿Tú de quien eres hijo? —devolvió Sirius.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Mi padre era Uchiha Kenshin.

El Colmillo Blanco de Konoha palideció.

—Oh, no, no, no… no me diga que…

—¡No! —Cortó enseguida.— No es tu padre. —aseguró. Kakashi y


Obito suspiraron revelados. Bien, se querían como si fueran hermanos, pero
una cosa es como si fuera y otra muy diferente es serlo en verdad.— El padre
de Kashi-chan... —risa burlona de Obito, mirada fulminante de Kakashi.— es
Uchiha Kaede, el hermano mayor de tu padre. Así que… Kakashi y tú
vendrían a ser primos hermanos.

La sonrisa de Obito se borró y un ceño se formó en la cara de Kakashi.


Hasta ahora él no había sabido el nombre verdadero de su padre.

—¡Entonces si somos parientes muy cercanos! —chilló el pelinegro


señalando acusadoramente a su amigo.

—Yo no estoy relacionado con un dobe como tú.

—¡No me llames dobe, teme!

—Muchachos, muchachos no peleen. —Tranquilizó Harry.— Lo que no


entiendo es por qué solo pudo activar un solo ojo.

—Yo pensé que nunca la haría. Pero que lo haya activado de un solo
lado quiere decir… —sonrió.— que su sangre mágica interfirió con la sangre
de Kaede.

—¿Qué? —Kakashi se veía muy sorprendido.— ¿Eso quiere decir que


voy a poder hacer magia como tú, padre?

—Puede ser. Acércate. —Su hijo se acercó y Sirius le dio su varita.—


Quiero que la tomes y te concentres. —Kakashi cerró los ojos y pudo sentir un
cosquilleo en la mano que sostenía la varita.— Ahora di: Lumus. Y veremos…

—Lumus.

Una débil luz salió de la punta de la varita del último de los Black. La
sonrisa del ojiazul no podía ser más orgullosa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Sí! —Exclamó levantando un puño cerrado.— La mezcla no afectó


tu magia. ¡No eres un squib! —Ante el horror del chico, Sirius besó su mejilla
y lo envolvió en un abrazo de oso.

—¡Papá! —exclamó indignado.

—Awww… que tiernos. —arrullaron Harry y Obito antes de romper en


risas.

**********

Mientras tanto, en el país de la Piedra un shinobi de la Hoja estaba


creando su fama como El Flash Amarillo de Konoha, haciendo que la balanza
de la guerra se inclinara para el lado de los Hoja-nin.

Su velocidad era inigualable e inalcanzable, su furia al ver a sus amigos


caídos era devastadora y nadie que se cruzara en su camino vivía para
contarlo. Era por esto y varios méritos más, que el Sandaime Hokage pensaba
en retirarse muy pronto y dejar a ese famoso ninja en su lugar. Sabiendo
perfectamente que el puesto quedaba en buenas manos. Porque, muy a su
pesar, las pruebas de los métodos poco ortodoxos que su querido alumno
Orochimaru estaba usando para hacerse más fuerte lo hacían dudar de su
lealtad a la Aldea de la Hoja.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 4: Yondaime Hokage.

La guerra estaba casi terminada, la Hoja había ganado


extraoficialmente, porque aún no se daban datos definitivos. Sin embargo, ver
las fuerzas diezmadas de la Piedra y la felicidad en los shinobis de Konoha
hablaba por sí mismo. Ahora solo quedaba hacer una cosa, firmar un tratado
de paz y promesas de Iwagakure para nunca volver a atacar.

Mientras tanto, el Hokage ya había recomendado a su sucesor y todos


los miembros del consejo estaban de acuerdo en eso.

A partir de hoy en una semana, Kazama Arashi iba a ser nombrado el


Yondaime Hokage.

.:.Una semana después.:.


—Se lo merece. —comentó Sirius mirando de reojo a su ahijado. Harry
estaba con el ceño fruncido, mientras se preparaba para la nueva asunción del
cuarto Hokage, vistiendo sus mejores trajes. Trajes de ANBU.

Durante el resto de la guerra, muchas vidas se perdieron y el Hokage se


vio en la necesidad de ascender puestos urgentemente a los shinobis más
calificados. Eso dio pie a que Harry y Kakashi fueran nombrados ANBU's,
Rin decidió volcarse completamente a la vida de médico-nin y Obito fue
recibido con los brazos abiertos en su Clan ahora que había despertado su
Sharingan. Su entrenamiento comenzó enseguida y pronto iba a tomar el
examen de Jounin. También había prometido a su amigo que todos los
secretos que los Uchiha le enseñaran lo iba a compartir con él, después de
todo, Kakashi también era un Uchiha con el Sharingan activado.

—Supongo… —respondió el otro con desgana.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sirius suspiró, terminando de colocarse su uniforme de Chuunin,


mirando nostálgico su traje de Cazador-nin. Después de la guerra, al haber
ayudado tanto, el Hokage lo había nombrado Cazador, ya que estos tipos de
ninjas andaban en las sombras y nadie sabía sus verdaderas identidades. Su
tapa seguía siendo ser profesor en la academia y esa era la que tenía que
mostrar en la ceremonia de asunción.

Por otro lado, lo que lo hacía enervarse era darse cuenta de los
sentimientos escondidos que tanto Arashi como Harry tenían el uno para el
otro. Ambos eran tan obstinados y orgullosos que no daban el brazo a torcer y
no se decidían a dar el primer paso. Arashi parecía nunca querer perdonar que
Harry hubiera tenido una relación con Uchiha Fugaku de toda la gente y Harry
simplemente seguía negando a capa y espada que sentía algo por el rubio.

Sin embargo, esta noche su nuevo amante (de quien no les dirá el
nombre ahora, lastimosamente), el ex equipo 7 y él mismo tenían preparado
un plan infalible. Porque Sirius había encontrado ciertas hierbas para hacer
una famosa poción de sus años de Merodeador en Hogwarts y, junto con Rin,
la habían preparado en secreto.

De hoy no pasa, se dijo, cacareando como loco mentalmente.

Monumento a los Hokages de Konoha.


Harry suspiró fastidiado tras su máscara de ANBU, que representaba
evidentemente un león, el Raion. El mago se había horrorizado cuando en un
principio le ofrecieron la máscara de la Hebi (serpiente), se había negado
rotundamente pidiendo en cambio la del león. Junto a él, Kakashi lucía
orgulloso su máscara del Inu, el perro.

—Esta ceremonia no termina nunca. —gruñó.

A su lado, el ANBU con máscara de Tori (pájaro) rió.

—Son tecnicidades, alguna vez nos tiene que tocar cosas aburridas, ¿no
crees, Raion-san? Velo de esta forma… el nuevo Hokage es muy joven y
cuando nombren al próximo nosotros ya no tendremos que pasar por lo
mismo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hn.

—Además, luego de la ceremonia hay una fiesta a la que todos estamos


invitados. —el ANBU con máscara de Nezumi (ratón) proveyó.— Tenemos
suerte de que hoy tenemos el día libre y podemos asistir a ella.

—Entonces me emborracharé y comeré para compensar este tedio. —


masculló Harry.

Unos aplausos rabiosos interrumpieron la charla, cuando el moreno


levantó la vista pudo ver el rostro sonriente de Kazama Arashi. Quien no lucía
el traje ceremonial del Hokage, sino su reconocido saco largo blanco con las
llamas rojas pintadas en la parte de abajo y las letras en el mismo color en la
espaldas, que esta vez decían: Yondaime Hokage. Lo que si llevaba era el
sombrero de Hokage, solo por esta vez.

.:.En la fiesta.:.
La celebración se llevaba a cabo en la plaza popular de Konoha y Harry
se sentaba en una esquina donde podía ver todo lo que ocurría en el lugar. Sin
embargo, no disfrutada de la fiesta, todo lo contrario… estaba de mal humor
(sí, así… en negrilla) y no, no era porque todas esas zorras se acercaban,
sonreían y tocaban al nuevo Hokage. Nop, era solo que él… se levantó muy
temprano y… no había dormido bien la noche anterior.

—Bien Kakashi, debes acercarte y darle de beber esto.

—¿Qué? ¿Por qué yo?

—El no sospechará de ti, mi Inu-chan. —dijo Sirius, con voz sabia.— Y


ya Rin-chan se está encargando de darle su vaso a Arashi. Todo depende de ti.

—Sigo pensando que es una locura. —el ANBU gruñó.

—Awww no seas así, Inu-chan. —arrulló Obito, ganándose una mirada


fulminante por parte de su amigo, que no pudo apreciar por la máscara del
perro.— ¿Acaso quieres seguir soportando la tensión entre esos dos cada vez
que están en un mismo cuarto? Ellos necesitan hacer frente a sus sentimientos,
por el bien común.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hai, necesitan cojer como conejos.

—¡Papá! —siseó, por suerte la máscara tapaba su rubor. ¡Su padre era
un pervertido!— Está bien. —Gruñó agarrando el vaso bruscamente.— Lo
haré, espero que todo salga bien.

Ajenos a todos, veinte minutos más tarde, Harry y Arashi bebían un


vaso de un líquido sospechosamente rosado sin siquiera notarlo.

**********

Harry gimió e intentó voltearse para que sol no le diera en la cara. Sin
embargo, algo se lo impedía. Enarcó una ceja y abrió lentamente los ojos.
Pestañeó varias veces y frunció el ceño cuando su vista se aclaró, para
empezar… ese lugar no le sonaba de nada, ni los muebles, ni la cama, ¡ni
siquiera la pintura de las paredes!

Ok, Harry no te alteres… todo esto debe tener una explicación.

Un suave murmullo desde su cuello lo hizo notar que no estaba solo.


Harry empezó a entrar en pánico. Bien, analizando la situación, ese algo que
lo impedía moverse era alguien con quien… por lo que veía: sus ropas
desparramadas en el piso, botellas de sake vacías, su cuerpo… Sip, estoy
desnudo… y el olor que aún se conservaba en el ambiente… era con alguien
con quien pasó una noche de pasión y bebidas como nunca antes. Ni con Fu-
chan.

Suspiró y se volteó para quedar de espaldas en la cama. Pero no pudo


ver la cara del hombre con quien se había acostado, porque sinceramente no se
acordaba. La persona que lo agarraba tan posesivamente por la cintura estaba
tapada…

Ok, ahora puedes alterarte, Harry.

…la persona estaba tapada con un saco largo blanco con llamas en las
puntas. Harry inspiró hondo y, casi como esperando estar equivocado, levantó
lentamente la tela… solo para revelar cabello rubio oro y mucha piel
bronceada.

—Mierda. —gimió.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El nuevo Hokage masculló unas palabras incoherentes y se removió en


su lugar, abrazando aún más el cuerpo musculoso de Harry. Que, con mucho
esfuerzo y entrenamiento, había vuelto a ser como era antes de que el mago
viniera a parar a los Países Ocultados.

Oh, no. No te despiertes.

Su ruego llegó demasiado tarde, porque Arashi pestañeó varias veces,


acostumbrándose a la luz, y luego sus increíbles ojos azules se abrieron para
tomar conciencia de sus alrededores.

Mmmhhh… que bien dormí.

El Yondaime se desperezó como gato, nunca dejando su almohada


humana, una sonrisa satisfecha enyesada en su cara.

—¿Vas a quitarte de una vez?

La voz irritada lo sobresaltó y levantó la cabeza con brusquedad para


encontrarse con un par de ojos verdes fulminantes.

—¿Harry…?

—Hai.

—¿Qué estás haciendo a…?

—Oh, por amor a Kami-sama, si terminas esa pregunta te golpearé. —el


moreno masculló, empujando bruscamente el cuerpo que lo aprisionaba contra
la cama.

La realidad golpeó al rubio de repente y una sonrisa zorruna se formó en


su cara, aumentando con ello la irritación del Gryffindor.

—Oh, bien, bien, bien, bien… —se dijo el ojiazul acostándose mejor en
la cama, cruzando sus brazos tras la cabeza.

—Bien y un cuerno. —gruñó.— ¿Dónde está el baño?

—La última puerta del pasillo. —indicó, su sonrisa no abandonaba su


cara.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Arigato. —masculló. Estiró una de las sábanas para envolvérsela por


el cuerpo, intentó levantarse, pero un dolor proveniente de su trasero se le
impidió.— Auch, mierda.

Arashi rió y su sonrisa se ensanchó aún más… si es que eso era posible.

—Creo que anoche me entusiasmé demasiado, ¿ne? —comentó


divertido.

Harry lo fulminó con la mirada.

—Hai, y eso solo puede significar que usted abusó de mí, Yondaime-
sama.

La boca de Arashi se abrió en indignación. Harry se levantó de la cama,


no haciendo caso de su dolor y caminó hasta el baño con la barbilla en alto.

Cuando la puerta se cerró, Arashi rió de buena gana, negando con la


cabeza. Al fin…, pensó satisfecho. Siendo sincero consigo mismo, él se había
quedado prendado de la figura pequeña y los increíbles ojos verdes desde la
primera vez que lo vio. Se sintió traicionado luego del incidente del armario
de las escobas y eso impidió que buscara tener algo más con Uzumaki Harry.
Sin embargo, con el paso del tiempo y viendo los progresos del chico su
admiración por él crecía aún más. La atracción del principio, junto con esa
admiración, se fue convirtiendo poco a poco en amor.

Sí, amaba a ese hombre orgulloso, escurridizo y altanero. Pero ahora


que lo había hecho suyo, las cosas iban a cambiar. Si era necesario iba a
colgar un cartel de su cuello que indicara que Harry le pertenecía.

De repente frunció el ceño, si lo pensaba bien, buscando en sus


memorias recientes… no recordaba muy bien lo que había pasado la noche
anterior.

—Nada que no pueda remediar. —se dijo con una sonrisa zorruna, antes
de levantarse de la cama. Su destinación… el baño.

Harry saltó cuando la cortina del baño se abrió con brusquedad.


Evidentemente, su resaca no dejaba que sus sentidos de ninja estuvieran al
máximo esa mañana.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Qué quieres? —le gruñó al hombre que prácticamente le había roto


el ano y había mordido y marcado todo su cuello, pecho y espalda. Eso lo
había notado al llegar y verse al espejo. Anoche nos pusimos salvajes, supongo
que descargamos toda la tensión.

—He estado buscando en mis memorias y casi no recuerdo nada de lo


que pasó anoche. —susurró sensual, entrando a la bañera. Harry se pegó a la
pared viendo como su espacio personal era invadido.

—¿Y eso qué…? —murmuró bajando la vista y viendo,


inevitablemente, que el rubio estaba como Kami lo trajo al mundo.
Ruborizado levantó la cabeza para congelar sus ojos en los otros azules… los
cuales estaban llenos de lujuria.

—Que si te hice el amor… si te hice mío, quiero tener un recordatorio


fresco. —ronroneó, rodeando su cintura con sus fuertes brazos.

—Pues entonces búsquese una pastilla para la memoria, Yondaime-


sama. —Harry gimió al sentir la boca del rubio enterrarse en su cuello y como
comenzaba a chupar.— Yo-Yo no puedo ayudarlo.

—Oh si, si puedes. —masculló, dejando suaves besos en la barbilla


tensa del moreno.

—No, no puedo. —siseó tratando de empujarlo inútilmente. Arashi aún


era mucho más fuerte que él. Claro, siempre que le quedaba la Aparición, pero
con lo embotada que aún estaba su mente, no quería aparecerse en quien sabe
donde… desnudo.

—Vamos, sé que lo deseas. —susurró. Para probar su punto empujó sus


caderas para frotarse contra el miembro semi erecto de Harry.

Uzumaki se mordió los labios para no gritar, pero no pudo evitar gemir,
causando una sonrisa satisfecha en el mayor. La oleada repentina de placer
hizo que rodeara el cuello de Arashi con los brazos para no caerse. El Flash
Amarillo tomó eso como invitación y movió la cabeza para atrapar los labios
del otro hombre con los suyos. Ambos gimieron y abrieron la boca para que
sus lenguas hicieran contacto, acercando sus cuerpos para poder frotarse con
frenesí.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Continuaron besándose por varios minutos y Arashi buscó la entrada de


su amante para meter un dedo. Harry se separó, echando la cabeza para atrás y
jadeó al sentir el contacto. El ojiazul atacó su cuello, queriendo dejar aún más
marcas de las que ya veía.

—Te-Tenemos que trabajar, Arashi…

—Soy el Hokage. —Arashi gruñó.— Puedo llegar tarde si quiero y tú


no te vas hasta que te haga mío cuantas veces quiera.

Harry no se pudo negar y buscó nuevamente los labios de su amante


para besarlo hasta quedarse sin aire. Satisfecho de momento con los besos,
Arashi fue descendiendo para probar otra parte de su pareja. Cuando llegó a
ella desperdigó varios besos a toda la longitud del pene, para luego
engullírselo como si se tratara de un helado, su dedo nunca abandonó la
entrada de Harry, entrando y saliendo con lentitud.

El ANBU gritó y cerró los ojos, una de sus manos se sostuvo por el
grifo del agua y la otra se enterró en el cabello rubio despeinado. Arashi siguió
sacándoselo y metiéndoselo de la boca, succionando y mordiendo de vez en
cuando. Cuando al primer dedo se le unió un segundo, Harry no pudo
resistirlo más y se vino en la boca de su amante. El mayor tragó todo el semen
y sacó su lengua para limpiar la comisura de los labios que tenían rastro del
orgasmo del moreno.

Subió lentamente y se quedó mirando la cara relajada de su amante.


Harry abrió los ojos y vio que los azules lo miraban con un sentimiento que
hizo que su corazón saltara.

—Bésame. —susurró quedamente, rodeando el cuello del hombre


ligeramente más alto con un brazo.

Arashi asintió y se acercó para cumplir con el pedido. Se besaron


lentamente, mordisqueando de vez en vez, conociendo la boca del otro,
compartiendo el sabor salado de la semilla del menor. Pronto, la pasión volvió
a envolverlos y el rubio subió una de las piernas de Harry hasta anclarla en su
cadera, guió su erección hasta la entrada y penetró de una sola vez.

—¡Oh, maldición! —Jadeó el moreno.— ¡No voy a poder sentarme en


una semana!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Pero valdrá la pena. —susurró el Yondaime, burlón. Volvió a sacar


todo su miembro y se introdujo de una sola vez, nuevamente.

Harry gritó y se aferró con fuerzas al cuello de su amante, enterrando


algunas uñas en la espalda bronceada, la pierna levantada se aferró mejor a la
cadera del otro. Por un momento, solo se escucharon los ruidos de pieles
chocarse, los jadeos, gritos, gemidos y el agua de la lluvia que aún caía.

Esos sonidos siguieron hasta que Arashi buscó la erección de Harry y


comenzó a masturbarlo para ayudarlo a llegar al clímax. Algo que no tardó
mucho y el moreno se vino, la boca del rubio amortiguando su grito de placer.
El mayor penetró unas cuantas veces más, antes de separar su boca de la del
otro y llevar la cabeza atrás, y venirse con un grito casi salvaje.

Así, sudorosos y jadeantes, se abrazaron hasta que los efectos post-


orgasmo abandonó sus cuerpos.

—Vamos a la habitación. —dijo Arashi de repente, tomando la mano


del moreno para arrastrarlo fuera de la bañera y el baño.

—H-Hai… —murmuró Harry, inestable.— Creo que vas a tener que


prestarme alguna ropa limpia para poder ir a casa y cambiarme allí.

—Eso no será necesario todavía.

—¿Na-Nani…?

El rubio se detuvo y volteó para mirar al ANBU con una sonrisa


zorruna.

—Todavía te deseo.

La boca del Gryffindor se abrió en shock y sus ojos se abrieron como


platos al notar que su amante tenía una nueva erección.

—Eres un maldito ninfómano.

—Solo contigo Uzumaki Harry, solo contigo. —rió el otro.

**********

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Tardaron otras tres horas en llegar a la Torre del Hokage, Arashi llegó
antes que Harry, porque el moreno debió ir a su departamento para buscar
ropas limpias. Las que tenía la noche pasada estaban sospechosamente rotas
en algunas partes y manchadas con un líquido blanco pegajoso. No quiero
recordar que hicimos antes de llegar a la cama…

Ahora se encontraban escuchando el discurso de inicio de nuevo


Hokage, había algunos cambios pequeños, como la promoción de Hatake
Kakashi a capitán de ANBU, porque el rubio consideraba que él estaba
preparado para el cargo, evidentemente no le importaba que Sakumo lo
fulminara con la mirada por poner semejante carga sobre los hombros de su
―bebé‖.

Y hablando de su padrino, cuando había llegado se había comportado


muy extraño. Tenía una mirada curiosa y un brillo de travesura en sus ojos que
le dio mala espina, incluso, cuando su compañero ANBU, Umino Aoi (el de la
máscara de Tori) le había preguntado porque caminaba extraño, Obito se había
atorado con el agua que estaba tomando, su padrino trató de ocultar una
carcajada, Rin se ruborizó profundamente y Kakashi se había retorcido en su
lugar.

Ellos no podría saber, ¿cierto…? Pero entonces… ¿Por qué actuaron tan
extraño? A no ser que anoche lo hayan visto salir de la fiesta junto con Arashi.
Eso explicaría su actitud, tal vez se imaginaban que estuvieron cojiendo como
conejos.

—… y eso es todo por ahora, regresen todos a sus quehaceres. —dijo el


Yondaime. Hubo un murmullo de aceptación mientras todos se movían, hasta
que el Hokage pareció recordar algo:— Oh, solo una cosa más, casi lo había
olvidado. —sonrió zorrunamente y se levantó de su asiento.— Quiero que
todos sepan que Uzumaki Harry es mi pareja y a quienquiera que vea que
intenta mirarlo de forma descarada o intenta coquetear con él, será penado con
30 días de cárcel bajo cuidado de los integrantes de Interrogaciones. Tampoco
quiero que tengan pensamientos sucios acerca de él. —sus ojos azules se
entrecerraron peligrosamente y su sonrisa se borró.— Créanme, sabré si ello
ocurre… ¿estoy claro? —siseó oscuro.

El silencio y asentimientos atontados fue lo que recibió como respuesta.

—Bien, pueden retirarse ahora. —su sonrisa volvió a su cara y se sentó


satisfecho en su cómodo sillón de Hokage.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El silencio torpe y sorprendido siguió por otros momentos, hasta que


Hatake Sakumo dejó salir una risita y se apresuró a salir de la oficina para
poder carcajearse fuera de ella. Poco a poco todos fueron saliendo hasta que
solo Harry quedó en su lugar. Su sorpresa era tanta que ni una bomba podría
sacarlo de su shock. ¿Acababa de escuchar bien? ¿El rubio idiota acababa de
proclamarlo de su pertenencia en frente de todos los shinobis de Konoha?

—¿Qué pasa…? —Murmuró Arashi, como si nada hubiese pasado.—


Pensé que querías volver enseguida para ponerte a trabajar.

—Yo… —Harry pestañeó bajo su máscara.— …te odio. —masculló


antes de girar y encaminarse hasta la puerta. No pudo atravesarla, porque
Arashi lo interceptó en el camino, atrapándolo por la cintura.

—Awww… vamos. ¿Vas a enojarte porque puse las cosas en claro?


Solo estoy protegiendo lo que es mío. —gruñó besando su cuello.

—¡Pero no así, idiota! —se quitó la máscara de Raion y giró para


mirarlo furioso, sus ojos verdes brillantes.— ¡No puedo creer que me hayas
humillado en frente de todos!

—¿Humillarte…? —Preguntó con fingida inocencia.— Yo no recuerdo


tal cosa. Solo dije que eres mío y que nadie debe poner sus sucias manos en lo
que me pertenece.

La boca de Harry se abrió al escuchar la posesividad en las palabras del


rubio. Su corazón se calentó por esas palabras. ¡El muy traidor! ¡Debería
sentirse enfadado y no feliz por esas palabras!

—¡Eres… eres… eres… tan… tú! ¡ARG! —rugió contrariado.

Arashi rió y atrajo el cuerpo más pequeño para compartir un beso


húmedo. Harry gimió y enterró una mano en el cabello rubio para estrujarlo y
expresar con eso un poco de su frustración. El Yondaime solo sonrió en el
beso y apretó las nalgas redondeadas de su pareja antes de dejarlo ir.

—Bien, ahora a trabajar. —ordenó, palmeando su trasero.

—Todavía te odio. —dijo Harry infantilmente, antes de salir.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Dos días después.:.


Harry llegaba de una misión para rescatar material muy importante que
iba a ser contrabandeado en la Aldea de la Arena. Estaba cansado, porque
fueron 24 horas de mantenerse despierto y luego hubo una lucha que lo drenó
del todo. Teniendo en cuenta todo el ejercicio que había hecho el día de la
famosa fiesta, no había recargado todas sus energías, su trasero aún le dolía y
no podía ir al Hospital a decir que sufría de dolores post coito, tampoco tenía
el suficiente valor para decirle a Rin que lo curara. Tal vez pueda pedirle algo
a mi padrino, el viejo zorro seguro tiene algo…

Caminaba hasta la Torre cuando un Chuunin casi se lo lleva por delante.

—Hey, desaceleración, ¿Dónde está el fuego?

—Raion-san. —dijo agitadamente el Chuunin que reconoció como


Ebisu.— El Hokage ha ordenado el arresto de Orochimaru-sama, pero cuando
fuimos a buscarlo se escapó, todavía está en la Aldea y lo estamos buscando.

El corazón de Harry se detuvo.

—¿Sabes con que cargos?

—No estoy muy seguro, pero es sobre una investigación que el Hokage-
sama venía haciendo antes de recibir el cargo. Por eso sus primeras órdenes
fue arrestar e interrogar a Orochimaru-sama para saber exactamente qué
estaba haciendo.

—Bien... —Harry asintió— Gracias por decirme, puedes seguir.

Cuando Ebisu desapareció, Harry comenzó a caminar rápidamente hasta


el lugar donde tenía sus clases con Orochimaru. Shinigami-sama jamás le
había dicho la causa por la que el Sanin de la Serpiente había abandonado
Konoha, tal vez no lo creyó necesario, pero Harry no quiso darlo por causa
perdida y por eso había tratado de aceptar y entrar en el corazón del hombre…
para evitar todo el mal que pueda llegar a hacer en el futuro. Sin embargo, sus
acciones no parecieron tener resultado.

Corrió hasta el lugar, que estaba algo apartado del centro de la Aldea, y
al pasar la puerta principal oyó un grito. Podía reconocerlo perfectamente

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

como la voz de Anko-chan. Apresuró aún más sus piernas hasta llegar al
laboratorio.

Cuando abrió la puerta, lo primero que vio fue a Anko tirada en el piso,
agarrándose el cuello y con un gesto de dolor en el rostro. El sello de la
maldición…

—Harry-kun, no pudiste llegar en mejor momento. —dijo Orochimaru


con voz sedosa.

El moreno levantó sus ojos verdes furiosos, traición brillando en ellos.


El Sanin hizo un par de sellos con las manos y su cabeza salió despedida de su
cuerpo.

—¡Protego!

La cabeza rebotó contra la barrera protectora, ella volvió a su dueño y


un gesto de sorpresa se pudo ver en el rostro pálido, para luego dar paso a una
sonrisa siniestra.

—Kukuku… parece que tienes más secretos de los que me has revelado,
Harry-kun. —ronroneó. Harry apretó sus labios, como odiaba que dijera su
nombre con esa particularidad, casi como si le causara placer.

—Estos secretos me han salvado de lo que sea que quisiste hacerme. —


gruñó.

—Es solo un regalo. Anko-chan ya lo ha aceptado. ¿No quisieras hacer


lo mismo?

—No, no deseo nada de lo que quieras darme. Te creía diferente


Orochimaru, pensé que en verdad nos apreciabas… pero estás más interesado
en tus propios planes que en tus alumnos. ¿Por qué estás traicionado a
Konoha?

Un poco de dolor se pudo apreciar en su voz. Y es que Harry, una vez


que hizo de lado sus prejuicios al recordar las memorias dadas por Shinigami,
había llegado a respetar al Sanin. Pero todo fue en vano, simplemente había
cosas que no podía cambiar a pesar de conocer el futuro.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No te pongas sentimental, Harry-kun. —siseó con su sonrisa


asquerosa ensanchada.— Konoha nunca me ha dado lo que deseo, mi propio
sensei le dio el puesto con que soñé toda mi vida a un maldito mocoso de poco
cerebro, alguien que ahora te tiene como su puta. —Dijo con desprecio.—
Esta Aldea maldita no reconoce mis logros, sino que los castiga. Por eso
deberé irme para buscar lo que deseo por mis propios medios.

—Eso si te dejo irte. —siseó.— Te respetaba, Orochimaru, pero me


equivoqué al juzgarte y no me extraña que Sarutobi-sama haya decidido darle
a Arashi el puesto de Hokage. —inspiró.— Orochimaru-san, estás arrestado
por traición, entrégate por las buenas o tendremos que luchar.

—Se que no me pararás, no tienes el suficiente poder. Y Anko-chan


necesita atención médica, Harry-kun. —se acercó un poco al moreno. El mago
se atiesó, pero no retrocedió.— Y sé que a pesar del odio que veo en tus ojos
has aprendido a apreciarme, todo esto de tus palabras de ANBU bien enseñado
no es más que una actuación. No eres pelea para un Sanin como yo.

—Como te dije antes, tengo muchos secretos que no te he revelado.

La sonrisa del mayor vaciló, curiosidad viciosa brillando en sus ojos


amarrillos. Por un lado podría descubrir que era eso que guardaba Harry, pero
por otro se le terminaba el tiempo para poder salir sin ser atrapado.

—Tendremos que jugar en otro momento, Harry-kun. —Dijo con una


sonrisa decidida.— Ahora debo irme, cuida mucho de Anko-chan… no creo
que ella se tome muy bien mi partida. Por cierto, Tenzo-kun está en el
laboratorio, un experimento perfecto, lástima que tenga que dejarlo atrás. —
rió escalofriantemente antes de formar unos sellos con las manos y
desaparecer.

Harry miró con rabia el lugar donde había desaparecido su sensei y juró.
El sonido de los quejidos de dolor de Anko lo trajo a la realidad y la levantó
del piso. Caminó con ella a los laboratorios de Orochimaru. Hizo una mueca
al ver al chico de no más de diez años lleno de tubos y acostado en una
camilla. Dejó a la muchacha en la cama adicional y comenzó a desconectar
todo lo que tenía en el cuerpo el chico pálido.

Una serie de explosiones se escucharon en la entrada y Harry tuvo que


convocar un Protego para que los fragmentos de la puerta no dañaran su

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

cuerpo y el de los más pequeños. Minutos después, la figura imponente de


Arashi se dio paso a través del humo, una mirada de sorpresa en su rostro.

—¿Qué haces aquí…?

—Vine a buscarlo. —susurró, levantando la figura inconsciente del


niño.

—¿Y dónde está…? —Entrecerró los ojos.— ¿Lo dejaste escapar?

Harry se atiesó y se enderezó al escuchar el tono de acusación de su


nuevo amante.

—Anko y Tenzo necesitaban atención… —murmuró con la quijada


apretada.— Y yo no soy un contrincante para un Sanin. —Era mentira, como
sus cualidades mágicas pudo haber doblegado a Orochimaru, pero no podía
decirle eso a su pareja.

Arashi suspiró, masajeando su cabeza.

—¿Al menos te dijo adónde iba…?

—No, solo se fue, casi no hablamos.

—Está bien… te creo. —Sin embargo, Harry pudo notar la ligera duda
en su voz. Como odiaba que lo conociera tanto y que casi pudiera leerlo como
un libro abierto. Lo sintió acercarse y caminar hasta la cama donde Anko ardía
en fiebre.— ¿Qué le ha hecho a estos niños ese loco?

—No lo sé, pero me encargaré de cuidarlos ahora. Al menos a Tenzo,


porque sé que Anko no lo permitirá.

Tras un suspiro salió de la habitación, con el niño en brazos y Arashi


siguiendo sus pasos.

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Capítulo 5: El equipo 7.

Corrían a velocidades que solo un ANBU preparado y el Jounin


calificado junto él podían alcanzar gracias a sus capacidades de ninja, lo que
también hacía que todo el recorrido se hiciera en el más absoluto silencio.
Llegaron hasta la pared del lugar y se detuvieron para buscar que sus
respiraciones se calmaran.

Su misión era infiltración para encontrar información sobre un grupo de


Piedra-nin que los espías decían que querían preparar un pequeño ataque para
tomar venganza de lo sucedido durante la guerra. Era por eso que Harry y
Morino Ibiki fueron los elegidos para este trabajo, ellos eran expertos en
búsqueda de información.

El moreno de ojos verdes asintió a su compañero y entraron al lugar con


un salto impresionante. Les llevó bastante hasta encontrar la sala de reuniones
por debajo de la casa destartalada. Era todo para despistar a los curiosos, la
casa era vieja y casi destruida, pero la verdadera base estaba bajo el suelo, en
una serie de cuevas de piedra.

Cuando al fin encontraron lo que buscaban, notaron que no eran más


que un grupo de diez hombres dolidos que perdieron a su familia y que
buscaban una venganza sangrienta. Harry podía entenderlos, pero no podía
dejarlos seguir con sus planes a coste del sufrimiento de los aldeanos de
Konohagakure.

Un sonido de pasos los alertó y ambos se miraron antes de esconderse.


Sin embargo, no contaron con las trampas que había en el lugar, las cuales
estaban minuciosamente escondidas gracias a la poca luz y a la tierra fangosa
del suelo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Konohagakure.
Arashi se removió inquieto en su lugar y volvió a mirar por la ventana,
viendo como llegaba la noche. Era el tercer día en que Harry no se presentaba
para dar su informe. Él e Ibiki seguían en la Aldea de la Piedra y algo en su
pecho de decía que tenían problemas. Pero aún no estaba seguro y no podía
mandar a sus ANBU's solo porque su amante no llegaba cuando era debido.
Los dos eran ninjas entrenados y capacitados, pero eso no evitaba que se
angustiara al tener sentimientos personales por uno de ellos.

.:.En otro lugar.:.


—¿Qué te sucede, koibito?

Sirius miró a su pareja y le dio una sonrisa forzada. La preocupación no


lo dejaba desde hace tres días.

—Es Harry-kun… no regresa de su misión y estoy preocupado.

—Él es un ninja, Sakumo. —Murmuró, acercándose para abrazarlo.—


Podrá salir de lo que sea en que se haya metido y si no… nosotros estamos
preparados para mo…

—¡No! ¡No lo digas! —Exclamó— Harry no puede… no… —negó con


la cabeza, tratando de convencerse. —él estará bien, estoy seguro. Él aún no
está listo para dejar este mundo.

—Aprecias mucho a ese muchacho. —musitó con el ceño fruncido.

Sirius sonrió de lado y besó a su pareja, acariciándole una mejilla.

—Es un cariño diferente, Hi-chan. No te pongas celoso.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Iwagakure.
Harry hizo una mueca al escuchar los gritos de dolor de Ibiki, lo estaban
torturando para sacarle información. No sabía si pensar en que tuvo suerte o
mala… ya que fue al otro ninja a quien eligieron primero para sacar
información. Sin embargo, a Harry no le dio buena espina como lo miraron,
vio lujuria pura en los ojos del enemigo y estaba seguro que era por eso que lo
reservaban, para abusar de él. Pero él se dijo que moriría antes de que le
pusieran una mano encima.

Suspiró y volvió a mirar sus cadenas, hoy iba a intentarlo, estuvo


acanalando toda su magia en sus manos. Al no tener su varita, hacer magia sin
ella era muy agotador y difícil, pero después de tres días estaba preparado para
usarla y, esperanzadoramente, su cuerpo no se iba a agotar tanto.

—Alohomora. —susurró.

Sonrió aliviado cuando escuchó el suave ¡clic! y se puso de pie


enseguida. Como lo pensaba, su cuerpo no se sentía para nada agotado. Bien,
es hora de darles su merecido a esos idiotas. Espero que Ibiki haya resistido.

**********

—¿Hokage-sama?

—¿Qué…? —gruñó Arashi por el intercomunicador a su secretaria. La


mujer saltó del otro lado, pero el rubio no podía verlo y tampoco le importaba.
Estaba a segundos de dejar todo e ir en busca de su Harry.

—Eh… usted me pidió que le avisara cuando regresara el equipo de


Raion-san y Morino-san…

—¿Están aquí? ¡Hazlos pasar! —exigió.

—Eh, no Hokage-sama. Ellos están en el Hospital de Konoha, un


Chuunin acaba de avisarme que llegaron heridos a la puerta y ahora…

Ella no pudo continuar, porque la oficina del Kage se abrió


estruendosamente y Arashi caminó a pasos apresurados hasta la salida, su saco
blanco haciendo fru-fru con cada paso que daba.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Hospital de Konoha.
Arashi tomó una respiración profunda antes de abrir la puerta. El
espectáculo no era tan grave de cómo lo había pintado su mente enloquecida y
preocupada. Su pareja solo tenía las muñecas vendadas y uno que otro rasguño
en la cara y cuerpo. Se acercó hasta la cama y tomó una de las manos
vendadas en las suyas. Enseguida Harry se removió y abrió sus cansados ojos
verdes.

—Ohayo…

—¿Qué pasó? ¿Qué te hicieron? —fue lo único que siseó Arashi,


apenas conteniendo su furia. Sus ojos azules brillando con promesas
dolorosas.

—Nada grave… —tranquilizó Harry, sonriendo a pesar de todo.— Y


ellos ya pagaron por mis propias manos. No volverán a fastidiar. Así que
calma al monstruo de los celos posesivos que tienes dentro.

El rubio gruñó y se agachó para besarlo.

—Me alegro que estés de vuelta en casa, tenías a muchas personas


preocupadas.

—Oh… —se removió un poco e hizo un gesto de dolor. El ceño del


Hokage se frunció, pero se recordó que los causantes del dolor de su amor ya
estaban muertos para tranquilizarse.— ¿Cómo está Tenzo-kun?

—Estaba preocupado, hice de todo para calmarlo. Al parecer teme


volver a quedarse solo… por eso lo llevé a mi casa mientras tanto. Ahora debe
estar en la academia.

Harry asintió, tranquilizándose. Luego del escape de Orochimaru, se


descubrió que el Sanin experimentaba con personas vivas sobre muchas cosas,
mutando en la mayoría de los casos los genes de sus ―pacientes‖. Tenzo era
uno de los muchos experimentos, de hecho el niño fue uno desde que estuvo
en el vientre de su madre y fue genéticamente modificado para tener las
mismas características del primer Hokage. Fue un horror comprobar que él fue
el único en sobrevivir de las más de mil personas en las que el Sanin
despiadado experimentó.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Al no tener a nadie, el ojiverde consiguió permiso del Hokage (que no


le costó mucho, porque el Yondaime es su novio) para poder tener su tutela y
pudo darle su apellido, casa y cariño que se le fue negado mientras estuvo
como objeto de prueba de Orochimaru. Ahora era conocido como Uzumaki
Tenzo y fue inscrito en la Academia para poder vivir una vida normal con los
otros niños de su edad. Por su parte, tal como Harry lo había previsto,
Mitarashi Anko se negó rotundamente a recibir ayuda. Con pesar, Harry veía
como ella se hacía cada vez más amarga y cruel, intentando con su actitud
alejar a todo aquel que quisiera amistad con ella, porque ya había perdido su
confianza hacia las personas. Aún así, el ANBU conseguía charlar con ella y
guiarla en su vida solitaria, visitándola una vez por semana en su pequeño
departamento.

Días después Harry salió del Hospital como nuevo, por el contrario de
su compañero, le dolió enterarse que, debido a sus lesiones, Ibiki
permanecería tal vez un mes entero en recuperación. Enseguida se puso de
nuevo a trabajar, no haciendo caso a las miradas nada felices de su pareja. En
serio, cuando Arashi quería, podía ser peor que la Señora Weasley… y eso era
mucho decir.

—Hola Kakashi, ¿tu padre está? —El adolescente gruñó y asintió,


dejándolo pasar, su ojo descubierto solo mostraba descontento. Debido a lo
rápido que avanzó su Sharingan se vio obligado a taparse el ojo izquierdo,
usando su cinta con el signo de la Hoja, para evitar que cualquiera de los
Uchiha lo notara, si es que lo usaba sin darse cuenta. Si al resto de los
aldeanos le pareció extraño que lo hiciera no dijeron nada. Después de todo,
cada shinobi tenía sus excentricidades.— ¿Por qué el mal humor?

—Ve y pregúntale a mi Otou-san. —el chico masculló tras su máscara


antes de ir rumbo a su habitación.

Harry enarcó una ceja y caminó hasta la cocina, donde Sirius se sentaba
degustando lo que parecía ser un pastel de chocolate.

—Hola, Padfoot.

—Oh, hey ahijado. ¿Todo bien?

—Eso me pregunto yo. Kakashi no parecía el más feliz de los hijos


cuando abrió la puerta. —comentó, sentándose frente a su padrino.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sirius suspiró, no dejando de lado su pastel.

—Estoy embarazado.

El mago más joven pestañeó, procesando lentamente la información.

—Oh…

—Hai, y mi bebé no parece tomarse muy bien el que ya no va a ser mi


único cachorro. Eso sin contar que no estoy casado con mi pareja y se van a
desatar muchísimos problemas cuando su familia se entere.

—¿Cuándo su familia se entere…? —Preguntó con incredulidad.—


Sirius, eres un hombre embarazado. No estamos en el Mundo Mágico, ¿sabes?
Lo de menos es el padre de tu hijo.

—Sí, sé. —gruñó.— Pero ya hemos pensado en eso… vamos a decir


que he creado un Jutsu especial para poder concebir. —se encogió de
hombros.— Soy el gran Colmillo Blanco y seguro que me creerán y a los
otros simplemente no les importará… además voy a tener la prueba dentro de
mí. Esa sería la única explicación lógica, o me creen o me creen.

—Entonces, tu preocupación es que su familia no va a estar muy feliz.

—Sip, eso mismo. Por eso queremos esperar a que se lo diga a ellos y
después nos vamos a casar. —Sonrió animado.— Digan lo que digan esos
estirados nos vamos a casar, lo único que puede llegar a cambiar es que si
ellos lo desheredan tendremos que vivir todos aquí. Si lo aceptan nos iremos a
vivir allá.

—¿Y Kakashi…?

—Él se quedará con la casa o alquilará un departamento. —Hizo una


mueca, mirando hacia la puerta de la cocina.— Se que más tarde o temprano
me entenderá. Amo a mi pareja y, cuando conozca a su hermano, se le va a
pasar todo su enfurruñamiento.

—Bien… —suspiró y se levantó para dar un corto abrazo al mayor.—


Supongo que debo felicitarte por el futuro miembro de la familia.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Gracias, peque. ¿Y tú para cuando? —preguntó con una mueca


astuta.

Harry se ruborizó furiosamente y le mandó una mirada enfadada a su


padrino.

—Con Arashi estamos bien así, gracias. Y para experiencia paternal ya


tengo a Tenzo.

—Awww… pero no es lo mismo que tener un niño dentro tuyo por


nueve meses y después tener una pequeña cosa arrugada en tus brazos que no
te deja dormir.

—No por ahora, Sakumo y fin del tema.

—Hai, hai.

.:.Algunos meses después.:.


Hubo un silencio tenso, hasta que Harry susurró un peligroso:

—¿… qué?

—Eso… —dijo el Hokage con una sonrisa satisfecha, inafectado por las
señales de peligro que salía del cuerpo de su amor.— Te estoy removiendo de
tu cargo, porque creo que estás capacitado para poder tener tu propio equipo
de Genin. Desde hoy serás un Jounin-sensei y en una semana, después de los
exámenes, se te será asignado tu grupo.

—De acuerdo, Yondaime-sama. —siseó con los labios apretados.

Arashi hizo una mueca ante el desdén de la frase. Pero eso era lo mejor
para el bien de su salud mental.

—Es lo mejor, Harry. Debes permanecer algún tiempo en la Aldea. Ya


llevamos un año de novios y mis enemigos ya se habrán enterado. La forma
más fácil de lastimarme es mediante ti.

El moreno lo fulminó con la mirada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Sé cuidarme solo, muchas gracias.

—Yo sé… pero aún así me preocupo por ti. ¿No puedes ver eso…? Esto
es lo mejor.

Uzumaki no contestó, solo salió como tromba de la oficina, casi


llevándose por delante a Sarutobi.

—¿Ya se lo has dicho…? —preguntó con una sonrisa. Le divertía ver al


muchacho considerado el mejor shinobi de Konoha actuar como novio celoso
y sobre protector.

Residencia Hatake.
—Oh, vamos… solo se preocupa por ti. Además eres bueno con los
niños y ya has dado clases a una gran cantidad de mocosos con eso del ED.

—¡Pero esto es diferente! ¡Él está usando su poder sobre mí para


tenerme vigilado! ¡No soy una muñeca de porcelana!

—Nope, pero él te ama y estuvo muerto de angustia cuando fuiste


capturado aquella vez. —comentó Sirius, acariciando su barriga de 7 meses y
medio.— Podrías concederle este capricho hasta que tus nuevos alumnos se
conviertan en Chuunin y luego volver a ser ANBU.

—Hn. —gruñó, cruzándose de brazos.— ¿Y tú prometido…?

—Fue a ver a su hermano… él no quiere perder el contacto a pesar de


todo.

El tiempo había pasado y la pareja anunció el embarazo a la Aldea. La


sorpresa, el shock e indignación no se hizo esperar, algunos hasta lo llamaron
una abominación, pero el Hokage y la mayoría de sus amigos (que eran los
que importaban) los felicitaron y estaban alegres y emocionados porque un
Jutsu tan increíble se haya inventado en su Aldea. En cuanto a la familia del
padre, cuando se enteraron del próximo nacimiento… decir que se lo tomaron
mal fue una subestimación.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Lo obligaron a cortar relaciones y deshacerse del bebé, pero obviamente


no pensaba hacerlo. Así que fue expulsado de su casa y ahora vivía con su
futura familia. La pareja de Sirius tenía un hermano gemelo, quien le dijo que
esperara a que se calmaran un poco las cosas para poder hablar con los
ancianos del Clan y poder sacar a la luz nuevamente su caso. Un niño hijo
suyo y de alguien como Hatake Sakumo no se podía dejar de lado, aunque el
animago ya le había advertido que su hijo no iba a compartir la misma
maldición que él.

Tomaron la decisión de casarse luego de que el bebé naciera. Porque


Sirius quería estar impecable para ese acontecimiento tan importante.

—¿Necesitas otra almohada, Otou—san?

Sirius cerró los ojos y contó hasta diez, mandándole una mirada
fulminante a su ahijado al escuchar su risita.

—Estoy muy bien, Kashi-chan. ¿No tienes nada mejor que hacer que
estar fastidiando a tu Otou-san? —preguntó tranquilamente.

—Solo estoy preocupado por ti y mi otouto. —reprochó el adolescente,


con el ceño fruncido. O al menos eso se podía decir que hacía bajo su banda
de ninja.

—Sé, musuko (hijo). —suspiró.— Te lo agradezco, pero estoy muy


bien. Puedes ir a hacer lo que desees mientras tanto. Si te necesito te llamaré.

Kakashi lo miró inquisitivamente por su solo ojo visible antes de asentir


y desaparecer en una nube de viento y hojas.

—Tenías razón, ha aceptado lo de su hermanito antes de lo previsto.

—Es que él vio como me lastimó toda la situación con la familia de Hi-
chan y tener el rechazo de mi propio hijo me volvería loco. Estoy agradecido
de que lo haya entendido… aunque ahora su preocupación por nosotros es
enervante.

Harry sonrió antes de dar un sorbo a su té. Al parecer la actitud de


mamá-gallina de su sensei se les pegaba a los alumnos cuando se trataba de
sus seres amados. Porque Kakashi estaba actuando de la misma manera que

70
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Arashi cuando algo con respecto a sus personas preciosas le preocupaba. Tal
vez no castigaría tanto a su amor por darle un equipo de Genin.

.:.Una semana después.:.


Harry no había sido tan malvado y había perdonado a los dos días a su
amante. Logrando una reconciliación desenfrenada, que lo obligó a usar magia
(haciendo las paredes a prueba de sonidos) sin que nadie lo notara, para que el
adolescente que vivía con él no fuera testigo auditivo de su sexo salvaje. No
quería pervertir al pobre chico como su padrino hacía con su hijo.

Ahora caminaba hasta la oficina del Hokage para que le anuncien cual
sería su equipo de Genin, de uno ya estaba seguro, pero de los otros dos no.
Entró a la oficina, saludando a los otros Jounin que también recibirían las
noticias junto con él. Le extrañó ver que su amante estaba con el rostro
sombrío.

Uno a uno los Jounin recibieron la lista con los tres nombres de los
recién graduados y se retiraron. Él fue el último que quedaba, se acercó a la
mesa y el rostro de Arashi se ensombreció aún más. Enarcó una ceja en
dirección de Umino Asuka, esposa de ahora su ex compañero de equipo de
ANBU, Umino Aoi y madre de Umino Iruka. Ella era una mujer muy bonita y
su pequeño se parecía mucho a ella. Y Harry tenía un cariño especial para
Iruka, ya que sabía, por medio de los recuerdos que le diera Shinigami—sama,
que el chico fue o sería un padre, hermano y familia para el pequeño Naruto,
en el futuro que, esperanzadoramente, él iba a evitar. Era por eso que
enseguida le tomó cariño al chico cuando lo conoció cuatro años atrás,
inclusive le había presentado a Tenzo para que fueran amigos y se llevaban
muy bien.

La mujer solo sonrió misteriosamente, tapándose la boca para no soltar


una carcajada y le hizo señas a la hoja que quedaba.

—Hokage-sama, Uzumaki Harry se presenta para recibir la lista de su


equipo de Genin.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Arashi gruñó y le pasó de mala manera la última lista de Genin.


Intrigado, Harry la tomó enarcando una ceja. ¿Quién puede estar en mi grupo
que lo ponga de ese humor…?

Primer Integrante: Inuzuka Nadeshiko.

*Kunoichi perteneciente al Clan Inuzuka, que es conocido por tener


compañeros caninos para la lucha.

*Edad: 12 años.

*Pasó todo los exámenes al segundo intento con notas medias-baja.

*Compañero: Neko.

*Destacada en Taijutsu y control de chakra, medio en Genjutsu y


Ninjutsu.

Segundo Integrante: Uzumaki Tenzo.

(Harry no pudo negarse sonreír encariñado al saber que el niño estaría


en su grupo. Ya se lo imaginaba, pero aún así lo ponía feliz leerlo en la lista.)

*Utiliza las mismas técnicas que el primer Hokage para la lucha. Entre
ellas la técnica Mokuton (Elemento de Madera) y posee la capacidad para
controlar Jinchuurikis.

*Edad: 10 años.

*Pasó los exámenes con notas muy altas. Fue el tercero de su clase.

*Destacado en Ninjutsu por tener su propio Jutsu original; especificado


arriba.

Nota: Se le asigna este estudiante por su capacidad para tratarlo, ya


que, debido a sus condiciones de nacimiento y aislamiento de niño, debe estar
con una persona conocida para poder desenvolverse.

(Harry, tristemente tuvo que asentir en acuerdo. Esperanzadoramente,


podrían hacerlo más social y menos temeroso ahora que tendría que trabajar
en grupo. Luego procedió a leer el último nombre… y allí lo entendió todo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Así que era por eso, pensó tratando de contener una carcajada. Sabía que si lo
hacía el humor de Arashi se iba a ensombrecer aún más.)

Tercer Integrante: Uchiha Itachi.

*Perteneciente al Clan Uchiha, quienes manejan el límite de sangre


Sharingan. Doujutsu (Técnica ocular) conocido por poder leer técnicas
enemigas y así poder derrotarlas y copiarlas para uso futuro.

*Edad: 7 años.

*Pasó todos los exámenes a pesar de su corta edad con la mayor


calificación. Es considerado un Tensai (genio) para su Clan a pesar de aún
no despertar el Sharingan.

*Destacado en tanto en Taijutsu, Genjutsu como Ninjutsu.

Nota: No había nadie más o sino no te lo hubiera dado. ¬¬ No quería


que tengas nada que ver nunca más con ese Uchiha, pero no me quedó otro
remedio.

El moreno no pudo aguantarse las ganas y rió. Asuka tuvo que morderse
los cachetes para no acompañarlo.

—Muy maduro de su parte esa nota final, Yondaime-sama.

—Mañana a las ocho debes buscarlos en la Academia, queda a tu


criterio la prueba final. Puedes retirarte. —gruñó el rubio.

—Hai, Hokage-sama. —dijo aún divertido.

—Ven esta noche a mi casa. —murmuró el Yondaime, al parecer


renuente, antes de que el Jounin saliera.

**********

Harry inspiró hondo antes de entrar al salón donde esperaban sus


alumnos nuevos. Allí pudo ver a otros charlando animadamente. Sin embargo,
Tenzo se mantenía en una esquina mirando por la ventana, el pequeño Uchiha
estaba de brazos cruzados e ignorando el parloteo de una rubia, y la muchacha
jugaba con su perro.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Equipo 7… —llamó y enseguida todos los ojos se fijaron en él. Vio


que muchos le mandaban miradas sorprendidas y casi podía leer las preguntas
de sus mentes: ―¿Ese no es el amante del Hokage-sama?‖, ―¿No era un
ANBU?‖, ―¿Esos ojos son suyos o tiene un Henge?‖ Sip, al parecer sus ojos
eran muy llamativos para los aldeanos de Konoha.— Nos reuniremos en la
azotea, si me siguen por favor.

Los Genin asintieron y lo siguieron, recibiendo algunas miradas


envidiosas de niñas al saber que estarían con un Jounin tan hermoso. Y
también para Nadeshiko, porque a pesar de que sean tan antisociales, Tenzo e
Itachi eran los más lindos de la clase.

Al llegar a la azotea los pequeños se sentaron en el piso al igual que su


sensei. Harry podía ver como los engranajes de Itachi se movían tratando de
analizarlo. Tenzo parecía relajado de estar con él, porque parecía ser que no se
hablaba con el resto del equipo y Nadeshiko le sonreía.

—Bien, mi nombre como ya sabrán es Uzumaki Harry. Era ANBU


hasta hace una semana, pero mi novio cree que no puedo cuidarme solo así
que me colocó como Jounin para ser sensei de un grupo de Genin. —sonrió al
ver como los tres niños se ruborizaban. Sin duda estaban al tanto de quien era
el novio de su sensei.— Tengo gusto de dormir y entrenar… contradictorio,
sé. Me molesta la injusticia y el racismo; mis hobbies son cocinar y pasar
tiempo con mis seres queridos. Mi sueño es tener una familia, con muchos
niños de ser posible. Ahora díganme algo de ustedes. —Miró a la niña del
grupo.— Las damas primero.

—Soy Inuzuka Nadeshiko y puede llamarme Nako-chan. Tengo gusto


de mi cachorro Neko y de leer mangas. Tengo aversión a aquellos que
maltratan a los animales y mis hobbies son… no hacer nada estresante. Mi
sueño es ser una gran veterinaria.

—¿Puedo preguntar por qué llamas a tu perro… Neko? —cuestionó


Harry, curioso. Los otros dos muchachos miraron atentamente a la chica,
denotando también su curiosidad.

—Oh, es que el maúlla, no ladra. —dijo ella simplemente.

—¿Disculpa…? —musitó Itachi, sus ojos negros ligeramente abiertos.

—Sí, escuchen. Habla, Neko-chan.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Miau! ¡Miau!

Los otros tres hombres miraron al perro con diferentes grados de


incredulidad, ante lo que acababan de ver y escuchar. Sin duda el animal tenía
todas las características físicas de un can y no parecía haber engaño.

—Bien, ejem —carraspeó Harry, cortando el silencio incómodo.— Tu


turno, pequeño.

—Mi nombre es Uchiha Itachi. —Masculló con el ceño fruncido al ser


llamado ―pequeño‖.— Tengo gusto de entrenar con mi padre y mi primo
Shisui, no tengo gusto de ser alabado por mi inteligencia. Mis hobbies son leer
y entrenar. Mi sueño es convertirme en el mejor ninja para poder valerme por
mi mismo en el futuro.

Harry asintió, con un ligero ceño en su frente. Itachi no parecía ser el


chico que podría llegar a asesinar a todo su clan en un momento de locura y,
gracias a que él iba a ser su Jounin-sensei, iba a hacer todo lo posible por
evitar eso. Harry sospechaba que aquello no fue toda culpa de Itachi y que el
propio Clan Uchiha, sus creencias y la arrogancia de los más viejos miembros
del consejo familiar, empujaron al muchacho a tomar esa horrorosa decisión.
Sin embargo, tendría que hablar con Fu-chan, porque denotaba en el corto
discurso de su alumno que su familia lo presionaba por su inteligencia.

—Tu turno. —dijo mirando al último niño.

—Mi nombre es Uzumaki Tenzo, tengo gusto de la naturaleza y


entrenar mi técnica. No me gusta la gente manipuladora y aquellos que
maltratan a los que consideran inferiores. Mis hobbies son pasar tiempo con
mi amigo Iruka y cocinar. Mi sueño es poder convertirme en ANBU.

Nako tenía una ceja enarcada e Itachi fruncía el ceño ligeramente.

—¿Alguna relación con Harry-sensei?

—Hai, él es mi Otou-san.

Todos los ojos se dirigieron al mayor.

—No se parecen en nada y Harry-sensei no es tan viejo. —comentó


ella.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Somos familia por adopción… más adelante les contaremos la


historia. Ahora quiero que se retiren a sus casas y descansen, mañana tengo
que hacerles la prueba final para saber si son merecedores de esas vendas con
el símbolo de la Aldea.

—Hai, sensei.

**********

La cuchara de Mikoto cayó al plato y Fugaku se removió incómodo en


su asiento. Obito tosió, ya que trataba de ocultar su risa e Itachi y Shisui
miraban curiosos las reacciones de los adultos. Obito comía con la familia
principal, ya que su sensei era el mismo Fugaku y, por intervención secreta de
Harry, había permitido que conviva con ellos. Shisui también estaba por
pedido expreso de Itachi.

—¿U-Uzumaki Harry dices?

—Hai, okaa-san. —asintió Itachi. La cara de su madre se ensombreció y


su padre la miraba como si ella fuera a estallar en cualquier momento.— ¿Hay
algún problema con mi sensei…?

Hubo un silencio tenso, mientras que Mikoto parecía recuperar su


calma. Fue Obito quien finalmente habló.

—Por supuesto que no Itachi-kun, Harry-san es el mejor sensei que te


pudieron dar en la academia. —el muchacho sonrió y volvió a su comida,
ignorando la mirada fulminante de la mujer.

Itachi y Shisui se miraron y asintieron antes de seguir con su comida.


Quedando en claro que luego hablarían de lo que acababa de pasar.

.:.Habitación de Itachi.:.
Shisui se tiró a la cama de su primo, acariciándose la panza con una
mueca satisfecha.

—Ah… que mucho comí.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Cerdo. —gruñó el menor, sentándose aristocráticamente en la silla


frente a su escritorio. Un ceño pensativo en su pálido rostro.— Todavía me
pregunto qué rayos fue lo de la mesa. Otou-san y, sobre todo, Okaa-san
actuaban muy extraños.

—Hai, y creo que el primo Obito sabía porque. ¿Deberíamos


preguntarle?

—¿Con la cara que le puso mi okaa-san por el comentario…? —


Preguntó sarcástico.— Iie, no creo que nos lo diga.

—Entonces podemos averiguarlo. Por algo eres el Tensai del Clan, tu


solo dime que hacer y sabremos dentro de esta semana porque tu madre
pareciera odiar a tu sensei.

—Hai, lo averiguaremos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 6: Cuando se interfiere


con el Destino...

Acontecimientos importantes a lo largo de los meses.


Sirius suspiró mientras se sentaba en su cama de la casa de su ahijado,
de vez en cuando hacía un gesto de dolor, llevándose una mano al vientre.

—En momentos como estos… odio haberme olvidado de lanzarme el


maldito hechizo anticonceptivo. —gruñó, gotitas de sudor bañaban su frente.

Harry sonrió compasivo e incorporó a su padrino para darle masajes en


la espalda.

—¿Dónde está el padre?

—Fue a avisar a su familia, no sé por qué… a ellos no les interesa lo


que pueda pasarme a mí o al bebé. Esos malditos hijos de… ¡ARG!
¡MIERDA! —exclamó dolorido. Harry hizo una mueca y miró desconsolado
como su padrino apretaba su mano, casi rompiéndola en el proceso.
Enseguida, el animago se relajó, dejando un suspiro cansado.— Espero que se
apresure, este niño está por nacer en cualquier momento.

—Hn. —masculló el menor, frotándose la mano dañada.— ¿Ya


pensaron en el nombre?

—Hai, tuvimos un rato duro. —Admitió con el ceño fruncido.— Yo


quería ponerle Regulus, como mi hermanito, pero Hi-chan dijo que era un
nombre muy extraño y que necesitábamos uno más tradicional y en nuestra
lengua.

— Él tiene razón, la gente me mira raro cuando le digo que mi nombre


es Harry. —sonrió.— Siempre puedes ponérselo como segundo nombre.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Eso pensamos. Así que el peque será Hyuuga, Neji Regulus.

—Suena bien.

**********

Tiempo después, en otro lugar, dos niños fruncían el ceño con


frustración.

—No puede ser que nadie lo sepa. —masculló un pelinegro con sus
brazos cruzados.

—Es lo mismo que pienso yo. —le respondió el castaño oscuro,


desparramado sobre la alfombra de felpa.— Y estoy seguro que no es que
nadie lo sabe Itachi-kun, de hecho me parece que todos los que son cinco o
seis años mayores que nosotros lo saben, pero nadie quiere decírmelo.

—Esto es extraño, por lo que sé, mi sensei fue encontrado desmayado


en el bosque por el entonces Genin Maito Gai, él alegó haber dejado su Aldea
porque asesinaron a toda su familia y, como siempre quiso ser ninja, vino a
Konoha. Eso fue casi un año y medio antes de que yo naciera. Es inverosímil
que alguien como él se haya ganado el odio de mi madre sin una buena razón.

—No sé qué decirte Itachi, intentaré averiguarlo, pero ya estoy


agotando todos mis métodos. Es como si fuera algún tipo de pecado hablar de
ello. Cuando se lo pregunto a alguien me mira raro, algunas se ruborizan y
otros me dicen que soy ―muy pequeño‖ para hablar de esas cosas. —su rostro
mostraba claro desconcierto.

—Ve que puedes hacer, sino se lo sacaremos a la fuerza al primo Obito-


kun.

**********

Dos ninjas se encontraban peleando como si se le fuera la vida en ello.


Lo que era bastante extraño, ya que ambos eran de la misma Aldea, pero no
del mismo rango. Uno era un ANBU y el otro tomaría el examen de Jounin
dentro de dos meses. La batalla llegó a su apogeo y el ninja revestido de verde
fue quien terminó perdiendo, gracias a una patada certera del ninja de cabello
plateado.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Esta lucha queda para ti, mi rival eterno. —dijo el de cejas


prominentes, con lágrimas en los ojos. Pequeñas nubes grises rodeaban su
cabeza.— ¡Pero juro por la fuerza de mi juventud que me entrenaré hasta
agotar mi chakra y te venceré la próxima vez!

—Hai, hai. —Dijo perezoso.— Nos vemos, Gai. Tengo que comprar
pañales para mi otouto.

—¡Recuerda que estamos 20 a 15, mi rival eterno!

.:.Meses después.:.
El equipo 7 estaba en lo profundo de uno de los tantos bosques que
rodeaban la Aldea de la Hoja. Una mirada seria se demostraba en el rostro del
Jounin-sensei mientras mantenía sus ojos en su blanco de este día.

—Itachi-kun, ¿posición?

—A 20 metros del blanco. —vino la respuesta impasible por medio del


intercomunicador.

—¿Tenzo?

—A 15, Harry-sensei.

—Correcto, ¿Nako-chan?

—Neko y yo estamos a 5, sensei.

—Perfecto, entonces te pido que mandes a Neko. Dile que lo convenza


de hacer esto lo más rápido posible, después de todo ellos hablan… el mismo
idioma.

—Hai, sensei. Ve mi querido, Neko-chan. ¡El éxito de esta misión


depende de ti!

—¡Miau! ¡Miau!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Por medio del comunicador se pudo escuchar una risita y un bufido.


Luego de pasado el shock de saber que el integrante canino del grupo…
maullaba, Tenzo se lo había tomado con hilaridad. Itachi, por su parte, no
podía entender cómo pudo darse semejante fenómeno de la naturaleza… y
cosas que un Tensai como él no se podía explicar lo enervaban grandemente.
Si a Nadeshiko esto la molestaba ella no lo demostró, ella amaba demasiado a
su Neko como para que algo la fastidiara.

El perro color café corrió feliz hasta llegar al blanco: un gato marrón
claro con un lacito rojo en una de sus orejas. Neko llegó hasta él y ambos
animales se miraron por unos segundos. Sin previo aviso el ceño del perro se
frunció y mostró sus dientes.

—¡Arf! ¡Arf!

—¡¡¡MIAU!!!

La sangre de los cuatro integrantes del equipo se enfrió al escuchar el


ladrido y la siguiente riña de perro y gato.

—¡Mierda! ¡A ellos!

Solo eso necesitaron los Genin para correr a parar la pelea y salvar la
vida de su misión. ¡Maldita la hora en que ese estúpido animal se acordó de
que era un perro!

Después de prever una catástrofe, el equipo caminaba hasta la Torre del


Hokage para anunciar el éxito de su misión. Nadie estaba muy feliz que
digamos…

—Bien, ¿qué aprendimos hoy? —masculló Harry, mientras usaba su


magia para reparar las roturas de su guante derecho.

Itachi lo fulminó con la mirada y gruñó mientras aplicaba ungüento


curativo en sus manos, que mostraban muchos rasguños.

—¿Qué los Senseis pueden tomar decisiones equivocadas que casi


arruinan la misión…? —preguntó sarcástico.

—Exacto.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Tenzo sonrió y negó con la cabeza mientras miraba que el gato maldito
no tuviera nada malo. El animal estaba algo magullado y despeinado, pero eso
no parecía hacer mucha diferencia, porque el pobre estaba ya en sus últimos
años de vida y su estado no era el mejor. Probablemente se debiera a las
millones de veces que intentó escaparse a lo largo de su vida de su dueña, la
esposa del Señor Feudal del Fuego. A pesar de que estaba pronto a dejar este
mundo, el pobre no parecía resignarse al destino de tener que vivir con esa
Señora.

Nadeshiko, por su parte, se lamentaba por las heridas de su querido


Neko-chan y lo mimaba, ganándose maullidos lastimeros y completamente
falsos del perro maldito.

Esta definitivamente no es mi semana y algo me dice que puede


empeorar, pensó el ojiverde en un suspiro.

Hogar de los Hatake.


—Te noto extraño.

Harry dejó de mirar el cielo a través de la ventana y conectó sus ojos


verdes con los azul cobalto de su padrino.

—Me siento raro desde hace algunas semanas.

—¿Raro como qué…? —preguntó, mientras sacaba la mamadera de la


boca de su bebé de siete meses de nacido y lo levantaba para hacerlo eructar.

Muy a la incomodidad de Sirius, su hijo Neji era todo un Hyuuga. Su


cabello era castaño oscuro y lacio, tenía los ojos característicamente blancos
sin pupila y la piel pálida. Todo parecía denotar que él no era un Hatake en
nada. Sin embargo, Harry sabía, gracias a su conocimiento del futuro, que era
muy probable que la personalidad del niño fuera la de un Black. El moreno
esperaba que, al ser criado por alguien como su padrino, más la intervención
suya, Neji no resultara ser alguien como Draco Malfoy. Él ya estaba
intercediendo en eso con Itachi y lo haría en el futuro con Sasuke. Porque
niños con la personalidad del hurón eran los que más fastidiaban a Harry
Potter.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sin embargo, eso era para el futuro, ahora en el presente Harry tenía
problemas muchos más grandes.

—He… —tragó saliva y desvió la mirada.— He estado teniendo


nauseas y no puedo retener la comida durante las mañanas.

Sirius enarcó una ceja y acomodó mejor a Neji, porque el niño tenía
gusto del cabello largo y plateado de su madre y gozaba en estirarlo.

—Conozco esos síntomas. —comentó suavemente.

—¡Pero no puede ser! —Estalló el moreno, dejando salir toda la


frustración que tenía desde que sus sospechas se levantaron en su mente.—
¡Yo no puedo estar…! ¡Faltando tan poco para que el Kyuubi ataque! ¡No, no
puedo ser yo…! —se llevó las manos a la cara y suspiró, mientras sus
hombros caían.

—Puedes estar equivocado… —dijo su padrino, estirando una mano


para apoyarla en el hombro de su ahijado.— Pero Naruto tiene que venir de
alguien… y tú eres la única pareja de Arashi en este momento. Tampoco veo
que se vayan a separar y el niño tiene que ser gestado en estos meses.

—Sé, Padfoot. —Admitió en un susurro.— Solo que… no es justo…

Harry no era estúpido, a pesar de no haber sido confirmado, el pequeño


rubio que él había visto en esas memorias era una gota de agua de su actual
pareja. Sin duda, Naruto el envase del Kyuubi, era hijo del Yondaime en esa
vida, pero nadie parecía saberlo. Harry sospechaba que Sarutobi-sama y
Jiraiya-san si pudieron conocer la verdad, pero nadie dijo nada hasta aquella
última batalla que vio en ese Valle.

Ahora, a solo menos de un año para la llegada del gran zorro, él se


encontraba con síntomas característicos de un embarazo y su única fuente de
sexo era Arashi. Sabía muy bien que su llegada al pasado de todo aquello iba a
cambiar las cosas, pero no a este extremo. Ya algo había cambiado, entre ellas
estaban cuando se enteró que su padrino era amante de Hyuuga Hizashi y que
iban a tener un niño, el amargado Neji, quien ahora estaba destinado a tener
una vida mejor que esa. Y ahora él… tener un hijo fue lo que él siempre soñó,
pero si llegaba a este mundo para tener ese destino…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Quién mejor que tú para cuidarlo y evitar toda esa vida que me
contaste que tenía el niño?

Harry sonrió de lado, acariciando inconscientemente su vientre. Por


supuesto, su mayor misión al ser enviado a este universo era cambiar algunas
cosas, principalmente la vida cruel de Naruto. Ahora que había una
probabilidad de que él sea la madre de ese niño las cosas se le simplificaban
enormemente. Al parecer Shinigami-sama lo tenía todo planeado. El muy
desgraciado, mira que darme semejante responsabilidad.

—¿Cómo puedo comprobarlo?

—Es muy fácil. —Sirius sonrió.— Tenme a mi cachorro por unos


segundos hasta que busco mi varita.

Harry tomó al bebé en sus brazos, sintiéndose torpe y asustado ante la


probabilidad de que él tenga uno propio dentro de algunos meses. Neji lo miró
interesado balbuceando palabras sin sentido mientras sonreía al moreno.

**********

—Estoy en casa.

Harry levantó la mirada de su libro y sonrió a su pareja. El rubio se la


devolvió, pero la suya era una cansada. Sin embargo, su cansancio no le
prohibió alzar a su amante en sus brazos y darle un beso que dejó a ambos sin
aliento. Hace ya un mes, habían decidido vivir juntos, para comodidad de
ambos y, por qué no, también por protección. Muy a su pesar eran conscientes
de los enemigos que se hacía el Hokage cada vez que Konoha crecía más y
más en prestigio, cosa que aumentaba la envidia del resto de las Aldeas.

Acordaron en mudarse a la Mansión de la familia Kazama, una enorme


casa que Arashi había abandonado cuando sus padres (los últimos de los
Kazama) murieron cuando él tenía once años. Era demasiado grande para él y
había comprado un departamento modesto para residir cuando se quedó
huérfano. Pero ahora sus prioridades habían cambiado; lo charlaron y
decidieron volver a habitar la Mansión, que contaba con 15 habitaciones, una
gran biblioteca y muchos cuartos a los que pensaban destinarle diferentes
utilidades.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Ellos compartían la habitación principal (Arashi había comprado una


cama nueva, porque no quería dormir y tener sexo en la misma cama en la
cual sus padres hicieron lo mismo cuando estuvieron vivos), Tenzo había sido
dado permiso de elegirse una para él o quedarse con el departamento de Harry.
El chico les había dicho que viviría con ellos hasta que se convierta en
Chuunin, ellos aceptaron encantados, porque la casa seguía siendo muy grande
para ellos dos solos. Anko también había sido invitada, pero ella declinó
airadamente, diciendo una vez más que no necesitaba niñeras.

—Hola, amor.

Arashi frunció el ceño, viendo el estado ansioso e inquieto de su amor.


Harry evitaba su mirada y se mordía el labio inferior en claras señas de
nerviosismo.

—¿Pasó algo que debería saber?

Harry suspiró mientras asentía. Ya tenía los resultados de la prueba de


su padrino y entre ambos habían inventado una historia creíble para un genio
como Arashi, haciéndole aceptar la verdad sin que tuviera que revelarle (al
menos no todavía) su capacidad para la magia.

—Hay algo que tengo que decirte. —murmuró, tomando la mano de su


pareja para llevarlo a uno de los tantos sofás doble de la sala.

—¿Qué pasa…? —preguntó con una ceja enarcada.— Me estas


intrigando…

—Bien yo… —hizo un mohín. Suspiró… era hora de mentir.— Por


curiosidad estuve practicando el Jutsu que creó Sakumo-san para poder
quedarse embarazado. Es muy bueno y requiere mucho chakra, estoy muy
orgulloso de él y creo que deberías registrarlo en el pergamino de Jutsus
prohibidos…

—Harry… —sonrió.— Estás farfullando, koibito.

El moreno gruñó y entrelazó sus dedos con una de las manos de su


amor.

—Creo que cometí un error al querer anular el efecto del Jutsu, Arashi.
—lo miró a los ojos.— Estoy embarazado… vamos a tener un hijo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

La quijada del Yondaime cayó y corría peligro de que sus ojos se


salieran de los zócalos si los abría un poco más. Harry bufó y separó
bruscamente sus manos del otro, sintiéndose algo dolido por la falta de
reacción. Algo que aumentó aún más cuando el famoso Flash Amarillo de
Konoha se desmayó.

—¿Qué le sucedió? —preguntó preocupado el adolescente que vivía


con ellos.

—Nada, Tenzo-kun, déjalo tirado en el piso. —Masculló Harry.— Ven,


ayúdame a preparar la cena, tengo algo que contarte.

El mago no se sentía muy inspirado esa noche, así que decidió hacer la
comida preferida de su amante, ramen… que también resultaba ser la más
sencilla, ya que tenían los instantáneos. Compartieron la cena en silencio,
Tenzo pensando en lo que su tutor acababa de decirle y de vez en cuando
mandando miradas preocupadas en dirección de la puerta, pensando en la
salud del Hokage. Estaba feliz por su sensei, aunque no podía evitar sentirse
algo temeroso al saber que Harry iba a tener su propio niño ahora. Estaba al
tanto de que eran algo infundadas, porque… no sabía cómo, pero su Otou-san
parecía tener amor para todos aquellos que él apreciara.

La puerta se abrió de repente, con un gran ruido. Por ella entró un


anormalmente serio Kazama Arashi, quien solo miraba intensamente a su
pareja.

—Tenzo-kun te pido que nos dejes solos.

—H-Hai, Hokage-sama. —tartamudeó el chico al escuchar el pedido,


que fue más una orden. Sin perder tiempo, casi corrió fuera de la cocina.
Donde habían decidido comer ya que solo eran ellos dos.

Harry se levantó de la mesa y llevó los vasos al lavado, mientras


escuchaba que su pareja se sentaba junto a la pequeña mesa que tenían en la
cocina. Estaba tan nervioso que decidió que evitar todo lo posible esos ojos
azul-celestes que tanto amaba.

—Harry deja eso, tenemos una charla pendiente.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Con toda la lentitud que pudo reunir cerró la llave del agua, se secó las
manos y se giró para hacer frente al hombre más importante de Konoha. Se
acercó a la mesa y Arashi estiró una mano para hacerlo sentarse frente a él.

—Te escucho. —murmuró, evitando su mirada. ¡Vaya Gryffindor que


soy! ¡Hermione tenía razón, para cuestiones del romance soy un desastre!

—Primero que nada quiero pedirte perdón por mi actitud allá afuera. —
Sonrió señalando con la cabeza el dirección de la Sala.— Creo que esas
noticias, sumadas a mi cansancio, me sacudieron un poco.

—Te perdono. —Sonrió, sus ojos verdes brillantes.— De hecho… me


lo esperaba, Sakumo-kun me dijo que su prometido reaccionó igual… hasta
me aseguró que todos los hombres suelen hacer lo mismo.

— Supongo… —suspiró.— Pero es algo humillante que el famoso


Hokage se haya desmayado solo por una noticia así.

—Hablas como si no fuera importante lo que te dije… —había reproche


bien escondido en sus palabras, que trataban de sonar casuales.

—¡No! ¡No me refería a eso! —Exclamó agitando los brazos


frenéticamente para dar énfasis a sus palabras.— ¡Es solo…! Era solo mi
reputación… —susurró, lágrimas como ríos saliendo de sus ojos.— Nunca me
he desmayado antes… ni cuando tenía todos esos kunais envenenados
clavados en mi cuerpo durante la guerra en Iwa, ni…

—Estúpido… —gruñó Harry antes de levantarse y salir de la cocina.

—¡Hey, espera! ¡Todavía no he dicho lo que quería decirte!

—¡Estas hablando idioteces! —Exclamó, subiendo las escaleras de dos


en dos, pura furia moviendo su cuerpo.— ¡Cuando te sientas preparado para
hablar de nuestro bebé! ¡Llámame…!

—¡A eso iba…! —gimió lastimeramente.

Harry bufó, llegó hasta su habitación, con toda la furia que tenía abrió la
puerta y luego la cerró violentamente.

—¡¡¡AUCH!!! ¡Mi nariz!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

De la nada, dos ANBU's se materializaron junto al rubio. Uno traía la


máscara del perro y otra del gato.

—¡¿Todo bien, Hokage-sama?!

—Todo bien. —gruñó el hombre, frotando su nariz, su ceño fruncido.—


Tengo… problemas de pareja. —Admitió renuente.— Así que escuchen lo
que escuchen no entren a esta habitación. Pueden retirarse.

Ambos shinobis, más Tenzo (que había salido de su habitación para


saber que pasaba), intercambiaron una mirada antes de irse.

—Vámonos… —dijo Kakashi con pereza.— Nos vemos después,


Tenzo-kun.

—Hai, sayonara, Inu-san... Neko-san.

Sin más, Kakashi y su compañero de la máscara del gato (un Hyuuga)


salieron de la casa. Pero estaban curiosos ante lo que pudiera llegar a pasar.

—¿Cuento contigo, Neko-san? —murmuró el peli plateado.

—Hai, vayamos al árbol frente a la ventana de su habitación.

Ambos rieron maliciosos antes de salir por la ventana por donde habían
entrado. Sin duda, por su actitud despreocupada, éste era un Hyuuga que no
tenía problemas con que el padre de su compañero de trabajo haya tenido un
hijo con el hermano gemelo de la cabeza del Clan. Hyuuga Takeru era uno de
los de la nueva generación que repudiaba el poder que tenían los miembros de
la Casa Principal por sobre los demás Hyuuga. De hecho, secretamente,
muchos admiraban al gemelo menor por seguir a su amor sin importarle la
opinión de la familia. Solo importándole sus sentimientos y no el supuesto
prestigio que tendría permaneciendo bajo las órdenes de esos hipócritas del
Consejo de ancianos del Clan que supuestamente tomaban decisiones para el
bien de todos ellos.

Dentro de la habitación, Arashi miraba como su koibito cambiaba las


sábanas de la cama, buscando una actividad que lo distrajera y que calmara
sus nervios.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Harry… —llamó sentándose en la cama, recibiendo una mirada


enfadada de su pareja.— Ven… sentémonos por un momento aquí, ahora si te
voy a decir todo lo que debería haberte dicho desde hace horas.

Harry lo miró, el ceño todavía adornaba su cara mientras se cruzaba de


brazos y se sentaba con un bufido junto al Yondaime. El ojiazul sonrió y
atrajo el cuerpo más pequeño hasta su pecho y se arrastró hasta apoyar la
espalda por la cabecera de la cama. Se sintió extraño y abrazó casi con temor y
reverencia ese cuerpo que albergaba a su hijo y que pronto se hincharía por lo
mismo.

—Estoy esperando. —masculló Harry, su actitud era enfurruñada, pero


no se prohibió acomodarse mejor en esos fuertes brazos del hombre que tanto
amaba.

—Harry, muchas veces te he dicho cuanto te amo y lo mucho que me


gustaría compartir el resto de mi vida contigo… —todo esto susurraba al oído
de su amante, a pesar de todo, no era ignorante de los dos pares de ojos que lo
estaban espiando… no vigilando… como debería ser. Pero ya se encargaría de
ellos mañana.— Desde hace tiempo que sé que eres esa persona con la que
quiero compartir mi vida, que tengamos un niño, —apretó ligeramente el
vientre plano.— solo nos une un poco más y forma un enlace que nadie ni
nada podrá destruir. Ahora puedo estar tranquilo y seguro de que nada nunca
nos separará. Siempre quise tener hijos, pero temía que nunca podría llegar a
encontrar a la persona indicada para ello, porque bien… conoces mis gustos.
—Ambos rieron ante esa declaración.— Cuando supe lo de Sakumo-sama,
¿sabes qué fue lo primero que se me pasó por la mente…?

Harry se giró para poder ver a los ojos a su amante, una mirada
sorprendida en su rostro.

—¿Tú…?

—Hai, lo primero que se me vino la cabeza fue tu imagen, con una


panza incipiente, llevando a nuestro niño. Era un pensamiento a futuro… pero
parece que lo tendré antes de lo que esperaba. —besó castamente los labios
ajenos.

—Entonces, ¿lo deseas? ¿No hay ningún problema…?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Harry... —lo giró completamente para mirarlo a los ojos con


seriedad.— No te voy a negar que esto aumentará mucho más mi paranoia con
respecto a la seguridad, porque ahora tendré dos amores por los cuales me
preocuparé y necesitaré cuidar. Pero mi sueño, luego de convertirme en
Hokage, era tener una familia, para restaurar mi Clan y dejar mi marca en este
mundo. Tú vas a cumplir mi segundo sueño… así que no tengo problemas en
conocer al próximo integrante de esta pequeña familia.

Harry sonrió, mientras unas lágrimas corrían por sus ojos. Sin más se
acercó a besar a su pareja y fue recibido con los brazos abiertos. Se besaron
por largos minutos y cuando su pasión estaba por desatarse a límites no apto
para todos los públicos, Arashi detuvo a su amante y se separó de él.

—Arashi, ¿qué…?

—Espera un segundo, cielo. —Caminó a trancos hacia la ventana y la


abrió estrepitosamente.— ¡Pónganse a trabajar, par de vagos! —rugió
airadamente.

Seguidamente, ruidos de hojas y de dos cuerpos chocando duramente


contra el piso del jardín rompió la ya disturbada tranquilidad de la noche.

En las afueras de algún baño público de Konoha.

.:.Días después.:.
—Ahora que tienes licencia por… maternidad, quiero proponerte un
trabajo que nos traerá montañas de oro, Sakumo-san.

Sirius enarcó una ceja. Ya le parecía raro que el Sanin del Sapo lo citara
en este lugar tan… extraño (por no encontrar un nombre mejor), pero verlo
con esa cara tan seria era sin duda algo interesante.

—¿Y eso sería…? —preguntó, acomodando al pequeño que estaba


dormido en sus brazos.

—Quiero que leas esto y me digas que te parece. —dijo, entregándole


un manuscrito que recitaba el título de Icha—Icha Paradise en naranja

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

chillón.— Si te gusta y crees que es un buen producto te nombraré mi Beta y


juntos nos lanzaremos a la fama de las novelas para adultos.

—Oh… ok. —musitó, mirando ceñudo el manojo de papeles.— Lo


leeré y te diré que me parece, Jiraiya-san.

—Hai, hai… Arigato. Ahora, si no te molesta, deseo que me dejes solo.


Tengo investigación que hacer.

—¿Aquí…?

—Por supuesto, estos lugares son los mejores para recaudar


información importante para mis musas.

—Si usted lo dice... —comentó con un encogimiento. Se levantó del


cajón donde estaba sentado y caminó rumbo a casa, empezando a leer la
primera página del manuscrito.

En sus brazos, el pobre e inocente Neji nunca sabría que fue testigo del
inicio del que sería el vicio de todos los pervertidos de los Países Ocultados.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 7: El recipiente.

Ante todo Konoha, el bebé que cargaba Harry en su vientre era un niño
deseado y no fuente de un error al utilizar un Jutsu. Si bien Hizashi sabía del
Mundo Mágico y las consecuentes habilidades de su prometido ese no era el
caso de Harry, que aún no se sentía con el suficiente valor de confesarle todo a
su amante, además sabía que habría un momento propicio para eso… él sabría
cuando sería adecuado decirle todo al Yondaime. Por ahora solo se dedicaría a
ser feliz y tener el mejor embarazo.

Fiel a su palabra, Arashi entró en un estado de paranoia mucho peor de


lo que había estado antes de que su pareja le anunciara lo del embarazo. Él y
su pobre equipo número 7 sufrían mucho por ello. Las únicas misiones que
hacían eran de clase D y de ellas las más peores. Cuidar niños (estos eran los
que más abundaban, porque Arashi decía que era de práctica), hacer compras,
sacar basura del río. ¡Ni siquiera rescatar al gato estúpido de la esposa del
Señor Feudal podía hacer! A opinión del Hokage eso era muy peligroso,
porque el gato podría transmitirle alguna enfermedad a su pareja o dañarlo.

Ahora, el humor del equipo no era de los mejores y eso se notaba en sus
caras. Los cuatro (más Neko-chan) estaban almorzando en el famoso Ichiraku
y Harry sentía los humores apáticos.

—Alégrense, mañana es la boda de Hatake Sakumo-san y he


conseguido esa misión para arreglar el salón que ha sido catalogada C, porque
nos llevará mucho tiempo y esfuerzo.

La mirada de su equipo, sobre todo la da Itachi, le dijo que esa noticia


hacía de todo menos alegrarlos.

—¿Al menos nos dirá por qué tenemos que pasar por todo esto…? —
gruñó el Uchiha.

—Sigue siendo la misma razón de hace dos meses.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Pero pensé que había hablado con su amante para que nos dejara
tranquilos! —a sorpresa de todos, el chillido enfadado vino de la tranquila
Nako-chan.

—Bien, verás… —carraspeó incómodo.— Mi pareja tiene un rato


difícil… quedó huérfano cuando era pequeño y tiene miedo de que algo nos
pase. Siendo que compartimos las mismas desgracias infantiles, puedo
comprenderlo… —ante la mirada irritada de los tres (Sí, porque el
comprensivo Tenzo ya estaba hasta la coronilla de la actitud de su otro Otou-
san), Harry se apresuró en agregar:— pero estoy consciente que se está
pasando. Es por eso que he ideado un cronograma de trabajo. Luego de la
fiesta de Sakumo-san voy a entrenarlos duramente para compensar estas
misiones de mierda que estamos haciendo. ¿Tenemos un acuerdo?

—¡Hai, Harry-sensei!

**********

—Te ves increíble, Sirius.

—Yep, Arigato. Hubiese preferido una túnica de mago para mi boda,


pero…

El peli plateado se miró al espejo. Llevaba un traje de bodas azul


marino, con detalles plateados en los puños del saco y el pantalón, una camisa
blanca y una corbata plateada con el signo de Konoha completaban la
vestimenta. Su banda de ninja de la Hoja era utilizada como cinturón y sus
zapatos eran las típicas sandalias shinobi, de color negro.

—Te dije que podría regalarte una de las que yo conservo…

—Na… se me vería muy extraño con una túnica, no quiero llamar más
la atención de mi próxima familia. —Dijo con sarcasmo y miró a través del
espejo la pequeña figura que intentaba poner en práctica la nueva habilidad
recientemente adquirida.— Tú puedes campeón, ven con papá.

Sirius se agachó y extendió sus brazos. Chibi-Neji miró con un pequeño


ceño a su papá y luego se soltó del sillón de donde se sostenía para llegar, con
pasos torpes, hasta donde el orgulloso padre lo recibió con un gran apretón. A
sus diez meses de edad, el niño ya había aprendido a caminar, eso sumado a la

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

capacidad para entender y absorber conocimientos a tan corta edad, hacía que
algunos se atrevieran a llamarlo un prodigio.

—¡PA! —exclamó el bebé, intentando, como siempre, alcanzar el


cabello de su padre.

—No cielo, el cabello de Otou-san no se toca, que tus padres hoy se


casan y tienen que estar impecables. —Besó su mejilla.— Me haces cada día
muy orgulloso, ¿lo sabías?

Neji y Sirius compartieron una sonrisa. Viendo la escena, Harry no


pudo evitar llevarse una mano a su estómago, que ya mostraba signos de estar
cambiando, pero solo cuando estaba desnudo, para el resto de la gente aún sus
tres meses de gestación no eran notorios. Se preguntaba si su relación con su
pequeño sería así. Esperaba que toda la experiencia que estaba tomando con
Neji y los niños que le encargaban cuidar sirviera para no estropearlo todo
cuando su pequeño rubio viniera al mundo.

—Ya es hora. —dijo Kakashi desde la puerta, con su típica actitud


despreocupada.

—Bien, estamos yendo. Kashi-chan tienes la misión de encargarte de


que tu hermano no destruya todo lo que se le cruce por el camino. ¿Estoy
claro? —preguntó, mientras pasaba al bebé a los brazos del capitán de ANBU.

—Hai…

Agradecidamente, la fiesta estuvo excelente. El equipo de Harry se


había esmerado sobremanera para que todo quedara perfecto. Con ideas
conjuntas de Nako, Umino Asuka y Yamanaka Inoka habían arreglado el
salón de manera hermosa. Los muchachos no pudieron negar que se
divirtieron en hacer de Wedding Planer.

Tristemente, solo aquellos Hyuuga que apoyaban el enlace estuvieron


presentes, que no eran más de diez personas, pero eso bastó para que el humor
de Hizashi no decayera. Le dolió que su hermano gemelo no asistiera, pero era
consciente que al permitirle abandonar el Complejo Hyuuga, sin hacerle daño
a través de su sello del pájaro enjaulado y relevándolo de todas sus funciones,
era mucho. Por supuesto, el Hokage tuvo mucho que ver y siempre que se
reunía con los ancianos del Clan sacaba el tema de terminar con esa tradición

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

de marcar a los de la Rama derivada (que no tenía frutos hasta ahora), pero él
sabía que Hiashi hizo lo que pudo para ver a su hermano feliz.

—Se ven muy felices. —susurró Arashi mientras abrazaba por detrás a
su pareja. Harry se encontraba viendo como su padrino bailaba abrazado a su
nuevo esposo, el pequeño Neji dormía entre medio de ellos, acunado en brazos
de Hizashi.

—Hai, me hace feliz verlos así.

—Cuando encuentre tiempo podríamos hacer lo mismo…

Harry sonrió de lado y se giró para mirar la cara seria de su rubio, cruzó
sus brazos por el cuello del más alto.

—¿Es una propuesta…? —preguntó con picardía.

—Oh, sí. Puedes apostarlo. —dijo el otro con una mueca astuta, antes
de besarlo.

.:.Tiempo después (Harry está de cinco meses).:.


Harry y su equipo se reunían en un área de entrenamiento diferente esta
vez. El moreno tenía preparada otra clase diferente, durante todo este tiempo
estuvieron aprendiendo y perfeccionado sus Genjutsu y ahora el Jounin
pensaba que ya estaban aptos para pasar a otra cosa. Para eso había pedido
ayuda especial.

—Bien, como les prometí ayer, hoy vamos a cambiar de rutina. —No
haciendo caso a las muecas reveladas de sus Genin, Harry siguió hablando,
luego de tragar el chocolate que estaba comiendo. Este mes en particular había
tomado gusto por las cosas dulces y grasosas.— Se que a los tres se les da
muy el Taijutsu, pero he pedido un favor al experto de Konoha y él ha
aceptado darles algunas clases para perfeccionar el de cada uno y así también
mi amigo se prepara para el futuro, ya que desea tener un equipo de Genin
para él.

—¿Quién será, Harry-sensei? —preguntó Nadeshiko, curiosa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El moreno sonrió malicioso.

—Mi ayudante de este día será… —la mueca de Harry se intensificó.—


¡La hermosa bestia verde de Konohagakure! ¡El amo del Taijutsu: Maito Gai!

—¡YOSH! —El equipo 7 se atiesó cuando una nube de humo apareció


frente a ellos. Cuando se disipó… una gota de sudor apareció en sus cabezas.
Frente a ellos estaba un Jounin totalmente revestido de verde, en la piernas
llevaba ¿medias? anaranjadas con rayas negras (NdN—C: También
conocidos como calentadores, pero desconozco su función exacta ¬¬?), y
estaba en una posición que parecía querer ser sexy. Tenía una sonrisa radiante
y un brillo salía de sus dientes. Eso sin contar el corte de cabello en forma de
tazón y las cejas prominentes.— ¡No habría podido darme una presentación
más hermosa, Harry-sensei! ¡Tu admiración hacia mí aumenta las llamas de
mi juventud! ¡YOSH! —admitió, con fuego en los ojos.

Más sudor inundó a los miembros del equipo 7. La ceja derecha de


Itachi crispada ante la muestra bochornosa de alegría, Tenzo pestañeaba sin
saber que pensar ante el autoproclamado rival eterno del cual Kakashi-kun le
había comentado y Nadeshiko miraba un poco verde al ver que el hombre
trataba de ser sexy. Neko-chan maullaba lastimeramente a su dueña.

—Concuerdo completamente, Neko-chan. —contestó ella a su mascota,


reprimiendo un temblor al ver la sonrisa radiante de su nuevo instructor.

—¡Muy bien mis jóvenes Genin! ¡Ya he sido presentado y sé quiénes


son ustedes! ¡Así que ahora, como calentamiento, daremos 100 vueltas al
campo y luego empezaremos! ¡Demuéstrenme sus energías de la juventud!

Los pequeños comprobaron, con horror, que el hombre no bromeaba y


esperaba en verdad que los siguiera. Echándole una mirada a su sensei, que no
hacía más que tragar y pasaba de ellos, siguieron a la bestia verde. Harry
sonrió mientras negaba con la cabeza y caminó para sentarse en unos de los
bancos de madera que estaban en el campo. No sabía porque se sentía tan
perezoso, tal vez estaba aprovechándose de su embarazo inconscientemente,
pero últimamente lo único que quería hacer era dormir.

—Al fin te encuentro solo…

Harry giró la cabeza para ver a su nuevo acompañante y sonrió


cariñosamente.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Tanto tiempo… Fu-chan. —hizo señas para que se acercara.—


Siéntate conmigo.

Uchiha Fugaku lo obedeció y miró al grupo de chicos que corría


tratando de seguir el paso del Jounin de verde.

—¿Maito Gai…? —Dijo el mayor con una mueca de dolor.— Creí que
me habías dicho que no sometiera a tanto esfuerzo a mi hijo… que lo dejara
vivir su vida sin mucho entrenamiento. Pero tú lo dejas en manos de ese loco.
—acusó.

—Oh vamos… —rió.— Los he tenido practicando Genjutsu por dos


meses enteros, eso solo requiere agudeza mental, ahora es momento de
hacerles ejercitar el cuerpo. Y yo soy su sensei, así que puedo darles los
ejercicios que crea necesario.

—Hn.

Se quedarnos unos momentos en silencio, viendo como Gai trataba de


animar a los chicos para que siguieran, Neko-chan corría con la lengua afuera,
Tenzo e Itachi llevaban el mismo ritmo y la muchacha parecía tenerlo más
duro.

—No me has dicho nada sobre esto… —comentó Harry de repente,


señalando su abultado vientre.

—¿Qué quieres que te diga…? —suspiró.— Sé que él es el hombre de


tu vida y cuando escuché hablar de ese Jutsu… bien, enseguida supe que
ustedes lo utilizarían. Pero no pensé que sería tan pronto…

—Arashi también pensó lo mismo. —dijo sonriente.

—Hn. No me compares con ese dobe.

—Fugaku… —el moreno suspiró.— Tú y yo no nos amábamos.

—Estoy al tanto de eso, pero no puedo evitar tener un poco de envidia,


su niño nacerá en un ambiente completamente diferente al mío. Él vendrá aquí
por decisión de ambos, por amor… —murmuró.— Y no me lo tomes a mal…
a pesar de todo amo a Itachi y estoy orgulloso de saber que es tan bueno en
todo… solo que…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No amas a tu esposa. —Adivinó el mago.— Pensé que llegarías a


algo con ella después de todo este tiempo…

—Ella no me ha dejado, se concentra tanto en odiarte por lo que


tuvimos que no me deja conocer a la verdadera Mikoto y poder saber si puedo
amarla.

—Ahora eres el Jefe de tu Clan, Fu-chan. Puedes divorciarte de ella…

—Los ancianos no me dejarían. ¿Dónde iría a parar el prestigio de los


Uchiha si la cabeza del Clan se separa de su esposa…? Sería el hazme reír de
todos si siendo el Jefe de todo un Clan, no tengo estabilidad en mi propia casa.

—Pero…

—Además, ella se ha encargado de tenerme nuevamente atado, por si


acaso pienso en dejarla. Mikoto es una perra inteligente.

—¿Por qué lo dices…?

—Está embarazada de nuevo, Harry. Vamos a tener otro niño… o mejor


dicho algo que la asegure como esposa de la cabeza del Clan.

—Es horrible lo que estás diciendo, ¿sabes? No pueden jugar así con las
vidas de inocentes solo por prestigio. —masculló con el ceño fruncido.

—Lo sé, pero eso no significa que no voy a amar a mi nuevo bebé.

—¡YOSH! ¡Las llamas de la juventud se queman ardientes en tus


estudiantes, Harry-kun!

El grito entusiástico de Gai interrumpió su charla. Los chicos llegaban


sudados y casi con las lenguas afuera. Itachi parecía el mejor de todos, pero al
ver a su padre sentado tranquilamente al lado de Harry, sus ojos se abrieron
como platos.

—¡O-Otou-san! —balbuceó.

—Buen día, Itachi-kun… muchachos, Gai-san. —asintió al resto de los


presentes, quienes cabecearon respetuosamente.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Qué haces aquí? —preguntó el más pequeño, mirándolo con


sospecha. ¡Era hasta el día de hoy que ni él ni su primo habían podido
averiguar cuál era la relación que tenía su sensei con sus padres! De más
estaba decir que esto frustraba gravemente al prodigio del Clan Uchiha.

—Compartiendo unas palabras con tu sensei. —respondió con una ceja


enarcada.— Me alegra saber cuánto has progresado. Todo este entrenamiento
te servirá enormemente cuando despiertes tu Sharingan.

—Hai, Otou-san.

—Bueno, bueno, basta de charlas. —Amonestó Harry.— Ya han


descansado lo suficiente. Gai-kun puedes comenzar con las lecciones, no te
compadezcas de ellos.

—¡Sensei! —gimieron los Genin antes de seguir al muy alegre-para-su-


propio-bien Jounin vestido de verde.

—Eres cruel.

—Son las hormonas del embarazo.

**********

Harry retorcía las sábanas mientras su pareja le daba sexo oral. A sus
ocho meses de embarazo, ese era el único sexo que podrían practicar para no
dañar al bebé. En Konoha (o en todos los Países Ocultados) no había nadie
que pudiera tratar un embarazo masculino si llegaba a haber alguna
complicación. Aunque, Harry sabía que la mayor complicación vendría el
mismo día que su bebé naciera.

Vas a nacer para llevar una enorme carga, mi bebé, pero prometo que
voy a cuidar de ti… mi chibi-Naruto.

Flash Black
Estando con casi seis meses y medio de embarazo, Harry fruncía el ceño
mientras miraba trabajar a su pareja. Ambos estaban en la oficina del Hokage

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

y Arashi firmaba apresuradamente unos documentos para poder irse a casa


enseguida.

—Hay algo que te está molestando, ¿por qué no me lo dices?

El Gryffindor saltó casi de su cómodo asiento y se mordió el labio


inferior.

—Pensaba en el nombre del bebé. ¿Tienes alguna idea? —Harry


contuvo la respiración ante la probable respuesta.

—Mmmhhh… —el rubio surcó la frente en pensamiento.— Tiene que


ser un nombre que nos guste mucho y que quede perfectamente para mi niño.
Bien… mmmhhh… ¿Qué te parece… Ramen?

Harry bufó y le mandó una mirada de desdén a su pareja.

—Estoy hablando en serio, Arashi.

—¡Yo también! ¡Tengo gusto del ramen! —exclamó indignadamente.

—¡Si te gusta tanto comételo, pero no lo propongas para el nombre de


nuestro bebé! ¡¿Acaso quieres que sea la burla de todos sus compañeros…?!
—rugió.

El Hokage gruñó y se cruzó de brazos infantilmente, un pequeño


puchero en sus labios. Pero no podía negar que el genio que se gastaba
últimamente su pareja lo acojonaba.

—Bien entonces… —el mayor hizo unas cuantas muecas hasta que su
rostro se iluminó en realización.— ¿Cómo te suena… Naruto? ¡Es un nombre
perfecto! ¡Llamémoslo así!

Harry se desinfló casi en su asiento. Allí se va mi última esperanza…


Por todos estos meses estuvo esperando que por casualidad hubiera un error,
hasta esperaba que su novio le haya sido infiel con otra y ella esté esperando
un hijo (Era una idea horrorosa, pero tal era su desesperación…), deseaba por
todos los medios que no fuera su bebé quien tuviera que contener al Kyuubi.
Sin embargo, ahora que escuchaba la propuesta de Arashi, todas sus
esperanzas de desechaban.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Qué pasa? ¿Tampoco te gusta? —Preguntó con un ceño,


malinterpretando la tristeza de Harry.— Pienso que es hermoso…

—Yo también. —admitió con una sonrisa algo forzada. — Naruto será
entonces. —de repente sonrió malicioso.— Uzumaki, Naruto… suena
perfecto.

—¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! ¡¿Cómo que Uzumaki?! —Exclamó indignado.—


¡Tiene que llevar mi apellido! ¡Yo soy el padre! ¡Debe ser Kazama, Naruto!

—Uh-uh, usted y yo no estamos casados Yondaime-sama, así que mi


hijo… mi apellido. —dijo petulante.

—¡Pero dijimos que nos íbamos a casar más adelante! ¡Cuando


considerara que sea el momento adecuado!

—Hai, por el tema de la seguridad y toda la cosa. Sé el cuento, Arashi.


—suspiró.— Por lo mismo, ¿no crees que nuestro niño debería tener mi
apellido…?

—Pero también es mi hijo… —murmuró frustrado.

—Ya lo sé, koibito. —admitió Harry, levantándose de su lugar para


caminar hasta su pareja y sentarse en su regazo.— Creo que Naruto deberá
tener mi apellido para dárselo a todos aquellos que no sean de Konoha, pero
en su documento puede figurar como Kazama-Uzumaki, Naruto. Llevará
ambos apellidos, pero utilizará el mío… por seguridad.

—De acuerdo. —gruñó el Hokage con renuencia, viendo la lógica en las


palabras de su amor. Todo sea por su seguridad, el apellido que lleve no
quitará el hecho de que es mi hijo y que lo amaré tanto como a su otro padre.

—Eso, buen chico. —dijo divertido el moreno, palmeando su cabeza


como a un perro.

El rubio gruñó su indignación por el hecho y atrajo a su pareja para un


beso feroz.

Fin del Flash Back

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Eso había pasado y ahora ya estaban en el mes de octubre. Justo en el


mes que el Kyuubi llegaba, solo que… Harry aún tenía un mes más de
gestación por delante. Pero ya había perdido toda esperanza… era evidente
que su alumbramiento se adelantaría y su pequeño Naruto sería usado como
envase para el demonio de las nueve colas.

—Oh… Arashi…

El moreno gimió, luego de que una profunda succión de su pareja hizo


que se corriera estrepitosamente. El rubio sonrió y subió dejando besos por el
cuerpo abultado hasta abrazar por detrás a su pareja. Él ya había tomado
cuidado de su propia erección mientras daba placer a su koibito. Harry se
acomodó mejor en los brazos fuertes y ronroneó mientras su amante besaba
quedamente su cuello.

—Algo está en tu cabeza desde hace días. ¿Puedo saber de qué se


trata…?

Uzumaki hizo una mueca, fastidiado de que alguien lo conociera tan a


fondo. En su adolescencia, solo Hermione y Dumbledore podían leerlo tan
bien.

—Tengo un extraño presentimiento. —mintió, no había necesidad de


alterarlo diciendo que era malo y, sobre todo, que sabía de que se trataba.

—Debe ser lo del bebé que te tiene ansioso. —trató de consolar,


apretando el abrazo que tenía sobre su pareja. Harry no era consciente, pero su
cuerpo estaba tenso desde hace días y Arashi no encontraba manera de
relajarlo.

—Es lo más probable, Sakumo-san me ha dicho que en el Hospital lo


atendieron perfectamente, pero todavía tengo miedo… —inspiró.—
Quisiera… quisiera que Naruto nazca en casa, que los médicos-nin vengan
aquí para ayudarme a traer al mundo a nuestro bebé…

—¿Aquí...? —Frunció el ceño.— ¿Pero si sucede algo malo…?

—El nacimiento de nuestro bebé es lo que menos te preocupará ese día,


Arashi… créeme. —besó el brazo más cercano que lo sostenía.— Ahora
vamos a dormir, estoy cansado y mañana tengo entrenamientos con mis
mocosos.

102
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Mmmhhh… —Arashi besó su mejilla y se acomodó mejor. Sin


embargo, el sueño no iba a venir de inmediato. Su prometido acababa de
desconcertarlo nuevamente, hablando como si supiera que cosas que iban a
ocurrir. ¿Qué sería más importante para él que el nacimiento de su hijo? ¿Por
qué su koibito estaba tan nervioso desde que había comenzado este mes? ¿Qué
era lo que le ocultaba…?

Innecesario decir, esa noche no pudo dormir bien con tantas preguntas
sin respuestas.

Mansión Kazama.
Harry se estremeció al escuchar otro rugido de la bestia. Su sentido del
héroe Gryffindor lo pulsaba para salir de su mansión y enfrentar al Kyuubi no
Kitsune. Sin embargo, tenía otras preocupaciones de las cuales ocuparse
ahora. Como las ligeras contracciones que estaba sintiendo desde que el
Kitsune llegara el día de ayer… 8 de octubre. ¿Qué pasaba? ¿No se supone
que su bebé nacería el 10? ¿Esto significaba que iba a estar en dolor hasta
mañana por la noche…? Alguien allá arriba me odia, pensó con pesar
haciendo otra mueca de dolor.

Se levantó de su silla y miró desolado como el humo venía de las


afueras de las murallas que rodeaban la Aldea. El saber lo que estaba pasando
allí no lo alegraba en nada, pero no podía intervenir. Shinigami—sama mismo
le dijo que todas las vidas que se perderían ese día estaban destinadas a ser
llevadas por él para ser juzgadas. De todas, él sabía que su misión era salvar la
de uno solo.

.:.10 de octubre.:.
—¡ARG!

El día había llegado y, puntualmente, su bebé se contraía a diestra y


siniestra pidiendo salir. Obito lo miraba aprensivo mientras sostenía una de
sus manos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Tra-Tranquilo, Harry-san. —musitó. ¡Él no era bueno aguantando la


tensión! Y no podía sacar su lado bromista para aligerar el ambiente, porque
estaba seguro que el hombre embarazado iba sacarle la cabeza por bromear en
estos momentos.

—Kuso… —juró, normalizando su respiración luego de una


contracción poderosa.— ¿Kakashi ya fue por Arashi…?

—Eh… nope. Él fue por Rin-chan y Sarutobi-sama.

El Uchiha se estremeció ante la mirada helada de la pareja de su ex


sensei.

—Dije que quería a mi pareja… —murmuró oscuro.

—Hai, pe-pero… —tartamudeó temeroso.— Rin es una medico-nin y


Sarutobi-sama dijo que quería estar presente para asegurarse de que todo
saliera bien… —Por supuesto el ex Hokage estaba al tanto de los
acontecimientos que se llevarían a cabo con este bebé.— ¡El Hokage está
planeando una estrategia para derrotar al Kyuubi! ¡Tiene que entender que él
no puede estar aquí a pesar que sea su niño el que nace!

—¡Lo necesito para que nazca, dobe! —rugió antes de volver a gritar de
dolor.

—Vaya, lo estás haciendo muy bien, Obito-kun. —comentó una voz


femenina con sarcasmo desde el umbral.

El pelinegro suspiró revelado y se relajó al ver a los dos recién llegados.

—Al fin aquí… Rin-chan, Sarutobi-sama.

—Lo has hecho muy bien, Obito-kun. —dijo el Sandaime con una
sonrisa pequeña, sin embargo sus ojos se llenaron de tristeza al ver la figura de
Harry.

—Quiero a mi novio… ahora. —gruñó cuando conectó miradas con el


anciano.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—El está leyendo un pergamino muy antiguo ahora, Harry-kun. —Dijo


dándole una mirada significativa.— El Kyuubi está cada vez más cerca y
Arashi cree haber encontrado el método para detenerlo.

—¡¿Habla en serio?! —preguntó Obito con ojos esperanzados.

—Así es, Obito-kun.

—Bien, creo que ahora deben dejarme sola con mi paciente. —Dijo Rin
con actitud de trabajo.— Tengo que preparar mis herramientas para cortar.
Aunque… —se mordió el labio inferior.— no sé muy bien donde hacerlo… el
cuerpo masculino no está preparado para tales cosas…

—¿Co-cómo que no sabes...? —balbuceó el Uchiha, viéndose un poco


pálido y enfermo ante el bisturí que su amiga (y antiguo amor, porque ya no la
amaba) sacaba.

—Bien, tengo alguna idea… he estado experimentando con cadáveres


donde debería cortar y…

—¡NO VAS A CORTAR A NADIE! —Harry gritó, luego de que su


última contracción pasara.— ¡QUE ALGUIEN ME TRAIGA AL IDIOTA
DEL PADRE DE MI NIÑO AHORA O IRÉ A BUSCARLO POR MIS
PROPIOS MEDIOS!

Los tres ocupantes miraron asustados al hombre. Sobre todo porque


algunas de la cosas de la habitación empezaron a temblar peligrosamente y se
podía sentir una energía extraña en el ambiente. No era chakra, pero se le
asemejaba bastante… y la fuente era Harry.

—Ve, Obito-kun. —dijo Sarutobi, luchando para que la energía del


cuarto no lo abrumase.— Dile que lo necesitamos enseguida…

—Hai, Sarutobi-sama.

El antiguo Hokage se sentó en un sillón, suspirando entrecortado. Estoy


muy mayor para esto…

—¿Sa-Sarutobi-sama?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El anciano levantó la vista y vio la mirada aterrorizada de la mujer del


cuarto.

—Tú solo vas a ser necesaria para atender al niño y a Harry-kun cuando
todo termine, Rin-chan. Así que ve por algunas ropas para el bebé, por favor.

—Hai, vendré enseguida.

Solo el agónico muchacho y el mayor quedaron en el cuarto, fue


entonces cuando Sarutobi miró seriamente al embarazado.

—Tu magia está fuera de control.

—Es la mía y la de mi bebé. Están chocando… debo dejar salir a este


niño cuanto antes. —murmuró.— ¡¿Y DONDE DIABLOS ESTA ARASHI?!

—¡Aquí estoy! —gritó el mencionado casi sacando la puerta de sus


bisagras ante la estruendosa llegada. Su cara estaba pálida, se veía asustado,
feliz y preocupado todo a la vez. ¡Nadie le había avisado que su amor estaba
sufriendo en su casa!

—Maldición, Arashi. Acércate y toma mi mano, Naruto tiene que nacer


ahora.

—¡Hai! ¡Hai!

Obediente, el rubio corrió hasta la cama y tomó la mano temblorosa y


sudada de su amor. Harry la estrechó con fuerzas y trató de tranquilizar su
respiración.

—Necesito algo de tu chakra para ayudarlo a salir. —Miró hacia un


costado.— Estate preparada, Rin.

—Aquí estaré. —dijo ella seriamente.

Harry asintió y cerró los ojos. Fascinados, los tres ex alumnos del rubio
(Kakashi y Obito llegaron después de Arashi, porque su sensei había usado su
técnica Hiraishin no Jutsu para llegar cuanto antes al escuchar la noticia de
que su bebé estaba por nacer), más Sarutobi miraron como una luz se generaba
desde el estómago descubierto del mago. Harry gritó y luego cerró con fuerza
la mandíbula al sentir como toda su magia expulsaba al ser dentro de él.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Solo unos segundos bastaron para que un llanto se escuchara en el lugar.


Harry solo pudo ver una mata de cabello rubio antes de que la inconsciencia lo
tomara.

Arashi parpadeó y miró con temor el cuerpo pequeño y desnudo que


reposaba algo inseguro sobre el estómago de su amor. Esto era algo que él
nunca había visto. Este tipo de nacimiento extraño y, sobre todo, que su bebé
estuviera completamente limpio y rebosante de salud.

Rin fue la primera en salir de su shock y corrió a tomar al bebé en sus


brazos para examinarlo. Sus manos brillaron quedamente por unos segundos,
todas las miradas ansiosas estaban sobre ella.

—Está en perfecto estado, Arashi-sensei. —dijo con una sonrisa.

El rubio le devolvió la sonrisa y miró con pesar la figura agotada de su


amor… mientras una idea se formaba en su mente. Una idea que tenía que ver
con su hijo y el Kyuubi.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 8: Fuuin Jutsu: Shiki


Fuujin.

—¿Estás seguro de ello, Arashi-kun? —preguntó Sarutobi dando una


calada a su pipa.

—No me queda de otra… —miró hacia atrás con tristeza, donde su


pequeño bebé descansaba en la cuna, en la cama junto a ella, Harry dormía
pacífico.— Para hacer el sello necesito un bebé que acabara de salir de la
matriz… no hay otros bebé nacidos en este día… ni los habrá pronto y
tampoco puedo pedirle a algún ciudadano de Konoha que sacrifique a su hijo.

—El Jutsu te costará la vida, Arashi-kun. —dijo el ex Hokage,


innecesariamente.

El rubio hizo una mueca de dolor.

—Harry entenderá. Tal vez le cueste aceptarlo, pero no tengo más


remedio que dejarlos.

—Se enfadará…

—Lo sé. —Sonrió con una mueca astuta.— Pero ya no estaré aquí para
soportar su enojo.

El anciano suspiró, inseguro de lo que estaba por pasar dentro de las


próximas horas. Por supuesto, el mago le había contado la mayor parte de los
acontecimientos y en serio esperaba que Arashi no pereciera en esta empresa.
Todo estaba saliendo tal y como Harry le había dicho, pero no podía predecir
qué sucedería una vez que el Shinigami-sama fuera convocado para sellar al
Kyuubi.

—Si están tan seguro… dime que necesitas para realizarlo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Necesitaré hacer el sello en su vientre con mi sangre y llevarlo al


campo de batalla. Cuando el Shinigami tome mi alma… —su voz tembló un
poco y carraspeó para controlar sus emociones.— Deberás traerlo y colocarlo
en un pesebre rodeado de velas hasta que el sello se adapte a su cuerpo.
Cuento contigo para eso…

—De acuerdo. —asintió.— ¿No te despedirás de tu pareja?

Arashi se congeló en su lugar, evitando mirar la figura dormida en la


cama.

—No. —Dijo rotundo.— Es mejor así, no soportaría ver su expresión


cuando le diga que jamás volveré. —musitó, antes de caminar decidido hasta
la cuna de su niño y tomarlo en brazos. Miró con una sonrisa como el rubio
dormía tranquilo, con los puños cerrados, inconsciente de lo que su propio
padre estaba por hacerle vivir. Lo siento, mi Naru-chan… pero papá tiene que
hacer esto por el bien de nuestra Aldea. Al menos sé que serás considerado un
héroe.— Vamos, Sarutobi-sama.

Decidido abandonó la habitación solo dando un rápido vistazo a su


amor. Imaginando que sería la última vez que lo vería.

Mente de Harry.
Harry enarcó una ceja al recordar el paisaje familiar. De nuevo
caminaba por el pasillo blanco y veía al frente la puerta que lo llevaba a la
―habitación‖ donde tuvo su primer encuentro con Shinigami-sama. Caminó sin
prisa hasta llegar al marco y la puerta se abrió por sí sola, invitándolo a pasar.

—Nos volvemos a encontrar, Harry-kun. —dijo la voz sabia y poderosa


que retumbó por toda la estancia.

Harry giró y pudo ver la conocida y escalofriante figura vestida con


telas negras fantasmales, parecido a un Dementor, que era el Shinigami.

—Me has llamado por lo que está por ocurrir. —murmuró y no era una
pregunta.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Correcto. Te dije que nos volveríamos a ver cuando sea el momento


indicado. Él ya ha comenzado... —al decir eso la conocida pantalla donde
viera los acontecimientos que sucederían en Konoha sin su intervención
apareció para mostrarle como su pareja dibujaba algunos kanjis en el
estómago de su bebé dormido. No pudo evitar fruncir el ceño ante ello, a pesar
de que ya sabía que eso ocurriría, no podía evitar estar enfadado al no ser
consultado para tal cosa.

—No me lo vas a quitar, ¿verdad? —preguntó con algo de temor.

—No… —Harry dejó salir el aire que estaba conteniendo, revelado ante
esa negación.— No necesito esa alma, porque él y tú son quienes impedirán
que en el futuro haya invasión de ellas, solo porque un hombre busca
venganza. Sin embargo, —Harry se atiesó y por supuesto no pudo ver la
mueca satisfecha del Dios de la Muerte. ¡Ey! Él era un ser considerado cruel y
despiadado, no podía actuar tan blando.— te quiero en el campo en el
momento en que él me invoque. Deseo que me presentes a tu hijo…

El mago lo miró con sospecha.

—¿Deseas ver a mi Naruto-chan? ¿Para qué…?

—Pura curiosidad. —comentó con un encogimiento de lo que Harry


pensó eran sus hombros. Obviamente, el Gran Shinigami-sama no le iba a
confesar que los bebés le parecían tiernos y siempre se alegraba cuando tenía
que buscar el alma de uno. (S/N: que horror… humor negro ¬¬)

—Ok, nos veremos allá. Nos hagas sufrir mucho a mi rubio. ¿Estamos
claros?

—No, claro que no… solo voy a hacerle creer que me voy a llevar su
alma.

Realidad.
Con la risa maliciosa del Shinigami todavía en su cabeza, Harry
despertó de su estado de agotamiento causado por dar a luz a su hijo.

—Sádico… —murmuró, antes de abrir los ojos.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Paseó sus ojos por el cuarto, sorprendido de encontrarlo vacío a


excepción de él. Le extrañaba que el paranoico de su amante lo dejara solo,
pero por supuesto, él estaba al tanto que los shinobis de Konoha tenían cosas
más importantes que hacer ahora.

Haciendo una mueca de dolor se levantó de la cama y buscó alguna ropa


adecuada que ponerse. Lo primero que encontró fue su traje de Jounin y se
apresuró para vestirse, ya no escuchaba el rugido del Kyuubi y eso solo
significaba que su amor había iniciado el Jutsu que sellaría al Kitsune en su
bebé: el Fuuin Jutsu: Shiki Fuujin. Caminó hasta la cuna para buscar una
manta adicional y luego se concentró para Aparecerse en el lugar de los
hechos.

**********

Arashi yacía en el piso que vio tiempos mejores, antes de que el Kyuubi
quemara el césped y su amigo Gamabunta terminara de aplastar toda la
vegetación que quedaba. El rubio no estaba en dolor, por el contrario, se sentía
como dopado, relajado y esperando su destino. Pese a todo, no soltaba a su
hijo que lloraba desconsoladamente por el dolor que le estaría causando el
sello y la pelea del Kyuubi por querer salir.

Apresúrese Sarutobi-sama, debes buscar a mi niño para que nada malo


le suceda.

Un leve ¡crack! a su derecha lo hizo ponerse en alerta y giró la cabeza.


Sus ojos se abrieron como platos al ver de quien se trataba. Allí, vestido con
su uniforme de shinobi, su koibito lo miraba con una expresión ilegible. El
moreno frunció el ceño y se agachó a tomar al bebé entre sus brazos,
envolviéndolo en la manta que traía en su mano y susurrando palabras
tranquilizadoras.

—Está bien, mi niño, papi ya está aquí para cuidarte.

Harry Potter se olvidó de todo por unos instantes. Esta era la primera
vez que sostenía a su hijo desde que naciera y el sentimiento que lo embargaba
al ver la cara roja por el llanto y las lagrimitas saliendo de sus futuros ojos
azules lo dejaron sin respiración. Estaba experimentando la emoción de un
padre al conocer a su hijo, por lo que no se prohibió revisarlo a fondo,
contando todos sus dedos de las manos y los pies y mirando que todo estuviera
en su lugar. Hizo una mueca al ver el sello en su vientre y las marcas en forma
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

de bigotes en cada mejilla. Fuera de eso, estaba todo perfecto… como debería
ser.

—Eres hermoso… —susurró. Una de sus manos viajó hasta el poco


cabello rubio y cerró los ojos murmurando un hechizo que dejó dormido en
cuestión de segundos al recién nacido.— Descansa ahora, Naruto. Te lo
mereces.

—Acércate.

Arashi saltó desde su posición en el piso al escuchar la voz


escalofriante. Para aumentar su incredulidad (las acciones anteriores de su
pareja ya lo tenían sorprendido) el rubio vio de nuevo la imagen que creyó
jamás volvería a ver. El Shinigami estaba solo a unos cinco centímetros de
ellos y su posición parecía indicar que miraba directamente a su amante e hijo.

—¿Pero qué…? —logró mascullar en su estado de semi-inconsciencia.

Vio a Harry asentir y acercarse al Dios de la Muerte con el bebé en


brazos. El Yondaime quiso moverse y gritarle que no lo hiciera, que era
peligroso, el Shinigami podría querer sus almas también, pero nada pudo
hacer al sentir que su cuerpo no le respondía. Impotente, vio como el moreno
destapaba un poco el cuerpo pequeño en sus brazos y lo alzaba a la altura del
Dios.

—No se parece en nada a ti. —comentó el Shinigami.

Harry lo fulminó con la mirada.

—Tiene mi nariz. —gruñó.

—Hn, si bien. Entonces… nos estamos viendo. —movió la cabeza y


Arashi sintió su sangre helarse.— Creo que tendrás que dar algunas
explicaciones allí. —dijo asintiendo en dirección del hombre tirado en el
suelo.

Harry miró sobre su hombro y suspiró.

—Supongo que sí. Hasta luego.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Adiós, Harry-kun. Recuerda nuestro trato. —dijo mientras su


cuerpo se descoloraba.— Quiero verte ser feliz…

Harry hizo una mueca y miró nuevamente al precioso paquete en sus


brazos. Naruto estaba algo caliente, así que Harry se apresuró en tratar de
llegar a casa para darle la mejor comodidad y para dejar que el sello se
terminara de instalar en su pequeño cuerpo. Antes de irse vio la mirada
anonadada que su pareja le daba desde el piso. Frunció el ceño, aún estaba
enfadado porque hubiera escogido a su niño para eso sin consultarlo, por muy
noble que haya sido la causa.

—Hablaremos en casa. —gruñó antes de Aparecerse.

El Hokage, por su parte, pensaba que estaba alucinando, no podía creer


lo que acababa de ver. ¿Su amante era… amigo o conocido del Shinigami-
sama? ¿Y que era esa forma de desaparecer con ese ruido? No era
definitivamente la forma de desplazarse de un shinobi, que era con un
remolino de hojas.

Para casi llegar a enloquecerlo por los acontecimientos de esa noche, su


cuerpo pareció revivir de repente, como si acabara de tomarse una píldora del
ninja. Su chakra estaba intacto, su agotamiento por tan difícil Jutsu, olvidado.
Inseguro de que pensar ante todo se incorporó para ir a su casa en busca de
respuestas.

Inconsciente para la familia que acababa de vivir la más extrañas de sus


noches, una figura había presenciado todo desde las sombras.

—Agradezco a los Dioses por haberte enviado a Konoha, Harry-kun. —


murmuró Sarutobi antes de aspirar su pipa con una sonrisa en sus labios.

**********

—¡¡¡¿Me quieres decir que mierda fue todo eso?!!!

Harry fulminó con la mirada a su amante, silenciándolo acertadamente.


Al llegar a la Mansión, Arashi tuvo que buscar por todas partes a su pareja,
encontrándolo finalmente sentado al lado de la pequeña mesa situada en la
cocina. Naruto estaba en sus brazos, chupando ávidamente una mamadera
llena de leche.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Le daré de comer a mi bebé y luego haré que se duerma nuevamente.


Porque su padre lo ha puesto bajo mucho estrés en su primer día de vida. —
recalcó las palabras con intención de dañar al rubio. Lo logró, por supuesto.—
Así que tendrás que esperar tus respuestas.

—Bien. —Arashi gruñó, la culpabilidad que lo mataba al ver a su


pequeño hijo comiendo en los brazos de su papá. Era tan tierno verlo así, pero
sabiendo la carga que él mismo había impuesto sobre sus hombros, casi no lo
dejaba respirar.— Te espero en la habitación… amor. —agregó inseguro.

—Estaré allí enseguida. —suspiró el mago. Arrepentido de haber sido


tan duro con su koibito, el gesto de dolor en el rostro del rubio le contrajo el
corazón. Estuvo unos minutos más, hasta que el apetito de su bebé fue saciado
completamente, luego lo levantó para hacerlo eructar, y se sorprendió con el
sonido mucho más ruidoso de lo que un bebé de horas de nacido debería
hacer.

Como Naruto cayó enseguida dormido, Harry no tardó en ir hacia su


habitación. Entró allí sin mirar la figura que descansaba en la cama y se
dirigió directamente hasta la cuna y acomodó a su pequeño para que durmiera
tranquilo.

Arashi lo miró con impaciencia, su Aldea acababa de ser atacada por el


más fuerte de los Bijuu y él estaba aquí, reposando en su cama. Sin embargo,
podía dejar de lado la culpa y el trabajo por unas cuantas horas más a favor de
saber qué rayos fue todo lo que pasó con el Shinigami y porqué él no estaba
muerto. Esperaba sinceramente que Sarutobi-san se estuviera encargando de
todo mientras tanto. Se incorporó mejor cuando Harry se sentó frente a él.

—No puedo decirte todo… —comenzó alcanzando una mano del rubio
para entrelazarla con la suya.— Solo parte de ello, porque es lo mejor. Para
empezar, debo decirte que yo no soy de esta dimensión…

—¿Perdón…?

—¿Crees en la magia…?

Le tomó tres horas al Gryffindor explicarle la situación a su amante. La


cara de Arashi fue cambiando del escepticismo, la incredulidad y la sorpresa
hasta llegar a la duda. Le contó de su vida en Inglaterra, como fue todo con los
Dursley hasta la llegada de su carta de Hogwarts, terminando con los
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

acontecimientos de la guerra y la posterior reunión con Shinigami-sama. Por


supuesto, se vio obligado a omitir la parte donde el Dios le mostraba el posible
futuro sin su intervención, no hacía falta que su rubio también lo sepa, porque
estaba seguro que con su corazón de oro (al igual que el suyo) Arashi iba a
querer evitar todos los males… pero interferir mucho no se le estaba
permitido.

—Es increíble lo que me cuentas.

—No podría mentirte en algo así, no en estos momentos tan


desesperados. Vine para hacer un bien, para ser feliz, como Shinigami-sama
me dijo. Jamás imaginé conocerte y mucho menos encontrarme con mi
padrino aquí.

—¿Sakumo—san…? —Hizo una mueca.— Con razón están todo el día


juntos.

—Sí Señor celoso, él es mi padrino y nada más.

Arashi suspiró y atrajo al moreno para aplastarlo en un abrazo.

—¿Puedes darme una muestra de tu… magia?

Harry se separó y asintió. De un bolsillo escondido en la manga de su


camisa de shinobi extrajo su inseparable varita, haciendo enarcar una ceja al
rubio.

—No sé qué quieres ver, pero puedo mostrarte los más básicos. ¡Lumus!
—una luz blanca y pura apareció de la punta de la varita, casi encandilando a
ambos.— También puedo mostrarte el… ¡Accio peine! —el Hokage saltó
cuando el artículo convocado llegó volando hasta ellos con una velocidad
sorprendente.

—Mmmhhh… es bueno.

—Eso no es todo. —dijo Harry, sonriendo dañoso. Apuntó a su novio


con la varita y murmuró:— ¡Wingardium Leviosa!

Con un chillido algo femenino, el Yondaime se encontró a si mismo


elevado en el aire. La sonrisa de Harry se ensanchó y agitó la varita para hacer
subir y bajar al hombre llevándolo de un lado para otro.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Hey, bájame!

—Ssshhh… ¡vas a despertar a Naruto! —Harry gruñó cancelando el


hechizo y arrastrándose sobre la cama hasta llegar a la cuna. El bebé dormía
ajeno a todo el escándalo de sus padres.— Bien, ¿ahora me crees?

—Hai, hai. —masculló, acomodando mejor su traje especial de Hokage.


Miró a Harry seriamente.— Me alegro que estés aquí… sino te hubiese
enviando con nosotros… no sé que hubiese podido pasar.

Harry hizo una mueca, sabiendo perfectamente que ocurriría, pero


manejó sonreír a su pareja. Gracias a mi llegada estás vivo y vamos a darle
una vida llena de amor a Naruto… y a muchos otros más.

—Creo que ahora puedes ir a cumplir tus deberes de Hokage. Yo me


encargaré de Naruto, tenía algo de fiebre, pero creo que podrá manejarlo.

El rubio frunció el ceño en preocupación.

—¿No me odias por poner esa carga en nuestro bebé…?

—¿Cómo podría, Arashi? —Suspiró levantándose para abrazar la


cintura de su pareja.— Entiendo tus razones, solo… me hubiese gustado que
me lo consultes.

—Lo siento…

—Está bien, juntos le daremos la mejor vida a nuestro niño,


asegurándonos que el demonio no desee apoderarse de su mente y cuerpo.

—Eso tenlo por seguro. —masculló Arashi antes de descender hasta los
labios de su pareja, para dejar un largo beso antes de desaparecer.

.:.Una semana después.:.


Harry suspiró mientras caminaba por las calles de Konoha, las personas
al fin lograban recuperarse de las múltiples pérdidas de vidas de valientes
ninjas. Todos estuvieron felices y orgullosos de que su famoso y adorado
Hokage haya derrotado a la bestia. Sin embargo, fue un shock enterarse que el
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Kyuubi no había muerto, sino que había sido sellado en el cuerpo de su hijo
recién nacido. A decepción de Arashi, las protestas no se hicieron esperar,
pidiendo la muerte del infante, ignorando el rencor que creaban en su querido
Hokage. Por supuesto el rubio se negó a dar muerte a su propio hijo, quien
debería ser visto como héroe. Se vio obligado a crear una ley (propuesta por el
Sandaime) de prohibir hablar del Kyuubi, los niños de ahora en más solo se
enterarían de la existencia del jinchuuriki de la Aldea si ese era el deseo del
propio Naruto. (N/A: una leve variación de la ley original ò.o)

Ahora el moreno caminaba orgulloso con su bebé en brazos, muchos le


sonreían y le felicitaban por su bebé. Algunos lo ignoraban y muy pocos se
atrevían a mandarle miradas de odio al niño que llevaba. A estos, Harry les
mandaba una ligera intervención mental con Legeremancia, para
desorientarlos y hacerlos dar media vuelta para irse. Él no iba a permitir que
nadie en esa Aldea menospreciara a su hijo y lo hiciera su chivo expiatorio
para apuntar su dolor por la pérdida de seres amados.

Habiendo pasado un tiempo y como las cosas en Konoha estaban


volviendo a la normalidad, el moreno había decidido que era hora de poner en
práctica el pensamiento que lo invadiera desde hace un año. Siguió su paso
tranquilo hasta llegar al edificio destinado. Levantó la cabeza y leyó las letras
gigantes de enfrente.

Orfanato de Konohagakure
Acomodando mejor a Naruto en sus brazos, sonriendo encariñado al
sentirlo acurrucarse contra su pecho, entró al lugar con una meta en su cabeza.

—¡Oh, Uzumaki-san! —chilló una de las encargadas. Harry frunció


ligeramente el ceño y le hizo una seña para que bajara la voz, señalando el
bulto en sus brazos. Ella se tapó la boca horrorizada.— Lo siento… —
susurró.— ¿En qué puedo servirle?

—Deseo saber que tengo que hacer para adoptar a Umino Iruka.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Recuerdo.
—Ahora que todo está más calmado… me pregunto… —levantó sus
ojos verdes brillantes para conectarlos con los de su pareja.— Me pregunto si
te parecería buena idea aligerar un poco el trabajo del Orfanato. Muchos niños
se quedaron sin padres y deseo traer a uno a casa para criarlo…

—Oh… —musitó Arashi, completamente sorprendido por la


propuesta.— ¿Estás seguro? Tenemos a Naruto ahora, ¿podrás con ambos?

—No estoy pensando en adoptar a un niño muy pequeño, el que tengo


en mente tiene 11 años. —Lo miró con algo de tristeza en los ojos.— Te estoy
hablando de Umino Iruka, el hijo de la kunoichi que a veces hacía de tu
secretaria.

Arashi parpadeó y luego asintió, frunciendo el ceño.

—Entiendo, sé que ambos han muerto y lo dejaron solo. ¿Pero por qué
justo él?

—Lo deseo así. Entonces, ¿apoyas mi decisión?

Fin del Recuerdo.

La encargada del Orfanato lo miró con ojos como platos y luego al


pequeño bebé en sus brazos. Frunció el ceño.

—¿Está usted seguro de esto, Uzumaki-san? Tiene un hijo recién nacido


y, me duele decirlo, pero Iruka-kun no se ha tomado muy bien la muerte de
sus padres. No sé si sería conveniente adoptarlo siendo que su bebé necesitará
toda su atención.

—No se preocupe por mí. Estoy aquí porque soy capaz de hacerlo. El
Hokage-sama ya me ha dado permiso.

—Si está tan decidido… —sonrió. Estaba alegre de que al menos uno
de los aldeanos de Konoha hiciera de lado su dolor para ocuparse de uno de
los tantos niños que quedaron huérfanos.— Iruka-kun está en estos momentos

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

en el patio, jugando con los otros niños. Si pasa a mi oficina, iré a traerlo para
que hable con él…

—De acuerdo, gracias.

El moreno se encaminó hasta la oficina indicada. Naruto lloriqueó un


poco y Harry sonrió, meciéndolo ligeramente para ayudarlo a volver a dormir.
Sabía que su bebé era muy pequeño para sacarlo de la casa, pero era necesario
traerlo para que comenzara el lazo con Iruka y para convencer al niño de que
se viniera con él. Estaba seguro de que amaría a Naruto en el momento que lo
viera. También debía convencerle de que su hijo era el recipiente y no el
demonio.

La puerta se abrió, dejando paso a un contrariado Umino Iruka y a la


encargada del Orfanato. Ella sonreía forzadamente, teniendo un agarre feroz
sobre el niño.

—Este es Uzumaki, Harry-san, Iruka-kun. Él desea hablar contigo, sé


respetuoso. —agregó en un susurro amenazante.

El niño asintió renuente y caminó hasta sentarse frente a Harry.

—Puedes dejarnos solos ahora.

—De acuerdo, Uzumaki-san. Estaré en la dirección preparando los


papeles que necesito que firme.

—Muy bien, gracias. —sonrió a la encargada mientras ella salía y luego


dirigió sus ojos verdes a Iruka.— Hola, Iruka-kun. ¿Cómo estás?

—Bien.

—Eso me alegra. ¿Sabes por qué estoy aquí?

—Hai. Sakura-san me lo dijo. —Lo miró sospechosamente.— ¿Por qué


a mí?

—Conocí a tus padres. —murmuró, no pasando por alto el gesto


dolorido del niño.— Tu okaa-san era secretaria de mi pareja y tu Otou-san fue
compañero mío durante mi servicio como ANBU… ellos me pidieron que, en
caso de que les sucediera algo malo, me hiciera cargo de criarte.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los ojos de Iruka se abrieron como platos. ¿Sus padres eran amigos del
novio del Hokage-sama?

Harry sonrió al ver la expresión del niño. Había dicho una pequeña
mentira, porque los padres de Iruka y él jamás fueron amigos tan íntimos
como para que le encargaran el cuidado de su hijo. Pero Harry había tomado
cariño del chico desde que viera aquellas imágenes proyectadas por
Shinigami-sama. Umino Iruka había sido lo más parecido a un padre para su
ahora hijo y eso era algo que Harry valoraba por sobre todas las cosas. A pesar
que nada de eso iba a ocurrir ahora, el moreno quería pagarle de alguna forma
lo que Iruka hubiese hecho si él no era enviado a este universo. Ahora no sería
como un padre, sino más bien como un hermano mayor.

—Oh, bien. —susurró, moviéndose incómodo en su asiento. Entrecerró


los ojos al notar el bulto en brazos del mayor.— ¿Ése es…?

—Hai, éste es mi hijo, Naruto. —Dijo sin alterar su voz.— Él es el


envase del Kyuubi, Iruka-kun. No es el demonio, ¿entiendes lo que quiero
decirte, verdad?

El niño lo miró con algo de rebeldía y con lágrimas contenidas, así que
Harry destapó un poco el rostro de su bebé para que Iruka lo vea. Como lo
esperaba, el niño se acercó a verlo con curiosidad. Extendió una de sus
pequeñas manos para tocarlo.

—Es suave. —susurró con temor. Era evidente que nunca antes había
estado tan cerca de un recién nacido.

—¿Entendiste lo que te dije, Iruka-kun? —insistió.— Naruto fue


sacrificado por su propio padre para contener a la bestia que asesinó a muchos
shinobis de Konoha. Su labor es nunca dejar salir al zorro, él debe verse como
un héroe y no como foco del odio y rencor. Espero que seas lo suficientemente
inteligente para entenderlo.

—¿Él lo contiene…? —preguntó confundido.

—Hai, el sello sirve para que mi bebé mantenga controlado al Kitsune


dentro de una jaula en su estómago. Gracias a Naruto nadie más sufrirá a
manos del Kyuubi.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Wow… —susurró, mirando con otra luz al pequeño rubio


durmiente.— Si me llevas contigo… ¿él será mi otouto?

—Hai, ¿y tú me ayudarás a criarlo, verdad? —sonrió.

—¡Hai! —asintió frenéticamente.

—Entonces puedes ir a despedirte de tus amigos y juntar todas tus


cosas. Nos vamos enseguida, Iruka-chan.

—¡Hai! ¡Estaré aquí en dos minutos!

Iruka salió como alma que lleva el diablo de la oficina. Enseguida entró
la encargada, con una amplia sonrisa en el rostro.

—Parece que lo ha convencido.

—Hai, me lo llevaré ahora mismo. Lamento no poder hacer nada por el


resto, pero quería pedirle que me hiciera una lista con todos los cumpleaños de
los niños. Al menos podré darles una alegría en su día especial.

—Es usted muy bueno, Uzumaki-san.

—También fui huérfano. —sonrió.— Y sé que me habría hecho muy


feliz recibir un regalo apropiado en mis cumpleaños…

—Le prepararé esa lista entonces.

—Arigato. —Sonrió, levantándose de su silla.— ¿Vamos a firmar esos


papeles?

—Por supuesto, si me sigue, lo guiaré a la oficina principal.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 9: Familia Kazama-


Uzumaki.

Ya sea por el Kyuubi o porque tenía unos muy buenos genes, Naruto
demostró ser un bebé muy inteligente. Era tan hiperactivo como Harry había
visto en esas memorias, de hecho era una suerte que su hiperactividad solo
fuera durante las horas ―correctas‖ porque, gracias a Kami-sama, el bebé
dormía toda la noche.

En cuanto al otro nuevo integrante, a Iruka le había costado adaptarse.


Había veces que Harry lo encontraba llorando, entonces él solo se acercaba y
lo abrazaba, dándole su apoyo. Era un alivio que Tenzo y él se conocieran
desde antes, porque ahora el mayor se dedicaba a distraerlo y ambos
descargaban energía teniendo luchas de prácticas entre ambos.

En cuanto al equipo de Genin de Harry, todo seguía igual. Como él


tenía permiso por maternidad, Maito Gai se seguía haciendo cargo del
equipo… mucho a horror de los tres adolescentes. Sin embargo, desde el
ataque del Kitsune, las cosas en Konoha tardaron en ponerse en orden, hubo
muchas cosas que reparar y fueron todos los Genin los que se encargaron de
los trabajos de carpintería, es por eso que contaban con muchas misiones y
casi no tenían tiempo de escuchar su charla de ―La energía de la juventud‖.

Ahora, con Naruto de cinco meses de nacido, el Hokage tenía una idea
en mente. Estaba de más decir que no le gustaba que su propio bebé fuera
conocido como Uzumaki Naruto, nope… él tenía que hacer algo al respecto y
pronto. A pesar de que era mejor por la seguridad del niño, este tema pegaba
en su orgullo de padre y también, porque no… en su posesividad hacia ambos
de sus amores.

—¿Pidió mi presencia, Hokage-sama?

—¡Oh, sí! Necesito tu ayuda en algunas cosas, Sakumo-kun. Siéntate,


esto no es nada que tenga que ver con trabajo.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sirius enarcó una ceja al ver la mueca astuta del rubio.

—Te escucho…

—Quiero casarme cuanto antes. —Dijo seriamente.— Y como tú eres lo


más cercano a un padre que él tiene…

—Oh, vamos… —rió.— No hace falta que me pidas su mano. Hace


mucho que te he dado mi bendición. Además… —lo miró con los ojos
entrecerrados.— tienen un hijo, si no te casaras con él…

Tragó saliva ante la amenaza oculta. Después de todo, éste hombre era
el gran Colmillo Blanco de Konoha y Arashi estaba seguro de que si quería
podía patearle el trasero. Claro, luego de una buena lucha por su parte.

—Bien, entiendo. —carraspeó.— Me preguntaba… ¿Cómo eran las


bodas en su mundo?

—Podría explicártelo, pero nunca podrías hacer una boda del mismo
modo que lo hacíamos en el Mundo Mágico. A no ser que hagas dos
ceremonias. Una donde estén todos tus amigos y aldeanos de Konoha y la otra
en un lugar privado donde estemos solo los que sabemos de la magia.

—¿Por qué…? —preguntó curioso.

—Un enlace mágico requiere de eso… magia. Ella se encarga de


enlazar sus almas, creando un lazo de protección entre ustedes y sus
descendientes. Eso sería productivo para ti, porque la magia de Harry es muy
poderosa y te protegería no importa que. Por otro lado, deberían de usar
túnicas de magos y también compartir algo de su sangre en una poción.

—Suena emocionante. ¿Serías capaz de hacer este… enlace?

—Nunca lo he hecho. —Admitió con el ceño fruncido.— En nuestro


mundo lo más viejos se encargaban de hacerlo. Pero sé que Harry se trajo
consigo todos los libros de la Biblioteca de mi familia y si busco allí creo que
encontraré los pasos…

—Te lo agradecería, quiero casarme con él de ambas formas.

Sirius le sonrió.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Dame un mes y tendré todo preparado.

**********

Hoy el verdadero equipo 7 llevaba una semana de reunido nuevamente.


Naruto balbuceaba feliz desde su posición en la mochila especial para cargar
bebés que Harry tenía en su torso. Estaba en la etapa en que le sonreía a todo
el mundo. La gente de Konoha se la devolvía y, cuando uno que otro se
atrevía a mandarle miradas desagradables, no solo era víctima de la mirada
furiosa de Harry, sino también de la de Tenzo, Nadeshiko y de los infames
fulgores de los Uchiha, por parte de Itachi. Hasta Neko-chan comenzaba a
ladrar enfadado.

Al instante de conocer al pequeño rubio con marcas en forma de bigotes


de zorro en sus mejillas, los chicos se habían enamorado de él. En casa, Tenzo
e Iruka se encargaban de cuidarlo, mimarlo y malcriarlo. Nadeshiko había
quedado encantada, pensando que a ella misma le encantaría tener un niño
como él. Itachi había tenido aversión en un primer momento, pero eventual
dejó salir una sonrisa de lado cuando el bebé atrapó uno de los mechones que
se escapaban de su cola, ya que desde hace poco había decidido dejarse el
cabello largo. Y, después de todo, él también tenía un hermano de meses al
que quería mucho y tenía que soportar.

—La próxima vez podría traer a mi primo Kiba para que juegue con
Naru-chan. ¿Qué le parece, sensei? —dijo de pronto Nako.

—¿No sería peligroso traerlos a las misiones? —saltó enseguida Tenzo.

—¿Peligroso? ¿Qué tendría de peligroso pintar una cerca, sacar hierba


mala de un jardín o rescatar un maldito gato? —gruñó Itachi.

—Awww… vamos, en cuanto mi Naru-chan este un poco más grande


los voy a inscribir para el examen de Chuunin. —dijo el Jounin.

—¿Más grande…? —Preguntó el menor de los tres con sospecha.—


¿Cómo cuanto?

—Mmmhhh… ¿tal vez cuatro años?

—¡¡¿Qué?!! —gritaron los tres.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Pero ya llevamos un año de ser Genin! —chilló la muchacha.

—Lo sé, lo sé. Pero deseo que estén bien preparados y que pasen de
rango en el primer intento. —sonrió acariciando la cabeza de su bebé.

—Vamos a estar más preparados si tomamos el examen ahora y si


llegáramos a fallar nos serviría como experiencia. —dijo Tenzo.

—No desde el punto de vista que yo lo veo. —Por supuesto Harry tenía
una idea en mente, pero no era necesario que ellos lo sepan.— Y además,
deseo que Itachi despierte su Sharingan primero.

—¿Mi Sharingan…?

—Hai, tengo la sensación de que despertará entre tu octavo y décimo


cumpleaños.

El Uchiha frunció el ceño.

—No sé que le hace pensar eso, sensei. Todos en la familia han


despertado el Sharingan durante su adolescencia. Sería un milagro que lo
despertara antes. —masculló.

—Confío en ti. —Sonrió, guiñándole un ojo.— Además, eres mi


alumno y todos ustedes son especiales. Tenzo-kun tiene su Mokuton ya
completamente practicado y ha pulido sus defectos, Nako-chan ha mejorado
en aquellos campos que le eran difíciles y posee un perro fuerte y malo que
maúlla, y tú tendrás tu Sharingan en tiempo record y todos vamos a apoyarte
para que copies las mejores técnicas de Ninjutsu.

—Gracias por sus elogios, Harry-sensei. —dijo Nadeshiko, con ojos


brillantes.

—Se lo merecen. —murmuró, revolviendo el cabello del sonriente niño


que había adoptado.— Todos ustedes son como mis hijos y me alegra ver sus
progresos. Pero considero que deben pulirlos antes de llegar a ser Chuunin.

—¡Hai, Harry-sensei!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Caminaron hasta llegar a la Torre del Hokage y reportar el éxito de su


misión. Era bastante tarde y tuvieron que esperar algunos momentos para ser
recibidos por el Yondaime, quien estaba enterrado en un lío de papeles.

—Creo que deberías buscarte más de un ayudante, Hokage-sama. —


comentó Harry mientras entraba. En su mochila, Naruto chilló feliz al ver a su
otro padre. El rubio mayor sonrió y se levantó para cargar al niño, quien
estiraba los rechonchos bracitos pidiendo ser atendido.

—Hai, lo sé... Lo haré en cuanto encuentre tiempo de entrevistar a


alguien. ¿Cómo fue su misión…?

Su respuesta fue tres caras sombrías hacia la carga en sus brazos y


Harry sonrió culpable. Recién en ese momento, Arashi pudo notar el estado de
los Genin. Los tres tenían diferentes manchas de pinturas en sus ropas y
rostro. Enarcó una ceja a su novio.

—Bien, todo iba perfecto hasta que Naru-chan consideró que estaba
aburrido y sería bueno jugar con los botes de pintura. —dijo Harry.

—¡Aún no entiendo como lo hizo! —chilló Nadeshiko indignada.—


¡Un bebé no puede tener la fuerza de levantar tres potes de pintura!

—¡Miau! —el extraño integrante canino del grupo estuvo de acuerdo


con su dueña, asintiendo con la cabeza.

Arashi miró interrogante a su pareja y éste se le acercó.

—Magia accidental. —susurró para que solo él lo pudiera escuchar.

—¿Q-qué…? —tartamudeó.— ¿Ya…?

Uzumaki solo se encogió de hombros, una sonrisa de orgullo adornaba


su hermosa cara.

—En fin… venimos a reportarnos y creo que finalizamos por el día de


hoy, ¿verdad?

—Hai, pueden ir a cobrar sus honorarios y luego regresar a casa. —dijo


el Hokage a los tres niños.— Supongo que desearán un baño.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los tres gimieron su acuerdo y, después de despedirse de su sensei y el


Yondaime, abandonaron la oficina. El ojiazul sonrió a su niño y caminó hasta
sentarse nuevamente tras su escritorio, una vez allí su sonrisa desapareció,
dando lugar a un ceño. Harry vio esto y enarcó una ceja, mientras tomaba
asiento en el sillón más próximo.

—Estás raro, koibito. —comentó.

Arashi hizo una mueca y miró a Harry intensamente.

—He encontrado tiempo… —dijo como si eso lo explicara todo.

—Bien por ti. —dijo Harry, masajeando un poco sus sienes. Tener
tantos niños a su cargo estaba ya resultándole un poco agotador.

—Y por ti también. —El otro bufó.— Te dije que cuando encontrara


tiempo nos íbamos a casar, ¿ne?

La cabeza del moreno se volteó tan rápido que se pudo escuchar un


ligero sonido de músculos retorcidos. Arashi puso su mueca más astuta.

—¿Lo-lo dices en serio?

—Sip, ya tengo todo preparado, si estás de acuerdo nos casaremos en


menos de un mes.

Por un momento solo se miraron. El rubio pudo ver perfectamente todas


las emociones que pasaban por la cara de su amor. Felicidad era la mayor y es
que Arashi sabía que, teniendo la vida que tuvo en su mundo, Harry jamás
pensó en que viviría lo suficiente como para formar su propia familia. Y ahora
aquí estaban, con un niño de cinco meses y prontos a casarse.

—¡GA! —Naruto chilló, logrando romper los pensamientos de ambos


hombres. Los dos sonrieron al niño y luego se volvieron a mirar.

—Entonces, ¿aceptas? —Se levantó para sentarse en el mismo sillón


que su pareja.— Ya tengo todo listo… y no puedes decirme que no.

—Dobe, por supuesto que no te diré que no. No quiero que me estés
gimoteando y poniendo mala cara si lo hago.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Awww… yo no haría eso. Tengo mi orgullo. Si no aceptas me


buscaré otro para mí y para Naru-chan.

Como si estuvieran sincronizados, tanto el bebé como Harry fruncieron


el ceño al mayor, mirándolo con absoluto reproche.

—Si haces eso, me volveré amante de Fu-chan.

Obviamente, Uzumaki Harry sabía darle donde más le dolía a su amor.

**********

El día de la boda no tardó más de tres semanas en llegar. Puesto que era
el querido Hokage quien se casaba, todos los aldeanos de Konoha se
ofrecieron a ayudar. Por una vez, aquellos rencorosos se olvidaron de que el
niño del Yondaime contenía al Kyuubi y aportaron algo bueno para la Aldea.
La ceremonia se llevaría a cabo frente a las cabezas talladas de los antiguos
Hokages, y sería el mismísimo Sandaime quien la oficiaría, debido a que era
la persona de más alto rango aparte del Hokage actual y el Consejo de
Ancianos. La fiesta sería también allí mismo, en el gran prado que estaba justo
antes de llegar al monumento.

Harry ya estaba vestido y solo esperaba la llegada de su padrino y su


familia para marchar al lugar de la ceremonia. Él tenía un traje completamente
blanco con sandalias de shinobi del mismo color, Naruto vestía una camisa
blanca con el símbolo del Clan Kazama en la espalda: un rayo amarillo
rodeado de una estela azul (Harry se había sorprendido muchísimo al
comprobar que el símbolo de la familia de su pareja era de hecho… un
relámpago), un pantalón anaranjado, ya que sospechaba que ese sería el color
favorito de su bebé, y unos zapatitos del mismo color que la camisa.

A su lado, Iruka se revolvía nervioso en su traje celeste.

—Si no te estás quieto vas a arrugar tu traje.

—¡Es que yo no estoy acostumbrado a usar estas cosas! —se quejó el


pequeño, agarrándose los cabellos con frustración. Su guarda había insistido
en que se lo dejara suelto y no en su característica cola en forma de piña.

—Es solo por unas horas. —Hizo un puchero.— ¿Vas a aguantar hasta
que tus queridos oji-san se casan, verdad? Mira… hasta Naru-chan se está

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

aguantando. —Ambos miraron como Naruto chupaba su chupete con avidez,


frunciendo el ceño de vez en cuando en su vestuario, pero no arrancándoselo
como hiciera en el pasado con ropa que no le gustaba. (N/A: Iru-chan llama
oji-san: tío, a Harry y Arashi puesto que él sí conoció a sus padres (a
diferencia de Tenzo) y, a pesar de ser adoptado por ellos, la pareja solo son
como sus guardas y no pretenden ocupar el lugar del matrimonio Umino, es
por eso que tampoco cambiaron su apellido paterno. Digamos que quedaron
de acuerdo en que el niño los llamara así)

—Está bien. —gruñó cruzándose de brazos, un leve rubor en su rostro.


Se había dado cuenta que estaba actuando infantilmente.

El timbre sonó en ese momento y fue Tenzo quien abrió la puerta, ya


que justo bajaba de su habitación, vistiendo un traje rojo oscuro, el cual lo
dejaba impactante. Tras la puerta estaban un sonriente Hatake Sakumo,
seguido de sus dos hijos y Uchiha Obito. Neji tenía mucho gusto de su
hermano, era por eso que siempre que tenía oportunidad se aprovechaba para
estar en sus brazos. Kakashi no se quejaba y por eso ahora sostenía a Neji,
quien estaba anclado en su cadera, arrugando su traje de ANBU ceremonial.

—¡Ya estamos aquí, Harry! —Sirius chilló, haciendo que su hijo mayor
pusiera su ojo visible en blanco. A veces su padre podía ser tan infantil.

Luego de los saludos y felicitaciones por lo bien que se veían todos por
una vez en su vida (Obito y Kakashi habían bufado indignados ante eso),
todos partieron para el lugar de la ceremonia. Es que gracias a las malas
mañas de Obito, ya llevaban cuarenta y cinco minutos de retraso.

.:.Lugar de encuentro.:.
—¡No vendrá! ¡Se ha arrepentido! —chillaba el Hokage, revolviendo
sus cabellos, despeinándolos más de lo habitual.

Sarutobi suspiró, dejando salir el humo de su boca, su pipa estaba en


una de sus manos.

—Claro que no. —fue Hyuuga Hizashi quien lo tranquilizó, mirándolo


divertido y acariciando su espalda.— Antes de venirme Sakumo-kun me dijo

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

que esperarían a Obito-san antes de venir. Puedes conjeturar que habrá


pasado…

Los ojos azules se entrecerraron y la mandíbula se endureció.

—Mataré a ese mocoso. —siseó.— ¡Al menos para la boda de su sensei


debería hacer el esfuerzo por presentarse a tiempo!

—O tal vez Harry-kun sí se habrá arrepentido. —proveyó una voz fría


desde atrás.

Los tres hombres giraron para ver a la cabeza del Clan Uchiha cargando
a su más reciente niño: Sasuke, seguidos de unos aprensivos Itachi y Shisui.
Obviamente, Mikoto había decidido no venir a la boda, ni siquiera para
asegurarse que su ―rival‖ al fin contraía matrimonio.

El rubio y el moreno se miraron y el resto de los presentes podían jurar


que salían chispas por sus ojos. Los adolescentes se miraron incómodos,
deseando estar en cualquier lugar menos ese, para ese entonces ambos ya
habían conjeturado cual era el problema entre las familias, decir que había
sido un shock para ambos niños era quedarse corto. Habían decidido, por
acuerdo común, jamás hablar del tema.

Por otro lado, Sarutobi rió caluroso, el Hyuuga rodó los ojos y Sasuke
chupaba su dedo, pero fruncía el ceño, estando al tanto de la tensión del lugar.

Fugaku no estaba enfadado por celos, todo lo contrario, era


sobreprotección. Porque después de lo que tuvieron, Harry se había convertido
en alguien muy importante para él, el ojiverde era quien lo entendía, lo
contenía y lo aconsejaba siempre que las presiones de ser el Jefe de su Clan lo
abrumaban. Sabía que Kazama Arashi era lo mejor para él, pero no podía
evitar su vena protectora hacia el menor.

—¡Ya estamos aquí! —chilló una voz desde lejos.

—¡Ya era hora, baka! —le respondió una voz de mujer, muy
enfadada.— ¡El sensei estaba a punto de arrancarse todos los pelos de los
nervios!

—¡Ey, hemos llegado elegantemente tarde! —dijo indagando Uchiha


Obito.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Los invitados pueden llegar tarde…! ¡No el que se casa! —replicó


ella.

—Ella tiene razón, dobe.

—¡Cállate, teme!

Una gota de sudor cayó sobre las cabezas de todos los presentes. Arashi
se ruborizó al saber que todos presenciaron su escena de inseguridad, pero
todo se olvidó cuando pudo ver la belleza que desbordaba el hombre del cual
estaba enamorado. Casi como en trance se acercó a él, viendo esto, Harry pasó
a Naruto a brazos de una, aún enfadada, Rin y sonrió a su futuro esposo.

—Llegaste… —murmuró el ojiazul, abrazándolo por la cintura.

—Claro, no podía faltar a mi propia boda. —Besó su nariz.— ¿Vamos a


lo que vinimos?

—No puedo esperar. —sonrió, ofreciéndole un brazo para que el otro lo


tome.

La ceremonia de casamiento empezó enseguida. Todo fue hermoso


como lo previsto y luego comenzó el banquete. En un costado, Rin había
arrastrado a su compañero de equipo moreno para que la ayudara a cuidar de
Naruto, mientras que Kakashi se acercaba con Neji. También se encontraban
otros niños. Sasuke miraba a los otros bebés con interés desde los brazos de su
hermano. Nadeshiko había acercado a su primito Inuzuka Kiba para que
Naruto lo conozca. Otras madres habían engatusado al ex equipo del Hokage
para que miraran a sus niños, por lo que ahora estaban a cargo no solo de Neji
y Naruto, sino también del chibi trío Ino-Shika-Cho.

—¿Quién era ese…? —preguntó Tenzo curioso, mientras se acercaba a


una esquina donde estaban los aperitivos.

Iruka se ruborizó furiosamente y tomó un trago de su bebida, mirando


de reojo al muchacho de cabello castaño semi-largo que se alejaba con una
sonrisa en su rostro.

—Es un Chuunin que conocí hace poco. ¿Por qué…? —soltó defensivo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Wow, calma. Me pareció que te miraba raro, solo eso. —sonrió


dañoso al ver que el rubor de su ¿Itoko? (primo) se intensificaba.— ¿Cómo se
llama?

—Shiranui Genma. —masculló, caminando apresuradamente hasta la


mesa de los postres. (N/A: Si, lo admito… Genma/Iruka es mi pareja favorita
¬¬)

Esa noche, Naruto quedó a cargo de Tenzo e Iruka, mientas los nuevos
esposos pasaban su Noche de Bodas en una ciudad cercana a Konoha, que era
conocida por sus baños de aguas termales. A la cual llegaron enseguida por
medio de un Traslador preparado especial (y secretamente) por Sirius.

Solo estuvieron dos días allí, puesto que ambos extrañaban a su hijo y,
sobre todo, uno de ellos tenía muchas responsabilidades que atender. Sin
embargo, a sorpresa de Harry no se dirigieron a su casa no bien llegaron a
Konohagakure, sino que partieron para la casa de los Hatake-Hyuuga.

—¿Por qué estamos aquí…? Creí que te morías por ver a Naruto-chan.

—Ya lo verás. —sonrió misteriosamente.

Cuando entraron a la casa, los ojos de Harry casi se salieron de órbitas


cuando pudo ver la decoración dentro. Todo estaba como había visto en
algunos matrimonios mágicos a los cuales había asistido. Había Runas que
hablaban del amor, enlace y fertilidad, pudo notar una caldera que ardía en un
rincón y los adornos eran obviamente invocados por una varita. Allí se
encontraban pocas personas, toda la familia Hatake-Hyuuga, Uchiha Obito,
Tenzo, Rin, el Sandaime y un sorprendido Iruka. Sin duda se había enterado
de todo con respecto a la magia hace muy poco.

Sirius se acercó a él sonriente, llevando a Naruto en sus brazos. El bebé


chilló al verlo y casi se tiró a sus brazos.

—Hola, mi amor. —Susurró al bebé besando con fuerzas sus


mejillas.— ¿Qué es todo esto...? —preguntó, mirando confundido a su padrino
y esposo.

—Sé que querías una boda mágica aunque nunca me lo dijeras. —


murmuró Arashi, acariciando la mejilla de Naruto.— Y preparé todo esto con
tu padrino para que estuviera listo para cuando regresáramos. ¿Qué te parece?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Perfecto… gracias. —susurró, con voz inestable.

—Pero aún falta lo mejor. —dijo Sirius animado.— Me tomé el trabajo


de robar dos de las túnicas de gala que tenías en tu baúl. Ven conmigo para
que te cambies.

Subieron hasta la habitación del peli plateado y allí el moreno pudo ver
dos túnicas. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver una de ellas.

—Cuando la vi no lo pude creer… —murmuró Sirius, tocando la túnica


roja oscura con detalles en oro en los puños y cuello que descansaba en la
cama, un escudo adornaba la capa que hacía juego. Era el escudo de los Potter.

—La encontré cuando fui al Valle de Godric. Estaba intacta y no pude


evitar guardarla como uno de mis tesoros. ¿Mi papá se casó con esta túnica,
verdad?

—Sip, estaba hermoso y tú que te pareces tanto a él… te verás hermoso


también. —sonrió, orgullo brillando en sus ojos.

—Ten a Naruto-chan, voy a cambiarme enseguida. —dijo alegre,


inesperadamente ansioso por colocarse esa túnica y unirse definitivamente a
su amor.

Efectivamente, la túnica rojo Gryffindor le quedaba como anillo al dedo


al último de los Potter. Kakashi tuvo que cerrar la boca de su sensei cuando
Harry apareció bajando por las escaleras. A opinión de Arashi, en un
principio, la ropa de mago se le hacía más bien un vestido, pero ahora que se
la veía puesta a su esposo, rectificaba sus palabras. Era la mejor prenda de
vestir que le vio a su amor desde que lo conocía.

—Wow, se ve comestible, Harry-san. —chifló Obito. Un escalofrío


corrió por su espina dorsal al ver las dagas que le mandaban los ojos azules de
su sensei.

—Bien, creo que ya estamos todos. Voy a proceder. Presten atención.


—dijo Sirius, sacando su varita e invitando a los novios a acercarse al altar
preparado especialmente.— Lo primero que voy a hacer es recitar el conjuro
en latín, luego les indicaré como seguir.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sirius comenzó enseguida. Los más jóvenes miraban todo con temor y
los adultos con interés. Habían oído hablar de la magia, pero nunca la vieron
en práctica. Las runas acentuadas sobre todo el lugar comenzaron a brillar,
gracias al canto y la luz que salía de la varita del mago mayor. Cuando la luz
atenuó, Harry recordó lo que debería suceder y también sacó su varita.

—Ahora voy a unirlos. Harry hará la mayor parte, tú solo debes sacar
algo de tu chakra, Arashi-kun. El Rasengan puede servir.

El rubio asintió, y se concentró en formar la bola de aire y chakra en su


mano, a pesar de estar algo abrumado por la concentración de magia que
provenía de la Runas pintadas en el lugar. Cuando estuvo hecha, asintió en
dirección de su esposo y Harry levantó su varita, llevándola directamente a la
concentración de energía en la mano del otro. El Gryffindor murmuró un
encanto y los que no estaban acostumbrados a la sensación de la magia
cerraron los ojos y gimieron al sentir la energía.

En el momento en que las fuerzas de Harry y Arashi hicieron contacto,


ambos jadearon al sentir la mezcla que se formaba. Ambos podían apreciar la
salida de magia y de chakra, respectivamente y como luego ésta volvía
mezclada con la energía del otro. Una luz dorada, verde y celeste los rodeó…
y así como vino se fue. Dejando con ojos como platos a todos los presentes
ante lo que veían.

—¡GA—GA! —Naruto balbuceó impresionado por esas luces de


colores bonitas que rodearon a sus papis. ¡El también quería que lo rodearan y
tal vez poder tocarlas!

—Ya va, mi amor. Solo falta una cosa más. —le dijo Harry, sonriente.
Los presentes jadearon al ver que los ojos verdes brillaban, demostrando
cuanto poder guardaba su dueño.

—No se sorprendan. —dijo Sirius sonriente.— Harry Potter es el mago


de la profecía, que tiene el poder que ayudó a derrotar al mago oscuro más
poderoso de todas las épocas.

—¿Seguimos, Sakumo-kun? —siseó Harry, incómodo ante la atención


que recibía.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Maa… maa… no te pongas impaciente. —dijo divertido. Giró para


mirar a su esposo.— ¿Puedes alcanzarme un vaso de la poción que hierve en
la caldera?

Hizashi asintió, dejó al dormido Neji en brazos de su aniki y caminó


hasta tomar el vaso de oro que descansaba junto a la caldera. Con un cucharón
sirvió el contenido hasta llenarlo y se lo alcanzó a su esposo.

—Gracias, cielo. —miró a los recién casados.— Ahora quiero que


ambos dejen caer un poco de sangre en la poción. —Ellos cabecearon, Harry
fue el primero en tomar el kunai que les ofrecía Sarutobi y se pinchó un dejo
para luego dejar caer algunas gotas de sangre en la poción. El rubio imitó sus
acciones y enseguida la poción burbujeó y dejó salir unos humos asustadizos,
el líquido pasó de azul a rojo hasta quedar en un blanco casi cristalino
indicando que la poción estaba perfecta.— Ahora ambos deben beber un
sorbo. —Así lo hicieron, Arashi con un poco de miedo. Sin embargo, su
expresión cambió al sentir que el sabor era muy agradable.— Bien, ahora
están mágicamente enlazados. Pueden besarse.

Los aplausos no se hicieron esperar, y los recién casados se besaron,


felices de estar unidos mediante los dos mundos a los cuales pertenecían. Neji
se despertó por el barullo, su ceño estaba fruncido y Sirius tuvo que tomarlo
en brazos porque empezaba a hacer pucheros. Naruto, por otro lado, chillaba
feliz, ya que su papá Harry lo alzó en sus brazos y le hacía imágenes de
colores con su varita, en forma de animales.

—¿Qué pasa, musuko? —Murmuró Sirius a su bebé de ya un año y


algunos meses.— ¿Esta gente te ha despertado de tu siesta?

El puchero de Neji se profundizó y se aferró con fuerzas el cuello de su


okaa-san, mandándole una mirada enfadada al sonriente Naruto.

—¿Por qué siento que tu hijo no tiene mucho gusto del mío, Padfoot?
—dijo Harry, acercándose al mayor.

—Creo que Naruto es demasiado feliz para el gusto de mi Neji-chan. —


suspiró.— Algo me hace pensar que estoy criando un Slytherin. Maldita la
sangre Black. —gruñó.

—Harry oji-san…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El mayor giró, mirando la cara aprensiva de Umino Iruka.

—¿Si…?

—¿Qué fue todo eso? —murmuró.— Kakashi-san y Tenzo-kun me


explicaron algo, pero… no lo comprendo…

—No te preocupes. —sonrió, rizando su pelo suelto.— Disfruta de la


fiesta y cuando lleguemos a la casa te explicaré todo. ¿Tenemos un trato?

—¡Hai! —Asintió sonriente.— ¡Solo quiero decirle que todo eso fue
genial!

—Arigato, ve a comer y divertirte con el resto.

Iruka salió corriendo hasta llegar a los más jóvenes del lugar. Rin y
Obito se estaban gritando como siempre, mientras Kakashi tenía su misma
cara aburrida de siempre, Tenzo miraba al par que discutía, al parecer no
pudiendo creer que hicieran eso siempre que se veían. ¡Y eso que el amor que
compartían no era romántico sino fraternal! ¿Él discutiría tanto con una
hermana si la tuviera? Cerca de ellos, Arashi, Hizashi y Sarutobi conversaban
de lo que parecía ser algo serio.

—¿Al fin tienes lo que siempre deseaste?

—Eso y más. —Dijo Harry sonriendo a su padrino.— Tengo conmigo a


la única persona más cercana a un padre que pude conocer y pensé que había
muerto, encontré el amor en un hombre maravilloso y ahora tengo este regalo.
—miró a Naruto, quien intentaba agarrar la varita para llevársela a la boca.—
Nunca pensé en tener un hijo, Padfoot… no pensé vivir para tanto.

—Lo mismo pienso… —murmuró abrazando a Neji con más fuerza.—


Azkaban se llevó mis esperanzas de todo, pero cuando me escapé y te conocí
pensé que la vida me daba otra oportunidad… sin embargo, luego ocurrió lo
del Ministerio… —acarició la mejilla de su hijo, quien miraba a su padre con
sus ojos blancos atentos, como si supiera la seriedad de lo que estaba
diciendo.— Pero caí en este mundo y conocí al padre de mi primer tesoro,
aunque él se fue antes de que pudiera llegar a amarlo de verdad. Luego,
cometí un error que me drenó todas las ganas de vivir, pero nuevamente
llegaste tú… —sonrió mirando a su ahijado.— y me devolviste las ganas de
vivir y me trajiste equilibrio, dándome una sacudida para que viera lo que

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

estaría dejando si me rendía. —Miró a Kakashi, quien ahora discutía con Rin
por quien sabe que.— Gracias a ti viví un poco más para conocer a mi
verdadero amor y ahora tengo a este precioso ángel. —gruñó juguetón,
besando con fuerzas los cachetes de su hijo.

—¡Iie, Chichi! —se quejó Neji, separando el rostro de su Otou-san del


suyo. (N/A: Chichi es una manera más cariñosa de decir ―papá‖)

—Awww… musuko malito. —dijo Sirius, falsificando un puchero y


lloviendo besos a la cara de su hijo en manera de venganza.

Harry sonrió, negando con la cabeza. Sintió una mirada en su dirección


y vio que su esposo lo miraba desde la mesa de los canapés. Caminó hasta él y
éste lo recibió con los brazos abiertos, rodeando su cintura con ellos. Naruto
había conseguido su propósito y ahora jugaba con la varita de su papá, pero
Harry ya había lanzado un hechizo a su hijo para que su magia no se
descontrolara al tener la varita.

—Soy muy feliz, Arashi. —el moreno murmuró solemne, descansando


su cabeza en el pecho musculoso del rubio.

—Me alegro de oírlo, porque yo también lo soy. Ambos me hacen más


feliz de lo que jamás pensé ser. —declaró, besando la cabeza de su esposo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 10: Cambiando un


destino.

Justamente hoy se cumplía un año desde la derrota del Kyuubi, que


también coincidía con el cumpleaños número uno de Uzumaki-Kazama
Naruto. El día anterior había sido también el aniversario de la muerte de los
padres de Iruka y tantos otros shinobis. Era por respeto a todos ellos que
solamente Harry y Sirius habían hecho los preparativos para la fiesta familiar,
no incomodando a nadie más, después de todo, la fiesta del primer
cumpleaños de tu hijo debe ser un acontecimiento memorable, pero
lastimosamente coincidía con la muerte de muchos aldeanos y shinobis de la
Hoja.

Ahora, Harry llegaba de la tienda de comestibles, trayendo ramen


instantáneo para el almuerzo, ya que no tenía ganas de cocinar. Y gracias a su
esposo él había tomado gusto de ese alimento en particular. Chibi-Naruto
llegaba de su mano, ya que hace poco había aprendido a caminar, y corrió
hasta sentarse en el living, donde estaban sus juguetes. De pasada vio como
Iruka se sentaba frente a la ventana y veía como todo el pueblo se preparaba
para el festival de celebración. Frunció el ceño ante la actitud melancólica y la
mirada en su cara.

—Pensé que ya habíamos hablado de esto, Iruka-chan.

—¿De qué…? —preguntó áspero.

—De lo de Naruto y el Kyuubi. —Suspiró al sentir al chico tensarse.—


¿Crees que no he visto las miradas que le mandas a mi bebé desde ayer…?
Como te dije, pensaba que habías superado eso.

—¡Lo hice! —Chilló, sus ojos brillando por las lágrimas que se
acumulaban con rapidez en ellos.— ¡Pero es que es tan difícil…! ¡No puedo
no hacer caso de que el asesino de mis padres vive en su interior!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Acaso tienes miedo de que el zorro salte del estómago de mi hijo


para atacarte?

—Iie… no… solo… —miró al sonriente niño, que estrellaba sus


animales de juguetes acompañados de rugidos de batalla, y luego a su
guarda.— ¿Estás seguro de que el Kyuubi nunca podrá tomar control de
Naruto-kun para lastimar a la gente de Konoha?

—Segurísimo, promesa. —sonrió levantando la mano en juramento.

Iruka se relajó y devolvió la sonrisa al mayor. Sabía que sus miedos


eran estúpidos, el Hokage-sama mismo había hecho el sello, pero aún…
estando en estas fechas, no podía olvidar del horror que vivió hace ya un año.

—Bien, ¿necesitas ayuda para lo de esta tarde, Harry oji-san?

—Nope, Sakumo-kun y yo lo tenemos todo cubierto. Solo te voy a pedir


que estés listo temprano para abrir la puerta a los invitados.

—¡Hai, cuenta conmigo!

En la tarde comenzó la fiesta, Arashi había decretado día feriado, así


que nadie podía fastidiarlo con nada… ya mañana se haría cargo de las cosas
atrasadas, hoy era el día especial de su hijo y nadie le iba a impedir participar.
Cuando llegó ya todos los invitados estaban en su casa, hizo una mueca de
dolor al escuchar los chillidos de los niños presentes.

—Llegaste.

Se giró para ver que su sonriente esposo salía de la cocina con una
bandeja de comida, lo siguió hasta la mesa más cercana y luego lo besó,
dándole su saludo cotidiano.

—Por supuesto, te dije que no podía faltar. —Susurró contra sus


labios.— ¿Cómo va todo aquí?

—Bien, como puedes ver. —Hizo un ademán para que mirara a los
niños que se arrastraban por el piso.— Todos los niños que invitamos
vinieron. Naruto-chan y Kiba-kun se llevan muy bien, ya han roto un jarrón y
volcado más de dos figuras de bronce. Sasuke-kun estaba renuente al principio
y miraba a todos como si ellos fueran demasiado bajos como para que él se

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

tome su tiempo como para jugar con ellos, pero Kiba-kun y Naru-chan
arrastraron a Shikamaru-kun y Chouji-kun y comenzaron a jugar; Sasuke
comenzó a mirarlos envidioso en ese momento y decidió que tal vez era bueno
compartir su tiempo. —Arashi rió.— Neji-chan no se ha despegado de mi
padrino, él si mira a todos con desdén, en verdad no sé que hace ese niño para
divertirse, aunque más bien pienso que Padfoot lo malcría demasiado y el niño
sabe que su padre hará lo que él quiera con solo chasquear los dedos, por eso
su actuación de niño de mamá.

<Las muchachas están jugando en otro rincón, porque Kiba-kun y


Sasuke-kun creyeron que era buena idea estirar sus cabellos. Ino-chan,
Sakura-chan e Hinata-chan se llevan bien y la pequeña TenTen-san junto con
Hana-san son quienes comandan todo. Los otros niños solamente disfrutan de
correr por todos lados y de vez en cuando usan los juegos que están instalados
en el jardín. Aburame Shino ha estado arrodillado en el césped mirando el
panal de abejas del árbol… no quiero saber porque. Creo que he visto a Itachi-
kun, Shisui-kun e Iruka-chan hamacarse en los columpios, pero no puedo
confirmártelo. —hizo una mueca.

—Siguen siendo niños… —comentó Arashi, sonriendo a los invitados


más grandes.

—De hecho, me satisface que se lleven tan bien. —Frunció el ceño.—


Por ahí vi a Tenzo-kun algo incómodo y ruborizado por algo que Kakashi le
ha dicho. No sé que pudo ser… pero ambos miraban a Shisui en ese momento.

El rubio solo se encogió de hombros y atrajo a su pareja para besarlo.


Un coro de ―Ewww‖ los recibió y vieron a un par de niños de los más grandes
mirarlos con asco.

**********

—¿Papi…? —Naruto tocó la mejilla de su padre para atraer su atención,


el niño estaba en su sillita para bebés, tomando leche de su vasito de plástico
con dibujos de ranas. Harry había decidido que su niño ya estaba apto para dar
ese paso desde que cumpliera los dos años. (N/A: Desde ahora, Harry será
―papá o papi‖ y Arashi ―Otou-san‖ ¿ok?)

Harry pestañeó, saliendo de su trance.

—¿Qué pasa, mi amor?


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Upa, —levantó sus bracitos para ser alzado.— ya tomé toro mi tete.

—Ok, mi bebé hermoso. —sonrió.— Creo que debemos hacerle una


visita a Sakumo-kun. Tengo algo importante que pedirle.

Naruto miró a su padre sin entender lo que le decía, pero sonrió con esa
sonrisa tan parecida a la de Arashi y se prendió de su cuello, animado porque
iban a salir, en la otra mano llevaba su más reciente regalo por parte de Harry,
un zorro rojo de nueve colas. El mago mismo había transfigurado una
almohada para hacerle ese regalo a su hijo. Su esposo había levantado las
cejas en una muda pregunta cuando lo vio y Harry solo lo miró, como
retándole a que se atreviera a hacer algún comentario, el rubio solo sonrió
negando con la cabeza y los dejó solos. Extrañamente, ese peluche resultaba
ser el juguete preferido de Naruto desde entonces.

Ambos salieron de la casa, destellando la más tierna escena de madre e


hijo. Hoy era el día de descanso de su equipo, el cual había crecido mucho en
técnicas y compañerismo, sobre todo desde que Itachi despertara su
Sharingan.

Flash Back.
—¡Harry-sensei…! ¡Harry-sensei…!

El moreno detuvo su entrenamiento de Taijutsu con su Kage Bushin y


miró a un extrañamente enérgico y sonriente Uchiha Itachi.

—¿Hai…? ¿Cuál es el motivo de que el estoico Prodigio este gritando?

El niño se ruborizó ligeramente, pero no perdió su sonrisa.

—Quiero que vea algo. —dijo y cerró los ojos un momento, cuando los
volvió a abrir Harry copió la sonrisa del menor. Los ojos eran rojos y allí
destellaban dos comas en el derecho y una en el izquierdo.— ¡Lo hice!
¡Despertaron ayer!

—Estoy feliz por ti, Itachi-chan. —besó su frente y lo abrazó.— ¿Cómo


ocurrió?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Harry enarcó una ceja al ver que Itachi bajaba la cabeza y pateaba la
tierra en un gesto indudablemente culpable.

—Bien, sensei… verá… —balbuceó.

Recuerdo de Itachi.
—Pensé que haríamos esto nosotros solos. —Iruka se cruzó de brazos
mirando ceñudo al pequeño visitante inesperado de cabello negro y cara
pálida.

—Etto… —Shisui miró a su primo Itachi y luego a Sasuke, que


chupaba feliz su paleta dulce, en los brazos su hermano.

—Mi okaa-san tuvo que salir y nos pidió que miráramos a mi otouto.
No pudimos negarnos. —sentenció Itachi.

—Bien. —Iruka bufó.— Solo espero que no estorbe.

—¿Qué es exactamente lo que vamos a hacer…? —Tenzo pidió, algo


nervioso.

—Oh, verán… —el de la cicatriz sonrió malicioso.— Sé de buena


fuente que Jiraiya-sama está en Konoha y él tiene gusto de mirar furtivamente
en los baños públicos de mujeres… y creo que debemos darle un escarmiento.
—frotó sus manos con anticipación.

—¿Y cómo haríamos eso? —Itachi pidió escéptico.— Él es un Sanin y


nosotros solo somos un cuarteto de dos Genin experimentados y dos recién
graduados… más un bebé.

—Oh, vamos Itachi-kun. —Su primo pasó un brazo por sus hombros.—
Es una broma planeada por genios como nosotros, hasta el mismísimo Hokage
podría caer.

—¡Hai! ¡Y Arashi oji-san es quien me dio la idea! —exclamó Iruka,


bombeando un puño en el aire.

—¡Vayamos, entonces! ¡Jojojo! —Shisui imitó su gesto y ambos


caminaron decididos hasta su destino.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

La ceja derecha de Itachi se crispó peligroso y luego miró a Tenzo, él


tenía una mirada aprensiva y ambos se preguntaban cómo es que fueron
convencidos para hacer tal cosa.

Fin del Recuerdo de Itachi.


—¿Y algo fue mal, verdad? —predijo Harry.

—¡Supuestamente nada tendría que haber salido mal! —exclamó, aún


temblando por recuerdo.— Iruka-kun era el mejor en control de chakra y se
transformó en un niño pequeño para distraer a Jiraiya-sama. Nosotros tres
deberíamos entrar sin ser vistos al baño público, hacer un Henge para parecer
mujeres, luego fingir que salíamos del lugar, que lo veíamos y luego
comenzamos a gritar: ―¡Pervertido!‖. Pero Sasuke estaba con nosotros y tuve
que dejarlo junto a un árbol mientras tanto…

—¿Solo…?

—¡Él es muy quieto y obediente! ¡Pero cuando avisamos a las mujeres,


ellas salieron furiosas y el Sanin empezó a correr tan rápido que una de sus
sandalias de madera salió disparada justo a donde estaba mi otouto! —Tomó
aire luego de su discurso.— Cuando lo vi me aterré y en ese momento sentí
mis ojos arder. Todo se volvió en cámara lenta y algo chascó en mi mente,
corrí hasta tomarlo en mis brazos y desviarlo de la trayectoria de la sandalia…
ella se clavó en el árbol que estaba tras Sasuke-kun. —murmuró.

—Entonces allí lo despertaste.

—¡Hai! —Dijo con una sonrisa orgullosa.— Shisui fue quien me lo


dijo, luego que llegáramos a nuestra guarida.

Harry suspiró.

—No sé si reprenderlos por ser tan imprudentes o felicitarte por tu


Sharingan. —dijo con un ceño en su cara.

—Bien, usted dijo que lo despertaría antes de lo esperado… su


predicción fue exacta. Debería felicitarme… y felicitarse.

Fin del Flash Back.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

No puedo creer que aquí haya un grupo de Merodeadores. ¿Será mi


influencia y la de Sirius…?

Harry sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos al llegar a la casa


de su padrino. Enarcó una ceja al ver a un sonriente Neji montando a un gran
perro negro, que parecía ser un cachorro por la energía que desbordaba.

—¡Guau, guau, chichi! —chilló Naruto, señalando el animal y


retorciéndose en los brazos de su papá para que lo bajara.

El can y el niño lo notaron y Snuffles corrió a saludar el chibi rubio


haciendo que Neji frunciera el ceño y se cruzara de brazos, disgustado.
Naruto, por otro lado, no perdió tiempo en montarse al perro con ayuda de
Harry. El moreno lo dejó jugar por un momento, pero luego suspiró pesaroso.

—Necesito hablar de algo serio contigo, Sakumo. ¿Podemos entrar?

El perro lo miró seriamente un momento antes de volver a su forma


humana, confiado en que los hechizos que rodeaban su casa no permitirían
que algún aldeano viera su transformación.

—Entremos. —sonrió de lado, estando al tanto de la mirada resuelta y


seria de su ahijado.— Ven, campeón más tarde seguiremos con nuestro juego.
—estiró una mano y Neji la tomó renuente, mandándole una mirada enfadada
al recipiente del Kyuubi.

Entraron a la casa, los niños fueron dejados en un corral para niños


bastante grande que estaba en la sala y lleno de juguetes. Sirius y Harry
tomaron asiento cerca, porque por más que estuvieran encerrados no era bueno
confiar en ellos. Estuvieron en silencio mientras probaban su té, hasta que el
mayor carraspeó, mirándolo con una ceja enarcada.

—Es sobre esas cosas que sé, Sirius. —murmuró.— He decidido que
quiero salvar la vida de alguien más.

—Te escucho…

—Él es un niño ahora, dentro de dos años unos ninjas de otra aldea,
Kirigakure irrumpirán en su hogar y asesinarán a toda su familia, dejándolo
solo a él con vida y de ahí en más todo le irá mal. Si mal no recuerdo, ahora
mismo el niño estará encerrado en una cárcel, porque su Clan le teme.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Encerrado...? —preguntó sorprendido y asqueado. Harry asintió.—


Que horror. ¿Qué quieres que haga?

—Que lo rescates. —sentenció.— Solo tú puedes infiltrarte allí y traerlo


con bien, Padfoot. No puedo pedirle a Arashi que te dé un permiso especial,
porque hará preguntas. Él sabe que no debe hacérmelas con respecto a esto
que sé, así que lo dejaré al margen por ahora, ya cuando traigas al niño le
explicaré algo. —suspiró.— Ahora tengo bastante con Naruto, pero él ya debe
tener unos seis años… no creo que sea mucho problema criar a otro niño…

—Si logro rescatarlo me quedaré con él. —murmuró Sirius y Harry lo


miró con sorpresa. Sonrió.— Aunque me cueste admitirlo, ya estoy viejo y mi
Neji-chan fue el último bebé que me pude dar el lujo de gestar, ahijado. Si voy
a rescatar a este pequeño supongo que crearé un lazo con él y bien… no le
vendría mal otro miembro a nuestra familia. —se encogió de hombros.

—¿Estas seguro? Porque no creo que Neji-chan tenga gusto de que


traigas otro niño a casa. Con lo celoso que es… y también está Hizashi-san.

—¡Hey! ¡Mi cachorro solo defiende lo que es suyo! —Dijo falsamente


indignado.— Y más bien creo que el problema de Neji es con Naruto-chan y
sus amigos, no le gusta la gente bulliciosa. Si este pequeño es un ángel como
él, no habrá problemas. Y mi Hi-chan me consiente en todo, si se lo pido no
tendrá problemas en adoptar un chibi. —guiñó un ojo.

—Si tú lo dices. ¿Cuándo lo harás?

—Este fin de semana es el día libre de Hizashi, lo dejaré a él con


nuestro bebé y le diré a tu esposo que saldré para hacer algunas
investigaciones. Ya cuando vuelva con el pequeño le diré que hable contigo.
¿Quedamos así?

Harry asintió, dejando de lado su taza y levantándose del sillón.

—Hai, espero que todo vaya bien. —suspiró, agachándose sobre el


corral para tomar a su hijo. Extrañamente, su rubito hoy estaba callado, sería
por eso que Neji estaba jugando con él tranquilamente. Ambos haciendo
sonidos de animales mientras juntaban a sus juguetes preferidos, Neji tenía un
perro negro que era tan grande como su cuerpito de tres años y Naruto a su
zorrito de nueve colas.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Todo irá bien, confía en el viejo Padfoot. —sonrió, acompañándolos


a la entrada.— Por cierto… nunca me dijiste el nombre del Clan y el niño.

—Oh, lo siento. —Sonrió vergonzosamente.— El Clan es Kaguya y el


niño se llama Kimimaro, son conocidos en el País del Agua, no creo que te
cueste encontrarlos.

—Perfecto, cuando tenga noticias te avisaré.

Harry asintió y emprendió la nueva marcha hasta su casa. Suspiró.


Estaba seguro que estaba haciendo lo mejor. Lastimosamente, de los
ayudantes de Orochimaru, era de Kaguya Kimimaro del que más información
tenía como para rescatarlo y, de todos ellos, era el que más se lo merecía. El
encierro y el desprecio de su propia familia por temor a sus poderes le
recordaron tanto a su infancia que le dolía. Era por eso que desde hace mucho
que había decidido que ese niño no sería tocado por la maldad del Sanin de la
Serpiente. En cuanto al resto… bien, Shinigami mismo le dijo que no podía
interferir mucho. Obviamente, le dolía ser un tipo de juez de las vidas que
salvaba y las cuales no, pero era la ley de la vida y él hace mucho que estaba
resignado a respetarla.

Sin embargo, había algunos más que decidió salvar. De hecho, ahora se
acordaba de dos. Ellos eran Momochi Zabuza y Haku. Le costó decidir, pero
al final se dio cuenta de que Haku necesitaba pasar por esos horrores de su
infancia para luego conocer a Zabuza, porque si el Demonio de la Niebla no
conocía al pequeño Haku, no iba a tener posibilidades de ser salvado. Porque
era evidente que Zabuza no se entregó a toda la oscuridad de su corazón
gracias a su convivencia con el niño de aspecto femenino. Y para eso aún
quedaba tiempo… ahora salvar al chibi Kimimaro era prioridad.

País del Agua.


Los vigilantes de complejo del pequeño pero poderoso Clan de los
Kaguya parecían aburridos, fue por eso que ver un perro negro más grande de
lo normal acercarse a las puertas los sorprendió. El perro parecía muy
contento y ladraba intentando llamar su atención, meneando la cola con
frenesí.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Lo conoces…? —preguntó uno de ellos al otro.

—No, nunca lo he visto por aquí. —Entrecerró los ojos.— No parece


tener dueño, no tiene collar o algo que indique pertenencia. Aunque está muy
bien cuidado…

—Tal vez se escapó de casa y logró deshacerse del collar. —se encogió
de hombros.

Ambos se acercaron al perro para verlo mejor y luego ahuyentarlo, por


lo que no notaron como una sombra se acercaba tras ellos y los noqueaba en
un abrir y cerrar de ojos. La figura de Hatake Sakumo le sonrió presuntuoso al
perro y luego desapareció en un soplo de humo. Esa era una de las habilidades
del Colmillo Blanco de Konoha, estar en su forma de animago para distraer al
enemigo y poder hacer un Kage Bushin con su forma humana para atacar por
la espalda. Siendo él un Gryffindor eso era deshonroso, pero también era un
ninja y eso ganaba por sobre todo. Sirius se transformó por unos momentos en
su forma humana para hacer dos copias suyas y luego utilizó un Henge para
que ellas se asemejaran a los guardianes.

—Quédense aquí, vuelvo enseguida. —ordenó, las copias asintieron y él


volvió a su forma animaga.

Tomando precauciones, Snuffles usó su olfato para poder entrar a la


casa principal. Sus investigaciones le decían que era ese lugar el que tenía un
sótano y estaba seguro que allí estaba el pequeño que buscaba. Corrió
evitando ser visto por el resto de los residentes del lugar hasta infiltrarse sin
muchos problemas.

Veinte minutos después, el mago ya estaba frustrado de buscar sin


encontrar la puerta que lo llevara hasta el sótano. Se dejó caer al piso con un
―UF‖ frustrado, cruzó sus patas delanteras y apoyó su cabeza allí, esperando
esa ayuda divina que siempre tenía. Paciencia… No esperó mucho hasta
escuchar unos pasos de lo que parecían ser escaleras subterráneas. Sus orejitas
se movieron al lugar del sonido y asomó sus perrunos ojos azules a la esquina
del pasillo donde estaba. Efectivamente, segundos después un muchacho de no
más de 16 años apareció desde una puerta que simulaba ser un estante para
vajillas chinas, con una bandeja vacía en la mano derecha. Gracias, Merlín,
pensó el perro regocijado.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Una vez ido el muchacho, Sirius no perdió tiempo en ir hasta la puerta y


usar su pata para tocar el botón que abría la puerta secreta. Como no sabía si
había alguien más abajo, conservó su forma canina y bajó las escaleras. El
lugar era oscuro, solo algunas antorchas esporádicas lo iluminaban. Había tres
celdas allí, y el niño estaba en la segunda.

El corazón del mago se encogió al ver que comía con las manos, estaba
sucio, extremadamente flaco, era absolutamente pequeño para un niño de seis
años, se veía triste y pálido. Supuso que su cabello era blanco como el resto
del Clan, pero estaba tan sucio que parecía marrón.

—¡GUAU!

El niño saltó, tirando su vaso de agua por el susto y se encrespó en un


rincón. Allí Sirius pudo notar dos marcas rojas en forma de lunares en su
frente, que eran el símbolo del Clan Kaguya, y unos increíbles ojos verdes,
casi tanto como las esmeraldas de su ahijado.

Kimimaro pestañeó al ver al perro, desde que sus padres lo encerraron


en ese lugar cuando tenía cuatro años su contacto con el exterior solo era con
su primo o madre, quienes le traían de comer y charlaban un poco con él. Pero
allí había un animal, uno muy grande. Él solo había visto dos perros en su vida
y esos eran cachorros.

—O-Ohayo… Inu-san. —susurró asustado.

El corazón del animago se derritió al escuchar la vocecita fina e infantil


del niño. Se veía tan frágil que daba pena. En ese momento se juró que
protegería a este niño como si fuera propio y se encargaría de que olvidara
todo lo que su horrenda familia lo hizo sufrir por su estúpido miedo.

—¡Guau! —saludó con gusto, meneando su colita. Tomando una


decisión, volvió a su forma humana, casi dando un susto de muerte al pobre
chibi-Kimimaro.— Hola, pequeño. Me llamo Hatake Sakumo.

—¿C-Como…? —Balbuceó, sus ojos verdes casi salidos de órbitas.—


¿Cómo… tú… Inu?

Sirius hizo una mueca. ¿Esos bastardos ni siquiera lo han enseñado a


hablar bien…? Sacó su varita y murmuró unos encantos que rompieron las

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

trampas del lugar y abrió la puerta. Entró con precaución al ver el temor en los
ojos del niño. Se sentó junto a él, sonriendo todo el rato, para darle seguridad.

—¿Cómo me convertí en perro? —preguntó y el niño asintió.— Soy un


ninja, pero tengo un secreto. —Se agachó en actitud confidente.— ¿Quieres
saber qué es…?

Kimimaro asintió con curiosidad. Sirius sonrió.

—Yo puedo hacer magia. —susurró.— Soy un mago.

El niño lo miró con el ceño fruncido, sus marcas en la frente se juntaron


adorablemente.

—¿Magos…? —Dijo con su voz pequeña, algo forzada por lo poco que
la usaba.— ¿Cómo en libros que okaa-san leía yo…?

—Sip, pero yo soy uno de verdad. Esta es mi varita mágica. —Dijo,


levantando la vara de madera.— ¿Quieres que te muestre algo de lo que puedo
hacer?

El niño asintió con impaciencia y, durante los siguientes minutos, Sirius


le mostró los hechizos más atrayentes para un niño de su edad. Su corazón
saltó de alegría al ver la hermosa sonrisa del niño, se notaba que hace mucho
que no la usaba.

—Su-Sugoi. —susurró mirando la varita con temor.

—Ahora me gustaría hacerte una oferta, Kimimaro-chan.

—¿O-Oferta? —preguntó inseguro, probando la palabra desconocida.

—Hai. —asintió trasfigurando el plato de Kimimaro en un manta.


Afuera hacía algo de frío y el pobre chibi estaba vestido con unos pantalones
livianos y una camisa rota y sucia.— Quisiera que me acompañaras a mi casa
en Konoha. —Lo miró seriamente.— Aquí tu familia no valora tus regalos y
te temen. Eres un ángel al que nadie entiende y ellos no merecen tener a tan
hermoso niño con ellos. Nadie merece estar encerrado y menos alguien tan
inocente como tú.

—¿Irme…? ¿Dejar a okaa-chan…? —preguntó ceñudo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Fueron tus dos padres los que te encerraron en este lugar, Kimi-chan.
Si tu okaa-san te quisiera ella no lo hubiese permitido. No debes sentirte mal
por ella si te vienes conmigo. Con el tiempo, si se da cuenta de su error,
permitiremos que te visite. Pero ahora debes pensar en ti, en la vida mejor que
te daré si te vienes conmigo.

—Pero… yo… no conozco tú.

—Como te dije soy Hatake Sakumo, un mago y shinobi de la Aldea de


la Hoja, tengo una gran familia allá. —Sonrió tomando algo de su bolso de
ninja.— ¿Quieres que te muestre sus fotos?

—H-hai.

Sirius se tomó su tiempo para contarle un poco de historia de cada una


de las personas de esas fotos. Enarcó una ceja cuando Kimimaro tomó
especial interés en Uchiha Itachi, pero dejó esa información para después. Le
relató la vida en familia que tenía, le dijo que su pareja era un hombre y
Kimimaro lo miró raro, pero no dijo nada. Le dijo que si se venía con él
tendría dos hermanos, uno mayor y uno menor, su propio cuarto y cuantos
juguetes quisiera.

—Entonces… ¿Qué me dices, pequeño? ¿Vienes conmigo?

El niño frunció el ceño por unos segundos y luego miró al mayor con
sus ojos verdes brillando con decisión.

—¡Hai, Sakumo-san!

—Perfecto. —Sirius sonrió envolviendo en la manta al niño y luego lo


cargó, haciendo una mueca al sentir lo liviano que era. Cerró los ojos y se
Apareció fuera de la casa, justo en la entrada.— ¿Estás bien, Kimi-chan?

El niño miraba algo verde luego de su primera experiencia con la


Aparición, pero terminó asintiendo, sus bracitos aferrados con fuerza al cuello
de Sakumo.

—Sakumo-sama. —corearon sus Kage Bushin acercándose a ellos.

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—¡Ohayo! —Saludó con una sonrisa.— Ya tengo lo que vine a buscar,


voy a borrar la memoria de los guardias, luego quiero que los despierten y
desaparezcan.

—¡Hai, Sakumo-sama!

Sirius caminó con su pequeña carga en brazos hasta alejarse del


complejo, usando sus sentidos de ninja para que nadie los notara. Buscó un
arroyó cercano y bajó a Kimimaro al piso. El chico miraba sus alrededores
extasiado, pestañeando continuamente al no estar acostumbrado a la luz del
sol, a pesar que ya era de tarde.

—Quisiera que te bañaras, Kimimaro-chan. —Al ver la cara aprensiva


del pequeño, agregó:— Yo voy a ayudarte, también tengo una muda de ropa
para ti.

Sacando su varita, el animago la agitó para calentar el agua del arroyo y


sacó algo de jabón y shampo para darle un buen baño al peliblanco. Sonrió al
niño y se agachó para quitarle las horribles ropas que usaba. Ocultó
perfectamente el odio hacia los parientes de Kimimaro al ver como se notaban
los huesos del cuerpo debido a la malnutrición, por suerte no tenía señales de
golpes o la familia Kaguya iba a conocer porque él fue un Merodeador en el
pasado… ya que no podía matarlos, por lo menos podría hacerles una broma.
Sin embargo, sacó esos pensamientos y llevó al niño al agua. Entre los dos
frotaron la mugre del cuerpecito. Sirius personalmente se encargó del cabello
y se maravilló por lo hermoso que era. Era largo hasta los hombros y blanco
tirando a gris. Parecía mucho el plateado de los Hatake, pero era solo una
pequeña semejanza al plateado que su viaje por el Velo de la Muerte había
hecho a su cabello negro-azulado, ya que el del niño era más blanco que otra
cosa. Eso sí, el cabello era tan suave como el de un ángel y uno podría estar
toda su vida pasando sus dedos por él.

—¿Qué ropa…? —preguntó, una vez que estuvo seco.

—Traje ropa de mi primer hijo. Espero que te guste, ya cuando


lleguemos a Konoha te compraré tu propio guardarropas. —sonrió, mientras
abría su mochila de ninja y sacaba un par de pantalones azules y una camiseta
blanca con un perro negro sonriente en la parte delantera. Ayudó al niño a
colocárselo, pero siendo éste tan mal nutrido, tuvo que usar un encanto para
ajustarlo a su cuerpito.— Estás perfecto. Ahora yo voy a volver a usar mi

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

magia para convertirme en el perro y quiero que te subas a mi espalda cuando


termine de transformarme, ¿de acuerdo?

—¡Hai! —exclamó emocionado.

—Bien, partamos a tu nueva familia y hogar, Kimi-chan.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 11: Cambiando otros


destinos.

Eventualmente, el tiempo pasó en Konohagakure. Kimimaro fue


recibido con alegría en su nueva familia, agradecidamente Neji tuvo gusto de
él enseguida. Los papeles de adopción fueron hechos enseguida (tener como
ahijado al esposo del Hokage agilizaba las cosas) y él pasó a llamarse Hatake
Kimimaro, porque a pesar de tener una herencia de sangre como la suya, un
Hyuuga no tenía permitido adoptar y Hizashi ya había hecho demasiados
estragos familiares como para encima darle su apellido a un niño desconocido.

Y así como Kimimaro cambió su apellido por el de su nueva familia,


Kakashi tuvo que agregar uno al suyo. Nadie se engañaba en pensar que los
Uchiha nunca descubrirían su secreto y fue durante una de sus misiones que el
enemigo logró romper la máscara de Inu-ANBU de Kakashi, revelando su
Sharingan del ojo izquierdo y el destino quiso que uno de los tantos Uchiha
del Clan estuviera con él en ese momento.

El escándalo no se hizo esperar, pero cuando le preguntaron, Sakumo


contestó impasible que fue con su primera pareja estable, Uchiha Kaede que él
intentó el Jutsu de embarazo el Mpreg no Jutsu (N/A: Je… no se me ocurría
otro nombre XD), pero que ninguno de los dos dijo nada por temor a que los
miembros poderosos del Clan no aceptaran que un niño de su sangre naciera
de esa manera. Los ancianos del Clan por poco y no reclamaron la sangre de
Sakumo y Kakashi, pero con intervención del Hokage y una charla bien hecha
por parte de Fugaku, se llegó a la conclusión de que Kakashi era un miembro
legítimo del Clan (porque había despertado su Sharingan, a pesar de que era
una rareza que fuera un solo ojo). Fue por eso y por guardar la memoria de su
padre, que Kakashi aceptó llevar el apellido Uchiha seguido del Hatake.
Desde ese momento, el ahora Jounin era conocido como el Ninja Copia,
Hatake-Uchiha Kakashi quien para entonces tenía en su colección más de 600
Jutsus copiados con su Sharingan.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Ahora Kakashi había adoptado el símbolo de su Clan y lo tenía bordado,


no en todas sus ropas, sino en la pequeña bolsa de shinobi donde guardaba su
precioso ―Icha-Icha Paradise‖. Allí lucía el abanico de dos colores,
característicos de los Uchiha, porque sabía que ese bolso nunca lo perdería.
Por otro lado, era una costumbre ya tapar su ojo del Sharingan, pero ahora, la
mayoría de las veces, tenía ambos destapados. En cuanto a la máscara de la
parte inferior de su cara… ella seguía intacta, eso era algo que formaba parte
de sus manías, marca personal y el misterio que lo rodeaba. Hatake Kakashi
no sería lo mismo sin la parte inferior de su rostro sin ser visto.

—¿Adónde vamos? —Kimimaro preguntó a su aniki. Los tres hermanos


habían salido de la casa, Neji caminaba de la mano de Kakashi mientras el
peliblanco tomaba una punta del pantalón del Jounin, porque la otra mano del
mayor se encontraba ocupada con su precioso libro anaranjado. Como de
costumbre, leía el libro porno que su padre editaba.

—Vamos a comprar algunos materiales para que comiences la


academia, Kimimaro-chan. ¿Qué quieres comprar primero? —preguntó su
solo ojo hoy visible atento a su libro.

—Mmmhhh… ¿libros? —pidió inseguro.

—Maa… maa… tenemos otro intelectual en la familia. —Kakashi


suspiró.

—Kashi-chan… —llamó Neji, estirando su mano. Kakashi alejó un


poco su libro y miró al pequeño con aburrimiento. Neji fruncía el ceño.—
Súbeme a tus hombros, no tengo ganas de seguir caminando. —sentenció
soltando la mano de su hermano mayor y alzando ambos brazos para obligar
al Jounin a cumplir su pedido.

—Falta poco para llegar, Neji-chan. —el mayor intentó razonar.

El niño hizo un puchero y sacudió sus brazos con impaciencia,


indicando que no iba a cambiar de parecer. Kakashi dejó salir un suspiro
derrotado, guardó su libro y levantó al niño hasta sus hombros, enseguida Neji
se prendió de sus cabellos plateados. Haciendo una ligera mueca de dolor, el
Jounin estiró una mano para que Kimimaro la tome y éste obedeció con una
sonrisa divertida. Es nuestra culpa… lo hemos mimado demasiado, pensó
mientras movía su mano hasta la bolsa de su cintura.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Si sacas ese libro feo… —Neji comenzó, estirando los cabellos de su
hermano hasta hacerlo gemir de dolor.— le diré a papi que has estado
leyéndolo frente a mí. Yo sé que él te lo ha prohibido.

—Tú aún no sabes leer, otouto. —Kakashi gruñó.

—Pero desde aquí puedo ver los dibujos y Harry oji-san dice que nada
de ese libro es permitido que vean niños como nosotros. —devolvió.

Viendo la lógica en las palabras de su hermanito de cuatro años,


Kakashi dejó caer sus hombros en derrota y caminó a paso ligero hasta la
librería más cercana.

La librería más cercana resultó ser una bastante antigua, en la que


mucha gente no compraba, pero tenía los libros necesarios así que decidió
entrar. Saludó a la anciana encargada y pasó el primer estante, llevó consigo a
los niños hasta el segundo y lo que vio allí casi hizo que dejara caer a Neji.

Una pareja se estaba besando como si la vida se le fuera en ello.


Normalmente, siendo que él era fanático de la novela de Jiraiya—sama, cosas
como estas no deberían impactarlo, pero… simplemente lo que veía no era
correcto. Algo como eso sus virginales ojos no deberían estar viendo… ya se
imaginaba que iba a tener una cicatriz mental para toda la vida.

—¿Gai…? —Manejó estrangular, aún en shock.— ¿Anko…?

Los susodichos se separaron, un rubor creciendo en sus mejillas al ver la


cara de espanto de Kakashi, la de repugnancia de Neji y la avergonzada de
Kimimaro.

—Eh… mi rival eterno…

—¡Maldita sea!

Le llevó a Kakashi todo su entrenamiento como shinobi y la


preocupación por la salud de su hermanito que se sentaba en sus hombros, el
no desmayarse en ese mismo lugar.

**********

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Oh, cielo… ¿no sabías? —Sirius rió, mientras acariciaba el hombro


de su hijo mayor, quien lo fulminaba con la mirada.

—Alguien pudo haberme dicho. —gruñó.— ¡Casi tuve un paro cardíaco


allí mismo! ¡Son Gai y Anko…! —chilló.— ¡Los vi besándose! —suspiró,
negando con la cabeza y reprimiendo un escalofrío.— ¡Tendré pesadillas por
el resto de mi vida!

—Oh, vamos, no es para tanto. Tienes razón en pensar que es algo


espeluznante en que ellos dos se hayan vuelto… pareja. Pero cosas más
extrañas han pasado en Konoha, musuko. —dijo haciendo una mueca.

—¿Más extraño que Maito Gai y Mitarashi Anko de… novios? —


murmuró, mirando con incredulidad a su padre.

—Bien, tienes un punto allí, Kashi-chan. —rió.

—En fin… —suspiró.— ¿Dónde está Hizashi-san? Pensé que estaría


aquí para la pequeña fiesta de Kimimaro, por su inicio de clases.

—Hai, vendrá un poco más tarde. Arashi-san le pidió que asistiera a una
reunión que tenía con alguien de la Aldea de la Nube por el tratado de paz.
Estará aquí en cuanto termine. —sonrió.

La noche llegó y los pocos invitados (la familia Kazama-Uzumaki y el


ex equipo 7 de Arashi y el actual de Harry) se reían de la traumática
experiencia del pobre Kakashi. Sasuke, Naruto y Kiba susurraban bajito en un
rincón y de vez en cuando le mandaban miradas conspiradoras a Neji, viendo
esto el niño considerado prodigio se sentó en las piernas de su padre Hizashi y
rechazó moverse de allí durante toda la reunión; pareciendo decepcionados,
los tres niños comenzaron a jugar con los juguetes que habían traído.
Kimimaro, por otro lado, se sentaba junto a Kakashi y cada vez que Itachi
posaba sus ojos en él, éste se escondía tras la espalda de su hermano,
ruborizado.

La ceja derecha del ex capitán de ANBU crispó peligroso y le mandó


una mirada penetrante al prodigio de los Uchiha.

—¿Qué? —Gruñó el moreno.— No le he hecho nada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hn, más te vale. —masculló Kakashi, acariciando el bracito de


Kimimaro, buscando tranquilizarlo.

—Awww… ¿es que no te das cuenta, teme? —Obito arrulló.— ¡Kimi-


chan está enamorado!

Las caras de Itachi y Kimimaro ardieron en rubor. El Uchiha por


vergüenza y rabia, mandándole miradas fulminantes a su primo. Kimimaro
gimió altamente avergonzado y comenzó a farfullar incoherencias.

—¡¿Quieres callarte, dobe?! —chilló Rin, golpeando la cabeza del


Jounin.— ¡Mira cómo has puesto a Kimi-chan! —ella fulminó con la mirada a
Obito, quien tenía una expresión de temor en el rostro, y luego volteó hacia el
niño. Su rostro cambió totalmente y sonrió dulce a Kimimaro. Era bien sabido
por todos que, desde que ella fue elegida para encargarse de restablecer la
nutrición del chibi, había tomado un gran cariño por él.— ¿Quieres
acompañarme a ver las cosas que te traje para tu primer día en la Academia,
Kimimaro-kun? —ofreció ella, extendiendo una mano.

—H-hai. —dijo él, con su voz fina. Salió casi corriendo del refugio tras
la espalda de su hermano, dando una mirada de soslayo a Itachi.

Los adultos solo rieron calurosos, aunque algo preocupados ante el


pensamiento de que sus ―bebés‖ ya eran lo suficientemente grandes como para
pensar en el amor. La fiesta continuó sin más contratiempos, hasta que fue
hora de que todos los invitados marcharan para sus casas.

—¿Todos duermen ya…? —preguntó Hizashi, abrazando a su esposo


por la espalda. Ambos se encontraban en el jardín delantero de su casa, Sirius
miraba las estrellas pensativo hasta que su esposo lo encontró.

Recuerdo.
—¿Qué pasa, Harry? Estás más pensativo de lo normal…

Harry lo miró con una mueca aprensiva en su cara.

—No sé exactamente la fecha, Padfoot, pero es por estos días que


ocurre el incidente en el complejo de los Hyuuga.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Fin del Recuerdo.

El día en que mi marido da su vida por la de su hermano. ¡Pero no


dejaré que eso ocurra…! Suspiró y sonrió, ronroneando al sentir las manos
traviesas por su cuerpo y los besos que el menor prodigaba por su cuello.

—Hai, ya los dos duermen. Aunque, Kimimaro estaba muy nervioso por
su primer día de Academia, tuve que usar un ligero hechizo para calmarlo y
ponerlo a dormir.

—Je… adoro a ese niño. —susurró el castaño, girando a su esposo para


poder besarlo en los labios.

—Es un ángel… ambos lo son. —murmuró, cruzando sus brazos por el


cuello del otro, para devolver el beso con fervor.

Continuaron besándose por largos minutos con solo la luna y las


estrellas como testigos, hasta que los sentidos de ambos gritaron alerta cuando
escucharon un ligero ¡crack! viniendo desde el jardín trasero.

—¿Qué fue eso…?

—Son los hechizos que puse por la casa. Alguien está tratando de
entrar. —dijo Sirius seriamente. Ambos se miraron y asintieron al unísono
antes de correr para ver que sucedía.

Se encontraron con que un hombre enmascarado había intentado


traspasar la barrera mágica de Sirius y ahora se encontraba en el piso,
aparentemente confundido y mareado. Lo que alarmó a la pareja fue el
lloriqueo que venía del paquete que traía en su espalda. Los ojos del mago se
abrieron como platos cuando la comprensión llegó a su mente. Sin dudar, sacó
su varita y cuando estaba a punto de gritar un encanto vio a otra figura correr
tras el desconocido.

—¡No lo hagas, Hiashi! —gritó Sirius y se interpuso en el camino del


kunai que iba justo en la trayectoria al corazón del enemigo.

—¡Sakumo! ¿Estás bien? —preguntó alarmado su amante, llegando


enseguida junto a él.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Sí, solo me dio en la pierna. —dijo éste haciendo una mueca de dolor
mientras se quitaba el arma del muslo izquierdo. Sin hacer caso de nadie más
se giró al enmascarado, quien estaba tieso al ver que estaba rodeado. Levantó
su varita y gritó:— ¡Petrificus Totalus!

Hizashi detuvo la caída del secuestrador, para que no cayera sobre su


carga trasera, mirando escandalizado a su esposo. ¡Había utilizado magia en
frente de su gemelo! Miró a Hiashi y podía ver que sus ojos casi se salían de
órbitas, su Byakugan activado mientras observaba a su marido y la varita.
Hizo una mueca, él sabía por experiencia propia que la magia no podía ser
detectaba por su límite de sangre.

—¿Q-qué…? —balbuceó Hiashi.

—Ahora no es tiempo para las preguntas, cuñado. ¿Por qué seguías a


este tipo?

Los ojos de la cabeza del Clan Hyuuga se abrieron como platos.

—¡Hinata! —gritó, antes de arremeter ante la estatua humana y


desenredar el paquete en su espalda. Efectivamente, la carga era la pequeña
heredera Hyuuga Hinata. Ella estaba inconsciente, pero aparentemente sana.—
Estaba yendo para ver como dormía cuando vi una sombra salir por una de las
ventanas de su habitación… —comentó, comprobando el cuerpo de su hija
para ver si no tenía heridas.

—¿Quién pudo intentar secuestrarla? ¿Y dentro del mismo complejo…?


—preguntó Hizashi a nadie en particular, mientras desenmascaraba al
secuestrador. Jadeó al ver su cara.— ¡El enviado de la Aldea de la Nube!

—Parece que no era paz lo que buscaban. —Sirius gruñó, apuntando


con la varita al Jounin traidor.— ¡Desmaius!

—Maldito. —siseó Hizashi, apenas conteniéndose para no matar al


hombre.— Iré a casa y despertaré a Kakashi, es una suerte que se haya
quedado hoy aquí, le pediré que busque a los ANBU's y al Hokage.

—Eso está muy bien. —dijo Hiashi, levantándose del piso.— Porque yo
necesito que ustedes dos me expliquen algunas cosas. —agregó, mirando
seriamente el palillo en manos de su cuñado. ¿Cómo una simple vara de

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

madera pudo paralizar a un Jounin élite de la Nube? ¿Cómo es que no usa


chakra para ello…?

—Está bien, Hiashi-san. Pasemos adentro, puedes recostar a Hinata-


chan en el sillón de la sala. —murmuró Sirius, agitando nuevamente su varita
para atar y transportar al prisionero hacia la casa.

**********

No tardaron en llegar una escuadrilla de tres ANBU's junto con un muy


dormido Hokage y un preocupado Harry. El moreno casi corrió a sentarse
junto a su padrino y lo abrazó.

—No lo mataron, ¿verdad? —susurró frenéticamente.

—No, despreocúpate. —sonrió, palmeando la espalda del menor.—


Ahora ese bastardo pagará por lo que hizo… o por lo que su supuesto
secuestro iba a causar a mi Hi-chan.

Harry se separó sonriente, el alivio brillando en sus ojos verdes.

—Lo han logrado… —murmuró.— Después de esto, no creo que otra


amenaza grave afecte la vida de Hizashi…

—Eso espero.

—Bien, creo que deben llevarle a este tipo a Ibiki-san y me comunicaré


con la Niebla cuanto antes. —Dijo Arashi, un ceño enfadado en su rostro.— Si
no estaban seguros acerca del tratado de paz, ahora van a tener que firmarlo
como sea, para pagar el agravio que han hecho. Intentar secuestrar a uno de
nuestros niños… —gruñó, negando con la cabeza, sus ojos azules perforando
el cuerpo que los ANBU's trasladaban.

—¿Qué pasa…? —Neji estaba en las escaleras, frotando sus ojos con
cara soñolienta.

—Nada, bebé. —Dijo Sirius con una sonrisa.— Regresa a tu cama.

—Yo me lo llevo, Otou-san. —murmuró Kakashi, caminó hasta las


escaleras, tomó a su hermanito en brazos y ambos desaparecieron dejando solo
a los adultos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Hubo un silencio incómodo, mientras el ANBU restante terminaba de


hacerles preguntas a Hiashi. También alguien de la familia que formaba parte
de la Rama Bouke del Clan Hyuuga llegó para llevarse a Hinata al Complejo.
Cuando éstos se fueron, el Jefe del Clan Hyuuga miró seriamente a su
hermano y cuñado.

—Ahora… ¿me pueden decir cómo es que Sakumo-san acaba de usar


una vara de madera para inmovilizar al enemigo?

Harry jadeó y miró con ojos como platos a su padrino.

—Je… —el animago rió vergonzoso, rascando su cabeza.— Bien… eso


tiene una explicación, pero… debes prometerme que no se lo dirás a nadie.

Harry y Arashi se despidieron de la familia y los dejaron solos para


charlar. El rubio comenzó a quejarse en su camino a casa de que iba a haber
muchos problemas gracias a esto, pero estaba feliz de que los planes de esa
Aldea no progresaron. En casa de los Hatake-Hyuuga, por otro lado, se dijeron
todas las verdades ocultadas con respeto a Sakumo, o al menos parte de ellas,
no querían revelar tantos secretos, como los ataques que usaba Sirius en
combate.

—También puedo presentarte a alguien que conoces, pero que no sabes


su verdadera identidad. —Sirius miró a su esposo, sonriendo malicioso.

Hiashi frunció el ceño mirando su intercambio, pero luego sus ojos casi
se salen de órbitas cuando su cuñado se transformó en un perro.

—¿S-Snuffles…? —murmuró incrédulamente.

—¡Guau! —el animago asintió, posó su cabeza en la pierna del gemelo


y meneó la colita, lloriqueando lastimeramente.

—Sakumo, por favor… —Hizashi gimió, cubriendo su rostro en


vergüenza.

—¿Qué pasa? —el otro gemelo enarcó una ceja a su hermano.

—Quiere que lo acaricies. —masculló, desviando la mirada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El otro sonrió, negando con la cabeza, siempre supo que su cuñado era
infantil y tenía un humor muy extraño, pero esto era demasiado. Sin embargo,
bajó una mano y acarició al perro por detrás de las orejas, haciendo que
Snuffles casi ronroneara. Hizashi no sabía si alterarse o reírse por la escena.

—Agradezco su sinceridad. —dijo el gemelo mayor al fin.— Pero tengo


que regresar al complejo, todos deben de estar preocupados.

El otro asintió seriamente y Sirius volvió a su forma humana.

—Confiamos en que no dirás nada de lo que te he contado. —dijo


Sirius, mirándolo seriamente. Hiashi asintió y se arquearon en señal de
respeto.— Entonces nos veremos mañana. —Se giró a su esposo.— Voy al
jardín para comprobar si ese maldito no hizo nada a los hechizos.

—De acuerdo, amor. —ambos compartieron un beso, no viendo la


mueca en Hiashi. Sirius desapareció por la puerta trasera y su esposo se giró
para encarar a su visitante.— Te acompaño la puerta. —murmuró. Caminaron
hasta la entrada y Hizashi no pudo dejar pasar el silencio y actitud pensativa
de su hermano.— ¿Pasa algo?

—Hace mucho que un pensamiento ronda mi mente, otouto-san. —lo


miró.— Y creo que ahora el Consejo no podrá decirme que no. Después de
todo… han salvado a la heredera del Clan.

—No te entiendo, ¿de qué hablas?

—Te lo diré una vez que lo concrete. —posó una de sus manos en el
hombro del menor y lo exprimió.— Gracias por todo, Hizashi. Nos veremos
mañana.

—Hai, hasta mañana.

.:.Días después.:.
Para entonces, ya la Aldea de la Nube había sido avisada de los
acontecimientos. Por supuesto, ellos negaron tener que ver con el secuestro.
Sin embargo, por el agravio tuvieron que aceptar firmar un tratado de paz que

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

beneficiaba mucho más a la Hoja que a la Nube, pero eso era lo que se hacía
en estos tipos de casos, a no ser que se quieran arriesgar a una guerra.

Los Hyuuga exigieron su remuneración por el ultraje y la Nube tuvo


que pagar algún dinero por ello y también entregar al Jounin implicado (que
era el mejor de todos) para que pagara el agravio mediante los métodos del
Clan.

Kimimaro paró de hacer sus tareas cuando escuchó el timbre de la casa.


Corrió a abrir la puerta y sus ojos se abrieron como platos al ver quien era su
visitante.

—¡Hyuuga-sama! —chirrió.

—Konnichiwa, Kimimaro-kun. —Arqueó cortésmente al niño, a su lado


Hinata miraba con interés.— ¿Están tus padres en casa?

—¡Hai! ¡Por favor, pase! ¡Enseguida los llamaré! —dijo, arqueando


también y abriendo más la puerta para dejarlos entrar.— ¡PAPAAAA! —gritó,
haciendo que el mayor hiciera una mueca de dolor.

El primero en aparecer fue Hizashi, seguido un poco más tarde por


Sirius con Neji en sus brazos. Por supuesto, Hiashi frunció el ceño ante eso.
Están consintiendo demasiado a ese niño…, pensó, negando con la cabeza.

—¿Por qué gritas? —preguntó el gemelo, con el ceño fruncido.

—¡Tienen visitas! —señaló irrespetuosamente con el dedo la figura


divertida de Hyuuga Hiashi. El estaba al tanto de que el pequeño Kimimaro
estuvo encerrado por sus padres en su Aldea y obviamente aún no tenía
inculcada la etiqueta, a pesar de los esfuerzos de sus nuevos padres.

—¡Oh, Hiashi! —su hermano sonrió, llegando para saludarlo.— Y


vienes con Hinata-chan, hola pequeña.

Ella se sonrojó quedamente y arqueó respetuosamente a su tío.

—¿Qué te traer por aquí, cuñado? —preguntó Sirius sonriente sin dejar
en ningún momento a Neji para saludarlo correctamente. El mago sabía eso,
pero él no iba a arquearse ante nadie, mucho menos ante personas que tenían
una ideología que le recordaba tanto a los Black.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Necesito hablar con ambos de algo importante.

—Entonces puedes pasar a la sala, Hiashi-san. —invitó su hermano.

Los adultos y los niños caminaron hasta la sala de la casa, Kimimaro se


ofreció voluntariamente a preparar té para los invitados.

—¿Quién es esa niña, papi? —Preguntó Neji, desde los cómodos brazos
de su padre.— Es muy bonita.

—Ella es tu prima: Hinata-chan, musuko. ¿Quieres ir a jugar con ella


mientras hablamos con Hiashi oji-sama?

—¡Hai! ¡Puedo presentarle a Padfoot! —él chilló.

—Perfecto. —Sonrió y luego miró a la niña.— ¿Quieres acompañar a


Neji-chan al cuarto siguiente? Allí podrán jugar y él te prestará sus juguetes.
—guiñó un ojo.

Ella asintió avergonzada, Neji sonrió alegre, corrió a tomar su mano y la


arrastró ansioso hasta el cuarto de juegos. (N/A: No se preocupen esto NO
SERÁ un Neji/Hinata… odio el incesto ¬¬ brrr) Un rato después, el
peliblanco llegó con el té y los dejó para volver a sus tareas de la Academia.

—¿Nos dirás el motivo de tu visita? —pidió el mago, impaciente.

—He hablado con el Consejo de Ancianos del Clan. —Hiashi comenzó,


tan impasible como siempre. Miró a su hermano.— Durante mucho tiempo
quise pedirles que no te expelieran completamente de la familia, pero no
escuchaban. Sin embargo, las cosas cambiaron desde que salvaron del destino
de mi hija. Volví a plantear el tema y ellos aceptaron que vuelvas como un
Hyuuga más, como agradecimientos a tus acciones.

Hizashi jadeó y luego una sonrisa se formó en su rostro, pero Sirius


frunció el ceño.

—¿En calidad de qué volvería? —pidió, sus ojos azules angostados.

—Nada del otro mundo, Sakumo-san. —suspiró, algo dolido ante la


suspicacia de su cuñado.— Solo quiero que mi hermano viva con su familia en
nuestro Complejo. Si aceptan la propuesta podrán vivir en una de nuestras

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

casas y ustedes serán reconocidos como miembros del Clan, quisiera que Neji-
kun sea introducido en nuestras técnicas secretas, como el Juuken y el
Hakkeshou Kaiten… se que tiene potencial. En cuanto a Kimimaro-kun,
bien… comprenderán que con él no podemos hacer excepción…

—Eso no es problema. —dijo Sirius, agitando una mano.— Las técnicas


Hyuuga no le servirán a un niño con su herencia de sangre, yo mismo me
encargaré de enseñarle mis secretos. —Sus ojos volvieron a entrecerrarse.—
¿Y qué pasará con las obligaciones de Hizashi? ¿Tendrá que volver a
arquearse ante ustedes?

—Sakumo… —su esposo le llamó la atención, tomando su mano con


fuerza.

—No tengo esa intención, Sakumo-san. —Dijo Hiashi, bastante tenso


ante el reclamo.— Sé muy bien que mi hermano es uno de los consejeros del
Hokage-sama y hace muy bien su trabajo. No pretendemos que vuelva a
formar parte de nuestros sirvientes. Su servicio seguirá estando para Konoha y
no para la familia. Igual para ti y tus hijos.

—¿Qué sobre el sello del pájaro enjaulado? Una vez te dije que mi hijo
no sufriría tal monstruosidad y sigo pensando lo mismo.

—Y yo te dije que Neji-kun no pasaría por eso y sigo manteniendo mi


palabra, al igual que los miembros del Consejo.

—Entonces permite que lo consultemos con los niños y luego te


daremos nuestra respuesta, aniki. —Hizashi intervino, antes que sus dos
personas importantes se sacaran los ojos.

—Apreciaría eso. —El mayor asintió, con una minúscula sonrisa en su


boca.— Espero que no dejes pasar esta oportunidad, Hizashi-kun. Esta es una
buena oportunidad para limar asperezas entre ambos lados de la familia.

—Lo sé, Hiashi-san. Te prometo que lo pensaremos adecuadamente.

El otro gemelo asintió y se levantó para irse. Sirius no dijo nada, pero
un ceño adornaba su cara mientras iba a buscar a los niños. Por supuesto,
volvió con Neji que miraba enfurruñado en sus brazos y con Hinata tomada de
una mano.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Nos estamos viendo, Sakumo-san, Hizashi-san, Neji-kun. —la cabeza


del Clan Hyuuga se despidió antes de caminar a la salida con su hija detrás de
él.

—¿Ella volverá? —Preguntó Neji con un puchero.— Es divertido jugar


con ella, no es ruidosa como Naruto-kun.

—Veremos, musuko. —Rió Sirius.— Veremos si ella viene o vamos


nosotros. —murmuró mirando a su marido.

**********

Hoy la familia desayunaba todos juntos en la casa, Kakashi hacía


bastante que se había ido a vivir solo en un departamento ubicado en el centro
de la Aldea; sin embargo, sus habilidades culinarias eran casi nulas y aún
dependía de la comida de su padre para no caer intoxicado en el hospital por
lo que cocinara. El ambiente era bastante tenso, ya pasaban dos días de la
propuesta de Hyuuga Hiashi y no habían decidido nada.

Sirius dejó salir un suspiro, llamando la atención de todos.

—Podemos ir si lo deseas, Hizashi. Sabes que te seguiré en lo que


decidas.

—¿De veras…? —Preguntó sorprendido.— Pero sé que nunca te gustó


mi familia y amas esta casa…

—Esta es mi casa y siempre la será, la compré con mis ahorros y he


criado a mis hijos en ella. Pero tú ya renunciaste a mucho por mí y si tu
familia te ha dado otra oportunidad, yo también puedo hacer lo mismo por
ellos.

—Pienso que mi Otou-san tiene razón. —comentó Kakashi, mientras


bebía su café.

—Y mi magia no permitirá que mi casa se destruya o ensucie si no la


habitamos. —Estrechó una de sus manos con la de su esposo que descansaba
sobre la mesa.— Si la casa o yo somos los que te detienen, debes olvidarte de
eso… yo te apoyo en lo que decidas.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Hizashi frunció el ceño por un momento y luego miró las caras de los
presentes. Su esposo le sonreía, Kakashi parecía tan aburrido como siempre,
Neji mascaba feliz sus galletitas y Kimimaro lo miraba expectante.

—Quisiera ir. —dijo al fin, en un murmullo decidido.— Quisiera volver


a vivir en la casa donde me criaron mis padres y donde vive mi hermano
gemelo.

—Entonces tendremos que hacer las valijas. —comentó Sirius, alegre.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 12: Cambiando un


destino más.

—Bien chicos, creo que ya están lo suficientes grandes y entrenados


para que tome una decisión. —dijo Harry seriamente.

El equipo 7 lo miró con una ceja enarcada. Los tres estaban sentados en
el piso. Tenzo haciendo crecer el césped más mullido con ayuda de su
Mokuton, Itachi puliendo su katana recientemente adquirida y Nadeshiko
acariciando a un muy crecido Neko-chan.

—¿Y eso sería…? —preguntó el menor de los tres.

—Los he nominado para el examen de Chuunin. —Dijo alegre.— Es


dentro de una semana en la Aldea de la Arena, partimos dentro de dos días.
Están despedidos.

Los chicos se quedaron en silencio mientras veían a su sensei


desaparecer con un sonoro ¡crack!

—¡¿Qué?! —chillaron al fin al unísono.

.:.En otro lugar.:.


—¿Es tu pero…? —el rubio susurró a su amigo, mientras se infiltraban
por un pequeño agujero en una de las paredes que separaban el Complejo
Uchiha de Konoha.

—Nope, soy muy chibi para tener unito, este es Kuromaru… es de mi


okaa-chan. —Kiba frunció el ceño.— Digamos que es mi niñero… ¬¬

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Pensé que les daban sus peros cuano nacían… —dijo Naruto,
agachado entre unas plantas del jardín de la casa de Sasuke.

—Iie, me lo darán cuando vaya a la Academia.

—Oh... —murmuró el rubio acomodándose mejor para que las ramas no


rajaran su mochilita donde descansaba su querido peluche en forma de zorro
llamado Buckbeak, lo había escuchado de una de las tantas historias que su
papi le contaba para dormir. El del cuento era un animal mitad pájaro y mitad
caballo, pero a él le gustó para su zorrito de nueve colas de peluche.

—¡Allí está, Sasuke! —susurró frenéticamente Kiba.

—¡Pst! ¡Pst!

Uchiha Sasuke se congeló en su lugar a medio camino de sentarse en las


escaleras del pórtico de su casa. Miró para todos lados sin notar nada, empezó
a aterrarse, no porque pensara que era un fantasma, nop… él no le tenía miedo
a esas cosas. Solo pensaba que… que era un intruso, eso.

—¡Oi, teme! ¡Aquí!

El moreno se relajó al escuchar la voz conocida de su mejor amigo. Y


quiso darse de cabezazos contra la pared por no haber notado la mata de pelo
rubio y ropa anaranjada chillona que se escondía tras las plantas que su madre
tanto cuidaba, junto a otra con ropa mucho menos escandalosa. Su ceja se
crispó al ver que estaban aplastando las flores preferidas de Mikoto.

—Vengan aquí… ella no está. —masculló. Sasuke no entendía porque,


pero su madre parecía tener una aberración obstinada para Uzumaki Naruto.
Lastimosamente, él, junto con Inuzuka Kiba, eran sus mejores amigos y él no
sabía qué hacer al respecto. Su padre y su hermano le habían dicho que no le
prestara atención y él así lo hizo. Después de todo, Uchiha Mikoto no era la
mejor de las madres, ignoraba a sus hijos la mayor parte del tiempo y la poca
atención que les prestaba era para indicarle sus errores.

—¡Yatta! —dijeron los dos, antes de saltar desde las plantas y correr a
sentarse junto a Sasuke. Kuromaru ladró un saludo, antes de desplomarse en el
piso.

—¿A que vinieron?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Jojojo… ¿a que no sabes, teme? —Kiba susurró, frotando sus manos


con anticipación.

—¿Qué no sé? —Sasuke gruñó no estando contento con ser llamado de


esa forma. Que él llamara dobe y/o usuratonkachi a los otros dos no contaba
ahora.

—¡Mi papi dite que nos va a llevar a la Aldea de la Arena! —Naruto


chilló, agitando sus manos con entusiasmo.— ¡Ha nominado a su equipo para
el examen de Chuunin y dico que si queríamos ir, él nos llevaba a los tres!

—¿En serio…? —preguntó Sasuke con una sonrisa de oreja a oreja.

—Sip. —Naruto asintió frenéticamente, despeinando aún más sus


cabellos rubios.— Dico que él va a hablar con tus papis para pedirle permiso.
¿No crees que digan no, ne, ne, ne? —preguntó con el ceño fruncido.

—Mi Otou-san no creo. —Admitió, mordiéndose el labio inferior.—


Pero mi okaa-san…

—¡No te preocupes, Sasuke-chan! —Kiba animó, palmeando su


hombro.— Si no te deja ir te vendremos a se-su-sucustrar. —dijo al fin.—
¡¿Ne, Kuromaru?!

—¡Arf!

**********

—Vas a hacer que mi esposa quiera mi cabeza…

—Awww, vamos Fu-chan, sabes que cuidaré de Sasuke-kun con mi


vida. Solo los llevo para que conozcan otra Aldea y tengan una experiencia
divertida. Si no dejas que se venga conmigo… romperás su corazoncito.
¿Cierto?

Para dar énfasis a sus palabras, Harry miró a Sasuke expectante, el niño
captó el mensaje enseguida, hizo un puchero y sus ojos empezaron a brillar
con luz propia. A su lado, Naruto asintió satisfecho con sus bracitos cruzados,
él mismo le había enseñado ese Jutsu especial a su amigo… Ojos de cachorro
no Jutsu. A él se lo había enseñado su papi Harry.

170
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Fugaku suspiró, resignado a su destino.

—Está bien, puedes llevártelo.

Los chillidos alegres no se hicieron esperar y Harry sonrió a su amigo.

—¿Nos vamos entonces? —dijo una voz helada. Tras ellos, Arashi
estaba parado tieso con su traje de Hokage, pareciendo que apenas controlaba
su genio. El rubio había insistido en acompañar a su esposo al Complejo
Uchiha para que le pidiera permiso a Fugaku, dejando de lado las montañas de
papeleo que tenía en su oficina. A pesar de los años, aún no le gustaba que su
marido y el cabeza del Clan de los poseedores del Sharingan estuvieran a
menos de veinte metros uno del otro sin su vigilancia.

—Sip, todo listo aquí.

Por la tarde, el equipo 7 se sentó a comer en el puesto de ramen


Ichiraku, despidiendo lo que ellos estaban seguros era la última comida como
equipo de Genin.

—Escuché que el gato de la esposa del Señor del Fuego al fin murió. —
comentó Nako.

—Por fin… no me siento mal por su muerte, todo lo contrario. Debe


descansar en paz. —suspiró Tenzo.

—Hn. —Itachi gruñó su respuesta.

A los poco minutos una voz que mandó escalofríos por sus espinas
dorsales se escuchó desde la calle.

—Oh, no pude creer la crueldad de esa vendedora cuando te vi en esa


jaula tan solito. —alguien arrullaba chillonamente. Todos se giraron
lentamente, casi con temor, para ver de quien se trataba.— Pero ahora tu okaa-
chan te llevará a casa y te dará todo los gustos… mi querido Tora-chan.

Efectivamente, como si la llamaran con el pensamiento, la esposa del


Señor Feudal del Fuego caminaba rumbo a la Torre del Hokage con un
pequeño gatito marrón claro quién dormía pacífico en sus brazos, inconsciente
del destino que le esperaba. Una gota de sudor cayó por las cabezas de los tres
Genin, mirando con compasión al gatito.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Qué horror. —murmuró Nadeshiko.

Sus compañeros no pudieron hacer otra cosa que asentir.

Mansión Kazama.
Harry esperó a que su esposo se consumiera en sus mangas de súper
héroes para escabullirse a la habitación sin que lo notara. Al menos no es Icha,
Icha Paradise…, pensó, entrando al lugar, con Naruto semidormido en sus
brazos. Con premura abrió su baúl y buscó uno de los tantos cofres
minimizados. Sacó uno de ellos y con un pase de su varita triplicó su tamaño.

—¿Qué buscas, papito? —susurró el chibi.

—Papi busca dinero para el viaje de mañana.

—Oh… ¿para companos mutas cosas a Sasuke, Kiba y mí?

—En parte, lo otro voy a usar para resolver un negocio que tengo
pensado desde hace bastante. —extrajo unos de los tantos sacos de terciopelo
azul que había en el cofre y luego lo volvió a cerrar. Abrió el saco y el color
oro y otros brillaron desde dentro.

—Es muto… —susurró Naruto, con los ojos como platos.

—Sí, quiero traer conmigo eso que hay en Suna, debo llevar todo este
dinero Naru-chan. —Besó su mejilla.— Ahora vamos a tu habitación, es tarde
y debes mimir para levantarte temprano en la mañana.

—¡Hai! ¡Pero antes me cuentas otra historia de los Merodeadodes!

—Hai… hai…

Al día siguiente, una gran comitiva estaba en una de las puertas de


Konoha para despedir a los tres grupos de Genin que partían para Sunagakure
a participar en el examen de Chuunin. Por supuesto, sumado al grupo estaban
sus Jounin—senseis más los tres niños invitados.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Cuídense mucho. —pidió Iruka preocupado. Él y su equipo de Genin,


donde estaban Uchiha Shisui y una muchacha de la familia Nara, siempre eran
los encargados de cuidar de estos tres niños y quienes les enseñaban a hacer
travesuras.

—No te peocupes, Iru-onii-chan. Estaremos bien. —Naruto lo calmó


abrazando sus piernas con cariño. Kiba y Sasuke sonrieron y se sumaron al
abrazo.

—¿Estás planeado algo, verdad? —Sirius preguntó, mirando con


sospecha a su ahijado.

Harry sonrió misteriosamente.

—Deseo comprar algo… —murmuró.— Solo eso debes saber. —luego


de guiñar un ojo al mayor de los Hatake, caminó hasta el rincón donde estaba
su esposo.— Nos vamos ya…

Arashi estaba con el ceño fruncido, de repente suspiró y atrapó al


moreno en un abrazo.

—Te he notado ansioso todo este mes… —murmuró haciendo contacto


visual.— Espero que lo que sea que ronda por esa cabecita tuya no me dé
dolores de cabeza en el futuro. —masculló antes de besarlo.

—Despreocúpate, sabes que no hago nada que no sea para un bien


común. —susurró acariciando con sus dedos el suave cabello rubio.

—Te creeré. —Suspiró, soltando su agarre.— Es hora de que se vayan,


estas dos semanas van a ser las más largas de mi vida. Nunca hemos estado
tanto tiempo separados los cuatro. —Hizo una mueca.— Cuídense, ¿bien?

—No se preocupe, Hokage-sama. —Sonrió de lado y besó su nariz.—


Todo estará bien.

Con las despedidas hechas, los grupos se apresuraron a salir de la


Aldea. Los niños iban adelante, sus ojos brillando emocionados. No había
costado mucho trabajo para que Inuzuka Tsume diera su permiso para llevar a
Kiba, ya que confiaba mucho en Harry. No se podría decir lo mismo de
Mikoto, quien siempre buscaba hacerle la contra al moreno, pero como su
esposo ya había tomado la decisión tuvo que cerrar la boca. El resentimiento

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

con el que había mirado a Harry hizo que él hiciera una nota mental para tener
vigilada a la mujer. Algo no estaba correcto con ella.

Tardarían tres días en llegar a Suna, por lo que tendrían que pasar
algunas noches a la intemperie. Normalmente, siendo mago, esto no
preocuparía a Harry, pero estando los otros dos grupos él no podía usar su
magia a gusto. Por eso ahora se encontraban armando dos carpas
convencionales. En una dormiría el equipo 7 y en otra el Jounin con los niños.

—¿Nos contará una de las historias de Hogwarts para dormir, Harry-


san? —preguntó Sasuke, desde su saco de dormir, su conejo de peluche azul
afianzado en sus manos. Era un regalo hecho por el propio Harry, de hecho a
cada niño le había transfigurado uno. Nunca se olvidó de los otros huérfanos
que quedaron en el orfanato que quedaron cuando se llevó a Iruka y usaba su
magia para tener todos los años un regalo para cada uno. Cuando Sasuke y
Kiba se hicieron amigos de Naruto, él les había dado un conejo al Uchiha y un
lobo (muy parecido a Moony) al Inuzuka. De hecho Moony era el nombre del
lobo de felpa y el conejo se llamaba Fluffy.

—Mmmhhh… no sé, estoy cansado. —Al ver que los tres usaban su
propio Jutsu especial contra él (el de los ojos de cachorro), suspiró.— Está
bien… ¿Qué les parece el del ataque de los Dementores en el tercer año del
Niño-que-vivió?

—¡Hai!

Sunagakure.
El primer lugar a ir fue el hotel en el que todos se iban a quedar. Era
bastante tarde cuando llegaron y todos estaban agotados, así que se acostaron
a dormir luego de una cena ligera y un baño. Al día siguiente, los niños se
despertaron impacientes por recorrer el lugar y Harry y el equipo 7 salieron
para visitar las calles de la Aldea. El Jounin les había aconsejado descanso a
sus Genin, que no se preocuparan tanto por el examen y que se relajar un
poco, porque estaba seguro que pasarían. Los otros dos grupos de Genin sin
embargo, decidieron tener un poco de entrenamiento, así que se separaron y
quedaron en encontrarse nuevamente en el hotel para la cena.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Recorrieron un poco las calles y Harry tuvo que contener a los niños
para que no le pidieran que les comprara cualquier chuchería que veían en los
puestos. Cerca del almuerzo, decidieron hacer tiempo en un parque cercano,
allí pudieron ver que unos niños jugaban en un rincón y de vez en cuando
mandaban miradas nerviosas a otro niño que estaba en un columpio. Los ojos
de Harry se angostaron y luego sonrió.

—Enseguida vengo, encárguense de los niños, chicos. —dijo a su


equipo y caminó hasta el niño. Allí estás pequeño…, pensó al ver al niño
pálido, pelirrojo y con los ojos verdes muy parecidos a los suyos.— ¡Ohayo!

El niño lo miró con sus ojos verdes asustados bordeados de una fina
línea de color negro, sus pequeñas manos se aferraron con fuerza a las sogas
del columpio. Harry usó algo de su magia para calmar a la arena que se
levantaba para atacarlo. Como si reconociese que estaba frente a alguien
mucho más poderoso y quien tampoco tenía malas intenciones, ésta se calmó.

—O-Ohayo. —musitó con su vocecita infantil.

—Yo soy, Harry… ¿Cómo te llamas?

—Gaara…

—Bien, un gusto conocerte, Gaara-chan. —Sonrió arrodillándose frente


al niño para mirarlo a la cara.— ¿Puedo saber por qué estás aquí… todo
solito?

—Los otros niños no quieren jugar conmigo. —Admitió, mirando


anhelante al grupo de niños a su izquierda.— Tienen miedo de mi arena.

—Yo no veo nada malo con tu arena…

Gaara frunció su ceño y miró para abajo, algo sorprendido de que no


estuviera rodeando al extraño como solía hacer con el resto.

—No sé qué…

—¡Papi! ¡Papi…! —Naruto gritó, acercándose a ellos. La arena volvió a


inquietarse, pero Harry aumentó su protector para calmarla.— ¡Ven a jugar
con nosotros! —sonrió a su padre y luego miró con curiosidad al pelirrojo
junto a él.— ¡Ohayo! —saludó extendiendo una de sus manitas.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Gaara miró la mano y luego su arena, inseguro de que hacer.

—No tengas miedo, Gaara-chan. Este es mi hijo Naruto y puedes


estrechar su mano. Tu arena no lo lastimará.

El rubio miró con un ceño a su padre, pero cuando sintió la mano


vacilante que se estrechaba con la suya sonrió con su mueca zorruna y meneó
su mano.

—¡Ven a jugar con nosotros, Gaara-kun!

—No, yo…

—Mejor diles a Sasuke-kun y Kiba-kun que vengan aquí, ¿ne, Naru-


chan? —dijo Harry sabiendo que los otros niños reaccionarían mal si Gaara se
les acercaba.

—¡Bien! ¡Ya venimos!

Naruto corrió hasta donde los otros dos niños jugaban bajo la atenta
mirada del equipo 7. Mientras ellos llegaban, Harry recogió una piedra del
piso y la examinó, bajo la atenta mirada del pelirrojo.

—¿Tienes gusto de los animales de felpa…? —preguntó. Gaara


pestañeó y asintió, por supuesto que tenía gusto de ellos, pero ni su padre ni
Yashamaru jamás le compraron uno.— Entonces yo voy a regalarte uno. Voy
a hacerlo para ti, Gaara-chan y quiero que me guardes el secreto de cómo lo
hice, ¿de acuerdo?

El niño volvió a asentir, su curiosidad aumentaba. Harry lanzó un


discreto hechizo confundidor para que nadie prestara atención a lo que hacía y
miró la piedra. Con los años, su magia sin varita era más fácil, al menos para
los hechizos más sencillos. Ante los incrédulos ojos verdes del recipiente de
Shukaku, la piedra que sostenía Harry-san se convirtió en un osito panda.
(N/A: Sé que el del manga es un oso común, pero tengo gusto de cómo los
osos pandas se asocian a Gaara XD)

—¡Hiciste uno para él también! —chilló Kiba, mirando maravillado la


magia que podía hacer el papá de su amigo. Inconscientes a ellos, Harry les
había lanzado un hechizo que les prohibía decir a sus padres sobre esta
habilidad del Jounin.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Así es… —sonrió y extendió el oso al pelirrojo.— Aquí tienes,


Gaara-chan. Es todo tuyo, espero que lo cuides mucho.

—A-Arigato. —musitó Gaara agarrando el peluche con reverencia.

—¡Juguemos ahora! —gritó Naruto, siempre entusiasta.

Sasuke miraba a Gaara con el ceño fruncido, haciendo enarcar una ceja
a su hermano. El otro niño le devolvió la mirada y, casi como si estuvieran
sincronizados, ambos se sacaron la lengua, luego el moreno caminó a grandes
pasos hasta donde estaba el Inuzuka.

—¿Vamos…? —preguntó el Uzumaki joven, extendiendo su mano. El


otro niño asintió vigoroso y tomó su mano antes de correr hasta donde estaban
Kiba y Sasuke.

Itachi se había tensado al ver como la arena alrededor del niño


desconocido rodeaba a su pequeño hermano, de reojo vio como su sensei
dejaba salir algo de su extraño poder mágico para calmarla y se relajó al ver
que funcionaba.

—¿Sensei…?

—Él es como mi bebé. —dijo, sonriendo al ver a los tres niños de


Konoha presentándoles al de Suna sus propios peluches. Se giró para ver que
su equipo lo miraban con ojos como platos.— Es el jinchuuriki de
Sunagakure, contiene al demonio de una cola Shukaku no Tanuki.

—¿Es seguro dejarlo jugar con ellos…? —Preguntó Nadeshiko.— Oí


de un primo que es ANBU que el sello del niño no era tan bueno como el que
hizo el Yondaime-sama en Naruto-kun.

—Estoy usando mi magia para controlarlo. No te preocupes. —sonrió a


su equipo y luego se acercó a los niños.— Lamento interrumpir su diversión,
pero ya es hora de comer… —al ver la decepción en la cara de Gaara agregó
enseguida:— Por supuesto estás invitado, Gaara-chan.

—Yo… Yashamaru vendrá a buscarme…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Yashamaru es tu guarda? —El pequeño asintió.— Pues si se


preocupa por ti te buscará, chibi. No estaremos muy lejos de todos modos,
¿vienes?

Los otros niños agregaron sus peticiones y el pelirrojo no tuvo más


remedio que aceptar. Harry sonrió y se agachó para tomar a Gaara en sus
brazos, Naruto puso mala cara, así que el moreno lo invitó a que se trepe a su
espalda. Sasuke le pidió lo mismo a su hermano, quien aceptó sin dudar,
Tenzo tomó a Kiba y los ocho caminaron hasta el restaurante más cercano.

Al día siguiente, se volvieron a reunir con Gaara en el mismo lugar,


Harry detectó dos pares de ojos que los espiaban desde un rincón y se
encontró con que eran los hermanos mayores de Gaara. Asustando a los niños,
él los invitó a que los acompañaran en el juego y ambos aceptaron, admirados
de cómo su hermanito podía ser normal con estas extrañas personas. El mago
hizo una muñeca con vestido rosado para la hermana mayor, Temari y un gato
negro para Kankuro. Volvieron a comer todos juntos para el almuerzo y
acompañaron en sus juegos a los niños hasta que el sol se ocultó. Se
despidieron cuando Yashamaru vino a buscarlos a todos y los niños del
Kazekage le desearon suerte al equipo 7, ya que el día siguiente era el examen.

**********

Harry volvió al hotel, luego de dejar a sus alumnos para el examen.


Ahora solo tenía que buscar a su hijo y amigos y llevarlos al parque para que
jueguen. Si todo salía bien, hoy iba a dar un paso importante para su plan.

Los chibis ya estaban correteando por la habitación, Harry los arreó y


los llevó a que se cambiaran para desayunar e ir en busca de Gaara. En el
parque, Yashamaru los esperaba con los tres niños Sabaku. Harry miró al
adolescente de cabello rubio oscuro, inseguro de qué sentir acerca de él, según
las memorias, este chico era el desencadenante de que Gaara-chan se
convirtiera en un ser frío y sin sentimientos. Sin embargo, como todos los
aldeanos de Konoha, el chico había tenido una gran pérdida que nublaba sus
sentidos y no le permitía ver que Gaara era un niño cariñoso, amable y
sensible que solo necesitaba amor. Si había alguien a quien culpar por lo
ocurrido, ese era el Kazekage, quien había inventado todo ese absurdo plan del
arma para la Aldea. Harry lo observaría y, dependiendo de lo que viera,
decidiría si era digno de salvarse. Hasta ahora, había visto que en verdad
amaba a sus sobrinos, y eso le daba esperanzas.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Buenos días, Yashamaru-san, pequeños. —saludó con una sonrisa.

—¡Buenos días, Harry-san! —corearon los tres.

Los seis intercambiaron saludos y corrieron para ponerse a jugar, todo


el tiempo Harry controlando la arena, mucho a la sorpresa de Yashamaru,
quien no se explicaba como eso ocurría.

—Me preguntó si podría hacerme un favor, Yashamaru-san.

—Por supuesto, Harry-san. —Sonrió amablemente.— Usted ha traído


más sonrisas en esos tres niños que cualquier persona, puede pedirme lo que
sea.

—No es para tanto, los tres son excelentes niños… sobre todo Gaara. —
Harry pudo ver como el ceño del rubio se fruncía un poco y como sus ojos se
velaban con dolor, pero se repuso enseguida. Estás haciendo muy buenos
méritos…— Solo deseo tener una charla con su Kage y quisiera que cuidara de
los niños hasta el almuerzo.

—Por supuesto, yo me encargo. Puede ir tranquilo. —murmuró con un


arco respetuoso.

—Arigato. —dijo Harry, antes de desaparecer en un remolino de hojas.


Dejó su magia fluir en el lugar, para que se encargara de que la arena no
lastimara a nadie.

Llegando a la oficina, una secretaria gruñona lo atendió, como no tenía


cita, tuvo que usar un poco de su coquetería para convencerla de que le hiciera
un lugar en la agenda. Ella se había ruborizado furiosamente y tartamudeó que
haría lo que pudiera.

—¿Qué necesita? —fue la pregunta seca del Kazekage, cuando entró a


la oficina.

—¿Usted sabe quién soy?

—Uzumaki Harry… un Jounin de Konoha… esposo del Hokage. —dijo


el mayor, con una mirada sospechosa.— ¿A que ha venido…? ¿Un mensaje de
su esposo?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No, mi esposo no sabe que estamos hablando. —dijo el moreno,


tomando asiento.— Vine por iniciativa propia… a hacer un trato con usted.

—¿Y qué trato me podría usted proponer?

—Es sobre Gaara. —dijo impasible, notando como el Kazekage y el


ANBU a su derecha se atiesaban.— Sé lo que contiene y también estoy al
tanto de que no tiene control de su Bijuu, todo lo contrario. Debió pensarlo
bien antes de hacerlo… —negó con la cabeza.— Para resumirle, estoy aquí
para proponerle llevarme a Gaara a Konoha, liberarlo de su potencial fuente
de destrucción, porque si ese niño sigue así… será su perdición.

—¿Cree que lo dejaré llevarse a nuestro demonio para que su Aldea


tenga aún más poder? —preguntó con burla.

—Su hijo no es un demonio, solo el recipiente. Y no pretendo tenerlo


como arma, a diferencia de usted. —gruñó, no importándole que insultara a un
Kage.— Solo quiero darle una vida que aquí no le van a dar, admítalo… el
niño es un paria y el demonio casi, casi lo domina, todos le temen porque
nadie puede controlarlo. Su plan salió mal y yo le estoy proponiendo
deshacerse del problema. —terminó. No le gustaba llamarlo así, pero no podía
evitarlo.

—No voy a darle ese poder a Konoha…

—El poder sin control es inservible… usted ya lo ha comprobado.

—Aún así, no dejaré que se lo lleve.

—¿Y si se lo compro…? —Hizo una mueca de asco al ver como los


ojos del Kage lo miraban con interés.— Sé que su Señor Feudal ha reducido
drásticamente el dinero destinado para los shinobis. Yo tengo mucho dinero
proveniente de una herencia y estoy dispuesto a darle una gran cantidad de
ello a cambio de que me entregue a Gaara.

—¿De cuánto estaríamos hablando?

Harry respiró para calmarse. ¡Maldito codicioso! Era verdad que trajo el
dinero justo para eso, pero muy en el fondo esperaba que el Kazekage se
negara y rechazara dar a su hijo, porque lo amaba. Ya veía que estaba
equivocado.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Lo suficiente para que pueda aumentar el suelo de sus ninjas y poder
darle una buena educación a las próximas generaciones… por muchos años.
Sin tener que preocuparse por su presupuesto actual. —se levantó.— No le
diré la cantidad exacta ahora, le pido que lo piense y, antes de que terminen
los exámenes de Chuunin, vendré para tener su respuesta. Con permiso.

Casi dos semanas pasaron volando, todos los días Harry llevaba a los
niños a jugar con los chicos Sabaku. Según los datos que recogía, el equipo 7
de Konoha era de los mejores. Durante este tiempo también, Harry pudo ver
que los pensamientos vengativos de Yashamaru contra su sobrino menor
cambiaban, al poder verlo actuar como un humano.

Este detalle hizo que el ojiverde tomara la decisión de tener una charla
con el Chuunin en uno de los bancos del parque. Después de eso, al muchacho
le quedó en claro de que Gaara no tenía culpa de nada y hasta estaba
agradecido con el shinobi de Konoha por querer alejar a su sobrino de las
maquinaciones de su cuñado. Había prometido cuidar de Kankuro y Temari,
pero le hizo prometer que le mandaría periódicamente noticias con respecto a
la vida del pelirrojo en su Aldea.

—Hola, vengo a ver al Kazekage-sama.

La bonita secretaria sonrió radiante e inmediatamente hizo entrar a


Harry a la oficina. Allí lo esperaba el Kage, junto con unos ancianos que
supuso formaban parte del consejo. Entre los guardias pudo reconocer al tal
Baki.

—Estoy de nuevo aquí. —dijo, tomando el asiento ofrecido.

—Hemos considerado su oferta. —Habló el Kage de Suna.— Antes de


tomar cualquier decisión definitiva, queremos saber cuánto dinero nos ofrece.

Harry asintió y sacó del bolso que traía consigo la bolsa de terciopelo
azul. Se acercó hasta el escritorio del hombre y dejó caer el contenido. Los
jadeos sorprendidos inundaron el lugar al ver lo que allí había. Más de cien
galeones de oro, cinco rubíes, tres esmeraldas y ocho diamantes. Eso era algo
minúsculo comparado a todo lo que había encontrado en la bóveda de los
Black. Al parecer, la Señora Black tenía gusto de las piedras preciosas y en su
cámara de Gringotts había abundancia de ellas. Cuando supo que su padrino
estaba aquí, quiso devolverle todo, pero Sirius se había negando, alegando que
todo era suyo por derecho. Además, él odiaba todo lo referente a su familia,
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

hasta su dinero y tampoco lo necesitaba, porque entre él y Hizashi tenían


mucho ahorrado gracias a sus misiones peligrosas que traían buenas
remuneraciones.

Harry tampoco quiso nunca tocar ese dinero, pero ahora tenía una causa
justa frente a él y era una forma honorable de gastarlo. Vio con desdén como
los ojos de los presentes brillaban con codicia y supo que tenía esa batalla
ganada. No pasó mucho hasta que el padre de Gaara le firmara los papeles de
adopción y le entregara al niño, sin importarle los sentimientos de nadie.

Ahora solo tendría que darles las noticias a los demás. Esperaba que
Temari y Kankuro no lo tomaran muy mal y por supuesto, que Gaara aceptara
venir. Por suerte, Yashamaru había prometido que le iría tirando indirectas al
chico con respecto a su inminente y definitiva partida a Konohagakure.

**********

.:.Días después.:.
Naruto saltaba alegre mientras caminaban hasta las puertas de la Aldea
de la Arena. Sasuke sonreía de oreja a oreja mientras caminaba de la mano de
su hermano y Kiba dormía aún en los brazos de Nadeshiko. De los nueve
Genin solo cuatro eran ahora Chuunin, entre ellos estaban el equipo 7. Uno de
los equipos era novato, así que estaba en las probabilidades que no aprobaran,
dos del otro grupo, lastimosamente, se habían enfrentado con adversarios muy
fuertes y no pudieron seguir.

La felicidad de Naruto se debía al orgullo por el equipo de su papá y a


que ya sabía que Gaara se unía a su viaje a casa para formar parte de su
familia. En un principio se había desconcertado por la noticia, casi tomándola
mal y con celos, pero Harry se sentó con él y le explicó lo mejor que pudo
para que entendiera su mente infantil que el pelirrojo necesitaba ir con ellos
para conocer el calor de una familia y para que su Otou-san lo ayudara a
controlar cierta cosa mala que vivía dentro de él.

Se detuvieron justo en las puertas para que la familia Sabaku se


despidiera correctamente. Yashamaru fue el encargado de explicarles a ellos el
motivo de la partida de su hermanito, siendo que ellos sabían de la existencia
de Shukaku, no les costó mucho aceptar la partida, sin embargo lo hicieron
renuentes. Gaara estuvo desconsolado cuando supo que su padre no tuvo

182
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

problemas en darlo lejos (por supuesto no le dijeron que lo vendió), tanto que
su arena se descontroló y atacó sin querer a Yashamaru, si no fuera porque
Harry llegó justo a tiempo, lo hubiese matado. Esto devastó aún más a Gaara,
pero sirvió para que entendiera que era mejor irse a un lugar donde lo
controlarían mejor… y de paso le darían mucho amor.

Como regalo, su tío le dio una calabaza gigante para que pudiera llevar
la arena de Sunagakure que tanto se empeñaba en seguirlo. Harry usó magia
para encogerla al tamaño de una mochilita y hacerla menos pesada, sin afectar
la cantidad enorme que entró en ella por voluntad propia de Gaara y Shukaku,
ya que el demonio sabía que se marchaban quisiera o no. La misma ahora
estaba asegurada en la espalda del niño y su oso panda en sus bracitos.

—¿Nos vamos… musuko? —preguntó Harry, agachándose junto a


Gaara para posar una de sus manos en su hombro.

—H-Hai… Otou-san.

Ambos se sonrieron y el mayor lo cargó en sus brazos y Gaara agitó una


mano a sus hermanos y tío, mientras traspasaba las puertas de ahora su ex
Aldea. Esta vez, Naruto no protestó, pero le pidió a su aniki Tenzo que lo
llevara en sus hombros para estar a la altura de su nuevo onii-chan.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 13: Una herencia


desconocida.

A Arashi ya le pareció raro que solo los nuevos Chuunin y Genin


restantes se presentaran con sus senseis a su oficina sin su esposo o los tres
niños, y eso aumentó cuando, al preguntar, el ahora ex equipo de Genin 7 le
sonrió misteriosamente y le dijo que le esperaba una sorpresa agradable en
casa.

Intrigado, organizó lo más pronto que pudo sus papeles y se retiró. Una
vez llegado a su mansión, enarcó una ceja al ver que su hijo arrastraba por
todo el jardín a un niño pelirrojo que no conocía de nada. Apremiado, entró
para buscar a su esposo, pero no lo encontró enseguida. Caminó hasta llegar a
la habitación de Naruto, ya que desde allí oía venir algunos ruidos y su ceja se
crispó al ver que Harry estaba agrandando el lugar con magia y agregando una
cama nueva.

—¿Puedo preguntar que estas haciendo?

Harry se giró sorprendido y sonrió radiante a su esposo.

—¡Mi amor! —Exclamó antes de acercarse para besarlo.— Te


extrañé…

—Hn, yo también. —Arashi gruñó antes de tomar con posesividad los


labios de su pareja.

Estuvieron largos minutos solo volviendo a probar el sabor del otro, no


prohibiéndose tocar el cuerpo de manera sutil, conteniéndose lo suficiente
como para no terminar haciéndolo en la puerta de la habitación de su hijo.
Cuando al fin se separaron, le llevó sus buenos minutos al rubio despejar su
mente para volver a repetir la pregunta para la que había venido con tanta
prisa a casa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Ahora me dirás qué es lo que estás haciendo…?

—¡Otou-san! —Naruto chilló al ver a su padre y corrió para abrazarlo,


sin soltar la mano del niño pelirrojo.

—¡Ohayo, Naru-chan! —el Hokage se arrodilló para estrechar a su hijo


en un abrazo de oso. Al separarse, miró con detenimiento al otro niño.—
¿Puedo saber quién eres tú, chibi?

—¡Él es mi nuevo onii-chan, Gaara, Otou-san!

Arashi pestañeó mirando la postura feliz de su hijo y poco a poco una


mirada incrédula se fue formando en su hermosa cara. Miró a Harry y éste le
sonrió dudoso.

—Puedo explicar… —dijo levantando ambas manos.

—Tienes toda mi atención.

El moreno despidió a los niños dentro del cuarto, para que miraran
como había quedado (aunque aún faltaba comprar algunas cosas para el nuevo
niño), y luego arrastró a su esposo hasta su propia habitación. Una vez allí le
explicó lo mejor que pudo, sin tener que revelar nada de los recuerdos que
tenía gracias a su primer encuentro con el Shinigami.

—¿Me dices que el hijo del Kazekage, el jinchuuriki de Shukaku es


ahora nuestro hijo…?

—Hai, mi amor. ¿No es eso genial…?

—¡¿Genial…?! —Preguntó incrédulo.— ¡Escuché que el niño es


mentalmente inestable y que ya ha matado a algunos shinobis porque no puede
controlar al demonio!

—¡Ssshhh! ¡Puede llegar a oírte! —su esposo masculló.— Él es así solo


porque nadie se ha hecho cargo de él como se debe, yo pude controlarlo
perfectamente con mi magia, estuvo jugando con nuestro hijo y sus amigos,
como un niño normal… solo necesita que lo ayuden a controlar al Tanuki.

—Pides demasiado… tú dices que puedes controlarlo, pero eres un


Jounin y tendrás misiones que te alejarán de él, ¿quién se hará cargo

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

entonces…? Los únicos con magia son Sakumo-san y Kakashi, pero ellos
también tienen sus misiones.

—Bien… yo… esperaba que miraras su sello y pudieras mejorarlo para


hacer algo parecido al que tiene Naruto, quisiera que tenga el mismo control
sobre el demonio que nuestro hijo.

Arashi miró exasperado a su amante.

—No sé si pueda, desde un principio ese sello estuvo estropeado, me


costará buscar la manera de rehacer otro para colocar sobre el original.

—Pero lo intentarás, ¿verdad? —preguntó Harry meloso, acercándose a


su esposo para sentarse en sus piernas.— El niño ya es nuestro, Arashi-chan,
no puedo simplemente decirle que tú no lo aceptas como parte de la familia y
devolverlo a ese lugar donde lo trataban tan mal… —suspiró
dramáticamente.— No sabía que eras tan cruel…

—¡Oh, Harry por favor! —El otro gruñó.— No quieras hacerme sentir
culpable.

—¡Pero lo eres! ¡Podemos hacer algo por Gaara-chan si lo intentamos!


¡Por favor…! Solo dale una oportunidad, si hablas con él te darás cuenta de
que es un niño excepcional… —lo miró seriamente.— Y es nuestro hijo
ahora, si no intentas ayudarlo el demonio lo consumirá y él no se merece eso.

—Está bien, está bien… por Kami-sama. —suspiró.— Un día de estos


vas a volverme loco con esas decisiones locas que tomas sin consultarme.

—Es que sé que me vas a decir que no. —sonrió.— Pero si me presento
con el problema en manos ya no puedes negarte.

—Hn, maldito manipulador. —gruñó antes de asaltar su boca. No fue


hasta dos horas después que salieron del cuarto.

**********

—Entonces, ¿qué me dices del sello de Gaara-chan? —preguntó Harry,


con los brazos cruzados, mientras leía el informe de su última misión.

186
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Lo mismo que te dijo Arashi, Harry-kun. —Habló el Sanin del


Sapo.— Se necesitará bastante investigación hasta poder encontrar una forma
de reforzarlo.

—¿Tomará bastante tiempo…?

—No, creo… he venido a ayudar a ello, pero necesitaremos muchas


cosas antes de hacerlo. Primero y principal hay que conseguir que el niño
tenga más control sobre el demonio y lo más importante es que duerma. Su
cuerpo debe estar relajado y descansado cuando intentemos colocar otro sello
sobre el suyo…

—Mi magia ha hecho maravillas. —Dijo Harry con una mueca.— Sin
embargo, Shukaku es muy resistente y aún manda todos esos mensajes
sangrientos a su pequeña e inocente cabecita. Pero supongo que le ha hecho
muy bien el tener este ambiente familiar, porque lo distrae de esos
pensamientos. También he pedido ayuda a Hizashi-san para que le enseñe algo
de meditación…

—Eso es bueno. ¿Cómo son sus noches?

—Lo máximo que duerme son tres horas seguidas, nada más. A veces
viene a nuestra habitación luciendo aterrado y tomándose la cabeza con gesto
de dolor… —suspiró.— Podría lanzarle un Desmaius, pero temo que eso
empeore su estado mental.

—No te preocupes, muchacho. —dijo Jiraiya, volviendo su atención a


las notas frente a él.— Encontraremos la manera de fijar su sello tarde o
temprano, antes de que Shukaku logre corromperlo irremediablemente.

La ceja de Harry crispó peligroso, mientras veía como el más viejo ninja
sonreía mientras escribía en su libreta roja.

—Si eso que estas escribiendo es lo que pienso que es… —siseó.— te
pediría que abandonaras mi casa…

—Oh, vamos. —Rió pervertidamente.— ¡Es escritura sana!

—¡No, no lo es! ¡Mucho menos si algunos de mis niños lo encuentran


en un descuido! Vete a escribir a otro lugar… Ero-sennin.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡¿Cómo me llamaste?!

—¡ERO-SENNIN!

Centro de Konoha.
Mucho al horror de los aldeanos de Konoha, no solo el hermoso esposo
de su querido Hokage había traído otro demonio a la Aldea, sino que éste se
unió al trío de bromistas nombrado: ―Ki-Na-Sa‖, que tenía como miembros
por supuesto a Kiba, Naruto y Sasuke, pero ahora eran llamados ―Ki-Na-Sa-
Ga‖. O como Harry prefería llamarlos, ―Los Merodeadores: tercera
generación‖ (La segunda fueron Iruka, Tenzo, Shisui e Itachi). Sirius se había
desilusionado al saber que su hijo no era parte de este nuevo grupo de
bromistas, pero entendía que su Neji-chan no estaba para esas cosas.

—Bien, Sasuke, ahora debes ir y averiguar con la vendedora si es que


han visto a Anko-chan por estos lugares últimamente.

—¿Por qué tengo que ser yo el que vaya?

—Bien… —Naruto frunció el ceño por unos segundos.— Kiba y yo


somos los que siempre hacemos las bromas más pesadas y ya todos los
aldeanos nos conocen y no confían en nosotros, y Gaara… pues… él… —
miró hacia el pelirrojo, quien tenía un ceño y una mirada aburrida en su cara,
sus ojeras presentes como siempre, aunque su cara ya no era tan pálida como
antes. Aún así…— él es un poco asustadizo y no habla mucho. —Masculló,
ganándose una mirada fulminante del mencionado y una risita de Kiba.— Tú
eres el niño adorado del Clan Uchiha, todo lindo y achuchable… nadie nunca
te niega nada.

—Hn, dobe. —gruñó Sasuke, algo ruborizado.

—Naru tiene razón, teme. Ve de una vez y deja de enfurruñarte. —


regañó Kiba.

—¡Cállate, usuratonkachi! ¡No dije que no iba a ir!

Mascullando esa última parte, el moreno salió a paso decidido de su


escondite en el callejón donde se encontraban y fue a hablar con la vendedora
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

de dulces. Tenían pensado jugarle una broma a Mitarashi Anko, que desde que
se enteró que estaba embarazada de su pareja de ya un año, estaba de un
humor muy irritable. Y los niños disfrutaban de hacerla enfadar mucho más,
como por ejemplo disfrazándose de mini-Gai y diciéndoles que su hijo iba a
parecer justo así.

En todo este tiempo, ella había intentado de muchas maneras de lograr


que él abandonara ese horrendo enterizo verde, el corte de cabello o al menos
depilarle las cejas (con amenazas de muerte o de abandono, extorsión sexual o
material, entre otras cosas), pero nada había conseguido, a pesar que él
proclamaba que la amaba más que a su propia vida. Y los niños, tan crueles
ellos, sabían que hacerle esa broma a la mujer la enfadaba sobremanera.
Amaba a su ahora prometido, pero no deseaba que su hijo saliera como él.

Sasuke intercambió algunas palabras corteses con la vendedora de


dango favorita de Anko, antes de volver. Sus amigos pusieron los ojos en
blanco al ver que ella lo miraba de manera tierna y que más de una vez le dijo
que él era muy ―lindo‖ (algo que molestaba a Sasuke excesivamente). Sin
embargo, la sonrisa del Uchiha nunca tembló mientras intentaba sacarle
información.

Cuando llegó a donde lo esperaban los otros tres Merodeadores


extendió ambas manos, revelando algunos paquetes de dango. Naruto enarcó
una ceja.

—Ella me los regaló. —farfulló ruborizado.

—¡Te lo dijimos, teme! —chillaron los más ruidosos del grupo,


embromando sin tapujos a su mejor amigo.

Kiba y Naruto rieron mientras tomaban el dango y preguntaban acerca


de la información. Hasta Gaara tenía una ligera sonrisa en su rostro.

El sol ya se estaba escondiendo cuando los chicos decidieron salir de su


escondite secreto, seguros de que Anko ya no trataría de ahogarlos con sus
propias manos por la broma. El lugar en cuestión era heredado de los antiguos
Merodeadores. Se trataba de una casa de madera ubicada en unos de los
árboles más grandes que se encontraba en el parque junto al monumento de
los Hokages, donde la cabeza de Arashi ya se posaba orgullosa. Los
constructores, por supuesto, decidieron que era buena idea dejárselos, ya que
ellos no lo utilizaban más, la misma estaba escondida por un poderoso
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Genjutsu creado por Shisui e Itachi, que evitaba que aquellos no deseados
pudieran ver: La base de Operaciones, como Iruka tan correctamente la había
bautizado.

—Bien… —Kiba se estiró dando un gran bostezo.— creo que ya me


voy a mi casa… mi mamá ya debe estar allí…

—Hn, yo también, tengo que ponerme a entrenar un poco… esta


semana no he hecho casi nada. —admitió el Uchiha con un suspiro.

—Entonces nosotros nos vamos para casa también, ¿ne, Gaara? —


recibió un cabeceo como respuesta.— ¡Nos vemos mañana! ¡Ja ne!

Naruto tomó una de las manos de Gaara y comenzó a arrastrarlo hasta la


casa. El niño empezó a farfullar feliz sobre todo el ramen que le iba a pedir a
su papi que le preparara, que no notó el obstáculo frente a él hasta que fue
demasiado tarde, y se estrelló contra las piernas de una persona.

—¡Itai! —gimió, frotándose la cara. Miró con el ceño fruncido hasta


arriba y vio que un shinobi de pelo blanco lo miraba con rabia, así que le
sonrió con su mueca zorruna.— ¡Gomen, Chuunin-san! ¡No lo vi!

—¿Oh, no…? —preguntó el otro con ironía. Naruto retrocedió unos


pasos al ver que el hombre lo miraba con un brillo asustadizo en los ojos,
Gaara frunció el ceño y se podía oír como la arena de su pequeña calabaza
comenzaba a inquietarse.— ¿No me viste, demonio? Tal vez necesites una
lección para que eso no vuelva a ocurrir, ¿ne? Un ser anormal como tú, nacido
de esa manera tan horrorosa, necesita que le enseñen un par de cosas…

Harry salió de la oficina de Jounin con un suspiro, el papeleo


definitivamente no era lo suyo. ¡Bendita la hora en que le propuso a su esposo
formar una división Administrativa! Gracias a ello ahora cada shinobi debería
hacer su papeleo completo y sin errores y llevarlo a los encargados de archivar
y juzgar si era necesario entrevistarse con el Hokage. Ahora no era necesario
reportarse con el Hokage después de cada misión, ni siquiera que él te diera
una, en cambio los de la división Administrativa eran los encargados de ello…
o la mayor parte, porque el Hokage aún asignaba las misiones más peligrosas
como las B más difíciles o las A, que requería de absoluta discreción. Las
misiones más fáciles, como las D, las asignaban los de Administración; lo que
llevaba a que los Genin casi no tuvieran contacto con el Hokage.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

La idea fue del moreno, porque ya estaba harto de escuchar a su esposo


quejarse y gimotear de que el papeleo lo volvía loco y que él no pensaba que
el trabajo de Hokage eran tan duro y aburrido. Es por eso que lo propuso, la
misma Hermione lo había hecho durante la guerra cuando empezaron a
lloverle cartas de gente que necesitaba su ayuda con criaturas oscuras o
Mortífagos que atormentaban a muggles por gusto, los de admiradores o las
propuestas de matrimonio, dividían todas las cartas y catalogaba las más
importantes para dárselas a leer.

Pero ahora cada shinobi lo odiaba, porque nadie tenía gusto del papeleo
(solo los de la división de Administración) y tenían que completar largos
informes luego de venir de una misión agotadora. Era por eso que también
propuso tener un plazo de 48 horas para presentar un informe.

Saludó con un cabeceó a los ANBU's que custodiaban la puerta de la


Torre y salió al exterior. En cuando dio sus primeros pasos fuera pudo sentir
como un cosquilleo llenaba su piel, era extraño y por alguna razón su corazón
comenzó a batir con fuerzas. Una sensación de pavor comenzó a inundarlo y
solo una cosa se le vino a la mente.

—Naruto…

Corrió con todas sus fuerzas hasta donde su instinto le decía, llegó hasta
las calles de Konoha y miró para todos lados, la sensación venía más fuerte
desde donde estaban los callejones más abandonados. Caminó con premura
hasta ellos y fuera de uno pudo ver la cara aterrorizada de Gaara, con su arena
arremolinando junto a él. Corrió para preguntarle qué pasaba… solo para ver
algo que le heló la sangre.

Un Chuunin de pelo blanco que Harry enseguida reconoció como


Mizuki, el ninja que en las memorias le decía la verdad de Kyuubi a Naruto,
amenazaba a su bebé con un kunai y ya el rubito tenía una fea contusión en la
mejilla. Su sangre hirvió y algo que no sabía que podía llegar a sentir nubló
sus sentidos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Torre del Hokage.


Sirius sonrió mientras sentía como su esposo mordisqueaba su cuello y
colaba una de sus manos dentro de la parte trasera de sus pantalones. Estaban
en un rincón oscuro, demostrándose cuanto se amaban. Sin embargo, su
demostración tuvo que parar cuando sintieron un enorme poder que les puso la
piel de gallina, no era tan fuerte y con ganas de sangre como el del Kyuubi,
sino que éste irradiaba enojo y protectividad.

—Oh, mierda… —musitó Sirius con los ojos como platos.

—¿Sakumo…? ¿Sabes qué es eso…? —preguntó Hizashi con ligera


alarma.

—Hai… yo… mierda… ¿Cómo no me di cuenta antes? —se preguntó


sin prestar atención a su esposo.— Debí saberlo… esto es malo… algo debe
haber pasado. —miró hacia la dirección de donde venía la sensación.

—¿Sakumo…? —pidió el otro con más premura.

—Oh, mi amor. —fue recién ahí donde los ojos azules se posaron sobre
los de su esposo.— Yo tengo que ir hasta donde viene la energía, quiero que
busques a Kakashi y le digas que me encuentre dónde está esa energía, que
busque mi firma mágica para ser más exacto, si estoy en lo cierto… ese poder
lo confundirá.

—Entiendo, pero… ¿qué es lo que pasa, Sakumo?

—¡No hay tiempo! ¡Dile que me busque! —dijo antes de desaparecer


con un ligero ¡crack!

Hizashi gruñó y se apresuró a buscar a su hijastro, tardó un poco en


ubicarlo, pero al final le dijeron que estaba en la oficina del Hokage, entró allí
sin llamar y vio que Arashi estaba con un grupo de cinco ANBU's y Kakashi
parecía haber estado compartiendo una taza de té con su ex sensei.

—¿Ha que debo esta intromisión? —quiso saber el Yondaime.

—¿Sientes la energía?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Sí… — frunció el ceño.— De hecho estaba por mandarlos para que


averiguaran que era. —cabeceó en dirección de los ninja especializados en
asesinatos.

—Sakumo dice saber que es, me mandó a buscar a Kakashi para que
vaya al lugar… —lo miró seriamente.— Creó que solo sus poderes pueden
hacer algo al respecto.

Los ojos azules del rubio se abrieron como platos, entendiendo


perfectamente de que hablaba. Esos ―poderes‖ se referían a la magia.

—Yo también voy. —Dijo levantándose de su silla.— ANBU's, no va a


ser necesaria su presencia, Kakashi-san, Hizashi-san y yo nos haremos cargo.

—¡Hai, Hokage-sama!

**********

Cuando el animago llegó al lugar de los hechos hizo una mueca al sentir
que la energía era mucho más fuerte allí. Tal como lo esperaba, allí estaba su
ahijado. El moreno brillaba con un luz extraña, sus ojos verdes casi echaban
chispas mientras veía al aterrorizado ninja tirado en el piso. A un lado, Naruto
tenía un hilo de sangre en uno de sus bracitos y también miraba asustado a su
papi y con algunas lágrimas en los ojos. Gaara cerraba los ojos con fuerza y se
sostenía la cabeza como si tuviera mucho dolor, su arena se arremolinaba
descontrolada.

Analizando sus opciones, Sirius primero decidió hacerse cargo del


jinchuuriki de Shukaku, lanzándole un hechizo que tranquilizaría al niño sin
llegar a dormirlo, haciendo que tuviera todavía control sobre la bestia. El
pequeño cuerpo cayó al suelo y el peli plateado se ocupó de acomodarlo
mejor.

—Lo siento, chibi. Es solo por un… —no pudo terminar la frase,
porque escuchó algo que le heló la sangre.

—Crucio.

Ante sus incrédulos ojos azules pudo ver como su ahijado apuntaba su
varita hasta el desgraciado shinobi que no pudo evitar gritar por el dolor que le
causaba la Maldición Imperdonable. Justo en ese momento, tres figuras

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

aterrizaron junto al sorprendido animago. Los tres observaron confundidos la


escena frente a ellos, sin comprender que era esa luz que rodeaba a Harry o
porque el hombre tirado en el piso gritaba de dolor sin que nadie lo tocara.
Miraron a Sirius, pero él parecía estar en shock.

—¡Papá! —exclamó Kakashi, pero aún así su padre no lo escuchó.

Hizashi quiso acercarse a su esposo, pero vio que Gaara estaba tirado en
el piso así que caminó hasta él para alzarlo en brazos. Arashi estaba entrando
en pánico al no saber qué pasaba con su marido, dirigió su vista hacia el ninja
y allí pudo ver que su hijo estaba junto al atacado, llorando
desconsoladamente.

—¡Naruto! —gritó y dio un paso para acercarse a su hijo, pero fue


detenido por Kakashi.

—No, Arashi-sensei… —dijo seriamente.— Si esto es lo que pienso


que es, no debe acercarse ahora.

—¡Pero…! —se detuvo al escuchar la voz de Harry.

—Lastimaste a mi hijo… —parecía más bien un siseo que envió


escalofríos a quienes la escuchaban.— Me encargaré de que no lo vuelvas a
hacer… —levantó la varita y se pudo ver una luz verde que se formaba en la
punta.— Avada…

—¡No, Harry! ¡No! —fue allí cuando Sirius reaccionó y en un flash


estuvo junto a su ahijado, sosteniendo la varita con todas sus fuerzas.
Lucharon por unos momentos hasta que el animago pudo hacerse con ella.—
¡¿Qué piensas que estabas por hacer…?!

—¡Tengo que matarlo…! ¡Devuélveme mi varita!

—¡No! ¡Este no eres tú, Harry! —Gritó el mayor.— ¡¿Utilizarías la


maldición que mató a tus padres en una persona?!

Los ojos de los presentes se abrieron como platos al escuchar esa


declaración. De todo el asunto de la magia, los había aterrorizado que hubiera
un encanto que pudiera liquidarte con tanta precisión.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Él lastimó a mi cría. —Harry gruñó amenazador, sus ojos verdes


brillando enfadados.

—¡Lo sé! ¡Pero hay otras formas de castigo!

—¡No! ¡Es mi presa, yo debo matarlo! —su cuerpo comenzó a brillar


un poco más dejando salir su poder, tanto que casi sofocaba a Sirius.

—¡Contrólate, maldita sea! —estrelló el cuerpo del moreno contra la


pared.— ¡Controla a la bestia, Harry Potter!

—Dé-ja-me.

—No voy a dejar que controles a mi ahijado… veela. —Sirius siseó


clavándole la varita en la mandíbula.— Nos encargaremos del tipo, deja que
Harry tome el control nuevamente.

—¡No! ¡Ese hombre morirá por lastimar a mi cachorro! —gruñó antes


de empujar a Sirius con fuerzas inhumanas contra la pared contraria del
callejón.

—¡Mierda! ¡Kakashi…! —Gritó lanzándole la varita de Harry a su


hijo.— ¡Desmaius, ahora!

Sin perder tiempo, ambos lanzaron el hechizo al descontrolado moreno.


Sin embargo, sus tentativas fueron en vano, porque Harry solo lució
confundido por unos segundos y enseguida volvió al ataque. Tuvieron que
lanzarle un Stupeffy, con todas sus energías para lograr noquearlo.

Cuando Harry se derrumbó en el piso, Sirius suspiró revelado y giró


para mandarle un hechizo a Naruto, que enseguida cayó dormido y lo levantó
para asegurarlo en sus brazos. Arashi se apresuró a levantar a su esposo,
mientras que Kakashi se hacía cargo de Mizuki.

—¿Qué fue todo eso, Sakumo-san? —preguntó Arashi con algo de


temor.

—¿Sabes algo sobre los veelas, Arashi? —susurró con cansancio.


Arashi negó con la cabeza.— Te lo explicaré en casa. Andando, estos dos
necesitan descansar.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Mansión Kazama.
Arashi había acunado a Gaara hasta que se quedó dormido, mientras
que Sirius e Hizashi se hacían cargo de Harry y Naruto. Costó para
tranquilizar al usuario de Shukaku, pero el Yondaime hizo su mejor para
calmar tanto al pelirrojo como a la bestia de una cola. Asegurándole que ese
ataque no tenía nada que ver con él, aunque internamente rabiaba al saber que
Gaara había sufrido ese tipo de tratamiento en su Aldea, por lo que era
susceptible al trato de ese tipo.

—¿Y bien? —Preguntó una vez que todos se reunieron en la sala de


estar.— ¿Me quieres decir que fue todo eso, Sakumo-san?

—Sí, bien… —suspiró.— Antes que nada debes saber que son las
veelas. —Miró a su hijo.— Kakashi, si me haces el favor.

—Las veelas son criaturas mágicas de poderes muy fuertes de


persuasión, dominación y fuerza. Su sola voz o presencia puede enloquecer a
un hombre haciéndolo hacer todo lo que la veela quiera. Son altamente
hermosas y perfectas físicamente, pero muy temperamentales, cuando se ven
amenazadas tienen la capacidad de cambiar a unas criaturas muy feas que se
asemejan a pájaros y atacan a aquellos que las agravian. Son absolutamente
protectoras de sus hijos y parejas. —Frunció el ceño.— Creo que eso es lo
más importante. ¿Pero qué tiene que ver con Harry-san, Otou-san?

—Todo empezó cuando con nuestros antepasados del Mundo Mágico.


—Sakumo suspiró.— En las mentes de nuestros ancestros se introdujo la idea
de que si se mezclaba sangre de criaturas mágicas con los magos de sangre
pura, se podrían hacer magos más poderosos y perfectos. Es por eso que
algunas familias adoptaron la idea de la mezcla, eligiendo a sus mejores
magos dentro de la familia para enlazarlos con una criatura. Hasta ayer no lo
recordaba, pero sabía que los Potter habían casado a algunos de sus magos con
veelas. James, el padre de Harry, debe haber descendido de uno de ellos, pero
mi amigo nunca demostró tener algo de poder veela. Aunque tal vez esa
obsesión con Lily (su esposa) o la facilidad que tenía para convencer y
llevarse a alguien a la cama debió deberse a su sangre veela.

—Oh… —musitó Arashi.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hai, y eso que vieron hace un momento fue la sangre veela de Harry,
que habrá reaccionado al ver que lastimaban a Naruto. No fue una muestra
muy grande, lo que indicaría que no tiene mucho control. Aunque, si se
entrenara, podría usar ese poder veela para beneficio de Konoha. —sonrió.

—¿En qué sentido? —preguntó con sospecha el Yondaime.

—Bueno, verás… si Harry entrenara su poder, podría disuadir a muchos


shinobis de que besaran el piso por dónde camina. Claro que funcionaría solo
con aquellos que tengan una mente algo débil, pero seguiría siendo muy
provechoso.

—No, gracias. —gruñó posesivamente. ¡Por supuesto que no iba a


permitir que su esposo coqueteara con un ninja para poder tener alguna
ventaja!

—¿Y qué con los Black, papá? ¿Ellos se mezclaron?

—Oh, si… —sonrió.— Los Black mezclaron su sangre con un hombre-


lobo. Y nosotros descendemos de los cachorros de ese enlace. Es por eso que
mi forma animaga es más grande que un perro normal, casi como un Grim,
porque mi sangre licana intercedió para ello. A eso también le sumamos
nuestra velocidad y fuerza mayor al del resto de las personas normales.

—Sugoi. —murmuró Kakashi.

—Estoy seguro que si intentas convertirte en un animago serás un lobo


o algo que tenga que ver con la familia.

—Hn, es buena idea.

—Pero entonces… ¿qué hago con mi esposo? —quiso saber Arashi,


algo desesperado.

—Tú eres su pareja, Arashi. Solo tú puedes controlarlo, aunque pienso


que ahora sus instintos estarán algo descontrolados, así que te sugiero tener
paciencia. Hace un rato no podrías haber hecho nada porque estaba fuera de
control y una criatura mágica solo se puede controlar con magia. Tengo
experiencia con eso… el chakra no puede afectarnos cuando dejamos que los
instintos nos dominen. —hizo una mueca.— Debes asegurarle que Naruto

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

estará fuera de peligro de ahora en más, si es posible debes darle pena de


muerte a Mizuki para que la parte veela se aplaque del todo.

—Ahora lo tiene Ibiki-san, después veré que hacer.

—Es tu decisión, ahora creo que será mejor que nos vayamos. —se
levantó tomado de la mano de su esposo.— Hemos dejado solo a Kimimaro al
cuidado de Neji, y temo de que algo les suceda.

—Están en el Complejo Hyuuga. —dijo Hizashi.

—Por eso lo digo.

El gemelo se contuvo de hacer una mueca. A pesar de todo, su esposo


no podía confiar completamente en sus familiares y, por muy doloroso que le
resultara, creía que Sirius tenía algo de razón.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 14: Seguridad y


amenazas.

Neji se había aburrido en casa, Kimimaro estaba muy concentrado en


sus tareas de la Academia (no por nada era el mejor alumno) y dejó de jugar
con él hace media hora, así que le dijo a su aniki que saldría por algunos
momentos a caminar por el resto del Complejo de la familia de su padre. A lo
mejor se encontraba con su prima Hinata y podía jugar con ella por algunos
segundos. Así que afianzó mejor a Padfoot en sus brazos y caminó hasta la
Casa Principal.

La tarde ya estaba llegando y era por eso que la mayoría de los pasillos
estaban algo oscuros. Él no sabía muy bien cuál era la habitación de su prima
Hinata, pero tenía la esperanza que algunos de sus parientes le indicaran el
camino. La verdad era que andar por esos caminos tan desprovistos de luz le
estaba dando algo de miedo.

Por fin, después de otros cinco minutos de caminata, vio que una de sus
parientes, ya entrada en edad, caminaba hacia él.

—¡Ohayo, Hyuuga-sama! —saludó. Su Otou-san le había dicho que se


refiriera de esa manera a los que vivieran en la Casa Principal del Clan.— ¿No
me podría decir cuál es la habitación de Hinata-chan?

El niño sonreía cortésmente, pero la anciana a su parecer le mandó una


mirada rara, siendo él tan inocente no notó que era una expresión de puro
desprecio.

—¿Cómo te atreves a pisar nuestra noble casa, tú, pequeño mocoso que
no eres más que aberración de la naturaleza? —siseó ella.

Neji frunció el ceño, no teniendo gusto de sus palabras. A sus seis años,
él sabía muy bien que esas palabras eran un insulto a su manera de haber

199
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

venido a este mundo. Gestado en el vientre de un hombre y no de una mujer…


como sería normalmente.

—Solo busco a mi prima. —murmuró, mirándola con frialdad.

—¡Ja! Eres muy valiente al mirarme de esa manera, mocoso. Tienes


suerte de que no te hayan puesto el sello de la maldición… aunque… todavía
estás a tiempo. —Neji comenzó a aterrarse cuando vio la mirada malévola en
los ojos de la mujer mayor. Padfoot cayó al piso en un ruido sordo.

Entrada al Complejo Hyuuga.

Hizashi rodeó la cintura de su esposo y lo atrajo hasta su cuerpo para


besar su mejilla.

—Estarán bien… no te preocupes, kokoro. —susurró confortablemente.

—Lo sé, Hi-chan. Solo que… —Sirius dejó de hablar y frunció el ceño.
Sus ojos se angostaron y lanzó un gruñido muy poco humano antes de
desaparecer.

—¡Sakumo…! —exclamó sorprendido el gemelo Hyuuga al ver a su


esposo desaparecer con una mirada de furia en sus ojos azules.

Sirius, por otro lado, corrió hasta donde sus sentidos de lobo gritaban
que su cachorro estaba en peligro. Al llegar, congeló unos momentos al ver a
su bebé tirado en el piso, mirando absolutamente aterrado a una de las
integrantes del consejo del Clan Hyuuga, que estaba formando unos sellos que
hicieron que su sangre se enfriara.

—Tanto talento no debe ser desperdiciado, mocoso. No sé cómo, pero


tú tienes un don que ningún Hyuuga en años ha podido desarrollar. Ahora me
encargaré de que ese talento no sea desperdiciado… —sonrió maliciosa.—
Esto dolerá solo un poco…

—¡Protego!

Los ojos de la mujer se abrieron como platos al ver que su técnica para
dar el sello de la maldición a Neji rebotaba en una especie de escudo plata que

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

lo rodeó. Giró la cabeza para ver de dónde vino el grito anterior y se puso
rígida. Allí estaba el hombre que había traído la vergüenza a su familia. Sin
embargo, ahora no se sentía con la valentía suficiente como para mirarlo con
desprecio, porque actualmente, Hatake Sakumo lucía realmente enfadado,
tanto que ella podía apreciar como un ¿chakra? blanco lo rodeaba, mientras
sus ojos parecían brillar en dorado.

—¿Qué cree que está haciendo, vieja decrépita?

Ella jadeó ante el insulto.

—¡¿Cómo se atreve?! —Chilló indignada.— ¡Soy un miembro de la


Casa Principal, animal sin modales!

—¡Me tiene muy sin cuidado si sea la misma Reina de Inglaterra! —el
gruñó, asustando a la mujer.— ¡Intentaba darle ese sello maldito a mi bebé!
¡Algo que se tiene prohibido por la misma cabeza del Clan!

Ella consiguió el valor de erguirse arrogante.

—Ese niño posee un talento que no se debe ignorar… como miembro


de la Casa Principal es mi deber mantener controlado a aquellos miembros de
nuestra sangre que presenten tanto potencial. Claro, no pretendo que una puta
como usted entienda de estas cosas de gente de clase como nosotros. —siseó.
Sin embargo, tragó saliva al ver como Sirius se le acercaba a pasos furiosos
hasta quedar cara a cara.

—¿Quiere saber qué es lo que hace a Neji tan bueno? —siseó. La mujer
dio un paso atrás cuando vio como un kunai se materializaba de la nada en la
mano de Sirius. Chirrió al ver como él se cortaba el brazo y dejaba escurrir su
sangre.— Esto es porque… —levantó el brazo para que apreciara mejor la
herida.— Es mi sangre, no su maldita sangre podrida por la arrogancia y
altanería lo que lo hace un prodigio, el poder y talento de Neji viene de la
sangre Black y no de los Hyuuga.

—¿Bra-Brak? ¿Qué…?

—¡Cállese! —gruñó, obteniendo silencio enseguida.— Quiero que le


quede muy claro que no voy a permitir que nadie lastime a mi hijo. Si en
algún momento sus estúpidos parientes llegan a poner ese sello en Neji, van a
saber porque estuve a punto de recibir el título de Sanin.

201
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Me amenaza, Hatake? —ella quiso sonar altanera, pero su pregunta


solo salió en un susurro atragantado.

—¡Sí! ¡La amenazo! Si mi hijo llega a sufrir por un Hyuuga… me


encargaré que los culpables paguen con la muerte.

Con esas últimas palabras caminó tranquilamente hasta llegar hasta


donde Neji se agazapaba en el piso. Se agachó con una sonrisa tranquilizadora
y lo tomó en sus brazos, susurrando palabras calmantes en todo momento. Se
retiró hasta su casa no sin antes darle una mirada de odio a la deslumbrada
anciana.

Por su parte, Neji, desde los brazos de su papá, miró la Casa Principal
mientras se alejaban hasta su propia casa. Una mirada que no debería estar en
sus inocentes ojos se pudo deslumbrar. Desde ese momento, Hyuuga-Hatake
Neji comenzó a desdeñar a la familia de la Rama Principal… su prima Hinata
incluida.

Inconsciente de los cambios de sentimientos del niño, Sirius caminó a


pasos furiosos hasta su casa, su humor que se oscurecía aún más, cuando
escuchó los sollozos de su cachorro y como su pequeño cuerpo se estremecía
por ellos. Indudablemente, no ayudó a que su humor mejorara al ver a su
―querido cuñado‖ charlando con su esposo en la entrada de su casa. Ellos
debieron notar del humor que llegaba, porque cortaron su conversación para
mirarlo con una mezcla de preocupación y pregunta.

—¿Sakumo…? ¿Qué pasa? —Hizashi miró a su hijo.— ¿Por qué está


llorando nuestro musuko?

—¿Por qué? ¿Preguntas, ―por qué‖? —Susurró áspero.— Bien, deben


saber que vengo desde la Casa Principal, y acabo de evitar que una de sus
decrépitas tías coloque el Sello del Pájaro en mí cachorro. Algo que tenía
pensado estaba prohibido para todos… —gruñó mandándole una mirada
furiosa a Hiashi, quien abrió los ojos blancos como platos.

—No… no puede ser… yo mismo lo he prohibido. —balbuceó.

—¡No estoy mintiendo! —Gritó, aferrando al tembloroso Neji en sus


brazos.— ¡Y esa vieja tiene suerte que puede controlar mi genio! Que si no…
—dejó la amenaza en el aire, antes de entrar como tromba a su casa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los gemelos intercambiaron una mirada. Hizashi lucía preocupado e


Hiashi angostó sus ojos, ante la prueba de evidente desacato de alguien de su
familia.

—Arreglaré esto. —aseguró el mayor a su hermano.— Solo trata de


convencerlo de que no abandonen el Complejo por este incidente, ¿está bien?

—Lo intentaré. —murmuró.— Pero recuerda que vinimos aquí para


tener una vida mejor… si alguien amenaza a nuestro hijo…

—Me aseguraré de que no vuelva a ocurrir. —Dijo rápidamente.—


Tranquilízalo, luego vendré a hablar con él.

Hizashi asintió renuente y miró como su hermano se retiró a paso


apresurado hasta su casa. Esperaba que las cosas no se complicaran de ahora
en adelante.

Mansión Kazama.
Harry se despertó en su cama y enseguida se incorporó de golpe. Jadeó,
sintiendo como algo dentro de él se removía inquieto y una urgencia por ver a
su hijo lo demandaba. De repente, todos los recuerdos de lo acontecido
vinieron a su mente y contuvo un grito de pánico antes de sacar las sábanas de
su cuerpo y correr hasta la habitación de su hijo.

La puerta de los niños se abrió de repente y los tres residentes voltearon


a verlo.

—¿Harry-oji-san…? —Iruka pidió tentativo. Arashi-oji-san lo había


dejado a cargo de los niños cuando se fue a trabajar, diciéndole que su otro tío
había sufrido un ligero ataque de estrés y, probablemente, dormiría todo el día.
Sin embargo, ahora lo veía muy recuperado y asustado por algo que no
entendía.

—Papi… —susurró bajito Naruto, mientras hacía un puchero y sus ojos


comenzaban a llenarse de lágrimas. Ayer, luego del incidente, su papi querido
no pudo consolarlo. Había tenido un rasguño cuando cayó al piso para evitar
el kunai de ese shinobi, sangraba y le dolía, aunque misteriosamente se había
curado en cuestión de segundos, y le hubiese gustado que papi Harry lo
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

mimara. Pero él estaba dormido y solo Otou-san y sus anikis Iruka y Tenzo se
hicieron cargo de él.

—Cachorro. —Harry se acercó como en trance hasta su hijo y lo


abrazó, sintiendo su cuerpecito vivo y caliente, su olor a bebé característico,
su pelo rubio suave y su pequeña firma mágica, que iba creciendo con los
años.

Gaara miró confundido a su nuevo papá, sin saber muy bien porque
estaba tan conmovido. Miró a su aniki y éste le sonrió.

—¿Quieres ir a jugar afuera, Gaa-chan? —preguntó, extendiendo una


mano.

—¡Hai! —el pelirrojo sonrió y tomó su mano. De todos era con Iruka
con quien más conectado se sentía. De una manera misteriosa, su demonio no
reaccionaba de manera agresiva cuando el de la cicatriz se acercaba a él o lo
tocaba. Demás está decir que para Gaara, Umino Iruka es una especie de
ídolo.

Ambos salieron haciendo el menor ruido, dejando al padre e hijo solos.


Harry separó a Naruto de su cuerpo y lo miró detalladamente, intentando
buscar cualquier especie de lesión que pudiera tener. Sus ojos se angostaron
cuando vio el lugar donde el día anterior había una lesión. Agradecidamente
para su instinto veela, el chakra del Kyuubi ya lo había curado.

—¿Papi…? —los ojos azules miraron con curiosidad a los verdes.

—¡Oh, Naruto! —Harry volvió a abrazarlo, conteniendo las lágrimas.—


Siento tanto que te hayan lastimado, pero papá te promete que jamás volverá a
ocurrir… nunca… te lo juro por mi vida. —acabó en un susurro mortal.

.:.Por la noche.:.
Arashi llegó a su casa suspirando cansado. Había evitado venir más
temprano desde que Iruka le informó que su esposo estaba despierto y…
actuando raro. No tenía el valor para decirle que Mizuki había sido juzgado y
condenado a prisión perpetua, porque estaba seguro de que su amor exigiría la
muerte. El también pensaba lo mismo, pero los miembros del Consejo no
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

consideraron tan grave la falta del Chuunin. Cuando decretaron eso, si las
miradas hubieses matado, todos los ancianos hubieses estado bajo tierra, pero
Sarutobi se encargó de aplacar al Hokage y decirle que el encarcelamiento era
peor para un shinobi que la muerte… y él tuvo que darle la razón.

Arashi solo esperaba que su amor pensara lo mismo…

Con otro suspiro colgó su capa roja con llamas blanca en el perchero y
se sacó los zapatos, intentando hacer el menor ruido posible.

—¿Qué sucedió con el atacante de Naruto?

El rubio se congeló al oír la voz escalofriantemente tranquila de su


esposo. Giró lentamente para ver la figura de Harry. En verdad, daba un poco
de miedo, siendo tan tarde, la casa estaba completamente a oscuras, solo el
reflejo de la luna que entraba por el ventanal más cercano los iluminaba, pero
no enteramente, medio rostro de Harry esta en las sombras y sus ojos verdes
brillaban con luz propia. Sus brazos estaban cruzados y su postura rígida, era
una figura imponente.

—Ha recibido su castigo. —dijo con toda la tranquilidad que pudo


reunir.

—¿La muerte?

—No, Harry. —suspiró a medida que se acercaba.— El Consejo ha


decretado prisión perpetua. Estará en las prisiones de Konoha de por vida.

El rubio hizo una mueca al ver que su esposo se ponía más rígido… si
era posible.

—Ese castigo no me es satisfactorio, Arashi. ¿Qué si escapa? La


próxima vez puede llegar a cumplir su cometido. ¡Tienen que matarlo!

—Es imposible escaparse de las cárceles de Konoha, Harry. Mizuki ha


recibido el castigo que se merece y, como tu Hokage, te exijo que acates lo
que se ha decidido.

—¿Me exiges? —Preguntó incrédulo.— ¡Ese tipo lastimó a nuestro


hijo, Arashi! ¡Lo llamó monstruo! ¡Lo aterrorizó para el resto de su vida!
¡Tiene que morir! ¡Y si no lo hacen ustedes, lo haré yo!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Suficiente! —rugió.— ¡Te he dicho ya que se ha decretado su


castigo! ¡No hay nada que puedas hacer! ¡Si tomas la justicia por tu mano
tendré que castigarte!

El Hokage pudo sentir como las energías del lugar cambiaban, los ojos
verdes se entrecerraron y los puños se cerraron.

—Lastimó a mi bebé…

—Lo sé, mi amor. —Suspiró derrotado.— Pero ya se ha decidido…


entiende. Privar la libertad es lo peor que se le puede hacer a un persona y…

—¡No! ¡No me vas a convencer de que la cárcel es lo mejor para ese


maldito! —gritó antes de darse vuelta y caminar hasta las escaleras a grandes
zancadas.

—¡Espera, Harry! ¿Adónde vas?

—Me voy a ver a mi cachorro, Hokage-sama. Para asegurarme de que


nunca nadie vuelva a lastimarlo…

Arashi suspiró ya sin tener cuenta cuantas veces lo hacía por ese día y
caminó penosamente hacia su habitación. Al llegar, se desvistió y tomó un
baño, aunque ni eso pudo sacarle el peso de su corazón. Terminando, se puso
unos pantalones flojos y se acostó en su cama, mirando desamparadamente el
costado vacío de la gran cama que compartía con su esposo. Cerró los ojos,
pero sabía que sin el calor del cuerpo de Harry no lograría dormirse enseguida.

—Otou-san.

Casi saltó de la cama y, por instinto, agarró el kunai escondido bajo la


almohada. Una ráfaga de arena tomó el arma y lo lanzó a la pared, fue
entonces cuando Arashi pudo ver la pequeña figura de confundida de Gaara.
El niño tenía un adorable pijama que simulaba un panda, con orejitas negras y
todo, su panda de peluche estaba en sus bracitos.

—Por Kami-sama, Gaara, no me des esos sustos.

—Gomen, ¿estás bien?

—Hai, hai… ¿Qué deseas, chibi?

206
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Dormir contigo. —masculló, subiendo a la cama con algo de


esfuerzo. Para sus cinco años de edad, él era más corto de lo normal.— Papi
Harry duerme con Naruto en su cama, así que yo vengo a dormir en la tuya
contigo, ¿ne?

—Por mí no hay problemas. —Suspiró acomodando mejor al pelirrojo


en la cama.— Algo me dice que compartiremos cama durante un largo tiempo.

.:.Una semana después.:.


La tensión entre los esposos seguía sin romperse. Tanto que hasta el
resto de sus conocidos la sentía. El único que estaba alegre por la ―pelea‖ era
Naruto y en menos medida Gaara. Porque desde el incidente, Harry no perdía
de vista a su hijo y le cumplía cualquier capricho que se le antojara. Desde
cosas más sencillas como un juguete, hasta cosas más complicadas, como
ramen instantáneo hecho en la Aldea de la Niebla. Adonde tuvieron que viajar
específicamente para que el niño lo coma allí, porque las importaciones no
llegarían hasta el otro mes. Por supuesto, los inseparables amigos del rubito lo
acompañaron a esta travesía, llevando a un equipo de Genin como
acompañamiento de seguridad.

El Hokage parecía más viejo que sus 27 años. Sin duda, la indiferencia
de su esposo, el enojo y, sobre todo, la abstinencia sexual hacían mella en él.
Por suerte, sus enemigos no estaban al tanto de este punto débil o hace mucho
hubiese sido derrotado.

Hoy, como todos los días, el rubio llegó a casa sin esperar un cálido
beso de Harry, o los chillidos extasiados de Naruto o el ceño de desaprobación
ante los gritos de su aniki de Gaara. Probablemente los tres estaban
divirtiéndose con magia en la habitación de los pequeños.

Así que, se despojó de su traje de Hokage y chaleco de Jounin y se


sentó en el sillón más cercano para poder leer antes de que decidiera hacerse
algo de cenar… porque su esposo ni siquiera cocinaba más para él. Era por
eso que se sorprendió al ver al moreno bajar por las escaleras que daban a las
habitaciones, su cara estaba seria, pero sus ojos tenían una tonalidad roja,
como si hubiese estado llorando.

207
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Harry caminó lentamente hasta quedar parado en frente de su esposo.


Conectaron miradas y el menor se arrodilló frente el sorprendido rubio, rodeó
la cintura de Arashi y enterró su cabeza moreno en el pecho del otro. Inseguro
de cómo reaccionar ante esta acción, el Yondaime solo atinó a rodear el
cuerpo ligeramente tembloroso de su amor con sus brazos.

—¿Harry…? —llamó temeroso. No entendía que le pasaba y podía


sentir como las lágrimas mojaban ya su camisa.

—Lo lastimaron… —el otro susurró tan bajo que le costó oírlo.—
Desde pequeño me prometí que, cuando tuviera un niño, nadie iba a
lastimarlo. Pero ese maldito le hizo daño… lo llamó monstruo… anormal…
tenía la misma mirada que ellos me daban.

Ahora entiendo, pensó Arashi. A su esposo no solo lo había trastornado


el hecho de que lastimaran a su hijo, sino que, de alguna manera, las palabras
de Mizuki habían traído las memorias de la infancia de Harry. Aquella que
tanto él se había asegurado de guardar en lo profundo de su mente.

—Está todo bien, mi amor. —Murmuró, apretando el abrazo.— Los


Dursley no están aquí, nadie desdeñará a nuestro hijo por ser mago… ni
tampoco por tener a Kyuubi dentro de él. Te lo juro.

—Lastimó a mi bebé…

—Ya lo sé, tesoro. —Levantó el rostro bañado en lágrimas para mirarlo


a los ojos.— Te pido que creas en mí cuando te digo que nadie volverá a
lastimarlo, ni a él ni al resto de nuestra familia, ¿de acuerdo?

Harry asintió dudoso, tragó saliva y se acercó para besar castamente los
labios de Arashi. Compartiendo un tacto que desde hace un semana entera no
tenían. Fue por eso mismo que el beso pronto se volvió ardiente y
demandante, deseando algo más, algo que se prohibieron por el dolor que
causó el ataque de aquel shinobi.

—Hazme el amor, Arashi, necesito sentirte dentro de mí. —Harry rogó


prácticamente.

—Mmmhhh… —gimió el rubio, sin romper el beso.— ¿Pero… y los


niños?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Duermen. —contestó Harry, estirando la mano de su marido para ir


hasta su habitación.— Jugaron todo el día y estaban cansados… los hice
dormir para que recuperen algo de energía antes de la cena.

—Eso no es bueno… estarán despiertos hasta tarde si cargan energías a


deshoras.

—Si estuvieran despiertos, ahora no estaríamos a punto de tener sexo


desenfrenado.

—Hn, buen punto. —el mayor gruñó, antes de atraer a su esposo con
brusquedad para compartir un beso salvaje. Tomó a Harry de las piernas y lo
cargó al estilo nupcial hasta la habitación.

Entraron tambaleantes a la habitación y el rubio agradeció nuevamente


los poderes de su esposo, porque con solo unas palabras susurrantes, Harry
hizo que ambos estuvieran desnudos en un abrir y cerrar de ojos. Se dejaron
caer en la cama y no pudieron evitar que las manos de uno viajaran por el
cuerpo del otro, intentando volver a recordar cuales eran los puntos sensibles
de cada uno para dar placer.

Arashi mordió el cuello del moreno, buscando marcarlo, tratando de


quitar la frustración que le causó tener esta primera pelea tan fuerte con el
amor de su vida. Harry gritó y se aferró tan fuerte a la espalda amplia de su
esposo, que terminó clavando sus uñas allí, dejando algunas marcas.
Volvieron a buscar sus labios, compartiendo el sabor tan conocido, haciendo
que sus lenguas danzaran mientras sus cuerpos se frotaban con frenesí.

—Mmmhhh, Arashi. —jadeó el moreno, rompiendo el beso en busca de


aire.— Te necesito.

El rubio enarcó una ceja, mientras descendía una mano para atrapar el
miembro urgido de su esposo.

—¿Ya…? ¿No quieres que juguemos primero?

—¡No! —Harry gruñó atrapando los labios de su esposo en un beso


feroz.— Cójeme ahora.

—Si tú lo pides… —murmuró, sonriendo de lado.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Estiró una mano para alcanzar el lubricante de la mesita, que ya se había


materializado allí en el momento en que entraron, de nuevo, Arashi agradeció
los poderes de su esposo. Untó un poco en sus dedos y los llevó a la entrada
del ano del moreno.

—Arashi… ¿qué parte de A-H-O-R-A no entiendes?

El Yondaime pestañeó.

—¿Sin que te prepare? —preguntó estúpido.

—¡Si, maldición! ¡Entra en mí ya!

En un arranque de rabia. Harry tomó el miembro erecto de su amante y


se lo colocó en su entrada, empujó sus caderas para arriba y se lo metió de un
tirón. Ambos gritaron al sentir la corriente eléctrica que recorrió sus cuerpos al
sentirse unidos después de tanto tiempo. Y el trasero estaba muy apretado,
siendo que no recibió agrandamiento. El mayor tuvo que cerrar los ojos y
respirar pausadamente para que las paredes que apretaban su miembro no lo
enloquezcan.

—Por Kami, Harry… —gimió, apoyando ambos brazos al costado de la


cabeza del otro.

—Muévete.

—¿Estás seguro? —sonrió.— Mañana no podrás moverte.

Como respuesta, Harry le mandó una mirada enfadada y gruñó,


atrayendo la cabeza rubia para un nuevo beso apasionado. El Hokage sonrió
dentro del beso y comenzó a moverse a paso lento, a pesar de la urgencia de
ambos, no deseaba lastimar a su esposo. Porque deseaba repetir esto muchas
veces durante los días venideros y si le dolía no podrían hacerlo. Necesitaban
recuperar el tiempo perdido.

El menor no perdió tiempo en rodear las caderas de su amante con sus


piernas, mientras que sus brazos hacían lo propio con su cuello. Arashi enterró
su cara en el hombro de Harry y ambos comenzaron a jadear como locos.
Cerrando los ojos y sintiendo las millones de sensaciones que despertaban el
acto que estaban llevando a cabo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Para jóvenes como ellos, que tenían sexo prácticamente todos los días,
siete días de abstinencia fue demasiado y fue por eso que, muy a su disgusto,
sintieron el orgasmo llegar demasiado pronto. El moreno se vino primero,
gracias a las expertas caricias que su esposo propinó a su pene, Arashi lo
siguió, extasiado por la estrechez, más las contracciones del orgasmo que el
ano de su marido hicieron a su miembro.

Exhaustos, se dejaron caer en la cama, enseguida Arashi rodó a un


costado cuando escuchó al más pequeño quejarse por el peso extra. Sus
respiraciones seguían agitadas y tardaron varios segundos en calmarse.

—¿Listo para otro redondo?

—Puedes apostarlo, Yondaime-sama.

Esa noche durmieron muy tarde…

.:.Al día siguiente.:.


Harry caminó penosamente hasta la habitación de sus hijos. Hizo una
mueca de dolor. Bien, anoche dijo que no le interesaba, pero ahora las quejas
de su ano lo hacían reconsiderar sus palabras. Sonrió, negando con la cabeza.
Anoche fue… increíble, no se arrepentía… ya vería que usar para calmar el
dolor.

Entró a la habitación y, como siempre, Gaara estaba sentado en la


alfombra, jugando con los juguetes comprados y transfigurados que Harry le
dio al día siguiente de venirse a vivir a Konoha. El moreno estaba seguro que
el pelirrojo solo habrá tenido algunas pocas horas de sueño. Esperaba
sinceramente que pronto su esposo pudiera encontrar el sello necesario para
reparar el mal hecho que tenía.

—Ohayo, Gaara-chan. ¿Todo bien? —preguntó, agachándose para besar


su mejilla. El niño le dio una minúscula sonrisa y asintió.— Bien, quiero que
te vistas para bajar a desayunar, ¿ok? Yo despertaré a Naru-chan.

—Hai, papi.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Otra cosa característica era encontrar a Naruto desparramado en la


cama. Su almohada y media colcha y sábanas en el piso y él cruzado en el
medio del colchón, con la boca abierta y su sombrerito de dormir con orejas
zorro (tenía de diferentes animales) fijado firmemente en su cabeza. Sonrió
con cariño, recordando que su esposo dormía de la misma manera, hasta que
se acostumbró a su presencia y ya no lo pateaba en lo noche. Algo por lo que
el esposo o esposa de su hijo debería pasar hasta que el chico se acostumbre.
Recogió las cosas tiradas y se sentó en la cama.

—¿Bebé? —Sacudió su hombro.— Despierta, cielo… es hora de


desayunar.

Naruto parpadeó un par de veces y luego le reveló los hermosos ojos


celestes a su padre.

—¿Papi? —masculló somnoliento, acurrucándose contra el cuerpo de su


padre.

—No, no, Naru-chan. Arriba… es hora de lavarse la cara y bajar a


comer algo.

—Mmmhhh… no quero. —murmuró, haciéndose un ovillo encantador


en la cama.

Harry sonrió ante la ternura que mostraba su bebé y lo levantó en brazos


para llevarlo al baño, donde ya Gaara terminaba de cepillarse los dientes.
Entró con una sonrisa de oreja a oreja al lugar. Y saludó radiante a los niños
que se sentaban a la mesa. Sonrió malicioso y se acercó por detrás a su esposo,
quien estaba sacando un par de tostadas de la tostadora.

—¿Cómo está tu hermoso trasero esta mañana, hn? —Murmuró sensual,


acariciando las nalgas de Harry.— ¿Crees que aguante otra sesión esta noche?

—¡Arashi! —Harry gritó escandalizado, rojo como un tomate.

—¿Qué? —preguntó inocente.

—¡Los niños están aquí, tú… pervertido!

Arashi sonrió más ampliamente y miró a los niños. Gaara masticaba


contento su tostada con mermelada de frutillas y los miraba con el ceño

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

fruncido. Naruto solo observaba su taza de leche como si fuera lo más horrible
en el mundo e Iruka (que más bien ya era un adolescente)… Iruka pobre
estaba rojo hasta las orejas. El chico balbuceó unas palabras incoherentes y
salió pitando de la cocina.

Por el camino, Umino Iruka pensaba que ya era hora de cambiarse a su


propio departamento. Después de todo, acaba de graduarse como Chuunin y
debía tomar su propio camino ahora, más teniendo en cuenta que quería ser
profesor. Y, por Kami-sama, no quería volver a presenciar unas de esas
escenas bochornosas que tanto le gustaba a su Oji-san representar enfrente de
ellos, para desconcertar a su esposo y a él mismo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 15: “Ai”.

Dos meses habían pasado de la gran pelea y Harry fruncía el ceño frente
a su reflejo en el espejo, notando la ligera curva en su abdomen. Suspiró. No
había dicho nada, pero desde hace bastante que sospechaba que su cuerpo
estaba cambiando. Cambiando para albergar una nueva vida dentro de él.
Tomando sus ropas, se vistió y decidió ir a casa de su padrino para que le
hiciera aquella poción para saber si en verdad estaba embarazado.

Oficina del Hokage.


Unos suaves golpes a su puerta distrajeron la atención de los papeles
que estaba leyendo. Dio su permiso para que entrara y sonrió al ver a su
esposo y dos niños que lo acompañaban. Enseguida Naruto acometió a su
persona para abrazar sus rodillas y pedir ser cargado. Gaara, por el contrario,
seguía de la mano de Harry y miraba con desaprobación a su aniki.

—¡Otou-san! ¡Papi tiene bebé en su panza! —dijo Naruto, haciendo un


puchero.

Los ojos del rubio mayor se abrieron como platos y luego enarcó una
ceja a su marido.

—¿Me explicas eso…?

Harry alzó a Gaara en brazos y caminó hasta sentarse frente al escritorio


del Hokage.

—Parece que nuestra reconciliación de hace dos meses fue muy…


fructuosa. —sonrió.— Estoy embarazado, Arashi… vamos a tener otro bebé.

214
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El mayor lanzó un grito de triunfo y se levantó para acercarse a su


esposo y besarlo con todo el amor que sentía hacia él. Harry pasó los brazos
por el cuello de su amante y se dejó mimar por Arashi.

—¡Hmph! —Naruto bufó irritado, cruzando sus brazos sobre su pecho y


poniendo mala cara.

—Oh… ¿y esa actitud a que viene? —preguntó el rubio mayor con una
ceja enarcada.

—Creo que a Naru-chan no le alegra saber que papi va a tener a otro


bebé aparte de él y Gaara-chan. —dijo Harry, mientras se desenredaba del
abrazo de su esposo. Caminó hasta donde estaba su hijo y se agachó frente a
él.— Pero Naruto tiene que saber que todos sus hijos son especiales para él y
que no voy a amar más al bebé que viene en camino que a él. A todos los voy
a querer por igual. ¿Lo entiendes, mi cielo? —pidió bajito, mientras acariciaba
la mejilla regordeta del rubito.

Naruto lo miró con sus ojos azules dudosos y permitió que su papi lo
cargara. La verdad era que él veía que toda la gente siempre prestaba mucha
atención a los bebés y tenía miedo que su papi Harry ya no le hiciera caso por
eso. Pero si su papi le decía que nada iba a ser diferente él iba a creerle,
porque papi Harry nunca le mentía.

—Hn, bueno. —masculló, sin cambiar su expresión enfurruñada.

—Arigato, Naru-chan. —dijo Harry sonriente, antes de besar con cariño


las mejillas de su hijo.

.:.Cuatro meses después.:.


Para ese entonces, ya el bebé de Mitarashi Anko, ahora Señora de Gai,
ya había nacido. Se trataba de un niño con una mezcla tanto de su madre como
de su padre. Agradecidamente, ella prometió a todos los ciudadanos de
Konoha que no iba a permitir que su esposo influenciara tanto en la
personalidad de su hijo como para que saliera algo como él. Aunque la
perspectiva de que el niño tuviera la misma personalidad que Anko no era
muy motivadora tampoco.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Estando ya de seis meses, Harry ahora solo tenía trabajo de oficina.


Archivando y completando papeles en la oficina de los Jounins de élite,
mientras sus hijos estaban en la Escuela de ninja, puesto que ya estaban en
edad de entrar en lo que sería el preescolar para los ninjas, donde enseñaban a
los niños a leer y escribir, más otras cosas.

Por lo demás, todo estaba bien. Tenzo e Itachi estaban prontos a ser
Jounins, porque Nadeshiko había dicho que ahora que era Chuunin iba a
dedicarse a la rama de veterinaria ninja.

En la familia de su padrino todo iba perfectamente bien también.


Kimimaro ya era un Genin y, a horror de sus padres, Morino Ibiki resultó ser
su Jounin—sensei. Si bien él era el mejor de su clase, todos sabían que era
delicado y tierno y no estaban seguros de cómo llevaría estar bajo la tutela del
shinobi más aterrador de la Aldea. Por su parte, Neji ya estaba en su primer
año de academia y era un pequeño arrogante, tanto como lo era Sirius en sus
años de Hogwarts.

—¿Harry-san?

El moreno levantó la mirada y vio que su primer hijo adoptado lo


miraba con nerviosismo.

—¿Qué sucede?

—Eh… me manda el Hokage. —Dijo suavemente, Harry frunció el


ceño.— Dice que es mejor que se vaya a casa a descansar…

—Pero… —suspiró para controlar su genio. Miró el reloj y notó que


todavía le quedaban dos horas de trabajo.— Aún no es hora de que me retire.

—Sé… —Iruka suspiró. ¡¿Por qué tenía que ser él el que tenga que
venir a dar estas noticias?!— Pero Arashi-oji-san dice que quiere que
descanses…

—Ese idiota… —Harry siseó en Parsél asustando al Chuunin. Él


conocía ese extraño bloodline de su tío, pero le mandaba escalofríos por todo
su cuerpo cada vez que lo escuchaba. Era el límite de sangre más extraño y
escalofriante que hubiese escuchado nunca.— Está bien, me iré. —gruñó.—
De paso pasaré por los niños a la Academia. Gracias por avisarme, Iruka-chan.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—De nada, Harry-san.

**********

El Gryffindor llegó con sus niños a su casa, notando el estado de


mutismo de Gaara, que si bien a diario no lo escuchabas hablar mucho, hoy se
notaba extrañamente diferente. Él podía notar como fruncía el ceño, como
cerraba sus ojitos, como si estuviera adolorido. Esto lo estaba inquietando un
poco, porque su nuevo conocido instinto veela le decía que algo no estaba del
todo bien, y a eso se sumaba el chakra malvado que sentía incrementar de a
poco en el cuerpo pequeño del pelirrojo.

Para tranquilizarse, fue rumbo a la cocina a prepararse un poco de té,


dejando a los niños en el salón de juegos. Acompañados de Sasuke, quien se
les había unido al salir de la Academia, ya que quien lo había ido a buscar era
su madre, de quien el chico no tenía mucho aprecio. Le dolía a Harry ver
como Sasuke desdeñaba a su propia madre, pero era consciente de que Mikoto
se lo había ganado a pulso con su actitud, prestando más atención a su
posición en la sociedad que a sus propios niños.

Su sangre se enfrió al escuchar un grito de miedo en el lugar donde


había dejado a los pequeños y corrió lo más rápido que su peso agregado le
pudo dar. Al llegar al lugar, lo primero que vio fue a su rubito con la ceja
partida, con una herida que ya estaba sanando y a Sasuke encrespado en un
rincón, mirando con absoluto miedo a la figura pequeña del centro de la
habitación. Allí, hecho una bola y rodeado de la arena que salía de la vasija
empequeñecida que estaba en su espalda.

—¿Gaara…? —pidió con precaución, haciendo una seña a Naruto para


que se quedara en el lugar en que estaba.

—Iie… Iie… ¡cállate! ¡No me hables! —susurraba, mientras sostenía su


cabeza entre sus manos.— No quiero… los has asustado…

Mierda, Shukaku al fin ha logrado romper el sello temporal que


pusimos sobre Gaara y ahora lo está atormentando, pensó Harry con temor.
¡Y encima estamos solos!

—Sa-Sasuke… —llamó al asustado niño. Él lo miró, con sus ojos


negros grisáceos dilatados por el miedo. Él no podía culparlo, porque también
estaba asustado. Normalmente no sería así, pero tener un niño creciendo
217
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

dentro de él podría ser un problema a la hora de querer controlar al demonio


dentro del jinchuuriki.— Necesito que vayas a la Torre del Hokage y le digas
a mi esposo lo que pasó con Gaara-kun, ¿de acuerdo? —el niño pestañeó y
miró nuevamente el chakra dorado que rodeada a su amigo pelirrojo y gimió
de miedo.— ¿Sasuke? ¿Me has oído?

—H-Hai… —murmuró, no sacando sus ojos del recipiente del


Tanuki.— Pero… ¿estarán bien?

—Lo estaremos. —Aseguró rápidamente.— Ahora necesito que te


vayas, cuanto antes.

Sasuke recuperó su personalidad Uchiha y asintió, para luego levantarse


con precaución y abandonar la casa corriendo.

Harry suspiró y miró como el control de Gaara se perdía cada vez más.
Sacando algo de su poder veela, que para entonces ya lo tenía entrenado y
bajo control, se acercó al niño. Miró por el rabillo del ojo como su hijo ya
tenía cerrada la herida del párpado y miraba asustado como su papi se
acercaba a su otouto.

—¿Chibi…? ¿Puedes escucharme, Gaara?

El niño levantó la cabeza de golpe, pero no eran los hermosos ojos


esmeraldas los que le devolvieron la mirada, sino unos dorados demoníacos.
Inspiró para calmarse, dejando salir un poco de poder veela. Sin embargo, ni
eso pareció trabajar, porque en un segundo Harry se vio rodeado del chakra
maldito y jadeó al sentir como presionaba su cuerpo.

—¡¡NO TE ATREVAS A QUERER DORMIRME DE NUEVO,


HUMANO!! —el pequeño cuerpo gruñó con una voz que, definitivamente, no
era del niño.

—Por favor… podemos hablar esto… no hace falta que hagas sufrir a
mi hijo…

—TSK, ESTE NIÑO NO ES NADA TUYO… AHORA ES TODO


MÍO. —dijo con satisfacción, para luego comenzar a reír como loco.

218
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Si no cooperas tendré que hacer las cosas por las malas, Shukaku. —
Harry siseó, entrecerrando sus ojos y extendiendo su mano para dejar salir
algo de magia.

Viendo esto, el demonio que posesionaba el cuerpo de Gaara, sonrió


con malicia. La arena se levantó del piso y rodeó a Harry en la zona del
abdomen, haciendo al moreno abrir los ojos como platos.

—SÉ CUAL ES AHORA TU DEBILIDAD, HUMANO. PAGARÁS


POR HABERME AMENAZADO. —gruñó.

Harry gritó al sentir la arena apretar su cuerpo a pesar de la magia


protectora que dejó salir. Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos y ahora podía
sentir como un líquido caliente salía por su ano. Sin duda, estaba sangrando.

—¡Papi! —chilló el rubio.

—¡No, Naruto! ¡Quédate dónde estás! —gritó, sintiendo como un dolor


atravesaba su vientre. Mierda, no por favor… no mi bebé.

El demonio frunció el ceño y dirigió su atención al niño, haciendo que


el miedo de Harry creciera. Shukaku sonrió de lado y la arena se levantó…

—AH… EL NUEVE COLAS… —ronroneó con placer.

…pero justo en ese momento la puerta se abrió estrepitosamente,


revelando a Arashi en su imponente traje de Hokage, acompañado de Kakashi
e Ibiki, seguidos de Genma, quien traía a Sasuke cargado en sus brazos.
Viendo que había llegado la caballería, Harry permitió que la inconsciencia lo
arrastrara, ya que el dolor de su vientre era demasiado como para soportarlo.

**********

Arashi acarició la cara pálida de su esposo, sin poder dejar que el pesar
en su corazón lo abandonara. Si bien los medinin le habían dicho que su bebé
y Harry estaban a salvo, no podía dejar de pensar que también le habían dicho
que estuvo a punto de perderlos a ambos. De hecho, si no fuera por la magia
protectora de su marido, ahora estaría viendo un cadáver. Ahora Harry debería
pasar lo que le quedara de embarazo postrado en una cama, algo que sabía no
agradaría al menor, pero él dejaría de llamarse Kazama Arashi si dejaba que
algo malo volviera a sucederle a su amor.

219
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Gruñó enfadado consigo mismo, durante estos dos años había siempre
pospuesto el tema de Gaara por una cosa u otra. Si bien Jiraiya-sensei aún lo
estaba investigando, debió apresurarse para completar el sello de Gaara,
porque era evidente que la voluntad de un niño no iba a poder contener al
Bijuu por mucho tiempo. Y ahora veía a lo que llevó la negligencia de sus
actos, su familia entera casi fue aniquilada…

—No fue tu culpa, Arashi. Lo sabes, ¿verdad? —llegó una voz apacible
desde su espalda.

El rubio suspiró, sin girarse a hacer frente a su sensei.

—No sé… hace mucho que ya teníamos una pista exacta de cómo
terminar el sello, Jiraiya-sama. Solo que… me perdí en otras cosas restándole
importancia, creyendo que por el momento está todo bien. Y ahora esto…

—No podías saber.

—¿Pero tiene que pasar algo como esto para que preste atención al
problema? Soy un Hokage, mi deber es prever las catástrofes que pueden
amenazar la Aldea y eso es lo que menos he hecho.

El Sanin del sapo suspiró, negando con la cabeza, era evidente que no
iba a minimizar la culpabilidad de su ex alumno.

—Entonces debemos reparar el problema cuanto antes.

—Supongo… es peligroso dejarlo andar sin control. —dijo el Hokage,


haciendo frente al escritor de novelas pervertidas, con una mueca decidida.

—No hablen de él como si fuera un asesino o una cosa. —una voz débil
masculló desde la cama.

El rubio giró su cabeza bruscamente y sonrió el ver los ojos verdes


mirarlo.

—Has despertado, amor.

—Hai, ¿Cómo están los niños? —preguntó, mientras su esposo lo


ayudaba a incorporarse.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Están bien. Iruka y Tenzo los están cuidando ahora, aunque… —hizo
un mohín.— Gaara no ha hablado desde el incidente, creemos que se siente
terriblemente culpable y tener al Shukaku susurrando quien sabe qué en su
mente no ayuda.

—Mi pobre chibi… —suspiró con dolor.— ¿Qué fue lo que pasó…?

—Sasuke dice que estaban jugando de lo más tranquilos cuando Gaara


empezó a susurrar cosas incoherentes. Naruto lo llamó y empujó su hombro al
ver que no le hacía caso, fue entonces cuando Gaara pareció perder el control,
al tomar el contacto como amenaza. Atacó a nuestro hijo con la arena y su
chakra se descontroló. —explicó Arashi.

—Kami-sama. —Suspiró, cerrando los ojos.— ¿Y ya saben qué hacer


con el sello?

—De hecho, sí… tenemos toda la teoría, solo debemos preparar los
pergaminos que usaremos junto con el lugar adecuado. —dijo Jiraiya.

—Nuestra casa estará bien. —Admitió el Hokage.— Solo debemos


hacer que Gaara gaste lo menos posible de chakra hasta que tengamos todo
listo, porque el ritual lo drenará y no queremos que pare en el hospital.

—Perfecto, preparen todo y avísenme. Yo deseo estar presente.

—Oh, no Harry, eso sí que no. Podría ser peligroso y los medinin dicen
que debes permanecer en reposo hasta que nazca nuestro hijo. —contradijo
enseguida su esposo.

—Puedo cuidarme a mí y a mi bebé, gracias. —siseó.— No voy a dejar


que Gaara pase solo esta experiencia tan traumática, él ya debe estar lo
suficientemente angustiado como para que le agreguen eso sin apoyo.

—Iruka estará… y sabes todo lo que Gaara lo adora.

—No es lo mismo, él me considera a mí su papá y no lo voy a dejar


solo. —cuando vio que su esposo estaba por replicar, agregó:— Y ni siquiera
lo intentes, no voy a cambiar de opinión en esto.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Bien. —gruñó el rubio, sabiendo que nada de lo que dijera iba a sacar
de su testarudez a su esposo. Detrás de él, Jiraiya sonrió divertido al ver que
su ex alumno era sometido por su esposo.

.:.Dos semanas después.:.


Ya tenían todo preparado para sellar definitivamente al Shukaku dentro
de Gaara, en un sello similar al que tenía Naruto. El cual le permitiría en su
momento absorber todo el chakra del demonio y poder tener control casi total
hasta entonces. El Tanuki pareció percibir lo que se le venía, porque estuvo
muy inquieto, ocasionando que Gaara se lastimara y lastimara a los que lo
rodeaban. Para suerte de todos, de esa manera extraña que tenía Iruka para
caerle bien a todas las personas, estando con él, el Bijuu se comportaba, por lo
que todo este tiempo, Gaara se la pasó la mayor parte de las horas con el
Chuunin.

Era por eso que recién hoy se le fue permitido salir del Hospital de
Konoha al niño-que-vivió (hoy ya hombre), mucho a su fastidio, en esas dos
semanas estuvo postrado en la cama, solo le era permitido moverse para ir al
baño y tomar una ducha. Y todo sabemos la aversión que tiene Harry Potter a
los hospitales.

Mansión Kazama.
El lugar elegido fue la habitación de Gaara (antiguamente de Iruka), ya
que suponían que el niño se sentiría más cómodo en su lugar más familiar de
la casa. Los kanjis escritos con sangre estaban por todo el lugar, haciendo un
círculo perfecto, donde en el centro debería estar el pelirrojo, durante el
momento que durara el fin del nuevo sello.

Unos toques a la puerta llamaron la atención de Jiraiya y Arashi,


después de dar el permiso, Harry llegó de la mano con Gaara. Afuera, se pudo
ver como Iruka, Naruto y Tenzo miraban con aprensión a los que estaban
adentro. Kakashi y Sirius también vinieron, para dar su apoyo.

222
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Harry… te he dicho que esto es muy peligroso… —dijo Arashi, con


el ceño fruncido.— Por favor, espera afuera y te llamaré cuando acabemos.

—Y yo te dije que no voy a dejar a Gaara-chan solo, Hokage-sama. —


Replicó el moreno.— Aquí me quedo, además… puede ser que necesiten mi
magia.

El rubio miró al cielo, preguntando a Kami porqué tuvo que enamorarse


de alguien tan testarudo. Jiraiya rió bajito y palmeó el brazo de su ex alumno,
negando con la cabeza.

—Él tiene razón, podemos necesitarlo.

El ojiazul bufó y caminó hasta el pequeño pelirrojo para tomar su mano.


Viendo esto, Gaara se aferró con fuerza a la mano de su papá adoptivo y se
pegó a su pierna.

—Todo va a estar bien, peque. —Arashi sonrió tranquilizador.— Solo


voy a hacer que esa voz mala en tu cabeza deje de molestar, ¿no quieres eso?

El jinchuuriki frunció el ceño y asintió inseguro. ¡No quería volver a


hacer daño a su familia! ¡Y menos a Sasuke-kun!

—Ve, chibi. Yo estaré aquí, asegurándome que no pase nada. —Harry


sonrió y besó su mejilla, para luego soltar su mano entregárselo a su esposo.
Los ojos verdes se clavaron en los de Yondaime, dando un mensaje claro:
―Ten cuidado…‖

El rubio asintió gravemente y condujo al niño hasta el centro del dibujo


que se centraba en el piso del lugar. Su sensei se acercó a él y ambos
comenzaron a recitar. El niño se sentó en el medio del círculo y miró curioso a
los adultos, no pasó mucho hasta que sintió que algo dentro de él se revolvía
furioso. Miró asustado a su papá Harry y él le dio una mueca tranquilizadora.

Harry comenzó a inquietarse al ver las perlas de sudor que bañaban a


los maestros del sello y como a su vez el chakra de Gaara se iba haciendo más
salvaje. Saltó cuando Gaara dio un grito y se dobló en el piso, agarrando su
estómago en claro dolor.

—¡Gaara!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡No, Harry! —Exclamó Jiraiya.— Ya terminamos… no te acerques.


Sabíamos esto… el Shukaku no se dejará sellar del todo sin dar lucha.

—¡Pero está sufriendo! —gimió al escuchar el grito más fuerte.

—¡Quédate dónde estás! —rugió el Kazama y Harry se congeló en su


lugar. Suspiró comprendiendo que si se acercaba no solo pondría en peligro a
ellos y a Gaara, sino también al bebé que hinchaba su vientre en este
momento.

—¡¿QUIERES SELLARME PARA EVITAR LASTIMAR A LOS


QUE AMAS?! —Rugió el Shukaku dentro del niño.— ¡¿DESEAS NO SER
TEMIDO, PERO SI AMADO…?!

—H-Hai… —susurró el niño en dolor.

—¡¡¡PUES TE DARÉ AMOR…!!! —el demonio gruñó.

La arena de Gaara comenzó a remolinarse y el chakra del demonio


creció alarmante. El pequeño gritó y llevó una de sus manos a su frente. Harry
vio, con horror, como la arena comenzaba a crear una marca en la parte
izquierda de esa parte de la cara. Al ver los hilos de sangre, el mago no lo
soportó más, dejó salir algo de su magia y se acercó al cuerpo estremecido de
Gaara, para abrazarlo con fuerzas.

Arashi gruñó al ver que era desobedecido, pero tuvo que continuar con
la ceremonia del sello. Unos minutos desesperantes más pasaron, mientras los
adultos terminaban el sello, la arena de Gaara terminaba de tatuar su frente y
Harry lo sostenía confortante.

Los amos del sello dejaron de susurrar y todos los kanjis dibujados en el
piso comenzaron a entrar al cuerpo de Gaara, rodeando el sello del Shukaku.
Cuando todos lo kanjis desparecieron, Gaara dejó de gritar y se desmayó en
los brazos de Harry. En el otro extremo de la habitación, Arashi y Jiraiya
cayeron al piso de rodillas, agotados completamente.

—Bien… está hecho. —susurró el Sanin del sapo.

—Hai, al fin. —Arashi comentó en el mismo tono. De a poco se


incorporó y caminó hasta donde estaba su niño y su esposo.— ¿Qué pasó en
su frente?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Creo que es un recuerdo del Tanuki. —dijo Harry, limpiando la


sangre del rostro de Gaara con su camisa.

Allí, justo en la parte izquierda de la frente, estaba grabado el kanji de


―Ai‖ (amor).

**********

Luego de eso, Gaara pasó los mejores momentos que pudiera recordar.
Porque todos los adultos que conocía lo mimaron con exceso, mucho a los
celos de Naruto, aunque él también recibió su porción de todos los dulces que
le regalaron al pelirrojo. Muchos le dijeron que se veía hermoso con ese
tatuaje en su frente, por lo que conseguía ser pellizcado y arrullado
enormemente por las mujeres de la Aldea, algo que por supuesto resultó ser lo
peor de todo este asunto.

Mucho al contrario de los buenos meses de Gaara, Uzumaki-Kazama


Harry se enfurruñó en la cama de su habitación, teniendo que esperar hasta
que su embarazo llegara a término postrado en la cama. Y no pudo conseguir
que su esposo lo dejara caminar por la casa al menos. Por suerte, a un grupo
de Genin (el equipo de Kimimaro) se le dio la misión de preparar el cuarto
para el nuevo integrante de la familia, y ellos consultaron al moreno para todo,
distrayéndolo la mayor parte del tiempo de su desgracia.

—¿Cuándo vamos a ver al bebé, papi? —Naruto preguntó, mientras


acariciaba con una de sus manitas el vientre de su papá. A su lado Gaara se
rascaba el tatuaje de su frente, ya que aún no estaba acostumbrado a tenerla.
Sus amigos Sasuke y Kiba también estaban subidos a la cama, mirando
ceñudos el vientre hinchado del hombre. Aún no entendía muy bien cómo es
que algo así podía ser posible.

—Bien, dentro de una semana cumplo los nueve meses de gestación


necesarios, musuko. Supongo que puede llegar en cualquier momento. —el
moreno sonrió, acariciando la mejilla de su pequeño. Su hijo Naruto era tan
hermoso… estaba agradecido al haber podido llegar a este lugar y darle la
vida que le daba al niño que, en otras circunstancias, hubiese sido casi como la
suya. Porque era consciente que la vida del recipiente del Kyuubi fue peor que
su vida con los Dursley.

225
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hn… ya quiero que venga. —masculló. La sonrisa de Harry se


agrandó, porque su pequeño al fin había aceptado al nuevo bebé y lo esperaba
con impaciencia.— ¡Kya! ¡Se mueve! —chilló el niño.

Emocionados, los otros tres niños se acercaron para posar una mano en
la panza del mayor y sonrieron excitados al sentir los golpes del bebé. De
repente, Gaara frunció el ceño y volvió a posar su mano en el vientre.

—¿Es normal que esté tan dura…?

—La verdad no sé, puede que… ¡ARGH! —gruñó de dolor, al sentir


como un inmenso calambre se apoderaba de su vientre.

Los cuatro niños congelaron y lo miraron con los ojos abiertos y


asustados.

—¿Papi…? —Naruto pidió tentativo, pero solo se ganó otro gemido de


su padre.

—Creo que… —respiró.— el bebé ya viene.

El efecto fue inmediato, Naruto, Sasuke y Kiba comenzaron a correr por


toda la habitación a gritar asustados como pollos sin cabeza. Gaara se quedó
arrodillado en la cama, palideciendo y mirando el vientre de su papá adoptado
como si fuera a estallar en cuestión de segundos, la arena en su calabaza
empezó a removerse, al sentir la agitación de su dueño.

—¡Basta! —gritó el mago. Los niños se detuvieron, pero las miradas de


terror no abandonaron sus rostros.— Gaara… —miró al niño, que lentamente
conectó miradas.— Quiero que vayas a la Torre del Hokage y me traigas a tu
Otou-san aquí, ¿ne?

—¿N-Nani…?

—Por favor, tú puedes llegar allí rápidamente con tu arena. Necesito


que… ¡argh!... me lo traigas aquí, sin él tu otouto-chan no podrá nacer. No
puedo confiar en nadie más… —miró con el ceño fruncido las caras aterradas
de los otros tres.

—Hn, iré. —fue todo lo que dijo el pequeño pelirrojo, antes de cerrar
los ojos y desaparecer en un remolino de arena.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Torre del Hokage.


Arashi estaba aburrido, por una vez, había terminado todo el papeleo del
día, pero no podía abandonar la oficina hasta dentro de tres horas. Sin
embargo, un remolino de arena, que trajo a su hijo pelirrojo, que se veía un
poco mareado, hizo que un presentimiento que su aburrimiento estaba por
disiparse, apareciera.

—Hey, chibi. ¿Qué te trae por acá?

Gaara sacudió su cabeza, para alejar las náuseas que esa técnica
recientemente adquirida se disipara. La misma había sido pensada por Iruka,
quien, en su tiempo extra, se había hecho cargo de tratar de darle algún uso a
la arena de su pelirrojo favorito.

—Papá dice que el bebé ya viene. —dijo con su voz monótona y cara
impasible.

—¡¡¡¿QUÉ?!!!

—¡¿Está todo bien, Hokage-sama?! —los ANBU's que vigilaban la


puerta entraron precipitadamente para saber el motivo del grito de su superior.
Pero el rubio ya había tomado a Gaara en sus brazos y salía pitando de su
oficina.

No les tomó mucho tiempo llegar a la casa, para entonces, los niños ya
estaban un poco más tranquilos y Sasuke se había encargado de traer algunas
cosas que Harry le dijo que necesitaría. Como era la ropa para el nuevo bebé y
una poción para el dolor que él había preparado hace una semana.

—¡Estoy aquí!

—Pues entonces… ¡apresúrate! —gruñido.

—¡Hai!

Como en la primera vez, durante el nacimiento de Naruto, una luz


envolvió el vientre de Harry y, cuando ella se disipó, un pequeño cuerpecito
rubio chilló al ser separado del calor del vientre materno. Arashi se encargó de
tomarlo y acunarlo en las mantitas que tenía preparada, mientras Naruto

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

abrazado con fuerza el cuello de su papá y miraba con ojos como platos a su
nuevo hermanito.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 16: La traición de los


Uchiha.

.:.Tiempo después.:.
Harry sonrió a su bebé y peinó un poco el cabello rubio como el de un
ángel. Fue un poco desilusionante no ver que su segundo niño heredara su
color de cabello, pero era hermoso y la salud excelente lo compensaba todo.
Sin embargo, ahora con sus cuatro meses de edad, el moreno pudo ver que los
ojos de su chibi eran tan verdes como los suyos, algo que lo llenaba de
orgullo.

—Ne… ne… ¿Hikaru-chan sigue dormido?

Harry levantó sus ojos y sonrió a su primogénito.

—Hai, Naru-chan.

Naruto encrespó su labio inferior en un puchero.

—Él solo sabe dormir. —se quejó.

—Cuando tú tenías su edad hacías lo mismo. Dormías, comías y


ensuciabas tu pañal. —sonrió.

Naruto se ruborizó ligeramente al escuchar las risitas contenidas de


Sasuke y Kiba. El niño giró su cabeza y fulminó a sus amigos con la mirada.

—¿Sasuke y Kiba hacían lo mismo, ne papá? —pidió con la nariz


alzada en desdén.

—Claro… todos los bebés lo hacen.

Eso cortó las risas de los niños y Naruto sonrió triunfante.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Yo no. —dijo Gaara, cruzándose de brazos.

—Sí, tu sí. —replicó Naruto.

—No… yo no…

—¡Sí!

—¡No!

Se fulminaron con la mirada durante unos segundos, hasta que Sasuke


puso los ojos en blanco y le dio un coscorrón a cada uno.

—¡Son unos dobes!

—¡¿A quién le dices dobe, teme?! —chilló el rubio, restregando su


cabeza. Gaara solo pasó a fulminar con su mirada de Naruto al moreno.

—¡Naruto! ¡Esa boca! —reprendió Harry, resignado a que su hijo


tuviera ese vocabulario al estar tanto tiempo vagando con sus amigos donde
había adultos que no se medían frente a los niños.

En otro lugar.
Itachi dejó salir un suspiro antes de entrar al Complejo que formaba
parte del territorio de los Uchiha, la verdad era que ya no se placía de vivir
allí, si no fuera por su pequeño hermano y su padre, Itachi hace mucho que le
hubiese dicho a Shisui que se fueran a vivir juntos a algún departamento en el
centro de Konoha, como lo habían hecho Iruka y Tenzo. El motivo de su
desdén por vivir allí se debía a que las cosas con su madre y algún que otro
Uchiha cada vez eran más tensas. Muchos parecían envidiosos de que él esté
pronto a ser un ANBU a la pequeña edad de 11. La peor era su madre, que
siempre le mandaba miradas de rencor cuando lo encontraba hablando de
buena manera de su sensei.

Haciendo una media sonrisa dibujada, para que nadie notara su mal
humor al estar allí, caminó rumbo a la casa principal. Sin embargo, por el
camino, algo captó su atención. Se trataba nada más y nada menos de su
madre, hablando en lo que se le hizo una actitud sospechosa con tres de los
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Uchiha más violentos y amargos del Clan. Esos tres hombres tenían mucho
rencor hacia los de la familia principal, porque sus hijos no habían podido
despertar el Sharingan, por lo que eran relegados y mirados mal por los que sí.
Su padre trataba de hacer su mejor esfuerzo e igual enseñarles las técnicas de
Taijutsu y Ninjutsu de la familia, pero no podía contra la presión de los
ancianos del Clan, quienes le decían que a esos ―incompletos‖ no se les
revelaba los secretos de los Uchiha.

Por instinto, sintiendo que la actitud de su madre era sospechosa, Itachi


se escondió tras una columna cerca de donde hablaban y trató de escuchar.

—Es peligroso, mi Señora. —decía uno.

—Si no quieren ser más que gusanos sin valor para este Clan, deberán
arriesgarse. —dijo Mikoto, con desprecio.

—Ella tiene razón. —dijo otro. Sus ojos negros brillaban con malicia y
locura.— Ese ha humillado lo suficiente a nuestro Clan… debe pagar.

—¿Entonces…? —preguntó el tercero.

—Entonces esperarán mi señal para poner el plan en marcha. —decretó


Mikoto antes de darse media vuelta, para volver a su casa.

—Espera… —dijo el hombre más malicioso. Mikoto se detuvo y enarcó


una ceja. Haciendo un gesto a los otros dos, ellos se fueron, dejando a la
matriarca del Clan y al tipo, solos.

—¿Qué deseas? —preguntó con impaciencia.

—Sabes muy bien que no soy tu simple lacayo, Mikoto-sama. Deseo mi


recompensa por arriesgar mi cuello.

Una mueca perversa y libidinosa pasó por el rostro del hombre y se


acercó a Mikoto. Un sentimiento de terror se apoderó de Itachi, pero se
contuvo de intervenir. Grande fue su sorpresa y asco al ver que el hombre
agarraba a su madre por la cintura, antes de proceder a devorar sus labios.
Cuando Mikoto no protestó y en su lugar rodeó el cuello del Uchiha con sus
brazos, el temor de Itachi por su madre se transformó en odio, decepción y
desdén.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

No podía creer lo que estaba viendo. Ella lo engañaba, después de todo


lo que su padre hacía para mantener ese matrimonio en armonía, después de
que tuvo que renunciar a ser feliz con alguna persona que amara y siéndole
fiel a pesar que ella no lo merecía… era ella quien lo engañaba. ¡Con un
miembro del mismo Clan nada más y nada menos!

Apretando su quijada con rabia, Itachi hizo unos sellos con las manos y
desapareció, como si nunca hubiese estado allí. Sabía que si se quedaba más
tiempo, era capaz de matar a su propia madre.

Desesperado y sin saber qué hacer, sabiendo que su primo estaba en una
misión, Itachi fue en busca de otro de sus mejores amigos. Llegó al
departamento que compartían Iruka y Tenzo y golpeó frenéticamente. Quien
lo atendió fue Iruka.

—¿Itachi…? —Preguntó, frunciendo el ceño.— ¿Qué pasa? Pareces…


trastornado.

—¿Está Tenzo-kun?

—Um… nop… él está en casa de Harry-oji-sama. Necesitaba alguien


para cuidar de Hikaru-chan, mientras iba a una reunión de familias y
profesores en la Academia, y él se ofreció. ¿Lo necesitas para algo urgente?

—No… si… no sé. —suspiró.

Viendo la agitación en su amigo para las travesuras, Iruka hizo pasar al


Uchiha y lo sentó en unos de los sillones que tenía en la sala.

—Soy tu amigo también, Itachi-san. —Dijo el adolescente, con voz


calmante.— Si necesitas alguien que te escuche… aquí estoy.

El más joven lo miró largo tiempo y finalmente suspiró. De a poco y


con voz susurrante le contó todo lo que había presenciado no hace más de
quince minutos. Los ojos de Iruka estaban abiertos como platos.

— …no puedo creer que esa mujer le haga eso a mi padre. De todos los
Uchiha, él es quien menos se merece que le den esa puñalada por la espalda.

—Veo… —masculló.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Estaba de acuerdo con su amigo, porque Fugaku-sama se había


dedicado a sus hijos en completo, no queriendo que ellos pasaran lo mismo
que él, cuando era pequeño. Si bien nadie en el Clan apoyaba su método de
crianza, diciéndole que hacía a sus niños perezosos y débiles, el líder del Clan
seguía con esa mentalidad, que Harry-oji-sama le había inculcado cuando eran
novios. Y como Mikoto solo se había casado con él por el poder y posición
como esposa del líder del Clan, ella no era las mejores de las madres, dejando
que su esposo hiciera de madre y padre de sus niños al mismo tiempo.

—¿Crees que deba decírselo a mi padre?

—No sé… esa es tu decisión. —susurró y luego mordió su labio


inferior.— Pero hay algo que me preocupa de todo eso que escuchaste.

—¿Qué cosa?

—Ese hombre que ―debe pagar‖… ¿no será Harry-sama?

Los ojos rojos de Itachi se abrieron como platos y el Sharingan


comenzó a rodar como loco.

—No había pensado en eso… pero… no… —negó con la cabeza.— No


la creo capaz. —murmuró. Odiaba ahora a esa mujer, pero, en el fondo,
todavía creía que su madre no podría llegar tan lejos en su rencor.

—Pero piénsalo, Itachi-kun. ¿A quién más tu madre desearía hacer


pagar las humillaciones que ha sufrido tu Clan? No se me ocurre otra persona.

—¡Maldición! —gruñó, enterrando su cara entre sus manos. Estuvo


unos segundos así y luego miró a Iruka, sus ojos eran negros esta vez.— ¿Qué
puedo hacer…?

—No creo que exponerla sea bueno. —frunció el ceño. Adoptando una
de las pocas facetas que se le eran conocidas al bromista de Konoha. Su
actitud pensativa y calculadora, que lo había sacado de muchos problemas en
el pasado.— Sería recomendable que le digas a Shisui-san y que ambos la
vigilen…

—Cierto. —asintió.— Debo saber bien quién es su blanco, para después


denunciarla… —suspiró.— Si está intentando matar a alguien… lo único que
me queda es denunciarla y dejar que el Hokage se haga cargo de ella.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Iruka hizo lo mejor para no mirar con lástima a su amigo, porque sabía
que no sería apreciado por el Uchiha. Sin embargo, para darle apoyo, acarició
uno de los hombros del menor.

**********

Tomando el consejo de su amigo y con la ayuda de Shisui, Itachi


comenzó a vigilar a su madre y a esos Uchiha con las que lo vio hablando. Los
notaba más tensos de lo normal, pero simulando calma. Era casi como ver la
calma antes de la tormenta y eso aumentaba las suspicacias de los primos.

—¿Qué puede ser que estén planeando…? —susurró Shisui, desde su


puesto en uno de los techos de las tantas casas del Complejo.

—No puedo lograr descifrarlo todavía. —dijo con algo de rabia.— Pero
sea lo que sea… será pronto.

—¿Has advertido a tu sensei?

—Hai. —asintió.— Harry-sensei me dijo que vigilará su espalda.

—¿El Hokage sabe…?

—Iie… Harry-sensei dijo que no era necesario advertirle… él solo se


hará cargo del asunto, si es que sucede algo.

Shisui miró con aprensión a su primo y después a los dos Uchiha que
estaban vigilando. Por suerte, ahora no había tantas misiones que necesitaran
shinobis de sus rangos y ellos podían vigilar a sus parientes. Pero como el
Hokage no estaba al tanto de la situación, podría mandarlos a alguna misión
en cualquier momento. Era por eso que Iruka y Tenzo se habían ofrecido a
ayudar en caso de que ellos faltaran, pero ni Itachi ni Shisui confiaban en que
ellos pudieran hacer mucho si se llegaba a necesitar parar a Mikoto y los
demás.

.:.Días después.:.
—¿Pasa algo…? —preguntó Kakashi.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Itachi dejó de mirar la luna que estaba roja en ese atardecer y negó con
la cabeza, apresurando su camino a Konoha. Justo ayer lo habían enviado a
una misión y, si bien su primo se había quedado en casa, esa luna le daba una
horrible sensación al prodigio de los Uchiha. Kakashi lo miró con los ojos
angostados, pero luego se encogió de hombros, aunque aumentó su paso para
poder alcanzar al menor.

Cuando llegaron a las puertas de Konoha, los recibieron un par de


Chuunin. Itachi los saludó y le pidió a Kakashi que avisara al Hokage que
habían regresado, porque él necesitaba ir a su casa ahora. El peliblanco lo
miró con curiosidad, pero terminó asintiendo y separaron direcciones. Con un
sentido de la angustia cada vez mayor, Itachi corrió hasta su complejo y le dio
mala espina escuchar tanto silencio. El primer lugar que visitó fue su casa y de
allí la habitación de su hermano.

—Sasuke… —sacudió su hombro, pero fue imposible despertar al niño


dormido. Itachi frunció el ceño, normalmente, su otouto no tenía un sueño tan
profundo.

Extrañado, Itachi fue a la habitación de su padre, para ver si él estaba.


En efecto, Fugaku dormía en su cama (él no compartía habitación con Mikoto
desde que Sasuke nació) y el chico se acercó para tratar de despertarlo.

—¿Padre…?

Ahora la alarma se prendió en su mente al ver que tampoco su padre


reaccionaba, ni siquiera cuando sacudió su hombro. Asustado se agachó para
tomar el pulso de su padre. Fugaku estaba vivo, pero no despertaba. Fue
entonces que sintió un olorcillo salir de la boca de su padre. El ANBU conocía
ese olor, era de una hierba que se usaba para narcotizar a una víctima y
hacerlo dormir por largas horas.

—¡Mierda! —juró en alta voz, antes de darse media vuelta y salir en


busca de Shisui.

Llegando a las puertas del Complejo, pudo escuchar un quejido venir


desde unos arbustos. Itachi se acercó con cautela y sus ojos se abrieron como
platos al ver a su primo allí tirado, con una gran herida en el pecho.

—Itachi… —jadeó el chico.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El genio Uchiha se apresuró a acercarse.

—¡Shisui! ¿Qué pasó? —susurró, apretando la herida de su primo y


buscando unas medicinas en su bolsa de shinobi.

—¡Lo que pensábamos! —tosió.— Tu madre y otros diez Uchiha


acaban de salir en busca de Harry-sama… quieren matarlo…

Los ojos de Itachi se abrieron como platos y detuvo por unos instantes
la curación a su primo.

—¿… Qué…?

—¡Debes apresurarte a salvarlos! Todavía estás a tiempo… —trató de


incorporarse, pero Itachi se lo impidió.— Temo lo que pueda llegar hacerle el
Hokage si los descubre…

—Son unos traidores, se merecerán lo que sea que hagan. —siseó


fríamente.

—Por Kami-sama, Itachi… es tu madre… mi tía… —susurró.

Ambos primos compartieron una mirada. Ellos sabían cuales eran los
sentimientos de Itachi acerca de Mikoto, pero para Shisui, que era un
huérfano, Mikoto era el único enlace que le quedaba de su familia, a parte de
sus primos y, pese a todo, no quería verla muerta.

—¿Qué pasa aquí?

Los dos giraron sus cabezas y suspiraron aliviados al ver a Obito.

—¡Tío! ¡Cuida por favor de Shisui, está herido!

—¿Qué? ¿Qué pasó?

—Él te lo explicará. —dijo Itachi, preparándose para partir.— Ahora


tengo un lugar más importante adonde ir.

—¿Qué? Pero…

—Por favor. —interrumpió.— Llévalo al hospital… yo los veré más


tarde allí.
236
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sin decir más, Itachi salió rápidamente rumbo a la casa del Hokage.
Llegando al lugar, su corazón se exprimió al ver el fuego salir de una de las
alas de la casa. Itachi sabía que había allí… allí estaban las habitaciones de
Gaara, Hikaru y Naruto.

¡Cómo se atreven! ¡Intentaron atacar a los niños!, pensó rabioso.

Sin perder más tiempo, entró a la casa y sus ojos se cerraron al ver al
hombre que reconoció como el que su madre besara hace algunas semanas,
todo destripado… muerto junto a uno de los sillones. La escena no mejoró
más allá, vio dos cuerpos más de Uchiha mutilados uno por kunai y otro con
un gran hoyo en el pecho. Rasengan, pensó con amargura.

Un lloriqueo llamó su atención e Itachi abrió la puerta de unos de los


armarios. Allí había una figura agachada que protegía a otra. La más grande
tenía un shuriken gigante clavada en la espalda.

—¡Iruka!

El dueño del nombre tensó y gruñó al sentir como los brazos intentaban
separarlo del cuerpo que protegía. El Uchiha vio que era Naruto, que tenía los
ojos como platos y bañados de lágrimas.

—¡Soy Itachi, Iruka! —habló con calma.

Iruka pestañeó varias veces y recién pareció reconocer a su amigo.

—¿'Tachi…?

—Hai, soy yo. —Terminó de separarlo de Naruto, que lloriqueó un


poco más.— Ssshhh… todo estará bien, Naruto-kun. —calmó, antes de girar a
su amigo.— Iruka, quiero que te acuestes, tengo que sacar este shuriken, antes
que se siga metiendo más en tu cuerpo.

Iruka asintió e hizo como le dijeron. Dejó salir un grito descargador


cuando Itachi retiró el shuriken, pero el ANBU se apresuró a vendarlo y darle
algunos calmantes que traía en su bolsa.

—'Ruka-nii…

Itachi sonrió al rubio y acarició su cabeza.

237
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Dime que pasó, Iruka…

Los ojos del Chuunin se abrieron como platos y miró alarmado a su


amigo.

—¡Harry-oji-sama! —chilló.— ¡Están en peligro, Itachi! ¡La última vez


que lo vi estaba en la habitación de Hikaru-chan!

Itachi asintió y se levantó para salir.

—¿Y Gaara y el Hokage-sama?

—Gaara está en casa de Kiba. —murmuró.— Y el Hokage estaba


luchando con… —mordió su labio inferior y miró para otro lado.—… esos…
abajo en la sala.

Itachi también miró para otro lado. Estaba agradecido a Iruka de que él
no dijera que eran sus propios parientes los que los estaban atacando.

—De acuerdo. —susurró.— Voy a buscar a Harry-sensei, la ayuda debe


estar en camino.

Itachi caminó por uno de los pasillos de la casa, atraído por unas voces
furiosas que se escuchaban salir de la que él sabía era la habitación de su ex
sensei y esposo. Al abrir la puerta, se encontró con un panorama que nunca
hubiese querido ver. Frente a él, su madre estaba arrinconada contra una pared
por el Hokage, con un kunai en su garganta. En el piso, junto a la cama, su
sensei trataba de dejar de hacer llorar a Hikaru-chan. Harry tenía una herida
encima del ojo y su brazo derecho estaba en un ángulo que no era normal.

—¡¿Por qué?! —Gruñó Arashi, sus ojos azules brillando con furia.—
¡Dime por qué atacas a mi familia, perra!

—¡Porque todos merecen morir! —Chilló con un brillo de locura en sus


ojos.— ¡Esa puta arruinó mi matrimonio y merece lo peor! ¡Y tú eres un
inútil! —gruñó intentando separarse, pero el rubio no se lo permitió.— ¡Te
mataré y yo gobernaré sobre Konoha!

El Hokage gruñó y acercó el kunai a la garganta de la mujer.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Arashi, no! —gritó Harry, deteniendo al hombre.— ¡No es necesario


hacer eso!

—¡Lo es! —Gritó el otro.— ¡Ha intentado matar al Hokage para tomar
su lugar! ¡Y también a su familia! —Fulminó a la mujer con la mirada.— ¡Eso
se paga con la pena de muerte inmediata!

—¡Mátame si te atreves, maldito! —chilló ella.

Arashi rugió y adelantó el kunai, pero una fuerza extraña detuvo su


brazo. Con incredulidad, miró a su esposo, pero él no lo miraba.

—Itachi… sal por favor. —murmuró, mirando hacia la puerta.

Recién en ese momento, el rubio se dio cuenta de que no estaban solos


en la habitación. Uchiha Itachi miraba la escena frente a él con diferentes
grados de sorpresa, pena y odio, desde la entrada a la habitación.

—No, Harry-sensei… —siseó Itachi.— Tengo que ver eso. —gruñó,


mirando con odio a la mujer que era su progenitora.

—¡Sálvame, Itachi! ¡Por favor! —rogó ella, pareciendo recobrar algo de


su cordura.

—¡Cállate, bruja!

—¡Soy tu madre!

—¡Tú no eres nada mío! ¡Nunca lo fuiste! —gritó, su cuerpo temblando


por la rabia.

—¡Harry! —urgió Arashi, queriendo que su esposo terminase con el


hechizo, para poder darle su merecido a esa mujer.

—¡No si Itachi está aquí! —Masculló, luego miró al chico.— Itachi…


retírate.

Ese era un comando de su superior e Itachi se resistió, pero sus sentidos


del deber y obedecer fueron más fuertes y terminó saliendo de la habitación.
No pasaron más de dos segundos después de que cerrara la puerta, cuando
escuchó el sonido indiscutible de un cuerpo que caía al piso. El chico cerró los
ojos y cayó sentado al piso, enterrando su cara en sus rodillas.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

No iba a llorar… nadie, ninguno de sus familiares que murieron esa


noche, se merecían sus lágrimas.

(N/A: ¡¡Poshito Itachi!! ToT Pero la perra tenía que morir ¬¬)

**********

Fugaku sostuvo a su pequeño hijo más apretado a su cuerpo, dejando


que su hombro se mojara con las lágrimas que Sasuke vertía. Él y el resto de
los Uchiha estaban en el cementerio de la familia, asistiendo al entierro de su
esposa y otros quince Uchiha más que estuvieron involucrados en el intento de
asesinato del Hokage y su familia.

El hombre aún no podía creer que todo eso se hubiera fraguado a sus
espaldas. Buen líder resulté ser… mi propia esposa tramó algo que nos dejó
manchados para el resto de nuestras vidas. Maldita perra… lo único que
lamento de tu muerte es el dolor que están pasando nuestros hijos.

Con pena, Fugaku miró hacia un costado y vio la cara impasible de su


hijo mayor. Sin embargo, la cabeza del Clan Uchiha conocía a su pequeño y lo
que no mostraba en su cara o cuerpo, se podía ver en sus ojos. Allí, a pesar de
que el Sharingan estaba activado, se podía ver el dolor que esta muerte
causaba al ANBU. A pesar del poco cariño que tenía por Mikoto, en el fondo
de su corazón, le dolía su muerte, sobre todo por perderla de esta forma. Por
traición al querer atacar a su querido sensei, alguien que estaba solo un
escalón abajo que el de su padre en la escala de sus personas admiradas.

—¿Fu-chan?

El hombre giró hacia su otro costado y sonrió a su mejor amigo. Harry


venía de la mano con Naruto, que miraba con tristeza a su hijo, que se negaba
a despegar su cara del hombro de su papá.

—Hola, Harry. Gracias por venir… a pesar de todo.

—No tienes nada que agradecer. —Negó con la cabeza.— Vine por ti y
tus hijos. —Sonrió de lado.— Naru-chan dice que quiere enseñarle unos sapos
que encontró en una charca de aquí cerca. ¿Crees que quiera ir?

240
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No sé… vamos a preguntarle. —el hombre tomó la cabeza de su hijo,


pero Sasuke se acurrucó aún más, impidiendo ser separado. Fugaku suspiró.—
Anda, Sasuke… ve a distraerte con tu amigo…

—Gaara y Kiba ya están allí. —dijo Naruto con voz baja.

—¿Escuchaste eso, bebé? Todos tus amigos te esperan.

—No soy un bebé. —se escuchó que masculló el chico.

—¿No? —Harry enarcó una ceja sarcásticamente.— ¿Y entonces qué


haces a upa de tu papá y aferrado a él como uno?

Harry sabía que estaba siendo algo cruel, pero si había algo que hacía
reaccionar a los Uchiha, era tocarles el orgullo machista.

—Hn. —gruñó el chico.

Las palabras de Harry surtieron efecto, por supuesto, y Sasuke obligó a


su padre a bajarlo y se fue junto con su amigo rubio a la charca.

—Se recuperarán… —dijo Harry, mirando con una sonrisa como los
chicos corrían de la mano.

—Eso espero… —suspiró Fugaku.

No muy lejos de allí, Itachi estaba sentado en unos los bancos de


madera bajo un árbol bastante alejado del lugar del entierro.

—¿Itachi-san?

El Uchiha miró con impasibilidad como Hatake Kimimaro se acercó


con cautela hasta sentarse junto a él. No dijo nada, pero permitió que el chico
le hiciera compañía. Estuvieron quince minutos sentados uno al lado del otro,
hasta que Itachi dejó salir un suspiro y cayó su cabeza hasta posarla en el
regazo del peliblanco.

Kimimaro saltó al sentir el peso extraño en sus piernas y fue gratamente


sorprendido al ver que su amor secreto se tomaba esa confianza consigo.
Inseguro, levantó una de sus manos y la apoyó en la cabeza de Itachi. Al no
recibir rechazo, se atrevió a retirar la goma negra que atajaba su cabello y
comenzó a acariciar el largo y sedoso cabello negro.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Siento mucho su pérdida, Itachi-san.

Itachi no contestó, solo cerró los ojos y dejó que la caricia continuara.

En algún lugar.
El hombre hermoso, pero envejecido, miró por la ventana de la casa que
había heredado. El cielo estaba claro hoy y allí arriba podía ver la fuente de
todos sus dolores.

Mañana será luna llena, pensó con pesar.

Se dio vuelta para poder servirse más té, cuando una luz enceguecedora
se presentó en su sala. Se tapó los ojos hasta que la luz disminuyó y, cuando se
atrevió a mirar, sus ojos se abrieron como platos al ver la magnífica ave color
rojo.

—¿Fawkes…?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 17: Un lobo en Konoha.

Remus suspiró, cerró el libro grande y antiguo que estaba leyendo y


miró por la ventana. En una esquina, el magnífico fénix Fawkes aleteó sus alas
y acomodó sus plumas.

—¿No vas a hablarme otra vez? —preguntó con ansiedad. Fawkes solo
lo miró. Remus suspiró.— Mierda… estoy tan confundido… creo que me
estoy volviendo loco…

Recuerdo.
Luego de ver estallar al fénix en la que ahora era su casa, Grimmauld
Place Nº 12. Después de la misteriosa desaparición de Harry Potter, el
testamento del chico había dicho que todas sus posesiones pasaban a su
padrino por cariño, Remus Lupin. El licántropo había aceptado renuente esa
herencia, sabiendo que él era el único que quedaba de todos sus amigos y que
esa casa guardaba muchos recuerdos. Como hombre—lobo, tanto el hombre
como el lobo habían sentido profundamente la perdida de lo último que le
quedaba de los miembros de su manada, perder a Harry, quien era considerado
un cachorro, casi llevó a Remus al suicidio. Pero gracias a los Weasley y otros
amigos de la Orden, él pudo superarlo, pero no era lo mismo. Nunca sería lo
mismo…

—¿Qué haces aquí, Fawkes? Te creí perdido para siempre luego de la…
desaparición de Harry. —él no estaba preparado para decir ―muerte‖, no
cuando nunca se encontró su cadáver.

—“He venido a hablar contigo, mortal.”

Del shock de escuchar una voz desconocedora en su cabeza, Remus


cayó sentado en el sillón que tenía tras él. Miró para todos lados, pero no vio a

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

nadie más en el cuarto. Lentamente, sus ojos se posaron en la magnífica ave,


que lo miraba con algo parecido a la diversión.

—¿Tú… me hablaste? —susurró con temor.

—“Sí… yo. Y considérate afortunado, porque con el único que usé


antes mi magia para conversar era Albus.”

—Y… y… —No podía articular bien sus palabras del shock.— ¿Por
qué vienes a hablarme justo ahora?

—“Estoy cumpliendo la última petición de Albus.” —Dijo Fawkes.—


“Antes de morir, él me pidió que velara por todos sus muchachos, que cuando
terminara la guerra, no descansara hasta verlos felices. Y, en todos estos
años, los “muchachos” de Albus han conseguido la paz o felicidad… excepto
tú.” —lo miró penetrantemente.

Remus desvió la mirada y retorció sus manos.

—No es mi culpa. —Dijo defensivo.— Como hombre lobo, al perder a


todos los miembros de mi manada, no puedo ser feliz sin ellos… y tampoco he
encontrado a mi compañero de alma. Ni siquiera eso he podido hallar… —
murmuró con pesar.

—“Lo sé… como te dije, te he observado junto con los otros. Y me


temo… que tu felicidad no está aquí.”

—¿No está aquí? —preguntó confundido.

De repente, los ojos de Fawkes brillaron como cuando Albus sabía algo
que los otros no. Remus se encontró maravillado por ello.

—“Lo sabrás a su debido tiempo…” —sacudió sus plumas y un papel


apareció frente a Remus.— “Quiero que consigas ese libro de la Biblioteca
del Ministerio. De allí vas a sacar los cálculos que están también en ese
papel… entonces volveremos a hablar…”

Diciendo eso, el ave desapareció.

Fin del Recuerdo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Desde ese día (hace una semana) Remus veía esporádicamente al ave,
cuando ella se dignaba a venir, pero, fiel a su palabra, no habían vuelto a
intercambiar palabra y Remus estaba desesperado por volver a escucharlo. El
libro que leía era complicado, viejo y aburrido, pero nada que la mente
inteligente de Remus no pudiera derrotar. Sin embargo, sentía que no llegaba a
nada y eso lo frustraba.

—“Estás cerca…”

Lupin saltó en su asiento y miró a Fawkes, quien lo miraba con


amabilidad. Sonriendo de lado, el antiguo profesor redobló sus esfuerzos por
calcular lo que el ave le había pedido.

Konoha.
—Awww… mi delfín hermoso… ¿Qué ha hecho este humilde shinobi
para ofenderte?

Iruka frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—Quedamos ayer en que vendrías conmigo a cuidar a los niños de


Harry-oji-sama, pero no apareciste. ¿Dónde estabas?

Genma tragó saliva y rasguñó su cabeza.

—Ano… sobre eso… um…

—No quiero escucharlo. —Levantó una mano.— Si me vas a dar una


excusa estúpida otra vez, no deseo escucharlo. —masculló, antes de darse
media vuelta y caminar a grandes zancadas por el pasillo del Hospital.

—Mierda… —gimió Genma.— Si le digo que me dan pánico los niños


me odiará… él los ama, después de todo. —haciendo un puchero en la
dirección de su amor, Genma hizo sellos con su mano y desapareció.

Inspirando varias veces para calmarse, Iruka entró a la habitación donde


tenían a Shisui… y enarcó una ceja al ver al Uchiha acostado en su cama, pero
con Tenzo semi apoyado sobre él y compartiendo un beso que no tenía nada
de inocente.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ejem… —carraspeó con una sonrisa maliciosa.

Tenzo dio un brinco y se separó de su amante, haciendo que Shisui


hiciera un gemido de protesta. Enseguida, el dueño del Mokuton se ruborizó
furiosamente, pero el Uchiha fulminó al Chuunin con la mirada.

—¿Por qué no golpeas antes de entrar? —gruñó Shisui.

—Awww… no sabía que iba a interrumpir. —Dijo Iruka, guiñando un


ojo.— ¿Por qué no nos lo dijeron antes? Y pensar que Itachi y yo creíamos
que Tenzo estaba en sus días de menstruación por la reacción que tuvo cuando
se enteró que estabas en el Hospital…

Tenzo frunció el ceño.

—Empezamos recién hace un mes. —dijo Shisui, tomando una mano de


Tenzo.— Queríamos primero disfrutarlo nosotros antes de dar la gran
noticia… y que todos comenzaran a inmiscuirse. —miró puntualmente a
Iruka.

—¿Intentas darme una indirecta de algo? —enarcó una ceja.

Pese a su enfado, Shisui rió e invitó a Iruka a que se sentara en la cama.


Umino lo obedeció y se sentó con un suspiro molesto.

—¿Otra vez problemas con Genma? —preguntó Tenzo, ya dominando


su vergüenza.

—Hai. —masculló.— No entiendo cómo es que me hice novio de un


idiota como ese.

—Son tal para cual… —dijo Shisui, ignorando el ceño de Iruka.— Se


complementan, son tan opuestos que se atraen.

—Tsk, malvado. Pero supongo que tienes razón, no podría ver mi vida
sin el idiota.

—¿E Itachi? Pensé que vendrían juntos…

La sonrisa enamorada de Iruka se borró.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Está en el Complejo. Fugaku-sama necesita ayuda para poder poner


en orden el Clan, ahora que faltan tantos que eran importantes. Me parece que
Itachi va a tener que dejar el ANBU para poder convertirse en la mano
derecha de su padre…

—Oh…

—¿Y qué hay de mi primito?

—Lo están manteniendo tan alejado del problema como pueden. —


suspiró.— Por suerte Harry-oji-sama los está ayudando, dejando que Sasuke
duerma en su casa con Gaara y Naruto y los niños lo distraen. Creo que hasta
han programado un viaje de una semana al país de la Niebla.

—Eso es bueno. —Asintió Shisui.— Lo mejor es no inmiscuirlo en


nada. Es bueno que sepa que la tía murió por traidora, pero no hace falta que
sepa porque fue acusada de traición y ni quien la mató… al menos no por
ahora. —suspiró con pesar.

Notando la nostalgia apoderarse de su novio, Tenzo pasó un brazo por


los hombros flacos de Shisui, para darle comodidad.

—Entonces… —Umino sonrió, meneando sus cejas.— ¿Ya han tenido


sexo?

—¡¡¡Iruka, tú, pequeño pervertido!!!

Mansión Hatake.
—¡Esa pequeña perra!

Hizashi dejó de escribir en su pergamino y miró hacia la puerta, que


había sido estrellada con gran fuerza, luego del bramido de su esposo. A su
lado, Neji frunció el ceño y también dejó de escribir su tarea.

—¿Pasa algo, cielo? —preguntó el Hyuuga, viendo entrar a su esposo


con los ojos azules brillando por el enfado.

—¡Esa puta! ¡Perra de miera! ¡Ya verá! ¡Voy a cortarle las tetas…!
247
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Sakumo! —gritó Hizashi atrayendo la atención de su esposo.

—Um… —masculló viendo como su hijito tenía los ojos como platos al
escuchar las palabras rabiosas de su padre.— Lo siento… —suspiró, bajando
los hombros.

—Vamos a hablar a otro lado. —Dijo, levantándose de su asiento, para


ir a abrazar a su marido.— Neji… continúa con tu tarea.

—Hai, Otou-sama. —Asintió y después frunció el ceño.— ¿Vas a estar


bien, papi?

—Sí, musuko. —Sonrió de lado.— Haz lo que tu Otou-san dijo,


nosotros enseguida venimos.

Neji volvió a asentir, mientras veía como sus padres abandonaban la


sala.

—¿Qué te pasa? ¿Contra quién despotricabas tanto? —fueron las


primeras preguntas del Hyuuga, no bien estuvieron en su habitación.

—¡Esa perra de Yugao! —Rugió Sirius.— ¡¿Cómo se atreve?! —


chilló.— ¡¿Cómo se atreve a sacarme en cara aquello?! ¡Después de tanto
tiempo…! —se sentó en su cama y enterró su cara en sus manos.

Hizashi suspiró, sabiendo bien de lo que hablaba su esposo.

—Oh, Kami… Tú sabes que ella perdió a su hermano mayor en esa


misión, Sakumo.

—¡La justificas! —Exclamó, mostrando sus dientes y meneando la


cabeza, como un perro rabioso.— ¡No puedo creerlo!

—Sí, la justifico, pero eso no significa que la perdono por trastornarte.

—¡Vete a la mierda! —gruñó.— ¡Si quieres estar de su lado, pues bien!


¡Pero me voy a vengar de esa perra! ¡Ya lo verás!

—¿Qué vas a hacer…?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los ojos de Sirius se angostaron y en su cara apareció su famosa


sonrisa. La que usaba en Hogwarts antes de inventar una broma para los
Slytherins con su amigo James.

—Esa perra se quiere a sí sola y es apática… pero en la oficina se


rumorea que está enamorada de Gekkou Hayate… kukuku.

—Sakumo, tú…

Sirius lo fulminó con la mirada.

—Si no estás de mi lado, no estés en mi contra. Tendré mi venganza…


oh… sí…

.:.Mucho tiempo después.:.

Mundo Mágico.
Remus suspiró y se dejó caer en su asiento, con una sonrisa en su rostro.

—“Veo que al fin lo has calculado.”

—Yup. —Sonrió en el ave.— Estos cálculos me dan una fecha… es el


día justo antes de la primera luna llena de abril.

—“Mmmhhh…”

—¿Qué tiene de importante esa fecha? —preguntó con curiosidad.

—“En esa fecha, pequeño lobo… tú y yo vamos a ir al Ministerio y de


allí haremos un viaje… para que te encuentres con tus seres queridos.”

—¿El Ministerio? ¿Mis seres queridos…? —Frunció el ceño.— No


entiendo.

—“No hace falta que lo entiendas ahora. Me temo que este asunto solo
se puede explicar con hechos y eso lo verás en esa fecha. Hasta entonces.”

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Dicho eso, el ave se retiró, dejando a un completamente desconcertado


Lupin.

.:.Abril.:.
Según las indicaciones de Fawkes, Remus vendió la casa de Grimmauld
junto con todos sus artículos y la casa del Valle de Godric y con todo el dinero
que recibió a cambio compró ropas, libros e ingredientes para pociones,
especialmente para la poción Matalobos, la cual él ya sabía preparar. El
castaño no entendía muy bien esa petición, pero no protestó, confiando en la
sabiduría del ave. Ahora, con todo embalado en su viejo baúl más dos nuevos
que había comprado y contraído, Remus esperaba a Fawkes quien había dicho
que necesitaba hacer algunas investigaciones antes que irrumpieran dentro del
Ministerio. Fawkes había jurado que él encontraría la forma de que entrasen
sin ser vistos.

Remus dejó salir un suspiro de ansiedad y repasó mentalmente si es que


les había mandado una nota de despedida a todos sus amigos y conocidos.
Esperaba que Molly y Hermione no se tomaran muy mal que él desapareciera
sin decir nada y, si estaba en lo correcto, aunque Fawkes no le había dicho
nada, para siempre.

—“¿Estás listo?”

Lupin saltó y le frunció el ceño al ave que nuevamente lo había asustado


y asintió, suspirando con pesar.

—Adonde sea que me llevas… estoy listo. —masculló.

—“¡Perfecto! Toma la punta de mi cola y vamos.”

Ministerio de Magia.
—No… no… no… —repitió, negando con la cabeza y retrocediendo.
Sus ojos estaban abiertos y llorosos.— ¿Por qué me trajiste aquí? ¡Odio este
lugar!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El trastorno del hombre-lobo era evidente, puesto que estaban en el


Departamento de Misterio del Ministerio, más precisamente donde se
encontraba el Velo de la Muerte.

—“Estamos aquí porque ese Velo es el transporte a tu felicidad.”

—¡¿Qué?!

—“Debes cruzarlo si quieres ser feliz.”

—¡¿Estas loco?! ¡Ese Velo es el culpable de la mayor parte de mi pesar!


¡Se llevó a mi mejor amigo! ¡Mi hermano!

—“Y él te lo devolverá…”

—¿Q-Qué…? —preguntó con un hilo de voz.

—“Confía en mí, Remus.”

Fawkes voló hasta posarse en el hombro de Remus y clavó sus uñas en


su carne, para incitarlo a que cruzara.

—P-Pero…

—“Vamos, no tenemos mucho tiempo. Los Aurores ya saben que


estamos aquí… no tenemos mucho tiempo.” —Al notar la duda del hombre,
Fawkes suspiró mentalmente.— “Créeme, no haría nada que pudiera
lastimarte. Como te dije, le prometí a Albus que velaría por la felicidad de sus
muchachos.”

Remus asintió. Posando sus ojos con decisión en el Velo y tomando una
gran inspiración, el último de los Merodeadores del Mundo Mágico cruzó el
Velo de la Muerte.

**********

—¿Qué viste un qué…? —preguntó Arashi, pestañeando confundido al


ver la mirada aterrada de Mitarashi Anko.

—¡Un lobo, idiota! ¿No me escuchaste la primera vez que lo dije?

251
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Anko-chan, cuida tu boca. Te recuerdo que estás hablando con el


Hokage.

La mujer se ruborizó quedamente ante la reprimenda de Harry, quien


aunque él no lo sabía, fue como la figura de un padre para ella, cuando
Orochimaru desertó.

—Gomen nasai. —gruñó.

—¿Y tú que hacías a las afuera de Konoha a estas horas, Anko-chan? —


ronroneó Arashi, con los ojos brillantes.

—Um… bien… Gai y yo conseguimos una niñera para esta noche y


decidimos ir al bosque para… ustedes saben…

—Oh, no. —una voz perezosa se quejó en la puerta.— Sabía no que


debía entrar justo ahora. —gruñó Kakashi.

—Está bien… está bien… no hace falta que nos digas que hacías con tu
marido. —Sonrió Harry.— Ahora mismo iremos a ver si es un lobo peligroso
el que vieron. ¿Me acompañas, Kakashi?

—Seguro. —suspiró.

Cuando salieron de la Torre del Hokage, Harry tuvo un presentimiento


y miró al cielo.

—Es luna llena… —masculló, frunciendo el ceño.

—Sí… ¿Y qué con eso?

—Nada. —Sonrió de lado.— Vayamos.

No pasó mucho tiempo desde que entraron al bosque que lo sintieron.


Kakashi enarcó una ceja en el ahijado de su padre, pero Harry no lo vio,
estaba demasiado ocupado y sorprendido como para reaccionar. A pesar de
que con los años él no había usado mucho su magia (debía admitir que ahora
era más una ―ama de casa‖ que otra cosa), todavía sus sentidos podían captar
otras firmas mágicas. Y esta la podría identificar sobre otras… tal y como
identificó la de su padrino.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Allí, frente a él, bañado con la luz de la luna llena, un lobo con ojos
dorados que lo miraban con desconfianza, estaba parado orgulloso encima de
una roca gigante. Su piel era marrón clara y sin defectos, se lo veía mejor de lo
que Harry podría recordar, de aquella vez en su tercer año en Hogwarts.

—Moony…

Las orejas del lobo se crisparon al escuchar esa palabra familiar y olió el
aire. El lobo dejó salir unos gimoteos y ladridos al sentir el olor conocido,
pero todavía seguía inseguro.

—¿Harry-san?

La voz del peliblanco trajo de sus pensamientos a Harry. Sacudiendo su


cabeza, para aclarar sus pensamientos, el moreno habló al Jounin, nunca
quitando sus ojos del lobo.

—Kakashi… quiero que vayas a tu casa y traigas a tu papá enseguida,


¿de acuerdo?

—¿Mi Otou-san?

—Sí, Kakashi. Es urgente. Ve por él.

—Hai. —notando la urgencia en la voz del mayor, Kakashi asintió,


formó unos sellos y desapareció.

Una vez solos, Harry miró al lobo, todavía con incredulidad. ¿Cómo
podría ser? ¡Estaba seguro que era Moony! ¡Remus en su forma de hombre-
lobo! Pero con todo, era imposible que él pudiera estar aquí. Las
probabilidades eran muy pocas. A no ser que… Sus ojos se abrieron como
platos. ¿Es que Remus había cruzado el Velo de la Muerte? ¿Por qué? ¿Las
cosas volvían a estar mal en el Mundo Mágico? ¿O es que Remus estaba en
alguna clase de depresión que hizo que decidiera quitarse la vida?
Obviamente, ninguna de las dos opciones eran muy alentadoras.

—Harry-san ya estamos…

Kakashi no pudo terminar, porque el jadeo de su papá lo interrumpió. El


Jounin frunció el ceño al ver la mirada que los dos adultos le daban al lobo.

253
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Enarcó una ceja al ver que el mismo lobo comenzaba a menear su cola al oler
el aroma de su padre.

Mucho a su sorpresa, Sakumo se convirtió en Padfoot y corrió a donde


estaba el lobo. La cola del lobo se movió aún más animada y corrió a
estrellarse con el perro y ambos comenzaron un juego de perseguirse.

—Es él… —murmuró Harry, al ver el reconocimiento de ambos


animales.

—¿Él? ¿De qué habla, Harry-san? ¿Me lo puede explicar? —masculló


el Tensai, cansado de no entender que se traían los adultos.

—Tú debes recordarlo, Kakashi-kun. —sonrió de lado. Veía encariñado


el juego de ambos animales.— Ese que ves ahí no es un lobo común… sino un
licántropo. Uno que Padfoot conoce.

Cuando la solución al problema chascó en la mente del Hatake, los ojos


del chico se abrieron como platos y miró a su padre.

—¿Ese es Remus…? ¿Remus Lupin? ¿Pero cómo llegó aquí?

—Eso mismo quisiera saber, pero me temo que tendremos que esperar
hasta mañana, cuando termine la transformación. —Hizo una mueca.—
Mientras tanto… podrías transformarte en tu forma animaga y dejar que tu
padre te presente, para que el lobo reconozca tu olor.

—Um… de acuerdo. —asintió.— ¿Y usted no va a transformarse? —


pidió con curiosidad.

Harry sonrió de lado.

—Nopes, mi forma animaga es demasiado grande como para que pueda


jugar con ustedes. Hazlo solo tú, yo voy a darle estas noticias a Arashi.

Kakashi se encogió de hombros y enseguida adoptó su forma animaga


de lobo. Con cautela se acercó a los otros dos canes que jugaban. Moony se
tensó un poco, pero Padfoot comenzó a ladrar y menear la cola a Kakashi,
haciendo que el lobo lo mirara a él y luego al cachorro (el menor de los
Hatake era cachorro para sus estándares). Kakashi se detuvo frente a los otros

254
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

y dejó que el lobo lo oliera. Después de unos tensos minutos, Moony aulló a la
luna y pareció darle una invitación al cachorro para que se les uniera.

Moony acababa de unir otro integrante a su manada.

.:.Al día siguiente.:.


Remus despertó, haciendo una mueca de dolor al sentir el sol lastimar
sus ojos y la conocida entumecida de sus músculos por la transformación.
Bostezó y se estiró, para fruncir el ceño enseguida al ver que se encontraba en
una habitación desconocida, estaba vacía, pero tenía una manta gruesa, justo
donde él estaba acostado. Mordió su labio y trató de recordar lo que Moony
había vivido la noche antes. Esa noche que él y Fawkes habían cruzado el
velo.

¿Qué sucedió…?

Y de pronto, la memoria vino. ¡Los olores! ¡Los olores de Harry y


Sirius, junto con otro que era similar al de su amigo! Comenzó casi a
hiperventilar y miró frenético para encontrar una salida, hasta que vio una
puerta que estaba cerrada. Presuroso, se puso las ropas que encontró en una
esquina, colgadas bastante altas como para que el lobo no les prestara
atención. Corrió hasta la puerta, pero, evidentemente, la encontró trabada
desde fuera. No se enfadó, era obvio que alguien haría eso.

—―¡¿Hola?!‖ —Habló en inglés.— ―¿Hay alguien del otro lado?‖

Remus pudo escuchar un estruendo que sonó como una taza que caía al
piso, unos muebles que chocaban y pasos apresurados.

—¿Moony?

Los ojos de Lupin se cerraron y sus ojos se empañaron con las lágrimas
que acometieron con rapidez a ellos.

—Paddy… —murmuró con cariño y voz estrangulada.

Enseguida volvió a escuchar otro estruendo, esta vez de llaves que caían
al piso, algunas maldiciones y después una llave que entraba a la cerradura.
255
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

No bien la puerta estuvo abierta, Remus se encontró machacado en un


apretado abrazo, que lo dejó sin respiración. Pero a él no le importó. ¡Era su
mejor amigo! ¡Su hermano que creyó muerto el que lo abrazaba!

Cuando al fin se vio librado del abrazo. Remus pestañeó, tomando un


mechón del largo cabello de su amigo.

—―Sirius… ¿qué?‖ —miró con incredulidad su pelo.

—―¡Tengo muchas cosas que contarte, Remus!‖ —sonrió de oreja a


oreja, su inglés sonaba un poco oxidado, pero todavía recordaba cómo
hablarlo.— ―¡Pero primero tengo que llamar a mi ahijado!‖ ¡¡¡Neji!!!

Después del grito estruendoso de su amigo, Remus abrió grande sus


ojos al ver llegar a un niño de no más de once años, de largo y hermoso
cabello castaño (que estaba algo despeinado), bastante alto y que parecía
enfadado. Lo que más llamó su atención eran los ojos blancos sin pupila.

—¿…qué? —gruñó el niño.

—Awww… ¡mi bebé es tan gruñón cuando recién se levanta! —arrulló,


no pudiendo borrar su sonrisa ni quitando un brazo de los hombros de
Remus.— ¡Papi quiere pedirte un favor! ¡Deseo que vayas a la casa del
Hokage y me traigas a Harry! ¡También pasen por tu hermano por el camino!

—Hn. —Neji volvió a gruñir y, después de mandarle un mirada de


curiosidad a Remus, se dio media vuelta para salir de la casa.

—―¿Sirius… ese era…?‖

—Yup. —hizo muecas, orgulloso.— ―Ese era uno de mis bebés y ahora
vas a conocer al otro.‖ —guiñó un ojo.— ―Y estoy seguro que Harry traerá a
los suyos también.‖

—―Oh, Merlín…‖ —murmuró en shock.

—―Como te dije… tenemos y tienes muchas cosas que contarnos.‖

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 18: Una nueva manada


para el lobo.

Harry no tardó en llegar a la casa de los Hatake, con Naruto que lucía
enfurruñado y que de vez en cuando le mandaba miradas enfadadas a Neji,
que no hacía caso de él; y con Hikaru, de ya casi cuatro años, en sus brazos.
Kakashi venía más tranquilo, leyendo su Icha-Icha. Cuando al fin llegaron, los
menores miraron con interés el intercambio entre los adultos, los saludos,
abrazos y sonrisas de oreja a oreja.

Neji y Naruto habían sido introducidos al inglés por sus papás, aunque
el rubio aprendió con algo de renuencia. ¿Para qué aprender un idioma que
solo unos pocos sabían? Sin embargo, Harry le había dicho que ese era el
idioma de su tierra natal y él estaría muy feliz si él lo aprendía. Hikaru, por
otro lado, apenas seguía la conversación, puesto que él apenas estaba
aprendiendo a escribir y leer. Todo lo que sabía era de escuchar hablar a su
aniki y papi.

—―¿Fawkes? ¿Fawkes está aquí?‖ —preguntó Harry, deslumbrado.

—―Sí… como te digo, él fue quien me dio las direcciones para poder
pasar el Velo y llegar exactamente aquí… ¿Konoha es?‖

—Hai, Konoha. —Contestó Sirius, con una sonrisa.— ―No puedo creer
que estés aquí… cuando yo llegué… pensé…‖ —suspiró.— ―… que jamás
vería a nadie del Mundo Mágico, pero después vino Harry… y ahora estás tú
aquí.‖ —apoyó una mano en el hombro de Remus y lo exprimió.

—―Si… me sentí igual… aunque, tú formaste una familia.‖ —Miró a


los niños.— ―Yo solo tuve a mi lobo interno como compañía. Después de
todo, todos lo de la Orden formaron sus propias familias y, a pesar de que no
me lo dijeron, tener a un hombre lobo y con todos los problemas que eso
conlleva, como amigo, no era muy bueno…‖

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Oh, Remus. —Suspiró Harry, luego giró para mirar a sus hijos.—
Naruto, Hikaru, vengan, papi les quiere presentar a un amigo. —dijo, para
poder cambiar de tema, al ver que el hombre mayor se estaba poniendo triste.

Hikaru corrió hasta sentarse en las piernas de su mamá y Naruto se paró


junto a él, mirando con gran curiosidad al extraño.

—Um… eh… —miró incierto al castaño.

—Puedes hablar en japonés. He aprendido… aunque me costará un


poco acostumbrarme a hablarlo. —tranquilizó Remus.

—Arigato. —suspiró.— Bien… este es Naruto, mi primer bebé.


Naruto… este es Remus, mi padrino honorario… viene del mismo lugar donde
yo vivía, del que te conté cuando eras más pequeño.

—Ano… hola. —sonrió con su mueca zorruna, aunque estaba algo


nervioso, el Kyuubi dentro de él se retorcía al sentir la presencia del lobo
dentro de Remus.

—Hola, Naruto… kun. —Sonrió y luego miró a Hikaru.— ¿Y este


pequeño quién es?

—Mi segundo dolor de cabeza. —Naruto puso mala cara, pero Hikaru
sonrió de oreja a oreja.— Hikaru.

Remus sonrió y revolvió el cabello del niño rubio.

—¡Y estos son los míos! —Chilló Sirius arrastrando a Neji a su lado.—
Este es mi hijo Neji, el que tuve con mi marido. Y ese de allá… ¡¡¡cierra ese
libro Kakashi!!! Es mi primer hijo, Kakashi.

—Un placer conocerlos, muchachos. —sonrió.

Ambos hermanos le dieron un ―Hn‖ de reconocimiento.

—Remus… ¿Dónde está Fawkes? —quiso saber Harry.

—Él vino conmigo y tiene mis cosas. —Frunció el ceño.— Me dijo que
me buscaría luego de que él encontrara un buen lugar donde instalarse.

—¿Él planea quedarse aquí?


258
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—―Sí, me dijo que se aseguraría de que nosotros estamos bien.‖ —


Sonrió, pasando de nuevo al inglés.— ―Como te dije, le hizo una promesa a
Albus de que se aseguraría que todos sus ―muchachos‖ estarían bien, luego de
la guerra.‖

—―Ese viejo chocho.‖ —Refunfuño Sirius.— ―A pesar de que no


aprobaba algunos de sus métodos, siempre nos quiso a todos como a sus
nietos… y nosotros como a un abuelo.‖

—Ano sa… —murmuró Naruto.— Tengo hambre.

—Hn, dobe.

—¿A quién llamas dobe, teme?

—¡No ahora, Naruto!

—¡Pero…!

Remus sonrió encariñado mientras que vio como Harry y su hijo se


gritaban entre sí, como Hikaru miraba todo con sus enormes ojos verdes,
mientras chupaba su dedo, como Sirius suspiraba y le mandaba miradas de
reproche a su hijo menor, que no hacía caso de él. Me preocupé todos estos
años por nada…, pensó con una sonrisa. Todos están bien y tienen a sus
familias. Suspiró con dolor. Al igual que todos en el Mundo Mágico, cada uno
encontró a su compañero, menos yo.

—¿Remus?

El licántropo abrió sus ojos dorados, para mirar a Harry, que lo


observaba con algo de preocupación. Sonrió. ¡Anímate, Remus! Has
encontrado a tu mejor amigo y cachorro adoptado, no debes sentirte
deprimido por algo tan tonto.

—¿Dime, Harry?

—Sirius y yo nos preguntamos si te gustaría quedarte aquí o en mi casa.


Yo tengo lugar en mi casa, pero allí vivo con tres niños revoltosos y dos más
que vienen de seguido.

—Y aquí la habitación de Kakashi está libre. —aportó Sirius.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Pues creo que ustedes ya han decidido. —sonrió, haciendo a los otros
dos ruborizarse.

—¡Entonces Moony se queda conmigo!

**********

—¿A qué se debe a que te estés jalando el cabello así?

Fugaku casi saltó en su silla y miró a la puerta de entrada de su casa.


Sonrió al ver a su mejor amigo entrar, llevando de la mano a Hikaru.

— Harry, que bueno verte y a ti también Hikaru—chan.

—¡Ohayo! —chilló, antes de soltarse de la mano de su papi e ir en


busca de su hermano.

—También es bueno verte, aunque por tu cara, creo que algo anda mal.
—comentó Harry, sentándose enfrente de Fugaku.

—De hecho. —Suspiró derrotado.— No creo poder hacer esto solo,


Harry. Itachi cada día está más enterrado en su trabajo o se lo pasa vagando
con Shisui y el resto de sus amigos, y Sasuke… Sasuke y su propia banda son
los peores. ¡Hoy los encontré riendo nerviosamente en el pasillo¡ Y cuando
me acerqué para ver porque se reían…¡Los encontré hojeando un libro de
Icha-Icha! —exclamó, antes de golpear su cabeza sobre la mesa.

—¡¿Qué?! —Chilló Harry.— ¡No puedo creerlo¡ Y con todo lo que


hago para alejar a Naruto de esos libros malditos!

—¡Lo sé! —suspiró.— Y lo siento. Siento que tu hijo haya leído eso en
mi propia casa. Ahora están los cuatro castigados, limpiando la Biblioteca.

—¿Y de dónde sacaron eso?

—No sé. —Frunció los labios.— Míos no son y, cuando le pregunté a


Itachi, me negó rotundamente que sean suyos. Aunque el libro tiene las
iniciales U. I. en la última hoja. —volvió a suspirar.

—Oh… Fu-chan. —sonrió. A pesar de todo, la situación era bastante


hilarante.— Creo que tú necesitas un ama de llaves, que cuide de tu casa y tus
hijos, así lo único que tú debes hacer es preocuparte por manejar tu Clan.
260
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Lo pensé ¿pero dónde puedo encontrar alguien así? No solo debe
cocinar, limpiar y atender la casa, sino también tener un ojo en Sasuke e Itachi
y ayudarlos con lo que necesiten.

Harry mordió su labio.

—Encontraremos a alguien, Fugaku. No te preocupes, yo te ayudaré.

.:.Días después.:.
—Pero, Moony…

—No, Sir… digo, Sakumo-kun. —suspiró. Era difícil acostumbrarse a


ese nombre.— Ya llevo cuatro meses aquí y te agradezco que me acojas en tu
casa, me des amistad y el calor de tu familia, pero eso no evita que me sienta
inútil. Simplemente, no puedo estar sin hacer nada.

—Pero… ¿Dónde encontrarás trabajo? Sé que eres profesor, pero esas


habilidades aquí no te servirán.

—No sé, Padfoot, pero quiero trabajar aunque sea de mesero. No puedo
estar todo el día aquí sin hacer nada.

—Bueno… —bajó sus hombros, rendido. Sabía que cuando a su amigo


lobo se le metía algo en la cabeza, nadie podría detenerlo.— Pero si
encuentras trabajo debería ser con alguien de confianza… tú sabes… por tu
condición.

—Lo sé… —suspiró, también cayendo sus hombros en derrota.— Por


mi condición no podré trabajar los días después de luna llena… —hizo una
mueca.— Creo que hablaré con el marido de Harry para ver si me consigue un
trabajo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Torre del Hokage.


—Hey, amor.

Arashi hizo muecas y dejó que su esposo se sentara en su regazo, para


que después comenzara a besarlo con pasión. A pesar del tiempo, los labios de
su moreno seguían siendo suaves y su boca siempre sabía a frutas. Harry le
había dicho que ese sabor era natural de él y que tal vez tenía que ver con su
herencia veela, que le daba un sabor especial, para engatusar a la pareja para
que siempre lo besara. Y Arashi estaba más que feliz con esa noticia y era por
eso que besaba cada vez que tenía oportunidad a su esposo.

Pronto, las manos en las caderas de Harry comenzaron a bajar hasta


apoyarse en su trasero y las propias manos del mago dejaron los hombros del
rubio, para poder meterla en la camisa semi abierta de Arashi y comenzar a
tocar la piel en ese lugar.

—¿Día agitado? —preguntó Harry, cuando separaron sus labios, sin


dejar de acariciar a su esposo.

—Más o menos. —sonrió.— ¡Oh! Tu amigo el de ojos dorados estuvo


aquí hoy.

—¿Remus? ¿Para qué?

—Dice que en la casa de Sakumo-san se aburre y me pidió si le podía


encontrar un trabajo.

—¿Trabajo…? Pero él… con su licantropía…

—Él lo sabe, por eso recurrió a mí. Si va a tener un trabajo tiene que ser
con alguien de confianza, a quien le podamos contar por qué estará ausente
ciertos días del mes.

—Veo. —Suspiró con pesar.— Pobre… a pesar que aquí no hacen


discriminaciones como en el Mundo Mágico, también tiene problemas para
encontrar un trabajo, por su condición. —Arashi lo abrazó, tratando de
confortarlo.— ¿Y qué te dijo que puede hacer?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Me dijo que podría enseñar a niños pequeños como leer y escribir,
cocinar o limpiar. Está tan desesperado por hacer algo que trabajaría de
mesero o señora de la limpieza.

De repente, los ojos verdes de Harry brillaron y saltó del regazo de su


esposo, mucho al descontento de este.

—¡Sé perfectamente el trabajo que podemos darle ¡Fu—chan estará tan


feliz!

—¿Fu-chan? —Arashi frunció el ceño.— ¿Qué tiene que ver el Uchiha


en esto? —gruñó.

—Todo, mi amor. —Besó sus labios.— Y ahora mismo voy a hablar


con Remus y Fugaku.

—¿…eh ¿Qué…¡Espera!

Pero su esposo no lo escuchó, solo salió pitando de la oficina.

.:.Al día siguiente.:.


—Wow. —susurró Remus mirando con los ojos anchos lo que era el
Complejo Uchiha.— Parece gente de dinero ¿estás seguro que puedo trabajar
aquí?

—Segurísimo. —Harry hizo muecas.— Aquí vive mi mejor amigo y ya


le expliqué tu situación. Le pareció extraño, pero a la vez fascinante.

—¿Y no tuvo miedo?

—No… verás, así como los Hyuuga, los Uchiha también tienen un
bloodline, un Doujutsu (técnicas oculares) llamado Sharingan y, con esos ojos,
ellos podrán controlar al lobo, si es que se sale de control.

—¿Hablas en serio? —preguntó sorprendido y con algo de esperanza en


la voz. Si había alguna persona que con solo sus ojos pudiera controlar la furia
del lobo, Remus estaría más que feliz que trabajar para él.

263
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Yup, completamente. El poder del Sharingan es inigualable y puede


poner al lobo bajo una ilusión el suficiente tiempo como para escapar o
encerrarlo si es que hace falta.

—Me quitas un peso de encima. —suspiró.

Caminaron a paso lento dentro del Completo, recibiendo saludos y


miradas de curiosidad de los Uchiha que vivían allí. Luego de la purgación
que sufrió el Clan en el fiasco de Mikoto, se podría decir que solo los Uchiha
―buenos‖ habían quedado en el lugar. Por el camino, un chico de unos diez
años se les acercó, sonriendo ampliamente.

—¡Harry-san! ¿No vino Naruto con usted?

—No, Sasuke-kun. Naruto se quedó haciendo tareas con Gaara en casa.

—Oh… —murmuró y luego miró con curiosidad al castaño.— ¿Y este


señor quién es?

—Su nombre es Lupin Remus y va a trabar en tu casa. —dijo Harry con


una sonrisa traviesa.— Será tu niñera.

—¡Yo no necesito niñera! —masculló ultrajado.

—No, por supuesto que no. —dijo Remus, agachándose hasta quedar
frente a los ojos negros de Sasuke.— Tú pareces ser todo un hombrecito, que
puede tomar cuidado y responsabilidad por su propia vida. Sin embargo, hasta
el mismo Hokage o el Jefe de un Clan, necesitan de alguien que le dé
direcciones en algún momento o simplemente palabras de apoyo y cariño… y
es para eso que estoy aquí. —sonrió.

Los ojos de Sasuke brillaron ante las palabras del hombre y le devolvió
la sonrisa.

—Soy Uchiha Sasuke. —se presentó formalmente.

—Lupin Remus, será un gusto trabajar para usted, Sasuke-san.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Casa principal de los Uchiha.


Fugaku asintió a la sirvienta y caminó hasta la sala de su casa. Allí vio a
su mejor amigo, con una sonrisa tranquila en su cara, a su hijo pequeño
mirando con lo que parecía adoración a una tercera persona. Los ojos negros
se dirigieron al hombre y la respiración del Uchiha paró por algunos segundos.
Al lado de su hijo se sentaba la criatura más hermosa que Fugaku hubiera
visto nunca. Su piel era bastante pálida y tenía algunas cicatrices, pero él
mismo tenía algunas y estaba acostumbrado a ellas. Su cabello no era rubio o
castaño, sino más bien un color oro que se mezclaba a la perfección con las
canas color plata que presentaba. La sonrisa que tenía mientras hablaba con
Sasuke era cariñosa y paciente e irradiaba una calidez que Fugaku nunca pudo
tener en su vida.

Carraspeó antes de entrar y su respiración volvió a detenerse al ver los


espléndidos ojos dorados posarse en los suyos.

—¡Papá! ¿Es verdad que Remus-san va a trabajar aquí? —preguntó


Sasuke con impaciencia, sorprendiendo a su padre.

Ellos nunca habían tenido una sirvienta que durara, porque entre
Sasuke, Kiba y Naruto le hacían la vida imposible a la pobre. Pero aquí estaba
su hijo, emocionado ante la perspectiva de tener un mucamo cama adentro.

—Si nos dejas solo para tener una charla y llegamos a un acuerdo,
podría ser. —dijo con tranquilidad, sentándose frente a sus invitados.

—¡Bien! ¡Yo ya cumplí con mi parte! —Dijo Harry.— Ahora me voy a


mi casa. ¿Quieres venir conmigo, Sasuke-kun?

—¡Seguro! Traeré mis libros y cuadernos y nos vamos.

—Ok, te espero afuera. —dijo y miró a los otros adultos. Remus parecía
algo tímido y Fugaku tal vez no lo notaba, pero le estaba dando una mirada
rapaz al castaño. Harry enarcó una ceja. ¿Qué tenemos aquí…?— Espero que
lleguen a un acuerdo. Nos veremos mañana, Remus. Fugaku. —asintió en
dirección de los dos.

—Hasta luego, Harry.

265
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Tiempo después.:.
—¿No piensas irte sin desayunar, ne Itachi?

La comadreja se congeló en su lugar. A pesar de su entrenamiento de


ANBU y todo lo que hacía para poder pasar la cocina sin ser detectado, era
inútil eludir al lobo que vivía dentro de su mucamo. Maldijo una vez más el
olvidarse su máscara de ANBU en la sala o si no habría podido eludir a
Remus.

—Tengo trabajo.

—Bien por ti. —sonrió.— Pero desayuna primero.

—No puedo, llego tarde…

—Estás muy delgado, Itachi. Me preocupo por ti.

Esta vez, Itachi hizo una mueca de dolor. Allí estaba, Remus actuando
como una madre preocupada y poniendo esa voz que te hacía sentir culpable
por hacerlo sentir mal. Suspiró y escuchó una risita contenida, sabiendo de
quien era, fulminó a Sasuke con la mirada, pero eso no quitó la sonrisa del
rostro del menor. En la esquina de su mesa, su padre cambió de hoja el diario
e intentó ocultar su sonrisa, detrás de la taza de café.

—Está bien, comeré algo. —masculló.

—¡Perfecto! —En un instante, Itachi se encontró con una taza de


chocolate semi frío frente suyo (justo como le gustaba), acompañado de
tostadas con mermelada de durazno. El estómago de Itachi saltó gustoso y el
muchacho se encontró con que sí tenía hambre.— Sasuke, si ya terminaste ve
a cepillarte los dientes y luego iremos a la Academia.

—No necesito que me acompañes. —gruñó.

—Por supuesto que no. —sonrió Remus, haciendo un gesto


imperceptible a Fugaku para que no reprendiera a su hijo por ser grosero.—
Pero me plazco de ir, estoy la mayor parte del tiempo aquí en la casa y
caminar contigo a la Academia me renueva los ánimos. Así que es más un
favor para mí que otra cosa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Por supuesto, Remus siempre sabía cómo convencer a Sasuke que él no


era tratado como un niño pequeño. Y lo hacía malditamente bien.

—Oh… bien… entonces voy por mis cosas.

—¡No olvides cepillarte los dientes! —gritó al chico que corría a su


habitación. Luego sonrió y comenzó a levantar las cosas de la mesa.

—Remus… —llamó Fugaku, con su voz profunda.

—¿Dime…?

—Esta noche los ancianos y yo tenemos una reunión. Me gustaría que


preparases un menú con las mujeres que se encargan de la cocina y que te
encargaras que Sasuke duerma temprano, así no corremos peligro de que haga
de las suyas.

—Descuida, Sasuke y yo no estaremos esta noche aquí.

—¿No? ¿Por qué? —frunció el ceño.

—Ichiraku-san nos invitó a comer en su puesto de ramen.

—¿Y por qué ese hombre invitaría a ti y a mi hijo a comer allí?

Remus pestañeó y abrió la boca para responder, pero Itachi se le


adelantó.

—Cuidado, Otou-sama… acabas de sonar medio posesivo y celoso.

Fugaku fulminó a su hijo con la mirada, mientras Remus se ruborizaba.

—L-Le hice un favor a Ayame-chan. —tartamudeó, aún rojo por la


vergüenza. Aunque, internamente, el tono celoso de su ―jefe‖ lo regocijaba.—
E Ichiraku-san me dijo que pasara a comer cuando quisiera, que sería gratis.
Como sabía de la reunión, le dije que iría hoy, junto con Sasuke. —Miró al
menor.— Tú también puedes venir, Itachi.

—Lo pensaré. —murmuró, apresurando su chocolate, antes de salir de


la cocina.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Notando que estaban solos en el lugar, Fugaku se levantó de la mesa, se


acercó a Remus y lo encerró en un abrazo, antes de besarlo. El castaño gimió
y abrió la boca, dando la bienvenida a la lengua intrusa, pero luego empujó al
moreno.

—Fugaku… Sasuke bajará en cualquier momento. —protestó,


empujando con más fuerzas al otro.

El Uchiha lo miró con el ceño fruncido, pero se alejó.

—Esta noche, cuando termines de comer, quiero que vuelvan


directamente a casa. ¿De acuerdo? —masculló.

Remus lo miró con los ojos entrecerrados, pero luego suspiró.

—Hai… hai… —arregló sus ropas.— Nos vemos más tarde. —mirando
para todos lados, picoteó los labios de su amante y salió de la cocina.

Todo había comenzado sin que ninguno de los dos se diera cuenta.
Luego de seis meses de trabajar en la Casa principal y de tener a todos los
Uchiha en su bolsillo, Fugaku y Remus comenzaron a notar que disfrutaban de
sus pequeñas charlas, de la compañía de uno con el otro y de la comodidad de
tener un lugar a donde pertenecer por el lado del lobo y la tranquilidad de
saber que su familia tenía un buen vigilante por parte de Fugaku.

Flash Back.
—¿Necesitas algo más? —preguntó Remus, después de dejar la taza de
té junto a Fugaku, que se sentaba en el pórtico que daba al jardín de la casa.

—No… pero ven, siéntate a mi lado. —palmeó la madera junto a él.

Remus obedeció y ambos compartieron un cómodo silencio, mientras


veían como las estrellas aparecían de a poco en el cielo.

—Pasado mañana es luna llena. —murmuró Remus.

Fugaku asintió, ya había notado que Remus estaba más pálido de lo


normal y que le costaba respirar cuando estaba muy cansado. Por
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

consiguiente, tanto Itachi como Sasuke lo ayudaban en las tareas de la casa y


los tres lo miraban como un halcón, en caso de que se desmayara.

—¿Has tomado tu poción?

—Hai.

—Remus… —dijo después de un rato.— Quisiera intentar algo. —Sus


ojos conectaron con los dorados.— Quisiera estar contigo pasado mañana por
la noche.

—No. —Abrió ancho los ojos.— Sería peligroso.

—No, no lo sería si has tomado tu poción y quiero comprobar si es que


mi Sharingan funciona contra el lobo.

—Pero… pero…

—No aceptaré un no por respuesta. Recuerda que soy yo quien cierra


con llave la habitación y, simplemente, puedo entrar una vez que estés
transformado. Pero quería avisarte de todos modos.

—Pero… ¿Por qué te pondrías bajo ese riesgo?

Fugaku miró por largos segundos los ojos aprensivos de su mucamo,


dejó su taza de té en el piso y tomó una de las manos de Remus. Todo el
cuerpo del castaño se tensó, mientras sentía su corazón latir a mil por hora.

—¿Por qué lo hago…? —Preguntó bajito.— Lo hago porque te quiero.

Y esa noche se besaron por primera vez.

Fin del Flash Back.

—Ne… Remus… ¿Qué hay entre mi papá y tú?

Remus se atragantó con sus fideos y miró alarmado al niño que había
aprendido a amar como un hijo. Otro cachorro para su manada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Por qué lo preguntas, Sasuke-kun?

—No soy tonto. Veo como se miran, como rozan sus manos cuando
creen que ni mi aniki ni yo notamos. Pero lo vemos…

Remus maldijo una vez más el vivir bajo el mismo techo que tres
personas que eran consideradas prodigios. Era evidente que siendo Sasuke e
Itachi tan inteligentes, algo así no les pasaría desapercibido por tanto tiempo.

—Tu padre y yo… nos entendemos. —Dijo, eligiendo bien sus


palabras.— Disfrutamos de nuestra compañía, de charlar y de darnos cariño
mutuo. —Miró con aprensión los ojos negros.— ¿Te molestaría que yo tenga
una relación amorosa con tu Otou-sama?

—No… —frunció el ceño.— ¿Y ustedes van a darme un hermanito?

Remus tosió nervioso y tomó un trago de su agua. Enfrente de él,


Ichiraku-san sonrió.

—¿Por qué me preguntas eso?

—Itachi nunca está en casa y con Naruto y los otros casi no nos vemos
por tantas tareas que tenemos y por el entrenamiento de nuestros padres. No es
muy divertido jugar con los otros niños del Clan. Pienso… —llevó un dedo a
su labio.— pienso que sería bueno tener otro niño en casa para tener
compañía… y que sea mi hermano.

Remus suspiró y le regaló una sonrisa al cachorro.

—Veremos, Sasuke. Veremos…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 19: Los Merodeadores


se convierten en Shinobis.

—Tú no entiendes, Fugaku. —Remus frunció el ceño a su amante.—


Mi condición de hombre lobo podría hacer que tenga un embarazo múltiple.
Es decir… más de un niño. Así que si quieres agrandar la familia… tenemos
que planearlo bien… y casarnos ¬¬

Uchiha Fugaku frunció el ceño y se cruzó de brazos, pensativo. Bien,


desde que su querido Sasuke le había ―recordado‖ que Remus podía traer
bebés al mundo a pesar de ser hombre, el instinto de volver a tener un niñito
que cuidar y darle amor había picado al Jefe del Clan. Era por eso que había
tocado el tema con su amante de hace ya seis meses, pero el hombre-lobo
estaba implacable con eso del planeamiento familiar, la boda y ―blanquear‖ su
situación ante toda la Aldea.

Como si todo Konoha ya no estuviese enterado de su relación ilícita…

Como en toda Aldea, siendo que tenían ninjas por todos lados, un
secreto como ese no se podía mantener por tanto tiempo guardado. Y a eso se
le sumaba que Fugaku (y sus hijos) había espantado a todo posible
pretendiente que Remus podría haber llegado a tener. Es que él a veces era
demasiado bueno y querible…

—¿Qué tanto tienen que pensar…? Yo quiero un hermanito… —Sasuke


se enfurruñó desde su escondite detrás de la puerta secreta que daba a la Sala
de su casa. Esta era una conversación trascendental que él no se podía perder.

Detrás de él, Itachi enarcó una ceja.

—Un bebé no es algo que se pueda traer al mundo por tu capricho,


pequeño hermano.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hmph. —Sasuke levantó su nariz en el aire, con petulancia.— Papá


me dijo que iba a convencer a Remus-san… y yo le creo.

Itachi suspiró y negó con la cabeza. Tal vez sería bueno que haya otro
bebé en la casa, así su padre y Remus dejarían de mimar tanto a su hermanito.

—Está bien, si quieres llevar el apellido Uchiha pegado a tu nombre y


convertirte en mi esposo, lo haremos. Y después de eso, tendremos a nuestro
niño o niños, cuanto antes…

Remus le dio una mirada de incredulidad a su amante. Pero no pudo


responder nada, porque un grito salió de quien sabe dónde.

—¡¡YATTA!!

La ceja de Fugaku crispó.

—Sasuke… Itachi… tienen dos minutos para abandonar el pasadizo


secreto antes de que les ponga un castigo… —siseó.

.:.Meses después.:.
Tsunade estaba de visita en Konoha, para traer a su nueva estudiante a
que conociera su Aldea, Shizune. Y aprovechando el hecho de que ella estaba
allí, Harry le había presentado a Remus y pedido que le hiciera una ecografía,
para saber cómo estaba y cuántos niños llevaba en su abultado vientre el
licántropo.

Los instintos le decían a Remus que era más de uno, pero no estaba tan
seguro de cuantos. Resultó que no necesitó planear tanto, porque si bien su
boda con Fugaku fue hace solo dos meses, él ahora ya estaba de cinco meses
de gestación, es decir que hizo tanto teatro para nada. Su lobo interno ya se
había ocupado de usar muy bien los espermatozoides del Uchiha, sin su
permiso o papeles de matrimonio.

La rubia dejó la máquina de lado y miró a Remus con una sonrisa


divertida.

—Trillizos. —sentenció.
272
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

En una esquina, Fugaku tropezó, pero por suerte no se desmayó.

.:.Unos años después.:.


—Jujuju…

Gaara miró con impasibilidad como su aniki metía la brocha en la lata


de pintura y comenzaba a hacer unos círculos en la mejilla del segundo
Hokage, mientras Sasuke hacía lo propio en la cara del Sandaime. A él le
tocaba pintar la cara de su padre adoptivo, pero Gaara seguía mezclando y
revolviendo su lata de pintura, puesto que él quería un color exacto antes de
ponerse a dibujar. Él quería que su líquido tuviera un color rojo sangre. No
sabía por qué, pero hoy se había levantado con ganas de ver ese color.

—Ne… ¿no deberíamos estar en la Academia ya?

—¡Tenemos que terminar antes de irnos! —Exclamó Naruto.— ¡Esta


será nuestra última oportunidad de hacer una broma antes de que nos
graduemos, Sasuke! ¡Por eso lo estamos haciendo a lo grande!

—No es la primera vez que pintamos las caras de los Hokages. —dijo
Gaara con voz cansina, mientras usaba su arena para tomar la brocha y
comenzar a hacer su parte en la cara que le tocaba.

—Bien… sí… pero esta vez es diferente. —Masculló el rubio,


acomodándose en su precario andamio.— Nunca antes lo habíamos hecho en
pleno día…

—Mis papás no van a ser muy felices por esto… —se quejó Sasuke,
dibujando unos mocos en la cara de Sarutobi.— Remus Otou-sama dice que
tengo que comportarme bien, para dar buen ejemplo a mis hermanitos…

—Harry Otou-san nos dice eso también. —comentó Gaara.

El labio de Naruto se encrespó en un puchero.

—Bueno, bueno… terminemos enseguida y vamos…

—Oh, no… ustedes se van ahora.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los tres muchachos se congelaron al escuchar la voz fría a sus espaldas.


Con lentitud, voltearon y se encontraron con Iruka cruzado de brazos y con
una vena palpitando en su frente. Detrás de él estaban Itachi, Tenzo y Shisui,
con caras muy infelices.

—¡Iruka nii-chan! —dijo Naruto, con una sonrisa inocente.

—Tu sonrisa esta vez no va a poder convencerme de que no le diga esto


a Harry oji-san, Naruto. —masculló el Chuunin.

—Estoy decepcionado, pequeño hermano.

—Pero…

—No quiero escucharlo. —sentenció Iruka.— Vamos para la Academia,


ahora.

.:.Horas después.:.
—¡Papá! ¡Papá! ¡Pasé!

Harry sonrió y abrió los brazos para recibir a su niño. Al fin… este
momento había llegado, su hijo Naruto se convertía en Genin y comenzaba
una vida como ninja. Teniendo los recuerdos de la vida de Naruto aún frescos
en su mente, Harry hubiese evitado por todos los medios que el niño se
convirtiera en ninja, pero había aceptado hace mucho que ser un ninja era el
destino de su hijo, estaba en su sangre. Era por eso que Harry le dio todo el
entrenamiento que su mente y cuerpo podrían adquirir a su edad, para que
pudiera defenderse mejor en caso de necesidad. Además, el mayor dolor que
experimentó su hijo, la traición de Sasuke, estaba totalmente fuera de
probabilidad de que ocurriera, quitando un gran peso de los hombros del
mago.

—Sabía que lo harías, hermoso. —Revolvió su cabello.— Estoy muy


orgulloso de ti. Y también de ti, Gaara-chan. —agregó, mirando al niño
callado que había colocado su venda de la hoja en la correa de su calabaza.

Gaara asintió en dirección de su padre, con una sonrisa de lado y Naruto


hizo muecas zorrunas.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Entonces… ¿vas a enseñarme ese Jutsu que me prometiste como


regalo? —pidió con ansiedad.

—¡Por supuesto! Me costó mucho convencer a tu padre que me dejara


enseñártelo, así que ahora no voy a dar un paso atrás…

—¡Yosh! —Bamboleó un puño en el aire.— ¡¿Y cómo se llama el


Jutsu?!

—Se llama Kage bushin no Jutsu.

Harry sabía que no habría otra forma de que su hijo aprendiera el Jutsu,
habiendo cambiado tantas cosas. Era por eso que él había tomado esta
decisión, porque era consciente que el uso del Kage Bushin se convertiría en
la firma de Naruto y era algo que lo ayudaría en muchas situaciones, hasta
salvándole la vida en otras. Le había costado convencer a Arashi, porque el
hombre declaró que era un Jutsu muy duro para un Genin recién graduado, ya
que era una técnica prohibida para uso exclusivo de shinobis con grado de
Jounin o más. Sin embargo, Harry no estaba casado con su esposo por más de
doce años para nada, así que solo tuvo que usar una que otra técnica de
convencimiento para hacerlo aceptar.

—¡Suena genial, dattebayo! ¡¿Y cuando lo vamos a aprender?!

—Hoy mismo si lo deseas, puesto que mañana tendrás que reunirte con
tus compañeros de equipo. Por hoy te voy a demostrar cuales son los sellos y
después ya veremos cómo te entrenaré…

—¿Y qué hay de mí? —quiso saber Gaara.

—Para ti tengo que consultar. —Harry mordió su labio inferior.— No


sé de técnicas que puedan servir para tu arena… ¿dame unas semanas, por
favor?

Gaara frunció el ceño, no estando muy feliz, pero terminó asintiendo.

Complejo del Clan Uchiha.


—¡Muy bien, Sasuke! ¡Estoy tan orgulloso de ti!
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El moreno se ruborizó ligeramente al ser envuelto en un abrazo de oso


por su ―madre‖ adoptiva. Por suerte estaban dentro de su casa, donde nadie
podía ver que era tratado con tanto afecto. ¡Su reputación se iría al suelo si se
sabía que le gustaba ser achuchado por Remus-san!

—Je… —sonrió con superioridad.— Fue pan comido. Kiba y Naruto


pasaron apenas…

—Pero pasaron y eso es lo importante. —sonrió, yendo hacia la


cocina.— Preparé la tarta de tomates que tanto te gusta para festejar…

Los ojos negros brillaron con gula al ver la espléndida tarta que trajo su
papá desde la cocina. Lastimosamente, su papá también emergió de la cocina
con un par de niños de cabello negro y ojos negros iguales a los de él y cada
Uchiha.

—La tarta es para mí… —gruñó, quitando la bandeja de las manos de


Remus.

—Awww… eres mado, Sasu-nii nosotros solo quedemos un poquitito…


—dijo uno de ellos, el mayor, Sanosuke.

—Ti… solo un poquito. —dijo el otro, Kenshin.

Los ojos de los niños comenzaron a brillar mientras un encantador


puchero se formaba en sus labios.

—Su aniki va a compartir la tarta con ustedes, no se preocupen.


¿Verdad, Sasuke-kun? —la voz de Remus era suave y había una sonrisa en su
cara. Pero sus ojos dorados decían otra cosa: ―Niégale un pedazo de tarta y
habrá consecuencias‖

—Claro. —masculló renuente.

Los niños hicieron muecas y Sasuke los fulminó con la mirada. A pesar
de tener casi dos años y medio, los mocosos eran extremadamente
inteligentes, la gente ya decía que ahora había otra tanda de prodigios en el
Clan Uchiha y todos estaban regocijados por ello.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Ya estás aquí, Sasuke? —sonó la voz sorprendida de su padre.


Sasuke se dio vuelta para mirarlo y su padre le regaló una sonrisa al ver la
venda en su frente.— ¡Felicidades, hijo!

—Arigato, Otou-sama.

—¡Suke!

El niño que venía cargando su padre se retorció en sus brazos y pidió


ser bajado. Sasuke sonrió y abrió los brazos para recibirlo. Este era su
pequeño hermano favorito.

Estaba mal… pero nadie podía evitarlo.

A los siete meses de embarazo, Remus se enteró que dos de sus niños
estaban en un mismo saco y el otro en uno solo, lo que se traducía a que dos
de ellos serían gemelos. Y cuando nacieron, los gemelos llegaron primeros y
eran idénticos y sanos Uchiha de pies a cabeza. Sin embargo el otro era un
tanto diferente, había nacido con bajo peso y estuvo tres meses en incubadora,
antes que lo dejaran salir.

Los gemelos tenían los mismos rasgos: piel pálida, ojos y cabellos
negros y la arrogancia típica de los Uchiha. Sin embargo, el otro, Yuki era
idéntico a su mamá en todo. Fue doloroso en un principio, porque fue evidente
al año de vida que Yuki había heredado la maldición de Remus. Su cuerpo
pequeño y delicado, su cabello castaño y sus ojos dorados lo demostraban.
Tsunade había diagnosticado que Yuki absorbió toda la maldición, salvando a
sus hermanos de tener algún rasgo de la licantropía.

Remus se había sentido muy culpable, pero con el amor de su familia y


amigos, lo estaba superando. Además, Yuki era adorable, él carecía de todo lo
que un Uchiha debería tener. Él era amable, callado y sonriente. Despedía
ternura por todos sus poros y tenía a medio Konoha comiendo de su mano,
incluido TODO el Clan Uchiha. Era por eso que, sin poder evitarlo, Fugaku,
Itachi y Sasuke tenían un punto débil para el niño.

—Hola, Yuki-kun. —susurró Sasuke, levantando al castañito en sus


brazos.— Mira… tu aniki ya es un shinobi. —señaló la venda en su frente.

—Oh… ¿y serás bueno como Itachi? —preguntó con voz inocente,


ladeando la cabeza.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

La ceja de Sasuke crispó.

—Eso espero…

—Jujuju… Kenshin y yo apostamos que te convetidas en Jun-in a los


teinta.

—¡Cállense, malvados! —exclamó Sasuke, antes de salir a corretear a


sus hermanos.

—Practicaremos en ese bosque. —anunció Harry, arrastrando a su hijo


a un prado del bosque que rodeaba el Bosque de la Muerte, que era poco
peligroso.— Siéntense.

Gaara y Naruto obedecieron, también Hikaru que había querido


acompañarlos.

—¿Por qué estás aquí? Nosotros vinimos a entrenar, a hacer cosas de


ninjas. —masculló Naruto, frunciéndole el ceño a su hermano molesto.

—¡Yo seré ninja algún día! —Chilló Hikaru.— Además… Hanabi-chan


me dijo que hoy tiene entrenamiento con su papá y que no podemos jugar…

—¿Y qué hay de Konohamaru y su pandilla?

—Hmph. —bufó con desdén.— ¡Yo no me junto con ese teme!

—No utilices esa palabra, Hikaru. Todavía me pregunto de donde la


aprendiste. —dijo Harry, mirando a Naruto seriamente. El rubio tuvo la
decencia de lucir avergonzado.

—Uh… bien… ¿empezamos?

Harry suspiró y extrajo un pergamino de su chaleco de Jounin, ya que si


bien él no era un shinobi activo (debía admitir que era más una ama de casa
que otra cosa) él todavía usaba su ropa de ninja de Konoha. Desenrolló el
papel y comenzó a darle los puntos importantes del Kage Bushin.

Dos horas se fueron volando, mientras Naruto aprendía los sellos con la
mano y Hikaru y Gaara se entretenían cazando ardillas con la arena. Mucho al
horror del niño, su hermano pelirrojo había matado dos de ellas, usando su
Ataúd del Infierno.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡¡Harry-sama!!

El entrenamiento se vio interrumpido por un Hagane Kotetsu, un


Chuunin amigo de Iruka, que solía vigilar las puertas de Konoha. El hombre
se notaba agitado.

—¿Sucede algo malo? —preguntó, frunciendo el ceño.

—¡Hay alguien en la puerta que lo busca! ¡Dice que es de Suna… y está


mal herido!

Gaara se tensó visiblemente y Harry se apresuró a ir a las puertas,


dejando a Kotetsu para que vigilara a sus niños. Cuando llegó a las puertas,
vio que el visitante era nada más y nada menos que Yashamaru, el tío de su
hijo adoptado, que estaba sentado en el piso y era asistido por Izumo.

—¿Qué haces aquí, Yashamaru?

El rubio hizo un gesto de dolor, pero se incorporó y arqueó frente a


Harry.

—Tuve una discusión como mi cuñado, Harry-sama. —murmuró.— Él


ya no es el mismo de siempre… ha cambiado mucho y no apruebo muchas
cosas que hace. —Miró para otro lado.— Hoy mandó un shinobi para que
atentara contra mi vida y entonces tomé la decisión de huir. —le dio una
mirada desesperada al mago.— Este fue el único lugar que se me ocurrió para
pedir asilo… después de todo… en las cartas que usted me mandaba para
saber de mi sobrino, me dijo que sería bien recibido cuando quisiera…

—Y no he cambiado de opinión. —aseguró, acercándose al rubio, para


poder ayudarlo a estar bien parado. Sus heridas no parecían muy graves, pero
se notaba cansado y hambriento.— Vamos al Hospital… ya después
hablaremos de tu estancia en Konoha.

Esto significa que Orochimaru ya ha hecho su primer movimiento…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Torre del Hokage.

Oficinas de Informes.
—¡Ah, Kakashi! —Obito hizo muecas.— Ya llegaron los papeles con la
distribución de estudiantes y quiénes serán sus Jounin-senseis.

Kakashi lo miró con apatía, guardó su Icha-Icha en su bolsillo y tomó el


sobre marrón que su mejor amigo le entregaba. Con la misma mirada aburrida,
Kakashi leyó el papel que tenía los datos de los alumnos que tendría este año.
De a poco, sus ojos se fueron abriendo como platos y su piel palideciendo.
Miró al Uchiha con alarma.

—No me mires así… yo solo soy el mensajero. —dijo Obito, intentando


no reírse de la expresión de su amigo.

—¡P-Pero…!

—No sé. —Se encogió de hombros.— Fue el sensei quien distribuyó los
equipos, si tienes una queja… ya sabes adonde ir. —señaló el pasillo que iba a
la oficina del Hokage.

—Puedes apostar que tengo algo que decir. —gruñó Kakashi, antes de
darse media vuelta y caminar a grandes zancadas hacia la oficina de Arashi.

Oficina de Hokage.
—¡¡Sensei!!

El rugido enfadado vino acompañado con que su puerta sea abierta de


par en par. Los ANBU's vigías se agitaron, pero al ver que era Hatake
Kakashi, se calmaron.

—¿Qué sucede? —enarcó una ceja.

—―¡¿Qué sucede?!‖ —Repitió con incredulidad, antes de estampar el


papel que tenía en la mano en el escritorio del rubio.— ¡¿Es que acaso usted
intenta matarme?! ¿O que envejezca antes de tiempo…?
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ah… era eso… —suspiró, masajeando sus sienes.— No podía hacer


otra cosa…

—¿Cómo que no podía? —exigió.— ¡Hay montones de shinobis allá


afuera que se placerían de ser senseis de sus hijos y Sasuke!

—Pero ninguno tiene mi confianza como lo tienes tú, Kakashi. —Dijo


tranquilamente.— ¿Eres un genio y no lo entiendes? —lo miró seriamente y el
peliblanco se obligó a calmarse, sentándose frente a su sensei.

—Explíqueme.

—Kakashi… —suspiró.— Primero que nada está mi hijo, Naruto… sé


que eres el único que podrá ser su sensei sin pensar que él es ―El hijo del
Hokage‖, lo mismo pasa con Sasuke, tú no te dejarás llevar por su apellido y
eres el único en quien confío en que podrá enseñarle como usar el Sharingan
una vez que lo despierte, sin mimarlo por su apellido. Y Sakura… bien…
Iruka me ha dado un informe detallado de ella y creo que será el equilibrio
justo para ellos.

—Se olvida de algo… —siseó.— Mi grupo tiene cuatro personas…

—Ah… hai… jejeje… —rió rascando su cabeza.— Creo que Gaara


estaría trastornado si lo separo de Naruto y Sasuke…

—Entiendo sus razones. —Asintió seriamente.— ¡¿Pero me ha dado a


Sasuke, Naruto y Gaara para tenerlos en un mismo equipo?! —chilló.—
¡Enloqueceré!

—Maa… maa… ellos son niños buenos, un tanto traviesos, pero


buenos… Y ahora son Genin, se comportarán, te lo aseguro.

.:.Al día siguiente.:.


Kakashi miró seriamente a sus cuatro alumnos. Naruto y Gaara parecían
aburridos, mientras que Sasuke trataba de apartarse lo más que podía de
Sakura, quien trataba por todos los medios de obtener su atención. Una
fangirl… que suerte, pensó con sarcasmo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Bien… —dijo con voz cansina.— La mayor parte de nosotros ya nos


conocemos, pero es protocolo presentarnos con nuestros nombres completos,
lo que les gusta y disgusta, hobbys… sueños para el futuro… —levantó las
manos en indiferencia.— Empezaremos por el rubio…

Naruto se erigió orgulloso.

—Mi nombre es Uzumaki Naruto…

Flash Back.
—Espero que no te moleste, mi amor. —Dijo Harry, mirando con
seriedad para su hijo.— Pero ten en cuenta que es por tu bien… nada más…

—Yo… entiendo…

—Gracias. —lo abrazó.— Pero esto solo será para las afueras de la
Aldea, aunque convendría que te vayas acostumbrando a él…

—Sí… —sonrió.— Seré solo Uzumaki cuando salga y creo que para
acostumbrarme, me presentaré ante mi sensei y compañeros de equipo con
este apellido solo.

Fin del Flash Back.

— …¡tengo gusto del ramen y me disgusta que mi padre me prohíba


comer solo un tazón por día! ¡Mi sueño es ser el Hokage siguiente y mi hobby
es hacer travesuras con mis amigos!

—De acuerdo. Siguiente.

—Mi nombre es Uchiha Sasuke, tengo gusto de las tartas de tomate que
me hace mi papá… y me disgusta que me traten como un pequeño muchacho
y que me acosen. —Fulminó a Sakura con la mirada.— Mi hobby es
divertirme con mis amigos y mi sueño para futuro… —frunció el ceño.—

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

supongo que es tener una familia, con una mujer o marido como mi papá
Remus. —era evidente la admiración hacia el hombre en su voz.

—De acuerdo, ahora la muchacha.

Sakura tardó en responder, porque estaba muy ocupada en mirar a


Sasuke con los ojos en forma de corazones. Pero su presentación dejó mucho
que desear para los otros tres miembros del grupo 7.

—Y por último… el pelirrojo.

—Soy Gaara, tengo gusto de mi arena y me disgusta que se moje,


porque se vuelve pesada. Mi hobby es divertirme con Naruto, Kiba y
Sasuke… y nadie más. —Estuvo pensativo varios minutos.— Yo no duermo
bien… así que no sueño mucho.

—Ah… ejem —carraspeó Kakashi, con una gotita en la cabeza.—


Entonces, tengan estos volantes instructivos… —les entregó un par de papeles
a los niños.— Y nos vemos mañana en el área de entrenamiento y sáltense el
desayuno… no quiero que lleguen tarde.

—Tsk… tú eres el retrasado crónico. —masculló Naruto.

—Tenme más respeto. —gruñó.— Ahora soy tu sensei, Naruto.

—Hai, hai. —agitó un mano, antes de ponerse a leer el instructivo.

Área de Entrenamiento.
—¡Yo! —saludó Kakashi, luego de aparecer en una nube de humo. El
Jounin curvó sus ojos para arriba, divertido de ver a sus estudiantes
enfurruñados.

—¡¡Llegas tarde!! —gritaron tres de sus estudiantes. Gaara solamente le


daba una mirada que podría haber helado el infierno.

—Maa… maa… es que mi otouto no podía levantarse y tuve cargar un


balde de agua, luego ponerle hielo para que se enfriara y después se lo tiré en
la cara.
283
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿En serio…? —Preguntó Naruto.— Jujuju… se lo merece, por


teme…

—¡Usuratonkachi! —Sasuke lo golpeó en la cabeza.— ¡Kakashi-sensei


no vive en la misma casa que Neji! Está mintiendo… —siseó, fulminando a su
sensei con la mirada.

—Maa… —suspiró el Jounin. Con estos niños, sus excusas no iban a


servir.— Bien, entonces creo que comenzaremos. —Sacó un reloj de su
bolsa.— Supongo que sus padres le habrán dicho que no se convertirán en
Genin oficiales, hasta que pasen esta prueba. —Los cuatro asintieron.—
Entonces… para pasar esta prueba, ustedes tienen que venir por estas
campanas que voy a poner en mi cintura…

—Ano… solo hay tres de ellas. —dijo Sakura.

—Hai, lo sé. —sonrió.— Porque ustedes tienen hasta el anochecer para


quitarme las campanas y si uno de ustedes no obtiene una… fallará. —dijo
con dramatismo. Pero su tono fue perdido, ya que ninguno de los muchachos
de su grupo parecía escucharlo. Sasuke se enfurruñaba con los brazos
cruzados por quien sabe qué, Gaara miraba al cielo con actitud aburrida y
Naruto fruncía el ceño en un escarabajo que estaba subiendo por su ropa.—
Ejem… ¿comenzamos?

—¡Hai!

Los cuatro asintieron a su pregunta dudosa y, cuando Kakashi prendió


la alarma del reloj, Sakura se apuró a meterse entre los arbustos, pero los
muchachos se quedaron en sus mismos lugares.

—¿Y bien…? —Preguntó con voz aburrida, mientras sacaba su Icha-


Icha de su bolsa.— Si quieren las campanas deben usar sus habilidades ninja.

—Hicimos cierta investigación antes de venir y luego un plan en base a


eso. —explicó Sasuke.

—¿Y…?

—¡Gaara, aquí presente, se hará cargo de todo! —exclamó Naruto,


palmeando la espalda de su hermano.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Kakashi enarcó una ceja en el pelirrojo, mientras lo observaba. Sus ojos


se abrieron como platos al ver al niño con la mano abierta y mirándolo
penetrantemente. Demasiado tarde sintió los granos de arena recorrer sus
piernas, hasta llegar a sus muslos.

—Aplastaré sus piernas si no me da las campanas. —dijo Gaara, sin


preámbulos.

Kakashi tragó saliva.

—Tus padres no serán muy felices si me lastimas.

El pelirrojo se encogió de hombros.

—Usted dijo que usáramos nuestras habilidades de ninja.

El peliblanco suspiró.

—Ok, me rindo. ¡Ustedes pasan! —anunció sin mucho entusiasmo.

—¡¡Yatta!!

Después de todo, no era como si tenía planeado reprobar a dos hijos de


su sensei y al Uchiha más joven. Ciertamente, sus padres no serían felices por
eso. Además hace mucho que él y muchos aldeanos de Konoha habían vivido
en carne propia lo bien que los tres muchachos podría trabajar en equipo, solo
faltaba que Sakura se integrara y estaba seguro que Naruto se haría cargo de
ello.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capitulo 20: El viaje a la Ola.

Fugaku dejó su taza de té en la mesa cuando terminó de escuchar el


aullido del lobo. Mirando por la ventana, observó como la luna llena estaba
alta en el cielo oscuro, rodeada de estrellas. Una sombra en el umbral de la
cocina llamó su atención, así que giró y no pudo más que sonreír a Sasuke. Su
hijo parecía preocupado, como cada noche de luna llena.

—¿No vas a ir allá?

—Estaba por ir justo ahora. ¿Tus hermanitos duermen?

—No… ellos dicen que quieren ir con su hermanito y mamá. —Hizo


una mueca.— Itachi los está entreteniendo ahora…

Fugaku suspiró.

—Veré como están… si el lobo no está muy agresivo hoy, los mandaré
llamar.

—Pero… —Sasuke frunció ceño.— Moony nunca nos atacaría.

—Lo sé. —le dio una sonrisa tranquilizadora.— Pero si está nervioso, él
puede lastimarse a sí mismo.

Sasuke palideció ante esa opción.

—Entonces iré con Sanosuke y Kenshin… esperaremos que nos digas


algo.

Fugaku asintió y salió al patio luego de que su hijo abandonara la


cocina. Atrás de la casa principal, se encontraba una pequeña casa hecha de
fuerte cemento, rodeada de un hermoso jardín lleno de lirios, azucenas y rosas,
el lugar tenía dibujado cosas infantiles, hechas por sus hijos, para ―adornar‖ el
lugar donde su madre y hermano pasaban algunas noches. El hombre llegó ahí
y asintió a sus dos parientes que vigilaban la puerta.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—La transformación terminó hace veinte minutos, Uchiha-sama. —dijo


uno.

—El ha estado rascando la puerta… creo que lo está esperando. —


agregó el otro.

Fugaku cabeceó y entró con tranquilidad a la casa. Allí dentro pudo


escuchar un gruñido de advertencia, así que, como siempre, solo se quedó allí
y esperó a que el lobo reconozca su olor. Segundos después, otro gruñido se
pudo escuchar, pero este era más de recibimiento. Lentamente, desde un sillón
desgastado que estaba en la casa, emergió un lobo dorado majestuoso, con
ojos amarillos, orejas puntiagudas y alertas y una cola mullida que daba ganas
de tocar. Como cada vez, la belleza de esta bestia hizo que Fugaku contuviera
la respiración. Nunca en su vida él había visto algo más hermoso y lo
regocijaba saber que era suyo. Solo de él.

—Buenas noches, mi amor. —murmuró Fugaku, mientras el lobo se


acercaba a él y se acariciaba por la pierna del hombre.

Fugaku sonrió de lado y bajó su mano para acariciar a la criatura. Luego


de ese gesto de cariño, el lobo produjo un ladrido bajo y una cabecita dorada
emergió de debajo de una serie de mantas que había al lado del sillón. Era un
pequeño lobo, réplica exacta del lobo enorme que el Uchiha estaba
acariciando. El cachorro tenía un hueso en su boca, pero lo soltó y dejó salir
una serie de ladridos felices al ver al hombre. Sin dudar, corrió hasta donde
estaba el humano y comenzó a corretear al lado de él, mordiendo de vez en
cuando sus tobillos.

Fugaku rió al ver las locuras de su hijo y lo tomó en brazos, no haciendo


caso de las protestas del lobito ni de cómo se retorcía para volver al piso. El
lobo mayor bostezó y volvió a acostarse en el sillón, apoyó su cabeza en sus
patas y aplanó sus orejas, antes de cerrar sus ojos.

—¿Tuviste un día agotado, amor? —preguntó Fugaku, caminando hasta


sentarse junto al lobo, para poder acariciarlo con una mano, mientras la otra
todavía sostenía al cachorro juguetón.

El lobo bufó y meneó perezoso su cola como respuesta. Sin embargo,


sus orejas se levantaron enseguida al escuchar como la cerradura de la puerta
volvía a hacer sonidos. Los tres inquilinos del cuarto miraron hacia ella y
pudieron ver como dos cabecitas idénticas asomaban por ella.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Etto… —dijeron al unísono.

—Sanosuke, Kenshin… pensé que les dije a su aniki que esperara a que
le diera la orden para poder traerlos.

—¡Y se los dije! —una voz saltó a la defensiva tras los niños.— ¡Pero
ellos nunca hacen caso!

Los gemelos pusieron mala cara.

—Queremos estar con mamá.

Lentamente los gemelos entraron, seguidos de un Sasuke enfurruñado y


un impasible Itachi. Nuevamente, el lobo se levantó del sillón y olió el aire,
luego pronunció un aullido. Ninguno de los presentes se asustó, sin embargo.
Los recién llegados esperaron a que el lobo se les acercara, primero a los
gemelos, a los cuales les dio un lengüetazo en una mejilla, después siguió
Sasuke, al cual el lobo incitó a que rascara tras sus orejas y Sasuke lo hizo,
sonriendo de oreja a oreja, y por último Itachi, quien pasó una de sus manos a
todo lo largo del lomo del lobo.

Y al igual que hiciera después de reconocer a su pareja, el lobo volvió a


gruñir y el pequeño cachorro que descansaba en los brazos de su padre corrió
a dar la bienvenida al resto de la manada. Los gemelos abrazaron y le dieron
sendos besos a su hermanito, Sasuke lo levantó a la altura de su cara y dejó
que el lobito lamiera su nariz, Itachi solo rascó su cabecita, él no iba darle
besos o dejar que lamiera su cara. La comadreja era muy cuidadosa de su
higiene personal y no iba a dejar que le pasaran gérmenes, a pesar que sea su
hermanito.

Los gemelos bostezaron, viendo esto, el lobo se derrumbó en el futón


más grande y enseguida el lobito y los gemelos se encresparon contra la piel
peluda y caliente de su madre, encontrando el sueño enseguida. Itachi ocupó
su lugar acostumbrado cerca de la puerta, Sasuke en el futón más cercano a su
papá adoptivo y hermanitos y Fugaku se acomodó en el sillón.

Y como cada noche de luna llena, toda la familia de la cabeza del Clan
pasó la noche en esa pequeña casa construida exclusivamente para retener al
lobo en estas noches. Remus siempre se quejaba que eso no era necesario, que
él estaba acostumbrado a pasar estas noches solo, sin embargo, nunca fue

288
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

hecho caso y por eso era que había futones en la casita, donde los demás
dormían.

Secretamente, Remus estaba agradecido por su compañía.

**********

—¡Stop! ¡Detente allí, jiji! —Naruto cruzó sus brazos delante de sí,
formando una X.— ¡No vamos a volver a hacer esas misiones estúpidas!

Arashi enarcó una ceja en su hijo, mientras sentía como Iruka fulminaba
con la mirada al rubio.

—¡Ten más respeto, Naruto! —Amonestó Iruka.— ¡Estás frente al


Hokage, ahora!

—¡Me da igual! —Gritó el rubio.— ¡Estoy harto de estas misiones!


¡Llevamos un mes cuidando niños, limpiando los arroyos, paseando perros…
y atrapando a ese gato estúpido! ¡No aguanto más!

El Hokage suspiró y estaba a punto de abrir la boca para hablar, pero


Gaara lo interrumpió.

—Él tiene razón. —la voz del chico estaba impasible como siempre,
pero por la expresión de su cara, era evidente que, si tuviera cejas, una de ellas
estaría crispando.— Si nos ordenan volver a encontrar al gato con el moño…
—sus ojos se angostaron.— Yo usaré mi arena para que nunca más pueda usar
sus patas para escaparse.

Kakashi hizo una mueca de dolor, recordando el suceso de la prueba de


Genin.

—Maa… —suspiró.— Creo que mis alumnos pueden soportar una


misión de un rango más alto, Hokage-sensei.

—¡Pero…!

—Está bien, Iruka. —Lo detuvo Arashi.— También creo que el equipo
7 puede aguantar una misión un poco más difícil…

—¡¡Yatta!!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—… sin embargo. —tensionó.— Solo será de un rango más alto, una


misión de clase C.

—Hn. —gruñó Sasuke, cruzándose de brazos.— Usted lo que tiene es


miedo de que su marido se enfade con usted por darnos algo más difícil que
hacer…

—¡Sasuke-kun! —chillaron Iruka y Sakura, horrorizados.

La ceja derecha del rubio crispó, mientras Naruto se revolcaba en el


piso de risa, diciendo: ―¡Es cierto!‖, Gaara tenía un semi-sonrisa en su rostro.

—Eso no tiene nada que ver. —gruñó Arashi.

—Ano… ¿Por qué no nos da la misión de una vez, así nos vamos? —
suspiró Kakashi. No estaba de ánimos como para escuchar como sus sensei
defendía su honor de ―macho‖ de la casa.

En otro lugar.
Obito gimió y se retorció en la cama, pero su timbre era demasiado
insistente y no podía seguir durmiendo mientras sonara sin piedad. Renuente,
se levantó de la cama y caminó a paso lento a abrir la puerta.

—¿Si? —bostezó y rascó si cabeza.

Sin embargo, sus acciones pararon al ver al bonito rubio cenizo frente a
él. No era una belleza increíble, pero tenía un aire a exótico. Su cabello tenía
ese color particular entre rubio y castaño y era largo hasta sus hombros, sus
ojos eran como dos almendras y tenían el color de estas, su piel parecía
delicada y estaba tostada por el sol. Y en este momento se estaba ruborizando
bonitamente.

—Etto… —murmuró el muchacho bonito y miró para otro lado.

Recién en ese momento el Uchiha se dio cuenta de por qué su visitante


se ruborizaba. Obito había ido a abrir la puerta con solo un bóxer como toda
prenda de vestir. Avergonzado, el ninja de Konoha rascó su cabeza y sonrió de
lado.
290
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ano… ¿necesitabas algo?

—Hai. —Asintió todavía sin mirarlo.— Mi nombre es Yashamaru, el


Hokage me envió aquí porque me dijo que viviría con usted hasta que pudiera
encontrarme un trabajo.

—¡Ah, cierto! —exclamó, antes de abrir la puerta de par en par.


¡Mierda, lo olvidé!— ¡Pasa, pasa! ¿Deseas ayuda con ese bolso? —inclinó la
cabeza al bolso que Yashamaru llevaba en el hombro.

—No gracias, puedo solo. —Masculló, antes de entrar y quedarse


parado en la sala.— ¿Cuál será mi habitación?

—Uh… verás… —rió tontamente.— Este es un departamento de


soltero y tiene una sola habitación. Así qué… —miró su sala.— ¿Te
importaría dormir en el sillón?

—No, claro que no… —suspiró.

Calles de Konoha.
—¡Yosh! ¡Al fin tenemos una misión de rango C!

—¿Una misión C? —preguntó una voz y todo el cuerpo de Naruto


congeló.— Pensé que el Hokage nunca haría excepciones, a pesar de que se
tratara de su familia, pero veo que estaba equivocado…

Naruto apretó sus puños y lentamente giró su cuerpo. Sus ojos se


angostaron al ver quién había hablado, por supuesto, había reconocido la voz,
la reconocería donde fuera. Allí, frente a un almacén de verduras, estaba
Hyuuga Neji, acompañado de sus dos compañeros de equipo, TenTen y Rock
Lee.

—El Hokage no hace preferencias. —gruñó Naruto, caminando


furiosamente a pararse enfrente de Neji.

El ojiblanco se enderezó en toda su altura, pero mucho a su enojo, eso


no era suficiente para intimidar a Naruto, puesto que el rubio era al menos

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

cinco centímetros más alto que él. Y Neji lo odiaba por eso. ¡Si hasta hace dos
años Naruto era un enano!

—¿No? —preguntó con sarcasmo.— ¿Y entonces como justificas que


después de solo un mes de ser Genin ya te den una misión de rango C, siendo
que al resto de los grupos, desde hace años, se espera al menos cuatro meses
para hacerlo?

Naruto apretó sus puños hasta que se volvieron blancos.

—No sé… ¿tal vez porque lo merecemos? ¿Por qué somos buenos
shinobis?

Los ojos de Neji se angostaron y estaba a punto de replicar, cuando un


chillido de niño lo detuvo.

—¡Naruto nii-chan! —chilló Hikaru, antes de tirarse a la espalda de su


hermano.

Pero el niño no hizo muy buenos cálculos… o tal vez sí. Porque Naruto
y Neji estaban tan cerca el uno del otro, que el repentino empujón del niño
hizo que Naruto perdiera el equilibrio y se fuera para adelante… justo hasta el
cuerpo del otro. Y tan buena fue la sincronización, que los labios de Naruto
fueron a parar justo a los labios de Neji, haciendo que los muchachos se dieran
un beso algo torpe. Y estaban en una posición torpe también, puesto que Neji
quedó acostado en el piso con Naruto encima de él, montando su cuerpo a
horcajadas… y con Hikaru agarrado a la cintura de su hermano.

—Maa… maa… el medio de la calle no es un buen lugar para que


acoses sexualmente a mi otouto, Naruto-kun. —dijo Kakashi, con un tinte de
diversión en su voz. Él era el único que podía hablar, puesto que los demás
miraban la escena con los ojos y la boca abiertos como platos.

—¡¡WAAA!!

Eso sirvió para romper de su estupor a los dos chicos.

Ambos se separaron como si quemaran y comenzaron a toser y


amordazar, como si hubieran comido algo particularmente asqueroso.

—Ano… ¿estás bien, aniki?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Naruto se dio vuelta para fulminar a Hikaru con la mirada.

—¡Esto es tu culpa! ¡Te voy a matar!

Hikaru chilló y comenzó a correr hasta su casa, con su hermano


pisándole los talones. Kakashi rió mientras los veía, pero por el rabillo del ojo
pudo ver a su hermano muy ruborizado y tocando sus labios, pensando que
nadie lo veía. Pero el Copy Ninja lo vio y no pudo más que sonreír.

**********

Harry congeló sus manos.

—¿Al país… de la Ola…? —preguntó en un susurro.

—¡Hai! ¡Estaba harto de las misiones D y se lo dije a papá! ¡Así que él


nos dio una misión de guardaespaldas! ¡Aunque ese viejo Tazuna es una
espina en el trasero!

—Cuidado con tu lengua, Naruto. —corrigió distraídamente. Esta es la


misión… la misión donde Naruto correrá un peligro muy grande y donde
usará los poderes del Kyuubi por primera vez. Cerró los ojos. También donde
Sasuke despierta su Sharingan…

—¿Estás bien, papi? —preguntó Naruto, al ver a su padre tieso.

Harry intentó tranquilizarse, dejó la taza de té que se estaba preparando


y giró para sonreír a su hijo.

—Sí… solo estaba… pensando. —Se acercó para apoyar sus manos en
los hombros de Naruto.— Es solo que… es tu primera misión más importante
y estoy algo ansioso.

—Awww… —Naruto hizo su mueca zorruna.— ¡No te preocupes! ¡Lo


tendremos todo controlado, dattebayo!

Eso espero, hijo. Eso espero…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Al día siguiente.:.


—¡Ah…! ¡Finalmente saldré de la Aldea!

—Hn, hablas como si nunca antes hayas salido de Konoha, Naruto. —


dijo Sasuke, caminando al lado de su amigo. Ambos hacían un gran trabajo en
ignorar a su molesto cliente, Tazuna.

—¡Lo sé! ¡Pero esta es la primera vez que salimos sin ningunos de
nuestros padres con nosotros, Sasuke! —Frotó sus manos con ansiedad.— ¿Te
imaginas lo que podremos hacer sin que ellos tengan sus ojos sobre nosotros?

Y por la cara de Sasuke, sí se lo imaginaba. Una sonrisa maliciosa se


formó en el rostro del Uchiha.

—Recuerden que estamos en una misión. —dijo Kakashi, sin apartar su


vista de su libro.

—¿No deberías guardar tu libro mientras estamos en ella? —preguntó


Kimimaro, mirando ceñudo a su hermano.

Recuerdo.
—¿Salir de la Aldea? —Preguntó Kakashi, cuando estuvo solo con su
sensei.— ¿Usted quiere que salga de la Aldea con Sasuke, Naruto y Gaara…?

—Uh… sí… bien… —rió nerviosamente.— Sé que ellos se excitan un


poco cuando salen… pero…

—¡¿Un poco?! —exclamó.— ¡Aprovecharán esta oportunidad para


hacer de las suyas! ¡Eso sin contar que es peligroso que salga solo con los
hijos del Hokage y unos de los herederos del Clan Uchiha!

—Hai... hai… también pensé en eso. —suspiró.— Por eso te voy a dar
la opción de que te lleves a un Chuunin contigo como acompañamiento, para
que te sirva de escolta y de niñera…

Kakashi frunció el ceño.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Quiénes están disponibles?

—En este momento... —miró una lista que tenía delante de él.— Hay
muy pocos, pero tu otouto Kimimaro está entre ellos.

—¡Me lo llevo! El tiene una paciencia increíble para tratar con esos
mocosos.

Fin del Recuerdo.

—Nopes… el libro no interrumpe mis sentidos de shinobi. —Kakashi


curvó su ojo en su hermano.

Kimimaro suspiró y se cruzó de brazos, mirando para otro lado. Justo en


ese momento un charco de agua llamó su atención. Sus ojos se abrieron como
platos y giró su cabeza para mirar a su hermano. Kakashi seguía en la misma
posición de antes, pero una de sus manos estaba más cerca de su bolsa del
kunai, haciéndole ver al Chuunin que el Copy Ninja hablaba en serio. A pesar
de estar leyendo, su alerta estaba intacta.

Más adelante, Sasuke y Naruto tenían sus cabezas pegadas, mientras


susurraban y reían maliciosos. Gaara estaba junto a ellos y escuchaba, pero no
emitía opinión. Sakura suspiraba y le mandaba miradas de deseo a Sasuke, de
vez en cuando.

Pronto, sin ninguna advertencia, del charco que dejaron atrás se


materializaron dos hombres con cadenas. Enseguida, Sasuke y Naruto se
separaron para proteger a Tazuna y Gaara formó una barrera de arena junto a
Sakura y él. Los enemigos rodearon el cuerpo de Kakashi con sus cadenas y lo
destruyeron, luego intentaron ir por Tazuna, pero algunos huesos de
Kimimaro, kunais y shurikens de Naruto y Sasuke los detuvieron, por último,
Gaara usó su arena para romper la cadena. En ese momento, el verdadero
Kakashi apareció y noqueó a los dos enemigos.

—Gaara, Sasuke, Naruto… muy impresionante. —sonrió y luego miró a


Sakura.— De todos, no pensé que tú serías la que te congelaras, Sakura…
esperaba más de ti.

La peli rosada agachó la cabeza y dejó caer sus hombros.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Gomen…

—Puedo dejarlo pasar, pero solo por esta vez. —Dijo impasible, luego
se giró para mirar a Tazuna, con los ojos angostados.— Creo que necesitamos
una explicación… ahora, Tazuna-san. —siseó.

Tazuna tembló ante el tono del Jounin, pero terminó por decirles la
verdad acerca de lo que pasaba en su pueblo. Los miembros más jóvenes del
equipo 7, más Kimimaro se terminaron compadeciendo del viejo hombre, así
que acordaron seguir con la misión. Estaban preparados, después de todo.

Muy cerca de allí, se llevaba a cabo una conversación muy importante.

—Así que tienen ninjas de Konoha…

—Hai. —un muchacho vestido como Cazador-ninja se arrodilló frente a


un hombre gigante, que tenía una espada en su espalda y estaba parado sobre
una rama de un árbol.— Son seis shinobis. —Dijo algo desconcertado.— No
pensé que el dinero del constructor del puente le alcanzara como para
contratar a tanto acompañamiento.

—Tal vez el gusano pasó por alto algunos ahorros que pudo tener el
viejo constructor. —hizo una mueca malvada.— Pero mientras más sean
mejor… me estaba aburriendo mucho con este trabajo. ¿Pudiste ver de qué
Aldea eran?

—Eran ninjas de Konoha, Zabuza-sama.

El cuerpo enorme del ninja crispó un poco.

—¿Konoha dices…? —preguntó con voz extraña.

—Hai, Zabuza-sama… llevan el símbolo de la hoja en sus vendas de


metal.

—Mierda… —gruñó cerrando los ojos.

—“Gracias… siempre estaré en deuda contigo…”

—“No me la des… necesitabas mi ayuda y no podría negártela”

—“Aún así… algún día pagaré esta deuda”


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—“Bueno…” —una agradable sonrisa.— “Entonces, si algún día pasas


por Konoha, puedes buscarme…”

—¿Pasa algo, Zabuza-san?

El hombre miró al muchacho que estaba parado frente a él y asintió. No


importa…, pensó comenzando a saltar los árboles para interceptar a los
shinobis de Konoha. Mi deuda no es con todos los shinobis de Konoha… solo
con él.

—Intentaré detenerlos y probar sus fuerzas, Haku. Quédate cerca de allí


e interviene solo en caso que sea necesario.

—Hai, Zabuza-san.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 21: Una vieja deuda.

Zabuza se posó en unos de los árboles que rodeaban al grupo de


Konoha. Sus ojos se angostaron al comprobar que, de hecho, eran seis los
shinobis que acompañaban al viejo. ¿Pero por qué? ¿Es que acaso las fuentes
del Yondaime eran tan buenas que sabían que él estaba allí? ¡Pero si habían
mantenido en sumo secreto que trabajaban para Gatou!

¡Maldición! Pero la prueba estaba allí y sus ojos no lo engañaban. Uno


de los shinobis era nada más y nada menos que el famoso Hatake Kakashi, el
dueño del Sharingan en un solo ojo. Y el otro muchacho… los ojos de Zabuza
de abrieron como platos, siendo él un ninja de la Niebla, el Demonio podría
reconocer esos puntos en su frente en cualquier lugar, los creía desaparecidos,
pero ese muchacho tenía todas las características de los del Clan Kaguya.

¡Doble maldición! Si, al contrario a lo que la gente pensaba, Momochi


Zabuza no estaba loco, pero sí era muy arrogante. Sin embargo, viendo a esos
dos, más los cuatro Genin que los acompañaban, el ninja con la espada no se
engañaba al pensar que los podría derrotar a todos y salir ileso.

Con un gruñido, Zabuza ajustó su espada y se dio media vuelta, para


buscar a Haku.

Una vez que lo encontró, el hombre le hizo señas que lo siguiera y


ambos saltaron por los árboles, para buscar un lugar bien alejado de donde
estaban los ninjas de Konoha.

—¿Qué sucedió, Zabuza-sama?

—Reconocí a los dos adultos. —gruñó.— Si esos dos están en sus


plenos poderes… no creo que los pueda tomar yo solo. Deberemos esperar,
Haku… esperar a que estén separados y entonces atacar. —una sonrisa
malvada de formó en su boca.— Ya lo dice el dicho: ―divide y triunfarás‖.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

En otro lugar.
—¿Falta mucho?

Una vena palpitó en la frente de Sakura y le mandó una mirada


fulminante al rubio. Sin embargo, al ver que su Sasuke-kun querido igual de
irritado que Naruto, decidió no decir nada.

—No. —Gruñó Tazuna.— Ya estamos llegando a mi casa.

Naruto y Gaara miraron lo desoladas que eran las calles de aquel pueblo
y a sus mentes les vino la despedida con su papá. Por alguna razón, Harry
otou-chan le había entregado una bolsa con muchos dulces a cada uno y les
dijo que lo utilizaran como mejor les parezca. Y ahora, viendo a una niña
acercándoseles para pedir algo de comer, ambos sacaron sus bolsas de sus
mochilas y le dieron cada uno una barra de chocolate a la niña. No era mucho,
pero el chocolate tenía muchas calorías que la mantendrían sin hambre por un
buen tiempo.

—Esto es angustioso. —comentó Sasuke.

—Así es. —Asintió Kakashi.— Esto es un claro ejemplo que no todos


viven como ustedes allá en Konoha. En la vida como shinobi ustedes verán
cosas como estas o peores, así que les aconsejo que a partir de ahora vayan
endureciendo su corazón.

Los cuatro preadolescentes hicieron gesto de dolor, pero asintieron,


entendiendo que no podrían hacer nada por salvar a todo el mundo de la
miseria.

Al llegar al fin a la casa de Tazuna, los chicos vieron que, de todas las
casas que habían pasado, la de su cliente parecía ser la mejor. Claro, él era el
constructor del puente y tenía el dinero que a otros les faltaba, pero él
necesitaba esto, para poder terminar con la importante construcción.

—¡Oh, padre! ¡Al fin has llegado!

Una mujer castaña y hermosa se acercó al viejo hombre y lo abrazó con


fuerzas. Los shinobis la miraron con curiosidad y cabecearon con cortesía
cuando ella los miró.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Oh… ¿estos son los shinobis que contrataste? Son… bastantes.

Kimimaro carraspeó.

—Uh, bien… estas fueron circunstancias especiales, señora. La cantidad


no aumentará el precio.

—¡Ah, no! ¡No pensaba en eso! —la mujer se ruborizó ligeramente.


Aunque el dinero no nos sobra precisamente.— Es solo que, como verán,
nuestra casa no está preparada para albergar a tantas personas.

—De eso tampoco debe preocuparse. —Dijo Kakashi, con voz


cansina.— Somos shinobis y estamos acostumbrados a dormir en cualquier
lugar, podremos armar algunas carpas en su patio sin problemas.

—Dormir afuera los hará morir primero. —dijo una voz misteriosa,
asustando a los cuatro Genin. Todos giraron para ver a un niño, de la misma
edad de Hikaru, mirándolos sombríamente.— Gatou los matará a todos…
empezando por los que duerman afuera.

—¡¡Qué dijiste, mocoso?! —chilló Naruto, pero el niño lo miró con


desprecio y se dio media vuelta.

Tazuna y Tsunami, la hija del constructor del puente, suspiraron y


pidieron disculpas en nombre del pequeño Inari, quien estaba amargo por
circunstancias del pasado.

**********

Al día siguiente, como Tazuna dijo que tendría que resolver algunas
cosas antes de ir al puente, Kimimaro se quedó en la casa para ser su guardián,
mientras que Kakashi y el equipo 7 se iban al bosque cercano.

—¡Bien! Su primera lección en esta misión será subir árboles sin usar
las manos.

—¿Sin usar las manos? —preguntó Sakura, confundida.

—¡Ah, sí, lo recuerdo! —Saltó Sasuke.— Mi aniki intentó enseñármelo


una vez.

—¿Una vez? —preguntó Kakashi, enarcando una ceja.


300
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Uh, bien… —se retorció incómodo.— Me frustré porque no me salía,


le grité a mi hermano y él me dijo que no me iba a volver a enseñar si tenía
esa actitud. —frunció el ceño.— Pero mi papá Remus me dijo que no me
apresurara, que ya habría alguien que me enseñara…

El resto del equipo lo miró.

—Maa… maa…

—¿Qué? —gruñó a la defensiva.

—Tsk, eres un perezoso y mimado, teme.

—¡Dobe! —chilló.— ¡Mi papá tenía razón! ¡Kakashi-sensei nos va a


enseñar, ¿o no?! Es su trabajo, después de todo…

—Bueno, bueno… no empiecen a pelear otra vez. —Suspiró


Kakashi.— Ahora miren, yo voy a darles el ejemplo y ustedes tendrán todo el
día para seguirlo.

Y así empezó la lección, Sakura fue la primera en conseguirlo, mientras


que Gaara, Sasuke y Naruto caían no bien ponían dos pies en el tronco del
árbol. Casi al anochecer, el pelirrojo miró con odio el árbol y, al ver que la
arena de la vasija del chico arremolinaba peligroso, Kakashi lo hizo parar.

—No tengo gusto de este ejercicio. —Decretó el chico.— Y yo puedo


usar mi arena para subir árboles.

—El ejercicio se trata de control de chakra, Gaara-kun. —Suspiró el


Jounin.— Y tú sabes que tanto tu aniki como tú lo necesitan. —Gaara frunció
el ceño y su arena pareció moverse con más rapidez.— Sin embargo, ahora
puedes descansar… no es necesario que lo aprendas esta noche. No hagas caso
de esos idiotas…

Los idiotas nombrados eran Sasuke y Naruto, que lucían cansados,


sudorosos y con las ropas sucias, pero no daban su brazo a torcer, ya que
querían sobrepasar al otro, aunque sus adelantos eran muy pobres.

301
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Guarida de Gatou.
Zabuza fulminó al enano que salía de su habitación, por atreverse a
decirle lo que tenía que hacer. Decir que el hombre estaba enojado, era decir
poco.

—¿Qué haremos, Zabuza-sama?

—Necesito información. —masculló, angostando los ojos. Luego de


pensar un rato, miró a Haku.— Tú vas a tener que ir y tratar de obtener toda la
que sea posible, Haku. Intenta asociarte con los Genin y sácale todo lo que
puedas. Dependiendo de eso, daremos nuestro golpe.

—De acuerdo, Zabuza-sama. Mañana mismo lo haré.

.:.Al día siguiente.:.


—¿Dónde están los muchachos? —preguntó Kimimaro, cuando entró a
la casa para recibir su desayuno. Por supuesto, siendo su hermano tan
perezoso, él tuvo que levantar los sacos de dormir y desarmar la carpa donde
durmieron.

—Se quedaron entrenando en el bosque. —dijo Gaara tranquilamente,


mientras tomaba un sorbo de su té.

El ojiverde miró a su aniki, pero Kakashi tenía enterrada la cara en su


novela y no le prestó atención. Suspirando, Kimimaro se sentó para recibir su
desayuno, si su hermano creía que estaba bien que los niños se la hayan
pasado toda la noche en el bosque, él no iba a preocuparse.

En el bosque, Haku caminaba con su cesta, vestido con su yukata


rosada, simulando recoger hierbas medicinales. El mismo había escogido el
disfraz, para darle el aire de ángel que él sabía que tenía. No tuvo que caminar
mucho para encontrar a dos muchachos dormidos en medio del bosque, al
parecer sin preocuparse por poder ser atacados, claro… ellos no sabían que el
gran Momochi Zabuza trabajaba para Gatou y tenía ordenado deshacerse de
ellos.

302
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El chico llegó hasta ellos y se arrodilló en la hierba. Enseguida el


moreno llamó su atención. Sus rasgos eran delicados, pero no femeninos como
el suyo, sino bien formados, como esculpidos; sus pestañas negras eran largas
y tupidas y su nariz muy aristocrática. Inconscientemente, Haku se ruborizó y
sintió amplias ganas de tocar la mejilla que presentaba un corte minúsculo.
Así que, mordiendo su labio inferior, Haku estiró una mano, sin embargo,
cuando estaba cerca de cumplir su capricho otra mano fuerte lo detuvo por la
muñeca y no pudo evitar soltar un jadeo.

—¿Qué? ¿Qué pasa?

Naruto se incorporó de un salto y miró hacia donde estaba Sasuke.


Frunció el ceño al ver como su amigo sostenía con fuerzas la mano de una
muchacha.

Pero ni Haku ni Sasuke prestaron atención al rubio, ambos estaban


ocupados en contemplarse. Haku nunca había visto ojos tan negros y
hermosos. Y estaba sorprendido de que el chico durmiente se haya percatado
de su presencia.

—Um… ¿hola?

Recién notando que se estaban mirando y tocando, ambos chicos se


separaron como si quemaran, desconcertados.

—O-Ohayo. —Musitó Haku.— ¿Qué hacen durmiendo en este lugar?

—¿Qué te importa? —espetó Sasuke.

Haku se ruborizó y bajó la cabeza.

—Awww… no le hagas caso a este teme, él es un bastardo malo. —


Naruto hizo muecas.— Yo soy Uzumaki Naruto, por cierto.

—Haku. —sonrió el chico y estrechó la mano que Naruto le ofrecía.

—¿Haku a solas? —preguntó curiosamente.

—Hai, solo Haku… yo era muy pequeño cuando murieron mis padres…
y no recuerdo mi apellido. —volvió a agachar la cabeza y miró de reojo a
Sasuke.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Soy Uchiha Sasuke. —murmuró el moreno, solo para romper el


silencio incómodo que se introdujo entre los tres, luego de la declaración de
Haku.

—Un gusto conocerlo, Uchiha-san.

—¡Je! ¡Puedes llamarnos por nuestros nombres, Haku-chan! —dijo


Naruto.— Por cierto, ¿Qué haces aquí toda solita?

—Recogía hierbas. —sonrió.— ¿Y ustedes?

—¡Entrenando, por supuesto! ¡Para llegar a ser grandes shinobis como


nuestros padres! —Aleteó sus brazos.— Aunque Sasuke-teme quiere
sobrepasar a su aniki Itachi.

—Hn, dobe. No andes diciendo cosas que no te incumben. —masculló.


Antes de levantarse del piso, hizo un gesto de dolor al sentir la tiesura de sus
músculos.

—¿Vives por aquí cerca, Haku-chan?

—Iie, solo estoy visitando a… un tío. —sonrió.— ¿Ustedes están de


vacaciones? No parecen de aquí.

—Na… sí, somos de Konoha, pero estamos aquí en una misión, siendo
guardaespaldas de un viejo hombre, el constructor del puente. Era un misión
C, pero en el camino nos encontramos con…

—Naruto. —siseó Sasuke, callándolo con la mirada.

—Ah… jejeje. Gomen. —rascó su cabeza.

—¡Oh, aquí están!

Los tres chicos giraron para ver como Kimimaro se acercaba con algo
de angustia en sus hermosas características.

—¡Kimimaro nii-chan, tengo hambre! —chilló Naruto.

—Justamente para eso vengo a buscarlos. No debieron quedarse


dormidos a la intemperie, ¿saben? Harry-sama se enterará de esa impudencia
de mi aniki cuando regresemos.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Awww… no seas tan malo con Kakashi-sensei, nosotros le pedimos


que nos deje entrenando toda la noche. —engatusó Naruto, poniendo ojos de
perro perdido.

—Bien… —suspiró y luego miró al desconocido.— ¿Y tú eres?

—Soy Haku. —se inclinó cortésmente.

—Hatake Kimimaro. —se presentó el otro. ¿Hatake? Pensé que


Zabuza-san me dijo que era un Kaguya, debo de informarle esto.— ¿Eres de
por aquí?

—¡Hai, está visitando a un tío! —Contestó Naruto, no notando la


mirada de suspicacia del Chuunin.— ¡Y ahora dejemos de hablar que me
muero de hambre! —frunció el ceño y miró a Haku.— ¿Te gustaría venir con
nosotros, Haku-chan?

El chico pareció asustado por unos segundos, pero después sonrió y


asintió con la cabeza. Kimimaro no estaba muy seguro de ello, pero si este
muchacho (sí, porque él sabía que era un hombre a pesar de que parecía querer
ocultarlo) resultaba ser un enemigo, era mejor tenerlo cerca y hacer que su
hermano le eche una ojeada. Así que los cuatro partieron a la casa de Tazuna,
con Naruto farfullando sobre cuantas tazas de ramen instantáneo trajo y que se
iba a preparar justo ahora.

Una vez en la casa de Tazuna, Haku fue presentado a todos y se


sentaron a desayunar. Aunque la comida se vio interrumpida por el arrebato de
Inari.

—Mira, mocoso. —dijo Naruto irritado.— Yo puedo haber tenido una


infancia normal, pero mis padres me enseñaron muy bien cómo enfrentar la
vida. Y lo que veo al escucharte y mirarte es a un pequeño cobarde que
prefiere gimotear en vez de actuar.

—¡Naruto!

—El tiene razón. —dijo Sasuke, sondando irritado.— Si vas a seguir


gimoteando sobre cosas sin sentido, mejor te aconsejo que guardes silencio y
mires como nos hacemos cargo de todo. Después podrás gritar a los cuatro
vientos tu insensatez.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los ojos de Inari se llenaron de lágrimas y salió corriendo a su


habitación. Enfurruñados, Sasuke y Naruto engulleron sus alimentos, antes de
cambiarse para volver a entrenar. Kakashi suspiró y esperó a sus alumnos para
volver al bosque, mientras Sakura y Kimimaro acompañaban a Tazuna al
puente, junto con Pakkun, quien le avisaría si sucedía algo malo. Por supuesto,
Naruto insistió en que Haku los acompañara y el chico no dijo que no, después
de todo, había aprendido mucho de sus enemigos en esas horas pasadas con
ellos.

—¿Por qué le dices Haku-chan? —preguntó Gaara, mientras llegaban al


bosque.

—Uh… bueno… porque es un muchacha y me cae bien.

—¿Muchacha? —Haku se esforzó para no temblar mientras los fríos


ojos verdes se posaron en él.— Él no es un muchacha. —negó con la cabeza y
caminó hasta su árbol.

—¡¡Qué cosa?! —chillaron Naruto y Sasuke, abriendo los ojos como


platos. Kakashi curvó su ojo visible en una U y abrió su Icha-Icha.

—No recuerdo haberles dicho que era una mujer. —dijo Haku,
sonriendo inocente.

Sasuke gruñó y miró largamente al muchacho. Haku creyó detectar un


brillo de interés en sus ojos negros, pero lo descartó… él no estaba seguro de
cómo tratar algún tipo de atracción del enemigo en su persona. Era imposible,
porque si los planes de Zabuza-sama salían bien, todas estar personas morirían
al día siguiente.

El chico no hizo caso de la punzada de dolor que causó esa realidad a su


corazón.

.:.Por la noche.:.
—Veo… —asintió Zabuza, pensativo.

—Y si estoy en lo correcto, ellos volverán a entrenar hasta quedarse


exhaustos, así que dormirán en el bosque. Usted puede poner algún tipo de
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Genjutsu en ellos, para que tarden mucho más en despertar, así los otros
cuatro irán al puente sin ellos y podremos atacar, Zabuza-san.

—Sí, es un plan perfecto, Haku. —Sonrió orgulloso en su pupilo.—


Mañana atacaremos entonces. Estate preparado.

—Hai, Zabuza-sama.

**********

Tal y como lo habían planeado, Kakashi, Sakura, Gaara y Kimimaro


fueron al puente, al ver que Sasuke y Naruto todavía no llegaban. No pasó
mucho tiempo hasta que los shinobis sintieran como una densa neblina se
apoderaba del puente y como una voz siniestra se presentaba como Momochi
Zabuza, El Demonio de la Niebla.

—¡Mierda! —Gruñó Kakashi.— ¡Kimimaro, Gaara, protejan a Tazuna!


¡Y tú Sakura, lleva al resto de los constructores a un lugar seguro!

—¡Hai! —corearon, antes de hacer lo que le ordenaban.

—Debo decir que estoy honrado. —murmuró la voz del hombre.


Kakashi destapó su Sharingan, para poder detectar donde estaba su
enemigo.— Siempre oí hablar de ti, Copy Ninja y, desde que lo hice por
primera vez, desee pelear contra ti. —había un tipo de lujuria malvada en su
voz y el mago-shinobi no pudo evitar estremecerse.

Casa de Tazuna.
En la casa del constructor, Sasuke y Naruto llegaban algo
desconcertados. Nunca habían dormido hasta tan tarde y ambos habían tenido
un sueño extraño. El rubio soñó que estaba nadando en un gigantesco tazón de
ramen y el moreno soñó con… Haku. Y no estaban charlando o parados y
quietos, precisamente.

—¿Qué te pasa, Sasuke? Estás algo rojo…

—N-no me pasa nada. —masculló, aumentando la rapidez de sus pasos,


para que Naruto no viera su cara.
307
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sin embargo, estando a punto de golpear, escucharon unos gritos y la


risa de un hombre. Ambos chicos se miraron entre ellos y fruncieron el ceño,
antes de asentir.

El Puente.
Kimimaro estaba luchando a la par con el ayudante de Zabuza, puesto
que tenía absoluto control sobre su bloodline. Sin embargo, mucho a su
horror, cuando unos de sus huesos y los senbons del Cazador-nin se
encontraron, rebotaron entre ellos y fueron a parar donde estaba Gaara. Esto
no hubiera sido un gran problema, si es que el senbon no se hubiera clavado
en su brazo y dibujado un hilo de sangre. Porque… a pesar de que Shukaku
estaba controlado, todavía tenía cierta influencia sobre Gaara y la influencia
crecía cuando había sangre. Era mucho peor cuando era la sangre de su propio
recipiente, puesto que ni Gaara ni Shukaku podían admitir que su cuerpo, que
tenía la protección perfecta de la arena, sea dañado.

—¡Oh, no! —exclamó Kimimaro. Tiró una sucesión de huesos a su


enemigo y corrió hacia donde estaba el pelirrojo, porque vio que el chakra
dorado comenzó a rodearlo.

Y como Haku estaba algo distraído por sentir el chakra demoníaco, no


puedo esquivar todos los huesos y uno de estos se estrelló en su cara,
rompiendo su máscara. Casi al mismo tiempo que eso ocurría, Sasuke y
Naruto llegaron a la escena y miraron sorprendidos como su sensei peleaba
con un hombre con una espada gigantesca y como la arena de Gaara
remolinada junto a él, ya formando uno de los brazos del Tanuki en su
extremidad superior.

—¡Está perdiendo el control del Shukaku! —chilló Kimimaro,


protegiendo a Tazuna con un escudo de huesos.

Naruto intentó acercarse, pero le fue imposible. Todos miraron, con


horror, como Gaara iba tomando cada vez más la forma del Bijuu. Cuando la
primera pata estuvo lista, esta tensó y se fue acercando de a poco adonde
estaba Haku. Los tres shinobis de Konoha miraron para allí y se sorprendieron
al ver la mirada asustada del chico que conocieran hace poco.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Haku!

—¡No puedo creer que sea él! ¡Ese muchacho es nuestro enemigo!
¡Trabaja para Momochi Zabuza! —anunció Kimimaro.

Ambos Genin miraron con sorpresa y algo de traición al chico que tan
bien les había caído. Pero pronto todo se les olvidó al ver la pata gigante que
se le acercaba. Haku intentó protegerse con sus espejos, pero estos fueron
destruidos enseguida. Sasuke sintió su sangre congelarse al ver como la pata
se acercaba al desamparado muchacho. Sin notarlo, empezó a correr, sintiendo
como sus ojo picaban.

Fue como si todo pasara en cámara lenta.

Sus ojos ardieron por unos segundos y al instante siguiente tomaba el


cuerpo de Haku y lo apartaba del camino de la pata hecha de arena, pero no
antes que ésta le cortara la espalda con sus uñas largas.

—¡Uchiha-san! —gritó Haku, horrorizado.— ¿Por-Por qué…? —


musitó, mirando los ojos rojos con dos tomoes que lo observaban con dolor.

—No sé… mi cuerpo se movió solo. —susurró, antes de desmayarse.

—¡Sasuke! —chilló Haku, antes de abrazar el cuerpo sobre el suyo.

Los ojos de Naruto se llenaron de lágrimas y giró para mirar rabioso a


Gaara.

—¡¿Qué piensas que estás haciendo, tanuki-baka?! —gritó.— ¡Deja el


cuerpo de mi hermano en paz!

El pelirrojo solo sonrió malignamente y se movió para poder atacar de


nuevo a Haku, pero Naruto reaccionó, haciendo centenares de Kage Bushins,
creando una especie de barrera alrededor de ambos.

—¡Tonto! ¡No vas a detenerme con eso! —gruñó Shukaku.

—¡Sí lo haré! ¡Yo, Uzumaki Naruto haré que te arrepientas de poseer el


cuerpo de mi otouto y lastimar a mi mejor amigo!

Kakashi y Zabuza estaban cerca de allí, luchando entre ellos, pero


atentos a la pelea que se llevaba a cabo a pasos de allí. Al escuchar el grito de
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Naruto, Zabuza se detuvo en seco y miró a donde estaban los shinobis más
jóvenes.

—¿U-zu-ma-ki? —preguntó, sin creérselo. Miró a su rival.— ¿Ha dicho


Uzumaki? ¿Alguna relación con Uzumaki Harry?

Kakashi angostó sus ojos, pero no relajó su posición de ataque.

—Sí, Uzumaki Harry es su padre. Del rubio y el pelirrojo.

Ante la incredulidad de Kakashi, Zabuza bajó su espada y dejó su pose


de ataque.

—Entonces, me niego a pelear. Le debo mucho a ese hombre y no


puedo atacar a sus hijos. Y sé que si te lastimo, ellos vendrán por mí después.

El peliblanco abrió sus ojos en sorpresa, no pudiendo creer su suerte,


pero vio sinceridad en la mirada de Zabuza, así que se apresuró a llegar junto a
Gaara, antes de que las cosas vayan más lejos. De uno de los bolsillos de su
chaleco sacó un palo corto, delgado y verde, con el mango que parecía ser la
pata de un perro o un lobo.

—¡Naruto, saca tu varita!

—Pe-Pero… ¡papá me lo tiene prohibido enfrente de muggles! —dijo


desconcertado.

—¡Shukaku está a punto de tomar su mente! ¡La magia es lo único que


podrá detenerlo! ¡Anda, no discutas y saca tu varita!

Asintiendo seriamente, Naruto metió la mano en su bolsita de shuriken


que llevaba en la pierna y de ella extrajo una vara semi larga, bastante gruesa,
de color rojo oscuro y el mango parecía ser de oro.

Cuando Kakashi llegó junto a él, ambos apuntaron a Gaara y


exclamaron:

—¡Petrificus Totalus!

Al instante, la arena se levantó para proteger a su recipiente, pero el


chakra del demonio no podía hacer nada ante la energía extraña que era la
magia para él. Por ello, el cuerpo de Gaara cayó rígido al piso, con la arena
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

arremolinando junto a él, que se fue calmando de a poco, al sentir que el


cuerpo de su recipiente no se movía.

—¿Q-qué acaban de hacer?

Naruto miró nervioso a su sensei, sabiendo muy bien que usar magia era
para casos de extremada emergencia, puesto que drenaba mucho la energía del
cuerpo y tampoco podrían usarla ante grandes cantidades de testigos.

Kakashi le hizo un gesto de que guarde silencio y se giró a Zabuza. Pero


justo cuando abrió su boca para dar una mentira o tirarle un Obliviate, Gatou
apareció con un grupo grande de gamberros, revelando su traición hacia
Zabuza.

—Hn, veo. —masculló Zabuza, con una sonrisa repugnante.


Lentamente, levantó su espada, haciendo a los gamberros retorcerse
nerviosos.— Entonces creo que te mataré y luego iré a tu refugio para cobrar
yo mismo mis servicios.

Esa tarde, entre Kakashi y Zabuza, se deshicieron del tirano Gatou.

.:.Al día siguiente.:.


—Cuando Haku tenía siete años, enfermó de muerte… —murmuró
Zabuza, estando sentado en el pórtico de la casa de Tazuna. Adentro, Gaara y
Sasuke se recuperaban de su agotamiento de chakra y heridas,
respectivamente, mientras Haku y Naruto hablaban en voz baja. Sakura y
Kimimaro habían acompañado al constructor al puente, por si acaso.— Yo
estaba desesperado, porque el niño se moría en mis brazos. No tenía dinero y
estaba en un pueblo que no tenía médico, pero me encontré con Uzumaki
Harry y él sacó un palito parecido al tuyo e hizo algo que curó
instantáneamente a Haku. —Momochi levantó la mirada y la clavó con los
ojos grises de Kakashi, que estaba parado, con los brazos cruzados, en la
puerta de la casa.— Tengo una deuda de vida con él, por eso no podía
atacarlos…

—Entiendo. —asintió.— ¿Qué harás ahora?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Zabuza pareció pensativo y miró hacia dentro de la casa, donde vio a


Haku mirando con aprensión el cuerpo lastimado de Sasuke, y como Naruto
acariciaba su hombro y le susurraba algo que lo hizo sonreír un poco.

—Harry-san me dijo que las puertas de Konoha estarían abiertas para


Haku y para mí si es que en algún momento necesitaba estar en algún lugar
por un tiempo prolongado… —volvió a mirar a Kakashi.

—Tazuna-san me dijo que el puente estará listo en una semana… tienes


todo ese tiempo para decidirte. —murmuró Kakashi, antes de entrar a la casa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 22: Instinto.

—Go-go-go-men… —chirrió una voz.

Kakashi rió nerviosamente detrás de su libro, mientras sus ojos se


arqueaban en U. Allí, enfrente de él, sus alumnos y Haku estaba entrenando.
Puesto que el puente no estaría listo hasta tres días, Kakashi fue obligado por
sus molestos alumnos a que les enseñara algo, así que tuvo que pensar algunas
lecciones para que ellos hicieran. Gracias a Kami—sama, Haku se había
ofrecido a ayudar. Así que hoy entrenaban el tiro al blanco.

Ahora, normalmente, Sasuke era el mejor en este rango. Sin embargo,


teniendo a Haku justo junto a él y a Naruto que no era ningún tonto, las cosas
se complicaban.

Desde que Haku y Zabuza se les habían unido y el mayor decidió ir a


Konoha con ellos, Kakashi pudo notar un brillo de entendimiento en sus ojos
azules, cuando veía cuan nervioso se ponía su mejor amigo cada vez que
estaba cerca del dueño del Hyotôn. Y siendo el heredero prestigioso de los
Merodeadores que era, Naruto hacía lo posible por poner en situaciones
desconcertantes a su mejor y nuevo amigo, respectivamente.

Ahora mismo, Naruto le había pedido a Haku que le trajera los kunais
que no dieron en el árbol, el chico aceptó y tuvo que agacharse para ello,
dando un gran panorama de su pequeño trasero a Sasuke, quien en ese
momento estaba lanzando sus propios shurikens y por la sorpresa y desvío de
sus ojos, casi clava a Inari en un árbol.

—¡Idiota! ¡Fíjate para donde tiras esas cosas! —chilló el niño, que si
bien ahora consideraba a sus héroes a los Shinobis de Konoha, todavía sentía
algo de recelo hacia ellos. Sobre todo Sasuke, que gracias a Naruto, Inari lo
consideraba un teme malo.

—Ya te dije que lo siento. —murmuró en voz baja, sus mejillas


ardientes del rubor.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Jujuju… —rió malicioso Naruto, a su lado. Sasuke estuvo tentado a


lanzarle un kunai, pero no quería desconcertarse más enfrente de Haku.

—Bien, pequeños monstruos, ahora pueden descansar… tienen una hora


y después deben volver.

Naruto farfulló contento y exclamó que iba a prepararse grandes


cantidades de ramen, mientras Gaara volvía su arena en forma de kunais a la
normalidad y la manipulaba para que entrara a su vasija. Sasuke recogió sus
instrumentos, todo momento evitando mirar a Haku a la cara, mientras Sakura
se quejaba de que estaba arruinando su perfecta manicura.

Haku siguió a los shinobis de Konoha, con una sonrisa contenta en sus
labios. Hace años que él no tenía la oportunidad de estar con gente de su edad
y bien… hacer lo que gente de su edad hacía.

Una vez solo en el claro del bosque, Kakashi suspiró y cerró su Icha-
Icha, luego giró su cuerpo, para buscar un lugar cómodo donde poder leer
sentado, pero la presencia de Momochi Zabuza, que estaba muy cerca de allí
afilando su espada, lo detuvo.

Kakashi crispó su nariz, mientras el olor que sintiera desde hace días
inundó nuevamente sus sentidos. Al principio estuvo desconcertado por sentir
tal cosa, pero luego llegó a su mente una conversación que tuviera con su papá
hace un largo tiempo.

Recuerdo.
—Papá y… ¿ese asunto de la mezcla de nuestra familia con los hombres
lobos, qué puede llegar a causarme?

—La verdad es que no sé, 'Kashi-chan. —murmuró su papá, mientras se


encogía de hombros. Delante de él estaba Neji, de nueve años, que había
insistido a su papá que peinara su larga y hermosa cabellera.— Si mal no
recuerdo, la mujer que me dio a luz me dijo que era diferente con cada Black,
ella por ejemplo, buscó al hombre más fuerte que pudo encontrar entre los
sangre pura, unos de mis tíos me dijo una vez que buscó una pareja que
tuviera el mismo gusto por la carne semi cruda como él. —hizo muecas.— y

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

yo mismo… busqué a tu padre porque me dio seguridad en esa misión, con él


me sentía seguro. Sin embargo, con el padre de Neji-kun, me sentí atraído por
su poder y entereza.

—Mmhhh… —Kakashi hizo una mueca, no sabiendo como tomar eso.

—Tranquilízate hijo, eres demasiado joven como para pensar en eso.


Sin embargo, cuando estés frente a esa persona, lo sabrás… se podría decir
que es instinto. Puro instinto de lobo…

Fin del Recuerdo.

De más está decir, que esto había desconcertado sobremanera a


Kakashi. Porque no solo era el extraño olor que él sabía provenía de Zabuza,
sino que también había una comezón en su piel que se incrementaba cada vez
que estaba cerca del otro shinobi y eso sin contar esa voz en su cabeza que
decía: “¡Déjalo que te tome!”

Por un largo tiempo en su vida, Kakashi se encontró sin saber qué hacer.

—Hatake.

La voz profunda del motivo de sus pensamientos lo sacó de su


ensimismamiento y Kakashi levantó su mirada. Solo para aterrarse al ver que
Zabuza estaba solo a veinte centímetros de él, enarcando una de sus cejas
inexistentes.

—Er…

—Debes estar profundo en pensamiento, tuve que llamarte varias veces


y acercarme para que me prestaras atención. —murmuró el hombre.

—Sí, bien… —carraspeó incómodo. “¡Oh, qué bello olor!” ¡Basta!,


chilló a su propia mente.— ¿Qué deseas? —espetó, la mezcla de sensaciones
lo tenían un poco a la defensiva.

Zabuza lo miró con algo de suspicacia. El Copy Ninja actuaba raro hoy.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Entrenar. —Se encogió de hombros.— Nuestra lucha en el puente fue


interrumpida, después de todo. —Lo miró haciendo muecas maliciosas,
mostrando sus dientes parecidos a los de un tiburón.— Y quiero saber quién es
el más fuerte de los dos…

Kakashi lo miró con apatía, pero pensó que tal vez algo de
entrenamiento borraría esas incómodas sensaciones por algunos minutos. Así
que el peliblanco cabeceó y se puso en pose de batalla, incitando a Zabuza a
comenzar.

Y la batalla fue excepcional, no hubo duda de ello, pero los cálculos de


Kakashi no fueron como él pensó, puesto que entrenaron hasta el agotamiento
y una rama molesta se interpuso en el camino del shinobi de Konoha, cuando
aterrizó luego de lanzar un kunai a su adversario. El hombre joven trastabilló
y, para no caer, se agarró de lo primero que tuvo adelante, que resultó ser
Zabuza, que había notado que su adversario trastabillaba y lo quiso usar a su
favor. Por supuesto, él no contó con que Kakashi se agarrara de sus tiradores e
hiciera que ambos fueran a parar al suelo del bosque, con Zabuza encima de
Kakashi, en una posición bastante incómoda.

Kakashi estaba con ambas piernas abiertas y con Zabuza perfectamente


encajado entre ellas.

Desconcertado, Hatake sintió como sus sentidos se alborotaban. Con su


nariz casi pegada a la cara de Zabuza, el olor que inundó sus sentidos lo
marearon por unos segundos. Cuando finalmente abrió los ojos, vio que
Zabuza le daba una mirada calculadora y no era otra cosa que lujuria el brillo
que había en sus ojos.

Así que sin más, ya no queriendo luchar, atrajo aún más a Zabuza a su
cuerpo y lo besó.

El beso no tenía nada de romance, era pura lujuria, pasión, éxtasis…


instinto.

Ambos rodaron por el piso, no separando sus cuerpos, buscando una


posición más cómoda y tierra más blanda y sin kunais en donde pudieran
compartir tranquilamente lo que estaban seguro iba a ocurrir una vez que el
beso terminara. A ninguno de los dos le importó que pronto pudieran llegar a
tener compañía, lo único que deseaban era arrancar las ropas del otro y
comenzar a tocar, besar y chupar el cuerpo ajeno.
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Sin saber cómo, porque la desesperación nublaba sus sentidos, ambos se


encontraron desnudos en el pasto del bosque, con Kakashi abriendo sus
piernas descaradamente y con Zabuza zambullendo su boca en el pene del
peliblanco. Los dedos pálidos de Kakashi se enterraron en el cabello corto de
Momochi y gemía y se retorcía son escrúpulos mientras el más grande le daba
la mamada de su vida. Su máscara había desaparecido junto con su ropa y
Kakashi murmuraba lo gustoso que estaba. Zabuza por otro lado, tenía una
sonrisa en su rostro, mientras seguía con sus menesteres, orgulloso de ser él
quien redujera a un paquete maullante al famoso Copy Ninja.

—Za-Zabuza… —jadeó Kakashi agarrando dolorosamente el cabello


del Demonio de la Niebla.

A Zabuza no le importó, solo ronroneó y levantó su cabeza, dejando un


camino de besos por el vientre, estómago y pecho, antes de llegar a la boca de
su amante, donde compartió un beso largo.

—¿Qué deseas, Sharingan Kakashi? —ronroneó contra su oído.

Kakashi rodeó su cuello amplio con sus brazos pálidos y le dio una
mirada traviesa.

—Quiero que entres en mí. —Ronroneó, sus ojos brillando con


lujuria.— Demuéstrame que eres tan bueno en la lucha como en el sexo…

Una mueca se formó en el rostro de Zabuza y aceptó el desafío gustoso.


Sin aviso alguno, levantó las piernas de Kakashi, para que rodearan su cintura,
ubicó su miembro en la entrada del otro shinobi y lo penetró. El peliblanco
arqueó su cuerpo en dolor y placer y dejó salir un aullido. Oh, sí… eso era
muy bueno. No le importaba el dolor, por supuesto, siendo un ninja
experimentado, él había pasado por dolores más atroces en su vida y este, que
estaba cargado de tanta pasión, no iba a incomodarlo. Además, gracias a
algunas clases que tuvo con Remus-san, Kakashi sabía algunos hechizos
curativos que lo ayudarían una vez que todo terminara.

Pero ahora no iba a pensar en ello, en cambio, atrajo a Zabuza para otro
beso y lo incitó a que comenzara a moverse. Momochi no dudó en
complacerlo y pronto se sacó casi por completo del ano apretado de su
amante, para luego enterrarse sin precaución alguna, ocasionando otro grito de
dolor y lujuria de Kakashi. Pero pronto ambos alcanzaron un ritmo y armonía,
era como si sus cuerpos estuvieran hechos el uno para el otro, por la facilidad
317
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

en que el pene de Zabuza encajaba dentro de Kakashi y por lo rápido que


alcanzaron un ritmo para hacer el amor.

Kakashi abrazó a Zabuza como si su vida dependiera de ello, mientras


el más grande escondía su rostro en el hueco del cuello de su amante, donde
murmuraba palabras lascivas y bochornosas, que por supuesto solo servían
para encender aún más a Kakashi, puesto que eran palabras que solía leer en
sus libros preferidos de Icha-Icha. No por nada decían que él era un pervertido
y le agradaba saber que Zabuza tenía ese rango característico dentro de él.

Ellos continuaron su ritmo por otros veinte minutos más, sin separarse o
cambiar de posición, solo estuvieron acostados allí, disfrutando del placer que
le ocasionaba tener sus cuerpos unidos por un lugar tan íntimo. Kakashi fue el
primero que lo sintió, un ardor que comenzó en sus testículos y se trasladó
hacia su bajo vientre, él gimió y arqueó su cuerpo.

—Estoy a punto de llegar… —confesó en un jadeo.

Zabuza hizo muecas y mordió ligeramente la piel del cuello de su


amante, antes de levantarse un poco, nunca parando de menear sus caderas,
para penetrar a su hombre. Luego de encontrar un posición cómoda, las
piernas de Kakashi bien agarradas a su cintura, una mano en el piso para
mantener el equilibrio y sus caderas con buena coordinación, Zabuza usó su
mano libre para comenzar a masturbar a su amante. Si era posible, Kakashi
gimió aún más en alta voz y enterró dolorosamente sus uñas en la espalda de
su amante, dibujando algo de sangre, pero a Momochi no le importó, él estaba
extasiado por ver la cara de puro placer que su mano hacía traer a su amante.

—¡Oh, Merlín!

Zabuza no entendió lo que eso quería decir, pero no tuvo tiempo de


pensar, porque el cuerpo de Kakashi arqueó de una forma que él consideraba
imposible, antes de venirse a borbotones en su mano. El Demonio de la Niebla
cerró los ojos y casi perdió su equilibrio y ritmo al sentir como las paredes del
ano de Kakashi estrangulaban casi su pene. Por lo que solo pudo dar dos
estocadas certeras más, antes de venirse con un grito agudo dentro del cuerpo
de su amante.

Luego de ello, agotado y casi sin respiración, Zabuza cayó contra el


cuerpo de su amante, donde se rezagó solo un minuto, antes de moverse a un
lado, consciente de que estaba aplastando el cuerpo más pequeño de su
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

amante. Y allí se quedaron los dos, esperando recuperar su respiración y


dejando que la sensación post coital abandonara sus cuerpos.

Ninguno de los dos fue consciente de la voz irritada de Naruto que


llamaba para su sensei a unos cien metros de allí.

—¡¿Dónde se metió ese teme perezoso?! —gruñó Naruto, estampando


un pie en el suelo.

Casa de Tazuna.
Zabuza y Kakashi llegaron juntos a la casa del constructor del puente.
El peliblanco dejó sus sandalias en la entrada e hizo una mueca de dolor al
tener que subir el escalón del tatami. Estando con Zabuza desde que ambos
eyacularon (y dándose besos desde el bosque hasta la casa) el shinobi aún no
había tenido tiempo de usar su magia para poder curar sus dolores. Así que,
cojeando un poco, entró a la cocina, donde fue blanco de cuatro miradas
irritadas.

—¡¿Dónde te metiste, Kakashi-sensei?! —Naruto fue el primero en


expresar su enojo.— ¡Te buscamos por todo el maldito bosque y nada que
apareciste!

—Maa… maa… —Kakashi lo despidió con un ademán de su mano.—


Estaba entrando con Zabuza-san, no es justo que solo ustedes entrenen y yo
no…

Nadie notó la mueca maliciosa de Zabuza. Aja… ahora se le dice


“entrenar”. Él rió de su propia broma mental.

Los muchachos parecieron interesados por ello y dejaron su irritación


de lado.

—¿De veras? —Preguntó Sasuke.— ¿Podemos ver como entrenan la


próxima vez?

Kakashi estranguló con el té que le había dado Tsunami y Haku le dio


unas palmadas en la espalda. Zabuza hizo muecas.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No, mocoso. —Gruñó el Demonio.— Él y yo usamos técnicas


secretas que mocosos como ustedes no deben saber todavía…

—¡Eso es injusto! —gruñó Naruto, poniendo mal cara y cruzándose de


brazos.

—La vida no es justa. —dijo Kakashi con gran dramatismo.

Konoha.

Departamento de Obito.
La ceja derecha de Yashamaru crispó y le mandó una mirada irritada a
su compañero de casa. Desde hace una hora que el Uchiha le daba miradas
furtivas que él creía que el rubio no notaba. Pero lo hacía y lo estaba
molestando.

—¿Hay algo mal con mi cara? —pidió con molestia.

Obito saltó y le dio una mirada asustada.

—I-Iie… por supuesto que no.

—¿Entonces por qué no dejas de darme miradas furtivas? —frunció el


ceño en el otro hombre, dejando su libro en la mesa, para cruzarse de brazos y
mostrar con su postura su descontento.

—Um… bien… —Obito rió tontamente y rascó su cabeza.— Pensaba


si… um… si te gustaría ir a comer conmigo al Ichiraku o algo… ¿sí?

El rubio cenizo frunció el ceño y ladeó su cabeza.

—¿A comer… como en una cita?

—Er… —rió nervioso.— Hai. —asintió, con un ligero rubor en sus


mejillas.

El shinobi de Suna lo miró desconcertado por un par de segundos, hasta


que se recuperó y carraspeó.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿No sería extraño? Vivimos juntos después de todo.

—Ano… la verdad es que no lo pienso. Para mí sería mucho más


extraño que, sabiendo que me gustas, no te invite a salir… —Yashamaru
levantó violentamente su cabeza, para mirar al Uchiha, con los ojos anchos.—
Er… —masculló Obito, al darse cuenta de lo que había dicho.

—¿T-Te gusto…?

La cara de Obito simulaba una remolacha.

—Hai…

—Oh… —el rubio mordió su labio inferior.— Entonces pienso…


pienso que… acepto.

—¡¡Yatta!! —Obito saltó de su silla, asustando a Yashamaru.—


¡Entonces salimos esta noche!

Oficina del Hokage.


—¿Tienes hormigas en el cuerpo o qué?

Harry dejó de retorcerse, para mirar los ojos divertidos de su esposo.

—No, no tengo. —masculló.— Solo que… ¿no crees que Naruto, Gaara
y su grupo ya deberían estar aquí?

—Um… —frunció el ceño.— Puede ser… pero esta era un misión que
no tenía un tiempo determinado, tal vez lleguen dentro de esta semana. No te
preocupes. —sonrió.

Me preocupo porque sé lo que puede pasar. Merlín o Kami-sama, por


favor, protege a mis hijos.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Al día siguiente.:.


—Ne, ne, Kakashi-sensei. ¿Si ésta misión resultó ser una de rango A,
nos van a pagar más, ne?

—Probablemente. —Dijo el Jounin, sin apartar la mirada de su libro.—


¿Por qué lo preguntas?

Naruto puso mala cara.

—Mi Otou-san me cortó la mensualidad por la última broma que


hicimos antes de graduarnos… y necesito dinero.

Sasuke y Gaara hicieron ruidos roncos de consentimiento.

Kakashi suspiró y siguió caminando, el hombre podía sentir como


Zabuza asomaba sobre su espalda y trataba de leer su precioso Icha-Icha.
Aunque el peli plata pensó que el otro shinobi no lo necesitaría, puesto que él
pensaba poner en práctica todo lo que leía, una vez que llegaran a Konoha.

Hace solo seis horas que habían salido del país de la Ola, donde Naruto
e Inari se despidieron hechos un mar de lágrimas, mucho al desdén del resto,
aunque Kakashi notó que al chico Haku también se le cayó una lagrimilla.
Ahora todos estaban en camino, con los tres muchachos al frente, seguidos de
Kimimaro, Sakura y Haku y cerraban la caravana él y Zabuza. Lo cual era
bastante bueno, porque al parecer, el otro Jounin no podía mantener sus manos
quietas y de vez en cuando pellizcaba el trasero del dueño del Sharingan.

—Te deseo. —gruñó Zabuza cerca de su oído y Kakashi congeló. Los


demás miembros del grupo lo notaron, puesto que se detuvieron y lo miraron.

—¿Kakashi-sensei? —llamó Sakura.

—Vamos a detenernos por un tiempo. —Dijo despreocupadamente,


aunque podía sentir como el calor se apoderaba de su cuerpo.— No hay prisa
por regresar, así que vamos a descansar antes de retomar la marcha.

—¡Yosh! Ya estaba un poco cansado. —masculló Naruto, antes de


dejarse car muy poco ceremoniosamente sobre la hierba.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El resto de los jóvenes copió sus acciones, aunque con un poco más de
delicadeza.

—Hn. —gruñó Zabuza, antes de caminar hacia lo más frondoso del


bosque que lo rodeaba. Nadie le preguntó para donde iba, se imaginaba que
para hacer cosas privadas.

—Uh, bien… yo voy a asegurar el perímetro. —dijo Kakashi,


guardando su novela.

—¿Deseas que te acompañe? —había algo de suspicacia en los ojos


verdes de Kimimaro.

—No. —Dijo rotundo.— Puedo hacerlo solo, quédate a vigilar a los


niños.

Los ojos del muchacho lo siguieron mientras desapareció, por supuesto,


siendo él tan inteligente, se imaginaba que había gato encerrado en esto. Pero,
la verdad, ni en sus sueños (o suspicacias) más salvajes Hatake Kimimaro se
iba a imaginar que su hermano se estaba acostando con El Demonio de la
Niebla.

Kakashi tomó un camino diferente al de Zabuza, pero luego de solo dos


minutos de perderse de vista de los niños y su hermano, hizo un par de sellos y
fue para donde estaba el otro Jounin.

No bien el humo de su Jutsu de transporte se disipó, un par de brazos


rodeó su cintura y una boca comenzó a marcar su cuello. Kakashi se retorció y
giró, para trabar sus labios con el otro hombre. Kami-sama, esto del instinto
iba a terminar agotando a Kakashi.

Konoha.
Harry hizo muecas y cabeceó a Chuunin que le había traído noticias de
su hijo, antes de levantarse y trasladarse hacia las puertas. Tuvo que esperar
muy poco, antes de ver más figuras de las que esperaba, acercarse a las
puertas. Sin embargo, no fue una gran sorpresa ver que los acompañantes que
traían el equipo 7 eran Momochi Zabuza y su protegido Haku.

323
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Papá! —chilló Naruto, antes de comenzar a correr, para poder


estrechar a su papá con un fuerte abrazo.

—¡Uff! —Bufó Harry.— ¡Naruto! ¡Ya no eres un niño y tu Otou-san


está viejo! —sonrió, mirando a su hijo agudamente, para notar si no había
lesión.— Creo que me has agrietado algunas costillas…

—Je… —sonrió de oreja a oreja.— ¡Eso quiere decir que estoy más
fuerte, no que tú estás viejo, papá!

—Puede ser… —sonrió, sus ojos verdes brillando. Sí, Naruto estaba
más grande, tan grande que le llegaba hasta la barbilla. Luego sus ojos verdes
cambiaron de puesto a la figura pelirroja que se paraba silenciosa junto a
ellos.— Hola, a ti también, mi pequeño pelirrojo. ¿Cómo has estado?

Los ojos de Gaara vacilaron, antes que diera un cabeceo tieso.

—Oh, Gaa-chan. ¿Qué paso? —murmuró, antes de encerrar a su hijo


adoptado en un abrazo.

—Shukaku. —gruñó Naruto, frunciendo el ceño.

Harry tensó y miró a Kakashi en busca de respuestas.

—Creo que será mejor que vayamos al ver al Hokage-sensei. —Dijo


Hatake.— Tengo que hablarle de estas personas que nos acompañan también.

Harry asintió y luego sonrió a los otros dos.

—Zabuza, nos volvemos a ver después de tanto tiempo. —El Jounin


cabeceó en reconocimiento.— Y Haku… —sonrió.— la última vez que te vi
parecías un ángel… ahora pareces una princesa.

Haku se ruborizó y agachó su cabeza, desconcertado.

—Ne, ne, papá. —Naruto rió malicioso.— Haku es un muchacho.

—Lo sé, Naru. Solo estaba bromeando.

—Ah, pero lo que tú no sabes, es que Sasuke si desea que él sea un


princesa, más precisamente un princesa en apuros. Deja que te cuente cómo
activó su Sharingan.
324
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

La cara de Sasuke emparejó la de un tomate.

—¡No te metas donde no te llaman, dobe!

—¡Teme!

**********

—¡Papá! ¡Papá!

Sasuke corrió por toda la casa, ignorando las palabras ultrajadas de los
miembros del Clan que empujaba para encontrar a Remus. Finalmente, abrió
la puerta del despacho de su padre, jadeando de tanto correr.

—¡Papá! ¿Dónde está mi papá?

La ceja de Fugaku se enarcó.

—Hola a ti también, Sasuke. Bienvenido a casa.

Sasuke puso los ojos en blanco.

—Sí, hola. ¿Dónde está mi papá?

—Remus está ocupado, ¿puedo serte útil en algo?

—No, necesito a mi papá. —remarcó las palabras.

La ceja de Fugaku crispó en molestia.

—Sasuke. —dijo Remus sonriente, trayendo una tetera con dos tazas.—
Has vuelto sano y salvo, que alegría.

—¡Papá! —el chico se acercó al hombre lobo, pero no lo abrazó, para


no tirar las tazas. Pero Remus le sonrió, dejó las tazas en el escritorio de
Fugaku y encerró a su hijo adoptado en un abrazo.

—¿Por qué me buscas con tanta necesidad? Mientras venía pasé a


varios parientes indignados por tu carrera.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Estaban en mi camino. —dijo con desprecio. Remus suspiró y estaba


a punto de regañarlo, antes de que Sasuke volviera a hablar.— ¡Pero eso no
importa! ¡Mira!

Ante la incredulidad de Remus y Fugaku, los ojos negros del muchacho


cambiaron al rojo con un par de tomoes. El Sharingan había sido activado.

—¡Activaste tu Sharingan! —Exclamó Fugaku, llegando junto a


ellos.— ¿Cómo?

Ante el desconcierto de ambos padres, Sasuke se ruborizó.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 23: Hacia los exámenes


de Chuunin.

Harry dejó los vasos que estaba lavando de un lado y volvió a perder su
mirada por la ventana. Esa mañana había pasado… Kakashi había nominado
al equipo 7 para los exámenes de Chuunin tal y como previsto. Por supuesto,
Iruka y hasta Kimimaro habían puesto el grito en el cielo, pero se
sorprendieron altamente al ver que él no decía nada. Para entonces, Harry ya
había decidido que prohibir que los niños participaran del examen sería
cambiar demasiado los acontecimientos que el Shinigami le mostrara y eso
podría ser catastrófico.

Falta poco… ¿Tus planes seguirán en pie Orochimaru-sensei?

Saltó al principio, cuando sintió un par de fuertes brazos rodeándolo,


pero se tranquilizó enseguida al sentir la presencia de su esposo.

—Quita esa cara, no va bien con tu belleza lucir tan preocupado.

El mago sonrió y se acurrucó mejor en los brazos de Arashi.

—A pesar de que no haya dicho nada, me da miedo que mis hijos


participen en el examen, anata.

—Mmmhhh, ya me parecía. —murmuró, antes de besar su mejilla.—


Pero ya di las órdenes necesarias para que cuiden de sus vidas, sin interferir en
el examen, por supuesto. Lástima que… —suspiró.

Harry tensó.

—¿Lástima qué…?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Las negociaciones con Iwagakure y Kirigakure se fijaron para dentro


de dos semanas. —suspiró.— Es indispensable que yo esté allí, para que al fin
fijemos una alianza.

—¿Justo ahora?

—Pensé lo mismo. —Frunció el ceño.— Tal parece que desean sacarme


de Konoha, pero no puedo faltar y ya tengo pensado llevarme a los mejores
shinobis conmigo, por si intentan algo y dejaré la Aldea en estado de alerta. El
mismo Sandaime ya acordó tomar mi lugar como anfitrión de los exámenes
cuando me vaya…

Harry comenzó a sentirse nervioso. Todo parecía concordar, el mismo


destino sacaba a su marido de Konoha, puesto que en ataque original él no
estaba aquí. De hecho, Harry dudaba que Orochimaru se decida a atacar si es
que Arashi se quedaba en la Aldea.

—¿Harry? ¿Te sientes bien?

El ojiverde sacudió su cabeza y trató de tranquilizarse.

—Estoy muy bien, supongo que es mi complejo de madre gallina, nada


más. —sonrió.

Arashi hizo muecas y descendió su boca para besar a su esposo. Por


supuesto, él también se sentía intranquilo, sobre todo porque algo en sus tripas
le decía que iba a pasar algo importante en su partida. Pero sea lo que sea,
debería ocurrir y él no debe estar allí.

**********

—¿Exámenes de Chuunin?

Era aterrorizante a veces cuando Sasuke y Naruto hablaban al unísono o


cuando se comunicaban con una simple mirada, como ahora.

—Hai… hai… —dijo Kakashi con pereza, antes de entregarle un


formulario a sus cuatro alumnos.— Será dentro de tres días, así que les
aconsejo que piensen bien si desean entrar. Yo los veré en la entrada, ese
mismo día. —y con eso, él se fue.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Che. —Chasqueó Naruto.— Seguro se fue en busca de Zabuza otra


vez.

—Hn. —Sasuke frunció el ceño.— No creo, mi papá me dijo que


Sakumo-san no fue muy feliz de que su hijo sea novio de un nuke-nin. Hizo
absolutamente un escándalo, hasta me dijo que acusó a Zabuza-san de
violador.

Naruto y Sasuke rieron en alta voz, mientras Sakura se preocupaba


pensando en sí debería entrar al examen o no. Gaara, por otro lado, convocó
su arena y se fue sin decir nada.

En otro lugar.
—Ya estás aquí. —Yashamaru sonrió y volvió a mirar atentamente a su
sobrino. Había sido una reunión bastante torpe la que ambos tuvieron, por
parte de Yashamaru porque todavía dolía el hecho de que su hermana murió al
dar a luz a este niño y por parte de Gaara porque esta persona fue como un
padre, hermano, todo para él, antes de que padre lo vendiera.

—¿Qué aprenderemos hoy? —preguntó con voz cansina. Gaara siempre


iba directo al grano.

—Me han dicho que los nominaron al examen de Chuunin, así que creo
que algunas técnicas más ofensivas te serán necesarias.

—¿Cómo cuales?

Yashamaru frunció el ceño.

—Según mis investigaciones en los documentos del Kazekage, hay dos


que te serían muy útiles a pesar de su ferocidad.

—¿Cuáles? —pidió con impaciencia, en eso se parecía mucho a su aniki


Naruto.

—Sabaku Sousou (Ataúd del Desierto) y Sabaku Kyou (Funeral del


Desierto).

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Gaara asintió con impaciencia y Yashamaru sonrió al ver lo cambiado


que estaba el niño. El rubio no se imaginaba en qué hubiese terminado el
pelirrojo si es que se quedaba en Suna, bajo los cuidados psicopáticos del
hombre que se casó con su hermana. Era un alivio ver que estando en Konoha,
era lo que se podía decir, un niño normal. A pesar de su estoicidad y pocas
ganas de hablar.

—Me voy. —anunció después de tres horas de entrenamiento, teniendo


casi dominada la primera técnica.

Yashamaru abrió la boca para preguntar dónde o al menos darle permiso


de irse, pero el chico ya había desaparecido.

Cerca de allí.
Nara Shikaku suspiró y miró con hastío hacia la puerta. Justo ahora que
había dejado su puesto de vigilancia y estaba por tomar una taza de té,
escuchó como llamaban a ella. Renuente y murmurando sobre cosas molestas,
el hombre se levantó y fue a abrir la puerta. Su ceja derecha crispó al ver al
pelirrojo familiar.

—Gaara-kun… —saludó.

—¿Shikamaru?

—Arriba. —se encogió de hombros.

Gaara asintió y entró a la casa sin decir más. Después de todo, no era la
primera vez que venía. De hecho, Shikaku podía decir que el muchacho
llevaba viviendo prácticamente en su casa, desde hace más de cuatro meses. Él
no sabía muy bien qué cosas se traía con su hijo, pero se daba una buena
idea… aunque no quería pensar en eso.

Arriba, Gaara entró a la habitación de Shikamaru y encontró que el


muchacho estaba acostado en su cama, dormitando.

—Shikamaru.

El descendiente Nara gimió al escuchar la voz y giró en su cama.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Eres tan molesto, Gaara. Tengo sueño. Ven más tarde.

—No… tú eres mío y deseo estar contigo ahora.

Shikamaru puso los ojos en blanco.

—No digas esas cosas, suenas espeluznante cuando hablas de mí con


esa posesividad.

Gaara caminó tranquilamente hasta sentarse en la cama de Shikamaru y


puso una de sus manos en la pierna del otro muchacho.

—No. Eres mío y la gente debe saberlo. —aseguró y lo peor de todo, es


que sonaba convincente cuando lo decía.

Shikamaru suspiró y pensó un momento en si había hecho bien a al fin


dar su brazo a torcer y aceptar los avances de Gaara. El chico había sido
implacable desde que decidió que Shikamaru era ―suyo‖ y estuvo tras él hasta
que el chico lo aceptó. Eso había sido hace cinco meses…

… y ahora ninguno de los dos era ya virgen.

Nadie sabía tal cosa, por supuesto. Aunque Shikamaru sospechaba que
su padre y Harry-sama estaban al tanto.

—Eres tan molesto, Gaara.

—Hn.

Complejo del Clan Hyuuga.


Hyuuga Hiashi dejó la taza de té en su mesa y cerró los ojos. Estos
malditos síntomas eran de lo más fastidiosos, pero estaban cumpliendo un
propósito y eso era lo importante.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Hace algunos meses.:.


—¿Qué fue lo que hiciste? —preguntó Hizashi, frunciendo el ceño en
su esposo que hacía muecas de oreja a oreja.

—Awww, nada mi amor.

El Hyuuga enarcó una ceja.

—¿Y por qué será que no te creo? —se acercó para hacer que los ojos
azules se conectaran con los suyos.— Esa mirada solo te la veo cuando has
hecho algo que te satisface mucho, pero que suele traer dolores de cabeza para
otras personas.

Sakumo puso mala cara.

—Me conoces demasiado bien.

—Llevamos casados más de doce años, Sakumo. Como tu esposo, debo


conocerte… y creo que hasta el más ingenuo se daría cuenta de tu mirada de
victoria.

—Um… bien. —Se encogió de hombros y miró para otro lado.— Es


solo que… obtuve mi venganza y ya.

—¿Venganza de qué?

—De esa perra que me insultó.

—¿Oh? ¿Y qué fue lo que le hiciste?

Las muecas de Sirius volvieron.

—Pensé mucho en qué hacer para darle en donde más le duele. —dijo
con malicia. Esta no era su parte Merodeadora, sino más bien su sangre
Black.— Y me enteré que estaba enamorada de Gekko Hayate.

—Oh, Sakumo, ¿Qué hiciste?

—Hice de Cupido, por supuesto. Y mis esfuerzos se dieron frutos justo


hoy. ¡Los vi besándose! —chilló, riendo como un loco.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Enganchaste a Hayate-san con alguien más? —Preguntó con


incredulidad.— Eso es tan malvado… —suspiró, negando con la cabeza.

Sakumo se encogió de hombros y fue a la cocina a preparase algo de


café. Hizashi, después de quedarse unos cuantos minutos pensativo, siguió a
su esposo y se paró en la puerta de la cocina.

—¿Con quién?

—¿Uh?

—¿Con quién lo emparejaste?

La mueca que su esposo le dio hizo que su estómago se retuerza con


nerviosismo.

.:.Cuatro semanas después de eso.:.


La cabeza del Clan Hyuuga caminaba hacia la Torre del Hokage para
una reunión, cuando de repente se vio jalado hacia un pasillo vacío. Y la
persona que lo jaló no perdió tiempo en estrellarlo contra la pared y comenzar
a devorar sus labios. Normalmente, si algo como esto le ocurriera
desprevenidamente, el estoico Hyuuga ya estaría matando al atrevido con las
famosas técnicas de su Clan, pero el hombre sabía quién era su asaltador y en
lugar de mandarlo el séptimo infierno por su desvergüenza, devolvió el beso.

—Tengo que ir a la Torre del Hokage. —jadeó, cuando se separaron


para respirar.

—Mmmhhh…. Lo sé, me lo dijiste ayer. —ronroneó, dando un beso en


la quijada del otro.— Pero no puedo empezar mi día sin darte un beso.

El mayor permitió que una pequeña sonrisa se formara en su pálido


rostro.

—Si estás libre cuando salga, pasaré por tu departamento.

—¡Perfecto! Te espero…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Después.:.
Hiashi se separó de los labios que lo reclamaban con fervor y miró hacia
el lugar de donde había provenido el jadeo de susto. Su piel se tornó roja al
ver que nada más y anda menos que su heredera los habían pillado.

—Hinata. —dijo con una voz que trató de sonar normal.

—P-p-padre… —inclinó su cabeza y luego sus ojos blancos se


dirigieron al hombre que no dejaba ir la cintura de su padre.— G-G-Gekko-
san.

—Buenas tardes, Hinata-sama. —Hayate inclinó la cabeza


respetuosamente.

—H-H-Hola. —Hinata sacudió la cabeza para borrar de su mente la


visión de su padre siendo aplastado contra una pared y besado por este
hombre.— El almuerzo está servido, Otou-sama. Um… —sus dedos índices
se unieron y comenzó a empujarlos.— ¿Su-su-supongo que G-Gekko-san es
nuestro i-i-invitado a comer?

—Así es… —dijo Hiashi.— Llama a tu hermana, las espero en el


comedor para hablar de algo importante.

.:.Tiempo actual.:.
Hiashi frotó con molestia su estómago, esperando que eso ayude a que
el malestar que sentía se esfumara.

—Kami-sama… no esperé que esto sea tan difícil.

Recuerdo.
—¿Q-Que quieres qué?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Deseo saber el Jutsu que has utilizado para tener a Neji y Kakashi. —
dijo Hiashi seriamente a su cuñado.

Sirius palideció y le mandó una mirada de horror a su esposo. Cuando


pensó en enganchar a su cuñado con Hayate, nunca se le pasó por la mente
que ellos pudieran llegar tan lejos como para querer tener hijos. Pero aquí
estaba Hiashi con solo algunos meses de novio con el experto en espadas,
queriendo engendrar un hijo él mismo.

—P-Pero… —tartamudeó. ¡Merlín! ¡Eso era solo una capacidad que


tenían los magos!— N-no puedes… eso solo es…

—Sé lo que me dijiste. —Siseó con los ojos angostados.— Pero quiero
que encuentres una forma de que pueda hacerlo yo también. —Cerró sus ojos
y tomó varias respiraciones.— Si lo haces, quitaré el sello de la maldición de
la frente de mi hermano…

Fin del recuerdo.

Después de eso, Harry, Remus y Sirius se pusieron en campaña para


encontrar alguna poción o hechizo que pudiera ayudarlos. Todos esperaban
que sea un hechizo, puesto que ninguno de los tres era bueno en pociones,
mucho a su descontento. Pero había algo que hizo que redoblaran sus
esfuerzos en la búsqueda y eso era algo que Hizashi dijo muy sabiamente.

—―Esto podría ser muy bueno, Sakumo.‖ —había dicho una noche,
mientras recogía los libros dispersados por el piso.

Su marido lo había mirado con incredulidad, no sabiendo a qué quería


llegar.

—―¿No entiendes? Si mi hermano tiene un niño varón, dejará de


hostigar a Hinata y Hanabi. Ellas serán niñas libres del peso de ser el siguiente
en la cabeza del Clan, porque estoy seguro que él no les pondrá el sello del
Pájaro Enjaulado. Y un niño varón podrá soportar mejor todo aquello.‖

Con ese incentivo, los tres magos solo tardaron una semana en
encontrar una poción que se usaba junto con un hechizo. Por suerte, era fácil
de realizar y los ingredientes fáciles de encontrar en Konoha o las provisiones
335
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

que había traído Remus consigo. Hayate e Hiashi lo probaron y tuvieron éxito.
Ahora la cabeza del Clan Hyuuga tenía cuatro semanas de embarazo, pero era
un secreto para todo el mundo, excepto los tres magos y sus respectivos
esposos.

**********

—Hey… deseo entrenar.

Itachi enarcó una delicada ceja en su hermano y dejó de lado el libro


que estaba leyendo.

—¿Y me lo dices a mí por qué…?

—Deseo entrenar en el dojo del Clan y padre solo me dejará entrar allí
si es que entreno contigo.

—Sabes que Otou-sama es muy quisquilloso con el Dojo, Sasuke.


Entrena en otro lugar…

Sasuke frunció el ceño y sus labios formaron una línea fina. Cuando
Itachi estaba seguro que iba a comenzar un berrinche, dos de sus trillizos
hermanos entraron haciendo más ruido que una manada de elefantes.

—Sanosuke, Kenshin… —dijo Itachi con voz tranquila.— Estoy


leyendo, vayan a jugar a otro lugar…

—¿Si? ¿Qué dees? —Sanosuke se acercó al hombro de su hermano


mayor y leyó la tapa.—¿I… cha I…cha?

Para sus casi tres años de edad, el poder leer era inverosímil, pero estos
eran Uchiha y la palabra prodigios venía pegado con el apellido.

Itachi carraspeó, cerró el libro y no hizo caso de la ceja enarcada de


Sasuke.

—Nada que les interese, ahora váyanse.

—Idnos, ¿Por qué? —Kenshin frunció el ceño.

—Porque yo lo digo, ahora váyanse, shu… shu…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los gemelos pusieron mala cara y estaban por irse, pero Sasuke los
detuvo.

—¿Dónde está Yuki?

—Nu sabemos. —Dijeron al unísono.— Debe estar duemiendo la


siestecita.

—¿Y ustedes porque no duermen la siesta?

La cara de los niños se agrió.

—La siesta es para dos bebeses. Nosotos ya somos gandes.

Los hermanos mayores pusieron los ojos en blanco.

—Vamos a buscar a Yuki, deseo pedirle algo. —dijo Sasuke,


acarreando a sus hermanos.

—¿Qué cosa? —preguntó Itachi.

—Hn. —sonrió de lado.— Estoy seguro que si él le pide a padre que me


preste el dojo, Fugaku Otou-sama no se podrá negar.

Los cuatro hermanos Uchiha tuvieron que esperar sus buenos veinte
minutos hasta que dieran las cinco de la tarde, dejando que Yuki se despierte
por sí solo. Porque despertar al pequeño niño de su siesta sin que se cumplan
las tres horas exactas podría llegar a ser catastrófico. El pequeño cara de ángel
tenía un muy mal despertar.

—¿Y qué mi vas a dar a cambio? —preguntó Yuki, después de que su


hermano le explicara su plan.

Sasuke lo miró con sorpresa.

—Er… —¿Por qué su hermanito le pedía algo a cambio? ¿Esta era su


sangre Uchiha hablando?— ¿Chocolate?

—Pocholate, está bien. —sonrió encantador, antes de agarrar con más


fuerza su peluche en forma de lobo y dar media vuelta hasta donde sabía que
estaba su padre.

337
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Una vez que llegó al lugar donde estaba Fugaku, golpeó cortésmente y
luego de esperar el permiso, entró poniendo su mejor cara de niño bueno.

—Hola, tesoro. ¿Qué te trae por aquí?

Yuki caminó hasta sentarse en el regazo de su padre, inclinó su cabeza


adorablemente y sonrió de lado, sus ojos dorados brillando por una luz
desconocida. Los otros hermanos que estaban espiando, se maravillaron por la
capacidad angelical que tenía el niño. De hecho, algo dentro del estómago de
Sasuke e Itachi se retorció al pensar en lo popular y hermoso que sería su
hermanito una vez que creciera. Los celos de hermano mayor iban a ser
difíciles de tratar una vez que llegara el momento.

—Suke dice que tene que entenad pada su examen.

—Ah, sí. —Fugaku frunció el ceño.— Estoy enterado de que entrará a


los exámenes de Chuunin que organizará Konoha este semestre. ¿Y tú que
tienes que ver con eso?

—El quede entendad y yo quero verlo… —pestañeó varias veces.—


¿Nos pestas el Dojo para que el pueda entenad y yo verlo?

—Er… —al ver la duda de su padre, Yuki puso mala cara.— Está bien.
—Suspiró derrotado por el poder de esa cara.— Pueden entrenar en el Dojo.
Pero tengan mucho cuidado de no romper nada y lo limpian cuando terminen,
¿ok?

—¡Hai, papi! —chilló con efusión, antes de darle un sonoro beso en la


mejilla al hombre.

Luego de eso corrió hasta la entrada, mientras Fugaku sonreía como un


bobo al ver la ternura de su hijo. No sabiendo que acababa de ser manipulado
por un plan de su hijo del medio que su hijo menor aceptó por un poco de
chocolate.

—Listo. —anunció Yuki, extendiendo su mano.

—Gracias, Yuki. —Miró la mano.— Te daré tu chocolate luego.

—No. —estampó un pie en el piso.— Ahoda.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Es que no tengo y…

—Papiiii… —se dio media vuelta.

—¡No! ¡No! —Sasuke lo detuvo con una expresión de pánico.—


Mira… te daré dinero y le pides a algún primo del Clan que te acompañe a
comprar, ¿sí?

Yuki sonrió.

—Beno.

Sasuke suspiró. Si Yuki decide ser un shinobi, estaría perfecto en la


sección de interrogación. Ningún enemigo podría evitar confesarle todos sus
secretos si pone esa cara…

**********

El equipo siete se reunió un día antes del examen para decidir qué iban
a hacer y llevar. Si bien no sabían de qué se trataban las pruebas, mejor era
estar preparados. Caminando hacia el Ichiraku, los cuatro notaron como una
―piedra‖ los perseguía. Naruto gruñó y Gaara utilizó su arena para destruir la
caja, revelando a tres niños.

—¡Naruto-nii! —chilló uno de bufanda blanca, mirando aterrado al


pelirrojo.

—Hey, Konohamaru. ¡Ah! ¡También están Udon y Moegi! —rió.— Por


cierto, eso no engaña a nadie, deben buscar algo mejor si deciden acecharme.

Los niños pusieron mala cara y se quejaron excesivamente al rubio,


hasta que aparecieron otros tres niños.

—¡Tú! ¡Deja de molestar a mí aniki!

Kazama Hikaru había aparecido y señaló con rabia al Sarutobi. Detrás


de él estaban una niña de ojos blancos y cabello castaño y un niño de cabello
negro y ojos violetas sin pupila. La niña era Hyuuga Hanabi y el muchacho
Maito Gai Jr.

—Hmph. —Konohamaru levantó su nariz en el aire en señal de


petulancia y se cruzó de brazos.— Tú no me dirás que hacer, dobe.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿A quién llamas dobe, usuratonkachi? —chilló Hikaru, frunciendo el


ceño.

—¡¡A ti!!

—¡¡A mí?!

—¡¡HAI!!

—¡Te mataré!

Después de un grito de guerra, ambos niños se revolcaron en el piso,


intentado golpear al otro. Udon y Moegi los miraron con miedo, por otro lado,
Hanabi parecía desinteresada y Mai-chan (como lo llamaban cariñosamente)
alentaba a su jefe Hikaru.

Naruto suspiró y siguió su camino, siendo seguido por Gaara y Sasuke.

—Ano… ¿no vas a detenerlos? —preguntó Sakura, mirando con algo de


aprensión a los niños.

—Na… —dijo el rubio, cruzando sus brazos por detrás de su cabeza.—


Ellos siempre hacen eso. Nunca se lastiman gravemente, así que déjalos.

Los muchachos siguieron caminando, apenas notando que un ANBU


(había siempre uno que seguía al hijo del Hokage, por precaución) bajó para
separar a los niños y reprenderlos por hacer tanto ruido. Sin embargo, a medio
camino se volvieron a detener, ya que Gaara tensó todo su cuerpo, mientras
miraba algo a su derecha.

—¿Gaara? —llamó Sasuke.

El muchacho no les hizo caso, por eso los otros miraron hacia donde los
ojos verdes miraban con tanto interés. Naruto frunció el ceño al ver a una
muchacha rubia y a uno con un traje de ¿gato? Eso parecía. El chico estrujó su
cerebro para saber de dónde se le hacía familiar ese rostro, hasta que por fin se
le prendió la lamparita.

—Gaara… ¿esos no son…?

—Hai. —masculló el chico, antes de darse media vuelta y caminar para


otro lado.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Él sabía que eran sus hermanos de sangre, por supuesto. Pero eso era un
tema doloroso para él. Puesto que cuando él se fue, sus hermanos le mandaban
cartas de seguido, pero después de dos o tres años de que él estuvo en Konoha,
la correspondencia se volvió inexistente. Y a pesar de que Harry Otou-san le
decía lo contrario, el pelirrojo sabía que sus hermanos se habían olvidado de
él. Siempre le temieron, después de todo.

Luego de ese acontecimiento, los niños tuvieron su pequeña reunión,


para después cada uno ir a casa y prepararse para su examen.

Casa de los Kazama-Uzumaki.


—Naruto, ven musuko.

El rubio dejo el ramen instantáneo que estaba por meter a la mochila


que iba a llevar a la prueba y siguió a su papá hasta su habitación. Una vez
allí, levantó sus cejas al ver que su papá sacaba una pequeña caja de madera
de su mesita de luz y como después la agrandaba con magia.

—He pensado en darte esto durante mucho tiempo. —murmuró Harry,


mientras revisaba dentro del baúl.— Buscaba un momento especial y creo que
el examen es el adecuado. —Del baúl de madera, el hombre sacó lo que
parecía ser algo fluido, color gris plateado y que brillaba intensamente.—
Ten…

Asombrado, Naruto lo tomó en sus manos y abrió su boca en sorpresa al


sentir el material. El tocarlo producía una sensación extraña, como si fuera
agua convertida en tejido.

—¿Qué…?

—Es mi Capa de Invisibilidad. Ha estado entre los Potter durante


generaciones… y ahora te pertenece. —sonrió.

Naruto lo miró con los ojos anchos y luego se la puso sobre los
hombros. Dejó salir un grito al ver que nada desde su cabeza para abajo se
veía, todo había desaparecido.

—¡Increíble, dattebayo!
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Harry sonrió al ver la alegría de su hijo.

—Te voy a dar el mismo consejo que me dio la persona que me lo


entregó. ―Utilízalo bien‖. —Acarició la cabeza de su hijo.— Y asegúrate que
nadie, a parte de los miembros de tu equipo, lo vean.

—¡Lo haré, papá! ¡Arigato!

.:.Día del examen.:.


Gaara, Sasuke, Sakura y Naruto se encontraron en la puerta del lugar
donde se llevaría a cabo la primera prueba del examen y se sonrieron.

—¿Entramos?

—¡Por supuesto!

Hasta la muchacha sonaban confiada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 24: La primer y


segunda Prueba.

Harry volvió a vomitar todo el contenido de su desayuno, se quedó


varios minutos abrazando el inodoro, hasta que al final reunió fuerzas para
apretar el botón que llevó todos sus desperdicios. Después se levantó y caminó
hasta donde estaba la canilla de agua, la abrió y se lavó la cara y la boca.
Suspiró varias veces, antes de levantar su cara y mirar su reflexión en el
espejo.

—Esto no me gusta nada. —Frunció el ceño.— ¿Por qué justo ahora?


—suspiró.

Él conocía estos síntomas, por supuesto, ya que los había sentido


durante dos periodos de su vida, en el pasado. Pero ahora los exámenes de
Chuunin estaban comenzando y con ellos el ataque de Orochimaru.

Shinigami no desea hacerme las cosas fáciles, al parecer.

—¿Todo bien…? —la cabeza de Arashi apareció en la puerta del baño.

—Sí, mi amor. —Harry se forzó a sonreír. No había manera de que


pueda decirle sus sospechas a su marido, porque Arashi debería estar fuera de
Konoha para después de la final de la segunda prueba.— Todo está muy
bien…

—Bueno… —frunció el ceño, no muy convencido.— ¿Me ayudas con


mi maleta? Todavía no sé muy bien que ropas llevar.

—Seguro, vamos.

**********

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El equipo 7 entró al lugar donde se llevaría a cabo la prueba y cuando


subieron para ir a la sala correcta, se extrañaron al ver una gran cantidad de
gente reunida en el segundo piso.

—¿Por qué están aquí? —Preguntó Sasuke.— ¿No era en el tercer piso?

—No sé. —Naruto se encogió de hombros y caminó hasta la multitud


de gente. Su nariz se arrugó en hastío al ver la figura familiar de Neji.— ¿Qué
haces aquí, onee-chan? ¿No te das cuenta que este es el segundo piso?

Neji se erizó visiblemente y se giró para fulminar a Naruto con la


mirada.

—No hago nada que te importe, usuratonkachi. —siseó.

—No empiecen a pelear. —Sasuke puso los ojos en blanco y se giró


para ver a los dos muchachos que resguardaban la puerta del salón.— ¿Y por
qué están aquí? Es evidente que eso es una ilusión… —agitó su mano
cansadamente.

Jadeos de sorpresa se escucharon después de la admisión de Sasuke y,


evidentemente, los números de la sala desaparecieron, revelando un Genjutsu.
Ausente el muchacho de pelo negro notó como el extraño compañero del
Hyuuga se declaraba a Sakura, pero él no les hizo caso.

—Hey, dobe. —llamó a su amigo, haciendo que este deje de fulminarse


con la mirada con Neji. Ignorando olímpicamente que reto que le había
propuesto Lee. Él no estaba a punto que cansarse para luchar con este chico
extraño y mucho menos por Sakura… por otro lado, si fuera Haku… Negó
con la cabeza y miró a su amigo que ya le prestaba atención:— ¿Dónde está
Gaara?

—Er…

—Si buscan a su amigo pelirrojo… —dijo la muchacha que formaba


parte del equipo Gai.— El siguió su camino mientras ustedes venían aquí.

Los dos muchachos pusieron los ojos en blanco.

—Seguro es porque Shikamaru ya está arriba. —masculló Naruto.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los chicos entonces se fueron a la sala correcta y por el camino se


encontraron con su sensei.

—¿Qué estuvieron haciendo? Gaara vino hace cinco minutos. —


suspiró.— Quise detenerlo, para que los esperara, pero no hubo caso. —
Frunció el ceño.— Las normas de la prueba especifican que deben presentarse
en grupo de tres o cuatro, en su caso.

—Neji nos detuvo. —gruñó Naruto.

Kakashi levantó ambas cejas y miró a Sasuke, que se encogió de


hombros y le hizo una seña con las manos, para que despidiera el tema.

—Bien, entonces pueden entrar. Espero lo mejor de ustedes. —


murmuró, antes de desaparecer.

Y, efectivamente, el pelirrojo estaba allá arriba, parado al lado de


Shikamaru, con los brazos cruzados y frunciendo el ceño a quienquiera que se
quisiera acercar a él y su novio. Incluso Ino estaba en otro extremo del lugar.
Pero había dos personas que estaban cerca de Gaara y lucían aprensivos, como
si no supieran si acercársele o no. Finalmente, la rubia inspiró hondo y tocó
uno de los hombros del muchacho.

—¿Gaara?

El pelirrojo tensó visiblemente y giró lentamente para mirar a la dueña


de la voz, al mismo tiempo que Shikamaru le daba una mirada de reojo.

—Temari. —Dijo con su voz monótona.— ¿Qué quieres?

—Me recuerdas. —Suspiró aliviada.— Yo… es decir, Kankuro y yo…


quisiéramos poder hablar contigo…

—No haya nada de qué hablar. —sus ojos se angostaron.— Ustedes


dejaron de ser mis hermanos en el momento que dejaron de escribirme.

—Es que tú no entiendes. —Mordió su labio inferior.— Nuestro


padre…

—Ese hombre no es mi padre. —silbó, antes de agarrar un brazo de


Shikamaru y arrastrarlo hasta donde estaban Naruto y los novatos de Konoha.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Gaara… —llamó con un poco de desesperación.

—Déjalo, Temari. —Dijo su hermano, parado junto a ella.— Ya habrá


tiempo de explicarle las cosas.

—¿Y qué sobre la misión que tenemos, Kankuro?

El marionetista miró a su hermano largos segundos, antes de desviar la


mirada y encogerse de hombros. Órdenes eran órdenes y ellos tendrían que
acatarlas, a pesar de que no estuvieran de acuerdo con ello.

Donde estaban los novatos, se estaba llevando a cabo algo peculiar.


Escuchando el rechino de todos, un muchacho con anteojos y cabello blanco
se les acercó para mostrarle unas tarjetas que tenían información de otros
participantes. Naruto había pedido el de Neji, para saber si tenía alguna
debilidad, pero sus ánimos cayeron al ver que su tarjeta era casi perfecta.

Después hubo un momento confuso donde los ninjas del Sonido


quisieron atacarlos, pero el asunto se resolvió rápidamente, con la llegada del
primer examinador.

—Morino Ibiki. —dijo Naruto, haciendo una mueca de dolor.

—¿Lo conoces? —preguntó Sakura.

—Sep, por mi papá Harry. Trabajaron un tiempo juntos, antes que yo


naciera y siempre llevaron una buena amistad. Pero créeme, no es un tipo con
el que deba jugarse. —inquietó.— Y va a darnos un examen escrito…
mierda…

Luego de un breve discurso aterrorizante por parte de Ibiki, todos los


Genin fueron ubicados según un numero que debieron escoger. Naruto fue
ubicado al lado de una muchacha que jamás logró entender, sobre todo, no
entendía como era que ella podía ser tan diferente de su primo el snob, junto a
él estaba Hyuuga Hinata.

Mirando su examen, el rubio frunció el ceño, sí, el no era un dobe como


Sasuke insistía en llamarlo, pero tampoco era el más inteligente de su clase.
Miró para sus costados y puso mala cara al notar que Sasuke estaba usando su
Sharingan para copiar, Gaara su técnica del ojo y Sakura su cerebro de

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

sabelotodo. Sin embargo, Naruto tenía algo que nadie, aparte de Neji, tenía en
este examen. Su varita.

Recuerdo.
—¿Qué haces, papito? —preguntó un Naruto de ocho años, asomando
sobre el hombro de sus papá, mientras este revolvía su baúl.

—Papá está buscando unos libros que trajo de casa, Naru-chan. —


masculló Harry.— Pero no recuerdo dónde pueden estar… tengo demasiados
libros aquí. —suspiró.

—Oh… ¿un libro para qué? —volvió a preguntar, agarrando uno de los
libros que estaba en una pila pequeña al lado de su papá, para leer el título.
Bases mágicas y sus relaciones con sus dueños.

—Tío Sakumo me ha dado una idea hace poco y quiero llevarla a


cabo… —frunció el ceño al notar que entre todos sus libros había traído uno
de Gilderoy Lockhart.— Si es que lo encuentro.

—¿Qué cosa? —pidió con impaciencia.

Harry giró su cabeza y sonrió a su ángel.

—Varitas, Naru-chan. Sakumo y yo queremos que Kakashi, Neji y tú


tengan sus propias varitas.

Fin del Recuerdo.

Y habían pasado años de frustración por parte de su papá y Sakumo oji-


san hasta que finalmente pudieron encontrar la madera y la base necesaria para
cada uno de ellos, por suerte, con la llegada de Remus-san, las cosas habían
mejorado. Porque el primero que tuvo su varita fue Neji, ya que tanto la
madera como un árbol común de Konoha, como la pluma de un águila
funcionaron perfectamente para la suya. Kakashi fue el siguiente, la madera
fue fácil de encontrar, pero no la base, hasta que el mismo Remus ofreció

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

algunos pelos de Moony para ella y le fue perfecto. Naruto solo tuvo la suya el
año pasado, porque tanto la madera como la base tardaron en ser encontradas.

Después de muchos intentos, casi por frustración, Harry decidió usar la


madera de los pedazos de su Nimbus 2000 que todavía guardaba como
recuerdo en su baúl y resultó que fue perfectamente con Naruto. Pero otra cosa
fue la base, con ella agotaron las posibilidades, cabello de todos los que
pudieron pensar, uñas, dientes, plumas. Hasta que Remus volvió a usar su
raciocinio y le dijo a Harry que probara con un diente de su forma animaga.
La varita de Naruto estuvo lista en solo un mes.

Naruto apreciaba mucho su varita, porque estaba formada con dos cosas
importantes de su papi y sobre todo, porque podría sacarlo de una emergencia,
justo como ahora.

—Extractum. —masculló apuntando al examen de Sakura. (N/A: Una


forma de decir ―Revelar‖ en latín.)

En cuestión de segundos, todo el examen de Sakura se reveló en su


hoja, estaba allí, pero al mismo tiempo no estaba, porque solo se podía ver a
los ojos de alguien con magia. Así que, haciendo muecas, Naruto tomó su
lápiz y comenzó a escribir todo lo que venía del examen de su compañera de
equipo. Por supuesto, este hechizo no le había enseñado su papá, ni el tío
Remus, sino que fue una lección secreta del tío Sakumo. Una vez, él fue a su
casa para llevar algo que su papi le había pedido y el hombre lo había llevado
a su estudio y procedió a enseñarle muchos hechizos mañosos que el hombre
aprendió y creó en sus años de estudiante. En su época Merodeadora.

Por supuesto, en las épocas de Hogwarts, ellos tenían profesores o


hechizos que podían detectar estos para copiar, pero en este examen no había
tal restricción y Naruto le sacó el jugo a ello.

Innecesario decir, Naruto había sido más que feliz de aprender todo eso,
siendo que él era un bromista incansable. Lástima que Sakumo-san le había
prohibido usar esos hechizos en su hijo…

Casi al final del examen, Naruto miró satisfecho su hoja. Obviamente,


él no era un tonto y había usado algunas palabras suyas para describir las
respuestas, no un copia de un libro, como lo hizo Sakura. Hasta se había
tomado el trabajo de tener faltas de ortografía, él no necesitaba sacar un diez,
con un siete u ocho se conformaba. Sus padres le habían dicho que estaría bien
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

así. Así que él dejó de lado su lápiz y cruzó sus manos detrás de la cabeza,
sonriendo zorrunamente. Solo tuvo que esperar otros minutos más hasta que
Ibiki diera por terminada la prueba y anunciara que la pregunta 10 iba a
comenzar.

Evidentemente, la explicación de lo que ella conllevaba tomó por


sorpresa a todos los participantes, hasta la hermana de Gaara protestó en alta
voz. Naruto solo frunció el ceño, recordando las indicaciones que le dio su
padre. Él sabía, por supuesto, que siendo él prácticamente un heredero al
puesto de Hokage, no era posible que si no pasaba la prueba, no pudiera
volver a ser shinobi.

Aquí hay gato encerrado…

Su ceño siguió fruncido mientras escuchó las palabras de Ibiki, hasta


que finalmente, siendo la persona de genio corto que era y Gryffindor, según
su tío Remus, Naruto se levantó de su asiento y señaló con un dedo acusador a
Ibiki.

—¡Ya deja de parlotear, viejo hombre! —La ceja derecha de Morino


crispó.— ¡No voy a salir con la cola entre las piernas, así que ya puedes ir
diciéndome cual es esa 10 pregunta! ¡Estoy seguro que voy a pasar! ¡No tengo
ningún miedo!

Ibiki se cruzó de brazos y fulminó a Naruto con la mirada.

Tan parecido a su padre, pensó con hastío. Aunque muchos insisten que
hay mucho de Harry-san en este mocoso, yo todavía no logro verlo.

Y fue así como Ibiki aceptó, con renuencia, que todos pasaron la
primera prueba.

Frente al Bosque de la Muerte.


—Hey, hey… —susurró Sasuke a su amigo.— ¿Esa no es la madre del
niño que se junta con Hikaru-chan?

—Hai. —susurró Naruto, estremeciéndose.— Ella es una mujer


casada… pero insiste en vestirse de esa forma tan indecente…
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Ambos muchachos chirriaron y se separaron cuando vieron pasar un


kunai entre medio de ellos, pero el objeto de metal cortó parte de la mejilla del
rubio, haciéndolo sorprenderse. Instantes después, Mitarashi Anko apareció
detrás del Uzumaki, y acarició su mejilla con la suya.

—No creas que porque estás lejos no te escucho, mocoso. Y para que
sepas, mi marido tiene mucho gusto de mi atuendo... así como yo tengo del
suyo.

Una gota de sudor cayó en la cabeza de Naruto al recordar los atuendos


de Maito Gai y en ese momento él decidió que ellos eran tal para cual.

Luego de eso hubo otro momento confuso, donde una Genin


espeluznante de la Hierba se acercó a ellos para devolver el kunai, haciendo
ponerse en alerta a Anko. Pero luego ella dejó ir al rubio y comenzó a explicar
las reglas de la segunda prueba y les hizo firmar una hoja donde aceptaban
entrar y tomar toda responsabilidad sobre sus acciones.

—¿Tu padre aceptó esto? —preguntó Sasuke, mientras leía su hoja.

—Er… debe ser, ¿Por qué?

—Porque él es todo sobre protector contigo y tu hermano, no puedo


creer que haya aceptado que hagas una prueba donde puede ser que mueras.

—Él debe haber tomado recaudos. —fue Gaara el que contestó.

Naruto bufó y mandó miradas sospechosas hacia los arboles de


alrededor, pero no pudo notar nada.

El líder del grupo misterioso de la Hierba, por otro lado, si notó un par
de ANBU's que estaban cerca del equipo siete.

—Estarán altamente vigilados todo el tiempo. —Siseó a sus


compañeros.— Así que deberemos esperar a que llegue el momento exacto en
que pueda tomar mi venganza de Harry-kun.

—¿Y qué hay de los otros? —preguntó otro del grupo.

—Se nos está permitido matar. —Sonrió de lado.— Así que será muy
sencillo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Con todos los equipos colocados enfrente de sus puertas, Anko dio la
señal de inicio y todos entraron al Bosque.

—Ewww… —chasqueó Naruto, mirando con desdén los insectos


gigantes que había en el lugar.— Esto me recuerda a los cuentos del Bosque
Prohibido de mi papá.

—¿Bosque Prohibido? —preguntó Sakura.

Sasuke le dio un codazo a Naruto. Ella todavía no estaba al tanto de la


vida pasada de Harry, Remus y Sirius, sabía que podían hacer algo de magia,
pero no todo el pasado que había detrás de ello.

—Supongo que si vamos a estar como mínimo cinco días aquí, debo
contarte algo. —suspiró el rubio y cuando estaba por abrir la boca para hablar,
la arena de Gaara se levantó protectora y voló a uno de los árboles, donde un
shinobi de la lluvia salió despedido.

Estando Sasuke, Naruto y Gaara en un mismo equipo, lograron


neutralizar en cuestión de segundos al intruso y luego retomaron la marcha.

—Si este está aquí, el resto del equipo no debe estar muy lejos. —
comentó Gaara.

—Entiendo lo que tratas de decir. —Secundó Sasuke.— Podremos


buscar a los otros y así obtener nuestro primer pergamino.

—¿Nuestro primer? —preguntó Naruto, confundido.

—Hai, Naruto. —Asintió Gaara.— Mientras más obtengamos,


dejaremos a más competidores fuera, aumentando nuestras posibilidades de
pasar el examen final.

—Es una buena decisión. —murmuró Sakura.

Con esa decisión tomada, los muchachos siguieron las pistas que el
ninja de la lluvia había dejado, para buscar al resto del equipo y su pergamino,
con Naruto contándole a susurros algunas cosas relacionadas con la magia a la
peli rosada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Parece que Harry-kun ha enseñado muy bien a sus niños, pensó el nin
de la Hierba que estaba escondido bajo tierra. Ellos tres juntos pueden darme
un buena lucha, pero son esos ANBU's los que me molestan, además… Harry-
kun no es tonto y habrá utilizado algún tipo de su don misterioso para
avisarle si su hijo está en peligro. Creo que mi meta de probarlos en el bosque
deberá ser cancelada…

La noche llegó al bosque y ellos encontraron refugio bajo unas raíces de


un árbol gigante. Estaban cansados, porque tuvieron que recorren un amplio
camino antes de encontrar al resto del grupo de la Lluvia, no fue difícil
derrotarlos, pero a su decepción, encontraron que tenían el mismo pergamino
que ellos. Pero al menos eran un grupo menos.

—Hey… tengo algo que quiero mostrarles y nos será útil durante la
noche. —susurró Naruto.

—¿Qué? —preguntó Sasuke.

Haciendo muecas, Naruto metió la mano en su bolsillo y de ahí extrajo


la Capa de Invisibilidad, haciendo que sus otros compañeros abrieran la boca
en sorpresa.

—¿Qué es…? —murmuró Sakura en maravilla, tocando casi con


reverencia una de las puntas de la Capa.

—Una herencia de la familia de mi papi. —dijo Naruto, acariciando su


capa con una sonrisa encariñada.— Me la dio para que la usemos en el
examen. Creo que ahora es un buen momento. Es bastante larga para cubrirnos
a tres de nosotros. Nos hará invisible e imposible de que alguien nos vea.

—Y el cuarto deberá quedarse de centinela. —Agregó Sasuke.— Es un


excelente plan.

—¿Pero de donde consiguió algo así tu papá? —quiso saber Sakura.

—Es otro de los misterios que envuelven a mi papá, que te contaré en el


futuro, Sakura-san. —Dijo Naruto.— Ahora vamos a descansar, mañana
seguiremos.

El grupo entero asintió y Gaara se ofreció como el primero para tomar


guardia. El dormía muy poco, después de todo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

**********

—Anda… ven a acostarte ya… —engatusó Fugaku, al ver que su


marido no dejaba de mirar por la ventana, abrazándose y mordiendo su labio
inferior.

—¿Crees que estarán bien?

—Lo estarán. Están absolutamente preparados para pasar todas esas


pruebas.

—¿Pero el Bosque de la Muerte? —se dio vuelta frunciendo el ceño,


mirando a Fugaku con reproche.— ¿Por qué tuvieron que escoger una
localización así?

—Oh, Remus. —Suspiró y se sentó en la cama.— Es costumbre darle


carta blanca al examinador para que escoja la prueba que mejor le parezca y
Anko, bien… ella es un tanto especial.

Los labios de Remus se juntaron tanto que formaron una línea fina.

—Espero por su bien que nada le pase a mi cachorro. —gruñó, sus ojos
dorados brillando por la protectividad que despedía su bestia interna.

Fugaku se estremeció, muy pocas personas sabían que el amable y


sensible Uchiha Remus tenía esta parte salvaje en su personalidad. Algo que
encantaba a la cabeza del Clan, por supuesto.

En otro lugar.
Zabuza se acercó a la ventana, en toda su gloria desnuda, no
preocupándose si alguna persona que regresaba tarde a su casa podría verlo.
Frunciendo el ceño, miró la luna, esta estaba un tanto roja, como si presagiara
algo.

—¿Qué pasa? —preguntó una voz perezosa desde la cama.

—Nada. —se encogió de hombros. Eran suposiciones nada más.—


Aunque me gustaría saber cómo van los mocosos.
353
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Awww… no sabía que mi grupo te preocupara.

—No es tu grupo en particular. —gruñó.— Es Haku… —suspiró y negó


con la cabeza.— ha estado fastidioso y melancólico desde que el Uchiha le
dijo que iba a entrar a ese examen. —puso todo el desdén que pudo reunir al
nombrar el apellido.

—Soy un Uchiha también.

—Tú eres mezcla. —Zabuza giró y tuvo que cerrar los ojos, ya que su
libido amenazó con despertarse al ver a su amante estirarse sin pudor en la
cama, exhibiendo cada parte de su piel desnuda.

—Estarán bien. Yondaime-sama ha puesto a dos de sus mejores


ANBU's como vigilantes del grupo 7. Puede ser que se dañen, pero por nada
del mundo morirán. —Los ojos grises de Uchiha-Hatake Kakashi brillaron
mientras adoptaba una pose sexy.— Ahora regresa a la cama… que tengo frío.

**********

El segundo día fue todo un éxito para el equipo 7, porque no solo


lograron encontrar el pergamino que les faltaba durante la mañana, sino que
por la tarde también se encontraron con el equipo Ino-Shika-Cho. Aunque solo
Gaara estuvo feliz por ello. Como ya habían decidido que no se iban a atacar
entre miembros de la misma aldea, los chicos buscaron un lugar seguro para
sentarse y compartir una cena.

—¿Dónde están Shikamaru y Gaara? —preguntó Chouji, mientras


mascaba ansioso la comida que había preparado Sakura.

Por alguna extraña razón que él no pudo definir, las orejas de Sasuke y
Naruto se tornaron rojas, mientras Ino y Sakura se ruborizaban ligeramente.

—Oh, Chouji. —Ino rió nerviosamente.

—¿Qué? —frunció el ceño.

—Er… deben estar por ahí. —masculló Naruto.

—¡¡OH!! ¡¡SIIII!!

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El grito había venido desde no muy lejos y todos los presentes se


ruborizaron. Hasta el despistado, hasta ahora, Chouji podría entender lo que
significaba ese grito de pasión. Así que todos solo continuaron comiendo,
tratando de ignorar los pequeños grititos que venían desde unos árboles más
allá.

¡¡Como me gustaría tener el valor de ir a espiarlos!! ¡¡Shannaro!!


Sakura apenas podía controlar a su Fangirl del Yaoi interna.

A la mañana siguiente, Shikamaru decidió que su grupo y él se irían por


otro camino. Él no dijo la razón, pero nadie se atrevió a preguntar tampoco,
porque se lo imaginaban. ¿Quién se iba a imaginar que el callado y estoico
Gaara era una máquina sexual que no podía mantener sus manos alejadas de
Shikamaru? El pobre Nara huyó, sabiendo que su trasero no iba a terminar
bien si seguía dos días más casi solo en un bosque con su novio.

Por el camino se encontraron con aquel Genin de las tarjetas, ¿Kabuto?


¿Cómo el Pokemón? Y decidieron que irían todos juntos a la Torre del centro
de Bosque. Más allá, se encontraron con otro grupo de la Lluvia, que les
dieron una pelea un poco más dura que el primero, pero lograron derrotarlos,
obteniendo otro pergamino para su colección de cuatro.

—Bien, aquí nos separamos. —Anunció Kabuto, una vez que


estuvieron frente a una de las puertas.— ¡Suerte, chicos!

—¡Igualmente! —dijo Naruto, sonriendo en el muchacho de anteojos.

Después de eso, se dieron media vuelta y entraron.

En otra habitación.
—¿Qué tienes para mí, Kabuto?

—He recopilado todos los datos de la segunda prueba. —dijo el


muchacho, entregándole tres tarjetas a su amo, que resultó ser el Sanin
Orochimaru.— Todos ellos me han sorprendido, sobre todo el hijo del
Yondaime-sama. Por alguna razón misteriosa, ninguno de nosotros podríamos
encontrarlos en la noche… y estoy seguro que tiene que ver con el muchacho
rubio.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Eso no lo dudes, Kabuto. Kukuku… Harry-kun siempre tenía una


sorpresa bajo la manga y estoy seguro que le ha pasado esas cualidades a su
hijo. Estoy impaciente por probarlas…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 25: Enfrentamientos


preliminares.

Fue Iruka quien los recibió una vez que entraron por una de las puertas
del edificio. Él les sonrió y se tomó todos unos quince minutos en revisarlos
minuciosamente para ver si no tenían alguna herida. Luego había suspirado y
explicado el significado de lo que decía el pergamino pegado en la pared.
Después de eso, ellos pasaron a otro salón, donde esperaban el resto de los
Genin que habían llegado ya. Ellos estaban antes de tiempo, así que solo el
equipo de la Arena estaba en el lugar.

Gaara miró con impasibilidad a su hermanos, un poco interesado en ver


con quienes estaban. Reconoció vagamente al que debería ser su Jounin-
sensei, pero no recordaba su nombre. Al que sí no conocía era al Genin que
estaba con ellos. Lo único que pensó es que era grotesco. Porque el muchacho
de cabello marrón oscuro, tenía cuatro brazos, casi parecía una araña.

—¡Yo! —Fue el saludo perezoso que escucharon desde atrás.— Son los
segundos en llegar, felicidades.

Naruto hizo muecas.

—¡Somos los herederos de los Merodeadores, dattebayo! —Exclamó,


levantando un puño en el aire.— Hubiésemos llegado antes si Gaara no se
entretenía asustando con su nueva técnica a unos Genin que nos encontramos.
—miró rencoroso a su hermano.

—Es preferible que los use en ellos, antes que ustedes. —se encogió de
hombros, antes de cruzar sus brazos y mirar para otro lado.

Los otros tres miembros del equipo se estremecieron. La verdad era que
las técnicas eran un tanto espeluznantes. Y no, muchas gracias, ellos no
querían ser encerrados en un ataúd de arena.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Bien… —suspiró Kakashi, como si estuviera muy cansado.— Como


llegaron antes de tiempo, pueden ir por aquella puerta, —dijo señalando una a
la derecha.— y buscar un habitación que está adaptada para los que llegan
antes. Allí encontraran comida, un futón para cada uno y artículos de limpieza
personal. Nos veremos cuando se complete los cinco días de la prueba. —
dicho eso, hizo los sellos necesarios para desaparecer en un remolino de hojas.

Se miraron entre ellos, después de conocerlo por tanto tiempo, todavía


les desconcertaba la apatía de Hatake Kakashi.

—Será mejor que vayamos a buscar una habitación. —Masculló


Sasuke.— En verdad deseo bañarme y dormir cómodamente.

—Che, eres muy delicado. —Bufó Naruto.— Cuando tengamos más


rango tendremos que pasar días o meses durmiendo en lugares incómodos.

—Tsk… tú no creo que tengas problemas con eso. Puedes realizar un


encanto que te ponga cómodo donde sea. —siseó envidioso.— Pero yo no
podré, así que tengo que aprovechar el poder dormir cómodamente cuanto
pueda.

Naruto sonrió zorrunamente y dejó que Sasuke ganara esta pequeña


batalla verbal. Porque era verdad lo que el pelinegro decía, Naruto, así como
su abuelo James, era experto en Transfiguraciones y podría producir un
colchón de una rama cualquiera.

.:.Días después.:.
Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, y el equipo 7 fue
convocado de nuevo al salón grande donde estuvieron en un primero lugar.
Naruto se alegró de ver a todos los novatos allí, sumados a un equipo del
Sonido, el de la Arena, el de Kabuto y, mucho a su desdén, el equipo de
Hyuuga Neji. Él ni hizo caso, por supuesto, de que sus ojos se rezagaron un
poco más de tiempo en el cuerpo de Neji, para ver si no tenía alguna herida.

—Bienvenidos a todos. —la voz de su padre lo trajo de sus


observaciones. Su padre vestía como un Jounin común esta vez, solo llevando
el sombrero de Hokage en su cabeza, lo que lo sorprendió.— ¡Felicitaciones

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

por pasar la segunda prueba! —él hacía muecas de oreja a oreja.— Primero
que nada, quiero explicarles el verdadero motivo de esta prueba…

Mientras su padre comenzaba a hablar sobre algo que no le interesaba,


Naruto miró más allá de su papá. Pudo ver que había Jounins y algún Chuunin
ocasional parado detrás de él. Entre ellos se encontraba su papá Harry, Iruka,
Kimimaro nii-chan que se ruborizaba porque Itachi estaba parado al lado suyo,
su sensei y el de los otros equipos y otros Jounin que no conocía. Lo extraño
ver que el Sandaime estaba allí, luciendo un atuendo formal.

Un gemido general lo trajo de nuevo de sus cavilaciones.

—Lo sé, lo sé. —sonrió y levantó sus manos, intentado aplacar.— Pero
esto es una prueba, que se deberán tomar como de vida o muerte. Son muchos
y en la tercera prueba no podemos permitirnos combates inútiles, ya que se
dispone de corto tiempo. Es por eso que una preselección es inevitable. Así
que, lo que se sientan con la fuerza y capacidad necesaria quédense, el resto
puede retirarse. ¡Hayate!

—¿Señor? —El Jounin se hincó frente a su Hokage.

—Estarás encargado de la preselección, Genma-kun de la tercera


prueba, encárgate de anunciárselo.

—¡Hai! —Arqueó respetuosamente y luego dio vuelta para mirar a los


Genin.— El que no desee seguir, por favor levante la mano.

Al final, solo dos levantaron sus manos y el equipo 7 se sorprendió al


ver que era Kabuto era uno de ellos. Quien no solo había llegado con ellos
hace casi dos días, sino que también se veía saludable. El otro era el tercer
miembro desconocido de la Arena, que lucía tan saludable como todo su
equipo. Desconocido para ellos, su verdadero Jefe, Orochimaru, le había
pedido que renunciara, porque no era necesario que los shinobis de Konoha
conocieran sus habilidades antes de tiempo.

—De acuerdo, entonces, tengo un anuncio más que hacer. —Dijo


Arashi, tomando un paso adelante.— Mis deberes de Hokage me impiden que
pueda quedarme más tiempo en Konoha y, por lo tanto, en este examen…

—¡¿Qué?! —chilló indignado Naruto y un tanto lastimado también. ¿Su


padre no iba a estar aquí para verlo convertirse en Chuunin?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Arashi le mandó una mirada de disculpa.

—Debo partir ahora, pero el Sandaime ha aceptado, en mi pedido, el


tomar su ex puesto de Hokage mientras yo no estoy. Él será el anfitrión por
parte de Konoha, hasta que yo regrese. Les deseo mucha suerte a todos.

—¡Arigatou, Hokage-sama! —fue la respuesta a coro.

El rubio cabeceo quedamente y luego se dio vuelta para entregar su


sombrero de Hokage al Sandaime, cabeceó a Itachi, quien lo siguió, para
luego tomar la mano de su marido y llevarlo afuera del salón.

Ninguno notó la mueca de desprecio que apareció en el Jounin del


Sonido, cuando vio como la pareja salía de la mano.

—Muy bien entonces, —dijo el Sandaime, dando un paso adelante,


colocándose el sombrero en la cabeza.— ahora comenzaremos.

**********

—¿Cuídate mucho, está bien? —Harry abrazó a su marido, grabando en


su memoria el hermoso aroma que despedía de su cuerpo.

—Hey, hey, hey, solo me voy por un mes. —Arashi hizo muecas.—
Estaré aquí antes de que te des cuenta.

—Lo sé, pero… solo ten cuidado. No deseo que nada malo te pase.

—No me pasará nada. —Besó a su esposo con fervor.— Me llevo a mis


mejores shinobis, ¿Qué cosa mala podría sucederme?

No me preocupo por lo que te pase a ti, sino lo que pueda llegar a


pasar aquí, pensó angustiado. Sin embargo, se la manejó en darle una sonrisa
a su marido.

—Tienes razón, pero aun así, cuídate por favor.

—Harry-chan, —lo tomó de las mejillas y lo obligó a mirarlo a la


cara.— ¿Hay algo que no me estás diciendo?

Harry lo miró por largos segundos a esos ojos azules hermosos,


rasgados en decirle o no decirle la verdad. Si Arashi se quedaba, estaba seguro
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

que destruirían los planes de Orochimaru, pero si eso pasaba, las


conversaciones con Iwa se perderían. ¿Debo decirle al menos lo del bebé?
No… eso lo retrasaría al menos un día más aquí y necesito que se vaya ahora,
si quiero que Orochimaru tenga la suficiente confianza como para seguir con
su ataque.

—No pasa nada. —Murmuró sonriente.— Es solo que, no sé, he estado


algo melancólico. Contigo afuera y Naruto con esta prueba, solo tendré a
Hikaru-chan como compañía.

Arashi le dio una mirada que le decía que no le creía del todo, pero
después hizo muecas.

—Me aseguraré de decirle a Rin que te visite de seguido. —lo besó.—


Nos vemos, mi amor. —Miró al ANBU que se paraba estoico a su lado.—
Vamos Itachi.

—Hai, Yondaime-sama. —arqueó hacia Harry.— Nos vemos, Harry-


sensei.

—Hasta luego, Itachi. —Los miró irse con un nudo en el estómago.—


Cuídense, por favor.

Después de estar parado largos minutos afuera, Harry recolectó sus


fuerzas para volver a entrar. Él no era tonto y estaba al tanto que el Jounin-
sensei del equipo del sonido era Orochimaru disfrazado. Pero por ahora
debería de hacerse el distraído y esperar a que las cosas se desarrollaran tal
cual como el Shinigami le mostrara en sus visiones.

Una vez adentro, Harry llegó justo al momento en que Sasuke derrotaba
a un Genin de Konoha y se paraba arrogante cuando lo anunciaron ganador,
mientras Naruto y Sakura vitoreaban por él. Cuando Sasuke lo miró, él le
sonrió y asintió con la cabeza. En verdad estaba sorprendido en cómo había
resultado este chico, teniendo a su familia de su lado y, por sobre todas las
cosas, a alguien tan correcto y cariño como Remus Lupin. Del Sasuke que el
Shinigami le había mostrado en sus visiones no quedaba nada, tal vez solo la
arrogancia, pero ese era un rasgo característico de todo Uchiha.

Las siguientes peleas no llamaron mucho su atención, aunque lo


sorprendió saber el verdadero motivo por el cual Sakura e Ino rompieron su
amistad. No pudo evitar poner los ojos en blanco y pensar que el motivo era
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

bastante idiota, sobre todo, porque Remus le había confirmado sus


suposiciones, el hecho de que era evidente que Sasuke tenía gusto de hombres,
más específicamente de Haku. Cuando el tablero volvió a cambiar, él miró
hacia allí e hizo una mueca de dolor al ver el nombre de su hijo y uno de sus
mejores amigos.

—Ah, mierda. —gruñó Kiba, bajando por las escaleras.— De todos, me


tenía que tocar contra Naruto.

—¿Tienes miedo, Inuzuka? —le llegó una voz burlona desde atrás.

—Eso quisieras, Kazama.

Harry pestañeó, sintiendo un sentido de deja vú. Esto casi le recordaba a


su segundo año en Hogwarts, durante el club de duelo, cuando se enfrentó a
Draco Malfoy. Sin embargo, las circunstancias eran muy diferentes, puesto
que estos dos eran mejores amigos, no peores enemigos.

—¿Listos? —Preguntó Hayate y ambos asintieron.— ¡Comiencen!

Y los niños comenzaron de hecho, era una lucha difícil, puesto que los
dos se conocían muy bien y no era fácil encontrar una debilidad en el otro.
Pero eventualmente, la mañosidad y astucia de Naruto, fueron el ingrediente
principal para cocinar su triunfo. Harry frunció el ceño un poco, porque había
sentido a su hijo utilizar magia, más exactamente un hechizo Confundus,
cuando Kiba levantó todo ese polvo alrededor de él y, gracias a que el Inuzuka
quedó desorientado, Naruto pudo dar el golpe final. ¿Eso no era trampa? Bien,
técnicamente, los ninjas tenían autorización de usar todo lo que tuvieran en su
arsenal.

Miró para arriba y vio que Kakashi enarcaba una ceja en él, mientras
Hayate anunciaba al rubio como ganador de la pelea. El Copy Ninja curvó su
ojo en un U y se encogió de hombros. Lo hecho, hecho está, parecía decir.
Harry suspiró. Su querido hijo tenía más de Slytherin de lo que dejaba ver.
Igual que su papá, pensó encariñado.

Unos murmullos lo atrajeron de nuevo a la realidad y enarcó una ceja,


vio como Neji bajaba tranquilamente hacia el lugar de pelea, y por eso levantó
su mirada hacia la pantalla. Sus tripas se retorcieron en un mal presentimiento,
cuando vio que el cartel señalaba dos nombres Hyuuga Hinata y Hyuuga-
Hatake Neji.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Mierda. —masculló.

—¡Patea su culo engreído, Hinata! —gritó su hijo, alentando a la


muchacha.

Normalmente, Harry hubiese reprendido a su hijo por usar ese


vocabulario, pero esto era serio. El Hokage sustituto lo llamó una lucha
interesante, pero tanto él, y por lo visto Kakashi, no esperaban que nada bueno
saliera de esto.

Finalmente, ambos primos estuvieron frente a frente y la lucha


comenzó.

—¡Auch! —Naruto cerró un ojo.— Neji está siendo particularmente


duro.

—Creo que él no tiene mucho gusto de su prima, de nadie de la familia


de la rama principal, si es que debo decir. —anunció Rock Lee, mirando la
pelea junto a ellos.

—¿Uh? —el rubio ladeó su cabeza, confundido.— Pero el tío Sakumo


dijo que ellos son felices viviendo allá. ¿Por qué entonces no le agradan?
¿Kakashi-sensei?

—Porque mi otouto no es ninguno ni lo otro, Naruto. —suspiró.— Neji


fue criado más como un Hatake que un Hyuuga. Él es como un intruso en ese
lugar.

—Oh. —frunció el ceño, viendo por primera vez al muchacho desde


otro punto de vista. Naruto no se podía imaginar vivir en un lugar donde sea
desdeñado o tratado como un intruso que no debería estar allí.

Sin embargo, al prestar nuevamente atención a la lucha y escuchar todo


lo que Neji estaba diciéndole a su prima, hizo que su sangre hirviera.

—… eres una inútil que no sirve para nada. —dijo con despreció y
después sonrió de manera burlona.— No es novedad para mí el enterarme que
tu propio padre este buscando el tener un verdadero heredero con otros
métodos. —los ojos de Hinata se abrieron como platos, al mismo tiempo que
los de Hayate se entrecerraban. ¿Cómo él sabía?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—N-No… —tartamudeó ella.

—No tiene sentido que lo niegues, debes afrontar la realidad. Eres


incapaz de ganarte la atención de tu propio padre.

—¡¡Claro que es capaz!! —gritó Naruto desde las gradas.— ¡¡Y lo


demostrará derrotándote en este momento!! ¡¡Vamos Hinata, tu puedes!!

—Dobe. —Sasuke puso los ojos en blanco, pero frunció el ceño


mirando la pelea. Neji no le caía del todo mal, pero todo eso que le estaba
diciendo a la muchacha era muy cruel. Aunque él sabía que había un motivo
más ulterior del porque de esas palabras tan duras.

Neji miró con desprecio hacia donde estaba el rubio. Hasta él la elige
por encima de mí, pensó, llenándose de un odio y decepción inexplicable.
Intencionalmente, evitó mirar a su hermano, porque sabía que él no iba a estar
de acuerdo con lo que estaba diciendo o haciendo. Pero él no entiende, no
podría…

Y el combate se volvió más vicioso después de eso.

El puño de Kakashi se cerró dentro de sus bolsillos, mientras que la


agitación crecía dentro de él. Hinata estaba sangrando y no quería parar, y su
hermano no estaba midiendo sus acciones. ¿Por qué hacía eso? No se suponía
que su hermanito se volviera un ser rencoroso cuando su padre tomó la
decisión de dejar la casa de los Hatake para irse a vivir a donde los Hyuuga.

Después del último golpe que dejó a Hinata tirada en el piso, pero
todavía con ganas de pelear, Kakashi les mandó una mirada a sus colegas y
ellos asintieron. Si esto se le salía de las manos el pequeño Hyuuga-Hatake,
iban a tener que interferir. Hizo una mueca de dolor, cuando escuchó a Naruto
pedirle a Hayate que no parara la pelea. Ese idiota, no puede ver que ella ha
llegado a su límite. O mejor dicho, al límite en que mi hermano puede
contenerse de no hacer un daño más severo.

—¿Deseas seguir? —preguntó con un burlo desdén.— Para ser la hija


del Jefe del Clan, has resultado una completa idiota. No sé cómo es que el tío
Hiashi pensó en algún momento el querer dejar el destino del Clan en tus
hombros.

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—Te equivocas, Neji. —Murmuró la muchacha.— Soy feliz por mi


padre, nunca lo había visto tan contento antes. Yo no tengo problemas con lo
que él haga por el bien del Clan, pero parece… parece que es a ti a quien le
molesta no ser el elegido para llevar el destino del Clan en sus hombros.

Los ojos del muchacho se angostaron y tomó una pose que aumentó la
alarma en quienes la conocían. Hayate sabía que esa pose no tenía nada que
ver con alguna técnica del Clan o inclusive algún Jutsu. Neji se preparaba para
usar magia en contra de su prima.

—¡Basta, Neji! ¡El combate ha terminado!

En un abrir y cerrad de ojos, el chico se vio rodeado por su sensei, el de


Hinata, Hayate y su propio hermano. Kakashi sostenía su mano y utilizó su
propia magia para neutralizar el hechizo sin varita que el muchacho estaba a
punto de lanzar en la heredera.

—Es suficiente, Neji. —Dijo Gai.— Me prometiste que no te ibas a


dejar llevar por tus pensamientos con respecto al Clan de tu padre.

—Suéltenme. —gruñó, separándose bruscamente de todos. Menos de


Kakashi que aún tenía un apretón duro sobre su brazo.— Ella es un inútil que
debe ser demostrada lo mucho que humilla tenerla como miembro del Clan.

—Maa… creí escuchar siempre que no te considerabas uno de ellos.

Neji le mandó las peores de sus miradas a su hermano, mientras que


Hinata caía al piso. Naruto, Sasuke y Lee llegaron a socorrerla.

—¡Te pasaste idiota! —le gritó el jinchuuriki al ojiblanco.— ¡Deberías


meterte con alguien que pueda seguir tu ritmo y fuerza!

—¿Quién, tú? ¿Otro niñito mimado? —preguntó con desdén.

—¿Deseas comprobarlo?

—Es suficiente. —Harry apareció al lado de Naruto y posó una mano en


su hombro.— Los combates deben continuar e Hinata necesita ir al hospital.
¿Kurenai?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hai, me haré cargo. —ella se arrodilló junto a la muchacha.—


¡¿Dónde están los curadores?!

—Vamos, Neji. —dijo Gai, agarrando por el hombro al chico.

—No, espera. —dijo Kakashi, cruzándose de brazos y mirando a su


hermano.

—Puedo manejarlo, mi rival. —frunció el ceño.

—Pero esto es una cuestión de familia, Gai. Y creo que mi hermano y


yo debemos aclarar algunos puntos.

Neji miró asustado por unos segundos a su hermano, pero después


limpió toda expresión de su cara y siguió a Kakashi a una de las habitaciones
adjuntas del lugar. Una vez allí, el menor se sentó en un banco de madera,
mientras su hermano iba a sentarse al borde de ventana.

—No sabía que te sentías así.

—¿Y cómo podrías saberlo? —espetó.— Desde que nos mudamos,


nunca nos has visitado tan seguido como antes.

—La gente crece, Neji y con ello nuestras responsabilidades.

—¡Pero no estabas allí! ¡Ni tú ni Kimimaro! —Gritó, asustando a su


hermano por su arrebato.— ¡Nos están para ver las miradas que nos dan o los
murmullos! ¡No escuchan como se refieren a papá como ―la puta que sedujo al
gemelos de la cabeza del Clan‖! ¡Tú no sufres la soledad que tengo al vivir en
un lugar lleno de gente que son mi familia, pero que me desdeñan por como
vine al mundo!

—Ah… Neji. —suspiró Kakashi, caminando hasta sentarse al lado del


chico. Una de sus manos viajó hasta la cabeza castaña y lo atrajo hasta su
pecho, porque su hermano había comenzado a llorar después del primer grito.

—Tú no ves a papá darle sonrisas falsas a aquellos que ni siquiera


esperan que él esté lejos, para murmurar en su contra. Pensé que al menos los
de la Rama Derivada nos iban a tratar bien, pero ni ellos lo hacen. Ellos dicen
que soy el pequeño privilegiado, que se vio librado del sello, por… Kami, hay
tantos rumores. Cuando tenía diez escuché que uno de ellos decía que papá se

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acostaba con el tío, para que él no me pusiera el sello. —Kakashi apretó más
fuerte a su hermanito contra él y dejó que el chico desahogara toda su
amargura.— ¿Por qué… por qué te fuiste hermano?

—Ya te dije, Neji. Crecí y mi momento de vivir lejos del ala de mi


padre había llegado.

—¡Pero tu tendrías que estar allí para defendernos!

—¿Defenderlos de qué? —Levantó la cabeza de Neji para mirarlo a la


cara.— ¿De unos simples murmullos de gente envidiosa que no tiene nada
más que hacer que criticar?

Los ojos de Neji se angostaron.

—¿Te burlas de mis sensaciones?

—No, no me burlo. Peor tú debes saber que nuestro padre ya está


acostumbrado a todo ello. Lo más probable es que ni siquiera le moleste.

—¡Claro que le molesta, yo lo veo!

—Bien, puede que tengas razón, a cualquiera le molestaría en algún


grado eso. Pero, como te dije antes, papá está acostumbrado ello. Estoy seguro
que recuerdas la historia de los Black y la abuela Walburga. Papá ya pasó por
esto cuando era adolescente y lo supo afrentar con toda la madurez que un
chico de su edad tendría.

—Papá se fue de su casa. —murmuró, volviendo a apoyar la cabeza en


el pecho de su hermano.

—Porque allí no tenía apoyo, aquí te tiene a ti y a su marido que tanto


ama. Estoy seguro que si en la casa de los Black hubiese tenido alguien que
amara y que le dijera que se quedara, él lo hubiese hecho.

—Pero… yo no puedo ser como él. No puedo soportar las miradas, los
murmullos, el desdén. Es demasiado para llevar, un día de estos no lo
soportaré y les haré saber que tan Hyuuga soy.

—Eres demasiado joven como para llevar tanto rencor, otouto. —


suspiró.— ¿Te haría mejor si te prometo ir a visitarte todos los días?

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—No podrías mantener esa promesa.

—Maa… maa… solo dame un voto de confianza.

—Eso no cambiará nada. —Lo miró esperanzadoramente.— ¿Podrías


decirle a papá que nos mudáramos?

Kakashi suspiró y cerró los ojos.

—No. —Los ojos de Neji se angostaron.— Debes entender, hermano,


que papá tomó la decisión que ir allí, sabiendo que algo como esto podría
pasar y lo aceptó, lo aceptó porque ama a tu padre y sabe que él es feliz
viviendo en el complejo de su Clan, a pesar de todo. Además, si papá se va de
allí, les estaría dando la victoria a los otros, ¿no crees?

—Pero…

—Pronto tú necesitarás tu propia independencia y te irás de aquel lugar.

—¡Nunca dejaré a papá solo con esos buitres!

—Ah, pero… —su ojo se arrugo en una U.— ¿Qué pasará cuando
quieras tener sexo? ¿Dejarás que te cojan bajo el mismo techo que viven tus
padres?

—¡Kashi nii-san! —chilló infantilmente, rojo de vergüenza.

Kakashi rió y salió de la habitación, dejando que su hermano piense en


lo que acababan de hablar. No lo sorprendió ver a su papá parado al lado de la
puerta, con los brazos cruzados.

—¿Escuchaste todo?

—Sí. —suspiró Sirius.— Y lo sabía, lo supe desde hace mucho… pero


no pensé que podría hacerlo sentir de esa manera. Neji es como yo de muchas
formas, pero parece que no tiene la misma disposición de tomar las cosas
como yo lo hice cuando era niño. Por supuesto, en aquel momento tenía a
James, Remus… y Peter. —Agregó renuente.— Y Hogwarts, claro está, que
me ayudaban a olvidar lo que vivía en mi casa. Pero Neji casi ni tiene amigos,
está muy pegado a nosotros y resultó ser más serio de lo que esperaba. Él tiene

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

más rasgos Black de lo que deseo. Casi me recuerda a mi pequeño hermano.


Regulus era así.

—Y el tío Regulus terminó haciendo una tontería, porque se guardó


todo su sufrimiento dentro de sí. —dijo Kakashi.

Sirius le mandó una mirada asustada.

—Tienes razón. —Asintió frunciendo el ceño.— Hablaré con él, hijo.


Neji necesita saber que esos idiotas no me incomodan para nada y que me
tiene, me tiene y te tiene para que pueda hablar cuando lo necesite.

—Bien, yo tengo que irme. Todavía falta que Gaara pelee.

—Ok, yo entraré para dar un poco de sentido a los pensamientos


confusos de mi bebé.

—Lo has mimado demasiado. —acusó.

—Sí. —le dio una sonrisa triste.— Esto es mi culpa, lo sé. Cometí un
error contigo, Kashi. —Acarició la mejilla del menor.— Me dejé llevar por mi
pena y te descuidé cuando más me necesitaste. Cuando nació Neji, quise
cambiar todo eso, prestándole más atención de la que necesitaba, al parecer.
Quise enmendar mi error con él, pero terminé cometiendo otro.

—Nunca me quejé por tu crianza.

—Pero me necesitaste y no estuve para ti.

—Está bien, papá. —negó con la cabeza, dándole una mirada sincera al
mayor.— Yo te entendí, me costó, pero entendí los motivos de tu depresión.
No te culpo de nada.

—Gracias, hijo. —Le dio un abrazo bien apretado.— Ahora vete, el


chico Akimichi estaba peleando cuando llegué, ahora ya debe ser el turno de
Gaara.

—Hai, nos vemos después, Otou-san.

Sirius asintió en su hijo, antes de que él desapareciera en un remolino de


hojas. Después, golpeó ligeramente la puerta donde estaba su hijo y lo
encontró mirando por la ventana.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Una moneda por tus pensamientos.

—¡Papá! —jadeó asustado.

Sirius hizo muecas y abrió los brazos, para incitar a su hijo a que lo
abrazara. Neji sonrió de lado y corrió a abrazarlo, sintiéndose contenido en
esos brazos fuertes. El animago le había prometido a su hijo mayor no
mimarlo demasiado, pero lo que más necesitaba Neji ahora era un gran
achuchón.

**********

—¿Dónde estabas, Kakashi-sensei? ¡Gaara está a punto de pelear! —


exclamó Naruto al verlo.

—Maa… fui al baño, pero había una cola muy larga, pero como estaba
muy apurado, tuve que ir hasta mi propio departamento para poder hacer pis,
pero allí me encontré con Zabuza y él quiso…

—¡Entiendo, entiendo! —se tapó los oídos, un ligero rubor creciendo en


sus mejillas.— ¡No tienes que decirme de tus cosas pervertidas!

Kakashi sonrió y se dio vuelta para prestar atención a la pelea que


estaba por iniciar.

—¿Cómo está Neji? —preguntó Sasuke en un susurro.

—Estará bien. —anunció curvando su ojo.

Sin que ninguno de los dos lo notara, Naruto había prestado atención a
la respuesta de su sensei. A pesar de que lo que había hecho a Hinata, algo
dentro del rubio se preocupaba por ese engreído.

Finalmente, todos miraron hacia el centro del lugar, para ver la pelea
más emocionante que hayan visto jamás. La arena de Gaara competía contra la
velocidad de Lee y se podría decir que estaban mano a mano. El pelirrojo
miraba un poco irritado de que su pelea esté durando tanto, pero no podía
hacer nada para derrotar al muchacho, sobre todo cuando éste comenzó a abrir
sus Puertas.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sin saber muy bien qué hacer al respecto, Gaara miró hacia donde
estaba su sensei y Kakashi le dio una mirada penetrable.

—¡La arena no es lo único que tienes, Gaara! —fue el grito de su


hermano lo que le dio la idea de cómo derrotar a este rival.

Casi con dolor, con su escudo perfecto derrotado, Gaara se levantó del
piso y adoptó una pose de ataque muy parecido a la de Naruto. Desde
pequeños, ambos fueron entrenados con el Taijutsu de los Kazama, solo que
por tener su arena, él no estaba acostumbrado a usarlo.

Con una velocidad que nadie hubiese pensado que alguien tan pequeño
podría tener, Gaara usó su arena para que lo impulsara hacia donde estaba un
desprevenido Lee. Gaara usó cinco golpes seguidos, todos conectados con su
blanco, el último en el estómago, que sacó todo el aire de sus pulmones al
rival.

Lee solo tuvo tiempo de mandarle una mirada incrédula, antes de caer
desmayado.

—¡Sí! ¡Lo lograste, otouto! —chilló Naruto, saltando al piso para


abrazar a su hermano.

Gaara estaba deslumbrado, al final, no fue la arena en la que tanto


confiaba la que lo llevó a la victoria, sino el Taijutsu que se negaba a usar, a
pesar de los gimoteos constantes de su padre para que aprendiera.

—¡Con esto terminamos las preliminares! —Anunció Hayate.— Todos


los ganadores, háganse presentes.

El Hokage sustituto se encargó de dar en breve charla a los ganadores,


para que después Anko pasara con una urna con números para que ellos
escogieran uno y así saber quién sería su rival en la tercera prueba.

—¡Qué bien! —chilló emocionado Naruto, al ver que su primera pelea


sería contra Neji. Je… ahora vas a ver teme.

Sasuke, por otro lado, palideció considerablemente al ver que le tocaba


con Gaara.

—Mierda. —masculló.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Afuera.
—A partir de ahora comenzaremos a movernos, Kabuto. —anunció
Orochimaru a su mano derecha.— Mi próximo recipiente estará en la tercera
prueba y lo daré mi sello, antes de matar a mi ex sensei.

—Hai, Orochimaru-sama. —arqueó respetuosamente.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 26: La calma antes de


la tormenta.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no nos vas a entrenar?! ¡Kakashi-sensei!

El grito estridente que vino de una de las áreas de entrenamiento hizo


estremecer a más de uno de los que estaban cerca para escucharlo.

—Maa… maa… no dije que no los iba a entrenar, dije que no los iba a
entrenar a todos juntos, Naruto. Hay una diferencia. —respondió Kakashi, con
pereza.

—¿Entonces qué tienes pensado? —preguntó Sasuke, frunciendo el


ceño.

—En vista de que la mayor parte de mis estudiantes pasó a la tercera


prueba —comenzó a hablar, sin mirar a sus alumnos y leyendo su libro.—, he
decidido que sería más beneficioso para ustedes que cada uno tenga su
profesor particular.

—Pero…

—Es necesario —interrumpió, antes que Naruto vuelva a fastidiar.—.


Gaara y Sasuke se conocen desde chicos y prácticamente saben a la perfección
cómo lucha el otro. No puedo entrenarlos juntos si es que el fin es que se
derroten.

Viendo la sabiduría en las palabras de su sensei, el pelirrojo y el Uchiha


se miraron y cabecearon en entendimiento.

—Es verdad. —afirmó Gaara.

—Y tú te vas a enfrentar a mi otouto, Naruto. Yo sé como pelean los


Hyuuga y qué clase de trucos él puede tener preparados para ti. Sería injusto

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

de nuevo, uno porque llevo ventaja al saberlo y otro, porque tampoco quiero
que derrotes a mi hermano —El rubio bufó.— Previendo eso, le busqué
profesores a cada uno.

—¿Quiénes? —quiso saber Sasuke.

—Para ti, pensé en un principio en tu propio padre, pero él es jurado en


la tercera prueba así que… —suspiró.— Me temo que yo tendré que hacerme
cargo de tu entrenamiento y Obito acordó ayudarme —miró a Gaara.— Tu tío
Yashamaru-san seguirá entrenándote con técnicas para tu arena. ¿Está eso
bien?

—Hai. —cabeceó.

—¡Ne! ¡Ne! ¿Y qué conmigo, Kakashi-sensei?

—Pues… —suspiró largamente.— Jiraiya-sama está en Konoha y ha


insistido en que quiere entrenarte.

—¡¿Qué?! ¡¿Qué?! —Gritó aún más escandalosamente.— ¡¿Ellos te


tienen a ti y a Yashamaru nii-chan y yo consigo al Ero-sennin?!

—Jiraiya es un Sanin, Naruto —dijo un tanto irritado—. Además,


Harry-sama dijo que él los va a supervisar, para que Jiraiya-sama no haga
ninguna de las suyas mientras te entrena. Él dice que no quiere que tú seas
pervertido.

Naruto bufó.

—Bueno, si mi papá va a estar allí, no voy a seguir quejándome. —se


cruzó de brazos.

—Perfecto. —Cerró su libro y arqueó su ojo en U.— Hoy deben


descansar y mañana comenzarán sus entrenamientos. —Dicho eso,
desapareció en un remolino de hojas y humo.

Sasuke y Naruto suspiraron cansados y se despidieron, antes de partir a


sus casas. Gaara sólo cabeceó un saludo en su amigo y luego siguió a su
hermano.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

**********

—Mou. —Uchiha Obito hizo un puchero y se aferró más fuerte al


cuerpo que tenía entre sus brazos, negándose a levantarse a pesar de que el
despertador llevaba cinco minutos sonando.

—Si no querías ayudarlos, hubieses dicho que no. —dijo su amante,


estirando una mano hacia la mesa de luz de Obito para apagar el despertador.

—No podía decir que no. —suspiró, volviendo a atraer al otro cuerpo en
una posición más cómoda.— Si le decía que no, Kakashi-teme iba a buscar la
forma de vengarse de mí y él es un genio en hacerme sufrir. Sasuke, por otro
lado, es un mocoso mimado, y seguro le iba a ir con el chisme a su papá y
Remus-san puede ser un tanto… salvaje, si alguien trastorna a uno de sus
―cachorros‖.

—Bueno, Obito, si lo pones así. —suspiró intentando separarse, pero el


otro estaba pegado como una sanguijuela.— Pero tú tampoco estás ocupado
con nada importante, no te cuesta nada ayudar a tu sobrino, es sólo un mes.

Los ojos de Obito brillaron con lágrimas de cocodrilo.

—Te pones de su lado. —gimoteó.

El rubio suspiró e intentó separarse de nuevo.

—¿Déjame ir, ne? Yo también tengo cosas que hacer.

—No, no, no. Si tengo que pasar largas horas con el teme y el mimado,
voy a necesitar una sobrecarga de ti, para poder soportarlo. —hizo muecas y
se zambulló hacia la boca de su amante, mientras una de sus manos viajaba al
miembro semi despierto.

—Obito. —Jadeó Yashamaru, luego de separarse.— Hentai.

—Awww. No es como si es la primera vez que tenemos sexo mañanero.


Vamos… —engatusó, besando ese lugar sensible que sabía que su pareja tenía
en el cuello.— una sola vez y ya.

Yashamaru cedió, su pene estaba demasiado despierto como para decir


que no, en este momento. Él había estado viviendo bajo el techo de este

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

particular Uchiha sólo dos semanas, cuando el otro hombre había llegado
bebido, asustando a Yashamaru, puesto que había entrado a la casa haciendo
más ruido que una manada de rinocerontes. Se había enojado mucho y gritado
otro poco, pero todo fue inútil, puesto que Obito no le escuchaba, ya que
estaba tirando en el sillón, mirando un poco verde. Suspirando con
resignación, había llevado al hombre al baño, ayudándolo a desvestirse y
tomar una ducha. Justo cuando lo estaba por meter en el agua, el Uchiha había
tomado su rostro por una mejilla y le había hablado.

—―Eres tan hermoso.‖ —había dicho, mirándolo con maravilla, como si


él fuera una pintura hecha por el más famoso artista. Él no pudo evitar
ruborizarse.— ―Me di cuenta de eso hoy y por eso bebí, porque si llegaba a
casa sobrio, iba a cometer una locura. Con alcohol en la sangre, sólo voy a
querer dormir.‖

Yashamaru no volvió a mirarlo a la cara, después metió al borracho en


la tina cargada de agua y estaba por irse, cuando el pelinegro tomó una de sus
manos.

—―¿Podría robarte un beso?‖ —su voz sonó somnolienta.

—―No es robo si me lo pides.‖ —había tartamudeado él, desconcertado


por la situación.

Obito había sonreído como el dobe que era, antes de aplicar una fuerza
monstruosa en su agarre y lo había metido en la tina, mojándolo por completo,
pero besándolo como nunca antes nadie lo había hecho.

El resto era historia.

—Mmmhhh, Obito. —gimió Yashamaru, sintiendo que con la boca


experta de su amante estaba a punto de hacerlo venirse. Tenía que admitir que
su idiota era bueno para algo y eso era el sexo oral.

—Vente para mí, bebé. Vamos. —engatusó Obito, tomando con una de
sus manos el pene hinchado, para empezar a masturbarlo, haciendo que
Yashamaru se retuerza en la cama y se viniera gritando su nombre, unos
segundos más tarde.

Obito recibió todo aquel jugo en su boca y después usó la misma


esencia como lubricante, para comenzar a preparar la entrada de su amante. La

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

noche anterior, ellos habían cojido también y Yashamaru tenía todavía algo de
su semen en su ano, puesto que habían caído rendidos después de la sesión de
amor, sin tiempo de limpiarse, así que al Uchiha no le costó tanto agrandar el
ano dispuesto.

No perdiendo más tiempo en ello, Obito abrió las piernas de su amante


y comenzó a penetrar lentamente. Mientras penetraba a su amante, Uchiha
Obito activó su Sharingan y miró las expresiones de su amante mientras lo
hacía, grabando en su memoria ese rostro arrugado por el placer, para
recodarlo en cada lugar que estuviera.

Si alguien se enterara, lo tacharían de pervertido, pero esto era un


fetiche que tenía y sólo él lo sabía. Finalmente, suspiró e hizo muecas al
sentirse completamente dentro y luego esperó a que el rubio le diera la señal
de que comenzara a moverse.

Lo cual no tardó mucho y pronto la pareja se perdió en el éxtasis de


compartir tan íntimo acto con alguien que estaban aprendiendo a amar.

En otro lugar.
—Están atrasados. —siseó Sasuke a nadie en particular, puesto que
estaba solo, mientras cruzaba los brazos y fruncía el ceño. En estos momentos,
pensó en la mala suerte que tuvo a que los dos atrasados crónicos de Konoha
hayan aceptado ser su sus senseis antes de la tercera prueba.

**********

—Ne, Ero-sennin. ¿Qué me vas a enseñar?

Una de las cejas de Jiraiya crispó, mientras Naruto le daba una mirada
escéptica. Estaban en el patio de la casa Kazama, puesto que Harry se había
negado rotundamente que entrenaran en frente de los baños públicos y los
había arrastrado hasta aquí, mucho a las quejas del escritor.

—Vamos a partir tu entrenamiento en dos. —gruñó enfurruñado.— Lo


primero que quiero que aprendas es a cómo convocar al Jefe de los Sapos, con
el control que te han enseñado sobre chakra, no creo que te lleve mucho, y la

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

segunda mitad de este mes, la vamos a usar para que te explique las bases del
Rasengan.

—¿Rasengan? —preguntó incrédulo. Jiraiya asintió.— ¡Yatta! ¡Otou-


san nunca tiene tiempo para enseñarme! —Lo miró con los ojos brillosos.—
¡Arigatou, sensei!

—¿Ahora soy sensei, eh? —masculló.— ¡Harry!

—¿Qué? —gritó en respuesta el moreno, sacando su cabeza por la


ventana de la cocina.

—Quiero enseñar a Naruto a que use el chakra del zorro. ¿Hay alguna
posibilidad de que hables con él sobre ello?

Harry frunció el ceño, mientras su hijo le mandaba una mirada de


incredulidad al viejo. ¿Usar el chakra de Kyuubi? ¿Estaba loco?

—¿Crees que sea seguro?

—El sello es seguro, Harry. Y lo que quiero es que Naruto sólo use una
minúscula parte de su chakra, nada más.

—Está bien. —murmuró el moreno, sabiendo, por las memorias, que


Naruto iba a necesitar de esas fuerzas. Salió tranquilamente por la puerta
trasera de la cocina y vino a pararse delante de su hijo.— Quiero que me mires
a los ojos, Naruto, como cuando practicamos Oclumancia, ¿recuerdas?

—Hai. —Frunció el ceño.— Ten cuidado con ese zorro loco, papá.

—Lo tendré, mi amor. —sonrió.— Legilimens.

Harry suspiró al ver cómo era la cabeza de su hijo por dentro, las
cañerías todavía estaban allí, pero no lucían desgastadas y viejas como cuando
él las vio en las visiones. Estas parecían nuevas y relucientes, casi hechas de
oro. Las paredes eran blancas y había algún que otro anaranjado, amarillo y
azul por allí y lo más importante era que el agua negra del piso estaba ausente,
por el contrario, había un piso también reluciente, que parecía hecho de
mármol. Caminó tranquilamente hasta la puerta masiva, se detuvo a una
distancia prudente y esperó.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Qué quieres, humano? —fue el gruñido que vino desde detrás de


las barras de la jaula.

—Vengo a decirle que es hora que pague alquiler, Kyuubi—sama.—


dijo Harry, tratando que la voz no le temblara. El chakra que despedía la bestia
era en realidad maligno y ni un hombre crecido como él podría evitar sentir
algo de inquietud.

—¿Alquiler? —Preguntó con burla, antes de largarse a reír


macabramente.— No le debo nada a tu cachorro, mago.

—Has estado viviendo dentro de él por trece años. No en la más


cómoda de la situaciones, pero podría ser peor. Créeme. Además, no le cuesta
nada, Kyuubi-sama. —volvió al formalismo, sabiendo que al zorro le gustaba
que lo trataran con respeto.— Naruto necesita aprender cómo hacerse más
fuerte y con tu chakra puede lograrlo. Después de todo, ¿no quieres un envase
débil, no es cierto?

El Kitsune bufó.

—Está bien, está bien. Todo con tal que dejes de fastidiar. —gruñó,
antes de darse media vuelta y volver a la oscuridad de lo profundo de su celda.

Con un pestañeo, Harry estuvo afuera de la mente de su hijo.

—Todo listo. Lo único que debes hacer ahora es concentrarte en el


chakra que viene de tu sello, Naruto. Cuando invoques ese chakra, Kyuubi-
sama te dará de su energía para que puedas luchar.

—¡Gracias, papá! —chilló Naruto, antes de abrazarlo.

Harry sonrió y acarició su cabeza rubia. Me gustaría que no tengas que


usarla, pero sé que Orochimaru no dará vuelta a su plan. Solo espero que lo
que vi de Gaara nunca ocurra. No deseo que mis hijos se enfrenten.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Días después.:.

Iwakure no Sato.
Arashi suspiró y miró por la ventana. Hace sólo una hora que habían
llegado y él tenía esta sensación de que algo muy importante iba a pasar, pero
no estaba seguro de saber si era para bien o para mal. Estaba preocupado, no
podía negarlo, puesto que esta sensación sólo la había sentido una vez antes en
su vida y eso fue unos días antes de que el Kyuubi atacara Konoha.

—¿Todo bien, Hokage-sama?

Arashi sonrió, antes de suspirar.

—Ne, no hace falta que me llames así, Hizashi. Nos conocemos hace un
montón.

—Estamos en un país extranjero, no puedo permitirme que escuchen


que te llamé con tanta familiaridad. —sonrió el hombre que había venido
como acompañamiento.— Ahora dime, ¿qué te preocupa?

—Konoha. —suspiró.— Algo me dice que no todo puede estar bien por
allá.

—El Sandaime podrá encargarse de todo, en caso de que ocurra algo.—


dijo Shisui, él era otro que formaba parte del acompañamiento, junto con su
primo.

Inconsciente para ellos, Harry había sugerido a su marido quiénes


debían acompañarlo. Esto concordaba casi exactamente con las personas que
no deberían estar en Konoha para el ataque, como en sus visiones, debido a
que habían muerto en esa realidad o estaban fuera de Konoha en aquellos
momentos. Por supuesto, no pudo hacer nada con los Uchiha vivos y tampoco
pudo convencerlo de llevar a Zabuza, pero partes importantes habían ido con
él y El Elegido, se había asegurado de que Orochimaru creyera que sus fuerzas
se debilitaban al saber que Arashi se llevaba tan buen acompañamiento.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Konoha.
—Bueno, no puedo decir que es perfecto, pero cumple con lo que quería
enseñarte.

La ceja derecha de Naruto crispó, mientras miraba al sapo anaranjado


que estaba en el piso y se había presentado como Gamakichi.

—Me dijiste que podía convocar al Jefe de los Sapos. —masculló el


rubio.

—Lo sé. —suspiró.— Pero parece que el zorro no está queriendo


cooperar del todo. —Angostó sus ojos.— Creo que debemos usar métodos
drásticos para que él acceda.

—¿Qué clase de métodos drásticos?

Jiraiya saltó al escuchar la voz fría.

—¡Harry-chan! ¡No te oí llegar!

—Vine para ver cómo iba su entrenamiento y darle algunos consejos a


mi hijo. —Angostó sus ojos en dirección del pervertido.— Espero que no
estés pensando en poner a mi hijo en algún tipo de peligro para su vida,
Jiraiya-san.

—¡No! ¡No! ¡Claro que no! —Rió tontamente, mientras rascaba su


cabeza.— De hecho, estábamos por tomarnos un descanso, así que me voy y
te lo dejo. Es todo tuyo.

Ambos magos vieron cómo el hombre se alejaba, mascullando que tenía


que hacer algo de investigación. Harry suspiró y miró a su hijo, que se
despedía del sapo que había convocado, prometiéndole dulces para la próxima
vez.

—¿Qué quieres enseñarme, papi?

—Creo que te serán necesarios algunos hechizos y…

—Pero creí que no podía usar magia durante la prueba. —interrumpió el


rubio, frunciendo el ceño.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Lo sé, ni tú ni Neji tienen autorizado el usar magia, pero… —No


puedo decirle la verdad.— aún así, deseo enseñarte alguna que otra cosa.

—¿Cómo qué?

**********

Finalmente, el día de la tercera prueba había llegado y todos se


preparaban para ir al lugar. Algunos estaban más nerviosos que otros y el resto
sólo ansioso, por lo emocionante que se predestinaba que iban a ser ciertos
combates.

En el Complejo del Clan Hyuuga sin embargo, Hiashi tenía sus manos
en cada lado de su cadera, una posición que hacía resaltar un poco si
minúscula panza, y miraba con la ceja enarcada a su amante.

—Hayate, ¿no tienes trabajo que hacer hoy?

Gekko Hayate suspiró y se dio vuelta en la cama, acurrucándose aún


más en ella.

—No, no tengo. —tosió.— Mi trabajo era sólo supervisar las


Preliminares, Genma es quien tiene que hacerse cargo de arbitrar la tercera
prueba.

Hiashi asintió y no volvió a insistir, solo dejó que su amante siguiera


dormitando, mientras él se iba a cambiar. Era un alivio escuchar que Hayate
sólo tosiera una vez o dos veces cuando hablaba y no a cada rato. Pese a todos
los buenos doctores que había en Konoha, ninguno había podido hacer nada
sobre la enfermedad que el Jounin comenzó a tener desde hace tres años, algo
que en su momento desesperó mucho a la cabeza del Clan Hyuuga. Sin
embargo, cuando le surgió la idea de querer tener un niño, ésta también vino
acompañada con preguntar a los magos si ellos no podrían encontrar una
poción que también tratara la enfermedad cada vez más grave de su amante.

Sakumo y Harry le habían dado miradas sorprendidas y comenzaron a


mascullar cosas como: ―¿Cómo no lo pensé antes?‖, ―¡Que idiota!‖

Agradecidamente, Remus-san tenía las instrucciones y los ingredientes


indicados para preparar la poción necesaria para curar su enfermedad. Y la
recuperación fue casi inmediata, las ojeras habían desaparecido y la tos casi

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

estaba ausente. El Uchiha de ojos dorados le había prometido que la


enfermedad iría retrocediendo hasta desaparecer.

—Anda, levántate ya, que quiero llegar temprano para ver luchar a Neji.
Le prometí a Hanabi que la llevaríamos. —tuvo que volver a insistir, al ver la
hora.

El único efecto secundario era que hacía al paciente muy somnoliento.


Pero eso era algo con lo que Hiashi podía lidiar. Aunque tener un Jounin
perezoso en su casa a veces lo exasperara y levantara rumores de aquellos que
aún no estaban enterados de su relación.

Creo que cuando regrese el Hokage, tendré que decirle que anuncie lo
nuestro entre los shinobis, pensó mientras se cambiaba. Mirándose al espejo,
una de sus manos viajó hacia su abdomen, que tenía una protuberancia ya
visible. Sobre todo porque pronto ni mis ropas podrán ocultar la vida que
crece dentro de mí.

En otro lugar.
—Na-Naruto, espero que tengas suerte e-en tu pelea. —tartamudeó
Hinata, quien se había encontrado con el chico, en las puertas del estadio.

—¡No te preocupes, Hinata-chan! ¡Le patearé el culo a tu primo!

La chica hizo un gesto de dolor.

—N-No hace falta q-que seas tan rudo con él, Naruto-kun. —retorció
sus manos.

—¡Pero él te lastimó y es un bastardo arrogante!

—Él sólo estaba dolido. —bajó la cabeza, un ligero rubor creciendo en


sus mejillas.— Y creo que algo ce-ce-celoso.

—¿Celoso? —Naruto le dio una mirada confundida.— ¿Por qué estaría


celoso?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

El rubor de Hinata creció y masculló un ―¡Buena suerte!‖ antes de salir


corriendo del lugar donde estaba hablando. El rubio la siguió con la mirada,
no entendiendo lo que acababa de pasar.

—Tsk, loca. —masculló, antes de darse media vuelta para entrar al


edificio.

Metió las manos en sus bolsillos y comenzó a silbar una consonancia


sin sentido, mientras vagaba por los pasillos que lo iba a llevar hacia el lugar
donde tenían que esperar los participantes. Cuando llegó, se detuvo
brevemente antes de doblar el pasillo que le llevaría a las escaleras, porque allí
abajo había dos personas muy familiares y en actitud sospechosa.

—Sólo vine a desearte suerte, Sasuke-san. —dijo la voz delicada y


suave de Haku, mientras miraba al piso y se ruborizaba.

—Um, gracias Haku-kun. —respondió Sasuke, también mirando para


otro lado que no sea la cara del otro muchacho, con un rubor muy ligero en
sus pómulos. Naruto rodó sus ojos.

—Eh, bien. Será mejor que me vaya a buscar un lugar donde sentarme.
—susurro, antes de levantar la mirada al fin. El muchacho se mordió el labio
inferior antes de tomar una gran inspiración y besar a Sasuke en la mejilla,
haciendo que el otro chico lo mirara con sorpresa.— Para la buena suerte. —
masculló, rojo de vergüenza, antes de darse media vuelta y correr hacia donde
estaba Naruto, casi chocando con él.

Naruto tenía tan levantadas las cejas que casi desaparecían tras su
flequillo. No sabía si reír o sorprenderse, pero ver la cara de alucinado que
tenía Sasuke lo hizo decidirse por la primera opción.

—Ne, teme, así que Haku, ¿eh? No puedo creer que no me lo hayas
contado antes —se llevó la mano al pecho, haciendo un gesto de dolor.— y yo
que pensé que era tu mejor amigo. —rió quedamente.

La risa de su amigo pareció sacarlo del estupor en el que estaba y quitó


su mano con brusquedad de su mejilla, ya que él estuvo tocando la zona donde
los labios suaves de Haku se habían posado. Fulminó a su amigo con la
mirada y su rubor creció.

—¡Cállate, dobe! —gruñó.— Haku y yo no tenemos nada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Todavía. —agregó, sonriendo zorrunamente.

—¿Qué están haciendo? —Llegó una voz irritada en el pie de las


escaleras, ambos amigos subieron las cabezas, para ver a Gaara, que los
miraba con su cara impasible y los brazos cruzados.— Ya todos estamos aquí,
sólo falta que llegue el… Kazekage para empezar.

Los dos muchachos se pusieron serios enseguida. No sería muy evidente


para cualquier persona, pero ambos muchachos, que conocían tanto al
pelirrojo, notaron la vacilación del chico al nombrar al hombre que le había
dado la vida. Esta sería la primera vez que lo vería después de que él sea
comprado, aquella vez en Suna.

Academia de Ninjas.
Kimimaro suspiró, mientras dejaba de lado el último examen que estaba
corrigiendo. Como Iruka estuvo tan ocupado ayudando al Sandaime con esto
de la preparación del examen de Chuunin, él se había ofrecido a ayudarlo en
lo que necesitara. Así que hoy, mientras él daba clases, Kimimaro fue dejado
con los exámenes de los de segundo año, para corregirlos.

Como ahora había terminado, decidió tomarse un descanso y fue a la


Sala de Profesores, que estaba vacía, a tomar un poco de café. Le colocó algo
de azúcar y, mientras revolvía el contenido de la taza con la pequeña cuchara
de plástico, comenzó a sentir pena por sí mismo.

Para nadie era un secreto que él estaba profundamente enamorado de


Uchiha Itachi, ni siquiera para el implicado, sin embargo, ni él ni Itachi
hicieron nunca nada al respecto. Kimimaro era tímido por naturaleza y él
nunca se animó a dar el primer paso, por miedo al rechazo. Entonces él había
dado algunas indirectas al otro muchacho que, si Itachi era en verdad un
prodigio, debería haber notado. Pero el Uchiha nunca dio indicios de haber
recibido el mensaje y habían devastado a Kimimaro. Para él, la falta de interés
del capitán de ANBU por sus sentimientos era ya un rechazo.

Porque estaba seguro que el dueño del Sharingan sabía, pero no quería
hacer nada al respecto. Y este Hatake era de las personas que sólo se
enamoraban una sola vez en la vida, porque lo que creía imposible que

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encerrara el amor por Itachi en algún rincón de su corazón y buscara por otros
horizontes. No, él era demasiado leal a sus sentimientos, así que se amargaba
pensando en que iba a terminar envejeciendo solo.

O tal vez pueda usar la poción de amor que me ofreció mi padre…


pensó, pero enseguida negó con la cabeza furiosamente. ¡No, Kimimaro!
¡Malo! ¿En qué estas pensando? ¡No puedes hacerle eso a Itachi-sama!

Suspiró nuevamente y enjuagó la taza de té vacía antes de dirigirse a la


puerta. Sin embargo, una presencia en el cuarto, que no había notado antes, lo
hizo detenerse en seco y congelar.

—Ah, Kimimaro-kun… al fin solos. —dijo una voz sedosa, cargada de


maldad. El chico no se atrevió a moverse, ni siquiera a respirar, mientras
pensaba en la forma de poder escapar.— He buscado esta oportunidad en todo
el tiempo que llevo aquí, pero fue difícil, siempre estás acompañado de tu
irritante familia o los mocosos de la Academia.

Finalmente, Kimimaro juntó el valor para girar y creyó su mundo


derrumbarse al ver que el otro inquilino del lugar no era otro que el Sanin
traidor, Orochimaru.

—¿Qué quiere? —masculló, encontrando, horrorizado, que sólo podía


sentir al resto de sus compañeros Chuunin alrededor y a los muchos niños que
hoy asistían a la Academia. No puedo luchar, sabiendo que puedo hacerles
daño.

—¿Qué quiero? —Preguntó con burla relamiendo sus labios con su


lengua larga.— Deseo un recipiente, Kimimaro-kun, un recipiente fuerte y que
tenga un gran bloodline. Alguien como tú.

Los ojos de Kimimaro se abrieron como platos y esquivó el primer


ataque que provino del Sanin, usando sus huesos como armas, pero él era sólo
un Chuunin alto, que pronto tomaría su examen para Jounin, es decir, nada
comparado a la fuerza y experiencia de este hombre. Además, ya podía oír que
la destrucción que estaban ocasionando en el lugar donde estaban, atraía a los
otros profesores.

Finalmente, Orochimaru detuvo al muchacho por la pared, usando


algunas de sus serpientes, que se enredaron alrededor suyo, luego hizo una
serie de sellos desconocidos para el muchacho y lo siguiente que supo es que
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

el cuello del Sanin se alargaba, después sintió un dolor terrible al sentir como
los colmillos del hombre se incrustaban en su cuello, dejando salir un chakra
muy oscuro que comenzó a quemar su piel. Cuando Orochimaru se alejó,
también lo hicieron sus serpientes y Kimimaro cayó de rodillas al piso,
gritando de dolor y agarrando la zona dañada.

—Las próximas veinticuatro horas serán duras para ti, mi querido


recipiente. Espero que sobrevivas. Nos volveremos a ver.

Justo un segundo después que el Sanin desapareció, Iruka y otro


Chuunin entraron al salón destruido y vieron, con horror, cómo un humo
negro salía del cuello de Hatake Kimimaro, mientras éste gritaba de dolor.

Estadio.
—Ah, Kazekage-sama, pensé que ya no vendría. —fue el saludo de
Sarutobi, al ver llegar al hombre con los trajes del Kage de Suna.

—Disculpe mi retraso, Sarutobi-san. Tenía algo muy importante que


hacer.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 27: El plan de


Orochimaru.

Harry se apresuró a llegar al lugar que Hiashi le había reservado para


que se sentara, o en eso habían quedado cuando se encontró en la entrada con
la familia Hyuuga, que también llegaban algo tarde a la competición. Pero en
ese momento, se había dado cuenta que Orochimaru (o el Kazekage) faltaba y
empezó a buscarlo, puesto que le dio mala espina que el hombre no se
encontrara ya junto al Sandaime. Sin embargo, por más que lo buscó por los
lugares posibles, no pudo hallar a la serpiente escurridiza, solo esperaba que
esa escapada no trajera muchas malas consecuencias.

En todo caso, ahora él se apuraba, porque había dejado a Hiashi solo


con Hanabi, el pequeño Maito y su hijo, demás está decir que estos tres niños
no podían dejar de meterse en problemas, aunque su vida dependiera de ello y
Harry temía que la cabeza del Clan Hyuuga esté estrangulando a su hijo.

Pero llegó a tiempo y todo parecía estar tranquilo, aunque Hikaru tenía
una expresión enfurruñada en su cara, de seguro había sido reprendido por
algo. Saludó con un cabeceo al hombre y se sentó, justo en el momento en que
Shiranui Genma-san anunciaba la primera lucha, que fue por sorteo que se
hizo en ese mismo momento.

—Hey, hey, recuerden que deben evitar matarse, ambos son shinobis de
Konoha. —masculló Genma, con su senbon en la boca, al ver que Neji y
Naruto se fulminaban con la mirada.

El azar había querido que la primera lucha sea la de estos dos y la gente
en las gradas se emocionó por ver que la primera pelea sería muy
emocionante, teniendo a dos Genin con antecedentes tan bueno. Uno el hijo el
Hokage actual y el otro un prodigio con sangre Hatake e Hyuuga.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Sí, lo que digas. —gruñó Naruto, antes de hacer el primer


movimiento.

Como se esperaba, el hijo del Yondaime de Konoha y el prodigio


pusieron todo de sí para darle un excelente espectáculo a los presentes. La
lucha de ambos era impecable y cuando uno atacaba el otro lo paraba y
contraatacaba de inmediato, daba la impresión de que se conocían muy bien y
les era imposible dar un golpe certero.

—¿Qué te detiene, Naruto? —gruñó Neji, respirando entrecortado.— Sé


que puedes hacer más que eso.

Ambos estaban cansados y sudados por la ardua pelea que estaban


llevando a cabo, el escenario de pelea estaba casi destrozado y los muchachos
presentaban ligeros cortes en sus mejillas, brazos y tenían los puños un tanto
hinchados.

Naruto evitó la mirada de Neji y bajó los brazos ubicándolos al costado


de su cuerpo, porque hace unos segundos, una voz en su cabeza le había
susurrado.

―Y creo que algo ce-ce-celoso.”

El rubio no era la persona más inteligente en su familia, sin embargo,


cuando no comprendía algo o tenía un problema en la mente, él buscaba
solucionarlo tarde o temprano. Y, en estos casos, cuando algo lo confundía, la
respuesta podría venir por sí sola en los momentos más inesperados.

¿Qué quiso decir con eso?, pensó, volviendo a su pose de lucha y


convocando un par de Kage Bushin para que ataquen a Neji, mientras él le
daba vueltas a este asunto. ¿Quiso decir que Neji estaba celoso de mí? ¿O de
ella?

Sus ojos se abrieron como platos y no justamente por el golpe que


recibió de su contrincante en sus tripas, sino porque algo hizo ¡click! en su
cabeza. Cayó derrumbado en el piso, con sus ojos todavía abiertos y una
mirada deslumbrada, su mente que giraba a pasos agigantados habrían
asustado a cualquiera que lo viera.

—Maa… ¿Qué le hiciste? —masculló Genma.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—No fue un golpe muy fuerte. —Argumentó enseguida el Hatake.— Es


su culpa por estar distraído en medio de la pelea.

Genma suspiró y se acercó a Naruto para constatar si estaba


inconsciente o no. Lo pinchó con un dedo y saltó para atrás cuando Naruto se
levantó de repente, mirando como si acababa de entender la teoría de la
relatividad.

—¿Por qué que miras así? —susurró Neji, retrocediendo un paso


instintivamente. Naruto lo estaba mirando con cálculo, maravilla y algo que
no pudo identificar. Sus ojos azules estaban centrados en los suyos, pero no
parecían mirarlo a él, sino algo profundo dentro de él.— ¡Contéstame!

—Neji, tu… ¡estabas celoso de Hinata! —gritó Naruto, aleteando sus


brazos.

Todos los espectadores que miraban el enfrentamiento imitaron una


expresión de confusión, la misma que ponía Neji en estos momentos. Algunas
personas que conocían al rubio, sin embargo, suspiraron con cansancio. En las
gradas, Harry masajeó su frente. ¿Justo ahora su hijo se venía a dar cuenta de
que Neji lo amaba? ¡Su hijo podría ser tan tonto lagunas veces!

—¡¿Pero qué dices, usuratonkachi?! —Gritó, apretando sus puños, un


ligero rubor en sus mejillas.— ¡Estamos en medio de una lucha!

—Bien, ya lo sé. —miró sus uñas distraídamente.— Aunque no sé si


quiero pelear contigo, tú sabes… podríamos hacer cosas más interesantes. —
meneó sus cejas sugestivo.

El rubor de Neji aumentó hasta llegar a toda su cara, desconcertado por


la admisión del rubio. Así que estando tan anonadado, no notó como dos Kage
Bushin lo tomaron de los brazos con tal fuerza que le fue imposible moverse.

—¿Qué pretendes hacer? —Gritó, forcejeando con las copias.—


¡Suéltame!

—Te soltaré, pero luego de hacer esto.

Los ojos de Neji se abrieron como platos al ver a Naruto acercarse con
la lentitud y tolerancia de un gato, hasta que se paró en frente de él y se inclinó
para picotear sus labios. Al sentir el toque, Neji sintió como su alma se

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

elevaba a una nube y pudo escuchar el cantar de los pajarillos, las flores
rodearon su cuerpo y los corazones se extendieron por sobre sus cabezas.
Gimió cuando Naruto subió una mano para tocar su pelo y casi cayó al piso
cuando las copias desaparecieron, pero Naruto lo detuvo de caerse,
agarrándolo por la cintura, al mismo tiempo que un par de dedos tocaban un
punto en su cuello y después todo se volvió negro.

—Descansa, Neji. —susurró a su oído, antes de cargarlo al estilo


nupcial.— Creo que gané. —anunció haciendo muecas, mostrándole al árbitro
que Neji estaba muy inconsciente, pero con una sonrisa boba en sus labios.

Un silencio muerto se entendió por todo el lugar, mientras la gente


miraba la ―victoria‖ del primogénito del Yondaime.

Pienso que esto es trampa, pensó Genma, pero en las reglas no decía
nada acerca de aprovecharse del amor que otro ninja sentía por su
contrincante. Ni que los besos estaban prohibidos como arma.

—Bien. —carraspeó.— Ganador, Kazama Naruto.

El silencio siguió inundando el lugar, hasta que Harry suspiró y


comenzó a aplaudir, seguido enseguida por el resto de los presentes. Naruto
sonrió victorioso, hinchando su pecho, no solo por haber ganado, sino porque
ahora sabía cuáles eran los sentimientos de Neji hacia él.

—¡Wow! ¡Bien hecho, aniki! —chilló Hikaru, desde las gradas.

—¡Yosh! ¡Gracias, otouto! —gritó Naruto, haciendo el signo de la


victoria, antes de acomodar mejor a Neji en sus brazos y caminar hacia el
lugar donde estaban el resto de los contrincantes.

**********

La siguiente pelea que salió por sorteo era la de Shikamaru contra


Sabaku no Temari, el muchacho tuvo que ser sacudido en el hombro por su
novio, puesto que éste se había quedado dormido en el regazo de Gaara,
mientras que Neji y Naruto peleaban. El Nara se quejó, diciendo que todo esto
era muy molesto y se levantó con pereza, para después caminar hacia la arena
de combate.

—Si lo lastimas, te mataré.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Temari tembló al escuchar la voz siseante de su hermano y asintió


rápidamente en dirección de Gaara, que la miraba con intenciones asesinas,
antes de seguir al otro hombre.

Mierda, pensó con un suspiro la adolescente. Hubiese dado todo por


evitar este enfrentamiento, pero tengo que seguir con el plan. Miró hacia las
gradas y ahí vio a quien creía era su padre, que en este momento la miraban
con los ojos angostados, como retándola a desobedecerlo. No me importa
atacar a Konoha, Otou-sama, ¿pero por qué tenemos que hacerle eso a mi
hermano? ¿Tanto lo odias?

—¿Estás listo? —le preguntó a Shikamaru, quien estaba con las manos
en los bolsillos.

—Sí, ya… molesto. —suspiró.

Eventual, el ingenio del Nara resultó ser el vencedor contra el masivo


abanico de Temari y sus técnicas de viento. La pelea siguiente, sin embargo,
hizo que todas las alertas de Harry se prendieran, puesto que el Sandaime
anunció que los siguientes en pelear serían Gaara y Sasuke.

—¡Oh! ¡Vamos, Uke nii-san!

Sasuke dirigió sus ojos negros furiosos hacia las gradas y allí pudo ver a
sus tres hermanitos menores alentándolo con chillidos nada dignos de un
Uchiha, ellos estaban allí junto con al tío Obito, ya que su padre no había
podido venir, porque siendo el Jefe del Clan y de la policía de Konoha, hoy
que era un día tan importante en la Aldea, tendría que estar alerta, su papá
Remus, por otro lado, no tenía gusto de ver actos tan ―violentos‖, así que
prefirió no venir.

Hubiese preferido que tampoco vinieran ellos, pensó, con un ligero


rubor en las mejillas, el escuchar las risillas venir por todo el estadio, cuando
estucharon como lo llamaron sus hermanos.

Suspirando fastidiado, se paró enfrente de Gaara, que lucía algo tenso,


por ser el centro de atención de todos y mucho más de su padre biológico.

—Que gane el mejor. —murmuró hacia su amigo, adoptando una pose


de lucha.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Hai. —asintió con un cabeceo.

—¿Listos? —preguntó Genma, mirando a los dos contrincantes, ellos


asintieron.— ¡Comiencen! —gritó.

Gaara se cruzó de brazos y dejó que su arena haga el trabajo por él,
Yashamaru oji-sama le había dicho que lo mejor era dejar que Sasuke se
cansara y que su chakra se agotara, para poder tener una ventaja en contra del
Sharingan una vez que el moreno decida usarlo. Sasuke, por otro lado, intentó
de todas maneras intentar penetrar la arena, pero no pudo. Kakashi—sensei le
había dicho que para penetrar esa arena tendría que usar mucho chakra y por
eso le había enseñado su técnica especial, aunque el chico estaba dudoso de
usarlo o no, puesto que también le había dicho que tendría que usarlo con
precisión, puesto que si erraba su blanco, podría lastimar gravemente a Gaara.
Lo había dejado a su juicio y advertido que usara su Jutsu, el Chidori, solo en
caso de que no encontrara otra forma de hacerlo.

—¿Lo tienes todo, no? —preguntó Kankuro a su hermana, mientras


veían la pelea y no notando que Aburame Shino estaba al alcance de
escucharlos.

—Sí. —Masculló la rubia, mostrándole un papel con una serie de Kanjis


dibujados en tinta negra en el centro.— Solo tengo que esperar la señal.

El marionetista asintió y ambos hermanos volvieron a mirar la pelea.

—¡Maldición! ¡No me dejas opción! —exclamó frustrado el Uchiha


después de varios intentos por penetrar la Defensa Perfecta de su amigo, antes
de adoptar la pose necesaria para formar el Chidori en su mano.

—Maa…, así que la va a usar. —suspiró Kakashi, desde las gradas.

—¿A qué se refiere, Kakashi-san? —preguntó Haku, quien se sentaba


junto a él.

—Le enseñé un Jutsu que podrá servirle para penetrar la arena de Gaara,
pero lo dije que solo lo usara como último recurso. Mmmhhh, si lo está por
usar ahora, es porque debe estar desesperado por lucirse enfrente tuyo Ha-ku-
chan. —dijo con burla, antes de guiarle un ojo al muchacho femenino.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Haku se ruborizó ligeramente, pero había una sonrisa tímida en sus


labios.

En el escenario de lucha, Gaara frunció el ceño al ver la pose de Sasuke


y ordenó a su arena a que formara una esfera alrededor suyo. No pasaron ni
dos minutos, cuando pudo sentir como una presión se formaba en alguna parte
cerca de su pierna derecha, luego vio, con asombro, como se formaba un
agujero en ese lugar y después una par de rayos entraron por el agujero, que lo
atacaron directamente, haciéndolo perder estabilidad y derrumbar su armadura
impenetrable.

—Lo logré. —Sasuke le sonrió victorioso, mientras respiraba agitado.—


Ahora, ¿Qué te parece algo de Taijutsu?

El Uchiha avanzó hacia el muchacho aun sorprendido, pero se detuvo a


mediados de paso cuando una pluma cayó justo enfrente de él y esa no fue la
única, más plumas comenzaron a caer por todos lados, alarmando a la gente en
un principio, pero durmiéndola en el segundo siguiente.

—¡Ahora o nunca, Temari! —alguien gritó y lo siguiente que supieron


era que Gaara era detenido por una marioneta de madera y su hermana mayor
se paraba enfrente de él.

—Lo siento, Gaara. —Murmuró Temari, mirándolo con pena.— Pero


tengo órdenes. —Dicho eso, ella pegó el papel en la frente del pelirrojo y se
alejó.

—¿Qué…?

Al principio no sintió nada, pero mientras miró como Sasuke se


abalanzaba sobre la rubia, a su mente volvió aquel susurro que creía olvidado
y que hace años que no escuchaba. Y era peor, cada vez peor, sentía perder su
conciencia, que su cuerpo era dominado por la bestia que estaba sellada en su
interior, su voz aumentaba con fuerzas increíbles y solo le decía:

¡Mátalos! ¡Mátalos a todos! ¡Destruye todo!

Gaara gritó y se agarró la cabeza, no notando como su arena se


descontrolaba. No aguantando más la presión y la voz que lo atormentaba,
reunió su arena y salió del estadio, sabiendo que si se quedaba allí, podría
llegar a hacer algo de lo que se arrepintiera.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Gaara, no! —gritó Harry, después de derribar al ninja del Sonido que
lo había atacado.— ¡Ve tras él, Sasuke! —Ordenó y recibió un cabeceo de
confirmación.— ¡Naruto! ¡¿Dónde está mi hijo?!

—¡Aquí! —gritó alguien desde las gradas de enfrente y Harry se giró


para ver a su hijo parado al lado de Sakura y Shikamaru, cerca de allí,
Kakashi, Haku y Gai peleaban con unos ninjas del sonido.

—¡Ve tras tu hermano, Naruto! ¡Tú eres el único que podrá detenerlo si
Shukaku se descontrola!

—¡Hai! ¡Ten cuidado, papá!

**********

La mente de Harry comenzó a girar con rapidez, tratando de recordar la


mayor parte de los detalles de las cosas que ocurrían en esta invasión. Por la
esquina de su ojo, pudo ver que Orochimaru y el Sandaime ya estaba luchando
en esa especia de bóveda de chakra que el Sanin había creado, la cual, gracias
a su magia, esperaba poder penetrar para impedir la muerte del viejo hombre.

Pero ahora su prioridad eran aquellas serpientes gigantes que estaban


destruyendo gran parte de inmobiliario de la Aldea. Nunca había lidiado con
serpientes de gran tamaño antes y la única vez que lo hizo, el basilisco de
Riddle lo había ignorado. Esperanzadoramente, esta vez tendría más suerte.

—¡Hiashi! —Llamó al hombre que estaba no muy lejos de allí,


protegiendo a los niños.— ¿Puedes hacerte cargo de cuidar a mi hijo? Hay
algo que puedo hacer para parar a esas serpientes.

—Claro, Harry-san. Me los llevaré al Complejo del Clan y luego vendré


a ayudar.

—Oh, no, no vas a hacer tal cosa. —Hayate apareció en un remolino de


hojas, con espada en mano y una ligera herida en la mejilla.— Vine a
trasladarte a tu casa, pero te quedarás allá, hasta que todo pase.

—Soy un shinobi y completamente capaz de pelear. —argumentó


Hiashi, frunciendo el ceño.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Pero tu embarazo te limita. —Intercedió Harry, no deseando que los


amantes se enfrasquen en una lucha testaruda, en esta situación tan crítica.—
Los primeros meses son los más riesgosos, cualquier cosa puede hacer que lo
pierdas. Debes regresar y quedarte en la seguridad de tu casa.

Dicho eso, el mago se acercó a su hijito, le susurró que tenga cuidado y


fue en busca de las serpientes. Por favor, Kami—sama, pongo en tus manos la
vida que crece dentro de mí, no me gustaría otra cosa que ponerme a salvo
como el Hyuuga, pero esto es algo que debo hacer… Perdóname, bebé.

Complejo del Clan Uchiha.


Remus caminaba de un lado a otro en la sala de su casa, como si fuera
un lobo encerrado en su jaula. Cada vez que escuchaba un grito o el sonido de
algún edificio derrumbándose, se detenía y se retorcía las manos, pero nada
más. Estaba desesperado por saber del destino de sus cachorros, pero Fugaku
le había prohibido que salga, desde que escucharon el primer derrumbe,
diciéndole que él traería a los trillizos a casa y se los dejaría a su cuidado.

—Estamos aquí.

Lupin creyó que se derrumbaría del alivio cuando Obito y su marido


entraron por la puerta de la casa, Fugaku trayendo a un lloroso Yuki y el otro
Uchiha a un Sanosuke y Kenshin que lucía pálidos y asustados, pero no
lloraban. La madre desesperada abrió los brazos y enseguida sus cachorros se
retorcieron de los brazos de los hombres, para correr hacia su gestor. Remus
murmuró palabras calmantes y acarició a los niños para darles reaseguro.

—Debo regresar. —Dijo Fugaku, ajustando su traje de combate.—


Obito te quedarás con Remus y mis hijos para defenderlos en caso de que el
enemigo se filtre en casa. ¿Me hice claro?

—¡Hai, Fugaku-sama! —exclamó, arqueando respetuosamente.—


Tenga cuidado, por favor.

El hombre asintió y luego se acercó a su esposo, para picotear sus


labios.

—Ten cuidado. —murmuró Remus.


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Centro de Konoha.
—Ah, ¿eres bueno con la espada? Entonces, serás mi contrincante.

Momochi Zabuza hizo muecas enloquecidas al pararse enfrente de Baki,


lo había visto utilizar su espada contra un ANBU de Konoha y ahora estaba
emocionado por encontrar un buen contrincante. Desenvainó su espada
gigante y la apuntó hacia el shinobi de Konoha.

—Momochi Zabuza. —Siseó Baki, entrecerrando sus ojos, al


reconocerlo.— No sabía que eras ahora un shinobi de la Hoja.

—He sido aceptado por Konoha y, como tú estás atacando la Aldea que
me dio una segunda oportunidad, vas a morir. —sentenció, antes de cargar
contra su adversario.

—¡Vamos, Zabuza! —animó Sirius, que estaba muy cerca de allí,


alejando a cualquier shinobi enemigo que quisiera acercarse a la Academia.—
¡Si lo derrotas, dejaré que te cases con mi hijo!

—Maa… ofreces con mucha facilidad mi mamo, Otou-san.

Sakumo sonrió al escuchar la voz perezosa de su hijo.

En el Bosque cercano.
—¡Sasuke!

Naruto llegó para socorrer a su amigo, quien, junto a Sakura, estaban


siendo atacados por un Gaara que era más Shukaku que su hermano en estos
momentos. El chico frunció el ceño con enfado, Shikamaru se había quedado
atrás para detener a los enemigos que lo seguían y le había encargado el
bienestar de su novio.

—¡Para esto, Gaara! ¡Somos nosotros! ¡Tu aniki y tu amigo! —gritó,


tratando de hacer entrar en razón al muchacho.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Cállate, humano! ¡Tu hermano no está en control ahora! —rugió


una voz que no sonaba como la voz del pelirrojo, pero que salió de su boca.

Ambos hermanos se enfrascaron en una lucha épica, para tratar de


derrotar al otro, aunque Naruto llevaba una desventaja, puesto que no quería
lastimar a hermano y Shukaku peleaba con intenciones de matarlo. Cuando
finalmente la bestia sellada en el cuerpo de Gaara tomó el control completo y
se transformó en un Tanuki gigante, el rubio jugó su última carta.

—¡Debes ayudarme, zorro! —Gritó mentalmente.— ¿Qué hago para


rescatar a mi hermano?

La contestación no vino enseguida, poniendo más nervioso al Kazama.

—El problema es el sello extraño que tiene en la frente. Si le quitas


ese papel de su cuerpo, tu hermano patético recobrará la consciencia.

Naruto miró para arriba y, en la parte trasera de la cabeza del Tanuki,


pudo ver el cuerpo de su hermano con los ojos cerrados y con el sello de papel
a un costado de su frente. Para poder alcanzarlo, convocó al Rey Sapo y le
pidió su ayuda.

—¿Quién eres tú? No te conozco. —dijo el sapo, con pereza.

—¡Soy Kazama-Uzumaki Naruto! ¡Jiraiya me hizo firmar el contrato de


los sapos, así que por favor, ayúdame a rescatar a mi hermano!

—¿Kazama dices? —preguntó, soplando humo por su boca. Así que


este es el hijo de Arashi.— Está bien, muchacho, lo haré, pero solo porque tu
padre que cae muy bien. Si fuera por Jiraiya... —gruñó, antes de agarrar a
Naruto y ponerlo encima de su cabeza.

¡Maldición! ¿Cómo se supone que haré para quitarle ese sello?

De repente, una memoria vino a su mente.

—¿Expeliarmus? ¿En qué se supone que ese hechizo me puede ayudar?

—Es un simple hechizo para arrebatar la varita de un mago. —explicó


su papá.— Pero a mí me ha ayudado en incontables ocasiones, salvándome la
vida en más de una.

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¡Es cierto! ¡El Expeliarmus!, pensó ansioso. Si apunto con el hechizo en


su frente, donde está el sello, podré desprenderlo.

**********

No todas las serpientes habían obedecido a Harry, más que nada porque
todas eran muy orgullosas y malévolas, diciendo que solo obedecían a aquel
que había firmado el contrato y otras porque les gustaba destruir y comerse a
algún que otro humano. Pero había disuadido a algunas de que se marcharan y
a las otras las había neutralizado, usando su magia. Ahora solo le faltaba ir en
ayuda del Sandaime, quien, por lo visto, ya estaba luchando contra los dos
Kages anteriores, convocados por Orochimaru, gracias a su técnica prohibida.

Usando la Aparición, Harry estuvo en un segundo junto a aquella


bóveda de chakra y comenzó a analizar la forma de poder entrar.

—¡Harry-sama! —Le llegó la voz aliviada de Tenzo, tras su máscara de


ANBU.— ¡Qué bueno que esté bien! —Caminó hasta pararse junto a él.—
¿Cree que puede ayudarnos? A nosotros nos es imposible poder entrar.

—Sí puedo, pero voy a necesitar de su chakra.

Fue así como Harry comenzó a dar instrucciones a los ANBU's que
rodeaban aquel lugar. Él iba a usar su magia para crear una ruptura y
necesitaba el chakra de los otros para estabilizar el lugar, para que con la
ruptura no se creara una explosión que afectara tanto a los que estaban
adentro, como los que estaban afuera.

—¡Estoy listo! —gritó la advertencia, antes de sacar su varita de su


bolsillo. Ahora no importaba que los otros lo vieran hacer magia, eran ANBU
después de todo y ellos tenía prohibido revelar cualquier secreto que tuviera
que ver con las técnicas secretas del Yondaime o su esposo.

Abrió la boca para lanzar el hechizo, pero congeló en su lugar al ver


como la espada de su ex sensei atravesaba el pecho de Sarutobi.

¡No! ¡Se supone que esto no debería pasar! ¡Esa herida es mortal y sin
Tsunade aquí no podremos hacer nada! ¿Por qué perdí tanto tiempo con las
serpientes? ¡Debí destruirlas antes de querer razonar con ellas!

399
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Harry-sama si va a hacer algo, debe hacerlo ahora! —la voz ansiosa


de Tenzo lo sacó de sus pensamientos desesperados y dio un cabeceo conciso,
antes de lanzar el hechizo que tenía en mente.

Enseguida se escuchó un ruido como de cristal rompiéndose y la barrera


de chakra se rompió, haciendo que los cuatro shinobis que la creaban salieran
despedidos de su lugar. Orochimaru miró sorprendido a su alrededor y luego
angostó sus ojos al ver que Harry estaba allí, luciendo muy enojado y algo
asustado.

—Ah, Harry-chan. —Sonrió falsamente y sacó bruscamente la espada


del pecho del Sandaime, haciendo que éste caiga de rodillas al piso.— Debería
haber imaginado que mi mejor alumno iba a encontrar una forma de entrar.

—Estás acabado, Orochimaru-sensei. —Escupió con desdén.— Te


tenemos rodeados y no hay forma de que puedas escapar.

—Te equivocas, Harry-chan, pensé que algo como esto podía pasar y sé
muy bien como poder escaparme. Y… —miró a Sarutobi, que cada vez estaba
más pálido y perdía mucha sangre.— uno de mis objetivos ya está cumplido.
Es una pena que el antecesor de tu marido vaya a terminar así, pero era su
destino, morir por mis manos, así como lo es el de Arashi-kun.

—¡Pagarás por eso, maldita serpiente! —gruñó el moreno, antes de


cargar en contra del Sanin.

Orochimaru se defendió enseguida y comenzaron a luchar, al mismo


tiempo que los shinobis que creaban aquella barrera se despertaban y se
enfrascaban en una pelea con los ANBU's. Un par de ellos socorrió al
Sandaime y lo llevaron directamente al hospital. En medio de la lucha, Harry
sintió un severo dolor en su vientre y esa distracción sirvió para que el Sanin
escapara, junto con sus secuaces. Sin embargo, la advertencia que le mandó su
bebé nonato no lo detuvo y dio órdenes a los ANBU's, para que no lo sigan,
sino que continuaran ayudando a los aldeanos.

El mago persiguió al otro hombre hasta lo profundo del bosque,


bastante cerca de donde Naruto peleaba para salvar a su hermano, sin que
ninguno lo supiera.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ne, Harry-chan. Te noto muy cansado y adolorido, ¿puede ser que


tengas algún impedimento para luchar del cual no sepa? Anda, cuéntale a tu
sensei. —dijo con tono condescendiente.

—¡Bastardo! —gruñó, respirando agitadamente. Resiste, bebé. Por


favor, necesitamos acabar con este monstruo para asegurar el futuro de tu
padre.

Harry volvió a cargar en contra de su enemigo y esta vez usó magia, si


bien ellos fueron ataques sorpresivos, para los cuales Orochimaru no tenía
armas, la magia que empleaba era bastante débil, porque, inconscientemente,
toda esta se estaba dirigiendo hacia su vientre, para poder conservar la vida de
su hijo. Fue por eso que el Sanin pudo librarse o esquivar todos los hechizos
que le lanzaba Harry, haciendo que el mago crezca frustrado.

—No, no, no, Harry-kun. Si vas a enfrentarte a tu sensei, debes dar todo
de ti. —se burló, sonriendo indulgente.— Y me estoy divirtiendo demasiado,
pero esto debe terminar, todavía tengo una Aldea que conquistar. —Dicho eso,
convocó a Manda, haciendo que la desesperación se apoderara del ojiverde.

No tengo más opción, si él convoca a su bestia, yo deberé traer a otra,


para detenerlo. Cerrando sus ojos, Uzumaki Harry llamó a su bestia interna y
comenzó a convertirse en un animago. Donde antes estuvo Uzumaki Harry,
ahora había una bestia grande y majestuosa que produjo un sonido que alarmó
a todas las criaturas que estaba en aquel bosque.

Era un dragón.

Un dragón impresionante, con escamas de color oro, que brillaban


cuando le daba la luz del sol, un hocico alargado y una mandíbula dura, llena
de dientes que miraban mortales. Las orejas eran largas también, para que
armonizaran con el hocico, había una pequeña cresta sobre su cabeza y sus
alas eran parecidas a las de murciélago.

—¿Pero qué…?

El dragón extendió sus alas y tomó vuelo, justo hacia la cabeza de


Manda, el Sanin apenas tuvo tiempo de esquivarlo y enseguida comenzó a
formar un par de Jutsus, para poder atacar la extraña bestia en la que se había
convertido el esposo del Yondaime. A medida que la lucha se extendió, Harry
pudo sentir como sus interiores protestaban, como su magia comenzaba a
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

fallar en la tarea de proteger a su feto y él comenzó a desesperarse. A pesar de


su resolución anterior, no quería perder a este bebé a cambio de derrotar al
Sanin. No quería hacer semejante sacrificio. Fue por eso que tomó una
decisión.

No puedo matarlo, pero en las memorias que el Sandaime inhabilitara


sus brazos fue de gran ayuda. Con eso en mente, Harry voló hacia donde
estaba el Sanin y usó sus reflejos todavía conservados de buscador de
Quidditch, para esquivar los Jutsus y la cola de Manda y se sumergió hacia
donde estaba Orochimaru. Con un certero mordisco, arrancó uno de los
brazos, obteniendo un grito desgarrador por parte de su víctima, aquel
descontrol en el hombre causó que Manda desapareciera en una nube de humo
y, mientras caía desamparado, Harry giró, lo tomó del brazo sano que le
quedaba y también lo despedazó.

Aquello fue lo último que su magia le permitió hacer y sus fuerzas lo


abandonaron, haciendo que vaya cayendo en picada a medida que su forma
animaga lo dejaba. Cayó inconsciente lejos de donde Orochimaru estaba
hecho un lío sangriento y no pudo ver como los secuaces del Sanin lo
levantaban y huían con él y tampoco escuchó el grito de su hijo, que después
de rescatar a su hermano, había venido a ver de qué se trataba los ruidos de
lucha que había sentido, mientras trataba de curar a Sasuke y esperaba por
ayuda.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 28: Consecuencias.

Iwagakure.
Arashi suspiró y movió su cuello para todos lados, intentando destrabar
los nudos de tensión que se le habían formado alrededor. Al fin hoy había
terminado de tener la última reunión y dentro de tres días (luego de dormir un
poco y recorrer el país para comprar algunos recuerdos) podría regresar a casa.
Sin embargo, esos planes estaban a punto de cambiar.

—¿Trabajo duro, eh?

El rubio sonrió en dirección de Hizashi y asintió.

—Es duro ser un líder que hizo tanto en el pasado y se ganó el odio de
esta Aldea —suspiró—. Solo espero que estas negociaciones sirvan.

—Servirán. —Dijo la voz impasible de Itachi—. Ni ellos pueden negar


que Konoha sea una de las Aldeas más fuertes de los Países Ocultados, así que
no les conviene ser nuestros enemigos.

—Pero tampoco querrán ser nuestros aliados. —anunció Shisui.

—Ey, gracias por los ánimos. —dijo el Yondaime, sarcásticamente.

Ambos Uchiha se disculparon justo en el momento que un sapo


anaranjado aparecía en medio del cuarto de hotel donde estaban los shinobis
de Konoha.

—¡Yo! —saludó con una onda de su mano.

—¿Gamakichi? —preguntó el rubio, luciendo sorprendido—. ¿Qué


haces aquí?

—Uh… me temo que vengo a traer malas noticias.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¿Malas noticias? —Itachi se incorporó en su asiento y miró atento al


sapo—. ¿Qué sucedió?

—Eh… —vaciló.

—Habla, Gamakichi. —La voz de Arashi sonaba tranquila, pero el


brillo en sus ojos y la palidez de su piel, generalmente morena, denotaban su
alteración—. ¿Quién te envió?

—Naruto-chan. —dijo el sapo y el rubio suspiró.

—Él está bien, entonces. —Hizo muecas—. Y creo que Jiraiya-sensei


cumplió su promesa de enseñarle a convocar los sapos.

—Yondaime-sama, por favor, no quiero ser grosero, pero este no es


momento de alegrarse por los logros de su hijo. —dijo Hizashi—. Díganos,
sapo-san, ¿Qué ha pasado?

—Hubo un ataque en Konoha.

—¡¿Qué?! —vinieron los gritos de diferentes direcciones.

—¡Maldición! —Arashi cerró su puño en la mesa—. ¡Itachi, Shisui!


¡Aseguren la puerta y coloquen Jutsus de aislación, no deseo que nadie
escuche esta conversación!

—¡Hai!

Después de que se pusieran los seguros necesarios, el Hokage incitó al


sapo a que continuara con sus noticias.

—El día de la tercera prueba, Orochimaru, junto con Suna, atacaron


Konoha, aprovechando que usted no estaba.

—¡Maldita sea! ¡Debí deshacerme de esa serpiente hace mucho tiempo!


—Exclamó Kazama— ¿Qué pasó con la Aldea? ¿Y el Sandaime? ¿Tuvo
éxito?

—El Sandaime lo luchó valerosamente, pero fue apuñalado por la


espada de Orochimaru y sus posibilidades no son muy buenas.

—Mierda. —juró Shisui—. ¿Y qué más?


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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—La invasión no tuvo éxito, porque todos los shinobis actuaron


enseguida, su familia también, aunque me temo que perdieron un par de
miembros y otros están heridos, entre ellos Fugaku-sama, pero no es de
gravedad.

Shisui e Itachi se relajaron visiblemente.

—Todos los mocosos también están bien, aunque por algún sello
extraño, Orochimaru logró despertar a Shukaku. —Los ojos del rubio se
abrieron como platos—. Pero Naruto-chan pudo detenerlo.

—¡¿Naruto solo?! —chilló—. ¿Cómo pudo mi hijo derrotar el Shukaku


solo? ¿Qué hacía Harry?

—Eh… —Que el sapo mirara el piso donde estaba sentado le dio muy
mala espina a todos.

—Habla. —siseó fríamente el Hokage de Konoha.

—Harry-kun siguió a Orochimaru después de que éste escapara y


tuvieron una asombrosa lucha en el bosque, cerca de donde estábamos Naruto
y yo. Nosotros solo vimos el final, pero fue impresionante, aunque…

—¡¡Habla, maldita sea!! —gritó, volviendo a golpear la mesa, esta vez


con tanta fuerza que casi la rompió.

—No pudo matar al Sanin y en cambio él quedó muy mal, los medi-nin
dicen que puede ser que pierda al bebé.

—¿Bebé? —Arashi pestañeó e Hizashi cerró los ojos con dolor—. ¿Qué
bebé?

—El bebé que está gestando Harry-san. Naruto me dijo que tiene cinco
semanas de gestación, pero con toda la lucha y las energías que gastó, hay
muy pocas posibilidades de que viva.

Arashi se derrumbó en su silla y casi calló de ella, de no ser por el


rápido actuar de Itachi, que lo detuvo.

—¿Yondaime-sama?

405
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Estoy bien. —respondió bruscamente y miró a Gamakichi con sus


ojos azules intensos—. Continúa.

—Naruto y Jiraiya acaban de salir de Konoha para ir en busca de


Tsunade, dicen que no hay muchas esperanzas para el Sandaime, pero si la
encuentran con tiempo, puede que ella salve al bebé que espera Harry-san.

—Oh, maldición, maldición, maldición. —juró una y otra vez el esposo


preocupado, masajeando sus sienes.

—¿Mi familia está bien? —preguntó Hizashi, preocupado por el estado


de Harry, pero también necesitando confirmación acerca de los suyos.

—Um…

—Lo que sea, dígamelo. —rogó el Hyuuga.

—Todos los Hyuuga están bien, el que no está nada bien es el


muchacho, Kimimaro. —Itachi giró su cabeza con tanta rapidez para mirar al
sapo, que su primo pensó que se quebraría el cuello—. Orochimaru le dio su
sello de la maldición y ahora se encuentra inconsciente en el hospital. Eso es
todo lo que sé.

—De acuerdo, gracias. —inclinó su cabeza.

—Eso es todo lo que tengo que decirles, Naruto-chan me dijo que


espera que regresen cuanto antes, porque allá todo es un caos y se necesita
alguien que dé orden y que tranquilice a los aldeanos.

—Partiremos enseguida. —Anunció Arashi, parándose


precipitadamente de su silla—. Preparen todo, yo avisare a la recepción que
nos estamos yendo.

—¡Hai, Hokage-sama!

**********

—¿Crees que la encontraremos enseguida? —murmuró Naruto,


agarrando las correas de su mochila con fuerzas y mirando al piso.

—Lo haremos, Naruto. —Tranquilizó Jiraiya, revolviendo el cabello de


su ahijado—. Lo único que debemos rogar es que ella desee venir enseguida.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡Ella no se puede negar! ¡La vida de mi papá y mi hermanito corren


peligro! —Agachó la cabeza—. Y Sarutobi-jiji… —se quedó callado y cerró
los ojos.

—Al menos podrá revelarlo del dolor, antes que se encuentre con Kami-
sama. —terminó el Sanin por él, recibiendo un pequeño cabeceo del rubio.

En realidad, solo tardaron dos días en encontrar a Tsunade, cuando lo


hicieron y le pidieron que ella regresara, en un principio se negó, pero cuando
Naruto le gritó que si no volvía con ellos, las vidas de su papá y su hermanito
corrían peligro, ella armó sus valijas y viajaron lo más rápido que pudieron a
Konoha.

Pero ellos que estaban lejos y nunca serían más rápidos que un padre y
marido preocupado, por lo que el primero en llegar a Konoha fue el
Yondaime, seguido de cerca por Shisui, que no era llamado el mejor en
utilizar el Jutsu para moverse a altas velocidades después del Hokage por
nada.

—¡Harry! —exclamó Arashi, entrando a la habitación en donde


descansaba su esposo, no haciendo caso de los ceños fruncidos de las
enfermeras y doctores, al ser tan ruidoso.

El moreno abrió los ojos lentamente y sonrió al ver la cara preocupada


de su marido.

—Arashi, bienvenido a casa.

El rubio tomó varias respiraciones y luego puso una sonrisa forzada en


su cara. Caminó hasta sentarse en un banquito al lado de la cama de su esposo
y le sostuvo una mano.

—¿Por qué no me lo dijiste? —Cabeceó en dirección del estómago


plano de Harry—. Estoy seguro que ya lo sabías antes de que me marchara.

—Si te lo decía, no te hubieses ido. Pensé que podía retrasar la noticia,


pero el ataque de Orochimaru nos sorprendió a todos. —mintió.

Los ojos del rubio se angostaron.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Ese maldito. —gruñó—. Cuando logre restablecer el orden en la


Aldea, lo buscaré bajo cielo y tierra, entonces sabrá que con Konoha y mi
familia no debió meterse.

—Ah, mi héroe. —intentó bromear Harry, para aligerar el ambiente.

Sin embargo, cuando Arashi estaba por sonreír por sus palabras, la
puerta volvió abrirse y por allí entró Iruka, para dar el fatídico anuncio de que
el Sandaime no había resistido y, finalmente, el veneno y la herida hecha por
el Sanin de la Serpiente lo habían matado.

.:.Días después.:.

Puertas de Konoha.
—¡Ya estamos llegando! —exclamó Naruto, levantando sus puños en el
aire, antes de aumentar la velocidad de su paso, para acercarse más a la Aldea
y su familia.

Detrás de él, Shizune, Tsunade y Jiraiya sonrieron al verlo con tanta


energía, pero sus sonrisas se borraron al ver que Izumo y Kotetsu dejaban su
puesto de porteros, para acercarse a ellos, con las caras demasiado tensas y
serias para su gusto.

—¿Qué sucedió? —Tsunade fue la primera en preguntar.

Ambos Chuunin suspiraron con dolor.

—El Sandaime no lo hizo, falleció hace tres días… han llegado justo
para su entierro.

Un silencio de pesar le siguió a esta revelación.

—¿Y mi papá? —Pidió Naruto, con voz pequeña—. ¿Cómo está él?

—Ni mejor, ni peor —respondió Izumo—. Así que me alegra que


Tsunade-sama haya regresado. Dejamos a Harry-sama en su cuidado.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Los shinobis arquearon en dirección del médico famoso.

—Hai, hai —sacudió una mano en desdén—. No hace falta que


arqueen.

Hospital.
—Permiso.

Harry se incorporó como pudo, a pesar del dolor en su vientre, para ver
hacia la puerta. Su cara se partió en una sonrisa al ver a sus visitantes.

—Tsunade, Shizune, que alegría verlas de nuevo. Parece que Jiraiya y


Naruto cumplieron con su misión.

—Hai, pero llegamos un poco tarde –murmuró Shizune.

—No creo que ustedes hayan podido hacer mucho por él —consoló
Harry, con la mirada perdida—. Ahora está en paz, eso es lo único que
debemos pensar.

—De hecho —asintió la rubia—. Lo que tenemos que hacer ahora es


ponernos manos a la obra para poder salvar otra vida, la de un niño tan
pequeño que no puede luchar solo —agregó, parándose junto a Harry.

—¡Hai! —exclamó Shizune con decisión.

—¿Me permites, Harry-san? —pidió Tsunade, posando sus manos sobre


el estómago del varón.

—Por supuesto, haz lo que esté en tus manos para salvar a mi bebé.

La sábana y la camisa del moreno fueron sacadas de la zona, antes de


que Tsunade convocara su chakra y una luz verde apareció en sus manos, la
cual comenzó a curar al feto que residía allí dentro.

—¿Dónde está mi hijo mayor?

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Nos encargó su bienestar y se fue al entierro del Sandaime, junto con


Jiraiya —respondió la mujer más joven.

Harry asintió y miró por la ventana. Lamento que mi retraso no pudiera


cambiar este destino, Sarutobi-sama. Pero ahora entiendo que tuve que
elegir, eran las vidas que serían quitadas por esas serpientes o la suya, y
estoy seguro que usted hubiese hecho lo mismo que yo. Después de todo, usted
siempre me dijo que la vida de los aldeanos y los niños siempre sería más
importante que la de un viejo hombre que ya ha vivido su vida. Sonrió.
Perdóneme y espero que tenga un buen lugar allá en el cielo.

**********

—¡Oi! ¡Tío Sakumo!

—¡Hey, Naruto! —Sirius sonrió y agitó una mano al rubio que venía
entrando por uno de los costados del jardín que tenía su casa, dentro del
Complejo Hyuuga—. ¿Qué te trae por aquí?

—¿Está Neji? Algunos de los chicos y yo vamos a reunirnos en Ichiraku


para festejar la promoción de Shikamaru a Chuunin.

—¿Y tú vienes a buscar a mi hijo? —preguntó Sirius, levantando sus


cejas.

El rubio se ruborizó ligeramente y miró para otro lado, con expresión


enfurruñada.

—¿Qué tiene de malo? Solo deseo saber si quiere venir conmigo.

—Oh, no sé. A mí me suena como que quieres pedirle una cita.

—¡Una cita! —farfulló—. ¡Solo deseo pedirle que venga! ¡¿Dónde


está?!

—Arriba, en su dormitorio. —señaló la parte de arriba de la casa—. Ve


a buscarlo.

El rubio obedeció enseguida, más que nada para evitar que Sakumo siga
burlándose de él, que por ganas de hablar con su hijo. La verdad es que, desde
los exámenes, no había tenido tiempo de hablar con Neji sobre lo que pasó ese

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

día, siempre hubo algo, su padre en el hospital, ir en busca de Tsunade o la


muerte del Sandaime, que le prohibieron ir a poner las cosas en claras. Pero de
hoy no pasaba y fue por eso que, después de tocar ligeramente la puerta,
Naruto entró a la habitación de Neji.

Se tomó sus dos minutos para admirar a la belleza que descansaba en un


sillón al lado de la ventana y leía un libro. El cabello castaño largo del Hyuuga
caía sobre su hombro izquierdo descuidadamente, vestía solo una yukata
ligera y parte de una de sus piernas eran visible casi hasta el muslo.

—¡Yo, Neji!

—¿Qué quieres? —preguntó el otro, sin mirarlo.

—Vine a invitarte a que vengas conmigo a Ichiraku, para festejar la


promoción de Shika.

—No deseo ir, gracias. —murmuró, no apartando su vista del libro que
leía.

Naruto puso los ojos en blanco, se acercó a Neji, se arrodilló frente a él


y después apoyó sus manos en las rodillas del otro. Los ojos blancos lo
miraron con suspicacia, mientras un ligero rubor se apoderaba de sus mejillas.

—Si estás más borde de lo general por lo que pasó durante nuestra
pelea, precisamente vine a buscarte para que hablemos —dijo Naruto, con
tranquilidad.

—No sé de qué quieres hablar.

—Tú lo sabes, eres un genio, después de todo —En un impulso, tomó la


mano libre de Neji entre las suyas y la besó—. Anda vamos, no te cuesta nada
y creo que nos debemos esta charla desde hace algunas semanas.

Con el corazón latiéndole a mil por hora, el chico aceptó acompañar al


hijo de Yondaime al puesto de ramen, ansioso por saber de qué se hablaría por
el camino.

—¿A dónde vas, Kimi-chan? —preguntó su padre, cuando vio salir a su


hijo de la casa.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Yo… tengo algo que hacer. —respondió evasivo.

—Ok, no tardes mucho, recuerda que todavía estás débil y Otou-san se


preocupa por ti si no regresas enseguida. —guiñó un ojo.

Kimimaro miró para otro lado que no sea la cara sonriente de su papá y
asintió quedamente. Le dolía el corazón tener que mentirle de esta manera,
pero él no encontraría paz si es que seguía quedándose allí, poniendo en
peligro a toda su familia. Así que se apresuró hacia una salida que él sabía que
era poco vigilada y luego se adentró a uno de los tantos bosques que rodeaban
Konoha, llevando nada más que una pequeña mochila que había escondido el
día anterior en un árbol.

—¿Para dónde vas? Si se puede saber.

El último de los Kaguya se congeló al escuchar la voz fría provenir de


algún lugar desde se derecha y giró la cabeza con brusquedad. No vio nada al
principio, pero después montones de cuervos comenzaron a rodearlo y supo
que había sido descubierto por el que menos deseaba.

—Itachi… —susurró, cerrando los ojos.

Los cuervos desaparecieron, dejando ver la silueta de Uchiha Itachi en


donde estaban las aves con anterioridad.

—No has respondido a mi pregunta.

—Debo partir, Itachi-sama. Aquí soy nada más que un peligro para
todos, así que le pido que no interfiera.

—El Yondaime me dio la misión de vigilarte, estaría desobedeciendo


órdenes si te dejara ir. —contestó impasible.

—Ah, es eso, ¿verdad? —Sonrió con tristeza—. Solo una orden —se
puso serio—. Siento que usted falle en su misión, Itachi-sama, pero ya he
tomado mi decisión y me iré de Konoha, por el bien de todos.

—A nadie le haces bien con tu partida, Kimimaro-san. Solo al traidor


que te dio ese sello.

Kimimaro apretó con fuerzas sus puños y se negó a mirar al Uchiha.

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—Usted no entiende, yo debo…

—Estás tomando la salida de los cobardes y creo que los Hatake te


enseñaron mejor que eso —interrumpió implacable—. Si has aprendido bien
las enseñanzas de tu familia, lo que deberías hacer es quedarte y dejar que te
ayudemos con el problema.

—¡Tú no entiendes, bastardo sin corazón! —chilló al fin, dándose


vuelta para mirar con furia al pelinegro—. ¡Soy un peligro para todos si me
quedo! ¡Nadie sabe lo que el sello puede hacerme! ¡Un día de éstos podría
despertarme y matarlos a todos!

—El sello no funciona así y creo que su hermano mayor, el Yondaime y


Jiraiya están trabajando en la forma de anularlo o aunque sea detenerlo.

—Yo… no puedo…

—¿No confías en tu Hokage o tu hermano?

—¡No se trata de confianza! —gritó, sus ojos verdes brillaban por las
lágrimas que no quería derramar frente al otro muchacho.

—¿Entonces qué? —En un movimiento veloz, Itachi se colocó enfrente


de Kimimaro y lo tomó de un brazo—. ¿Por qué huyes tan repentinamente?
¿Debo considerarte un traidor?

—¡No! —jadeó horrorizado—. ¡Jamás traicionaría a Konoha! ¡Es por


eso que me marcho antes que el sello me obligue a hacer algo que no quiero!

—Te lo repito, el sello no funciona así, no hay necesidad de que tomes


esta decisión tan precipitada.

Kimimaro agachó su cabeza.

—¿Y a ti que te importa después de todo? —susurró—. Debe darte


igual si me voy o no, aunque tu misión sea detenerme, es mejor que me dejes
ir antes de que haga algo malo.

—Olvida la misión, yo no deseo que te vayas.

Kimimaro levantó la cabeza con brusquedad, para mirar confundido al


Uchiha.
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—¿Disculpa?

—La verdad es, que el Yondaime no me dio ninguna misión de


vigilarte, lo hice por mi propia decisión, porque estaba seguro que harías algo
insensato como esto.

—¿Qué?

—Te conozco más de lo que crees —murmuró, levantando una mano


para apoyarla en la barbilla del chico y darle una suave caricia—. Siempre has
asumido que me eras indiferente, pero la verdad está muy lejos de ella.

—Itachi… —suspiró, cerrando los ojos por un momento, al sentir como


esa caricia estremecía su cuerpo entero.

—Me importa que te vayas o no, y no estoy dispuesto a dejar que te


marches.

—¿Por qué? —pudo preguntar a pesar de lo nublada que tenía la mente.

El Uchiha no contestó con palabras, más bien juntó sus labios con los de
Kimimaro en un dulce beso que se convirtió en pasional por la multitud de
sentimientos que uno tenía guardado por el otro, desde hace tiempo. El menor
gimió en la boca del otro y se apresuró a rodear su cuello con sus brazos
pálidos, mientras Itachi bajaba sus manos, para apoyarlas en el trasero
redondeado y darle un pequeño empujón, incitando así a que el chico rodeara
con sus piernas su cintura.

Con Kimimaro en esa posición, el ANBU caminó hasta un gran árbol,


para apoyar la espalda de su amante sobre él y así poder conseguir estabilidad,
ya que el beso los estaba mareando a ambos, y no creían poder mantenerse en
pie por mucho tiempo. Cuando al fin se sostuvieron por el tronco grueso,
aprovecharon para comenzar a mover sus cuerpos y lograr así frotar las partes
que comenzaron a excitarse y endurecerse a velocidades impresionantes,
desde que iniciara el beso.

—Maldición, Kimimaro —susurró Itachi, cuando se separaron en busca


de aire—. Si no nos detenemos ahora, me temo que esto irá demasiado lejos.

—No importa —murmuró con urgencia, antes de atraerlo para otro beso
caliente—. No importa, no importa, deseo esto, lo deseo desde hace mucho.

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—¿Aquí? ¿En el bosque? —quiso saber el dueño del Sharingan,


mientras dejaba pequeños besos en el cuello de su amante.

—Sí, no me importa donde, sino con quien —dijo con seriedad,


clavando sus ojos verdes con los negros.

Itachi lo miró por largos segundos, antes de hablar.

—No traigo condones.

—¡No importa! —Gimió desesperado—. Yo no corro el peligro de


embarazarme como nuestros padres. ¡Así que cójeme, maldita sea!

El mayor le dio una sonrisa maliciosa.

—Me encanta tu boca sucia.

Kimimaro volvió a gemir y atrajo la boca del otro, para compartir un


beso mucho más necesitado que los anteriores. En un abrir y cerrar de ojos,
Itachi tuvo a su amante desnudo, sobre el pasto del bosque, con las piernas
abiertas de par en par y con él aspirando el pene duro que resaltaba orgulloso
en aquella entrepierna. El Chuunin, por otro lado, se retorcía y arrancaba los
pastos que estaban al alcance de su mano, cada vez que Itachi daba una lamida
o succión experta a su miembro, haciéndole percibir sensaciones que jamás
pensó que el amor de su vida le haría experimentar.

Itachi levantó una de las piernas de Kimimaro sobre su hombro y usó el


mismo líquido pre seminal que salía del pene que estaba chupando para
comenzar a preparar la entrada virgen. Debería hacer un buen trabajo, si
quería que esta experiencia no sea dolorosa para su amante. Él mismo no tenía
ninguna experiencia, puesto que el sexo nunca fue una de sus preocupaciones,
pero sabía que ser el uke era mucho más doloroso que ser el seme y no quería
ocasionarle ningún tipo de daño innecesario al hermoso muchacho de ojos
verdes que en estos momentos se retorcía al sentirse llenado por uno de sus
dedos.

Al primero pronto le siguió un segundo dedo y con ellos, Itachi


comenzó a hacer un movimiento de tijeras abriéndose, para poder agrandar la
entrada por dentro. Una vez que la sintió más floja, puso el tercero y con los
tres adentro buscó aquel punto que sabía que iba a llevar a Kimimaro a las
nubes si lo tocaba.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—¡¡Oh, Kami-sama!! —gritó de repente el chico, pegando un pequeño


salto.

Lo encontré, pensó con gusto el Uchiha.

Con su misión lograda, Itachi siguió aspirando el pene de su amante,


mientras sus dedos atacaban aquella parte tan sensible. El conjunto de
sensaciones que inundaron su cuerpo, hizo que pronto el de ojos verdes se
viniera sin previo aviso en la boca que tan exquisitamente lo estaba tocando.

—L-lo siento —jadeó Kimimaro, sintiendo algo culpable por venirse en


la boca del otro, sin previo aviso.

—No tienes que sentir nada —consoló Itachi, ya tragando hasta la


última gota del líquido lechoso. Sin sacar sus dedos que aquella parte tan
íntima, se incorporó, para mirar al otro a los ojos—. Ahora quiero saber si
estás listo para lo que viene.

—Lo estoy —dijo con decisión—. Lo he estado desde hace mucho.

—¿Oh? —enarcó una ceja, mientras se levantaba un poco, para


comenzar a desnudarse, algo que no había hecho hasta ahora—. ¿Debo
interpretar esto como, que ha tenido sueños pervertidos conmigo, señor
Hatake?

El Chuunin se ruborizó mortificado.

—Tal vez —contestó evasivo.

Itachi sonrió de lado, antes de colocar ambas piernas de Kimimaro


sobre sus hombros.

—¿Preparado?

El menor suspiró y apoyó ambos manos en los hombros de Itachi, antes


de asentir.

—Hai. —fue todo lo que dijo.

El Uchiha también asintió y ubicó su pene en la entrada virgen, antes de


comenzar a empujar de a poco. Enseguida, Kimimaro cerró los ojos al sentir
un poco de dolor, pero los besos tiernos que su amante dio a su cara, hombros
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

y labios lo hicieron calmarse paulatinamente. Inspiró hondo varias veces y


luego volvió a abrir sus hermosos ojos, para quedarse casi sin respiración. Su
amante lo estaba mirando con una expresión que jamás había visto en su cara,
los ojos negros estaban atentos a los suyos y en ellos se podía leer pasión,
lujuria, deseo, amor, necesidad y porque no, también algo de ansiedad y
miedo. Y él no podía culparlo, porque por su mente pasaban exactamente las
mismas sensaciones. Así que, para calmar a ambos, Kimimaro atrajo a Itachi
para compartir un suave beso, mientras que el otro terminaba de llenarlo con
su miembro.

—Me moveré cuando estés listo —susurró el Uchiha al oído de su uke.

El peliblanco asintió y relajó su cuerpo, queriendo comenzar el acto


cuanto antes, pero también evitar que le duela. Cuando al fin se sintió seguro,
movió experimentalmente sus caderas, obteniendo un silbido por parte de su
amante. Por lo visto, Itachi no necesitó más que eso para confirmar que estaba
autorizado a moverse, así que se sacó por completo del ano apretado y se
metió con brusquedad, haciendo a Kimimaro abrir sus ojos y su boca y dejar
salir un aullido de placer.

—¡Oh, sí!

Itachi pudo haber gritado también, pero estaba demasiado concentrado


en las sensaciones que la carne que rodeaban y apretaban su pene le mandaban
a todo su cuerpo; también que estaba evitando lastimar a su amante. Aunque
éste no le hacía las cosas fáciles, puesto que Kimimaro levantaba sus caderas
con cada embestida que él daba, haciendo que las penetraciones sean más
profundas y bruscas de lo que él quería. No pudiendo detenerse, ni detener al
otro, Itachi se dejó llevar por el ritmo de su uke y pronto su encuentro se
volvió salvaje, con uno empujando sin limitaciones y el otro recibiéndolo con
gritos y entrega desvergonzada.

Ninguno de los dos supo quien se vino primero, lo único que supieron
es que un mundo negro se apoderó de ellos, cuando su pasión llegó al límite y
ni siquiera notaron que se quedaron dormidos en medio del bosque, desnudos
pero abrazados y con Itachi todavía dentro del cuerpo pálido de Kimimaro.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Capítulo 29: Lo que nos depara


el destino.

—Mis insectos de papel no pueden encontrar al jinchuuriki del Kyuubi,


un —suspiró frustrado un rubio que estaba parado en la rama de un árbol en
uno de los tantos bosques que rodeaba Konoha.

—Veo —dijo la voz gruesa de su acompañante—. Esto será una labor


muy difícil. La seguridad está muy apretada en Konoha, después del ataque
del idiota de Orochimaru.

—¿Y qué hacemos, danna? —preguntó, soplando el flequillo de


enfrente de su cara, revelando un aparto extraño en su ojo izquierdo.

El hombre de cabello negro dio un gruñido.

—Es inútil que lo intentemos ahora —masculló—. Todos están muy


alertas y es seguro que la seguridad alrededor del hijo de Hokage debe ser aún
mayor. No contábamos con este ataque, así que deberemos volver a la base y
preguntarle al Líder por nuevas instrucciones.

—El Líder-sama no será feliz, un.

—No voy a arriesgarme solo porque estás aburrido, Deidara —gruñó el


otro—. No vamos a poder atrapar al jinchuuriki ahora, así que volvamos y
busquemos nuevas instrucciones.

—Hai, Sasori-danna.

Diciendo eso, ambos shinobis que llevaban capas negras con nubes
rojas, desaparecieron del árbol donde estaban posados.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

.:.Días después.:.
Ya habían pasado dos semanas desde el incidente en Konoha y hoy era
el cumpleaños de los trillizos Uchiha, por lo que, los más conocidos de la
familia se encontraban en el Complejo, celebrando con los niños. Aunque eran
bastante pocos los conocidos y familiares, ya que estando Konoha todavía en
estado crítico después de la invasión, había muchos que salieron para trabajar,
hasta el mismo Sakumo había sido reinstalado en su cargo de Ninja cazador,
para servir como guía para los otros.

Neji se ruborizó y miró para otro lado. Hasta ahora había evitado tener
una charla con Naruto, pero ya la gente se estaba yendo y seguramente iba a
ser inevitable que terminara hablando con él. Además, la mirada intensa que le
estaba dando el rubio era un indicador de que no se iba a ir de allí sin tener
una charla con él primero.

Eventualmente, para el final de la reunión, cuando había todavía sol en


el cielo, Naruto le hizo una seña a Neji para que lo siga. Por el rabillo del ojo,
pudo ver como Gaara lo miraba intensamente, mientras Shikamaru dormía en
su regazo. Era evidente que el pelirrojo esperaba que lo siguiera: ―¡Ve tras él o
haré que vayas!‖, le decía. Así que él no pudo hacer otra cosa que seguirlo.

—¿Qué? —fue lo primero que espetó, cuando llegó adonde el rubio


esperaba.

Naruto levantó sus cejas.

—Bueno, estuve pensando un poco en ciertas cosas que pasaron en el


pasado y creí encontrar en mi memoria ciertas situaciones que me aclararon
muchas dudas —dijo con una seriedad no características de él—. Pero no
quiero darle vueltas al asunto, ni hacerte incómodo, así que… ¿te gusto? Solo
responde sí o no.

Neji luchó para ningún rubor abordara su cara y se le hizo difícil, pero
lo logró. Su ceño se frunció y no pudo evitar sentir su estómago retorcerse por
los nervios. ¡Lo sabe!, gritó en su mente. ¡Al fin este idiota se ha dado cuenta!
Pero…

—¿Qué harías con mi respuesta? —murmuró, mirándolo a los ojos.

419
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Si tu respuesta es positiva, veremos —hizo muecas—. Si es negativa,


sin embargo, nunca volveré a fastidiarte con el tema.

¡¿Nunca?! Neji se alarmó brevemente por esa respuesta, porque era


bien sabido para todos que Naruto había adoptado ese irritante camino en la
vida de nunca ir detrás en sus palabras. Así que él debería elegir muy bien sus
palabras en este momento, porque o sino las cosas podrían a llegar a ir muy
mal en el futuro.

—Bien, creo que en ese caso, yo…

Pero no pudo terminar de hablar, porque en ese mismo momento,


Naruto se levantó de la silla donde estaba sentado y caminó hacia la ventana
más cercana. El chico frunció el ceño y se cruzó de brazos.

—¿Qué pasa? —preguntó irritado. ¡Justo ahora que se estaba por


declararse este idiota lo ignoraba!

—¿Ese no es Itachi y tu hermano?

Neji se levantó de un salto y empujó un poco al otro, para poder ver.


Efectivamente, a plena luz del día, Kimimaro se estaba besando con Itachi en
el patio trasero del Complejo Uchiha. El Uchiha estaba en su traje de ANBU
y, luego de darle otro beso que lo dejó sin respiración a su novio, se puso su
máscara y desapareció en un remolino de hojas.

—No sabía que estaban juntos —murmuró Naruto.

—Ni yo —frunció el ceño, sintiéndose traicionado. Debido a que él y


Kimimaro se llevaban tan poca edad, siempre se contaban todo. Por eso y
porque si se lo contaban a Kakashi, él siempre se burlaba de ellos. Su hermano
mayor era un pervertido, después de todo.

Lo miraron por rato, viendo como Kimimaro sonreía como idiota y se


tocaba los labios, lanzando suspiros soñadores de vez en cuento. Pero en un
momento, ambos escucharon un silbido que solo sería audible para los oídos
de entrenados shinobis y lo siguiente que sabían era que el Hatake adoptado
caía desmayado al piso y luego lo rodearon cuatro figuras.

Naruto quiso gritar una advertencia, pero Neji lo detuvo. Los ojos
azules lo fulminaron con la mirada, pero él no le hizo caso.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Idiota —siseó Neji, mirando como los shinobis ataban a su hermano


y el más robusto de todos lo cargaba en su espalda—. Son más que nosotros y
parecen fuertes. Lo que debemos hacer es avisar a los de mayor rango para
que los atrapen.

—Entiendo —asintió, mientras miraban como los shinobis se


marchaban—. Buscaré ayuda.

—Sí tú ve, yo los seguiré para…

—¡¿Qué?! —chilló alarmado—. ¡No puedes ir solo tras ellos!

—¡Pero alguien debe seguirles el rastro y yo soy mejor en ello! —


refutó, saltando por la ventana.

—¡Es peligroso, iré contigo! —dijo Naruto, tozudo.

—¡No puedes! ¡Alguien tiene que avisar adónde vamos!

—¡Puedo convocar un sapo que avise! —Exclamó, pensando rápido,


como siempre en estas situaciones—. ¡Así que no te dejaré ir solo!

Se miraron a los ojos por un par de segundos y Neji asintió. Sintiéndose


tonto por estar conmovido en un momento como este, al comprobar cuanto se
preocupaba Naruto por él. Cuando todo esto acabe, definitivamente le
declararé mis sentimientos. Después, él volvió a cobrar su seriedad
característica y comenzaron a seguir a los enemigos, mientras que Naruto
convocaba a su sapo favorito, para que vaya a dejarle un mensaje a algunos de
los shinobis mayores de Konoha.

Gamakichi fue quien entró al complejo Uchiha y al primero que vio fue
a Shikamaru, durmiendo encima de Gaara. Bueno, Naruto le había dicho que
se lo dijera a algún shinobi de mayor rango y que él supiera, ese Nara era ya
un Chuunin, los otros no habían pasado.

—¡Yo! Tengo un mensaje de Naruto —saludó el sapo, haciendo que los


ojos verdes de Gaara se posaran en él.

—Habla.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Shikamaru parecía dormido, pero una vez que escuchó el mensaje del
sapo anaranjado, se levantó desperezándose y murmurando un ―que molesto‖.
Luego de terminar el mensaje, el sapo desapareció y Gaara usó su arena para
ir a buscar a Kiba, que sabía que estaba desocupado en ese momento y los tres
se decidieron a partir tras sus amigos.

—¿No deberíamos decirle a algunos de los adultos?

—No somos unos niños, Kiba —respondió Gaara, irritado.

—Pero somos shinobis y respondemos al Hokage —razonó Shikamaru,


deteniéndose—. Tenemos que decírselo antes a alguien.

El destino quiso que justo en ese momento, Uchiha Obito viniera rumbo
a la Aldea por el camino que ellos estaban tomando para seguir las pistas que
Neji y Naruto les habían dejado.

—¿Qué hacen por acá, mocosos?

—Alguien ha secuestrado a Kimimaro nii-sama —respondió Gaara,


dándole el título cariñoso ya que se conocían desde hace años—. Nosotros
vamos a rescatarlo, Neji y Naruto ya están persiguiéndolos.

—Hey, hey, hey —aleteó sus manos, abriendo los ojos como platos—.
¡Ustedes no pueden tomar una decisión así! ¡Deben decírselo a alguien de
mayor rango y que les autorice a tomar esta misión en sus manos!

—¡No hay tiempo! —Chilló Kiba—. Ellos ya lo están siguiendo, el


Hokage está en reunión y Harrysama sigue en reposo.

—Y usted ahora va a reportarse en el cuarto de las misiones, ¿verdad?


—preguntó Shikamaru, retórico—. Bueno, entonces se lo encargamos…
dejaremos pistas por el camino.

Y sin darle tiempo de decir nada más, Shikamaru, Gaara y Kiba


tomaron la misión en sus manos y comenzaron a seguir a sus amigos.

Eventualmente, cuando llegaron allá, se encontraron con que sus dos


amigos estaban encerrados en una especie de cueva de tierra y piedra que
había surgido de la nada en medio del bosque, pero en realidad era controlada
por unos de los shinobis enemigos con un severo caso de sobrepeso. Entre los

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

tres lograron romper la cueva y Kiba se ofreció personalmente a quedarse a


derrotar a este enemigo, mientras los otros seguían a los que faltaban.

El siguiente que les hizo frente fue el shinobi de varios brazos que
estuvo en el examen de Chuunin con el equipo de la Arena. Esto les dio la
pista de quiénes eran sus enemigos, eran shinobis del Sonido.

—Vayan ustedes por mi hermano, yo me haré cargo de este.

—De ninguna manera —refutó enseguida Naruto a las palabras de


Neji—. Yo me quedaré a ayudarte al menos.

Ahora la preocupación del rubio ya lo irritaba, no tenían tiempo de


ponerse a discutir en un momento así. Se giró para mirarlo a la cara.

—No hay tiempo para esto, Naruto. Por favor, confía en mí, estaré bien.

Renuente y entendiendo la mirada en los ojos de Neji, Naruto asintió,


pero después hizo algo que sorprendió hasta al enemigo. Agarró al Hyuuga
por ambos lados de su cara y le plantó un beso de novela.

—Más te vale sobrevivir a esto, ¿escuchaste?

—H—hai —masculló, sorprendido.

Después de eso, Shikamaru, Gaara y el rubio siguieron su camino.

**********

—¡¿Qué dijiste?! —chilló Sakumo, cuando escuchó las noticias de


Obito.

—Eh… lo que oyó —rascó su cabeza y sonrió torpe, pero al ver la cara
de Sirius, se apresuró a levantar sus manos—. ¡No pude detenerlos! ¡Ellos
estaban decididos!

—¿Qué hacemos, Sakumo-sama? —preguntó Iruka preocupado, quien


había venido con el Uchiha desde el cuarto de la misión, luego de que éste
diera su reporte y le contaba las malas nuevas.

—Debemos hablar con Arashi ahora mismo —dijo seriamente.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Pero… ¿él no está ocupado?

—¡No importa! —Gritó al borde de la histeria, haciendo saltar a Iruka y


Obito—. ¡Es de los niños que estamos hablando! ¡Si perdemos tiempo puede
ser demasiado tarde para ellos!

Comprendiendo las palabras del padre preocupado, ambos shinobis


siguieron al colmillo Blanco de Konoha y le explicaron brevemente la
situación a los ANBU que custodiaban las puertas, para luego irrumpir en el
despacho del Yondaime. Allí estaba él, reunido con Tsunade y los ancianos
miembros del Consejo.

—Hatake-san, estamos teniendo un reunión importante aquí —dijo la


mujer que fue compañera de grupo con el Sandaime.

—¡Me importa un carajo eso, vieja de mierda! —gritó muy alterado.


Ella abrió la boca sorprendida al escuchar semejantes malas palabras venir de
la boca del Cazador-nin—. ¡Mis bebés están en peligro!

—¿Qué es lo que sucede, Sakumo-san? —preguntó Arashi, frunciendo


el ceño.

—¡Alguien secuestró a mi Kimi-chan! ¡Y los inconscientes de tus hijos,


el mío, el Nara e Inuzuka fueron tras los secuestradores!

—Mierda, lo que me faltaba —siseó el rubio masajeando sus sienes.

—¿Qué hacemos, Yondaime-sama? —murmuró aprensivo Iruka.

El hombre frunció el ceño un momento y después miró a su ex alumno.

—¡Obito! ¡Busca a Kakashi y a Rin y vayan tras ellos! ¡Shizune! —


Gritó después, y la pelinegra apareció en un instante—. ¡Arma un equipo
médico y síguelos!

—¡Hai, Hokage-sama! —exclamaron ambos shinobis, antes de salir de


la oficina.

—¡Déjame ir también! —dijo Sirius.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Tú estás muy alterado, Sakumo —fue Tsunade la que habló—. Lo


mejor será es que te tranquilices y esperes aquí a que los traigan de regreso.
No harás nada bueno si vas en ese estado.

—¿Y qué hay de Harry-sama? —la pregunta de Iruka hizo suspirar a


Arashi.

—¿Podrías ir a ver qué tal está? Él siempre tiene un sexto sentido para
saber cuando sus hijos están el peligro y no quiero que nada lo altere, no
cuando todavía está tan sensible después de la batalla que tuvo con el Sanin
bastardo.

—Hai, Yondaime-sama. Iré con él enseguida —hizo una reverencia,


antes de salir.

**********

—¡Sasuke! —exclamó Naruto sorprendido, cuando vio a su mejor


amigo detener el ataque enemigo. Ya todos se habían separado y ahora Naruto
estaba luchando con un par de shinobis del Sonido que eran gemelos unidos
en un mismo cuerpo—. ¿Qué haces aquí?

—¿Qué hago aquí? ¡Lo que quiero saber es por qué no me llamaste a
luchar! —exclamó algo ofendido—. ¡Me encontré con esos dos de la Arena y
me enteré por ellos que los del Sonido tenían planeado eso!

—¡¿Y qué querías que hiciera?! ¡Fue una decisión que tuve que tomar
en cuestión de segundos! —Gritó más fuerte—. ¡Además…! ¡Tu seguro
estabas quién sabe dónde con Haku!

El rubor culpable en la cara de Sasuke lo dijo todo.

—Si ya terminaron de hablar, mocosos infernales —siseó Sakon—. Me


gustaría luchar de una vez, tengo que llevar a este muchacho bonito a mi Jefe
—cabeceó en dirección donde descansaba el cuerpo inconsciente de
Kimimaro.

Sasuke y Naruto tensaron y se giraron para mirar con odio al joven. Los
gemelos inquietaron un poco al ver como uno de ellos activaba el famoso
Sharingan y el otro comenzaba a tener una aureola roja alrededor de su

425
Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

cuerpo, mientras sus ojos se teñían de rojo y su pupila se rajaba como la de un


gato.

En otro lugar.
—No necesitamos tu ayuda —dijo Gaara, su cara sin emociones.

—Deseo redimirme contigo, Gaara —murmuró Temari, mientras


esquivaban otro ataque de la única mujer enemiga—. Nos enteramos de esto y
quisimos ayudar, es lo menos que te debemos después de todo lo que pasó.

—Lo que pasó no fue su culpa —miró para otro lado—, no dependía de
ustedes.

Ella sonrió con amargura.

—Eres muy diferente a como imaginaba que resultarías ser. Estoy


segura que si seguías en casa, nunca hubieses sido tan considerado por los
demás…

Gaara frunció su ceño y se ruborizó ligeramente al recibir esas palabras.

—¡¿Terminaron de reconciliarse ya?! —gritó Shikamaru, un tanto


alterado—. ¡Tenemos algo de dificultad aquí!

Él y Kankuro estaban luchando con Tayuyá que tenía activado su sello


de la Maldición, mientras Temari y Gaara hablaban, aparentemente olvidando
la batalla que se llevaba a cado muy cerca de allí.

Enseguida, el pelirrojo entró en su modo de shinobi sanguinario al


escuchar a su amante, y convocó su arena, para comenzar a luchar contra la
enemiga.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Cerca de allí.
Uno de los perros de Kakashi fue el primero en llegar a la escena y
encontraron a un Kiba muy lastimado e inconsciente. Rin se quedó con él,
comenzando a curar sus heridas, mientras Kakashi y Obito siguieron su
camino, preocupados por ver qué encontrarían más allá.

Cuando corrieron un poco más, Kakashi sintió sus piernas debilitarse al


ver que su hermano era el siguiente que yacía en el piso. Respirando agitado,
el hombre cayó de rodillas junto a él y cerró sus ojos en dolor al ver el agujero
en el pecho.

—Oh, Kami-sama no, por favor… —susurró desesperado—. ¿Neji?


¿Otouto? ¿Puedes escucharme?

Pero el muchacho siguió con los ojos cerrados, la sangre seguía saliendo
del agujero en el pecho y su cara palidecía alarmantemente.

—¡Neji! ¡¿Me escuchas?! —acompañó su grito desesperado con una


sacudida al pequeño cuerpo.

—¡Eso es inútil, Kakashi! —exclamó Obito, deteniendo al hermano


histérico—. ¡Lo que debemos hacer es comenzar a curarlo! ¿Tú sabes Jutsus
médicos, verdad?

—S-sí… sí —murmuró trémulo, respirando varias veces, para recobrar


su tranquilidad—. Sé que hacer para cerrar un poco la herida y cauterizarla.

—Entonces quédate con él —dio un apretón al hombro de su amigo—.


Yo seguiré para ver cómo está el resto, ¿de acuerdo?

—Sí, vete —murmuró un poco más calmado—. Todavía debemos ver


cómo está Kimimaro y los hijos del Yondaime.

—Entonces me adelantaré —se levantó y miró a su amigo con una de


sus sonrisas enormes—. No te preocupes, él estará bien. Lleva tu sangre, así
que podrá aguantar algo como esto.

Kakashi le dio una mirada agradecida y después sus ojos se arrugaron


en forma de ―U‖. Obito asintió y comenzó a correr para ver cómo estaban el
resto de los pequeños Genin.
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

**********

Gracias a Kami-sama, la misión de recuperación improvisada de


Kimimaro resultó ser un éxito, aunque Hyuuga Neji e Inuzuka Kiba resultaron
bastante lastimados después de su lucha, pero Tsunade ya los había revisado y
dijo que los salvaría. Estarían como nuevos en cuestión de días. Naruto y
Sasuke resultaron con heridas menores, Shikamaru, Gaara y sus hermanos
eran los únicos ilesos.

Harry casi había entrado en pánico cuando sintió que su hijo estaba en
peligro y la cara de Iruka cuando vino a su casa y le confirmó que su
sensación no era en vano, lo dijo todo. Pero él se obligó a tranquilizarse,
tomando una poción relajante, porque su bebé nonato no necesitaba que su
cuerpo volviera a alterarse por los nervios. Así que tuvo que esperar sus
regresos con el alma en un hilo.

Todo el momento, los recuerdos, nerviosismo y remordimiento


estuvieron rondando en su mente. Esto es algo que no tuvo en cuenta tampoco.
Fue un verdadero shock el enterarse que Kimimaro había sido el mordido por
Orochimaru en vez de Sasuke, y ahora pensaba que tendría que haber sido
evidente que el Sanin intentaría llevárselo. Se sentía bastante culpable por no
haberlo advertido antes, pero hubo tanto en su cabeza y su cuerpo en estos
tiempos, que no pudo pensar en ello.

—Oh, Shinigami-sama —suspiró, acariciando la cabeza de Hikaru, que


estaba dormido encima de su pecho. El niño insistía en dormir con sus padres
desde que sucedió lo del ataque a Konoha, no le importaba que fuera una
actitud infantil. Harry lo entendía, porque su bebé había tenido una vida muy
relajada hasta entonces y que de repente vea a su madre al borde de la muerte,
a sus dos hermanos heridos, más su Aldea casi destruida, había sido un shock
para él—. Nunca pensé que todo se complicaría tanto cuando acepté tomar
esta misión. ¿Sabías que algo como esto podría llegar a pasar?

—No, no sabía.

Evidentemente, Harry no esperaba respuesta, así que él saltó en su cama


y por instinto apretó más a su hijo contra su cuerpo. Parpadeó varias veces y
frunció el ceño.

—¿Shinigami-sama? —susurró algo inseguro.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Así es, Harry Potter, soy yo.

Harry inspiró hondamente, hace un montón de tiempo que nadie lo


llamaba por su apellido. Miró para todos lados, pero no pudo ver nada. De
donde viniera la voz, no era de un cuerpo físico.

—Estoy en tu mente, muchacho —había algo de diversión en su voz.

—Entiendo —murmuró, sintiéndose extraño por estar escuchando esa


voz otra vez—. ¿Por qué está aquí?

—Tienes una duda muy grande y a partir de ahora muchas cosas


pueden cambiar.

—¿Con duda se refiere a todo lo que ha pasado…?

—Exactamente —guardó silencio unos segundos—. Todo lo que ha


pasado desde que llegaste a esta Aldea es, en parte, gracias a tu
intervención, Harry Potter.

—¿Yo? Pero…

—No me interrumpas —si voz era tranquila pero fría, así que Harry
cerró la boca—. Cuando decidiste venir, tomaste la responsabilidad de que
tus actos cambiaran muchas cosas en este mundo. Pero era algo inevitable
ya que tú no pertenecías a este universo, así que no debes sentir
culpabilidad, fue mi decisión el darte tu segunda oportunidad aquí, después
de todo.

—Pero pude salvar a tantos más…

—No, no habrías podido. Porque hubo almas que estaban destinadas


a acompañarme, tal como el viejo Hokage. Tú solo salvaste aquellas almas
que llegaron antes de tiempo, las que llegaron aquí en la invasión lo están
porque era su destino.

Harry cerró los ojos y dejó que las palabras del Shinigami se hundieran
en su corazón. Extrañamente, esas palabras liberaban un poco su culpabilidad,
sabiendo ahora que eso fue inevitable.

—Gracias por sus palabras.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—De nada, muchacho. Ahora debes prepararte para lo que viene.

—¿Qué viene ahora?

—Eso no puedo decírtelo, porque todo lo que venga a partir de ahora


dependerá no solo de ti, sino de las decisiones y actitudes que tomen
aquellos que te rodeen, sobre todo tu hijo mayor y sus amigos.

—¿Naruto? ¿Qué pasará con mí Naruto?

—Eso es algo que no te lo puedo decir. Debes descubrirlo por ti


mismo… —La voz del Shinigami se fue descolorando, hasta llegar a ser solo
un susurro—. Buena suerte, Harry Potter.

Harry no permitió que la agitación se apoderara de su cuerpo. Sabía que


no era necesario angustiarse antes de tiempo.

Sea lo que sea que viene, solo hay que dejarlo venir…

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Epílogo: Hacia el futuro.

Sirius y Harry miraron con interés como sus hijos se besaban en el patio
de la casa del segundo, creyendo que nadie los miraba. Había sonrisas en las
caras de los hombres.

—¿Crees que deberíamos decirles?

—No, Sirius. —La respuesta de Harry fue directa, sin estivo de duda.

—¿Por qué no? —gimoteó—. ¡Sería genial ver sus caras cuando les
digamos!

—¿De qué valdría? ¿Solo para divertirte un rato? —frunció el ceño,


mientras acariciaba su estómago hinchado—. No, mejor nos mantenemos en
silencio.

—Aw —puso mala cara—. Yo quiero ver sus caras cuando le digamos
que los comprometimos desde niños.

Por supuesto, esto sería un secreto entre ambos para siempre (porque ya
no creían que fuera necesario decirlo). Cuando Harry se había enterado que
estaba esperando a Naruto, Sirius le había dicho que siempre esperó que ellos
sean parientes de verdad. No solo padrino y ahijado. Si bien el sueño de Sirius
siempre fue tener un hijo o hija que se casara con Harry, las circunstancias
eran diferentes, Kakashi era muy pequeño para su ahijado en aquel momento.
Así que cuando se supo de la llegada de Naruto, Harry y Sirius hicieron un
trato secreto.

Comprometieron en futuro matrimonio a sus bebés.

Así que si las cosas no se resolvían entre Neji y Naruto, igual ellos
tendrían que cumplir con el contrato de matrimonio. Gracias a Kami-sama, los
niños habían resuelto esto por sí mismos, sin tener que vivir bajo la angustia y
presión de casarse sin amor.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Un tiempo después.
Una vez que las cosas se normalizaron en Konoha, Hiashi se decidió a
revelar su estado de gravidez, y no solo esto sorprendió a los aldeanos (así
como a sus hijas) sino que también sorprendió saber quién era el otro padre.
No queriendo desmerecer a Hayate, muchos pensaron que él era un shinobi
demasiado común para alguien tan importante para la cabeza del Clan
Hyuuga. Sin embargo, estos rumores no importaron al hombre y hasta anunció
que pronto se casaría, así que los contradictores tuvieron que conformarse.

Sasuke puso las manos en sus bolsillos y salió de su casa, sus pequeños
hermanos otra vez estaban jugando a los ―ninjas‖ y cuando ellos decidían
jugar ese juego, era mejor estar fuera de casa. Así que él caminó hasta el único
lugar que sabía le traería paz. No tardó mucho en llegar a la pequeña casita
que su sensei se había comprado, en vista que su departamento había sido
destruido durante la invasión.

—¿A dónde vas, mocoso?

El Uchiha palideció al encontrarse con una espada masiva


peligrosamente cerca de sus partes nobles, que de paso le impedía seguir
caminando.

—Eh… ¿está Haku?

Zabuza gruñó, angostando sus ojos en el Uchiha. Él estaba sentado en


una silla amplia, en el pórtico de la casa, parecía relajado, pero la espada en su
mano y la mirada que le lanzaba al chico decían otra cosa.

—¿Qué si está? —siseó—. No deseo que un mocoso estirado como tú lo


pervierta y lo aleje de su entrenamiento.

Sasuke frunció sus labios y le dio su propia mirada de intimidación.

—Solo quiero hablar con él.

—No mientas, sé muy bien lo que quieres de Haku.

Ambos se fulminaron con la mirada.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Maa… maa… —Vino un suspiro cansado desde la puerta de la


casa—. Déjalo pasar, no creo que hagan nada que nosotros no hayamos hecho.

La mirada fulminante se dirigió al espantapájaros ahora.

—Eso es lo que no deseo.

—¿Sasuke? —La voz suave viniendo desde detrás de Kakashi, llamó la


atención de todos—. ¡Viniste!

El chico salió de la casa y sonrió ampliamente en el moreno, mucho a su


revelación y la molestia de Zabuza.

—Hey, hola —masculló.

—Te esperaba más tarde —sonrió—. Pero ya que estás aquí, ¿Qué
prefieres hacer? ¿Entrar a la casa o ir de paseo?

—No vas a entrar con este mocoso a tu habitación —gruñó Zabuza.

—Oh, Zabuza-san —puso los ojos en blanco. Algo muy fuera de


carácter para él, pensó Zabuza, que nunca antes había visto un gesto tan
irrespetuoso de ―su arma‖ hacia su persona.— Ya no soy un niño.

Dicho eso, Haku tomó la mano de Sasuke y lo condujo dentro de la


casa, mucho al desconcierto de su guarda.

—Hey, míralo por el lado bueno, él no puede embarazarse, como yo.

Una mirada fulminante fue lo único que recibió como respuesta a su


afirmación.

Pero el destino querría que los jóvenes amantes fueran dejados


tranquilos en el futuro, puesto que, meses después, Kakashi anunció que
algunos de los condones que usaron no funcionaron y ahora su sangre mágica
había actuado para que él quede en cinta del shinobi de Kiri. Decir que ambos
tomaron esta noticia con horror era decir poco. Sin embargo, la aceptaron,
después de todo, en el fondo de su corazón, ambos deseaban tener hijos.

Sin embargo, aquellos allegados a la pareja no podían evitar sentir


miedo por el futuro niño que saldría de ellos. ¿Un hombre que se llamaba a sí
mismo ―Demonio‖ y el otro un pervertido que leía porno en frente de niños?
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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

Sirius juró que le pondría atención a la crianza de su nieto. Haku


prometió ayudar.

Otra relación que parecía ir viento en popa era la de Kimimaro e Itachi.


Ambas familias estaban feliz por ello, sin embargo, Itachi solo fruncía el ceño
cuando le preguntaban sobre su novio y Kimimaro se ruborizaba y comenzaba
a tartamudear. Así que si estaban bien o no, solo ellos lo sabían.

De Tenzo y Shisui, sin embargo, todo el mundo se enteró… un poco


tarde. Mucho a la sorpresa de cada uno, ellos aparecieron un día de la mano,
anunciando que se comprometían en matrimonio, porque ya era hora que
dieran un paso más antes de que formalizaran definitivamente su largo
noviazgo. Sí, sus familiares pusieron la misma cara que ustedes ahora.

—¿Estás seguro de esto, Arashi? —preguntó Harry, tratando de que su


marido no viera como le temblaban las manos.

—Completamente —murmuró sin mirarlo, su vista atento al mapa que


tenía en manos—. Ese bastardo será siempre una amenaza para nosotros,
Harry. Es mi deber, como Hokage, encargarme de él. Y ahora que sé que está
débil por los ataques que recibió de tu parte, es el mejor momento.

—Entiendo eso —murmuró agitadamente—. ¿Pero qué sobre Naruto?


No esperaba eso.

Ahora los ojos azules sí se alzaron para mirarlo.

—Te hablé de los Akatsuki hace un tiempo, ¿verdad? —Harry asintió—


Ellos son un grupo que están buscando a los Bijuu. Aquí en Konoha tenemos
dos y eso nos hace un blanco perfecto —masajeó sus sienes—. Es por eso que
decidí que Naruto se vaya a un viaje de entrenamiento con mi sensei, porque
no solo necesito tenerlo lejos de la Aldea, para nuestra seguridad y la suya,
sino porque también él necesita entrenamiento que en este momento solo
Jiraiya puede proporcionarle.

—Pero, ¿y nosotros?

Sonrió encariñado.

—Tú tienes un niño dentro tuyo que te dará problemas hasta por lo
menos siete meses más y yo tendré mi cabeza por completo en esta guerra en

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

contra del Sonido. A duras penas pude convencer a Jiraiya que tome a Naruto
con él y me deje a Orochimaru a mí, así que no voy a cambiar de parecer
ahora.

—¿Y Gaara?

—Gaara será custodiado por los mejores shinobis que me atrevo a dejar
y que no lucharán en la guerra. Entre ellos están tú, Sakumo-san, Fugaku-san
y Yashamaru-san. Entre ustedes podrán cuidar muy bien de él, si es que el
Akatsuki se atreve a venir mientras no estamos.

—Oh, Arashi, cómo me gustaría que las cosas sean diferentes.

El rubio le dio una sonrisa triste y se acercó para abrazarlo y besar


suavemente su cabeza.

—El destino es así, mi amor; por algo existe, para regir las vidas de
nosotros los mortales.

—Volverás con bien, ¿verdad? —susurró.

—Te lo prometo, sino te doy permiso de que me vayas a buscar y me


arrastres de los pelos hasta Konoha.

Harry rió, sabiendo que a pesar de la broma, él era capaz de hacer eso si
sentía que Arashi estaba en peligro.

—Entonces ve, deshazte de ese enemigo.

Su esposo se separó y lo miró a los ojos.

—¿Tú no vas a tener problemas con ello, cierto? —Ante la mirada


confundida del moreno, aclaró:— Jiraiya y Tsunade tuvieron un flash de dolor
en sus ojos cuando le dije que iba a matar a su ex compañero de equipo, y él
fue tu sensei…

No terminó la frase, pero Harry lo entendió, así que sacudió su cabeza.

—Él intentó atentar contra mis hijos y esta Aldea, Arashi —murmuró
apoyando su cabeza en el pecho de su marido—. Dejó de significar algo para
mí en el momento que hizo eso.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

—Entonces mañana daré el aviso oficial; Konoha va a la guerra contra


el Sonido, o más específicamente, contra el Sanin Orochimaru.

Harry asintió y suspiró.

Al día siguiente no hubo alboroto, porque todos los shinobis ya sabían


que esto era inevitable, así que se lo tomaron con la mayor calma posible y
comenzaron a prepararse.

El único alterado resultó ser Naruto, que puso el grito en el cielo al


enterarse que no podría ir a la guerra y encima sería enviado muy lejos, con el
sabio pervertido. Con el esfuerzo conjunto de Harry, Iruka y Neji, lograron
calmarlo y hacerlo entender que era lo mejor. Aunque en un momento de
astucia, Naruto le sacó la promesa a su padre de que le firmaría un permiso
especial a Neji, para que éste pudiera ir a visitarlo una semana cada tres
meses, sea donde sea que estuviera.

Arashi concedió, pensando que la había sacado barata.

—Tú no vas a ir —declaró Gaara, mirando con el ceño fruncido a su


novio.

—Ya sé, no seas molesto —suspiró Shikamaru, mirando las nubes—.


Como Chuunin recién ascendido, todavía no tengo la experiencia para ir a la
guerra. Sin embargo, si las cosas se ponen feas y los números para nuestras
filas bajan, teniendo que convocarme, deberé ir.

Hubo un largo silencio después de esa afirmación.

—Entonces iré contigo.

—Que molesto —murmuró Shikamaru, cerrando los ojos, pero había


una sonrisa oculta en sus labios.

Esta guerra que se avecinaba no trajo malas sensaciones para todos los
shinobis, cabe aclarar, puesto que Shiranui Genma logró extraerle la promesa
a su novio Iruka que, si es que llegaba con bien y victorioso de ella a la Aldea,
ellos se casarían. Generalmente y siendo un profesor de niños muy astutos,
Iruka no se dejaría chantajear tan fácilmente, pero amaba tanto a su pareja y
esto lo angustiaba tanto, que no tuvo de otra que conceder. Genma había
sonreído y jurado a sí mismo volver con bien, así que lo primero que hizo

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

antes de partir, fue comprar el anillo de compromiso que Iruka luciría hasta su
llegada.

Los únicos, al parecer, que no tendrían que vivir angustiados por estar
separados de su pareja eran Obito y Yashamaru, puesto que el Hokage le pidió
a su alumno que quedara a cargo de la mayoría de los Genin que se quedaban
sin sensei, ya que éstos partían a la guerra. Yashamaru, por otro lado, quedó a
cargo de la seguridad de su sobrino. Esto no les quitaba la aprensión por sus
amigos, pero era un alivio entre tanta tensión el saber que tu amor estaría
contigo, esperando las noticias de cómo iba todo.

Días después.
Naruto ya había partido con Jiraiya, Tsunade y su alumna ya estaban
encargadas oficialmente del Hospital y preparaban shinobis para que pudieran
ayudar en el campo de batalla; y los ninjas de Konoha tenían todo empacado.

Cerca de donde estaban las cuatro cabezas de los Hokages de la Hoja


estaba parado, en un altar, el Yondaime, con su capa blanco con llamas rojas,
impecable, meneándose un poco por el viento y una mirada seria en su cara.

—Hoy partimos no a una guerra, sino a una liberación. Orochimaru ha


sido enemigo y constante fuente de miedo en cada aldeano y shinobi desde su
traición y, después de su última jugarreta, creo que, como Hokage de todos
ustedes, mi deber es parar esta amenaza definitivamente.

Se escucharon vítores y aplausos.

—Así que les pido, no teman y acompáñenme a librar esta tierra de ese
mal —Espero que los gritos de guerra pararan—. Sin embargo, desde ahora
les advierto, que ninguna vida inocente que no tenga que ver en esto deberá
ser tomada, solo atacaremos a aquellos que defiendan la causa de ese loco y
traten de atentar contra su vida, ¡¿ha quedado claro?!

—¡¡Hai, Hokage—sama!! —Fue el rugido de respuesta.

—¡Entonces vayamos, shinobis de Konoha! —Levantó una mano al


cielo, cerrando un puño y sus seguidores lo copiaron, rugiendo su entusiasmo.

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

En un abrir y cerrar de ojos, los ninjas que ya habían sido asignados a


diferentes grupos, desaparecieron en una nube de humo o hicieron uso de su
velocidad.

Arashi, por otro lado, se retrasó para ir a despedirse de su aprensivo


esposo y pequeño Hikaru, que miraron todo desde un punto alejado. El
primero al que abrazó fue al niño, que lloraba desconsoladamente, y después
siguió su marido, quien hacía un esfuerzo extraordinario por no rasgarse allí
mismo en un mar de lágrimas.

—Prométeme que volverás —susurró furiosamente, al oído del


Yondaime.

—Te lo juro —apretó su abrazo—. No me iré de este mundo hasta no


conocer al bebé por el que tanto luchaste para que sobreviviera, ni mucho
menos antes de ser abuelo.

Harry consiguió sonreír y luego miró a los ojos a su marido.

—Tendré esta promesa presente, Arashi —susurró, acariciando su


mejilla—. Te estaré esperando en casa con un gran tazón de ramen.

El rubio hizo muecas y se agachó para probar los labios de su amor.

No fue hasta casi diez meses después que Harry salió de su casa para
comprar los ingredientes para el ramen…

Según las noticias, los shinobis de Konoha que sobrevivieron, más el


Hokage, regresaban victoriosos a la Aldea, con el cadáver de Orochimaru en
un ataúd.

Fin

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Pacto con Shinigami-sama By Utena Puchiko-nyu

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