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Ivonne Amaral Pereira, la extraordinaria Médium, en uno de sus libros más importantes,
cuenta el caso de Adrea Guzmán. Una Joven de la alta sociedad, situada en el siglo 18
aproximadamente. La joven, de carácter conflictivo y problemático, asistía a una fiesta familiar con
motivo del fin de año, cuando su padre, anuncia el futuro compromiso de ella con un primo suyo.
Los invitados aplauden y felicitan a los novios, cuando ella comienza a sentirse mal, poco a poco
pierde la conciencia y si misma, y tiene que ser apartada de la fiesta, a la vez que grita sin control.
-Jamás permitiré esta unión. Esta desgraciada nos ha hecho mucho daño a mi y a mi hijo, y
ella no se casará con este miserable.
Ante la reacción insólita de la muchacha, la casa se sume en profunda consternación, y los
invitados abandonan poco a poco la fiesta.
Andrea permanece en su habitación junto con su madre y una criada, que mal contienen la
reacción violenta que le acomete.
Victor, el hermano mayor de Andrea, que había asistido a la fiesta después de largos años de
estudios en el oriente, pide permiso para hablar con la hermana, conociendo el problema que se
estaba gestando por haberlo estudiado en sus viajes a oriente.
Ya en el cuarto, se enfrenta a la hermana, que es sujetada a la fuerza por cuatro criados que
mal podían contener a la joven, y Victor le dice:
-¿Porqué estás haciendo esto a mi hermana? Yo conozco el proceso, se lo que pasa, y estoy
seguro que no actúas gratuitamente. Vamos a hablar para entendernos.
El espíritu es tomado de sorpresa.
-¿Hablas conmigo?
-Si, aunque estás escondiéndote y valiéndote de tu estado de espíritu, puedo comprender lo
que pasa. Creo que mi hermana, en una reencarnación te hizo daño y estás intentando cobrarte…
-Si, ella se burló de mi hijo. Abusó de su ingenuidad, y después de ilusionarlo lo abandonó
por ese desgraciado. No la perdonaré, ni a ella ni a él…
-Te comprendo, pero relájate, vamos a hablar. Deja al menos durante este momento de
ejercer esa presión sobre ella para que podamos tener una conversación serena…
-Ah, ahora se quien eres… (El espíritu relata una existencia anterior de Victor) por quien
eres te concederé unos minutos para hablar…
Ambos hablan y al final llegan a un acuerdo. Durante dos años él permanecerá sin
intervenir. Si durante este tiempo ella no cambia, volverá…
Vemos como nuestros actos de existencias anteriores tienen repercusión también en esta.
4- HISTORIA DE BETHOVEN
Se cuenta que Bethoven, antes de quedarse completamente sordo, volvía una noche de
invierno a su casa cuando se deparó con una señora, a la que saludó por extraño que parezca, ya que
su carácter era complicado. La señora le devolvió el saludo, y le preguntó:
-Sr., me puede decir que noche hace.
-Hace una noche estupenda. Hay una luna maravillosa y se pueden contemplar las estrellas.
Es una de las noches más bonitas que recuerdo.
-Ah, como me gustaría ver las estrellas y la luna.
Bethoven se dio cuenta que la mujer era ciega, por lo que le pidió que lo acompañara.
Entró en la casa, y le pidió a la señora que le acompañara al lugar donde Bethoven
componía. Abrió una claraboya por donde podía ver las estrellas y la luna, se sentó en el piano y
comenzó a tocar a la vez que miraba al cielo, transmitiendo con la música las sensaciones que sentía
mientras miraba el cielo estrellado de aquella noche maravillosa. Después de retocar un poco
aquella melodía había compuesto “Sonata Claro de Luna” de una belleza extraordinaria.
8- Hellen Keller
Es uno de los ejemplos de trabajo, sacrificio y superación más grandes que la historia ha
conocido. Ella era una niña normal, hasta que a los 19 meses tubo unas fiebres muy altas. Todos
pensaban que iba a fallecer, pero al final se recuperó. Su madre notó algo extraño en la niña por lo
que la llevó al médico. Después de analizarla el médico dio una noticia terrible a la madre:
-Su hija está ciega y además sorda.
Ser ciega y sorda significaba que también era muda. Todo contacto con el mundo exterior
estaba perdido.
La niña crecía y su carácter se iba haciendo cada vez más difícil. Los padres pronto
comprendieron que necesitaba una maestra que le mostrara el mundo exterior, pero era sumamente
difícil encontrar ha alguien con capacidad para enseñarle, ya que no tenía referencias.
Por ejemplo, a los ciegos se les permite tocar un objeto, y se le dice lo que es, para qué
sirve… A los sordos, se les muestra un objeto y se les enseña con un lenguaje de símbolos hechos
con las manos a nombrar ese objeto, pero ella era sorda y ciega a la vez, por lo que el problema era
muy grande.
A la vida de Hellen llega la profesora que posteriormente se haría sumamente famosa. Anne
Sulivan, con el difícil cometido de enseñarle a comunicarse con el mundo exterior.
Para ello la Srta. Sulivan usaba las manos de Hellen. La primera clase fue ponerle la mano
debajo del agua y en la otra mano le hizo un símbolo que representaba el agua. Después de repetir
esto varias veces, Hellen comprendió que le estaba diciendo el nombre de ese liquido fresco que
estaba tocando.
Poco a poco, fue trayéndole otros objetos para que pudiera indentificarlos, y así comenzó la
ardua tarea de enseñarle.
Hellen aprendía a base de constancia. Cuando las clases terminaban seguía practicando
durante largas y difíciles horas.
Posteriormente, cuando ya disponía de un vocabulario sólido, aprendió a leer y escribir el
braile.
Cuando ya se pensaba que había aprendido todo lo que estaba a su disposición, decidió
estudiar. Después de largos y difíciles años, y siempre acompañada de Anne Sulivan, consiguió
acceder a la universidad y posteriormente Licenciarse. Era tanta su dedicación, que a veces le
sangraron los dedos cuando leía en braile.
Los premios y elogios le llegaron de todas las partes del país. Era la primera persona ciega,
sorda y muda que había conseguido licenciarse. Fue cuando decidió que quería aprender a hablar.
Los sordomudos aprenden a hablar viendo la posición de la lengua y la boca, pero ella no
podía ver. ¿Cómo hacerlo? Lo hizo con el tacto. Con los dedos palpaba la lengua, la boca, la
garganta de la profesora y trataba de imitarlo. Igualmente su dedicación era incansable, y después
de largos años, logró hablar.
Fue invitada a dar conferencias, y siempre acompañada de su profesora recorrió todo el país
dando conferencias sobre su vida.
Mas no se quedó en eso. Aprendió a montar a caballo, en bicicleta, incluso aprendió a remar
en una canoa. Todo a base de esfuerzo e independientemente de sus limitaciones.
No veía nada imposible. En una ocasión, su profesora le habló de un hombre con un corazón
de Oro. Le contó que era muy famoso y rico, pero que él prefería comer en tabernas de barrio,
donde hablaba con las personas de baja clase social, a las que ayudaba en sus problemas
económicos.
Mantenía económicamente a más de 200 familias, a las que periódicamente les firmaba
cheques para que pudieran tener una vida digna. En determinada ocasión, su mujer le dijo:
-Muchas de estas personas no merecen que les ayudes.
-Posiblemente, pero nosotros no tenemos medios de saber cuales son.
Con eso dejó por cerrada la conversación. No le cabía juzgar a nadie.
Le contó que cuando este hombre llegaba a una ciudad, gastaba una parte del dinero que
ganaba en ella y todo lo que compraba lo repartía entre los pobres.
Pero este hombre de gran corazón, tenía algo más grande aún que su corazón y que lo haría
inmortal. Era una voz prodigiosa. Nos referimos a Enrico Caruso. Considerado como una de las
mejores voces de toda la historia de la humanidad. Muchos lo consideran la mejor voz que ha
habido.
La profesora le habló de esa voz prodigiosa que tenía, y Hellen dijo: -Tengo que oírle cantar.
Efectivamente, posó sus manos en los labios y garganta del tenor y lo oyó cantar.