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Naruto decide que debe de irse de ese lugar lo más antes posible y por
sobre todas las cosas, quería volver a ver al mago.
Magia.
Pero las cosas no son lo que Naruto esperaba, jamás se imaginó lo que
se escondía detrás de esa carpa de circo aunque no podía dejar de
sentirse atraído hacia él.
Ahora entenderá que no todo es lo que parece, aunque ellos digan que
solo son un circo ambulante.
Disclaimer:
Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi
Kishimoto
Fuente:
Amoryaoi.com
Aquella noche fue la peor de nuestras vidas, yo solo tenía unos inocentes cinco
años pero entonces podía sentir el miedo y el odio que nos profesaban.
El calor del fuego nos seguía y yo solo podía ver sobre el hombro de mi
hermano mayor a esas personas que corrían tras nosotros.
No nos entendían.
Ese era el problema, nuestros ser era demasiado para la época y aunque no
puedo decir que ahora nos entenderían, en ese entonces nos miraban como
demonios, aunque no estamos muy lejos de serlo.
Nunca pensé que habría otros como nosotros o algo parecido, creo que mi
hermano mayor supo manejar las cosas como fueron debidas, gracias a él
hemos sobrevivido todo este tiempo y así planeamos seguir.
Aun ya siendo mayor de edad, Naruto estaba obligado a vivir con aquella
anciana a la que llamaba “abuela” aunque no fuesen parientes en realidad. No
tenía ningún otro lugar a donde ir así que estaba destinado a pasar el resto de
sus días con aquella tirana mujer que hacía sus días una verdadera pesadilla.
Había un enorme carro que iba unido a más vagones a los que remolcaba, todo
era de un color brillante y llamativo, la música delató que se trataba de un circo
ambulante. Había chicas en trajes de lentejuelas saludando desde las ventanas y
el techo, incluso una jaula al final dejaba ver lo que pretendía ser un enorme
perro blanco.
Naruto dio un brinco para darse cuenta de que había una muchacha de
complexión pequeña y cabello azabache vestida en uno de aquellos trajes
llamativos sin mencionar el maquillaje de fantasía que simplemente la hacía
lucir interesante.
¿Tú…?
Soy parte del circo-completó
Naruto no tuvo más remedio que aceptar la entrada aunque en su mente estaba
negando rotundamente la idea de poder siquiera acercarse pero cuando aquella
muchacha se decidió a marcharse se detuvo un momento, como si olvidara
algo.
Ahora sí que habían logrado captar su atención, se quedó ahí parado siendo
incapaz de ir a preguntar la razón por la que sabían todo eso, solo miró como
los artistas se despedían del público y una vez más reanudaban su caravana.
Ahora solo le quedaba aquella entrada que le había dado esa muchacha
misteriosa, la miró con detenimiento para poder examinarla mejor.
Circus of Dust
Te esperamos.
Diablos…-susurró para él mismo
El aire gélido y cada paso que daba le acercaban cada vez más a esa casa tan
tétrica. Naruto se quedó parado en la entrada, era una vieja casa algo
destartalada, podía verse la humedad en las paredes y las hierbas crecían
disparejamente, desde el interior se escuchaba la voz de una mujer que gritaba
algo sobre portarse bien, seguramente estaría regañando a los demás niños.
Nana Gigi, como la conocían en el barrio era famosa por adoptar niños en
situación de calle pero lejos de verse como una heroína, las personas siempre
procuraban estar alejados de ahí. Gritos y regaños eran siempre el pan de cada
día y nadie tenía el suficiente valor para hacer algo y una de esas personas era
Naruto.
Había vivido en esa casa durante sus veintiún años de vida y aún en la
actualidad, siendo un adulto era incapaz de poder hacer algo. Todo el miserable
salario que ganaba limpiando pisos en un restaurante de comida rápida era
enteramente para Nana Gigi que lo gastaba siempre en cigarrillos y apuestas
aunque no era el único, en esa casa vivían otros chicos, menores que él
destinados a pasar por lo mismo.
Caminó hasta el final del pasillo a una puerta de madera vieja, la abrió para
encontrarse en su habitación, claro que debía de considerarse afortunado por no
tener que compartirla con ninguno de los demás niños en la casa pero de todas
formas estaba ya cansado de todo eso.
Desde niño, Naruto siempre deseo poder tener esa magia y diversión que se le
fue negada, siempre quiso poder tener a su lado a sus padres que lo
abandonaron con Nana Gigi desde que era un bebé. También le hacía mucha
ilusión el sentarse en las gradas y mirar el espectáculo, perderse aunque fuese
un rato de su cruda realidad, no estaría nada mal distraerse un momento de la
Nana Gigi.
Tenía un par de monedas así que tomó el autobús, no había muchas personas a
esa hora así que el viaje estaba siendo muy tranquilo además de que estaba
obscureciendo. Se bajó una calle antes del lugar en donde estaba el circo y desde
entonces escuchó la musiquilla vivaracha que lo hizo sonreír enseguida.
A medida que se acercaba, las luces y la música se iban haciendo más evidentes
hasta que llegó. Una enorme carpa de circo bicolor estaba alzada y adornada
con muchas luces, la entrada tenía la forma de un enorme gato con la boca
abierta que sonreía y miraba con aquellos ojos felinos de color aceituna. Naruto
no pudo evitar reír al verlo, un calor abrazador empezaba a apoderarse de su
pecho, estaba feliz y le encantaba sentirlo.
Por donde mirara había un ambiente de felicidad, muy familiar, ver como
llegaban padres con sus hijos le recordaba que él no los tenía y que aquello solo
era un recordatorio de lo miserable que era su vida, después de todo, luego de
la función debía regresar a casa.
Pero no tuvo más tiempo de pensar en esas cosas, las luces se apagaron de
repente y entonces un reflector alumbró a la mitad de la pista para que
segundos después un hombre vestido en un traje negro y sombrero de copa
apareciera caminando.
Aquel hombre se quitó el sobrero e hizo una reverencia al público, una horda
de aplausos se escuchó desde todas partes, incluso también pudo escuchar a las
chicas murmurando sobre lo apuesto que era ese hombre.
Los cuerpos de aquel par de mujeres parecían estar hipnotizando por completo
al público, sus cuerpos esbeltos en combinación con aquella seda y la música
era como estar viendo a dos ángeles en pleno vuelo, Naruto incluso llegó a
sentir el impulso de levantarse e ir hacia ellas pero justo antes de que pudiera
siquiera levantarse del asiento el acto terminó y la oleada de aplausos no se hizo
esperar.
Enseguida las luces volvieron a desaparecer para momentos más tarde iluminar
el escenario, algunos ayudantes estaban poniendo cosas como obstáculos y aros
para salir lo más rápido que podían y darle paso al siguiente artista. Esta vez
era un hombre, venía vestido con pantalones de cuero y un chaleco del mismo
material dejando su pecho desnudo y cabello revuelto además de unas marcas
rojas en sus mejillas.
Todo el mundo jadeo al mirar al enorme perro entrar por detrás del domador
pero enseguida este logró someterlo para segundos después divertir al público
con acrobacias y trucos que aquel enorme animal podía hacer, incluso saltó aros
que estaban encendidos en fuego.
El siguiente acto fue más alucinante aún, había una bella chica y un circulo de
madera en donde habían atado al que parecía era su ayudante y entonces ella
empezó a lanzarle cuchillos y dagas siempre con una puntería perfecta, Naruto
se fascinaba cada vez más por aquellos actos al igual que el maquillaje de
aquellos dos personajes, les daba la impresión de ser escamas.
Buenas noches tengan todos ustedes maravilloso público - dijo con una voz
tan profunda y sensual que hizo que se derritieran todas las muchachas del
público - mi nombre es Fénix
El mago hizo un ademán con las manos y enseguida uno de los tramoyas le
llevó una caja de cristal de tamaño mediano que dejó sobre el suelo y una
enorme tela de color escarlata. Fénix hizo un ademán para mostrar que la tela
era común y corriente para después comprobar que la caja de cristal también
estaba vacía.
Cubrió la caja con la manta y se puso tras esta para que el público pudiera ver
bien lo que estaba pasando, las luces bajaron y el ambiente se tensó. Un
movimiento más de manos y al quitar la tela, dentro del cristal había una
hermosa muchacha de cabello azabache que se levantó lentamente bajo el
estruendoso sonido de los aplausos, estiró sus largas piernas para salir de aquel
contenedor e hizo un ademán más hacia el mago.
Naruto abrió más grande los ojos, aquella era la misma chica que le había dado
la entrada al circo solo que ahora el traje de lentejuelas había dado paso a un
precioso traje del color de la camisa del mago y unas medias que terminaban en
unas botas de tacón además de, claro, el maquillaje de fantasía.
Puso sus manos sobre sus ojos para que las luces no le lastimasen y lentamente
se levantó de su asiento, era como si no estuviera presente y sus piernas se
movieran solas, antes de que se diera cuenta ya estaba de la mano de aquella
muchacha.
Una vez frente a él, Naruto pudo escudriñar bien el rostro de aquel hombre que
se hacía llamar “Fénix”, aquel rostro inmaculado y varonil simplemente eran
preciosos además de aquellos orbes negros como la obsidiana lo tenían
simplemente atontado, aún más que las mujeres del principio.
La muchacha enseguida fue donde Naruto y le tapo los ojos con una venda
lentamente como haciendo muchos ademanes solo para darle más gracia al
acto.
La muchacha ayudó a Naruto a salir del centro para que pudiera regresar a su
lugar en donde estaba sentado y concluido el acto del mago, dio inicio el muy
conocido acto de culminación cuando todos los artistas salen por última vez a
dar las gracias para desaparecer tras la cortina principal del escenario.
Las personas empezaban a salir y Naruto iba con ellas, a la salida estaban
algunos de los artistas despidiéndose del público y entre ellos estaba aquella
preciosa muchacha que se despidió de Naruto con una enorme sonrisa pero los
ojos de este buscaban al mago que no estaba ahí así que solo salió de ese lugar
para ir a la parada del autobús que no tardó en pasar por ahí.
Iba con la cara pegada en la ventana, por su mente pasó de nueva cuenta
aquella experiencia con Fénix, sus ojos y sobre todo su aroma penetrante y muy
sensual. Por un momento se imaginó como sería su vida en el circo, podría
viajar a muchas partes del mundo pero sobre todo, no tendría que volver a ver a
su abuela.
Tal vez esa no era una idea tan loca, la vida de un cirquero parecía más
prometedora que su vida actual y no le vendría mal un cambio de ambientes
además así podría librarse de todos sus problemas y vivir como un nómada
aunque lo que parecía más prometedor era aquel mago. No podía sacar de su
mente aquellos enormes ojos y esa sonrisilla de superioridad.
Buscó debajo de su cama y sacó una vieja mochila para después abrir su
armario y comenzar a meter en ella solo necesario, un poco de ropa y algo del
dinero que había podido ahorrar en las últimas semanas y entonces se acostó en
la cama para dormir un poco. El boleto decía que aquella sería la única función
en la ciudad así que seguramente habrían comenzado a desmantelar todo
después de haberse presentado, iría muy temprano en la mañana para poder ir
a pedir trabajo aunque fuese solo para limpiar el excremento de aquel enorme
perro.
No podía simplemente salir por la puerta del frente, así solo haría que la Nana
Gigi se diera cuenta más rápido que estaba tratando de irse. En el momento en
que su mano se posó en el marco de la ventana una sensación de amargura le
inundó el pecho.
Estaba dejando atrás mucho más que solo a Nana Gigi, había muchos chicos ahí
ahora mismo que estaban a punto de sufrir lo mismo que él. Ahora se le
presentaba la oportunidad de irse pero no estaba seguro si ellos tendrían la
misma suerte, también estaban los momentos buenos que pasó en esa casa que
aunque no eran muchos siempre estaban presentes.
Adrenalina, emoción, tristeza y sobre todo mucho miedo era lo que sentía en
ese momento, su estómago era como una especie de caldo emocional
burbujeando en su interior. Y nuevamente recordó esa sensación de despegarse
del suelo, era como si aquella vista, aquel aroma se hubiesen grabado en su
mente y en definitiva le gustaba revivir el sentimiento.
Llegó al lugar indicado, caminó de nueva cuenta aquel camino que había
recorrido la noche anterior y se asombró al darse cuenta de que ya habían
desmantelado la carpa, aquellas personas trabajaban muy rápido. Miró el carro
con los vagones y la jaula en donde aquel enorme can dormía plácidamente.
Se acercó más pero una especie de miedo irracional se apoderó de su cuerpo así
que retrocedió solo para seguir viendo escondido como los artistas seguían
ayudando a desmantelar todo, incluso reconoció a ese hombre que había sido
capaz de doblegar a la enorme bestia en la jaula solo que ahora en lugar de los
pantalones de cuero tenía puesto unos jeans rotos, sandalias y una camisa
holgada.
Ya era hora
¿Celoso?-sonrió de medio lado-no te culpo, al público siempre le gusta la
magia.
Por un momento Naruto creyó que eso iba a terminar en golpes pero para su
sorpresa, el azabache le dedicó una mirada más amable a su compañero y
después de una risilla sínica tomó el otro extremo de la viga y le ayudó a
llevarla.
Entonces Naruto ya no tuvo ni una sola duda, quería irse pero no solo así, sino
que quería irse con él, con Fénix.
Pero hubo un sentimiento extraño, Naruto tuvo el presentimiento de que no lo
dejarían irse con ellos si se acercaba así solamente. Pensó en algo rápidamente y
después se dio cuenta de que tenía el camino totalmente despejado y que uno
de los vagones estaba abierto, sería algo muy sencillo, solo se escondería ahí
mismo, ya después tendría tiempo de explicar la intromisión pero por lo pronto
eso sería lo más viable.
Tenía mucho miedo pero al mismo tiempo quería salir de ahí cuanto antes y
más aún si Fénix estaba involucrado. No sabía por qué tenía tanto interés en él
pero no podía dejar de hacerlo.
Miró a ambos lados antes de seguir adelante y cuando estuvo seguro de que
nadie lo miraba corrió hasta el vagón abierto, parecía ser solo para utilería y
material, encontró un escondite detrás de unas cajas y se cubrió con lo que
parecía ser una lona solo para estar más seguro, cuando estuvo un poco más
cómodo se quitó la mochila y la puso junto a él.
Aquella era la voz de la hermana del mago, Naruto podía recordarla casi tan
bien como la de Fénix y el escucharla mencionar “hermano mayor” hizo que
agudizara el oído, no estaba preocupado porque lo vieran, estaba seguro de su
escondite así que solo guardo silencio.
Ponlo junto a las cajas-dijo aquella voz varonil que tanto le gustaba .
Qué lástima que tengamos que irnos tan rápido, esta ciudad es linda.
¿Hablas de Naruto?
¿Qué hacen ustedes dos ahí escondidos?-dijo una tercera voz, parecía ser de
alguien mayor pero se escuchaba parecida a la de Fénix- no se estarán
escondiendo del trabajo ¿verdad?
Y entonces los pasos desaparecieron poco a poco hasta dejar a Naruto solo de
nueva cuenta. El rubio sintió que el alma le regresaba al cuerpo, nunca se había
sentido tan angustiado como en ese instante, incluso los demás momentos
cuando más personas entraban y salían dejando y guardando cosas.
Después de un par de horas ahí sentado, sintió que por fin se movían, una
extraña felicidad invadió su cuerpo entero, incluso se acomodó mejor para
prepararse para el viaje aunque no tenía idea de cuánto iba a durar.
Pudo escuchar mucho escándalo que venía de los vagones contiguos, sonrió de
medio lado pensando en que tal vez él sería parte de aquella fiesta muy pronto
pero sobre todo quería estar al lado de Fénix.
Cerró los ojos y apoyó la cabeza sobre las cajas, pensaba que ese sería el
principio de una gran y divertida aventura que era solo para él. Tal vez ese sería
el principio de todo, las cosas mejorarían desde ese momento y de eso estaba
seguro.
Sonrió para sí mismo con los ojos cerrados mientras seguía escuchando el
escándalo que hacían los demás y la música estruendosa, sentía una emoción
indescriptible pero al mismo tiempo la noche en vela comenzaba a pasar la
factura así que no le tomó mucho trabajo poder quedarse dormido.
segundo acto:“ obsidiana”
¿Quién es él? - decía una voz que parecía lejana.
Y entones Naruto abrió los ojos de golpe esperando que eso que estaba
escuchando fuesen solo alucinaciones.
Al abrir los ojos se encontró con un grupo de gente que lo observaba desde una
distancia como si fuera la cosa más extraña del mundo. Vio a una de las chicas
que hacían acrobacias aéreas en el espectáculo, también al chico del perro y a un
muchacho paliducho que no había visto antes.
Ella los miró con expresión histérica como no entendiendo lo que decían y en
cierta manera lo era.
Ella hizo un ademán con las manos para hacerlos salir del vagón dejándola a
ella sola con Naruto. Enseguida se encuclilló a quedar a su altura y llevó sus
manos al rostro del rubio para asegurarse de que estaba bien.
Okami le tapó la boca con la palma de su mano y lo miró directo a los ojos con
una mirada totalmente preocupada y asustada.
Naruto asintió.
Una vez que salgamos de aquí quiero que tomes mi mano y no la sueltes, no
mires a nadie a los ojos y solamente concéntrate en mirar al frente ¿entendiste?
Okami tomó la mano de Naruto y dio un pesado suspiro antes de salir del
vagón, enseguida el rubio se esforzaba por hacer lo que la muchacha le había
pedido pero era imposible ignorar la lluvia de miradas que estaba sobre él en
ese momento, era como si todos hubiesen dejado lo que estaban haciendo para
mirarlo a él.
Pero podía aguantarlo solo por volver a ver aquellos orbes obscuros que lo
estremecían y percibir aquella colonia mezclada con su sudor de hombre.
Aun así, Naruto se dio el gusto de mirar por el rabillo del ojo solo para ver
carpas que parecían recién puestas además de todos los que miraban con ojos
de asombro, miedo y algunos con fascinación.
Hermano…
Vamos a mi carpa
Siguieron a aquel hombre hasta una carpa grande, era la más grande de todas
ahí, y cuando entraron a Naruto le dio la sensación de entrar a algún cuarto de
hotel lujoso porque no solo había una cama sino que había un escritorio. Aquel
imponente pelinegro ocupó la silla tras este mismo y le hizo una seña a Okami
para que fuera a buscar una silla.
El ya bastante aturdido Naruto le hizo caso sin chistar, vio como aquel sujeto
sacaba un puro de uno de los cajones y lo puso sobre sus labios y enseguida le
dedico una mirada furtiva a Okami que enseguida ni tarde ni perezosa se
apresuró a encenderlo.
Yo no…
No te creo
Hermano, él dice la verdad yo…
Pero…
No me hagas repetirlo de nuevo
Naruto miró con el rabillo del ojo a Okami, se veía claramente consternada y
muy preocupada, como si fuera un niño que acabara de ser regañado y no era
para menos.
¿Okami te trajo?
Ya dije que ella no sabía nada de esto
El pelinegro miró a Neji que enseguida asintió sin dejar de mirar a Naruto, la
mirada de Neji era penetrante a pesar de ser transparente, el rubio sintió que
aquel hombre podía ver más allá de lo que a él le hubiese gustado.
¿Cuál es tu nombre?
Naruto Uzumaki
Y fue todo lo que dijo Neji y salió de la carpa tan rápido como había entrado.
Itachi sacó el puro de su boca y lo dejó a un lado, ahora estaba aún más
interesado en Naruto que seguía sentado ahí perplejo.
Naruto se puso de pie y fue con Okami hasta la salida, de alguna manera,
aquella decisión le había producido mucha felicidad aunque no terminaba de
entender ese lugar.
Eso no explica…
Prométeme que todo lo que no importa que tan descabellado pueda sonar,
vas a creerme
Lo prometo
Los humanos han olvidado muchas cosas y nosotros somos una de esas
cosas. Fuimos perseguidos y asesinados a donde quiera que íbamos-sonrió
tristemente- somos a los que Dios les dio la espalda
¿Qué eres?
Esa pregunta había tomado por sorpresa a Okami, miró a los ojos a Naruto solo
para darse cuenta de que él estaba prestando toda su atención. Pero lo que le
tocó el alma era que no había ni un gramo de maldad en sus pensamientos, él
solo quería saber porque quería quedarse ahí, porque de alguna manera
comenzaba a sentirse libre.
Yo y mis hermanos somos Strigoi, eso quiere decir que somos vampiros pura
sangre.
Dicho esto, ella se puso de pie pero sin perder el contacto visual esperando
encontrar algún indicio de que Naruto pudiera reaccionar mal, salir corriendo
gritando que todos ahí estaban locos pero en vez de eso, se puso de pie y le
dedicó a Okami la sonrisa más pura y sincera que jamás había visto, él era la
persona más extraña que jamás conoció. Él había creído cada palabra que salía
de su boca.
Regresaron a la caravana, claro que las miradas eran algo que no podía evitarse.
Okami iba al frente y Naruto seguía detrás mientras curioseaba con la mirada,
se asombraba de ver algunas plumas o incluso colas por el suelo. En el camino,
estaba aquel chico con los ojos perla solo que ahora estaba acompañado de una
muchacha con los mismos ojos y cabello largo, enseguida Neji empujó a la
muchacha hacia adentro de una de las carpas.
Naruto regresó la mirada al frente, pero no dejaba de recorrer el lugar con los
ojos en busca de Fénix, él era a quien quería ver pero hasta el momento no
había podido topárselo. Seguían caminando hasta entrar a una carpa mediana y
enseguida Naruto sintió que no debía estar ahí en ese momento.
Adentro de aquella carpa estaban dos preciosas chicas, una de ellas era la que se
lo quería comer cuando lo descubrieron en la caravana. Ella era rubia de cabello
largo peinado en una enorme cola de caballo y con ella estaba una chica de
cabello rosa, ambas estaban sentadas en una cama arreglando lo que parecían
ser los trajes con los que actuaban.
Entiendo
Y los dos salieron de la carpa, aquellas muchachas eran muy bellas pero al
mismo tiempo tenían algo muy extraño, su carpa estaba llena de ramillas como
si fuera un nido pero sin perder aquel toque tan femenino y delicado.
Nunca las mires mucho-advirtió Okami- esas dos son Veelas, se dedican a
seducir hombres para comerlos
La piel de ambos era muy extraña, en primera instancia Naruto pensó que aún
tenían el maquillaje puesto pero a medida que se acercaba se dio cuenta que
aquel par no estaba maquillado, había escamas reales en lugar de piel. La
muchacha que seguía afilando los cuchillos tenía una preciosa cabellera castaña
peinado en dos moños sobre la cabeza y su ayudante tenía un peinado
anticuado y unos enormes y expresivos ojos negros.
Lee, Tenten- les llamó Okami muy animada-quiero que conozcan a alguien
En cuanto aquel par volteo a ver a Naruto este se estremeció por completo, la
mirada de la muchacha era penetrante sin mencionar que sus ojos eran como
los de una serpiente pero cuando creía que eso era todo, una lengua viperina se
asomó de entre los labios de ella siseando para un segundo después volver a la
boca de su propietaria.
Soy un hibrido reptil-explicó ella al notar que Naruto la miraba mucho- creo
que ustedes los humanos llaman a mi raza “reptilianos”
Enseguida el tacto de la piel de Lee fue algo sorpresivo, eran escamas finas y
brillantes, por un momento Naruto pensó en los pescados que se vendían en el
mercado los domingos en la mañana.
Después de decir eso señaló las escamas de su cuello, entonces Naruto se dio
cuenta de que aquellas gruesas escamas eran branquias.
Interesante-susurró Naruto
Lo sé, ¿no son bellas?-dijo Lee refiriéndose a sus escamas-no todos los días
ves a un tritón por ahí.
Era bastante sencilla, había dos camas una al lado de la otra separadas por una
pequeña mesilla en donde había una lámpara a baterías, en una de ellas había
mucha ropa y cosas regadas pero en la otra en cambio, había un apuesto joven
sentado mientras leía muy concentrado.
Sasuke se puso de pie de un solo salto, parecía que Okami había pasado a un
segundo y hasta un tercer plano porque el azabache fue directamente donde
Naruto ignorando por completo a su hermana menor. Sasuke había comenzado
ya a usar ese encanto seductor tan propio de él, aquella mirada intimidante y
por sobre todo esa sonrisa burlona en sus labios, tomó la mano del rubio y la
llevó lentamente hasta sus labios para besarla suavemente.
No pensé que volvería a verte Naruto-dijo con una voz muy sensual
Yo…yo…yo-tartamudeaba el rubio
Na…Naruto Uzumaki
A este punto el rostro de Naruto estaba rojo hasta las orejas y sentía que las
mejillas le ardían pero por fin pudo volver a percibir aquel aroma
perfectamente seductor y varonil, era como si todo a su alrededor hubiese
dejado de existir y que lo único que podía ver era aquel par de ojos que
definitivamente eran lo que quería ver. Eran muy parecidos a los de Okami y a
los de Itachi pero definitivamente podría diferenciar aquellos orbes tan
coquetos y seductores.
Ambos dejaron de verse obsesivamente para darse cuenta de que estaban a solo
centímetros uno del otro, claro que a Sasuke eso no le molestaba del todo,
aquella faceta de seductor siempre había sido parte de su ADN.
Itachi dijo que él iba a quedarse-dijo ella emocionada-y estaba pensando que
tal vez te gustaría compartir la carpa con él
Esto último terminó con lo último de cordura que le quedaba a Naruto, el solo
pensar que lo primero que vería por la mañana fuese el rostro de Sasuke hacía
que su pecho palpitara rápidamente.
Oh, conque eso era-la miró con una sonrisa algo macabra- por mucho que me
encantaría que esta preciosura durmiera conmigo, no te dejaré sola con el
sarnoso.
Pero Sasuke…
No diré una sola palabra más, creo que Naruto puede quedarse en ese lugar
que tiene Kiba
Sasuke volvió su mano al mentón de Naruto y le acaricio suavemente a manera
de despedida, Naruto solo podía quedarse ahí parado como tonto volviéndose
loco por aquellos ojos de obsidiana que parecían mirar más allá.
Volvieron a salir y aunque algo frustrada, Okami seguía con esa energía
interminable y vivas que hacía sentir muy bien a Naruto, vieron la enorme jaula
en donde debería haber estado aquel enorme perro pero estaba vacía y al lado
de esta había una carpa más.
Pero lo primero que los ojos de Naruto vieron fue aquel enorme perro blanco
durmiendo en el suelo y junto a él estaba el domador que se había levantado de
la cama en cuanto hubo escuchado la voz de la muchacha. Naruto dio un paso
atrás cuando aquel enorme perro se levantó y se abalanzó sobre ellos pero en
vez de conseguir una herida mortal, solo recibieron lengüetazos de bienvenida.
Así que así son las cosas ¿eh?-dijo un poco más animado-entonces supongo
que puedo soportarlo
Kiba le tendió la mano a Naruto que la estrecho enseguida, a simple vista era
obvio que ese sujeto era muy relajado y que tal vez podría llegar a ser un buen
amigo, sin tomar en cuenta que en algún momento se lo quiso comer.
Iré a buscar tus cosas Naruto-le dijo Okami-quédate con Kiba, él es el
licántropo más dulce que puedas encontrar
El castaño miró hacia otra parte para que no se dieran cuenta del color
enrojecido de sus mejillas mientras Okami salía.
Pero aún con esa situación, de alguna manera se sentía muy a gusto, aquella
sensación de estar en casa que tanto había añorado sentir estaba ahora con él.
tercer acto:“strigoi, los sangre pura”
El frio de la mañana le calaba los huesos, era muy temprano y no quería
levantarse pero al recordar que ya no estaba con Nana Gigi, Naruto se recargó
de energía. Se incorporó lentamente solo para darse cuenta de que su
compañero seguía profundamente dormido acurrucado con su extrañamente
enorme mascota.
La luz del sol combinada con los sonoros ronquidos de Kiba solo era un
recordatorio más de que ahora estaba lejos de casa, era la primera vez que no se
levantaba con gritos y golpes desde afuera de su puerta. Era una sensación
agradable aunque le hubiera gustado regresar a la cama pero simplemente Kiba
no lo dejaría volver a dormir.
Esto bastó para que Kiba despertara por fin, Naruto jamás había tenido que
lidiar con un lobo recién despertado y no se trataba precisamente de Akamaru.
Después de terminar de despertarse salió de la carpa un poco más animado
junto con Kiba.
Algo de lo que había conversado con Kiba la tarde anterior era sobre las tareas,
le explico que todos y cada uno de los integrantes del circo tenía tareas
específicas y como Naruto era el recién llegado le tocaban las más pesadas.
Pero eso no fue lo único que había explicado el licántropo, aquel sitio era el
campamento de invierno del circo, estarían ahí hasta la llegada de la primavera,
estarían dando funciones en un teatro cercano.
El campamento estaba muy animado, ruido en todas partes y era algo que
Naruto apreciaba mucho, fue con Kiba hasta el comedor solo para ser testigo de
la mayor fiesta que jamás había visto, era como una enorme y rara familia
sentada toda junta. Dos mesas largas enteras llenas de personas extrañas e
increíbles y en una de estas estaban aquel par de ojos obsidiana que enseguida
se fijaron en él.
Sin pensarlo un poco fue a sentarse justo al lado de Sasuke que lo esperaba con
una enorme pero enigmática sonrisa en sus finos labios. Cuando estuvo con él
se tomó un momento para ver lo que había sobre la mesa, para su sorpresa era
comida tan normal como él.
Al parecer eso no le había hecho nada de gracia al pelinegro pero antes de que
Naruto pudiera decir algo para retractarse, la hermana menor de Sasuke se
sentó justo al otro lado del rubio frotándose los ojos y con el cabello
despeinado, era más que obvio que acababa de despertarse.
Aquel estaba siendo el mejor desayuno en la vida que Naruto tomó, todo el
mundo estaba alegre y por primera vez en mucho tiempo sus huevos con tocino
no estaban echados a perder. Se sentía muy bien pero desde que había hecho
esa broma del vaso de sangre Sasuke estaba algo más callado.
Sai, sabes tan bien como todos que Itachi le dio el visto bueno-le respondió
Sakura a su lado
Itachi quiere que te encargues de enseñarle las cosas a Naruto por aquí-le
respondió Sai, él dejó una enorme lista de tareas.
Diablos-resopló Okami
La siguiente tarea en la lista era más sencilla, debía limpiar la jaula de Akamaru
que sorprendentemente estaba más limpia que el lado de la habitación de su
compañero así que no le fue muy difícil terminar. Después de eso Okami le
pidió ayuda para poder limpiar la utilería del acto de magia, la noche siguiente
se presentarían y necesitaban todo impecable.
Había una carpa completa designada solo para la utilería de los actos, Naruto
debía hacerlo solo porque los actores estaban practicando además de que no era
la única tarea por hacer. Estaba en el suelo sentado mientras trataba de sacarle
brillo a aquel contenedor de vidrio que Sasuke usaba para hacer aparecer a
Okami, se reía al comprobar que todas las cosas que usaba el mago en su acto
no tenían ningún truco escondido.
No podía evitar sonreír, se sentía tan feliz aun estando en un lugar como ese.
Aunque de alguna manera todo se le hacía bastante irreal y efímero pero
también sentía que aún con todo estaba en el lugar correcto.
Ya casi-atinó a decir
¡Espera!
El rubio dejó por completo lo que estaba haciendo y se puso de pie, Sasuke se
había quedado quieto mirándolo con una ceja levantada.
Lamento lo del desayuno, no sé qué dije pero creo que no fue nada gracioso
Las palabras de Naruto parecían haberlo tomado por sorpresa, parpadeo muy
rápido y miró al suelo como tratando de encontrarle significado a la frase que
acababa de escuchar. Obviamente el rubio se dio cuenta de inmediato, solo
conocía a Sasuke hacía un día y algo sin contar el espectáculo del circo en donde
había podido ser testigo de aquellos precioso ojos de obsidiana.
Naruto miró a Sasuke a los ojos con una fina sonrisa adornando su rostro, era
imposible para Sasuke seguir dudando de aquella persona tan maravillosa,
sobre todo cuando miraba dentro de esos preciosos zafiros brillantes. Ese
muchacho había llegado de la nada pero Sasuke estaba cada vez más interesado
en él, normalmente son los vampiros los que atraen a la gente pero en ese caso
Sasuke era quien no podía resistirse.
¿ver qué?
No mucho
Sasuke y sus hermanos venían de una familia de vampiros Strigoi, quería decir
que eran vampiros de sangre pura, la realeza de su especie y sobre todo eran
una familia respetada en la alta sociedad. Los humanos de esa época solían
buscarlos para pedirles favores y ellos siempre tendían la mano a quienes lo
necesitaran.
A la mitad de la noche, cuando la familia dormía las personas del pueblo fueron
con antorchas, machetes y cualquier arma improvisada que pudieran encontrar.
Iniciaron el incendio en los establos y pronto la mansión Uchiha estaba envuelta
en llamas, el hermano mayor Itachi se dio cuenta y lo primero que hizo fue ir
por sus hermanos, despertó a Sasuke y tomó a Okami en brazos para escapar lo
más rápido que podían. Ellos pudieron salvarse, pero sus padres no tuvieron la
misma suerte.
Pasaron de ser unos aristócratas a ser vagabundos que trataban de vivir al día.
Claro que los vampiros no fueron los únicos afectados y así fue como el circo
fue creado.
Itachi no soportaba ver todos esos asesinatos así que poco a poco fue reuniendo
aquellos sobrevivientes, huérfanos y fugitivos que huían de las llamas del odio
sembrado por la iglesia católica. Pero esto no era todo lo que había pasado, los
vampiros y licántropos comenzaban a alimentarse de humanos comunes y
corrientes sin discreción hasta matarlos haciendo que esconderse fuera más
difícil.
Pero la guerra pronto terminó, los hermanos Uchiha eran de los pocos
sobrevivientes de sangre pura que quedaban en el mundo, el sistema de
organización de esta raza pronto volvió a la normalidad llegando con nuevas
reformas, reglas y sobre todo castigos por el incumplimiento de estas últimas.
La sangre pura de los Strigoi les permitía estar un paso más adelante que la
humanidad no solo teniendo habilidades extraordinarias sino que ellos eran
nacidos con un don particular.
Entonces…
Debo hacerlo-admitió-una o dos veces al mes pero nunca mato a nadie, Itachi
no me lo perdonaría.
Tienes frio
Sasuke alargó la mano hasta poder tocar la piel del brazo de Naruto que sintió
como su propio cuerpo reaccionaba de una manera extraña y única, como si
aquel toque fuera muy familiar. Poco a poco Sasuke se fue acerando hasta estar
muy cerca.
No importa
Naruto dejó por completo lo que hacía y se acomodó en el pecho del azabache
que estaba más que complacido de recibirlo entre sus brazos. El aroma de
Naruto era parecido a dulces pegajosos y palomitas de maíz, algo que le hizo
gracia a Sasuke solo de pensar que tenía muy poco tiempo en el circo como para
oler tan dulce.
Había una especie de conexión entre ambos, una fuerza extraña pero sobre todo
muy fuerte que los hacía querer estar más cerca. Sasuke no podía aguantar un
solo segundo más, acarició el contorno del rostro de Naruto con la punta de su
dedo índice hasta llegar a su mentón y alzar su rostro hasta obligarlo a verlo a
los ojos para poco a poco ir disminuyendo el espacio entre ambos.
El momento en el que los labios de Sasuke se posaron sobre los de Naruto, una
corriente eléctrica les recorrió a ambos. El azabache simplemente no podía
tener suficiente, los labios de Naruto tenían un sabor especial que jamás en
todos sus años sobre la tierra había probado. Para el rubio estaba teniendo el
mismo efecto, o peor, quería más y le era adictivo, como una necesidad de
sentirlo más y más cerca cada vez.
¡Sasuke!-lo empujó
Lo lamento…-susurró Sasuke
Sasuke…
Por primera vez en mucho tiempo, Sasuke sentía que el pecho le dolía, quería
devolverse y besar nuevamente a Naruto, quería ir más lejos y recorrer su
cuerpo entero pero al mismo tiempo no era capaz de saber si podría mantener
el control.
Naruto se puso de pie y tomó el chaleco para ponérselo, miró a Sasuke a la cara
que intentaba esquivar sus ojos pero a final de cuentas no podía huir de
aquellos preciosos zafiros.
No entiendo mucho sobre ti Sasuke-dijo muy bajo mientras ponía una mano
sobre el pecho de su acompañante-pero no podré hacerlo si te sigues alejando
La cercanía era algo que Sasuke no entendía muy bien, claro que era muy
cercano a sus hermanos y tenía buenos amigos en el circo pero nada se
comparaba con tener a alguien a su lado de una manera distinta. Naruto era
solo un humano, uno muy distinto y eso le llamaba mucho la atención y era eso
mismo lo que le impedía hacer su voluntad.
Entonces explícame
Sin dudarlo Naruto era el primer humano que lograba hacer que Sasuke
titubeara, era como si no fuera capaz de mantener el control y de cierta manera
eso le gustaba.
El azabache sonrió de medio lado recuperando ese aire de seductor
característico de él, a Naruto le dio mucho gusto ver de nuevo esa mirada
ardiente y no pudo evitar reír débilmente. Se acercó y puso la cabeza sobre el
pecho de Sasuke que simplemente estaba disfrutando de la cercanía que le
permitía aquel gesto.
Supongo que está bien así-dijo Sasuke-creo que podrás entender conforme
pase el tiempo.
Una vez más el aire gélido del invierno les recordó que seguían estando ahí solo
que esta vez Naruto se sentía más cálido. Estaba atardeciendo y la noche sería
fría, necesitaban terminar sus deberes para volver a sus carpas temprano.
Ese tonto-susurró
Tomó el chaleco y lo llevó a su nariz solo para volver a sentir ese olor tan
característico de Sasuke, no quería que se borrara de su memoria, quería
siempre que estuviera ahí para recordarlo. Ese hombre era lo más cercano a sus
sueños de lo que había estado jamás y no pretendía dejarlo ir.
El rubio dio un paso atrás y giró sobre sus talones solo para regresar a hacer su
trabajo, solo que no podía dejar de sonreír como estúpido mientras seguía
trabajando.
Se hacía cada vez más tarde y parecía que el trabajo se iba haciendo más y más
cada vez, Naruto se dio cuenta de que las cosas de un mago eran muy extrañas,
que había trucos ya preparados que ni siquiera podía entender.
Pero alrededor de una hora más pudo empezar a escuchar bullicio de nueva
cuenta, incluso pensó que todos estaban locos al estar jugando con el gélido frio
de la noche pero al mismo tiempo le daba mucho gusto y mucha ilusión estar
rodeado de todas esas personas tan diferentes.
Entonces alguien entró en la carpa, no era otra más que la hermana menor de
Sasuke, aquella muchacha con los ojos más cálidos y bondadosos que jamás
conoció además de ser la responsable de que no se lo comieran.
Todo el circo era como una enorme familia compartiendo junta, hasta Itachi
Uchiha, el dueño del circo que parecía muy serio estaba ahí pasándola bien con
todos, claro que guardando mucha discreción.
En las manos del castaño había un vaso de lo que parecía ser algún tipo de licor
y a juzgar por el olor tan penetrante debía ser algo muy fuerte.
Pasada la media noche Naruto decidió que ya era suficiente, después de que
Rock Lee por accidente derramara cerveza en sus branquias y estuviera
tambaleándose ebrio por todas partes ya no había mucho que ver, también Kiba
se había ido a la cama apestando a alcohol y si Akamaru no lo hubiera llevado
de regreso a su carpa entonces probablemente se hubiera quedado tirado a
mitad del campamento.
Iluminado solo con la débil luz de una lámpara a baterías estaba Sasuke
semidesnudo vestido solo con los pantalones, acomodaba su cama para irse a
dormir pero cuando Naruto entró con su hermana en brazos no tuvo más
remedio que dejar lo que estaba haciendo para ir a ayudar al rubio.
El azabache fue hasta donde Naruto y le quitó a su hermana de los brazos para
cargarla él mismo hasta su cama en donde la acostó para cubrirla con una
frazada.
Supongo que si
cuarto acto:“ el ciervo”
La mañana siguiente estaban todos muy animados, Naruto despertó alrededor
de las once de la mañana, ya bastante tarde y se sorprendió de ver que Kiba se
había levantado muy temprano. Al salir de la carpa vio como todos iban de un
lado a otro revoloteando sin prestar mucha atención a lo demás, claramente
todos se estaban preparando para la función de la noche, incluso Naruto llegó a
pensar que esas criaturas digerían muy distinto el alcohol tomando en cuenta
que todos debían tener resaca.
Que bueno que despiertas- le dijo Okami apareciendo de algún lado- Itachi
quiere que vallas al teatro con los demás tramoyas.
Claro pero…
Y no dijo ni una sola palabra más, siguió su camino tan apresurada como antes.
Naruto resopló pensando que se había perdido el desayuno y todo por haber
festejado demás pero ya no tenía más tiempo que perder así que después de un
cambio de ropa estuvo listo para hacer sus tareas.
Caminó a paso rápido intentando no pisar a nadie, los demás estaban muy
entusiasmados esa mañana e incluso él estaba empezando a sentir esa
adrenalina en su cuerpo. A la entrada del campamento estaban Sai y un grupo
más de muchachos esperando en la van que funcionaba como vagón principal.
Era un hombre alto de cabello café obscuro sostenido en una coleta alta, estaba
fumando mientras lo miraba recargado en el marco de la puerta con una sonrisa
enigmática en sus labios. Naruto enseguida lo reconoció, lo había visto en el
campamento un par de veces pero no le había hablado además de haberlo visto
en el espectáculo haciendo un número de traga fuego.
¿Quién…?
Ah… si
Por un momento Naruto volvió a sentir ese temor de ser comida para fenómeno
pero enseguida se dio cuenta de aquel tono tan sugerente en la voz de
Shikamaru que no quería comérselo literalmente.
Una de las manos de Shikamaru fue directo a la cadera de Naruto para atraerlo
a él, era inminente el momento siguiente, además de que el rubio estaba
paralizado por la situación sin saber qué hacer pero justo antes de que los labios
del castaño tocasen los suyos la puerta se abrió de golpe haciendo que
Shikamaru se girara sin soltar a Naruto.
Una vez más la posibilidad de que apareciera Sasuke pasó por la mente de
Naruto solo que esta vez deseo con todas sus fuerzas que no lo fuese a ver en
esa situación tan comprometedora y para alivio del rubio vio por sobre el
hombro de Shikamaru a aquel muchacho de pelo largo y ojos perla con mirada
severa, era Neji que aparecía en el momento más oportuno.
Este comentario pareció herir a Neji, Naruto pudo verlo titubear ante la rudeza
de Shikamaru pero enseguida se repuso.
Parecía que cada palabra que salía de la boca de Shikamaru solo hacía enojar
más a Neji pero la ira del ojiperla no solo se limitaba a Shikamaru porque
Naruto no paraba de sentir que aquella mirada de odio no iba dirigida
solamente al castaño sino que también él podía sentir la mirada furtiva de
aquellos ojos.
Shikamaru se volvió a Naruto e intentó volver a tomarle como antes pero este
dio un paso atrás para que el castaño no lo alcanzara. Esto pareció haber
relajado a Neji pero no del todo, la tención seguía estando hasta las nubes
entonces y no podía ignorarse el largo e incómodo silencio entre los presentes.
Antes de salir por la puerta en donde estaba Neji tiró el cigarro y lo pisó para
apagarlo como una especie de gesto descortés hacia los otros dos presentes para
así salir por la puerta. Pero cuando Naruto creyó que ya había terminado todo
se dio cuenta de que Neji seguía mirándolo con esa expresión de desprecio
perpetuo para después dar la vuelta e irse también.
Entonces empezó a escucharse mucho ruido afuera del camerino, era más que
obvio que los artistas habían llegado y un segundo después los hermanos
entraron por la puerta algo atareados, la función sería a las ocho y debían darse
prisa.
¿Qué…?
Voy al camerino de Tenten, necesita ayuda para que las escamas no le brillen
tanto en el escenario
Sin decir más, le dedico una sonrisa apurada a Naruto y salió del camerino
dejando al azabache solo con él. Claro que el mayor no iba a desaprovechar la
oportunidad así que se acercó y lo abrazó por la cintura y se acercó a darle un
beso pero en vez de los labios, terminó pegando su boca en la oreja de Naruto.
Antes de que pudiera explicar la razón por la que tenía el olor de Shikamaru
sobre él, Sasuke lo tomó por sorpresa acorralándolo bruscamente contra la
pared mientras lo miraba con esa expresión sombría que hacía que a Naruto se
le pusieran los pelos de punta.
Naruto tragó gordo al escuchar la voz ronca y profunda con la que estaba
halando Sasuke, pero de alguna manera le excitaba sentirlo de esa forma, tan
posesivo y con ese aire tan sexual era todo una bomba a punto de estallar.
Oh claro que lo hizo, hoy por la mañana me dijo “Hermano…”- dijo tratando
de imitar la voz de su hermano- “…quiero que hoy obligues al humano a
manosearte antes de la función”
Los dos se rieron pero no por mucho, pronto se besaban suavemente, Sasuke
acariciaba las caderas de Naruto por sobre la camiseta de este empezando a
alzarla poco a poco.
Ah Naruto-suspiró
Claro que Naruto le dio gusto al meter completo el pene de Sasuke a su boca
enrollando la lengua de una manera particular en este solo para poder escuchar
los roncos gemidos de Sasuke. Se aseguraba de hacerlo lentamente moviendo
su cabeza de atrás hacia adelante presionando levemente en la punta para
hacerlo gemir más alto, claro que el vampiro no podía gritar a sus anchas por
temor de que alguien los fuese a escuchar.
Pronto la cabeza de Naruto oscilaba rápidamente atrás y adelante, había hilos
de saliva que escurrían tanto en el pene de Sasuke como en la boca de Naruto.
No podían ir más allá de eso, Sasuke aún no estaba listo para el espectáculo y
ya no contaban con tiempo para hacer lo que querían hacer.
Bajó la vista solo para ver a Naruto todavía arrodillado con la cabeza hacia
abajo, pronto comprendió lo que había pasado así que se acomodó la ropa
interior y se arrodillo con Naruto para ver que sucedía. El azabache tomó el
mentón de Naruto y lo obligó a verlo a la cara solo para descubrir un rostro
sonrojado y manchado de semen además de que la entrepierna del pantalón de
Naruto estaba manchado también.
No me digas que…
Sasuke se puso de pie y se sacó los pantalones, debía cambiarse así que dejó la
prenda a un lado y se puso su traje para terminar de alistarse.
No estés apenado
Sa…Sasuke
Al parecer aquel comentario hizo que Naruto se apenara aún más, de cierta
manera no había pasado por su mente ese hecho de que Sasuke era un ser
extremadamente sexual, lo miró acomodándose los puños de la camisa que le
quedaba holgada y dejaba al descubierto su pecho alvino. Un vampiro que
obtenía su alimento utilizando su cuerpo, sin hacer distinciones solo usando su
sexualidad a conveniencia.
yo… yo…
Sasuke no era tonto, sabía que algo pasaba pero faltaba poco para que el
espectáculo comenzara y podía saberlo por el ruido fuera de la puerta y
necesitaba ir por su hermana. Naruto era alguien muy especial para él, jamás
había tenido que lidiar con un humano al que no quisiera morder, la sangre de
Naruto parecía ser el manjar más dulce sobre la faz de la tierra y aun así se
rehusaba a probarla.
No sabía qué era lo que estaba sintiendo, Sasuke no era precisamente su pareja
aunque se sentía muy parecido a eso, aquel hombre era muy cautivador y sobre
todo sensual, era como si exhalara algún tipo de perfume irresistible para
Naruto que lo mantenía atontado y hasta cierto punto hipnotizado.
Pero también estaba el hecho de que Sasuke era un depredador, una criatura de
la noche que solo podía hacer daño. Cada segundo que había estado al lado de
Sasuke se había convencido de que ese hombre era la persona indicada pero
ahora estaba ahí pensando en que él solo era una presa más.
No había pasado mucho tiempo desde que había llegado a ese lugar, tenía una
sensación agridulce en su interior como si supiera que ese lugar era el indicado
pero al mismo tiempo sentía que algo no terminaba de estar bien. Sasuke podía
ser la razón de este sentimiento, tal vez él solo era de esa manera tan caballerosa
y coqueta porque quería hacer de Naruto su cena, aunque esa idea no parecía
tan mala cuando la pensaba con cuidado.
Era difícil de explicar, las sensaciones que le hacía sentir Sasuke eran muy
difíciles de explicar pero la más misteriosa había sido la que sintió en el
momento en que casi lo muerde. Claro que se había sentido muy bien, pero no
dejaba de pensar que el azabache solo lo estaba usando, volvió a sentir ese vacío
que aparecía en su estómago después de acostarse con hombres que lo dejaban
días después.
¿Sasuke lo dejaría después de obtener lo que quería? Era una pregunta muy
difícil de responder pero de alguna manera la respuesta no le era muy
relevante, Sasuke parecía ser demasiado irresistible y tal vez eso se debía a esa
sensualidad que llevaba a flor de piel, claro que Sasuke no era el único que la
tenía.
Tanto Okami como Itachi tenían esa atracción sexual que era simplemente
palpable, bastaba solo mirar como las chicas suspiraban cuando Itachi salía al
escenario a presentar a los artistas al igual que los hombres que no le quitaban
la vista de encima a su hermana menor cuando aparecía en el acto de Sasuke.
Pero no hubo más tiempo para pensar, la puerta se abrió rápidamente dejando
entrar a Sai que sonreía ampliamente, a sus espaldas podían verse la gente que
corría atareada para poder estar lista antes del espectáculo.
Oye aperitivo…
Te dije que no me llamaras de esa forma
Vamos, el espectáculo va a comenzar
Pero ¿no tenemos que estar ayudando?
Tranquilo, hay muchos aquí, ni se darán cuenta que no estamos
Naruto tenía bien en cuenta que Sasuke quería que viera el espectáculo y que él
había declinado la oferta así que le pareció buena idea poder verlo y después
pretender que no lo había visto parecía una buena idea.
Y entonces ambos salieron del camerino, faltaba poco menos de veinte minutos
para que todo comenzara así que había mucha gente corriendo de un lado a
otro así que nadie se detenía a mirarlos lo que les daba mucha libertad para
moverse. Sai parecía haberse tomado el tiempo para revisar el lugar aunque
debía haber algo más detrás de todo, llegaron al palco escondido en la parte de
arriba en donde la vista era perfecta pero también estaba lo suficientemente
escondido para no ser detectados, Naruto miró a las butacas y vio que estaban
todas llenas.
Sai señaló al otro lado de Naruto, este giró la cabeza algo confundido
esperando encontrarse a una persona o algo pero lo que vio no tuvo precio.
Junto a Naruto había una mujer con una enorme sonrisa y un rostro amable
junto a una niña pequeña que sonreía con la misma felicidad solo que ambas
tenían una textura vaporosa, casi como transparentes, le tomó un momento a
Naruto discernir lo que tenía a su lado.
Fa…fa…fa…-tartamudeo asustado
Les prometí liberar sus almas después de que me dijeran como encontrar un
buen escondite y ahora si me disculpas…
Sai hizo un ademán para que Naruto se quitara del camino y así lo hizo,
entonces fue testigo de una hazaña increíble. Sai respiró hondo y cerró los ojos,
hizo con sus manos algunas formas extrañas y cuando abrió los ojos de nueva
cuenta estos tenían un brillo peculiar.
Ellos deciden a quien mostrarse pero solo pueden comunicarse con alguien
como yo
Ah, nada importante. Ella y su hija vinieron a ver una obra y después alguien
les disparó por la espalda, después de eso este teatro perdió popularidad
Era increíble la manera en que Sai hablaba del tema con tanta naturalidad,
como si la muerte no le inmutara ni un poquito, enseguida Naruto se dio cuenta
de que tal vez eso sería una extraña carga que Sai debía de llevar sobre los
hombros. El rubio volvió la mirada al frente en donde las personas seguían a la
expectativa del show aunque las cortinas seguían cerradas.
Pensó de nueva cuenta en los años anteriores, en el tiempo que había pasado
con Nana Gigi y el sufrimiento al que estuvo obligado a someterse, también
recordó el relato de Sasuke le había contado sobre l tragedia que le había
sucedido a su familia lo que quería decir que todos en el circo debían tener una
historia similar. Miró a Sai por el rabillo del ojo que estaba atento y ya sentado
en la butaca de su costado, pensó en todos los posibles escenarios en los que
pudo haber estado envuelto pero simplemente no se le ocurría nada. Faltaba
poco para empezar el show y el barullo de las personas resultaba extrañamente
relajante.
Debes de tener una historia realmente trágica para que el vampiro mayor te
haya aceptado-dijo algo burlón .
Nací en un pueblo de China, mi madre murió al darme a luz así que fui
criado por mi padre-hizo una pausa algo enigmática- desde que tengo uso de
razón puedo ver espíritus y bueno, no pasó mucho tiempo antes de que las
personas del pueblo pensaran que era un demonio o algo parecido. Mataron a
mi padre e incendiaron mi casa pensando que moriría, después de eso Itachi me
recogió
Sai…
La danza de Sakura e Ino era algo que Naruto no se cansaba de ver, se veían
preciosas y al público les encantaba además de que él mismo ya se consideraba
su admirador aunque ya no tuvo aquella necesidad de ir hacia ellas. Claro que
el público estaba inmerso en aquellas preciosas curvas femeninas que
combinaban a la perfección con la música que solo las hacía ver como ángeles
caídos.
Naruto estaba aún más divertido que la primera vez, miraba con mucha ilusión
y se reía por dentro de tan solo pensar que detrás del rostro serio e inmaculado
de Lee había un renacuajo miedoso que temía que Tenten fuera a fallar algún
lanzamiento aunque eso era prácticamente imposible tomando en cuenta la
aguda visión y su pulso preciso.
Pero el siguiente acto mantuvo a Naruto algo más atento, la primera vez que lo
vio fue algo impresionante pero ahora que lo miraba por segunda vez le parecía
más alucinante y de alguna manera se sintió culpable. Era Shikamaru que
acababa de salir a escena ya con su traje puesto, era solo un taparrabos de paja
además de pintura corporal queriendo aparentar un estilo hawaiano y pronto
empezó su acto.
Tenía dos enormes antorchas en cada mano que estaban encendidas y cuando la
música de tambores comenzó lo hizo su baile también, Naruto intentaba no
admirar demasiado su muy bien formado cuerpo que se movía al ritmo no solo
de la música sino que también era uno solo con el fuego, se movía tan bien que
parecía estar hipnotizándolo. Después, hizo un salto y acercó la antorcha a su
boca solo para exhalar una enorme ráfaga de fuego obteniendo aplausos y
muchas expresiones variadas.
Conforme iban apareciendo los demás actores, Naruto se sentía más ansioso,
quería de alguna forma llegar al final, quería ver el acto de Sasuke que
seguramente sería alucinante tal como la primera vez que lo había visto.
Como la primera vez, las luces se mantenían apagadas y entonces una enorme
explosión de polvo hizo aparecer al mago en medio del escenario, aquel acto
seguía pareciéndole muy impresionante a Naruto, le encantaban las ilusiones
que Sasuke era capaz de hacer.
Estiró su mano y enseguida uno de los tramoyas le dio lo que parecía ser una
enorme sábana de satén roja, enseguida la colocó en el suelo dejándola bien
plana y pronunció lo que parecían ser palabras mágicas sacadas de algún libro
de cuentos y después de un movimiento de manos extraño levantó la sábana
del suelo rápidamente apareciendo ahí mismo Okami vestida en aquel traje rojo
que la hacía lucir muy tentadora.
Ahora para mi último truco, mi bella asistente escogerá a alguien del público
Era una experiencia distinta ver todo el acto desde otro ángulo, Naruto no había
tenido idea de cómo había funcionado el truco pero para su sorpresa, el mago
no hizo el acto de levitación sino que hizo un par de ilusiones sencillas para
que al final Sasuke hiciera aparecer un ramo de flores que le regalo a esta chica.
¿Por qué no me das un beso de despedida?-preguntó el mago y la chica se
sonrojó
¿Qué sucede?-dijo Sai viendo que su compañero se iba- Sasuke siempre hace
eso en sus presentaciones, lo hizo contigo ¿no? El coqueteo es simplemente
parte de él
No era exactamente lo que querían escuchar, las palabras de Sai habían sido de
lo más inocente pero claramente no habían tenido el efecto que él esperaba.
Y no dijo nada más, dejó a Sai en el palco escondido para regresar a donde
estaba solo para encontrarse con un revoltijo de gente peor que el de antes
porque ahora no solo estaban los tramoyas sino que los artistas iban de aquí
para allá para recoger sus cosas y despedirse del público.
¡Naruto!
La pregunta tomó por sorpresa a Naruto, no sabía bien qué era lo que debía
responder a eso, “celos” era una palabra algo fuerte tomando en cuenta que no
había nada entre él y Sasuke o al menos nada formal.
No lo sé
No me ayudas
Naruto
¿Qué?
Volvamos al campamento, se hace noche… muy noche-dijo nervioso
Pero Sai…
Por favor-suplicó algo desesperado-regresemos al campamento-la noche no
me gusta para nada…
Naruto reparó en el hecho de que ya era tarde, debía ser al menos media noche
y por alguna razón Sai estaba poniéndose nervioso.
A la salida del teatro tuvieron que caminar un poco antes de poder encontrar
un taxi que los llevara hasta donde estaba el campamento pero debían caminar
un poco más antes de llegar y Naruto no podía dejar de ver que Sai seguía
nervioso por alguna razón.
Si-contestó serio
Naruto miró a Sai con más cuidado solo para darse cuenta de que su
compañero estaba realmente perturbado.
Sai…
Es la hora de que ellos aparezcan-dijo a manera de explicación-no me gusta
verlos… ellos… ellos me molestan
No se necesitó de mucho para pensar, Naruto se dio cuenta de que Sai hablaba
sobre aquellas entidades que él podía ver aunque sospechó que no se trataba de
simples personas amables como aquella mujer y su hija en teatro sino que tuvo
la sensación de que era algo más siniestro, algo que hasta a él le hizo sentir un
escalofrío.
Toma mi mano
¿Amuletos?
Son objetos que los mantienen alejados, ya sabes, a ellos
La carpa de Sai no estaba ya muy lejos y al entrar en esta Naruto se dio cuenta
de que sobre la cama de su compañero había muchas cosas extrañas además de
estar rodeada de objetos que Naruto solo había visto en puestos callejeros
atendidos por personas muy extrañas.
¿Talismanes?
Talismanes-afirmó Sai
El sonido de los pies de Naruto contra el suelo terroso era opacado por los
gritos y los canturreos de todas las personas así que el rubio se sentía un tanto
relajado. Aunque debía de admitir que estaba un poco intranquilo por todo lo
que le había dicho Sai y al mismo tiempo no sacaba de su cabeza a Sasuke.
Sabía que no iba a poder evitar a Sasuke por siempre y que en cualquier
momento tendría que enfrentarlo con todo y todo, estaba enfadado con él por
haberse comportado como un sínico pero también seguía pensando en ese
asunto de ser solo un bocadillo para el pelinegro. Pero también estaba
extremadamente exhausto, el cansancio de haber limpiado todo el desastre del
teatro, más los pensamientos sobre Sasuke y terminando con el estrés de las
apariciones que había visto Sai habían sido solo una bomba para terminarlo por
completo.
Ah mierda-suspiró
¿Te divertiste?
Sasuke apareció de la obscura nada acercándose a paso firme, con una sonrisa
algo extraña, no era la típica sonrisa picarona y sensual que a Naruto le
encantaba sino que era algo más extraño, como si a leguas se notara que él
estaba enojado. Pero también Naruto estaba enfadado con él además de no estar
de humor para todo eso.
Muchas cosas habían pasado ese día y definitivamente los berrinches de Sasuke
eran lo último que le interesaba aunque no podía dejar de lado sus propios
berrinches que claramente también habían irritado a Sasuke y no era para
menos, se había comportado como una verdadera chica celosa al respecto.
Te vi con Sai
Por un momento Naruto pensó que hablaba del espectáculo, que Sasuke
hubiese sido capaz de verlo en aquel palco supuestamente invisible pero
después recordó su llegada al campamento cuando lo llevaba de la mano.
Ah, eso-dijo algo nervioso- él tenía algo de miedo y pensé que sería buena
idea tomarlo de la mano
Aun así seguía sin hacerle gracia a Sasuke, era como si de repente saliera ese
depredador que Naruto tanto temía pero al mismo tiempo había un lugar de él
que deseaba conocer a ese monstruo sanguinario y enteramente sexual.
Había un atisbo de fastidio en su voz pero sobre todo Naruto pudo escuchar
perfectamente ese amargo tono que le partía el corazón. Sasuke era una persona
extremadamente polifacética, no entendía para nada esos cambios y
sentimientos que el azabache tenía, él era simplemente demasiado intenso y era
precisamente eso algo que le gustaba mucho.
Entonces el pelinegro abrió los ojos muy grandes parpadeando muy rápido
como si no fuera capaz de entender lo que su compañero decía.
¿Usarte?
Tú solo estas buscando morderme ¿no? Es por eso que eres tan dulce-jadeo
intentando mantener la calma- tú eres así con todos
Ah Dios-suspiró
Dejó a Naruto y dio unos pasos atrás para frotarse la frente ya fastidiado,
Naruto supo que había dicho algo tremendamente tonto.
¿Sasuke?
¿Viste el show?
Yo…-lo pensó-no
¿Estás seguro?
Muy seguro
No te creo
Volvió a poner sus ojos negros sobre los zafiros de Naruto, este último se
estremeció hasta los huesos, le encantaba esa mirada tan obscura que lograba
capturar en esos orbes obscuros que lo mantenían siempre tan tonto. Era
imposible seguirle viendo a los ojos y decir una mentira descaradamente.
¿Estás celoso?
No te hagas el gracioso Sasuke-hizo un puchero- ¿crees que eres el único que
puede celarse?
Naruto hablaba con cierto tono de broma, de alguna manera Sasuke había
vuelto a envolverlo en ese juego de seducción y coqueteo que ambos
disfrutaban tanto.
Las manos del azabache comenzaban a colarse por debajo de la camisa del
rubio, buscando siempre un poco más de piel para tocar y sus labios también
hacían lo mismo solo que esta vez Sasuke estaba totalmente consciente y no se
dejaría llevar. El pelinegro rompió el contacto suavemente para ver a Naruto a
la cara con una sonrisa relajada que mostraba a un Sasuke calmado pero el
destello obscuro en sus ojos estaba acompañado de deseo y lujuria que no podía
disimularse.
Pero no quiero que lo hagas… quiero ir un poco más lejos ¿sabes a lo que me
refiero?
¿Qué…?
Fue cuando Sasuke volvió a reír divertido, de una u otra forma debía decirle a
Naruto las cosas como eran.
No debo morderte, no a ti
Las cosas no funcionan de esa forma Naruto, no quiero que esto te afecte
Habían pasado muchas cosas y Sasuke tenía muy presente lo que sentía, Naruto
era un humano muy distinto y no podía negar que él también sentía lo mismo.
Había sido un largo tiempo, el sexo siempre había sido el pan de cada día pero
era la primera vez que podía mirar a alguien así a los ojos y ser él quien
resultaba desarmado, su facha de casanova simplemente no era una actuación
cuando se trataba de Naruto porque el rubio realmente le interesaba.
Naruto lo miró a la cara con una expresión entre sorpresa y algo de gusto.
Había llegado a un nuevo nivel de rareza aunque no podía negar que estaba
siendo muy emocionante y a la vez no dejaba de ser ardiente.
Me gustas mucho
También me gustas
sexto acto:“ sexo y sangre”
La mañana siguiente estuvo llena de tareas, la primera y más importante era
encargarse de Kiba que había tomado lo suficiente como para tener una resaca
monumental y si creía que un licántropo recién levantado era malo ni se
imaginaba lo que le esperaba con uno crudo.
No-lloriqueó
Como por arte de magia pensar en la comida había hecho que Kiba
mágicamente recobrara la energía solo que el desayuno ya había pasado hacía
más o menos unas dos horas y tendría algo difícil el cumplir su promesa.
Naruto llevaba muy poco tiempo en el circo pero se estaba adaptando
maravillosamente a este, tanto que hasta ya no lo miraban como la cena sino
que todos se habían acostumbrado a él.
Hinata ¿no?
S…si-atinó a decir ella mientras se sonrojaba
Sé que el desayuno ya pasó y aún falta para el almuerzo pero Kiba despertó
con resaca y quería ver si había algo que pudieras dame para él
Hinata reaccionó como si Naruto hubiese dicho la grosería más grande del
mundo y se sonrojó hasta las orejas solo para bajar más la mirada seguida de la
cabeza entera pero una gentil mano la tomó del mentón y la obligó a verlo a los
ojos.
Las mejillas ya de por sí muy rojas de Hinata se tiñeron aún más de rojo, incluso
parecía que la muchacha estaba enferma pero Naruto se dio cuenta de que la
muchacha era muy noble y que era muy tímida así que le dio las gracias y le
llevó la comida a su compañero.
Pero eso no fue todo, el animal dio un paso más y entonces su cuerpo comenzó
a cambiar, las pezuñas se distorsionaban hasta formar manos, la cornamenta se
reducía poco a poco hasta desaparecer en lo que ahora era un rostro humano.
No era otro más que Shikamaru que sonreía de medio lado ante la mirada
perpetua de Naruto.
Naruto giró la cabeza a mirar al pelinegro para dedicarle una mirada de auxilio
y angustia pero cuando miró a Sasuke él era quien se veía perturbado y hasta
cierto punto Naruto podía percibir algo parecido al miedo.
Neji estaba parado justo al otro lado del riachuelo mirando fríamente a la nuca
de Shikamaru, Naruto se preguntó en qué momento había llegado ahí pero lo
que más le estaba incomodando era esa mirada tan perpetua y asesina que
aunque claramente no era para él aun así tenía el poder para descolocarlo
completamente.
Pero Sasuke seguía sin acercarse, Naruto lo miró para darse cuenta que la
angustia no abandonaba su rostro, hasta entonces dejó de creer que su
preocupación era por Shikamaru. Salió del agua y se vistió para ir donde
Sasuke al principio con intención de reclamarle pero al ver que esa expresión no
desaparecía desistió de su tarea.
Obviamente Sasuke quería alejarse lo más que podía del riachuelo, Naruto no
dijo nada, después de todo el azabache se había acercado más de lo que le
hubiera gustado al riachuelo.
Desde la noche anterior cuando Sasuke le había dicho lo que sentía, una especie
de reacción extraña había inundado, quería estar más cerca del azabache, quería
saber más sobre él y de sus costumbres, quería estar al tanto de todo.
Nunca había pensado en nadie más que en él mismo, todos los días debía ver
por su propia supervivencia y el querer pensar en alguien más era un
sentimiento nuevo. Sentía la necesidad de estar cada vez más cerca y disfrutaba
mucho estar a su lado.
Con respecto a Sasuke también estaba contento de estar con Naruto, aquel
humano que lo atraía tanto. Él también había estado pensando en la noche
anterior, se preguntaba si se había precipitado mucho al decirle a Naruto que lo
quería, era extraño pensar en poder querer a alguien además de sus hermanos
pero no podía negar que el rubio tenía algo que jamás había visto nunca y que
la sangre le hervía al ver que alguien más intentaba quedarse con él.
El asunto de la caza era algo bastante importante para Sasuke, sabía que llevar a
Naruto era arriesgar bastante. Nadie en el campamento se atrevía a interferir en
la tan afamada caza, Itachi siempre avisaba la noche en que saldrían y esa
misma noche, nadie salía. Muchas cosas pasaban pero sobre todo a nadie le
gustaba la imagen de tres vampiros sanguinarios regresando casi al amanecer
con la ropa chorreando de sangre.
Kiba siempre acompaña a Okami-dijo Sasuke-creo que no estará solo esta vez
Sasuke extendió sus manos para que su acompañante pudiera verlas, las
palmas de sus manos estaban muy resecas y maltratadas además de que las
venas de las muñecas estaban saltadas y las uñas eran muy delgadas.
Estoy débil-dijo cauteloso- esta es la manera de saber que hace falta beber
Era información netamente inútil e inservible para Naruto pero este estaba feliz
por escucharla, le emocionaba que Sasuke compartiera con él sus secretos y sus
preocupaciones con él. Era como si el hecho de estar en un sitio extraño fuera
totalmente normal siempre y cuando Sasuke estuviera a su lado.
La calma del campamento le permitió a Naruto escuchar cada paso que dio
Sasuke hasta su tienda en donde seguramente también estaría Okami. Quería
estar solo así que no podía ir a su carpa en donde seguramente seguía Kiba,
necesitaba unos momentos a solas para poder pensar en esa misma noche.
Recordó la carpa en donde guardaban la utilería, seguramente nadie lo
molestaría ahí, no pretendía esconderse hasta la hora de la partida pero si
quería meditar con calma.
Ya pasaba del medio día así que hacía algo de calor aunque el día estaba algo
húmedo, era una sensación agradable para Naruto acostumbrado siempre a ese
mismo clima. Recordó el día en que se había escondido en el vagón para
escapar mientras se acomodaba con las piernas pegadas al pecho entre un
montón de trastos.
Siempre era lo mismo, cuando cerraba sus ojos siempre intentaba imaginarlos.
Para un niño huérfano su imaginación era el tesoro más valioso.
Pero ya no lo estaba. No solo era Sasuke, sino que todos los demás también,
Okami y Kiba que le habían tendido la mano desde el principio.
Lanzó un pesado bostezo al aire, una vez más miró alrededor solo para
corroborar que no había nadie y como así era se puso cómodo, ninguna persona
estaba fuera, entonces quería decir que no se esforzaría por levantar un dedo
hasta la noche. Una vez más cerró los ojos, solo que esta vez recordó lo que
Sasuke le había contado sobre su familia y entonces sus problemas parecían
insignificantes.
Okami estaba pintando sus labios de un rojo que Naruto solo se lo había visto a
las mujeres que se paraban en la esquina de su antiguo barrio mientras que
Sasuke se acomodaba una camisa blanca que llevaba desabrochada casi por
completo.
Cuando se dio cuenta de lo que había dicho se llevó las manos a la boca y su
rostro se puso rojo hasta las orejas pero lejos de recibir una bofetada o hacer
llorar a Okami corriendo su pesado maquillaje vio como los hermanos se
miraron y se rieron.
Naruto estaba confundido, esa no era precisamente la escena que esperaba para
un par de vampiros a punto de salir de caza. Pero sus pensamientos fueron
disipados en el instante en el que Sasuke se puso la colonia en el cuerpo. Era
esa misma colonia la que se mezclaba con su propio sudor para fabricar ese
delicioso olor que lo volvía loco.
¿Cómo me veo yo?-dijo Sasuke divertido
Naruto sonrió como un tonto algo abrumado, esa noche Sasuke tenía algo
irresistible y completamente diferente a todos los días pero no era el único,
también pudo percibir un olor dulce y apetecible proveniente de la hermana
menor de este que seguía retocando su maquillaje sentada en la cama sin
prestarles demasiada atención.
Creo que nuestro olor te está haciendo mal-dijo Okami sin dejar de
maquillarse
Si, está haciéndote mal-susurró Sasuke con voz ronca- ve a ver si Kiba ya está
listo y los vemos en la entrada del campamento
Naruto salió de la carpa algo mareado pero cuando estuvo fuera se sintió mejor,
dio dos pasos y sintió que las piernas se le tambaleaban pero unos pasos más y
estuvo bien para seguir adelante solo para encontrarse con Kiba en el camino
que iba en dirección contraria aparentemente en dirección a ver a los hermanos.
Kiba también estaba vestido para salir aunque no tan ostentoso como Sasuke,
era la primera vez que lo veía tan arreglado y limpio.
Me quedé dormido y…
El rubio parpadeo muy rápido y se fijó en lo que traía puesto. Cuando había
salido de casa solo se había llevado unas cuantas cosas (aunque en realidad no
tenía muchas), solo tenía jeans rotos y una camiseta que tenía algunas manchas
de una sustancia misteriosa y sus tenis.
Pues…
Ven conmigo
Y nadie dijo una sola palabra, subieron y enseguida tomaron camino. Kiba se
aseguró de que Naruto se sentara junto a él en los asientos traseros en donde no
pudiera hablar demasiado con Sasuke y se imaginó que era por el asunto de
aquel olor tan embriagador y aun así podía percibirlo desde su asiento, no
podía dejar de lado esa deliciosa sensación.
No pasó mucho tiempo antes de que Naruto se diera cuenta que no estaban
yendo a algún bosque como pensaba sino que estaban llegando al pueblo
contiguo y no solo eso sino que el auto se dirigía al centro de este mismo. Aun
siendo un pueblo no muy grande, la vida nocturna era a su parecer bastante
movida.
El silencio entre los presentes era increíble, Naruto no se atrevía a decir nada así
que se quedó con todas las dudas que tenía. Las calles eran algo tétricas a esas
horas de la noche, casi no había personas.
Él tampoco estaba exento a ese sentimiento, supuso que se debía al olor que
estaban exhalando esa noche. Volteó a ver a Kiba que caminaba inexpresivo, era
la primera vez que Naruto lo veía tan serio y calmado como si fuera una
persona seria siempre y esa inexpresividad de su amigo lo ponía más nervioso
todavía, como si supiera que algo malo estaba a punto de suceder.
Las cosas se pusieron aún más extrañas en el momento en el que una
estruendosa música comenzó a escucharse desde el final de la calle y ellos
parecían ir hacia allá, quiso preguntarle a Kiba qué era lo que estaba pasando
pero fue inútil, el momento lo había envuelto por completo y no tenía las
fuerzas suficientes para poder articular palabra, era una sensación algo extraña
que no había experimentado antes.
Los cinco se quedaron parados en el recibidor, nadie dijo ni una sola palabra,
como si esa fuera una especie de rutina. Okami se contoneo hasta la pista de
baile, Sasuke se acercó a unas chicas en una mesa cercana e Itachi buscó una
mesa vacía y pidió una bebida para que unos segundos después estuviera
rodeado de muchachas.
Este era el momento adecuado para que Kiba le explicara que era todo eso, miró
sobre su hombro solo para ver como Sasuke ya tenía a una muchacha apartada
en un rincón usando esa mirada coqueta que solo usaba cuando lo miraba a él,
enseguida sintió ese horroroso sentimiento llamado celos invadiendo todo su
cuerpo pero antes de siquiera ir a armarle una escenita al azabache Kiba le
tendió una botella de cerveza.
Naruto se dio cuenta de que Kiba no lo miraba a él sino que miraba a la pista,
dirigió su mirada a donde él estaba viendo solo para encontrarse a Okami
bailando de una manera bastante obscena con un hombre que parecía pulpo
tocándola.
Kiba no solo hablaba de los hermanos Uchiha sino que pretendía darle a
entender a Naruto que todos los vampiros actuaban de esa forma.
Ellos atraen a su presa usando su cuerpo, siempre ha sido así por siglos
Kiba llevó la botella a su boca pero cuando su labio inferior tocó el cristal
simplemente no pudo tomar ni un solo sorbo.
Después de un poco más de coqueteo entre Sasuke y esa muchacha, vio como él
la tomaba de la mano y la llevaba hacia unas escaleras para desaparecer arriba.
Pero él no fue el único sino que Okami e Itachi desaparecieron sobre esas
mismas escaleras momentos más tarde.
Kiba…
Naruto no sabía a ciencia cierta si Kiba estaba hablando de tener sexo o beber
sangre así que no preguntó nada y prefirió quedarse con la segunda opción.
Pero pueden descubrirlos aquí
Ahora ese sitio parecía más interesante que antes, Naruto paseó la mirada por
millonésima vez a aquel sitio solo que esta vez iba en busca de algo más, algo
que le dijera que ese lugar estaba plagado de vampiros.
Las mejillas se le pusieron rojas y sintió que el rostro le ardía, ahí adentro estaba
Okami sentada sobre las caderas de ese tipo moviéndose de arriba hacia
adelante mientras ese hombre jugueteaba con sus senos pero sintió que el
mundo se le venía encima cuando ella alzo el rostro y lo vio. Naruto pensó que
Okami esperaba ver a Kiba porque al verlo a él enseguida la sonrisa se hizo más
leve y articuló algo con los labios.
“Está en la habitación del fondo” formó con sus labios sin dejar de moverse, el
cabello mojado en sudor se le pegaba en la cara y en el pecho, Naruto la miró y
articuló un “gracias” antes de cerrar la puerta. Ella se veía realmente sensual lo
que hizo que él se imaginara a Sasuke, imaginó aquel cabello azabache pegado
en su rostro sudoroso, su perfecto cuerpo moviéndose sobre él. Se mordió el
labio inferior mientras caminaba por el pasillo, cada puerta que pasaba sentía
que la respiración se le entrecortaba un poco más.
En el momento en que su mano se posó en el pomo de la puerta del fondo sintió
como un calor le recorría el cuerpo, como si estuviera emocionado por ver lo
que había ahí adentro. Cuando la giró lo primero que salió de esa puerta fue un
grito agudo de una muchacha, Sasuke estaba sobre ella moviéndose muy
rápido aunque enseguida notó la presencia del tercero levantando el rostro y
mirándolo con una sonrisa.
“Escóndete en el armario” formó con sus labios, era más que obvio que Sasuke
quería que él viera todo. Como si su cuerpo se moviera solo, entró al cuarto sin
hacer escándalo y se escondió en donde Sasuke le había dicho, su corazón daba
tumbos y podía escuchar su propio pulso en sus tímpanos. Entreabrió la puerta
del closet, solo para volver a mirar esa escena.
El rubio abrió los ojos como platos, suspiró algo desnivelado y casi se ahoga de
la pura emoción y sin darse cuenta su mano se estaba moviendo más rápido y
pronto eran las dos manos las que usaba para darse placer, sin darse cuenta ya
tenía los pantalones hasta las rodillas y las dos manos a la obra. Con una se
masturbaba y la otra la coló más abajo hasta que encontró su entrada, Sasuke
perecía saber bien lo que pasaba dentro del closet porque sonrió
sugerentemente como alentándolo a más.
Un dedo dentro, dos y luego quiso uno más, se llevó la mano a la boca para
lubricar sus dedos y después los regresó a donde estaban para poder meter un
dedo más del que ya tenía. Los movimientos de sus dedos en su interior se
sincronizaban con el movimiento de la cadera de Sasuke, ahora los gimoteos y
gritos de aquella chica habían pasado a un tercer plano, era como si no
estuviera y Sasuke le estuviera haciendo el amor a él.
Como si hubiese sido su propio grito, Naruto sintió los espasmos del orgasmo
apoderarse de sus piernas, cerró los ojos un momento pero comprendió que
quería seguir mirando y entonces pasó.
Sasuke beso el cuello de la muchacha y se separó un poco para abrir la boca,
Naruto pudo ver aquel juego de colmillos brillantes asomarse entre los labios
del azabache para segundos después clavarse en la pálida piel de ella.
Un grito agudo vino desde los finos labios de esa chica pero momentos después
pareció desmayarse, entonces Sasuke pareció convertirse en una especie de
bestia, la sangre salpicaba toda la cama y parte del piso pero Naruto no podía
dejar de masturbarse. En ese momento, sin dejar de sorber la sangre de aquella
muchacha volteó a ver a Naruto directo a los ojos, esto fue estremecedor, el
rubio sintió como la excitación subía y entonces se vino.
Naruto seguía algo abrumado, no sabía cómo responder a esa pregunta, era
como si su cabeza aún intentara digerir todas esas escenas tan extrañas e
intrigantes. Era como tener sentimientos encontrados, una parte de él quería
salir corriendo lo más rápido posible hasta perderse en la nada, pero otra parte
quería hacerlo desnudarse y hacer el cuerpo de esa muchacha a un lado y
exigirle a Sasuke que hiciera lo mismo con él.
El azabache sintió que algo no estaba bien, miró como Naruto seguía sin
moverse y no podía abrocharse bien los pantalones. Sasuke tuvo algo de miedo
de que Naruto reaccionara mal así que se acercó y tomó su mentón para hacerlo
mirarlo a la cara.
Los ojos cristalinos de Naruto miraban a Sasuke de una manera que no podía
descifrar, su pecho delataba aquella respiración irregular que lo ponía más
nervioso y entonces Sasuke no encontró otra manera mejor de calmar a su
amante que acercando su rostro y dándole un beso.
Era un momento extrañamente íntimo y hasta sexual, podía sentir el calor del
momento y también moría por más del contacto de Sasuke pero entonces
recordó las circunstancias en las que estaban así que solo le dio un beso casto al
azabache que lo soltó para poder seguir arreglándose y recoger sus cosas.
Claro que no, una sola mordida jamás causa ningún daño en los humanos
Entonces… ¿dos mordidas y es un vampiro?
No puedo convertir a nadie en vampiro sin que esté a punto de morir y beba
mi sangre
¿y si muerdes más de una vez a la misma persona?
Entonces esa persona puede que empiece a experimentar cambios leves en su
cuerpo
Antes de que Naruto pudiera decir nada más la puerta se abrió dejando ver a
Itachi que tenía la camisa salpicada de sangre pero lo demás estaba
perfectamente prolijo y hasta parecía que hubiese rejuvenecido un par de años,
esto lo llevó a mirar a Sasuke una vez más para darse cuenta que todo ese baño
de sangre había tenido el mismo efecto.
Sasuke…
Nuestra saliva tiene un componente que hace que las heridas sanen, solo
necesito lamer un poco y la herida sanará, por eso ya no está
Sasuke creyó pertinente salir cuanto antes del cuarto así que tomó a Naruto de
la mano y lo sacó de ahí encontrándose con Kiba y Okami que hablaban
calmadamente, el castaño estaba limpiando los últimos rastros de sangre de la
boca a la chica con su pulgar.
Al salir a la calle, Naruto agradeció volver a tener esa calma y silencio que la
calle les brindó, incluso el aire gélido de la noche invernal le hizo recobrar algo
de energía después de estarse asando dentro de ese sitio. Una vez más todos
iban en silencio, Itachi iba hasta adelante con las manos en los bolsillos y un
cigarro encendido en los labios sin mencionar las manchas de sangre en la ropa,
Naruto pensó que la obscuridad evitaría que alguien viera eso e hiciera un
escándalo.
Tienes sueño-pasó su dedo pulgar por debajo del ojo derecho de Naruto
Un poco
Sasuke pasó su mano por la cadera de Naruto y lo atrajo hacia él, esa sensación
de cercanía era deliciosa y el rubio quería más así que puso su cabeza en el
hombro de su acompañante, Sasuke olía a perfume de mujer, seguramente el
perfume de aquella chica era tan fuerte que había opacado el del azabache.
Seguía sintiendo las manos de Sasuke en su costado pero se dio cuenta pronto
que solo era la sensación que se había quedado en su piel, despertó de a poco,
todavía era de noche y por un momento no supo en donde estaba. Después de
ver a su alrededor se dio cuenta de que estaba en su dormitorio, Kiba y
Akamaru estaban acurrucados en su lado de la carpa.
Las mejillas de Naruto se tornaron rojas al pensar que Sasuke había sido quien
lo llevó hasta la cama pero al mismo tiempo le gustaba pensar en eso.
Pero entonces esa escena de Sasuke mordiendo el cuello de esa chica le regresó
a la cabeza, aún no sabía bien lo que sentía con respecto a eso en concreto pero
de lo que estaba seguro era que cada vez deseaba más al azabache. Llevó su
mano a su costado, justo en donde Sasuke lo había tocado y cerró los ojos solo
para imaginar que su mano no era la suya sino la del azabache.
Naruto cerró los ojos con fuerza mientras su rostro volvía a tomar ese tono
carmesí al recordar el perfecto torso desnudo de la menor de los hermanos,
supuso que si Kiba podía aguantar eso de vez en cuando estaría bien, de todas
formas era algo que no podía impedir después de todo.
Kiba le había dicho que ellos eran seres muy sexuales, usaban su cuerpo para
poder cazar, le parecía algo desagradable pero al mismo tiempo había algo ahí
que no dejaba de fascinarlo, era esa parte meramente sexual de Sasuke lo que lo
mantenía atento. Había sentimientos de por medio y no sabía la razón por la
que era así, simplemente desde la primera vez que lo vio supo que Sasuke era el
indicado y mientras más lo conocía, mientras más obscuro se hacía todo, más le
intrigaba y le encantaba.
Naruto dio la vuelta en su cama para ver a su amigo que lo miraba con ojos
apagados, no era normal ver a Kiba de esa forma y sabía que era por lo que
había pasado en el club, seguramente no le gustaba nada lo que pasaba ahí.
Esta había sido una pregunta muy sorpresiva, Kiba sonrió de oreja a oreja como
un tonto y Naruto lo miró de una manera dulce, el castaño parecía ser un chico
sincero y muy cariñoso.
Un licántropo escoge una sola pareja de por vida, a alguien a quien quiere
proteger y bueno, esa persona es Okami
En una de esas tardes, cuando Kiba y Akamaru salían a cazar para poder
comer, el castaño perdió de vista momentáneamente a su compañero canino así
que empezó a buscarlo, intentó rastrear el olor de su perro y cuando lo encontró
siguió el rastro.
Pasó entre algunos árboles y por fin lo vio pero el perro no era el único ahí.
Había una pequeña niña de no más de cinco años acariciando el hocico del can.
El primer instinto de Kiba fue atacar, salió de su escondite de un solo salto en
posición listo para poder matar si era necesario mientras gruñía amenazante,
entonces la niña lo miró a los ojos.
Y fue todo lo que Kiba le dijo, el castaño se acomodó para poder dormir, Naruto
no quiso insistir más, su amigo le había dicho suficiente por esa noche. La noche
había sido una revelación y no solo por Sasuke sino por él mismo, su
sexualidad jamás había ido más allá que noches de sexo para poder estar fuera
de casa lo más que podía.
Pero ahora las cosas eran muy diferentes, se sentía muy raro y le gustaba. Se
acomodó él también para poder dormir, increíblemente una calma se apoderó
de él haciéndolo dormir por fin.
Ya era muy tarde, había dormido bastante aunque en primera instancia le
parecía que no había dormido nada, a juzgar por el calor que se sentía pudo
darse cuenta de que era medio día. Kiba seguía roncando en su lado
acomodado con Akamaru hecho un desastre enredado en las sábanas. Un hedor
a alcohol combinado con sudor vino desde su propio cuerpo, quería ducharse
cuanto antes y no podía esperar a Kiba ni un solo segundo más, él podía
bañarse solo en cuanto se despertara.
Tomó sus cosas y salió de la carpa aunque se detuvo a medio camino, no quería
volverse a encontrar con Shikamaru en una situación que no sabría manejar
además de que Sasuke no podría defenderlo cerca del río.
¿A dónde vas?
Al río, ya sabes-se rascó la cabeza-apesto
Sasuke no pudo evitar reírse de Naruto cuando dijo eso, no podía negarle
absolutamente nada después de la noche que habían pasado.
Antes de que Naruto pudiera siquiera decir nada, Sasuke ya lo tenía de la mano
de camino a lo que parecía ser la carpa de Itachi, en definitiva no le daba muy
buena espina pero al mismo tiempo no podía dejar de seguir a Sasuke.
Para su sorpresa no fueron a la carpa del hermano mayor de Sasuke sino que
fueron a una que estaba junto a esta, Naruto no se había reparado a pensar en
esta misma hasta ese momento. Cuando entro detrás de Sasuke se sorprendió al
ver que era muy sencilla y pequeña por dentro y en el medio había una tina de
madera llena de agua.
Naruto abrió la boca como para rehusarse pero enseguida no pudo decir ni una
sola palabra, las mejillas se le pusieron muy rojas y no podía pensar en nada
más que en el precioso cuerpo de Sasuke que lo tentaba siempre que lo veía y el
solo pensar en él desnudo y mojado cerca de él en aquella pequeña tina de
madera no hacía más que empeorar las cosas.
¿y bien?
Si…-susurró avergonzado
Definitivamente un baño con Sasuke sonaba más tentador que un baño tratando
de evitar las insinuaciones obscenas de Shikamaru además de poder sentir esa
sensualidad que solo Sasuke podía brindarle.
Naruto no tuvo más remedio que ir donde Sasuke que a diferencia de lo que él
tenía en mente, solo comenzó a tallarle la espalda con el jabón suavemente sin
prestar mucha atención, aquel gesto resultaba aún más íntimo que tener sexo y
Naruto lo disfrutaba mucho.
Sasuke…
Ya sé lo que vas a decirme y la respuesta sigue siendo no
Pe… pero
Créeme que lucho todos los días para no hacerlo Naruto, incluso ahora que
te tengo aquí justo como deseo no quiero hacer nada de lo que me arrepienta
Pero anoche…
Entiende que no solo eres irresistible por quien eres-besó su cuello con
suavidad- te deseo como no tienes una idea pero no quiero herirte-susurró lo
último
El mayor de los hermanos, Itachi Uchiha era siempre el encargado de sus dos
hermanos menores y la mano derecha de su padre desde que las persecuciones
hubieran comenzado. Itachi no pasaba de los dieciocho años pero ya era un
vampiro lo suficientemente mayor como para salir de caza lo que lo hacía el
más responsable.
El pelinegro asintió sin decir una sola palabra y salió del estudio de su papá
para ir por sus dos hermanos que seguramente estarían en el cuarto de juego
que había sido hecho solo para ellos. Abrió la ornamental puerta de madera
encontrándose con sus dos hermanos pequeños jugando juntos como era su
costumbre.
Ambos se miraron y dejaron lo que hacían para ir con su hermano mayor, solo
que el atardecer le trajo a Itachi un muy mal presentimiento, él estaba
totalmente al tanto de lo que pasaba a su alrededor así que no dejó las cosas de
lado y les pidió a Okami y a Sasuke que durmieran esa noche con él.
Claro que el mayor no podía pegar ojo y después de arropar a sus dos
hermanos menores en su cama, él se sentó en una silla junto a la ventana para
leer a la luz de una vela. Por más que lo intentaba no podía dejar de pensar en
todos los conflictos que estaban pasando en los al rededores pero lo que se le
hacía más difícil de entender era la razón por la que su padre no había querido
dejar la mansión hacía mucho tiempo.
Les había llegado la noticia de una familia de vampiros que había sido
quemada viva solo por falsas acusaciones de la iglesia que de alguna manera
estaba tomando cada vez más terreno en la sociedad actual. Habían hecho
correr rumores tontos como el que ellos estaban muertos y habían regresado de
la tumba por obra del demonio.
Claro que no podía hacer más que seguir las órdenes de su padre sin chistar en
nada aunque muy en su interior no podía dejar de pensar que estaba
cometiendo el peor error de su vida y más sabiendo que se aceraban.
¡Fuego!
Itachi despertó de golpe, un alarido estruendoso había rebotado contra el cristal
y lo había hecho saltar, miró por la ventana instintivamente y lo que vio le heló
la sangre, los establos estaban envueltos en llamas y era solo cuestión de tiempo
para que la casa lo estuviera de igual manera.
Sacó una valija mediana en donde había guardado cosas meramente esenciales
como algo de dinero y ropa de él y sus hermanos, esperaba no tener que usarla
nunca pero dadas las circunstancias debía ser ahora o nunca.
Lo siguiente que pasó fue que los tres hermanos debían huir lo más rápido que
podían, era como ver todo en cámara lenta.
Pero la mañana las cosas se calmaron, parecía que ya había pasado el peligro,
sin embargo Itachi no quería arriesgarse así que decidió que se quedarían ahí
un par de días antes de regresar a la casa para encontrarse con sus padres.
Iré por una presa para poder comer ¿está bien?-les decía Itachi a sus
hermanos
Itachi miró a Okami que apretaba la falda del vestido rosa pomposo que le
había puesto apenas había amanecido. Le partía el corazón ver a su hermana
pequeña preguntando en su santa inocencia sobre algo que ni él mismo sabía.
No le quedaba otra cosa que hacer, se arrodillo para quedar a la altura de la
niña y le dedicó la sonrisa más cariñosa que pudo darle.
Ellos están en la casa mi amor, nosotros debemos estar aquí un rato ¿está
bien? Mientras tanto debes obedecerme en todo y mientras yo no esté, debes
obedecer a Sasuke
El mayor miró por el rabillo del ojo a Sasuke como para decirle que la cuidara
mientras él iba de caza y enseguida el azabache entendió el mensaje. Dicho esto
Itachi le dio un beso en la mejilla a Okami y una palmada de en el hombro a
Sasuke.
Los dos asintieron quedándose solos en aquel lugar del bosque, Sasuke volteó a
ver a su hermana que seguía sin entender bien lo que estaba pasando, él la
quería mucho y quería hacerla sentir mejor.
La pequeña asintió muy rápido, debía de ser una niña buena y obedecer a sus
hermanos mayores que la cuidaban solo hasta que pudieran regresar a casa y
volver a hacer las cosas como antes. Su mamá le había enseñado todo lo básico
que una dama debía de saber y una de esas cosas era hacer ramos de flores, se
acercó al claro y se arrodilló a recoger flores.
Como ya se había dicho, ese bosque escondía muchos secretos pero para una
inocente niña de no más de cinco años no representaba mucho peligro. La luz
del sol le pegaba en el rostro y las flores parecían abrirse solo para ella.
Entonces un sonido extraño, ella dejó lo que estaba haciendo para ponerse
alerta, ella no podía defenderse todavía y sus hermanos estaban lejos de ella.
Un arbusto justo al frente se movió, entonces se asustó de verdad.
Pero el susto se le fue en cuanto la criatura que se escondía ahí salió del arbusto,
se trataba de solo un pequeño perro blanco que movía la cola alegremente. Ella
dibujó una sonrisa infantil mientras veía como el animal se acercaba para dejar
que esta le acariciara las orejas, era una criatura cariñosa y muy dócil, Okami
estaba muy entretenida con este animalito, tanto que no se dio cuenta de que
estaba siendo observada.
El perro en las manos de Okami se zafó y corrió detrás de ella, claro que la niña
quería seguir jugando así que se puso de pie de un salto y se dio la vuelta.
Justo frente a ella estaba un muchacho que parecía ser de la misma edad de su
hermano Sasuke que estaba en posición de pelea, era raro, no sentía temor. El
pequeño cachorro de licántropo quedó helado, como si su cuerpo se negara a
atacarla a lo que se irguió sin bajar la guardia aunque pronto sabría que ese fue
el peor movimiento que pudo hacer.
Su temperatura subía a cada paso que daba, no sabía quién era pero mientras
más la miraba, se daba cuenta de que había encontrado a la persona que tanto
había esperado.
¡Okami!
Un grito ajeno lo sobresaltó, enseguida dio la vuelta y se encontró con una
mirada parecida a la de la chica solo que él era amenazante, el peligro era
inminente y no podía dejar que nada dañara a esa nueva persona que acababa
de conocer así que rápidamente se puso en guardia de nuevo solo que esta vez
no estaba solo, Akamaru estaba a su lado sin mencionar que poco a poco su
cuerpo empezó a sufrir una metamorfosis hasta que convertirse en un lobezno.
Dicho esto último el pelo de la nuca del lobezno se erizo al igual que el del
perro a su lado pero antes de que se pudiera mover, una mano fuerte detuvo a
Sasuke del hombro.
Itachi… el lobo…
No le hará daño-dijo viendo a sus atacantes- míralo, se impregno de ella
Hola-se acercaba lo más lento que podía-mi nombre es Itachi Uchiha y él-
señaló a Sasuke-es Sasuke Uchiha, somos los hermanos mayores de Okami, no
le vamos a hacer daño
El mayor de los hermanos se arrodilló y extendió su mano para que el
licántropo pudiera olerla y tal como lo esperaba el lobezno regresó poco a poco
a su forma humana para mirar a los dos que estaban frente suyo y después
voltear la cabeza para ver a Okami que asentía enérgicamente.
Podemos intentarlo
No podemos, mira
El menor de los hermanos miró como el licántropo había bajado la guardia por
completo y ahora estaba más interesado en Okami que en pelear. Odiaba
admitirlo pero tomando en cuenta las circunstancias tener al licántropo cerca
sería de gran ayuda.
Era más que obvio que Sasuke no podía desobedecer las órdenes de su hermano
mayor pero simplemente no podía terminar de tragar a aquel muchacho, debía
darle tiempo y lo sabía pero por el momento prefería dejar las cosas como
estaban.
¿Cuál es tu nombre?
Kiba-pronunció despacio- y él es Akamaru
Ella le sonrió de una manera en la que Kiba no entendía, los ojos de color
obsidiana de esa pequeña eran lo único que veía entonces, le gustaba hacerlo y
estaba feliz de haberse encontrado con ella. Él tampoco entendía el sentimiento
después de todo pero era parte de su instinto y de su ser, se había impregnado
de Okami, algo que había buscado desde que había sido abandonado en el
bosque.
Itachi había podido cazar un venado para la cena y había hecho una fogata con
la leña que Sasuke había traído, Kiba se había quedado cerca de Okami junto
con Akamaru hasta que la niña se quedara dormida a su lado, claro que Sasuke
no se había quedado muy lejos de ellos.
Para un niño como Sasuke que siempre estuvo rodeado de sus seres queridos y
nunca nada le faltó, aquel hecho le parecía la atrocidad más espantosa además
de que eso era solo una pesadilla que jamás soñó.
¿Cómo?
Mi papá era un licántropo que usó a mi mamá-suspiró-ella jamás me dejo
olvidarlo, hasta el año pasado cuando tuvo suficiente de mí así que me hizo
entrar en este sitio. No la seguí de regreso, podía sentir su rastro de regreso a
casa pero algo me dijo que sería mejor que me quedara y creo que así fue
La manera en la que Kiba contaba todo eso dejaba a Itachi sin palabras, no
entendía cómo era que su propia madre lo habría tirado al vacío a su propia
suerte a que probablemente se lo comieran los monstruos que ahí Vivian.
Tal vez Sasuke no podía percibir del todo los verdaderos sentimientos de Kiba
pero definitivamente Itachi los sentía a la perfección. Sus hermanos aún eran
muy pequeños para beber sangre y tampoco habían sido capaces de descubrir
su habilidad aún.
Era el mejor candidato para poder ingresar a El consejo de vampiros desde que
había cumplido los catorce cuando pudo lograr dominar a la perfección el arte
de la nigromancia, la habilidad más rara y que solo poseían los vampiros con
mayor poder. Claro que un vampiro tan joven no podía ser permitido en El
consejo de vampiros, pero Itachi sabía que esa no era la única razón y su teoría
se vio reforzada cuando las quemas de brujas comenzaron y El consejo
simplemente se negó a proteger a cualquier otra criatura que no fuera un
vampiro.
Era una extraña paz aunque podía sentir que era solo la calma antes de la
tormenta, no sabía a ciencia cierta qué era lo que había sucedido en la casa pero
no tenía más opción que esperar y confiar en que sus padres habían sabido
cuidarse.
Claro que tenían debilidades como el fuego que a diferencia de los humanos los
consumía dos o hasta tres veces más rápido además de que no podían estar
cerca del agua corriente, su anatomía no les permitía acercarse así que las
personas también usaban eso para matarlos ahogando vampiros.
Pero el mayor mito de todos era sobre su mordida. Ellos creían que con el
simple mordisco de un vampiro estarían malditos de por vida y se volverían
uno, el ritual para poder convertirse en uno era más complicado que eso.
Brujas blancas, ninfas del bosque, hombres lobo y un sinfín de criaturas que
ayudaban a mantener el balance del mundo eran ahora demonios ante los ojos
humanos y eran perseguidos. Inocentes que tenían que pagar por la ignorancia
de personas que habían vendido sus mentes a quienes solo manipulaban sus
corazones para mantenerse al mando.
Itachi estaba decidido a hacer algo al respecto pero no podía hacerlo solo,
cuando regresara a casa definitivamente haría todo lo posible por conseguir el
apoyo de sus padres, además de convencerlos de dejar a Kiba con Okami.
Debería hacer muchas cosas, podía incluso escuchar con claridad a su padre
decirle que estaba loco y que debían deshacerse del hombre lobo en cuanto
pudieran sabiendo que eso ya sería imposible.
El corazón le latía muy fuerte, no quería pensar en lo peor pero era imposible,
no quería siquiera acariciar la idea de haber perdido a su familia. Nuevamente
miró hacia los tres niños que estaban dormidos juntos, no tendría el corazón
para decirle a sus hermanos que sus padres ya no regresarían.
La mañana siguiente había sido bastante alegre o al menos así le pareció a Itachi
que se despertó después de haberse quedado dormido por los gritos de Sasuke
que estaba peleando de nuevo con Kiba por Okami.
Se imaginó estando en la mansión, Kiba era algo que no estaba en sus planes
pero definitivamente podía acomodarse a la perfección. Podría hacer algo para
frenar los genocidios, matanzas y masacres incitados por la ignorancia, estaba
seguro de eso, quería hacerlo. El consejo no podía quedarse de brazos cruzados
y haría todo lo posible por llevarlo a cabo.
Nunca había podido pensar que ese grupo de personas hubiese podido hacer
tanto daño. Todos los dominios de la familia habían sido destruidos por
completo y lo que no había sido calcinado por el fuego lo habían destruido y
tirado abajo.
Desde el cementerio hasta los establos, todo estaba hecho escombros, aunque la
casa seguía en pie, era más que obvio que la habían intentado dañar lo más que
pudieron. Necesitaba entrar en la casa para buscar alguna pista del lugar en el
que pudieran estar sus padres así que no perdió ni un segundo y se encaminó a
la casa siendo seguido por los niños.
El cachorro de licántropo miró hacia arriba y le hizo las señas a Itachi de que se
agachara y así lo hizo solo para que el castaño se acercara con los ojos bien
abiertos, perturbado.
Claro que eso le heló la sangre a Itachi pero aun así no se podía dar el gusto de
pensar que los que habían muerto eran sus padres, seguramente los criados
lamentablemente no hubiesen podido sobrevivir. Sin hacer caso omiso de lo
que el niño le acababa de decir, le extendió el pañuelo y Kiba lo miró curioso.
Kiba le dedicó una mirada como si le dijera “¿No me escuchaste?” pero al ver
que Itachi seguía ignorando sus advertencias tomó el pañuelo y lo olfateo,
luego lo bajo para que Akamaru también pudiese olerlo y enseguida
percibieron el aroma y sin decir nada caminaron adelante, Itachi lo seguía de
cerca mientras que sus hermanos trataban de no quedarse atrás.
Itachi se dio cuenta de que el pequeño lobo estaba yendo directo a la habitación
de sus padres y justo se detuvo en la puerta de esta. Kiba no entro, este gesto no
le hizo nada de gracia a Itachi que siguió adelante.
Todo estaba calcinado pero los ojos del azabache se fueron directo a aquel
montón de cenizas en el suelo, no era ceniza normal como si fuese de algún
mueble sino que sobre esta estaban los anillos de su mamá y su papá, no había
duda, eran las cenizas de sus padres.
Después de haber encontrado las cenizas, Itachi había recogido los anillos que
estaban ahí, seguramente las personas del pueblo habían tenido miedo de
llevarse las joyas que estaban sobre las cenizas de un vampiro y hasta cierto
punto lo agradecía. Habían salido de ahí lo más antes posible y se habían
puesto en marcha de nueva cuenta, no tenía un plan en concreto pero si tenía
algo en mente, debía acabar de una vez por todas con todas esas atrocidades.
Escucha cariño-le dijo Itachi poniéndose a su nivel- quiero que sepas algo y
que te quede bien claro ¿entendido?
Ella asintió.
Mamá y papá ya no van a regresar nunca-lo dijo lo más rápido que pudo-
pero ellos te amaban con todo su corazón…-pausó-te prometo mi amor, sobre la
memoria de nuestros padres que voy a terminar con todo esto, te lo prometo
octavo acto:“ amarte fuerte”
La vida en el circo era tal y como lo había imaginado, Naruto se estaba
acostumbrando muy rápido a su nueva vida, las amistades no faltaban y cada
vez las personas dejaban de querer comérselo y comenzaban a querer pasar
tiempo con él.
Vengo por…
La ropa de tu novio-terminó Temari en un tono divertido
El rubio se sonrojo pero no quitó esa sonrisa de su rostro, no era ningún secreto
que Naruto y Sasuke estuvieran juntos. Al principio, se sentía cohibido y no
estaba del todo cómodo dando espectáculos de cariño en todas partes pero
pronto se dio cuenta de que no importaba, no eran los únicos que estaban
juntos, además, Sasuke siempre se aseguraba de que les quedara claro a todos
que Naruto era solo de él.
Exacto
Creo que a ella no le importará, los trajes que haces para ella siempre son
muy hermosos y creo que se deben tomar su tiempo
La ojiperla no supo que decir así que solo se sonrojo y bajo la mirada, Naruto no
podía dejar de encontrarla muy adorable así que solo sonrió de medio lado y se
despidió de ambas para salir de la carpa, ahora debía ir donde los hermanos
para dejar las cosas y de paso darle los buenos días a su novio, de camino a su
destino saludó a un par de personas, se sentía muy a gusto y cada vez estaba
más aclimatado.
No pudo dar un paso más, fue recibido por el enorme par de manos que lo
abrazaron por la cintura y los labios que enseguida reclamaron los suyos, era
una especie de rutina entre ambos recibirse de esa forma. Naruto enseguida
correspondió el gesto sin mover los brazos, seguía sosteniendo la ropa recién
planchada que a Hinata le había tomado más tiempo para arreglar que
cualquier otra ropa.
Y buenos días a ambos-dijo Okami en voz muy alta- también existo, solo
digo
Ambos rieron, Sasuke volvió a besar a Naruto rápido en los labios y le quito la
ropa de las manos para dejarla sobre su cama.
Había un tema que inquietaba mucho a Naruto pero era un punto que no podía
tocar con Sasuke, el pelinegro seguía rehusándose a hablar del asunto y él no
estaba dispuesto a posponerlo más tiempo. Seguía sintiendo esos ardientes
deseos por Sasuke que no se apagaban con absolutamente nada y su pareja
seguía con aquel celibato que lo estaba matando poco a poco.
Okami yo…
Necesitas que te diga cómo convencer a mi hermano de tener sexo contigo-se
adelantó
No te lo tomes a mal Naruto- siguió Okami- pero incluso es contra las reglas
¿qué reglas?
¿¡De verdad!?
Esta noche, dile a Sasuke que te acompañe a tu carpa
No hubo más tiempo de seguir hablando, Sasuke estaba de regreso y los dos
chicos se pusieron de pie para ir a desayunar, claro que enseguida Sasuke le
tomó de la mano al rubio para ir al comedor en donde ya todos estaban
acostumbrados a verlos así.
Claro que había alguien que seguía sin querer creerlo del todo, Shikamaru
siempre los miraba como si ellos dos juntos fueran una especie de chiste y para
él así lo era, no le dejaría el camino completamente libre a Sasuke Uchiha, su
rival de toda la vida.
Deja de verlos así-le susurró Temari sentándose a su lado- eres muy obvio.
¿Por qué no vas a ver si tu novia ya terminó de mudar la piel?-le respondió
hostil sin mirarla
Siempre había sido así desde que Shikamaru llegó al circo, Sasuke nunca fue lo
que se diría muy cercano y no podía decir la razón. No era malo, simplemente
le gustaba fastidiar al azabache puesto que aunque no le gustara la situación
siempre estaría en deuda con los Uchiha por haberle salvado el pellejo.
Los hermanos Sabaku habían llegado al circo después de Shikamaru, los tres
habían sido genéticamente modificados, eran sujetos de prueba para un
experimento secreto desarrollado para intentar explotar la capacidad del
cerebro humano. Temari y Kankuro habían logrado desarrollar una buena parte
quedándose con una fuerza y agilidad increíble pero Gaara, siendo el más joven
había sido el más afectado. Los científicos casi lo mataron al intentar ir más allá,
Itachi llegó en el momento perfecto para sacarlos.
Es complicado y lo sabes
Deberías de dejar ese orgullo tonto y hablar con él
El castaño no dijo nada, solo volvió a fijar su mirada en Naruto. Aquel nuevo
muchacho que solo estaba siendo un capricho suyo, claro que el rubio era muy
atractivo pero no podía ir más allá de una simple fantasía de poder divertirse.
No podía negar que su corazón seguía con la única persona que jamás quiso.
¿De qué serviría? De todas maneras él sigue teniendo esa actitud tan
arrogante.
Del lado del Hyuga, este estaba tratando de tomar el desayuno sentado junto a
Hinata, su única familia después de que todo su pueblo se perdiera en la
desesperación y la ruina.
El día había transcurrido como agua entre las manos, Naruto iba de aquí a allá
haciendo los deberes del día, le gustaba tener esa calma que había entre
espectáculo y espectáculo, no se presentarían hasta dentro de unos dos o tres
días así que podía disfrutar de todo eso.
No, las espadas no pueden dañar mis tejidos siempre y cuando me concentre
lo suficiente.
Lo sé ¿no es genial?
Era divertido poder charlar con alguien que compartía sus mismos gustos en
historietas y ficción, jamás había podido conocer a alguien como Kankuro que a
pesar de las condiciones en las que estaba era todo un aficionado a la cultura
pop lo que hacía que Naruto pudiera hablar muy fácil con él.
Naruto asintió y esperó a Sasuke lo que le dio tiempo para preguntarse cuál
sería el plan de la menor de los hermanos aunque le importaba poco cualquier
cosa tonta que se le ocurriera a Okami.
Y ahí estaba ese lado tan lindo y adorable que Naruto le encantaba de su novio,
los labios de Sasuke siempre eran el mejor sabor de todos. Las manos del
azabache acariciándole las mejillas era lo mejor que podía sentir siempre, los
besos y las caricias de Sasuke eran como estar en el cielo para Naruto.
Vamos a mi carpa
No, mejor a la mía-replicó Naruto
Está bien
Una vez más, Sasuke buscó la mano de Naruto que sin pensarlo dos veces
entrelazo sus dedos con los del vampiro para ir caminado. Pareciera que el frío
de la noche aparecía solo para ellos y que el silencio era un plus en aquella
situación tan romántica. Se acercaron a paso lento a la carpa y en cuanto se
dispusieron a entrar algo pasó.
Era más que obvio lo que estaba pasando dentro, Naruto enseguida cayó en
cuenta del plan de la azabache. No supo cómo reaccionar, de hecho se había
quedado con la mano estirada para entrar pero no podía dejar de escuchar a la
menor decir el nombre de su amigo entre suspiros.
Naruto tardó un poco más en asimilar lo que estaba pasando, incluso reparo en
el hecho de que Akamaru estaba echado en su jaula en vez de estar tomando el
lugar de la almohada de Kiba, lo que era muy raro.
Tan solo llegando a la carpa no fueron a otro sitio más que a la cama de Sasuke
en donde el azabache estaba acostado mientras Naruto lo besaba recargado
sobre su pecho, sus labios querían probar más así que pronto siguió a su cuello
solo para que Sasuke se acomodara y darle una mejor entrada a Naruto pero
cuando el rubio comenzó a desabotonar su camisa puso sus manos sobre las de
él.
Detente ahí
Pero quiero más…-susurró sin mirarlo
Creo que ya hemos hablado de esto Naruto
Pero mira nada más Sasuke-dijo coqueto-creo que debo encargarme de esto
Adelante-dijo con la garganta
No era como si necesitara que se lo dijeran, enseguida Naruto hizo lo que debía
y comenzó a acariciar el miembro de su compañero presionando un poco con
sus dedo pulgar para seguir con pequeñas y tímidas lamidas que pronto se
prolongaron desde los testículos hasta la punta en donde ponía especial
atención. Claro que estas caricias pronto se hicieron insuficientes, por lo que
Naruto fue un poco más allá y engulló completo el pene de Sasuke, sin dejarle
de prestar atención a sus testículos que acariciaba suavemente con una mano,
mientras con la otra sostenía la virilidad mientras seguía haciéndole el oral.
Na…Naruto…
Claro que el rubio sintió que su pareja estaba a punto de venirse, quería hacer
que Sasuke se sintiera más excitado y sabía exactamente qué hacer. Se levantó y
masturbó muy rápido el miembro de Sasuke mientras apuntaba con este a su
boca abierta y con la lengua de fuera, justo como en esos videos pornográficos
que los niños en su antigua casa veían a escondidas.
Ahora era Sasuke el que estaba avergonzado, su cara se tornó de un rojo muy
sobresaliente y solo estaba pensando en que Naruto estaba haciendo trampa.
No pudo luchar un segundo más contra su propio cuerpo y terminó viniéndose
lanzando el semen directo a la cara de su amante manchándolo por completo y
dándole un aspecto sucio pero a la vez muy candente.
Eres un tramposo-decía Sasuke con la respiración agitada
Sasuke era increíblemente delicado, más de lo que Naruto pudo haber pensado
que sería. Sasuke acariciaba su piel como si fuera porcelana fina, besaba sus
labios suavemente como si él mismo se estuviera conteniendo, Naruto podía
sentir la dificultad en su toque, como si tuviera miedo de que se fuera a
romper.
Repentinamente regresó a los labios de Naruto, necesitaba ese sabor tan único y
maravilloso que solo el rubio podía darle, era algo tan difícil de explicar pero al
mismo tiempo eso estaba de más.
Ahora las cosas iban hacía donde él quería, Naruto estaba feliz de poder tener
por fin esa intimidad que tanto había querido así que sin chistar se puso en
posición. Cuando estuvo listo alzo su trasero solo para poder tentar más a
Sasuke que lo miraba con una media sonrisa y una enorme erección entre sus
piernas.
Era sencillo controlarse hasta ahí pero pronto sentiría la necesidad de más,
Sasuke quería hacerlo aunque no debía, la sangre de Naruto era el fruto
prohibido que no debía probar pero ahí estaba, haciendo algo que jamás pensó
hacer nunca, estaba haciendo el amor por primera vez en su vida. Se inclinó
sobre la espalda de Naruto y con una mano se sostuvo para usar la otra para
masturbar a su compañero.
Sasuke se levantó y de un tirón salió del cuerpo de Naruto para poder voltearlo,
separó sus piernas y rápidamente volvió a entrar. Se movía muy rápido y cada
vez quería más pero por consiguiente su parte más salvaje estaba a punto de
apoderarse de él. No estaba seguro de Naruto, pero a él le encantaba llegar al
orgasmo aunque eso implicara una especie de baño de sangre.
El azabache se volvió a inclinar sobre el cuerpo de Naruto que pasó sus manos
por su cuello para acercarlo y hacer que las estocadas fuesen más profundas. Su
cuerpo estaba en el éxtasis, sentía que cada penetración era gloriosa, jamás
había tenido un sexo tan bueno como ese, definitivamente Sasuke era perfecto
hasta en ese aspecto.
Entonces sintió como Naruto lo abrazaba más fuerte, enroscó sus piernas a su
espalda y con una mano sostuvo su cabeza.
Y entonces sucedió.
Sasuke estaba muy satisfecho, había sido la primera vez en su vida que todas
esas sensaciones juntas se aglomeraban en su interior. Salió del cuerpo de
Naruto y se tumbó a su lado, enseguida busco ver a su pareja a la cara así que
rápidamente tomó el mentón del rubio y lo obligo a verlo a la cara. Naruto tenía
una pequeña sonrisa en sus labios y los ojos llorosos.
Una risilla traviesa salió de los labios de Naruto para después usar estos
mismos para besar suavemente el pecho de Sasuke y acurrucarse ahí mismo.
noveno acto:“ es un secreto”
La mañana siguiente Naruto se levantó radiante como un sol, se sentó en la
cama y miró hacia su lado solo para encontrarse al vampiro durmiendo con
rastros de sangre seca en la boca además de que las sábanas también estaban
empapadas de un rojo escarlata imposible de ignorar, se dijo a si mismo que
debía lavar eso antes de que alguien lo viese.
Casi como acto reflejo se llevó la mano a al cuello en donde Sasuke le había
mordido la noche anterior, un escalofrío le recorrió el cuerpo entero de tan solo
recordar la sensación de los dientes del azabache introducirse dentro de él. Era
como si ese momento en específico fuera realmente lúcido y espectacular, tan
real y excitante.
Entonces sintió algo más, era una caricia en su espalda algo débil pero
constante, giró su cabeza solo para ver a Sasuke que estaba con los ojos
entrecerrados y con su dedo índice acariciaba la espalda del rubio.
El azabache se incorporó lentamente, y miró a Naruto a los ojos con una sonrisa
soñolienta en sus labios, se inclinó y se besaron en los labios. Era un momento
muy especial e íntimo, entonces Naruto pudo saborear algo extraño, eran los
rastros de sangre seca que le habían quedado a Sasuke en las comisuras de la
boca.
Para Sasuke era algo bastante difícil, enseguida se limpió la boca con el
antebrazo esperando que todo eso desapareciera. También sintió esa sensación
de revivir el momento, no podía negar que había sido el orgasmo más grande
de su bastante larga vida pero al mismo tiempo era algo muy complicado de
sentir.
¿Sasuke?
Entonces el azabache se dio cuenta de que no había dicho nada más así que
volvió a regalarle a Naruto otra de sus sonrisas enigmáticas y caballerescas solo
para besarlo una vez más como para dejar de hacerlo pensar por un momento,
pero al parecer necesitaría más que un beso para deshacerse de Naruto.
Sasuke estuvo tentado a tirarse de risa, pero en vez de eso volvió a sonreír y
llevó su mano a donde debería estar la herida de Naruto como si quisiera
asegurarse de que no había nada ahí.
Le tomó otro segundo más a Sasuke darse cuenta el desastre sangriento que
habían hecho entre ambos. La mordida que le había dado a Naruto había sido
algo completamente nuevo, la sangre del rubio tenía un sabor particular que
nunca antes había saboreado, era más que obvio que quería más pero no podía
permitírselo.
Ahí está de nuevo eso-bufó fastidiado- ¿Por qué no puedes entender que lo
que haces conmigo me encanta?
Sasuke no podía negar que también le encantaba, pero tampoco estaba bien
seguir haciéndolo y más aún si los demás se enteraran, Itachi se pondría como
un loco si lo llegase a saber.
Todos los integrantes del circo estaban terminando de recoger las carpas para
volver a guardarlas en los vagones que habían estado estacionados y algo
olvidados. Era el fin del invierno y era hora de ir hacia un lugar nuevo. Los
muchachos estaban encargados de llevar las cosas pesadas, al menos, todos los
muchachos y Temari que podía cargar tanto o hasta más que uno de ellos.
Intenta no esconderte esta vez-le dijo Kankuro que guardaba las espadas
¿Quieres un lugar con nosotros en el vagón?-se burló Sai-¿o prefieres
esconderte entre las lonas?
Justo al alba, todos estaban en los vagones, incluso en ese momento el ruido y la
algarabía ya estaba más que presente, Naruto iba con Kiba y Sai en el segundo
vagón junto con los hermanos Sabaku que hacían tanto ruido como los demás,
todos, menos Gaara.
El pelirrojo era inquebrantable como siempre, estaba sentado con los brazos
cruzados con una ligera sonrisa en los labios, claramente estaba contento como
todos los demás, solo que parecía estar más interesado en el camino. Gaara le
parecía una persona muy interesante y sin dudarlo Naruto sentía mucha
curiosidad.
Gaara apartó la vista de la ventana y miró a Naruto. Los ojos de ese muchacho
eran indescriptibles, simplemente era una mirada que jamás experimento. Era
como si le aturdiera pero al mismo tiempo le gustaba.
A pesar de lo que se podía ver, Gaara era alguien bastante amable y sobre todo
interesante. Naruto tenía mucha curiosidad sobre él y sus hermanos aunque no
le parecía prudente sacar el tema así nada más.
Pronto no tuvieron que esperar un segundo más, los motores del vagón
principal se encendieron y enseguida unos gritos estruendosos y aplausos, ya
estaban en camino. Sería una jornada larga, el campamento de primavera estaba
aproximadamente a dos o tres días de distancia; el itinerario era bastante
sencillo, viajarían por las noches y descansarían en el día, cruzarían un par de
pueblos así que probablemente darían un par de funciones.
Era muy incómodo pero no podía negar que estaba muriendo por saber lo que
tanto se había preguntado hasta entonces.
Si…-susurró
Naruto no supo bien que decir, siempre se quedaba de esa manera después de
escuchar las historias de sus nuevos amigos.
Naruto estaba detrás del escenario sosteniendo un espejo para Okami que
estaba terminando su maquillaje mientras hablaba con el rubio.
Pero entonces se abrió la puerta dejando entrar a alguien, Naruto estaba muy
seguro de que era Sai. Se removió en su asiento sin abrir los ojos, solo esperaba
que Sai lo ignorara lo suficiente como para poder descansar.
Sasuke…
Estuve pensando en lo de anoche
Oh…-se sonrojó
Creo que nadie se dará cuenta si te muerdo un par de veces, quiero decir
¿Qué puede pasar?
Una última risita picarona salió de los labios del azabache para bajar al cuello
de Naruto en donde dio un suave beso para después subirle la camisa lo más
que podía hasta que Naruto logró moverse lo suficiente para quitársela por
sobre la cabeza solo para darle más terreno a Sasuke para jugar.
Los labios del azabache iban lentos, saboreando cada centímetro de la piel de
Naruto, podía sentir el abdomen de este mismo subir y bajar entrecortadamente
haciendo un esfuerzo por respirar con normalidad obteniendo solo jadeos
prematuros que avisaban que Naruto estaba cada vez más listo.
Claro que Sasuke ya había sentido el bulto sobre los pantalones de Naruto, pero
quería hacerlo esperar un poco más, incluso se reprimió el mismo dejando de
lado su propia erección. Suavemente besaba el abdomen de Naruto mientras
que con una mano comenzó a acariciar su pecho hasta capturar una tetilla entre
sus dedos y la apretó.
Sasuke…-gimoteó Naruto
¡Sasuke!
Sasuke…
¿Qué sucede?-preguntó burlón
Una risa divertida salió de los labios de Sasuke que de alguna manera también
estaba de acuerdo con su pareja, quería hacerlo con Naruto lo más rápido que
pudiera. Estaba ansioso por tenerlo de nueva cuenta, quería probar de nuevo la
sangre de su amante.
Bajó los pantalones de Naruto de un solo tirón junto con su ropa interior
dejando al descubierto esa deliciosa erección por la que ya estaba loco. Sin
perder ni un solo segundo se la metió a la boca lamiendo lentamente; la noche
anterior Naruto lo había hecho sentir muy bien y creía que debía devolver el
favor así que se encargaría de que hacer que su pareja gozara lo más que
pudiera.
El hecho de estarle haciendo una felación no fue enteramente suficiente así que
sacó el miembro de Naruto de su boca y se llevó un par de dedos para
humedecerlos, después bajó más los pantalones el rubio y lo movió para
sacarlos por completo y separarle las piernas obteniendo así un panorama
perfecto. Llevó sus dedos húmedos a la entrada de Naruto que estaba
mordiéndose los labios para no gemir más de lo necesario.
Ah… Sasuke
¿Te gusta que te toque así?-preguntó mirándole a la cara sin dejar de
introducir los dedos
Sasuke se levantó un poco y con la mano libre que tenía se desabrochó los
pantalones y los bajó además de haber empezado a mover los dedos en el
interior de Naruto metiéndolos y sacándolos mientras los separaba un poco y lo
hacía una y otra vez. Empezó a masturbarse sin dejar de mover los dedos
dentro de Naruto.
Sasuke…-suspiró Naruto
Entonces Sasuke se puso sobre el cuerpo de Naruto, este lo vio sobre su cuerpo
y su corazón se aceleró aún más. Recordó la imagen de Okami con aquel
hombre, la manera en que el cabello se le pegaba a la cara por el sudor y
descubrió que su hermano mayor se veía el doble o hasta el triple de sensual
que ella. Sus labios entreabiertos dejaban escapar de vez en cuando gemidos
roncos y suspiros que a Naruto le volvían loco.
El azabache se acomodó entre las piernas de su amante y las alzó para poder
colocarse bien, acarició de nueva cuenta su entrada con sus dedos para después
frotar su virilidad ahí mismo anunciando la próxima penetración, el calor en el
cuerpo de Naruto estaba subiendo rápidamente haciendo que su rostro se
pusiera rojo en extremo.
Sasuke…-imploró
Un sombrío destello se pudo ver en los ojos del azabache, Sasuke estaba
jugando con Naruto y definitivamente este último estaba bastante excitado por
ese juego bastante tortuoso, quería ya a Sasuke con todas sus fuerzas pero al
mismo tiempo no le importaba jugar un poco.
Esto puso a Sasuke muy contento, le encantaba sentir que tenía el control
siempre pero más que eso, le encantaba sentir que tenía el control sobre Naruto.
Y claro que ya no le haría esperar ni un solo segundo más, uso su mano para
poder alinear bien su miembro con la entrada de Naruto y con un solo empujón
de caderas consiguió estar dentro de él aunque no pudo deleitarse con los
gemidos del ojiazul porque alguien podría escucharlos afuera aunque era más
que obvio lo que hacían ahí adentro.
Sin decir nada, las caderas de Sasuke empezaban a moverse despacio, el vagón
se movía ligeramente a cada envestida, sus cuerpos estaban en sincronía uno
con el otro fundiéndose cada vez más hasta poder tocar el cielo con las manos.
Claro que esto no era todo, los espasmos del orgasmo en sus vientres
anunciaban algo más. Naruto vio frente a su rostro a Sasuke mientras abría la
boca y dejaba ver ese juego completo de dientes acompañados de afilados
colmillos blancos que ostentaban hasta alcanzar el tamaño necesario.
Era una escena extraña, Naruto sabía que eso significaba que Sasuke estaba a
punto de venirse pero sobre todo quería volver a sentir aquella mordida sobre
su piel. Sasuke se inclinó sobre el cuerpo de su amante sin dejar de moverse,
Naruto se aferró enseguida a la espalda del azabache pero esta vez lo hizo con
las uñas.
Una vez más sintió ese ardor en su cuello, Sasuke estaba hincándole el diente
(literalmente) sin ningún cuidado lo que hizo que el rubio le enterrara las uñas
en la espalda del azabache. Las envestidas de Sasuke se sentían el doble de bien
combinadas con el ardor en el cuello provocado por los colmillos.
Naruto se retorcía bajo el cuerpo de Sasuke, apretaba muy fuerte los dedos de
los pies e intentaba mantenerse lo más consciente posible pero su pareja se lo
estaba haciendo muy difícil, no sabía en qué momento terminaría perdido en el
abismo eterno del placer perpetuo. Los ojos se le cerraban y se sentía perdido,
tantos sentimientos encontrados era como estar ausente.
Finalmente sintió como su interior se llenaba de ese líquido caliente al igual que
su propio vientre explotando en el mayor orgasmo que había tenido, incluso el
anterior no se le podía comparar ni un poquito.
¿Vendrás a verme?
La última vez que me quedé viendo el espectáculo terminé limpiando hasta
tarde.
Le gustaba mucho compartir esos momentos que incluso eran mucho más
íntimos que cualquier caricia debajo de la ropa y ahora que había bebido su
sangre se sentía más unido que nunca a él, jamás había podido armar un lazo
tan fuerte con nadie, sus sentimientos eran relativamente nuevos y eso le
parecía excitante y emocionante.
Itachi no era ningún tonto, sabía que si seguían viajando mientras vestían y
ostentaban todas esas cosas caras levantarían sospechas así que ni tarde ni
perezoso vendió todo con lo que había cargado y se hizo de ropa más sencilla y
modesta.
Le partía el alma tener que ver a sus hermano con pantaloncillos y una camisa
blanca sencilla, al igual que ver a Okami que ahora en vez de ostentar vestidos
vaporosos dignos de una princesa de cuento ahora debía llevar puesto un
vestido de campesina a botones y un sin ninguna gracia, hasta Kiba que
aunque se veía mucho mejor de cuando lo habían encontrado en el bosque,
Itachi se sentía frustrado por tener que obligarlos a vivir de esa manera.
Itachi había hecho una promesa sobre las cenizas de sus padres y para eso debía
ir antes que nada ante El consejo. Debía intentar hacer algo y en el último mes
solo se había dedicado a sus hermanos y a Kiba pero ahora que había logrado
pasar desapercibido el tiempo suficiente estaba en camino a ver a los vampiros
más sabios del mundo.
No les tomó mucho llegar a un pequeño sitio en el bosque en donde Itachi creyó
pertinente dejarlos, estaban cerca de un riachuelo que desembocaba en un
enorme lago así que eso mantendría a los enemigos fuera del camino además de
ser un lugar desolado lo que garantizaba que humanos no los encontrarían.
Los dos niños asintieron al mismo tiempo, después de todo el último mes
habían estado haciendo eso mismo, competir entre ellos para ver quién era el
más valiente e impresionaba a Okami que sorprendentemente había tomado el
cambio de una manera sorpresivamente bien.
Regresaré antes del anochecer- les dijo- cuídense y no se muevan de este sitio
Dicho esto, Itachi se retiró hasta desaparecer detrás de unos árboles dejando
solos a los niños que como era de esperase, no habían pasado ni cinco minutos
para que Kiba y Sasuke estuvieran ya peleando por alguna tontería sin
importancia.
Mientras los dos niños discutían, Okami decidió que quería ver que había por
los alrededores y de paso alejarse un poco de las molestas peleas de su hermano
y su nuevo acompañante. Le molestaba mucho que pensaran que debían cuidar
de ella como si fuera de porcelana, ¡ya tenía cinco años! Era una niña grande y
podía cuidar de ella misma.
Habían pasado muchas cosas para el entendimiento de una niña tan pequeña
pero aun siendo así, Okami no era ninguna tonta y había resentido mucho la
muerte de sus padres. No les había llorado en todo el tiempo que había
transcurrido hasta ese momento solo porque no quería que sus hermanos se
preocuparan más de lo que ya estaban, así que ese momento era perfecto para
ella sola.
Apretó el vestidillo blanco como solía hacerlo con aquellas pomposas prendas
de ropa y entonces la cara se le llenó de lágrimas y después de tanto tiempo
pudo desahogarse como había querido. Ya no habría más cuentos por la noche
ni panqué recién horneado por la mañana, no más besos de las buenas noches
ni canciones de cuna o arreglos de flores, ahora estaba sola.
Las lágrimas nublaban sus pequeños ojitos azabache así que sin darse cuenta
caminó hasta el riachuelo que de alguna manera empezaba a marearla. Paró en
seco un segundo y miró hacia todos lados solo para darse cuenta de que se
había alejado más de lo debido y no recordaba el camino de regreso a donde
estaban Sasuke y Kiba.
La pequeña se quedó quieta un momento sin saber bien de donde venía esa voz
y enseguida miró hacia el lago para sorprenderse ante lo que veía. De la orilla
había salido un muchacho de piel escamosa y una sonrisa tan brillante como
estas mismas.
Ven
El tritón le ofreció una mano escamosa que Okami tomó sin poner ningún pero,
el muchacho de las escamas tenía la intención de regresarla con sus hermanos
antes de que algún cazador la viera y decidiera divertirse a sus costillas.
El último año había sido un verdadero infierno para Lee, alguien había
esparcido un tonto rumor que hacía creer a las personas que si comían carne de
tritón entonces conseguirían la inmortalidad lo que hizo que un montón de
cazadores empezaran a matar a los suyos. Él pudo escapar en una desviación
que había encontrado en el río hasta llegar al sitio en donde estaba.
Mira quien está aquí-dijo esa voz tan burlona- pero si es Itachi el genio
Uchiha.
¿Qué haces aquí? Pensé que no te gustaba como pensaban los viejos.
Itachi apretó los dientes, no quería echar a perder esa oportunidad mostrando
su desprecio a aquel grupo de vampiros tan insensibles. Pasó la mirada por
todo el estrado en donde todos los ojos estaban sobre él para encontrarse solo
con vacíos profundos indiferentes.
Pero esta vez parecía más interesado. Los vampiros habían empezado a
formarse en pequeñas agrupaciones que llamaban “instituciones” en donde se
ayudaban mutuamente y se hacían pasar por alguna institución normal de seres
humanos.
Entonces logró que todos y cada uno de los vampiros ahí presentes lo mirara de
una manera distinta. Los vampiros y aún más los sangre Strigoi siendo la raza
más superior creían que únicamente se debían proteger ellos mismos, incluso
dejaban de lado a los vampiros Dhampir que eran las ramas secundarias de su
especie solo para poder sobrevivir.
Enseguida el bullicio de murmuro no se hizo esperar pero una vez más el líder
de El consejo les hizo callar con un simple gesto de la mano. Elevó la comisura
de la boca en una mueca parecida a una sonrisa macabra que enseguida le dio
una pista de lo que podía pasar a Itachi.
Mantendremos un ojo sobre ti-le advirtió el líder- eres libre de hacer lo que se
te plazca
No había sido la respuesta que los demás vampiros del consejo esperaban pero
eran palabras de su líder y no podían hacer nada al respecto. Mientras tanto,
Itachi permaneció quieto unos segundos más como repitiéndose a sí mismo que
había logrado su cometido pero se mantenía quieto sin mostrar ninguna
emoción, solo se limitó a asentir lento y retirarse tan rápido como había llegado
solo para volver a encontrarse con Deidara a la salida.
¿Tuviste suerte?
Más de la que esperaba-dijo ya un poco más relajado
Escucha, lamento lo de tu familia ¿tus hermanos están bien?
Sí… ellos…
Tu hermana ¿ella está bien?
Itachi arrugó la frente y entrecerró los ojos para mirar a Deidara con más
cuidado, este solo se limitó a sonreírle de una forma extraña.
¿Mi hermana?
Ahora que eres la cabeza de los Uchiha, me encantaría que me tuvieras en
cuenta cuando estés buscando un marido para ella
No dijo nada ante aquella petición tan extraña, sabía que Deidara no era para
nada de fiar y mucho menos diciendo cosas como esas. Los cazadores Dhampir
eran siempre muy excéntricos pero aquel rubio era una exageración en la regla.
Sasuke enseguida fue tras el licántropo pero cuando lo alcanzo vio que Kiba se
había detenido así que se apresuró y cuando llegó a donde el cachorro de
hombre lobo el corazón se le fue a la garganta al ver a su hermana de la mano
de un hombre extraño pero lejos de eso, ese sujeto estaba vestido solo con un
taparrabos y su piel estaba cubierta de algo muy extraño.
Pero antes de que pudiera dar un paso más, Kiba le detuvo poniendo su brazo
en el pecho del azabache, Sasuke lo miró histérico solo para darse cuenta de que
su compañero no estaba inmutado ni en lo más mínimo.
Lee le soltó la mano para que ella pudiera regresar con los muchachos para dar
vuelta y tratar de regresar al lago sin ser visto por nadie, pero la pequeña no
estaba dispuesta a dejarlo ir tan fácilmente, no después de que él la hubiese
ayudado.
El tritón se detuvo y vio a la pequeña que le miraba con esos ojos obsidiana
brillantes que podían cautivar a cualquiera.
Eres huérfano, igual que nosotros ¿Quién va a cuidarte?
Okami…-le reprimió Sasuke
No, hermano mayor, escúchame-replicó ella- ven con nosotros
El rostro azulado de Lee se tornó de alguna manera roja, sus escamas habían
obtenido una nueva tonalidad extraña.
Pero yo…
Me parece una idea maravillosa
La voz de Itachi los hizo a todos se sobresaltara un poco aunque para sus
hermanos y Kiba ya no era extraño verlo así aparecer de la nada pero para Lee
había sido una impresión nueva, aquel hombre alto y apuesto que le miraba con
ojos brillantes, enseguida supo que ese sujeto no era ningún cazador ni le haría
daño.
Para Itachi, aquel muchacho tritón representaba junto con Kiba, el principio de
lo que siempre había querido hacer, crear un mundo en donde ellos pudieran
vivir, sin tener que temer a la hostilidad de las personas que los perseguían por
creencias tontas.
Pero antes de que pudiera decir nada, un ruido extraño se apoderó del
momento y no era otra cosa que los estómagos vacíos de Sasuke y Kiba que no
habían comido nada en el almuerzo por haber buscado a Okami como locos.
Después de un rato, Lee había traído algunos pescados que sacó del riachuelo
de donde había salido. El muchacho les contó su historia a los demás solo para
que Itachi pudiera agregar algo más de peso a su rencor hacia la raza humana.
Ellos llegaron con arpones a atacar mi hogar-decía Lee con la voz apagada-ya
habíamos escuchado esos rumores sobre nuestra carne pero jamás pensé que las
personas de verdad lo creyeran.
Cuando llegaron por nosotros, mis padres nos dijeron a mi y mis hermanos
que huyéramos pero había muchos pescadores y ellos me protegieron al final
Cada palabra que salía de los labios de Lee era cada vez peor, había tenido que
ver como sus hermanos se quedaban atrás uno a uno mientras intentaban poder
llegar a aquel túnel subterráneo bajo el agua. Después de nadar días enteros
llegó al lago en donde Okami lo había encontrado, solo estuvo ahí un par de
días escondido y temeroso de que los pescadores lo encontraran pero solo
encontró un par de ojitos negros llorosos que enseguida le llamaron la atención.
Kiba, que estaba sentado al lado de Okami enseguida se pudo dar cuenta de
que la pequeña estaba teniendo todo eso muy difícil así que le tomó la mano
para hacerla sentir más segura y al parecer había logrado su cometido.
Pero Lee no estaba del todo satisfecho, tenía curiosidad y aquellos extraños
todavía seguían siendo eso mismo, extraños porque aún no sabía nada de ellos
ni sus razones.
Eres tan pequeño como nosotros-le riño Sasuke- solo que tú tienes lindas
orejas y patitas suaves.
El rostro de Kiba se volvió de un rojo escarlata brillante hasta las orejas, estaba
muy apenado de que a Okami pensara de esa manera, se supone que su forma
de lobo debía dar miedo y no ser adorable, cualquiera que hubiese dicho lo
contrario (como Sasuke) se llevaría un buen zarpazo pero el que Okami lo haya
dicho significaba que estaba bien.
Pero lejos de los problemas de los más chicos, Lee estaba muy interesado en
Itachi y lo que tuviera para decir, estaba sentado a su lado y quería hablar un
poco más sobre todos los conocimientos que probablemente tuviera.
¿Qué ha pasado?-dijo Lee en un tono más bajo, como queriendo que solo
Itachi le escuchara- hace solo un año las personas vivían en paz con nosotros…
Los humanos son codiciosos, olvidaron todo cuando hubo dinero de por
medio.
Itachi era muy bueno con las palabras y eso le quedó bastante claro a Lee
entonces aunque al mismo tiempo deseo que no hubiera dicho nada, esas
preciosas palabras solo lo hacían querer llorar recordando todos los buenos
momentos pero al mismo tiempo le recordaba a sus hermanos dando su último
aliento por salvarlo, se suponía que ellos escaparían también pero el destino le
jugó una mala pasada y ahora estaba ahí solo.
Está bien que llores-volvió a decir ella-mi mamá decía que a veces… a
veces… a veces…- tartamudeaba con la voz quebrada- a veces… es mejor así…
Y entonces los dos rompieron en llanto. Lee dejó a un lado lo que tenía en las
manos y se concentró en la niña atrayéndola rápidamente para abrazarla,
lloraba muy fuerte y se aferró a Okami tanto como ella se aferraba a él
sollozando muy fuerte.
Kiba y Sasuke les miraban con los ojos llorosos, también eran capaces de sentir
ese mismo dolor en sus pechos, quemándoles por la ausencia y el dolor de lo
que habían perdido, después de todo seguían siendo niños.
Por su parte, Itachi miraba sin hacer ningún movimiento, no podía negar que
también se sentía miserable y que tenía tantas ganas de llorar como ellos pero
también debía mantener la compostura, él era quien debía encargarse de esos
niños así que debía ser fuerte por ellos, para que pudieran tomar de él la
fortaleza que habían perdido por culpa de los acontecimientos en los últimos
meses.
A la mañana siguiente ya era hora de partir, Itachi preparó a los niños como ya
lo había hecho antes, además de que le había dado una capa a Lee para cubrir
sus escamas y pasar desapercibido en el siguiente pueblo.
Suena pretencioso
Y entonces siguieron adelante, el sol apenas estaba saliendo y los finos rayos de
sol que les pegaban en el rostro eran un anuncio del nuevo y maravilloso día
que les aguardaba, Itachi estaba emocionado y muy contento de poder estar
haciendo lo que siempre quiso.
decimo acto:“ prisionero”
**Solo se escuchaba los llantos de una mujer, ella le llevaba de la mano mientras
caminaban muy rápido y él no lograba entender qué era lo que estaba pasando.
La situación era muy rara, la atmosfera era muy densa y pesada, casi podía describirla
como espesa.
Todo estará bien-dijo una voz vaporosa- tranquilo querido, todo estará bien
¡MAMÁ!
¡Sasuke!...**
¡Sasuke!
¿Sasuke?
Tienes fiebre
No puede ser-musitó
Iré por algo para bajarte la fiebre, en la mañana iré por Sakura
Sasuke tuvo intenciones de detenerla pero estaba muy débil para protestar y de
hecho agradecía que Okami se tomara el tiempo para ver por él ahora que no
aguantaba su cabeza. Volvió a recostarse en la cama y a taparse con la frazada
mientras su hermana salía de la carpa.
Hacía un par de días que habían llegado al campamento de primavera, era una
especie de parque de diversiones que habían abandonado lo que hacía un lugar
perfecto para instalarse y además también instalaron la carpa de circo que
entonces estaba convenientemente cerca.
La voz de Naruto la hizo sobresaltarse pero enseguida alzo la mirada para ver
al rubio que se tallaba los ojos y seguramente había salido al baño.
No, salí de la carpa al baño y la vi, le pregunté qué hacia afuera y me dijo que
estabas enfermo
Naruto buscó un paño y no le tomó mucho tiempo encontrar uno para poder
meterlo al agua fría y así ponerlo sobre la frente de Sasuke que de alguna
manera agradecía el gesto. Habían pasado literalmente muchos años desde la
última vez que se había enfermado, por lo general la resistencia de los vampiros
es bastante buena pero de vez en cuando, como era el caso, podían caer
enfermos.
El tacto de Naruto era bastante generoso, Sasuke agradecía que fuese él quien
estuviera ahí y en definitiva Naruto también lo disfrutaba. Entonces los ojos del
azabache se posaron en el cuello del ojiazul, comenzaba a verse una marca
tenue en donde siempre mordía. Había estado bebiendo la sangre de Naruto
cada que podía y las mordidas siempre venían acompañadas de muy buen sexo
pero temía que alguien lo fuera a descubrir.
¿Cómo se siente?
Naruto estuvo tentado a decir que se quedaría pero sabía que solo estorbaría si
se quedaba así que se inclinó para darle un beso casto en los labios a Sasuke y
salir de la carpa para regresa a la cama, regresaría a ver como estaba tan pronto
amaneciera.
¿Cómo te sientes?
Como si me hubiera arrollado un autobús
¿Quieres hablarme de esa pesadilla?
No lo sé
¿Quieres que la vea?
De ninguna manera, sabes que no me gusta tenerte husmeando en mi mente
Lo sé mi amor
A la mañana siguiente lo primero que hizo Naruto fue a ver a Sasuke pero se
encontró con Sakura dentro de la carpa. Tenía una de sus manos sobre la frente
de Sasuke y la otra sobre su pecho mientras una especie de brillo tenue salía de
sus palmas.
Si, ellas tienen un poder curativo muy extraño. Sasuke estará bien después de
esto
Pero Naruto tenía asuntos algo más importantes, desde hacía unos días había
estado pensando en la habilidad especial de Okami y que ella podía ayudarlo a
poder averiguar algunas cosas que estaban enterradas en el pasado.
Puedes confiar en mi
Pensaba que bueno, yo no recuerdo nada de mis padres-se cruzó de brazos- y
estoy seguro que en algún momento de mi vida los tuve que ver y no los
recuerdo.
Okami le sonrió débilmente y asintió con la cabeza, ella estaba feliz de poder
ayudar a su amigo en lo que pudiera. Ella misma sabía la desesperación de no
poder recordar el rostro de tu propia madre aunque mucho después al obtener
su habilidad pudo recuperar todos y cada uno de sus recuerdos perdidos.
En primera instancia, Naruto no sabía qué tenía que ver Sai en todo eso, él solo
buscaba poder ver el rostro de sus padres y no sus espíritus aunque decidió no
decir nada y seguir a la muchacha hasta la carpa de Sai en donde él estaba
preparándose para salir.
¿Qué sucede?-preguntó él
¿Puedes traer tus lápices?-le interrogó Okami-tengo un trabajo para ti
Y momentos después Naruto estaba sentado en la cama de Sai con este mismo a
su lado que tenía un lienzo en blanco y sus lápices listos para ser usados,
además de que Okami estaba sentada frente al rubio.
Es buena idea
Relájate ¿si?-dijo tomando el rostro del rubio entre sus manos-tal vez sientas
nauseas…
Ella miró alrededor, había un enorme corredor largo con puertas, la mente de
su amigo tenía una estructura muy simple así que se le haría sencillo. Caminaba
por el corredor abriendo puertas encontrándose con viejos recuerdos pero todos
eran después de que hubiese llegado a la casa de Nana Gigi, no encontraba
algún recuerdo que tuviera que ver con sus padres.
¿Qué es esto…?
Al final del corredor había una enorme puerta cerrada, era de un tamaño
inimaginable, no tenía una perilla como todas las demás sino que en el medio
tenía algo extraño. La muchacha se apresuró a acercarse y puso su mano sobre
ese artefacto extraño sobre la puerta e intento quitarlo pero estaba pegado.
Está bloqueada…-susurró
Volvió a intentar abrirla pero nada sucedió, estaba segura de que detrás de esa
puerta estaba lo que buscaba. El problema era esa pequeña cosa en la puerta, se
acercó más para ver detenidamente y darse cuenta de que había una escritura
en algún idioma desconocido pero no necesitó leerlo para saber lo que era.
Es un sello
Puso sus manos de nueva cuenta sobre la puerta para intentar empujar pero
esta vez sería la última. Una especie de rugido sonó desde dentro y entonces
algo desde dentro la empujó.
Se hizo enseguida un silencio increíble entre todos los presentes, Naruto trataba
de comprender esas palabras, repetía la frase que había salido de los labios de
Okami una y otra vez tratando de encontrarle sentido pero no encontraba poder
entender del todo lo que estaba diciendo.
¿Qué…?
Lo sé…
Bien-dijo simplemente
La muchacha no dijo más, no quería iniciar una pelea con Sai, en ese momento
su prioridad era llevar a Naruto con Itachi y no perdió ni un solo momento así
que prácticamente arrastró a Naruto hasta la enorme carpa puesta tras la carpa
de circo.
Hermano mayor
Naruto y Okami se miraron como decidiendo quien sería el que hablara pero
pronto sería Okami la que caminara adelante.
Entonces Itachi les miró más interesado, eso no era normal en lo más mínimo.
Hizo una seña para que los dos se sentaran y lo obedecieron, sería una charla
bastante larga.
Naruto hacía solo por escuchar, jamás había pensado que su mente podría ser
un “corredor de puertas” como si él mismo no conociera su propio
subconsciente. Solo en ese momento se puso a pensar en todos esos recuerdos
perdidos en algún lugar, o más bien encerrados detrás de una puerta sellada
que no podía abrirse.
Itachi no decía nada, eso ponía más nerviosa a Okami, sabía que su hermano
mayor podía tener una buena respuesta a eso, confiaba ciegamente en él pero
aun así no podía dejar de sentirse intranquila.
¿Podrías…?
Es magia muy extraña-dijo cauteloso-creo que puedo revisar algunos de mis
libros.
El acto de bloquear un recuerdo era más que eso mismo, el hecho de sellar una
parte de la memoria era hacer que una parte de la persona también lo que
implicaba muchas cosas. Ni siquiera él, siendo un sabio nigromante tenía la
capacidad para poder sellar un recuerdo.
Después de haber ido a ver a Itachi, Naruto se sentía mejor pero no podía dejar
de pensar en el asunto ¿por qué alguien querría bloquear el recuerdo de sus
padres? Se rascó la cabeza algo confundido, deseó nunca haberse enterado de
nada, las cosas eran confusas y no quería pensar en nada extraño, él era solo un
humano que había tenido una racha de buena suerte al encontrarse con el circo.
Quería despejar su cabeza de todo, pero no era nada fácil de hacer, claro que lo
primero que pensó fue en ir a ver a Sasuke así que fue directo donde él. Al
entrar a la carpa el azabache aún estaba acostado pero ya se veía mejor, lo
suficiente como para estar sentado en la cama con un libro en las manos.
Naruto había dicho eso sin haberlo pensado antes y claro que Sasuke enseguida
sospechó que nada estaba bien. El menor no quería que Sasuke se enterara, lo
último que necesitaba era tener a un vampiro asustado y tratando de averiguar
cosas que seguramente no tendrían solución.
¿Él personalmente?
Naruto no pudo evitar reírse como un tonto mientras Sasuke se ponía sobre él
para poder seguir besando sus labios para ir un poco más abajo a su mentón y
recorrer con leves mordiditas todo el contorno del rostro del menor que
simplemente se acomodaba para sentir mejor el toque tan candente de su
acompañante.
Ah Sasuke…
Sasuke…-gimoteaba ahogado
Tranquilo Naruto
Entonces te lo voy a…
Bien…
Y entonces, en medio de todo ese extraño silencio todos regresaron a sus carpas
prácticamente corriendo, todos menos los Uchiha, Kiba y Naruto que seguía de
la mano de Sasuke mirándole con impaciencia.
Pe…
¿Cazadores Dhampir?
Los cazadores Dhampir, como le explicó Sai a Naruto, eran la rama secundaria
de los vampiros, eran el resultado de que un vampiro Strigoi tuviera un hijo con
una humana, un mestizo de media sangre y casi siempre nacía varón lo que lo
hacía perfecto para dedicarse a la caza.
Los cazadores Dhampir, al ser híbridos podían tener lo mejor de los dos
mundos, la longevidad y la fuerza de uno sin tener que sufrir de las debilidades
de su raza pero al tener sangre mezclada debían obedecer las órdenes de El
consejo dedicándose principalmente a cazar vampiros por encargo.
Las pocas mujeres que nacen Dhampir antes se dedicaban a servir en casas
de Strigoi pero actualmente también son cazadoras
Nada bueno, eso es seguro. Ellos aparecen cuando hay problemas, El consejo
siempre está tras nuestra pista y solo espero que no vengan por ti
Ya los esperábamos
Itachi apareció desde dentro del circo con una sonrisa de fastidio como si solo lo
hiciera por puro compromiso. Esperó a que los otros dos hombres se quitaran la
capucha también para hacerlos pasar dentro de este mismo que había sido
iluminado solo con un par de reflectores dándole un aspecto más privado
aunque no dejaba de verse como lo que era, un circo.
Tu siempre tan excéntrico Itachi-le dijo el segundo hombre con una sonrisa
de lado
Caminaron por todo el circo hasta salir por la parte de atrás de la carpa hasta la
de Itachi que era la más grande de todas, ahí adentro estaban ya Sasuke, Okami
y Kiba. Enseguida la muchacha se acercó a recoger los abrigos de los cazadores
pero cuando tomó el de Deidara este le agarro la mano muy fuerte.
Okami se apresuró a recuperar su mano y dar un paso atrás pero entonces solo
se escuchó el gruñido apagado de Kiba que estaba conteniéndose.
Los tres cazadores se miraron entre ellos, Hidan y Sasori se hicieron algo más
atrás, ellos solo cumplían con la tarea encomendada pero Deidara era quien
estaba más emocionado de llevarla a acabo y no veía el momento de poder
decirlo.
Como sabes Itachi-comenzó Deidara- las reglas de los viejos son muy
estrictas y más aún para uno de “la rama principal”
Bueno, no puedo mentirte, los ancianos siempre han estado pisándote los
talones y creo que encontraron una pequeña inconsistencia
Deidara…
Espera-le interrumpió- yo sé que tu causa es noble así que hablé con ellos y te
darán un plazo de una semana pero yo sé que no debe ser sencillo encontrar
marido en una semana así que como buen amigo que soy-se mordió el labio
inferior de la emoción- quiero que me des la mano de tu hermana en
matrimonio
La joven ahogo un grito, Kiba gruñó y se puso en guardia listo para poder
atacar pero Itachi le detuvo con una sola mirada furtiva.
Sasuke, que observaba silencioso abrió los ojos y miró incrédulo a su hermano
mayor que prácticamente había accedido a darle la mano de Okami a Deidara.
Claro que no podía perder la compostura y menos delante de cazadores
Dhampir sabiendo que esos tres sujetos podrían romperte la yugular
fácilmente.
Incluso, puedes quedarte con tu perro faldero si así lo quieres-le dijo Deidara
a Okami burlándose.
Entonces, el dueño del circo despidió a los cazadores que se fueron campantes
habiendo logrado su cometido y pronto fueron solo tres siluetas negras
desapareciendo en la inmensidad pero en la carpa de Itachi aún estaban los tres
jóvenes en un agudo y perpetuo silencio mortuorio, ninguno de los tres se
atrevía a decir nada.
Itachi…-replicó Sasuke
Regresen, dije
Una vez más, los hermanos y el licántropo no pudieron replicar nada así que se
retiraron en silencio, no querían decir nada así que solo caminaron juntos hasta
tener que separase para ir cada quien a su carpa.
¿Kiba?
Enseguida el rubio fue a sentarse al lado de su amigo al igual que el perro fue a
tratar de confortar a su amo. Naruto quería decirle algo pero no sabía bien qué
era lo que había pasado, Sai se había ido hacía solo un rato y él seguía
preocupado porque los cazadores Dhampir hubiesen ido por él.
No quiero…-sollozó Kiba
¿Qué…?
Pero el licántropo no era el único que estaba devastado; apenas había entrado a
su carpa, Okami se desplomó en la cama a llorar desconsolada, Sasuke no podía
hacer gran cosa además de intentar hacerla parar de llorar lo que le era
prácticamente imposible.
Un matrimonio arreglado era una situación delicada, una regla que jamás pensó
que Itachi seguiría al pie de la letra y fue entonces cuando maldijo su sangre
privilegiada, le partía el corazón ver a su hermana menor sometida a fuerzas de
las que le era imposible escapar. Si no se casaba entonces el circo estaría en
peligro y eso era algo que tampoco debía de pasar.
¿qué crees que quiera?-le dijo Naruto para hacerle algo de plática
Por lo general, Kiba siempre era vivaz y muy alegre además de que nunca
paraba de hablar y hacer chistes y bromas tontas pero desde la noche anterior
no había dicho nada más. Se había quedado dormido junto a Akamaru después
de haber llorado un buen rato.
Él no puede…
Puede y lo hará-suspiró tratando de regular su voz y luchar contra el nudo
en su garganta- será mejor que me dé prisa
No podía negarse que Deidara tenía razón, Okami debía desposar a un hombre
si no querían que El consejo metiera las narices en donde no les habían llamado.
Kiba amaba a Okami con toda su alma, iría tras ella hasta el fin del mundo.
Creo que estarás de acuerdo-comenzó Itachi- en que Okami debe acatar las
reglas de nuestra raza y desposar a un hombre
Itachi cerró la caja con un pequeño sonido sordo aterciopelado para arrimarla
con el dedo índice hacia Kiba que seguía sin entender mucho.
Las palabras de Itachi le hacían sonrojarse, pero aún no entendía qué era lo que
el azabache intentaba decirle y lo que esos anillos tenían que ver con todo el
asunto.
La cara de Kiba sufrió una lenta metamorfosis hasta abrir los ojos como platos,
se había sonrojado hasta las orejas sin darle crédito a lo que estaba escuchando.
Itachi volvió a poner el dedo sobre la caja para darle a entender a Kiba que
quería que la tomara y así lo hizo.
Le había entregado la mano de Okami junto con su bendición, era sin duda la
mejor sensación. El calor que sentía en el pecho era indescriptible, saboreaba esa
sensación lo más que podía y luego reparó en la cajita entre sus manos, ahí
estaba la promesa de su futuro.
Era un humano común y corriente ¿por qué alguien querría deshacerse de sus
recuerdos? Pero era un asunto meramente suyo, muy íntimo y no quería
implicar a Sasuke y hacer que se preocupara por un problema tan simple a su
parecer. Itachi le había prometido buscar una solución para eso y confiaba en
que él podía hacer algo, confiaba ciegamente en él.
No es nada
Es difícil de creerte
¿No confías en mi?
Me mal interpretas-suspiró- creo que también estoy muy extraño
Sasuke se sentía muy nervioso por muchas cosas, la primera de ellas era la
horrorosa pesadilla que no había abandonado su cabeza, había vuelto a soñar lo
mismo la noche anterior despertándose de golpe aunque esta vez ya no sentía
miedo sino que solo se había impresionado, ya no había enfermado pero si se
había llevado una gran impresión.
Pero eso no era todo, también estaba la visita de los cazadores de la noche
anterior, su hermana había quedado destrozada y esa mañana ni siquiera había
logrado salir de la cama y eso le partía el alma.
Entonces debería casarse él con Deidara- dijo con los dientes apretados
Sasuke…
Lo sé, lo sé…
Creo que debo buscar a Kiba, siento que en el estado en el que está hará una
tontería
Kiba estaba esperando esa pregunta pero de la emoción que sentía solo lograba
abrir la boca sin que saliera nada, como si las palabras se le escaparan justo
cuando las necesitaba así que solo rio como tonto y le dio la caja a Naruto para
que la viera.
Kiba asintió con una sonrisa que se ensanchaba paulatinamente, igual que sus
ojos se ponían cristalinos de nueva cuenta.
Al abrir la caja, Naruto abrió los ojos sorprendido al ver aquel par tan bello de
anillos exquisitamente construidos, parecían ser antiguos pero al mismo tiempo
su hermosura hacía que eso solo fuera un atributo más.
Una vez más Naruto había dado justo en el blanco, Kiba estaba muy contento y
emocionado pero esa noticia que no podía callársela un segundo más.
¿Qué…?
Ahora era Naruto el que sin duda había puesto una cara totalmente
indescifrable, era una noticia totalmente increíble y espectacular, no podía creer
que de verdad estuviera diciéndole eso.
Cuando me llamó pensé que me diría que debía dejar a Okami porque le
daría su mano a Deidara
Si… ya debería
Okami había pasado casi todo el día en su carpa, después de la visita de los
cazadores todo el mundo se había enterado del motivo de su visita entonces al
no querer salir supusieron que estaba deprimida y no quisieran molestarla.
Cierra la boca
Ella dio la vuelta hasta quedar frente a frente para acurrucarse en el pecho de su
hermano mayor y sentir la calidez que siempre la reconfortaba.
decimo segundo acto:“ solamente tu”
¡Sasuke!
Lo lamento…
Tuviste otra pesadilla-dijo preocupada-déjame ver
No…
Deja de ser tan necio, solo veré la pesadilla
¿No abrirás ninguna otra caja?
Ninguna
Bien-suspiró- pero solo la pesadilla
Caminó haciendo eco con sus pies descalzos en el inmaculado piso de mármol,
miró a uno de los estantes y sonrió de medio lado al ver una caja de oro, parecía
relativamente nueva y seguramente sería un recuerdo realmente picante que
tenía que ver con Naruto pero le había prometido a su hermano no
entrometerse en donde no le llamaban así que continuó (muy a su pesar)
caminando hasta el fondo de la sala.
En el fondo, había una repisa solitaria y vacía, solo tenía una caja ahí. Era de
color obscuro y era enorme además de que se movía como si algo en su interior
quisiera salir.
Fue hasta la caja y la tomó, se fijó detenidamente en esta, debía ser un recuerdo
realmente emocional para ser tan grande y llena de energía. Se sentó en el suelo
y puso la caja frente a ella para enseguida abrirla.
¡Demonios!
**
Alzo la cabeza para ver qué ocurría, miraba escondido desde detrás de lo que parecía ser
una pared. Dos hombres discutían acaloradamente de un tema que no podía adivinar ni
tampoco entender.
Lo alzó en brazos, la calidez que podía sentir era inmensa, casi como si aquel fuera el
cielo mismo hecho un hombre. Salieron de ese lugar y caminaron durante tanto tiempo
que no se dio cuenta hasta que sintió que estaba por fin a salvo.
Pero entonces mientras más se acercaban, la silueta de un hombre se hacía cada vez más
cercana, era alta y delgada vestido en una gabardina negra que a primera instancia no
parecía ser más que una persona normal pero a medida que se hacía más nítida se dio
cuenta de quién era.
Mierda-susurró el mayor
Lentamente retrocedieron un poco pero ya era muy tarde, aquel hombre ahora se
aproximaba a paso rápido.
Escóndete-le ordenó
Y entonces, fue testigo de una batalla bestial. Era como si dos bestias salvajes se
hubieran encontrado. Aquel hombre de amable sonrisa estaba masacrando a su
oponente, una escena increíble y aterradora al mismo tiempo.
Fue cuando volteó la cara y le miró a los ojos. Azules obscuros llenos de ira desbordada y
también de algo más que no descifraba.
Okami cerro la caja de golpe agitada, se llevó una mano al pecho confundida y
se puso de pie de un salto para poner la caja en su sitio. Miró a su alrededor,
como si buscara una caja en específico pero realmente solo estaba tratando de
calmarse, aquella visión había sido muy extraña y en definitiva no podía
describirla.
Sasuke respiró hondo volviendo en si solo para encontrarse con el rostro
incrédulo de su hermana que de un movimiento despacio bajó de las caderas
del azabache y se sentó a su lado.
Kiba asintió lento, como si entendiera poco a poco repasando cada palabra de
Naruto en su mente. Tomó la cajita entre las manos y salió despacio aunque
mientras caminaba se iba dando cuenta de lo que estaba a punto de hacer y su
rostro empezó a ponerse rojo y la garganta empezó a secarse.
Mientras Kiba iba caminando a trompicones a la carpa, Naruto fue directo a la
carpa de su novio, necesitaba llevar a Okami a la carpa de circo pero antes de
poderse encontrar con ella, al primero que vio fue a Sasuke.
Pero Naruto tenía otros planes en mente, aunque no estaba mal la idea de un
beso de buenos días así que se dio el gusto de saludar al azabache con un beso
casto sobre los labios.
El rubio se rio atontado, no podía con Sasuke cuando se ponía en ese modo tan
juguetón que le volvía loco. Pero en ese momento tenía una misión muy
importante por cumplir, incluso más que un buen rato con el vampiro más
ardiente de todos.
No necesitó decir más, Sasuke abrió la boca como queriendo decir nada pero
simplemente estaba muy sorprendido aunque también estaba feliz. Señaló el
interior de la carpa sin decir nada y entonces Naruto entro para encontrarse con
la hermana menor sentada en su cama tratando de trenzar su cabello, tenía unas
grandes bolsas bajo los ojos por haber pasado la noche entera velando el sueño
de Sasuke.
Claro…
Ella salió despacio junto con Naruto, iban directo a la carpa de circo pero iban
siendo seguidos por varias miradas. En un lugar como ese, las noticias no
tardaban en llegar y mucho más cuando era algo tan importante como una
propuesta de matrimonio.
Aun así no podía dejar a Kiba de lado. Había sido su compañero durante
muchísimo tiempo, nunca habían estado separados por mucho tiempo y en esas
circunstancias esos años le parecían ahora muy pocos.
Jamás pensó que El consejo quisiera hacer de aquel asunto tan insignificante
algo que debía tratarse con indebida seriedad. Era verdad que en épocas
antiguas las doncellas de sangre Strigoi debían desposar a un hombre por
asuntos que en ese momento ya eran obsoletos.
Deidara solo estaba encaprichado y había armado todo eso para poder tomar su
mano en matrimonio aun sabiendo que ella nunca podría amarlo.
Okami…
Ella no dijo nada, no se atrevía pero miraba muy preocupada. Estaba segura de
que lo que sea que le fuera a decir no sería ninguna buena noticia, aquella
sonrisa en los labios del licántropo parecía ser muy amarga y triste.
Kiba se acercó y tomó las manos de Okami entre las suyas, sonreía radiante.
Todos los que estaban escondidos miraban con mucha atención, hasta Sasuke
no podía ni siquiera mover un músculo.
Eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida y no quiero que nadie te
aleje de mi
Las rodillas de Kiba temblaron y con un movimiento algo brusco se arrodillo y
con manos temblorosas buscó en su bolsillo hasta encontrar la pequeña argolla
que había guardado ahí para enseñárselo.
¡Una boda!-gritó Ino-¡esto es algo muy importante! Hay muchas cosas por
hacer, el vestido, la comida y…
Ambos voltearon para ver a los demás y ver a Kiba abrazando a Okami contra
su pecho y a Ino parloteando y dándole indicaciones a Hinata sobre la tela del
vestido que iba a tener que terminar en menos de dos días.
Después de todo el escándalo de la propuesta, todos debían de regresar a sus
respectivas tareas, solo que ahora tenían el doble de cosas por hacer gracias a
las órdenes que Ino había dado. Claro que todo se debía terminar en menos de
una semana, antes de que los cazadores Dhampir regresaran.
Naruto también había tenido que seguir haciendo sus tareas aunque le hubiese
gustado estar jugueteando con Sasuke un rato más. Estaba terminando de
acomodar un par de cajas en la carpa de utilería cuando escucho que alguien
entraba, enseguida pensó en Sasuke y en la primera vez que los dos se
quedaron solos de esa manera pero cuando se puso de pie se dio cuenta de que
la persona que había entrado era Kiba.
La relación que había logrado con Kiba, había llegado a un nuevo nivel y se
sentía realmente bien. Jamás había tenido a un verdadero amigo en su vida,
ahora, estando ahí mismo podía sentir un calor increíble. Desde que había
llegado al circo, había descubierto muchas sensaciones pero la que más le
encantaba era descubrir el amor en todas y cada una de sus formas.
Amor fraternal, el amor entre amigos pero sobre todo el más grande y cálido de
todos que era el amor que solo un hombre podía darle. Sasuke siempre estaba
rondando por su mente, no podía decirlo aún, no quería decirlo aún pero ya
sentía en su pecho esa electricidad que solo el amor podía provocar.
Kiba se sentó junto a su compañero, no tenía ganas de salir y hacer sus deberes,
seguía algo ansioso y muy nervioso, era algo completamente irreal y
abrumador.
Pero tú estás…
Estar impregnado no es lo mismo que estar enamorado-suspiró-en ese
momento ella estaba enamorada de alguien más
Pero…
Ya te había dicho que lo nuestro no pasó de inmediato y yo tardé un rato en
descubrir la diferencia entre esos dos conceptos
Naruto sintió algo muy extraño dentro de él, como si de repente una necesidad
irracional por sentirse más cerca de Sasuke lo invadiera como una especie de
enfermedad. Aquel sentimiento en su pecho ardía como si le quemara, casi
como si le doliera.
Él va a decírtelo-le dijo Kiba como si hubiera adivinado sus pensamientos-
conozco bien a ese tonto como para prometerte que él también siente lo mismo
Dicho esto, Kiba le dio una palmada en la espalda a su amigo y se puso de pie
para poder regresar a sus propios deberes, no quería que lo regañaran y más
estando Ino a cargo de los preparativos de la fiesta.
Nunca se había enamorado de esa manera, tan intensa y distinta. Los demás
hombres con los que había estado eran solo tontos e ilusos comparados con
Sasuke, más bien, todos los hombres que alguna vez conoció eran ilusos al lado
de Sasuke.
Era más que obvio que lo necesitaba de una manera muy especial, el aspecto
sexual podía quedar a un lado entonces. Quería escuchar esas palabras tan
especiales de los labios de Sasuke y le hacía mucha ilusión poder hacerlo.
El día dio paso al atardecer que pronto se convirtió en una obscura y cálida
noche de primavera. Después de la cena estuvieron todos en sus carpas, no solo
debían seguir con los preparativos de la celebración próxima sino que debían
presentarse al día siguiente así que madrugarían para estar listos al día
siguiente.
¿Quieres que duerma contigo otra vez?-preguntó Okami quitando las
sábanas de su cama
Extrañaba esos tiempos, solo eran ellos dos contra todo, sus padres, y también
Itachi eran parte fundamental de lo que ella solía ser. Había sido una niña
entonces pero su mente no podía dejar de pensar en esos momentos, estaba
muy nostálgica al pensar que ya no dormiría así con su hermano, porque
después de todo, sería una mujer casada.
Sasuke se sentó de golpe haciéndola a ella a un lado pero sin dejarla de mirar
solo que ahora sus ojos eran ardientes y muy encendidos, era más que obvio
que estaba muy enojado solo que no podía más que mantener esos ojos de furia.
¿Vas a delatarme?-susurró cuidadoso
Una vez más no era lo que ella se imaginaba que él diría pero al mismo tiempo
estaba muy contenta de que su hermano mayor por fin pudiera sentir ese
maravilloso cosquilleo que tanto le hacía falta.
Volvieron a acomodarse como estaban antes, uno al lado del otro sintiéndose
una vez más como ese par de niños traviesos que se habían quedado dormidos
en la cama de su hermano mayor después de haber estado jugando el día entero
en los jardines y en los establos. Casi podían sentir de nueva cuenta el aroma
del césped húmedo y la tierra en sus zapatitos recién lustrados, era como un
sueño, un recuerdo efímero que se les escapaba de las manos cual agua entre los
dedos.
El olor de las cocinas y el pan de mantequilla y leche tibia que la nodriza les
preparaba para la merienda, hasta el olor a tabaco del despacho del señor
Uchiha y claro, el perfume de buganvilias de su mamá. Hasta las lecciones
fastidiosas de historia y español, incluso las intromisiones al cuarto de Itachi
que siempre podía dejar los estudios para pasar un rato con sus hermanos
menores.
Eso basto para que el par se mantuviera en silencio un poco más pero no
llegaron muy lejos antes de que Lee sintiera que algo no estaba bien y
enseguida se detuvo.
Estás enferma
No necesitó decir nada, tanto Itachi como Sasuke y Kiba se detuvieron igual y
regresaron. El mayor de los Uchiha se acercó y examinó a su hermana menor
solo para darse cuenta de que efectivamente estaba ardiendo en fiebre. Era una
situación complicada, necesitarían medicinas y para eso deberían ir al pueblo
más cercano pero a esas alturas y con tanta paranoia les sería complicado pasar
desapercibidos.
La mayor parte del tiempo podían pasar desapercibidos, los humanos eran
ingenuos y aunque peligrosos, no podían distinguir el verdadero peligro en sus
narices.
Todos colgaban ajo en sus puertas y regaban agua vendita en sus casas,
escondían a las muchachas vírgenes en las noches de luna llena y se alejaban de
lo que no entendían. Los pueblos podían esconder muchos secretos pero todos
tenían muchas cosas en común, que ahora estaban infestados de pasadizos y
puertas mágicas que se conectaban todos entre sí.
Los vampiros podrían aislarse de todo pero eso no significaba que las demás
criaturas se dejarían llevar por la perdición, al contrario, todos ellos habían sido
capaces de encontrar la manera de sobrevivir a la paranoia colectiva que les
acechaba.
Nadie parecía sospechar nada, claro que siendo forasteros eran observados por
la gente pero nada fuera de lo común. Aún había niños corriendo en las calles
que se hacían a un lado para dejarlos pasar dando un saludo cordial a los
extraños. Pero no había tiempo para detenerse por cordialidades, tanto Lee
como Kiba y Sasuke intentaban mantenerle el paso a Itachi que parecía haberse
olvidado de sus acompañantes.
Era algo confuso, nunca antes habían estado en ese sitio, pero Itachi parecía
saber exactamente a donde ir caminando entre calles y edificios tratando de no
atropellar gente a su paso para finalmente terminar en un callejón alargado
pero sin salida.
Los tres muchachos se miraron entre sí como queriendo encontrar la razón por
la que estaban ahí en sus rostros.
Los tres quisieron preguntar a qué era a lo que se estaba refiriendo pero pronto
se les quitaron las ganas de hacer ninguna pregunta. Un contorno empezó a
formarse en las grietas de los ladrillos formando lo que parecía ser una puerta
que pronto se abrió.
Y así lo hicieron. Entraron para encontrarse con una especie de pasillo alargado
y redondo, era más que obvio que era un túnel construido recientemente, los
adoquines en el suelo aún estaban nuevos y no había humedad.
Estos son túneles construidos por las brujas blancas y hechiceros, todos
conectan a los pueblos con los hogares de estas personas
Entonces…
Iremos a ver a una de ellas
Caminaron aún más, los túneles eran largos pero muy acogedores, les daba una
sensación rara de estar a salvo, incluso Lee se sintió con la suficiente confianza
para bajar la capucha y que el aire fresco pasara por sus branquias, ya tendría
tiempo de mojarlas después.
Okami se retorció en los brazos de Itachi que apresuró el paso al sentir que ella
empeoraba cada segundo que perdía yendo lento así que apretó la marcha
siendo seguido por los tres muchachos que intentaban no quedarse atrás.
Después de un poco más caminando doblaron en una desviación que llevaba de
nueva cuenta a otro callejón circular solo que fondo de este había una puerta
muy peculiar, era de madera y también tenía la forma redonda del túnel.
Itachi acercó el puño para tocar pero la puerta se abrió sola así que entro siendo
seguido por los demás para que cuando estuviesen todos dentro la puerta se
cerrase nuevamente.
Una mujer salió de detrás de una cortina, su cabello rubio iba peinado en dos
colas sueltas que descansaban sobre sus hombros, estaba usando una especie de
vestido holgado, casi como una túnica color blanco. Sus ojos cristalinos de color
ámbar brillaban cual ojos de gato en la obscuridad.
Tsunade-saludó rápidamente-necesito…
Medicinas ¿no es así?-se acercó a él y extendió los brazos-deja que la vea
El azabache le dio a la bruja a su hermana que una vez más gimoteó de dolor.
Ya en brazos de la experta, esta puso su mano sobre la frente de la niña, los
anillos de plata y las largas y blanquecinas uñas eran una gran distracción para
los tres muchachos que miraban atentos a todo lo que pasaba.
Ella caminó con la niña en brazos hasta detrás de la cortina, claro, seguida de
cerca por los presentes. Tsunade acostó a Okami en una cama que había pegada
a la pared y la arropó para dejarla mientras recorría la estancia escogiendo
frascos y ramas que llevó hasta la mesa con el recipiente de barro en donde
empezó a moler todo con una piedra grande hasta obtener una especie de
menjurje viscoso que sirvió en un pequeño tazón y llevarlo hasta la niña.
Bébelo-le dijo mientras acercaba el recipiente a los labios de la pequeña
azabache
Ella le hizo caso, el olor de aquella mezcla era dulce y su sabor también, era ese
toque mágico que solo Tsunade podía darle a las medicinas para que tuvieran
un buen sabor. Casi de inmediato la niña cayó desplomada en un profundo
sueño.
Tengo una tarea para ustedes cuatro-les dijo a los muchachos-quiero que
velen el sueño de su amiga, no queremos que un demonio pesadillesco entre en
su cabecita
Los tres asintieron, Akamaru lanzó un ladrido como señal de haber entendido y
enseguida desaparecieron tras la cortina. Itachi ocupo una de las sillas mientras
Tsunade sacaba una tetera de algún cajón y preparaba té.
¿”Demonio pesadillesco”?
Te lo agradezco infinitamente
Pero ahora, debes de decirme qué es lo que estás planeando
Es un poco complicado ahora, aún no sé concretamente qué es lo que va a
pasar de ahora en adelante pero no podía quedarme con los brazos cruzados
Tu causa es noble pero aun así es peligroso y espero que estés consciente
Supe a lo que me enfrentaba desde la noche del incendio, ya he decidido mi
misión
Valiente como tu padre, noble como tu madre y testarudo como solo tú sabes
serlo
Lee tenía una sensación rara dentro de él, se sentía extraño tener que estar con
esos niños más chicos habiendo sido siempre el hermano menor. Ahora sentía
la responsabilidad de cuidar de ellos para aligerarle la carga a su rescatador.
Siempre había estado bajo el cuidado de sus hermanos mayores, jamás tuvo que
preocuparse por nada porque ellos lo protegerían siempre y ahora estaba ahí,
velando por él sueño de una pequeña vampiro junto con el hermano mayor de
esta y un cachorro de hombre lobo.
Saben que eso de los “demonios pesadillescos” no existe ¿cierto?-les dijo Lee.
¿No?-chillo Kiba bastante sorprendido-pero ella dijo…
Lo dijo para poder hablar a solas con Itachi
Entonces los dos niños dejaron de estar vigilando obsesivamente a la niña para
ponerle atención al tritón que había ido ahora junto a ellos.
Ella va a estar bien-les dijo una vez más para calmarles-escucharon a la bruja,
es solo un resfrío
Los tres miraron hacia la cama en donde Okami se removió entre aquella
sabana peluda y cálida, el color había regresado a sus mejillas y sus labios
volvían a tener ese sonrosado color. Ya estaba bien, ahora solo debían esperar a
que despertara.
Sus ojos se perdían en aquella preciosa criatura, por más que la miraba no podía
cansarse de hacerlo, era como si no estuviera satisfecho nunca. El saber que
estaba bien calmaba sus ansias y lo hacía estar tranquilo, ella lo hacía estar
tranquilo.
Sasuke volvió a mirar hacia la cama, parecía que a Kiba no le importaba nada,
como si lo demás a su alrededor fuera meramente basura desechable. El
azabache sintió algo extraño, como si sintiera una calma inmensa.
No lo podía entender como esos tres podían hacerlo sentir tan nostálgico. No
podía dejar de recordar a sus hermanos, a lo mucho que los admiraba y quería
pero ahora no podía más que atesorar esos recuerdos que ahora eran solo esos,
recuerdos lejanos y efímeros que se le escapaban de las manos.
Pero de alguna forma estaba bien, estando ahí se sentía a gusto y de cierta
manera también se sentía en familia. Se estaba haciendo de noche y Okami
parecía que no despertaría hasta el día siguiente, se acomodó al pie de la cama
junto a Kiba y pronto Sasuke fue a su lado.
Entonces Itachi pasó por la cortina con intenciones de llevar a los niños de
vuelta al pueblo pero los cuatro chicos y Akamaru estaban dormidos juntos.
Bien
¿Estás seguro de que quieres seguir fuera de los túneles?-les decía Tsunade
que había salido a despedir a los viajeros
Estoy seguro-dijo él-si seguimos por aquí haremos que El consejo meta sus
narices aquí
La bruja estuvo a punto de objetar pero sabía que el vampiro tenía toda la razón
y lo último que necesitaban ella y sus demás compañeros era a El consejo de
vampiros paseándose por sus callejuelas, aquellos individuos eran aún más
peligrosos que la inquisición misma porque sus intenciones eran
completamente desconocidas, podían hacer tanto bien como daño pero nadie
quería pasar a averiguarlo.
El pelinegro asintió lentamente para volver por el caminillo por el que habían
llegado mientras la bruja miraba despidiéndolos con una enorme sonrisa en el
rostro y cuando se hubiesen ido, ella regresó a su casa que ahora estaba
totalmente en silencio, la visita del joven vampiro había sido realmente
placentera.
Durante los meses anteriores se había dedicado a huir y a esconderse, había
perdido a muchos amigos en esas quemas masivas de brujas. Ninguna de esas
personas supo que habían asesinado a pioneras de la medicina mágica y sabios
capaces de poder ayudar a toda la raza humana.
Ella sabía que debía haber algún trasfondo detrás de todo eso, algo que nadie
más estaba viendo porque las cosas estaban sucediendo de la noche a la
mañana y eso le parecía muy extraño, sabía que las personas no se despertaban
una noche con sed de sangre. Si, la iglesia había avivado la llama pero estaba
segura de que no habían encendido la mecha.
Pero no podía estar segura de nada, todo eran especulaciones propias que solo
se quedarían en eso y no tenía más remedio que seguir escondida en los túneles
subterráneos esperando algún día poder recuperar esa pequeña casa en el
bosque que había sido destruida por el fuego y donde por poco no escapa.
Se recargó en la mesa junto a la chimenea para ver arder las brasas, ya no podía
salir a dar largos paseos por el bosque ni visitar las villas en busca de pacientes,
ahora la quemarían por mostrar sus narices lejos de su acogedor (y esperaba
que temporal) hogar.
Ya fuera de los túneles, la luz de la mañana les pegaba como una especie de
regalo divino, estar en esos pasadizos podía ser seguro pero estar siempre
encerrados no era una opción y mucho menos para cuatro niños y un perro.
¡Mira hermano!
Itachi dio un respingo y miró hacia abajo para encontrarse con su hermanita
jalándole hacia abajo, le daba mucho gusto que ella ya estuviera bien pero no le
gustaba que hiciera escándalo.
No era un circo formalmente, era solo una pequeña carreta de donde habían
bajado algunas personas haciendo malabares y escupiendo fuego.
¿Podemos ver?
No lo sé Okami…
Anda, por favor hermano mayor-suplicó ella
No podía negarse ante esa carita y más cuando ella había salido de una fiebre
espantosa, además no era la única interesada sino que los demás niños también
querían ir y podía verlo en sus ojos. Después de todo seguían siendo niños y no
podía negarles lo que se les había sido arrebatado, no podía simplemente
decirles que no cuando ellos eran niños tan buenos.
Ese hombre tenía una imagen graciosa con un curioso bigote puntiagudo que
desafiaba la gravedad estando hacia arriba además de un gran sombrero de
copa y su traje negro con una corbata de colores.
Una bocanada de fuego salió del hombre al otro lado que hacía que las personas
gritaran fascinadas. Y así siguió con los demás actores hasta detenerse en un
muchacho que vestía con un traje también solo que era más formal y en sus
manos tenía un sombrero y un pañuelo.
Pero algo no andaba bien, Itachi se dio cuenta enseguida que el mago había
fijado sus ojos en él y sus niños. Las personas solían fascinarse con esos actos de
magia mundana solo porque sabían que eran trucos preparados, era peligroso
hacerse llamar “mago” entonces, por eso ese Fénix se hacía llamar “ilusionista”
pero mirando a sus ojos se dio cuenta de que no era solo un humano, debía ser
un mago o hechicero colado en un acto de humanos.
Ellos no querían partir pero no querían contradecir al que ahora era su superior
así que asintieron y se retiraron del espectáculo en silencio para poder seguir
con las compras e irse lo más rápido que pudieran.
Lee se adelantó un poco más hasta alcanzar a Itachi, sabía que eso debía de ser
la respuesta a sus problemas.
Lee miró a Itachi como esperando encontrar algo distinto pero el vampiro
seguía sin inmutarse sumido en sus propios pensamientos.
Un circo.
Había pensado en una manera extravagante y muy sencilla de viajar. Los circos
siempre estaban llenos de personas extrañas y sin embargo las personas no les
temían ni sospechaban de ellos porque se suponía que ellos eran de ese modo.
Pero más importante que las decoraciones, estaba la protagonista de aquel día.
Okami estaba de pie frente al gran espejo ornamental de cuerpo completo.
El rubio se había ofrecido a ayudarle, estaba tras ella abrochando los últimos
botones del vestido que Hinata había hecho. Su vestido era largo y ceñido, con
una especie de olan en escote, Ino había hecho una corona de flores azules que
ahora llevaba en la cabeza, unos aretes hechos con pluma que Sakura le había
prestado y un viejo collar de cuando era niña.
Ella volvió a echar un vistazo al reflejo, jamás pensó verse de esa manera algún
día pero ahí estaba parada frente al espejo terminando de arreglar su maquillaje
y su vestido para poder caminar al altar con el hombre al que amaba.
Kiba dio un suspiro pesado y se sentó en su cama y miró risueño al otro lado,
ya no sería el compañero de carpa de Naruto. Itachi le había dado a él y a
Okami una carpa propia como regalo de bodas.
Antes de poder decir nada, alguien más entro a la carpa y para la desgracia de
Naruto, no era otra persona más que Shikamaru que también se veía muy
apuesto ese día en particular. Le dedicó una mirada pícara al rubio pero al
parecer él no era su objetivo esa vez. Pero en vez de ser mal recibido, Kiba
pareció estar más feliz ahora que el castaño estaba ahí y más por lo que sostenía
en las manos.
Shikamaru le puso a Kiba en la cabeza lo que parecía ser una corona de flores
adornada con un par de astas de venado.
Entonces gracias
Shikamaru sonrió débilmente y giró sobre sus talones para irse pero antes miró
sobre su hombro directo a Naruto y le guiñó un ojo, el rubio supo que había
guardado la compostura entonces pero que seguramente no lo haría por
siempre.
Una a una, las chicas también fueron ocupando su sitio mostrando esos
preciosos vestidos que Hinata había hecho, por poco y no los termina a tiempo
pero todo el esfuerzo había valido la pena y eso estaba reflejado en el vestido
más hermoso de todos y ese era el de la novia que aún no aparecía. Entonces
todos estuvieron presentes, ahora solo faltaba la persona más importante en ese
momento.
Las ansias de Kiba eran visibles enseguida pero pronto no tuvo que sentirlas
más. Todos los presentes miraron hacia atrás para ver a la bella novia del brazo
de su hermano mayor caminando lentamente hacia el altar.
Kiba estaba mudo, sus ojos se abrieron tanto que sintió que iban a salirle de las
orbitas. No podía terminar de llenar sus pupilas con esa imagen celestial que se
acercaba a paso lento, como si el tiempo corriera más lento de lo habitual y solo
fuese capaz de ver esos ojos azabaches profundos y brillantes de los que había
estado enamorado siempre. Los ojos se le humedecieron, no podía evitar
sentirse en el cielo con tan solo ver esa sonrisa que lo cautivaba.
Sasuke sonrió de medio lado y miró por última vez a Okami de esa forma para
entregarle su mano a Kiba que enseguida la tomó. En cuanto ambos se tomaron
de la mano, fue como si todo lo demás ya no importaba porque ahora estaban
ahí los dos juntos.
Y así lo hizo. La ceremonia era igual a las bodas que se celebraban actualmente,
Ino se había encargado de todo aunque fuese más un acto teatral que una
verdadera ceremonia religiosa. El trabajo de Itachi era solo oficiar el matrimonio
pero la encargada de la organización dijo que eso sería muy aburrido y
entonces harían una boda convencional para hacer las cosas más interesantes.
Tu primero Kiba
El corazón del castaño le palpitaba tan fuerte que en cualquier momento le
saltaría del pecho. Con manos temblorosas tomó el anillo y miró a su novia que
le dedicó la mirada más cálida que jamás vio. Respiró hondo y logró calmarse.
Un silencio extraño se hizo entre los presentes pero aún así el ambiente era
ligero y muy romántico.
Bien-siguió Itachi-creo que está demás decir que puedes besar a la novia
No necesitó decir más, Kiba tomó a Okami de la cintura y la atrajo hacia él para
poder besarla apasionadamente, ahora eran marido y mujer.
La ceremonia no era todo lo que Ino había hecho que se viera espectacular, sino
que la recepción era impresionante. Había ocupado el comedor y lo había
adornado con flores y guirnaldas además de que la comida que había
encargado se había preparado con mucha antelación y ahora todos podían
disfrutar de una cena exquisita.
Pero antes de que comenzara la cena, todos estaban disfrutando del momento,
era una fiesta bastante íntima y familiar así que estaban disfrutando el doble.
Ambos fueron directo con la pareja de recién casados para poder darles sus
felicitaciones. Aquella pareja irradiaba luz propia, no se habían separado desde
que Itachi los había nombrado marido y mujer y no era para menos.
Pero no duró mucho así, la muchacha saltó de los brazos de Kiba para ir
corriendo en dirección de aquel hombre que la recibió con los brazos abiertos.
Naruto no pudo evitar mirar esa escena, no conocía a esa persona que estaba
ahí parada pero sin dudarlo parecía muy peculiar.
Iba con una capa color café obscuro y una especie de máscara que le cubría la
mitad del rostro sin mencionar el parche en el ojo y el cabello gris.
Es Kakashi-explicó Sasuke
¿Kakashi?
Fue mi mentor y básicamente fue el que ayudo a Itachi para formar este sitio
¿Por qué no se quedó?
Es una historia muy larga
Antes de que Naruto pudiera siquiera seguir preguntando más cosas, aquel
hombre tan extraño se acercó a ellos dos. Más de cerca, parecía más excéntrico
que nada, el único ojo que Naruto podía ver enseguida se clavó en el los suyos.
El azabache abrió la boca como queriendo decir algo pero simplemente esa
explicación debía darse en otro momento. Pero aún así, Sasuke no debía ser
grosero ante su mentor, el primer gran mago Fénix.
Dicho esto, Kakashi siguió su camino para poder seguir saludando a todas las
personas que no había visto en un largo tiempo. Todos parecían extrañarlo
mucho, pero no paraba de imaginar lo que podía ser ese tal Kakashi.
Pero no hubo más tiempo de nada, Ino estaba ya algo histérica porque la hora
de la cena se estaba retrasando más de lo que debía así que era hora de empezar
la celebración.
Okami le habló a Naruto de los primeros años del circo, cuando solo eran ella,
sus hermanos, Kiba y Lee. Todo empezó al ver un acto de circo callejero y al
notar que nadie se asustaba por los artistas, Itachi decidió que eso era lo que
quería pero para lograrlo tuvieron la grandiosa ayuda del mago que había sido
su inspiración, el primer y más grandioso ilusionista, Kakashi, mejor conocido
como Fénix.
Naruto quería seguir hablando de eso pero había algo más en su cabeza y ese
era Sasuke, eso era lo más importante para él en ese momento sin dudarlo.
Todo el asunto de la boda, ver el amor que se tenían Kiba y Okami era solo un
perpetuo recordatorio de ese sentimiento latente en su interior siempre
presente.
Kiba había querido hablar con Sasuke desde hacía un rato pero con la llegada
de Kakashi las cosas se alborotaron y no hubo un momento oportuno hasta que
lo vio sentado solo con Naruto y aunque no quería interrumpir necesitaba estar
un momento a solas con él.
Una risa nasal salió de entre los colmillos laterales de Kiba, estaban detrás de
unos juegos mecánicos para poder tener un poco de privacidad.
Rieron débilmente, siempre había sido de esa forma entre los dos, siempre
juntos pasara lo que pasara como los mejores amigos que eran. De cierta
manera aquel par era la pareja perfecta y estaban perfectamente conscientes de
eso, y después de tantos años nada había cambiado entre los dos.
¡Kiba!
La voz de Okami los distrajo a ambos que giraron la cabeza para encontrar a
Naruto y a la menor de los hermanos Uchiha llamando a su marido desde lejos.
¿Solo eso?
Al principio era así
¿Al principio?
Hace poco, Okami descubrió que hay un sello dentro de su subconsciente
¿Un sello?
Al parecer, alguien selló sus recuerdos
Sellar los recuerdos también significa sellar el aura, la esencia de nuestro ser-
explicó despacio-es magia extremadamente complicada
Lo sé, esta clase de sellos solo pueden ser rotos por quien los colocó
¿Por qué alguien sellaría los recuerdos de un humano común y corriente?
Esa es la pregunta que me hago desde que lo supe
De alguna manera, Itachi volvió a sentirse ese joven de dieciocho años a cargo
de un grupo de niños teniendo que sobrevivir. Kakashi siempre fue para él
como un padre, una guía para poder saber cómo actuar y las cosas que debía
hacer. Siempre le estaría agradecido, si no fuera por aquel hombre, Itachi no
habría sabido lo que debía hacer.
Partiré al amanecer
Gracias por venir, hiciste a mi hermana muy feliz
No podía perderme el compromiso de esos dos, era solo cuestión de tiempo
Si-dijo muy quedito-ella va a estar muy contenta cuando se lo diga
No estés tan seguro, se enojará por no haberla invitado
Kakashi había estado viajando e investigando algo que nunca supo qué era,
mientras viajó con él pudo darse cuenta de los grandiosos poderes de aquel
mago y sobre todo sus intenciones. Esa persona no era mala, podía sentirlo pero
sin embargo, no estaba seguro de nada.
decimo cuarto acto:“ dos palabras”
Okami estaba de pie frente al espejo de cuerpo completo contemplando su
figura mientras Kiba desabrochaba botón a botón besando su cuello hasta
lograr hacer que el vestido se cayera dejando al descubierto la figura desnuda
de la chica cubierta solo por unas sencillas bragas de encaje blanco.
¿Pesadillas?
Él no quiere que hable de eso con nadie
¿Vas a guardarle secretos a tu marido?
Ella rio débilmente, le encantaba como se escuchaba eso de “su marido” y más
saliendo de los labios de este mismo pero aún no podía decirle la verdad, no esa
vez. Tal vez podrían hablar por la mañana pero en ese momento disfrutarían de
su noche de bodas.
Debido al hecho de que Okami ahora estaría con Kiba todas las noches, Naruto
fue libre de mudarse por completo con Sasuke y ahora debían dormir juntos lo
que le dio una buena excusa al vampiro para deshacerse de una de las camas y
conservar solo una.
No lo intentes Naruto
Si vienes ahora te la chupo
No puedes chantajearme con sexo oral, no es justo
Tu siempre usas esos trucos sucios conmigo
Eso es porque yo soy el vampiro
Deja de ser un bebé llorón y ven a la cama
Una risa picarona salió de los finos labios de Naruto pero decidió cumplir su
promesa y se sentó a la orilla de la cama y Sasuke se acercó. Con manos hábiles,
Naruto desabrocho el pantalón de su pareja y lo bajó para dejar al descubierto
su erección para enseguida meterla a su boca. De una manera brusca Sasuke se
sentó en la cama y Naruto se arrodillo ante él para seguir con su tarea.
Despacio…
Claro que el rubio iba a obedecer así que subió lentamente por el vientre de
Sasuke rosando sus labios por la piel inmaculada de Sasuke hasta detenerse en
su cuello en donde aprovechó para acomodar sus caderas sobre las de Sasuke
que llevó sus manos al trasero de su amante para poder sostenerlo.
Los labios de Naruto subieron un poco más hasta encontrarse con los labios de
su amado que simplemente saboreó despacio. Frotaba su cuerpo contra el de
Sasuke sintiendo esa corriente eléctrica recorrerle entero, las manos del
azabache apretaban más el trasero de Naruto atrayéndolo más hasta que sus
intimidades fueron capaces de tocarse sobre la ropa.
Ah…Sasuke-suspiró Naruto
Quítate la ropa torpe
Una risita traviesa salió de los labios de Naruto y se puso de pie para
rápidamente terminar de desnudarse frente a los ojos atentos de Sasuke que sin
quitarle los ojos se terminó de desnudar también. Después Naruto regresó a
sentarse en las piernas de su amante solo para poder sentir de nueva cuenta esa
corriente mágica y sensual al roce puro de sus pieles.
Las manos de Sasuke regresaron al trasero de Naruto solo que ahora podía
colar sus manos más allá de donde la ropa le permitía tocar. Una de sus manos
se encargó de sostener el cuerpo de su amante y la otra la usó para acariciar un
poco más profundo hasta encontrar la entrada del rubio que lanzó un gemido
ahogado en cuanto el dedo de Sasuke entró en él.
Sasuke comenzó a mover sus caderas más rápido ayudándose de sus manos
para poder ir lo más profundo que pudiera pero Naruto también se movía en
busca de un contacto más profundo haciendo que el aire se llenara de ese
particular olor a sexo al que estaban acostumbrándose y que les encantaba.
Más…-suplicaba Naruto
Pero no estaba en los planes de Naruto hacer caso a esa orden, ya era hora de
ser él quien pudiera llevar las riendas del asunto. Sabía bien que Sasuke lo hacía
de esa manera para protegerlo pero él también quería demostrarle que quería
cuidar de él además no podía encontrar una mejor manera de demostrarle ese
sentimiento que era incapaz de decirle con palabras.
Se alzó un poco, solo para que el miembro de Sasuke pudiera rosar con su
entrada para poder introducirlo en él. El azabache solo agarró las caderas de
Naruto con más fuerza, no se esperaba para nada eso, no estaba seguro de nada
pero al mismo tiempo quería que Naruto sintiera que confiaba en él.
Cuando Sasuke estuvo por completo dentro del cuerpo de Naruto volvió a
llevar sus manos al trasero de este mismo para ayudarle a moverse a su ritmo.
El rubio hacía movimientos con su cadera hacia adelante y hacia arriba para
bajar después profundizando las embestidas que Sasuke intentaba hacer
cuando también movía sus caderas.
Sasuke solo suspiraba esporádicamente, miró hacia arriba solo para contemplar
la figura de Naruto moverse despacio y después más rápido solo con el fin de
durar un poco más. Podía sentirlo en todo su cuerpo, entonces el rubio se
inclinó apoyando las manos en el pecho de Sasuke para que este pudiera seguir
viendo ese rostro sudoroso y esos mechones de cabello dorado que se pegaban
en sus cienes. Unas gotitas de sudor que cayeron de la frente de Naruto
impactaron en el rostro del azabache que solo podía seguir sintiendo lo más que
podía.
Pero ya no era posible, no podía sostenerlo un segundo más, Sasuke sentía que
en cualquier momento lo haría así que de un solo movimiento hizo que Naruto
quedara debajo una vez más y sin dejar de penetrarlo se acercó más a su cuerpo
haciendo de sus envestidas más intensas y profundas. A Naruto ya no le
importó nada, solo se dedicó a seguir gritando y gimiendo al sentir el miembro
de Sasuke dentro de él acariciando el interior de su cuerpo estimulando ese
punto donde solo el azabache sabía llegar.
¡Sasuke!
Para Sasuke, las sensaciones estaban siendo más intensas aún. El dulce sabor de
la sangre de Naruto le llenaba la boca y hacía que sus papilas se sintieran en
otro universo. Su cuerpo reaccionaba de una manera tan intrigante que no
quería dejar de sentir ese éxtasis por todas partes, no siquiera podía decir que
eso era un orgasmo, se sentía tan bien que esa palabra se quedaba corta con lo
que estaba experimentando. Era el cielo y el infierno en uno solo, la sangre de
Naruto y su sexualidad, su toque y su sabor además de sentir esa atracción
intensa, eso que solo el rubio podía hacer con él.
Se vino ruidosamente dentro de Naruto para poder caer exhausto sobre el
cuerpo de su compañero. Sus respiraciones agitadas solo eran un recordatorio
más de que acababan de tocar el cielo con las manos como siempre.
Sasuke salió despacio del cuerpo de Naruto y se acostó a un lado sin dejar de
respirar agitadamente. Miró a su costado ese inmaculado rostro y esos
preciosos ojos azules que estaban cerrados y tratando de recuperar el aliento;
esa visión solo le hizo recordar todo lo que sentía, todo lo que había pasado y
todo lo que había pensado en esa situación. Su corazón daba tumbos en su
pecho y no solo era por lo que acababan de hacer, sino que estaba esa otra cosa
que lo hacía simplemente perderse.
La boda de su hermana, el ver como ella tenía el valor de poder decir lo que
sentía, incluso la conversación que había tenido con el que ahora era su
hermano eran cosas que lo mantenían con ese pensamiento en la cabeza.
El rubio abrió los ojos lentamente, estaba fatigado y todo lo que quería era solo
ir a dormir pero tampoco podía solo dejar a Sasuke de esa manera así que giró
para quedar frente a frente con el azabache que lo miraba con los ojos entre
abiertos. Una vez que estuvo así, Sasuke llevó una mano a la mejilla de Naruto
y acarició suavemente la piel perfecta de su novio.
Te amo…-susurró
Todos esos años confinado a una vida de miseria, después de haberse dado por
vencido en el amor y convencerse a él mismo de que nunca nadie iba a decirle
esas palabras, que nadie iba a molestarse en sentir algo así por él y ahora estaba
ahí, acostado frente a frente con el hombre que tuvo el valor para poder amarlo.
También te amo Sasuke…-logró decir con la garganta hecha nudos
Naruto se movió que se acurrucó sobre el pecho de Sasuke y aunque tenía los
ojos cristalinos, se esforzó por dibujar la sonrisa más amorosa que pudo.
Todos sabían que esa noche regresarían los cazadores así que trataron de
terminar sus deberes lo antes posible para no estar presentes al atardecer. Esa
sería una noche fría y seca, podía sentirse la tensión por todas partes, el
crepúsculo solo anunciaba lo inminente y lo indeseable, nadie quería lidiar con
la visita de los cazadores y menos después de haber tenido tanta diversión.
Al frente, estaba Deidara que caminaba a paso rápido y campante con una
enorme sonrisa en los labios, casi no podía contener la emoción. Detrás de él,
venían sus compañeros de viaje, Sasori e Hidan que solo estaban ahí por
encargo pero al mismo tiempo escudriñaban cada centímetro del circo en busca
de algo que pudieran usar en contra del vampiro mayor.
¿Qué dices?
Itachi no es tonto-intervino Hidan- le diste tiempo para pensar en un plan,
debiste simplemente tomar a la chica
Los dos cazadores se miraron entre ellos pero no dijeron nada, solo debían
esperar ahí mismo hasta que obviamente Deidara fuese rechazado. A ninguno
de los dos les agradaba lo que estaba pasando en ese circo pero no podían hacer
nada sin que Itachi rompiera las reglas.
El rostro de Deidara se tornó rojo hasta las orejas, los labios de Itachi estaban
muy cerca de los suyos y el momento en que sus pieles se rozaron, Deidara ya
no pudo más que derretirse en los brazos del azabache.
Itachi…
Siempre has estado cerca-susurró sobre los labios de Deidara-pero sé que no
es por Okami
Deidara no supo exactamente cómo reaccionar, su primer impulso fue empujar
a Itachi pero el azabache lo tenía bien agarrado de las manos para después
mudar estas mismas a la cadera de su acompañante y atraerlo más a él.
El beso fue inminente, esa ráfaga de lujuria y pasión pasó por sus cuerpos tan
rápido que ni siquiera fueron conscientes de ello. Itachi empujó con su cadera a
Deidara hasta que este se sentó en el escritorio mientras las manos del mayor
recorrían la espalda del rubio hasta terminar en su cabeza. Sostuvo la cola de
caballo con fuerza y la haló hacia atrás para abrirse paso en la blanquecina piel
del cazador.
Los labios de Itachi fueron más abajo hasta el pecho de Deidara en donde abrió
la camisa de este desabrochando solo los primeros botones y saboreando ese
pequeño tramo de piel pálida que pudo alcanzar para después volver a subir a
sus labios y reclamarlos como suyos entonces.
En el momento de separar sus rostros, un hilo de saliva se hizo visible entre sus
bocas antes de quebrarse por la separación.
La voz de Itachi sonaba dura pero al mismo tiempo eso era un factor
importante para que Deidara siguiera ahí mismo, pidiendo por más y más al
azabache.
Tú eres un sangre pura-continuó- además El consejo te tiene entre ceja y
ceja…
Esto crearía un conflicto de intereses, lo sé, pero aún así no puedo dejar de
desearte Deidara
Una ráfaga de viento soplo y Sasori aspiró profundamente, cerró los ojos para
poder apreciar mejor aquel aroma que estaba entrando por sus fosas nasales.
Un humano-musitó
Hidan, al escucharlo, aspiró también tratando de percibir ese aroma del que
hablaba su compañero y enseguida capto el olor.
¿Qué hacemos?
Nada
¿Nada? Entremos por Deidara y avisemos al consejo
Dije que no haremos nada-sonrió-tampoco le digas a Deidara, hemos
encontrado la gallina de los huevos de oro
La sonrisa en el rostro de Sasori era inmensa, Hidan jamás lo había visto tan
contento pero de cierta forma sabía que si quería llegar más lejos debía seguir a
su compañero no importaba qué era lo que debía hacer.
Tan a la mano unos segundos después salió Deidara de la carpa de Itachi, claro
que con las mejillas rojas y el cabello algo despeinado.
Cierra la boca
Dejen de pelear- les interrumpió Sasori-nuestra misión aquí ha terminado
Deidara notó enseguida que estaba ocultando algo pero no le dio mucha
importancia, Sasori siempre se comportaba de esa forma y no podía hacer nada
al respecto.
Y así, los tres cazadores Dhampir partieron de regreso, solo que esta vez
llevaban una importante noticia que tal vez le interesaría al consejo.
cuarto interludio
¡Mírame!-gritó Sasuke-soy un gran mago
Durante los siete días que siguieron, Sasuke había estado jugando a lo mismo
intentando imitar a ese gran mago que habían visto en ese acto callejero. Al
principio todos estaban emocionados y jugaban con Sasuke pero después de
tres días, el juego del “gran mago” se había convertido en una molestia.
Itachi, por su lado, no hacía mucho caso a los juegos de su hermano, ya tenía
esa idea de poder pasar desapercibidos como un circo ambulante pero no eran
más que un grupo de niños y él sin ningún talento aparente, aparte de ser
fenómenos de la naturaleza ante los ojos de los humanos.
Se habían ido del pueblo y ahora estaban por llegar al siguiente y aún así Itachi
no podía pensar en algo coherente. Para poder formar un circo primero
necesitaba artistas y no podía pedirles a los niños que aprendieran trucos
nuevos cuando ni siquiera él era capaz de hacer nada.
Una enigmática risilla vino desde entre los árboles, era una voz ajena que no
lograban reconocer, claro que eso no significaba otra cosa más que peligro así
que Itachi se puso alerta.
Los motivos del mago eran fuertes e Itachi podía sentir el odio y la sed de
sangre fluyendo en cada poro de la piel de aquel individuo, todos esos
sentimientos eran visibles con tan solo mirar dentro del único ojo descubierto.
Una sonrisa se dibujó sobre la máscara que cubría el rostro de Kakashi, como si
le hubieran dado gracia las palabras del vampiro.
¿Qué sabes de un circo? Quiero decir, lo más lejos que llegas es a un show de
fenómenos
Itachi no dijo nada, sabía que el mago tenía razón, ninguno de los niños era
particularmente un artista y tampoco podía pedirles que de la noche a la
mañana aprendieran a hacer maravillosos trucos.
Era una propuesta interesante, también era lo que necesitaban. Itachi era un
vampiro prodigio, un genio sin dudarlo pero también era joven e ignorante,
nacido en una cuna de oro y sin saber lo que realmente eran los humanos.
Rock Lee estaba sentado junto con sus compañeros pero tampoco podía dejar
de escuchar lo que estaba pasando. Él era el mayor después de Itachi y también
le interesaba poder tener esa nueva ayuda externa. Así que se puso de pie,
dispuesto a intervenir en la conversación si era necesario pero al parecer Itachi
no estaba de acuerdo con ser interrumpido porque le hizo una seña para que se
quedara en donde estaba.
¿Perro encantado?
¿Ves? Es a lo que me refiero-suspiró el peliplata-ni siquiera has sido capaz de
detectar que el perro de ese chico está encantado
Itachi abrió la boca para poder decir algo pero simplemente no pudo. No podía
negar el hecho de ser bastante ignorante.
Te sientes impotente-atinó a decir Kakashi-y no te culpo
Suponiendo que tengas razón y deje unirte ¿Qué es lo que me beneficia?
¿Me has estado escuchando muchacho?
Todos dieron un respingo y por primera vez desde hacía un buen rato, Itachi
pudo sentir esa sensación que solo se hacía presente cuando su padre le
regañaba.
Una vez más el azabache no dijo nada, apretaba la mandíbula incapaz de poder
refutar nada. No se había puesto a pensar en todo el trasfondo que conllevaba el
tener que lidiar con una carga de ese tipo sobre sus inexpertos hombros.
Lo sé yo…
No, no lo sabes-volvió a interrumpir-si sigues haciendo esto-señaló
alrededor- lo único que ocasionarás es que los maten
Ya no pudo más.
Era verdad, Itachi apretó los ojos tratando de detener las lágrimas que no
debían aparecer pero también lo necesitaba. Itachi no había tenido la
oportunidad de llorarle a sus padres pero eso debía esperar, aún no era el
momento.
El mago le dio una palmada más a Itachi en la espalda que enseguida se separó
del que ahora sería su nuevo mentor. Kakashi se pasó por enfrente de los niños
que estaban sentados sin expresión alguna, menos Sasuke que no paraba de
fascinarse solo con ver a aquel individuo.
Yo no…
Déjame adivinar-le interrumpió-no vas a obligar a los peces a ser bufones
No…
Creo que podrás aprender a hacer malabares
Lee no tuvo más que asentir lentamente, si quería seguir ahí mismo y sobrevivir
junto con sus compañeros entonces debía obedecer las órdenes del mago
experimentado. Los ojos del tritón no se despejaban de Kakashi, de alguna
manera el hecho de que Itachi confiara en él ya era bastante ganancia para su
parecer pero al mismo tiempo no podía simplemente seguirlo sin cuestionarle
aunque entendía perfectamente que ese no era el momento correcto para
hacerlo.
En cuanto al vampiro más joven sintió que ahora el mago le daría una tarea
importante, se puso de pie enseguida, esperando poder recibir órdenes.
También Okami se había puesto alerta aunque no estaba tan emocionada como
su Sasuke, más bien sentía mucha curiosidad e interés por el mago.
Vampiros…
Si señor-se apresuró Sasuke
¿Qué podemos hacer con ustedes?
¡Magia!-atinó a decir Okami
Una vez más esa sonrisilla se dibujó por sobre la máscara, ya esperaba una
respuesta similar. Aunque no era una mala idea, al ser vampiros (aunque aún
no bebieran) tenían capacidades que los hacían aptos para las ilusiones.
¿Creen tener lo necesario para poder ser magos?-preguntó Kakashi con cierta
intención
Okami tomó la mano de su hermano mayor que le apretó al sentir su contacto.
Ambos estaban emocionados aunque la pequeña solo estaba siguiendo a su
hermano mayor.
¿Realmente lo piensas?
Mi hermano lo piensa
Quiero que me digas lo que tú piensas
Sasuke puede hacerlo, entonces yo quiero hacerlo también porque debo
seguirlo siempre
Kiba no se quedó atrás aunque un sentimiento raro fue el que le dominaba, era
como si no quisiera moverse entonces pero definitivamente era algo que le
hacía querer patearle el trasero al azabache.
Esa misma noche decidieron acampar a las afueras del pueblo contiguo, claro
que ahora no estaban completamente solos, la llegada del mago ahora hacía que
Itachi no sintiera que estaba completamente a cargo.
La fogata era discreta y algo pequeña pero bastaba para poder mantenerlos
calientes menos a Lee que prefería un lugar un poco más fresco.
Pero ya era tarde y aunque los adultos estaban aún junto al fuego hablando
sobre algunas cosas, Sasuke, Kiba, Okami y Akamaru ya estaban bajo las
sábanas para acostarse. Estaban en una pequeña carpa algo rustica y portátil
que solo era una gran tela y algunos palos que encontraban en el camino unido
con cuerdas. Lee siempre pasaba la noche afuera tratando de buscar algún lugar
más fresco y si era posible un lago; Itachi y ahora también Kakashi se quedarían
ahí a vigilar el campamento.
No lo sé…-musitó Sasuke
¿Qué se siente?
Todos lo hacemos
De…
¡Silencio! Ya no hablaré más de eso
Y dicho esto, Sasuke se volteó hacia su lado sin querer decir nada más y
también así lo hizo Kiba dándole la espalda a los hermanos pero sintió algo que
le hizo erizar los vellos de la nuca, giró la cabeza para encontrarse con la menor
de los hermanos recargada en su espalda aún durmiendo.
El sentimiento en el pecho de Kiba era bastante nuevo, el calor que emanaba de
esa pequeña le permitía estar en paz. Podía sentir a la perfección la respiración
de Okami en su espalda y por primera vez en su vida pudo saber que alguien lo
quería, que lo necesitaba en su vida. Entonces estuvo totalmente seguro de que
iría siempre tras ella, no estaba seguro de si era completamente por haberse
impregnado de ella pero si de algo estaba seguro era que iría con ella siempre.
Fuera de la carpa, Itachi estaba sentado frente al fuego con la diferencia de que
ahora el mago descansaba a su lado disfrutando también de la compañía del
vampiro que trataba de no caer rendido, había sido un día especialmente
agotador.
Una vez más, Itachi miró a su alrededor con ojos renovados solo para ver como
pequeñas luces aparecían de entre las ramas de los árboles. Primero pensó que
eran luciérnagas pero al verlas mejor se dio cuenta que no se parecían en nada a
eso.
Itachi alzo su mano para que la pequeña sílfide se sentara en esta misma, era
realmente hermosa y pequeña. Cuando las amigas de esta misma vieron que
aquel individuo no era peligroso se acercaron poco a poco.
Ellas son seres nobles… bueno, cuando quieren serlo pero lo son la mayoría
del tiempo
Son preciosas
¿Jamás las habías visto?
Leí de ellas en algunos libros de cuentos
Es increíble que solo las conocieras como cuentos de hadas
No pensé que fueran reales
Mírate hablando como un humano-dijo algo fastidiado-eres un vampiro…
sus superiores les enseñan que solo son ustedes los importantes y esto es para
que abras los ojos muchacho, hay más allá afuera de lo que te puedes imaginar
La sílfide en su mano retomó vuelo batiendo sus alas rápidamente, era
impresionante verla hacer eso, incluso a sus compañeras que eran también
espíritus del aire y entonces se odio a si mismo por no saber más. Había pasado
dieciocho años encerrado en una habitación aprendiendo todo lo que podía de
libros pero jamás pensó en poder poner un pie fuera de su zona de confort,
incluso en esa situación en la que le habían obligado a estar seguía siendo un
completo ignorante.
La pequeña criatura se acercó al rostro del pelinegro y con sus pequeños y finos
labios dio un suave beso en la punta de su nariz y entonces esfumarse en el aire
como si hubiera sido desde el principio vapor escurridizo desapareciendo ante
sus ojos.
Nigromancia
Es una habilidad…
…rara y especial-completó- papá lo decía siempre
Tu padre tenía mucha razón, muy pocos de los de tu especie son capaces de
tener semejante poder-le miró cuidadoso-¿has usado esa habilidad tuya?
¿Lo hago?
Claro que si
Kakashi se acomodó en su asiento y cerró el único ojo visible que tenía para
lanzar un gran suspiro al aire que fue opacado por su máscara.
Por su parte, Itachi tenía más dudas, quería saber más pero él también estaba
cansado y por primera vez en mucho tiempo sintió que podía dormir
tranquilamente.
decimo quinto acto:“ trigal”
Era de mañana, Naruto estaba dentro de la tina de baño lavándose como ya era
su costumbre, dejó de bañarse junto con los demás desde hacía bastante rato y
era mayormente para mantener a Sasuke contento más que cualquier otra cosa.
Entonces la carpa se abrió dejando entrar a una persona más, Naruto pensó que
se trataría de su novio pero en lugar de Sasuke estaba su hermana menor con
una toalla en las manos.
Pensé que Sasuke estaría aquí contigo-le dijo ella dejando la toalla al lado de
la de Naruto.
¿Qué cosa?
Te llevaré con una experta, ya sabes, para esto del asunto del sello
¿De verdad?
Sí, es una vieja amiga de la familia
Naruto se quedó un momento pensativo, aún no le había hablado a Sasuke
sobre nada de lo que había pasado ni de lo que le había contado Okami. Estaba
preocupado porque lo supiera, no quería hacer un drama de algo que
probablemente no fuera nada.
Al mismo tiempo, no quería decirle porque sentía que era algo muy personal
que no le pertenecía a nadie más que a él. Sus memorias eran su vida, quería
poder cerrar los ojos y ver los brillantes ojos de su madre, la cálida sonrisa de su
padre dándole fuerzas para poder seguir adelante. Quería, por sobre todas las
demás cosas, poder entender la razón por la que ellos lo dejaron solo.
Sasuke…
No sabe nada, yo no le he dicho y no lo haré si tú no quieres, además él…
“Tampoco quiere que sepas de las pesadillas” iba a decir pero se detuvo justo a
tiempo, ya no había podido saber más sobre las pesadillas de su hermano
mayor, él no hablaba de eso y ya no dormían juntos. Estaba muy preocupada
pero no podía decirle nada a Naruto sabiendo que su hermano mayor se
enojaría.
¿Qué…?
Naruto te está esperando
¿Cuándo…?
Solo no dejes la tina sucia
No dijo nada más y se fue para darle paso a Sasuke que ni tarde ni perezoso
entro en el lugar de ella para encontrarse al rubio con la cara sonrojada hasta las
orejas por la vergüenza.
Se acercó sin decir nada y coló sus manos en la entrepierna del muchacho, las
manos de Sasuke se adueñaron del ya despierto miembro de Naruto que
empezó a masajear.
Naruto no quiso pelear más así que solo se arrimó más hacia Sasuke que lo
rodeo con sus brazos para pasar una de sus manos por su cadera hasta poder
llegar de nuevo a su miembro que siguió acariciando lentamente.
Las manos de Sasuke sabían a la perfección dónde tocar, cómo hacerlo y cuándo
hacerlo. Naruto cerró los ojos y recostó su espalda en el pecho de su
acompañante, saboreando cada deliciosa caricia. Las manos de Sasuke
apretaban suavemente y entonces la otra mano del pelinegro se coló junto con
la otra, solo que esta fue un poco más abajo hasta su entrada.
Sa…Sasuke
Shh…-susurró sobre el oído de Naruto-quédate quietecito
¿Mejor?
Si…
El rubio se giró y lo besó en los labios, amaba esa sensación tan cálida y húmeda
que solo encontraba en los labios de su acompañante. Siempre tan suave, tan
delicado pero a la vez tan ardiente y muy sensual.
Dicho esto, Naruto le dio un beso casto a Sasuke para salir de la bañera e ir a
vestirse. Ese día sería muy especial y no quería perder ni un solo minuto, estaba
muy emocionado por eso mismo. Después de vestirse y despedirse de Sasuke
salió disparado a buscar a Okami de nueva cuenta, quería partir en cuanto
pudieran.
Se encontró con ella en la entrada del campamento, partirían solo ellos dos
juntos. La muchacha estaba muy al tanto de los sentimientos de Naruto sobre el
asunto, no le gustaría tener a una multitud de personas fisgoneando también en
su cabeza.
¿Sentirlas?
Son redes energéticas, no hay una mejor manera de expresarlo
Pronto estuvieron algo lejos, el sol quemaba la piel de Naruto pero a Okami no
parecía molestarle, sino que era todo lo contrario, era como si los rayos del sol
la recargaran de energía haciéndola ver como el total opuesto del estereotipo
del vampiro convencional.
Naruto quiso decir algo más, pero solo se concentró en el camino. El camino de
pavimento de la carretera era silencioso y caluroso, de vez en cuando algún
auto pasaba a su lado muy rápido. Parecían estar yendo hacia alguna zona
rural, había granjas y una gran extensión de tierra con sembradíos.
Pasaron por una vieja granja abandonada, Naruto pasó de largo pero pronto
regresó casi corriendo al darse cuenta de que su compañera había entrado en
esta. El césped enormemente crecido hacía de sus movimientos bastantes torpes
y el rubio tenía miedo de encontrarse con algún animal indeseado.
Okami puso sus manos en el suelo y enseguida comenzó a brillar haciendo una
especie de patrón, como si formara una puerta que pronto se abrió ante ellos
dándoles el paso a lo que parecía ser una especie de túnel.
¿Qué es esto?
Pronto estuvieron frente a uno de esos túneles que conducía a una puerta. Era
pequeña y redonda, de madera algo vieja pero eso mismo le daba un aspecto
rústico. Se acercaron a esta poco a poco y antes de siquiera tocar, la puerta se
abrió sola.
Tsunade…
Escuché que te casaste
Oh… Kakashi dijo que te enojarías-dijo algo avergonzada-lo lamento,
tuvimos que hacer los arreglos de último momento
Fue El consejo ¿verdad?
Si…
No…
¿Entonces?
Hace poco un chico se unió al circo, mi hermano fue muy condescendiente al
aceptarlo-decía como preparando a Tsunade para lo que diría- es un humano
¡¿Un humano?!
Si… uno muy especial al parecer
Te escucho
Hace poco me pidió que buscara en su mente los recuerdos de su familia y
estuve buscando en su subconsciente y entonces encontré algo
¿Qué cosa?
Encontré un sello
Entonces esto le interesó a la bruja, le miró como si intentara descifrar todo con
tan solo verle a los ojos.
¿Está aquí?
Sí, está esperando
Vamos
La primera en salir fue Okami que fue seguida de Tsunade. Naruto estaba
curioseando por los estantes cuidando de no tocar absolutamente nada, no
quería terminar envenenado con alguna poción o convertido en un sapo.
Él es Naruto Uzu…
No puedo ayudarles-le interrumpió la bruja
¿Qué…? Pero dijiste que…
No puedo hacer nada por ustedes
Las cosas estaban pasando increíblemente rápidas para su gusto, Naruto apenas
y tuvo la oportunidad de poder ver bien a aquella mujer. Piel pálida, ojos ámbar
y cabello rubio, todo en ella le parecía tremendamente familiar solo que al
mismo tiempo sabía que era la primera vez que se encontraba con ella.
La muchacha no pudo decir más y enseguida se retiró junto con Naruto que no
había sido capaz de poder decir una sola palabra al respecto.
Dentro de la pequeña casa de la bruja, esta misma se quedó quieta mirando a la
puerta, sus ojos eran turbios, casi como si le costara respirar.
El camino de regreso al campamento fue bastante tedioso y largo y más aún con
ese silencio tan pesado que había entre Okami y Naruto. Ambos estaban
totalmente frustrados y desilusionados, habían hecho un largo viaje solo para
nada.
Lo lamento Naruto…
No fue culpa tuya
Ya era tarde, el crepúsculo no tardaría en llegar y para esa hora todos los
miembros del circo estaban preparándose para la cena. Ni Okami ni Naruto
habían probado comida desde que salieron del campamento así que la idea de
la cena les era muy tentadora. Pero al parecer algo no estaba del todo bien, el
aire se tornó más silencioso y algo pesado.
Los dos se quedaron en silencio, de alguna manera querían estar presentes para
poder saber las intenciones del cazador pero no podían desobedecer las órdenes
de Itachi y mucho menos sabiendo que sus respectivas parejas estaban en ese
estado.
Además Sasuke, necesito que no le quites la vista a Naruto, no sabemos lo
que quiera Deidara-suspiró pesadamente- y eso va para todos, regresen a sus
carpas y quédense ahí
El atardecer cayó y con él se fue el calor del día, Deidara no tardaría en aparecer
así que Itachi se fue directo a su carpa. El vampiro no era tonto, sabía que el
cazador no estaba ahí para molestarles y de hecho había estado esperando su
regreso desde el día en que lo dejo ir tan tranquilamente.
Siempre hubo química entre los dos pero el rubio siempre insistía en Okami en
vez de ser sincero con sus propios sentimientos. No podía negarse al encanto de
Deidara, esos ojos brillantes y ese cabello rubio que se moría por sostener entre
sus manos. Aquella escena del escritorio le vino a la mente una vez más, el tener
a Deidara tan a su merced, vulnerable y sobre todo muy excitado le encantaba.
Esa si que era una respuesta inesperada, Itachi esperaba algo parecido a sexo
casual o solo una aventura pero parecía que el rubio hablaba en serio.
Deidara guardo silencio, estaba ahí por muchas razones y definitivamente esa
era una de ellas. Quería dejarlo todo ahora que su corazón estaba ordenado, sus
sentimientos ya eran claros y definitivamente sabía lo que quería.
Quería saber si habría algún espacio aquí… sé que no soy un niño huérfano
pero…
¿Por qué debería dejar que te quedes? Hasta donde sé, podría ser una trampa
No es ninguna trampa-susurró
¿Cómo puedo creerte?
Mírame Itachi- dijo casi desesperado- mírame a los ojos, trae a tu hermana, al
chico que puede ver las mentiras…
Los ojos de Deidara eran firmes y muy decididos, no había necesidad de llamar
a nadie, eso fue suficiente para que Itachi se convenciera pero al mismo tiempo
estaba temeroso, no sabía a ciencia cierta lo que podía pasar y aún así estaba
dispuesto a no someterlo a ninguna prueba. Le gustaba mucho como para
ponerle peros, siempre le había estado esperando pacientemente y ahora que
estaba ahí no podía simplemente rechazarlo.
Deidara…
Además ya no puedo ocultar mis sentimientos, pasé mucho tiempo
mintiéndome a mí mismo como para que ahora siga haciéndolo, ha sido una
mentira que ni siquiera yo he podido tragarme
Este circo fue fundado para darle cobijo a las almas desesperadas y
abandonadas- dijo suave- ahora tú eres una de ellas y no puedo negarte la
entrada
Itachi enredo sus dedos en la cabellera de Deidara suavemente para poder tener
control sobre él de alguna manera, además de poder disfrutar de aquella sedosa
sensación en sus manos, quería un poco más, la piel del rostro de Deidara era
exquisita y cuando sus labios tocaron los de él entonces una corriente eléctrica
le recorrió por completo. Su sabor era exquisito, cada beso era embriagador y le
encantaba, era como una droga incesante que le quemaba las entrañas pidiendo
más.
Pronto los labios de Itachi buscaron más, querían poder adueñarse de toda la
piel de Deidara así que poco a poco sus labios fueron bajando por el cuello del
rubio que solo recibía las caricias del pelinegro cerrando los ojos y acariciando
la espesa cabellera de este mismo.
Itachi solo apretó sus manos más contra la espalda de Deidara para acercarlo
más a su cuerpo y poder tocarlo más a profundidad. El rubio contraía su pecho
e Itachi aprovechaba este pequeño hueco para poder hundir su cabeza y llenar
sus pulmones de ese embriagador olor a sangre mestiza que lo hacía temblar.
Pero el vampiro era ambicioso, quería cada vez más y más así que despacio giró
su torso haciendo girar al cazador para acostarlo en la cama y terminar sobre él.
Deidara se estremecía con la sensación de los labios de Itachi, los labios del
azabache bajaban poco a poco acariciando suavemente todo su pecho y
abdomen y en cuanto sintió que llegaba al tope de su pantalón sintió que el
mundo se le volteaba de cabeza.
¿Ansioso?-susurró Itachi
Deidara no pudo hacer más que asentir casi desesperado, quería que Itachi lo
poseyera como solo él podía, nada se compararía a esa exquisita sensación de la
piel del azabache, en ese momento todo era perfecto.
Para Itachi, tocar a Deidara era un gozo incontrolable que le recorría entero y
cada vez que movía sus dedos le extasiaba sentir como su pareja se retorcía de
placer por su culpa. Pronto esto le aburrió al azabache así que bajó su rostro
hasta el vientre de Deidara una vez más y beso suavemente para después ir
directamente más abajo. Levantó las piernas de Deidara dándole una completa
y libre entrada al ano de este último y aprovecho este momento para dar una
larga lamida desde este lugar hasta los testículos del rubio.
Itachi…
Una vez más, Deidara no pudo evitar retorcerse en la cama mientras Itachi
seguía usando su lengua como mejor sabía hacerlo. Itachi era bastante hábil y
no solo estaba usando su boca sino que había empezado también a acariciar el
miembro erecto de Deidara volviéndolo loco.
Pero Itachi se aburría de estar haciendo eso así que dejó a Deidara para que
pudiera recuperar el aliento y se acomodó a su lado sin dejar de mirarle con
ojos ardientes y llenos de lujuria. Cuando el cazador por fin pudo estabilizarse
lo suficiente se dio cuenta de que el vampiro se había deshecho del resto de su
ropa así que se movió y lo esperaba con las piernas abiertas y una enorme
erección solo para él.
Deidara solo sonrió sin dejar de mover su cabeza, sabía que solo faltaría un
poco más. El estar teniendo sexo con un cazador era algo verdaderamente
peligroso, si Itachi se emocionaba demás y entonces lo mordía, su sangre le
haría daño.
Acomódate-musitó Itachi
No necesitó decir ni una sola palabra más para hacer entender a Deidara lo que
vendría a continuación así que se puso en cuatro con el pecho recostado en la
cama y las piernas abiertas alzando el trasero dándole a Itachi una vista
perfecta; este último sonrió mordiéndose el labio inferior emocionado de tan
solo ver aquel bello ser ofreciéndosele a nadie más que a él.
Ahora estaba justo en donde quería estar, Itachi miró el panorama por algunos
segundos saboreando de alguna manera la hermosa vista solo para poder
guardar un poco eso en su memoria. Era una escena indudablemente erótica y
hasta cierta manera sucia, el ano de Deidara ya empezaba a dilatarse de a poco.
Pero no solo quería mirar, Itachi se puso en posición también justo detrás de
Deidara que ya estaba esperando y de una sola estocada ya estaba dentro del
cuerpo de su amante.
Diablos…-musitó Deidara
Pero más que una súplica, era preocupación, si Itachi cometía el error de
morderlo entonces su sangre le envenenaría.
Calma…-le respondió-sé… sé las consecuencias
Las envestidas de Itachi se hacían más y más rápidas, Deidara sabía lo que
estaba a punto de pasar pero estaba más preocupado por el vampiro que por él
mismo.
¡Ah!-gritó Deidara
Aquel líquido rojo le recorrió la boca, Itachi no había evitado aquella mordida,
quería tenerlo todo de Deidara y no había una mejor manera de declararlo suyo
que esa misma. Sentía como la boca le escocía, como mientras la sangre de
Deidara bajaba por su garganta era como haber tragado ácido.
Pero el dolor estaba siendo mezclado con el éxtasis que solo el orgasmo podía
darles, a ambos. Deidara se dejó ir en la mano de Itachi al igual que este mismo
se dejó ir dentro de su pareja.
Itachi…-musitó mientras ponía una de sus manos en las mejillas del vampiro
Estoy… bien-contestó en voz carrasposa
No debiste hacerlo, yo…
Pero no pudo terminar de decir nada, los labios de Itachi reclamaron los suyos
como propios, todavía quedaban rastros de su propia sangre en la boca del
pelinegro dándole una sensación extraña, como si ahora el dolor de Itachi fuese
tangible.
Ya no dijo nada, el azabache se acomodó bajo las sábanas y Deidara lo hizo
sobre su pecho poniendo una oreja ahí mismo solo para escuchar esos tenues
latidos que venían desde lo más profundo de él.
Como debía suceder, la primavera le dio paso al verano y aquella mañana todos
estaban muy atareados haciendo sus labores, casi todas las carpas (incluyendo
la del circo) ya estaban empacadas, solo faltaba una por ser empacada y era la
carpa de Itachi.
Deidara se levantó poco a poco, se frotó los ojos y se dio cuenta de que su pareja
ya no estaba a su lado, la buscó por la carpa y no la vio. Rápidamente los
recuerdos de la noche anterior le llegaron de golpe haciendo que se sonrojara,
buscó con la mirada su ropa y de un salto salió de la cama para vestirse.
El azabache tampoco nunca había tenido esa sensación antes, esa necesidad de
bajar la guardia ante alguien en quien podía apoyarse, sentía que con Deidara
no debía ser el centrado jefe todopoderoso sino que podía ser solo él.
Una vez más las mejillas de Deidara se tornaron de un rojo escarlata ante la
pícara sonrisa del vampiro que estaba más que complacido viéndolo de esa
manera tan avergonzado, tan suyo, tan real.
Claro, por esas fechas El consejo siempre estaba cerca y debió olvidarlo por el
calor del momento. Supuso que al estar él ahí entonces El consejo se mantendría
a raya por un tiempo y debía darle todo el tiempo posible a Itachi.
Creo que no debo decir mucho-dijo Itachi- Deidara va a ser parte del circo
ahora
Todos los presentes se miraron entre si, como si pensaran que habían escuchado
mal pero al parecer habían escuchado correctamente. Las mejillas del cazador
estaban ardiendo, Deidara se encogió abrazándose él mismo.
¡Es maravilloso!
¿Por qué…?
Ya lo dije-le interrumpió la azabache-mi hermano mayor confía en ti, eso nos
basta a nosotros
Un silencio extraño se hizo presente desde dentro del vagón y enseguida volvió
a moverse un poco más rápido, ahí adentro estaban vistiéndose muy rápido.
Okami miraba al vagón con una sonrisilla divertida, tan solo esperaba que su
hermano saliera de ahí para poder ver su cara de enojado, sabía que estaría
dispuesto a pelear y eso le parecía divertido.
Entonces la puerta del vagón se abrió dejando salir a Sasuke que parecía querer
dar una imagen de chico rudo pero su cabello despeinado y la ropa mal
acomodada solo lograban dar un aire tonto.
El azabache quiso decirle algo pero al parecer su novio estaba más que decidido
a hacer su entera voluntad. Aunque no difería mucho de la opinión de Naruto,
él también había bajado la guardia y de cierta manera lo veía venir.
¿Un humano?
Me llamo Naruto
Deidara
En el vagón principal estaban solo dos personas, Deidara e Itachi que tenían los
ojos en el camino. Las luces del auto iluminaban la carretera en aquella sumida
y espesa obscuridad siendo interrumpida de vez en cuando por algún anuncio
luminoso que anunciaba algún hostal o una tienda a la mitad de la nada.
Itachi no despegó los ojos del camino, solo apretó un poco el volante entre sus
manos, como si hubiese estado temiendo esa conversación.
Es un chico huérfano igual que los demás
Construiste este circo para proteger a todos de los humanos, además sabes
que si El consejo se entera sería el principio de una guerra ¿no?
¿Qué cosa?
Hay secretos de ese chico que ni siquiera él tiene idea de lo que son
¿Qué?
Descubrimos que hay un sello en sus recuerdos
Yo…
Sabes mejor que nadie que Nagato quiere quitarte del camino, estás siendo
imprudente
Mis decisiones son absolutas aquí-dijo recuperando la confianza- hice este
circo para proteger a los que lo necesitaran y Naruto es una de esas criaturas, no
importa que sea un humano
Itachi…
Tú también estás aquí ahora-suavizó su tono- confío en ti tanto como lo hago
con Naruto
Pero me preocupa
Ellos no van a enterarse, no hay forma de que ellos se enteren
El sonido del viento contra las ventanillas del auto era todo lo que hacía fondo
en aquella escena, Deidara estaba muy preocupado y al mismo tiempo tenía
mucha curiosidad, sentía que nada bueno saldría de todo eso, había algo que lo
mantenía intranquilo.
Miró sobre su hombro a Itachi que seguía sin quitar la vista del frente, el cabello
negro como la misma noche que llevaba recogido en una coleta suelta
enmarcaba a la perfección ese inmaculado rostro milenario.
Delante de sus ojos estaba el espectáculo más popular de aquellos tiempos, eran
solo un grupo de artistas ambulantes que se movían en una carreta pero aun así
los pueblerinos que habían escuchado de ellos siempre esperaban que aquella
carreta pasara por sus hogares.
Eran tiempos difíciles para todos, la inquisición estaba más pendiente que
nunca y el ser solo un grupo de artistas viajeros no significaba estar exento del
peligro, sin embargo, Itachi había sabido mantenerlos tanto a ellos como a El
consejo a raya.
Pero esto no era todo, también estaba el pequeño domador adolescente que
junto con su perro hacían increíbles acrobacias que dejaban al público sin
aliento. Con él, estaba un muchacho que debajo de una capa hacía malabares
cuidando que su rostro no se pudiera ver detrás de la capucha.
Después de un par de piruetas por parte de Akamaru, unos cuantos “abra
cadabra” y algunos arillos volando por el cielo, las personas aplaudieron y
dejaron monedas como pago e incluso algunas personas dejaron billetes.
Todos recogieron sus cosas y subieron a la carreta para irse. Itachi iba al frente
con las riendas del caballo en las manos, se hacía tarde y era hora de seguir
viajando. Ya se habían adecuado a ese estilo de vida después de un par de años.
Muy a su pesar los tiempos parecían no mejorar y al contrario de eso, las
personas comenzaban a acusarse entre ellas mismas provocando genocidios
innecesarios.
Aquella civilización que había vivido oculta bajo la tierra durante miles de años
había sido descubierta. La raza reptiliana era una avanzada civilización que
residía en los confines de la tierra haciendo del centro su hogar, su único
objetivo era poder estudiar a la raza humana escondidos de todas atenciones
ajenas para evitar conflictos. Habían vivido en paz y armonía durante muchos
miles de años hasta que alguien les mostró a algunos humanos la entrada
volviéndose un caos forzándolos a tomar medidas drásticas y tener que huir
para buscar un sector nuevo.
Pero entonces esos humanos llegaron con sus antorchas y armas primitivas
causando conmoción y pánico, la entrada a alguien que no fuese de su raza era
estrictamente prohibida, de hecho nadie ajeno a ellos sabría encontrar la
entrada lo que enseguida apunto a un traidor que había guiado a los humanos
hasta ahí.
La castaña estaba atada a una especie de hasta en donde estaba a la espera del
castigo que recibiría. Las cosas no habían sido como las habían contado, ella
solo había estado en el sitio equivocado en el momento equivocado. Le costaba
pensar que siendo una sociedad tan pacífica y razonable, habían ido tras ella y
la habían inculpado injustamente.
… no puedo permitir que una traidora siga entre nosotros-dijo con firmeza y
mirándola- serás desterrada y echada al mundo superficial para morir a manos
de los humanos y así nuestras manos estarán limpias
Entre varios la tomaron y le taparon los ojos, sabía que una vez que la
desterraran entonces las entradas a su lugar natal desaparecerían por completo
siendo imposible para ella regresar. Cuando sus ojos estuvieron cubiertos fue
como si todo lo demás pasara en completa cámara lenta, solo sentía ese áspero
tacto de las escamas de reptil que hacían fricción con las suyas, arañazos y
rasguños que eran obviamente intencionales.
Después de un rato sintió como la lazaban al suelo y pronto el ruido cesó poco a
poco dejándola sola con el sonido de su propio llanto como compañía. Se liberó
rápidamente de su amarre y se quitó las vendas de los ojos para encontrarse en
medio de un bosque extraño, la luz del sol le deslumbró la cara, era la primera
vez que veía eso llamado sol del que tanto había leído. Se puso de pie y miró a
su alrededor, todo era diferente a lo que había imaginado, tan hermoso y
deslumbrante.
Aún así, rodeada de tanta belleza, aquella novicia se sintió terrible y no pudo
evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas. Las cosas habían pasado
ridículamente rápido, ella solo estaba haciendo un trabajo de investigación
cerca de la entrada escondida a su ciudad cuando un grupo de humanos logró
infiltrarse y al ver a aquellas criaturas no hicieron más que destruir.
La culparon a ella, no entendía cómo era que esos humanos habían llegado a
ese lugar pero había sido culpa suya que se encontrara en esa situación, sola y
varada a la mitad de la nada. Sus padres, sus amigos, su vida entera ahora se
había reducido a nada. Pero entonces el pánico empezó a apoderarse de su
pecho, estaba sola en un lugar que no conocía, moriría de hambre si no es que
algún humano la asesinara primero.
La novicia dio un respingo y retrocedió sobre sus pasos para esconderse tras un
árbol, aquella voz parecía ser de una niña y no presentaba un gran riesgo, sin
embargo no quería bajar la guardia tan fácilmente sin saber a lo que se
enfrentaba.
Pronto una muchacha azabache pasó frente a ella, la niña caminaba a paso lento
como si no estuviera muy segura de hacía a donde estaba yendo.
La novicia dio un paso hacia atrás con intención de regresar, o más bien ir lo
más lejos de aquella persona que pudiera, esa niña no pasaba de los nueve o
diez años, su cabello negro iba recogido en una coleta alta y su vestimenta era
realmente extraña a sus ojos, un vestido sencillo de un color opaco, su calzado
era rustico y se parecía al de ella. La castaña dio un paso más alejándose pero
no se dio cuenta y piso una rama haciendo un estrepitoso ruido, enseguida se
agachó y se escondió en los arbustos.
Era extraño, aquella niña que había salido de la nada no era más que eso, una
niña. Podía sentir perfectamente lo que ella estaba sintiendo, su lengua viperina
se asomó entre sus labios y enseguida se calmó, el aire no tenía indicios de
hostilidad, aquella solo era una muchachita perdida.
La castaña se asomó para ver mejor solo que esta vez lo hizo mal y para el
momento en el que sacó la cabeza de los arbustos se encontró cara a cara con
aquella muchacha. La primera reacción de la novicia fue esperar algún grito y
llantos pero solo estaban mirándose una a la otra.
La azabache reparó en que aquella chica no era humana, su piel era verdosa y
cubierta de lo que parecían ser escamas como las de Lee, solo que más gruesas
además de aquella lengua que se asomaba entre sus labios, su cabello castaño y
esa ropa que le recordaba a las ilustraciones de un libro para niños que hablaba
sobre china. Nunca había visto nada parecido pero en definitiva le gustaba.
De alguna manera fueron estas palabras las que hicieron que aquella novicia le
prestara más atención. Ella hablaba de los humanos como si no fuera uno de
ellos además de parecer muy calmada ante su presencia.
No tengo un nombre para presentarme-le dijo por fin- los humanos también
me fastidiaron… ellos hicieron que me desterraran de mi hogar
Dijo esto último lo más rápido que pudo, sintió como si todos los sentimientos
le regresaran de golpe y los ojos se le llenaron de lágrimas instantáneamente
pero esta vez no llegaron muy lejos pues las cálidas manos de esa pequeña las
detuvieron antes de que fueran más allá.
¿Tenten?
Tu cabello me recuerda a un oso panda y en ese libro decía “Tenten” pero
bueno, ven conmigo
Era la voz de Kakashi que había estado ayudando a los demás a buscar a la niña
que ya había adquirido el mal hábito de perderse en los bosques. Enseguida la
novicia dio un paso atrás intentando escapar pero entonces Okami le tomó la
mano impidiéndole irse pero en vez de sentir miedo, pudo lograr calmarse.
Y no dijo más, al ver a aquella muchacha castaña solo pudo quedarse quieto
observando la situación.
¿Por qué no vienes con nosotros para que comas algo y nos cuentas que ha
pasado?-dijo Kakashi con la voz más tenue que pudo hacer
De alguna manera, la novicia sintió que podía ir con ellos y sin decir nada se
aproximó a aquel hombre enmascarado sin dejar a Okami que le sostenía la
escamosa y rugosa mano. Al ir con ellos sintió que su pecho ardía mientras más
se aproximaban, era una especie de combinación entre miedo y emoción.
Enseguida los muchachos que iban por Okami, incluyendo a Itachi aparecieron
de alguna parte sudados, dando a entender que habían estado buscando a la
menor de los Uchiha. Pero antes de que pudieran regañar a la pelinegra (como
era ya costumbre) todos se fijaron en la muchachita que iba de su brazo.
Itachi se acercó más, era la primera vez que veía a alguien de aquella raza que
tan solo pensaba que eran una especie de mito. La castaña solo lo miró acercarse
y en cuanto él le ofreció una mano ella se sonrojó por sobre las escamas
dándoles un extraño color rojizo sobre el verde.
Todos se quedaron en silencio un momento, sabían que esa sería una noche
interesante. Habían pasado cinco años desde la última vez que alguien había
ingresado al circo, Itachi se llevaba las cosas con una calma sorpresiva para los
demás pues a cada pueblo que iban se les hacía más difícil poder encontrar a
personas como ellos.
No llores más-la reconfortó Itachi- esta noche celebraremos que has venido
con nosotros
Cuando el sol se puso, la fogata en medio del campamento ardía como esta
misma quisiera hacerlo. Estaban todos alrededor de ella con un plato de
estofado que sería la cena de esa noche, entre ellos estaba aquella novicia que
solo miraba el plato de comida como ida.
La niña levantó la vista del plato de comida que para ella era rara y miró a
aquellas personas que le habían dado un lugar con ellos así que se sintió lo
suficientemente bien como para contarles lo que había pasado.
Los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas y apretó el plato sobre sus piernas,
no podía dejar de pensar en aquel momento. Todos mirándole, acusándola y
apuntándola con el dedo culpándola de un crimen que no había cometido.
Yo no lo hice-sollozó-jamás lo haría
Una mano cálida se posó sobre su hombro, el tacto escamoso se sintió de alguna
manera familiar. Lee se había acercado para poder ofrecer un consuelo y había
logrado llegar a la meta puesto que la novicia se echó a llorar en los brazos del
tritón.
Y ahora que estás aquí-intervino Itachi-no puedo permitir que vagues sola
Ella se limpió la cara pero no dejó los brazos de Lee, se sentía muy a gusto
entre esas personas y definitivamente quería permanecer ahí desde ese
momento en adelante. Se despegó de Lee para mirar mejor todo lo que le
rodeaba.
Una sonrisa tímida se dibujó en su rostro, las cosas mejorarían y quería pensar
en ello. Entonces terminaron la cena más calmados que al principio, el ambiente
mejoraba mientras la noche se hacía más espesa y entonces sin darse cuenta,
Tenten ya estaba dormida junto con Okami que había insistido en que su nueva
amiga durmiera con ella muy a pesar de Sasuke y Kiba.
Cuando ya se habían dormido, Kakashi se levantó y fue más cerca de la fogata
para calentarse un poco más antes de descansar él también. Las cosas estaban
muy lejos de mejorar, los altercados en aquella entrada secreta a la civilización
de los Reptiloide había sido algo realmente extraño y muy inesperado.
Muy a su pesar, Itachi negó con la cabeza despacio. Aquella chica de escamas
gruesas y verdes era algo que jamás había visto en toda su vida, ni siquiera los
libros que estudiaba decían nada al respecto.
Itachi se sintió adolorido, parecía como si Kakashi estuviera atando cabos por
su cuenta, sería inútil tratar de hacer que su maestro dijera más.
decimo septimo acto:
“ amor, desengaÑos y mentiras”
¡Es hermoso!-gritó Naruto al bajar del vehículo
Frente a él estaba ni más ni menos que un enorme y cristalino mar. Como los
lugares anteriores, parecía ser un sitio abandonado y olvidado por las personas,
ese en particular era obviamente lo que algún día había sido una especie de
campamento de verano. Cabañas algo viejas y antiguos juguetes abandonados
como botecitos estancados cerca del muelle que estaba remendado con tablones
que parecían a punto de colapsar.
Todos los años Kiba y Kankuro reparan ese muelle-le dijo Okami bajando
después de él- cada año lo reparan porque el año anterior lo dejaron roto de
nuevo.
¿De verdad?
Es cierto, cada año hacen competencias de alguna cosa tonta que se les ocurra
Todos los que estaban en los vagones bajaron poco a poco a estirar las piernas,
el calor del verano era increíble y el olor a mar y playa impregnaba todo el
lugar. El clima era perfecto y Naruto agradeció que no tenían que armar carpas
más que la del circo pero esa tendría que esperar.
Vamos Naruto-le llamó Sasuke poniendo una de sus manos en la cadera del
rubio-debemos instalarnos.
La voz de Itachi trató de sonar fuerte y autoritaria pero no pudo evitar que de
sus labios saliera una especie de gemido torcido y tonto. Deidara solo sonrió
sobre la espalda de Itachi respirando hondo, aún no se creía estar en esa
situación, cada segundo que pasaba al lado del azabache sentía la obligación de
recuperar el tiempo perdido.
Los ojos de Shikamaru buscaron casi por instinto a Neji que como siempre
estaba acompañando a Hinata hacia algún lugar que realmente no le importaba,
él solo quería estar ahí tomando la mano del ojiperla como siempre fue su
intención pero el rechazo de Neji dolía más que cualquier cuchillo afilado, no le
cabía en la cabeza que después de haber tenido un ruidoso y candente romance
pudiera hacer de cuenta que nada había sucedido.
El campamento de verano era el mejor del año ante los ojos de todos, el calor y
la diversión siempre estaban a la orden del día. Los trajes de baño y los juegos
no se hicieron esperar y de pronto todos (excepto los hermanos Uchiha) estaban
nadando y jugando en el mar.
Pero además de ellos, estaban Naruto y Sasuke que miraban desde una
distancia prudente sentados en la entrada de la cabaña que compartirían. El
rubio miraba a todos sus amigos con mucha ilusión, estaba loco por unirse a
ellos y jugar un buen rato.
Pronto Naruto ya no quería ir donde los demás, Sasuke pasó su mano por la
cadera del menor atrayéndolo a él para besarle el cuello haciendo que este se
estremeciera completamente, esa parte era ya una de las más sensibles.
Sasuke no podía escapar de su propia naturaleza y el simple sonido del mar tras
él le hacía sentir que el estómago le explotaría en cualquier instante. Pero aún
así no dejó que le afectara demasiado, el tan solo mirar a Naruto ahí mismo, el
ver como la luz del sol iluminaba aquel par de luceros azules que adornaban su
rostro en ese instante.
Una sonrisa burlona se dibujó ahora en el rostro de Naruto que decidió que ya
no le importaría nada más que ellos dos. Un solo beso bastó para que ambos
estuvieran ya en la arena besándose apasionadamente, el sonido del mar era lo
único que había de fondo ante aquel acto de amor y pasión. Claro que el mar
incomodaba a Sasuke pero él hacía lo posible para no pensar en nada, solo
quería a Naruto.
Los labios de Sasuke recorrían la garganta del rubio buscando más y más,
después su abdomen besando cada pequeño centímetro que podía, aún así
quería más y ya no podía esperar un solo segundo así que se levantó y se puso
en posición entre las piernas y se inclino sobre el cuerpo del rubio para poder
penetrarle.
Pronto ambos sintieron que el clímax estaba cerca, los labios de Sasuke se
acunaron nuevamente en el cuello de Naruto, en aquel lugar que ya era
costumbre para ambos y entonces hincó los dientes solo que ese momento en
particular iba a ser diferente. En cuanto la sangre de Naruto resbaló por la
garganta de Sasuke los sentidos de este mismo quedaron casi de inmediato
anulados.
**
Los sellos son algo muy serio, además eso quiere decir que…
Que no lo volveré a ver nunca más-completó serio- este niño puede hacer que las
cosas cambien completamente-suspiró- y no se los voy a entregar
La bruja frunció los labios, incapaz de refutarle aquel argumento. Ella cerró los ojos
frustrada y los abrió enseguida.
Lo sé
¿Quieres despedirte antes de que lo haga?
El hombre asintió muy rápido y puso a la criatura en sus brazos sobre una mesa sentado
y mirarlo bien a los ojos.
**
¡Sasuke!
¿Qué paso?
Te desmayaste cuando me mordiste
¿Solo eso?
Parecías estar soñando ¿estás bien?
Sasuke se incorporó pero al ver el mar decidió que sería mejor si seguía
acostado, el olor a sal y el sonido de las olas le mareaba además de sentir la
boca seca. Sintió la mano de Naruto sobre su mejilla y fue cuando todos los
sentimientos de culpa se apoderaron, no quería que su novio se preocupara por
eso, las pesadillas estaban tomando terreno y eso solo sería cuestión de tiempo.
Esa noche en especial, la pareja más reciente del campamento estaba junta en la
cabaña principal, Itachi prefería mantenerse lo más lejos del mar que pudiera y
Deidara estaba contento de poder seguir a su lado. Los dos estaban acostados
en la cama del mayor, el cazador tenía su cabeza en el pecho del vampiro, los
días que había pasado ahí se había acostumbrado a este sitio.
Aquella parecía ser una noche tranquila, el calor del verano se apoderaba de
ambos en aquella cabaña, la fresca brisa marina se colaba por su ventana y poco
a poco la obscuridad se iba haciendo más y más presente. Ambos estaban
quedándose dormidos y fue en ese momento cuando una ráfaga de viento entro
haciéndolos despertarse de golpe.
El tritón asintió y le hizo una seña a Naruto con la cabeza para que lo siguiera.
El rubio titubeo un momento y volteo a ver a su novio que con una sola mirada
pudo calmarle así que solo siguió a Lee.
Lee había llevado a Naruto algo lejos del campamento, era una zona en donde
poco a poco la arena se iba convirtiendo en pasto y bosque. El pecho de Naruto
estaba golpeando a mil por hora, había empezado a sudar mucho y sentía como
la garganta se le secaba.
Toma
Lee le extendió la mano a Naruto quien puso la suya para recibir lo que el tritón
tenía para darle. Eran pequeñas bolitas de color blanco, como si fueran
caramelos medianos sin sabor.
A esas alturas ya de nada servía preguntar cómo era que todo eso funcionaba,
de alguna manera sabía que aunque Lee intentara explicarle acabaría por
simplemente seguir órdenes. Entonces de un salto Lee entró en el estanque y
tras él siguió Naruto que después de sacarse los zapatos entró de un salto y
antes de sumergir la cabeza se metió a la boca aquellas cosas extrañas. Después
de la primer mordida sintió un escozor en el cuello y al llevar la mano
instintivamente a esta zona sintió unos orificios alargados para enseguida darse
cuenta de que el aire comenzaba a ser denso y difícil de respirar.
Sumergió la cabeza en el agua y en cuanto esto sucedió sintió que sus pulmones
se llenaban de aire de nueva cuenta solo que no necesitaba usar la nariz. Aún
bastante desconcertado volteo a ver a Lee que le hizo las señas de no tratar de
respirar por la nariz y tampoco abrir la boca.
Deidara
¿Sí?
Prométeme que pase lo que pase puedo confiar en ti
Aquello había tomado al cazador por sorpresa, sabía que Itachi estaba a ciegas
con él pero aún así decidía mantenerse ahí con él. El rubio puso su mano sobre
la de Itachi para darle valor, él estaría siempre a su lado.
No hubo tiempo de una sola palabra más, desde las sombras apareció aquel
grupo de hombres. Delante de todos iba Nagato, con una expresión
inquebrantable y caminando a paso rápido y decidido; detrás de él venían
Sasori e Hidan que habían bajado las capuchas de las capas y ostentaban cada
uno una sonrisa de superioridad en su rostro.
Sin oportunidad a que Itachi pudiera decir o hacer nada, los cazadores entraron
cabaña por cabaña, todos los integrantes del circo salieron de sus lugares algo
desconcertados y hasta cierto punto asustados, era la primera vez que algo así
sucedía.
¡Respóndeme!
Sabes lo que buscamos Itachi-dijo Nagato- hemos recibido información de
que escondes un humano, quiero creer que no has de ser un traidor a tu sangre
Itachi se estremeció entero, no supo que responder a eso. Pero aún así se sentía
calmado sabiendo que Naruto se había ido. Pero antes de que pudiera suspirar
relajado, Sasori se acercó con aquellos ojos vacíos de siempre.
No está aquí
Nagato despegó su vista de la de Itachi para mirar al cazador que solo apretó
los labios esperando el inminente castigo por haber dado información
equivocada.
Entonces una mueca parecida a una sonrisa macabra se dibujó en los labios del
vampiro mayor, eso era lo que necesitaba.
Muy astuto Itachi-rio- veo que te nos has adelantado pero no te preocupes,
en cuanto encuentre al chico entonces lo considerare como un acto de traición y
espero que te prepares porque si él aparece, habrá guerra
Itachi yo…
Dijiste que podía confiar en ti
Pero lo que él dijo no es…
¡Maldita sea Deidara!-gritó
El rostro de Itachi era un poema, nadie se atrevió a decir nada, jamás habían
visto a su líder de esa forma tan descompuesta, vulnerable. Las lágrimas
comenzaron a salir de los ojos del azabache, él nunca lloraba pero Deidara lo
había traicionado y su corazón estaba roto.
No…
¿Sabes qué? No me interesa-jadeo-no me importa, no importa que hayas
llegado aquí y te hayas hecho el inocente para engañarme, después de todo es
lo que hacen ustedes sucias ratas, siempre lamiéndole el trasero a Nagato-gritó-
quiero que te largues de aquí y no quiero volver a ver tu sucia cara mientras yo
siga vivo ¿entendiste?
Itachi para…-gimoteo
¿Parar? ¿Por qué habría de parar?-volvió a gritar- te acepté y confié en ti para
que ahora me traiciones, ojalá jamás te hubiera escuchado, siempre fuiste la
maldita puta de Nagato
Pero en este punto Itachi ya no escucharía razones, estaba enojado y cegado así
que quiso pasar sobre aquel par, Neji enseguida quitó a Okami del camino de
su hermano mayor que parecía tener intenciones de golpear a Deidara pero en
lugar de eso se detuvo a unos centímetros de él.
Y no se dijo nada más, Deidara fue a recoger sus cosas mientras lloraba en
silencio. Las cosas se habían complicado en un segundo y ahora cualquier cosa
podía pasar.
sexto interludio
Debemos irnos-dijo la mujer con aquella voz histérica a la que ya estaba
acostumbrándose a usar.
Mamá…
Tranquilo Shikamaru, ellos no van a encontrarnos
La madre del pequeño miró atrás para asegurarse de que aún no venían por
ellos y cuando estuvo segura entonces ella también se transformó. A diferencia
de su hijo, ella se transformó mucho más rápido, su boca se alargó y su espalda
se encorvó, sus piernas y manos poco a poco iban pareciendo patas hasta serlo a
fin de cuentas, su pelaje era dorado y brillante además de que sus pezuñas
estaban hechas de oro.
Aquel par de míticas criaturas eran ciervos dorados, animales de gran belleza
con la virtud de poder tomar forma humana. Los machos de su especie tenían
grandes astas que podían usarse para la medicina mágica, en cambio las
hembras tenían pezuñas hechas con oro macizo capaz de atraer buena fortuna y
riquezas.
Había más cazadores de los que ya estaban acostumbrados a ver, además que
comenzaban a rondar muy cerca de su hogar. Entonces una noche Shikaku, el
padre de Shikamaru se despertó alarmado, le pidió a su mujer que no saliera y
entonces adoptó su forma animal, un enorme ciervo con astas impresionantes y
brillantes, solo iría a revisar el perímetro y cuando encontrara a los cazadores
les pediría que se retiraran. Pero nunca regresó.
Yoshino supo enseguida que debía salir de ahí de inmediato, los humanos
habían matado a su esposo en vano. No necesitó más, enseguida tomó a su hijo
y escaparon esa misma noche aunque no llegaron muy lejos antes de que los
cazadores encontraran su rastro.
Aquel par de ciervos estaba tratando de seguir adelante pero Yoshino estaba
resintiendo el viaje, ella no era su esposo y no sabía qué era lo que debía hacer o
a dónde debía ir, solo necesitaba seguir adelante, lo más que pudiera. Pero el
muchacho ya no podía más así que regreso a su forma humana.
Entonces los hombres vieron a la cierva que empezó a correr en cuanto los vio
que se acercaban y ellos enseguida fueron con sus armas preparadas.
¡La tengo!
Lo demás pasó muy rápido. Aquel cazador tenía una ballesta que disparó
dando en el blanco.
El tiempo pasó a segundo plano, no supo bien cuanto tiempo pasó, solo seguía
ahí sentado en estado de shock, temblando y con miedo.
Itachi y Kakashi estaban llevando las riendas de la carreta tirada por aquel
caballo que iba a paso saltado por el rocoso camino.
No es el camino-respondió Kakashi
¿Entonces?
Una familia de ciervos, ya sabes, ciervos dorados-explicó- viejos amigos que
me pidieron ayuda hace un par de semanas
Itachi abrió la boca como queriendo defenderse pero sabía que cualquier cosa
que dijera solo lo haría quedar como un verdadero tonto. El azabache volteo el
cuerpo para ver dentro de la carreta y ver a los niños teniendo un buen rato
todos juntos, Itachi estaba feliz de poder verlos a todos así felices y
comportándose como lo que eran, niños.
¿Qué ha ocurrido?
Ya sabes, los cazadores están tras sus pieles y astas. Los humanos han estado
inventando un montón de rumores-miró de reojo a Lee-ponen en peligro a
muchas criaturas
Mira, ahí es-dijo Kakashi señalando con el mentón una cabaña entre los
arboles
Pero mientras más se acercaban, más se daban cuenta de que ahí no vivía nadie
desde hacía un buen rato. La casa estaba descuidada, la huerta parecía
marchitarse y la maleza estaba cobrando terreno.
Itachi aqueo una ceja esperando que Kiba no supiera la respuesta, después de
todo era solo un licántropo adolescente además de que no estaba seguro de que
su nariz tuviera todo ese poder de precisión.
El bosque era un sitio extraño pero podía manéjalo, los cazadores se habían
rendido cuando no pudieron encontrarlo y se retiraron con el botín en manos.
Shikamaru había tenido que soportar aquella primera noche en soledad, sin su
mamá y sin su papá atormentado por las imágenes de los cazadores
terminando con la existencia de la mujer que más había querido.
Esa mañana en particular, estaba un poco más alerta, la noche anterior había
conseguido dormir un poco y estaba decidido a que esa misma tarde ya no
estaría en el bosque. El pequeño ciervo salió de su escondite tímidamente, podía
sentir los ojos de todos los animales y criaturas que ahí estaban pero
simplemente siguió adelante sin inmutarse. Tenía mucho miedo, estaba solo y
hambriento pero debía seguir adelante.
Cada paso que daba, las patas le temblaban como si supiera que algo estaba a
punto de pasar. Entonces empezó a caminar más y más rápido hasta
prácticamente empezar a correr, podía escuchar como las ramas se rompían a
sus espaldas delatando claramente que alguien lo seguía.
Kakashi…
Itachi, que solo miraba detrás de Kakashi, estaba helado ante las palabras de
Shikamaru que seguía con esos ojos inexpresivos y semblante duro, como si
hubiera madurado en tan solo un par de días.
Lo sé-volvió a hablar Kakashi-por eso es que vinimos a buscarte antes de que
te encontraran los cazadores
El mago alargó la mano con intenciones de que el niño la tomara pero él solo se
hizo hacia atrás sin dejar de mirarlos. Aún estando en su forma humana, el
muchacho se comportaba como un ciervo asustado.
Antes de que nadie dijera nada más, vieron llegar a Kakashi y a Itachi aunque
no estaban solos y venían con el que ahora sería el nuevo integrante del circo.
Este es nuestro circo-le dio la bienvenida Itachi
Entonces el ambiente se relajó bastante, todos los presentes miraban con calidez
al recién llegado que poco a poco sintió que estaba a salvo, en paz. No dijo
nada, fue a sentarse al lado de los demás niños que le esperaban con una
sonrisa y después de las presentaciones la hora de la cena no se hizo esperar.
Es una tradición-dijo Kiba-tienes que contar la razón por la que estás aquí
Todos lo hemos hecho-siguió Lee
>>Ellos no querían que lo supiera, pero los escuché hablar y supe enseguida el
peligro en el que estábamos. La noche en que se llevaron a mi papá supe que
algo no estaba bien y en la mañana cuando mi mamá regresó supe que lo
habían asesinado así que no necesité explicaciones y nos fuimos.
El comentario de la niña solo hizo que los demás se miraran entre ellos pero no
dijeron absolutamente nada.
Pero no pudo aguantar un solo segundo más, las lágrimas empezaron a salir
prácticamente solas de sus ojos, los recuerdos y el dolor se clavaban en su
pecho. Sentía que debía mantenerse fuerte pero al mismo tiempo no dejaba de
ser un niño a fin de cuentas.
Una mano cálida se posó en su hombro, ya no estaba solo y ahora tenía nuevos
amigos para sentirse mejor y así sería de ese momento en adelante.
decimo octavo acto:“ revelaciones”
Después de haber llegado al otro lado del pozo, Lee y Naruto se quedaron cerca
del bosque hasta que sus ropas se secaron. Ambos retomaron camino pero
después de un tramo más de bosque las cosas se pusieron un poco más
complicadas.
Naruto miró hacia arriba, aún no amanecía y sentía su cuerpo pesado después
de haber nadado durante horas y la fatiga pronto se hizo presente.
En el campamento, las cosas estaban muy silenciosas, nadie había podido pegar
el ojo en toda la noche y al amanecer todos ya estaban listos para recibir
órdenes. El ambiente era pesado y todos estaban en silencio. Itachi, que debía
estar dando las órdenes, estaba en su cabaña encerrado y sin intenciones de
salir.
Hermano mayor…
Sasuke se acomodó frente a su hermana, había pasado la noche con ella y Kiba,
les había contado la última pesadilla y agradecía ese momento a solas con
Okami.
¿Qué…?
Rápido… iremos a visitar a Tsunade
La bruja iba de un lado a otro nerviosa, las cosas se habían salido de control en
tan solo un instante. Se suponía que las cosas no debían de tornarse tan
complicadas y que la vida del muchacho pasaría desapercibida pero al parecer
el destino de aquel niño era más caprichoso de lo que esperaba.
Un chasquido de dedos hizo que la puerta se abriera dejando entrar a los dos
Uchihas menores que parecían haber pasado un muy mal rato.
Tanto Sasuke como Tsunade la miraron fijamente sin saber que decir, el
vampiro sé quedó sin habla, no había sido capaz de poder atar cabos él solo y
para ese momento tenía la cabeza a punto de estallarle.
Tsunade-insistió Okami
¿Quién te lo dijo? ¿cómo puedes saberlo? Yo…
Sasuke ha bebido la sangre de Naruto
Tsunade abrió la boca para decir algo pero no lograba encontrar la combinación
exacta de palabras, tampoco podía dejar a Okami libre en sus pensamientos,
debía ser ella misma quien les contara lo que había sucedido.
¿Qué con ellos?-habló Sasuke por fin- son solo tonterías religiosas-dijo con
desprecio- son leyendas inventadas por esos tontos
Me temo, mi querido niño, que estos seres son muy reales y ahora si me
permites continuar…
Lo siento…
Tsunade siguió narrando calmada, les contó la historia de los seres celestiales
que existían en la tierra junto con los demás, seres alados y de inmensa bondad
que habían sido enviados por el que llamaban Dios para poder cuidar de todos
los seres habitantes del reino creado por el ser supremo. Su existencia era solo
para protección, ellos tenían prohibido sentir cualquier cosa, los sentimientos
les eran prohibidos pues además de proteger, debían de ser guías imparciales
para la vida de los seres.
¿Qué…?
Ustedes no son ajenos al pensamiento de supremacía que tienen los suyos y
este invento haría que los vampiros pudieran reinar indiscriminadamente así
que comenzaron a cazar ángeles
La bruja siguió contando como los vampiros habían empezado a cazar seres
celestiales para usarlos a su beneficio y la masacre siguió durante muchos años
hasta que terminaron con ellos pero sabían que aquel ser supremo crearía más
así que solo esperaron pacientemente.
Entonces…
El fruto de esa relación fue Naruto
Itachi solo quería asegurarse de que El consejo no encontrara nada raro, estoy
seguro de que están bien
Ambos lograron llegar a la carretera pero parecía desierta así que decidieron
que lo mejor sería caminar un poco para poder encontrar una estación de gas o
algún auto para pedir un aventón. El calor del verano era peligrosamente
abrasador así que Lee mojaba constantemente sus escamas con agua que había
traído del pozo.
Verás que una vez que logremos regresar, todos estarán nadando y nos
regañarán por haber tardado tanto
Naruto miró de reojo a su amigo y pudo ver que debajo de la capucha, aunque
había una sonrisa en los labios de Lee, sus ojos reflejaban angustia y mucho
nerviosismo. El tritón también era capaz de sentir ese escalofrío del que le había
hablado Naruto.
Lee no respondió, el ambiente era muy tenso aunque no podían decir por qué,
simplemente se sentían como si el peligro estuviera tras ellos.
Una ráfaga de viento se hizo presente golpeando sus rostros con ese calor
abrazador del verano, la carretera parecía no tener fin y entonces en el
horizonte, ambos pudieron ver varias figuras encapuchadas acercándose. Rock
Lee se detuvo en seco y enseguida detuvo a su amigo que lo miró algo histérico.
Una luz tenue proveniente de una lámpara a pilas dejo ver que aquel extraño
no era otro más que Deidara que había llegado en el momento más oportuno.
Deidara no quería mirarlos a los ojos pero al fin y al cabo estaba ahí con ellos y
estaba muy feliz de verlos sanos y salvos. Sospechaba que El consejo no tardaría
en encontrarlos y capturarlos pero ahora estando ahí estaba más calmado
sabiendo que sus amigos estaban bien.
Deidara…
Los acompañaré a la entrada del túnel pero no iré con ustedes
Estoy seguro de que Itachi va a recapacitar
Él no va a escuchar razones en el estado en el que está… para él solo soy la
puta de Nagato-dijo con una sonrisa lastimosa
Ni Naruto ni Lee fueron capaces de decir nada al respecto, podían hacerse una
idea de lo que pudo haber pasado. Pero ya no había tiempo, debían regresar.
¿Qué haremos?
Hay que decirle a Itachi y buscar a Naruto
Hermano mayor, ya no importa lo que hagamos, habrá guerra
Voy a proteger a Naruto a toda costa Okami, te protegeré a ti y al estúpido
de tu marido, no dejaré que nadie dañe a mi familia
Los ojos de Itachi brillaron, estaba ahora en una situación que le sería difícil de
controlar pero estaba dispuesto a pelear si eso era lo que se necesitaba. La
guerra ya no era opcional, serían atacados en cualquier momento, Itachi estaba
decidido.
Apenas se dio vuelta, Naruto fue recibido por los brazos del vampiro que
estaba muerto del miedo por él. Las manos del azabache fueron directo al rostro
de su acompañante, el beso fue inminente, los labios de Sasuke solo podían
transmitir esa preocupación y angustia que no la había dejado respirar
tranquilo.
Me alegro tanto de que estés bien-musitó Sasuke sobre los labios de Naruto
Claro que estoy bien…
Estaba tan preocupado, los cazadores…
Escapamos de ellos ¿verdad Lee?
Así fue-intervino Lee-si no hubiera sido por Deidara estoy seguro de que nos
hubieran alcanzado
¿Deidara?-interrogó Itachi
Así fue-contestó Naruto con algo de resentimiento- él nos salvó de los
cazadores y nos contó lo que pasó aquí
Claramente eso había sido una indirecta bastante pesada para Itachi que
prefirió no hacer ningún comentario al respecto además tenía asuntos más
importantes que tratar y el primero y más difícil sería hablar con Naruto sobre
lo que Sasuke y Okami habían descubierto.
Naruto regresó sus ojos a Sasuke quien le dedicó una mirada compasiva pero
sobre todo protectora, eso fue suficiente para convencer al rubio de que su
novio estaría ahí siempre y que se quedaría ahí con él. Entonces Naruto fue
donde Itachi y una vez dentro de su cabaña cerró la puerta tras él.
Siéntate
Si…-contestó mientras obedecía
Los dos se sentaron en silencio, Naruto estaba esperando que le dijera cualquier
cosa, Itachi estaba muy misterioso.
¿Qué sucede?
Descubrimos algo sobre tu sello
¿Qué es?
Voy a contarte pero quiero que me escuches hasta el final ¿si?
Bien
Tsunade, la bruja que visitaste hace un tiempo fue quien selló tus recuerdos
¿Por eso no quería verme?
Al parecer tu padre pertenecía a una raza antigua de criaturas y decidió
sellar tu aura para protegerte de quienes querían capturarlos
¿Celes…Celesta?
Ahora deja que te cuete sobre un familiar mío, un vampiro que murió hace
muchísimo tiempo
Madara no pudo dejar a ese hermoso joven lastimado así que lo acogió en su
mansión hasta que pudiera sanar su ala pero en el proceso, el muchacho sangró
sobre la mesa de trabajo del vampiro que la agregó accidentalmente a su
experimento, luego obtuvo los resultados que el vampiro quería lograr. Madara
se volvió codicioso y quiso más y más hasta llegar al punto de aprisionar al
celesta y extraer su sangre hasta secarlo pero entonces la tragedia sucedió. Algo
salió mal y el laboratorio terminó explotando incendiando todo el castillo y
matando a todos sus inquilinos, incluyendo a Madara.
Aquel invento fue lo que comenzó con una caza desmedida de celestas como
tu padre-prosiguió Itachi- pero luego dejaron de aparecer
Si…
Pero muchos años después apareció un celesta especial, con características
increíbles y un aura muy poderosa, era perfecto para poder seguir
experimentando, los de mi especie pensaron que usando la sangre de ese celesta
podrían descubrir el secreto de la verdadera inmortalidad y poder dominar
sobre las demás especies
Entonces…
Tú eres ese celesta Naruto
septimo interludio
Nos dirigimos a un pueblo de mala muerte-le advirtió Kakashi a Itachi
señalándole en el mapa su siguiente parada
Itachi solo rio despacio y se quedó callado, le gustaba viajar y conocer lugares
nuevos y más aún cuando los tiempos estuviesen cambiando de apoco. Sus
compañeros de viaje eran ahora muchos y le encantaba tener el honor y la
responsabilidad de enseñarles el mundo que sus padres no pudieron.
Era apenas medio día, la posada estaba bastante tranquila, las mucamas iban de
un lado a otro arreglando los cuartos y limpiando pero sobre todo, estaban
alimentando y limpiando a las chicas que tendrían una larga noche de trabajo.
Aquella posada en los barrios bajos de la ciudad pertenecía a esa larga lista de
burdeles ilegales en la ciudad. Los hombres que llegaban de viaje siempre
querían tomar una copa y divertirse una noche con una linda y joven muchacha
así que este era solo un sitio más para saciar las necesidades de los viajeros.
Las dos alzaron el rostro y miraron hacia la puerta que se había abierto para
encontrarse con el rostro del que en ese momento era su patrón. Aquel hombre
siempre tenía ese semblante duro y molesto y esa sonrisa en sus labios solo lo
hacía verse más intimidante.
Sakura llevó su mano al collar de metal en donde había una gran piedra verde
en el centro, era eso lo que mantenía sus poderes sellados e inútiles.
¿Saldremos de aquí?
Verás que si Sakura
Pero no podemos hacer nada con esto puesto
Encontraremos una manera de quitarlo y cuando eso pase, prometo
comerme los ojos de ese hombre
Mientras, en el piso de abajo habían llegado los nuevos inquilinos de esa noche,
Kakashi insistió en dejar a los niños junto con el carruaje y el caballo en la parte
trasera de la posada y en cuanto entraron Itachi agradeció el haber tomado esa
misma decisión.
Antes de que Itachi pudiera siquiera protestar, llegó alguien a atenderles, era el
dueño del sitio que con tantos clientes su personal no podía darse abasto y
debía ayudar él mismo.
Oh-dijo el dueño con una gran sonrisa-debo advertirles que los servicios de
esas niñas en especial son caros, muy caros
El dueño del burdel los comenzó a guiar en los pasillos estrechos y desgastados
del lugar. Podían escucharse a las demás chicas trabajando tras las puertas.
¿No lo son?
Según el sujeto que me las vendió, me dijo que ellas son algo así como
espíritus del bosque o una tontería así, por eso las mantengo atadas, las piedras
en sus grilletes las mantienen controladas
El hombre sacó de uno de sus bolsillos una llave con la que abrió la cerradura y
se hizo a un lado para que los dos hombres entraran. Al cerrar la puerta tras
ellos, Itachi se quedó boquiabierto al ver a dos niñas adolescentes, no más
grandes que su hermano Sasuke, ambas atadas y vestidas con apenas un
vestidillo sencillo.
Kakashi puso un dedo sobre la máscara para darles la indicación de que todos
guardaran silencio y se quedaran quietos. Después de lo que parecieron un par
de minutos se escucharon pasos alejándose.
Ya se fue-afirmó Kakashi
Ellas…
Tranquilo, no las asustes
Itachi, que hasta el momento había permanecido sin moverse, entendió lo que
pasaba y reaccionó de inmediato acercándose a la cama y a las niñas que
seguían con miedo.
Ino miró a Sakura para calmarla y se separaron, la rubia fue quien se acercó
primero, dejando que aquel hombre examinara el collar en su cuello. Kakashi se
dio cuenta que aquellas piedras eran conjuros poderosos que reprimían sus
verdaderos poderes.
Itachi tuvo que hacer un poco de memoria para poder recordar lo que esa
palabra significaba, también era algo que aparecía en sus libros de folclor. Las
Veelas eran criaturas que vivían en los bosques, ostentaban una forma de
personas con infinita belleza teniendo la capacidad de atraer a sus presas con
tan solo una mirada para devorarlos. Sus hermosas figuras eran solo una
pantalla de su verdadera forma convirtiendo sus bellos rostros en criaturas
emplumadas con picos afilados y una sed de sangre inmensa.
Veelas-repitió Itachi
No hay tiempo para esto Itachi-le reprimió Kakashi- necesitamos hacer un
hechizo poderoso para deshacernos de estas cosas
¡Esperen!-interrumpió Ino
¿Cómo confiaremos en ustedes? No son los primeros que nos dicen eso
Sakura se mordió el labio inferior muy fuerte de tan solo recordar todas esas
ocasiones en las que les prometían libertad cuando solo cambiaban de dueño
volviendo a ser lo que habían sido siempre, esclavas a merced de lo que los
humanos quisieran hacer con ellos.
Los humanos han desarrollado una fascinación repulsiva por las cosas
sobrenaturales, solo quieren sacarnos de aquí para seguir vendiéndonos
La voz de Itachi era paternal y tenue, los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas
al poder escuchar ese consuelo, sentía un calor inmenso en el pecho que solo
podía ser confianza, los ojos de aquel azabache no transmitían maldad. La
pelirosa se separó de su compañera para acercarse lo más que el collar le
permitía a Itachi quien enseguida se puso al nivel de ella.
Ino y yo hemos ido de dueño en dueño, siempre nos prometen una vida
mejor pero terminamos en las mismas condiciones. Ella no confía en la gente y
cree que los hombres son malos pero tú no eres como ellos ¿verdad?
El instinto de Itachi no fue otro más que abrazar a la niña que no pudo evitar
abrazarlo de regreso sintiendo un calor ajeno a todo lo que había conocido. Los
sentimientos de Sakura llegaron hasta Ino que en silencio empezó a llorar
también pensando que el infierno había terminado entones.
El azabache miró de mala gana a Kakashi que se limitó a devolverle una mirada
aburrida, como si no entendiera la razón de no ser ayudado por un mago
experto. Las intenciones del mago eran obvias pero a Itachi le costaba algo
entenderlas, aún así decidió seguir por su cuenta.
Las palabras de Kakashi tenían cada vez más sentido, el metal las lastimaba al
ser ella seres feéricos y las piedras contenían una especie de hechizo sellador. Se
paró al pie de la cama y miró fijamente a las niñas
Itachi cerró los ojos y se concentró, podía sentir a las personas a su alrededor
pero sobre todo podía sentir una energía increíble proveniente de las niñas, los
collares emanaban una energía contraria a la de ellas.
Eso es…-dijo por lo bajo
¿Lo entendiste?
Si-abrió los ojos- quiero que ustedes dos se sienten quietecitas mientras hago
esto ¿entendido?
Las dos niñas asintieron y se sentaron justo al frente de Itachi que volvió a
cerrar los ojos, Kakashi miraba desde una distancia prudente supervisando a su
pupilo. Los ojos del azabache volvieron a abrirse pero estaban en blanco y
emanaban un sospechoso brillo, sus labios empezaron a moverse y a hablar en
alguna lengua extraña e incomprensible.
Las niñas se miraron entre ellas algo asustadas pero no podían olvidarse de las
palabras de aquel que se había ofrecido a salvarles la vida, se tomaron de las
manos y tragaron gordo. Pronto, los collares en sus cuellos empezaron a arder,
el metal empezaba a calentarse y su piel no soportaría por mucho tiempo.
Listo-jadeo Itachi
No-intervino Ino
Kakashi e Itachi solo la miraron, el azabache estuvo a punto de decirle algo para
calmarle pero su mentor le detuvo, él mismo podía sentir que el romper los
collares haría sacar a flote todos esos sentimientos reprimidos.
El mago tomó a su pupilo del hombro y lo alejo para poder ser testigos de la
metamorfosis de aquellas niñas.
Kakashi…
Su sed de sangre y venganza es enorme, no podremos detenerlas
¿Qué hacemos?
Miramos tranquilos, estoy seguro de que ellas solas pueden terminar con este
sitio
Itachi jamás había visto semejante escenario, fue como si las cosas pasaran en
cámara lenta y sin sonido a partir de ese momento. Las hermanas Veelas
destruyeron la puerta y corrieron por todo el burdel atormentando a todo el
que se pusiera en su camino. Podían escucharse los gritos de las chicas y sus
clientes, ambas niñas no tenían piedad y se encargaban de devorar a todos los
hombres a su paso dejando a las muchachas con el susto más grande de su vida.
Su naturaleza les prohibía comerse a las mujeres pero había suficientes hombres
en el burdel para poder hacer charco tras charco de sangre.
Itachi sonrió dulcemente y se agachó hasta estar a la altura de las niñas, limpió
un poco de sangre de las caras de las niñas aunque realmente no quitó gran
cosa. No se necesitó decir nada más para que las dos entendieran que podían ir
sin cuidado.
decimo noveno acto:“ inminente”
Después de hablar, Naruto se sentó a la orilla del mar para no ser molestado
aunque lo había hecho específicamente para que Sasuke no pudiera estar cerca.
Necesitaba un momento para él solo, pensar las cosas y meditarlas.
El peligro era inevitable en ese punto, era su culpa que todo eso hubiese
pasado. Por primera vez desde que llegó al circo se preguntó en qué hubiese
pasado si jamás hubiera subido a ese vagón, si hubiera simplemente aceptado la
vida en casa de Nana Gigi, tal vez si lo hubiese hecho seguiría ahí teniendo una
vida parcialmente normal. Si hubiera aguantado un poco más y ahorrado
dinero para irse de una manera diferente, tal vez su vida hubiese sido muy
distinta.
Naruto miró hacia el suelo y se levantó lentamente para ir donde Okami, aún
seguía pensando en las cosas que había meditado. No había hablado con Sasuke
desde el día anterior y se le hacía realmente difícil, lidiar con semejante carga
sobre sus hombros no era nada sencillo.
Los ojos de Naruto se fijaron en el suelo, planto la vista en la arena solo para
esquivar la de Okami. La muchacha puso su mano sobre el hombro de su
compañero para hacerle sentir mejor, ella misma se sentía culpable de los
hechos, ella había hecho que todo sucediera pero no podía detener las
consecuencias de sus actos.
Okami…
Mi hermano mayor te ama, todos aquí lo hacemos también porque eres parte
de nuestra familia
Para la buena suerte de Okami, Neji estaba pasando por ahí en ese momento y
logró evitar que esta colapsara.
Neji no era tonto, se había dado cuenta del extraño comportamiento de Okami
desde hacía un par de días pero no había querido comentar nada al respecto,
pero ahora que estaban los dos solos decidió que sería mejor hablar del tema.
El rostro de la azabache se puso rojo hasta las orejas, esa idea había estado
rondando su cabeza desde hacía un par de días cuando empezó a sentir
malestares inusuales.
N…No-dijo insegura
Desayunaste una salchicha de tofu
¿Qué tiene de raro eso?
Le pusiste salsa de chocolate, además Hinata me contó lo del sándwich de
pepinillos y jalea
Bu… bueno el que haya comido algo diferente no quiere decir nada
¿Cuánto tienes de retraso?
¿Quién dice que tengo retraso?
Un suspiro pesado salió de los labios de Neji, sabía que el guardar el secreto
sería una mala idea y que eso traería malas consecuencias pero al mismo tiempo
no quería causar más alboroto del que ya eran acreedores. El castaño asintió
lentamente para que la muchacha quedara más tranquila pero no hubo más
tiempo, los dos se quedaron quietos ante una desagradable sensación.
Sasuke se incorporó de golpe y tomó el rostro de Naruto entre sus manos para
besarlo profundamente, quería poder desaparecer junto con él a donde
pudieran estar en paz y tranquilos. Su corazón estallaría de tan solo pensar en
la idea de perderlo, él sería capaz de mover montañas con tal de ver a Naruto
sano y salvo.
Tengo miedo Sasuke
Yo te protegeré, pelearé contra lo que sea Naruto, así que no temas
Pero todos van a arriesgarse por mi culpa
Esto iba a llegar tarde o temprano, además ¿no estás emocionado por saber
de dónde vienes?
Tal vez si yo no hubiera llegado a este lugar, jamás habría puesto en peligro a
todos
Entonces Sasuke sintió un golpe bajo, miró a Naruto fijamente con ojos
desesperados e histéricos, quería decirle tantas cosas que sentía que no podría
hacerlo.
Naruto cerró los ojos y una lágrima se le escurrió, él amaba tanto a Sasuke que
no podía soportar la idea de hacerle daño además todo el circo se había
convertido en su familia y los quería pero ahora se habían envuelto en una
guerra que no podía evitarse por su culpa.
La cabeza de El consejo de vampiros había tardado pero al final dio con la pista
de aquel mitad celesta que tanto habían buscado.
Logró entrar al campamento sin ser detectado, ahora solo debía conseguir
encontrar al celesta y no le fue muy difícil hacerlo al ver la cabaña en donde
estaban Naruto y Sasuke. Con un movimiento rápido estuvo dentro de esta
misma y se acercó a la cama. Sasuke dormía tranquilo sobre el pecho de Naruto.
Nagato alargó su mano hasta tocar la mejilla de Naruto que despertó enseguida
y al ver a aquel individuo quiso levantarse y gritar pero no pudo. Su cuerpo
estaba paralizado por alguna razón que no entendía, empezó a sudar mucho y
su respiración se entrecortó. El vampiro mayor le hizo una seña para que
mantuviera la boca cerrada como si fuera una mala broma y entonces Naruto
sintió la sensación más repugnante de su vida.
Nagato tomó el mentón de Naruto que seguía temblando mientras luchaba por
conseguir el control nuevamente de su cuerpo y entonces se desvaneció en los
brazos del vampiro.
Sasuke…
Se lo llevo…-susurró
Sentí la presencia de Nagato pero… ¿en dónde está Naruto?
¡Se lo llevó!-gritó Sasuke histérico empapado en sudor y lágrimas- ¡he dejado
que se lo lleven! Nagato uso su mierda de la sangre y no me pude mover…
Tranquilo Sasuke
¿¡No lo entiendes!? Le prometí que lo protegería y sin embargo yo…
No terminó de decir nada, Itachi le abrazó y sin poder hacer nada más, Sasuke
se quebró en brazos de su hermano mayor, ahora Naruto estaba al borde de la
muerte y no podía hacer nada. El escondite de Nagato, las verdaderas
intenciones de todos, las cosas más vitales les eran desconocidas.
Lo encontraremos-le aseguró Itachi
Pero no sabemos nada
Los dos sintieron un escalofrío en la espalda y al voltear a ver que era lo que lo
provocaba no se encontraron con otra persona más que con Kakashi quien les
miraba un tanto desesperado.
Llegué tarde…
No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado o qué era lo que sucedió
realmente pero estaba muy confundido. Su cabeza daba vueltas y su cuerpo le
dolía en extremo, sentía nauseas y muchas ganas de llorar. Naruto abrió los ojos
lentamente encontrándose en un sitio totalmente desconocido y entonces los
recuerdos del secuestro le llegaron de golpe haciéndole incorporarse
rápidamente.
Naruto reconoció enseguida esa voz, no era otro más que Nagato, el cabeza de
El consejo y la persona que lo había secuestrado. El vampiro se acercó
resonando los zapatos en el suelo y provocando un eco tétrico y desesperante,
su expresión inquebrantable se mantenía en su rostro como una pintura y al
estar más cerca, Naruto pudo darse cuenta que las comisuras de su boca
estaban ligeramente levantadas.
Una vez más, aquella sonrisa macabra apareció en los labios de Nagato que solo
dio media vuelta y salió de la estancia pero Naruto no se quedó solo por mucho
tiempo. Al mismo tiempo que Nagato salía entro otro hombre. Su cabello negro
y largo, ojos apagados y piel pálida, tenía un horrible parecido a Sasuke, Okami
e Itachi solo que él ostentaba cicatrices de lo que parecían ser quemaduras en el
rostro.
Todo el circo había salido de nueva cuenta de sus cabañas, estaban reunidos
junto a la fogata que habían prendido débilmente para poder iluminarse.
Kakashi estaba en medio explicando lo que había investigado durante tantos
años. El secuestro de Naruto había sido el detonante inminente de lo que
pasaría después y todos estaban conscientes.
Madara sabía que todo esto iba a pasar, él orquestó todo-miró alrededor-
todos y cada uno de ustedes están aquí por él
¿Qué dices?
¿Recuerdas la habilidad de tu tío?-le cuestionó a Itachi
Lo hago vagamente… él podía saber cuándo sería atacado o algo así
Durante años, Madara Uchiha mantuvo en secreto sus verdaderas habiliades.
Pasé casi toda mi vida investigando al responsable de la muerte de mi mujer, he
alargado mi triste existencia usando magia prohibida por llegar al fondo y al fin
lo he conseguido
Kakashi…
Madara Uchiha era capaz de ver el futuro. Él sabía lo que pasaría, incluso
sabía en donde se encontraría Naruto pero no podía ir más allá porque tu padre
se dio cuenta de lo que intentaría y quiso detenerlo. Fingió su muerte, así no
podrían culparlo y esperó pacientemente hasta poder infiltrarse en El consejo
usando a Nagato como su marioneta y entonces el mismo Madara inventó la
iglesia y por ende, aconsejo a las personas
Nadie se atrevía a decir nada, era como si incluso el mar no fuera capaz de
hacer un solo sonido, los integrantes del circo se miraban unos a otros
preguntándose lo que había sucedido en realidad.
Entonces…
Hemos sido sus marionetas durante todas nuestras vidas
Los ojos de Naruto no podían despegarse de Madara que aún mantenía esa
sonrisa sínica en sus labios. La mirada de aquel sujeto era imponente, su sola
presencia ocupaba toda la estancia y Naruto estaba cada vez más nervioso.
Pero…
Yo he estado tras de ti todo el tiempo, te conozco y sé lo que eres. También sé
que tus amigos van a declinar la propuesta que les hizo Nagato y van a intentar
rescatarte- negó con la cabeza- esos niños nunca aprenderán
Naruto se mordió el labio muy fuerte, se hizo una herida pequeña y pudo
saborear el sabor metálico de su sangre. Él no tenía nada de especial, su sangre
era como la de cualquier otra persona o eso era lo que había pensado durante
veintiún años.
Ellos vendrán y…
Te aseguro que así será, planearán una estrategia basada en lo que ese mago
tonto les dirá, creerán estar tomando el camino que yo no pude ver pero
terminarán caminando hacia mi trampa-cerró los ojos-no lamentaré nada, ni
siquiera la muerte del bebé
Neji debía sacar del castillo a la princesa Hinata, su pueblo había orquestado un
motín contra la familia real y su deber no era otro más que proteger a la
princesa. Había personas dentro que querían acecinarla, era la última
sobreviviente de la familia real y debía morir si el pueblo quería tomar el
control.
Lo único que veían al salir del castillo era anarquía y destrucción, las personas
solo se querían matar entre ellas usando los ideales de los que tanto presumían
y por los que habían matado a la familia real. Ahora no tenían un líder y todos
querían serlo y para eso se dedicaban a tratar de matarse.
Neji trataba de guiar a Hinata por donde fuese más seguro, necesitaba
encontrar los límites del reino para poder escapar, después de eso ya tendría
tiempo de pensar lo que harían después. Se aprovechaba del alboroto, sabiendo
que si llegaban a mirarles a los ojos se darían cuenta de quienes eran.
¡Neji!
Debemos irnos princesa
Pero… pero… mis padres… mi hermana
Hinata-la tomó por los hombros-mírame
El mayor tomó la mano de la princesa y la llevó por el túnel, cada paso se sentía
como su estuvieran más cerca de escapar. El otro lado del túnel era solo más
bosque, ambos pudieron suspirar aliviados de haber podido escapar de aquella
horda anarquista. Neji miró a su alrededor tratando de pensar en algo pero
simplemente nada se le venía a la cabeza.
Neji…-le llamó Hinata
Princesa trato de pensar
Neji… Neji…
No puedo concentrarme si sigues…
Hinata se aferró a su primo que no le quedó más que aceptarlo pues sin él, lo
más probable sería que Hinata moriría y así, de esa manera al menos estarían
juntos.
Neji no tuvo más que hacer caso, sus perseguidores volvían en sí. Sin pensar
más, ambos saltaron al lomo del ciervo y pudieron escapar rápidamente, el
animal les llevaba por un sendero difícil pero Hinata parecía confiar
plenamente en él así que Neji solo se limitaba a cuidar que la princesa se
mantuviera estable en el lomo del animal.
Pronto, después de lo que parecieron horas para Neji, el animal llegó a una
especie de campamento vacío. El ciervo bajo la cabeza en señal de haber llegado
y las dos personas sobre él bajaron y miraron alrededor, no había nadie pero
parecía que era un campamento recién levantado.
El ciervo caminó hasta detrás de un tronco grueso y al salir del otro lado era un
muchacho acomodándose los pantalones. Enseguida Neji se puso a la defensiva
delante de Hinata quien solo rodo los ojos y lo hizo a un lado.
Shikamaru se dio cuenta de esos ojos tan peculiares de color perla, la muchacha
tenía un rostro amable y parecía ser muy compasiva, imaginó que ella debía ser
una especie de princesa para tener un guarura. Fue cuando el castaño se fijó en
el llamado Neji que solo le miraba con desconfianza, era un muchacho un poco
mayor pero había un aire de niño reprimido.
Sasuke fue interrumpido por dos pares de ojos perla que le miraban
preocupados, giró para ver a Shikamaru que solo se encogió de hombros,
aquellos dos habían sido traídos al campamento para que seguramente se
quedaran ahí.
La voz de Kakashi les llegó algo de sorpresa, aunque los Uchiha y Shikamaru
ya estaban acostumbrándose a eso. El mago se acercó y tomó el mentón de Neji
que se había puesto frente a Hinata un poco a la defensiva, obligó al muchacho
a verlo al único ojo visible.
No…
Ustedes han perdido a sus padres ¿no es así?
Si…
Si no tienen a donde ir, no habrá problema en que se queden
Neji no sabía que decir, simplemente era como si todo volviera a revivirse en su
mente. Escuchó enseguida los sollozos de Hinata que había vuelto a llorar, el
ojiplata apretó los puños, le partía el corazón escuchar a su prima llorando de
esa manera tan desconsolada pero él debía ser fuerte por los dos.
¿Qué dicen?
No … no lo sé-suspiró- princesa Hinata…
Ya… ya no soy más una… una princesa-dijo limpiándose las lágrimas
¿Qué dices? Tú eres Hinata Hyuga, eres la siguiente en la línea real para la
corona del reino
Si que lo tienen
Itachi dejó de mirar con severidad a su hermana menor y se volvió para mirar a
la pareja de adolescentes que les veían desconfiados (o al menos solo Neji lo
hacía). Los ojos perla estaban clavados ahora en los azabaches brillantes.
Mi nombre es Itachi Uchiha, el dueño de este circo ambulante. Fundé este
lugar cuando nos quedamos huérfanos, desde entonces me dedico a darles una
segunda oportunidad a niños sin un sitio-miró alrededor- salgan ya chicos y
denle la bienvenida a nuestros nuevos amigos
Neji quiso negarse, no podía fiarse de lo que estaba escuchando pero Hinata le
detuvo con una sola mirada. Con eso podían comunicarse a la perfección, los
ojos de la princesa seguían hinchados pero una sonrisa tímida se dibujó en esos
labios finos.
Princesa…
Ya no soy más una princesa, Neji-se limpió la cara y miró a Itachi- nos
quedaremos con ustedes
¡Auch!
Hinata retiró rápidamente el dedo del fuego, había insistido en ayudar con la
cena a pesar de la oposición de sus nuevas compañeras que debían cocinar. Ino
tomó la mano de la princesa y con un rápido toque lo dejó como nuevo.
Cerca de ahí, Neji estaba sentado vigilando a Hinata que parecía bastante
complacida de haber encontrado un lugar después de todo. Los ojos del
muchacho no se despegaban de la princesa que ahora estaba aprendiendo a
hacer un buen estofado, él estaba tan concentrado en ella que ni siquiera notó a
Shikamaru acercarse.
Neji dio un salto al escuchar a Shikamaru que ahora se había sentado con él.
Aquel chico de aspecto aburrido e indiferente era algo que definitivamente
jamás había visto, recordó su forma animal y se sonrojó un poco al pensar que
le había montado durante un largo rato antes de llegar al campamento.
Desde que tenía memoria, Neji había sido criado solo para servir a la rama
principal de la familia Hyuga, siendo su protegida la princesa Hinata quien
había sido su mejor amiga y compañía durante toda su vida. Los planes en el
castillo eran hacer un compromiso entre la princesa Hinata y Neji para
preservar la sangre real pero él no podía ver a su prima más que como eso, una
gran amiga a la que quería mucho.
Y ahora estaba frente a él Shikamaru Nara, el muchacho que los había salvado
de una muerte segura y lo que para él representaba el prototipo de chico
perfecto. No se parecía en nada a los que entrenaban en el palacio ni por asomo
pero había algo en Shikamaru que no podía dejar de llamarle la atención, solo
eran un par de adolescentes que ahora estaban ahí juntos.
La princesa… digo, Hinata ha pasado por muchas cosas
Tú también eres fuerte. Aún después de todo la sigues protegiendo
Ella es mi mejor y única amiga, además de que ahora es mi única familia
¿Cómo era? ¿Tu pueblo natal?
Neji miró a la cara a Shikamaru, el castaño era solo un muchacho igual que él
pero aún así sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Aquel rostro aún con
rasgos infantiles generaba en él una sensación extraña.
Era un lugar común y corriente supongo, nosotros jamás salimos del reino
hasta ahora y por lo que pude leer en algunos libros, nuestro reino era común
Tus ojos-dijo Shikamaru tomando el mentón de Neji para verlo a los ojos-
¿Por qué se ven así?
Para Shikamaru, los ojos de Neji le parecían lo más precioso que había visto
jamás, tenían una belleza inexplicable que simplemente no terminaba de
entender. Pero no solo eran sus ojos, sino que todo en el Hyuga era bastante
bello. Piel aperlada, cabello largo, labios finos y esos enormes orbes color perla
que le adornaban esplendorosamente.
No siguieron hablando, la cena ya estaba lista y debían ir, pero esa conversación
no quedo del todo desconectada, ambos siguieron hablando después de la cena
e incluso durmieron juntos después de que Ino y Sakura no le dejaran dormir
con Hinata.
Un par de semanas habían pasado desde que los Hyuga se habían unido al
circo, rápidamente se acostumbraron a la vida ahí.
Habían recorrido un largo tramo hasta una ciudad bastante lúgubre, estaban
por celebrar un evento agridulce. Era el cumpleaños número trece de la
vampiresa menor, lo que quería decir que sería la primera vez que debería salir
a cazar.
El que Okami cumpliera trece años quería decir que debía beber sangre por
primera vez, la noche anterior Itachi le había dado una incómoda y bastante
desordenada charla sobre lo que pasaría aunque más que orientarla había
logrado confundirla.
Por suerte, las Veelas supieron ser mejores mentoras en el tema que el líder del
circo. Sakura e Ino se habían encargado de arreglar a la vampiresa, dándole un
maquillaje que la hacía ver obscenamente mayor además de un vestido con un
corsé fácil de quitar.
Las Veelas se miraron entre ellas con una expresión algo extraña, no podían
negar que les causaba gracia pero también algo de ternura.
Hinata logró calmar las ansias de Okami que se alegraba de poder tener a las
muchachas con ella, sabía que tarde o temprano sus hermanos serían
insuficientes para ella y que necesitaría algo más a su medida y agradecía poder
tenerlo.
Neji estaba sentado en una rama de uno de los árboles alrededor, aún seguía sin
poder asimilar las cosas y pensar todo con claridad en un sitio pacifico era sin
duda una gran idea. Pero no siempre estaba solo sino que a veces Shikamaru le
acompañaba y hablaban un buen rato y ese día no sería diferente.
¿Puedo subir?-preguntó Shikamaru al pie del árbol
Shikamaru subió hasta sentarse al lado de Neji para mirar hacia la misma
dirección donde podían ver el campamento completo y a la perfección.
La pregunta le tomó algo por sorpresa aunque no del todo, esa era la misma
pregunta que se había hecho durante mucho tiempo. A veces pensaba que era
solo el hecho de ser Hinata, su prima y mejor amiga pero poco a poco se daba
cuenta que las niñas nunca fueron de su agrado y aquel sentimiento se había
hecho mayor al entrar a la pubertad cuando sin duda las doncellas del palacio
no despertaban en él un interés como lo hacían los chicos que entrenaban para
el ejército. Las dudas e incertidumbres siempre quedaban enterradas tras un
discurso mental sobre honor y deber en donde se reprochaba siempre por sus
propios pensamientos y deseos.
Una vez más la pregunta hecha por Shikamaru había hecho que el Hyuga se
descolocara por un momento, había sido verdaderamente directo al respecto.
¿Chicos?
Si, ya sabes, se supone que las chicas deben interesarse en los chicos y lo
mismo al revés pero… a veces las cosas no son así y algunos chicos prefieren
otros chicos
¿Es eso correcto?-preguntó algo abrumado
No lo sé-suspiró-no me importa
¿No… no te importa?
Claro que no, ya tenemos suficientes prejuicios como para preocuparse por
eso
Shikamaru miró a Neji que seguía sin quitar la vista del campamento, era
verdad decir que jamás se había detenido a pensar en ese asunto que hasta
hacía unos días permanecía sin importancia pero ahora estaba ahí sentado junto
a un muchacho realmente apuesto y lindo que no dejaba de cautivarlo.
Al darse cuenta de lo que había dicho, Neji se puso rojo como un tomate,
definitivamente pensaba que Shikamaru no era cualquier chico y le incomodaba
pensar de esa manera. No podía negarse a lo inevitable y menos después de esa
conversación pero aún así no podía dejar de lado a sus antepasados, su padre y
su tío que esperaban que él pudiera convertirse en un gran hombre para traer
honor a la familia y eso involucraba casarse con una mujer y tener
descendencia.
El chico que me gusta es especial-siguió Shikamaru-diga lo que le diga, no le
puedo mentir
Neji regresó la vista a Shikamaru muy rápido, esa indirecta había sido bastante
efectiva pero entonces antes de decir nada, los labios del ojiperla fueron
reclamados por el ciervo quien le besó de una manera especial y algo torpe,
después de todo seguía siendo su primer beso.
Por su lado, Neji resistió un poco pero terminó cayendo ante sus propios
impulsos, le devolvió el beso a Shikamaru de la misma manera.
Después del furtivo regreso del mago al circo, habían pasado casi un día y
medio tratando de encontrar una estrategia adecuada para poder infiltrarse en
el castillo de Madara, sabían que el tiempo no estaba a su favor y que cada
segundo que perdían era un segundo en el que la vida de Naruto peligraba.
Madara Uchiha fue quien nos orilló-siguió Itachi- la pelea es inevitable -miró
al redor- todos estamos juntos en esto, así ha sido siempre y así seguirá siendo
Aunque no quisieran admitirlo, todos sabían que en algún punto de sus vidas
deberían enfrentarse al consejo aunque claro que nunca se vieron en esas
circunstancias. El campamento entero desbordaba emociones, querían estar
seguros de dejar todo en orden antes de encaminarse a la pelea.
Hasta que la muerte nos separe-dijo Kiba tomando las manos de Okami
No digas esas cosas-le reprimió- no moriremos… no…
Daré mi vida por ti si es necesario
No seas tan egoísta, Kiba ¿Qué pasará después si mueres? Yo no podré
seguir viviendo
Okami estuvo tentada a decirle sobre su embarazo pero sabía de antemano que
si abría la boca, lo más probable fuese que no la dejaran pelear a su lado y ella
estaba dispuesta a todo por proteger a los que quería y Naruto era parte de ese
grupo.
La pareja se dio un beso apasionado, Okami se sentía culpable por no poder ser
del todo sincera con su marido pero al mismo tiempo trataba de convencerse a
sí misma que lo hacía por un bien mayor, por su futuro y el de su familia.
Temari la miró con el ceño fruncido, la conocía lo bastante bien como para saber
que Tenten estaba intranquila. La castaña trataba de no ver a la cara a su pareja,
quería evitar un momento incómodo, en concreto, no quería terminar
despidiéndose de ella.
Lentamente Temari se sentó frente a Tenten que ya había dejado sus armas a un
lado. Las lágrimas ya eran imposibles de contener para la castaña que seguía
tratando en vano de secarlas rápidamente.
Tenten…
Temari…
No me voy a despedir de ti Tenten, porque regresaremos sanas y salvas
después de la pelea
Pronto Temari tampoco pudo aguantar sus propios sentimientos y terminó
llorando junto con su compañera. Las dos estaban seguras que su objetivo sería
cumplido y entonces podrían regresar a su vida cotidiana, si no peleaban
entonces corrían más peligro. No solo era Naruto, sino que eran todos ellos
pues si Madara llegaba a concretar su proyecto entonces todos corrían peligro.
Lo traeremos de regreso
Lee…
Naruto es fuerte y va a poder aguantar hasta que lleguemos
Me siento tan culpable… yo debí defenderlo, yo…
Hiciste lo que pudiste-le interrumpió- Sasuke, no podías hacer nada contra
Nagato, nadie podía
Él confiaba en mi
Él confiaba en todos, deja de culparte por lo sucedido-suspiró-nadie se dio
cuenta de la presencia de Nagato y ahora solo podemos esperar
No puedo esperar…
No hagas nada imprudente, debes ser tú quien saque a Naruto de ahí y no
podrás hacerlo si sigues diciendo que actuaras impulsivamente-le miró muy
serio- todos tenemos miedo Sasuke, estamos conscientes de que podemos morir
pero eso no va a detenernos
Las palabras de Lee eran amables y gentiles, trataban de hacerle sentir mejor y
lo habían logrado. Naruto era la persona más importante en su vida y el saber
que había sido su culpa el que le secuestraran, el saber que fue débil y
sucumbió ante los poderes de Nagato, simplemente le freían los sesos.
Neji arqueo una ceja viendo como Hinata se retiraba de la cabaña, pero
enseguida entendió de lo que estaba hablando y quiso detenerla pero una vez
que llegó a la puerta se encontró con Shikamaru que le miraba con ojos algo
vacíos y tristes.
No me vengas con eso ahora, ya no sabía qué más hacer para llamar tu
atención
Me has apartado durante mucho tiempo Neji Hyuga, creo que ya es hora de
que nos sinceremos de verdad-se acercó- no sé si regresaré con vida de la pelea
y es por eso que debo dejar las cosas bien en claro
No sé a qué te refieres
Eso fue el colmo para Shikamaru que simplemente frunció el ceño y apretó los
puños, las cosas no podían quedar de esa manera. Aprovechó el momento en el
que Neji se recargo en la pared para golpear su puño en el hueco entre su
cabeza y hombro, así tendría toda su atención sin ninguna distracción.
El cuerpo de Neji reaccionó solo, como siempre solía hacerlo ante esa actitud
tan típica de Shikamaru. Pegó sus brazos a la pared y subió la mirada para
mirar a los ojos al castaño con la cara roja como un tomate y la respiración ya
algo entrecortada.
Claro que Shikamaru enseguida se dio cuenta de la reacción de Neji,
seguramente había sido solo instinto pero estaba contento de saber que al
menos su cuerpo le recordaba. El ciervo se relajó entonces y solo miró de una
manera más suave a Neji, extrañaba de verdad esos momentos en los que solo
eran ellos dos y nada más pero jamás pensó que los prejuicios del ojiblanco
pudieran más que sus mismos sentimientos.
Te amo-susurró Shikamaru
Eso no…
Mírame a los ojos, yo no puedo mentirte
Neji apretó los labios hasta hacerlos una fina línea, no quería regresar el rostro y
ver que las palabras de Shikamaru eran sinceras, no quería hacerlo porque él
sentía exactamente lo mismo. Le había costado mucho reprimir sus propios
sentimientos durante tanto tiempo que no podía permitirse un momento de
debilidad.
La boca de Neji se abrió enseguida pero nada salió, las palabras se le habían
quedado atoradas en la garganta, aunque quisiera no podía decirle a Shikamaru
que no lo amaba por una simple razón: no podía mentirle a la persona de quien
estaba enamorada.
Una sensación cálida se apoderó del pecho de Neji haciéndolo sentir de nueva
cuenta muy bien, había olvidado lo increíble que era su compañero,
simplemente era algo que lo dejaba sin palabras pero le gustaba.
Te digo lo mismo a ti
Gracias Hinata
No me lo agradezcas, solo hice lo que tenía que hacer
No pensé que pudiera volver a besarlo de esta manera
Neji solo es terco y orgulloso, no ha podido olvidar todas nuestras viejas
costumbres-sonrió levemente- a veces aún me llama “princesa”
Shikamaru sonrió nostálgico, recordando cuando apenas había conocido a
aquel par, cuando los había ayudado a escapar.
El vampiro azotó las manos contra su mesa de trabajo tirando un par de tubos
de ensayo que se quebraron tirando su contenido, tomó las anotaciones que ya
tenía y las rompió en pedazos que tiró al suelo.
Claro que había tenido avances, la sangre de Naruto era muy útil aunque no
tenía esa potencia esperada. Pero el vampiro no se daría por vencido, sabía que
debía seguir intentando.
Nagato asintió despacio para proceder a cumplir las órdenes de Madara y llevar
a Naruto hasta la jaula de nueva cuenta y atarlo antes de que se despertara. Los
ojos de Nagato se volvieron de nuevo a su maestro que volvía a poner manos a
la obra así que él decidió que sería mejor retirarse y dejarlo trabajar.
Espera Nagato
¿Sí?
Dile a los demás que se preparen, ello no tardan en venir
Estamos preparados
No te pregunté si lo estabas-bramó-te he ordenado alistar a tus soldados,
para cuando ellos lleguen yo estaré aún trabajando y necesito tiempo
Una vez más, las palabras del líder de los vampiros hicieron estremecer por
completo a Nagato quien no pudo hacer más que asentir y salir de la habitación.
Tenía la boca seca y apenas podía entreabrir los ojos, sabía que el efecto pasaría
dentro de unas horas pero no podía dejar de pensar en el hecho de que sus
amigos estaban a punto de ir por él. El sentimiento era agridulce, sentía que
había encontrado a los mejores amigos que jamás podía encontrar pero
sabiendo que estaban corriendo directamente hacia la boca del lobo por su
causa era lo que le dolía. Todos en el circo le preocupaban pero había una
persona en especial que rondaba por su cabeza sin parar. Sus recuerdos con
Sasuke eran ahora su más preciado motivo para seguir consciente, no quería
poner en riesgo a la persona que más amaba.
No mueras-soltó el licántropo
Sasuke saltó de momento por ese comentario pero enseguida entendió y
devolvió esa mirada seria a su mejor amigo.
La presión era mucho para ellos, necesitaban ese momento para desahogarse y
pensar un poco. Ambos se abrazaron, tratando de darse calma uno a otro,
honrando ese lazo inquebrantable que solo ellos tenían.
Kiba se separó de su amigo y le miró con una sonrisa amplia pero algo triste,
Sasuke no pudo más que sonreírle de la misma manera.
Hora de irnos
Hermano, Kiba
Enseguida vamos-se apresuró a decir Sasuke-ya vamos…
Antes de eso-volvió a decir Okami- cuídense mucho en la pelea, los amo
Dicho esto, ella salió rápidamente para que no la vieran llorar, no quería
preocuparles más de lo que ya lo estaban. Ella puso su mano sobre su vientre,
quería ser fuerte por ella y por lo que vendría, ahora ya no era solo una vida,
debía velar por la criatura que estaba creciendo en su interior.
Sasori apareció de entre las sombras, no iba con su capa como normalmente
acostumbraba sino que llevaba ropa ligera y listo para la pelea. Los árboles y
arbustos comenzaron a moverse a su alrededor dejando ver a varios hombres
preparados y armados.
No se necesitó más, el grupo de hombres saltó listo para atacar. Cada uno fue
interceptado, la pelea había comenzado.
ultimo interludio
Aunque podrías escuchar los pasos desde la otra esquina, los dos hombres
fornidos que caminaban por el pasillo no pensaban en mucho. Iban hacia el
laboratorio para un nuevo proyecto que era su única preocupación. El
comandante les había dado la orden de encontrar algo nuevo, especial, debían
buscar algo que todos querían pero que nadie había conseguido. Un soldado
perfecto.
Era una época difícil, la guerra había azotado desde hacía un par de años y las
personas solo buscaban su bienestar. Aquellos científicos contratados por el
gobierno solo hacían eso, tratar de sobrevivir.
Su líder, un hombre poderoso y aclamado por su pueblo pero repudiado por los
demás era quien había dado la orden de experimentar hasta que encontrara lo
deseado. Nos les era difícil encontrar conejillos de indias, huérfanos y viudas
abundaban por las calles siendo esto el gran regalo que había dejado la guerra.
Cada molécula, átomo y partícula que conformaban aquellos tres cuerpos había
sido creado en un laboratorio. Seres genéticamente creados, súper soldados y el
futuro del planeta en armas.
Los hombres se acercaron más, los tres individuos en los tubos permanecían de
pie y con los ojos cerrados, los científicos querían verlos moverse, querían estar
seguros de haber hecho el trabajo correctamente.
Los dos vieron hacia sus creaciones fascinados, los dos jóvenes a los lados
permanecían igual pero el muchacho de en medio había abierto los ojos y los
miraba con esos orbes aguamarina vacíos y profundos.
Después de la primer guerra mundial, las cosas fueron más complicadas para el
circo aunque no todo era realmente malo, habían logrado hacerse de una carpa
y unos vehículos con motor para trasladarse pero el estallido de la segunda
guerra complicó las cosas.
Todos iban en silencio, el miedo era parte de su grupo desde que la guerra
había estallado. Los humanos se volvían cada vez peores, ya no repudiaban a
las criaturas como ellas sino que ahora se dedicaban a matarse entre ellos. Claro
que esto no quería decir que estaban a salvo, todo lo contrario, al ser ellos
diferentes y extraños podían desatar una paranoia peor.
Criaturas bárbaras…-musitó Neji- no han aprendido nada
El camino por el que iban era irregular, el frío les calaba los huesos y no veían el
momento de poder detenerse a tomar un descanso. No pasó mucho hasta que
detuvieron el vehículo y todos bajaron a estirar las piernas, no podían dejar de
ver el ambiente en el que se encontraban en ese momento. Casas pequeñas y
todas cerradas, estaban en una zona pobre en donde la guerra había sido más
agresiva.
Itachi-llamó al vampiro
¿Qué sucede?
He recibido algo de información
¿Qué tienes?
Estos tipos-señaló a un cartelón nazi- están haciendo experimentos raros,
creo haber escuchado algo sobre crear humanos perfectos
¿Humanos perfectos?
Así lo llaman ellos-suspiró- no hacen más que jugar con su propia genética
Increíble-suspiró- los humanos nunca aprenden, primero nos mataban por
ser diferentes y ahora que nos creen solo un mito, se matan entre ellos por no
tener las mismas ideas-negó con la cabeza- esto solo los llevará a la extinción
Itachi se quedó callado un momento, miró más serio a Kakashi que se mantenía
sereno pero al mismo tiempo su único ojo visible dejaba en evidencia esa
incertidumbre.
¿Qué son?
Ellos les llaman “súper soldados” son entes genéticamente creados a su
imagen y semejanza, tienen habilidades especiales que les haría invencibles
contra las armas humanas… o eso es lo que escuché
Kakashi…
Ellos ya no son niños, míralos, pueden defenderse y ya es hora de que
empiecen a madurar como deben, y eso te incluye a ti, Itachi
Las palabras de Kakashi eran duras y contundentes pero no decían nada más
que la verdad. Esos eran tiempos difíciles y necesitaban de toda la ayuda
posible y si eso significaba frustrar los planes de los humanos entonces eso
harían. El mago tenía razón, si esos seres lograban salir a la luz, si lograban
reproducirse entonces sería el fin de toda la vida en general.
¡Reúnanse!-ordeno el mago
Un par de días más tarde, el laboratorio continuaba con las pruebas para poder
tener todo listo a la llegada de su jefe máximo que al escuchar la noticia quedo
fascinado con la idea de poder tener a estos soldados perfectos al frente de sus
filas.
El Prototipo 001 y 002 se quedaron quietos, habían escuchado una voz extraña
en sus cabezas, no había ruido a su alrededor y sin embargo habían sido
capaces de escuchar con claridad esa frase.
“Soy el que ellos han llamado Prototipo 003. Hermanos. He sido dotado con un
poder que estos humanos no entenderían, también me han dado conocimientos
que, al igual que ustedes, pude digerir de una manera alternativa.
<<No somos humanos, no somos como ellos. Ante sus ojos somos armas de
guerra aunque sé que ese término, “guerra” se nos ha presentado como algo
bueno, les prometo que no lo es.”
Pasillo tras pasillo, las paredes de metal eran frías y todo el lugar tétrico,
escuchaban cada paso que daban. Trataban de ser sigilosos, los hermanos
vampiros podían cumplir con eso pero al licántropo (que había dejado a su
perro mascota a petición de Kakashi) le costaba mucho poder hacerlo.
Las mejillas del licántropo se tornaron de rojo intenso, había pasado toda su
vida al lado de Okami y aún seguía sintiéndose como tonto al hacer esa clase de
cosas. No entendía la razón por la que su pecho le dolía tanto al estar a su lado,
el sentimiento de querer protegerla había cambiado en algún punto. El
impregnarse significaba querer proteger a una persona no importa las
circunstancias pero en algún momento ese sentimiento se había intensificado y
mutado en algo muy difícil de asimilar.
Ahí-apuntó Okami
El laboratorio-musitó Sasuke
La puerta parece asegurada ¿Cómo entraremos?
La derribaré de un zarpazo y…
No, Kiba-le detuvo la muchacha-si haces eso te lastimarás, llamarás la
atención y no lograrás abrir nada
Una vez más, Kiba sintió como si le golpearan el pecho, seguía diciendo cosas
tontas y avergonzándose. Todo esto parecía hacerle gracia a Sasuke quien le
hacía señas y se burlaba silenciosamente del licántropo.
Alguien se acerca…
El sonido de pasos pesados se acercaba desde el otro lado del pasillo, ellos se
escondieron en la esquina, eso era justo lo que necesitaban. Cuando pasó a su
lado, Sasuke rápidamente noqueo al sujeto y lo arrastró hasta donde estaban.
Denme eso-les ordeno Okami-eso les pasa por no querer tomar las lecciones
que el maestro Kakashi nos da a los demás… debí traer a Lee en vez de a estos
dos-susurró lo último
Su tarea era terminar con el experimento pero Sasuke conocía bastante bien a su
hermana menor como para saber que una vez que estuvieran a punto de hacer
lo que debían, ella se retractaría. Pero no podía culparla, esos tres individuos
estaban vivos después de todo, no habían pedido ser creados y sobre todo, no
eran peligrosos.
Tú leíste mi mente
La menor de los Uchiha se acercó a los tres se sentó a un lado de ellos que solo
le miraron algo confundidos.
Entonces…
Soy capaz de controlar mi cerebro al cien por ciento, es por eso que yo debía
ser aniquilado, soy el más peligroso de todos
Tu controlas el cien por ciento de tu cerebro… eso quiere decir que no solo
tienes una combinación de poderes sino que…
Mi mente es mi mayor arma, podría hacer volar a una persona con tan solo
mirarla-suspiró-jamás dejé que ellos vieran mi verdadera capacidad
Te lo dije
La voz de Sasuke tomó por sorpresa a Kiba que no dejaba de vigilar a Okami
junto con Akamaru. El castaño giró la cabeza a encontrarse con su azabache
amigo que le sonreía de una manera burlona.
Idiota…
¿Qué sabes tú de esto? Nunca te has enamorado, solo te dedicas a
mordisquear chicas con grandes pechos
¿De verdad?
Mira, te lo diré pero no quiero que lo andes divulgando por ahí, torpe
¿Qué cosa?
Empiezo a pensar que las chicas no son lo mío… siempre que estoy de caza
imagino a un muchacho en lugar de ellas-sonrió de medio lado- uno que sea
rubio… tal vez ojos azules
Cabeza de rábano
Cerebro de pulga
La noche no se hizo esperar y el frio viento resoplaba entre las ramas de los
árboles, era una noche tranquila a pesar de las circunstancias. Era obvio que el
ejército iría a investigar la misteriosa explosión del más importante laboratorio
(en ese momento) y poder ver si rescataban algo del proyecto.
Las palabras del mago golpearon fuerte al vampiro. ¿Dejarlos? ¿qué era lo que
estaba diciendo? Habían pasado mucho juntos, absolutamente toda la infancia
de sus hermanos, su misma adolescencia y madurez la había pasado al lado del
mago que después de tanto tiempo había llegado a convertirse en un segundo
padre no solo para él, sino para todos.
Pero ¿Por qué?
Todo tiene un ciclo y el mío aquí ha concluido-miró a Itachi-sé que serás un
buen líder, estás preparado y eso lo sé
Sasuke e Itachi avanzaban rápido, sabían que Madara planeaba algo cuando
ninguno de los cazadores se molestó en detenerlos. El castillo estaba cada vez
más cerca y los dos hermanos no podían contener toda la emoción.
Los esperábamos-dijo uno de los cazadores a la entrada
Deidara había aparecido en el momento más oportuno, sus ojos estaban puestos
solo en los de Sasori hasta que este simplemente se desplomó en el suelo ya sin
vida y fue cuando volvió la mirada a los hermanos.
Sasuke asintió y entró rápidamente pero Itachi se quedó ahí un poco más, el
hecho de ver a Deidara ahí ayudándoles había sido como la mayor bofetada.
Una sonrisilla tenue se dibujó en los labios del rubio haciendo que el vampiro se
sintiera miserable, por un momento deseo no estar ahí mismo, quería tomar a
Deidara y llevárselo lejos a un sitio en donde solo estuvieran ellos dos. Pero no
era posible, regresó la mirada al frente y siguió adelante.
Durante todos sus años, Itachi no había tenido que usar la nigromancia pero
estaba seguro de que había aprendido a usar la magia lo bastante bien. Junto las
palmas de sus manos y las separó muy lento y mientras lo hacía, una enorme
cuchilla se mostraba.
Para cuando Itachi terminó, tenía en las manos una enorme espada brillante.
Tenía el arma que solo usaba cuando estaban en verdadero peligro, del mango
de esta misma salieron lo que parecían ser enredaderas con espinas que
enrollaron y clavaron en los brazos del vampiro.
En una enorme jaula estaba Naruto amarrado de pies y manos con grilletes,
tenía heridas poco profundas por todo su pecho desnudo, además de que
parecía débil y apenas podía mantener los ojos abiertos.
La voz de Natuto era tortura para Sasuke en ese momento, la voz de su amado
novio llena de dolor solo empeoraba la situación y él debía encontrar la manera
de salvarlo. Una lágrima de desesperación salió de Sasuke que solo pensaba en
sacar a Naruto con vida, ya no le importaba lo que sucediera con él, siempre y
cuando su amado viviera.
Entonces algo sucedió, Naruto empezó a recobrar fuerzas de algún lado pero
aún no era suficiente, la sangre que escurría de sus heridas empezaba a emanar
una especie de brillo al igual que las mezclas de Madara.
Nagato asintió y alzó de nueva cuenta la mano y con ella el cuerpo de Sasuke
volvió a levantarse solo que esta vez lo hizo un poco más separado del suelo
hasta quedar suspendido de este. El control sobre la sangre le permitía a Nagato
moverla a su antojo y al manipularla de esa manera, entonces Sasuke sufriría.
Tenía que liberarse, el azabache cerró sus ojos, debía encontrar una manera de
salir de eso. Entonces lo notó. Podía sentir un flujo de sangre diferente, como si
no fuera su sangre propia y estaba ¿brillando?.
¿Qué…?-decía Nagato
Los flujos de sangre que controlaba dentro del cuerpo de Sasuke estaban
cambiando, no le respondían y entonces poco a poco, su prisionero fue
recuperando la movilidad hasta por fin poder liberarse.
La reacción del vampiro mayor fue muy ajena a lo que Sasuke esperaba puesto
que Madara sonrió de una manera aliviada mientras sostenía un recipiente con
un líquido brillante.
¡Muere bastardo!-gritó
Ante el vampiro, yacía una figura brillante e imponente con ojos desafiantes y
fuerzas renovadas pero sobre todo, aquel par de enormes y brillantes alas
emplumadas. El rubio alargó la mano y en un destello de luz se formó una
espada brillante que apuntó a Madara a manera de reto, no dijo nada, no lo
necesitaba y entonces el vampiro mayor se acercó.
Pero no era todo, Naruto soltó la espada casi por inercia y fue directo con
Sasuke que yacía en el suelo con el puñal en el pecho, el celesta intentó sacarlo
pero las manos del azabache lo detuvieron y después puso una de estas en la
mejilla de Naruto.
Las lágrimas de Naruto empezaron a caer en la cara del azabache, este uso lo
último que le quedaba para jalar su cuello y hacer que se inclinara. Se besaron,
fue un beso largo y doloroso, los recuerdos juntos empezaron a pasar por sus
mentes.
La chica extraña con el boleto, el increíble espectáculo de circo que fue mágico,
el acto del mago ¿cómo olvidarlo? Las manos gentiles de Sasuke alrededor de
sus caderas y ese perfume mezclado con sudor de hombre, todo eso era Sasuke.
Y entonces Sasuke dejó de corresponder el beso, Naruto se separó para mirarlo
pero ya era muy tarde, Sasuke había muerto.
Unos minutos después volvieron a mirar a la puerta, primero, vieron ese par de
majestuosas alas que pertenecían al rubio por el que habían ido y entonces
repararon en lo que Naruto traía en brazos, el cadáver de Sasuke. El rubio bajó
el cuerpo de su amante y lo dejó en el suelo, esos milisegundos sirvieron para
que todos los demás asimilaran lo ocurrido.
¡Sasuke!-gritó Okami
Parecía que no podrían arrancarla del cuerpo de Sasuke pero entonces Kiba la
separó y la abrazó mientras miraba con los ojos llenos de lágrimas miraba el
cuerpo de su mejor amigo, su hermano.
Por un momento creyeron estar viendo a Naruto pero se dieron cuenta que eran
diferentes en algunos aspectos. Cabello rubio, ojos azules y una enorme sonrisa
en sus labios, iba vestido de blanco solo que no traía puestos zapatos.
Papá…-susurró Naruto
Fue cuando Naruto se dio cuenta de lo que realmente había pasado, podía
recordar libremente lo que había sucedido porque el sello que había en su
interior se había roto cuando intentó salvar a Sasuke.
Una vez más todos regresaron la vista para encontrarse con una mujer mediana
de cabello pelirrojo y bastante enojada, ella también iba vestida de blanco y
ostentaba unas enormes y emplumadas alas en la espalda. La mujer caminó
pisando fuerte hacia Minato que se veía asustado por verla ahí.
Ku…Kushina…-dijo asustado
¡¿Mamá?!-se apresuró a decir Naruto
Santo cielo Naruto-dijo ella separándose de su hijo para poder verlo mejor
No lo entiendo mamá, yo vi cuando te asesinaron
Oh-sonrió maternalmente-cuando morí, mi alma no fue enfrascada como
todas las demás sino que el creador vio el amor que tu padre y yo nos teníamos
así que decidió crear un ángel a partir de mi alma aunque solo soy uno de baja
categoría y no un arcángel como tu padre
La mano de Sasuke buscó su herida pero esta estaba ya sanada, el circo entero
volvió a hundirse en un llanto solo que esta vez era de felicidad, tenían de
regreso a su amado amigo. Pero los ojos de Sasuke fueron instintivamente a la
pareja alada que le miraba emocionada.
Ellos…
Son mis padres-completó Naruto-trajeron tu alma de regreso
Después de que Sasuke hubiese recuperado su vida, los ángeles les ayudaron a
limpiar el desastre que Madara había hecho, todos los archivos con respecto al
experimento se habían destruido y los secuaces del vampiro que habían muerto
pagarían la misma pena que su maestro.
¿En serio?
Claro que si, además eso garantizará tu inmortalidad-suspiró-pero si escoges
eso, entonces ya no podrás regresar a la tierra
Naruto sonrió de medio lado y abrazó a sus padres, había pasado tanto tiempo
desde la última vez que los había tenido así de cerca y definitivamente quería
eso siempre.
Los dos celestas sonrieron y miraron a los demás del circo, ellos mismos se
encargarían de cuidar al grupo de personas que allí se encontraba. Todo había
terminado, las cosas estaban claras y su hijo podría vivir tranquilo así que en
una estela de luz desaparecieron los dos.
Estoy embarazada
¿Qué…?
Seremos padres
Entre los gritos y felicitaciones, Naruto se hizo a un lado, quería felicitar a su
amigo pero al mismo tiempo necesitaba un momento y para su alegría, Sasuke
fue a su lado y sin decir nada le abrazó por la cintura y lo besó.
Se besaron una vez más, sus labios hacían corto circuito al tocarse, era casi
mágico el volver a estar juntos de esa manera.
No lo serán, mira
El rubio encogió las enormes alas hasta hacerlas desaparecer, era la ventaja de
ser mitad humano y mitad celesta.
Te amo, Sasuke
Te amo, Naruto
Se besaron una vez más y entre todo ese ruido volvieron a ser felices, las cosas
habían cambiado para mejor pero siempre se tendrían uno al otro por el resto
de sus eternidades.
epilogo
La risa de un muchacho se escuchó por todo el lugar, el niño de no más de
catorce años corría por el bosque tratando de encontrar a sus hermanos.
Los tres hermanos caminaron juntos, iban jugando y corriendo como era su
costumbre. Ellos tres eran parte de una gran familia, viajaban junto con un
enorme circo ambulante llamado “Circus Of Dust” en donde por el momento
fungían de tramoyas pero trabajaban en un acto de trapesismo que alucinaría a
todos.
La madre de los niños, una mujer de apariencia joven y ojos azabache intensos
se acercó a los muchachos siendo seguida por una niña pequeña. Con no más
de cinco años, la pequeña Cheza era la adoración del circo (y de sus tres
hermanos también) cabello corto azabache y ojos amielados, había sido la
última de la nueva generación de la familia Uchiha.
Toboe, tu tío Itachi espera en la carpa, tus lecciones debieron empezar hace
media hora
Pero mamá…
Sin peros, ahora ve
Y ustedes dos-se dirigió a los mellizos que enseguida dejaron de reír- tienen
deberes, además sus lecciones serán después de las de Toboe, así que andando
Okami vio como sus mellizos se retiraban a hacer sus quehaceres, habían
pasado ya catorce años desde el incidente con Madara y a veces, mirando a sus
niños daba gracias a los ángeles por cuidarles tan bien.
Mami…
La niña que estaba en el suelo jalo la falda estilo hindú de su madre para llamar
su atención, esta enseguida se hincó para estar a su altura y mirar a su hija. De
los cuatro hermanos, ella era la única que había heredado los ojos de Kiba pero
al mismo tiempo sus rasgos tan finos y el cabello azabache dejaban en claro su
linaje. Cuatro niños híbridos entre vampiro y hombre lobo habían sido el
resultado del amor que se tenían esa pareja que se amaba tanto.
Gracias Naruto
No hay de que
Naruto estaba acostado boca abajo al lado de Sasuke, habían pasado un buen
rato los dos juntos y ahora solo disfrutaban a solas.
El rubio encogió las alas y se puso sobre el cuerpo de su amado, Sasuke solo lo
miraba con una ceja levantada, era divertido cuando Naruto trataba de hacerse
el juguetón. Sus labios se tocaron entonces, las manos de Sasuke enseguida
fueron a la espalda desnuda de su compañero acariciando lentamente.
Ya no podemos tener sexo así nada más-susurró Naruto sobre los labios de
Sasuke.
Sasuke…
Shht-le silenció-no dejas que me concentre
Diablos…
Basta Sasuke…
Tonto-ronroneo- anda, hagamos un sesentainueve
Eres un pervertido
¿Quieres o no?
Claro que quiero
Ah…-gimoteó
Sasuke uso su pie para empujar la cabeza de Naruto y darle a entender que no
debía usar su boca para cosas innecesarias. El celesta entendió volviendo a su
trabajo de asegurarse de que el miembro de Sasuke estuviera bien atendido.
Pero pronto aquella posición se volvió algo aburrida, además de que Sasuke
quería ver el rostro de su novio. Amaba esas mejillas sonrojadas y sus ojos
cristalinos llenos de lujuria y pasión, habían pasado muchas cosas durante esos
catorce años pero después de tanto tiempo seguía estando igual de enamorado
que el primer día.
El vampiro ya no podía seguir aguantando esa situación así que con una mano
tomó su miembro junto con el de Naruto y empezó a masturbarlos al mismo
tiempo. Ahora era capaz de apreciar esas caras de placer que Naruto hacía, los
ojos entrecerrados y sus labios pronunciando su nombre por lo bajo, sabía que
había regresado de la muerte solo para seguir amando esos pozos azules como
el cielo que le miraban deseosos.
Naruto se abrazó al cuerpo de Sasuke, sabía que pronto la mano de este no sería
enteramente suficiente. Los labios del azabache recorriendo su cuello, lamiendo
su oreja y mordisqueando su lóbulo, eran solo incitadores; el mayor estaba
tratando de retrasar la penetración y Naruto no sabía si podría aguantar. Quería
provocar a Sasuke moviendo sus caderas más y más rápido pero solo lograba
excitarse más.
Una risa ronca salió desde la garganta de Sasuke pero debía darle la razón a su
acompañante, el cuerpo de Naruto simplemente pedía a gritos poder tener algo
de acción y el vampiro no estaba dispuesto a dejarlo sufrir.
Ni una palabra más fue requerida, Naruto se sentó de golpe penetrándose con
el miembro de Sasuke. Un momento después ambos se movían a un ritmo
armónico, Sasuke sostenía el trasero de su compañero con firmeza para poder
hacer las envestidas más profundas y placenteras.
Mierda…Sasuke…-suspiraba Naruto-si…
¿Quieres más?
Si… si… dame más…
Las palabras de Naruto eran la perdición de Sasuke, su voz era suficiente para
ponerlo a tope y el hecho de que le hablara de esa manera tan sensual solo
complicaba las cosas. De un solo movimiento y sin salir del cuerpo de Naruto,
el vampiro logró acostar al rubio en el suelo para ponerse él encima y envestir
más profundo.
Naruto enrolló las piernas en las caderas de Sasuke y empujaba suavemente con
estas solo para poder sentir un poco más adentro. Los labios del azabache
buscaron instintivamente los de su compañero para besarse durante la danza
más antigua del mundo.
Fue cuando los labios de Sasuke se mudaron de los labios de Naruto hacia su
cuello, después de tantos años nada en aquel ritual había cambiado. La sangre
del celesta era suficiente para que Sasuke dejara de salir a cazar con sus
hermanos, además que el vampiro lo prefería así, después de todo, la sangre de
Naruto era la única que le interesaba y la que para él era la más deliciosa.
¡Sasuke!
Naruto sintió claramente aquel líquido caliente llenar sus adentros, él también
se dejó ir llenando el vientre de Sasuke con su propio semen.
Siempre recordaban esa frase que Kakashi les había dicho después de que
regresaran al campamento al término de la pelea hacía ya catorce años. “Las
coincidencias no existen, solo existe lo inevitable” era lo que les había dicho el
mago y el solo pensar en eso les ponía felices.
¿Listo para la segunda ronda?-preguntó Sasuke ronroneando
Eres insaciable-contestó Naruto
¿Eso es un “si”?
Idiota, cállate de una vez y ven aquí
Una carcajada masiva sonó alrededor, era imposible que Kiba ganara a su
esposa esa discusión que normalmente terminaba de la misma manera, Kiba
diciendo alguna tontería y Okami restregándole en la cara que había sido ella
quien dio a luz a sus hijos.
Era una escena bastante cálida, las cosas habían tomado un mejor rumbo y un
muy buen ejemplo eran Neji y Shikamaru que después de haber acabado con la
pelea pudieron estar juntos sin prejuicios. El Hyuha había podido recobrar el
sentido después de una larga y tediosa charla con Hinata quien le dijo que
dejara de ignorar sus propios sentimientos y comenzara a actuar conforme lo
que él creía mejor y solo así tuvo el valor para poder decir en voz alta que
amaba a Shikamaru.
Catorce años no habían pasado en vano, el pasado era nada más que eso,
pasado y el futuro parecía brillante. Pero la noche se hacía más densa, Kiba
llevaba a los gemelos, uno en cada hombro para dejarlos en la cama y tras él iba
Toboe que caminaba bostezando también hacia la cama.
Pero su paz y calma no duró mucho, Sasuke sintió como alguien jalaba la
sábana hasta que por fin el azabache despertó y miró a la orilla de su cama solo
para encontrarse con ese enorme par de ojos miel que le miraban con algo de
súplica.
Antes de que Sasuke pudiera decir nada, los brazos de Naruto pasaron sobre él
hasta recoger a la pequeña y acostarla entre los dos.
Está bien Cheza-le decía Naruto- puedes dormir aquí esta noche
Pero ¿Por qué no fuiste con tus padres? Tu papá me matará si sabe que
volviste a venir con nosotros en vez de con él
Así que esa es la razón del mal humor del cabeza de pulga-se burló Sasuke-y
también es la razón por la que ya no tienes más hermanos, Cheza
Cerró los ojos sonriente, quería descansar bien para poder despertar a otro
maravilloso día con las personas que amaba.
FIN
datos curiosos
Ninguno de los 3 hermanos Uchiha sabe nadar.
A Itachi le gusta beber jugo de tomate en una copa de cristal, él dice que le
Tenten muda la piel al menos tres veces al año (dependiendo del clima).
Kankuro y Okami son “amantes de los humanos” como los llama Shikamaru
Neji le tiene fobia a los payasos, por eso no hay ninguno en el circo.
Sasuke no se cepilla los dientes después de beber sangre, odia el sabor que le
Sai ha pintado varios desnudos de las chicas del circo (su modelo favorita es
Ino).
es Capitán América
Los vampiros beben por primera vez al cumplir los trece años.
Uno de los pocos humanos que sabe de la existencia de estas criaturas es Stan
Lee.
Después del estreno de Frozen, Itachi tuvo que prohibir que cantaran “Let it
go” después de que la repitieran sin parar durante casi dos meses.
Gorillaz.
Tenten. Después de que las separaran, ni Sakura ni Ino han querido volver a
tocar el tema.
Itachi llora cada vez que escucha “Papa don´t preach” de Madonna.
Sai es bisexual
Okami
Shikamaru solía cantarle “Under A Paper Moon” a Neji por las noches
Okami es vegetariana
Lee es un devoto fan de Viaje a las estrellas
A Sasuke le gusta la sangre de las chicas rubias, dice que sabe más dulce.
Cuando Itachi se siente solo habla con las Sílfides que encuentre.
A Kiba le encanta ver a Okami mientras caza y más aún si es con otra chica.
Una de las pesadillas más raras de Deidara es haber soñado que era una
Cuando por fin estuvo seguro de que el circo no corría peligro, Kakashi
detuvo el hechizo que alargaba su vida para reunirse con su amada esposa.
Después de mucho tiempo rogando, Ino por fin le dio el “Si” a Sai
Cheza nació en noche de luna llena, lo que quiere decir que su lado
El consejo de vampiros fue tomado por un nuevo líder, Itachi Uchiha quien
Lee consiguió una linda ondina con quien se casó y ambos tuvieron hijos
La regla más importante es, que si preguntan, ellos deban responder que solo
es un circo ambulante
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