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sinopsis

Él solo quería ser libre, quería irse lejos de su miserable vida.

Un día un extraño circo llega a la ciudad, Naruto recibe una extraña


invitación de uno de los artistas y entonces decide que tal vez no sería
tan malo ir a distraerse un rato. El lugar era increíble y mágico, la
noche era espectacular y todo era precioso.

El último acto, el mago.

El último número del circo era un acto de magia, Naruto no puede


creer lo que ven sus ojos, aquel mago era todo lo que él quería y el
estar en sus brazos había sido la mejor sensación que jamás había
tenido.

Solo se escapó, así lo hizo.

Naruto decide que debe de irse de ese lugar lo más antes posible y por
sobre todas las cosas, quería volver a ver al mago.

Magia.

Pero las cosas no son lo que Naruto esperaba, jamás se imaginó lo que
se escondía detrás de esa carpa de circo aunque no podía dejar de
sentirse atraído hacia él.

Ahora entenderá que no todo es lo que parece, aunque ellos digan que
solo son un circo ambulante.
Disclaimer:
Los personajes de Naruto pertenecen a Masashi
Kishimoto

Fuente:
Amoryaoi.com

DiseÑo, Edicion y Formato:


Eimi Romane
prologo
Nos hemos escondido por mucho tiempo.

Aquella noche fue la peor de nuestras vidas, yo solo tenía unos inocentes cinco
años pero entonces podía sentir el miedo y el odio que nos profesaban.

“Monstruos” así nos llamaban, nos gritaban mientras intentábamos escapar de


aquella horda de aldeanos con antorchas encendidas.

Tenía mucho miedo.

El calor del fuego nos seguía y yo solo podía ver sobre el hombro de mi
hermano mayor a esas personas que corrían tras nosotros.

No nos entendían.

Ese era el problema, nuestros ser era demasiado para la época y aunque no
puedo decir que ahora nos entenderían, en ese entonces nos miraban como
demonios, aunque no estamos muy lejos de serlo.

Pero no estábamos solos.

Nunca pensé que habría otros como nosotros o algo parecido, creo que mi
hermano mayor supo manejar las cosas como fueron debidas, gracias a él
hemos sobrevivido todo este tiempo y así planeamos seguir.

Nuestra historia es solo un pedazo de lo que somos, nos llaman fenómenos


aunque nosotros preferimos ser llamados artistas. Nosotros somos el eslabón
perdido de la raza humana, somos lo que nadie quiere ver pero al mismo
tiempo somos eso que tanto les atrae.

Pero si alguien nos pregunta, nosotros somos solo un circo ambulante.


primer acto:“ el circo”
Aquel chico rubio de ojos azules caminaba a paso moderado por la acera, miró
su reloj y se dio cuenta de que estaba llegando tarde. Ni siquiera se molestó en
apresurar la marcha, odiaba tener que llegar a ese sitio tan repugnante, odiaba
tener que llegar y enfrentarse a la espantosa realidad de aquel sitio sucio y
asqueroso en el que estaba obligado a vivir.

Aun ya siendo mayor de edad, Naruto estaba obligado a vivir con aquella
anciana a la que llamaba “abuela” aunque no fuesen parientes en realidad. No
tenía ningún otro lugar a donde ir así que estaba destinado a pasar el resto de
sus días con aquella tirana mujer que hacía sus días una verdadera pesadilla.

El muchacho se abrazó a si mismo mientras caminaba, se hacía tarde y el viento


comenzaba a ser un poco más frío de lo normal pero cuando llegó a la esquina
algo llamó su atención.

Había un enorme carro que iba unido a más vagones a los que remolcaba, todo
era de un color brillante y llamativo, la música delató que se trataba de un circo
ambulante. Había chicas en trajes de lentejuelas saludando desde las ventanas y
el techo, incluso una jaula al final dejaba ver lo que pretendía ser un enorme
perro blanco.

 Qué curioso…-dijo para él mismo-“Circus of dust”-leyó las letras del vagón


principal.

 Eso quiere decir “circo de polvo” en inglés-dijo una voz

Naruto dio un brinco para darse cuenta de que había una muchacha de
complexión pequeña y cabello azabache vestida en uno de aquellos trajes
llamativos sin mencionar el maquillaje de fantasía que simplemente la hacía
lucir interesante.

 ¿Tú…?
 Soy parte del circo-completó

El rubio se tomó un momento para mirar alrededor, algunos de los artistas


habían bajado para entregar volantes y algún boleto para aquel niño valiente
que se acercara.

 ¿Vendrás?-preguntó aquella muchacha con un tono infantil


 No lo creo, esto no es lo mío

Y dicho esto, Naruto giró sobre sus talones dispuesto a ir de regreso a su


camino pero al parecer aquella insistente muchacha no lo dejaría seguir, fue
hasta ponerse delante de él y le extendió un pedazo de papel.

 ¿qué es esto?-preguntó mirándola


 Es una entrada… anda, ven a vernos

Naruto no tuvo más remedio que aceptar la entrada aunque en su mente estaba
negando rotundamente la idea de poder siquiera acercarse pero cuando aquella
muchacha se decidió a marcharse se detuvo un momento, como si olvidara
algo.

 Casi se me olvida, si vienes te librarás de una noche con tu abuela-y siguió su


camino

Ahora sí que habían logrado captar su atención, se quedó ahí parado siendo
incapaz de ir a preguntar la razón por la que sabían todo eso, solo miró como
los artistas se despedían del público y una vez más reanudaban su caravana.
Ahora solo le quedaba aquella entrada que le había dado esa muchacha
misteriosa, la miró con detenimiento para poder examinarla mejor.

Circus of Dust

Espectáculo acrobático y mágico, no te lo pierdas.

Función 8:00 pm (Única función)

Te esperamos.
 Diablos…-susurró para él mismo

Todo había pasado ridículamente rápido y él debía seguir su camino, miró su


reloj una vez más para advertir que eran las seis de la tarde, tenía dos horas
antes de que la función comenzara. Claro que eso del circo no era lo suyo,
además de que aquella muchacha le había helado hasta los huesos con ese
comentario. Guardó la entrada en el bolsillo de su chaqueta y reanudo la
marcha.

El aire gélido y cada paso que daba le acercaban cada vez más a esa casa tan
tétrica. Naruto se quedó parado en la entrada, era una vieja casa algo
destartalada, podía verse la humedad en las paredes y las hierbas crecían
disparejamente, desde el interior se escuchaba la voz de una mujer que gritaba
algo sobre portarse bien, seguramente estaría regañando a los demás niños.

Nana Gigi, como la conocían en el barrio era famosa por adoptar niños en
situación de calle pero lejos de verse como una heroína, las personas siempre
procuraban estar alejados de ahí. Gritos y regaños eran siempre el pan de cada
día y nadie tenía el suficiente valor para hacer algo y una de esas personas era
Naruto.

Había vivido en esa casa durante sus veintiún años de vida y aún en la
actualidad, siendo un adulto era incapaz de poder hacer algo. Todo el miserable
salario que ganaba limpiando pisos en un restaurante de comida rápida era
enteramente para Nana Gigi que lo gastaba siempre en cigarrillos y apuestas
aunque no era el único, en esa casa vivían otros chicos, menores que él
destinados a pasar por lo mismo.

 ¡Al fin llegas!-se escuchó desde la sala-tarde como siempre.


 Lo lamento Nana-dijo fastidiado-tuve que hacer unas cosas extra en el
trabajo.

 Pues espero que te las paguen

El muchacho se frotó las cienes tratando de hacer que su cordura no le fallara,


miró a su alrededor solo para darse cuenta de que nadie había limpiado desde
la semana pasada y seguramente el fin de semana sería su tarea. Subió las
escaleras mientras los demás niños bajaban corriendo sin siquiera notar su
presencia.

Caminó hasta el final del pasillo a una puerta de madera vieja, la abrió para
encontrarse en su habitación, claro que debía de considerarse afortunado por no
tener que compartirla con ninguno de los demás niños en la casa pero de todas
formas estaba ya cansado de todo eso.

“Si vienes, te librarás de una noche con tu abuela”

La voz de aquella muchacha retumbaba en la cabeza de Naruto una y otra y


otra vez llenándolo de dudas pero sobre todo de mucha curiosidad. Volvió a
ver el reloj y cerró los ojos, rebuscó en su chaqueta hasta encontrar el boleto y lo
sostuvo frente a su rostro mientras abría los ojos.

 Circo ¿eh?-suspiró-tal vez no sería una mala idea

Y entonces se puso de pie de un solo salto, buscó en su armario y se cambió de


ropa lo más rápido que pudo y abrió la ventana, salió lentamente y estando
fuera la cerró. Había hecho eso muchas veces antes, caminaba un poco sobre el
techo y se deslizo sosteniéndose del tronco del árbol junto a la casa aterrizando
suavemente.

Desde niño, Naruto siempre deseo poder tener esa magia y diversión que se le
fue negada, siempre quiso poder tener a su lado a sus padres que lo
abandonaron con Nana Gigi desde que era un bebé. También le hacía mucha
ilusión el sentarse en las gradas y mirar el espectáculo, perderse aunque fuese
un rato de su cruda realidad, no estaría nada mal distraerse un momento de la
Nana Gigi.

Tenía un par de monedas así que tomó el autobús, no había muchas personas a
esa hora así que el viaje estaba siendo muy tranquilo además de que estaba
obscureciendo. Se bajó una calle antes del lugar en donde estaba el circo y desde
entonces escuchó la musiquilla vivaracha que lo hizo sonreír enseguida.
A medida que se acercaba, las luces y la música se iban haciendo más evidentes
hasta que llegó. Una enorme carpa de circo bicolor estaba alzada y adornada
con muchas luces, la entrada tenía la forma de un enorme gato con la boca
abierta que sonreía y miraba con aquellos ojos felinos de color aceituna. Naruto
no pudo evitar reír al verlo, un calor abrazador empezaba a apoderarse de su
pecho, estaba feliz y le encantaba sentirlo.

Se aproximó a la entrada y le dio su boleto al chico que lo tomó y lo dejó entrar


con una enorme sonrisa en su rostro y con un entusiasmo poco común en él se
apresuró a ocupar su lugar en las gradas, justo al medio para poder ver todo
bien. Aún faltaba para que comenzara la función y podía ver como familias
llegaban y se sentaban con sus hijos, como los vendedores de chucherías
ofrecían juguetes luminosos y dulces en general.

Por donde mirara había un ambiente de felicidad, muy familiar, ver como
llegaban padres con sus hijos le recordaba que él no los tenía y que aquello solo
era un recordatorio de lo miserable que era su vida, después de todo, luego de
la función debía regresar a casa.

Pero no tuvo más tiempo de pensar en esas cosas, las luces se apagaron de
repente y entonces un reflector alumbró a la mitad de la pista para que
segundos después un hombre vestido en un traje negro y sombrero de copa
apareciera caminando.

 ¡Bien venidos queridos invitados!-anunció muy ceremonioso

Aquel hombre se quitó el sobrero e hizo una reverencia al público, una horda
de aplausos se escuchó desde todas partes, incluso también pudo escuchar a las
chicas murmurando sobre lo apuesto que era ese hombre.

 Este es el maravilloso “Circus of Dust” y espero que todos se diviertan esta


noche.

Dicho esto, las luces volvieron a apagarse y cuando volvieron a encenderse


aparecieron en el medio un par de muchachas vestidas en trajes de látex
adornados con lentejuelas, enseguida una música lenta y algo misteriosa
empezó a sonar mientras ellas comenzaban una danza que ante los ojos de
Naruto era muy bella al igual que ellas. En algún momento en el que no pudo
percatarse, había dos pares de lienzos de lo que parecía ser seda que venían del
techo, las chicas las tomaron y el ritmo de la música cambió radicalmente para
que ellas comenzaran a hacer acrobacias y contorciones con estas.

Los cuerpos de aquel par de mujeres parecían estar hipnotizando por completo
al público, sus cuerpos esbeltos en combinación con aquella seda y la música
era como estar viendo a dos ángeles en pleno vuelo, Naruto incluso llegó a
sentir el impulso de levantarse e ir hacia ellas pero justo antes de que pudiera
siquiera levantarse del asiento el acto terminó y la oleada de aplausos no se hizo
esperar.

Enseguida las luces volvieron a desaparecer para momentos más tarde iluminar
el escenario, algunos ayudantes estaban poniendo cosas como obstáculos y aros
para salir lo más rápido que podían y darle paso al siguiente artista. Esta vez
era un hombre, venía vestido con pantalones de cuero y un chaleco del mismo
material dejando su pecho desnudo y cabello revuelto además de unas marcas
rojas en sus mejillas.

 ¡Traigan a la bestia!-gritó con voz rasposa

Todo el mundo jadeo al mirar al enorme perro entrar por detrás del domador
pero enseguida este logró someterlo para segundos después divertir al público
con acrobacias y trucos que aquel enorme animal podía hacer, incluso saltó aros
que estaban encendidos en fuego.

El siguiente acto fue más alucinante aún, había una bella chica y un circulo de
madera en donde habían atado al que parecía era su ayudante y entonces ella
empezó a lanzarle cuchillos y dagas siempre con una puntería perfecta, Naruto
se fascinaba cada vez más por aquellos actos al igual que el maquillaje de
aquellos dos personajes, les daba la impresión de ser escamas.

Después de ellos siguió un traga fuego que iba acompañado de un traga


espadas y juntos hacían que el público gritara y se estremeciera. Ellos dieron
paso a una talentosa rubia que hacía malabares primero con un diabolo,
después con dos y así hasta tener más de cuatro diabolos balanceándose.
Y entonces después de eso las luces se apagaron, ya era hora del acto final y
todo el mundo estaba expectante, esperando al borde de sus asientos sin poder
aguantar las ganas de ver qué era el final y entonces las luces se encendieron
pero no había nadie.

El silencio continuó un par de minutos, las personas ya empezaban a murmurar


y entonces, una explosión de polvo sobresalto a todos haciéndolos regresar la
atención al escenario en donde ahora estaba parado un hombre alto de cabello
azabache, terriblemente parecido al presentador, solo que este iba vestido con
una camisa blanca holgada y pantalones ajustados y a juzgar por su entrada tan
dramática, Naruto asumió que ese debía ser el acto de magia.

 Buenas noches tengan todos ustedes maravilloso público - dijo con una voz
tan profunda y sensual que hizo que se derritieran todas las muchachas del
público - mi nombre es Fénix

El mago hizo un ademán con las manos y enseguida uno de los tramoyas le
llevó una caja de cristal de tamaño mediano que dejó sobre el suelo y una
enorme tela de color escarlata. Fénix hizo un ademán para mostrar que la tela
era común y corriente para después comprobar que la caja de cristal también
estaba vacía.

Cubrió la caja con la manta y se puso tras esta para que el público pudiera ver
bien lo que estaba pasando, las luces bajaron y el ambiente se tensó. Un
movimiento más de manos y al quitar la tela, dentro del cristal había una
hermosa muchacha de cabello azabache que se levantó lentamente bajo el
estruendoso sonido de los aplausos, estiró sus largas piernas para salir de aquel
contenedor e hizo un ademán más hacia el mago.

Naruto abrió más grande los ojos, aquella era la misma chica que le había dado
la entrada al circo solo que ahora el traje de lentejuelas había dado paso a un
precioso traje del color de la camisa del mago y unas medias que terminaban en
unas botas de tacón además de, claro, el maquillaje de fantasía.

El número del mago fue impresionante, él y su asistente hicieron trucos


inimaginables, incluso en uno de ellos, Fénix la partió en dos.
 Para mi acto final- decía Fénix misteriosamente - mi bella asistente escogerá a
alguien del público

La hermosa muchacha se acercó al público poniendo su mano sobre sus ojos,


como queriendo ver mejor y más allá, claro que todos los hombres estaban
sonriéndole y haciendo caras muy coquetas a la chica pero ella ni siquiera hizo
caso. El momento más crucial fue cuando la mirada de ella y la de Naruto se
cruzaron, fue como si una corriente eléctrica le recorriera toda la espina dorsal
al rubio y entonces ella señaló en su dirección y un segundo después los
reflectores le apuntaban.

Puso sus manos sobre sus ojos para que las luces no le lastimasen y lentamente
se levantó de su asiento, era como si no estuviera presente y sus piernas se
movieran solas, antes de que se diera cuenta ya estaba de la mano de aquella
muchacha.

 Me alegra que vinieras - le susurró mientras lo conducía donde al mago

Una vez frente a él, Naruto pudo escudriñar bien el rostro de aquel hombre que
se hacía llamar “Fénix”, aquel rostro inmaculado y varonil simplemente eran
preciosos además de aquellos orbes negros como la obsidiana lo tenían
simplemente atontado, aún más que las mujeres del principio.

 ¿Cuál es tu nombre valiente espectador? - preguntó Fénix.


 Na…Naruto…
 Bien Naruto, esto es muy sencillo-miró a su ayudante-cariño, ayuda por
favor

La muchacha enseguida fue donde Naruto y le tapo los ojos con una venda
lentamente como haciendo muchos ademanes solo para darle más gracia al
acto.

 Tranquilo ¿si? Mi hermano es el mejor mago de todos, no te dejará caer


 ¿Dejarme qué?
Pero ya no le escuchó más, en cambio sintió unas manos fuertes que lo
sostenían de la cintura y lo pegaban al cuerpo del que Naruto pensaba que era
el mago, en esa cercanía, el rubio pudo percibir a la perfección aquel perfume
tan varonil y sensual que despedía el cuerpo de aquel hombre, era como una
combinación de colonia cara y sudor.

Pero pronto todos esos pensamientos se fueron haciendo efímeros cuando


Naruto empezó a sentir que el piso desaparecía y que las personas exclamaban
asombradas y fascinadas pero para él era una sensación emocionante y
aterradora, lo que lo llevó a sostenerse de la camisa de Fénix.

 No te dejaré caer-susurró este para Naruto-eres demasiado apuesto para eso.

Y entonces Fénix desató rápidamente la venda en los ojos de Naruto y la dejó


caer solo para revelar que estaban flotando muy alto. El estómago de Naruto se
hizo pequeñito y se aferró más al mago, no fue capaz de gritar pero para su
satisfacción, Fénix bajó lentamente hasta volverlo a poner en el suelo y así el
alma del rubio regresó a su cuerpo.

 Un aplauso para Naruto-pidió el mago y el auditorio estalló en alaridos y


aplausos.

La muchacha ayudó a Naruto a salir del centro para que pudiera regresar a su
lugar en donde estaba sentado y concluido el acto del mago, dio inicio el muy
conocido acto de culminación cuando todos los artistas salen por última vez a
dar las gracias para desaparecer tras la cortina principal del escenario.

Las personas empezaban a salir y Naruto iba con ellas, a la salida estaban
algunos de los artistas despidiéndose del público y entre ellos estaba aquella
preciosa muchacha que se despidió de Naruto con una enorme sonrisa pero los
ojos de este buscaban al mago que no estaba ahí así que solo salió de ese lugar
para ir a la parada del autobús que no tardó en pasar por ahí.

Iba con la cara pegada en la ventana, por su mente pasó de nueva cuenta
aquella experiencia con Fénix, sus ojos y sobre todo su aroma penetrante y muy
sensual. Por un momento se imaginó como sería su vida en el circo, podría
viajar a muchas partes del mundo pero sobre todo, no tendría que volver a ver a
su abuela.

Tal vez esa no era una idea tan loca, la vida de un cirquero parecía más
prometedora que su vida actual y no le vendría mal un cambio de ambientes
además así podría librarse de todos sus problemas y vivir como un nómada
aunque lo que parecía más prometedor era aquel mago. No podía sacar de su
mente aquellos enormes ojos y esa sonrisilla de superioridad.

Y entonces tuvo una especie de revelación. El autobús se detuvo abruptamente


y el bajó casi como ausente, incluso entró a la casa por la puerta de atrás sin
siquiera tener cuidado de no ser escuchado y para su desgracia se encontró a la
Nana Gigi que no se guardó nada regañándolo de una manera escandalosa y
terrible además de recibir un par de bofetadas que solo hicieron avivar aquel
deseo que tenía de irse lejos.

Subió lo más rápido que sus piernas le permitieron a su habitación y se encerró


en esta para meditar bien lo que estaba a punto de hacer. Tal vez esa había sido
una señal del cosmos para avisarle que todo estaba a punto de cambiar para
mejor.

Buscó debajo de su cama y sacó una vieja mochila para después abrir su
armario y comenzar a meter en ella solo necesario, un poco de ropa y algo del
dinero que había podido ahorrar en las últimas semanas y entonces se acostó en
la cama para dormir un poco. El boleto decía que aquella sería la única función
en la ciudad así que seguramente habrían comenzado a desmantelar todo
después de haberse presentado, iría muy temprano en la mañana para poder ir
a pedir trabajo aunque fuese solo para limpiar el excremento de aquel enorme
perro.

A duras penas y pudo pegar el ojo en toda la noche, estaba emocionado


pensando en su añorada libertad pero estaba lleno de energía, tenía demasiada
adrenalina dentro de su cuerpo y no podía esperar ni un solo momento más. Se
puso de pie de un salto y recogió el reloj de su mesita de noche para ponérselo y
darse cuenta que eran las cinco de la madrugada.

No podía simplemente salir por la puerta del frente, así solo haría que la Nana
Gigi se diera cuenta más rápido que estaba tratando de irse. En el momento en
que su mano se posó en el marco de la ventana una sensación de amargura le
inundó el pecho.

Estaba dejando atrás mucho más que solo a Nana Gigi, había muchos chicos ahí
ahora mismo que estaban a punto de sufrir lo mismo que él. Ahora se le
presentaba la oportunidad de irse pero no estaba seguro si ellos tendrían la
misma suerte, también estaban los momentos buenos que pasó en esa casa que
aunque no eran muchos siempre estaban presentes.

También estaba todo lo que Nana Gigi le decía, el recordatorio inminente de


que sus padres lo habían abandonado cuando él nació, todas esas noches
llorando en silencio recordando lo miserable que era. Ya no podía esperar un
segundo más así que simplemente salió por la ventana como lo había hecho la
noche anterior y en cuanto estuvo fuera sintió un calor recorriéndolo entero.

Adrenalina, emoción, tristeza y sobre todo mucho miedo era lo que sentía en
ese momento, su estómago era como una especie de caldo emocional
burbujeando en su interior. Y nuevamente recordó esa sensación de despegarse
del suelo, era como si aquella vista, aquel aroma se hubiesen grabado en su
mente y en definitiva le gustaba revivir el sentimiento.

“No te dejaré caer, eres demasiado apuesto para eso”

La voz de Fénix lo hacía estremecerse y lo hacían convencerse de que estaba


yendo al lugar correcto así que sin perder más tiempo fue hasta la parada del
autobús. No sabía si era por estar tan emocionado y desesperado a la vez pero
cada segundo que tenía que esperar eran como horas, además del frio crudo de
la madrugada.

Después de lo que para él le parecieron horas, el autobús pasó y él se subió lo


más rápido que pudo y se sentó en la parte trasera. Era difícil ocultar su
emoción, jugaba con sus manos y movía los pies con insistencia y a esa hora el
autobús iba completamente vacío además del frio que hacía en ese momento era
como si su vida comenzara de nuevo.

Llegó al lugar indicado, caminó de nueva cuenta aquel camino que había
recorrido la noche anterior y se asombró al darse cuenta de que ya habían
desmantelado la carpa, aquellas personas trabajaban muy rápido. Miró el carro
con los vagones y la jaula en donde aquel enorme can dormía plácidamente.

Se acercó más pero una especie de miedo irracional se apoderó de su cuerpo así
que retrocedió solo para seguir viendo escondido como los artistas seguían
ayudando a desmantelar todo, incluso reconoció a ese hombre que había sido
capaz de doblegar a la enorme bestia en la jaula solo que ahora en lugar de los
pantalones de cuero tenía puesto unos jeans rotos, sandalias y una camisa
holgada.

 ¡Ayúdenme con esto!-bramó tratando de alzar una biga el solo

Y enseguida llegó un segundo ahí. El corazón de Naruto dio un vuelco cuando


vio a aquel azabache aparecer de dentro del vagón principal. Su apariencia
caballeresca era aún visible, seguía vistiendo como si fuera a actuar, incluso
Naruto pudo imaginar de nueva cuenta su perfume y entonces la cara se le
puso tan roja como un tomate.

 Ya era hora
 ¿Celoso?-sonrió de medio lado-no te culpo, al público siempre le gusta la
magia.

 No me hagas enojar Uchiha

Por un momento Naruto creyó que eso iba a terminar en golpes pero para su
sorpresa, el azabache le dedicó una mirada más amable a su compañero y
después de una risilla sínica tomó el otro extremo de la viga y le ayudó a
llevarla.

Entonces Naruto ya no tuvo ni una sola duda, quería irse pero no solo así, sino
que quería irse con él, con Fénix.
Pero hubo un sentimiento extraño, Naruto tuvo el presentimiento de que no lo
dejarían irse con ellos si se acercaba así solamente. Pensó en algo rápidamente y
después se dio cuenta de que tenía el camino totalmente despejado y que uno
de los vagones estaba abierto, sería algo muy sencillo, solo se escondería ahí
mismo, ya después tendría tiempo de explicar la intromisión pero por lo pronto
eso sería lo más viable.

Tenía mucho miedo pero al mismo tiempo quería salir de ahí cuanto antes y
más aún si Fénix estaba involucrado. No sabía por qué tenía tanto interés en él
pero no podía dejar de hacerlo.

Miró a ambos lados antes de seguir adelante y cuando estuvo seguro de que
nadie lo miraba corrió hasta el vagón abierto, parecía ser solo para utilería y
material, encontró un escondite detrás de unas cajas y se cubrió con lo que
parecía ser una lona solo para estar más seguro, cuando estuvo un poco más
cómodo se quitó la mochila y la puso junto a él.

 ¿Dónde pongo esto hermano mayor?

Aquella era la voz de la hermana del mago, Naruto podía recordarla casi tan
bien como la de Fénix y el escucharla mencionar “hermano mayor” hizo que
agudizara el oído, no estaba preocupado porque lo vieran, estaba seguro de su
escondite así que solo guardo silencio.

 Ponlo junto a las cajas-dijo aquella voz varonil que tanto le gustaba .

 Qué lástima que tengamos que irnos tan rápido, esta ciudad es linda.

 Lo sé, la gente aquí también es linda-dijo con un tono sugerente

 ¿Hablas de Naruto?

Al escuchar su nombre, el rubio simplemente se quedó mudo, como si su


corazón se hubiese detenido y no era para menos. Se tapó la boca solo por
precaución, empezaba a sudar mucho y no era por el miedo de ser descubierto,
sino que estaba escuchando a Fénix hablar de él con su hermana.

 Supongo que si-contestó él


 Era un chico interesante…

Y se hizo un silencio extraño, Naruto sintió que el corazón se le iba a la


garganta, podía escuchar perfectamente el palpitar de este mismo en sus orejas.

 ¿Qué sucede Okami?

 Es extraño hermano…-dijo más bajo-siento algo…

La muchacha caminó hacia el escondite de Naruto que escuchaba cada paso


atentamente como si ella caminara en cámara lenta pero justo antes de que ella
pudiera descubrirlo, algo pasó.

 ¿Qué hacen ustedes dos ahí escondidos?-dijo una tercera voz, parecía ser de
alguien mayor pero se escuchaba parecida a la de Fénix- no se estarán
escondiendo del trabajo ¿verdad?

 Claro que no-contestó Fénix algo cortante.


 Lo lamento hermano mayor, Sasuke y yo ya íbamos

Y entonces los pasos desaparecieron poco a poco hasta dejar a Naruto solo de
nueva cuenta. El rubio sintió que el alma le regresaba al cuerpo, nunca se había
sentido tan angustiado como en ese instante, incluso los demás momentos
cuando más personas entraban y salían dejando y guardando cosas.

Después de un par de horas ahí sentado, sintió que por fin se movían, una
extraña felicidad invadió su cuerpo entero, incluso se acomodó mejor para
prepararse para el viaje aunque no tenía idea de cuánto iba a durar.

Pudo escuchar mucho escándalo que venía de los vagones contiguos, sonrió de
medio lado pensando en que tal vez él sería parte de aquella fiesta muy pronto
pero sobre todo quería estar al lado de Fénix.

La vida de Naruto se limitaba solo en desgracias y eso incluía las decepciones


amorosas, un par de veces había intentado salir con chicas lindas pero nunca
eran lo que él esperaba. Mucho después descubrió que la razón por la que no
podía sostener una relación normal con una muchacha era que le gustaban
mucho los hombres.
Después de hacer ese curioso descubrimiento, comenzó a Salir con hombres
pero ninguno era lo que él quería. Se relacionaba con hombres difíciles que lo
único que hacían era usarlo, aún más que Nana Gigi, estos sujetos le daban una
falsa sensación de felicidad, una chispa imaginaria que él confundía con lujuria.

Estaba cansado de la manipulación de Nana Gigi, de aquellos hombres que solo


lo buscaban para divertirse con él pero sobre todo, estaba cansado de sentirse
tan miserable.

Cerró los ojos y apoyó la cabeza sobre las cajas, pensaba que ese sería el
principio de una gran y divertida aventura que era solo para él. Tal vez ese sería
el principio de todo, las cosas mejorarían desde ese momento y de eso estaba
seguro.

Sonrió para sí mismo con los ojos cerrados mientras seguía escuchando el
escándalo que hacían los demás y la música estruendosa, sentía una emoción
indescriptible pero al mismo tiempo la noche en vela comenzaba a pasar la
factura así que no le tomó mucho trabajo poder quedarse dormido.
segundo acto:“ obsidiana”
 ¿Quién es él? - decía una voz que parecía lejana.

 Es un humano-afirmó alguien más

 ¿¡Qué hace un humano aquí!?

Aquellas voces se escuchaban opacadas, Naruto apenas estaba recobrando la


consciencia, se había quedado dormido y no sabía con exactitud cuánto tiempo
había estado dormido.

 ¿Humano? Esto no se ve todos los días… creo que podemos comérnoslo

Y entones Naruto abrió los ojos de golpe esperando que eso que estaba
escuchando fuesen solo alucinaciones.

Al abrir los ojos se encontró con un grupo de gente que lo observaba desde una
distancia como si fuera la cosa más extraña del mundo. Vio a una de las chicas
que hacían acrobacias aéreas en el espectáculo, también al chico del perro y a un
muchacho paliducho que no había visto antes.

 Está despierto-dijo el domador

 Gracias por aclararlo capitán obvio-lo reprendió la chica-¿qué debemos


hacer?

 Comámoslo-sugirió el paliducho-muchos aquí no hemos probado carne


humana desde hace mucho tiempo

Naruto estaba temblando en el suelo, no sabía qué decir o siquiera pensar de


esa tan peculiar situación en la que se encontraba pero de algo estaba seguro, no
quería ser la cena de nadie.

 ¿Qué sucede aquí?-intervino alguien más


Los tres individuos se giraron para ver a aquella chica azabache que lo había
invitado al espectáculo, cuando sus miradas se encontraron de nueva cuenta
ella abrió los ojos muy asombrada aunque también espantada a la vez.

 Mira Okami, un humano-anunció alegremente el domador-¿hace cuánto no


bebes de uno?

 ¿Qué?-respondió ella perpleja

 Es un humano que se infiltró en la caravana-intervino algo fastidiada la chica


acróbata- ¿crees que Itachi deje que lo comamos?

 ¡¿QUÉ?!-gritó histérica-¡No!-se abrió paso y se puso entre ellos y Naruto-


nadie se va a comer a este humano

 ¿Por qué? ¿Lo quieres para ti sola?

Ella los miró con expresión histérica como no entendiendo lo que decían y en
cierta manera lo era.

 Ya lo dije-volvió a hablar-nadie se lo va a comer, ahora fuera de aquí

Ella hizo un ademán con las manos para hacerlos salir del vagón dejándola a
ella sola con Naruto. Enseguida se encuclilló a quedar a su altura y llevó sus
manos al rostro del rubio para asegurarse de que estaba bien.

 Dios santo Naruto…-decía casi incrédula- ¿en qué demonios estabas


pensando?

 Yo…yo…-tomó aire- escapé de mi casa para pedir unirme al circo… ¿querían


comerme?-decía recobrando el sentido- ¡son ustedes unos caníbales! La
policía…

Okami le tapó la boca con la palma de su mano y lo miró directo a los ojos con
una mirada totalmente preocupada y asustada.

 No somos caníbales… Naruto, debes regresar a casa ahora

 ¿Por qué ellos me decían “humano” como si no lo fueran?


 ¡Ay! santo cielo… si te lo dijera no me creerías

La muchacha se puso de pie y ayudó a Naruto a hacerlo también, caminó de un


lado a otro mordiéndose la uña del dedo pulgar tratando de pensar en algo, no
podía permitir que Naruto siguiera ahí más tiempo.

 Ya es muy tarde, ya te han visto y se lo van a decir a todos-murmuraba


 ¿De qué hablas?

 Que no hay otra opción, debo llevarte con mi hermano

Al escucharla decir la palabra “hermano” su pecho comenzó a palpitar de una


manera increíble, sabía que Fénix era el hermano mayor de esa chica que
parecía llamarse Okami. Casi como si hubiese olvidado el incidente de hacía
unos segundos, él asintió muy rápido y con extraña insistencia.

 Bien-le dijo ella-pero quiero que me escuches atentamente ¿si?

Naruto asintió.

 Una vez que salgamos de aquí quiero que tomes mi mano y no la sueltes, no
mires a nadie a los ojos y solamente concéntrate en mirar al frente ¿entendiste?

Okami tomó la mano de Naruto y dio un pesado suspiro antes de salir del
vagón, enseguida el rubio se esforzaba por hacer lo que la muchacha le había
pedido pero era imposible ignorar la lluvia de miradas que estaba sobre él en
ese momento, era como si todos hubiesen dejado lo que estaban haciendo para
mirarlo a él.

Pero podía aguantarlo solo por volver a ver aquellos orbes obscuros que lo
estremecían y percibir aquella colonia mezclada con su sudor de hombre.

Aun así, Naruto se dio el gusto de mirar por el rabillo del ojo solo para ver
carpas que parecían recién puestas además de todos los que miraban con ojos
de asombro, miedo y algunos con fascinación.

Llegaron al vagón principal, viéndolo más cerca parecía perfectamente eso, un


carro de circo. Era de color rojo brillante y tenía pintado el nombre del circo con
una caligrafía perfecta que era más que obvio que estaba hecha a mano, era
bastante largo, parecía uno de esos viejos autos de los noventas. Okami tocó la
puerta de atrás y abrió un hombre alto de cabello negro y largo sostenido en
una cola de caballo baja, no era Fénix pero definitivamente sus ojos eran los
mismos.

 Así que es verdad-dijo por lo bajo

 Hermano…

 Vamos a mi carpa

Siguieron a aquel hombre hasta una carpa grande, era la más grande de todas
ahí, y cuando entraron a Naruto le dio la sensación de entrar a algún cuarto de
hotel lujoso porque no solo había una cama sino que había un escritorio. Aquel
imponente pelinegro ocupó la silla tras este mismo y le hizo una seña a Okami
para que fuera a buscar una silla.

 Siéntate Naruto-le susurró algo preocupada

El ya bastante aturdido Naruto le hizo caso sin chistar, vio como aquel sujeto
sacaba un puro de uno de los cajones y lo puso sobre sus labios y enseguida le
dedico una mirada furtiva a Okami que enseguida ni tarde ni perezosa se
apresuró a encenderlo.

 Jamás pensé que llegarías tan lejos Okami-la miró-¿esconder un humano?


¿En qué demonios estabas pensando?

 Yo no…

 Ella no me escondió-la defendió Naruto-yo vine solo

 No te creo
 Hermano, él dice la verdad yo…

 Tampoco te creo a ti-dijo sin mirarla-trae a Neji

 Pero…
 No me hagas repetirlo de nuevo

La muchacha se miró las manos y asintió saliendo de la carpa dejando a Naruto


solo que mantenía la cabeza baja pensando que había cometido el peor error de
toda su vida, se había ido del purgatorio solo para entrar al infierno. Unos
momentos después la muchacha estaba de regreso junto con otro hombre más.

Naruto se estremeció en cuanto alzo la mirada y lo primero que vio fueron un


par de orbes color perla, como si aquel individuo estuviera ciego pero no se
sentía así, podía sentir la mirada penetrante de este sujeto, tanto así que le tomó
unos momentos dejar de ver sus ojos para escudriñarlo con la mirada.

Se trataba de un muchacho alto de cabello negro y largo, iba vestido de una


manera muy anticuada con una camisa blanca a botones, pantalones y tirantes
que le daban un aspecto del siglo pasado.

 ¿Para qué me necesitas Itachi?-dijo frunciendo el seño

 Quiero saber si él dice la verdad-señaló a Naruto con el mentón

 Tu hermana puede leerle la mente ¿Por qué me llamaste?

 Como bien sabes, mi hermana menor tiene ya un largo historial de ayudar a


sujetos como él…-fumó un poco más para dejar escapar el humo por la boca-
ella puede mentir para protegerlo

Naruto miró con el rabillo del ojo a Okami, se veía claramente consternada y
muy preocupada, como si fuera un niño que acabara de ser regañado y no era
para menos.

Itachi pasó la mirada de arriba abajo estudiando a Naruto y después se puso de


pie para ir frente del escritorio y quedar cara a cara con el rubio. Los ojos de
aquel azabache eran muy parecidos a los de Fénix pero Naruto se dio cuenta de
que no había lo mismo dentro de ellos, los ojos de Itachi estaban ligeramente
más apagados que los de aquel que lo había cautivado pero al mismo tiempo no
podía dejar de pensar que eran tremendamente hermosos.

 ¿Okami te trajo?
 Ya dije que ella no sabía nada de esto

El pelinegro miró a Neji que enseguida asintió sin dejar de mirar a Naruto, la
mirada de Neji era penetrante a pesar de ser transparente, el rubio sintió que
aquel hombre podía ver más allá de lo que a él le hubiese gustado.

 ¿Cuál es tu nombre?

 Naruto Uzumaki

 Es verdad-se apresuró a decir Neji

 ¿Por qué estás aquí?

Esta era una pregunta un poco más complicada de responder, se removió en la


silla y miró a Okami que había suavizado su rostro, lo veía como diciendo
“anda, díselos” muy claramente, casi era como poder escucharla en su cabeza
pero eso había sido grandioso, le dio las gracias mentalmente y se decidió a
hablar.

 Quería escapar-dijo algo avergonzado-he vivido hasta ahora en un


verdadero infierno… pensé que tal vez necesitaba irme lejos y luego vi el circo
así que…

 Basta-interrumpió Neji cerrando los ojos- este hombre no miente, Okami


tampoco lo hace-suspiró- este humano es distinto

Y fue todo lo que dijo Neji y salió de la carpa tan rápido como había entrado.
Itachi sacó el puro de su boca y lo dejó a un lado, ahora estaba aún más
interesado en Naruto que seguía sentado ahí perplejo.

 Okami-le llamó haciéndola saltar-dime lo que hay detrás de todo esto

Okami miró a Naruto acercándose a su hermano, parpadeó muy lentamente.


Era increíble como aquel trio de pares de ojos eran terriblemente parecidos y al
mismo tiempo tan distintos, aquellos orbes negros tenían un brillo de vida, algo
que hacía que Naruto se calmara y por alguna razón confiaba ciegamente en
aquella chica.
 Su nombre es Naruto Uzumaki, nació en el pueblo del que acabamos de
venir. Sus padres lo abandonaron cuando él era un bebé dejándolo con una
mujer a la que todos llaman “Nana Gigi” pero esa mujer es mala, lo hacía
trabajar desde entonces y él… él nunca…-tragó gordo- nunca fue feliz hasta
apenas ayer por la mañana cuando subió al vagón porque él quería escapar-
suspiró-quería ser libre

El rostro de Naruto ardía y su estómago se sentía extraño pero al mismo tiempo


se sentía aliviado, no necesitó explicar nada y Okami lo había hecho mejor de lo
que él lo habría hecho. Era una sensación extraña, como perturbado pero
también sentía una paz inusual.

Itachi suspiró pesadamente, Okami se relajó también cuando se dio cuenta de


que su hermano se había calmado, la tensión se había ido poco a poco hasta que
el ambiente se suavizó por completo.

 Bien-susurró Itachi-puedes quedarte-suspiró-Okami te encontrará un lugar


en donde dormir

El estómago de Naruto se llenó de mariposas, se irguió en el asiento y entonces


fue la primera vez que los ojos de Itachi miraron directo a los de Naruto y
viceversa, aquella mirada sin luz era extraña, pero a la vez era muy amable.
Una leve sonrisilla apareció en los labios de Itachi, un gesto que no iba para
nada con él.

 Ahora fuera de aquí

Naruto se puso de pie y fue con Okami hasta la salida, de alguna manera,
aquella decisión le había producido mucha felicidad aunque no terminaba de
entender ese lugar.

 ¿Qué es aquí?-preguntó tratando de digerir todo

 Es difícil responder esta pregunta, veras… -se rascó la cabeza-esto es un circo


ambulante

 ¿De verdad?-Naruto la miró incrédulo


 Bien, ven aquí

La muchacha arrastró a Naruto hasta detrás de la carpa de su hermano, no


había nadie y ella se sentó en el suelo y él la imitó. Okami trataba de encontrar
las palabras exactas y correctas para explicar toda la situación, entendía que tal
vez eso no tendría ni pies ni cabeza si solo lo decía así como así.

 Creo que puedo comenzar diciéndote mi nombre-dijo por fin- me llamo


Okami Uchiha, soy la menor de tres hermanos y mi hermano mayor Itachi fue
quien fundó el circo

 Eso no explica…

 Lo sé, lo sé-miró a Naruto algo desesperada- este circo es una especie de


campo de refugiados… unos muy especial

 ¿Qué quieres decir?

 Prométeme que todo lo que no importa que tan descabellado pueda sonar,
vas a creerme

 Lo prometo

 Los humanos han olvidado muchas cosas y nosotros somos una de esas
cosas. Fuimos perseguidos y asesinados a donde quiera que íbamos-sonrió
tristemente- somos a los que Dios les dio la espalda

 ¿Qué eres?

Esa pregunta había tomado por sorpresa a Okami, miró a los ojos a Naruto solo
para darse cuenta de que él estaba prestando toda su atención. Pero lo que le
tocó el alma era que no había ni un gramo de maldad en sus pensamientos, él
solo quería saber porque quería quedarse ahí, porque de alguna manera
comenzaba a sentirse libre.

 Yo y mis hermanos somos Strigoi, eso quiere decir que somos vampiros pura
sangre.
Dicho esto, ella se puso de pie pero sin perder el contacto visual esperando
encontrar algún indicio de que Naruto pudiera reaccionar mal, salir corriendo
gritando que todos ahí estaban locos pero en vez de eso, se puso de pie y le
dedicó a Okami la sonrisa más pura y sincera que jamás había visto, él era la
persona más extraña que jamás conoció. Él había creído cada palabra que salía
de su boca.

 Vamos, encontremos un lugar donde puedas dormir

Regresaron a la caravana, claro que las miradas eran algo que no podía evitarse.
Okami iba al frente y Naruto seguía detrás mientras curioseaba con la mirada,
se asombraba de ver algunas plumas o incluso colas por el suelo. En el camino,
estaba aquel chico con los ojos perla solo que ahora estaba acompañado de una
muchacha con los mismos ojos y cabello largo, enseguida Neji empujó a la
muchacha hacia adentro de una de las carpas.

 Son Neji y Hinata Hyuga-explicó Okami- son eruditos de las montañas,


jamás les mientas, pueden ver un engaño a kilómetros, literalmente, nacieron
con un extraño don en los ojos

Naruto regresó la mirada al frente, pero no dejaba de recorrer el lugar con los
ojos en busca de Fénix, él era a quien quería ver pero hasta el momento no
había podido topárselo. Seguían caminando hasta entrar a una carpa mediana y
enseguida Naruto sintió que no debía estar ahí en ese momento.

Adentro de aquella carpa estaban dos preciosas chicas, una de ellas era la que se
lo quería comer cuando lo descubrieron en la caravana. Ella era rubia de cabello
largo peinado en una enorme cola de caballo y con ella estaba una chica de
cabello rosa, ambas estaban sentadas en una cama arreglando lo que parecían
ser los trajes con los que actuaban.

 Ellas son Sakura Haruno e Ino Yamanaka-las presentó- chicas, él es Naruto.

 ¿Viniste a darnos al humano?-preguntó Ino emocionada

 Si bueno, Itachi dijo que él se quedaba, nadie va a comerlo


Las dos muchachas dejaron lo que estaban haciendo para mirar más de cerca a
aquel muchacho que simplemente no pudo resistirse a la mirada de aquellas
preciosas muchachas.

 Me agrada-dijo Sakura-pero no puede quedarse aquí

 Entiendo

Y los dos salieron de la carpa, aquellas muchachas eran muy bellas pero al
mismo tiempo tenían algo muy extraño, su carpa estaba llena de ramillas como
si fuera un nido pero sin perder aquel toque tan femenino y delicado.

 Nunca las mires mucho-advirtió Okami- esas dos son Veelas, se dedican a
seducir hombres para comerlos

Una sensación de asco se apoderó de él, no entendía como criaturas tan


hermosas podían ser tan viles y desalmadas como para hacer algo así. Pero
pronto perdió el interés en ellas porque un poco más al frente estaba aquella
chica de los cuchillos afilando a estos mismos que charlaba alegremente con su
ayudante.

La piel de ambos era muy extraña, en primera instancia Naruto pensó que aún
tenían el maquillaje puesto pero a medida que se acercaba se dio cuenta que
aquel par no estaba maquillado, había escamas reales en lugar de piel. La
muchacha que seguía afilando los cuchillos tenía una preciosa cabellera castaña
peinado en dos moños sobre la cabeza y su ayudante tenía un peinado
anticuado y unos enormes y expresivos ojos negros.

 Lee, Tenten- les llamó Okami muy animada-quiero que conozcan a alguien

En cuanto aquel par volteo a ver a Naruto este se estremeció por completo, la
mirada de la muchacha era penetrante sin mencionar que sus ojos eran como
los de una serpiente pero cuando creía que eso era todo, una lengua viperina se
asomó de entre los labios de ella siseando para un segundo después volver a la
boca de su propietaria.

 Un humano-dijo ella atinada


 Itachi dijo que él se quedaría así que estoy buscando en donde duerma.

 No creo que quiera dormir rodeado de serpientes-se disculpó Tenten

Naruto seguía viendo aquellas brillantes y hermosas escamas que le daban un


tono verduzco a la piel de Tenten pero increíblemente era preciosa, como si
estuviera cubierta de muchas piedras brillantes que le adornaban.

 Soy un hibrido reptil-explicó ella al notar que Naruto la miraba mucho- creo
que ustedes los humanos llaman a mi raza “reptilianos”

 Oh-Naruto no sabía que decir

Pero la muchacha no era lo único increíble, su compañero también tenía


escamas, solo que en ningún momento aquella lengua hacía acto de presencia,
sin mencionar que su piel no era verduzca y que las escamas en su cuello eran
algo más pronunciadas.

 Rock Lee-se presentó el muchacho extendiéndole la mano a Naruto

 Naruto Uzumaki-le dijo estrechando su mano

Enseguida el tacto de la piel de Lee fue algo sorpresivo, eran escamas finas y
brillantes, por un momento Naruto pensó en los pescados que se vendían en el
mercado los domingos en la mañana.

 Me encantaría que te quedaras conmigo-dijo Lee a manera de disculpa-pero


no creo que respires bajo el agua

Después de decir eso señaló las escamas de su cuello, entonces Naruto se dio
cuenta de que aquellas gruesas escamas eran branquias.

 Interesante-susurró Naruto

 Lo sé, ¿no son bellas?-dijo Lee refiriéndose a sus escamas-no todos los días
ves a un tritón por ahí.

 Y menos recibiendo cuchilladas-intervino Tenten


Todos rieron menos Lee que se cruzó de brazos refunfuñando porque siempre
se reían del orgullo que tenía por sus escamas brillantes. Pero como ambos
habían dicho que Naruto no se podía quedar con ellos siguieron adelante,
entonces a Okami se le ocurrió una grandiosa idea, así que comenzó a caminar
en dirección a una carpa en particular y cuando ambos entraron, Naruto quedo
mudo.

Era bastante sencilla, había dos camas una al lado de la otra separadas por una
pequeña mesilla en donde había una lámpara a baterías, en una de ellas había
mucha ropa y cosas regadas pero en la otra en cambio, había un apuesto joven
sentado mientras leía muy concentrado.

 Sasuke-le llamó Okami

En el momento en el que Sasuke despegó la vista del libro y alzo la mirada no


pudo dejar de ver a Naruto. Desde el espectáculo, el joven vampiro había
quedado totalmente cautivado por aquel muchacho y el verlo ahí le daba una
mezcla de felicidad y mucha confusión.

 Adivina quién estaba escondido en uno de los vagones

Sasuke se puso de pie de un solo salto, parecía que Okami había pasado a un
segundo y hasta un tercer plano porque el azabache fue directamente donde
Naruto ignorando por completo a su hermana menor. Sasuke había comenzado
ya a usar ese encanto seductor tan propio de él, aquella mirada intimidante y
por sobre todo esa sonrisa burlona en sus labios, tomó la mano del rubio y la
llevó lentamente hasta sus labios para besarla suavemente.

 No pensé que volvería a verte Naruto-dijo con una voz muy sensual

 Yo…yo…yo-tartamudeaba el rubio

 Me llamo Sasuke Uchiha y es un placer conocerte

 Na…Naruto Uzumaki

A este punto el rostro de Naruto estaba rojo hasta las orejas y sentía que las
mejillas le ardían pero por fin pudo volver a percibir aquel aroma
perfectamente seductor y varonil, era como si todo a su alrededor hubiese
dejado de existir y que lo único que podía ver era aquel par de ojos que
definitivamente eran lo que quería ver. Eran muy parecidos a los de Okami y a
los de Itachi pero definitivamente podría diferenciar aquellos orbes tan
coquetos y seductores.

 Oigan, sigo aquí-les llamó Okami divertida

Ambos dejaron de verse obsesivamente para darse cuenta de que estaban a solo
centímetros uno del otro, claro que a Sasuke eso no le molestaba del todo,
aquella faceta de seductor siempre había sido parte de su ADN.

 Itachi dijo que él iba a quedarse-dijo ella emocionada-y estaba pensando que
tal vez te gustaría compartir la carpa con él

Esto último terminó con lo último de cordura que le quedaba a Naruto, el solo
pensar que lo primero que vería por la mañana fuese el rostro de Sasuke hacía
que su pecho palpitara rápidamente.

 No sería una mala idea

Sasuke volvió a concentrarse en Naruto, tomó su mentón y lo obligo a verlo a


los ojos, sus miradas volvían a encontrarse de una manera más que especial.

 Espera-dijo Sasuke arruinando el momento- si Naruto se queda aquí


conmigo entonces ¿en dónde vas a dormir tú?

 Ah…-se rascó la nuca, la habían atrapado-pues ya sabes, Kiba tiene un sitio


y…

 Oh, conque eso era-la miró con una sonrisa algo macabra- por mucho que me
encantaría que esta preciosura durmiera conmigo, no te dejaré sola con el
sarnoso.

 Pero Sasuke…

 No diré una sola palabra más, creo que Naruto puede quedarse en ese lugar
que tiene Kiba
Sasuke volvió su mano al mentón de Naruto y le acaricio suavemente a manera
de despedida, Naruto solo podía quedarse ahí parado como tonto volviéndose
loco por aquellos ojos de obsidiana que parecían mirar más allá.

 Vamos Naruto – dijo un poco frustrada Okami

Volvieron a salir y aunque algo frustrada, Okami seguía con esa energía
interminable y vivas que hacía sentir muy bien a Naruto, vieron la enorme jaula
en donde debería haber estado aquel enorme perro pero estaba vacía y al lado
de esta había una carpa más.

 Hey Kiba-saludó ella entrando con Naruto detrás

Pero lo primero que los ojos de Naruto vieron fue aquel enorme perro blanco
durmiendo en el suelo y junto a él estaba el domador que se había levantado de
la cama en cuanto hubo escuchado la voz de la muchacha. Naruto dio un paso
atrás cuando aquel enorme perro se levantó y se abalanzó sobre ellos pero en
vez de conseguir una herida mortal, solo recibieron lengüetazos de bienvenida.

 Basta Akamaru-ordenó Kiba y el perro volvió a su sitio-mira esto ¡nos trajiste


la cena!

 ¡Nadie va a comerse a Naruto!-gritó ya fastidiada- Itachi dijo que se quedaría


y va a dormir contigo

El castaño fijó su mirada en Naruto, ahora le parecía más interesante aquel


humano, no era nada normal que el líder del circo, el desconfiado Itachi Uchiha,
dejara entrar tan fácilmente a quien hubo haber podido ser su cena.

 Así que así son las cosas ¿eh?-dijo un poco más animado-entonces supongo
que puedo soportarlo

Kiba le tendió la mano a Naruto que la estrecho enseguida, a simple vista era
obvio que ese sujeto era muy relajado y que tal vez podría llegar a ser un buen
amigo, sin tomar en cuenta que en algún momento se lo quiso comer.
 Iré a buscar tus cosas Naruto-le dijo Okami-quédate con Kiba, él es el
licántropo más dulce que puedas encontrar

El castaño miró hacia otra parte para que no se dieran cuenta del color
enrojecido de sus mejillas mientras Okami salía.

Pero aún con esa situación, de alguna manera se sentía muy a gusto, aquella
sensación de estar en casa que tanto había añorado sentir estaba ahora con él.
tercer acto:“strigoi, los sangre pura”
El frio de la mañana le calaba los huesos, era muy temprano y no quería
levantarse pero al recordar que ya no estaba con Nana Gigi, Naruto se recargó
de energía. Se incorporó lentamente solo para darse cuenta de que su
compañero seguía profundamente dormido acurrucado con su extrañamente
enorme mascota.

La tarde anterior la había pasado en la carpa con Kiba y Akamaru, no terminaba


de entender la situación en la que estaba. Todo era nuevo y demasiado extraño,
había cosas increíbles con las que ni siquiera había soñado jamás pero ahí
estaba compartiendo el dormitorio con un hombre lobo.

La luz del sol combinada con los sonoros ronquidos de Kiba solo era un
recordatorio más de que ahora estaba lejos de casa, era la primera vez que no se
levantaba con gritos y golpes desde afuera de su puerta. Era una sensación
agradable aunque le hubiera gustado regresar a la cama pero simplemente Kiba
no lo dejaría volver a dormir.

 ¡Ya es de día!-dijo una voz desconocida

Esto bastó para que Kiba despertara por fin, Naruto jamás había tenido que
lidiar con un lobo recién despertado y no se trataba precisamente de Akamaru.
Después de terminar de despertarse salió de la carpa un poco más animado
junto con Kiba.

 ¿Sabes algo Naruto? me encanta tenerte aquí

 ¿Por qué lo dices Kiba?

 Porque así puedes bañar a Akamaru

Algo de lo que había conversado con Kiba la tarde anterior era sobre las tareas,
le explico que todos y cada uno de los integrantes del circo tenía tareas
específicas y como Naruto era el recién llegado le tocaban las más pesadas.
Pero eso no fue lo único que había explicado el licántropo, aquel sitio era el
campamento de invierno del circo, estarían ahí hasta la llegada de la primavera,
estarían dando funciones en un teatro cercano.

 Bueno-dijo Kiba-que tengas suerte

El muchacho le dio unas palmadas en la espalda al rubio y le dio también un


cepillo y una cubeta para dedicarle una sonrisa burlona y señalar al perro con el
mentón que no había perdido ni un solo minuto y ya estaba jugando en el lodo
mientras movía la cola alegremente.

 Va a ser un largo día

El campamento estaba muy animado, ruido en todas partes y era algo que
Naruto apreciaba mucho, fue con Kiba hasta el comedor solo para ser testigo de
la mayor fiesta que jamás había visto, era como una enorme y rara familia
sentada toda junta. Dos mesas largas enteras llenas de personas extrañas e
increíbles y en una de estas estaban aquel par de ojos obsidiana que enseguida
se fijaron en él.

Sin pensarlo un poco fue a sentarse justo al lado de Sasuke que lo esperaba con
una enorme pero enigmática sonrisa en sus finos labios. Cuando estuvo con él
se tomó un momento para ver lo que había sobre la mesa, para su sorpresa era
comida tan normal como él.

 ¿Qué esperabas ver?-bromeó Sasuke cuando se dio cuenta de que Naruto


estaba sorprendido de ver huevos con tocino en su plato.

 No lo sé… ¿un vaso de sangre?-dijo a modo de broma

Al parecer eso no le había hecho nada de gracia al pelinegro pero antes de que
Naruto pudiera decir algo para retractarse, la hermana menor de Sasuke se
sentó justo al otro lado del rubio frotándose los ojos y con el cabello
despeinado, era más que obvio que acababa de despertarse.

 Toma-le dijo Sasuke alcanzándole un plato de ensalada- el hecho de que


seamos vampiros no es razón para que parezcas muerta.
 Muy gracioso hermanito

Aquel estaba siendo el mejor desayuno en la vida que Naruto tomó, todo el
mundo estaba alegre y por primera vez en mucho tiempo sus huevos con tocino
no estaban echados a perder. Se sentía muy bien pero desde que había hecho
esa broma del vaso de sangre Sasuke estaba algo más callado.

 ¿Por qué no está él en mi plato de comida?

Un muchacho paliducho se había sentado frente a ellos, enseguida Naruto se


dio cuenta de que era uno de los que lo había encontrado.

 Sai, sabes tan bien como todos que Itachi le dio el visto bueno-le respondió
Sakura a su lado

Mientras ellos seguían hablando, Sasuke había terminado su desayuno y dejó la


mesa tan rápido como Naruto había llegado. Pero no fue el hecho de irse sino
que lo hizo sin decir ni una sola palabra, gesto que se alguna manera Naruto
sintió demás.

 ¿Qué hay para hoy?-preguntó Okami con la boca llena de tomate.

 Itachi quiere que te encargues de enseñarle las cosas a Naruto por aquí-le
respondió Sai, él dejó una enorme lista de tareas.

 Diablos-resopló Okami

Después del desayuno, todo el mundo se concentraba en su trabajo, incluso


Naruto estaba lidiando con sus propios demonios, aquel enorme perro era muy
testarudo pero sobre todo era muy fuerte. Pero después de unas dos horas
enteras persiguiendo al perro y tratando de hacer que se quedara quieto
entonces Naruto fue capaz de bañarlo y había sido más sencillo de lo que
parecía, Akamaru no era la bestia feroz de los carteles del circo sino que era una
enorme bola de pelos cariñosa.

La siguiente tarea en la lista era más sencilla, debía limpiar la jaula de Akamaru
que sorprendentemente estaba más limpia que el lado de la habitación de su
compañero así que no le fue muy difícil terminar. Después de eso Okami le
pidió ayuda para poder limpiar la utilería del acto de magia, la noche siguiente
se presentarían y necesitaban todo impecable.

Había una carpa completa designada solo para la utilería de los actos, Naruto
debía hacerlo solo porque los actores estaban practicando además de que no era
la única tarea por hacer. Estaba en el suelo sentado mientras trataba de sacarle
brillo a aquel contenedor de vidrio que Sasuke usaba para hacer aparecer a
Okami, se reía al comprobar que todas las cosas que usaba el mago en su acto
no tenían ningún truco escondido.

No podía evitar sonreír, se sentía tan feliz aun estando en un lugar como ese.
Aunque de alguna manera todo se le hacía bastante irreal y efímero pero
también sentía que aún con todo estaba en el lugar correcto.

De repente la escena del desayuno se le vino a la cabeza de nueva cuenta, justo


después de mencionar lo del vaso de sangre y Sasuke se había puesto distinto.
El estómago se le revolvió al volver a imaginar aquellos bellos ojos mirándolo
con algo de desprecio, Naruto no sabía nada acerca de Sasuke y se había
tomado la libertad de hacer una broma de mal gusto.

 ¿Están listas mis cosas?

Naruto dio un salto al escuchar la voz de Sasuke, ya no había diversión en esta


sino que ahora era un poco más cortante e incluso sus ojos eran iguales.

 Ya casi-atinó a decir

 Entonces creo que regresaré

 ¡Espera!

El rubio dejó por completo lo que estaba haciendo y se puso de pie, Sasuke se
había quedado quieto mirándolo con una ceja levantada.

 Lamento lo del desayuno, no sé qué dije pero creo que no fue nada gracioso

La expresión de Sasuke se fue suavizando de a poco hasta volver a tener aquella


mirada picara que solo él podía hacer. Naruto se sintió mejor así que regresó a
su lugar para seguir con su trabajo solo que esta vez el azabache se sentó a su
lado.

 No fue tu culpa-musitó Sasuke-supongo que ese tema siempre me pone muy


nervioso
 Háblame de ti Sasuke

Las palabras de Naruto parecían haberlo tomado por sorpresa, parpadeo muy
rápido y miró al suelo como tratando de encontrarle significado a la frase que
acababa de escuchar. Obviamente el rubio se dio cuenta de inmediato, solo
conocía a Sasuke hacía un día y algo sin contar el espectáculo del circo en donde
había podido ser testigo de aquellos precioso ojos de obsidiana.

 ¿Qué puedo decirte?

 Lo que quieras, supongo

 ¿Por qué le diría mis secretos a un extraño?

Naruto miró a Sasuke a los ojos con una fina sonrisa adornando su rostro, era
imposible para Sasuke seguir dudando de aquella persona tan maravillosa,
sobre todo cuando miraba dentro de esos preciosos zafiros brillantes. Ese
muchacho había llegado de la nada pero Sasuke estaba cada vez más interesado
en él, normalmente son los vampiros los que atraen a la gente pero en ese caso
Sasuke era quien no podía resistirse.

 No lo sé-dijo Naruto risueño- supongo que puedes hacerlo solo así

 No lo comprendo Naruto… no puedo verla

 ¿ver qué?

 ¿Okami te habló sobre nosotros ya?

 No mucho

 Entonces, creo que voy a contarte una historia antes de responderte la


pregunta.
Ahora era el rubio el que parecía desorientado pero al mismo tiempo estaba
muy interesado, a simple vista se podía ver que a Sasuke le costaba un poco
hablar del tema. Era increíble ver que Sasuke no solo era un vampiro seductor y
coqueto sino que también podía ser alguien muy sensible y sobre todo y de
cierta manera, muy tímido y cauteloso con sus sentimientos.

El relato de Sasuke comenzaba cuando él era un niño, solía vivir en una


mansión enorme en la cima de una colina al norte de Francia. Era la época
victoriana, muchos años atrás cuando las personas solían tratar como
aristócratas a las personas como ellos.

Sasuke y sus hermanos venían de una familia de vampiros Strigoi, quería decir
que eran vampiros de sangre pura, la realeza de su especie y sobre todo eran
una familia respetada en la alta sociedad. Los humanos de esa época solían
buscarlos para pedirles favores y ellos siempre tendían la mano a quienes lo
necesitaran.

Pero como siempre, los tiempos debían de cambiar y la iglesia comenzaba a


tomar poder dentro del gobierno, ellos comenzaron a convencer a las personas
de que aquellos distintos, los incomprendidos y los extraños eran hijos del
diablo, herejes sin alma ni corazón. Había sido el comienzo de la inquisición.

Quemas de brujas y genocidios se extendían por todo el mundo, los vampiros


también habían sido perseguidos por la iglesia. Los padres de Sasuke estaban
temerosos pero confiaban en que las personas que conocían, aquellos humanos
a los que habían ayudado durante tanto tiempo los protegerían pero su lealtad
fue traicionada y la desgracia sucedió.

A la mitad de la noche, cuando la familia dormía las personas del pueblo fueron
con antorchas, machetes y cualquier arma improvisada que pudieran encontrar.
Iniciaron el incendio en los establos y pronto la mansión Uchiha estaba envuelta
en llamas, el hermano mayor Itachi se dio cuenta y lo primero que hizo fue ir
por sus hermanos, despertó a Sasuke y tomó a Okami en brazos para escapar lo
más rápido que podían. Ellos pudieron salvarse, pero sus padres no tuvieron la
misma suerte.
Pasaron de ser unos aristócratas a ser vagabundos que trataban de vivir al día.
Claro que los vampiros no fueron los únicos afectados y así fue como el circo
fue creado.

Itachi no soportaba ver todos esos asesinatos así que poco a poco fue reuniendo
aquellos sobrevivientes, huérfanos y fugitivos que huían de las llamas del odio
sembrado por la iglesia católica. Pero esto no era todo lo que había pasado, los
vampiros y licántropos comenzaban a alimentarse de humanos comunes y
corrientes sin discreción hasta matarlos haciendo que esconderse fuera más
difícil.

Pero la guerra pronto terminó, los hermanos Uchiha eran de los pocos
sobrevivientes de sangre pura que quedaban en el mundo, el sistema de
organización de esta raza pronto volvió a la normalidad llegando con nuevas
reformas, reglas y sobre todo castigos por el incumplimiento de estas últimas.

La sangre pura de los Strigoi les permitía estar un paso más adelante que la
humanidad no solo teniendo habilidades extraordinarias sino que ellos eran
nacidos con un don particular.

 Itachi domina el arte de la nigromancia-decía Sasuke-Okami puede leer la


mente y yo veo el aura de las personas.

 Entonces…

 No puedo ver tu aura Naruto

Por alguna razón esas palabras de Sasuke lo hicieron sonrojarse, ahora el


azabache estaba más cerca y podía entender en parte lo de la sangre.

 Tú… ¿no bebes sangre humana?

 Debo hacerlo-admitió-una o dos veces al mes pero nunca mato a nadie, Itachi
no me lo perdonaría.

 Y entonces… ¿no brillas en el sol?

 Por favor-fingió indignación-no me compares con esa basura de Hollywood,


nosotros somos vampiros, ellos son estupideces.
Los dos rieron relajando el ambiente, de pronto se hizo un silencio entre ambos
pero no era incomodo, al contrario, era bastante agradable. El aire era frio e
incluso podía sentirse dentro de la carpa, Naruto se frotó los brazos
inconscientemente mientras volvía al trabajo.

 Tienes frio

Sasuke alargó la mano hasta poder tocar la piel del brazo de Naruto que sintió
como su propio cuerpo reaccionaba de una manera extraña y única, como si
aquel toque fuera muy familiar. Poco a poco Sasuke se fue acerando hasta estar
muy cerca.

Casi instintivamente Naruto se acomodó en el pecho de Sasuke que lo rodeó


con sus brazos, el rubio se tomó el tiempo para cerrar los ojos y aspirar ese
dulce aroma llenando sus pulmones de aquel olor tan característico, tal y como
lo recordaba solo que esa vez era más íntimo que en el espectáculo.

De repente el frio recorrió todo el cuerpo de Naruto haciéndolo temblar y por


consiguiente aferrarse más al cuerpo de su acompañante. Para Sasuke también
estaba siendo un momento muy especial, paseaba sus manos por la espalda de
Naruto aunque sabía que no podía darle el calor suficiente para que dejara de
temblar.

 Creo que esto no está ayudando mucho ¿verdad?

 No importa

Naruto dejó por completo lo que hacía y se acomodó en el pecho del azabache
que estaba más que complacido de recibirlo entre sus brazos. El aroma de
Naruto era parecido a dulces pegajosos y palomitas de maíz, algo que le hizo
gracia a Sasuke solo de pensar que tenía muy poco tiempo en el circo como para
oler tan dulce.

Había una especie de conexión entre ambos, una fuerza extraña pero sobre todo
muy fuerte que los hacía querer estar más cerca. Sasuke no podía aguantar un
solo segundo más, acarició el contorno del rostro de Naruto con la punta de su
dedo índice hasta llegar a su mentón y alzar su rostro hasta obligarlo a verlo a
los ojos para poco a poco ir disminuyendo el espacio entre ambos.

El momento en el que los labios de Sasuke se posaron sobre los de Naruto, una
corriente eléctrica les recorrió a ambos. El azabache simplemente no podía
tener suficiente, los labios de Naruto tenían un sabor especial que jamás en
todos sus años sobre la tierra había probado. Para el rubio estaba teniendo el
mismo efecto, o peor, quería más y le era adictivo, como una necesidad de
sentirlo más y más cerca cada vez.

No se dieron cuenta cuando estaban sobre el piso besándose apasionadamente,


Sasuke cuidaba de no dejar caer todo su peso sobre Naruto que lo abrazaba por
el cuello para acercarlo lo más que pudiera, las manos del azabache
comenzaban a juguetear bajo la camisa de Naruto buscando un contacto cada
vez más íntimo y sensual. La calidez de la piel del rubio era bastante increíble
para las frías manos de Sasuke, podía escuchar cada latido del corazón de
Naruto y también sentía el pulso de este mismo bombeando la sangre por todo
su cuerpo.

Pronto los labios de Sasuke abandonaron los de Naruto para comenzar a


explorar más allá, besó el lóbulo del rubio y lamió su oreja de una manera
demasiado erótica y sensual para llenar de besos bajo la oreja del rubio mientras
lamia suavemente y detenerse en la unión del cuello y el hombro. Al parecer las
cosas comenzaban a salirse de control, el olor de Naruto era muy irresistible y
cuando sintió que no podía más, abrió la boca y de repente un par de colmillos
brillantes aparecieron.

Mientras tanto Naruto seguía disfrutando de aquel contacto, nunca nadie lo


había hecho sentirse igual y Sasuke sabía bien cómo hacerlo. Entonces sintió
algo extraño en donde estaba besando Sasuke, era algo frio y puntiagudo así
que solo bajó la mirada.

 ¡Sasuke!-lo empujó

Naruto detuvo a Sasuke justo en el preciso momento en el que estaba a punto


de encajarle los colmillos. Al parecer la agitación lo había hecho perder la
cabeza, aquel dulce aroma de la sangre de Naruto combinado con la sexualidad
del momento, habían sido los componentes perfectos para enloquecerlo.

 Lo lamento…-susurró Sasuke

Naruto se separó lentamente, llevó su mano a su cuello y frotó en donde había


sentido los puntiagudos dientes del vampiro solo para asegurarse de que no
había ninguna herida. Era extraño, muy raro, aquella sensación fría que le
habían dado los colmillos de Sasuke no había sido otra más que excitación.

 No hay problema-le dijo sin mirarlo

 No va a volver a pasar, lo prometo

Sasuke se puso de pie y se sacudió el polvo de los pantalones, su compañero


todavía estaba sentado mirando al suelo tratando de asimilar lo que había
pasado. Ningún humano le había causado tantos problemas pero
definitivamente no podía estar muy lejos de él, Naruto era especial y
definitivamente le gustaba.

 Me gustó mucho Sasuke…-musitó

Algo pasó en el pecho de Sasuke, ese sentimiento maldito siempre lo había


perseguido, nunca había que tenido que luchar con ese deseo carnal, el sexo
siempre había sido solo una herramienta para poder tener algo de alimento
además de algo de diversión. Él siempre había aprovechado hasta lo último
aquel magnetismo vampírico que poseía.

 No sabes lo que dices Naruto

 Me gusta que me toques de esa forma yo…

 ¡Para de una buena vez!-gritó-no tienes idea de lo que estaba a punto de


hacer

 Sasuke…

Por primera vez en mucho tiempo, Sasuke sentía que el pecho le dolía, quería
devolverse y besar nuevamente a Naruto, quería ir más lejos y recorrer su
cuerpo entero pero al mismo tiempo no era capaz de saber si podría mantener
el control.

 Me gustas mucho-volvió a hablar Naruto

 Tú también me gustas-le respondió-pero no puedo contenerme cuando estoy


contigo

Una ráfaga de aire gélido entro de repente en la carpa haciendo temblar a


Naruto, el azabache lo miró encogerse en su lugar, no podía simplemente
ignorar al rubio por más que lo intentase. Se quitó el chaleco y se lo dio.

Naruto se puso de pie y tomó el chaleco para ponérselo, miró a Sasuke a la cara
que intentaba esquivar sus ojos pero a final de cuentas no podía huir de
aquellos preciosos zafiros.

 No entiendo mucho sobre ti Sasuke-dijo muy bajo mientras ponía una mano
sobre el pecho de su acompañante-pero no podré hacerlo si te sigues alejando

La cercanía era algo que Sasuke no entendía muy bien, claro que era muy
cercano a sus hermanos y tenía buenos amigos en el circo pero nada se
comparaba con tener a alguien a su lado de una manera distinta. Naruto era
solo un humano, uno muy distinto y eso le llamaba mucho la atención y era eso
mismo lo que le impedía hacer su voluntad.

 Soy un monstruo-dijo por lo bajo.

 Es gracioso que lo digas tomando en cuenta que estamos en un circo de


fenómenos-suspiró-hace unos dos minutos estábamos en el suelo
besuqueándonos ¿qué paso con eso del vampiro seductor?

 Se terminó cuando intenté morderte… hay muchas cosas que no entiendes.

 Entonces explícame

Sin dudarlo Naruto era el primer humano que lograba hacer que Sasuke
titubeara, era como si no fuera capaz de mantener el control y de cierta manera
eso le gustaba.
El azabache sonrió de medio lado recuperando ese aire de seductor
característico de él, a Naruto le dio mucho gusto ver de nuevo esa mirada
ardiente y no pudo evitar reír débilmente. Se acercó y puso la cabeza sobre el
pecho de Sasuke que simplemente estaba disfrutando de la cercanía que le
permitía aquel gesto.

 Supongo que está bien así-dijo Sasuke-creo que podrás entender conforme
pase el tiempo.

 Sí, está bien así

Una vez más el aire gélido del invierno les recordó que seguían estando ahí solo
que esta vez Naruto se sentía más cálido. Estaba atardeciendo y la noche sería
fría, necesitaban terminar sus deberes para volver a sus carpas temprano.

 Termina aquí ¿si? Mañana hay espectáculo


 No me digas qué hacer niño bonito
 Exacto-le guiño el ojo-soy un niño bonito y que no se te olvide

Y entonces Sasuke salió de la carpa tan campante como había entrado, ni


siquiera volvió a decirle nada de la utilería, como si eso hubiese sido solo una
excusa para entrar a hablar con él. El azabache era una persona muy extraña y
hasta cierto punto era caprichoso, era bastante obvio que solo había sido una
especie de berrinche.

 Ese tonto-susurró

Tomó el chaleco y lo llevó a su nariz solo para volver a sentir ese olor tan
característico de Sasuke, no quería que se borrara de su memoria, quería
siempre que estuviera ahí para recordarlo. Ese hombre era lo más cercano a sus
sueños de lo que había estado jamás y no pretendía dejarlo ir.

El rubio dio un paso atrás y giró sobre sus talones solo para regresar a hacer su
trabajo, solo que no podía dejar de sonreír como estúpido mientras seguía
trabajando.
Se hacía cada vez más tarde y parecía que el trabajo se iba haciendo más y más
cada vez, Naruto se dio cuenta de que las cosas de un mago eran muy extrañas,
que había trucos ya preparados que ni siquiera podía entender.

Pero alrededor de una hora más pudo empezar a escuchar bullicio de nueva
cuenta, incluso pensó que todos estaban locos al estar jugando con el gélido frio
de la noche pero al mismo tiempo le daba mucho gusto y mucha ilusión estar
rodeado de todas esas personas tan diferentes.

Entonces alguien entró en la carpa, no era otra más que la hermana menor de
Sasuke, aquella muchacha con los ojos más cálidos y bondadosos que jamás
conoció además de ser la responsable de que no se lo comieran.

 ¿Qué haces aquí todavía Naruto?


 Bueno pues, ¿trabajo?

 Mira la hora que es, ya no es hora de deberes


 ¿No?

 No tontito, es hora de cenar

Como si apenas lo notara, el aroma a salchichas azadas y bombones quemados


entró recordándole a Naruto que se había perdido el almuerzo por estar entre
trastos polvorientos y se sintió bastante bien de saber que podía comer algo
después de tanto.

Okami y él salieron de la carpa solo para ver que ya estaba obscureciendo y


todo el campamento estaba vacío pero no dejaba de escuchar aquel escándalo,
después se dio cuenta de que aquel ruido venía del cetro del campamento.
Había una fogata y todos los integrantes del circo estaban ahí pasándola bien, se
reían, gritaban incluso había un par de guitarristas agregando algo de ruido al
ya bastante animado grupo.

 Increíble…-dijo por lo bajo.


 Andando o no nos dejarán nada para comer
No se necesitó mucho, todos ya se habían acostumbrado a Naruto e incluso a
los que no les simpatizaba sabían guardar la compostura y la decencia. Era un
ambiente muy nuevo y poco convencional pero para el rubio era lo mejor que le
hubiera pasado en la vida, después de tanto tiempo sintiéndose miserable al
lado de Nana Gigi y los demás niños de la casa, el hecho de estar ahí comiendo
salchichas y asando bombones era lo más grato que había sentido.

Todo el circo era como una enorme familia compartiendo junta, hasta Itachi
Uchiha, el dueño del circo que parecía muy serio estaba ahí pasándola bien con
todos, claro que guardando mucha discreción.

 ¿Quieres un poco Naruto?-le ofreció Kiba animadamente

En las manos del castaño había un vaso de lo que parecía ser algún tipo de licor
y a juzgar por el olor tan penetrante debía ser algo muy fuerte.

 ¿Por qué no?

Naruto aceptó gustoso y a juzgar por el enrojecimiento de las mejillas del


domador, era más que obvio que él ya había bebido un par de tragos antes que
él. El rubio suponía que aquella algarabía era por la presentación del día
siguiente y que probablemente después de esta habría más celebración, la vida
en el circo parecía ser justo como lo había imaginado.

Pasada la media noche Naruto decidió que ya era suficiente, después de que
Rock Lee por accidente derramara cerveza en sus branquias y estuviera
tambaleándose ebrio por todas partes ya no había mucho que ver, también Kiba
se había ido a la cama apestando a alcohol y si Akamaru no lo hubiera llevado
de regreso a su carpa entonces probablemente se hubiera quedado tirado a
mitad del campamento.

Pero Kiba no fue el único en embriagarse, la hermana menor de los Uchiha se


había divertido demás junto con las Veelas que parecían ser inmunes a los
efectos de la bebida así que el encargado de llevarla de regreso a su carpa era el
mismo Naruto.
Tenía a Okami en brazos rezando por poder cargarla hasta su cama, caminó
hasta la carpa y entro sin siquiera avisar sin pensar lo que podría encontrar del
otro lado.

Iluminado solo con la débil luz de una lámpara a baterías estaba Sasuke
semidesnudo vestido solo con los pantalones, acomodaba su cama para irse a
dormir pero cuando Naruto entró con su hermana en brazos no tuvo más
remedio que dejar lo que estaba haciendo para ir a ayudar al rubio.

El azabache fue hasta donde Naruto y le quitó a su hermana de los brazos para
cargarla él mismo hasta su cama en donde la acostó para cubrirla con una
frazada.

 Lo lamento-se disculpó Naruto-debí avisar que estaba entrando


 Está bien, no hay problema contigo

Naruto trataba de mantener la vista alejada del perfecto cuerpo desnudo de


Sasuke pero sus músculos bien formados y esa espalda ancha le dificultaban
mucho el trabajo. Entonces recordó que aún tenía el chaleco de Sasuke puesto
así que se lo quitó con intención de devolvérselo, aunque de cierta manera solo
era una excusa para seguir hablando con el pelinegro y de paso disfrutar un
poco más de su anatomía.

 ¿Te gusta lo que ves?-preguntó Sasuke muy coqueto

 A decir verdad si, toma-le extendió el chaleco-gracias por prestármelo

Sasuke tomó la prenda y la tiró a su cama para agarrar a Naruto de la cintura y


acerarlo a su cuerpo y besarlo apasionadamente. Claro que la chispa se
encendió enseguida, la química entre ellos era increíble pero entonces Okami
hizo un movimiento brusco para seguir durmiendo haciéndolos separarse.

 Te veré mañana en el desayuno-susurró Sasuke

 Supongo que si
cuarto acto:“ el ciervo”
La mañana siguiente estaban todos muy animados, Naruto despertó alrededor
de las once de la mañana, ya bastante tarde y se sorprendió de ver que Kiba se
había levantado muy temprano. Al salir de la carpa vio como todos iban de un
lado a otro revoloteando sin prestar mucha atención a lo demás, claramente
todos se estaban preparando para la función de la noche, incluso Naruto llegó a
pensar que esas criaturas digerían muy distinto el alcohol tomando en cuenta
que todos debían tener resaca.

 Que bueno que despiertas- le dijo Okami apareciendo de algún lado- Itachi
quiere que vallas al teatro con los demás tramoyas.

 Claro pero…

 Encuéntrate con Sai en la entrada del campamento

Y no dijo ni una sola palabra más, siguió su camino tan apresurada como antes.
Naruto resopló pensando que se había perdido el desayuno y todo por haber
festejado demás pero ya no tenía más tiempo que perder así que después de un
cambio de ropa estuvo listo para hacer sus tareas.

Caminó a paso rápido intentando no pisar a nadie, los demás estaban muy
entusiasmados esa mañana e incluso él estaba empezando a sentir esa
adrenalina en su cuerpo. A la entrada del campamento estaban Sai y un grupo
más de muchachos esperando en la van que funcionaba como vagón principal.

 Es bueno que llegues aperitivo-saludó Sai

 Te agradecería que no me llames comida ¿está bien?

Increíblemente y a pesar de las constantes insinuaciones de lo que Naruto


pensaba era canibalismo por parte de Sai, aquel trayecto había sido bastante
divertido junto con los demás muchachos, algunos a los que Naruto aún no
conocía pero definitivamente eran bastante agradables.
Aparcaron justo detrás del enorme teatro, parecía muy viejo y hasta se podría
decir que abandonado, de alguna manera aquel sitio les venía como anillo al
dedo pensando en que todas aquellas personas eran bastante peculiares, incluso
llegó a preguntarse la razón por la que no habían fundado un show de
fenómenos en vez de un circo convencional pero no creyó prudente hacer esa
pregunta.

 Debemos empezar por limpiar-dijo uno de los muchachos-después de eso


solo debemos instalar un par de cosas, ahora manos a la obra

No se necesitó decir más, todos los muchachos trabajaban excelentemente


rápido y eso incluía a Naruto que estaba limpiando uno de los camerinos que
seguramente sería el de las Veelas a juzgar por las plumas que debía acomodar
en uno de los rincones después de quitar el polvo. De pronto sintió algo
extraño, como si alguien lo estuviera viendo y enseguida el olor de cigarrillo le
vino a la nariz, giró rápidamente con la esperanza de ver a Sasuke pero cuando
miró quién era se quedó algo confundido.

Era un hombre alto de cabello café obscuro sostenido en una coleta alta, estaba
fumando mientras lo miraba recargado en el marco de la puerta con una sonrisa
enigmática en sus labios. Naruto enseguida lo reconoció, lo había visto en el
campamento un par de veces pero no le había hablado además de haberlo visto
en el espectáculo haciendo un número de traga fuego.

 ¿Quién…?

 Mi nombre es Shikamaru Nara, tú eres Naruto ¿no?

 Ah… si

 Causaste mucho ruido en el campamento

La mirada de Shikamaru era penetrante y muy ardiente, de cierta manera le


recordaba a la de Sasuke solo que los ojos de aquel hombre no le estremecían de
la misma forma.

 ¿Qué haces aquí?-preguntó Naruto tratando de cambiar el tema-se supone


que los actores deben venir más tarde ¿no?
 Bueno, quería hablar contigo sin el vampiro rondando

Shikamaru entró al camerino y cerró la puerta tras él para acercarse a paso


rápido, Naruto solo se quedó parado sin saber exactamente qué es lo que iba a
pasar o qué hacer. Pronto el castaño estuvo ya muy cerca de Naruto como para
que este pudiera apreciar aquel olor a tabaco mezclado con olor a madera y
césped.

Sin perder un solo segundo, Shikamaru tomó el mentón de Naruto suavemente


y lo acercó a su rostro, el rubio se quedó paralizado como ausente solo
esperando.

 Eres exquisito ¿lo sabías?

Por un momento Naruto volvió a sentir ese temor de ser comida para fenómeno
pero enseguida se dio cuenta de aquel tono tan sugerente en la voz de
Shikamaru que no quería comérselo literalmente.

 Yo… yo…-tartamudeaba con las mejillas ardiendo

 ¿Qué te parece si dejas al vampiro? Yo puedo ser más divertido

Una de las manos de Shikamaru fue directo a la cadera de Naruto para atraerlo
a él, era inminente el momento siguiente, además de que el rubio estaba
paralizado por la situación sin saber qué hacer pero justo antes de que los labios
del castaño tocasen los suyos la puerta se abrió de golpe haciendo que
Shikamaru se girara sin soltar a Naruto.

Una vez más la posibilidad de que apareciera Sasuke pasó por la mente de
Naruto solo que esta vez deseo con todas sus fuerzas que no lo fuese a ver en
esa situación tan comprometedora y para alivio del rubio vio por sobre el
hombro de Shikamaru a aquel muchacho de pelo largo y ojos perla con mirada
severa, era Neji que aparecía en el momento más oportuno.

 ¿Qué haces Shikamaru?-preguntó con voz severa

Shikamaru pareció enfadarse porque soltó a Naruto bruscamente, solo que


parecía haber algo más allá que Naruto no estaba viendo, Neji no le quitaba la
mirada de encima con el ceño fruncido, la tención era casi palpable en la
estancia.

 No metas tus narices en lo que no te importa Hyuga

Este comentario pareció herir a Neji, Naruto pudo verlo titubear ante la rudeza
de Shikamaru pero enseguida se repuso.

 Tendremos problemas si lo lastimas


 ¿Lastimarlo?-dijo irónico- jamás podría lastimar a una criatura tan bella

Parecía que cada palabra que salía de la boca de Shikamaru solo hacía enojar
más a Neji pero la ira del ojiperla no solo se limitaba a Shikamaru porque
Naruto no paraba de sentir que aquella mirada de odio no iba dirigida
solamente al castaño sino que también él podía sentir la mirada furtiva de
aquellos ojos.

 Suéltalo ahora Shikamaru

 Pero si a él parece gustarle

Shikamaru se volvió a Naruto e intentó volver a tomarle como antes pero este
dio un paso atrás para que el castaño no lo alcanzara. Esto pareció haber
relajado a Neji pero no del todo, la tención seguía estando hasta las nubes
entonces y no podía ignorarse el largo e incómodo silencio entre los presentes.

 Creo que será mejor que me valla-musitó Shikamaru algo frustrado

Antes de salir por la puerta en donde estaba Neji tiró el cigarro y lo pisó para
apagarlo como una especie de gesto descortés hacia los otros dos presentes para
así salir por la puerta. Pero cuando Naruto creyó que ya había terminado todo
se dio cuenta de que Neji seguía mirándolo con esa expresión de desprecio
perpetuo para después dar la vuelta e irse también.

 Qué extraño-susurró Naruto para él mismo


La situación se olvido cuando Naruto siguió limpiando, se mantenía
concentrado enteramente en su trabajo para no volver a pensar en lo que había
pasado.

Después del almuerzo en el que trató de que Sai no se lo comiera se dirigió


directamente al camerino de Sasuke y su ayudante, debía colgar el traje de
Okami en el perchero al igual que el de Sasuke. Nada extraño, incluso el traje de
esa noche de la muchacha le parecía muy bonito y sensual, le recordaba a aquel
video musical de Britney Spears en donde salía con un traje de dos partes de
color rojo pero lo que en realidad le llamó la atención era el traje de Sasuke.
Pantalones ajustados y camisa holgada de color blanco, realmente no variaba en
nada pero era un atuendo muy sensual, miró la puerta cerrada y entonces
acercó la camisa a su nariz solo para poder percibir de nueva cuenta el olor del
azabache.

Entonces empezó a escucharse mucho ruido afuera del camerino, era más que
obvio que los artistas habían llegado y un segundo después los hermanos
entraron por la puerta algo atareados, la función sería a las ocho y debían darse
prisa.

 Creo que saldré ahora-dijo Naruto


 Si es por mí no te molestes-respondió Okami sin prestarle atención y
tomando su traje

 ¿Qué…?
 Voy al camerino de Tenten, necesita ayuda para que las escamas no le brillen
tanto en el escenario

Sin decir más, le dedico una sonrisa apurada a Naruto y salió del camerino
dejando al azabache solo con él. Claro que el mayor no iba a desaprovechar la
oportunidad así que se acercó y lo abrazó por la cintura y se acercó a darle un
beso pero en vez de los labios, terminó pegando su boca en la oreja de Naruto.

 Hueles a otro hombre-gruñó


Naruto se puso rojo hasta las orejas, Sasuke había hecho que el recuerdo de
Shikamaru volviera a su cabeza.

 Ese ciervo inútil-musitó muy bajo

Antes de que pudiera explicar la razón por la que tenía el olor de Shikamaru
sobre él, Sasuke lo tomó por sorpresa acorralándolo bruscamente contra la
pared mientras lo miraba con esa expresión sombría que hacía que a Naruto se
le pusieran los pelos de punta.

 Quiero que entiendas algo Naruto-presionó más su cuerpo contra el de


Naruto- yo.soy.muy.celoso

Naruto tragó gordo al escuchar la voz ronca y profunda con la que estaba
halando Sasuke, pero de alguna manera le excitaba sentirlo de esa forma, tan
posesivo y con ese aire tan sexual era todo una bomba a punto de estallar.

 Necesitas cambiarte-susurró Naruto-alístate para el espectáculo

Y de alguna forma, había comenzado a jugar también a eso del coqueteo.


Sasuke sonrió de medio lado recuperando la picardía que tanto le encantaba a
Naruto y entonces él también sonrió lo que hizo que Sasuke se separara.

 Bien, pero debes ayudar a vestirme, de ahora en adelante será parte de tu


trabajo.

 ¿Eso lo ordenó Itachi?

 Oh claro que lo hizo, hoy por la mañana me dijo “Hermano…”- dijo tratando
de imitar la voz de su hermano- “…quiero que hoy obligues al humano a
manosearte antes de la función”

Los dos se rieron pero no por mucho, pronto se besaban suavemente, Sasuke
acariciaba las caderas de Naruto por sobre la camiseta de este empezando a
alzarla poco a poco.

 Hey…hey…-decía entre besos- se supone que el que debe cambiarse eres tú


A ambos les gustaba ese juego del coqueteo, Sasuke se aprovecharía de la
situación lo más que pudiera, aún tenía tiempo para arreglarse. Se separó de
Naruto y se quitó la camisa lentamente como si le estuviera dando a Naruto
una perfecta vista de su bien formado abdomen.

 Ven aquí, ayúdame con el pantalón

Naruto se acercó y tomó a Sasuke por el pantalón y lo arrimó más a él mientras


desabrochaba los pantalones del azabache, la cremallera fue más sencilla solo
que el rubio se tomó su tiempo para saborear el bajarla y después bajar
lentamente los pantalones del pelinegro. El bulto en la tela de la ropa interior de
Sasuke era ya imposible de ignorar así que Naruto decidió darle algo de
atención a esta parte del cuerpo de su compañero.

 Parece que alguien está feliz de verme-bromeó Naruto

El rubio acaricio la tela superficialmente solo para hacer que Sasuke se


molestara un poco y cuando logró su cometido bajo la ropa interior lo suficiente
como para dejar libre la erección del azabache. Naruto no perdió tiempo y
empezó a masturbarlo con ambas manos, mantenía la cabeza agachada mirando
al miembro de Sasuke solo para no verlo a la cara pero tampoco quería que este
viera su rostro tan enrojecido y sobre todo sonriente.

 Ah Naruto-suspiró

Naruto se arrodilló en aquel momento para quedar a la altura de la entrepierna


de su acompañante. Con sus labios acaricio la cabeza del pene de Sasuke para
después hacerlo con la lengua haciendo movimientos suaves y muy lentos.

 Mételo completo-rogó Sasuke entre dientes

Claro que Naruto le dio gusto al meter completo el pene de Sasuke a su boca
enrollando la lengua de una manera particular en este solo para poder escuchar
los roncos gemidos de Sasuke. Se aseguraba de hacerlo lentamente moviendo
su cabeza de atrás hacia adelante presionando levemente en la punta para
hacerlo gemir más alto, claro que el vampiro no podía gritar a sus anchas por
temor de que alguien los fuese a escuchar.
Pronto la cabeza de Naruto oscilaba rápidamente atrás y adelante, había hilos
de saliva que escurrían tanto en el pene de Sasuke como en la boca de Naruto.
No podían ir más allá de eso, Sasuke aún no estaba listo para el espectáculo y
ya no contaban con tiempo para hacer lo que querían hacer.

 Voy a venirme-anunció el azabache

Naruto sintió algo parecido, su miembro también necesitaba atención y estaba a


punto solo que no entendía como era que su cuerpo reaccionaba de esa forma
con Sasuke, no se había tocado pero podía sentir como él también resentía la
estimulación. Entonces Sasuke se dejó ir dentro de la boca de Naruto llenándole
de semen que al no encontrar en donde escupir tuvo que tragarlo pero en el
momento en el que aquel líquido pasaba por su garganta pudo sentir que en sus
propios pantalones algo se humedecía, se había venido igual.

 Ah cielos-suspiró Sasuke- eso fue grandioso

Bajó la vista solo para ver a Naruto todavía arrodillado con la cabeza hacia
abajo, pronto comprendió lo que había pasado así que se acomodó la ropa
interior y se arrodillo con Naruto para ver que sucedía. El azabache tomó el
mentón de Naruto y lo obligó a verlo a la cara solo para descubrir un rostro
sonrojado y manchado de semen además de que la entrepierna del pantalón de
Naruto estaba manchado también.

 No me digas que…

 Ni lo menciones- se apresuró Naruto avergonzado

Sasuke se puso de pie y se sacó los pantalones, debía cambiarse así que dejó la
prenda a un lado y se puso su traje para terminar de alistarse.

 Ponte mis pantalones- ordenó Sasuke

Naruto seguía con el rostro ardiendo, estaba avergonzado pero al mismo


tiempo se sentía muy bien, el toque de Sasuke era siempre muy erótico pero no
se había dado cuenta de que tan influyente podía ser. Se puso de pie y
enseguida se cambió los pantalones, la ropa de Sasuke era ligeramente más
pequeña que la suya pero aun así le calzaba bien.
 Te ves bien-le dijo Sasuke con cierto ánimo en su voz

 No bromees-le respondió cabizbajo

 No estés apenado

 Sa…Sasuke

 Hey, eso tiende a pasar más de lo que me gustaría

Al parecer aquel comentario hizo que Naruto se apenara aún más, de cierta
manera no había pasado por su mente ese hecho de que Sasuke era un ser
extremadamente sexual, lo miró acomodándose los puños de la camisa que le
quedaba holgada y dejaba al descubierto su pecho alvino. Un vampiro que
obtenía su alimento utilizando su cuerpo, sin hacer distinciones solo usando su
sexualidad a conveniencia.

 ¿Qué sucede Naruto?

 yo… yo…

 que no se te olvide que no soy Okami, yo no puedo leerte la mente

 no importa-dijo por lo bajo

Solo en ese momento la cabeza de Naruto se comenzaba a llenar de ideas


extrañas, comenzaba a darse cuenta del lugar en el que se encontraba y que
todo parecía demasiado irreal. No sabía en qué momento había pasado todo,
incluso esos momentos tan íntimos con Sasuke parecían bastante efímeros
ahora.

 Naruto-le llamó Sasuke-debo salir a buscar a Okami ¿te quedas aquí?

 Ah, si, voy a acomodar algunas cosas

Sasuke no era tonto, sabía que algo pasaba pero faltaba poco para que el
espectáculo comenzara y podía saberlo por el ruido fuera de la puerta y
necesitaba ir por su hermana. Naruto era alguien muy especial para él, jamás
había tenido que lidiar con un humano al que no quisiera morder, la sangre de
Naruto parecía ser el manjar más dulce sobre la faz de la tierra y aun así se
rehusaba a probarla.

 Bien-suspiró-pero quiero pedirte una cosa ¿está bien?

Naruto asintió algo ausente.

 Quiero que veas el espectáculo de hoy ¿si?


 No lo sé Sasuke, debo ayudar tras bambalinas

El azabache no respondió nada, simplemente salió por la puerta dejando a


Naruto solo en el camerino. El muchacho no supo exactamente qué hacer o qué
pensar solo se sentía bastante abrumado por aquella sexualidad nueva que
estaba experimentando.

No sabía qué era lo que estaba sintiendo, Sasuke no era precisamente su pareja
aunque se sentía muy parecido a eso, aquel hombre era muy cautivador y sobre
todo sensual, era como si exhalara algún tipo de perfume irresistible para
Naruto que lo mantenía atontado y hasta cierto punto hipnotizado.

Pero también estaba el hecho de que Sasuke era un depredador, una criatura de
la noche que solo podía hacer daño. Cada segundo que había estado al lado de
Sasuke se había convencido de que ese hombre era la persona indicada pero
ahora estaba ahí pensando en que él solo era una presa más.

Entonces tuvo un escalofrío que le recorrió toda la espalda, la sensación fría y


metálica de los colmillos de Sasuke en su cuello había regresado. Todo lo que
sabía de los vampiros eran cosas que había visto en la televisión y leído en
algunos libros de fantasía, no entendía bien lo que eran y definitivamente no
entendía a Sasuke aunque claro que quería hacerlo.

No había pasado mucho tiempo desde que había llegado a ese lugar, tenía una
sensación agridulce en su interior como si supiera que ese lugar era el indicado
pero al mismo tiempo sentía que algo no terminaba de estar bien. Sasuke podía
ser la razón de este sentimiento, tal vez él solo era de esa manera tan caballerosa
y coqueta porque quería hacer de Naruto su cena, aunque esa idea no parecía
tan mala cuando la pensaba con cuidado.
Era difícil de explicar, las sensaciones que le hacía sentir Sasuke eran muy
difíciles de explicar pero la más misteriosa había sido la que sintió en el
momento en que casi lo muerde. Claro que se había sentido muy bien, pero no
dejaba de pensar que el azabache solo lo estaba usando, volvió a sentir ese vacío
que aparecía en su estómago después de acostarse con hombres que lo dejaban
días después.

¿Sasuke lo dejaría después de obtener lo que quería? Era una pregunta muy
difícil de responder pero de alguna manera la respuesta no le era muy
relevante, Sasuke parecía ser demasiado irresistible y tal vez eso se debía a esa
sensualidad que llevaba a flor de piel, claro que Sasuke no era el único que la
tenía.

Tanto Okami como Itachi tenían esa atracción sexual que era simplemente
palpable, bastaba solo mirar como las chicas suspiraban cuando Itachi salía al
escenario a presentar a los artistas al igual que los hombres que no le quitaban
la vista de encima a su hermana menor cuando aparecía en el acto de Sasuke.

Pero no hubo más tiempo para pensar, la puerta se abrió rápidamente dejando
entrar a Sai que sonreía ampliamente, a sus espaldas podían verse la gente que
corría atareada para poder estar lista antes del espectáculo.

 Oye aperitivo…
 Te dije que no me llamaras de esa forma
 Vamos, el espectáculo va a comenzar
 Pero ¿no tenemos que estar ayudando?
 Tranquilo, hay muchos aquí, ni se darán cuenta que no estamos

Naruto tenía bien en cuenta que Sasuke quería que viera el espectáculo y que él
había declinado la oferta así que le pareció buena idea poder verlo y después
pretender que no lo había visto parecía una buena idea.

 Anda, conozco un buen escondite, este teatro tiene un palco escondido en el


piso de arriba
Le gustó oír eso, no quería a nadie sobre él queriendo molestarlo y más cuando
viera el espectáculo, después de todo le gustaba mucho mirar los actos de circo,
aún estando tras bastidores estaba seguro de que todo eso no perdería la magia
y el encanto.

 Muy bien-aceptó Naruto

Y entonces ambos salieron del camerino, faltaba poco menos de veinte minutos
para que todo comenzara así que había mucha gente corriendo de un lado a
otro así que nadie se detenía a mirarlos lo que les daba mucha libertad para
moverse. Sai parecía haberse tomado el tiempo para revisar el lugar aunque
debía haber algo más detrás de todo, llegaron al palco escondido en la parte de
arriba en donde la vista era perfecta pero también estaba lo suficientemente
escondido para no ser detectados, Naruto miró a las butacas y vio que estaban
todas llenas.

 ¿Cómo es que sabes de este sitio?-preguntó mirando hacia abajo

 Es sencillo, ellos me lo dijeron

Sai señaló al otro lado de Naruto, este giró la cabeza algo confundido
esperando encontrarse a una persona o algo pero lo que vio no tuvo precio.
Junto a Naruto había una mujer con una enorme sonrisa y un rostro amable
junto a una niña pequeña que sonreía con la misma felicidad solo que ambas
tenían una textura vaporosa, casi como transparentes, le tomó un momento a
Naruto discernir lo que tenía a su lado.

 Fa…fa…fa…-tartamudeo asustado

 No les llames fantasmas-le reclamó Sai

Aquellas imágenes vaporosas parecían muy calmas a pesar del nerviosismo de


Naruto pero sobre todo parecían muy alegres.

 Les prometí liberar sus almas después de que me dijeran como encontrar un
buen escondite y ahora si me disculpas…
Sai hizo un ademán para que Naruto se quitara del camino y así lo hizo,
entonces fue testigo de una hazaña increíble. Sai respiró hondo y cerró los ojos,
hizo con sus manos algunas formas extrañas y cuando abrió los ojos de nueva
cuenta estos tenían un brillo peculiar.

 Abandonen el lugar maldito-susurró-vallan a donde se les es permitido

Poco a poco las figuras vaporosas se fueron desvaneciendo, la sonrisa en su


rostro era de paz y mucha calma pero sobre todo expresaban gratitud hacia
aquel que las había liberado. Cuando ya no fueron visibles Sai regresó a la
normalidad como si los últimos treinta segundos nunca hubiesen ocurrido.

 ¿Qué fue eso?

 Soy espiritista-dijo con aire orgulloso-puedo hablarle a los espíritus y mi


deber es ayudarlo.

 ¿Por qué pude verlos?

 Ellos deciden a quien mostrarse pero solo pueden comunicarse con alguien
como yo

 Increíble-musitó impresionado-¿por qué estaban aquí?

 Ah, nada importante. Ella y su hija vinieron a ver una obra y después alguien
les disparó por la espalda, después de eso este teatro perdió popularidad

Era increíble la manera en que Sai hablaba del tema con tanta naturalidad,
como si la muerte no le inmutara ni un poquito, enseguida Naruto se dio cuenta
de que tal vez eso sería una extraña carga que Sai debía de llevar sobre los
hombros. El rubio volvió la mirada al frente en donde las personas seguían a la
expectativa del show aunque las cortinas seguían cerradas.

Pensó de nueva cuenta en los años anteriores, en el tiempo que había pasado
con Nana Gigi y el sufrimiento al que estuvo obligado a someterse, también
recordó el relato de Sasuke le había contado sobre l tragedia que le había
sucedido a su familia lo que quería decir que todos en el circo debían tener una
historia similar. Miró a Sai por el rabillo del ojo que estaba atento y ya sentado
en la butaca de su costado, pensó en todos los posibles escenarios en los que
pudo haber estado envuelto pero simplemente no se le ocurría nada. Faltaba
poco para empezar el show y el barullo de las personas resultaba extrañamente
relajante.

 ¿Qué fue lo que hiciste para que Itachi te aceptara?-preguntó despreocupado


Sai.

 ¿Qué quieres decir?

 Debes de tener una historia realmente trágica para que el vampiro mayor te
haya aceptado-dijo algo burlón .

 No realmente, mis padres me abandonaron con una mujer que no cuidaba de


mi-sonrió de medio lado-¿qué tal tú?-preguntó cauteloso

Sai pareció no incomodarse, como si lo que estuviera a punto de contar no fuese


la gran cosa y de cierta manera no lo era para él.

 Nací en un pueblo de China, mi madre murió al darme a luz así que fui
criado por mi padre-hizo una pausa algo enigmática- desde que tengo uso de
razón puedo ver espíritus y bueno, no pasó mucho tiempo antes de que las
personas del pueblo pensaran que era un demonio o algo parecido. Mataron a
mi padre e incendiaron mi casa pensando que moriría, después de eso Itachi me
recogió

Naruto se quedó callado pensando en lo que Sai le acababa de decir, él hablaba


de eso con tanta naturalidad que era triste, como si no pudiera sentir realmente
lo que estaba diciendo. Pero antes de que pudiera decir nada, las luces del
teatro se apagaron anunciando que el espectáculo daba inicio.

 Sai…

 Shht… -le calló- ya comienza.


quinto acto:“ ectoplasma”
El teatro estaba sumido en un silencio pero no era uno normal, era más que
obvio que estaban todos esperando a que algo pasara y enseguida sucedió. El
telón se abrió dejando ver a Itachi en su impecable traje negro con ese aire
relajado y sobre todo muy divertido.

A diferencia de lo que Naruto esperaba, el show no había sido en lo más


mínimo parecido al que él había visto. Las actuaciones eran increíbles y cada
vez eran más impresionantes, como si nunca hubiese visto nada igual.

La danza de Sakura e Ino era algo que Naruto no se cansaba de ver, se veían
preciosas y al público les encantaba además de que él mismo ya se consideraba
su admirador aunque ya no tuvo aquella necesidad de ir hacia ellas. Claro que
el público estaba inmerso en aquellas preciosas curvas femeninas que
combinaban a la perfección con la música que solo las hacía ver como ángeles
caídos.

Y entonces la lluvia de aplausos anunciando que el acto había terminado para


darle lugar a la actuación de Kiba y Akamaru, el público estaba sin dudarlo
muy animado, exclamaba al ver a Kiba manejando a la perfección a aquella
bestia indomable aunque Naruto sabía que Akamaru no era más que un
enorme perro cariñoso.

Entones después de que Akamaru terminara de impresionar a las personas


seguía el acto de la chica reptil, Tenten se había puesto el doble de maquillaje
para tapar las escamas, el público que los veía desde las butacas tenía una mejor
iluminación y era más probable que vieran aquella preciosa piel reptiliana que
poseía. Igualmente Lee que estaba ya amarrado a aquella enorme rueda plana
de madera que lo hacía girar mientras su compañera lanzaba dagas y cuchillos
quedando a centímetros de él.

Naruto estaba aún más divertido que la primera vez, miraba con mucha ilusión
y se reía por dentro de tan solo pensar que detrás del rostro serio e inmaculado
de Lee había un renacuajo miedoso que temía que Tenten fuera a fallar algún
lanzamiento aunque eso era prácticamente imposible tomando en cuenta la
aguda visión y su pulso preciso.

Pero el siguiente acto mantuvo a Naruto algo más atento, la primera vez que lo
vio fue algo impresionante pero ahora que lo miraba por segunda vez le parecía
más alucinante y de alguna manera se sintió culpable. Era Shikamaru que
acababa de salir a escena ya con su traje puesto, era solo un taparrabos de paja
además de pintura corporal queriendo aparentar un estilo hawaiano y pronto
empezó su acto.

Tenía dos enormes antorchas en cada mano que estaban encendidas y cuando la
música de tambores comenzó lo hizo su baile también, Naruto intentaba no
admirar demasiado su muy bien formado cuerpo que se movía al ritmo no solo
de la música sino que también era uno solo con el fuego, se movía tan bien que
parecía estar hipnotizándolo. Después, hizo un salto y acercó la antorcha a su
boca solo para exhalar una enorme ráfaga de fuego obteniendo aplausos y
muchas expresiones variadas.

No podía negarse que Shikamaru tenía mucho talento y arrasaba con la


audiencia a pesar de ser un acto relativamente sencillo y algo gastado. A cada
bocanada de fuego las personas parecían estar más alucinadas y Naruto no era
la excepción, no quería perderse ni un solo segundo de aquel alucinante baile.

Pero claro que después de un enorme y alucinante movimiento final las


personas aplaudieron y Shikamaru apagó las antorchas para hacer una
reverencia y desaparecer tras el telón.

Conforme iban apareciendo los demás actores, Naruto se sentía más ansioso,
quería de alguna forma llegar al final, quería ver el acto de Sasuke que
seguramente sería alucinante tal como la primera vez que lo había visto.

Para satisfacción de Naruto, los demás actos le parecieron rápidos y pronto


estaba a punto de presentarse el último acto de la noche, el de Sasuke.

Como la primera vez, las luces se mantenían apagadas y entonces una enorme
explosión de polvo hizo aparecer al mago en medio del escenario, aquel acto
seguía pareciéndole muy impresionante a Naruto, le encantaban las ilusiones
que Sasuke era capaz de hacer.

 Buenas noches damas y caballeros-exclamo entre aplausos- mi nombre es


Fénix, el mago maravilloso capaz de hacer lo inimaginable y esta noche les
presentaré increíbles actos

Estiró su mano y enseguida uno de los tramoyas le dio lo que parecía ser una
enorme sábana de satén roja, enseguida la colocó en el suelo dejándola bien
plana y pronunció lo que parecían ser palabras mágicas sacadas de algún libro
de cuentos y después de un movimiento de manos extraño levantó la sábana
del suelo rápidamente apareciendo ahí mismo Okami vestida en aquel traje rojo
que la hacía lucir muy tentadora.

El auditorio estalló en aplausos mientras Sasuke ayudaba a su hermana a


ponerse de pie acompañada de atrevidos silbidos del público seguramente
masculino pero no había tiempo para pervertidos en la agenda.

Después de presentarla, Sasuke le pidió a su ayudante que abriera la boca y ella


obediente lo hizo solo para que el mago pudiera empezar a sacar una serie de
pañuelos de la garganta de esta, todo el mundo estaba vuelto loco con los
trucos, los hermanos Uchiha eran muy buenos en lo que hacían, los trucos de
partir a la asistente a la mitad y hacerla levitar fueron un deleite para el público.

 Ahora para mi último truco, mi bella asistente escogerá a alguien del público

Un sentimiento familiar inundó el estómago de Naruto que estaba tentado a


alzar la mano a sabiendas que no podían verlo. Okami hizo aquel ademán de
ver más allá hasta que por fin señaló a una muchacha en la primera fila y ella se
puso de pie emocionada, seguramente más por Sasuke que por el acto en sí.

Era una experiencia distinta ver todo el acto desde otro ángulo, Naruto no había
tenido idea de cómo había funcionado el truco pero para su sorpresa, el mago
no hizo el acto de levitación sino que hizo un par de ilusiones sencillas para
que al final Sasuke hiciera aparecer un ramo de flores que le regalo a esta chica.
 ¿Por qué no me das un beso de despedida?-preguntó el mago y la chica se
sonrojó

Sasuke tamborileo con su dedo índice su mejilla y la muchacha se acercó a darle


un beso pero en el momento en el que los labios de ella debían tocar la mejilla
del mago, este giró la cabeza para que el beso quedara justo en sus labios.

Naruto sintió una especie de punzada en el estómago aunque parecía ser el


único que no estaba emocionado, todos gritaban y la chica estaba derritiéndose
en el escenario. Esos pensamientos que habían atormentado su subconsciente
habían regresado, de repente recordó que Sasuke usaba ese encanto para su
beneficio, eso lo hacía sentirse terriblemente. ¿El azabache quería que Naruto
viera el espectáculo para eso? O ¿Acaso había hecho eso porque pensaba que no
lo estaba viendo? Eso era algo que no podía saber.

 Creo que es suficiente-susurró Naruto poniéndose de pie.

 ¿Qué sucede?-dijo Sai viendo que su compañero se iba- Sasuke siempre hace
eso en sus presentaciones, lo hizo contigo ¿no? El coqueteo es simplemente
parte de él

No era exactamente lo que querían escuchar, las palabras de Sai habían sido de
lo más inocente pero claramente no habían tenido el efecto que él esperaba.

 Debo… debo regresar para ayudar a limpiar

Y no dijo nada más, dejó a Sai en el palco escondido para regresar a donde
estaba solo para encontrarse con un revoltijo de gente peor que el de antes
porque ahora no solo estaban los tramoyas sino que los artistas iban de aquí
para allá para recoger sus cosas y despedirse del público.

 ¡Naruto!

Escuchó la voz de Sasuke llamándolo pero él simplemente fingió que no lo


escuchaba y siguió adelante esperando poder refugiarse en alguna mancha de
refresco que limpiar en algún pasillo y al parecer eso había funcionado, debía
regresar al escenario para el acto de cierre y él estaba loco por no hablarle
todavía.
Después del show Naruto no tuvo momento para ver a Sasuke, él y Sai fueron
castigados por haberse escondido durante la presentación y debían limpiar todo
el escenario y las butacas sin ayuda lo que les tomaría un par de horas si
trabajaban rápido.

 ¿Estás celoso?-preguntó Sai sin una pizca de emoción en su voz

La pregunta tomó por sorpresa a Naruto, no sabía bien qué era lo que debía
responder a eso, “celos” era una palabra algo fuerte tomando en cuenta que no
había nada entre él y Sasuke o al menos nada formal.

 No lo sé

 ¿no lo sabes? Esa si que es una gran respuesta

 No me ayudas

 Debiste imaginártelo cuando escuchaste que él es un vampiro

 Debí imaginarlo en el momento en el que lo vi-musitó con los dientes


apretados

Siguieron limpiando en silencio, era un momento algo incómodo pero al mismo


tiempo necesario, además de que si lo hacían de ese modo entonces las cosas se
moverían con más rapidez, así el caramelo de las palomitas debajo de los
asientos saldría con más eficacia que si seguía parloteando.

 Naruto
 ¿Qué?
 Volvamos al campamento, se hace noche… muy noche-dijo nervioso
 Pero Sai…
 Por favor-suplicó algo desesperado-regresemos al campamento-la noche no
me gusta para nada…
Naruto reparó en el hecho de que ya era tarde, debía ser al menos media noche
y por alguna razón Sai estaba poniéndose nervioso.

 Vámonos, tomemos un taxi de regreso

A la salida del teatro tuvieron que caminar un poco antes de poder encontrar
un taxi que los llevara hasta donde estaba el campamento pero debían caminar
un poco más antes de llegar y Naruto no podía dejar de ver que Sai seguía
nervioso por alguna razón.

 ¿Te sientes bien?


 La verdad es que no
 ¿Te da miedo la obscuridad?-se burló Naruto, quería ver si podía alivianar el
ambiente

 Si-contestó serio

Naruto miró a Sai con más cuidado solo para darse cuenta de que su
compañero estaba realmente perturbado.

 Sai…
 Es la hora de que ellos aparezcan-dijo a manera de explicación-no me gusta
verlos… ellos… ellos me molestan

No se necesitó de mucho para pensar, Naruto se dio cuenta de que Sai hablaba
sobre aquellas entidades que él podía ver aunque sospechó que no se trataba de
simples personas amables como aquella mujer y su hija en teatro sino que tuvo
la sensación de que era algo más siniestro, algo que hasta a él le hizo sentir un
escalofrío.

 Toma mi mano

Naruto le extendió la mano, ya faltaba poco para llegar al campamento en


donde Sai se sentiría más cómodo. Sai agradeció el gesto y tomó la mano de
Naruto apretándola levemente dejando en claro que nada de eso era un juego.

 Lamento todo esto Naruto


 No hay problema, es solo hasta que lleguemos al campamento
 De hecho, te agradecería que me acompañaras hasta mi carpa-suspiró- es ahí
en donde tengo mis amuletos.

 ¿Amuletos?
 Son objetos que los mantienen alejados, ya sabes, a ellos

No caminaron mucho más, la mano de Naruto le daba a Sai una sensación de


paz que ninguna otra persona era capaz de darle, ni siquiera sus amados
talismanes lo hacían sentirse tan tranquilo como cuando estaba con su
compañero.

Pareciera como si todos en el campamento estuvieran muy felices, todos


celebraban ruidosamente como la noche anterior así que nadie se dio cuenta de
que habían llegado y mucho menos tomados de la mano. La obscuridad de la
noche era densa pero parecía que era medio día gracias a todos los que
festejaban animadamente, Naruto amaba esa parte de aquel campamento, le
hacía sentir tremendamente a gusto.

La carpa de Sai no estaba ya muy lejos y al entrar en esta Naruto se dio cuenta
de que sobre la cama de su compañero había muchas cosas extrañas además de
estar rodeada de objetos que Naruto solo había visto en puestos callejeros
atendidos por personas muy extrañas.

 ¿Talismanes?
 Talismanes-afirmó Sai

El pelinegro se veía claramente exhausto, el camino a casa había sido


mentalmente agotador y solo quería irse a la cama. En lo que respectaba a
Naruto, tampoco estaba de humor como para volver a emborracharse junto con
Kiba que ya le llevaba bastante ventaja en eso. La mayoría de las personas
estaban todavía festejando así que ir a la cama era la mejor opción entre todas.

El sonido de los pies de Naruto contra el suelo terroso era opacado por los
gritos y los canturreos de todas las personas así que el rubio se sentía un tanto
relajado. Aunque debía de admitir que estaba un poco intranquilo por todo lo
que le había dicho Sai y al mismo tiempo no sacaba de su cabeza a Sasuke.

Sabía que no iba a poder evitar a Sasuke por siempre y que en cualquier
momento tendría que enfrentarlo con todo y todo, estaba enfadado con él por
haberse comportado como un sínico pero también seguía pensando en ese
asunto de ser solo un bocadillo para el pelinegro. Pero también estaba
extremadamente exhausto, el cansancio de haber limpiado todo el desastre del
teatro, más los pensamientos sobre Sasuke y terminando con el estrés de las
apariciones que había visto Sai habían sido solo una bomba para terminarlo por
completo.

 Ah mierda-suspiró
 ¿Te divertiste?

La voz ronca de Sasuke lo tomó por sorpresa pero de alguna manera ya se


estaba acostumbrando a esas apariciones furtivas tan recurrentes en sus nuevos
amigos y sobre todo en Sasuke.

Sasuke apareció de la obscura nada acercándose a paso firme, con una sonrisa
algo extraña, no era la típica sonrisa picarona y sensual que a Naruto le
encantaba sino que era algo más extraño, como si a leguas se notara que él
estaba enojado. Pero también Naruto estaba enfadado con él además de no estar
de humor para todo eso.

Muchas cosas habían pasado ese día y definitivamente los berrinches de Sasuke
eran lo último que le interesaba aunque no podía dejar de lado sus propios
berrinches que claramente también habían irritado a Sasuke y no era para
menos, se había comportado como una verdadera chica celosa al respecto.

 ¿Vas a ignorarme?-gruñó Sasuke perdiendo la paciencia

 Estoy cansado, hablemos mañana

No había sido exactamente la mejor elección de palabras porque el semblante


de Sasuke cambió drásticamente a una mueca de enfado perpetuo y sus ojos
negros ahora tenían un destello siniestro y algo sádico. El pelinegro se puso
frente a Naruto tapándole el paso pero él no hizo ningún esfuerzo por irse,
aunque no lo quisiera, necesitaba hablar con el azabache.

 Te vi con Sai

Por un momento Naruto pensó que hablaba del espectáculo, que Sasuke
hubiese sido capaz de verlo en aquel palco supuestamente invisible pero
después recordó su llegada al campamento cuando lo llevaba de la mano.

 Ah, eso-dijo algo nervioso- él tenía algo de miedo y pensé que sería buena
idea tomarlo de la mano

Aun así seguía sin hacerle gracia a Sasuke, era como si de repente saliera ese
depredador que Naruto tanto temía pero al mismo tiempo había un lugar de él
que deseaba conocer a ese monstruo sanguinario y enteramente sexual.

 Creí haberte dicho que era muy celoso

Sasuke se acercó y tomó a Naruto de la cintura para apegarlo a él para poder


besarlo, el rubio cerró los ojos para recibir el beso pero no lo correspondió.
Claramente Sasuke resintió el gesto y lo soltó algo abrumado.

 ¿Qué sucede?-musitó Sasuke en voz baja

Había un atisbo de fastidio en su voz pero sobre todo Naruto pudo escuchar
perfectamente ese amargo tono que le partía el corazón. Sasuke era una persona
extremadamente polifacética, no entendía para nada esos cambios y
sentimientos que el azabache tenía, él era simplemente demasiado intenso y era
precisamente eso algo que le gustaba mucho.

 Siento que solo me usas Sasuke

Entonces el pelinegro abrió los ojos muy grandes parpadeando muy rápido
como si no fuera capaz de entender lo que su compañero decía.

 ¿Usarte?

 Tú solo estas buscando morderme ¿no? Es por eso que eres tan dulce-jadeo
intentando mantener la calma- tú eres así con todos
 Ah Dios-suspiró

Dejó a Naruto y dio unos pasos atrás para frotarse la frente ya fastidiado,
Naruto supo que había dicho algo tremendamente tonto.

 ¿Sasuke?

 Ah Naruto-lo miró intentando encontrar palabras- creo que esto es mi culpa

Naruto se sintió tremendamente estúpido, no esperaba que Sasuke reaccionara


de esa forma. Se había tomado todas las libertades para poder pensar
libremente en el azabache, las mejillas le ardían sin ninguna razón aparente,
estaba comenzando a sentirse culpable y no quería admitir la razón.

 ¿Viste el show?

 Yo…-lo pensó-no

 ¿Estás seguro?

 Muy seguro

 No te creo

Volvió a poner sus ojos negros sobre los zafiros de Naruto, este último se
estremeció hasta los huesos, le encantaba esa mirada tan obscura que lograba
capturar en esos orbes obscuros que lo mantenían siempre tan tonto. Era
imposible seguirle viendo a los ojos y decir una mentira descaradamente.

 Puedes preguntarle a la chica que besaste en el escenario

Y entonces el ambiente cargado de tensión se relajó de golpe, Sasuke dibujo una


sonrisilla traviesa que creció de a poco hasta poder adornar la aperlada tez del
azabache, era simplemente una imagen preciosa que Naruto apreciaba siempre.
Pero de alguna manera ese atisbo de obscuridad no abandonaba sus ojos, quería
decir que no estaba del todo bien pero por lo menos Naruto se conformaría con
eso por el momento.

 ¿Estás celoso?
 No te hagas el gracioso Sasuke-hizo un puchero- ¿crees que eres el único que
puede celarse?

 Si hubiera sabido que me verías no la hubiese besado

 Que gracioso eres-dijo irónico

 Hey, Naruto mírame

El azabache tomó el mentón de Naruto suavemente y lo obligo a verlo a la cara


solo para inclinarse y darle un beso casto sobre los labios al muchacho solo para
hacerlo sonrojar el doble de lo que ya estaba.

 Ah Sasuke-suspiró-hay tanto que no entiendo aún… es todo muy confuso.


 Bueno es entendible cuando has estado hablando con Sai
 Pero esa chica…
 Fue solo un juego, no es como si ella me importara
 Parecía hacerlo

Naruto hablaba con cierto tono de broma, de alguna manera Sasuke había
vuelto a envolverlo en ese juego de seducción y coqueteo que ambos
disfrutaban tanto.

 ¿Quieres que te demuestre que no me importa?

 ¿Cómo podrías Sasuke?

Sasuke volvió a tomar a Naruto de la cintura para acercarlo y besarlo


profundamente solo que esta vez fue correspondido de una manera candente y
fogosa, Naruto tenía muchas ganas de sentir de nueva cuenta el sabor de su
compañero, le encantaba saborear el interior de la boca de Sasuke, era
realmente increíble y muy impresionante.

Las manos del azabache comenzaban a colarse por debajo de la camisa del
rubio, buscando siempre un poco más de piel para tocar y sus labios también
hacían lo mismo solo que esta vez Sasuke estaba totalmente consciente y no se
dejaría llevar. El pelinegro rompió el contacto suavemente para ver a Naruto a
la cara con una sonrisa relajada que mostraba a un Sasuke calmado pero el
destello obscuro en sus ojos estaba acompañado de deseo y lujuria que no podía
disimularse.

 No te detengas Sasuke-le rogó


 Debo hacerlo-dijo relajado

 Pero no quiero que lo hagas… quiero ir un poco más lejos ¿sabes a lo que me
refiero?

Sasuke se rio a carcajadas, Naruto le parecía tremendamente lindo y no se


explicaba qué era lo que le atraía de ese humano. Lo miró detenidamente con
una enorme sonrisa en sus labios, no tenía nada distinto a otros humanos y sin
embargo quería seguir estando con él.

 No me hagas reír pequeño torpe


 Entonces ¿qué dices?

 Digo que no Naruto

 ¿Qué…?

El azabache se rascó la nuca sin soltar la cadera de Naruto, ¿cómo podría


explicarle a su acompañante que estaba luchando por no morderlo?

 Escucha Naruto, sucede que yo ¿Cómo te lo digo? Bueno tengo hambre y no


de comida

 Es lo que trato de decir

Fue cuando Sasuke volvió a reír divertido, de una u otra forma debía decirle a
Naruto las cosas como eran.

 Escucha, me refiero a que no quiero morderte

 ¿Por qué no?-preguntó en susurró


La pregunta tomó por sorpresa a Sasuke, normalmente las personas en su juicio
completo no esperaban ser mordidas por una criatura sanguinaria aunque de
alguna manera Naruto era muy irresistible, el azabache estaba consciente de
que su deseo por Naruto no solo se limitaba a lo sexual, quería poseerlo por
completo y eso incluía aquello que no podía tener de él, su sexualidad estaba
enteramente ligada a su sed de sangre y por un momento deseo que no fuese
así.

 Si tenemos sexo no podré contenerme


 No lo hagas entonces

 No debo morderte, no a ti

 ¿Quieres mi sangre? Yo te la ofrezco-dijo casi en un gemido

 Las cosas no funcionan de esa forma Naruto, no quiero que esto te afecte

 ¿Cómo podría hacerlo?

Naruto no comprendía por completo lo que implicaba la mordedura de un


vampiro, solamente estaba pensando en la parte más carnal del asunto. El rubio
estaba dispuesto a todo con tal de poder tener al azabache a su merced, era una
especie de juego macabro que definitivamente quería jugar.

 No entiendes todo lo que implica


 Entonces explícame-le rogó- no sé si lo notaste Sasuke pero tú me gustas y
quiero conocerte más

Habían pasado muchas cosas y Sasuke tenía muy presente lo que sentía, Naruto
era un humano muy distinto y no podía negar que él también sentía lo mismo.
Había sido un largo tiempo, el sexo siempre había sido el pan de cada día pero
era la primera vez que podía mirar a alguien así a los ojos y ser él quien
resultaba desarmado, su facha de casanova simplemente no era una actuación
cuando se trataba de Naruto porque el rubio realmente le interesaba.

 Quiero que lo veas para que lo entiendas


 ¿Qué cosa?
 Mañana por la noche, mis hermanos y yo saldremos de caza

Naruto lo miró a la cara con una expresión entre sorpresa y algo de gusto.
Había llegado a un nuevo nivel de rareza aunque no podía negar que estaba
siendo muy emocionante y a la vez no dejaba de ser ardiente.

 Ahora ve a descansar-dijo Sasuke en voz muy bajita


 ¿Qué sientes por mi?

Una vez más Naruto tomaba por sorpresa al vampiro, no terminaba de


acostumbrarse a todas esas emociones desbordantes que le hacía sentir Naruto.

 Me gustas mucho

Sasuke recogió un mechón rebelde del rubio cabello de Naruto y lo acomodó


detrás de su oreja, no dejaba de admirar ese rostro tan perfecto para sus ojos,
era increíble haber podido llegar hasta ese momento, poder estar parado ahí
con esa persona y poder pronunciar esas palabras que tanto había querido
decirle a alguien algún día.

 También me gustas
sexto acto:“ sexo y sangre”
La mañana siguiente estuvo llena de tareas, la primera y más importante era
encargarse de Kiba que había tomado lo suficiente como para tener una resaca
monumental y si creía que un licántropo recién levantado era malo ni se
imaginaba lo que le esperaba con uno crudo.

 ¡Déjame morir en paz!-chillaba Kiba haciéndose bolita en su cama


 ¡vamos Kiba! Tienes que levantarte

 No-lloriqueó

 Tienes que comer algo para que tu estómago no recienta


 Creo que ya es algo tarde para eso
 Además debes ducharte, apestas a perro
 Ironías de la vida, ironías de la vida mi amigo

 Anda ponte de pie, conseguiré algo de carne en el comedor para ti

Como por arte de magia pensar en la comida había hecho que Kiba
mágicamente recobrara la energía solo que el desayuno ya había pasado hacía
más o menos unas dos horas y tendría algo difícil el cumplir su promesa.
Naruto llevaba muy poco tiempo en el circo pero se estaba adaptando
maravillosamente a este, tanto que hasta ya no lo miraban como la cena sino
que todos se habían acostumbrado a él.

Naruto prácticamente arrastró a Kiba hasta el comedor que en ese momento


estaba completamente vacío y dejó a su compañero sentado en una de las sillas
mientras el probaba suerte con quien estuviera en la cocina. Para su sorpresa
solo había una sola persona y era la chica con los bellos orbes color perla que
había visto con Neji.

 Hinata ¿no?
 S…si-atinó a decir ella mientras se sonrojaba

 Sé que el desayuno ya pasó y aún falta para el almuerzo pero Kiba despertó
con resaca y quería ver si había algo que pudieras dame para él

La muchacha no dijo nada, rehuyó la mirada de Naruto y enseguida buscó algo


en una enorme hielera para después darle sin verlo a la cara un bistec que
seguía congelado.

 A Ki… Kiba le gustan… cru…crudos-tartamudeo


 Gracias-dijo tomando el plato-solo una cosa más ¿podrías verme a los ojos?

Hinata reaccionó como si Naruto hubiese dicho la grosería más grande del
mundo y se sonrojó hasta las orejas solo para bajar más la mirada seguida de la
cabeza entera pero una gentil mano la tomó del mentón y la obligó a verlo a los
ojos.

 Lo sabía-dijo él muy calmado-tú no tienes esa mirada tan aterradora

Las mejillas ya de por sí muy rojas de Hinata se tiñeron aún más de rojo, incluso
parecía que la muchacha estaba enferma pero Naruto se dio cuenta de que la
muchacha era muy noble y que era muy tímida así que le dio las gracias y le
llevó la comida a su compañero.

A unos quinientos metros aproximadamente del campamento había un


riachuelo que corría lentamente a uno de los costados, era en donde Lee se
estaba quedando y a donde Naruto arrastró a Kiba después de que comiera
aunque no era muy diferente a darle un baño a Akamaru y cuando logró que
Kiba se metiera al agua siguió el mismo protocolo que con el perro y pronto le
estaba tallando detrás de las orejas al licántropo.

 Quédate quieto Kiba


 No puedo, me lastimas

 Si te bañaras más seguido esto no sería necesario


Estaban muy entretenidos con ellos mismos pero algo llamó la atención de
Naruto que dejó de tallar el cabello de Kiba y se fijó en aquel majestuoso animal
que aparecía de detrás de un árbol, era un ciervo enorme y precioso con pelaje
brillante y llamativo. El imponente animal se acercó a donde estaban ellos sin
una sola pizca de temor, era increíble ver lo majestuoso que era, como si loso
ojos de Naruto no pudieran ver otra cosa que no fuera el ciervo.

Pero eso no fue todo, el animal dio un paso más y entonces su cuerpo comenzó
a cambiar, las pezuñas se distorsionaban hasta formar manos, la cornamenta se
reducía poco a poco hasta desaparecer en lo que ahora era un rostro humano.
No era otro más que Shikamaru que sonreía de medio lado ante la mirada
perpetua de Naruto.

Y entonces frente suyo estaba el perfecto cuerpo desnudo de Shikamaru que no


dejaba de verlo con esa sonrisilla traviesa y los ojos entrecerrados, Naruto se dio
cuenta de que lo estaba viendo demasiado y enseguida regresó la mirada a
Kiba.

 No te detengas, puedes seguir viendo

Kiba se mantenía en silencio, no estaba en sus planes meter la nariz en


problemas que no le correspondían, conocía lo bastante a Sasuke y a Shikamaru
como para mantenerse alejado de las discusiones que tenían que ver con ellos.

 Cuida tus palabras Bambi

La voz de Sasuke se escuchó desde detrás pero no se acercaba, guardaba una


distancia sospechosa que hizo que Naruto pensara que Sasuke estaba temeroso
de Shikamaru.

 Ah pero si es el Conde Drácula

Sasuke no respondió pero tampoco se acercaba, Shikamaru mantenía también la


distancia de Naruto pero la tención fue peor cuando el castaño decidió entrar al
agua junto con Kiba y Naruto.

 Pensé en disfrutarse sin la intromisión del vampirito-dijo Shikamaru


ignorando por completo a Sasuke
 Creo que yo estoy sobrando aquí-susurró Kiba saliendo del agua para
desaparecer poco después

Naruto lo maldijo internamente por haberlo abandonado en esa situación tan


crítica pero muy en su interior sabía que él habría hecho lo mismo en su lugar.
Pero aún tenía ese pequeño problema llamado Shikamaru que ahora sin Kiba
de por medio había tomado un poco más de confianza para acercarse y por otro
lado Sasuke no se movía.

 S…Shikamaru-musitó algo nervioso-creo que estás algo cerca


 Tranquilo, no te preocupes por él-señaló a Sasuke con el mentón

Naruto giró la cabeza a mirar al pelinegro para dedicarle una mirada de auxilio
y angustia pero cuando miró a Sasuke él era quien se veía perturbado y hasta
cierto punto Naruto podía percibir algo parecido al miedo.

Antes de poder hacer algún otro movimiento, Shikamaru ya estaba lo


suficientemente cerca de Naruto como para dejarlo inmóvil, el rubio estaba en
shock sin poder moverse pensando en la razón por la que Sasuke no salía en su
rescate y justo cuando Shikamaru estaba a punto de hacer de las suyas, Naruto
iba a ser salvado una vez más por aquellos ojos perla tan agresivos.

Neji estaba parado justo al otro lado del riachuelo mirando fríamente a la nuca
de Shikamaru, Naruto se preguntó en qué momento había llegado ahí pero lo
que más le estaba incomodando era esa mirada tan perpetua y asesina que
aunque claramente no era para él aun así tenía el poder para descolocarlo
completamente.

Ni una palabra fue requerida fuera de los labios de Neji, Shikamaru


simplemente se retiró y de un salto salió del agua para volver a su forma animal
e irse, el pelinegro de ojos perla simplemente frunció el ceño y se retiró tan
silencioso como había llegado no sin antes darle una mirada furtiva a Naruto
que seguía sin poder entender el por qué Neji lo odiaba tanto.

Pero Sasuke seguía sin acercarse, Naruto lo miró para darse cuenta que la
angustia no abandonaba su rostro, hasta entonces dejó de creer que su
preocupación era por Shikamaru. Salió del agua y se vistió para ir donde
Sasuke al principio con intención de reclamarle pero al ver que esa expresión no
desaparecía desistió de su tarea.

 ¿Qué sucede?-preguntó bastante preocupado


 Lo lamento, de verdad lamento haberte dejado solo-susurró
 Sasuke ¿qué tienes?-volvió a insistir
 Es el agua corriente-dijo poniéndose de espaldas al riachuelo-es… algo
extraño

 ¿Cosa de vampiros?-levantó una ceja


 Nosotros nos debilitamos cerca del agua corriente
 Ah, no lo sabía
 Vamos-dijo algo nervioso

Obviamente Sasuke quería alejarse lo más que podía del riachuelo, Naruto no
dijo nada, después de todo el azabache se había acercado más de lo que le
hubiera gustado al riachuelo.

Desde la noche anterior cuando Sasuke le había dicho lo que sentía, una especie
de reacción extraña había inundado, quería estar más cerca del azabache, quería
saber más sobre él y de sus costumbres, quería estar al tanto de todo.

Nunca había pensado en nadie más que en él mismo, todos los días debía ver
por su propia supervivencia y el querer pensar en alguien más era un
sentimiento nuevo. Sentía la necesidad de estar cada vez más cerca y disfrutaba
mucho estar a su lado.

Con respecto a Sasuke también estaba contento de estar con Naruto, aquel
humano que lo atraía tanto. Él también había estado pensando en la noche
anterior, se preguntaba si se había precipitado mucho al decirle a Naruto que lo
quería, era extraño pensar en poder querer a alguien además de sus hermanos
pero no podía negar que el rubio tenía algo que jamás había visto nunca y que
la sangre le hervía al ver que alguien más intentaba quedarse con él.

 ¿No se te ha olvidado lo de esta noche?


 ¿Cómo poder olvidarlo? No todos los días un vampiro te invita cazar con él

El asunto de la caza era algo bastante importante para Sasuke, sabía que llevar a
Naruto era arriesgar bastante. Nadie en el campamento se atrevía a interferir en
la tan afamada caza, Itachi siempre avisaba la noche en que saldrían y esa
misma noche, nadie salía. Muchas cosas pasaban pero sobre todo a nadie le
gustaba la imagen de tres vampiros sanguinarios regresando casi al amanecer
con la ropa chorreando de sangre.

 Kiba siempre acompaña a Okami-dijo Sasuke-creo que no estará solo esta vez

La voz de Sasuke se escuchaba sospechosamente alegre, Naruto enseguida notó


el tono de preocupación en esta, solo que no entendía bien lo que era. No sabía
nada sobre la tan temida cacería y su mente comenzaba a pensar en algún tipo
de escena sanguinaria digna de una película de terror sobre vampiros con
sangre correando por todos lados y tres criaturas de la noche vueltas locas en
un frenesí de asesinatos.

 Mira esto Naruto

Sasuke extendió sus manos para que su acompañante pudiera verlas, las
palmas de sus manos estaban muy resecas y maltratadas además de que las
venas de las muñecas estaban saltadas y las uñas eran muy delgadas.

 Estoy débil-dijo cauteloso- esta es la manera de saber que hace falta beber

Era información netamente inútil e inservible para Naruto pero este estaba feliz
por escucharla, le emocionaba que Sasuke compartiera con él sus secretos y sus
preocupaciones con él. Era como si el hecho de estar en un sitio extraño fuera
totalmente normal siempre y cuando Sasuke estuviera a su lado.

Cuando regresaron al campamento, parecía que la algarabía había tomado un


descanso, Naruto pensó que tal vez era por los hermanos Uchiha que saldrían
esa misma noche. Fue entonces cuando se preguntó si debía prepararse para
aquella noche, él era solo un ser humano débil y frágil que estaba por ver como
cuatro criaturas de la noche se alimentaban.
Pensó en Kiba, él no parecía muy distinto a su mascota Akamaru, básicamente
su dieta consistía en carne cruda y de vez en cuando una golosina para perro y
el imaginarlo convertido en una especie de bestia salvaje le parecía casi tan
absurdo como imaginarse a Sasuke y a Okami siendo despiadados carniceros.

 Te veré a las siete en mi carpa-dijo Sasuke en voz un poco más baja

Naruto miró a Sasuke a la cara, una sonrisilla débil se asomaba desde la


comisura de su boca, como si estuviera confundido y algo distraído, él solo
asintió lentamente sin intenciones de molestar más al azabache, sabía que su
compañero estaba haciendo un esfuerzo del tamaño del mundo así que
simplemente decidió dejar las cosas así por el momento.

La calma del campamento le permitió a Naruto escuchar cada paso que dio
Sasuke hasta su tienda en donde seguramente también estaría Okami. Quería
estar solo así que no podía ir a su carpa en donde seguramente seguía Kiba,
necesitaba unos momentos a solas para poder pensar en esa misma noche.
Recordó la carpa en donde guardaban la utilería, seguramente nadie lo
molestaría ahí, no pretendía esconderse hasta la hora de la partida pero si
quería meditar con calma.

Ya pasaba del medio día así que hacía algo de calor aunque el día estaba algo
húmedo, era una sensación agradable para Naruto acostumbrado siempre a ese
mismo clima. Recordó el día en que se había escondido en el vagón para
escapar mientras se acomodaba con las piernas pegadas al pecho entre un
montón de trastos.

Cerró sus ojos un momento, inevitablemente volvió a pensar en su pasado,


quería pensar en sus padres pero no los recordaba. Se preguntaba qué hubiese
sucedido si ellos no se hubieran ido, era un pensamiento extraño para un
momento como ese.

Siempre era lo mismo, cuando cerraba sus ojos siempre intentaba imaginarlos.
Para un niño huérfano su imaginación era el tesoro más valioso.

Está bien, todo estará bien


Naruto abrió los ojos de golpe y miró a los lados sobresaltado para después
volverse a relajar. No sabía de quien era esa voz, él siempre la escuchaba
cuando se concentraba de más, era una voz que le resultaba extrañamente
familiar, a veces le gustaba pensar que era la voz de su madre diciéndole que
las cosas estarían bien.

Después de pensar eso, sacudió su cabeza ligeramente con una sonrisa


melancólica, ¿cómo era capaz de pensar algo como eso? Su madre lo había
abandonado porque seguramente era una carga pesada para llevar sobre los
hombros.

Siempre que la escuchaba le daban muchas ganas de llorar, los ojos se le


llenaban de lágrimas que siempre procuraba limpiar antes de que pudieran
siquiera salir de sus ojos, Nana Gigi siempre se reía de él cuando lloraba por su
familia. Ese siempre era el lado que nadie debía ver en su interior, aunque nada
de lo que dijera, pensara o hiciera podía hacer que olvidara esa fantasía de sus
padres, preguntarse siempre qué estarían haciendo en ese momento, sus
razones y también pensar que tal vez estarían en algún lugar, perdidos o
heridos y que su cruel destino había sido solo un error. Era una manera que él
tenía para consolarse a sí mismo a veces, solo cuando se sentía realmente solo.

Pero ya no lo estaba. No solo era Sasuke, sino que todos los demás también,
Okami y Kiba que le habían tendido la mano desde el principio.

Lanzó un pesado bostezo al aire, una vez más miró alrededor solo para
corroborar que no había nadie y como así era se puso cómodo, ninguna persona
estaba fuera, entonces quería decir que no se esforzaría por levantar un dedo
hasta la noche. Una vez más cerró los ojos, solo que esta vez recordó lo que
Sasuke le había contado sobre su familia y entonces sus problemas parecían
insignificantes.

Naruto se despertó realmente fresco, la falta de sueño de los últimos días la


había recuperado el tiempo que había dormido. Despertó babeando sobre una
de las telas de seda con las que Ino y Sakura hacían su número acrobático y a
juzgar por lo opaco que se veía ahora su alrededor dedujo que ya era tarde,
miró su reloj solo para darse cuenta que había dormido una buena siesta, eran
alrededor de las siete de la tarde.

Salió solo para recordar que no había nadie en el campamento, se encaminó a la


carpa de Sasuke para poder ver qué había pasado. Esperaba encontrarse a
Sasuke y a su hermana preparándose para una masacre al estilo de las películas
de Inframundo, pensaba ver algo así como cuchillos y ropa militar pero lo que
encontró dentro de la carpa de los hermanos fue algo muy distinto.

Okami estaba pintando sus labios de un rojo que Naruto solo se lo había visto a
las mujeres que se paraban en la esquina de su antiguo barrio mientras que
Sasuke se acomodaba una camisa blanca que llevaba desabrochada casi por
completo.

 ¿Cómo me veo?-le preguntó Okami mirándolo con una sonrisa en el rostro

Entonces Naruto tuvo la oportunidad de escudriñar con la mirada el atuendo


de la muchacha que consistía en una blusa de gasa que terminaba antes del
ombligo y que dejaba toda la espalda descubierta, también tenía puesto unos
pantalones blancos ajustados a la cadera y unas zapatillas de tacón de aguja y
plataforma.

 Como una prostituta-dijo sin pensarlo

Cuando se dio cuenta de lo que había dicho se llevó las manos a la boca y su
rostro se puso rojo hasta las orejas pero lejos de recibir una bofetada o hacer
llorar a Okami corriendo su pesado maquillaje vio como los hermanos se
miraron y se rieron.

 Entonces estás bien-dijo Sasuke

Naruto estaba confundido, esa no era precisamente la escena que esperaba para
un par de vampiros a punto de salir de caza. Pero sus pensamientos fueron
disipados en el instante en el que Sasuke se puso la colonia en el cuerpo. Era
esa misma colonia la que se mezclaba con su propio sudor para fabricar ese
delicioso olor que lo volvía loco.
 ¿Cómo me veo yo?-dijo Sasuke divertido

Naruto sonrió como un tonto algo abrumado, esa noche Sasuke tenía algo
irresistible y completamente diferente a todos los días pero no era el único,
también pudo percibir un olor dulce y apetecible proveniente de la hermana
menor de este que seguía retocando su maquillaje sentada en la cama sin
prestarles demasiada atención.

 Muy bien-alcanzó a decir en todo esa brecha de sentimientos

Se miraron nuevamente de una forma extraña, la sensación era intensa y muy


abrumadora, aquel olor inundaba las fosas nasales haciéndolo sonrojarse más
de lo que ya estaba.

 Creo que nuestro olor te está haciendo mal-dijo Okami sin dejar de
maquillarse

 Si, está haciéndote mal-susurró Sasuke con voz ronca- ve a ver si Kiba ya está
listo y los vemos en la entrada del campamento

Naruto salió de la carpa algo mareado pero cuando estuvo fuera se sintió mejor,
dio dos pasos y sintió que las piernas se le tambaleaban pero unos pasos más y
estuvo bien para seguir adelante solo para encontrarse con Kiba en el camino
que iba en dirección contraria aparentemente en dirección a ver a los hermanos.

 Naruto ¿en dónde estabas?

Kiba también estaba vestido para salir aunque no tan ostentoso como Sasuke,
era la primera vez que lo veía tan arreglado y limpio.

 Me quedé dormido y…

 No me digas que piensas salir así

El rubio parpadeo muy rápido y se fijó en lo que traía puesto. Cuando había
salido de casa solo se había llevado unas cuantas cosas (aunque en realidad no
tenía muchas), solo tenía jeans rotos y una camiseta que tenía algunas manchas
de una sustancia misteriosa y sus tenis.
 Pues…

 Ven conmigo

 ¿En dónde están? Se supone que ya deberían esperarnos aquí-decía Itachi


mirando su reloj algo impaciente.

 Es la primera vez que él viene con nosotros-le defendió Okami-debes tenerle


paciencia

 ¿Crees que el chico aguante la noche entera?


 No lo sé, Naruto es solo un humano así que…
 Él lo va a tolerar-les interrumpió Sasuke- Naruto no es como cualquier otro
humano.

 Por su bien espero que así sea-concluyó Itachi

 Pero no hay de qué preocuparse, Kiba va a estar con él

La noche estaba comenzando a obscurecerse cada vez más y el frío nocturno no


se hizo esperar, pero aquellos tres individuos no podían sentirlo, en ese
momento sus cuerpos producían el suficiente calor como para seguir usando
esas ropas tan ligeras como si nada.

 Perdón por hacerlos esperar

Los ojos de Sasuke fueron inmediatamente a Naruto que intentaba no mirarlo a


los ojos, Kiba le había dado algo de ropa suya, una camisa holgada deslavada y
unos jeans obscuros. El rostro del azabache se sonrojo ligeramente pensando en
lo bien que se veía Naruto esa noche aunque fuera con la ropa de Kiba.

 Suban a la ban-ordenó Itachi- no quiero perder más tiempo

Y nadie dijo una sola palabra, subieron y enseguida tomaron camino. Kiba se
aseguró de que Naruto se sentara junto a él en los asientos traseros en donde no
pudiera hablar demasiado con Sasuke y se imaginó que era por el asunto de
aquel olor tan embriagador y aun así podía percibirlo desde su asiento, no
podía dejar de lado esa deliciosa sensación.

No pasó mucho tiempo antes de que Naruto se diera cuenta que no estaban
yendo a algún bosque como pensaba sino que estaban llegando al pueblo
contiguo y no solo eso sino que el auto se dirigía al centro de este mismo. Aun
siendo un pueblo no muy grande, la vida nocturna era a su parecer bastante
movida.

Por un momento le recordó a su propio pueblo natal, no era exactamente muy


grande pero siempre había gente a todas horas, pero aún no entendía qué
hacían en ese sitio tomando en cuenta el objetivo de la salida, tampoco sabía
bien la razón por la que se habían arreglado así.

 Llegamos-anunció Itachi aparcando en una calle obscura

El silencio entre los presentes era increíble, Naruto no se atrevía a decir nada así
que se quedó con todas las dudas que tenía. Las calles eran algo tétricas a esas
horas de la noche, casi no había personas.

El rubio se imaginó una escena al más mero estilo de Jack el destripador,


imaginó que en cualquier momento aquellos tres saltarían sobre algún incauto
que se atravesara a pasearse frente a los sanguinarios vampiros pero nada de
eso pasaba en ningún momento, las personas pasaban a su lado sin que ellos se
inmutaran. Al contrario de lo que Naruto pensaba, eran las personas que al
pasar al lado de los Uchiha no podía evitar voltear y quedárseles viendo como
si fueran estas las que fuesen a saltar sobre ellos.

Él tampoco estaba exento a ese sentimiento, supuso que se debía al olor que
estaban exhalando esa noche. Volteó a ver a Kiba que caminaba inexpresivo, era
la primera vez que Naruto lo veía tan serio y calmado como si fuera una
persona seria siempre y esa inexpresividad de su amigo lo ponía más nervioso
todavía, como si supiera que algo malo estaba a punto de suceder.
Las cosas se pusieron aún más extrañas en el momento en el que una
estruendosa música comenzó a escucharse desde el final de la calle y ellos
parecían ir hacia allá, quiso preguntarle a Kiba qué era lo que estaba pasando
pero fue inútil, el momento lo había envuelto por completo y no tenía las
fuerzas suficientes para poder articular palabra, era una sensación algo extraña
que no había experimentado antes.

Entonces se encontraron a la entrada de un ruidoso club nocturno lo que hizo


que Naruto se confundiera aún más. En cuanto se acercaron a la entrada el
cadenero hizo a un lado a todos los que estaban haciendo fila para dejarlos
entrar a pesar de los gritos y quejidos que gritaban estas personas que habían
estado ahí esperando un lugar por mucho tiempo.

En seguida la voz de Kylie Minogue cantando “Sexercize” azotó contra los


tímpanos de Naruto que se sintió abrumado enseguida. Se tomó un momento
para mirar a su alrededor, lo que las luces estroboscópicas dejaban ver era una
especie de bar psicodélico extraño y al parecer muy exclusivo. Las paredes eran
todas de un color que Naruto no lograba distinguir por las luces, todo estaba
tapizado de una alfombra purpura y sillones a juego con estampado de
leopardo además de chicas bailando en ropa extraña y muy ceñida en lo que a
Naruto le parecieron jaulas de cristal en las paredes como si fuese una especie
de zoológico.

Los cinco se quedaron parados en el recibidor, nadie dijo ni una sola palabra,
como si esa fuera una especie de rutina. Okami se contoneo hasta la pista de
baile, Sasuke se acercó a unas chicas en una mesa cercana e Itachi buscó una
mesa vacía y pidió una bebida para que unos segundos después estuviera
rodeado de muchachas.

 Ven Naruto-le llamó Kiba-vamos por algo de beber a la barra

Este era el momento adecuado para que Kiba le explicara que era todo eso, miró
sobre su hombro solo para ver como Sasuke ya tenía a una muchacha apartada
en un rincón usando esa mirada coqueta que solo usaba cuando lo miraba a él,
enseguida sintió ese horroroso sentimiento llamado celos invadiendo todo su
cuerpo pero antes de siquiera ir a armarle una escenita al azabache Kiba le
tendió una botella de cerveza.

 ¿Qué sucede aquí?-dijo tomando la bebida


 Es complicado

Naruto se dio cuenta de que Kiba no lo miraba a él sino que miraba a la pista,
dirigió su mirada a donde él estaba viendo solo para encontrarse a Okami
bailando de una manera bastante obscena con un hombre que parecía pulpo
tocándola.

 Se supone que íbamos de caza ¿no?


 Están de caza-afirmó el licántropo- ellos son seres sexuales

Kiba no solo hablaba de los hermanos Uchiha sino que pretendía darle a
entender a Naruto que todos los vampiros actuaban de esa forma.

 Ellos atraen a su presa usando su cuerpo, siempre ha sido así por siglos

Kiba llevó la botella a su boca pero cuando su labio inferior tocó el cristal
simplemente no pudo tomar ni un solo sorbo.

Naruto también estaba sumido en sus propios asuntos mirando fijamente a


Sasuke con esa chica que había logrado apartar de sus amigas en un rincón, ella
era rubia y de tez muy blanca y de una manera muy bizarra era parecida a él.

Después de un poco más de coqueteo entre Sasuke y esa muchacha, vio como él
la tomaba de la mano y la llevaba hacia unas escaleras para desaparecer arriba.
Pero él no fue el único sino que Okami e Itachi desaparecieron sobre esas
mismas escaleras momentos más tarde.

 Kiba…

 Hay habitaciones ahí arriba-explicó sin ánimo-ahí es donde van a hacerlo

Naruto no sabía a ciencia cierta si Kiba estaba hablando de tener sexo o beber
sangre así que no preguntó nada y prefirió quedarse con la segunda opción.
 Pero pueden descubrirlos aquí

 No en realidad, este lugar es dirigido por vampiros también

Ahora ese sitio parecía más interesante que antes, Naruto paseó la mirada por
millonésima vez a aquel sitio solo que esta vez iba en busca de algo más, algo
que le dijera que ese lugar estaba plagado de vampiros.

 La sociedad vampírica es muy organizada-explicó Kiba bebiendo de su


botella- ellos tienen estos sitios para poder pasar desapercibidos bajo la vista
humana y de paso poder lucrar un poco con eso-hizo una pausa- algunos
fundan escuelas, otros tienen sitios como este

 ¿Qué hay del circo?


 Ese es un caso especial-sonrió de medio lado- Itachi tuvo muchos problemas
con el consejo cuando fundo el circo, para ellos fue como una especie de traición
¿sabes? Aunque lo respetan por ser un pura sangre

Era algo muy interesante de escuchar, Kiba parecía ser siempre un


despreocupado andrajoso pero ese lado tan diferente de él era impresionante.
Hasta ese momento no se había reparado a pensar en todo el trasfondo que
escondía el asunto entero, el circo y su historia pero al mismo tiempo su mente
estaba ocupada casi por completo en imaginar lo que podía estar pasando
arriba de esas escaleras.

 Sube a ver-dijo Kiba

 ¿Qué dices?-se sonrojó

 Yo lo he hecho varias veces-sonrió de medio lado-si Sasuke es como Okami


entonces va a encontrar divertido que mires
septimo acto:“ corazon de lobo”
Naruto caminó entre las personas de la pista intentando no ser aplastado por
todos esos cuerpos tan concurridos moviéndose al ritmo de la música
pareciendo ser seducidos por el movimiento de las luces estroboscópicas hasta
que por fin pudo llegar a las escaleras. Miró alrededor para darse cuenta de que
nadie estaba prestando atención, todos estaban sumidos en sus asuntos así que
solo subió las escaleras lo más rápido que pudo.

Arriba de estas mismas había un corredor largo lleno de puertas, Naruto


imaginó que dentro de ellas habría personas teniendo intimidad aunque no
estaba del todo seguro y presentía que había algo más macabro en todo eso.

Empezó a caminar despacio, como no queriendo la cosa pero siguió adelante, se


detuvo en seco al escuchar un gemido ronco, no distinguió bien de quién era así
que solo se acercó a esta y se dio cuenta de que estaba abierta. Cuidando de no
hacer más ruido del necesario giró la perilla y entreabrió para ver dentro.

Las mejillas se le pusieron rojas y sintió que el rostro le ardía, ahí adentro estaba
Okami sentada sobre las caderas de ese tipo moviéndose de arriba hacia
adelante mientras ese hombre jugueteaba con sus senos pero sintió que el
mundo se le venía encima cuando ella alzo el rostro y lo vio. Naruto pensó que
Okami esperaba ver a Kiba porque al verlo a él enseguida la sonrisa se hizo más
leve y articuló algo con los labios.

“Está en la habitación del fondo” formó con sus labios sin dejar de moverse, el
cabello mojado en sudor se le pegaba en la cara y en el pecho, Naruto la miró y
articuló un “gracias” antes de cerrar la puerta. Ella se veía realmente sensual lo
que hizo que él se imaginara a Sasuke, imaginó aquel cabello azabache pegado
en su rostro sudoroso, su perfecto cuerpo moviéndose sobre él. Se mordió el
labio inferior mientras caminaba por el pasillo, cada puerta que pasaba sentía
que la respiración se le entrecortaba un poco más.
En el momento en que su mano se posó en el pomo de la puerta del fondo sintió
como un calor le recorría el cuerpo, como si estuviera emocionado por ver lo
que había ahí adentro. Cuando la giró lo primero que salió de esa puerta fue un
grito agudo de una muchacha, Sasuke estaba sobre ella moviéndose muy
rápido aunque enseguida notó la presencia del tercero levantando el rostro y
mirándolo con una sonrisa.

Enseguida Sasuke hizo un movimiento algo brusco con la muchacha para


sentarla en sus piernas, era más que obvio que seguía estando dentro suyo,
Sasuke puso su cabeza en el hombro de esta chica y le indicó a Naruto con los
labios que entrara despacio.

“Escóndete en el armario” formó con sus labios, era más que obvio que Sasuke
quería que él viera todo. Como si su cuerpo se moviera solo, entró al cuarto sin
hacer escándalo y se escondió en donde Sasuke le había dicho, su corazón daba
tumbos y podía escuchar su propio pulso en sus tímpanos. Entreabrió la puerta
del closet, solo para volver a mirar esa escena.

No había manera de describir aquella escena, Sasuke se movía bruscamente


haciendo a la chica gritar pero el azabache mantenía su cabeza sobre el hombro
de esta y sus ojos bien puestos en Naruto.

El rubio empezó a respirar entrecortado, de alguna manera todo eso lo


sobreexcitaba de una manera increíble, era como si Sasuke estuviera haciéndole
el amor a él con la sola mirada, incluso pensó que eso se sentía más intenso que
si lo estuviese tocando a él.

 Oh Dios…-susurró con los dientes pegados

Llevó su mano a la entrepierna, su mano le temblaba y su respiración era


traicionera pero no dejaba de ver hacia afuera en donde Sasuke le miraba
insistente, hasta sintió pena por esa muchacha.

Finalmente decidió ceder, con manos rápidas desabrochó su pantalón y lo bajó


solo lo suficiente como para dejar fuera su miembro que acariciaba con la punta
de los dedos tímidamente pero mientras más miraba los ojos de Sasuke, más
excitado se sentía, casi sentía que su mano se movía sola pero pronto lo olvidó.
Comenzó acariciando suavemente sin dejar de mirar a Sasuke, pronto sintió que
eso ya no sería suficiente y apretó un poco, pero solo eso, seguía moviendo su
mano con suavidad mientras de sus labios entreabiertos solo salían suspiros
mudos. Su cuerpo pedía más, los ojos de Sasuke seguían clavados en él y
entonces el azabache volvió a articular algo con sus labios.

“Dame más Naruto”

El rubio abrió los ojos como platos, suspiró algo desnivelado y casi se ahoga de
la pura emoción y sin darse cuenta su mano se estaba moviendo más rápido y
pronto eran las dos manos las que usaba para darse placer, sin darse cuenta ya
tenía los pantalones hasta las rodillas y las dos manos a la obra. Con una se
masturbaba y la otra la coló más abajo hasta que encontró su entrada, Sasuke
perecía saber bien lo que pasaba dentro del closet porque sonrió
sugerentemente como alentándolo a más.

Un dedo dentro, dos y luego quiso uno más, se llevó la mano a la boca para
lubricar sus dedos y después los regresó a donde estaban para poder meter un
dedo más del que ya tenía. Los movimientos de sus dedos en su interior se
sincronizaban con el movimiento de la cadera de Sasuke, ahora los gimoteos y
gritos de aquella chica habían pasado a un tercer plano, era como si no
estuviera y Sasuke le estuviera haciendo el amor a él.

Las piernas le temblaban pero las manos le permanecían firmes y moviéndose


cada vez más rápido, los ojos de Sasuke eran candentes y simplemente no podía
dejar de verlos, le gustaba hacerlo y quería más. A cada caricia sentía el impulso
de salir del closet y sacar a la muchacha del cuarto pero había algo que lo
detenía y no se preocupaba, el final estaba cerca, podía sentirlo.

 ¡Ah Sasuke!-gritó ella en un alarido de placer

Como si hubiese sido su propio grito, Naruto sintió los espasmos del orgasmo
apoderarse de sus piernas, cerró los ojos un momento pero comprendió que
quería seguir mirando y entonces pasó.
Sasuke beso el cuello de la muchacha y se separó un poco para abrir la boca,
Naruto pudo ver aquel juego de colmillos brillantes asomarse entre los labios
del azabache para segundos después clavarse en la pálida piel de ella.

Un grito agudo vino desde los finos labios de esa chica pero momentos después
pareció desmayarse, entonces Sasuke pareció convertirse en una especie de
bestia, la sangre salpicaba toda la cama y parte del piso pero Naruto no podía
dejar de masturbarse. En ese momento, sin dejar de sorber la sangre de aquella
muchacha volteó a ver a Naruto directo a los ojos, esto fue estremecedor, el
rubio sintió como la excitación subía y entonces se vino.

Había sido la escena más aterradora y excitante de su vida, Sasuke se separó de


la muchacha que seguía desmayada y con el cabello dorado manchado de
sangre brillante, la acomodó en la cama para después empezar a vestirse,
Naruto había salido del closet y también intentaba acomodarse la ropa con
manos temblorosas.

 ¿Qué te pareció?-preguntó Sasuke limpiándose la sangre de la boca con el


antebrazo

Naruto seguía algo abrumado, no sabía cómo responder a esa pregunta, era
como si su cabeza aún intentara digerir todas esas escenas tan extrañas e
intrigantes. Era como tener sentimientos encontrados, una parte de él quería
salir corriendo lo más rápido posible hasta perderse en la nada, pero otra parte
quería hacerlo desnudarse y hacer el cuerpo de esa muchacha a un lado y
exigirle a Sasuke que hiciera lo mismo con él.

El azabache sintió que algo no estaba bien, miró como Naruto seguía sin
moverse y no podía abrocharse bien los pantalones. Sasuke tuvo algo de miedo
de que Naruto reaccionara mal así que se acercó y tomó su mentón para hacerlo
mirarlo a la cara.

 ¿Estás bien?-preguntó en susurró

Los ojos cristalinos de Naruto miraban a Sasuke de una manera que no podía
descifrar, su pecho delataba aquella respiración irregular que lo ponía más
nervioso y entonces Sasuke no encontró otra manera mejor de calmar a su
amante que acercando su rostro y dándole un beso.

En primera instancia, Naruto recibió el beso plácidamente pero enseguida pudo


sentir el sabor metálico de la sangre apoderándose de su boca, fue algo
desagradable así que solo se separó del contacto de Sasuke. No quería hacer que
se preocupara, después de todo, Naruto había encontrado todo eso bastante
excitante y emocionante así que solo se apegó al cuerpo de Sasuke para que este
lo rodeara por la cintura un momento después.

 ¿Tanto así te desagrado?


 No es eso-logró decir- es algo extraño-cerró los ojos- es algo nuevo para mi
 Estabas muy excitado-ronroneó en la oreja de Naruto
 Si, lo estaba

Era un momento extrañamente íntimo y hasta sexual, podía sentir el calor del
momento y también moría por más del contacto de Sasuke pero entonces
recordó las circunstancias en las que estaban así que solo le dio un beso casto al
azabache que lo soltó para poder seguir arreglándose y recoger sus cosas.

-¿está muerta?-preguntó Naruto algo temeroso

-no, solo se quedó dormida-respondió poniéndose a su lado-estará durmiendo


un rato por la falta de sangre. Bebí lo suficiente para dejarla inconsciente pero
no morirá

 ¿Va a convertirse en un vampiro ella también?

Sasuke miró a Naruto con algo de diversión en su mirada como si el rubio


hubiese dicho la incoherencia más tonta del planeta.

 Claro que no, una sola mordida jamás causa ningún daño en los humanos
 Entonces… ¿dos mordidas y es un vampiro?
 No puedo convertir a nadie en vampiro sin que esté a punto de morir y beba
mi sangre
 ¿y si muerdes más de una vez a la misma persona?
 Entonces esa persona puede que empiece a experimentar cambios leves en su
cuerpo

 ¿Cómo súper poderes?


 No sé si ese es el término que yo usaría

Antes de que Naruto pudiera decir nada más la puerta se abrió dejando ver a
Itachi que tenía la camisa salpicada de sangre pero lo demás estaba
perfectamente prolijo y hasta parecía que hubiese rejuvenecido un par de años,
esto lo llevó a mirar a Sasuke una vez más para darse cuenta que todo ese baño
de sangre había tenido el mismo efecto.

 Es hora de irnos-dijo el mayor sin hacer caso de Naruto

Dicho esto la puerta se cerró de golpe dejando un ambiente algo inesperado, el


silencio se había hecho presente y el cuerpo de esa muchacha en la cama no
ayudaba en nada. Naruto la miró más intrigado, su piel era aperlada y sus rizos
dorados le caían perfectamente, era una chica preciosa e incluso en ese estado se
veía como una princesa.

 La quise cuando la vi a los ojos-le dijo Sasuke-son azules


 ¿La escogiste porque se parece a mí?
 Si

Un rubor apareció en las mejillas de Naruto, después se llevó la mano


inconscientemente en el espacio entre el cuello y el hombro, justo en donde la
muchacha tenía la mordida, se fijó mejor en la herida y se dio cuenta de que no
la había.

 Sasuke…

 Nuestra saliva tiene un componente que hace que las heridas sanen, solo
necesito lamer un poco y la herida sanará, por eso ya no está
Sasuke creyó pertinente salir cuanto antes del cuarto así que tomó a Naruto de
la mano y lo sacó de ahí encontrándose con Kiba y Okami que hablaban
calmadamente, el castaño estaba limpiando los últimos rastros de sangre de la
boca a la chica con su pulgar.

 Vamos-les anunció Sasuke

La música volvía a hacerse presente, Naruto se preguntó en qué momento había


dejado de escucharla. Sasuke no le soltaba la mano y de hecho agradecía que no
lo hiciera, sentía que en cualquier momento el ensordecedor sonido lo atontaría
de nuevo; supuso que debía ser ya muy de madrugada, sentía que los parpados
le pesaban y que las luces estroboscópicas lo aturdían bastante.

Al salir a la calle, Naruto agradeció volver a tener esa calma y silencio que la
calle les brindó, incluso el aire gélido de la noche invernal le hizo recobrar algo
de energía después de estarse asando dentro de ese sitio. Una vez más todos
iban en silencio, Itachi iba hasta adelante con las manos en los bolsillos y un
cigarro encendido en los labios sin mencionar las manchas de sangre en la ropa,
Naruto pensó que la obscuridad evitaría que alguien viera eso e hiciera un
escándalo.

Mientras caminaban Sasuke iba acariciando la mano de Naruto con su pulgar,


cada paso se hacía más pesado pero pronto llegaron al auto, nadie decía nada y
eso era algo bastante relajante. Esta vez Kiba y Okami ocuparon el asiento de
atrás en donde la muchacha se acomodó en el pecho del licántropo mientras él
le acariciaba la cabeza. Naruto los miraba de reojo, le daba algo de celos y
también quería acurrucarse con Sasuke, tenía sueño y frío.

 ¿Estás bien?-le preguntó Sasuke en un susurro apenas audible


 Si-dijo débil

 Tienes sueño-pasó su dedo pulgar por debajo del ojo derecho de Naruto
 Un poco

Sasuke pasó su mano por la cadera de Naruto y lo atrajo hacia él, esa sensación
de cercanía era deliciosa y el rubio quería más así que puso su cabeza en el
hombro de su acompañante, Sasuke olía a perfume de mujer, seguramente el
perfume de aquella chica era tan fuerte que había opacado el del azabache.

La mano de Sasuke comenzó a acariciar la cadera de Naruto para subirla a su


costado y seguir acariciando por debajo de la camisa del rubio. Lo único que
estaba haciendo Sasuke era arrullarlo, sentía los parpados cada vez más
pesados y le era muy difícil mantenerse despierto hasta que pronto cedió ante
lo inminente y se quedó dormido.

Seguía sintiendo las manos de Sasuke en su costado pero se dio cuenta pronto
que solo era la sensación que se había quedado en su piel, despertó de a poco,
todavía era de noche y por un momento no supo en donde estaba. Después de
ver a su alrededor se dio cuenta de que estaba en su dormitorio, Kiba y
Akamaru estaban acurrucados en su lado de la carpa.

Las mejillas de Naruto se tornaron rojas al pensar que Sasuke había sido quien
lo llevó hasta la cama pero al mismo tiempo le gustaba pensar en eso.

Pero entonces esa escena de Sasuke mordiendo el cuello de esa chica le regresó
a la cabeza, aún no sabía bien lo que sentía con respecto a eso en concreto pero
de lo que estaba seguro era que cada vez deseaba más al azabache. Llevó su
mano a su costado, justo en donde Sasuke lo había tocado y cerró los ojos solo
para imaginar que su mano no era la suya sino la del azabache.

Suspiró muy profundo y se acomodó en la cama, Kiba parecía estar


profundamente dormido pero se movía mucho, Naruto abrió un ojo para
mirarlo, se preguntó qué era lo que él sentía a cerca de todo eso pues era más
que obvio que él y Okami tenían algo y a juzgar por el comportamiento de su
amigo esa noche, no le hacía nada de gracia pensar que la chica estuviera
teniendo sexo con otro hombre.

Naruto cerró los ojos con fuerza mientras su rostro volvía a tomar ese tono
carmesí al recordar el perfecto torso desnudo de la menor de los hermanos,
supuso que si Kiba podía aguantar eso de vez en cuando estaría bien, de todas
formas era algo que no podía impedir después de todo.
Kiba le había dicho que ellos eran seres muy sexuales, usaban su cuerpo para
poder cazar, le parecía algo desagradable pero al mismo tiempo había algo ahí
que no dejaba de fascinarlo, era esa parte meramente sexual de Sasuke lo que lo
mantenía atento. Había sentimientos de por medio y no sabía la razón por la
que era así, simplemente desde la primera vez que lo vio supo que Sasuke era el
indicado y mientras más lo conocía, mientras más obscuro se hacía todo, más le
intrigaba y le encantaba.

 ¿Estás dormido?-dijo Kiba con voz ronca


 No

Naruto dio la vuelta en su cama para ver a su amigo que lo miraba con ojos
apagados, no era normal ver a Kiba de esa forma y sabía que era por lo que
había pasado en el club, seguramente no le gustaba nada lo que pasaba ahí.

 Me alegra que fueras ¿sabes?

 Si… es algo duro


 Las primeras veces miraba-dijo algo avergonzado- es excitante ¿verdad?
 Más de lo que me gustaría admitir- suspiró- es… es raro
 Si lo sé-dijo en un hilo de voz-pero es algo inevitable

 ¿Cómo has aguantado hasta ahora?

Esta había sido una pregunta muy sorpresiva, Kiba sonrió de oreja a oreja como
un tonto y Naruto lo miró de una manera dulce, el castaño parecía ser un chico
sincero y muy cariñoso.

 Un licántropo escoge una sola pareja de por vida, a alguien a quien quiere
proteger y bueno, esa persona es Okami

 Suena muy lindo


 La conozco desde que era un cachorro y desde la primera vez que la vi lo
supe- señaló al techo sin dejar de sonreír- ella era quien yo quería proteger el
resto de nuestras vidas
 ¿Y se amaron desde entonces?
 No, claro que no, eso vino mucho después
 ¿Sí?
 Claro que sí, todo fue cuando el circo se fundó, yo fui la primer persona en
unirse ¿sabes? Yo me uní a ellos cuando apenas escapaban

Naruto parecía más interesado ahora, Kiba le estaba hablando sobre la


fundación del circo y definitivamente quería saber más sobre eso.

 Cuéntame esa historia-dijo Naruto animado

Kiba pareció complacido, como si hubiese estado esperando que Naruto se lo


pidiera así que no perdió ni un solo segundo y empezó a contarlo todo.

El castaño empezó su historia cuando él era un chiquillo. Kiba era el hijo de un


licántropo y una humana concebido en luna llena lo que le permitía convertirse
en lobo a su antojo y en ese entonces era un chiquillo que vivía en el bosque
después de que su madre lo abandonara, fue ahí cuando conoció a Akamaru y
ambos se hicieron inseparables.

En una de esas tardes, cuando Kiba y Akamaru salían a cazar para poder
comer, el castaño perdió de vista momentáneamente a su compañero canino así
que empezó a buscarlo, intentó rastrear el olor de su perro y cuando lo encontró
siguió el rastro.

Pasó entre algunos árboles y por fin lo vio pero el perro no era el único ahí.
Había una pequeña niña de no más de cinco años acariciando el hocico del can.
El primer instinto de Kiba fue atacar, salió de su escondite de un solo salto en
posición listo para poder matar si era necesario mientras gruñía amenazante,
entonces la niña lo miró a los ojos.

 Simplemente me perdí en esos orbes negros-explicaba Kiba-no pude hacer


más y simplemente lo supe
Naruto no pudo evitar acordarse de la primera vez que había visto a los ojos de
Sasuke, eran irresistiblemente peculiares como si el negro de sus ojos fuera un
pozo sin fondo imposible salir de ahí.

 Luego Sasuke intentó alejarme de ella-siguió hablando-peleamos e Itachi


decidió que yo podía quedarme con ellos

 ¿Cómo era Sasuke entonces?-preguntó despreocupado

A Kiba pareció no extrañarle la pregunta pero pensó un momento, Sasuke


siempre había sido una persona complicada a su parecer pues además de sus
hermanos, Kiba era la persona que más lo conocía, habían estado juntos durante
mucho tiempo.

 ¿Cómo puedo describirlo?-dijo pensativo- creo que ha sido el mismo desde


siempre-sonrió de medio lado-desde que perdieron a sus padres, Sasuke
siempre ha sido algo misterioso pero creo que le gustas

El rubio no pudo evitar sonrojarse ante aquella afirmación tan repentina,


Sasuke hacía que su interior se derritiera sin importar qué fuese lo que estuviera
haciendo o diciendo, su simple aroma era más que suficiente para hacer que su
cabeza explotara y su cuerpo se rindiera ante él.

 Que su apariencia no te engañe, él es más que solo una cara bonita-se


acomodó para volver a la cama- creo que el estar contigo le hace bien

Y fue todo lo que Kiba le dijo, el castaño se acomodó para poder dormir, Naruto
no quiso insistir más, su amigo le había dicho suficiente por esa noche. La noche
había sido una revelación y no solo por Sasuke sino por él mismo, su
sexualidad jamás había ido más allá que noches de sexo para poder estar fuera
de casa lo más que podía.

Pero ahora las cosas eran muy diferentes, se sentía muy raro y le gustaba. Se
acomodó él también para poder dormir, increíblemente una calma se apoderó
de él haciéndolo dormir por fin.
Ya era muy tarde, había dormido bastante aunque en primera instancia le
parecía que no había dormido nada, a juzgar por el calor que se sentía pudo
darse cuenta de que era medio día. Kiba seguía roncando en su lado
acomodado con Akamaru hecho un desastre enredado en las sábanas. Un hedor
a alcohol combinado con sudor vino desde su propio cuerpo, quería ducharse
cuanto antes y no podía esperar a Kiba ni un solo segundo más, él podía
bañarse solo en cuanto se despertara.

Tomó sus cosas y salió de la carpa aunque se detuvo a medio camino, no quería
volverse a encontrar con Shikamaru en una situación que no sabría manejar
además de que Sasuke no podría defenderlo cerca del río.

No podía vivir huyendo de Shikamaru y menos apestando como la jaula de


Akamaru, debía bañarse aunque debiera de darle un buen puñetazo a
Shikamaru, no estaba seguro de poder hacerlo pero por lo menos podía hacer el
intento.

 Oye Naruto-le interrumpió Sasuke acercándose

Naruto no se estremeció entero, no quería ver a Sasuke apestando a rayos como


lo estaba haciendo entonces pero no podía hacer mucho, el azabache se
acercaba rápidamente y él no se movía en lo absoluto.

 ¿A dónde vas?
 Al río, ya sabes-se rascó la cabeza-apesto

Sasuke no pudo evitar reírse de Naruto cuando dijo eso, no podía negarle
absolutamente nada después de la noche que habían pasado.

 No vallas al río, no pienso volver a dejar que Shikamaru se acerque


 ¿Entonces?
 Ven conmigo

Antes de que Naruto pudiera siquiera decir nada, Sasuke ya lo tenía de la mano
de camino a lo que parecía ser la carpa de Itachi, en definitiva no le daba muy
buena espina pero al mismo tiempo no podía dejar de seguir a Sasuke.
Para su sorpresa no fueron a la carpa del hermano mayor de Sasuke sino que
fueron a una que estaba junto a esta, Naruto no se había reparado a pensar en
esta misma hasta ese momento. Cuando entro detrás de Sasuke se sorprendió al
ver que era muy sencilla y pequeña por dentro y en el medio había una tina de
madera llena de agua.

 Nosotros no podemos soportar el agua corriente-dijo Sasuke a manera de


explicación- los demás se bañan en el río pero nosotros no podemos

 Pero no soy un vampiro, puedo bañarme afuera con los demás


 No voy a dejar que Shikamaru te esté rondando cuando te bañes
 Soy un niño grande, puedo cuidarme solo
 Si te ofrezco bañarte conmigo ¿dices que si?

Naruto abrió la boca como para rehusarse pero enseguida no pudo decir ni una
sola palabra, las mejillas se le pusieron muy rojas y no podía pensar en nada
más que en el precioso cuerpo de Sasuke que lo tentaba siempre que lo veía y el
solo pensar en él desnudo y mojado cerca de él en aquella pequeña tina de
madera no hacía más que empeorar las cosas.

 ¿y bien?
 Si…-susurró avergonzado

Definitivamente un baño con Sasuke sonaba más tentador que un baño tratando
de evitar las insinuaciones obscenas de Shikamaru además de poder sentir esa
sensualidad que solo Sasuke podía brindarle.

 Dejaré que te desnudes y te metas primero ¿está bien? Yo regreso en un


momento

Sasuke salió de la carpa dejando a Naruto sumido en sus propios pensamientos


y aunque eso era mejor que ser acosado por un ciervo pervertido no podía dejar
de pensar que no se contendría si el azabache intentaba algo extraño. Había
bebido sangre la noche anterior lo que quería decir que tal vez ya estaría bien
intentar ir más allá de besos y caricias provocativas.
No le dio más vueltas al asunto y se quitó la ropa para meterse a la tina, se
sintió muy bien el poder estar ahí en el agua tibia, era como esos pequeños
momentos de relajación que rara vez tenía.

Después de un rato cuando ya se había relajado bien Sasuke volvió a entrar


mientras se desabrochaba la camisa, Naruto volteo la mirada para no quedarse
embobado con el perfecto cuerpo de su pareja pero las cosas se complicaron
cuando el azabache entró al agua junto con él.

 Ven, acércate- le dijo Sasuke al verlo tan lejos


 No… yo…
 Anda ven aquí

Naruto no tuvo más remedio que ir donde Sasuke que a diferencia de lo que él
tenía en mente, solo comenzó a tallarle la espalda con el jabón suavemente sin
prestar mucha atención, aquel gesto resultaba aún más íntimo que tener sexo y
Naruto lo disfrutaba mucho.

 Sasuke…
 Ya sé lo que vas a decirme y la respuesta sigue siendo no
 Pe… pero
 Créeme que lucho todos los días para no hacerlo Naruto, incluso ahora que
te tengo aquí justo como deseo no quiero hacer nada de lo que me arrepienta

 Pero anoche…
 Entiende que no solo eres irresistible por quien eres-besó su cuello con
suavidad- te deseo como no tienes una idea pero no quiero herirte-susurró lo
último

Naruto no dijo nada, él también necesitaba de Sasuke de una manera más


carnal y no podía hacer nada para cambiarlo así que si su compañero estaba
bien así podía aguantar un poco más.
primer interludio
Desde hacía un buen tiempo, la familia Uchiha había tenido problemas y
muchas preocupaciones, las quemas de brujas y persecuciones de vampiros
habían tomado un serio incremento durante las últimas semanas. Esa misma
tarde les había llegado el rumor de que se acercaban a la mansión Uchiha, claro
que el padre tomó la decisión de quedarse ahí mismo, no huirían a ninguna
parte pues él confiaba ciegamente en las personas del pueblo que los
protegerían como él lo había hecho con ellos en muchas oportunidades.

 Lleva a tus hermanos a dormir-le ordenó Fugaku a Itachi

El mayor de los hermanos, Itachi Uchiha era siempre el encargado de sus dos
hermanos menores y la mano derecha de su padre desde que las persecuciones
hubieran comenzado. Itachi no pasaba de los dieciocho años pero ya era un
vampiro lo suficientemente mayor como para salir de caza lo que lo hacía el
más responsable.

El pelinegro asintió sin decir una sola palabra y salió del estudio de su papá
para ir por sus dos hermanos que seguramente estarían en el cuarto de juego
que había sido hecho solo para ellos. Abrió la ornamental puerta de madera
encontrándose con sus dos hermanos pequeños jugando juntos como era su
costumbre.

Sasuke Uchiha de siete años y Okami Uchiha de cinco que disfrutaban de la


compañía del otro ajenos a lo que pasaba fuera de la mansión.

 Es hora de dormir-les dijo el mayor con una tenue sonrisa en el rostro

Ambos se miraron y dejaron lo que hacían para ir con su hermano mayor, solo
que el atardecer le trajo a Itachi un muy mal presentimiento, él estaba
totalmente al tanto de lo que pasaba a su alrededor así que no dejó las cosas de
lado y les pidió a Okami y a Sasuke que durmieran esa noche con él.

Claro que el mayor no podía pegar ojo y después de arropar a sus dos
hermanos menores en su cama, él se sentó en una silla junto a la ventana para
leer a la luz de una vela. Por más que lo intentaba no podía dejar de pensar en
todos los conflictos que estaban pasando en los al rededores pero lo que se le
hacía más difícil de entender era la razón por la que su padre no había querido
dejar la mansión hacía mucho tiempo.

Les había llegado la noticia de una familia de vampiros que había sido
quemada viva solo por falsas acusaciones de la iglesia que de alguna manera
estaba tomando cada vez más terreno en la sociedad actual. Habían hecho
correr rumores tontos como el que ellos estaban muertos y habían regresado de
la tumba por obra del demonio.

 Tonterías…-susurró Itachi por lo bajo

Su condición les permitía envejecer de una manera increíblemente lenta


haciéndolos vivir durante mucho tiempo, al mismo tiempo eran inmunes a la
mayoría de las enfermedades humanas y solo se alimentaban de personas que
voluntariamente entregaban su sangre pero estas personas movidas solo por el
poder y el dinero habían comenzado esos rumores que la gente se tragó
fácilmente.

Vampiros, hechiceros y un sinfín de criaturas que solo intentaban coexistir


comenzaban a ser perseguidas por la iglesia que solo intentaba ganar algo de
dinero vendiendo la idea de que todas esas criaturas eran obra del mismísimo
demonio.

Claro que no podía hacer más que seguir las órdenes de su padre sin chistar en
nada aunque muy en su interior no podía dejar de pensar que estaba
cometiendo el peor error de su vida y más sabiendo que se aceraban.

Pego la cabeza a la ventana para ver la obscuridad de la noche comenzar a


apoderarse de los terrenos de la familia Uchiha, pronto los parpados se le
hicieron más pesados y no pudo mantenerse despierto por mucho tiempo más.

 ¡Fuego!
Itachi despertó de golpe, un alarido estruendoso había rebotado contra el cristal
y lo había hecho saltar, miró por la ventana instintivamente y lo que vio le heló
la sangre, los establos estaban envueltos en llamas y era solo cuestión de tiempo
para que la casa lo estuviera de igual manera.

Por un momento no supo que hacer, su cuerpo se paralizó por el miedo y la


angustia, entonces miró por el rabillo del ojo a sus dos hermanos que seguían
durmiendo y entonces pudo moverse.

Saltó de su asiento y corrió hasta la cama, se encuclilló para poder buscar


debajo de esta misma. Itachi siempre era muy precavido, sabía que tarde o
temprano debían salir corriendo así que desde el primer ataque había
preparado una especie de kit de escape.

Sacó una valija mediana en donde había guardado cosas meramente esenciales
como algo de dinero y ropa de él y sus hermanos, esperaba no tener que usarla
nunca pero dadas las circunstancias debía ser ahora o nunca.

 ¡Sasuke despierta!-le gritó mientras tomaba a su hermana en brazos


 ¿qué pasa?
 Hay un incendio, tenemos que irnos ahora

Como era de esperarse, Sasuke reaccionó como cualquier niño de su edad y se


asustó de sobre manera al igual que Okami que había despertado en los brazos
de su hermano mayor. No había tiempo que perder, Itachi se hecho el equipaje
al hombro y con una mano sostenía a su hermana menor y con la otra tomó a
Sasuke de la mano.

Lo siguiente que pasó fue que los tres hermanos debían huir lo más rápido que
podían, era como ver todo en cámara lenta.

Gritos y alaridos de miedo de los sirvientes, el relinchar de los caballos que


morían quemados y sobre todo los gritos de las personas del pueblo que venían
con antorchas y armas en busca de ellos. Itachi maldijo mentalmente a su papá
por no haber hecho caso a las advertencias pero no podía hacer más que
mantenerse con vida a él y a sus hermanos.
“Correr al bosque” fue lo primero que pensó, sabía que si se escondía ahí
después podría regresar para buscar y reencontrarse con sus padres pero la
prioridad en ese momento debía ser cuidar de sus hermanos, sus padres
estarían bien y confiaba en eso.

La primer noche fue insufrible, corrieron hasta caer desmayados, se adentraron


lo suficiente en el bosque como para estar seguros de que los aldeanos no los
seguirían. El bosque era un lugar temido, nadie sabía lo que había ahí adentro y
todos le evitaban, lo que lo hacía el lugar perfecto para esconderse, ellos
podrían sobrevivir ahí lo suficiente como para mantenerse con vida.

Pero la mañana las cosas se calmaron, parecía que ya había pasado el peligro,
sin embargo Itachi no quería arriesgarse así que decidió que se quedarían ahí
un par de días antes de regresar a la casa para encontrarse con sus padres.

 Iré por una presa para poder comer ¿está bien?-les decía Itachi a sus
hermanos

Sasuke estaba ya consciente de las circunstancias en las que estaban metidos


aunque no estaba del todo seguro que pensar, en cambio Okami apenas y
entendía lo que sucedía, solo miraba a sus hermanos que parecían muy
consternados.

 ¿En dónde están mami y papi?-preguntó ella mirando a sus hermanos

Itachi miró a Okami que apretaba la falda del vestido rosa pomposo que le
había puesto apenas había amanecido. Le partía el corazón ver a su hermana
pequeña preguntando en su santa inocencia sobre algo que ni él mismo sabía.
No le quedaba otra cosa que hacer, se arrodillo para quedar a la altura de la
niña y le dedicó la sonrisa más cariñosa que pudo darle.

 Ellos están en la casa mi amor, nosotros debemos estar aquí un rato ¿está
bien? Mientras tanto debes obedecerme en todo y mientras yo no esté, debes
obedecer a Sasuke
El mayor miró por el rabillo del ojo a Sasuke como para decirle que la cuidara
mientras él iba de caza y enseguida el azabache entendió el mensaje. Dicho esto
Itachi le dio un beso en la mejilla a Okami y una palmada de en el hombro a
Sasuke.

 Volveré en un rato, mientras junten leña

Los dos asintieron quedándose solos en aquel lugar del bosque, Sasuke volteó a
ver a su hermana que seguía sin entender bien lo que estaba pasando, él la
quería mucho y quería hacerla sentir mejor.

 Yo iré por la leña-dijo muy alto


 ¿Qué haré yo?
 ¿Recuerdas los arreglos de flores que te enseñó a hacer mamá?
 Si
 Busca flores ahí-señalo un claro que estaba más adelante-quédate ahí hasta
que vuelva

La pequeña asintió muy rápido, debía de ser una niña buena y obedecer a sus
hermanos mayores que la cuidaban solo hasta que pudieran regresar a casa y
volver a hacer las cosas como antes. Su mamá le había enseñado todo lo básico
que una dama debía de saber y una de esas cosas era hacer ramos de flores, se
acercó al claro y se arrodilló a recoger flores.

Como ya se había dicho, ese bosque escondía muchos secretos pero para una
inocente niña de no más de cinco años no representaba mucho peligro. La luz
del sol le pegaba en el rostro y las flores parecían abrirse solo para ella.

Entonces un sonido extraño, ella dejó lo que estaba haciendo para ponerse
alerta, ella no podía defenderse todavía y sus hermanos estaban lejos de ella.
Un arbusto justo al frente se movió, entonces se asustó de verdad.

Pero el susto se le fue en cuanto la criatura que se escondía ahí salió del arbusto,
se trataba de solo un pequeño perro blanco que movía la cola alegremente. Ella
dibujó una sonrisa infantil mientras veía como el animal se acercaba para dejar
que esta le acariciara las orejas, era una criatura cariñosa y muy dócil, Okami
estaba muy entretenida con este animalito, tanto que no se dio cuenta de que
estaba siendo observada.

Entre los árboles detrás de la pequeña vampiro había un muchacho observando


cautelosamente a la que seguramente sería su próxima presa, los humanos casi
nunca iban a ese bosque así que debía aprovechar aquella oportunidad, no
todos los días la comida iba hacia él tan voluntariamente. Sigilosamente salió de
su escondite, se puso en posición de ataque, cuando aquella niña se diera vuelta
ni siquiera sabría lo que le pasó.

El perro en las manos de Okami se zafó y corrió detrás de ella, claro que la niña
quería seguir jugando así que se puso de pie de un salto y se dio la vuelta.

Justo frente a ella estaba un muchacho que parecía ser de la misma edad de su
hermano Sasuke que estaba en posición de pelea, era raro, no sentía temor. El
pequeño cachorro de licántropo quedó helado, como si su cuerpo se negara a
atacarla a lo que se irguió sin bajar la guardia aunque pronto sabría que ese fue
el peor movimiento que pudo hacer.

La pequeña azabache no se movió siquiera, solo se dedicó a mirar al


muchachito que tenía en frente con rostro imperturbable.

Él se estremeció por completo, no necesitó ni una sola palabra, el ver dentro de


los ojos de aquella niña le había dejado una sensación de ser noqueado pero al
mismo tiempo se sentía pleno, contento, se acercó a ella lentamente sin quitarle
la mirada de encima, mientras más se acercaba más se perdía en ella.

Su temperatura subía a cada paso que daba, no sabía quién era pero mientras
más la miraba, se daba cuenta de que había encontrado a la persona que tanto
había esperado.

Quería quedarse siempre a su lado, sentía esa necesidad de protegerla, mirando


a sus ojos era simplemente como estar en el cielo. Todo en ella era perfecto para
él, era sublime y quería tocarla, estar más cerca, solo quería estar más cerca.

 ¡Okami!
Un grito ajeno lo sobresaltó, enseguida dio la vuelta y se encontró con una
mirada parecida a la de la chica solo que él era amenazante, el peligro era
inminente y no podía dejar que nada dañara a esa nueva persona que acababa
de conocer así que rápidamente se puso en guardia de nuevo solo que esta vez
no estaba solo, Akamaru estaba a su lado sin mencionar que poco a poco su
cuerpo empezó a sufrir una metamorfosis hasta que convertirse en un lobezno.

 Un cachorro de licántropo-susurró Sasuke muy consternado

El azabache instintivamente miró a su hermana que para su satisfacción parecía


ilesa. Su padre le había hablado sobre los hombres lobo y lo peligrosos que
eran, encontrarse a uno justo junto a su hermana pequeña le helaba la sangre.

 Tranquila hermanita-dijo sin quitarle los ojos al lobezno-voy a acabar con él

Dicho esto último el pelo de la nuca del lobezno se erizo al igual que el del
perro a su lado pero antes de que se pudiera mover, una mano fuerte detuvo a
Sasuke del hombro.

 Itachi… el lobo…
 No le hará daño-dijo viendo a sus atacantes- míralo, se impregno de ella

Sasuke enseguida miró a su hermano mayor incrédulo, eso significaba que el


cachorro de licántropo no representaba ningún peligro, pero aun así, no
confiaba en él, no le gustaba la idea de tener que compartir a su princesa con
alguien más.

Itachi se adelantó a Sasuke y se acercó al pequeño licántropo que cada vez se


sentía más amenazado, estaba dispuesto a dar la vida por esa pequeña que
apenas conocía mientras Okami se quedaba quieta expectante a lo que podría
pasar.

 Hola-se acercaba lo más lento que podía-mi nombre es Itachi Uchiha y él-
señaló a Sasuke-es Sasuke Uchiha, somos los hermanos mayores de Okami, no
le vamos a hacer daño
El mayor de los hermanos se arrodilló y extendió su mano para que el
licántropo pudiera olerla y tal como lo esperaba el lobezno regresó poco a poco
a su forma humana para mirar a los dos que estaban frente suyo y después
voltear la cabeza para ver a Okami que asentía enérgicamente.

 Eso es… puedes venir con nosotros si quieres


 ¿¡Qué!?-gritó Sasuke ya algo histérico

 Él conoce los alrededores, nos es de mucha ayuda y además… ya no


podremos deshacernos de él aunque lo intentemos

 Podemos intentarlo
 No podemos, mira

El menor de los hermanos miró como el licántropo había bajado la guardia por
completo y ahora estaba más interesado en Okami que en pelear. Odiaba
admitirlo pero tomando en cuenta las circunstancias tener al licántropo cerca
sería de gran ayuda.

 Trata de llevarte bien con él por favor

Era más que obvio que Sasuke no podía desobedecer las órdenes de su hermano
mayor pero simplemente no podía terminar de tragar a aquel muchacho, debía
darle tiempo y lo sabía pero por el momento prefería dejar las cosas como
estaban.

Mientras, Okami había permitido que el licántropo se acercara lo suficiente, era


una sensación que una niña de su edad no entendía pero aun así no podía dejar
de ver esos ojos amielados que no venían solos, aquel cachorro blanco no se
quedaba atrás.

 ¿Cuál es tu nombre?
 Kiba-pronunció despacio- y él es Akamaru

Ella le sonrió de una manera en la que Kiba no entendía, los ojos de color
obsidiana de esa pequeña eran lo único que veía entonces, le gustaba hacerlo y
estaba feliz de haberse encontrado con ella. Él tampoco entendía el sentimiento
después de todo pero era parte de su instinto y de su ser, se había impregnado
de Okami, algo que había buscado desde que había sido abandonado en el
bosque.

Itachi había podido cazar un venado para la cena y había hecho una fogata con
la leña que Sasuke había traído, Kiba se había quedado cerca de Okami junto
con Akamaru hasta que la niña se quedara dormida a su lado, claro que Sasuke
no se había quedado muy lejos de ellos.

El mayor de los hermanos se mantenía alerta, no podía dejar de mirar a todas


partes sin descartar ni el más mínimo de los sonidos y eso incluía la
conversación que tenía su hermanito con Kiba.

 ¿Qué haces aquí en el bosque? No es sitio para un cachorro-preguntó Sasuke


a Kiba

 Mi mamá me abandonó aquí hace un año-le respondió sin quitarle la vista de


encima a Okami

Para un niño como Sasuke que siempre estuvo rodeado de sus seres queridos y
nunca nada le faltó, aquel hecho le parecía la atrocidad más espantosa además
de que eso era solo una pesadilla que jamás soñó.

 ¿Cómo?
 Mi papá era un licántropo que usó a mi mamá-suspiró-ella jamás me dejo
olvidarlo, hasta el año pasado cuando tuvo suficiente de mí así que me hizo
entrar en este sitio. No la seguí de regreso, podía sentir su rastro de regreso a
casa pero algo me dijo que sería mejor que me quedara y creo que así fue

La manera en la que Kiba contaba todo eso dejaba a Itachi sin palabras, no
entendía cómo era que su propia madre lo habría tirado al vacío a su propia
suerte a que probablemente se lo comieran los monstruos que ahí Vivian.

 Conocí a Akamaru unos días después, él me ayudo a no morir aquí


 ¿Él no es un licántropo también?
 Claro que no-dijo como si fuese obvio-él es solo un perro

Tal vez Sasuke no podía percibir del todo los verdaderos sentimientos de Kiba
pero definitivamente Itachi los sentía a la perfección. Sus hermanos aún eran
muy pequeños para beber sangre y tampoco habían sido capaces de descubrir
su habilidad aún.

Era el mejor candidato para poder ingresar a El consejo de vampiros desde que
había cumplido los catorce cuando pudo lograr dominar a la perfección el arte
de la nigromancia, la habilidad más rara y que solo poseían los vampiros con
mayor poder. Claro que un vampiro tan joven no podía ser permitido en El
consejo de vampiros, pero Itachi sabía que esa no era la única razón y su teoría
se vio reforzada cuando las quemas de brujas comenzaron y El consejo
simplemente se negó a proteger a cualquier otra criatura que no fuera un
vampiro.

Itachi no lo comprendía, criaturas inocentes como Kiba eran masacradas pero


nadie se ofrecía a tenderles la mano. Él se negaba a abandonar sus ideales de
poder ayudar y esa fue una de las razones por las que no insistió en ser parte de
El consejo a pesar de la insistencia de su padre, sabía que esa bola de vampiros
estirados solo estaban viendo por su propio beneficio, incluso habían dejado a
la deriva a los suyos y el ataque a su propia casa. Cerró los ojos un momento
solo para darse cuenta de que Sasuke y Kiba estaban muy silenciosos, giró la
cabeza y abrió los ojos para ver a los tres niños dormidos juntos.

Era una extraña paz aunque podía sentir que era solo la calma antes de la
tormenta, no sabía a ciencia cierta qué era lo que había sucedido en la casa pero
no tenía más opción que esperar y confiar en que sus padres habían sabido
cuidarse.

El sonido de la naturaleza y el fuego aun quemando la leña era lo único que se


escuchaba en la calma del bosque, Itachi no podía permitirse dormir, no estaba
completamente seguro de estar a salvo.
Sentía impotencia y rabia, la gente que los había atacado era la misma a las que
les habían abierto las puertas de su casa, los aldeanos siempre visitaban la
mansión en busca de consejos y ayuda y claro que la familia Uchiha estaba
siempre feliz de ayudar, incluso estas personas dejaban que ellos tomaran su
sangre como agradecimiento. Era una época prospera en la que todos podían
coexistir en paz y armonía.

Luego vino la iglesia, en principios no le tomaron mucha importancia, incluso


algunos vampiros comenzaron a profesar la religión pero luego estas personas
convencieron a los humanos que todo lo que fuese diferente era obra del
maligno. Todos aquellos rumores que no eran ciertos solo infringían miedo en
la gente.

No se quemaban al tocar agua bendita, podían entrar libremente a los


cementerios (incluso los Uchiha tenían su propio cementerio familiar), no
temían al ajo y sobre todo no estaban muertos ni eran inmortales. Ellos eran
seres muy resistentes, no se enfermaban y envejecían muy lento, normalmente
los vampiros lograban vivir entre cinco mil y seis mil años y casi siempre
morían en batalla o asesinados, era raro que uno muriera por causas naturales.

Claro que tenían debilidades como el fuego que a diferencia de los humanos los
consumía dos o hasta tres veces más rápido además de que no podían estar
cerca del agua corriente, su anatomía no les permitía acercarse así que las
personas también usaban eso para matarlos ahogando vampiros.

Pero el mayor mito de todos era sobre su mordida. Ellos creían que con el
simple mordisco de un vampiro estarían malditos de por vida y se volverían
uno, el ritual para poder convertirse en uno era más complicado que eso.

Brujas blancas, ninfas del bosque, hombres lobo y un sinfín de criaturas que
ayudaban a mantener el balance del mundo eran ahora demonios ante los ojos
humanos y eran perseguidos. Inocentes que tenían que pagar por la ignorancia
de personas que habían vendido sus mentes a quienes solo manipulaban sus
corazones para mantenerse al mando.

Itachi estaba decidido a hacer algo al respecto pero no podía hacerlo solo,
cuando regresara a casa definitivamente haría todo lo posible por conseguir el
apoyo de sus padres, además de convencerlos de dejar a Kiba con Okami.
Debería hacer muchas cosas, podía incluso escuchar con claridad a su padre
decirle que estaba loco y que debían deshacerse del hombre lobo en cuanto
pudieran sabiendo que eso ya sería imposible.

El corazón le latía muy fuerte, no quería pensar en lo peor pero era imposible,
no quería siquiera acariciar la idea de haber perdido a su familia. Nuevamente
miró hacia los tres niños que estaban dormidos juntos, no tendría el corazón
para decirle a sus hermanos que sus padres ya no regresarían.

Sacudió la cabeza y vació su mente de esos pensamientos tan pesimistas.


“Seguramente papá está enojado y maldiciendo a las personas mientras mamá
intenta calmarlo” se repetía mentalmente una y otra vez solo para mantenerse
calmado, no quería alarmarse así como así.

La mañana siguiente había sido bastante alegre o al menos así le pareció a Itachi
que se despertó después de haberse quedado dormido por los gritos de Sasuke
que estaba peleando de nuevo con Kiba por Okami.

Era gracioso ver a Sasuke tan animado, estando en la mansión siempre, él


nunca había jugado con nadie más que no fuesen sus hermanos. Itachi conocía
perfectamente a su hermano menor y sabía que no admitiría que a él también le
agradaba la presencia de Kiba y mucho menos teniendo a Okami de por medio.

 Dejen de pelear-decía Okami con una voz muy débil-por favor…-sollozó

Ambos niños se detuvieron al instante como si hubiesen cometido el peor


pecado jamás hecho en la historia de la humanidad. Itachi no podía aguantar la
risa al ver como ese par intentaba con todas sus ganas de hacer que la pequeña
dejara de llorar y por un momento se olvidó de las circunstancias en las que se
encontraba.

Se imaginó estando en la mansión, Kiba era algo que no estaba en sus planes
pero definitivamente podía acomodarse a la perfección. Podría hacer algo para
frenar los genocidios, matanzas y masacres incitados por la ignorancia, estaba
seguro de eso, quería hacerlo. El consejo no podía quedarse de brazos cruzados
y haría todo lo posible por llevarlo a cabo.

 Es hora de ir niños-les dijo Itachi

Los tres asintieron y enseguida se pusieron en camino, Itachi iba adelante


despreocupado por sus hermanos y Kiba. A cada paso que daba su corazón
latía muy fuerte y temía por lo que estaba a punto de ver, la garganta se le
secaba y estaba a punto del colapso.

El regreso a la casa parecía estar siendo bastante más rápido de lo que se


imaginaba, al parecer la corrediza había sido más corta de lo que había
pensado, había sido un milagro que no los siguieran pues de haberlo hecho los
hubieran encontrado muy fácilmente.

Al salir por donde habían entrado el corazón se le paralizo.

Nunca había podido pensar que ese grupo de personas hubiese podido hacer
tanto daño. Todos los dominios de la familia habían sido destruidos por
completo y lo que no había sido calcinado por el fuego lo habían destruido y
tirado abajo.

Desde el cementerio hasta los establos, todo estaba hecho escombros, aunque la
casa seguía en pie, era más que obvio que la habían intentado dañar lo más que
pudieron. Necesitaba entrar en la casa para buscar alguna pista del lugar en el
que pudieran estar sus padres así que no perdió ni un segundo y se encaminó a
la casa siendo seguido por los niños.

La enorme puerta de madera sólida de la entrada había sido tumbada y


quemada, al entrar las cosas no mejoraron, todo estaba destruido y muchas
cosas estaban en el suelo, como si no hubiese sido suficiente haber prendido
todo, además los habían saqueado. Miro a su alrededor y vio en el piso un
pañuelo de su mamá que milagrosamente no había sufrido ningún daño, eso
era lo único que necesitaba así que se giró para ver a los niños.

Sasuke sostenía la mano de su hermana menor que miraba nerviosa a todas


partes pero Kiba seguía en la entrada de la casa así que se acercó a él, después
de todo lo necesitaba.
 ¿Qué sucede?-le preguntó tratando de no sonar preocupado

El cachorro de licántropo miró hacia arriba y le hizo las señas a Itachi de que se
agachara y así lo hizo solo para que el castaño se acercara con los ojos bien
abiertos, perturbado.

 Este lugar apesta a muerte-susurró de una manera demasiado tétrica

Claro que eso le heló la sangre a Itachi pero aun así no se podía dar el gusto de
pensar que los que habían muerto eran sus padres, seguramente los criados
lamentablemente no hubiesen podido sobrevivir. Sin hacer caso omiso de lo
que el niño le acababa de decir, le extendió el pañuelo y Kiba lo miró curioso.

 ¿Podrías hacerme un favor?-le dijo muy calmo-este es el pañuelo de mi


mamá ¿podrías seguir el rastro hasta ella?

Kiba le dedicó una mirada como si le dijera “¿No me escuchaste?” pero al ver
que Itachi seguía ignorando sus advertencias tomó el pañuelo y lo olfateo,
luego lo bajo para que Akamaru también pudiese olerlo y enseguida
percibieron el aroma y sin decir nada caminaron adelante, Itachi lo seguía de
cerca mientras que sus hermanos trataban de no quedarse atrás.

Itachi se dio cuenta de que el pequeño lobo estaba yendo directo a la habitación
de sus padres y justo se detuvo en la puerta de esta. Kiba no entro, este gesto no
le hizo nada de gracia a Itachi que siguió adelante.

Todo estaba calcinado pero los ojos del azabache se fueron directo a aquel
montón de cenizas en el suelo, no era ceniza normal como si fuese de algún
mueble sino que sobre esta estaban los anillos de su mamá y su papá, no había
duda, eran las cenizas de sus padres.

 ¿En dónde está mami y papi?-preguntaba Okami que iba de la mano de


Sasuke

Después de haber encontrado las cenizas, Itachi había recogido los anillos que
estaban ahí, seguramente las personas del pueblo habían tenido miedo de
llevarse las joyas que estaban sobre las cenizas de un vampiro y hasta cierto
punto lo agradecía. Habían salido de ahí lo más antes posible y se habían
puesto en marcha de nueva cuenta, no tenía un plan en concreto pero si tenía
algo en mente, debía acabar de una vez por todas con todas esas atrocidades.

Ante la pregunta de su hermana menor, Sasuke se quedó helado, había estado


intentando no llorar frente a ella, solo para darle valor pero cada vez se hacía
más difícil.

 Escucha cariño-le dijo Itachi poniéndose a su nivel- quiero que sepas algo y
que te quede bien claro ¿entendido?

Ella asintió.

 Mamá y papá ya no van a regresar nunca-lo dijo lo más rápido que pudo-
pero ellos te amaban con todo su corazón…-pausó-te prometo mi amor, sobre la
memoria de nuestros padres que voy a terminar con todo esto, te lo prometo
octavo acto:“ amarte fuerte”
La vida en el circo era tal y como lo había imaginado, Naruto se estaba
acostumbrando muy rápido a su nueva vida, las amistades no faltaban y cada
vez las personas dejaban de querer comérselo y comenzaban a querer pasar
tiempo con él.

En algún punto se convirtió en el ayudante exclusivo de los hermanos Uchiha,


era siempre el que mantenía en perfectas condiciones la utilería de los actos de
magia, sin mencionar que siempre procuraba que los trajes de estos estuvieran
siempre limpios y preparados para actuar.

Se levantaba muy temprano en la mañana para tener listo siempre todo, en


especial los días en los que se presentaban. Esa mañana estaba de camino a la
carpa de costura, en donde las encargadas esa mañana eran un par que a
Naruto le encantaba.

 Buenos días chicas-saludó muy animado

Enseguida un par de ojos perla y uno de ojos verdes lo recibieron, se trataba de


la prima menor de Neji, Hinata Hyuga cuya función en el circo no se alejaba de
la cocina y el taller de costura. Por otra parte estaba Temari, la artista de los
diabolos que al igual que sus hermanos poseía una extraña y monumental
fuerza que no era normal en una persona común, Naruto había podido hacer
una buena amistad con ella y su hermano Kankuro que era el traga espadas;
pero Gaara, el menor seguía siendo un total enigma.

 Vengo por…
 La ropa de tu novio-terminó Temari en un tono divertido

El rubio se sonrojo pero no quitó esa sonrisa de su rostro, no era ningún secreto
que Naruto y Sasuke estuvieran juntos. Al principio, se sentía cohibido y no
estaba del todo cómodo dando espectáculos de cariño en todas partes pero
pronto se dio cuenta de que no importaba, no eran los únicos que estaban
juntos, además, Sasuke siempre se aseguraba de que les quedara claro a todos
que Naruto era solo de él.

 Exacto

 Na…Naruto-tartamudeó Hinata trayéndole la ropa del mago- el… el vestido


nuevo de… de Okami aún no… no está… lis… listo

 Creo que a ella no le importará, los trajes que haces para ella siempre son
muy hermosos y creo que se deben tomar su tiempo

La ojiperla no supo que decir así que solo se sonrojo y bajo la mirada, Naruto no
podía dejar de encontrarla muy adorable así que solo sonrió de medio lado y se
despidió de ambas para salir de la carpa, ahora debía ir donde los hermanos
para dejar las cosas y de paso darle los buenos días a su novio, de camino a su
destino saludó a un par de personas, se sentía muy a gusto y cada vez estaba
más aclimatado.

 Tengo tu ropa-dijo entrando a la carpa

No pudo dar un paso más, fue recibido por el enorme par de manos que lo
abrazaron por la cintura y los labios que enseguida reclamaron los suyos, era
una especie de rutina entre ambos recibirse de esa forma. Naruto enseguida
correspondió el gesto sin mover los brazos, seguía sosteniendo la ropa recién
planchada que a Hinata le había tomado más tiempo para arreglar que
cualquier otra ropa.

 Buenos días-susurró sobre los labios del azabache

 Buenos días-le contestó de igual manera

 Y buenos días a ambos-dijo Okami en voz muy alta- también existo, solo
digo

Ambos rieron, Sasuke volvió a besar a Naruto rápido en los labios y le quito la
ropa de las manos para dejarla sobre su cama.

 Debo ir a ver a Itachi-se disculpó el azabache-¿puedes esperarme aquí con


Okami?
 Claro

 Estaré de regreso antes de la hora del desayuno

Dicho esto, el azabache salió encaminado a su destino mientras Naruto fue a


sentarse a los pies de la cama de Okami. De cierta manera Naruto estaba
esperando que su pareja saliera de la carpa, necesitaba hablar con su hermana
menor.

Había un tema que inquietaba mucho a Naruto pero era un punto que no podía
tocar con Sasuke, el pelinegro seguía rehusándose a hablar del asunto y él no
estaba dispuesto a posponerlo más tiempo. Seguía sintiendo esos ardientes
deseos por Sasuke que no se apagaban con absolutamente nada y su pareja
seguía con aquel celibato que lo estaba matando poco a poco.

 Okami yo…
 Necesitas que te diga cómo convencer a mi hermano de tener sexo contigo-se
adelantó

 A veces me pregunto por qué me molesto en decirte las cosas-dijo divertido


 ¿Qué te puedo decir?-contestó de la misma manera sentándose en posición
del loto junto a Naruto

 El sigue diciendo eso sobre morderme… si él y yo tenemos sexo entonces…


 Él no va a poder controlarse, eso tenlo por seguro
 Pero tú y Kiba…
 Eso es distinto. Cuando tenemos intimidad tampoco puedo controlarme, la
diferencia es que cuando estoy a punto de morderlo, Kiba sostiene mi cuello

Okami puso sus manos alrededor de su cuello mostrándole a Naruto la manera


en que Kiba lo hacía, parecía una posición incómoda.

 Así los dos llegamos al orgasmo y no lo muerdo


 Ese es el problema Okami… yo… yo quiero que él
 Para-le interrumpió abruptamente- no sabes lo que estás diciendo, la
mordida de un vampiro no se debe tomar a la ligera

Naruto estaba más que enfermo de siempre estar escuchando lo mismo,


pensaba que todos estaban exagerando. A su parecer, la mordida de Sasuke
representaba la mayor culminación de placer y éxtasis pero parecía que las
personas a su alrededor (incluyendo a Sasuke) estaban todas en contra de eso.

 No te lo tomes a mal Naruto- siguió Okami- pero incluso es contra las reglas
 ¿qué reglas?

 Las de Itachi. No podemos simplemente ir por la vida mordisqueando


personas así como así y además si Sasuke te muerde más de una vez entonces
nada bueno puede pasar

Claramente el asunto no había llegado más allá de lo que Naruto había


esperado pero ya no se podía hacer nada. No iba a rendirse y eso lo tenía bien
en claro pero al parecer debía hacer las cosas por su propia cuenta.

 No hagas tonterías-le replicó Okami-escucha, si tanto te importa puedo hacer


algo.

 ¿¡De verdad!?
 Esta noche, dile a Sasuke que te acompañe a tu carpa

No hubo más tiempo de seguir hablando, Sasuke estaba de regreso y los dos
chicos se pusieron de pie para ir a desayunar, claro que enseguida Sasuke le
tomó de la mano al rubio para ir al comedor en donde ya todos estaban
acostumbrados a verlos así.

Claro que había alguien que seguía sin querer creerlo del todo, Shikamaru
siempre los miraba como si ellos dos juntos fueran una especie de chiste y para
él así lo era, no le dejaría el camino completamente libre a Sasuke Uchiha, su
rival de toda la vida.

 Deja de verlos así-le susurró Temari sentándose a su lado- eres muy obvio.
 ¿Por qué no vas a ver si tu novia ya terminó de mudar la piel?-le respondió
hostil sin mirarla

 No te burles, es normal que Tenten mude la piel de esa forma


 Que desagradable
 ¿Por qué estás tan interesado en Naruto?
 Fácil, Sasuke lo quiere-sonrió de medio lado- entonces yo no quiero que te
tenga

Siempre había sido así desde que Shikamaru llegó al circo, Sasuke nunca fue lo
que se diría muy cercano y no podía decir la razón. No era malo, simplemente
le gustaba fastidiar al azabache puesto que aunque no le gustara la situación
siempre estaría en deuda con los Uchiha por haberle salvado el pellejo.

 ¿Cómo esta Gaara?-preguntó más calmado


 Ya sabes-bufó- se niega a dejarme ganar en damas chinas
 Es normal
 Lo sé, sé que él simplemente no puede perder en esa clase de cosas

Los hermanos Sabaku habían llegado al circo después de Shikamaru, los tres
habían sido genéticamente modificados, eran sujetos de prueba para un
experimento secreto desarrollado para intentar explotar la capacidad del
cerebro humano. Temari y Kankuro habían logrado desarrollar una buena parte
quedándose con una fuerza y agilidad increíble pero Gaara, siendo el más joven
había sido el más afectado. Los científicos casi lo mataron al intentar ir más allá,
Itachi llegó en el momento perfecto para sacarlos.

 ¿Qué hay de Neji?

Y entonces la rubia toco fibras sensibles, Shikamaru desapareció esa sonrisa


tonta de su rostro para ver a Temari con más cuidado, ella ni se inmutó por la
manera en que su compañero la estaba viendo.

 Es complicado y lo sabes
 Deberías de dejar ese orgullo tonto y hablar con él

El castaño no dijo nada, solo volvió a fijar su mirada en Naruto. Aquel nuevo
muchacho que solo estaba siendo un capricho suyo, claro que el rubio era muy
atractivo pero no podía ir más allá de una simple fantasía de poder divertirse.
No podía negar que su corazón seguía con la única persona que jamás quiso.

 ¿De qué serviría? De todas maneras él sigue teniendo esa actitud tan
arrogante.

 Compréndelo, es la manera en que lo criaron

Parecía que el tema ya no podía seguir siendo tocado, Shikamaru simplemente


frunció el ceño para ignorar por completo a Temari que se había rendido y
dejado de insistir. Para desgracia de Shikamaru, lo primero que vieron sus ojos
eran los preciosos orbes perla que lo volvían loco, claro que Neji enseguida le
huyó la mirada. Shikamaru solo rodo los ojos, ya debería estar acostumbrado a
eso.

Del lado del Hyuga, este estaba tratando de tomar el desayuno sentado junto a
Hinata, su única familia después de que todo su pueblo se perdiera en la
desesperación y la ruina.

 Neji…-le llamó ella cuidadosamente

 No quiero que lo menciones Hinata


 Pero… pero no puedo evitar verlo, tal vez si tú…
 Ni una palabra más

Hinata ya no fue capaz de decir una palabra, su primo se negaba rotundamente


a hablar sobre Shikamaru y no era para menos, el enamorarse de un muchacho
no estaba para nada en sus planes, él siempre estuvo consciente de que solo
debía desposar a una mujer pero su corazón lo había traicionado y si
continuaba con aquel amorío entonces sus ancestros lo castigarían.

 Ha pasado mucho tiempo-dijo Hinata en un último intento-hemos aprendido


muchas cosas Neji… no… no tiene nada de malo en que lo… lo quieras
Pero Neji no estaba de humor para seguir la conversación así que solo se
levantó de la mesa dejando a su prima sola y se encaminó a hacer sus tareas de
ese día, solo quería mantener su cabeza alejada de los problemas.

El día había transcurrido como agua entre las manos, Naruto iba de aquí a allá
haciendo los deberes del día, le gustaba tener esa calma que había entre
espectáculo y espectáculo, no se presentarían hasta dentro de unos dos o tres
días así que podía disfrutar de todo eso.

El atardecer no se hizo esperar, estaba barriendo la jaula de Akamaru y hablaba


animadamente con Kankuro que ese día compartía aquella tarea con su amigo.

 Es increíble-decía Naruto con la escoba en las manos- ¿entonces ningún


órgano se daña?

 No, las espadas no pueden dañar mis tejidos siempre y cuando me concentre
lo suficiente.

 Entonces ¿nada puede dañarte?


 Eso depende de qué tan concentrado esté

 Es casi como Deadpool

 Lo sé ¿no es genial?

Era divertido poder charlar con alguien que compartía sus mismos gustos en
historietas y ficción, jamás había podido conocer a alguien como Kankuro que a
pesar de las condiciones en las que estaba era todo un aficionado a la cultura
pop lo que hacía que Naruto pudiera hablar muy fácil con él.

 Me impresionas, sabes mucho


 Itachi a veces deja que salgamos, ya sabes, a veces al cine o al teatro, en
donde nadie pueda vernos detenidamente
 Siendo sincero, cuando llegué pensé que este lugar sería como vivir en una
capsula del tiempo

 Es todo lo contrario mi amigo, debemos estar siempre actualizados para


poder pasar desapercibidos y eso incluye a las historietas

Pero lamentablemente la plática estaba durando más que el trabajo y pronto se


quedaron sin mucho que hacer, Kankuro debía regresar con sus hermanos así
que se despidió de Naruto que también debía irse. Había hecho una especie de
trato con Okami, Sasuke debía estar entonces ayudando a reparar un par de
desperfectos con la estructura de la carpa que usaban a menudo, su tarea era ir
a buscarlo y pedirle que lo acompañara a su carpa.

Y entonces el rubio no perdió tiempo, para entonces la mayoría de las personas


estaban terminando su trabajo y regresaban a sus carpas para relajarse un poco
antes de la cena, claro que Naruto no la tenía contemplada en sus planes, o al
menos no cenaría comida.

 ¿Aún no terminas?-decía el rubio llegando donde Sasuke

El azabache estaba terminando su trabajo, solo debía guardar las herramientas


en la carpa donde estaba la utilería y estaría libre.

 Espera aquí-le dijo sonriente-iré a dejar esto en su sitio

Naruto asintió y esperó a Sasuke lo que le dio tiempo para preguntarse cuál
sería el plan de la menor de los hermanos aunque le importaba poco cualquier
cosa tonta que se le ocurriera a Okami.

 Estoy listo-dijo Sasuke de regreso-te extrañé hoy

Y ahí estaba ese lado tan lindo y adorable que Naruto le encantaba de su novio,
los labios de Sasuke siempre eran el mejor sabor de todos. Las manos del
azabache acariciándole las mejillas era lo mejor que podía sentir siempre, los
besos y las caricias de Sasuke eran como estar en el cielo para Naruto.

 Aún queda tiempo para la cena, ¿quieres…?


 Comí mucho en el almuerzo, no tengo nada de hambre
Naruto estaba tratando de hacer que Sasuke no tuviera más opción que ir a la
carpa y de alguna manera estaba funcionando.

 Vamos a mi carpa
 No, mejor a la mía-replicó Naruto

El azabache no tuvo ninguna objeción, ir a la carpa de Naruto no estaba nada


mal, de todas formas solo planeaba pasar un rato agradable en compañía de ese
rubiecito de ojos azules que lo volvía completamente loco.

 Está bien

Una vez más, Sasuke buscó la mano de Naruto que sin pensarlo dos veces
entrelazo sus dedos con los del vampiro para ir caminado. Pareciera que el frío
de la noche aparecía solo para ellos y que el silencio era un plus en aquella
situación tan romántica. Se acercaron a paso lento a la carpa y en cuanto se
dispusieron a entrar algo pasó.

 Kiba…-se escuchó desde dentro de la carpa

Era más que obvio lo que estaba pasando dentro, Naruto enseguida cayó en
cuenta del plan de la azabache. No supo cómo reaccionar, de hecho se había
quedado con la mano estirada para entrar pero no podía dejar de escuchar a la
menor decir el nombre de su amigo entre suspiros.

 Normalmente entraría y sacaría a Okami de la oreja-decía Sasuke entre


dientes con una sonrisa macabra- pero creo que esta vez puedo dejar que se
diviertan un poco

Naruto tardó un poco más en asimilar lo que estaba pasando, incluso reparo en
el hecho de que Akamaru estaba echado en su jaula en vez de estar tomando el
lugar de la almohada de Kiba, lo que era muy raro.

 Vamos-le susurró Sasuke

Era como si de repente Sasuke se convirtiera en un romántico de los antiguos,


era increíble esa habilidad que tenía de coquetear solo con la mirada, de
seducirlo con tan solo morderse el labio inferior, aunque de alguna forma
Naruto sabía que probablemente no pasarían de solo besos calientes y caricias.

Tan solo llegando a la carpa no fueron a otro sitio más que a la cama de Sasuke
en donde el azabache estaba acostado mientras Naruto lo besaba recargado
sobre su pecho, sus labios querían probar más así que pronto siguió a su cuello
solo para que Sasuke se acomodara y darle una mejor entrada a Naruto pero
cuando el rubio comenzó a desabotonar su camisa puso sus manos sobre las de
él.

 Detente ahí
 Pero quiero más…-susurró sin mirarlo
 Creo que ya hemos hablado de esto Naruto

Naruto no quería desaprovechar la oportunidad, de ninguna manera dejaría


pasar ese perfecto chance que le había dado la hermana de su chico. Sin perder
más tiempo, se sentó sobre las caderas de Sasuke a horcajadas y siguió
desabrochando su camisa hasta terminar por completo y abrirla.

 Te dije que te detuvieras


 No me importa si lo haces
 ¿Qué cosa?-preguntó aun estando seguro de la respuesta
 Lo que le hiciste a esa chica cuando bebiste de ella- comenzó a respirar
entrecortado- quiero que lo hagas conmigo

 Pero no debo morderte


 Entonces no lo hagas
 ¿y si no puedo detenerme?

Naruto no le respondió, se inclinó y reclamó los labios del azabache como


propios mientras intentaba sacarle la camisa y pronto el azabache termino
cediendo y le ayudo a terminarse de quitar la prenda. Enseguida Naruto
comenzó a recorrer la piel denuda del vampiro que solo lo miraba con ojos
turbios un tanto preocupado.
Aunque claro estaba que Naruto disfrutaba cada beso, trataba de disfrutar lo
más que pudiera del perfecto abdomen de Sasuke, incluso se detuvo un rato en
su ombligo y al llegar al nacimiento del vello púbico Sasuke se estremeció pero
su pareja no paró ni por eso. Las manos de Naruto simplemente desabrocharon
el pantalón del azabache hábilmente para bajarlo junto con la ropa interior y
dejar al descubierto su erección.

 Pero mira nada más Sasuke-dijo coqueto-creo que debo encargarme de esto
 Adelante-dijo con la garganta

No era como si necesitara que se lo dijeran, enseguida Naruto hizo lo que debía
y comenzó a acariciar el miembro de su compañero presionando un poco con
sus dedo pulgar para seguir con pequeñas y tímidas lamidas que pronto se
prolongaron desde los testículos hasta la punta en donde ponía especial
atención. Claro que estas caricias pronto se hicieron insuficientes, por lo que
Naruto fue un poco más allá y engulló completo el pene de Sasuke, sin dejarle
de prestar atención a sus testículos que acariciaba suavemente con una mano,
mientras con la otra sostenía la virilidad mientras seguía haciéndole el oral.

En un momento dado Sasuke sintió que ya no aguantaría mucho, Naruto era


demasiado bueno en lo que hacía, sus caderas temblaban y quería más.

 Na…Naruto…

Claro que el rubio sintió que su pareja estaba a punto de venirse, quería hacer
que Sasuke se sintiera más excitado y sabía exactamente qué hacer. Se levantó y
masturbó muy rápido el miembro de Sasuke mientras apuntaba con este a su
boca abierta y con la lengua de fuera, justo como en esos videos pornográficos
que los niños en su antigua casa veían a escondidas.

Ahora era Sasuke el que estaba avergonzado, su cara se tornó de un rojo muy
sobresaliente y solo estaba pensando en que Naruto estaba haciendo trampa.
No pudo luchar un segundo más contra su propio cuerpo y terminó viniéndose
lanzando el semen directo a la cara de su amante manchándolo por completo y
dándole un aspecto sucio pero a la vez muy candente.
 Eres un tramposo-decía Sasuke con la respiración agitada

Naruto se limpió el semen de la cara con el antebrazo para enseguida


desnudarse lo más rápido que pudo solo que esta vez Sasuke no lo dejaría
arriba una vez más.

Sasuke era increíblemente delicado, más de lo que Naruto pudo haber pensado
que sería. Sasuke acariciaba su piel como si fuera porcelana fina, besaba sus
labios suavemente como si él mismo se estuviera conteniendo, Naruto podía
sentir la dificultad en su toque, como si tuviera miedo de que se fuera a
romper.

 Hazlo más fuerte…

Ni él mismo podía controlarse por mucho tiempo, Sasuke necesitaba a Naruto


de una manera diferente y el hecho de que el rubio le diera luz verde solo le
hacía más difíciles las cosas. Pero no podía seguir luchando contra su propia
naturaleza así que simplemente convirtió sus besos suaves en violentas
succiones que iban dejando moretones a su paso, además de que había colado
su mano para empezar a masturbar a Naruto que estaba más que extasiado con
el repentino cambio.

Repentinamente regresó a los labios de Naruto, necesitaba ese sabor tan único y
maravilloso que solo el rubio podía darle, era algo tan difícil de explicar pero al
mismo tiempo eso estaba de más.

De alguna manera no estaba seguro pero necesitaba más de él, deseaba a


Naruto con todas sus fuerzas pero no quería hacerle daño. Lo quería. No
necesitaba de mucha explicación, solo que simplemente había llegado al punto
de no retorno y no se arrepentía de nada.

 Ponte en cuatro-ordenó Sasuke

Ahora las cosas iban hacía donde él quería, Naruto estaba feliz de poder tener
por fin esa intimidad que tanto había querido así que sin chistar se puso en
posición. Cuando estuvo listo alzo su trasero solo para poder tentar más a
Sasuke que lo miraba con una media sonrisa y una enorme erección entre sus
piernas.

Entonces Naruto sintió una cálida humedad en su entrada, Sasuke lo estaba


preparando mientras lamía y penetraba lo más que podía con su lengua,
Naruto gimoteaba despacio moviendo sus caderas esperando recibir más y no
tuvo que esperar mucho. Sin ningún aviso Sasuke entro en Naruto de una sola
estocada moviéndose rápidamente desde el principio.

Era sencillo controlarse hasta ahí pero pronto sentiría la necesidad de más,
Sasuke quería hacerlo aunque no debía, la sangre de Naruto era el fruto
prohibido que no debía probar pero ahí estaba, haciendo algo que jamás pensó
hacer nunca, estaba haciendo el amor por primera vez en su vida. Se inclinó
sobre la espalda de Naruto y con una mano se sostuvo para usar la otra para
masturbar a su compañero.

 Ah…Sasuke-gimoteaba Naruto con un gruñido desde la garganta


 Te sientes tan bien-susurró para el rubio-estás muy estrecho
 Sasuke…
 Aguanta un poco más, no he terminado contigo

Sasuke se levantó y de un tirón salió del cuerpo de Naruto para poder voltearlo,
separó sus piernas y rápidamente volvió a entrar. Se movía muy rápido y cada
vez quería más pero por consiguiente su parte más salvaje estaba a punto de
apoderarse de él. No estaba seguro de Naruto, pero a él le encantaba llegar al
orgasmo aunque eso implicara una especie de baño de sangre.

El azabache se volvió a inclinar sobre el cuerpo de Naruto que pasó sus manos
por su cuello para acercarlo y hacer que las estocadas fuesen más profundas. Su
cuerpo estaba en el éxtasis, sentía que cada penetración era gloriosa, jamás
había tenido un sexo tan bueno como ese, definitivamente Sasuke era perfecto
hasta en ese aspecto.

En cambio, Sasuke comenzaba a sentir que estaba llegando a ese momento,


tenía la cara entre el cuello y el hombro de Naruto, podía escuchar
perfectamente la sangre corriendo por sus venas, le necesitaba tanto, no podía
negarse a poseerlo por completo. Abrió la boca y los colmillos blancos y
brillantes volvieron a hacer su aparición, los rozó por la blanca piel de su
acompañante y enseguida intentó luchar contra él mismo. Sus caderas no
dejaban de moverse, la sensación del orgasmo estaba comenzando a
hormiguearle el vientre.

Entonces sintió como Naruto lo abrazaba más fuerte, enroscó sus piernas a su
espalda y con una mano sostuvo su cabeza.

 Hazlo, está bien si lo haces-jadeo Naruto- yo lo deseo… te deseo

Y entonces sucedió.

Naruto sintió un dolor increíble en su cuello, como si la piel le quemara y se le


corroyera despacio pero lejos de sentir dolor, Naruto sintió que ese calor
ardiente, no paraba de palpitarle por todo el cuerpo. Era perfectamente
consciente del dolor en su cuerpo pero no pudo sentir más que una oleada de
placer interminable, sintió como por fin terminaba dejándose ir en el estómago
de Sasuke que no se quedó atrás y se dejó ir dentro del cuerpo de Naruto. En
resumen, había sido el mejor y más grande orgasmo que jamás sintió en su
vida.

El rubio pudo sentir claramente el momento en el que Sasuke retiraba sus


colmillos de su piel y enseguida sintió como este lamió su herida, seguramente
para cerrarla sin dejar marca.

Sasuke estaba muy satisfecho, había sido la primera vez en su vida que todas
esas sensaciones juntas se aglomeraban en su interior. Salió del cuerpo de
Naruto y se tumbó a su lado, enseguida busco ver a su pareja a la cara así que
rápidamente tomó el mentón del rubio y lo obligo a verlo a la cara. Naruto tenía
una pequeña sonrisa en sus labios y los ojos llorosos.

 Lo lamento, fui muy rudo


 Para nada-decía tratando de regular su respiración
Enseguida Naruto buscó acurrucarse con Sasuke que seguía manchado con su
sangre pero de algún modo eso le era aún más excitante.

 Quiero que se repita-dijo Naruto


 Pero…
 Nadie se debe de enterar de que me muerdes, podemos decir que puedo
sostener tu cuello antes del orgasmo

 Estuviste hablando con Okami ¿verdad?

Una risilla traviesa salió de los labios de Naruto para después usar estos
mismos para besar suavemente el pecho de Sasuke y acurrucarse ahí mismo.
noveno acto:“ es un secreto”
La mañana siguiente Naruto se levantó radiante como un sol, se sentó en la
cama y miró hacia su lado solo para encontrarse al vampiro durmiendo con
rastros de sangre seca en la boca además de que las sábanas también estaban
empapadas de un rojo escarlata imposible de ignorar, se dijo a si mismo que
debía lavar eso antes de que alguien lo viese.

Casi como acto reflejo se llevó la mano a al cuello en donde Sasuke le había
mordido la noche anterior, un escalofrío le recorrió el cuerpo entero de tan solo
recordar la sensación de los dientes del azabache introducirse dentro de él. Era
como si ese momento en específico fuera realmente lúcido y espectacular, tan
real y excitante.

Entonces sintió algo más, era una caricia en su espalda algo débil pero
constante, giró su cabeza solo para ver a Sasuke que estaba con los ojos
entrecerrados y con su dedo índice acariciaba la espalda del rubio.

 ¿Te desperté? Lo lamento


 No-dijo en un susurro
 ¿Cómo te sientes?
 Debería ser yo el que te preguntara eso

El azabache se incorporó lentamente, y miró a Naruto a los ojos con una sonrisa
soñolienta en sus labios, se inclinó y se besaron en los labios. Era un momento
muy especial e íntimo, entonces Naruto pudo saborear algo extraño, eran los
rastros de sangre seca que le habían quedado a Sasuke en las comisuras de la
boca.

 Sabes a sangre –dijo risueño

Para Sasuke era algo bastante difícil, enseguida se limpió la boca con el
antebrazo esperando que todo eso desapareciera. También sintió esa sensación
de revivir el momento, no podía negar que había sido el orgasmo más grande
de su bastante larga vida pero al mismo tiempo era algo muy complicado de
sentir.

 ¿Sasuke?

Entonces el azabache se dio cuenta de que no había dicho nada más así que
volvió a regalarle a Naruto otra de sus sonrisas enigmáticas y caballerescas solo
para besarlo una vez más como para dejar de hacerlo pensar por un momento,
pero al parecer necesitaría más que un beso para deshacerse de Naruto.

 ¿Qué tal estuve anoche?

Sasuke estuvo tentado a tirarse de risa, pero en vez de eso volvió a sonreír y
llevó su mano a donde debería estar la herida de Naruto como si quisiera
asegurarse de que no había nada ahí.

 Sasuke-dijo ya un poco desesperado-háblame


 Lo siento-musitó con la voz ronca

El azabache parecía aturdido y Naruto no lo dejó pasar, acarició el rostro


inmaculado del vampiro que lo miraba muy acongojado, como si realmente no
hubiese disfrutado de nada sobre la noche anterior.

 ¿Tan mal estuve?

Y esto hizo reaccionar a Sasuke y enseguida volvió a sonreír ampliamente para


querer volver a buscar los labios de Naruto que no le negó el contacto.

 Fue increíble-dijo por fin

Le tomó otro segundo más a Sasuke darse cuenta el desastre sangriento que
habían hecho entre ambos. La mordida que le había dado a Naruto había sido
algo completamente nuevo, la sangre del rubio tenía un sabor particular que
nunca antes había saboreado, era más que obvio que quería más pero no podía
permitírselo.

 Vamos a repetirlo ¿verdad?


No quería responder esa pregunta, sabía que si le decía que no, entonces
Naruto estaría enojado pero tampoco podía arriesgarse a morderlo de nueva
cuenta, no sabía las consecuencias que eso le traería. Pero había algo muy claro,
quería volver a sentirlo.

 No lo sé-dijo poniéndose de pie


 ¿no lo sabes?
 Me encantas pero… pero no puedo volver a hacerlo, no quiero herirte

 Ahí está de nuevo eso-bufó fastidiado- ¿Por qué no puedes entender que lo
que haces conmigo me encanta?

Sasuke no podía negar que también le encantaba, pero tampoco estaba bien
seguir haciéndolo y más aún si los demás se enteraran, Itachi se pondría como
un loco si lo llegase a saber.

 No vas a herirme-replicó una vez más


 ¿cómo estás tan seguro Naruto?
 Eso es sencillo-se acercó hasta besarle- me encanta que hagas esto

 ¡Apúrense todos!-gritó Itachi en medio del campamento

Todos los integrantes del circo estaban terminando de recoger las carpas para
volver a guardarlas en los vagones que habían estado estacionados y algo
olvidados. Era el fin del invierno y era hora de ir hacia un lugar nuevo. Los
muchachos estaban encargados de llevar las cosas pesadas, al menos, todos los
muchachos y Temari que podía cargar tanto o hasta más que uno de ellos.

Se supone que debían salir al anochecer, cuando las carreteras estuvieran


calmadas y no hubiera ningún peligro de algún accidente. Claro que las bromas
no se hacían esperar y todos molestaban a Naruto mientras podían.

 Intenta no esconderte esta vez-le dijo Kankuro que guardaba las espadas
 ¿Quieres un lugar con nosotros en el vagón?-se burló Sai-¿o prefieres
esconderte entre las lonas?

Entre tonterías y bromas pronto estuvieron listos, incluso Akamaru estaba ya


listo en su jaula para poder viajar aunque estaba tratando de escapar de los
deberes, pero incluso sin él las cosas estuvieron empacadas y listas para partir.

Justo al alba, todos estaban en los vagones, incluso en ese momento el ruido y la
algarabía ya estaba más que presente, Naruto iba con Kiba y Sai en el segundo
vagón junto con los hermanos Sabaku que hacían tanto ruido como los demás,
todos, menos Gaara.

El pelirrojo era inquebrantable como siempre, estaba sentado con los brazos
cruzados con una ligera sonrisa en los labios, claramente estaba contento como
todos los demás, solo que parecía estar más interesado en el camino. Gaara le
parecía una persona muy interesante y sin dudarlo Naruto sentía mucha
curiosidad.

 Ya deberíamos estar yendo-comentó Kankuro al darse cuenta de que aún no


se movían

 Aún es temprano-carraspeó Gaara y enseguida Naruto le puso especial


atención-Itachi quiere estar seguro.

 ¿Qué quieres decir?-dijo Naruto en un intento de hacerlo hablar

Gaara apartó la vista de la ventana y miró a Naruto. Los ojos de ese muchacho
eran indescriptibles, simplemente era una mirada que jamás experimento. Era
como si le aturdiera pero al mismo tiempo le gustaba.

 Solo… solo decía…-se retracto


 No, está bien- contestó Gaara- son exactamente las seis de la tarde, el sol se
pondrá en unos quince minutos, Itachi solo quiere estar seguro-repitió

A pesar de lo que se podía ver, Gaara era alguien bastante amable y sobre todo
interesante. Naruto tenía mucha curiosidad sobre él y sus hermanos aunque no
le parecía prudente sacar el tema así nada más.
Pronto no tuvieron que esperar un segundo más, los motores del vagón
principal se encendieron y enseguida unos gritos estruendosos y aplausos, ya
estaban en camino. Sería una jornada larga, el campamento de primavera estaba
aproximadamente a dos o tres días de distancia; el itinerario era bastante
sencillo, viajarían por las noches y descansarían en el día, cruzarían un par de
pueblos así que probablemente darían un par de funciones.

El silencio en el vagón no se hizo esperar, al parecer la emoción solo duraba un


par de horas y después el viaje se volvía algo tedioso, Kiba y Sai pronto se
durmieron al igual que los Sabaku mayores que estaban exhaustos por el
trabajo lo que dejó a Naruto y a Gaara despiertos. El rubio estaba en el asiento
delantero junto a sus amigos que dormían a su lado y el pelirrojo estaba atrás
con sus hermanos que también dormían.

 Pregunta ahora que están dormidos-dijo Gaara


 ¿qué… qué…?
 Tienes curiosidad, la tienes desde siempre pero no has querido preguntar por
cortesía y eso me agrada-hizo una pausa- pero mis hermanos están dormidos al
igual que Kiba y Sai, te aseguro que ellos no van a escuchar nada de lo que
hablemos

Naruto sintió como el rubor se apoderaba de sus mejillas, se sentía algo


avergonzado por haber puesto a Gaara en esa situación aunque no se escuchaba
molesto ni tampoco fastidiado así que eso le dio un poco más de confianza para
poder hablar libremente.

 No sé cómo hacer esa pregunta sin que suene mal


 Quieres saber qué somos ¿no es así?

Era muy incómodo pero no podía negar que estaba muriendo por saber lo que
tanto se había preguntado hasta entonces.

 Si…-susurró

 Yo y mis hermanos somos seres genéticamente creados, fuimos una especie


de experimento que salió mal-sonrió de medio lado- más bien yo salía mal…
Gaara le contó a Naruto brevemente sobre sus orígenes. Durante la segunda
guerra mundial algunos científicos habían empezado una nueva investigación
en secreto para poder crear una especie de raza humana capaz de poder
desarrollar al cien por ciento sus capacidades cerebrales obteniendo tres niños
creados a base de ADN humano combinado con genes creados en un
laboratorio. Todo iba bien, las investigaciones que se hacían en secreto pronto
dieron frutos y por un momento creyeron haber obtenido tres humanos creados
perfectos para la batalla.

Pero un imprevisto sucedió, el chico más joven logró desarrollar más de lo


debido siendo una amenaza, así que por órdenes del gobierno debían destruir
todo lo relacionado con el experimento incluyendo a los niños.

 Itachi nos encontró antes de que nos mataran

Naruto no supo bien que decir, siempre se quedaba de esa manera después de
escuchar las historias de sus nuevos amigos.

 Itachi es increíble-atinó a decir Naruto


 Y que lo digas

Al amanecer habían llegado a un pueblo pequeño y pintoresco, debieron de


buscar un lugar para poner la carpa, todos debían ayudar a ponerla y Naruto
estaba incluido en eso. Era sorprendente lo rápido que podían trabajar todos
juntos y antes del medio día estaban ya terminando de poner la carpa.

Naruto estaba detrás del escenario sosteniendo un espejo para Okami que
estaba terminando su maquillaje mientras hablaba con el rubio.

 Iremos al pueblo a hacer algo de propaganda


 ¿Cuánto nos quedaremos?
 Solo daremos una función, partiremos mañana en la noche
Y dicho esto, la muchacha terminó de arreglar el maquillaje y se fue con los
demás en uno de los vagones para hacer lo que debían. Naruto regresó al vagón
en el que venía con sus amigos, se quedaría ahí un rato antes del espectáculo,
no había dormido muy bien así que esperaba poder hacerlo aunque fuese un
rato. Se acomodó en el asiento de atrás, bajo esas cortinillas de tela que tenían
las ventanas y cerró los ojos un momento para poder dormir.

Pero entonces se abrió la puerta dejando entrar a alguien, Naruto estaba muy
seguro de que era Sai. Se removió en su asiento sin abrir los ojos, solo esperaba
que Sai lo ignorara lo suficiente como para poder descansar.

 Así que estabas aquí durmiendo

La voz de Sasuke hizo que se sobresaltara, se suponía que el azabache estaría


arreglándose para la función de esa misma noche pero al parecer había
encontrado un momento libre en su rutina.

 Sasuke…
 Estuve pensando en lo de anoche
 Oh…-se sonrojó
 Creo que nadie se dará cuenta si te muerdo un par de veces, quiero decir
¿Qué puede pasar?

La voz de Sasuke sonaba extraña, como si no estuviera del todo seguro de lo


que estaba diciendo pero al mismo tiempo Naruto se puso muy feliz de poder
escuchar esas palabras de los labios de su novio.

 Será nuestro secreto-susurró Naruto

Y eso fue suficiente para ambos, necesitaban justificarse y ahora ya podían


hacerlo, lo que significaba que tendrían luz verde para hacer lo que quisiera.

Sasuke fue hasta el asiento de Naruto y se recostó sobre su cuerpo, necesitaba


ya esa cercanía, la noche anterior había sentido cosas que nunca había sentido
jamás, quería repetirlo una y otra y otra vez, era como un dulce que le
encantaba.
El rubio se acomodó en el asiento, era una posición incómoda pero igualmente
podría disfrutar del cuerpo de Sasuke lo más que pudiera. Los labios del
azabache pronto reclamaron los suyos como propios terminando en un largo y
sensual beso. Sasuke se tomó el tiempo para recorrer el interior de la boca de
Naruto con su lengua, era un sabor dulzón y sensual, una combinación rara de
encontrar.

Las manos de Sasuke pronto revelaron sus verdaderas intenciones. Deseaba


tenerlo de nueva cuenta, quería poseerlo nuevamente como la noche anterior y
lo dejaba bastante en claro mientras con las yemas de sus dedos comenzaba a
acariciar el abdomen del rubio.

 Estás impaciente-susurró Naruto sobre los labios de Sasuke


 Bastante…

Volvió a callarlo con un beso más profundo, acomodó su cuerpo de nueva


cuenta para estar más cómodo. Alzo la camisa de Naruto un poco, no se la quitó
porque el lugar era muy pequeño y no quería moverse más de lo necesario pero
aun así estaba haciendo lo que estaba en sus manos para poder hacer las cosas
bien. Abandonó los labios de Naruto y lo miró a los ojos un momento, para este
entonces sus respiraciones ya eran bastante irregulares pero los dos ostentaban
una enorme y pícara sonrisa en sus labios.

Una última risita picarona salió de los labios del azabache para bajar al cuello
de Naruto en donde dio un suave beso para después subirle la camisa lo más
que podía hasta que Naruto logró moverse lo suficiente para quitársela por
sobre la cabeza solo para darle más terreno a Sasuke para jugar.

Los labios del azabache iban lentos, saboreando cada centímetro de la piel de
Naruto, podía sentir el abdomen de este mismo subir y bajar entrecortadamente
haciendo un esfuerzo por respirar con normalidad obteniendo solo jadeos
prematuros que avisaban que Naruto estaba cada vez más listo.

Claro que Sasuke ya había sentido el bulto sobre los pantalones de Naruto, pero
quería hacerlo esperar un poco más, incluso se reprimió el mismo dejando de
lado su propia erección. Suavemente besaba el abdomen de Naruto mientras
que con una mano comenzó a acariciar su pecho hasta capturar una tetilla entre
sus dedos y la apretó.

 Sasuke…-gimoteó Naruto

Pero el azabache no iba a hacerle mucho caso, siguió apretando suavemente


mientras paseaba su húmeda lengua por su abdomen, incluso dejó las tetillas de
Naruto para ocupar sus manos en algo un poco más importante. Las usó para
desabrochar los pantalones del rubio que ya empezaba a temblar un poco por la
excitación.

 No estés tan ansioso Naruto


 ¿Cómo… cómo me pides…me pides eso?-jadeo
 Es fácil

El azabache sonrió y bajó su cara hasta la entrepierna de Naruto para morder


suavemente el bulto sobre sus pantalones solo para provocarlo.

 ¡Sasuke!

Pero no fue suficiente, Sasuke estaba divertido de solo escuchar a Naruto y


planeaba escuchar más, quería siempre escucharle más. Pero ya no perdió más
tiempo y desabrochó los pantalones y los bajó lo más lento que pudo
reprimiendo sus propias ganas de arrancarle la ropa.

 Sasuke…
 ¿Qué sucede?-preguntó burlón

 Te estás tardando mucho

Una risa divertida salió de los labios de Sasuke que de alguna manera también
estaba de acuerdo con su pareja, quería hacerlo con Naruto lo más rápido que
pudiera. Estaba ansioso por tenerlo de nueva cuenta, quería probar de nuevo la
sangre de su amante.

Este era distinto en muchas maneras y su sangre no era la excepción, era un


sabor que no podía comparar con nada, algo que nunca antes había sentido y
solo servía para reafirmar más lo que le atraía de él. Muchas cosas habían
pasado hasta entonces y nunca, en todos sus años sobre la tierra se había
topado con una criatura capaz de hacerlo cometer tantas locuras como lo hacía
Naruto, ni en sus mejores pesadillas hubiese soñado mordisquear a un humano
y más aún tener sexo con un propósito que no era solo por beber.

Bajó los pantalones de Naruto de un solo tirón junto con su ropa interior
dejando al descubierto esa deliciosa erección por la que ya estaba loco. Sin
perder ni un solo segundo se la metió a la boca lamiendo lentamente; la noche
anterior Naruto lo había hecho sentir muy bien y creía que debía devolver el
favor así que se encargaría de que hacer que su pareja gozara lo más que
pudiera.

El hecho de estarle haciendo una felación no fue enteramente suficiente así que
sacó el miembro de Naruto de su boca y se llevó un par de dedos para
humedecerlos, después bajó más los pantalones el rubio y lo movió para
sacarlos por completo y separarle las piernas obteniendo así un panorama
perfecto. Llevó sus dedos húmedos a la entrada de Naruto que estaba
mordiéndose los labios para no gemir más de lo necesario.

 Ah… Sasuke
 ¿Te gusta que te toque así?-preguntó mirándole a la cara sin dejar de
introducir los dedos

 Oh Sasuke… si… me encanta…

Sasuke se levantó un poco y con la mano libre que tenía se desabrochó los
pantalones y los bajó además de haber empezado a mover los dedos en el
interior de Naruto metiéndolos y sacándolos mientras los separaba un poco y lo
hacía una y otra vez. Empezó a masturbarse sin dejar de mover los dedos
dentro de Naruto.

Miraba al rubio que también había empezado a masturbarse y a mover sus


caderas pidiendo más lo que era un poco incómodo en el espacio tan reducido
en el que estaban.

 Sasuke…-suspiró Naruto
Entonces Sasuke se puso sobre el cuerpo de Naruto, este lo vio sobre su cuerpo
y su corazón se aceleró aún más. Recordó la imagen de Okami con aquel
hombre, la manera en que el cabello se le pegaba a la cara por el sudor y
descubrió que su hermano mayor se veía el doble o hasta el triple de sensual
que ella. Sus labios entreabiertos dejaban escapar de vez en cuando gemidos
roncos y suspiros que a Naruto le volvían loco.

El azabache se acomodó entre las piernas de su amante y las alzó para poder
colocarse bien, acarició de nueva cuenta su entrada con sus dedos para después
frotar su virilidad ahí mismo anunciando la próxima penetración, el calor en el
cuerpo de Naruto estaba subiendo rápidamente haciendo que su rostro se
pusiera rojo en extremo.

 Sasuke…-imploró

Sasuke sonrió ampliamente, le encantaba escuchar a Naruto diciendo su


nombre, no podía controlar esa sed de él. Quería cada vez más y no podía estar
satisfecho con solo mirarlo aunque eso ya era bastante.

 Pídemelo- ordenó Sasuke

Un sombrío destello se pudo ver en los ojos del azabache, Sasuke estaba
jugando con Naruto y definitivamente este último estaba bastante excitado por
ese juego bastante tortuoso, quería ya a Sasuke con todas sus fuerzas pero al
mismo tiempo no le importaba jugar un poco.

 Métela-rogó mordiéndose el labio

Esto puso a Sasuke muy contento, le encantaba sentir que tenía el control
siempre pero más que eso, le encantaba sentir que tenía el control sobre Naruto.

Y claro que ya no le haría esperar ni un solo segundo más, uso su mano para
poder alinear bien su miembro con la entrada de Naruto y con un solo empujón
de caderas consiguió estar dentro de él aunque no pudo deleitarse con los
gemidos del ojiazul porque alguien podría escucharlos afuera aunque era más
que obvio lo que hacían ahí adentro.
Sin decir nada, las caderas de Sasuke empezaban a moverse despacio, el vagón
se movía ligeramente a cada envestida, sus cuerpos estaban en sincronía uno
con el otro fundiéndose cada vez más hasta poder tocar el cielo con las manos.

Claro que esto no era todo, los espasmos del orgasmo en sus vientres
anunciaban algo más. Naruto vio frente a su rostro a Sasuke mientras abría la
boca y dejaba ver ese juego completo de dientes acompañados de afilados
colmillos blancos que ostentaban hasta alcanzar el tamaño necesario.

Era una escena extraña, Naruto sabía que eso significaba que Sasuke estaba a
punto de venirse pero sobre todo quería volver a sentir aquella mordida sobre
su piel. Sasuke se inclinó sobre el cuerpo de su amante sin dejar de moverse,
Naruto se aferró enseguida a la espalda del azabache pero esta vez lo hizo con
las uñas.

Una vez más sintió ese ardor en su cuello, Sasuke estaba hincándole el diente
(literalmente) sin ningún cuidado lo que hizo que el rubio le enterrara las uñas
en la espalda del azabache. Las envestidas de Sasuke se sentían el doble de bien
combinadas con el ardor en el cuello provocado por los colmillos.

Naruto se retorcía bajo el cuerpo de Sasuke, apretaba muy fuerte los dedos de
los pies e intentaba mantenerse lo más consciente posible pero su pareja se lo
estaba haciendo muy difícil, no sabía en qué momento terminaría perdido en el
abismo eterno del placer perpetuo. Los ojos se le cerraban y se sentía perdido,
tantos sentimientos encontrados era como estar ausente.

Finalmente sintió como su interior se llenaba de ese líquido caliente al igual que
su propio vientre explotando en el mayor orgasmo que había tenido, incluso el
anterior no se le podía comparar ni un poquito.

Y entonces terminó como la noche anterior, la lengua húmeda de Sasuke se


pasó por la herida del rubio haciéndola desaparecer.

 ¿Estás bien?-susurró Sasuke


 Si… lo estoy
Se movieron algo incómodos, se les había olvidado que seguían en el asiento de
atrás del pequeño vagón que les hacía difícil moverse pero pronto estuvieron
sentados y como podían se vestían aunque se dieron cuenta que tener sexo en
ese sitio tan concurrido era definitivamente más sencillo que vestirse después.

 ¿Vendrás a verme?
 La última vez que me quedé viendo el espectáculo terminé limpiando hasta
tarde.

 ¿No lo harías por mi?

 No uses eso en mi contra

Sasuke acercó su rostro al de Naruto pegando su frente a la de él sintiendo


como poco a poco sus propias respiraciones iban estabilizándose de a poco
hasta normalizarse despacio. No entendía esas sensaciones tan nuevas y plenas
que Naruto le daba.

Le gustaba mucho compartir esos momentos que incluso eran mucho más
íntimos que cualquier caricia debajo de la ropa y ahora que había bebido su
sangre se sentía más unido que nunca a él, jamás había podido armar un lazo
tan fuerte con nadie, sus sentimientos eran relativamente nuevos y eso le
parecía excitante y emocionante.

 Si no sales ahora Itachi va a matarte

 Tranquilo, seguramente está arreglándose para Salir a escena escasos


minutos.

 Él es el líder, debe verse muy bien

 ¿Piensas que él es guapo?

 Muy guapo-dijo con una sonrisa de medio lado

 No me hagas morderte de nuevo para recordarte de quien eres-gruñó pícaro

 Me encantaría verte intentarlo


Se besaron de nueva cuenta, sus labios se reclamaban a sí mismos pidiendo por
más, las caricias volvían a intensificarse aunque ya no podían volver a repetir la
experiencia. Entonces cuando iban a desnudarse de nuevo golpearon la puerta
del vagón.

 ¿Quieren dejar de coger por un momento?-dijo la voz de Sai desde afuera-


Okami te busca Sasuke.

 ¡Voy a matarte Sai!


 Seré yo quien te mate si encuentro semen en el asiento
 ¿Por qué? ¿No resistirás lamerlo?-le retó

Sai simplemente se rio, de alguna manera le encantaba el humor de Sasuke y


también él disfrutaba de molestarle así que solo volvió a golpear la puerta para
desaparecer.

 Bueno-dijo y le dio un beso fugaz a Naruto-creo que es hora de trabajar


 Estaré mirando desde atrás del escenario
 Más te vale
segundo interludio
Solo había pasado alrededor de un mes desde el incidente, la vida de los
hermanos Uchiha había dado un giro de ciento ochenta grados. Habían pasado
de ser aristócratas a ser vagabundos que trataban de pasar inadvertidos a cada
ciudad a la que llegaban. No podían mantenerse en un solo lugar por mucho
tiempo, necesitaban moverse constantemente mientras hubiese ataques y
quemas de brujas tan seguido.

Itachi no era ningún tonto, sabía que si seguían viajando mientras vestían y
ostentaban todas esas cosas caras levantarían sospechas así que ni tarde ni
perezoso vendió todo con lo que había cargado y se hizo de ropa más sencilla y
modesta.

Le partía el alma tener que ver a sus hermano con pantaloncillos y una camisa
blanca sencilla, al igual que ver a Okami que ahora en vez de ostentar vestidos
vaporosos dignos de una princesa de cuento ahora debía llevar puesto un
vestido de campesina a botones y un sin ninguna gracia, hasta Kiba que
aunque se veía mucho mejor de cuando lo habían encontrado en el bosque,
Itachi se sentía frustrado por tener que obligarlos a vivir de esa manera.

 ¿A dónde vamos?-preguntó Sasuke a su hermano mayor mientras intentaba


no perderle el paso en aquel sendero.

 Al siguiente pueblo-dijo sin mirar a su hermano

Itachi había hecho una promesa sobre las cenizas de sus padres y para eso debía
ir antes que nada ante El consejo. Debía intentar hacer algo y en el último mes
solo se había dedicado a sus hermanos y a Kiba pero ahora que había logrado
pasar desapercibido el tiempo suficiente estaba en camino a ver a los vampiros
más sabios del mundo.

No era un camino muy difícil, El consejo había tomado medidas de seguridad


bastante pertinentes con todo el asunto de las quemas de brujas pero Itachi era
uno de los pocos que sabía bien cómo llegar, solo había un problema y ese era
sus hermanos y Kiba.
Al ser demasiado jóvenes para beber, Okami y Sasuke no eran dignos de
conocer a los vampiros de El consejo todavía y Kiba, al ser un licántropo tenía
prohibida la entrada por obvias razones.

No les tomó mucho llegar a un pequeño sitio en el bosque en donde Itachi creyó
pertinente dejarlos, estaban cerca de un riachuelo que desembocaba en un
enorme lago así que eso mantendría a los enemigos fuera del camino además de
ser un lugar desolado lo que garantizaba que humanos no los encontrarían.

 Debo ir a un lugar muy importante-les decía Itachi a Sasuke y a Kiba- cuento


con ustedes para mantenerse a salvo mientras no estoy ¿de acuerdo?

Los dos niños asintieron al mismo tiempo, después de todo el último mes
habían estado haciendo eso mismo, competir entre ellos para ver quién era el
más valiente e impresionaba a Okami que sorprendentemente había tomado el
cambio de una manera sorpresivamente bien.

 Regresaré antes del anochecer- les dijo- cuídense y no se muevan de este sitio

Dicho esto, Itachi se retiró hasta desaparecer detrás de unos árboles dejando
solos a los niños que como era de esperase, no habían pasado ni cinco minutos
para que Kiba y Sasuke estuvieran ya peleando por alguna tontería sin
importancia.

Mientras los dos niños discutían, Okami decidió que quería ver que había por
los alrededores y de paso alejarse un poco de las molestas peleas de su hermano
y su nuevo acompañante. Le molestaba mucho que pensaran que debían cuidar
de ella como si fuera de porcelana, ¡ya tenía cinco años! Era una niña grande y
podía cuidar de ella misma.

Habían pasado muchas cosas para el entendimiento de una niña tan pequeña
pero aun siendo así, Okami no era ninguna tonta y había resentido mucho la
muerte de sus padres. No les había llorado en todo el tiempo que había
transcurrido hasta ese momento solo porque no quería que sus hermanos se
preocuparan más de lo que ya estaban, así que ese momento era perfecto para
ella sola.
Apretó el vestidillo blanco como solía hacerlo con aquellas pomposas prendas
de ropa y entonces la cara se le llenó de lágrimas y después de tanto tiempo
pudo desahogarse como había querido. Ya no habría más cuentos por la noche
ni panqué recién horneado por la mañana, no más besos de las buenas noches
ni canciones de cuna o arreglos de flores, ahora estaba sola.

Las lágrimas nublaban sus pequeños ojitos azabache así que sin darse cuenta
caminó hasta el riachuelo que de alguna manera empezaba a marearla. Paró en
seco un segundo y miró hacia todos lados solo para darse cuenta de que se
había alejado más de lo debido y no recordaba el camino de regreso a donde
estaban Sasuke y Kiba.

 Ah…-balbuceó ella algo frustrada

Los ojos se le empezaron a llenar de lágrimas de nueva cuenta, caminó un poco


más para poder llegar al lago en donde desembocaba el riachuelo lo que la hizo
sentir aún peor. Sintió aquel miedo infantil de ser abandonado por completo
pero entonces algo hermoso sucedió.

Un pez muy grande saltó entonces, sus escamas relucientes y brillantes


captaron enseguida la atención de la pequeña que había dejado de llorar para
ver a la maravillosa criatura que parecía no venir sola siendo acompañada en su
bella danza por más peces de colores que parecían bailar solo para ella.

 No llores más-dijo una voz desde dentro del agua

La pequeña se quedó quieta un momento sin saber bien de donde venía esa voz
y enseguida miró hacia el lago para sorprenderse ante lo que veía. De la orilla
había salido un muchacho de piel escamosa y una sonrisa tan brillante como
estas mismas.

 Te escuché llorar-volvió a decir él

De alguna manera él no era intimidante, Okami se sintió bastante a gusto


cuando él salió del agua para darse cuenta de que sus ojos cristalinos eran muy
sinceros.
Tenía la complexión de un muchacho de no más de diez años, estaba cubierto
de pies a cabeza de unas escamas de color brillante que le daban a su cuerpo
una tonalidad azul ligera que solo podía notarse estando así de cerca pero eso
no era todo, tenía membranas entre los dedos de las manos y pies, unas gruesas
escamas en el cuello que hacían el papel de branquias, además de que sus orejas
eran alargadas y parecían membranosas también. Sus enormes ojos negros y
sus gruesas cejas además de ese corte de cabello tan peculiar le daban un toque
cómico y hogareño que hacía a Okami querer acercarse.

 ¿Quién eres?-preguntó ella más interesada


 Mi nombre es Rock Lee
 Soy Okami Uchiha
 ¿Qué haces aquí tu sola?
 Mi hermano mayor me dejó aquí y me dijo que me quedara con mi otro
hermano pero él estaba peleando con el licántropo y solo caminé.

 Ven

El tritón le ofreció una mano escamosa que Okami tomó sin poner ningún pero,
el muchacho de las escamas tenía la intención de regresarla con sus hermanos
antes de que algún cazador la viera y decidiera divertirse a sus costillas.

El último año había sido un verdadero infierno para Lee, alguien había
esparcido un tonto rumor que hacía creer a las personas que si comían carne de
tritón entonces conseguirían la inmortalidad lo que hizo que un montón de
cazadores empezaran a matar a los suyos. Él pudo escapar en una desviación
que había encontrado en el río hasta llegar al sitio en donde estaba.

Extrañaba a sus padres, a sus hermanos y hermanas que habían muerto


tratando de escapar junto con él. No sabía con certeza si era el último de su
especie con vida pero no estaba en sus planes morir también pero ahora estaba
de la mano de una pequeña desconocida llevándola de regreso con su familia
sabiendo que podría morir al hacerlo.
Era un lugar bastante obscuro, había tenido que atravesar casi todo el
cementerio hasta poder llegar al enorme mausoleo de piedra desgastada en
donde habían unas escaleras que conducían a un lugar en el subterráneo, bajó
las ya desgastadas escaleras de piedra hasta llegar a una especie de vestíbulo en
donde había una puerta más pero no estaba solo ahí.

 Mira quien está aquí-dijo esa voz tan burlona- pero si es Itachi el genio
Uchiha.

 Deidara… -contestó a manera de saludo.

 ¿Qué haces aquí? Pensé que no te gustaba como pensaban los viejos.

 No me gusta, además podría hacerte la misma pregunta-dijo elevando un


poco la comisura de la boca- no es normal que un cazador Dhampir haga de
portero

Esto no pareció hacerle nada de gracia al rubio que enseguida borro la


diversión de su rostro solo para mirar al azabache con ese destello de ira que no
se perdía por ninguna parte y se apartó del camino de Itachi para que este
siguiera adelante.

Al entrar por aquella puerta el silencio lo invadió, estaba rodeado de los


vampiros más viejos y sabios de todos, los que tomaban las decisiones y sobre
todo los que estaban a cargo de todo.

 Lo estábamos esperando joven Uchiha-dijo uno de ellos poniéndose de pie

Era un hombre alto y de cabello de una tonalidad peculiar, a simple vista


parecía muy joven, sin embargo era uno de los más antiguos vampiros y en ese
momento era el alto mando de El consejo. Todos le llamaban por el nombre de
Nagato solamente, nadie se atrevía a indagar más sobre esa persona.

 Creo que deben estar enterados de lo que le pasó a mi familia-pronunció


cuidadosamente.
 Lo sabemos, es lamentable-contestó como si fuera cualquier cosa

Itachi apretó los dientes, no quería echar a perder esa oportunidad mostrando
su desprecio a aquel grupo de vampiros tan insensibles. Pasó la mirada por
todo el estrado en donde todos los ojos estaban sobre él para encontrarse solo
con vacíos profundos indiferentes.

 Quiero hacer algo al respecto-soltó por fin- quiero fundar mi propia


institución

 Muy listo Itachi-volvió a decir

Pero esta vez parecía más interesado. Los vampiros habían empezado a
formarse en pequeñas agrupaciones que llamaban “instituciones” en donde se
ayudaban mutuamente y se hacían pasar por alguna institución normal de seres
humanos.

 No quiero limitarme solo a vampiros

Entonces logró que todos y cada uno de los vampiros ahí presentes lo mirara de
una manera distinta. Los vampiros y aún más los sangre Strigoi siendo la raza
más superior creían que únicamente se debían proteger ellos mismos, incluso
dejaban de lado a los vampiros Dhampir que eran las ramas secundarias de su
especie solo para poder sobrevivir.

 Muchos están muriendo, están matando inocentes como si fueran criminales


solo por ser distintos-apretó los puños- no pienso quedarme de brazos cruzados

Un estruendoso bullicio estallo entre todos, no podían creer lo que el joven


Strigoi estaba diciendo, no podían permitir que uno de los suyos pensara cosas
tan indebidas como esa. Sin embargo, el líder lo miraba sin hacer ningún
movimiento, solo le sostenía la mirada que en ningún momento perdió
contacto.

 Silencio-dijo Nagato y todos se callaron- tienes a una familia para proteger


ahora que te has convertido en la cabeza de los Uchiha ¿Por qué?
 Porque hay quienes no tienen la misma suerte de tener un hermano mayor
que los cuide, la mayoría son niños que quedan huérfanos

Inevitablemente pensó en sus hermanos y por supuesto que también pensó en


Kiba que había sido abandonado solo por ser una carga de la que su madre se
deshizo.

 Interesante-musitó- pero es arriesgado, en la situación en la que estamos no


podemos permitirnos andar por ahí recogiendo huérfanos

Todos permanecían en silencio, como si de alguna manera estuvieran


ciegamente de acuerdo con Nagato, pero Itachi estaba muy enojado y estaba
dispuesto a hacer lo que sea, aunque eso significara ir en contra del líder. Pero
antes de que pudiera protestar, Nagato prosiguió.

 Sin embargo, encuentro muy interesante tu propuesta

Enseguida el bullicio de murmuro no se hizo esperar pero una vez más el líder
de El consejo les hizo callar con un simple gesto de la mano. Elevó la comisura
de la boca en una mueca parecida a una sonrisa macabra que enseguida le dio
una pista de lo que podía pasar a Itachi.

 Siempre has sido un muchacho innovador a pesar de tener solo dieciocho


años, hay vampiros de más de mil que te envidiarían

Itachi permanecía en silencio, no quería arruinar las cosas diciendo algo


indebido y sabía que Nagato le estaba probando, sintió que quería que
cometiera alguna equivocación solo para poder negarle el permiso.

 Mantendremos un ojo sobre ti-le advirtió el líder- eres libre de hacer lo que se
te plazca

No había sido la respuesta que los demás vampiros del consejo esperaban pero
eran palabras de su líder y no podían hacer nada al respecto. Mientras tanto,
Itachi permaneció quieto unos segundos más como repitiéndose a sí mismo que
había logrado su cometido pero se mantenía quieto sin mostrar ninguna
emoción, solo se limitó a asentir lento y retirarse tan rápido como había llegado
solo para volver a encontrarse con Deidara a la salida.
 ¿Tuviste suerte?
 Más de la que esperaba-dijo ya un poco más relajado
 Escucha, lamento lo de tu familia ¿tus hermanos están bien?
 Sí… ellos…
 Tu hermana ¿ella está bien?

Itachi arrugó la frente y entrecerró los ojos para mirar a Deidara con más
cuidado, este solo se limitó a sonreírle de una forma extraña.

 ¿Mi hermana?
 Ahora que eres la cabeza de los Uchiha, me encantaría que me tuvieras en
cuenta cuando estés buscando un marido para ella

 Tiene cinco años-dijo asqueado


 No por siempre

No dijo nada ante aquella petición tan extraña, sabía que Deidara no era para
nada de fiar y mucho menos diciendo cosas como esas. Los cazadores Dhampir
eran siempre muy excéntricos pero aquel rubio era una exageración en la regla.

-nos veremos después-se despidió sin más para poder regresar

Después de que habían terminado de pelear, Kiba y Sasuke se dieron cuenta


que Okami no estaba por ninguna parte así que se pusieron a buscarla como
locos pero no estaba en ningún lado. Sasuke comenzó a temer por su propia
vida, a Itachi no le iba a hacer gracia cuando le dijera que había perdido a su
hermana menor.

 ¿En dónde está?-musitaba Kiba desesperado

A diferencia de Sasuke, él estaba desesperado y muy frustrado de no haber


vigilado a Okami mejor, él sentía una necesidad irracional de protegerla y el no
tenerla a la vista lo ponía muy nervioso.
 Akamaru-llamó a su mascota-ayúdame a encontrar su rastro

El pequeño perro blanco ladró moviendo la cola en señal de que lo haría,


entonces el pequeño animal empezó a hacer su trabajo y pronto le avisó a su
amo que había encontrado el rastro.

 Por aquí-dijo Kiba

Sasuke enseguida fue tras el licántropo pero cuando lo alcanzo vio que Kiba se
había detenido así que se apresuró y cuando llegó a donde el cachorro de
hombre lobo el corazón se le fue a la garganta al ver a su hermana de la mano
de un hombre extraño pero lejos de eso, ese sujeto estaba vestido solo con un
taparrabos y su piel estaba cubierta de algo muy extraño.

 Tu…-intentó ir sobre ese sujeto

Pero antes de que pudiera dar un paso más, Kiba le detuvo poniendo su brazo
en el pecho del azabache, Sasuke lo miró histérico solo para darse cuenta de que
su compañero no estaba inmutado ni en lo más mínimo.

 ¿Por qué siempre atacas antes de hablar?-le dijo Kiba- él no es hostil

Sasuke volvió a poner atención en este sujeto, no parecía ser alguien


amenazante además de que Okami estaba muy tranquila de su mano.

 ¿Son tus hermanos?-le preguntó Lee a Okami


 Si, son ellos

Lee le soltó la mano para que ella pudiera regresar con los muchachos para dar
vuelta y tratar de regresar al lago sin ser visto por nadie, pero la pequeña no
estaba dispuesta a dejarlo ir tan fácilmente, no después de que él la hubiese
ayudado.

 Espera…-le detuvo ella

El tritón se detuvo y vio a la pequeña que le miraba con esos ojos obsidiana
brillantes que podían cautivar a cualquiera.
 Eres huérfano, igual que nosotros ¿Quién va a cuidarte?
 Okami…-le reprimió Sasuke
 No, hermano mayor, escúchame-replicó ella- ven con nosotros

El rostro azulado de Lee se tornó de alguna manera roja, sus escamas habían
obtenido una nueva tonalidad extraña.

 Pero yo…
 Me parece una idea maravillosa

La voz de Itachi los hizo a todos se sobresaltara un poco aunque para sus
hermanos y Kiba ya no era extraño verlo así aparecer de la nada pero para Lee
había sido una impresión nueva, aquel hombre alto y apuesto que le miraba con
ojos brillantes, enseguida supo que ese sujeto no era ningún cazador ni le haría
daño.

 Mi nombre es Itachi Uchiha, él es mi hermano Sasuke y él es Kiba-se refirió a


los muchachos-y veo que conoces a mi hermana Okami.

 ¡Él cuidó de mi cuando Sasuke y Kiba peleaban!-soltó la niña

Itachi miró enseguida a su hermano y al licántropo que se suponía cuidarían a


Okami haciendo que se estremecieran pensando en que les esperaba un castigo
por haberse descuidado y dejar a la menor del grupo a su suerte.

 Entones creo que debemos agradecerle

Para Itachi, aquel muchacho tritón representaba junto con Kiba, el principio de
lo que siempre había querido hacer, crear un mundo en donde ellos pudieran
vivir, sin tener que temer a la hostilidad de las personas que los perseguían por
creencias tontas.

 ¿Qué dices?- preguntó Itachi


 ¿Ir… ir con ustedes?
 Escapas de la crueldad humana igual que nosotros, lo más lógico sería ir
juntos de ahora en adelante

Pero antes de que pudiera decir nada, un ruido extraño se apoderó del
momento y no era otra cosa que los estómagos vacíos de Sasuke y Kiba que no
habían comido nada en el almuerzo por haber buscado a Okami como locos.

 Voy a…-dijo Itachi con intención de ir a conseguir la cena


 Espera-le detuvo Lee- permite que sea yo quien traiga la comida.

Después de un rato, Lee había traído algunos pescados que sacó del riachuelo
de donde había salido. El muchacho les contó su historia a los demás solo para
que Itachi pudiera agregar algo más de peso a su rencor hacia la raza humana.

 Ellos llegaron con arpones a atacar mi hogar-decía Lee con la voz apagada-ya
habíamos escuchado esos rumores sobre nuestra carne pero jamás pensé que las
personas de verdad lo creyeran.

 Creo saber cómo te sientes-musitó Itachi.

 Cuando llegaron por nosotros, mis padres nos dijeron a mi y mis hermanos
que huyéramos pero había muchos pescadores y ellos me protegieron al final

Cada palabra que salía de los labios de Lee era cada vez peor, había tenido que
ver como sus hermanos se quedaban atrás uno a uno mientras intentaban poder
llegar a aquel túnel subterráneo bajo el agua. Después de nadar días enteros
llegó al lago en donde Okami lo había encontrado, solo estuvo ahí un par de
días escondido y temeroso de que los pescadores lo encontraran pero solo
encontró un par de ojitos negros llorosos que enseguida le llamaron la atención.

Itachi le había dado a Lee un cambio de ropa que le pertenecía a su hermano


aunque este le quedaba bastante chico por la altura del tritón, era mejor que el
taparrabos de algas que usaba.

 Nosotros vivimos algo parecido-explicó Okami sin ganas


 Prendieron fuego a nuestro hogar-siguió Sasuke

Kiba, que estaba sentado al lado de Okami enseguida se pudo dar cuenta de
que la pequeña estaba teniendo todo eso muy difícil así que le tomó la mano
para hacerla sentir más segura y al parecer había logrado su cometido.

 Conseguiremos algo de ropa para ti en el siguiente pueblo-dijo Itachi


cambiando de tema

Pero Lee no estaba del todo satisfecho, tenía curiosidad y aquellos extraños
todavía seguían siendo eso mismo, extraños porque aún no sabía nada de ellos
ni sus razones.

 Sasuke, Okami y yo somos vampiros-aclaro el mayor de los Uchiha habiendo


interpretado su mirada- Kiba es un cachorro de licántropo .

 Yo no diría cachorro…-objeto Kiba

 Eres tan pequeño como nosotros-le riño Sasuke- solo que tú tienes lindas
orejas y patitas suaves.

 ¡Mis patitas no son suaves!-se defendió.


 Yo creo que son suaves-intervino Okami.

El rostro de Kiba se volvió de un rojo escarlata brillante hasta las orejas, estaba
muy apenado de que a Okami pensara de esa manera, se supone que su forma
de lobo debía dar miedo y no ser adorable, cualquiera que hubiese dicho lo
contrario (como Sasuke) se llevaría un buen zarpazo pero el que Okami lo haya
dicho significaba que estaba bien.

Pero lejos de los problemas de los más chicos, Lee estaba muy interesado en
Itachi y lo que tuviera para decir, estaba sentado a su lado y quería hablar un
poco más sobre todos los conocimientos que probablemente tuviera.

 ¿Qué ha pasado?-dijo Lee en un tono más bajo, como queriendo que solo
Itachi le escuchara- hace solo un año las personas vivían en paz con nosotros…
 Los humanos son codiciosos, olvidaron todo cuando hubo dinero de por
medio.

 ¿Qué haremos ahora? ¿a dónde iremos?

 Por el momento no puedo pensar en nada más que ir al siguiente pueblo,


debemos mantenernos en movimiento- suspiró- algo se me ocurrirá pronto

Las palabras de Itachi no eran suficientes para calmar su intranquilidad pero de


alguna manera estaba relajándose de a poco. No tenía bien entendida la razón
por la cual había confiado ciegamente en él pero presentía que si no se iba con
ellos entonces moriría pronto.

Siendo el menor de diez hermanos, Lee siempre estuvo protegido al máximo,


sus padres y hermanos lo amaban mucho y siempre lo procuraban, incluso en
los últimos momentos todos siempre se preocuparon por él así que el quedarse
solo no era una opción, pronto los pescadores lo encontrarían y sería su fin.

 Su muerte no fue en vano-le susurró Itachi


 ¿Eh…?
 Tus hermanos, hermanas y tus padres- dijo con mucho cuidado- ellos te
permitieron vivir y por eso su muerte no fue en vano

Itachi era muy bueno con las palabras y eso le quedó bastante claro a Lee
entonces aunque al mismo tiempo deseo que no hubiera dicho nada, esas
preciosas palabras solo lo hacían querer llorar recordando todos los buenos
momentos pero al mismo tiempo le recordaba a sus hermanos dando su último
aliento por salvarlo, se suponía que ellos escaparían también pero el destino le
jugó una mala pasada y ahora estaba ahí solo.

Sintió entonces la calidez de una pequeña mano en su mejilla, alzo el rostro


para encontrarse con las regordetas mejillas de la pequeña a la que había
regresado con sus hermanos.

 Me alegra que estés aquí-dijo ella


Tanto Sasuke como Kiba refunfuñaron celosos del gesto, pero en cambio Lee
sintió que una sensación nueva le inundaba el interior y los ojos se le llenaron
de lágrimas, el peso de todo lo que había pasado hasta ahora le cayó de golpe
noqueándolo enseguida.

 Está bien que llores-volvió a decir ella-mi mamá decía que a veces… a
veces… a veces…- tartamudeaba con la voz quebrada- a veces… es mejor así…

Y entonces los dos rompieron en llanto. Lee dejó a un lado lo que tenía en las
manos y se concentró en la niña atrayéndola rápidamente para abrazarla,
lloraba muy fuerte y se aferró a Okami tanto como ella se aferraba a él
sollozando muy fuerte.

Kiba y Sasuke les miraban con los ojos llorosos, también eran capaces de sentir
ese mismo dolor en sus pechos, quemándoles por la ausencia y el dolor de lo
que habían perdido, después de todo seguían siendo niños.

Por su parte, Itachi miraba sin hacer ningún movimiento, no podía negar que
también se sentía miserable y que tenía tantas ganas de llorar como ellos pero
también debía mantener la compostura, él era quien debía encargarse de esos
niños así que debía ser fuerte por ellos, para que pudieran tomar de él la
fortaleza que habían perdido por culpa de los acontecimientos en los últimos
meses.

A la mañana siguiente ya era hora de partir, Itachi preparó a los niños como ya
lo había hecho antes, además de que le había dado una capa a Lee para cubrir
sus escamas y pasar desapercibido en el siguiente pueblo.

 ¿Qué sigue ahora?-preguntó Lee

 Solo seguiremos adelante.

 Suena pretencioso

 Creo que si lo hace-sonrió-pero es lo mejor que podemos hacer ahora


 ¿Ya pensaste en algo sobre lo de la “institución”?
 No, pero creo que ya me llegará la inspiración

Y entonces siguieron adelante, el sol apenas estaba saliendo y los finos rayos de
sol que les pegaban en el rostro eran un anuncio del nuevo y maravilloso día
que les aguardaba, Itachi estaba emocionado y muy contento de poder estar
haciendo lo que siempre quiso.
decimo acto:“ prisionero”
**Solo se escuchaba los llantos de una mujer, ella le llevaba de la mano mientras
caminaban muy rápido y él no lograba entender qué era lo que estaba pasando.

La situación era muy rara, la atmosfera era muy densa y pesada, casi podía describirla
como espesa.

 Todo estará bien-dijo una voz vaporosa- tranquilo querido, todo estará bien

Un calor indescriptible le recorrió el cuerpo, como si supiera que un peligro inminente


se acercaba rápidamente.

 ¡MAMÁ!

El grito desgarrador de un niño le reventó los tímpanos y entonces la mujer le soltó la


mano para solo sentir una punzada de agonía en su estómago.

Ella se desplomó en el suelo, él se acercó apresurado y muy angustiado para descubrir


que la mujer estaba inerte sobre un enorme charco de sangre que no paraba de brotar de
aquella herida que para él era invisible.

 Todo estará bien-musitó ella moribunda


 ¡No!-volvió a gritar ese niño escociéndole los tímpanos de nueva cuenta- ¡Mamá!

 ¡Sasuke!...**

 ¡Sasuke!

El azabache se despertó de golpe abriendo los ojos rápidamente encontrándose


con el rostro de su hermana que lo miraba preocupada. Poco a poco se fue
incorporando hasta sentarse en la cama y fue cuando se dio cuenta de que
estaba temblando y bañado en sudor.

 ¿Estás bien?- preguntó Okami sentándose a su lado


Aun así le tomó algo más de tiempo, el aire frío le golpeaba en el pecho
desnudo y sudoroso que se movía agitado con su respiración irregular.

 ¿Sasuke?

 Tuve una pesadilla-explicó

 Eso es obvio, estabas gritando

 Lamento haberte despertado

La muchacha puso su mano en la frente de Sasuke solo para darse cuenta de


que su hermano mayor estaba ardiendo en fiebre.

 Tienes fiebre
 No puede ser-musitó

 Iré por algo para bajarte la fiebre, en la mañana iré por Sakura

Sasuke tuvo intenciones de detenerla pero estaba muy débil para protestar y de
hecho agradecía que Okami se tomara el tiempo para ver por él ahora que no
aguantaba su cabeza. Volvió a recostarse en la cama y a taparse con la frazada
mientras su hermana salía de la carpa.

Hacía un par de días que habían llegado al campamento de primavera, era una
especie de parque de diversiones que habían abandonado lo que hacía un lugar
perfecto para instalarse y además también instalaron la carpa de circo que
entonces estaba convenientemente cerca.

Okami salió de la carpa en busca de agua fría, tomó un baldecillo y se dispuso a


llenarlo con el agua del grifo que había un poco más adelante.

 ¿Qué haces aquí tan tarde?

La voz de Naruto la hizo sobresaltarse pero enseguida alzo la mirada para ver
al rubio que se tallaba los ojos y seguramente había salido al baño.

 Sasuke tiene fiebre-dijo en un susurro ronco


Okami se puso de pie y le dio el pequeño recipiente a Naruto que había
terminado de despertar al escuchar que Sasuke estaba enfermo.

 Iré por un termómetro a la carpa de Itachi ¿puedes encargarte de Sasuke


mientras?

El rubio asintió despacio para ir en camino a la carpa de su novio, entro a esta


para encontrarse a Sasuke debajo de las sábanas temblando probablemente por
la fiebre. Él se acercó y puso una mano en la frente del azabache solo para
comprobar que efectivamente estaba ardiendo.

 ¿Naruto? ¿Okami te despertó?

 No, salí de la carpa al baño y la vi, le pregunté qué hacia afuera y me dijo que
estabas enfermo

Naruto buscó un paño y no le tomó mucho tiempo encontrar uno para poder
meterlo al agua fría y así ponerlo sobre la frente de Sasuke que de alguna
manera agradecía el gesto. Habían pasado literalmente muchos años desde la
última vez que se había enfermado, por lo general la resistencia de los vampiros
es bastante buena pero de vez en cuando, como era el caso, podían caer
enfermos.

El tacto de Naruto era bastante generoso, Sasuke agradecía que fuese él quien
estuviera ahí y en definitiva Naruto también lo disfrutaba. Entonces los ojos del
azabache se posaron en el cuello del ojiazul, comenzaba a verse una marca
tenue en donde siempre mordía. Había estado bebiendo la sangre de Naruto
cada que podía y las mordidas siempre venían acompañadas de muy buen sexo
pero temía que alguien lo fuera a descubrir.

 ¿Cómo se siente?

El paño húmedo en la frente de Sasuke indudablemente le ayudaba a bajar la


fiebre en su cuerpo pero aun así seguía sintiendo ese frio recorrerle todo el
cuerpo. Quería contarle a Naruto sobre su pesadilla pero al mismo tiempo
sentía que no debía, había algo dentro de él que le impedía hacerlo.
Entonces el rubio pasó su mano por la mejilla de su acompañante, la cálida piel
de Naruto era simplemente el paraíso para él. Pero su utopía se vio
interrumpida con la intromisión de su hermana menor que regresaba con el
termómetro que había ido a buscar.

 Gracias Naruto-le dijo poniendo su mano sobre el hombro del rubio-yo me


haré cargo

Naruto estuvo tentado a decir que se quedaría pero sabía que solo estorbaría si
se quedaba así que se inclinó para darle un beso casto en los labios a Sasuke y
salir de la carpa para regresa a la cama, regresaría a ver como estaba tan pronto
amaneciera.

 ¿Cómo te sientes?
 Como si me hubiera arrollado un autobús
 ¿Quieres hablarme de esa pesadilla?

Sasuke se removió debajo de las sábanas mientras su hermana menor le quitaba


el paño de la frente y lo volvía a remojar en agua para regresarlo a su frente.
Pensó de nuevo en aquel sueño, había sido muy vívido, casi como un recuerdo
pero definitivamente no era suyo, había sido una pesadilla extraña.

 No lo sé
 ¿Quieres que la vea?
 De ninguna manera, sabes que no me gusta tenerte husmeando en mi mente

Ella se sentó en la cama al lado de su hermano y le puso el termómetro en la


boca, no podía hacer nada si él no la dejaba y no quería hacerlo enojar así que
no tocó más el tema de la pesadilla de su hermano.

 Sabes que puedes confiar en mi Sasuke-musitó en un susurro apenas audible

 Lo sé mi amor
A la mañana siguiente lo primero que hizo Naruto fue a ver a Sasuke pero se
encontró con Sakura dentro de la carpa. Tenía una de sus manos sobre la frente
de Sasuke y la otra sobre su pecho mientras una especie de brillo tenue salía de
sus palmas.

 Las Veelas pueden sanar-le susurró Okami


 ¿Pueden?

 Si, ellas tienen un poder curativo muy extraño. Sasuke estará bien después de
esto

Después de unos minutos, Sakura pareció haber terminado con Sasuke, él


parecía dormido aun pero en definitiva tenía mejor aspecto ahora que la Veela
había intervenido.

 Ya está bien, solo necesita dormir un poco-les indicó Sakura


 Gracias

La pelirosa se despidió de los dos y salió de la carpa dejando a Naruto con


Okami que miraba inerte a su hermano mayor que dormía plácidamente en su
cama. El ambiente era bastante tranquilo, ya no se sentía el frio del invierno
sino que ahora la tenue calidez de la primavera estaba apoderándose de todo el
campamento.

Pero Naruto tenía asuntos algo más importantes, desde hacía unos días había
estado pensando en la habilidad especial de Okami y que ella podía ayudarlo a
poder averiguar algunas cosas que estaban enterradas en el pasado.

 Estaba pensando-comenzó él en voz baja- ya sabes, en tu habilidad de leer la


mente.

 ¿Qué tiene eso?


 Es que yo…-se rascó la nuca- es algo vergonzoso de decir ¿sabes?

 Puedes confiar en mi
 Pensaba que bueno, yo no recuerdo nada de mis padres-se cruzó de brazos- y
estoy seguro que en algún momento de mi vida los tuve que ver y no los
recuerdo.

 ¿Quieres que busque ese recuerdo?


 Si… quiero decir, si es posible

Okami le sonrió débilmente y asintió con la cabeza, ella estaba feliz de poder
ayudar a su amigo en lo que pudiera. Ella misma sabía la desesperación de no
poder recordar el rostro de tu propia madre aunque mucho después al obtener
su habilidad pudo recuperar todos y cada uno de sus recuerdos perdidos.

 Busquemos a Sai para que nos ayude con esto

En primera instancia, Naruto no sabía qué tenía que ver Sai en todo eso, él solo
buscaba poder ver el rostro de sus padres y no sus espíritus aunque decidió no
decir nada y seguir a la muchacha hasta la carpa de Sai en donde él estaba
preparándose para salir.

 ¿Qué sucede?-preguntó él
 ¿Puedes traer tus lápices?-le interrogó Okami-tengo un trabajo para ti

Y momentos después Naruto estaba sentado en la cama de Sai con este mismo a
su lado que tenía un lienzo en blanco y sus lápices listos para ser usados,
además de que Okami estaba sentada frente al rubio.

 Voy a buscar dentro de tu cabeza-le explicó- cuando encuentre el recuerdo


voy a describirle a Sai lo que vea así él puede hacer un dibujo ¿te parece?

 Es buena idea

 Relájate ¿si?-dijo tomando el rostro del rubio entre sus manos-tal vez sientas
nauseas…

Entonces un sentimiento extraño se apoderó de Naruto, como si estuviera


ausente pero al mismo tiempo consciente, no tenía idea de que tan profunda era
la habilidad de la menor de los Uchiha pero en definitiva podía sentir que su
mente se abría, como si ya no le perteneciera a él solo.
Para Okami, era algo ya bastante cotidiano aunque no lo hacía hace mucho, no
a todos les gustaba tener a alguien más hurgando en su cabeza. Todo estaba
pasando en la mente de Naruto pero para Okami se sentía muy tangible, era
como si se hubiera teletransportado a ese lugar llamado mente.

Ella miró alrededor, había un enorme corredor largo con puertas, la mente de
su amigo tenía una estructura muy simple así que se le haría sencillo. Caminaba
por el corredor abriendo puertas encontrándose con viejos recuerdos pero todos
eran después de que hubiese llegado a la casa de Nana Gigi, no encontraba
algún recuerdo que tuviera que ver con sus padres.

 ¿Qué es esto…?

Al final del corredor había una enorme puerta cerrada, era de un tamaño
inimaginable, no tenía una perilla como todas las demás sino que en el medio
tenía algo extraño. La muchacha se apresuró a acercarse y puso su mano sobre
ese artefacto extraño sobre la puerta e intento quitarlo pero estaba pegado.

 Está bloqueada…-susurró

Volvió a intentar abrirla pero nada sucedió, estaba segura de que detrás de esa
puerta estaba lo que buscaba. El problema era esa pequeña cosa en la puerta, se
acercó más para ver detenidamente y darse cuenta de que había una escritura
en algún idioma desconocido pero no necesitó leerlo para saber lo que era.

 Es un sello

Puso sus manos de nueva cuenta sobre la puerta para intentar empujar pero
esta vez sería la última. Una especie de rugido sonó desde dentro y entonces
algo desde dentro la empujó.

Enseguida salió de golpe de la mente de Naruto, estaba respirando agitada.


Miró nerviosa a su alrededor solo para darse cuenta de que Sai la miraba
sorprendido, luego miró a Naruto que parecía haberse despertado del trance.

 ¿Lo tienes?-dijo él ilusionado


Okami necesitó un momento para poder asimilar lo que había pasado, miró a
Sai desconcertada y él le devolvió la mirada.

 ¿Qué paso?-insistió Naruto

 Yo… yo…-tartamudeaba Okami

 ¿Qué viste?-ahora fue Sai


 Hay un lugar en tu memoria Naruto-pausó, como tratando de encontrar las
palabras correctas- que está sellado

Se hizo enseguida un silencio increíble entre todos los presentes, Naruto trataba
de comprender esas palabras, repetía la frase que había salido de los labios de
Okami una y otra vez tratando de encontrarle sentido pero no encontraba poder
entender del todo lo que estaba diciendo.

 ¿Qué quieres decir?

 Esto es grave-susurró Sai

 Significa-siguió Okami- que alguien selló una parte de tus recuerdos

 ¿Qué…?

 Okami-dijo Sai-eso es magia muy poderosa…

 Lo sé…

 Quieres decir que…-alcanzó a decir Naruto- que ¿hay cosas de mi que ni


siquiera yo sé?

 Puedes decirlo así-le respondió Sai

 Debemos consultar esto con mi hermano mayor

 Espera-le detuvo Sai-¿estás segura? Quiero decir, ¿viste el sello?

 ¡Claro que lo vi! La puerta se negó a abrirse


Sai se limitó a mirarla mientras guardaba sus lápices, era muy difícil creer que
alguien hubiera sellado los recuerdos de un humano cualquiera, lo que lo
llevaba a pensar que Naruto no era un humano cualquiera.

 Bien-dijo simplemente

La muchacha no dijo más, no quería iniciar una pelea con Sai, en ese momento
su prioridad era llevar a Naruto con Itachi y no perdió ni un solo momento así
que prácticamente arrastró a Naruto hasta la enorme carpa puesta tras la carpa
de circo.

 Hermano mayor

Itachi estaba sentado en su escritorio como siempre lo hacía, estaba


garabateando algo en un papel mientras el humo del cigarro que tenía en los
labios llenaba la estancia. Él levantó la mirada para ver a su hermana y a
Naruto, no había tenido muchas oportunidades para convivir con el rubio y
sabía que su carpa era el último lugar en donde él quería estar así que dejó lo
que hacía y puso atención.

 ¿Qué pasa?- preguntó intrigado

Naruto y Okami se miraron como decidiendo quien sería el que hablara pero
pronto sería Okami la que caminara adelante.

 Naruto me pidió que buscara el recuerdo de sus padres en su cabeza


 Si…
 Digamos que lo encontré a medias
 ¿A medias?

Entonces Itachi les miró más interesado, eso no era normal en lo más mínimo.
Hizo una seña para que los dos se sentaran y lo obedecieron, sería una charla
bastante larga.

 Explica ese “a medias”


 Cuando entré-comenzó Okami- había un corredor de puertas en donde
estaban los recuerdos de Naruto

Naruto hacía solo por escuchar, jamás había pensado que su mente podría ser
un “corredor de puertas” como si él mismo no conociera su propio
subconsciente. Solo en ese momento se puso a pensar en todos esos recuerdos
perdidos en algún lugar, o más bien encerrados detrás de una puerta sellada
que no podía abrirse.

 La puerta estaba sellada-seguía explicando la menor de los hermanos-luego


cuando intenté abrirla algo me empujó hacia atrás y salí

Itachi no decía nada, eso ponía más nerviosa a Okami, sabía que su hermano
mayor podía tener una buena respuesta a eso, confiaba ciegamente en él pero
aun así no podía dejar de sentirse intranquila.

 ¿Podrías…?
 Es magia muy extraña-dijo cauteloso-creo que puedo revisar algunos de mis
libros.

El mayor relajó la expresión y así los dos muchachos se calmaron, seguramente


no sería nada y podrían arreglarlo muy rápido.

Naruto y Okami salieron de la carpa de Itachi y en cuanto lo hicieron, el


pelinegro volvió a poner ese semblante duro. Claro que era algo
extremadamente delicado pero no podía dejar que ellos se preocuparan más de
lo debido.

El acto de bloquear un recuerdo era más que eso mismo, el hecho de sellar una
parte de la memoria era hacer que una parte de la persona también lo que
implicaba muchas cosas. Ni siquiera él, siendo un sabio nigromante tenía la
capacidad para poder sellar un recuerdo.

Se levantó despacio, el hecho de que Naruto tuviera un sello en su mente


significaba que no podía ser un humano común y corriente, eso quería decir
que había algo más en el fondo que ni siquiera el mismo Naruto sabía.
 Será mejor que mantenga esto en secreto…-musitó para él mismo

Después de haber ido a ver a Itachi, Naruto se sentía mejor pero no podía dejar
de pensar en el asunto ¿por qué alguien querría bloquear el recuerdo de sus
padres? Se rascó la cabeza algo confundido, deseó nunca haberse enterado de
nada, las cosas eran confusas y no quería pensar en nada extraño, él era solo un
humano que había tenido una racha de buena suerte al encontrarse con el circo.

Quería despejar su cabeza de todo, pero no era nada fácil de hacer, claro que lo
primero que pensó fue en ir a ver a Sasuke así que fue directo donde él. Al
entrar a la carpa el azabache aún estaba acostado pero ya se veía mejor, lo
suficiente como para estar sentado en la cama con un libro en las manos.

 ¿Cómo te sientes?-dijo entrando para sentarse a su lado

Al escuchar la voz de su novio, Sasuke enseguida dejó el libro a un lado para


ver a su querido sentado a su lado. Claro que no quería decirle que se sentía
bien, sino que quería demostrárselo así que le respondió con un beso en los
labios que Naruto recibió gustoso.

 ¿En dónde estabas?


 Con Itachi…

Naruto había dicho eso sin haberlo pensado antes y claro que Sasuke enseguida
sospechó que nada estaba bien. El menor no quería que Sasuke se enterara, lo
último que necesitaba era tener a un vampiro asustado y tratando de averiguar
cosas que seguramente no tendrían solución.

 ¿Por qué estabas con él?-preguntó levantando una ceja

 Por nada en especial, solo quería darme un par de tareas

 ¿Él personalmente?

 Okami fue conmigo


Sasuke se hizo a un lado y alzó la sábana para ofrecerle a Naruto un lugar a su
lado en la cama, este último no tardó mucho en acomodarse junto a él
acurrucándose para sentir el calor emanante del cuerpo del azabache que
siempre era la mejor sensación del mundo, los brazos de Sasuke eran sin duda
su lugar favorito en el mundo.

El azabache tampoco quería contarle la pesadilla que había tenido a Naruto, no


quería que él se preocupara más de lo que ya estaba, además de que no había
sido más que un tonto sueño extraño que lo hacía sentirse más incómodo
mientras más pensaba en él. Recorría en su mente cada escena, recordaba todo
vívidamente como si hubiera sido una película que acababa de ver pero lo más
importante era que no podía entender la razón por la cual había soñado tal
cosa.

Los sueños eran un terreno extraño e inexplorado además de ser enigmático.


Sabía de antemano que si consultaba con Itachi, tal vez encontraría una razón
pero al mismo tiempo no quería hacerlo, había muchas cosas que le ocultaba a
su hermano mayor y no necesitaba que lo reprimieran, más tarde le diría a
Okami que no quería que le mencionara nada sobre la pesadilla a su hermano
mayor, tampoco quería tenerla a ella hurgando entre sus recuerdos.

 Quiero verte mañana en el espectáculo


 Entonces hazlo

 Quiero asegurarme de que no beses a más chicas

 ¿Eso te pone celoso?


 Claro que me pone celoso, aunque tú eres el menos indicado para hablar de
eso.

 Es verdad-rio-pero eso es diferente

 ¿Cómo puede ser diferente?

Sasuke se mordió el labio inferior mientras le regalaba a Naruto una sonrisa


muy sensual, el rubio se sonrojó hasta las orejas y le dio un beso sobre los labios
a su acompañante quien no lo dejó ir solo con este y lo acaparó rápidamente
besándolo más profundo.

 Estás enfermo… no podemos…

 Estoy más que curado

 Sakura me matará si sabe de esto

 Sabes que de todas maneras lo haremos

Naruto no pudo evitar reírse como un tonto mientras Sasuke se ponía sobre él
para poder seguir besando sus labios para ir un poco más abajo a su mentón y
recorrer con leves mordiditas todo el contorno del rostro del menor que
simplemente se acomodaba para sentir mejor el toque tan candente de su
acompañante.

 Ah Sasuke…

No importaba en que circunstancia se encontrara, la piel y el roce que Sasuke le


ofrecía siempre eran una bomba atómica a punto de explotar. Cada beso, cada
caricia era una sensación nueva y muy indefinida que simplemente le hacían
desvariar. Era increíble que estuviera ahí mismo en ese momento sintiéndose la
persona más querida en toda la faz de la tierra, los labios de Sasuke eran la
mejor y la única medicina que lo mantenía ahí mismo y no entendía bien si era
su cuerpo o su corazón el que le deseaba pero le gustaba pensar que eran
ambos.

Para Sasuke, la droga de la piel de Naruto le era irresistible, no podía


simplemente estar quieto cuando él estaba cerca. Jamás pudo entenderlo pero
desde el primer momento en que Naruto estuvo en sus brazos, desde ese
primer momento en que sus miradas se encontraron simplemente no hubo
vuelta atrás.

Los labios de Sasuke se resbalaban lentamente de su mentón hasta su cuello


lentamente, pasó por su manzana y después llegó a la clavícula en donde se
detuvo y sin ningún momento más dio una larga lamida en este pequeño hueco
y se siguió de largo hasta regresar a su manzana. Naruto tenía la cabeza echada
hacia atrás tratando de sentir hasta lo último de esa candente lengua
recorriéndole entero.

 Sasuke…-gimoteaba ahogado

 Tranquilo Naruto

 Me haces querer más

 Entonces te lo voy a…

 ¡¿Qué demonios están haciendo?!-se escuchó la voz chillona de Sakura


entrando- creí haberte dicho claramente que nada de sexo hasta que estés
totalmente bien

Se separaron rápidamente, Sasuke miraba a Sakura con odio y Naruto


simplemente estaba hecho una masa gelatinosa excitada y avergonzada al lado
de su amante.

 ¿No te enseñaron a tocar?-le riñó Sasuke

 ¿Y a ti no te enseñaron a seguir instrucciones? Te dije que nada de esto en un


par de días

 Bien…

Naruto se incorporó ya mejor y se levantó de la cama para sentarse en la de


Okami al otro lado de la mesilla de noche. Se sentía avergonzado y pero a la vez
aún estaba excitado así que no podía ponerse de pie, no frente a Sakura.

 Bien-bufó ella-regresaré en un rato así que nada de travesuras.


decimo primer acto:
“ dhampir, la rama secundaria”
Después del espectáculo de esa noche, esperaron a que todas las personas se
fueran para poder descansar un poco, estaban todos juntos frente a la fogata
como ya solían hacer. Estaban disfrutando y bebiendo todos juntos, Sasuke
estaba sentado junto a Naruto mientras le tomaba la mano discretamente, hasta
Itachi estaba ahí también.

Pero la felicidad no duró.

Una ráfaga gélida de la noche atravesó el campamento, todos quedaron en


silencio y se miraron entre si como si supieran exactamente lo que pasaba.
Naruto miró enseguida a Sasuke que estaba mirando a Itachi.

 Regresen todos a sus carpas-dijo Itachi muy serio

Y entonces, en medio de todo ese extraño silencio todos regresaron a sus carpas
prácticamente corriendo, todos menos los Uchiha, Kiba y Naruto que seguía de
la mano de Sasuke mirándole con impaciencia.

 Tú también Naruto-le dijo Itachi

 Pe…

 Ve a tu carpa-esta vez fue Sasuke

Naruto asintió despacio y se encaminó a su propia carpa dejando a los


hermanos y al licántropo ahí mismo, no sabía nada de qué estaba pasando pero
no quería desobedecer a Itachi así que solo hizo lo que se le pidió.

Al entrar a su carpa encontró a Akamaru acostado en la cama de Kiba como


siempre solo que su cama no estaba vacía sino que Sai estaba ahí.

 ¿Qué haces?-preguntó Naruto yendo a sentarse a su lado


 Pensé que necesitarías que alguien te explique qué está pasando
 Te escucho…
 Los cazadores Dhampir están en camino, no tardan en llegar

 ¿Cazadores Dhampir?

Los cazadores Dhampir, como le explicó Sai a Naruto, eran la rama secundaria
de los vampiros, eran el resultado de que un vampiro Strigoi tuviera un hijo con
una humana, un mestizo de media sangre y casi siempre nacía varón lo que lo
hacía perfecto para dedicarse a la caza.

Los cazadores Dhampir, al ser híbridos podían tener lo mejor de los dos
mundos, la longevidad y la fuerza de uno sin tener que sufrir de las debilidades
de su raza pero al tener sangre mezclada debían obedecer las órdenes de El
consejo dedicándose principalmente a cazar vampiros por encargo.

 Las pocas mujeres que nacen Dhampir antes se dedicaban a servir en casas
de Strigoi pero actualmente también son cazadoras

 ¿Qué querrán ellos aquí?

 Nada bueno, eso es seguro. Ellos aparecen cuando hay problemas, El consejo
siempre está tras nuestra pista y solo espero que no vengan por ti

 ¿¡Por mi!?-dijo alarmado

 Eres un humano, El consejo se volvería loco si se enterara de que estás aquí

Dentro de la bruma de la noche, en la entrada del campamento se aproximaban


caminando a paso lento tres hombres vestidos en enormes capas negras con el
rostro cubierto por la capucha además de hacer un estruendoso crujir de hojas
bajo sus botas.
Una vez que llegaron a la carpa de circo, el que iba adelante se descubrió el
rostro dejando ver unos enormes y brillantes ojos azules además de la cabellera
color trigal que llevaba sostenida en una coleta.

 Ya los esperábamos

Itachi apareció desde dentro del circo con una sonrisa de fastidio como si solo lo
hiciera por puro compromiso. Esperó a que los otros dos hombres se quitaran la
capucha también para hacerlos pasar dentro de este mismo que había sido
iluminado solo con un par de reflectores dándole un aspecto más privado
aunque no dejaba de verse como lo que era, un circo.

 Tu siempre tan excéntrico Itachi-le dijo el segundo hombre con una sonrisa
de lado

 ¿Qué puedo decirte Hidan? Una vez cirquero, siempre lo eres


 Es raro-siguió el segundo cazador-jamás pude estar en una función
 Entonces te invito cordialmente Sasori

Caminaron por todo el circo hasta salir por la parte de atrás de la carpa hasta la
de Itachi que era la más grande de todas, ahí adentro estaban ya Sasuke, Okami
y Kiba. Enseguida la muchacha se acercó a recoger los abrigos de los cazadores
pero cuando tomó el de Deidara este le agarro la mano muy fuerte.

 Que bonita te has puesto…

Okami se apresuró a recuperar su mano y dar un paso atrás pero entonces solo
se escuchó el gruñido apagado de Kiba que estaba conteniéndose.

 Veo que sigues conservando al licántropo-dijo en un tono sugerente


 Te recuerdo-le contestó Itachi antes de que alguno de sus hermanos dijera
algo- que Kiba es el protector de mi hermana pero bueno, supongo que no estás
aquí para chismorrear así que ve al punto

Los tres cazadores se miraron entre ellos, Hidan y Sasori se hicieron algo más
atrás, ellos solo cumplían con la tarea encomendada pero Deidara era quien
estaba más emocionado de llevarla a acabo y no veía el momento de poder
decirlo.

 Como sabes Itachi-comenzó Deidara- las reglas de los viejos son muy
estrictas y más aún para uno de “la rama principal”

 ¿qué con eso?

 Bueno, no puedo mentirte, los ancianos siempre han estado pisándote los
talones y creo que encontraron una pequeña inconsistencia

 Llega al punto de una vez Deidara

 Claro-sonrió emocionado- una de estas reglas es que las doncellas Strigoi


deben desposarse antes de los diecinueve- miró a Okami- y tu hermana ya tiene
más que eso

Un frio le recorrió la espalda a la joven Strigoi, se había refugiado entre Sasuke


y Kiba pero aun así no podía dejar de sentir miedo.

 Deidara…

 Espera-le interrumpió- yo sé que tu causa es noble así que hablé con ellos y te
darán un plazo de una semana pero yo sé que no debe ser sencillo encontrar
marido en una semana así que como buen amigo que soy-se mordió el labio
inferior de la emoción- quiero que me des la mano de tu hermana en
matrimonio

La joven ahogo un grito, Kiba gruñó y se puso en guardia listo para poder
atacar pero Itachi le detuvo con una sola mirada furtiva.

 Tienes razón-dijo suavemente

Sasuke, que observaba silencioso abrió los ojos y miró incrédulo a su hermano
mayor que prácticamente había accedido a darle la mano de Okami a Deidara.
Claro que no podía perder la compostura y menos delante de cazadores
Dhampir sabiendo que esos tres sujetos podrían romperte la yugular
fácilmente.
 Incluso, puedes quedarte con tu perro faldero si así lo quieres-le dijo Deidara
a Okami burlándose.

 ¿Eso es todo?-replicó Itachi

 Es todo Itachi-respondió Deidara con una enorme sonrisa en el rostro

Entonces, el dueño del circo despidió a los cazadores que se fueron campantes
habiendo logrado su cometido y pronto fueron solo tres siluetas negras
desapareciendo en la inmensidad pero en la carpa de Itachi aún estaban los tres
jóvenes en un agudo y perpetuo silencio mortuorio, ninguno de los tres se
atrevía a decir nada.

 Regresen a sus carpas-dijo Itachi regresando

 Itachi…-replicó Sasuke

 Regresen, dije

Una vez más, los hermanos y el licántropo no pudieron replicar nada así que se
retiraron en silencio, no querían decir nada así que solo caminaron juntos hasta
tener que separase para ir cada quien a su carpa.

Al entrar a la suya, Kiba encontró a su perro acostado en su cama que


enseguida se puso de pie y bajó para ir donde su amo.

 ¿Kiba?

Su compañero de cuarto se levantó de su cama y al verlo en el umbral con un


semblante tan duro lo hizo ponerse de pie casi de un salto como Akamaru. El
licántropo se acercó lentamente y se sentó en su cama poniendo los codos en
sus rodillas y escondiendo su rostro entre las manos.

Enseguida el rubio fue a sentarse al lado de su amigo al igual que el perro fue a
tratar de confortar a su amo. Naruto quería decirle algo pero no sabía bien qué
era lo que había pasado, Sai se había ido hacía solo un rato y él seguía
preocupado porque los cazadores Dhampir hubiesen ido por él.

 No quiero…-sollozó Kiba
 ¿Qué…?

 Ellos vinieron por ella…

Poco a poco y torpemente Kiba le explicó a Naruto la razón de la visita de los


cazadores y aunque estaba muy emocionado que estos sujetos ni siquiera
estuvieran enterados de su existencia, no quería ver a su amigo de esa manera.
Tampoco le cabía en la cabeza las razones que Itachi tenía para poder entregar a
Okami así como así, sin siquiera meditarlo aunque claro, solo estaba pensando
en el bien común.

 No quiero…-seguía sollozando-no quiero que la alejen de mi

El perro se frotaba contra su amo mientras lloriqueaba consternado, al igual que


Naruto intentaba animar a su amigo aunque no había mucho que él pudiera
hacer.

 Ella es mi único y gran amor-jadeo- si ella se casa, no podré soportarlo…


Itachi no nos puede hacer esto…

Pero el licántropo no era el único que estaba devastado; apenas había entrado a
su carpa, Okami se desplomó en la cama a llorar desconsolada, Sasuke no podía
hacer gran cosa además de intentar hacerla parar de llorar lo que le era
prácticamente imposible.

Un matrimonio arreglado era una situación delicada, una regla que jamás pensó
que Itachi seguiría al pie de la letra y fue entonces cuando maldijo su sangre
privilegiada, le partía el corazón ver a su hermana menor sometida a fuerzas de
las que le era imposible escapar. Si no se casaba entonces el circo estaría en
peligro y eso era algo que tampoco debía de pasar.

A la mañana siguiente, a primera hora alguien llegó a la carpa de Naruto y Kiba


para llamar a este último, Itachi quería hablar con él y debía verlo lo más rápido
que podía.

 ¿qué crees que quiera?-le dijo Naruto para hacerle algo de plática
Por lo general, Kiba siempre era vivaz y muy alegre además de que nunca
paraba de hablar y hacer chistes y bromas tontas pero desde la noche anterior
no había dicho nada más. Se había quedado dormido junto a Akamaru después
de haber llorado un buen rato.

 ¿Qué más va a decirme?-le contestó sin ganas-seguramente va a pedirme que


termine mi relación con Okami

 Él no puede…
 Puede y lo hará-suspiró tratando de regular su voz y luchar contra el nudo
en su garganta- será mejor que me dé prisa

Salió de la carpa mirando a todas partes como si esperara ver a Okami en el


camino pero no estaba por ahí, quería verla desesperadamente. La noche
anterior había acariciado la idea de fugarse con ella, irse lejos a un lugar en
donde no los encontraran sin importarle nadie más. Él la quería a ella, la amaba
a ella y a nadie más pero primero debía pasar a Itachi.

 ¿Me llamaste?-dijo él en tono seco entrando a la carpa


 Si, entra

Itachi se sentó en el escritorio frente a su cama y se inclinó sobre este, Kiba le


observaba serio con expresión sombría, aún seguía repitiendo las palabras del
Dhampir, sus ojos y si sonrisa de superioridad.

No podía negarse que Deidara tenía razón, Okami debía desposar a un hombre
si no querían que El consejo metiera las narices en donde no les habían llamado.
Kiba amaba a Okami con toda su alma, iría tras ella hasta el fin del mundo.

 Creo que estarás de acuerdo-comenzó Itachi- en que Okami debe acatar las
reglas de nuestra raza y desposar a un hombre

Kiba no respondió, apretó los puños y la mandíbula, estaba seguro de que


Itachi le diría lo que tanto temía, no quería escucharlo, no estaba preparado
para hacerlo.
Pero Itachi no siguió hablando, en cambio buscó algo en uno de los cajones de
su escritorio hasta sacar una pequeña caja roja con remaches dorados, la abrió y
la giró para mostrarle el contenido a Kiba.

 Esto es…-musitó el licántropo

En el interior habían un par de anillos de oro con incrustaciones de pequeños


rubíes decorando. Kiba reconoció enseguida las piezas de joyería, eran algo
único e irrepetible que solo había visto una vez en su vida.

 Son los anillos de mis padres


 ¿Qué me quieres decir con esto?

Itachi cerró la caja con un pequeño sonido sordo aterciopelado para arrimarla
con el dedo índice hacia Kiba que seguía sin entender mucho.

 Te conozco desde que eras un niño-contestó mirándole a los ojos- te he visto


crecer al lado de mis hermanos y te has convertido indudablemente en un gran
hombre

Las palabras de Itachi le hacían sonrojarse, pero aún no entendía qué era lo que
el azabache intentaba decirle y lo que esos anillos tenían que ver con todo el
asunto.

 Tienes un corazón puro y sincero-prosiguió Itachi-no podría entregarle la


mano de mi hermana a un cualquiera-suspiró-quiero que seas tú quien la
despose

La cara de Kiba sufrió una lenta metamorfosis hasta abrir los ojos como platos,
se había sonrojado hasta las orejas sin darle crédito a lo que estaba escuchando.
Itachi volvió a poner el dedo sobre la caja para darle a entender a Kiba que
quería que la tomara y así lo hizo.

 Solo debemos ver el asunto del apellido…


 ¡No me importa!-gritó con lágrimas en los ojos- si me permites estar con ella
no me importa renunciar a mi apellido
El Uchiha mayor sonrió de medio lado como siempre solía hacerlo con él y sus
hermanos.

 Pe…pero-volvió a decir Kiba-¿Qué tal si no hacen valido el matrimonio?


 Las reglas dicen que ella debe desposar a un hombre-sonrió orgulloso de
poder encontrar agujeros en las leyes- nunca especifican nada.

 ¿Qué hay de la persona que oficia el matrimonio?


 ¿Lo olvidaste?-le contestó alegre- soy la cabeza de la familia y las reglas dicen
que la cabeza de una familia de sangre Strigoi puede oficiar matrimonios

Entonces las lágrimas ya no pudieron permanecer ni un solo segundo más en


los ojos del licántropo, Itachi le había dado el mejor regalo de todos, la mano de
su verdadero amor.

Le había entregado la mano de Okami junto con su bendición, era sin duda la
mejor sensación. El calor que sentía en el pecho era indescriptible, saboreaba esa
sensación lo más que podía y luego reparó en la cajita entre sus manos, ahí
estaba la promesa de su futuro.

Naruto se estremeció por completo al sentir los dientes de Sasuke salir de su


piel y luego la lengua del vampiro que curó enseguida la herida pero ya era
imposible no dejar una marca. El apetito sexual de ambos era tal que no podían
resistir el impulso de simplemente tener sexo además de que Naruto había
desarrollado una especie de fetichismo extraño por las mordidas de Sasuke.

El azabache se hizo a un lado del cuerpo de Naruto saliendo de este, tenía el


estómago lleno de semen de Naruto y entonces los dos se vistieron
rápidamente, estaban escondidos en donde se guardaba la utilería. Cuando se
hubiesen vestido comenzaron a limpiar el desastre del suelo, parecía una escena
de crimen extraña con el piso embarrado con una mezcla desagradable de
sangre y semen.

 ¿Estás bien?-preguntó Sasuke.


 ¿A qué viene esa pregunta?
 Bueno, has estado muy extraño ¿pasa algo?

Naruto pensó enseguida en el asunto del sello en su cabeza, el asunto le había


estado dando vueltas en la cabeza una y otra vez siempre pensando en lo que
podría haber detrás de esa puerta sellada que Okami había encontrado.

Era un humano común y corriente ¿por qué alguien querría deshacerse de sus
recuerdos? Pero era un asunto meramente suyo, muy íntimo y no quería
implicar a Sasuke y hacer que se preocupara por un problema tan simple a su
parecer. Itachi le había prometido buscar una solución para eso y confiaba en
que él podía hacer algo, confiaba ciegamente en él.

 No es nada
 Es difícil de creerte
 ¿No confías en mi?
 Me mal interpretas-suspiró- creo que también estoy muy extraño

Sasuke se sentía muy nervioso por muchas cosas, la primera de ellas era la
horrorosa pesadilla que no había abandonado su cabeza, había vuelto a soñar lo
mismo la noche anterior despertándose de golpe aunque esta vez ya no sentía
miedo sino que solo se había impresionado, ya no había enfermado pero si se
había llevado una gran impresión.

Pero eso no era todo, también estaba la visita de los cazadores de la noche
anterior, su hermana había quedado destrozada y esa mañana ni siquiera había
logrado salir de la cama y eso le partía el alma.

 Kiba me contó lo que pasó-dijo Naruto


 Es increíble- musitó- no puedo creer que Itachi accediera
 Supongo que tiene motivos.
 No me digas eso
 Ahora eres tú quien me mal interpreta. No estoy diciendo que este bien y que
estoy de acuerdo porque no lo estoy pero… ya sabes… él está atado de manos

 Entonces debería casarse él con Deidara- dijo con los dientes apretados
 Sasuke…
 Lo sé, lo sé…
 Creo que debo buscar a Kiba, siento que en el estado en el que está hará una
tontería

 Creo que yo iré por Okami, no sé si ya comió algo siquiera

Los dos se quedaron callados un momento mientras seguían arreglando su ropa


y asegurándose que el piso estuviera totalmente limpio y sin ningún rastro de
que alguien estuvo teniendo sexo ahí.

 Ven Naruto-le llamó Sasuke

El azabache le tomó del codo a su acompañante para atraerlo a él y plantarle un


gran beso en los labios que sin dudar Naruto respondió gustoso y de muy
buena manera tomando la cara de Sasuke entre sus manos y acariciándole con
el dedo pulgar. Cuando por fin se separaron, el vampiro reparó en la marca
apenas visible en el cuello de Naruto, era algo insignificante pero sabía que
pronto alguien lo vería.

Naruto, al sentir la insistente mirada de su pareja en esta parte de su cuerpo en


particular, se llevó la mano al cuello frotándose en la diminuta cicatriz.

 No es nada-dijo por lo bajo


 Me preocupa que alguien la vea
 Nadie lo hará
 Cúbrelo de todas formas ¿si?
 Bien…
Al regresar a la carpa que compartía con Kiba, Naruto pensó que encontraría a
su amigo haciendo maletas. No era muy difícil adivinar que alguien como Kiba
actuaría impulsivamente y se llevaría a su novia lo más lejos que pudiera
mientras pudiera. Claro que estaba dispuesto a cubrirlo y darle todo el tiempo
que necesitara aunque eso significaba desafiar a Itachi.

 Estoy aquí-dijo entrando

Pero en vez de encontrar a Kiba planeando una graciosa huida, él estaba


sentado en la cama sosteniendo una caja entre sus manos y parecía estar
hablando con Akamaru sobre algo muy importante.

 Ah, llegaste-le dijo con una sonrisa de medio lado


 ¿Estás bien?

El rostro de Kiba era bastante complicado de descifrar entonces, se suponía que


debía estar triste pero en cambio tenía una sonrisa nostálgica además de que
parecía haber estado llorando pero aun así su semblante era alegre sin
mencionar la misteriosa caja en sus manos.

 Estoy muy bien-dijo muy bajito


 ¿Qué pasó con Itachi?

Kiba estaba esperando esa pregunta pero de la emoción que sentía solo lograba
abrir la boca sin que saliera nada, como si las palabras se le escaparan justo
cuando las necesitaba así que solo rio como tonto y le dio la caja a Naruto para
que la viera.

 ¿Te la dio él?

Kiba asintió con una sonrisa que se ensanchaba paulatinamente, igual que sus
ojos se ponían cristalinos de nueva cuenta.
Al abrir la caja, Naruto abrió los ojos sorprendido al ver aquel par tan bello de
anillos exquisitamente construidos, parecían ser antiguos pero al mismo tiempo
su hermosura hacía que eso solo fuera un atributo más.

 Son… ¿son anillos de compromiso?


 Si… eran de los padres de Sasuke, Itachi y Okami
 Son reliquias familiares entonces ¿Por qué te los daría?

Una vez más Naruto había dado justo en el blanco, Kiba estaba muy contento y
emocionado pero esa noticia que no podía callársela un segundo más.

 Él me ha pedido que sea yo quien la despose-dijo con voz irregular

 ¿Qué…?

Ahora era Naruto el que sin duda había puesto una cara totalmente
indescifrable, era una noticia totalmente increíble y espectacular, no podía creer
que de verdad estuviera diciéndole eso.

 Cuando me llamó pensé que me diría que debía dejar a Okami porque le
daría su mano a Deidara

Naruto se sentó al lado de su amigo en la cama, seguía teniendo los anillos en


las manos, simplemente eran preciosos, dignos de un par de aristócratas de
alguna época antigua y ahora estaban ahí en sus manos. Kiba seguía hablando
muy animado y emocionado, no podía esperar a que sucediera.

 Se lo pediré mañana mismo


 Cielos…-decía emocionado-me alegro tanto por ustedes dos
 Jamás pensé que llegaría este momento ¿sabes? Ni siquiera cuando la conocí
imaginé que estaría así

 ¿Qué quieres decir?


 Ella viene de un linaje puro, es como una princesa y en cambio yo… solo soy
un perro callejero
 No digas eso, Itachi te escogió por una razón. Tú amas a Okami con una
intensidad inigualable… me das envidia

 ¿Por qué? Sasuke también te ama


 Eso es algo que no sé a ciencia cierta
 Conozco lo bastante bien a ese cabeza de rábano como para decir que él está
enamorado, ya deberías saberlo

 Si… ya debería

Okami había pasado casi todo el día en su carpa, después de la visita de los
cazadores todo el mundo se había enterado del motivo de su visita entonces al
no querer salir supusieron que estaba deprimida y no quisieran molestarla.

 Deja de lamentarte de tu propia existencia y sal de la cama-le decía Sasuke


acostado a su lado

 Cierra la boca

El hermano mayor estaba perfectamente consciente de que en ese estado su


hermanita podía llegar a ser muy insolente pero hasta cierto punto le
comprendía.

 Vas a ver que todo va a salir bien


 ¿Cómo puedes decirme eso? Tú eres libre de estar con Naruto…
 Por favor Okami, me duele verte así

Ella dio la vuelta hasta quedar frente a frente para acurrucarse en el pecho de su
hermano mayor y sentir la calidez que siempre la reconfortaba.
decimo segundo acto:“ solamente tu”
 ¡Sasuke!

El azabache se despertó de golpe, el estómago se le había encogido y la


garganta secado. Apenas podía respirar agitadamente pero poco a poco pudo
calmarse para encontrarse como ultimadamente había despertado las,
empapado en sudor y con la mano de su hermana menor en su frente.

 Lo lamento…
 Tuviste otra pesadilla-dijo preocupada-déjame ver
 No…
 Deja de ser tan necio, solo veré la pesadilla
 ¿No abrirás ninguna otra caja?
 Ninguna
 Bien-suspiró- pero solo la pesadilla

Sasuke se desplomó en la cama boca abajo y enseguida su hermana menor


subió y se sentó en sus caderas inclinada hacia abajo para mirarle a los ojos.
Enseguida los dos sintieron ese cosquilleo extraño para después encontrarse
como debían.

Y entonces Okami apareció en un lugar bastante familiar, la mente de su


hermano mayor era un lugar cálido y muy agradable. Era un cuarto enorme con
estantes y repisas por todas partes y había muchas cajas musicales de todos
tamaños y formas, todos contenedores de los preciados recuerdos de Sasuke.

Caminó haciendo eco con sus pies descalzos en el inmaculado piso de mármol,
miró a uno de los estantes y sonrió de medio lado al ver una caja de oro, parecía
relativamente nueva y seguramente sería un recuerdo realmente picante que
tenía que ver con Naruto pero le había prometido a su hermano no
entrometerse en donde no le llamaban así que continuó (muy a su pesar)
caminando hasta el fondo de la sala.

En el fondo, había una repisa solitaria y vacía, solo tenía una caja ahí. Era de
color obscuro y era enorme además de que se movía como si algo en su interior
quisiera salir.

 Debe ser esta

Fue hasta la caja y la tomó, se fijó detenidamente en esta, debía ser un recuerdo
realmente emocional para ser tan grande y llena de energía. Se sentó en el suelo
y puso la caja frente a ella para enseguida abrirla.

 ¡Demonios!

Un chirrido desgarrador salió del interior y Okami volvió a cerrarla de golpe, se


llevó las manos a los oídos, como si comprobara que el ruido no le hubiera
derretido las orejas y cuando se hubo dado cuenta de que seguían ahí volvió a
abrir esta caja solo que en vez de aquel grito, solo salió una luz.

 Maldito recuerdo caprichoso…-dijo asomando la cabeza dentro

**

 Debes deshacerte de él-decía una voz vaporosa

Alzo la cabeza para ver qué ocurría, miraba escondido desde detrás de lo que parecía ser
una pared. Dos hombres discutían acaloradamente de un tema que no podía adivinar ni
tampoco entender.

 No puedo hacerlo…-decía el otro hombre


 ¿Qué quieres decir con que no puedes?
 A donde quiera que vamos, ellos nos encuentran-suspiró- además él es mi hijo, su
madre murió por mi culpa y no puedo dejarlo solo a la deriva

 Espero que sepas lo que haces-dijo el primer hombre


Entonces se fue dejando al hombre con la voz gentil que se acercó a él con una enorme
sonrisa en el rostro.

 ¿Quién era él papi?


 Solo un amigo…-dijo distraído- pero no importa, hay que irnos

Lo alzó en brazos, la calidez que podía sentir era inmensa, casi como si aquel fuera el
cielo mismo hecho un hombre. Salieron de ese lugar y caminaron durante tanto tiempo
que no se dio cuenta hasta que sintió que estaba por fin a salvo.

Pero entonces mientras más se acercaban, la silueta de un hombre se hacía cada vez más
cercana, era alta y delgada vestido en una gabardina negra que a primera instancia no
parecía ser más que una persona normal pero a medida que se hacía más nítida se dio
cuenta de quién era.

 Mierda-susurró el mayor

Lentamente retrocedieron un poco pero ya era muy tarde, aquel hombre ahora se
aproximaba a paso rápido.

 Escóndete-le ordenó

Y entonces, fue testigo de una batalla bestial. Era como si dos bestias salvajes se
hubieran encontrado. Aquel hombre de amable sonrisa estaba masacrando a su
oponente, una escena increíble y aterradora al mismo tiempo.

 Sigamos adelante-dijo él con el rostro salpicado en sangre-llevamos prisa

Fue cuando volteó la cara y le miró a los ojos. Azules obscuros llenos de ira desbordada y
también de algo más que no descifraba.

 Llevamos prisa-repitió impaciente**

Okami cerro la caja de golpe agitada, se llevó una mano al pecho confundida y
se puso de pie de un salto para poner la caja en su sitio. Miró a su alrededor,
como si buscara una caja en específico pero realmente solo estaba tratando de
calmarse, aquella visión había sido muy extraña y en definitiva no podía
describirla.
Sasuke respiró hondo volviendo en si solo para encontrarse con el rostro
incrédulo de su hermana que de un movimiento despacio bajó de las caderas
del azabache y se sentó a su lado.

 ¿Qué tal?-preguntó él en voz baja


 ¿Puedo dormir contigo el resto de la noche?
 Si…

Ella se acurrucó al lado de su hermano mayor, justo como lo hacían cuando


eran más jóvenes. Los dos tenían mucho en la mente, Okami estaba pensando
en el día siguiente cuando por fin tuviera que enfrentar a Kiba y tener que
escuchar lo que no quería. Sasuke, que no podía dejar de pensar en esas
espantosas pesadillas que seguía tratando de descifrar.

 ¡Estás listo!-gritó Naruto


 ¡Estoy listo!-respondió Kiba-o tal vez no…

Akamaru lanzó un chillido fastidiado, su amo y Naruto se habían levantado


muy temprano para poder repasar línea por línea lo que el licántropo iba a
decir cuando hablara con Okami. Naruto se encargaría de llevarla hasta un
lugar en donde pudieran hablar en privado, tal vez a la carpa de circo que a esa
hora de la mañana estaba vacía.

 ¡Cálmate de una vez!-le riñó Naruto- debes hacer esto


 Debo hacerlo…-repitió despacio
 Cálmate-puso sus manos sobre sus hombros-iré por ella así que ve

Kiba asintió lento, como si entendiera poco a poco repasando cada palabra de
Naruto en su mente. Tomó la cajita entre las manos y salió despacio aunque
mientras caminaba se iba dando cuenta de lo que estaba a punto de hacer y su
rostro empezó a ponerse rojo y la garganta empezó a secarse.
Mientras Kiba iba caminando a trompicones a la carpa, Naruto fue directo a la
carpa de su novio, necesitaba llevar a Okami a la carpa de circo pero antes de
poderse encontrar con ella, al primero que vio fue a Sasuke.

 Buenos días-saludó el azabache

Pero Naruto tenía otros planes en mente, aunque no estaba mal la idea de un
beso de buenos días así que se dio el gusto de saludar al azabache con un beso
casto sobre los labios.

 ¿En dónde está Okami?


 ¿Okami? ¿Para qué la quieres a ella en lugar de a mí?

El rubio se rio atontado, no podía con Sasuke cuando se ponía en ese modo tan
juguetón que le volvía loco. Pero en ese momento tenía una misión muy
importante por cumplir, incluso más que un buen rato con el vampiro más
ardiente de todos.

 Debo verla-le dijo en susurro- Itachi le ha dado su permiso a Kiba

No necesitó decir más, Sasuke abrió la boca como queriendo decir nada pero
simplemente estaba muy sorprendido aunque también estaba feliz. Señaló el
interior de la carpa sin decir nada y entonces Naruto entro para encontrarse con
la hermana menor sentada en su cama tratando de trenzar su cabello, tenía unas
grandes bolsas bajo los ojos por haber pasado la noche entera velando el sueño
de Sasuke.

 ¿Cómo te sientes?-le preguntó Naruto


 Supongo que estoy bien-sonrió débilmente-no quise preocupar a nadie
 No lo hiciste, creo que la decisión que tomó Itachi fue muy precipitada
 Si así es-dijo con un nudo en la garganta-pero es mi deber hacerlo
 Bueno-dijo algo ansioso-sé que no es el momento pero quería saber si me
podías ayudar con unas cosas, quiero decir, si te sientes bien

 Claro…
Ella salió despacio junto con Naruto, iban directo a la carpa de circo pero iban
siendo seguidos por varias miradas. En un lugar como ese, las noticias no
tardaban en llegar y mucho más cuando era algo tan importante como una
propuesta de matrimonio.

Cuando llegaron, el escenario estaba vacío y aparentemente las gradas también


aunque en realidad estaban casi todo el campamento escondido en alguna parte
pero Okami estaba tan cansada que ni siquiera podía poner demasiada
atención.

 Espera aquí-le dijo Naruto-iré por un par de cosas


 Si…

Y entonces el rubio desapareció detrás de la cortina que conducía tras


bambalinas. La pelinegra se sentó en el borde del escenario, sentía que en
cualquier momento caería dormida.

Las pesadillas de su hermano mayor empezaban a ser un problema, no sabía en


qué momento había empezado todo eso pero definitivamente debía averiguar
qué estaba pasando. Después estaba el asunto del matrimonio, permanecía
calmada y hasta cierto punto conforme sabiendo que era por el bien de todo el
circo, no podría perdonarse el haber arruinado el sueño de su hermano mayor
por un capricho.

Aun así no podía dejar a Kiba de lado. Había sido su compañero durante
muchísimo tiempo, nunca habían estado separados por mucho tiempo y en esas
circunstancias esos años le parecían ahora muy pocos.

Ella estaba totalmente devastada, después de la visita de los cazadores Dhampir


no había podido dejar de pensar en las palabras de Deidara. Claro que también
estaba feliz de que no hubieran siquiera sospechado de la presencia de Naruto
pero no estaba contenta con la situación actual.

Jamás pensó que El consejo quisiera hacer de aquel asunto tan insignificante
algo que debía tratarse con indebida seriedad. Era verdad que en épocas
antiguas las doncellas de sangre Strigoi debían desposar a un hombre por
asuntos que en ese momento ya eran obsoletos.
Deidara solo estaba encaprichado y había armado todo eso para poder tomar su
mano en matrimonio aun sabiendo que ella nunca podría amarlo.

El sonido del silencio en el escenario era bastante extraño aunque muy


tranquilizador si hubiera podido opinar, el silencio le recordó cuando había
conocido a Kiba, sus ojos avellana que la miraban perpetuos mientras sellaban
su destino en uno solo.

 Okami…

La voz de Kiba la sacó de sus pensamientos haciéndola saltar, enseguida se


puso de pie y miró a su novio que tenía una sonrisa extraña en los labios, no lo
había visto desde la visita de los cazadores Dhampir.

Ella no dijo nada, no se atrevía pero miraba muy preocupada. Estaba segura de
que lo que sea que le fuera a decir no sería ninguna buena noticia, aquella
sonrisa en los labios del licántropo parecía ser muy amarga y triste.

 Ayer Itachi me mandó a llamar-dijo tratando de no sonar muy ansioso-


hablamos un rato

El estómago de Okami se hizo pequeñito, podía sentir como las tripas se le


comprimían en un muñón dentro de su cuerpo, no quería oír a su amado
diciendo que tendría que dejarla ir, no estaba lista para hacerlo.

 Nos hemos conocido durante mucho tiempo Okami-dijo sonriente


 Kiba…
 No, escucha-su sonrisa se ensanchó-te amo
 También te amo-musitó débilmente

Kiba se acercó y tomó las manos de Okami entre las suyas, sonreía radiante.
Todos los que estaban escondidos miraban con mucha atención, hasta Sasuke
no podía ni siquiera mover un músculo.

 Eres lo mejor que me pudo haber pasado en la vida y no quiero que nadie te
aleje de mi
Las rodillas de Kiba temblaron y con un movimiento algo brusco se arrodillo y
con manos temblorosas buscó en su bolsillo hasta encontrar la pequeña argolla
que había guardado ahí para enseñárselo.

 Te…te…-tragó gordo tratando de no desmayarse- ¿te… te casa…casarías con


mi…migo?

Un silencio sepulcral se hizo en el lugar, era como si todos hubiesen aguantado


la respiración, hasta Kiba estaba tratando de mantenerse calmado ante el
silencio de la chica a la que le había propuesto matrimonio.

 Kiba…-susurró ella con los ojos llenos de lágrimas-claro que me casaré


contigo

Aun temblando, Kiba se puso de pie y deslizo el anillo en el dedo de su novia


que también estaba temblando y las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos,
como si no se terminara de convencerse a sí misma que estaba pasando de
verdad.

Pero entonces, el silencio quedó en el olvido al escuchar la horda de gente que


había salido de sus escondites para celebrar.

 ¡Una boda!-gritó Ino-¡esto es algo muy importante! Hay muchas cosas por
hacer, el vestido, la comida y…

 Y todo se debe terminar en menos de una semana-le interrumpió Itachi


entrando en la estancia

Todos miraron serios a Itachi y de regreso a Kiba y a Okami. Pero en vez de lo


que todos hubiesen pensado que haría, Itachi se acercó y abrió los brazos para
abrazar a la pareja que a este punto estaba con los nervios de punta.

 A trabajar-les dijo a todos- tenemos que presentarnos y además hay que


planear una boda-miró a Ino- cuento contigo para eso ultimo-le guiñó el ojo.

 ¡Claro que si!-respondió ella emocionada

Mientras la rubia saltaba de la emoción y empezaba a sacar planes de la manga,


Naruto miraba muy contento la escena. Estaba muy feliz de haber podido ser
parte de todo esto y sin dudarlo les envidiaba mucho al pensar que ellos
podrían tenerse el uno al otro por lo que restaba de sus vidas. De pronto una
mano gentil lo sacó de sus pensamientos, Sasuke había pasado su brazo por los
hombros de Naruto para atraerlo hacia él.

 Tendremos que trabajar muy duro estos días-dijo el pelinegro


 Me sorprende que no te hayas opuesto
 ¿Por qué lo dices?
 Eres muy posesivo y más si se trata de tu hermana menor
 Ya veo-sonrió algo nostálgico- no te confundas, si ella debe casarse con
alguien entonces me alegra que sea ese cabeza de pulgas

 ¿Lo dicen en serio?


 Kiba es el mejor amigo que tengo, después de mis hermanos, él es a quien
más cariño le tengo-suspiró- y si le dices que dije eso te daré tan duro que no
podrás sentarte en un mes ¿escuchaste?

 Eso suena tentador-dijo de manera sugerente

Sasuke pegó su frente a la de Naruto, la euforia de todos se había aislado de


una manera impresionante para dejarlos solos a los dos en una especie de
burbuja para ambos. Naruto alzó la cara un poco para poder rosar los labios de
Sasuke que enseguida recibió el beso gustoso y sobre todo deseoso.

 Quisiera hacértelo aquí mismo-susurró Sasuke sobre sus labios


 No ahora-respondió el otro risueño

Ambos voltearon para ver a los demás y ver a Kiba abrazando a Okami contra
su pecho y a Ino parloteando y dándole indicaciones a Hinata sobre la tela del
vestido que iba a tener que terminar en menos de dos días.
Después de todo el escándalo de la propuesta, todos debían de regresar a sus
respectivas tareas, solo que ahora tenían el doble de cosas por hacer gracias a
las órdenes que Ino había dado. Claro que todo se debía terminar en menos de
una semana, antes de que los cazadores Dhampir regresaran.

Naruto también había tenido que seguir haciendo sus tareas aunque le hubiese
gustado estar jugueteando con Sasuke un rato más. Estaba terminando de
acomodar un par de cajas en la carpa de utilería cuando escucho que alguien
entraba, enseguida pensó en Sasuke y en la primera vez que los dos se
quedaron solos de esa manera pero cuando se puso de pie se dio cuenta de que
la persona que había entrado era Kiba.

 Quería hablar contigo Naruto


 Ah…-está bien-dijo tratando de no sonar decepcionado- ¿de qué quieres
hablar?

 Bueno, aunque nos hemos conocido poco yo…


 No iras a pedirme matrimonio ¿verdad?
 No-rio- ya estoy comprometido, pero me encantaría que fueras mi padrino
de bodas

 Kiba… ¿no deberías pedirle eso a Sasuke?


 Ese idiota y yo somos mejores amigos pero, él tiene la ilusión de estar al lado
de Okami en todo momento… además de todos aquí creo que eres el más
indicado para eso

La relación que había logrado con Kiba, había llegado a un nuevo nivel y se
sentía realmente bien. Jamás había tenido a un verdadero amigo en su vida,
ahora, estando ahí mismo podía sentir un calor increíble. Desde que había
llegado al circo, había descubierto muchas sensaciones pero la que más le
encantaba era descubrir el amor en todas y cada una de sus formas.

Amor fraternal, el amor entre amigos pero sobre todo el más grande y cálido de
todos que era el amor que solo un hombre podía darle. Sasuke siempre estaba
rondando por su mente, no podía decirlo aún, no quería decirlo aún pero ya
sentía en su pecho esa electricidad que solo el amor podía provocar.

 ¿Qué dices Naruto?


 laro que si amigo, será un honor

Kiba se sentó junto a su compañero, no tenía ganas de salir y hacer sus deberes,
seguía algo ansioso y muy nervioso, era algo completamente irreal y
abrumador.

 ¿Puedo hacerte una pregunta Kiba?


 Claro que puedes
 ¿Cómo fue la primera vez que se dijeron “te amo”?

El licántropo enseguida volteó a ver a su amigo que se mantenía con la vista en


su trabajo, como si no quisiera que le vieran a la cara. Era una pregunta extraña
pero definitivamente disfrutaría recordando ese momento.

 Estábamos peleando-sonrió-dijimos muchas cosas pero entonces yo le dije


que la amaba y guardó silencio, creo que no se lo esperaba

 Pero tú estás…
 Estar impregnado no es lo mismo que estar enamorado-suspiró-en ese
momento ella estaba enamorada de alguien más

 Pero…
 Ya te había dicho que lo nuestro no pasó de inmediato y yo tardé un rato en
descubrir la diferencia entre esos dos conceptos

Naruto sintió algo muy extraño dentro de él, como si de repente una necesidad
irracional por sentirse más cerca de Sasuke lo invadiera como una especie de
enfermedad. Aquel sentimiento en su pecho ardía como si le quemara, casi
como si le doliera.
 Él va a decírtelo-le dijo Kiba como si hubiera adivinado sus pensamientos-
conozco bien a ese tonto como para prometerte que él también siente lo mismo

Dicho esto, Kiba le dio una palmada en la espalda a su amigo y se puso de pie
para poder regresar a sus propios deberes, no quería que lo regañaran y más
estando Ino a cargo de los preparativos de la fiesta.

Cuando estuvo solo de nueva cuenta, Naruto se quedó quieto pensando en lo


que le había dicho Kiba y en lo que realmente pensaba él mismo. El pecho le
palpitaba rápidamente y su cabeza estaba a punto de explotar, ahora era
cuando se daba cuenta de que sus sentimientos eran más intensos de lo que
pensaba.

Nunca se había enamorado de esa manera, tan intensa y distinta. Los demás
hombres con los que había estado eran solo tontos e ilusos comparados con
Sasuke, más bien, todos los hombres que alguna vez conoció eran ilusos al lado
de Sasuke.

Se llevó la mano al cuello, justo en donde la herida de las mordidas se estaba


empezando a notar, pasó el dedo por la piel ligeramente rugosa y algo
hinchada tratando de imaginar el tacto del azabache, la sensación fría de sus
dientes recorriéndole y erizándole el bello de todo el cuerpo.

 Sasuke…-susurró para él mismo

Era más que obvio que lo necesitaba de una manera muy especial, el aspecto
sexual podía quedar a un lado entonces. Quería escuchar esas palabras tan
especiales de los labios de Sasuke y le hacía mucha ilusión poder hacerlo.

El día dio paso al atardecer que pronto se convirtió en una obscura y cálida
noche de primavera. Después de la cena estuvieron todos en sus carpas, no solo
debían seguir con los preparativos de la celebración próxima sino que debían
presentarse al día siguiente así que madrugarían para estar listos al día
siguiente.
 ¿Quieres que duerma contigo otra vez?-preguntó Okami quitando las
sábanas de su cama

Sasuke solo se limitó a asentir avergonzado, le molestaba mucho tener que


pedirle a su hermana menor que durmiera con él pero las pesadillas le daban
cada vez más miedo y de esa forma se sentía más seguro, al menos de esa
manera podía tener una mano cálida para sostener cuando se despertara sobre
saltado en la madrugada.

La menor de los Uchiha se acomodó al lado de su hermano mayor, de cierta


manera le gustaba mucho esa cercanía tomando en cuenta que se casaría en
unos días. Sus dos hermanos mayores habían sido para ella los hombres más
importantes pero aún más Sasuke que siempre la tenía a su lado, recordaba
cuando él solía llamarle “su princesa” cuando eran niños.

Extrañaba esos tiempos, solo eran ellos dos contra todo, sus padres, y también
Itachi eran parte fundamental de lo que ella solía ser. Había sido una niña
entonces pero su mente no podía dejar de pensar en esos momentos, estaba
muy nostálgica al pensar que ya no dormiría así con su hermano, porque
después de todo, sería una mujer casada.

 ¿En qué piensas hermano mayor?


 En que ha pasado mucho tiempo-dijo nostálgico
 ¿Has descubierto ya algo de las pesadillas?
 No-musitó

La pelinegra se sentó y se inclinó sobre el cuerpo de su hermano que la miraba


con expresión vacía, como si supiera algo que ella no. Entonces hizo algo que
tenía estrictamente prohibido.

 Has estado mordiendo a Naruto…-susurró ella

Sasuke se sentó de golpe haciéndola a ella a un lado pero sin dejarla de mirar
solo que ahora sus ojos eran ardientes y muy encendidos, era más que obvio
que estaba muy enojado solo que no podía más que mantener esos ojos de furia.
 ¿Vas a delatarme?-susurró cuidadoso

Su hermana menor palideció enseguida, no era exactamente la reacción que


esperaba pero de alguna manera las cosas comenzaban a cobrar sentido para
ella.

 Claro que no… no lo haré


 Si Itachi se entera, no sé qué es lo que podría pasar y yo… no puedo estar
lejos de él

Una vez más no era lo que ella se imaginaba que él diría pero al mismo tiempo
estaba muy contenta de que su hermano mayor por fin pudiera sentir ese
maravilloso cosquilleo que tanto le hacía falta.

 Me alegro de que Naruto llegara-dijo ella volviéndose a acostar


 Él es diferente a todo lo que conozco

Volvieron a acomodarse como estaban antes, uno al lado del otro sintiéndose
una vez más como ese par de niños traviesos que se habían quedado dormidos
en la cama de su hermano mayor después de haber estado jugando el día entero
en los jardines y en los establos. Casi podían sentir de nueva cuenta el aroma
del césped húmedo y la tierra en sus zapatitos recién lustrados, era como un
sueño, un recuerdo efímero que se les escapaba de las manos cual agua entre los
dedos.

El olor de las cocinas y el pan de mantequilla y leche tibia que la nodriza les
preparaba para la merienda, hasta el olor a tabaco del despacho del señor
Uchiha y claro, el perfume de buganvilias de su mamá. Hasta las lecciones
fastidiosas de historia y español, incluso las intromisiones al cuarto de Itachi
que siempre podía dejar los estudios para pasar un rato con sus hermanos
menores.

 Lo extraño-susurró Sasuke consciente de que Okami sabía de lo que hablaba


 Yo también lo extraño todo-susurró
La muchacha se acurruco en el pecho de su hermano, él era quien siempre
había cuidado de ella, incluso pensó en el hecho de que siempre habían
dormido en la misma habitación.

 Voy a extrañar esto también


 No seas tonta-rio-tu hermano mayor siempre estará cuando lo necesites
tercer interludio
El sol quemaba intensamente, Itachi Iba al frente de su pequeña e improvisada
caravana. Justo tras él iba Lee que llevaba la cara cubierta con la capucha de su
nueva capa además de llevar a la pequeña Okami en su espalda que dormitaba
cansada por haber caminado durante mucho tiempo.

Y tras ellos venían Kiba y Sasuke caminando a paso moderado tratando de no


quedarse atrás, cargaban cada uno una mochila en los hombros, hasta Akamaru
tenía una pequeña bolsa que habían asegurado en su lomo.

 Yo debería llevarla…-mascullo Sasuke entre dientes


 Cierra la boca tonto
 Tú cierra la boca perro callejero
 Ambos cierren la boca-les ordenó Itachi sin voltear a verlos

Eso basto para que el par se mantuviera en silencio un poco más pero no
llegaron muy lejos antes de que Lee sintiera que algo no estaba bien y
enseguida se detuvo.

 ¿Qué ocurre?-susurró sobre su hombro


 Tengo mucho frio-susurró Okami
 Cielos…

Se tomó el tiempo para bajar a la niña de su espalda y enseguida ver más de


cerca lo que pasaba, la piel de Okami se había puesto muy pálida y sus ojos
estaban como perdidos. Lee se arremangó la capa y con una mano membranosa
toco la frente de la niña.

 Estás enferma

No necesitó decir nada, tanto Itachi como Sasuke y Kiba se detuvieron igual y
regresaron. El mayor de los Uchiha se acercó y examinó a su hermana menor
solo para darse cuenta de que efectivamente estaba ardiendo en fiebre. Era una
situación complicada, necesitarían medicinas y para eso deberían ir al pueblo
más cercano pero a esas alturas y con tanta paranoia les sería complicado pasar
desapercibidos.

 ¿Qué haremos?-preguntó Sasuke


 Necesitamos medicinas y solo las encontraremos en el pueblo
 Eso no está muy lejos-apuntó Kiba- si seguimos caminando llegaremos al
atardecer

De una u otra manera, debían detenerse en el pueblo, necesitaban provisiones y


obviamente ahora necesitarían medicinas. Itachi tomó a su hermana en brazos y
la cargó él mismo, de cierta manera se sentía culpable de todo lo que estaba
pasando, en esas circunstancias la nodriza habría hecho una comida caliente y
habría sacado a relucir ese jarabe apestoso y de mal sabor que ahora mataría
por tener.

 No quiero detenerme mucho tiempo- les dijo Itachi- si estamos más de lo


debido entonces correremos peligro

Los tres muchachos asintieron silenciosos, sabían a la perfección a lo que se


enfrentaban. Todo se complicaba al pelear con un enemigo invisible, temerosos
de las creencias y supersticiones de un pueblo que no los comprendía, de la
noche a la mañana ahora eran parias de la sociedad obligados a vivir
escondiéndose.

La mayor parte del tiempo podían pasar desapercibidos, los humanos eran
ingenuos y aunque peligrosos, no podían distinguir el verdadero peligro en sus
narices.

Todos colgaban ajo en sus puertas y regaban agua vendita en sus casas,
escondían a las muchachas vírgenes en las noches de luna llena y se alejaban de
lo que no entendían. Los pueblos podían esconder muchos secretos pero todos
tenían muchas cosas en común, que ahora estaban infestados de pasadizos y
puertas mágicas que se conectaban todos entre sí.
Los vampiros podrían aislarse de todo pero eso no significaba que las demás
criaturas se dejarían llevar por la perdición, al contrario, todos ellos habían sido
capaces de encontrar la manera de sobrevivir a la paranoia colectiva que les
acechaba.

 ¿Qué pasará allá?-volvió a insistir Sasuke- un doctor convencional solo


complicará las cosas

 Sé que un doctor humano complicará las cosas


 ¿Entonces?
 Confía en mi hermanito, sé lo que haremos

Al atardecer, llegaron al pueblo. Un lugar pintoresco y algo rustico aunque a


esa hora las casas estaban cerradas y los negocios comenzaban a levantarse.
Caminaron por las calles adoquinadas siempre mirando al frente, no debían
mirar a nadie a los ojos, solo debían seguir a Itachi sin perder el tiempo.

Nadie parecía sospechar nada, claro que siendo forasteros eran observados por
la gente pero nada fuera de lo común. Aún había niños corriendo en las calles
que se hacían a un lado para dejarlos pasar dando un saludo cordial a los
extraños. Pero no había tiempo para detenerse por cordialidades, tanto Lee
como Kiba y Sasuke intentaban mantenerle el paso a Itachi que parecía haberse
olvidado de sus acompañantes.

Era algo confuso, nunca antes habían estado en ese sitio, pero Itachi parecía
saber exactamente a donde ir caminando entre calles y edificios tratando de no
atropellar gente a su paso para finalmente terminar en un callejón alargado
pero sin salida.

Los tres muchachos se miraron entre sí como queriendo encontrar la razón por
la que estaban ahí en sus rostros.

 Pongan atención-les dijo Itachi dándoles la espalda-quiero que los tres


aprendan esto por si algún día necesitan escapar y no esté con ustedes
 Hermano…
 En sitios como este, hay pasadizos secretos que conducen a una red de
túneles, son fáciles de rastrear-puso la mano sobre la pared-solo deben seguir
las redes de energía

Los tres quisieron preguntar a qué era a lo que se estaba refiriendo pero pronto
se les quitaron las ganas de hacer ninguna pregunta. Un contorno empezó a
formarse en las grietas de los ladrillos formando lo que parecía ser una puerta
que pronto se abrió.

 Entren antes de que alguien nos vea

Y así lo hicieron. Entraron para encontrarse con una especie de pasillo alargado
y redondo, era más que obvio que era un túnel construido recientemente, los
adoquines en el suelo aún estaban nuevos y no había humedad.

 Estos son túneles construidos por las brujas blancas y hechiceros, todos
conectan a los pueblos con los hogares de estas personas

 Entonces…
 Iremos a ver a una de ellas

Caminaron aún más, los túneles eran largos pero muy acogedores, les daba una
sensación rara de estar a salvo, incluso Lee se sintió con la suficiente confianza
para bajar la capucha y que el aire fresco pasara por sus branquias, ya tendría
tiempo de mojarlas después.

Okami se retorció en los brazos de Itachi que apresuró el paso al sentir que ella
empeoraba cada segundo que perdía yendo lento así que apretó la marcha
siendo seguido por los tres muchachos que intentaban no quedarse atrás.
Después de un poco más caminando doblaron en una desviación que llevaba de
nueva cuenta a otro callejón circular solo que fondo de este había una puerta
muy peculiar, era de madera y también tenía la forma redonda del túnel.

 ¿Es aquí?-preguntó Kiba ya ansioso y Akamaru ladró


 Si

Itachi acercó el puño para tocar pero la puerta se abrió sola así que entro siendo
seguido por los demás para que cuando estuviesen todos dentro la puerta se
cerrase nuevamente.

Se encontraron en un lugar muy peculiar, estantes y estantes en las paredes


llenos de frascos con contenido del que tal vez estaban felices de desconocer.
Cuadros y pentagramas adornando el sitio además de un par de atrapa sueños
y ramas colgando. Había una mesa larga con lo que parecía ser un recipiente de
barro y muchas hierbas, frascos y cajas alrededor. El calor de la chimenea les
tomó por sorpresa al ver la llama encenderse sola.

 No esperaba visitas-dijo una voz femenina-pero siempre es un placer tenerte


aquí joven Uchiha

Una mujer salió de detrás de una cortina, su cabello rubio iba peinado en dos
colas sueltas que descansaban sobre sus hombros, estaba usando una especie de
vestido holgado, casi como una túnica color blanco. Sus ojos cristalinos de color
ámbar brillaban cual ojos de gato en la obscuridad.

 Tsunade-saludó rápidamente-necesito…
 Medicinas ¿no es así?-se acercó a él y extendió los brazos-deja que la vea

El azabache le dio a la bruja a su hermana que una vez más gimoteó de dolor.
Ya en brazos de la experta, esta puso su mano sobre la frente de la niña, los
anillos de plata y las largas y blanquecinas uñas eran una gran distracción para
los tres muchachos que miraban atentos a todo lo que pasaba.

 Es solo un resfrío-dijo ella calmadamente-nada de qué preocuparse

Ella caminó con la niña en brazos hasta detrás de la cortina, claro, seguida de
cerca por los presentes. Tsunade acostó a Okami en una cama que había pegada
a la pared y la arropó para dejarla mientras recorría la estancia escogiendo
frascos y ramas que llevó hasta la mesa con el recipiente de barro en donde
empezó a moler todo con una piedra grande hasta obtener una especie de
menjurje viscoso que sirvió en un pequeño tazón y llevarlo hasta la niña.
 Bébelo-le dijo mientras acercaba el recipiente a los labios de la pequeña
azabache

Ella le hizo caso, el olor de aquella mezcla era dulce y su sabor también, era ese
toque mágico que solo Tsunade podía darle a las medicinas para que tuvieran
un buen sabor. Casi de inmediato la niña cayó desplomada en un profundo
sueño.

 Ella dormirá un par de horas-dijo la bruja-mientras tanto, puedes contarme


que los ha traído por aquí

Tsunade condujo a los invitados de nueva cuenta al recibidor, quitó el


recipiente de barro para dejarlo junto a la chimenea y después de un
movimiento del dedo índice, dos sillas se arrastraron hasta la mesa.

 Tengo una tarea para ustedes cuatro-les dijo a los muchachos-quiero que
velen el sueño de su amiga, no queremos que un demonio pesadillesco entre en
su cabecita

Los tres asintieron, Akamaru lanzó un ladrido como señal de haber entendido y
enseguida desaparecieron tras la cortina. Itachi ocupo una de las sillas mientras
Tsunade sacaba una tetera de algún cajón y preparaba té.

 ¿”Demonio pesadillesco”?

 Fue solo para poder hablar tranquilamente-pausó-dos vampiros que no


beben, un cachorro de licántropo impregnado y un tritón de agua dulce- dijo
ella poniendo la tetera y tazas sobre la mesa- ¿Qué es todo esto Itachi?

 Ya no es un secreto lo que está pasando ahora-dijo cuidadoso-que hayas


movido tu casa a estas redes de túneles lo comprueba

 Han quemado a muchas de mis compañeras practicantes de la magia blanca-


se sentó-estamos viviendo tiempos obscuros

La tetera se levantó sola sirviendo el té para ambos, la cucharilla en la taza de


Tsunade comenzaba a moverse sola, conociendo a la perfección los gustos de su
ama.
 Escuché lo que pasó con tu familia
 Eso tampoco es un secreto
 Jamás pensé que asesinarían a una familia de nobles vampiros-suspiró- por
eso es que me mantendré firme y le seré fiel a la memoria de tus padres

 Te lo agradezco infinitamente
 Pero ahora, debes de decirme qué es lo que estás planeando
 Es un poco complicado ahora, aún no sé concretamente qué es lo que va a
pasar de ahora en adelante pero no podía quedarme con los brazos cruzados

 Tu causa es noble pero aun así es peligroso y espero que estés consciente
 Supe a lo que me enfrentaba desde la noche del incendio, ya he decidido mi
misión

La mujer se removió en su asiento, levantó la taza lentamente y la llevo a sus


labios pero sin dejar de quitar los ojos de los de Itachi que también le sostenía la
mirada en silencio. Le sorprendía la tenacidad de los ojos y la forma de mirar de
Itachi, había algo aterrador en sus ojos, algo increíble que le llamaba mucho la
atención.

 Tienes el don de la nigromancia-dijo ella poniendo la taza en la mesa


nuevamente-¿por qué dedicarte a salvar a estos chicos cuando podrías hacer
algo distinto?

 Porque esto es lo que todos necesitan, si yo no lo hago no puedo esperar a


que alguien más lo haga

 Valiente como tu padre, noble como tu madre y testarudo como solo tú sabes
serlo

El azabache se cruzó de brazos y se acomodó en la silla, como si estuviera


orgulloso de lo que había dicho la bruja. Estaba perfectamente consciente de lo
que ella estaba diciendo, de los riesgos que estaba a punto de tomar y que de
ese punto en adelante las cosas serían más complicadas.
 Las mejores cosas nunca son fáciles ¿verdad?
 Tú, Itachi Uchiha, serás grande-dijo alzando una ceja y ambos rieron

Mientras los mayores seguían hablando, los más jóvenes estaban en la


habitación contigua haciendo exactamente lo que la bruja blanca les había
pedido, o al menos Kiba y Sasuke lo estaban haciendo sentados en el suelo
mientras Lee se paseaba por todo el lugar viendo los estantes con los frascos y
recipientes con contenidos raros.

Lee tenía una sensación rara dentro de él, se sentía extraño tener que estar con
esos niños más chicos habiendo sido siempre el hermano menor. Ahora sentía
la responsabilidad de cuidar de ellos para aligerarle la carga a su rescatador.

Siempre había estado bajo el cuidado de sus hermanos mayores, jamás tuvo que
preocuparse por nada porque ellos lo protegerían siempre y ahora estaba ahí,
velando por él sueño de una pequeña vampiro junto con el hermano mayor de
esta y un cachorro de hombre lobo.

 Saben que eso de los “demonios pesadillescos” no existe ¿cierto?-les dijo Lee.
 ¿No?-chillo Kiba bastante sorprendido-pero ella dijo…
 Lo dijo para poder hablar a solas con Itachi

Entonces los dos niños dejaron de estar vigilando obsesivamente a la niña para
ponerle atención al tritón que había ido ahora junto a ellos.

 Ella va a estar bien-les dijo una vez más para calmarles-escucharon a la bruja,
es solo un resfrío

Los tres miraron hacia la cama en donde Okami se removió entre aquella
sabana peluda y cálida, el color había regresado a sus mejillas y sus labios
volvían a tener ese sonrosado color. Ya estaba bien, ahora solo debían esperar a
que despertara.

 Que alivio-suspiró Sasuke


El cachorro de licántropo se acercó a la cama, sus ojos brillantes no se
separaban de la pequeña vampiresa que dormía plácidamente. La calma de la
muchachita era algo que lo calmaba a él también, Akamaru se subió de un salto
y se acomodó junto a la niña.

Sus ojos se perdían en aquella preciosa criatura, por más que la miraba no podía
cansarse de hacerlo, era como si no estuviera satisfecho nunca. El saber que
estaba bien calmaba sus ansias y lo hacía estar tranquilo, ella lo hacía estar
tranquilo.

 ¿Por qué la mira así?-susurró Sasuke enfadado


 Es normal-le contestó Lee de la misma forma aunque de todas maneras Kiba
no les hacía caso-él está impregnado

 “Impregnado”-repitió algo fastidiado- todo el mundo dice eso ¿Qué


significa?

 Mi hermano mayor tenía muchos libros de licantropía, él estaba obsesionado-


dijo con nostalgia- él me contó que cuando un licántropo encuentra a esa
persona, con la que pasará toda su vida, se “impregna” de esta

Sasuke volvió a mirar hacia la cama, parecía que a Kiba no le importaba nada,
como si lo demás a su alrededor fuera meramente basura desechable. El
azabache sintió algo extraño, como si sintiera una calma inmensa.

 Él la protegerá de ahora en adelante-añadió Lee


 Pero ese es mi trabajo-se apresuró a objetar Sasuke-ella es mi hermana menor

No lo podía entender como esos tres podían hacerlo sentir tan nostálgico. No
podía dejar de recordar a sus hermanos, a lo mucho que los admiraba y quería
pero ahora no podía más que atesorar esos recuerdos que ahora eran solo esos,
recuerdos lejanos y efímeros que se le escapaban de las manos.

Pero de alguna forma estaba bien, estando ahí se sentía a gusto y de cierta
manera también se sentía en familia. Se estaba haciendo de noche y Okami
parecía que no despertaría hasta el día siguiente, se acomodó al pie de la cama
junto a Kiba y pronto Sasuke fue a su lado.
Entonces Itachi pasó por la cortina con intenciones de llevar a los niños de
vuelta al pueblo pero los cuatro chicos y Akamaru estaban dormidos juntos.

 Deja que duerman-le dijo Tsunade


 Debemos seguir
 En estos momentos no hay lugar más seguro que estos túneles, quédense esta
noche

 Bien

 ¿Estás seguro de que quieres seguir fuera de los túneles?-les decía Tsunade
que había salido a despedir a los viajeros

 Estoy seguro-dijo él-si seguimos por aquí haremos que El consejo meta sus
narices aquí

La bruja estuvo a punto de objetar pero sabía que el vampiro tenía toda la razón
y lo último que necesitaban ella y sus demás compañeros era a El consejo de
vampiros paseándose por sus callejuelas, aquellos individuos eran aún más
peligrosos que la inquisición misma porque sus intenciones eran
completamente desconocidas, podían hacer tanto bien como daño pero nadie
quería pasar a averiguarlo.

 Muchas gracias por la ayuda Tsunade


 Como ya te dije, tu padre siempre fue muy bueno conmigo y solo estoy
pagando mi deuda

El pelinegro asintió lentamente para volver por el caminillo por el que habían
llegado mientras la bruja miraba despidiéndolos con una enorme sonrisa en el
rostro y cuando se hubiesen ido, ella regresó a su casa que ahora estaba
totalmente en silencio, la visita del joven vampiro había sido realmente
placentera.
Durante los meses anteriores se había dedicado a huir y a esconderse, había
perdido a muchos amigos en esas quemas masivas de brujas. Ninguna de esas
personas supo que habían asesinado a pioneras de la medicina mágica y sabios
capaces de poder ayudar a toda la raza humana.

Ella sabía que debía haber algún trasfondo detrás de todo eso, algo que nadie
más estaba viendo porque las cosas estaban sucediendo de la noche a la
mañana y eso le parecía muy extraño, sabía que las personas no se despertaban
una noche con sed de sangre. Si, la iglesia había avivado la llama pero estaba
segura de que no habían encendido la mecha.

Pero no podía estar segura de nada, todo eran especulaciones propias que solo
se quedarían en eso y no tenía más remedio que seguir escondida en los túneles
subterráneos esperando algún día poder recuperar esa pequeña casa en el
bosque que había sido destruida por el fuego y donde por poco no escapa.

Se recargó en la mesa junto a la chimenea para ver arder las brasas, ya no podía
salir a dar largos paseos por el bosque ni visitar las villas en busca de pacientes,
ahora la quemarían por mostrar sus narices lejos de su acogedor (y esperaba
que temporal) hogar.

Ya fuera de los túneles, la luz de la mañana les pegaba como una especie de
regalo divino, estar en esos pasadizos podía ser seguro pero estar siempre
encerrados no era una opción y mucho menos para cuatro niños y un perro.

Estaban en el centro y a esa hora las personas hacían sus compras en el


mercado, era una situación arriesgada pero Itachi confiaba que podían pasar
completamente desapercibidos entre la multitud.

Él también necesitaba comprar cosas en el mercado para el viaje, no planeaba


cruzar otro pueblo en un buen tiempo, quería que las cosas se calmaran y
además necesitaba un poco de inspiración para pensar en lo que podían hacer.

 ¡Mira hermano!
Itachi dio un respingo y miró hacia abajo para encontrarse con su hermanita
jalándole hacia abajo, le daba mucho gusto que ella ya estuviera bien pero no le
gustaba que hiciera escándalo.

 ¿Qué sucede Okami?


 ¡Un circo!-señaló a la plaza principal

No era un circo formalmente, era solo una pequeña carreta de donde habían
bajado algunas personas haciendo malabares y escupiendo fuego.

 ¿Podemos ver?
 No lo sé Okami…
 Anda, por favor hermano mayor-suplicó ella

No podía negarse ante esa carita y más cuando ella había salido de una fiebre
espantosa, además no era la única interesada sino que los demás niños también
querían ir y podía verlo en sus ojos. Después de todo seguían siendo niños y no
podía negarles lo que se les había sido arrebatado, no podía simplemente
decirles que no cuando ellos eran niños tan buenos.

 Bien-accedió-pero miraremos de lejos ¿bien?

Fue suficiente para ellos, se miraron emocionados y fueron hasta la plaza en


donde las personas ya estaban todas reunidas, Lee se escondió más bajo esa
capucha para que sus escamas no se vieran pero se aseguraba de poder seguir
teniendo una visión perfecta del espectáculo.

 Somos artistas del norte-anunció el hombre en el centro con un acento


gracioso-venimos a presentarles increíbles actos

Ese hombre tenía una imagen graciosa con un curioso bigote puntiagudo que
desafiaba la gravedad estando hacia arriba además de un gran sombrero de
copa y su traje negro con una corbata de colores.

 Los gemelos malabaristas


Entonces señaló hacia los muchachos que hacían malabares con todo lo que
había a su paso, sonreían de una manera divertida y enérgica que hacía que el
público se enamorara de ellos.

 Viktor, el “Dragón de las montañas”

Una bocanada de fuego salió del hombre al otro lado que hacía que las personas
gritaran fascinadas. Y así siguió con los demás actores hasta detenerse en un
muchacho que vestía con un traje también solo que era más formal y en sus
manos tenía un sombrero y un pañuelo.

 Y por último-dijo-¡el ilusionista maravilloso Fénix!

Entonces el hombre caminó lentamente hasta el centro, ahora había capturado


la atención de todos, pero el que estaba más emocionado era Sasuke que estaba
atento a los actos de magia de aquel hombre.

Conejos en el sombrero, pañuelos interminables, actos increíbles y apariciones


de objetos de la nada, eso era lo que llamaban magia.

Pero algo no andaba bien, Itachi se dio cuenta enseguida que el mago había
fijado sus ojos en él y sus niños. Las personas solían fascinarse con esos actos de
magia mundana solo porque sabían que eran trucos preparados, era peligroso
hacerse llamar “mago” entonces, por eso ese Fénix se hacía llamar “ilusionista”
pero mirando a sus ojos se dio cuenta de que no era solo un humano, debía ser
un mago o hechicero colado en un acto de humanos.

 Vamos, debemos seguir-les susurro Itachi a los niños

Ellos no querían partir pero no querían contradecir al que ahora era su superior
así que asintieron y se retiraron del espectáculo en silencio para poder seguir
con las compras e irse lo más rápido que pudieran.

 ¿Viste cuando hizo aparecer al conejo?-le dijo Sasuke a Kiba emocionado


 Si Sasuke, lo vi-le dijo algo ya fastidiado
 ¡Fue impresionante!
 Lo sé, lo sé
 Y luego hizo eso con las cartas
 Estuve ahí Sasuke, lo vi

El repentino entusiasmo de Sasuke con respecto al mago estaba empezando a


fastidiar a todos y más aún a Itachi que seguía temblando al pensar en la
mirada de aquel hechicero colado entre humanos tan a la ligera, como si no le
preocupara que su vida corriese peligro.

 Fue maravilloso-le secundo Okami esta vez


 Si, eso fue maravilloso-se apresuró a decir Kiba

Lee se adelantó un poco más hasta alcanzar a Itachi, sabía que eso debía de ser
la respuesta a sus problemas.

 ¿Qué piensas?-le preguntó al vampiro


 No lo sé, en nada en especial

Lee miró a Itachi como esperando encontrar algo distinto pero el vampiro
seguía sin inmutarse sumido en sus propios pensamientos.

 Él no era humano ¿verdad?


 No
 Increíble-susurró

Entonces Itachi se detuvo de repente, como si lo que acababa de pasar hubiera


sido una especie de iluminación.

Un circo.

Había pensado en una manera extravagante y muy sencilla de viajar. Los circos
siempre estaban llenos de personas extrañas y sin embargo las personas no les
temían ni sospechaban de ellos porque se suponía que ellos eran de ese modo.

 Si-dijo Itachi con una sonrisa- es increíble


decimo tercer acto:“ limerencia”
Todos se habían levantado temprano para comenzar con los preparativos antes
del atardecer. Todo el campamento estaba completamente en calma puesto que
se acercaba la hora de comenzar y todo, los arreglos, adornos, el altar y lo
demás en un precioso color perla.

Ino había hecho un trabajo impresionante. Había adornado la estructura de una


pequeña rueda de la fortuna con guirnaldas y flores, todo de color blanco
salpicado con el verde de las hojas de las flores de los arreglos.

Pero más importante que las decoraciones, estaba la protagonista de aquel día.
Okami estaba de pie frente al gran espejo ornamental de cuerpo completo.

 Te ves muy bien-le dijo Naruto

El rubio se había ofrecido a ayudarle, estaba tras ella abrochando los últimos
botones del vestido que Hinata había hecho. Su vestido era largo y ceñido, con
una especie de olan en escote, Ino había hecho una corona de flores azules que
ahora llevaba en la cabeza, unos aretes hechos con pluma que Sakura le había
prestado y un viejo collar de cuando era niña.

 ¿Crees que a él le guste?-preguntó ella en voz baja


 ¿Bromeas? Él va a amarlo todo

Ella volvió a echar un vistazo al reflejo, jamás pensó verse de esa manera algún
día pero ahí estaba parada frente al espejo terminando de arreglar su maquillaje
y su vestido para poder caminar al altar con el hombre al que amaba.

 Okami-dijo la voz de Sasuke entrando con un ramo en las manos- Ino me


dijo que…

No pudo terminar de decir nada, en cuanto su hermana menor se dio vuelta y él


la vio se quedó mudo, se olvidó por completo de la razón por la que había ido
hasta allí, los ojos se le llenaron de lágrimas y no pudo hacer nada más que
acercarse a abrazarla. Okami tampoco podía con todo y ella también lo abrazó
lo más fuerte que podía.

 Te vez tan bonita-alcanzó a decir Sasuke

Okami se aferró a su hermano mientras se le llenaban los ojos de lágrimas


anhelando esa cercanía de su chico preferido.

 ¡Alto!-gritó Ino apareciendo también y los dos se separaron- me ha tomado


horas hacer ese maquillaje-reclamó

 Ino…-la intentó persuadir Naruto


 No, está bien-dijo Sasuke-ella se ve preciosa, no quiero que se arruine

Sasuke recordó el ramo de flores que tenía en las manos y se lo dio a su


hermana para terminar la imagen perfecta de la muchacha.

 ¿Estás lista?-volvió a hablar Ino


 Creo que si-respondió Okami
 ¿Algo nuevo?
 El vestido
 ¿Algo viejo?
 El collar
 ¿Algo prestado?
 Los aretes de Sakura
 ¿Algo azul?
 Las flores de la corona y el ramo
 Bien-volteó a ver a Naruto-¿Qué haces aquí todavía?
 Yo…
 ¡Largo! Tienes que estar con Kiba
Una especie de escalofrío recorrió la espalda de Naruto y no se quedó ni un solo
segundo más para que Ino volviera a gritarle así que sin decir nada le hizo caso
saliendo de la carpa lo más rápido que pudo para poder ir directo a la suya en
donde se estaba preparando su compañero.

Al entrar se encontró con su amigo abrochando el último botón de la camisa.


Aun siendo un atuendo bastante simple, aquella camisa blanca y pantalones del
mismo color le sentaban muy bien al licántropo y también había pintado en su
rostro dos triángulos rojos invertidos.

 Pensé que el maquillaje solo era para los espectáculos


 Lo es-dijo mirándole sonriente-es pintura de guerra, se usa para ocasiones
especiales

Kiba dio un suspiro pesado y se sentó en su cama y miró risueño al otro lado,
ya no sería el compañero de carpa de Naruto. Itachi le había dado a él y a
Okami una carpa propia como regalo de bodas.

Antes de poder decir nada, alguien más entro a la carpa y para la desgracia de
Naruto, no era otra persona más que Shikamaru que también se veía muy
apuesto ese día en particular. Le dedicó una mirada pícara al rubio pero al
parecer él no era su objetivo esa vez. Pero en vez de ser mal recibido, Kiba
pareció estar más feliz ahora que el castaño estaba ahí y más por lo que sostenía
en las manos.

 Traje esto para ti-le dijo Shikamaru a Kiba

Shikamaru le puso a Kiba en la cabeza lo que parecía ser una corona de flores
adornada con un par de astas de venado.

 No me digas que…-dijo Kiba


 No lo hagas más problemático- se quejó el castaño-volverán a crecer
 No sé que decir…
 “Gracias” puede ser una buena opción-suspiró-además es tradición que los
hombres que se casan lleven astas, eso simboliza tu hombría y esas cosas.

 Entonces gracias

Shikamaru sonrió débilmente y giró sobre sus talones para irse pero antes miró
sobre su hombro directo a Naruto y le guiñó un ojo, el rubio supo que había
guardado la compostura entonces pero que seguramente no lo haría por
siempre.

 Creo que es hora Naruto-susurró Kiba


 Si, vamos antes de que Ino aparezca gritando como histérica

Al salir de la carpa, se dieron cuenta que no faltaba mucho para el atardecer,


Ino estaba terminando de coordinar los últimos detalles, incluso había puesto
en su lugar a Itachi que miraba calmado y risueño todo lo que se estaba
haciendo. La rubia no tardó mucho en también darles órdenes al novio y a su
padrino que enseguida ocuparon su sitio junto al altar.

Una a una, las chicas también fueron ocupando su sitio mostrando esos
preciosos vestidos que Hinata había hecho, por poco y no los termina a tiempo
pero todo el esfuerzo había valido la pena y eso estaba reflejado en el vestido
más hermoso de todos y ese era el de la novia que aún no aparecía. Entonces
todos estuvieron presentes, ahora solo faltaba la persona más importante en ese
momento.

 ¿Cómo te sientes?-le susurró Naruto a Kiba


 Siento como si mi estómago fuera a explotar
 ¿Eso es bueno?
 Lo sabré en cuanto la vea

Las ansias de Kiba eran visibles enseguida pero pronto no tuvo que sentirlas
más. Todos los presentes miraron hacia atrás para ver a la bella novia del brazo
de su hermano mayor caminando lentamente hacia el altar.
Kiba estaba mudo, sus ojos se abrieron tanto que sintió que iban a salirle de las
orbitas. No podía terminar de llenar sus pupilas con esa imagen celestial que se
acercaba a paso lento, como si el tiempo corriera más lento de lo habitual y solo
fuese capaz de ver esos ojos azabaches profundos y brillantes de los que había
estado enamorado siempre. Los ojos se le humedecieron, no podía evitar
sentirse en el cielo con tan solo ver esa sonrisa que lo cautivaba.

En cuanto a Okami, apretó el brazo de Sasuke nerviosa al ver la reacción de


Kiba, solo quería soltar a su hermano y saltar a los brazos de su amado. Cuando
estuvieron en el altar, Sasuke se detuvo tenso, no quería dejar ir a esa chica que
amaba con todo su ser, a su querida hermana menor que ahora estaba
entregando. El azabache se inclinó y le dio un beso en la frente a su hermana
deseando que ella entendiera todo lo que estaba sintiendo con tan solo eso.

 También te amo Sasuke-susurró ella para su hermano al saber lo que había


pensado

Sasuke sonrió de medio lado y miró por última vez a Okami de esa forma para
entregarle su mano a Kiba que enseguida la tomó. En cuanto ambos se tomaron
de la mano, fue como si todo lo demás ya no importaba porque ahora estaban
ahí los dos juntos.

 Bueno-interrumpió Itachi llamando la atención de todos-creo que podemos


empezar con esto…

Y así lo hizo. La ceremonia era igual a las bodas que se celebraban actualmente,
Ino se había encargado de todo aunque fuese más un acto teatral que una
verdadera ceremonia religiosa. El trabajo de Itachi era solo oficiar el matrimonio
pero la encargada de la organización dijo que eso sería muy aburrido y
entonces harían una boda convencional para hacer las cosas más interesantes.

 Bien, traigan los anillos

Hinata se acercó con un cojincillo de color blanco en donde descansaban el par


de anillos que alguna vez pertenecieron a los padres de los Uchiha.

 Tu primero Kiba
El corazón del castaño le palpitaba tan fuerte que en cualquier momento le
saltaría del pecho. Con manos temblorosas tomó el anillo y miró a su novia que
le dedicó la mirada más cálida que jamás vio. Respiró hondo y logró calmarse.

 Yo Kiba Inuzuka, me entrego a ti, Okami Uchiha, sabiendo que la magia de


nuestro amor es más fuerte que la adversidad- deslizó el anillo en el dedo de su
novia- Con mis manos sostendré tus anhelos, tu copa nunca estará vacía pues
yo seré tu vino. Eres la luz que ilumina mi penumbra y por eso te tomo hoy
aquí como mi amada esposa-terminó antes de que la garganta se le hiciera un
nudo

 Okami-le indicó Itachi

Las manos de la muchacha ya habían empezado a temblar desde que su futuro


marido había tomado sus manos entre las suyas y escucharlo decir los votos
matrimoniales simplemente habíasido tan emocionante que sentía que el
corazón le subía por la garganta. Tomó el anillo y tomó la mano de Kiba.

 Yo…yo Okami U…Uchiha me entrego a ti, Kiba Inuzuka sabiendo que la


magia de nuestro amor es más fuerte que cualquier adversidad-deslizó el anillo
con las manos temblorosas- con mis manos sostendré tus anhelos y tu copa
nunca estará vacía-tomó aire- pues… pues yo seré tu vino. Eres la luz que
ilumina mi penumbra y por eso te tomo hoy aquí como mi amado esposo…

Un silencio extraño se hizo entre los presentes pero aún así el ambiente era
ligero y muy romántico.

 Bien-siguió Itachi-creo que está demás decir que puedes besar a la novia

No necesitó decir más, Kiba tomó a Okami de la cintura y la atrajo hacia él para
poder besarla apasionadamente, ahora eran marido y mujer.

La ceremonia no era todo lo que Ino había hecho que se viera espectacular, sino
que la recepción era impresionante. Había ocupado el comedor y lo había
adornado con flores y guirnaldas además de que la comida que había
encargado se había preparado con mucha antelación y ahora todos podían
disfrutar de una cena exquisita.

Pero antes de que comenzara la cena, todos estaban disfrutando del momento,
era una fiesta bastante íntima y familiar así que estaban disfrutando el doble.

 Hermoso-susurró Naruto que iba del brazo de Sasuke


 Lo sé, Ino hizo un buen trabajo

Ambos fueron directo con la pareja de recién casados para poder darles sus
felicitaciones. Aquella pareja irradiaba luz propia, no se habían separado desde
que Itachi los había nombrado marido y mujer y no era para menos.

Pero había un invitado más, alguien que no estaba previsto en las


contemplaciones de Ino pero sin embargo era alguien a quien de una o de otra
forma esperaban.

 ¡Maestro Kakashi!-gritó Okami aún en los brazos de su esposo

Pero no duró mucho así, la muchacha saltó de los brazos de Kiba para ir
corriendo en dirección de aquel hombre que la recibió con los brazos abiertos.
Naruto no pudo evitar mirar esa escena, no conocía a esa persona que estaba
ahí parada pero sin dudarlo parecía muy peculiar.

Iba con una capa color café obscuro y una especie de máscara que le cubría la
mitad del rostro sin mencionar el parche en el ojo y el cabello gris.

 No pensé que vinieras-le dijo la muchacha emocionada


 Jamás me perdería tu compromiso

Al parecer, todo el campamento estaba emocionado por la aparición de aquel


hombre tan misterioso porque se armó un gran alboroto.

 Es Kakashi-explicó Sasuke
 ¿Kakashi?
 Fue mi mentor y básicamente fue el que ayudo a Itachi para formar este sitio
 ¿Por qué no se quedó?
 Es una historia muy larga

Antes de que Naruto pudiera siquiera seguir preguntando más cosas, aquel
hombre tan extraño se acercó a ellos dos. Más de cerca, parecía más excéntrico
que nada, el único ojo que Naruto podía ver enseguida se clavó en el los suyos.

 Un humano-musitó acercándose interesado-¿un humano?-volteo a ver a


Sasuke en busca de alguna explicación

El azabache abrió la boca como queriendo decir algo pero simplemente esa
explicación debía darse en otro momento. Pero aún así, Sasuke no debía ser
grosero ante su mentor, el primer gran mago Fénix.

 Maestro-saludó Sasuke-él es Naruto, mi novio

El rostro de Naruto se puso colorado hasta las orejas, Sasuke le había


presentado como “su novio” por primera vez y había sido una especie de
revoltijo de sensaciones tan locas en su interior que ni siquiera pudo pensar en
una palabra para poder describir lo que había sentido.

 Novio ¿eh?-dijo Kakashi con cierto tono de diversión-creo que esta


conversación puede aplazarse un poco más, un gusto Naruto

Dicho esto, Kakashi siguió su camino para poder seguir saludando a todas las
personas que no había visto en un largo tiempo. Todos parecían extrañarlo
mucho, pero no paraba de imaginar lo que podía ser ese tal Kakashi.

Pero no hubo más tiempo de nada, Ino estaba ya algo histérica porque la hora
de la cena se estaba retrasando más de lo que debía así que era hora de empezar
la celebración.

Ya entrada la noche, Naruto se encontraba sentado algo solitario en la mesa del


comedor mientras veía como todos se estaban divirtiendo y bailando. Kiba
había ido por Sasuke para hablar de algo que a él realmente no le interesaba
solo que ahora debía estar ahí sentado solo y sin mucho qué hacer.

 Realmente no es así-le dijo Okami sentándose a su lado-ahora puedes hablar


conmigo

 Aún no me acostumbro a tener conversaciones contigo sin hablar


 Lo sé-rio-Sasuke odia que haga eso
 No lo culpo
 Sobre Kakashi-dijo recordando- él es un hechicero
 Ya ni siquiera se para que me molesto
 No te enojes conmigo Naruto
 ¿Cómo podría enojarme contigo en tu día especial?
 Querías saber sobre Kakashi ¿no?

Naruto no respondió pero sabía a la perfección que la respuesta era afirmativa y


de nada serviría decir una mentira.

 Él es un hechicero-comenzó ella-nos enseñó todo lo que sabemos Sasuke y


yo… bueno, al menos la parte de las ilusiones

Okami le habló a Naruto de los primeros años del circo, cuando solo eran ella,
sus hermanos, Kiba y Lee. Todo empezó al ver un acto de circo callejero y al
notar que nadie se asustaba por los artistas, Itachi decidió que eso era lo que
quería pero para lograrlo tuvieron la grandiosa ayuda del mago que había sido
su inspiración, el primer y más grandioso ilusionista, Kakashi, mejor conocido
como Fénix.

 Él dejó su nombre artístico para Sasuke cuando él se retiró

Naruto quería seguir hablando de eso pero había algo más en su cabeza y ese
era Sasuke, eso era lo más importante para él en ese momento sin dudarlo.
Todo el asunto de la boda, ver el amor que se tenían Kiba y Okami era solo un
perpetuo recordatorio de ese sentimiento latente en su interior siempre
presente.

 Tranquilo-volvió a decirle Okami-sé que él lo siente


 ¿Lo crees?
 Lo sé

 ¿Qué querías decirme cerebro de pulga?

Kiba había querido hablar con Sasuke desde hacía un rato pero con la llegada
de Kakashi las cosas se alborotaron y no hubo un momento oportuno hasta que
lo vio sentado solo con Naruto y aunque no quería interrumpir necesitaba estar
un momento a solas con él.

 Acabo de convertirme en el marido de tu hermana, un “bienvenido a la


familia” no estaría mal

 Jamás voy a decirte eso


 ¿Por qué?
 Porque tú siempre has sido parte de esta familia

Una risa nasal salió de entre los colmillos laterales de Kiba, estaban detrás de
unos juegos mecánicos para poder tener un poco de privacidad.

 Ahora vas a ponerte cursi ¿no?


 Tu empezaste

Rieron débilmente, siempre había sido de esa forma entre los dos, siempre
juntos pasara lo que pasara como los mejores amigos que eran. De cierta
manera aquel par era la pareja perfecta y estaban perfectamente conscientes de
eso, y después de tantos años nada había cambiado entre los dos.

 Quiero hablarte de Naruto


 ¿Qué hay con él?
 Te estás haciendo el tonto Uchiha
 Mírate llamándome “Uchiha” cuando ahora tú también llevas ese apellido,
idiota.

 Tienes razón-sonrió al recordar que ahora él también llevaba ese nombre-


pero no me desvíes la conversación

 ¿A qué viene todo esto?


 Estuve hablando con Okami, cree que no has estado siendo totalmente
sincero con Naruto

 Oh, ya sé de qué va esto-refunfuño- y ya que estás en eso puedes decirle a mi


hermana que deje de pasearse en mi cabeza como si fuera la tuya

 Deja de evadirlo-volvió a insistir Kiba-¿qué estás esperando cabeza de


rábano?

El azabache sonrió de medio lado, estaba perfectamente al tanto de sus propios


sentimientos y no podía negar lo que era obvio. Sus sentimientos eran tan claros
como el cristal y no se necesitaba de poderes psíquicos para saber que Sasuke
estaba conteniéndose.

 ¡Kiba!

La voz de Okami los distrajo a ambos que giraron la cabeza para encontrar a
Naruto y a la menor de los hermanos Uchiha llamando a su marido desde lejos.

 Creo que debo irme-dijo Kiba sonriente


 Oye, cabeza de pulga-le detuvo-cuida de ella
 Cierra la boca, cabeza de rábano

A diferencia de los demás, la celebración no estaba siendo la misma para todos.


Itachi se había retirado a sus aposentos siendo acompañado por Kakashi que
había cuidado de no celebrar más de la cuenta para poder tener esa
conversación que había estado esperando durante toda la fiesta.

 ¿Un humano?-preguntó incrédulo recargando hacia atrás su silla


 Jamás pensé que pasaría, eso te lo aseguro
 ¿El consejo sabe de él?
 Por supuesto que no

Itachi se recargó en su escritorio serio, seguía trabajando en el asunto del sello


en la cabeza de Naruto. Esa era magia muy poderosa y rara, algo que no
cualquier persona pudiera hacer y ni siquiera él, con los conocimientos y esa
habilidad prodigiosa para la magia obscura podía siquiera pensar en una
manera para llevarla a cabo.

 ¿Qué es lo que lo mantiene aquí?-preguntó Kakashi intrigado


 Eso es un tema algo difícil, de alguna manera cuando lo conocí, su mirada
fue algo que simplemente no pude ignorar

 ¿Solo eso?
 Al principio era así
 ¿Al principio?
 Hace poco, Okami descubrió que hay un sello dentro de su subconsciente

Eso pareció interesarle más a Kakashi puesto que se enderezó en su asiento y su


único ojo visible se fijó en los de Itachi que también se había puesto muy serio.

 ¿Un sello?
 Al parecer, alguien selló sus recuerdos
 Sellar los recuerdos también significa sellar el aura, la esencia de nuestro ser-
explicó despacio-es magia extremadamente complicada

 Lo sé, esta clase de sellos solo pueden ser rotos por quien los colocó
 ¿Por qué alguien sellaría los recuerdos de un humano común y corriente?
 Esa es la pregunta que me hago desde que lo supe

Kakashi era un verdadero experto en el tema, un hechicero que había vivido lo


suficiente como para saber a lo que se estaban enfrentando. Magia milenaria
que solo unos pocos con el poder suficiente podían manejar.

 He buscado en todos mis libros y no he encontrado nada


 Y no lo harás-le interrumpió

El mayor de los Uchiha frunció el ceño, de alguna manera él sabía que no


lograría encontrar nada en los libros de magia que poseía y la razón principal
era que él no era un hechicero de nacimiento y no tenía la capacidad suficiente
como para arreglar el problema por su propia cuenta. A veces se sentía
impotente y bastante insuficiente para poder proteger a los suyos, después de
todo, las cosas que había tenido que enfrentar siempre fueron por el beneficio
de todos ellos.

 Sabes que debes ir con ella


 Lo sé…
 Salúdala de mi parte cuando la veas de nuevo
 ¿No te quedarás?
 Sabes que la respuesta es no

De alguna manera, Itachi volvió a sentirse ese joven de dieciocho años a cargo
de un grupo de niños teniendo que sobrevivir. Kakashi siempre fue para él
como un padre, una guía para poder saber cómo actuar y las cosas que debía
hacer. Siempre le estaría agradecido, si no fuera por aquel hombre, Itachi no
habría sabido lo que debía hacer.

 Partiré al amanecer
 Gracias por venir, hiciste a mi hermana muy feliz
 No podía perderme el compromiso de esos dos, era solo cuestión de tiempo
 Si-dijo muy quedito-ella va a estar muy contenta cuando se lo diga
 No estés tan seguro, se enojará por no haberla invitado

El pelinegro rio débilmente, sabiendo que la persona de la que hablaban era


muy temperamental y que probablemente se enfadaría.

 Quédate un poco más Kakashi


 No puedo hacerlo Itachi-dijo poniéndose de pie- si lo hago entonces me
estancaré aquí

 Haces que suene como una tortura


 Soy un hechicero nómada, mi propósito en la vida es la investigación y lo
sabes

 Es cierto pero ¿no podrías investigar aquí?


 Mi joven amigo-dijo con una sonrisa visible sobre su máscara- no sabes nada
aún, solo te pido que esperes un poco pero te aseguro que hoy me has dado una
valiosa pista

No dijo nada más y salió de la carpa de Itachi que no le detuvo, Kakashi


siempre anduvo en las sombras y no le molestaba en lo absoluto, aquel misterio
siempre le pareció interesante pero al mismo tiempo le daba la sensación de que
aquel hechicero estaba a punto de hacer algo realmente grande.

 Realmente está loco-dijo para él

Kakashi había estado viajando e investigando algo que nunca supo qué era,
mientras viajó con él pudo darse cuenta de los grandiosos poderes de aquel
mago y sobre todo sus intenciones. Esa persona no era mala, podía sentirlo pero
sin embargo, no estaba seguro de nada.
decimo cuarto acto:“ dos palabras”
Okami estaba de pie frente al espejo de cuerpo completo contemplando su
figura mientras Kiba desabrochaba botón a botón besando su cuello hasta
lograr hacer que el vestido se cayera dejando al descubierto la figura desnuda
de la chica cubierta solo por unas sencillas bragas de encaje blanco.

 ¿Qué sucede?-susurró Kiba sobre la piel de su esposa


 No dejo de pensar en Naruto y mi hermano
 ¿Qué hay con ellos?
 No puedo dejar de pensar en los recuerdos sellados de Naruto y…-dudó-las
pesadillas de Sasuke

 ¿Pesadillas?
 Él no quiere que hable de eso con nadie
 ¿Vas a guardarle secretos a tu marido?

Ella rio débilmente, le encantaba como se escuchaba eso de “su marido” y más
saliendo de los labios de este mismo pero aún no podía decirle la verdad, no esa
vez. Tal vez podrían hablar por la mañana pero en ese momento disfrutarían de
su noche de bodas.

Debido al hecho de que Okami ahora estaría con Kiba todas las noches, Naruto
fue libre de mudarse por completo con Sasuke y ahora debían dormir juntos lo
que le dio una buena excusa al vampiro para deshacerse de una de las camas y
conservar solo una.

 ¿Quieres venir a la cama de una vez?-protestó Naruto


 No puedo-contestó Sasuke nervioso- no puedo estar tranquilo sabiendo que
están teniendo sexo

 Es su noche de bodas, es obvio que están teniendo sexo-se sentó en la cama-


ven aquí pequeño granuja

 No lo intentes Naruto
 Si vienes ahora te la chupo
 No puedes chantajearme con sexo oral, no es justo
 Tu siempre usas esos trucos sucios conmigo
 Eso es porque yo soy el vampiro
 Deja de ser un bebé llorón y ven a la cama

Naruto se abrió la camisa lentamente y la quitó igualmente hasta tirarla al suelo


y acomodarse de una manera sexy sobre la cama, claro que Sasuke no iba a
dejar las cosas como estaban y también se quitó la camisa y enseguida se puso
sobre Naruto para besarlo pero enseguida se retiró para ponerse de pie.

 Dijiste que me la chuparías


 Y tu dijiste que no querías que te chantajeara con sexo oral
 Deberías estar usando esa boquita para algo más que parloteo

Una risa picarona salió de los finos labios de Naruto pero decidió cumplir su
promesa y se sentó a la orilla de la cama y Sasuke se acercó. Con manos hábiles,
Naruto desabrocho el pantalón de su pareja y lo bajó para dejar al descubierto
su erección para enseguida meterla a su boca. De una manera brusca Sasuke se
sentó en la cama y Naruto se arrodillo ante él para seguir con su tarea.

 Despacio…

Naruto estaba dispuesto a complacer a su novio y más para mantenerlo


distraído y dejara esa actitud tan fastidiosa de hermano mayor protector.
Enrollaba su lengua alrededor del miembro erecto de Sasuke que gemía de vez
en cuando, luego el azabache puso su mano en la cabeza de Naruto para querer
marcar un ritmo específico a su antojo y claro que su pareja estaba dispuesto a
complacerle. Pronto la boca de Naruto fue un poco más abajo hasta poder lamer
los testículos de su acompañante mientras masturbaba su pene con las manos.

 Ah-gimoteó Sasuke-ven aquí Naruto

Claro que el rubio iba a obedecer así que subió lentamente por el vientre de
Sasuke rosando sus labios por la piel inmaculada de Sasuke hasta detenerse en
su cuello en donde aprovechó para acomodar sus caderas sobre las de Sasuke
que llevó sus manos al trasero de su amante para poder sostenerlo.

Los labios de Naruto subieron un poco más hasta encontrarse con los labios de
su amado que simplemente saboreó despacio. Frotaba su cuerpo contra el de
Sasuke sintiendo esa corriente eléctrica recorrerle entero, las manos del
azabache apretaban más el trasero de Naruto atrayéndolo más hasta que sus
intimidades fueron capaces de tocarse sobre la ropa.

 Ah…Sasuke-suspiró Naruto
 Quítate la ropa torpe

Una risita traviesa salió de los labios de Naruto y se puso de pie para
rápidamente terminar de desnudarse frente a los ojos atentos de Sasuke que sin
quitarle los ojos se terminó de desnudar también. Después Naruto regresó a
sentarse en las piernas de su amante solo para poder sentir de nueva cuenta esa
corriente mágica y sensual al roce puro de sus pieles.

Las manos de Sasuke regresaron al trasero de Naruto solo que ahora podía
colar sus manos más allá de donde la ropa le permitía tocar. Una de sus manos
se encargó de sostener el cuerpo de su amante y la otra la usó para acariciar un
poco más profundo hasta encontrar la entrada del rubio que lanzó un gemido
ahogado en cuanto el dedo de Sasuke entró en él.

 No entiendo cómo puedes estar listo tan rápido


 Sa…Sasuke…
Los gimoteos de Naruto eran como música para los oídos de Sasuke, jamás
podía cansarse de ese dulce sonido de placer y éxtasis. Metió su dedo más
profundo para después agregar uno más y después otro hasta que el rubio
sintiera que estaba a punto de explotar.

Naruto empezaba a mover sus caderas, frotando su miembro con el de Sasuke


además de hacer los movimientos de la mano del azabache más profundos e
intensos. Esa sensación era increíble, demasiado intensa y a la vez muy tenue,
aún no habían llegado ni siquiera a la mitad de lo que harían esa noche.

 Levanta las caderas-gruño Sasuke

El menor no tardó ni un solo segundo en hacer lo que le pidieron y alzó las


caderas lo suficiente como para que Sasuke pudiera alinear su pene con la
entrada del rubio. Naruto estaba ansioso y el embriagador olor a colonia y
sudor de su novio lo mareaba lo suficiente como para no pensar en otra cosa
que no fuera ese momento. Se sentó lentamente ayudándose con las manos a
que toda la hombría de Sasuke estuviera dentro y cuando estuvo seguro de que
así era, se abrazó a Sasuke que ahora le sostenía con ambas manos.

 Eres tan impaciente…


 Es tu culpa-gruñó- es tu culpa…
 Es verdad-dijo moviendo ligeramente su cadera-permíteme disculparme
apropiadamente

Sasuke comenzó a mover sus caderas más rápido ayudándose de sus manos
para poder ir lo más profundo que pudiera pero Naruto también se movía en
busca de un contacto más profundo haciendo que el aire se llenara de ese
particular olor a sexo al que estaban acostumbrándose y que les encantaba.

 Más…-suplicaba Naruto

Sasuke ya estaba haciendo un enorme esfuerzo cargando a Naruto y


penetrándolo al mismo tiempo, sentía que en cualquier momento sus piernas
iban a colapsarle. Con un movimiento rápido y certero logró que Naruto
quedara acostado en la cama para así poder ir sobre él. Esa posición le permitía
poder tener ese poco control que tenía sobre él mismo y sobre Naruto, sabía que
de esa manera era menos probable lastimar verdaderamente a su pareja.

 Déjame estar arriba-suplicó Naruto


 De ninguna manera-riñó Sasuke

Pero no estaba en los planes de Naruto hacer caso a esa orden, ya era hora de
ser él quien pudiera llevar las riendas del asunto. Sabía bien que Sasuke lo hacía
de esa manera para protegerlo pero él también quería demostrarle que quería
cuidar de él además no podía encontrar una mejor manera de demostrarle ese
sentimiento que era incapaz de decirle con palabras.

De un solo salto y desafiando por completo a Sasuke, Naruto empujó a su


amante para dejarlo acostado y sentarse él sobre sus caderas.

 Naruto…-dijo entre dientes


 Basta Sasuke-dijo bajito-es mi turno

Se alzó un poco, solo para que el miembro de Sasuke pudiera rosar con su
entrada para poder introducirlo en él. El azabache solo agarró las caderas de
Naruto con más fuerza, no se esperaba para nada eso, no estaba seguro de nada
pero al mismo tiempo quería que Naruto sintiera que confiaba en él.

Cuando Sasuke estuvo por completo dentro del cuerpo de Naruto volvió a
llevar sus manos al trasero de este mismo para ayudarle a moverse a su ritmo.
El rubio hacía movimientos con su cadera hacia adelante y hacia arriba para
bajar después profundizando las embestidas que Sasuke intentaba hacer
cuando también movía sus caderas.

 Ah…-gimoteó Naruto- esto se… se siente ta…tan bien…

Sasuke solo suspiraba esporádicamente, miró hacia arriba solo para contemplar
la figura de Naruto moverse despacio y después más rápido solo con el fin de
durar un poco más. Podía sentirlo en todo su cuerpo, entonces el rubio se
inclinó apoyando las manos en el pecho de Sasuke para que este pudiera seguir
viendo ese rostro sudoroso y esos mechones de cabello dorado que se pegaban
en sus cienes. Unas gotitas de sudor que cayeron de la frente de Naruto
impactaron en el rostro del azabache que solo podía seguir sintiendo lo más que
podía.

 Más… más… -suplicaba Naruto con los labios apretados

Pero ya no era posible, no podía sostenerlo un segundo más, Sasuke sentía que
en cualquier momento lo haría así que de un solo movimiento hizo que Naruto
quedara debajo una vez más y sin dejar de penetrarlo se acercó más a su cuerpo
haciendo de sus envestidas más intensas y profundas. A Naruto ya no le
importó nada, solo se dedicó a seguir gritando y gimiendo al sentir el miembro
de Sasuke dentro de él acariciando el interior de su cuerpo estimulando ese
punto donde solo el azabache sabía llegar.

 Aquí voy-dijo con los dientes apretados

Naruto ya estaba preparado, de hecho estaba esperando a que Sasuke lo hiciera.


Los colmillos del vampiro rosaron contra la piel de Naruto, justo en la cicatriz
que ya estaba siendo visible para poder hacer lo suyo.

 ¡Sasuke!

Una oleada de éxtasis perpetuo invadió el estómago de Naruto. El dolor


punzante de su cuello era solo un plus más dentro de aquel paquete orgásmico
que se había apoderado de todo su ser. Podía sentir no solo la sangre
escurriendo de su cuello sino que también el semen caliente de su acompañante
llenarlo entero.

Para Sasuke, las sensaciones estaban siendo más intensas aún. El dulce sabor de
la sangre de Naruto le llenaba la boca y hacía que sus papilas se sintieran en
otro universo. Su cuerpo reaccionaba de una manera tan intrigante que no
quería dejar de sentir ese éxtasis por todas partes, no siquiera podía decir que
eso era un orgasmo, se sentía tan bien que esa palabra se quedaba corta con lo
que estaba experimentando. Era el cielo y el infierno en uno solo, la sangre de
Naruto y su sexualidad, su toque y su sabor además de sentir esa atracción
intensa, eso que solo el rubio podía hacer con él.
Se vino ruidosamente dentro de Naruto para poder caer exhausto sobre el
cuerpo de su compañero. Sus respiraciones agitadas solo eran un recordatorio
más de que acababan de tocar el cielo con las manos como siempre.

Sasuke salió despacio del cuerpo de Naruto y se acostó a un lado sin dejar de
respirar agitadamente. Miró a su costado ese inmaculado rostro y esos
preciosos ojos azules que estaban cerrados y tratando de recuperar el aliento;
esa visión solo le hizo recordar todo lo que sentía, todo lo que había pasado y
todo lo que había pensado en esa situación. Su corazón daba tumbos en su
pecho y no solo era por lo que acababan de hacer, sino que estaba esa otra cosa
que lo hacía simplemente perderse.

La boda de su hermana, el ver como ella tenía el valor de poder decir lo que
sentía, incluso la conversación que había tenido con el que ahora era su
hermano eran cosas que lo mantenían con ese pensamiento en la cabeza.

 Oye Naruto…- le llamó jadeante


 ¿Sí?-contestó sin moverse
 Mírame

El rubio abrió los ojos lentamente, estaba fatigado y todo lo que quería era solo
ir a dormir pero tampoco podía solo dejar a Sasuke de esa manera así que giró
para quedar frente a frente con el azabache que lo miraba con los ojos entre
abiertos. Una vez que estuvo así, Sasuke llevó una mano a la mejilla de Naruto
y acarició suavemente la piel perfecta de su novio.

 Te amo…-susurró

Naruto reaccionó despacio, como si le hubiera costado trabajo poder asimilar


esas palabras y no diera crédito a sus oídos. Sasuke acababa de decir eso que
tanto ansiaba escuchar.

Todos esos años confinado a una vida de miseria, después de haberse dado por
vencido en el amor y convencerse a él mismo de que nunca nadie iba a decirle
esas palabras, que nadie iba a molestarse en sentir algo así por él y ahora estaba
ahí, acostado frente a frente con el hombre que tuvo el valor para poder amarlo.
 También te amo Sasuke…-logró decir con la garganta hecha nudos

Los ojos de Naruto se humedecieron de solo pensar de nuevo en Sasuke


diciendo que lo amaba, era el mejor sentimiento y lo más hermoso que jamás
escuchó. Las lágrimas no se hicieron esperar llenándole los ojos y nublándole la
vista y en cuanto una se decidió a salir y rodar por su mejilla fue interceptada
por los labios de Sasuke que la atraparon en el momento justo.

 No lo hagas Naruto…-susurró aún contra su mejilla- no llores por mi… no


valgo la pena para tanto

Naruto se movió que se acurrucó sobre el pecho de Sasuke y aunque tenía los
ojos cristalinos, se esforzó por dibujar la sonrisa más amorosa que pudo.

 Claro que vales la pena Sasuke

El rubio acomodó su cabeza en el cuello de Sasuke y dio un suave beso ahí


mismo. No había palabras suficientes para poder decirle a Sasuke lo que
pensaba y lo que sentía, ahora estaba más feliz que nunca. Los brazos del
azabache definitivamente eran el lugar correcto para él, dio tantas gracias a los
cielos por estar ahí abrazado de Sasuke sintiendo ese maravilloso amor que lo
volvía loco.

 Tú siempre vales la pena…

La mañana no se hizo esperar, el sol ya estaba brillando y todos se levantaban


trabajosamente para poder llegar vivos al desayuno. Aunque no había muchos
esa mañana, Naruto y Sasuke estaban sentados comiendo tranquilamente para
que un rato después Kiba apareciera con Okami prendada del brazo ostentando
los brillantes anillos que anunciaban que se habían unido de por vida.

 Kakashi se fue al alba-comentaba la muchacha


 Es una pena que no haya podido quedarse-continuó su esposo
 No lo culpo-intervino el azabache- esta noche ellos regresan
Un silencio se hizo presente entre ellos, esa noche se cumpliría el plazo que
Deidara había impuesto para el casamiento de Okami y regresaría a reclamar su
mano en matrimonio. Esa noche debía de llegar en algún momento y ahora que
estaban casados, Okami y Kiba estaban listos para enfrentar lo que les pusieran
enfrente.

 Deidara va a estar muy enfadado-dijo Kiba disimulando una sonrisa tonta.


 No te rías, cerebro de pulga, eso es serio

Aunque intentaba parecer serio y regañar a Kiba, él también estaba contento de


que por fin pusieran a ese cazador en su sitio.

 Aunque no sé por qué siempre insistió en mi mano-volvió a hablar Okami


 ¿Por qué lo dices?
 Él siempre quiso estar cerca de mi hermano Itachi

Naruto escuchaba callado la conversación lamentando no tener nada que


aportar a esta misma pero al mismo tiempo quería escuchar y saber un poco
más sobre esos cazadores Dhampir que tanta curiosidad le daba pero al mismo
tiempo no se atrevía a preguntar.

 ¿Nadie más lo notó?


 Eres la única que lee mentes aquí
 No se trata de leer mentes hermano mayor-sonrió- creo que esas cosas son
más que obvias

El vampiro y el lobo se voltearon a ver a l cara como si intentaran darse la


respuesta el uno al otro pero ninguno de los dos pudo imaginarse nada.

 Olvídenlo- dijo Okami finalmente-se darán cuenta después

Todos sabían que esa noche regresarían los cazadores así que trataron de
terminar sus deberes lo antes posible para no estar presentes al atardecer. Esa
sería una noche fría y seca, podía sentirse la tensión por todas partes, el
crepúsculo solo anunciaba lo inminente y lo indeseable, nadie quería lidiar con
la visita de los cazadores y menos después de haber tenido tanta diversión.

En el preciso momento en el que el sol se metió por completo y el último rayo


de luz bañó el campamento, esos tres hombres encapuchados aparecieron.

Al frente, estaba Deidara que caminaba a paso rápido y campante con una
enorme sonrisa en los labios, casi no podía contener la emoción. Detrás de él,
venían sus compañeros de viaje, Sasori e Hidan que solo estaban ahí por
encargo pero al mismo tiempo escudriñaban cada centímetro del circo en busca
de algo que pudieran usar en contra del vampiro mayor.

 Esperen aquí-les ordenó el rubio cuando estuvieron frente a la carpa de


Itachi.

 ¿Por qué?-interrogó Sasori inexpresivo- ¿acaso no quieres que veamos tu cara


de decepción?

 ¿Qué dices?
 Itachi no es tonto-intervino Hidan- le diste tiempo para pensar en un plan,
debiste simplemente tomar a la chica

 Si-reiteró Sasori-¿Por qué no solo la tomaste? Es como si le hubieras dado


tiempo a Itachi para que pensara en algo

 ¡Cállense!-ordenó Deidara- ustedes no saben absolutamente nada de mi


relación con los hermanos

Los dos cazadores se miraron entre ellos pero no dijeron nada, solo debían
esperar ahí mismo hasta que obviamente Deidara fuese rechazado. A ninguno
de los dos les agradaba lo que estaba pasando en ese circo pero no podían hacer
nada sin que Itachi rompiera las reglas.

El rubio entro en la carpa dejando a sus dos acompañantes haciendo guardia en


la entrada pero más que nada fue para que no pudieran ver lo que pasaría
dentro. Sabía de antemano que para entonces, Itachi ya debía haber pensado en
algo para evitar su matrimonio con Okami.
Ella siempre había sido una excusa para el mestizo, su verdadero objetivo no
era otro más que la cabeza de la familia Itachi Uchiha. Pero claro, el pelinegro
era un sangre pura, un mestizo Dhampir como él jamás podría pensar siquiera
en tener algo más que una relación meramente de superior y subordinado.

Al entrar, se encontró con el mayor de los hermanos sentado en la penumbra


alumbrado solo a la luz de una lámpara en su escritorio, este dejó lo que estaba
haciendo y le dedicó toda su atención al cazador que ahora había irrumpido en
su espacio.

 Creo que ya debes saber que mi hermana se casó


 Lo sé-dijo calmado
 ¿Por qué regresaste si sabías que pasaría?
 Guardaba esperanza de poder…

Pero el rubio no pudo terminar de decir nada, Itachi se levantó rápidamente y


de una zancada ya estaba frente a Deidara aprisionándolo contra el escritorio y
su cuerpo. La respiración del cazador se hacía cada vez más y más entrecortada
mientras el rostro del azabache se acercaba.

 ¿Por qué volviste?


 Yo…
 Dímelo y te lo daré sin chistar

El rostro de Deidara se tornó rojo hasta las orejas, los labios de Itachi estaban
muy cerca de los suyos y el momento en que sus pieles se rozaron, Deidara ya
no pudo más que derretirse en los brazos del azabache.

 Itachi…
 Siempre has estado cerca-susurró sobre los labios de Deidara-pero sé que no
es por Okami
Deidara no supo exactamente cómo reaccionar, su primer impulso fue empujar
a Itachi pero el azabache lo tenía bien agarrado de las manos para después
mudar estas mismas a la cadera de su acompañante y atraerlo más a él.

El beso fue inminente, esa ráfaga de lujuria y pasión pasó por sus cuerpos tan
rápido que ni siquiera fueron conscientes de ello. Itachi empujó con su cadera a
Deidara hasta que este se sentó en el escritorio mientras las manos del mayor
recorrían la espalda del rubio hasta terminar en su cabeza. Sostuvo la cola de
caballo con fuerza y la haló hacia atrás para abrirse paso en la blanquecina piel
del cazador.

 Siempre ha sido igual-besó su cuello- siempre cerca-un beso más


 Para…-suplicó Deidara- si vas más lejos nada bueno va a pasar
 Déjame disfrutar un poco más…

Los labios de Itachi fueron más abajo hasta el pecho de Deidara en donde abrió
la camisa de este desabrochando solo los primeros botones y saboreando ese
pequeño tramo de piel pálida que pudo alcanzar para después volver a subir a
sus labios y reclamarlos como suyos entonces.

 Suficiente-musitó Itachi separándose

En el momento de separar sus rostros, un hilo de saliva se hizo visible entre sus
bocas antes de quebrarse por la separación.

 Tanto tiempo y estas siempre fueron tus intenciones


 ¿Qué te puedo decir Itachi?
 Hubieses sido sincero desde el principio el lugar de atormentar a mi
hermana

La voz de Itachi sonaba dura pero al mismo tiempo eso era un factor
importante para que Deidara siguiera ahí mismo, pidiendo por más y más al
azabache.
 Tú eres un sangre pura-continuó- además El consejo te tiene entre ceja y
ceja…

 Esto crearía un conflicto de intereses, lo sé, pero aún así no puedo dejar de
desearte Deidara

 Debo irme-musitó por lo bajo


 Vas a volver ¿no?
 Tal vez…

Fuera de la carpa, Sasori e Hidan estaban esperando pacientemente a su


compañero conscientes de que saldría con las manos vacías. Sabían de
antemano que los intereses del rubio eran muy distintos de cómo decía que
eran pero no ganarían nada con reprocharle.

A diferencia de Deidara, ellos dos estaban totalmente pendientes de lo que


pasaba a su alrededor, querían solo una pequeña excusa para causar problemas
pero por más que lo intentaban Itachi era demasiado cuidadoso.

 Nada… no hay nada-susurró Sasori


 Paciencia-le dijo Hidan- Itachi no siempre es tan cuidadoso
 No parece que…

Una ráfaga de viento soplo y Sasori aspiró profundamente, cerró los ojos para
poder apreciar mejor aquel aroma que estaba entrando por sus fosas nasales.

 Un humano-musitó

Hidan, al escucharlo, aspiró también tratando de percibir ese aroma del que
hablaba su compañero y enseguida capto el olor.

 ¿Qué hacemos?
 Nada
 ¿Nada? Entremos por Deidara y avisemos al consejo
 Dije que no haremos nada-sonrió-tampoco le digas a Deidara, hemos
encontrado la gallina de los huevos de oro

La sonrisa en el rostro de Sasori era inmensa, Hidan jamás lo había visto tan
contento pero de cierta forma sabía que si quería llegar más lejos debía seguir a
su compañero no importaba qué era lo que debía hacer.

Tan a la mano unos segundos después salió Deidara de la carpa de Itachi, claro
que con las mejillas rojas y el cabello algo despeinado.

 ¿Nos vamos?-preguntó Sasori impaciente


 ¿Qué ha sucedido mientras estaba dentro?
 Lo mismo te podría preguntar-intervino Hidan- ¿acaso Itachi te dio un
premio de consolación?

 Cierra la boca
 Dejen de pelear- les interrumpió Sasori-nuestra misión aquí ha terminado

Deidara notó enseguida que estaba ocultando algo pero no le dio mucha
importancia, Sasori siempre se comportaba de esa forma y no podía hacer nada
al respecto.

Y así, los tres cazadores Dhampir partieron de regreso, solo que esta vez
llevaban una importante noticia que tal vez le interesaría al consejo.
cuarto interludio
 ¡Mírame!-gritó Sasuke-soy un gran mago

Durante los siete días que siguieron, Sasuke había estado jugando a lo mismo
intentando imitar a ese gran mago que habían visto en ese acto callejero. Al
principio todos estaban emocionados y jugaban con Sasuke pero después de
tres días, el juego del “gran mago” se había convertido en una molestia.

Itachi, por su lado, no hacía mucho caso a los juegos de su hermano, ya tenía
esa idea de poder pasar desapercibidos como un circo ambulante pero no eran
más que un grupo de niños y él sin ningún talento aparente, aparte de ser
fenómenos de la naturaleza ante los ojos de los humanos.

Se habían ido del pueblo y ahora estaban por llegar al siguiente y aún así Itachi
no podía pensar en algo coherente. Para poder formar un circo primero
necesitaba artistas y no podía pedirles a los niños que aprendieran trucos
nuevos cuando ni siquiera él era capaz de hacer nada.

Estaban descansando en un pequeño paraje junto al sendero por el que estaban


yendo y como siempre, Sasuke estaba intentando imitar el acto de magia sin
éxito.

 ¡Yo seré como él-gritó Sasuke emocionado

Una enigmática risilla vino desde entre los árboles, era una voz ajena que no
lograban reconocer, claro que eso no significaba otra cosa más que peligro así
que Itachi se puso alerta.

 Calma joven vampiro-repitió la voz


 ¡Muéstrate!-exigió Itachi

De la inmensidad de las sombras emergió un hombre, parecía cansado pero


ansioso a la par, su ropa no eran más que una capa andrajosa, pantalones y
unas sandalias, llevaba un valija bastante fina para ser un viajero. Pero su
cabello blanco y la máscara que le cubría la mitad del rostro eran solo
distractores efectivos del parche que le tapaba el ojo izquierdo. No era otro más
que Fénix, el mago del circo ambulante.

 ¡El mago!-gritó Sasuke emocionado


 Ese mismo-contestó
 ¿Qué haces aquí?-intervino Itachi

El mago parecía complacido con la pregunta, como si solo hubiera estado


esperando a que el joven Strigoi pronunciara las palabras.

 Me llegó el rumor de que un vampiro Strigoi merodeaba por los túneles


 ¿Qué eres?-se precipitó Itachi
 Soy un hechicero nómada-explicó-logré colarme en esa caravana humana
para viajar desapercibido pero creo que es más conveniente tener
compañeros… distintos

 ¿Qué te hace pensar que te dejaré viajar con nosotros?

Una vez más el mago peliplata pareció complasido. Él había escapado


innumerables veces de las quemas de brujas gracias a su astucia pero sobre
todo, se movía por la sed de venganza.

 Estoy viajando por una sola cosa-pausó-quemaron a mi esposa… ellos me la


arrebataron-dijo calmado-quiero… no, necesito vengar su muerte

Los motivos del mago eran fuertes e Itachi podía sentir el odio y la sed de
sangre fluyendo en cada poro de la piel de aquel individuo, todos esos
sentimientos eran visibles con tan solo mirar dentro del único ojo descubierto.

 Permitan que me presente-volvió a decir el mago- mi nombre es Kakashi


Hatake, el mago viajero

Itachi no le quitaba los ojos al peliplata, no estaba en posición para bajar la


guardia tan fácilmente pero tampoco podía cerrar las puertas a la ayuda
inminente. Esa persona era un hechicero y no cualquiera. Se había logrado
infiltrado con los humanos sin ser descubierto y eso sin duda ya era un gran
mérito.

 Soy Itachi Uchiha…


 Uchiha…-repitió cuidadoso- eres el chico que sobrevivió al incendio
 Ese mismo

Entonces Kakashi reparó en la demás compañía del vampiro, era bastante


singular hasta para él y definitivamente no se esperaba nada así.

 Niños… ¿Qué planeas hacer con niños?


 Ellos son mi familia
 Es una familia… peculiar
 Esto es lo que quiero lograr-siguió el azabache-un lugar en donde nadie nos
dañe

Una sonrisa se dibujó sobre la máscara que cubría el rostro de Kakashi, como si
le hubieran dado gracia las palabras del vampiro.

 No son un grupo que pasaría desapercibido fácilmente


 Lo sé, por eso planeo fundar un circo
 ¿Un circo?-dijo tratando de no reír- muy bien, quiero entrar
 ¿Qué…?

Los niños solo observaban y escuchaban atentos a la conversación sin perderse


un solo detalle, en especial Sasuke que no podía parar de pensar en Kakashi y
en todos sus alucinantes trucos.

 ¿Qué sabes de un circo? Quiero decir, lo más lejos que llegas es a un show de
fenómenos
Itachi no dijo nada, sabía que el mago tenía razón, ninguno de los niños era
particularmente un artista y tampoco podía pedirles que de la noche a la
mañana aprendieran a hacer maravillosos trucos.

 Yo puedo enseñarles, no se necesita magia verdadera para hacer alucinar a


los humanos

Era una propuesta interesante, también era lo que necesitaban. Itachi era un
vampiro prodigio, un genio sin dudarlo pero también era joven e ignorante,
nacido en una cuna de oro y sin saber lo que realmente eran los humanos.

 Tú ya eres lo suficientemente mayor para beber-volvió a hablar Kakashi-si te


apareces ahora en las ciudades pretendiendo hacerlo seguramente te matarán…
yo puedo ayudarte

Rock Lee estaba sentado junto con sus compañeros pero tampoco podía dejar
de escuchar lo que estaba pasando. Él era el mayor después de Itachi y también
le interesaba poder tener esa nueva ayuda externa. Así que se puso de pie,
dispuesto a intervenir en la conversación si era necesario pero al parecer Itachi
no estaba de acuerdo con ser interrumpido porque le hizo una seña para que se
quedara en donde estaba.

 ¿Qué me quieres decir?


 He estado allí afuera lo suficiente como para saber lo que debemos buscar
 Yo…
 Tu sueño es hacer de este… circo… un lugar para poder vivir sin necesidad
de huir pero no sabes en dónde buscar, solo tienes a cuatro chicos y un perro
encantado…

 ¿Perro encantado?
 ¿Ves? Es a lo que me refiero-suspiró el peliplata-ni siquiera has sido capaz de
detectar que el perro de ese chico está encantado

Itachi abrió la boca para poder decir algo pero simplemente no pudo. No podía
negar el hecho de ser bastante ignorante.
 Te sientes impotente-atinó a decir Kakashi-y no te culpo
 Suponiendo que tengas razón y deje unirte ¿Qué es lo que me beneficia?
 ¿Me has estado escuchando muchacho?

Todos dieron un respingo y por primera vez desde hacía un buen rato, Itachi
pudo sentir esa sensación que solo se hacía presente cuando su padre le
regañaba.

 Si…-respondió el azabache muy bajito-tienes razón


 No se trata de tener la razón o no joven vampiro, se trata de lo que quieres
lograr

Kakashi dejó la valija en el suelo y llevo las manos a su espalda para


simplemente dar unos pasos sin dejar de ver a Itachi

 Eres tonto e inexperto, seguramente El consejo debe estar tras de ti en una


caza silenciosa

Una vez más el azabache no dijo nada, apretaba la mandíbula incapaz de poder
refutar nada. No se había puesto a pensar en todo el trasfondo que conllevaba el
tener que lidiar con una carga de ese tipo sobre sus inexpertos hombros.

 Eres fuerte-repitió el mago-pero aún debes aprender cosas que no aprendiste


sentado en el escritorio de tu habitación

 Lo sé yo…
 No, no lo sabes-volvió a interrumpir-si sigues haciendo esto-señaló
alrededor- lo único que ocasionarás es que los maten

 Bien-dijo muy despacio-puedes quedarte

El peliplata se detuvo momentáneamente, examinando con su único ojo visible


al Strigoi. Sabía que aquel grupo de niños no lo había tenido sencillo y que de
no ser por el Vampiro hubiesen sido acecinados pero tampoco podía ignorar el
hecho de que Itachi estaba actuando de manera impulsiva y podía ser
descubierto lo que significaría el final de aquella noble causa.
Kakashi no era ningún altruista, no le interesaban en lo absoluto las demás
criaturas, su única misión en la vida era exterminar a la escoria que le había
arrebatado al amor de su vida; aunque tampoco era tonto, no podía hacerlo por
si solo y estaba listo para un largo periodo de incertidumbre.

Le esperaba un largo y tedioso viaje, no podía hacerlo solo y si no encontraba a


los compañeros adecuados entonces también correría peligro.

 Quieres proteger a tu familia-dijo Kakashi-eres un chico valiente-se acercó lo


suficiente para poner su mano en el hombro del vampiro-ahora no estás solo

Un calor indescriptible recorrió la garganta de Itachi hasta llegar al estómago,


era esa calma que solo podía tener con el hombre que más amaba, con aquel
que le había enseñado todo lo que sabía.

Ya no pudo más.

Los ojos de Itachi se humedecieron, el labio inferior empezó a temblarle como la


premisa de algo que no quería que pasara. Se inclinó y puso su frente sobre el
hombro de Kakashi que solo se limitó a palmear la espalda del muchacho.

 Mantén la compostura, si te quiebras, ellos lo harán

Era verdad, Itachi apretó los ojos tratando de detener las lágrimas que no
debían aparecer pero también lo necesitaba. Itachi no había tenido la
oportunidad de llorarle a sus padres pero eso debía esperar, aún no era el
momento.

 Bien-musitó Kakashi- hora de empezar

El mago le dio una palmada más a Itachi en la espalda que enseguida se separó
del que ahora sería su nuevo mentor. Kakashi se pasó por enfrente de los niños
que estaban sentados sin expresión alguna, menos Sasuke que no paraba de
fascinarse solo con ver a aquel individuo.

 Puedes controlar a ese perro ¿verdad?


 Si señor-se apresuró a contestar Kiba
 De ahora en adelante los dos van a practicar un acto de acrobacias
El cachorro de licántropo giró a ver a su perro que también lo miró solo que este
parecía más emocionado que nada. El peliplata siguió adelante y se detuvo
frente a Lee.

 Yo no…
 Déjame adivinar-le interrumpió-no vas a obligar a los peces a ser bufones
 No…
 Creo que podrás aprender a hacer malabares

Lee no tuvo más que asentir lentamente, si quería seguir ahí mismo y sobrevivir
junto con sus compañeros entonces debía obedecer las órdenes del mago
experimentado. Los ojos del tritón no se despejaban de Kakashi, de alguna
manera el hecho de que Itachi confiara en él ya era bastante ganancia para su
parecer pero al mismo tiempo no podía simplemente seguirlo sin cuestionarle
aunque entendía perfectamente que ese no era el momento correcto para
hacerlo.

En cuanto al vampiro más joven sintió que ahora el mago le daría una tarea
importante, se puso de pie enseguida, esperando poder recibir órdenes.
También Okami se había puesto alerta aunque no estaba tan emocionada como
su Sasuke, más bien sentía mucha curiosidad e interés por el mago.

 Vampiros…
 Si señor-se apresuró Sasuke
 ¿Qué podemos hacer con ustedes?
 ¡Magia!-atinó a decir Okami

Una vez más esa sonrisilla se dibujó por sobre la máscara, ya esperaba una
respuesta similar. Aunque no era una mala idea, al ser vampiros (aunque aún
no bebieran) tenían capacidades que los hacían aptos para las ilusiones.

 ¿Creen tener lo necesario para poder ser magos?-preguntó Kakashi con cierta
intención
Okami tomó la mano de su hermano mayor que le apretó al sentir su contacto.
Ambos estaban emocionados aunque la pequeña solo estaba siguiendo a su
hermano mayor.

Kakashi se encuclilló a quedar a la altura no de Sasuke sino de Okami que


seguía mirándolo interesada y muy curiosa.

 ¿Realmente lo piensas?
 Mi hermano lo piensa
 Quiero que me digas lo que tú piensas
 Sasuke puede hacerlo, entonces yo quiero hacerlo también porque debo
seguirlo siempre

 ¿Por qué debes seguirlo?


 Porque lo amo

Hubo una especie de silencio extraño, las mejillas de Sasuke se tornaron de un


rojo escarlata y sentía como el calor subía desde su estómago. Lee resintió un
poco esas palabras, le dio mucha nostalgia sentir de nueva cuenta e imaginarse
a él mismo diciéndole aquello a alguno de sus hermanos.

Kiba no se quedó atrás aunque un sentimiento raro fue el que le dominaba, era
como si no quisiera moverse entonces pero definitivamente era algo que le
hacía querer patearle el trasero al azabache.

 Una respuesta muy certera

El mago se puso de pie nuevamente y miró a los hermanos que seguían


tomados de la mano. Kakashi había vivido mucho tiempo y una de las mejores
experiencias que tuvo alguna vez fue amar a alguien, a esa mujer que lo hizo
tan feliz y que ahora lo había dejado.

 Bien, yo les enseñaré a ustedes el arte de la ilusión


Ahora era Sasuke el que estaba emocionado, nunca en su corta vida había visto
nada parecido a esas mágicas peripecias que le hacían mucha ilusión. Siendo
solo un niño, no podía esperar para poder descubrir los secretos que había
escondidos en el maletín del mago.

Esa misma noche decidieron acampar a las afueras del pueblo contiguo, claro
que ahora no estaban completamente solos, la llegada del mago ahora hacía que
Itachi no sintiera que estaba completamente a cargo.

De una o de otra forma, Itachi seguía siendo un muchacho de dieciocho años


que había tenido que cargar con la responsabilidad de la que ahora era su
familia pero con Kakashi cerca, sentía que podía volver a ser aquel muchacho
que había sido meses atrás. Ahora todo le parecía tremendamente efímero,
hasta cierto punto irreal, como si todo fuese una pesadilla de la que estuviera
loco por despertar.

La fogata era discreta y algo pequeña pero bastaba para poder mantenerlos
calientes menos a Lee que prefería un lugar un poco más fresco.

Pero ya era tarde y aunque los adultos estaban aún junto al fuego hablando
sobre algunas cosas, Sasuke, Kiba, Okami y Akamaru ya estaban bajo las
sábanas para acostarse. Estaban en una pequeña carpa algo rustica y portátil
que solo era una gran tela y algunos palos que encontraban en el camino unido
con cuerdas. Lee siempre pasaba la noche afuera tratando de buscar algún lugar
más fresco y si era posible un lago; Itachi y ahora también Kakashi se quedarían
ahí a vigilar el campamento.

Como siempre, Akamaru se había acomodado con Okami en el centro y a los


lados quedaban Kiba y Sasuke que no podían dormir y estaban dando vueltas
bajo las sábanas.

 Oye, cabeza de rábano-susurró Kiba-¿estás despierto?


 Si es para hablar contigo-contestó igual-entonces no… cabeza de pulga
 ¿Por qué Okami dijo eso?
 ¿Qué cosa?

Aunque el licántropo no dijera nada, Sasuke enseguida recordó el momento en


que su hermana menor había dicho que le amaba. Era la primera vez que
Okami decía algo como eso e inevitablemente Sasuke volvió a sonrojarse, se
removió en las sábanas como queriendo ocultar su rostro de Kiba que de todas
formas no podía verlo.

 No lo sé…-musitó Sasuke
 ¿Qué se siente?

La pregunta le parecía bastante fuera de contexto, no entendía bien a lo que se


estaba refiriendo pero pronto se dio cuenta. Kiba no entendía el concepto de
“amor” ese sentimiento le era verdaderamente ajeno al haber crecido en un
lugar en donde no era deseado.

 Ella también te ama ¿sabes?-susurró Sasuke


 Ella…¿lo hace?

El azabache se negaba a responderle eso pero al mismo tiempo no podía


negarle a su amigo lo que era inminente. No quería admitirlo en voz alta pero él
también disfrutaba el estar ahí con el cachorro de licántropo, su primer amigo
en la vida.

 Todos lo hacemos
 De…
 ¡Silencio! Ya no hablaré más de eso

Y dicho esto, Sasuke se volteó hacia su lado sin querer decir nada más y
también así lo hizo Kiba dándole la espalda a los hermanos pero sintió algo que
le hizo erizar los vellos de la nuca, giró la cabeza para encontrarse con la menor
de los hermanos recargada en su espalda aún durmiendo.
El sentimiento en el pecho de Kiba era bastante nuevo, el calor que emanaba de
esa pequeña le permitía estar en paz. Podía sentir a la perfección la respiración
de Okami en su espalda y por primera vez en su vida pudo saber que alguien lo
quería, que lo necesitaba en su vida. Entonces estuvo totalmente seguro de que
iría siempre tras ella, no estaba seguro de si era completamente por haberse
impregnado de ella pero si de algo estaba seguro era que iría con ella siempre.

Fuera de la carpa, Itachi estaba sentado frente al fuego con la diferencia de que
ahora el mago descansaba a su lado disfrutando también de la compañía del
vampiro que trataba de no caer rendido, había sido un día especialmente
agotador.

 Necesitas dormir-dijo Kakashi


 Pero no puedo dejar de velar
 No necesitas hacerlo-dijo acomodándose- debemos estar frescos para
mañana

 ¿Serán las primeras lecciones de circo?

Kakashi rio débilmente, se removió en su lugar entrecerrando los ojos. Le


emocionaba estar ahí empezando de nueva cuenta, siendo un guía para ese
grupo de muchachos, era casi como volver atrás.

Recordó a su mujer, lo curiosa y preguntona que era. A él le encantaba


enseñarle cosas nuevas, al ser ella solo una simple humana cautivada por los
increíbles trucos mágicos que él podía hacer para verla sonreír. El amor que se
tenían era inmenso, incluso ese último día en que ella se sacrificó para poder
salvarle.

 Ellos nos avisarán cuando haya peligro


 ¿Ellos?
 No es raro que no los veas, pero ellos están siempre aquí
Itachi parpadeo rápidamente como si buscara algo más en la espesa obscuridad
de la noche y lo único que vio fueron un par de insectos sobrevolando.

 Mira más atento-advirtió el mago

Una vez más, Itachi miró a su alrededor con ojos renovados solo para ver como
pequeñas luces aparecían de entre las ramas de los árboles. Primero pensó que
eran luciérnagas pero al verlas mejor se dio cuenta que no se parecían en nada a
eso.

Pequeñas personitas aladas se acercaron despacio, como si le temieran pero una


de ellas, la más pequeña se acercó hasta estar frente al rostro de Itachi solo para
que este la pudiera ver mejor. Era pequeña y delicada, tan hermosa como un
rayo de luz tenue al amanecer que le sonreía con esas mejillas sonrosadas y
aquellas alas cristalinas, su pequeño cuerpo parecía tan frágil como un diente
de león, con esa tonalidad amarillenta y su cabello verdoso levantado en un
peinado tan extraño que no podía dejar de ser hermoso.

 Es una sílfide-explicó el mago-son elementales del aire

Itachi alzo su mano para que la pequeña sílfide se sentara en esta misma, era
realmente hermosa y pequeña. Cuando las amigas de esta misma vieron que
aquel individuo no era peligroso se acercaron poco a poco.

 Ellas son seres nobles… bueno, cuando quieren serlo pero lo son la mayoría
del tiempo

 Son preciosas
 ¿Jamás las habías visto?
 Leí de ellas en algunos libros de cuentos
 Es increíble que solo las conocieras como cuentos de hadas
 No pensé que fueran reales
 Mírate hablando como un humano-dijo algo fastidiado-eres un vampiro…
sus superiores les enseñan que solo son ustedes los importantes y esto es para
que abras los ojos muchacho, hay más allá afuera de lo que te puedes imaginar
La sílfide en su mano retomó vuelo batiendo sus alas rápidamente, era
impresionante verla hacer eso, incluso a sus compañeras que eran también
espíritus del aire y entonces se odio a si mismo por no saber más. Había pasado
dieciocho años encerrado en una habitación aprendiendo todo lo que podía de
libros pero jamás pensó en poder poner un pie fuera de su zona de confort,
incluso en esa situación en la que le habían obligado a estar seguía siendo un
completo ignorante.

La pequeña criatura se acercó al rostro del pelinegro y con sus pequeños y finos
labios dio un suave beso en la punta de su nariz y entonces esfumarse en el aire
como si hubiera sido desde el principio vapor escurridizo desapareciendo ante
sus ojos.

 Bebes ¿no es así?


 Si…-dijo aún fascinado
 ¿Cuál es tu habilidad especial?

La pregunta desorbitó un poco a Itachi pero enseguida volvió a poner su


atención en donde debía y puso miró al mago.

 Nigromancia

Kakashi no dijo nada, se enderezó en su lugar acomodándose pero sin dejar de


ver al joven vampiro que ahora había adquirido un poco más de atractivo.

 Es una habilidad…
 …rara y especial-completó- papá lo decía siempre
 Tu padre tenía mucha razón, muy pocos de los de tu especie son capaces de
tener semejante poder-le miró cuidadoso-¿has usado esa habilidad tuya?

 No…-confesó algo avergonzado-he estudiado sobre eso pero…


 No habías conocido a nadie que pudiera enseñarte
 No
Dese siempre supo que su don era un poder increíblemente poderoso, magia
prodigiosa traída desde los mismísimos infiernos dándole esa habilidad tan
poco conocida.

Nigromancia, magia negra por excelencia y también increíblemente poderosa


aunque al aparecer en un no mago entonces tenía sus limitaciones aunque no se
le restaba crédito.

 Entonces nos espera un largo viaje


 Eso espero
 ¿Sabes?-volvió a decir el mago un poco más cansado-me recuerdas a mí
mismo hace muchos años

 ¿Lo hago?
 Claro que si

Kakashi se acomodó en su asiento y cerró el único ojo visible que tenía para
lanzar un gran suspiro al aire que fue opacado por su máscara.

Por su parte, Itachi tenía más dudas, quería saber más pero él también estaba
cansado y por primera vez en mucho tiempo sintió que podía dormir
tranquilamente.
decimo quinto acto:“ trigal”
Era de mañana, Naruto estaba dentro de la tina de baño lavándose como ya era
su costumbre, dejó de bañarse junto con los demás desde hacía bastante rato y
era mayormente para mantener a Sasuke contento más que cualquier otra cosa.

Entonces la carpa se abrió dejando entrar a una persona más, Naruto pensó que
se trataría de su novio pero en lugar de Sasuke estaba su hermana menor con
una toalla en las manos.

 Pensé que Sasuke estaría aquí contigo-le dijo ella dejando la toalla al lado de
la de Naruto.

 ¿Qué haces aquí Okami?


 ¿Qué parece que hago tontín?-rio- me voy a bañar
 ¿Qué?
 Si eres tú entonces ni Sasuke ni Kiba van a enojarse
 Pero…

No tuvo oportunidad de decir nada más, en un momento a otro la pelinegra ya


estaba dentro de la tina junto con él. Ella no era especialmente voluptuosa, su
cuerpo era delgado y su piel era pálida, para Naruto era como si estuviera
viendo una especie de versión femenina de su novio.

 Hay buenas noticias hoy-dijo ella recogiéndose el cabello en un moño sobre


la cabeza

 ¿Qué cosa?
 Te llevaré con una experta, ya sabes, para esto del asunto del sello
 ¿De verdad?
 Sí, es una vieja amiga de la familia
Naruto se quedó un momento pensativo, aún no le había hablado a Sasuke
sobre nada de lo que había pasado ni de lo que le había contado Okami. Estaba
preocupado porque lo supiera, no quería hacer un drama de algo que
probablemente no fuera nada.

Al mismo tiempo, no quería decirle porque sentía que era algo muy personal
que no le pertenecía a nadie más que a él. Sus memorias eran su vida, quería
poder cerrar los ojos y ver los brillantes ojos de su madre, la cálida sonrisa de su
padre dándole fuerzas para poder seguir adelante. Quería, por sobre todas las
demás cosas, poder entender la razón por la que ellos lo dejaron solo.

 Sasuke…
 No sabe nada, yo no le he dicho y no lo haré si tú no quieres, además él…

“Tampoco quiere que sepas de las pesadillas” iba a decir pero se detuvo justo a
tiempo, ya no había podido saber más sobre las pesadillas de su hermano
mayor, él no hablaba de eso y ya no dormían juntos. Estaba muy preocupada
pero no podía decirle nada a Naruto sabiendo que su hermano mayor se
enojaría.

 ¿Qué pasa con él?


 Nada importante…-se apresuró a decir

Un silencio prolongado se apoderó de la estancia, Naruto trataba de controlar


sus propios pensamientos, no quería tener que romper el hielo con algún
recuerdo suyo con Sasuke en la cama.

Pero inevitablemente empezó a recordar esos momentos, esa noche anterior en


la que el azabache lo había hecho gritar y gozar de lo lindo y poco a poco su
amiguito empezó a despertarse involuntariamente. En cuanto se dio cuenta,
giró para ver a Okami que parecía no haberse dado cuenta, ahora su prioridad
era poder salir intacto.

 Creo que saldré de aquí antes de que ya no puedas esconder la erección


La muchacha se levantó del agua y enseguida comenzó a vestirse, en cuanto a
Naruto, trataba de no verle a los ojos, estaba muy avergonzado como para
hacerlo.

 Pero mi hermano puede encargarse se eso

Al Salir de la carpa, Okami se encontró de frente con su hermano que iba


directo al baño a ver a su novio pero no esperaba encontrarse ahí a su hermana
menor.

 ¿Qué…?
 Naruto te está esperando
 ¿Cuándo…?
 Solo no dejes la tina sucia

No dijo nada más y se fue para darle paso a Sasuke que ni tarde ni perezoso
entro en el lugar de ella para encontrarse al rubio con la cara sonrojada hasta las
orejas por la vergüenza.

 Así que ella preparó el terreno-dijo Sasuke sarcástico


 ¡Sasuke!
 Tranquilo, solo bromeo

En un rápido movimiento de manos, Sasuke estuvo desnudo y enseguida


ocupó el sitio de Okami al lado de su amante que ya lo esperaba con muchas
ganas, ya no había necesidad de seguir escondiendo la erección, después de
todo, Okami tenía razón y él se encargaría de todo.

Se acercó sin decir nada y coló sus manos en la entrepierna del muchacho, las
manos de Sasuke se adueñaron del ya despierto miembro de Naruto que
empezó a masajear.

 Deja que lo haga yo también…-dijo Naruto


 No, de ninguna manera-se negó
 Pero…
 No quiero terminar mordiéndote

Naruto no quiso pelear más así que solo se arrimó más hacia Sasuke que lo
rodeo con sus brazos para pasar una de sus manos por su cadera hasta poder
llegar de nuevo a su miembro que siguió acariciando lentamente.

Las manos de Sasuke sabían a la perfección dónde tocar, cómo hacerlo y cuándo
hacerlo. Naruto cerró los ojos y recostó su espalda en el pecho de su
acompañante, saboreando cada deliciosa caricia. Las manos de Sasuke
apretaban suavemente y entonces la otra mano del pelinegro se coló junto con
la otra, solo que esta fue un poco más abajo hasta su entrada.

 Sa…Sasuke
 Shh…-susurró sobre el oído de Naruto-quédate quietecito

Las manos de Sasuke se movieron juntas, en una especie de compas de éxtasis


perpetuo. Movía sus caderas al ritmo que marcaba el azabache, suficiente para
hacerlo gemir y pronto la excitación fue demasiada así que Naruto se dejo ir en
la mano de Sasuke.

 ¿Mejor?
 Si…

El rubio se giró y lo besó en los labios, amaba esa sensación tan cálida y húmeda
que solo encontraba en los labios de su acompañante. Siempre tan suave, tan
delicado pero a la vez tan ardiente y muy sensual.

Después de haber calmado las ansias de Naruto, Sasuke se dedicó a hacer lo


que debían y en un momento ya estaba lavando el cabello de su acompañante.

 ¿Quieres escapar hoy a la ciudad? Estoy seguro de que Itachi no se dará


cuenta…

 No estoy seguro de que eso sea lo mejor


Esa había sido la mejor idea que Sasuke había tenido en mucho tiempo y claro
que quería escaparse un momento con su amado azabache pero ese día tenía
planes muy distintos. No estaba en sus planes hablarle a Sasuke sobre el sello,
debía encontrar la manera de zafarse sin que él sospechara.

 ¿Qué quieres decir? Nunca hemos estado en una cita juntos


 Lo sé-dijo un poco dolido- pero no quiero problemas-mintió

El baño se estaba prolongando mucho y en cualquier momento debían salir


aunque no querían hacerlo. Sasuke estaba relajándose mucho, su mente estaba
abrumada y ya casi no dormía porque las pesadillas estaban ganando terreno,
no quería que Naruto se diera cuenta así que la mayor parte de la noche la
pasaba despierto pero si llegaba a dormirse, esas pesadillas regresaban
haciéndolo despertarse de golpe aunque hacía lo posible por no despertar al
que ahora dormía a su lado.

 Podemos salir otro día, con el permiso de Itachi

Dicho esto, Naruto le dio un beso casto a Sasuke para salir de la bañera e ir a
vestirse. Ese día sería muy especial y no quería perder ni un solo minuto, estaba
muy emocionado por eso mismo. Después de vestirse y despedirse de Sasuke
salió disparado a buscar a Okami de nueva cuenta, quería partir en cuanto
pudieran.

Se encontró con ella en la entrada del campamento, partirían solo ellos dos
juntos. La muchacha estaba muy al tanto de los sentimientos de Naruto sobre el
asunto, no le gustaría tener a una multitud de personas fisgoneando también en
su cabeza.

 ¿A dónde vamos?-preguntó Naruto dándose cuenta de que iban a pie


 Iremos a la casa de una vieja amiga
 ¿En dónde está?
 En todas partes-contestó enigmática-te lo voy a explicar
Hacía un buen tiempo, los magos y hechiceros habían fundado una red de
túneles mágicos que conectaban todos los puntos clave en el mundo, eran redes
energéticas que los mantenían conectados y al mismo tiempo ocultos. Habían
sido construidos durante las quemas de brujas pero en la actualidad se usaban
solo ya por costumbre además de ser más cómodos.

 ¿Cómo los encuentras?


 Eso es algo un poco más complicado de explicar-comenzó sin parar de
caminar- simplemente puedes sentirlas

 ¿Sentirlas?
 Son redes energéticas, no hay una mejor manera de expresarlo

Pronto estuvieron algo lejos, el sol quemaba la piel de Naruto pero a Okami no
parecía molestarle, sino que era todo lo contrario, era como si los rayos del sol
la recargaran de energía haciéndola ver como el total opuesto del estereotipo
del vampiro convencional.

 La luz es tan bella ¿no lo crees?


 Sí, hace mucho calor
 Me encanta salir de día, Itachi casi siempre nos lo prohíbe, él dice que la
noche es mejor para nosotros

El rostro de la vampiro era indescriptible, su sonrisa era amplia y sincera


además de que sus ojos eran diferentes y llenos de vitalidad.

 Las personas ni siquiera se dan cuenta de lo que somos-dijo distraída- a


veces me pregunto la razón por la que nos seguimos escondiendo

Naruto quiso decir algo más, pero solo se concentró en el camino. El camino de
pavimento de la carretera era silencioso y caluroso, de vez en cuando algún
auto pasaba a su lado muy rápido. Parecían estar yendo hacia alguna zona
rural, había granjas y una gran extensión de tierra con sembradíos.
Pasaron por una vieja granja abandonada, Naruto pasó de largo pero pronto
regresó casi corriendo al darse cuenta de que su compañera había entrado en
esta. El césped enormemente crecido hacía de sus movimientos bastantes torpes
y el rubio tenía miedo de encontrarse con algún animal indeseado.

Entraron al establo abandonado. El lugar estaba a punto de caerse y olía mal,


Naruto no entendía como era que ese lugar pudiera ser el portal hacia una
especie de mundo alterno. Pero el rubio no quiso preguntar nada y más aún
cuando su amiga se hincó en el suelo poniendo sus manos en el suelo, ahí fue
cuando toda la magia comenzó.

Okami puso sus manos en el suelo y enseguida comenzó a brillar haciendo una
especie de patrón, como si formara una puerta que pronto se abrió ante ellos
dándoles el paso a lo que parecía ser una especie de túnel.

 Vamos-dijo ella bajando por este

Naruto parpadeó rápido, como queriendo asimilar lo que acababa de pasar


pero pronto se sacudió el miedo, ya después habría tiempo de hacer las
preguntas pertinentes pero por ahora su prioridad era ir tras la pelinegra.

De un salto entro, aterrizando en un sitio muy peculiar. A diferencia de lo que


Naruto se esperaba, era un lugar muy común y corriente, como si solo fuera un
túnel cualquiera, le hizo pensar en las alcantarillas solo que ahí estaba
relativamente más limpio y además había un aire fresco.

 ¿Qué es esto?

Pero la pelinegra no respondió, solo le sonrió para volver a poner toda su


atención en el camino. Siguieron por ese túnel alargado que tenía varios
callejoncitos como divisiones, Naruto miró en ellos para darse cuenta de que al
fondo de estos había puertas circulares y muy pintorescas.

 Este es el callejón energético-volvió a decir Okami a manera de explicación-


los magos hicieron mejoras en los últimos miles de años, estas puertas nos
conectan con todos y cada uno de ellos

 ¿A quién vamos a ver?-pregunto el rubio aún más curioso


 Es una bruja blanca, ha sido amiga de la familia desde que puedo recordar,
estoy segura de que ella puede ayudarnos a encontrar algunas respuestas

El estómago de Naruto empezó a revolverse un poco, estaba muy emocionado


por conocer a esa persona de la que Okami le había hablado. Quería saber más
sobre él mismo, poder despertar por las mañanas y recordar el rostro de su
madre, sus ojos, sus caricias y su amor; no se olvidaba de su papá, quería poder
verlo y sentir que había una razón de peso para haberlo abandonado.

 Ella podrá hacer algo-le aseguró Okami

Pronto estuvieron frente a uno de esos túneles que conducía a una puerta. Era
pequeña y redonda, de madera algo vieja pero eso mismo le daba un aspecto
rústico. Se acercaron a esta poco a poco y antes de siquiera tocar, la puerta se
abrió sola.

 Woah…-susurró Naruto para él mismo

La estancia era algo completamente distinta de todo lo que Naruto conocía,


había una chimenea amplia que estaba apagada y había un caldero
descansando ahí. Una mesa de piedra llena de hierbas y lo que parecían ser
instrumentos de cocina, en las paredes había estantes tras estantes a rebosar de
frascos ramas que hacían que oliera a césped fresco.

 Iré a buscarla-le dijo Okami-espera aquí por favor

Él asintió y se quedó quieto mientras su amiga desaparecía tras una cortina.


Okami pasó al dormitorio en donde la bruja estaba sentada en su escritorio
escribiendo algo sin inmutarse, se veía igual que hacía mucho tiempo, cabello
rubio y rostro liso e inmaculado, como si hubiese dejado de cumplir años
después de los treinta.

 Tsunade…
 Escuché que te casaste
 Oh… Kakashi dijo que te enojarías-dijo algo avergonzada-lo lamento,
tuvimos que hacer los arreglos de último momento
 Fue El consejo ¿verdad?
 Si…

La bruja dejó lo que estaba haciendo y se puso de pie para ir a donde la


vampiresa, le acaricio la mejilla y puso un mechón de cabello fuera de su sitio
tras su oreja sin dejar de contemplarla con ese aire maternal que solo ella tenía.

 Como compensación, quiero bautizar a su primogénito


 ¿eh…?

La muchacha se sonrojó con tan solo pensar en el hecho de tener un


primogénito, aún estando tanto tiempo con Kiba, jamás se planteó la idea de
tener niños. Pero no estaba ahí para hablar sobre su planeación familiar, estaba
ahí por algo más importante.

 Supongo que no has venido a disculparte precisamente-se apresuró a decir


Tsunade con algo de resentimiento

 No…
 ¿Entonces?
 Hace poco un chico se unió al circo, mi hermano fue muy condescendiente al
aceptarlo-decía como preparando a Tsunade para lo que diría- es un humano

 ¡¿Un humano?!
 Si… uno muy especial al parecer
 Te escucho
 Hace poco me pidió que buscara en su mente los recuerdos de su familia y
estuve buscando en su subconsciente y entonces encontré algo

 ¿Qué cosa?
 Encontré un sello
Entonces esto le interesó a la bruja, le miró como si intentara descifrar todo con
tan solo verle a los ojos.

 ¿Está aquí?
 Sí, está esperando
 Vamos

La primera en salir fue Okami que fue seguida de Tsunade. Naruto estaba
curioseando por los estantes cuidando de no tocar absolutamente nada, no
quería terminar envenenado con alguna poción o convertido en un sapo.

Entonces se giró para mirar a la bruja blanca.

Tsunade se quedó quieta, miraba al rubio detenidamente como si no pudiera


creer que ese individuo estaba ahí parado frente suyo. Lo miró de arriba abajo
asegurándose de que sus ojos no le estuvieran jugando una mala broma.

 Él es Naruto Uzu…
 No puedo ayudarles-le interrumpió la bruja
 ¿Qué…? Pero dijiste que…
 No puedo hacer nada por ustedes

Las cosas estaban pasando increíblemente rápidas para su gusto, Naruto apenas
y tuvo la oportunidad de poder ver bien a aquella mujer. Piel pálida, ojos ámbar
y cabello rubio, todo en ella le parecía tremendamente familiar solo que al
mismo tiempo sabía que era la primera vez que se encontraba con ella.

 Váyanse ahora- dijo la bruja casi desesperada


 Pero Tsunade…
 Ya dije, Okami, llévate a este humano de aquí antes de que atraiga la
atención

La muchacha no pudo decir más y enseguida se retiró junto con Naruto que no
había sido capaz de poder decir una sola palabra al respecto.
Dentro de la pequeña casa de la bruja, esta misma se quedó quieta mirando a la
puerta, sus ojos eran turbios, casi como si le costara respirar.

 No puede ser…-musitó-está pasando….

El camino de regreso al campamento fue bastante tedioso y largo y más aún con
ese silencio tan pesado que había entre Okami y Naruto. Ambos estaban
totalmente frustrados y desilusionados, habían hecho un largo viaje solo para
nada.

 Lo lamento Naruto…
 No fue culpa tuya

Ya era tarde, el crepúsculo no tardaría en llegar y para esa hora todos los
miembros del circo estaban preparándose para la cena. Ni Okami ni Naruto
habían probado comida desde que salieron del campamento así que la idea de
la cena les era muy tentadora. Pero al parecer algo no estaba del todo bien, el
aire se tornó más silencioso y algo pesado.

 ¿Qué sucede?-preguntó Naruto


 Es Deidara-les interrumpió Itachi- puedo oler su sangre a kilómetros

Todos dejaron enseguida lo que hacían, incluso a Naruto y Okami se les


espantó el hambre. ¿Qué querría ese cazador en el circo? Se suponía que su
trabajo ahí había terminado.

 Me quedaré contigo-le dijo Sasuke con Kiba detrás


 De ninguna manera- le contestó brusco- además ustedes dos tienen deberes
que atender, ni Naruto ni Okami han comido nada

Los dos se quedaron en silencio, de alguna manera querían estar presentes para
poder saber las intenciones del cazador pero no podían desobedecer las órdenes
de Itachi y mucho menos sabiendo que sus respectivas parejas estaban en ese
estado.
 Además Sasuke, necesito que no le quites la vista a Naruto, no sabemos lo
que quiera Deidara-suspiró pesadamente- y eso va para todos, regresen a sus
carpas y quédense ahí

No se necesitó decir ni una sola palabra más, las órdenes de Itachi no se


cuestionaban para nada así que en un momento el campamento quedó
totalmente vacío.

El atardecer cayó y con él se fue el calor del día, Deidara no tardaría en aparecer
así que Itachi se fue directo a su carpa. El vampiro no era tonto, sabía que el
cazador no estaba ahí para molestarles y de hecho había estado esperando su
regreso desde el día en que lo dejo ir tan tranquilamente.

Siempre hubo química entre los dos pero el rubio siempre insistía en Okami en
vez de ser sincero con sus propios sentimientos. No podía negarse al encanto de
Deidara, esos ojos brillantes y ese cabello rubio que se moría por sostener entre
sus manos. Aquella escena del escritorio le vino a la mente una vez más, el tener
a Deidara tan a su merced, vulnerable y sobre todo muy excitado le encantaba.

Se sentó en su escritorio como siempre lo hacía y encendió un cigarro mientras


esperaba a Deidara calmado, la espesa noche sería larga y él estaba
completamente preparado para hacer cualquier cosa.

 De verdad tardaste mucho-dijo tomando el cigarro entre sus dedos y dejando


escapar el humo

Deidara entraba a paso lento mientras se quitaba la capucha de la cabeza y


dejaba al descubierto esa cabellera de color del trigo que a Itachi tanto le volvía
loco además de esos bellos ojos azules que sobresalían en toda la obscuridad. La
opaca luz de la lámpara de Itachi solo dejaba el ambiente más íntimo.

 Tuve que encontrar el momento adecuado para salir


 Siéntate-ofreció Itachi- hay mucho de qué hablar

El rubio le obedeció ocupando el lugar frente a su acompañante aunque


realmente sus intenciones estaban muy lejos de sentarse a tener una
conversación. Estaba ahí simplemente porque el pecho iba a explotarle en
cualquier instante, desde su última visita no había podido pensar con claridad
aunque no era algo que precisamente le molestara, al contrario, su pecho ardía
cada día más a la espera de volver a encontrarse de nueva cuenta con Itachi.

 ¿A qué has venido?-comenzó Itachi


 Quiero dejar El consejo-se apresuró a decir

Esa si que era una respuesta inesperada, Itachi esperaba algo parecido a sexo
casual o solo una aventura pero parecía que el rubio hablaba en serio.

 ¿Dejar El consejo? ¿Qué harías después de eso? Los cazadores como tú no


tienen otro sitio más que ese

Deidara guardo silencio, estaba ahí por muchas razones y definitivamente esa
era una de ellas. Quería dejarlo todo ahora que su corazón estaba ordenado, sus
sentimientos ya eran claros y definitivamente sabía lo que quería.

 Quería saber si habría algún espacio aquí… sé que no soy un niño huérfano
pero…

 ¿Por qué debería dejar que te quedes? Hasta donde sé, podría ser una trampa
 No es ninguna trampa-susurró
 ¿Cómo puedo creerte?
 Mírame Itachi- dijo casi desesperado- mírame a los ojos, trae a tu hermana, al
chico que puede ver las mentiras…

Los ojos de Deidara eran firmes y muy decididos, no había necesidad de llamar
a nadie, eso fue suficiente para que Itachi se convenciera pero al mismo tiempo
estaba temeroso, no sabía a ciencia cierta lo que podía pasar y aún así estaba
dispuesto a no someterlo a ninguna prueba. Le gustaba mucho como para
ponerle peros, siempre le había estado esperando pacientemente y ahora que
estaba ahí no podía simplemente rechazarlo.

 Deidara…
 Además ya no puedo ocultar mis sentimientos, pasé mucho tiempo
mintiéndome a mí mismo como para que ahora siga haciéndolo, ha sido una
mentira que ni siquiera yo he podido tragarme

 Este circo fue fundado para darle cobijo a las almas desesperadas y
abandonadas- dijo suave- ahora tú eres una de ellas y no puedo negarte la
entrada

El azabache sonrió ampliamente, apagó el cigarro en el cenicero y se puso de


pie siendo siempre seguido por los ojos de Deidara que estaba a la expectativa.
Itachi se sentó en la cama sin dejar de sonreír y sin dejar de mirarle tampoco.

 El único inconveniente es que ya no hay carpas vacías


 Entonces…
 Me temo que esta es la única con un poco de espacio extra, solo espero que
no te moleste compartir la cama
decimo sexto acto:“ dulce locura”
 Creo que no me importaría compartir una cama contigo-dijo Deidara de una
manera suave

Itachi se había sentado en la cama mientras se desabrochaba la camisa


lentamente dejando su pálida piel poco a poco al descubierto hasta dejar su
torso completamente desnudo. Claro que Deidara no estaba dispuesto a
quedarse atrás así que se puso de pie y deshizo la cola de caballo para que su
larga y trigueña cabellera cayera libre por sus hombros.

El rubio se acercó a Itachi mientras se deshacía de su capa y camisa, estaba muy


ansioso de poder por fin hacer eso que tanto había deseado con la persona de la
que había estado enamorado desde siempre. Se sentó en las piernas del
azabache y acaricio su rostro, no podía cansarse nunca de ver esos profundos
ojos negros en donde se perdía siempre.

Itachi enredo sus dedos en la cabellera de Deidara suavemente para poder tener
control sobre él de alguna manera, además de poder disfrutar de aquella sedosa
sensación en sus manos, quería un poco más, la piel del rostro de Deidara era
exquisita y cuando sus labios tocaron los de él entonces una corriente eléctrica
le recorrió por completo. Su sabor era exquisito, cada beso era embriagador y le
encantaba, era como una droga incesante que le quemaba las entrañas pidiendo
más.

Pronto los labios de Itachi buscaron más, querían poder adueñarse de toda la
piel de Deidara así que poco a poco sus labios fueron bajando por el cuello del
rubio que solo recibía las caricias del pelinegro cerrando los ojos y acariciando
la espesa cabellera de este mismo.

 Itachi…-gimoteó muy bajo

Itachi solo apretó sus manos más contra la espalda de Deidara para acercarlo
más a su cuerpo y poder tocarlo más a profundidad. El rubio contraía su pecho
e Itachi aprovechaba este pequeño hueco para poder hundir su cabeza y llenar
sus pulmones de ese embriagador olor a sangre mestiza que lo hacía temblar.

Pero el vampiro era ambicioso, quería cada vez más y más así que despacio giró
su torso haciendo girar al cazador para acostarlo en la cama y terminar sobre él.
Deidara se estremecía con la sensación de los labios de Itachi, los labios del
azabache bajaban poco a poco acariciando suavemente todo su pecho y
abdomen y en cuanto sintió que llegaba al tope de su pantalón sintió que el
mundo se le volteaba de cabeza.

El pelinegro acaricio sobre el pantalón de Deidara haciendo que esta se


estremeciera por completo, solo era un roce meramente superficial pero era
todo lo que había estado esperando. Las manos de Itachi fueron muy lento
desabrochando la prenda solo para poder fastidiar un poco al rubio que se
empezaba a morder el labio inferior hasta dejarse marca.

 ¿Ansioso?-susurró Itachi

Deidara no pudo hacer más que asentir casi desesperado, quería que Itachi lo
poseyera como solo él podía, nada se compararía a esa exquisita sensación de la
piel del azabache, en ese momento todo era perfecto.

De un solo tirón los pantalones de Deidara quedaron en el suelo junto con su


ropa interior dejándolo completamente desudo y vulnerable. El fresco aire de la
noche choco contra su virilidad desnuda sobre excitándolo pero no solo era
esto, las manos de Itachi empezaban a juguetear por su intimidad acariciando
suavemente mientras que con la otra mano iba un poco más abajo yendo directo
a la entrada del rubio.

En cuanto los dedos de Itachi rozaron la entrada de Deidara este se estremeció


completamente y cuando se introdujeron uno a uno, sintió que su cuerpo no
podría resistir tanta presión, era solo el principio pero ya estaba casi a tope.

Para Itachi, tocar a Deidara era un gozo incontrolable que le recorría entero y
cada vez que movía sus dedos le extasiaba sentir como su pareja se retorcía de
placer por su culpa. Pronto esto le aburrió al azabache así que bajó su rostro
hasta el vientre de Deidara una vez más y beso suavemente para después ir
directamente más abajo. Levantó las piernas de Deidara dándole una completa
y libre entrada al ano de este último y aprovecho este momento para dar una
larga lamida desde este lugar hasta los testículos del rubio.

 Itachi…

Una vez más, Deidara no pudo evitar retorcerse en la cama mientras Itachi
seguía usando su lengua como mejor sabía hacerlo. Itachi era bastante hábil y
no solo estaba usando su boca sino que había empezado también a acariciar el
miembro erecto de Deidara volviéndolo loco.

Pero Itachi se aburría de estar haciendo eso así que dejó a Deidara para que
pudiera recuperar el aliento y se acomodó a su lado sin dejar de mirarle con
ojos ardientes y llenos de lujuria. Cuando el cazador por fin pudo estabilizarse
lo suficiente se dio cuenta de que el vampiro se había deshecho del resto de su
ropa así que se movió y lo esperaba con las piernas abiertas y una enorme
erección solo para él.

Ni tarde ni perezoso, Deidara fue enseguida a buscar aquello a lo que ya le traía


ganas. De un solo bocado ya tenía todo el pene de Itachi en su boca moviendo
su cabeza en un vaivén delicioso y lento para hacer a Itachi gozar lo más que
pudiera enrollando su lengua y apretando en la punta.

 Ah…-suspiró Itachi-lo haces muy bien…

Deidara solo sonrió sin dejar de mover su cabeza, sabía que solo faltaría un
poco más. El estar teniendo sexo con un cazador era algo verdaderamente
peligroso, si Itachi se emocionaba demás y entonces lo mordía, su sangre le
haría daño.

 Vamos, ven aquí- le gruñó el pelinegro

Casi hipnotizado, Deidara volvió a posar sus ojos en el rostro de su


acompañante y al sacar el miembro de su boca, un hilo de saliva se hizo
presente hasta romperse, fue lentamente subiendo mientras rozaba la punta de
su nariz con el torso de Itachi hasta llegar nuevamente a sus labios solo para
volver a sentir esa sensación ardiente que le carcomía la piel y le quemaba los
labios. Las manos del pelinegro de nueva cuenta fueron directo a la espalda de
Deidara acariciando suavemente durante el beso. Las emociones desbordaban,
ambos se perdían en el otro queriendo un poco más, el menor movía sus
caderas rozando su sexo con el del vampiro que solo podía sonreír sobre los
labios de su amante.

 Acomódate-musitó Itachi

No necesitó decir ni una sola palabra más para hacer entender a Deidara lo que
vendría a continuación así que se puso en cuatro con el pecho recostado en la
cama y las piernas abiertas alzando el trasero dándole a Itachi una vista
perfecta; este último sonrió mordiéndose el labio inferior emocionado de tan
solo ver aquel bello ser ofreciéndosele a nadie más que a él.

Ahora estaba justo en donde quería estar, Itachi miró el panorama por algunos
segundos saboreando de alguna manera la hermosa vista solo para poder
guardar un poco eso en su memoria. Era una escena indudablemente erótica y
hasta cierta manera sucia, el ano de Deidara ya empezaba a dilatarse de a poco.

Pero no solo quería mirar, Itachi se puso en posición también justo detrás de
Deidara que ya estaba esperando y de una sola estocada ya estaba dentro del
cuerpo de su amante.

El rubio ahogo un grito en su garganta haciendo solo un sonido gutural


recibiendo gustoso toda la virilidad de Itachi haciéndolo suyo.

 Diablos…-musitó Deidara

Itachi empujaba sus caderas lentamente, aunque iba aumentando la velocidad,


se inclinó sobre la espalda del rubio y coló una de sus manos por su abdomen
hasta alcanzar la virilidad del cazador. Combinaba sus envestidas con los
movimientos de la muñeca solo para hacer que Deidara tocara el cielo con las
manos.

 Itachi…-gimoteo Deidara suplicante

Pero más que una súplica, era preocupación, si Itachi cometía el error de
morderlo entonces su sangre le envenenaría.
 Calma…-le respondió-sé… sé las consecuencias

Las envestidas de Itachi se hacían más y más rápidas, Deidara sabía lo que
estaba a punto de pasar pero estaba más preocupado por el vampiro que por él
mismo.

 ¡Ah!-gritó Deidara

Itachi no le había dado oportunidad de decir nada, el vampiro no perdió un


solo segundo y ya tenía los dientes hincados en la nuca del rubio.

Aquel líquido rojo le recorrió la boca, Itachi no había evitado aquella mordida,
quería tenerlo todo de Deidara y no había una mejor manera de declararlo suyo
que esa misma. Sentía como la boca le escocía, como mientras la sangre de
Deidara bajaba por su garganta era como haber tragado ácido.

Pero el dolor estaba siendo mezclado con el éxtasis que solo el orgasmo podía
darles, a ambos. Deidara se dejó ir en la mano de Itachi al igual que este mismo
se dejó ir dentro de su pareja.

El cuerpo de Deidara tembló por completo, sus brazos ya no podrían soportar


su peso ni un segundo más y cayó desplomado sobre las almohadas. Mientras
Itachi seguía sobre él tratando de que el dolor en su garganta fuera cada vez
menos, claro que esto no pasó desapercibido por el cazador que se dio vuelta
lento para poder ver a su amante a los ojos.

 Itachi…-musitó mientras ponía una de sus manos en las mejillas del vampiro
 Estoy… bien-contestó en voz carrasposa
 No debiste hacerlo, yo…

Pero no pudo terminar de decir nada, los labios de Itachi reclamaron los suyos
como propios, todavía quedaban rastros de su propia sangre en la boca del
pelinegro dándole una sensación extraña, como si ahora el dolor de Itachi fuese
tangible.
Ya no dijo nada, el azabache se acomodó bajo las sábanas y Deidara lo hizo
sobre su pecho poniendo una oreja ahí mismo solo para escuchar esos tenues
latidos que venían desde lo más profundo de él.

 Dejaré que te quedes-habló Itachi


 Gracias…
 Mis hermanos van a asesinarme

Como debía suceder, la primavera le dio paso al verano y aquella mañana todos
estaban muy atareados haciendo sus labores, casi todas las carpas (incluyendo
la del circo) ya estaban empacadas, solo faltaba una por ser empacada y era la
carpa de Itachi.

Deidara se levantó poco a poco, se frotó los ojos y se dio cuenta de que su pareja
ya no estaba a su lado, la buscó por la carpa y no la vio. Rápidamente los
recuerdos de la noche anterior le llegaron de golpe haciendo que se sonrojara,
buscó con la mirada su ropa y de un salto salió de la cama para vestirse.

Después de vestirse, se miró al espejo mientras volvía a recoger su cabello solo


para darse cuenta que el hombre que había llegado la noche anterior se había
ido y esperaba que fuera por siempre. Durante mucho tiempo siempre había
buscado eso mismo, poder sentir la misma pasión que le recorría las venas al
estar cerca de Itachi. El tan solo pensar de nueva cuenta en aquella noche hacía
que su rostro enrojeciera y su boca se secara, simplemente era como si los
últimos años hubieran desaparecido por completo solo para ese instante, ese
preciso momento que se le escapaba rápidamente de las manos.

 Despertaste-dijo Itachi entrando


 Si…

El pelinegro se acercó con una sonrisa relajada, esa mañana estaba


particularmente contento, sus ojos brillaban y su vestimenta era más casual que
siempre, incluso Deidara jamás lo había visto usando jeans sencillos y una
camisa a cuadros, era casi como si fuera solo un joven campesino regresando
para ver a su novia.

Los labios de Itachi pronto estuvieron sobre los de Deidara, como si ya no


necesitaran más que eso para poder entenderse. El pelinegro acariciaba el rostro
de su acompañante con los pulgares, como si estuviera tocando exquisita
porcelana.

El azabache tampoco nunca había tenido esa sensación antes, esa necesidad de
bajar la guardia ante alguien en quien podía apoyarse, sentía que con Deidara
no debía ser el centrado jefe todopoderoso sino que podía ser solo él.

 Vamos, vístete, tengo que decirle a los demás


 ¿No les has dicho?
 Bueno, anoche estaba bastante ocupado como para salir de la carpa a gritar
que estaba teniendo el mejor sexo de la vida

Una vez más las mejillas de Deidara se tornaron de un rojo escarlata ante la
pícara sonrisa del vampiro que estaba más que complacido viéndolo de esa
manera tan avergonzado, tan suyo, tan real.

 Entonces, si ellos no saben- siguió Deidara- ¿Qué pasa si no me quieren aquí?


 ¿Por qué no lo harían?
 ¿No es obvio?-hizo un ademán- soy un cazador Dhampir
 Ellos creerán en ti y en lo que tengas para decir
 ¿Cómo estás tan seguro?
 Eso es sencillo-le tomó por la cintura- yo creo en ti

Se besaron de nueva cuenta, aunque eso no redujo la ansiedad de Deidara, era


como si estuviera a punto de recibir la calificación de un examen en el que le
había ido mal. Su estómago estaba oprimido, sus tripas se habían hecho un
nudo en su interior y su rostro ardía sutilmente.
A Itachi le encantaba verlo así, por fin después de tanto tiempo podía ver el
verdadero rostro del cazador Dhampir sin ningún prejuicio, sin ninguna
barrera y le encantaba. El verdadero Deidara era muy distinto de aquel frio
cazador que siempre pretendía ser, era totalmente lo que siempre se había
imaginado que sería y al mismo tiempo amaba su propia personalidad cuando
estaba cerca de Deidara.

 Anda, además estamos a punto de irnos


 ¿Irnos?
 Deberías saberlo, es ya el fin de la primavera y nos iremos al campamento de
verano

Claro, por esas fechas El consejo siempre estaba cerca y debió olvidarlo por el
calor del momento. Supuso que al estar él ahí entonces El consejo se mantendría
a raya por un tiempo y debía darle todo el tiempo posible a Itachi.

 No sigamos perdiendo el tiempo-dijo el azabache emocionado mientras le


tomaba la mano a su acompañante

Itachi prácticamente arrastró a Deidara hacia la salida, la luz de la mañana le


deslumbró los ojos pero cuando la imagen se aclaró vio al grupo de cirqueros
terminando de arreglar las cosas, todos estaban inmersos en su trabajo hasta
que lo vieron. Enseguida las miradas inquisidoras cayeron sobre él, todos
dejaron lo que hacían para mirar al cazador Dhampir que salía de la carpa de
Itachi.

Fue en ese momento en que Deidara se arrepintió de haber atormentado a todos


durante los últimos años, sabía que todos ahí conocían perfectamente su rostro.
Él era el cazador Dhampir que tantos problemas y trabas había puesto y todo
por no haber podido ser sincero consigo mismo desde el principio.

 Creo que no debo decir mucho-dijo Itachi- Deidara va a ser parte del circo
ahora
Todos los presentes se miraron entre si, como si pensaran que habían escuchado
mal pero al parecer habían escuchado correctamente. Las mejillas del cazador
estaban ardiendo, Deidara se encogió abrazándose él mismo.

 ¡Es maravilloso!

Todos volvieron la mirada a la muchacha azabache que había ido al frente al


escuchar la noticia, su larga falda estilo bohemio rozaba con el piso, Deidara
jamás estuvo tan contento de ver aquel par de ojos azabache.

 Okami…-le detuvo Kankuro- él es…


 Mi hermano confía en Deidara, entonces yo confío en él también

Okami fue hasta donde Deidara y le tomó la mano mientras le sonreía


ampliamente con aquella radiante expresión que solo ella podía dar.

 Me alegra que por fin hayas aceptado tus sentimientos-le susurro la


muchacha

Deidara no dijo nada, su estomago aún parecía un nudo apretado oprimiéndole


completo. La muchacha le tomó la mano y le llevó caminando, aún podía sentir
como todos en el circo le miraban pero de cierta manera él mismo se dio cuenta
que poco a poco ya no se sentían iguales sino que ahora aquellos ojos
inquisidores se habían convertido en amables miradas de bienvenida.

 ¿Por qué…?
 Ya lo dije-le interrumpió la azabache-mi hermano mayor confía en ti, eso nos
basta a nosotros

 ¿Qué hay de Sasuke y Kiba?


 Les va a llevar tiempo pero estoy segura de que entenderán
 ¿A dónde vamos?
 A trabajar por su puesto-rio- todos aquí tenemos deberes y sé de alguien que
agradecerá un par de manos extra
La brisa corría fresca y ya algo cálida dándole la despedida a la primavera y
dando paso al verano, había un vagón que se movía, Okami se aproximó y tocó
la puerta a sabiendas que estaría interrumpiendo algo.

 ¿Qué?-se escuchó la voz de Sasuke desde el interior


 Llego alguien nuevo al circo
 Me importa un pepino que alguien nuevo esté aquí ¿Qué no vez que estoy
teniendo sexo?

 Entonces deberé de decirle a Deidara que regrese con Itachi

Un silencio extraño se hizo presente desde dentro del vagón y enseguida volvió
a moverse un poco más rápido, ahí adentro estaban vistiéndose muy rápido.
Okami miraba al vagón con una sonrisilla divertida, tan solo esperaba que su
hermano saliera de ahí para poder ver su cara de enojado, sabía que estaría
dispuesto a pelear y eso le parecía divertido.

Entonces la puerta del vagón se abrió dejando salir a Sasuke que parecía querer
dar una imagen de chico rudo pero su cabello despeinado y la ropa mal
acomodada solo lograban dar un aire tonto.

 ¿Qué haces aquí?


 He decidido dejar El consejo, tu hermano me dejó quedarme aquí
 ¿Cómo sé que no es una trampa?
 Él dice la verdad-le interrumpió Okami- además Itachi dijo que podía
quedarse ¿eso no te basta?

Sasuke no tuvo oportunidad de decir nada, Naruto había terminado de vestirse


también y salió poco a poco del vagón solo que cuando estuvo afuera, sus ojos
fueron directamente a los de Deidara que lo miró cuidadosamente como si no se
creyera lo que había visto.

 ¿Qué haces?-le reprimió Sasuke algo desesperado- te dije que esperaras


adentro
 Itachi confía en él-repitió el rubio- entonces yo no le tengo miedo

El azabache quiso decirle algo pero al parecer su novio estaba más que decidido
a hacer su entera voluntad. Aunque no difería mucho de la opinión de Naruto,
él también había bajado la guardia y de cierta manera lo veía venir.

 ¿Un humano?
 Me llamo Naruto

El cazador miró a Naruto como si este no estuviera realmente ahí, tardó un


poco en estrechar la mano del rubio que le sonreía con calma.

 Deidara

La presencia de Naruto en el circo era bastante extraña, no sabía la razón por la


que Itachi tendría ahí con él a un chico humano sabiendo los problemas que eso
acarrearía para todo el circo. Quería hacerle un montón de preguntas a aquel
muchacho humano pero sintió que ese no sería precisamente el momento del
interrogatorio.

 Bueno-habló Okami-manos a la obra, necesitamos terminar de empacar todo


para irnos esta noche

Después de que todo estuviera perfectamente guardado en su sitio, justo a la


puesta del sol dieron inicio a su caravana. Todos estaban en sus respectivos
lugares acomodados y listos para un largo viaje.

En el vagón principal estaban solo dos personas, Deidara e Itachi que tenían los
ojos en el camino. Las luces del auto iluminaban la carretera en aquella sumida
y espesa obscuridad siendo interrumpida de vez en cuando por algún anuncio
luminoso que anunciaba algún hostal o una tienda a la mitad de la nada.

 Háblame del humano-dijo de repente Deidara

Itachi no despegó los ojos del camino, solo apretó un poco el volante entre sus
manos, como si hubiese estado temiendo esa conversación.
 Es un chico huérfano igual que los demás
 Construiste este circo para proteger a todos de los humanos, además sabes
que si El consejo se entera sería el principio de una guerra ¿no?

 ¿Crees que no lo sé?-suspiró- pero ese chico es diferente, desde el primer


momento en que lo vi lo supe y luego paso eso con sus recuerdos que…

 ¿Qué cosa?

El vampiro ario la boca y la volvió a cerrar, había metido la pata y en grande, no


se suponía que alguien más además de su hermana, él y el mismo Naruto
supieran del sello en su cabeza y confiarle información tan importante a
Deidara era un asunto bastante delicado, aún así, Itachi no podía negar que lo
que sentía en su pecho era real, aquel ardor y plenitud que podía experimentar
estando con Deidara eran sentimientos genuinos.

 Hay secretos de ese chico que ni siquiera él tiene idea de lo que son
 ¿Qué?
 Descubrimos que hay un sello en sus recuerdos

Una vez más el silencio se apoderó de la estancia, el cazador se acomodó en su


asiento y volvió a fijar la vista en la autopista. Aquel muchacho significaba un
inminente riesgo pero después de lo que Itachi le había dicho las cosas ya no
eran iguales.

 ¿Sabes por qué?


 No…
 Creo que estas consciente de que si los viejos se enteran de que no solo tienes
un humano aquí, sino que seguramente es una bomba de tiempo entonces la
guerra será solo un juego de niños comparado con eso

 Yo…
 Sabes mejor que nadie que Nagato quiere quitarte del camino, estás siendo
imprudente
 Mis decisiones son absolutas aquí-dijo recuperando la confianza- hice este
circo para proteger a los que lo necesitaran y Naruto es una de esas criaturas, no
importa que sea un humano

 Itachi…
 Tú también estás aquí ahora-suavizó su tono- confío en ti tanto como lo hago
con Naruto

 Pero me preocupa
 Ellos no van a enterarse, no hay forma de que ellos se enteren

El sonido del viento contra las ventanillas del auto era todo lo que hacía fondo
en aquella escena, Deidara estaba muy preocupado y al mismo tiempo tenía
mucha curiosidad, sentía que nada bueno saldría de todo eso, había algo que lo
mantenía intranquilo.

Miró sobre su hombro a Itachi que seguía sin quitar la vista del frente, el cabello
negro como la misma noche que llevaba recogido en una coleta suelta
enmarcaba a la perfección ese inmaculado rostro milenario.

El rubio se acurrucó en el hombro de su acompañante que también se acomodó


sin despegar las manos del volante, les esperaba un largo camino por recorrer
de ahí en adelante.
quinto interludio
La multitud de gente se apresuraba para poder estar en primera fila, los carteles
de aquel grupo estaban por todas partes y al ver aquella carreta acercarse
siempre corrían tras ella. Aquel grupo se había hecho una fama importante en
los pueblos a los que iban, les había costado un par de años poder llegar a
donde habían estado pero definitivamente había valido la pena.

 ¡Maravilloso!-exclamó una pequeña que se había hecho paso entre la


multitud

Delante de sus ojos estaba el espectáculo más popular de aquellos tiempos, eran
solo un grupo de artistas ambulantes que se movían en una carreta pero aun así
los pueblerinos que habían escuchado de ellos siempre esperaban que aquella
carreta pasara por sus hogares.

Eran tiempos difíciles para todos, la inquisición estaba más pendiente que
nunca y el ser solo un grupo de artistas viajeros no significaba estar exento del
peligro, sin embargo, Itachi había sabido mantenerlos tanto a ellos como a El
consejo a raya.

 ¡Increíble!-volvió a gritar el publico

En medio de todas esas personas estaba un misterioso hombre de cabello gris


haciendo increíbles actos de ilusionismo. Pero no estaba solo, sino que era
ayudado por sus dos asistentes que cautivaban al público con su infantil
belleza, una niña que oscilaba entre los nueve y diez años y su hermano mayor
que no pasaba de los trece eran parte del espectáculo del mago que no paraba
de sorprender al público.

Pero esto no era todo, también estaba el pequeño domador adolescente que
junto con su perro hacían increíbles acrobacias que dejaban al público sin
aliento. Con él, estaba un muchacho que debajo de una capa hacía malabares
cuidando que su rostro no se pudiera ver detrás de la capucha.
Después de un par de piruetas por parte de Akamaru, unos cuantos “abra
cadabra” y algunos arillos volando por el cielo, las personas aplaudieron y
dejaron monedas como pago e incluso algunas personas dejaron billetes.

 Fue un bien día-les dijo Itachi recogiendo sus ganancias

Todos recogieron sus cosas y subieron a la carreta para irse. Itachi iba al frente
con las riendas del caballo en las manos, se hacía tarde y era hora de seguir
viajando. Ya se habían adecuado a ese estilo de vida después de un par de años.
Muy a su pesar los tiempos parecían no mejorar y al contrario de eso, las
personas comenzaban a acusarse entre ellas mismas provocando genocidios
innecesarios.

Kakashi se acercó despacio y se sentó al lado del pelinegro y se quedó quieto


mirando el camino y la parte posterior del caballo que hacía ese particular
sonido al caminar.

 Algo está por pasar


 ¿Algo malo?
 No, al contrario-suspiró-solo que no logro saber qué es

 ¡Mátenla!-gritó una voz desde la multitud

Enseguida todos los presentes gritaron en señal de aprobación. Todos gritaban


y coreaban a favor de la ejecución inmediata de aquella novicia que estaba en el
estrado.

Aquella civilización que había vivido oculta bajo la tierra durante miles de años
había sido descubierta. La raza reptiliana era una avanzada civilización que
residía en los confines de la tierra haciendo del centro su hogar, su único
objetivo era poder estudiar a la raza humana escondidos de todas atenciones
ajenas para evitar conflictos. Habían vivido en paz y armonía durante muchos
miles de años hasta que alguien les mostró a algunos humanos la entrada
volviéndose un caos forzándolos a tomar medidas drásticas y tener que huir
para buscar un sector nuevo.

Claro que las investigaciones no tardaron en aparecer, pero entonces toda la


evidencia apuntaba a una pequeña novicia que estudiaba la composición de las
moléculas humanas en la escuela.

A su corta edad, era ya una de las mejores en la clase, sabiendo a la perfección


formulas y compuestos que solo uno de los más viejos de su raza podría ser
capaz de comprender. Sus padres eran los más orgullosos de todo su pueblo y
amaban a su hija con todo su corazón.

Pero entonces esos humanos llegaron con sus antorchas y armas primitivas
causando conmoción y pánico, la entrada a alguien que no fuese de su raza era
estrictamente prohibida, de hecho nadie ajeno a ellos sabría encontrar la
entrada lo que enseguida apunto a un traidor que había guiado a los humanos
hasta ahí.

 Yo no tuve nada que ver-sollozaba aquella niña

La castaña estaba atada a una especie de hasta en donde estaba a la espera del
castigo que recibiría. Las cosas no habían sido como las habían contado, ella
solo había estado en el sitio equivocado en el momento equivocado. Le costaba
pensar que siendo una sociedad tan pacífica y razonable, habían ido tras ella y
la habían inculpado injustamente.

 Tranquilícense-dijo una voz femenina

La joven reptiliana dejo de llorar en cuanto la escucho, era la voz de la suprema


soberana Drakonia, una reptiloide alta y de melena corta y de color opaco, ojos
vidriosos y una lengua viperina que se asomaba entre sus labios al hablar.

 Nuestra gente se ha destacado por su gran intelecto y su capacidad de


mantener la paz

Las palabras de Drakonia apaciguaron a todos los presentes, incluso la joven


novicia se tranquilizó pensando en que le perdonarían la vida.
Ella era solo una estudiante joven, ni siquiera tenía la edad suficiente para
poder tener un nombre, el cual se le daría al llegar a la madurez pero ahora se
veía envuelta en un embrollo lo suficientemente grande como para hacer que
eso nunca sucediera. Y sin embargo, ahí estaba la lideresa de todo su pueblo,
una reptiliana con un corazón enorme y un razonamiento inmejorable,
seguramente ella sabría darle la razón.

 No mataremos a la novicia-dijo ignorando los reclamos de su gente-pero…

Todos quedaron en silencio, a la muchacha se le fue el corazón a la garganta, su


alma había descansado un microsegundo y ahora estaba eso.

 … no puedo permitir que una traidora siga entre nosotros-dijo con firmeza y
mirándola- serás desterrada y echada al mundo superficial para morir a manos
de los humanos y así nuestras manos estarán limpias

Y no se dijo más, las extrañas criaturas humanoides se arremolinaron entre


gritos y golpes, la muchacha solo podía cerrar los ojos y llorar. Podía escuchar
bien claro a su madre gritando histérica en primera fila, sabía que su papá la
detendría para que no la lastimaran pues aunque la amaban sabían que no
podrían ir en contra de la voluntad de la gran soberana Drakonia.

Entre varios la tomaron y le taparon los ojos, sabía que una vez que la
desterraran entonces las entradas a su lugar natal desaparecerían por completo
siendo imposible para ella regresar. Cuando sus ojos estuvieron cubiertos fue
como si todo lo demás pasara en completa cámara lenta, solo sentía ese áspero
tacto de las escamas de reptil que hacían fricción con las suyas, arañazos y
rasguños que eran obviamente intencionales.

Después de un rato sintió como la lazaban al suelo y pronto el ruido cesó poco a
poco dejándola sola con el sonido de su propio llanto como compañía. Se liberó
rápidamente de su amarre y se quitó las vendas de los ojos para encontrarse en
medio de un bosque extraño, la luz del sol le deslumbró la cara, era la primera
vez que veía eso llamado sol del que tanto había leído. Se puso de pie y miró a
su alrededor, todo era diferente a lo que había imaginado, tan hermoso y
deslumbrante.
Aún así, rodeada de tanta belleza, aquella novicia se sintió terrible y no pudo
evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas. Las cosas habían pasado
ridículamente rápido, ella solo estaba haciendo un trabajo de investigación
cerca de la entrada escondida a su ciudad cuando un grupo de humanos logró
infiltrarse y al ver a aquellas criaturas no hicieron más que destruir.

La culparon a ella, no entendía cómo era que esos humanos habían llegado a
ese lugar pero había sido culpa suya que se encontrara en esa situación, sola y
varada a la mitad de la nada. Sus padres, sus amigos, su vida entera ahora se
había reducido a nada. Pero entonces el pánico empezó a apoderarse de su
pecho, estaba sola en un lugar que no conocía, moriría de hambre si no es que
algún humano la asesinara primero.

Su mundo se había derrumbado en unos pocos segundos, quería morir y dejar


de sentir esa angustia en su pecho que le oprimía y le hacía doler todo. Se
abrazó a si misma y empezó a caminar sin rumbo fijo, de todas maneras
cualquier camino que tomara le llevaría directo a una muerte segura.

 ¡Hermano mayor!-se escuchó la voz de una niña en las cercanías

La novicia dio un respingo y retrocedió sobre sus pasos para esconderse tras un
árbol, aquella voz parecía ser de una niña y no presentaba un gran riesgo, sin
embargo no quería bajar la guardia tan fácilmente sin saber a lo que se
enfrentaba.

Pronto una muchacha azabache pasó frente a ella, la niña caminaba a paso lento
como si no estuviera muy segura de hacía a donde estaba yendo.

 ¿Por qué siempre me pasa esto a mí?-refunfuñó Okami al darse cuenta de


que estaba perdida- siempre yo… siempre yo…-dio un pesado suspiro- cinco
años y sigo perdiéndome en estos lugares-se regañó a si misma- ¡hermano
mayor! ¡Kiba! ¡Lee! ¡Maestro Kakashi! Quien quiera que esté ahí…

La novicia dio un paso hacia atrás con intención de regresar, o más bien ir lo
más lejos de aquella persona que pudiera, esa niña no pasaba de los nueve o
diez años, su cabello negro iba recogido en una coleta alta y su vestimenta era
realmente extraña a sus ojos, un vestido sencillo de un color opaco, su calzado
era rustico y se parecía al de ella. La castaña dio un paso más alejándose pero
no se dio cuenta y piso una rama haciendo un estrepitoso ruido, enseguida se
agachó y se escondió en los arbustos.

 ¿Hay alguien ahí?-volvió a escuchar aquella voz infantil- alguien…-pero la


voz se iba quebrando de apoco, ella tenía miedo

Era extraño, aquella niña que había salido de la nada no era más que eso, una
niña. Podía sentir perfectamente lo que ella estaba sintiendo, su lengua viperina
se asomó entre sus labios y enseguida se calmó, el aire no tenía indicios de
hostilidad, aquella solo era una muchachita perdida.

 ¿Quién es?-volvió a decir la azabache

La castaña se asomó para ver mejor solo que esta vez lo hizo mal y para el
momento en el que sacó la cabeza de los arbustos se encontró cara a cara con
aquella muchacha. La primera reacción de la novicia fue esperar algún grito y
llantos pero solo estaban mirándose una a la otra.

 ¿También te perdiste?-preguntó Okami acercándose

La azabache reparó en que aquella chica no era humana, su piel era verdosa y
cubierta de lo que parecían ser escamas como las de Lee, solo que más gruesas
además de aquella lengua que se asomaba entre sus labios, su cabello castaño y
esa ropa que le recordaba a las ilustraciones de un libro para niños que hablaba
sobre china. Nunca había visto nada parecido pero en definitiva le gustaba.

 Yo…-dijo la novicia tratando de irse


 ¿De dónde vienes? Nunca había visto a nadie como tú-parpadeó rápido al
darse cuenta de que ella no diría nada- yo soy Okami Uchiha y vengo de un
linaje de vampiros, solía vivir en un palacio pero los humanos lo destruyeron

De alguna manera fueron estas palabras las que hicieron que aquella novicia le
prestara más atención. Ella hablaba de los humanos como si no fuera uno de
ellos además de parecer muy calmada ante su presencia.
 No tengo un nombre para presentarme-le dijo por fin- los humanos también
me fastidiaron… ellos hicieron que me desterraran de mi hogar

Dijo esto último lo más rápido que pudo, sintió como si todos los sentimientos
le regresaran de golpe y los ojos se le llenaron de lágrimas instantáneamente
pero esta vez no llegaron muy lejos pues las cálidas manos de esa pequeña las
detuvieron antes de que fueran más allá.

 Entonces no tienes a donde ir

La novicia negó con la cabeza.

 Y no tienes un nombre-dijo pensativa y enseguida recordó ese libro infantil


en donde también había un dibujo de un gran oso panda comiendo bambú-
Tenten-dijo

 ¿Tenten?
 Tu cabello me recuerda a un oso panda y en ese libro decía “Tenten” pero
bueno, ven conmigo

 ¿Qué? ¿Ir a dónde? ¿Cómo sé que no me estás engañando?


 ¡Okami!-se escuchó a lo lejos

Era la voz de Kakashi que había estado ayudando a los demás a buscar a la niña
que ya había adquirido el mal hábito de perderse en los bosques. Enseguida la
novicia dio un paso atrás intentando escapar pero entonces Okami le tomó la
mano impidiéndole irse pero en vez de sentir miedo, pudo lograr calmarse.

 Aquí estás-dijo Kakashi acercándose- pensé que…

Y no dijo más, al ver a aquella muchacha castaña solo pudo quedarse quieto
observando la situación.

 ¿Quién es tu amiga Okami?


 Ella es Tenten, yo le di ese nombre
Para Kakashi era bastante difícil creer lo que estaba viendo, frente a sus ojos
había una novicia reptiloide, solo había podido hablar con uno en ocasiones
muy raras, eran criaturas reservadas que jamás salían de sus escondites
resguardados de todo. Una raza infra terrestre capaz de alcanzar una sabiduría
increíble y al mismo tiempo eran egoístas y muy orgullosos.

 ¿Por qué no vienes con nosotros para que comas algo y nos cuentas que ha
pasado?-dijo Kakashi con la voz más tenue que pudo hacer

De alguna manera, la novicia sintió que podía ir con ellos y sin decir nada se
aproximó a aquel hombre enmascarado sin dejar a Okami que le sostenía la
escamosa y rugosa mano. Al ir con ellos sintió que su pecho ardía mientras más
se aproximaban, era una especie de combinación entre miedo y emoción.

Pronto llegaron a lo que parecía un campamento, había una carreta y un caballo


amarrado a un árbol, en medio de este había una fogata débil que acababan de
prender. Enseguida un perrito blanco salió corriendo y saltó sobre la pelinegra.

 Encontré a Okami-anunció Kakashi

Enseguida los muchachos que iban por Okami, incluyendo a Itachi aparecieron
de alguna parte sudados, dando a entender que habían estado buscando a la
menor de los Uchiha. Pero antes de que pudieran regañar a la pelinegra (como
era ya costumbre) todos se fijaron en la muchachita que iba de su brazo.

 Encontré una nueva amiga-dijo Okami animada

El primero en ir a ver lo que pasaba fue Itachi que no perdió ni un solo


momento para ver lo que pasaba. Su hermana menor siempre se perdía en los
bosques, una mala maña que no había podido desaparecer en cinco años pero al
parecer en esa ocasión había sido capaz de encontrar algo interesante.

 Es una novicia reptiloide-explicó Kakashi- al parecer es muy joven para


poder tener un nombre propio

Itachi se acercó más, era la primera vez que veía a alguien de aquella raza que
tan solo pensaba que eran una especie de mito. La castaña solo lo miró acercarse
y en cuanto él le ofreció una mano ella se sonrojó por sobre las escamas
dándoles un extraño color rojizo sobre el verde.

 Yo le di un nombre ¿verdad maestro Kakashi?


 Es verdad-asintió

La novicia tomó la mano del pelinegro quien la estrechó cortésmente, fue en


este momento en el que pudo ver a las demás personas que había ahí. Pronto
dos muchachos un par de años más jóvenes que ella se acercaron a Okami.

 ¡Me tenías muy preocupado!


 Lo lamento Sasuke
 ¡Cierra la boca cerebro de rábano!-protestó Kiba- ella está bien, no le grites
 Cállense los dos-intervino el tritón- tenemos una nueva amiga

La muchacha dio un respingo y se sonrojó aún más al darse cuenta de que


hablaban de ella. Entonces todos la estaban mirando pero lejos de cohibirse, se
sintió muy en confianza al ver que efectivamente esas personas no eran
precisamente humanos.

 Su nombre es Tenten-dijo Okami casi en un grito


 ¿Tenten?-preguntó Itachi
 Yo aún soy joven para un nombre-dijo la castaña por fin- pero creo que si no
puedo recibir un nombre de la soberana… entonces ese estará bien- carraspeó
con la voz algo quebrada

Todos se quedaron en silencio un momento, sabían que esa sería una noche
interesante. Habían pasado cinco años desde la última vez que alguien había
ingresado al circo, Itachi se llevaba las cosas con una calma sorpresiva para los
demás pues a cada pueblo que iban se les hacía más difícil poder encontrar a
personas como ellos.

 No te apures-le dijo amablemente Lee acercándose- llegaste a un buen sitio,


aquí los humanos no van a poder hacerte daño
En cuanto la palabra “humanos” salió de los labios de Lee, fue como si algo
hubiese hecho “click” en la cabeza de la novicia. Esas escenas tan
desgarradoras, las personas de su pueblo gritando, llorando y siendo
masacradas, los ojos de sus amigos sobre ella, dedos acusadores y su madre
ahogándose en sus lágrimas.

Inevitablemente empezó a llorar, nada de lo que hiciera ahora podría revertir lo


que había pasado, ella era solo una novicia que estudiaba para poder ser una
respetada erudita en aquel pequeño mundo al que pertenecía. Amigos, familia
y todo lo que amaba estaba ahora perdido en algún lugar al que ya no
regresaría, estaba sola.

 No llores más-la reconfortó Itachi- esta noche celebraremos que has venido
con nosotros

Cuando el sol se puso, la fogata en medio del campamento ardía como esta
misma quisiera hacerlo. Estaban todos alrededor de ella con un plato de
estofado que sería la cena de esa noche, entre ellos estaba aquella novicia que
solo miraba el plato de comida como ida.

 ¿Quieres contarnos qué pasó?-preguntó Kakashi suavemente


 No tienes que hacerlo si no quieres-intervino Itachi

La niña levantó la vista del plato de comida que para ella era rara y miró a
aquellas personas que le habían dado un lugar con ellos así que se sintió lo
suficientemente bien como para contarles lo que había pasado.

 Estaba estudiando cerca de una de las entradas a mi hogar, se supone que no


debemos cruzar hacia el mundo sobre la tierra, la soberana es la única que
puede hacerlo y nos dijo que los humanos eran peligrosos para nosotros así que
trataba de seguir las reglas.

>>Pero de alguna forma un grupo de humanos encontró la entrada, yo me


asusté y me escondí. Después ellos llegaron al pueblo y al ver a mi gente se
asustaron y entonces comenzó la masacre. Mataron a muchos, niños, ancianos,
no hubo distinción… no hubo piedad

 Entonces ¿los humanos te sacaron?


 No, para nada-dijo bajito-después de que pasó la masacre, buscaron al
culpable y todas las pruebas me apuntaban

Los ojos se le volvieron a llenar de lágrimas y apretó el plato sobre sus piernas,
no podía dejar de pensar en aquel momento. Todos mirándole, acusándola y
apuntándola con el dedo culpándola de un crimen que no había cometido.

 Yo no lo hice-sollozó-jamás lo haría

Una mano cálida se posó sobre su hombro, el tacto escamoso se sintió de alguna
manera familiar. Lee se había acercado para poder ofrecer un consuelo y había
logrado llegar a la meta puesto que la novicia se echó a llorar en los brazos del
tritón.

 Los humanos asesinaron a nuestras familias-dijo Lee como queriendo


reconfortarla- si no hubiera sido por los hermanos Uchiha entonces me habrían
matado también

 Y ahora que estás aquí-intervino Itachi-no puedo permitir que vagues sola

Ella se limpió la cara pero no dejó los brazos de Lee, se sentía muy a gusto
entre esas personas y definitivamente quería permanecer ahí desde ese
momento en adelante. Se despegó de Lee para mirar mejor todo lo que le
rodeaba.

 Tenten-dijo ella- es mi nombre ahora-creo que está bien

Una sonrisa tímida se dibujó en su rostro, las cosas mejorarían y quería pensar
en ello. Entonces terminaron la cena más calmados que al principio, el ambiente
mejoraba mientras la noche se hacía más espesa y entonces sin darse cuenta,
Tenten ya estaba dormida junto con Okami que había insistido en que su nueva
amiga durmiera con ella muy a pesar de Sasuke y Kiba.
Cuando ya se habían dormido, Kakashi se levantó y fue más cerca de la fogata
para calentarse un poco más antes de descansar él también. Las cosas estaban
muy lejos de mejorar, los altercados en aquella entrada secreta a la civilización
de los Reptiloide había sido algo realmente extraño y muy inesperado.

 Entonces a esto era a lo que te referías- dijo Itachi sentándose a su lado-ya


sabes, cuando dijiste que algo pasaría

 Supongo que si… pero creo que no es la chica en si


 ¿A qué te refieres?
 Tú no has oído hablar jamás de los Reptiloides que viven bajo tierra ¿verdad?

Muy a su pesar, Itachi negó con la cabeza despacio. Aquella chica de escamas
gruesas y verdes era algo que jamás había visto en toda su vida, ni siquiera los
libros que estudiaba decían nada al respecto.

 Son una raza de infra terrestres muy reservada y avanzada-empezó a


explicar Kakashi- la única de su clase que ha visto la superficie es su soberana la
reina Drakonia que ha estado en el poder más de lo que puedo recordar. Tienen
avances increíbles tanto en medicina como en otros campos que si te contara no
me lo creerías… ellos tienen el futuro en sus manos

 Pero ellos se esconden


 Es por su seguridad. Ellos han estado aquí más tiempo del que los humanos
podrían calcular, este es su planeta original. Aquella raza ayudo en la evolución
humana, incluso nosotros los seres feéricos podríamos decir que sin ellos no
estaríamos aquí… bueno, algunos más que otros pero ese no es el punto

 Tú los conociste ¿Cómo son?


 Solo conocí a uno de ellos-dijo despacio- a Drakonia
 Entonces no es cualquier persona
 Ella es… difícil pero es una soberana justa
 Pero entonces eso quiere decir que…
 Alto, yo no he dicho que la niña es culpable y francamente creo que no lo es

Itachi se sintió adolorido, parecía como si Kakashi estuviera atando cabos por
su cuenta, sería inútil tratar de hacer que su maestro dijera más.
decimo septimo acto:
“ amor, desengaÑos y mentiras”
 ¡Es hermoso!-gritó Naruto al bajar del vehículo

Frente a él estaba ni más ni menos que un enorme y cristalino mar. Como los
lugares anteriores, parecía ser un sitio abandonado y olvidado por las personas,
ese en particular era obviamente lo que algún día había sido una especie de
campamento de verano. Cabañas algo viejas y antiguos juguetes abandonados
como botecitos estancados cerca del muelle que estaba remendado con tablones
que parecían a punto de colapsar.

 Todos los años Kiba y Kankuro reparan ese muelle-le dijo Okami bajando
después de él- cada año lo reparan porque el año anterior lo dejaron roto de
nuevo.

 ¿De verdad?
 Es cierto, cada año hacen competencias de alguna cosa tonta que se les ocurra

Todos los que estaban en los vagones bajaron poco a poco a estirar las piernas,
el calor del verano era increíble y el olor a mar y playa impregnaba todo el
lugar. El clima era perfecto y Naruto agradeció que no tenían que armar carpas
más que la del circo pero esa tendría que esperar.

 Vamos Naruto-le llamó Sasuke poniendo una de sus manos en la cadera del
rubio-debemos instalarnos.

 Mira esto Sasuke-dijo suspirando-tenemos que ver el atardecer juntos


 Eso me gustaría mucho Naruto
 ¿Sabes una cosa más?-susurró solo para que Sasuke escuchara
 ¿Qué?
 Siempre he tenido la fantasía de hacerlo en la playa
 Tal vez encuentre la forma de cumplírtela-respondió algo indeciso

En ese momento Naruto recordó que Sasuke no podía estar tranquilamente


cerca del agua y el océano representaba para él una espantosa pesadilla. No
quiso decir más así que solo le dio un beso suave a su novio que lo acercó más a
su cuerpo, le necesitaba aún más de lo que creía.

 No tienes que hacerlo si no quieres Sasuke


 ¿Cómo me dices eso después de dejarme con el antojo?

Ambos estaban a punto de volver a besarse apasionadamente y tal vez se


manosearían pero no pudo ser así, Itachi les puso una mano en cada hombro y
cuando los dos tortolos voltearon a ver a su superior estaba sonriéndoles de una
manera macabra.

 Nada de espectáculos públicos

Sasuke estuvo a punto de responderle a su hermano mayor pero Naruto le


tomó del brazo, le sonrió avergonzado a Itachi y sacó al azabache de ahí antes
de que dijera algo de lo que se arrepentiría después.

 Eres un hipócrita Itachi-dijo Deidara abrazando al azabache por la espalda


 Cierra la boca, el chantaje emocional no funciona conmigo
 Eso es una pena-ronroneo-y yo que pensaba usar un poco más de esto
 No es justo que lo uses conmigo para defender a mi hermano

La voz de Itachi trató de sonar fuerte y autoritaria pero no pudo evitar que de
sus labios saliera una especie de gemido torcido y tonto. Deidara solo sonrió
sobre la espalda de Itachi respirando hondo, aún no se creía estar en esa
situación, cada segundo que pasaba al lado del azabache sentía la obligación de
recuperar el tiempo perdido.

 No hay duda de que el romance está en el aire-comentó Lee

Él había estado mirando a todos a su alrededor, no solo eran Deidara e Itachi,


sino que también Sasuke y Naruto, Okami y Kiba, Temari y Tenten.
 Y que lo digas-le contestó un fastidiado Shikamaru-estoy harto de esa mierda
de corazones y abrazos

Lee no le respondió, solo se limitó a sonreír de medio lado irónicamente. Los


sentimientos de Shikamaru eran tan claros como el cristal, aunque ya había
dejado a Naruto por la paz, no podía dejar de tener ese aire de niño
encaprichado pero no precisamente con el rubio sino más bien su corazón no
dejaba de arder por aquel muchacho que lo había cautivado desde siempre.

Los ojos de Shikamaru buscaron casi por instinto a Neji que como siempre
estaba acompañando a Hinata hacia algún lugar que realmente no le importaba,
él solo quería estar ahí tomando la mano del ojiperla como siempre fue su
intención pero el rechazo de Neji dolía más que cualquier cuchillo afilado, no le
cabía en la cabeza que después de haber tenido un ruidoso y candente romance
pudiera hacer de cuenta que nada había sucedido.

 ¿Qué harás Lee?-preguntó Shikamaru intentando hacer conversación y


olvidarse de o demás.

 Lo que hago todos los años-contestó extrañado y divertido, Shikamaru solo


era así de despistado cuando pensaba en Neji-pondré un tanque cerca de las
cabañas, así no me ahogaré en el agua salada

 Claro-dijo dándose cuenta

El campamento de verano era el mejor del año ante los ojos de todos, el calor y
la diversión siempre estaban a la orden del día. Los trajes de baño y los juegos
no se hicieron esperar y de pronto todos (excepto los hermanos Uchiha) estaban
nadando y jugando en el mar.

Pero además de ellos, estaban Naruto y Sasuke que miraban desde una
distancia prudente sentados en la entrada de la cabaña que compartirían. El
rubio miraba a todos sus amigos con mucha ilusión, estaba loco por unirse a
ellos y jugar un buen rato.

 Ve con ellos-le dijo Sasuke


 ¿Qué?
 Los estás mirando mucho, quieres ir a jugar con ellos ¿verdad?-un atisbo de
culpa y tristeza podía encontrarse en la voz del azabache

 Pero no quiero dejarte Sasuke

Pronto Naruto ya no quería ir donde los demás, Sasuke pasó su mano por la
cadera del menor atrayéndolo a él para besarle el cuello haciendo que este se
estremeciera completamente, esa parte era ya una de las más sensibles.

 ¿Qué tal si tú y yo cumplimos esa fantasía tuya?-ronroneo Sasuke sobre el


oído de Naruto

El cuerpo de Naruto se estremeció por completo derritiéndose ante los


coqueteos del azabache pero no pudo hacer más que rendirse ante él
completamente. No podía negarse a nada, el cuerpo de Sasuke era su única cruz
y maldición.

El azabache se puso de pie y le tomó la mano a Naruto para ir juntos a caminar.


Aunque les hubiese gustado caminar a la orilla del mar, debían mantener una
distancia prudente y aún así Sasuke no estaba del todo cómodo. Pero todo se
compensaba mientras se iban alejando de todos los demás hasta llegar a una
zona escondida de la playa.

 Aquí nadie nos verá-musitó Sasuke acercándose a Naruto


 Pero… ¿estás bien?

Sasuke no podía escapar de su propia naturaleza y el simple sonido del mar tras
él le hacía sentir que el estómago le explotaría en cualquier instante. Pero aún
así no dejó que le afectara demasiado, el tan solo mirar a Naruto ahí mismo, el
ver como la luz del sol iluminaba aquel par de luceros azules que adornaban su
rostro en ese instante.

 Te amo-dijo Sasuke a manera de respuesta

No le dio más chance de réplica, Sasuke sujetó a Naruto de la cintura para


atraerlo a él y reclamar sus labios como propios y silenciarle. La estrategia de
Sasuke había funcionado pues pronto Naruto estaba perdido entre besos y
caricias, así fue como sus ropas comenzaron a estorbarles y de una a una, las
prendas empezaron a salir volando para caer en alguna parte de la arena que en
ese momento no les importaba en lo absoluto.

 ¿En la arena?-preguntó Naruto separándose un instante


 Tu querías hacerlo así ¿no?

Una sonrisa burlona se dibujó ahora en el rostro de Naruto que decidió que ya
no le importaría nada más que ellos dos. Un solo beso bastó para que ambos
estuvieran ya en la arena besándose apasionadamente, el sonido del mar era lo
único que había de fondo ante aquel acto de amor y pasión. Claro que el mar
incomodaba a Sasuke pero él hacía lo posible para no pensar en nada, solo
quería a Naruto.

Los labios de Sasuke recorrían la garganta del rubio buscando más y más,
después su abdomen besando cada pequeño centímetro que podía, aún así
quería más y ya no podía esperar un solo segundo así que se levantó y se puso
en posición entre las piernas y se inclino sobre el cuerpo del rubio para poder
penetrarle.

Cada estocada era increíblemente intensa, el cuerpo de Naruto le recibía como


siempre, de una manera fogosa y candente, era un lenguaje que solo ellos
comprendían. Sus cuerpos se movían al par y Naruto estaba extasiado, se
aferraba a la espalda de Sasuke con uñas apretando y rasguñando, lejos de
hacerle daño al vampiro esto aumentaba el deseo.

Pronto ambos sintieron que el clímax estaba cerca, los labios de Sasuke se
acunaron nuevamente en el cuello de Naruto, en aquel lugar que ya era
costumbre para ambos y entonces hincó los dientes solo que ese momento en
particular iba a ser diferente. En cuanto la sangre de Naruto resbaló por la
garganta de Sasuke los sentidos de este mismo quedaron casi de inmediato
anulados.

**

 ¿Cómo me pides hacer algo como eso?


Una vez más estaba del brazo de aquel hombre rubio y de ojos azules, solo que ahora
estaban en un sitio bastante familiar para él. Enseguida aquella mujer apareció de detrás
de la cortina con una expresión histérica en su rostro.

 ¿Cómo me pides hacer eso Minato?


 Por favor, Tsunade, eres mi última esperanza
 ¿Estás consciente de lo que me estás pidiendo?

El hombre se quedó callado un momento, como si meditara las consecuencias, pero


enseguida pareció haber tomado una decisión. Se agachó y le tomó en brazos para alzarlo
y así tuviera una mejor panorámica de lo que sucedía.

 No podemos seguir así-bramó el hombre-su aura es demasiado intensa, nos


encontrarán

 Los sellos son algo muy serio, además eso quiere decir que…
 Que no lo volveré a ver nunca más-completó serio- este niño puede hacer que las
cosas cambien completamente-suspiró- y no se los voy a entregar

La bruja frunció los labios, incapaz de refutarle aquel argumento. Ella cerró los ojos
frustrada y los abrió enseguida.

 Entiendo que todo esto es por ellos, aún no puedo creerlo-suspiró


 ¿Lo harás?-preguntó en un hilo de voz
 ¿Ya sabes lo que pasará con él?
 Hay un lugar en una de las ciudades, cerca del barrio pobre-dijo con todo el dolor de
su alma-ahí no van a encontrarlo

 Entonces lo haré-contestó despacio-después de esto, Minato, nadie podrá saber lo que


sucedió

 Lo sé
 ¿Quieres despedirte antes de que lo haga?
El hombre asintió muy rápido y puso a la criatura en sus brazos sobre una mesa sentado
y mirarlo bien a los ojos.

 Te amo-dijo como pudo


 También te amo papi-contestó
 Tu mami y yo estaremos siempre cuidando de ti-dijo con la voz a punto de quebrarse-
te amo…-repitió insistente

**

 ¡Sasuke!

Entonces el azabache reacciono ante la insistente voz de Naruto que se miraba


muy preocupado. Ahora era él quien estaba tumbado en la arena boca arriba
mientras su novio intentaba hacerle reaccionar, aún tenía la herida abierta en su
cuello en donde seguía sangrando.

 ¿Qué paso?
 Te desmayaste cuando me mordiste
 ¿Solo eso?
 Parecías estar soñando ¿estás bien?

Sasuke se incorporó pero al ver el mar decidió que sería mejor si seguía
acostado, el olor a sal y el sonido de las olas le mareaba además de sentir la
boca seca. Sintió la mano de Naruto sobre su mejilla y fue cuando todos los
sentimientos de culpa se apoderaron, no quería que su novio se preocupara por
eso, las pesadillas estaban tomando terreno y eso solo sería cuestión de tiempo.

 He estado teniendo una serie de pesadillas extrañas-admitió- todas son


distintas pero siempre son por la noche

 ¿Cuánto tiempo lleva pasando?


 No lo sé…
Naruto se acostó en la arena junto a su compañero, la luz del sol deslumbraba
los ojos así que los cerró e inspiró profundo.

 Okami encontró un sello en mi mente

Entonces el azabache se incorporó casi de golpe a mirar a su compañero que


abrió los ojos lentamente para encontrarse con Sasuke sobre él nuevamente.

 Por eso no puedo ver tu aura…


 ¿Qué dices?
 Ah Naruto-suspiró-han pasado cosas muy extrañas últimamente

El campamento de verano era el lugar preferido de la mayoría y una de esos


momentos era el atardecer cuando el sol se ocultaba tras el mar y todos se
juntaban para verlo y después hacer una enorme fogata.

Esa noche en especial, la pareja más reciente del campamento estaba junta en la
cabaña principal, Itachi prefería mantenerse lo más lejos del mar que pudiera y
Deidara estaba contento de poder seguir a su lado. Los dos estaban acostados
en la cama del mayor, el cazador tenía su cabeza en el pecho del vampiro, los
días que había pasado ahí se había acostumbrado a este sitio.

Aquella parecía ser una noche tranquila, el calor del verano se apoderaba de
ambos en aquella cabaña, la fresca brisa marina se colaba por su ventana y poco
a poco la obscuridad se iba haciendo más y más presente. Ambos estaban
quedándose dormidos y fue en ese momento cuando una ráfaga de viento entro
haciéndolos despertarse de golpe.

 Cazadores… -alcanzó a decir Deidara

Itachi se incorporó de inmediato, su mente se paralizó por unos segundos pero


enseguida reacciono saliendo de la cabaña, sabía que estaban cerca y no
vendrían solo a molestar. Entonces una ráfaga de viento más hizo que Itachi se
estremeciera completo, no solo venían cazadores sino que podía oler con toda
claridad la sangre de vampiros Strigoi.

Enseguida fue casi corriendo a despertar a todos en el campamento que al


escuchar la noticia se reunieron todos en donde hacía un rato estaban haciendo
una fogata y cantando.

 Lee-le llamó Itachi


 ¿Sí?
 Necesito que saques a Naruto de aquí ¿entendido?

El tritón asintió y le hizo una seña a Naruto con la cabeza para que lo siguiera.
El rubio titubeo un momento y volteo a ver a su novio que con una sola mirada
pudo calmarle así que solo siguió a Lee.

 ¿Qué hay de nosotros?-intervino Kiba


 Quiero que regresen a sus carpas, esto es solo prevención, no hay manera
que supieran de Naruto

Había algo en el ambiente, algo que no podían describir pero definitivamente


esa noche no estarían tranquilos.

Lee había llevado a Naruto algo lejos del campamento, era una zona en donde
poco a poco la arena se iba convirtiendo en pasto y bosque. El pecho de Naruto
estaba golpeando a mil por hora, había empezado a sudar mucho y sentía como
la garganta se le secaba.

 Hay un pequeño pozo por aquí- explicó Lee- si lo usamos llegaremos al


siguiente pueblo en unas horas

 ¿Horas? Pero yo no puedo…


 Tranquilo, lo tengo cubierto
Un poco más adelante, Lee encontró el pozo del que hablaba. Quitó la tapa
dejando ver una especie de estanque que parecía haber estado cerrado durante
bastante tiempo.

 Toma

Lee le extendió la mano a Naruto quien puso la suya para recibir lo que el tritón
tenía para darle. Eran pequeñas bolitas de color blanco, como si fueran
caramelos medianos sin sabor.

 Son branquias artificiales, mastícalas y podrás respirar bajo el agua durante


el tiempo suficiente para poder llegar al otro lado

A esas alturas ya de nada servía preguntar cómo era que todo eso funcionaba,
de alguna manera sabía que aunque Lee intentara explicarle acabaría por
simplemente seguir órdenes. Entonces de un salto Lee entró en el estanque y
tras él siguió Naruto que después de sacarse los zapatos entró de un salto y
antes de sumergir la cabeza se metió a la boca aquellas cosas extrañas. Después
de la primer mordida sintió un escozor en el cuello y al llevar la mano
instintivamente a esta zona sintió unos orificios alargados para enseguida darse
cuenta de que el aire comenzaba a ser denso y difícil de respirar.

Sumergió la cabeza en el agua y en cuanto esto sucedió sintió que sus pulmones
se llenaban de aire de nueva cuenta solo que no necesitaba usar la nariz. Aún
bastante desconcertado volteo a ver a Lee que le hizo las señas de no tratar de
respirar por la nariz y tampoco abrir la boca.

La densa obscuridad era minimizada con un par de lámparas que seguían


encendidas en el campamento, Itachi estaba esperando fuera de su cabaña junto
con Deidara, no sabía lo que estaba pasando ni por que los miembros de El
consejo habían decidido ir en persona.

 Deidara
 ¿Sí?
 Prométeme que pase lo que pase puedo confiar en ti

Aquello había tomado al cazador por sorpresa, sabía que Itachi estaba a ciegas
con él pero aún así decidía mantenerse ahí con él. El rubio puso su mano sobre
la de Itachi para darle valor, él estaría siempre a su lado.

 Ya te dije que podías confiar en mi

No hubo tiempo de una sola palabra más, desde las sombras apareció aquel
grupo de hombres. Delante de todos iba Nagato, con una expresión
inquebrantable y caminando a paso rápido y decidido; detrás de él venían
Sasori e Hidan que habían bajado las capuchas de las capas y ostentaban cada
uno una sonrisa de superioridad en su rostro.

 Sepárense- les ordenó Nagato- regístrenlo todo, cajones, estantes, no quiero


que dejen una sola piedra sin voltear

Sin oportunidad a que Itachi pudiera decir o hacer nada, los cazadores entraron
cabaña por cabaña, todos los integrantes del circo salieron de sus lugares algo
desconcertados y hasta cierto punto asustados, era la primera vez que algo así
sucedía.

 ¿Qué demonios significa esto?-gritó Itachi acercándose a Nagato- pensé que


tú y yo teníamos un acuerdo

El líder de El consejo miró inexpresivo al vampiro Strigoi, como si le costara


entender lo que estaba diciendo pero solo se limitó a darle esa mirada histérica
que le ponía los pelos de punta al pelinegro.

 ¡Respóndeme!
 Sabes lo que buscamos Itachi-dijo Nagato- hemos recibido información de
que escondes un humano, quiero creer que no has de ser un traidor a tu sangre

Itachi se estremeció entero, no supo que responder a eso. Pero aún así se sentía
calmado sabiendo que Naruto se había ido. Pero antes de que pudiera suspirar
relajado, Sasori se acercó con aquellos ojos vacíos de siempre.

 No está aquí
Nagato despegó su vista de la de Itachi para mirar al cazador que solo apretó
los labios esperando el inminente castigo por haber dado información
equivocada.

 ¿Todos los miembros del circo están?-preguntó Nagato muy calmado


 Ahora que lo menciona, el chico pez no está

Entonces una mueca parecida a una sonrisa macabra se dibujó en los labios del
vampiro mayor, eso era lo que necesitaba.

 Muy astuto Itachi-rio- veo que te nos has adelantado pero no te preocupes,
en cuanto encuentre al chico entonces lo considerare como un acto de traición y
espero que te prepares porque si él aparece, habrá guerra

En ese momento Deidara se acercó y tomó la mano de su pareja para hacerla


sentirse más seguro, él más que nadie había resentido las palabras de Nagato
pero ahora sabía en donde estaban sus intereses y su lealtad. Los ojos violetas
del vampiro mayor se posaron ahora en Deidara pero lejos de arremeter contra
él solo sostuvo aquella sonrisa.

 Debo agradecerte Deidara, sin tu valiosa información no habríamos llegado


tan lejos

Entonces un silencio sepulcral se apoderó del lugar, incluso la brisa marina


quedaba en segundo plano, el bello paisaje y el clima inmensamente agradable.
El estómago del cazador se hizo chiquito y la garganta se le secó mientras veía
como los cazadores y Nagato se retiraban por donde habían llegado. Todos los
integrantes del circo estaban aún afuera en silencio mirando ya no a los
cazadores sino a Itachi y a Deidara.

 Itachi yo…
 Dijiste que podía confiar en ti
 Pero lo que él dijo no es…
 ¡Maldita sea Deidara!-gritó
El rostro de Itachi era un poema, nadie se atrevió a decir nada, jamás habían
visto a su líder de esa forma tan descompuesta, vulnerable. Las lágrimas
comenzaron a salir de los ojos del azabache, él nunca lloraba pero Deidara lo
había traicionado y su corazón estaba roto.

 No miento Itachi yo no…


 ¡Confié en ti!-gritó histérico-me mentiste… todo era una mentira, incluso me
hiciste sentir tan bien y ¡Era mentira!

 No…
 ¿Sabes qué? No me interesa-jadeo-no me importa, no importa que hayas
llegado aquí y te hayas hecho el inocente para engañarme, después de todo es
lo que hacen ustedes sucias ratas, siempre lamiéndole el trasero a Nagato-gritó-
quiero que te largues de aquí y no quiero volver a ver tu sucia cara mientras yo
siga vivo ¿entendiste?

 Itachi para…-gimoteo
 ¿Parar? ¿Por qué habría de parar?-volvió a gritar- te acepté y confié en ti para
que ahora me traiciones, ojalá jamás te hubiera escuchado, siempre fuiste la
maldita puta de Nagato

Ya había sido suficiente, Okami intentó intervenir poniéndose en medio de


ambos al igual que Neji que había sentido el impulso de hacerlo.

 ¡El no miente hermano mayor!


 Está diciendo la verdad Itachi

Pero en este punto Itachi ya no escucharía razones, estaba enojado y cegado así
que quiso pasar sobre aquel par, Neji enseguida quitó a Okami del camino de
su hermano mayor que parecía tener intenciones de golpear a Deidara pero en
lugar de eso se detuvo a unos centímetros de él.

 Toma tus cosas y lárgate de aquí


 Itachi…
 ¡Lárgate!

Y no se dijo nada más, Deidara fue a recoger sus cosas mientras lloraba en
silencio. Las cosas se habían complicado en un segundo y ahora cualquier cosa
podía pasar.
sexto interludio
 Debemos irnos-dijo la mujer con aquella voz histérica a la que ya estaba
acostumbrándose a usar.

 Mamá…
 Tranquilo Shikamaru, ellos no van a encontrarnos

La mujer tomó a su hijo de la mano y ambos comenzaron a caminar hacia los


adentros del bosque en donde esperaban perderse, sabía que no tardarían en
encontrarlos así que caminó todo lo que sus piernas le permitieron.

 Ya no podemos seguir a pie Shikamaru-dijo por fin


 Pero eso…
 Cambia de forma ya

El niño vaciló un poco pero decidió obedecer a su mamá y comenzó a hacer lo


que debía. Su pequeño cuerpo comenzó a sufrir una especie de metamorfosis
lentamente. A su edad, el cambio no era especialmente dramático pero cuando
terminó, en lugar del niño ahora estaba un pequeño cervatillo que a simple
vista parecía vulnerable.

 Escúchame con cuidado-habló la mujer de nueva cuenta- no quiero que te


detengas ¿si? Yo haré lo posible por que no nos sigan pero si lo hacen entonces
me quedaré atrás, soy yo lo que buscan

El pequeño ciervo negó con la cabeza, no podía siquiera acariciar la idea de


abandonar a su madre así como así.

 Tu papá no murió para que te maten Shikamaru-volvió a repetir ella más


enojada-y no diré nada más

La madre del pequeño miró atrás para asegurarse de que aún no venían por
ellos y cuando estuvo segura entonces ella también se transformó. A diferencia
de su hijo, ella se transformó mucho más rápido, su boca se alargó y su espalda
se encorvó, sus piernas y manos poco a poco iban pareciendo patas hasta serlo a
fin de cuentas, su pelaje era dorado y brillante además de que sus pezuñas
estaban hechas de oro.

Aquel par de míticas criaturas eran ciervos dorados, animales de gran belleza
con la virtud de poder tomar forma humana. Los machos de su especie tenían
grandes astas que podían usarse para la medicina mágica, en cambio las
hembras tenían pezuñas hechas con oro macizo capaz de atraer buena fortuna y
riquezas.

La familia Nara era parte de esta comunidad, vivían pacíficamente en el bosque


sin hacer daño a nadie, ocasionalmente iban al pueblo a vender lo que
cultivaban en el bosque. También tenían negocios con los curanderos y brujos
blancos de las cercanías para de vez en cuando vender sus astas. Pero después
de tantos años viviendo en paz las cosas comenzaron a complicarse.

Había más cazadores de los que ya estaban acostumbrados a ver, además que
comenzaban a rondar muy cerca de su hogar. Entonces una noche Shikaku, el
padre de Shikamaru se despertó alarmado, le pidió a su mujer que no saliera y
entonces adoptó su forma animal, un enorme ciervo con astas impresionantes y
brillantes, solo iría a revisar el perímetro y cuando encontrara a los cazadores
les pediría que se retiraran. Pero nunca regresó.

Al día siguiente la madre de Shikamaru, Yoshino, encontró el cuerpo de su


marido mutilado en las cercanías del bosque, habían arrancado sus astas y su
piel también la habían robado. Los cazadores humanos habían asesinado
buscando sus astas que según ellos podrían convertir en alguna especie de elixir
al igual que su piel que creían estaba hecha de oro.

Yoshino supo enseguida que debía salir de ahí de inmediato, los humanos
habían matado a su esposo en vano. No necesitó más, enseguida tomó a su hijo
y escaparon esa misma noche aunque no llegaron muy lejos antes de que los
cazadores encontraran su rastro.

Aquel par de ciervos estaba tratando de seguir adelante pero Yoshino estaba
resintiendo el viaje, ella no era su esposo y no sabía qué era lo que debía hacer o
a dónde debía ir, solo necesitaba seguir adelante, lo más que pudiera. Pero el
muchacho ya no podía más así que regreso a su forma humana.

 No puedo más mamá

La cierva miró desesperada a su hijo pero antes de poder tomar su forma


humana también escuchó unos pasos que se acercaban. Con su hocico empujó
al niño hasta unos arbustos en donde se aseguró de que estuviera bien
escondido.

 La vi venir por aquí-se escuchó la voz ronca de un hombre


 ¿Estás seguro? Esas criaturas son escurridizas- secundó su compañero
 Valdrá la pena, dicen que su piel es como un escudo
 Me es difícil creerlo, son solo ciervos ¿no?
 No, se rumorea que son demonios terrenales, sus poderes sobrenaturales nos
harán invencibles. El Rey pagará con toda su fortuna por esto

Entonces los hombres vieron a la cierva que empezó a correr en cuanto los vio
que se acercaban y ellos enseguida fueron con sus armas preparadas.

 Mamá… -susurró Shikamaru

El niño salió de su escondite, necesitaba ir a ayudar a su mamá así que corrió


tras los cazadores, estaba corriendo lo más que podía pero su madre tenía unas
patas realmente rápidas. Shikamaru pensó que estaba exagerando, Yoshino era
rápida y seguramente escaparía.

 ¡La tengo!

Lo demás pasó muy rápido. Aquel cazador tenía una ballesta que disparó
dando en el blanco.

 Al fin-dijo el cazador aliviado- no veía el momento de atraparla

Shikamaru llegó unos momentos después, seguía escondido pero trataba de


seguir el paso pero cuando vio a los cazadores detenidos tuvo un muy mal
presentimiento. Cautelosamente asomó la cabeza, quería ver lo que estaba
pasando y cuando logró ver, deseó no haberlo hecho.

El cuerpo de la cierva yacía en el suelo mientras los cazadores se encargaban de


llevarlo, el niño solo se quedó ahí sin mover un solo músculo incapaz de hacer
nada. Y no pudo moverse, vio como los cazadores terminaron de cortar a su
madre y la metían a bolsas de tela para cargarla al hombro y cuando se fueron
el siguió ahí.

El tiempo pasó a segundo plano, no supo bien cuanto tiempo pasó, solo seguía
ahí sentado en estado de shock, temblando y con miedo.

 No estoy seguro de que sea por este camino

Itachi y Kakashi estaban llevando las riendas de la carreta tirada por aquel
caballo que iba a paso saltado por el rocoso camino.

 No es el camino-respondió Kakashi
 ¿Entonces?
 Una familia de ciervos, ya sabes, ciervos dorados-explicó- viejos amigos que
me pidieron ayuda hace un par de semanas

 ¿Por qué no me dijiste antes?


 Te conozco lo suficiente como para saber que querrías Salir corriendo en su
ayuda

Itachi abrió la boca como queriendo defenderse pero sabía que cualquier cosa
que dijera solo lo haría quedar como un verdadero tonto. El azabache volteo el
cuerpo para ver dentro de la carreta y ver a los niños teniendo un buen rato
todos juntos, Itachi estaba feliz de poder verlos a todos así felices y
comportándose como lo que eran, niños.

 ¿Qué ha ocurrido?
 Ya sabes, los cazadores están tras sus pieles y astas. Los humanos han estado
inventando un montón de rumores-miró de reojo a Lee-ponen en peligro a
muchas criaturas

Siguieron por el sendero y pronto se desviaron en el bosque, ya no podían


seguir con la carreta así que después de asegurarla en un sitio en donde estaría
bien junto con el caballo para poder seguir a pie. Los mayores iban adelante
como siempre, Lee y Tenten se cubrían de ser vistos bajo capuchas negras y los
restantes trataban de no perder el paso.

 Mira, ahí es-dijo Kakashi señalando con el mentón una cabaña entre los
arboles

Pero mientras más se acercaban, más se daban cuenta de que ahí no vivía nadie
desde hacía un buen rato. La casa estaba descuidada, la huerta parecía
marchitarse y la maleza estaba cobrando terreno.

 ¿Estás seguro que es aquí?

Kakashi no respondió, examinó la casa cuidadosamente en busca de cualquier


indicio que le dijera lo que había sucedido en ese lugar pero no podía decir a
ciencia cierta lo que había sucedido.

 Huele a sangre-susurró Kiba

Todos se quedaron en silencio, el muchacho y su perro empezaron a buscar


aquel rastro que les llevó a una parte del bosque más adentrada, justo al pie de
un árbol.

 ¿Qué clase de sangre?-preguntó Kakashi

Itachi aqueo una ceja esperando que Kiba no supiera la respuesta, después de
todo era solo un licántropo adolescente además de que no estaba seguro de que
su nariz tuviera todo ese poder de precisión.

 No es humana-atinó a decir el licántropo


 Entonces en marcha-volvió a decir el mago-las cosas podrían estar peor de lo
que pensaba
 Entonces…
 Llegamos tarde

El bosque era un sitio extraño pero podía manéjalo, los cazadores se habían
rendido cuando no pudieron encontrarlo y se retiraron con el botín en manos.
Shikamaru había tenido que soportar aquella primera noche en soledad, sin su
mamá y sin su papá atormentado por las imágenes de los cazadores
terminando con la existencia de la mujer que más había querido.

El permanecer escondido pronto se hacía más difícil, su forma humana solo


hacía las cosas más complicadas así que permanecía como un ciervo escondido
siempre. Estaba temeroso pero al mismo tiempo sentía que podía manejarlo, el
problema es que no sabía por cuanto podría hacerlo. Los cazadores regresarían,
de eso no cabía duda pero al estar él solo no sabía con certeza qué era lo que
debía hacer o a dónde ir.

Esa mañana en particular, estaba un poco más alerta, la noche anterior había
conseguido dormir un poco y estaba decidido a que esa misma tarde ya no
estaría en el bosque. El pequeño ciervo salió de su escondite tímidamente, podía
sentir los ojos de todos los animales y criaturas que ahí estaban pero
simplemente siguió adelante sin inmutarse. Tenía mucho miedo, estaba solo y
hambriento pero debía seguir adelante.

Cada paso que daba, las patas le temblaban como si supiera que algo estaba a
punto de pasar. Entonces empezó a caminar más y más rápido hasta
prácticamente empezar a correr, podía escuchar como las ramas se rompían a
sus espaldas delatando claramente que alguien lo seguía.

 ¡Espera!-se escuchó detrás de él

Instintivamente Shikamaru aceleró el paso esperando dejar atrás a sus


perseguidores pero solo lograba sentir que cada vez estaban más cerca. Sus
patas ya no podían más, las pezuñas le dolían y tenía que detenerse así que dio
un giro y se escondió en unos arbustos aunque era bastante incómodo así que
regresó a su forma humana para acomodarse entre la maleza.

 Corre… muy...deprisa-jadeaba Itachi


 Estaba en su forma de ciervo, claro que corría muy rápido-dijo Kakashi algo
irritado-pero estaba solo

 Entonces no fue solo uno de sus padres…


 Demonios-suspiró-tenía esperanzas de que al menos encontráramos a uno
de sus padres con vida

Shikamaru seguía escondido y muy quieto, hacía el menor ruido posible


mayormente porque estaba atento a lo que decían, aquellos hombres no
parecían ser cazadores. El estómago del niño se revolvió. Aunque poco a poco
se dio cuenta de que esos hombres hablaban de sus padres decidió que tal vez
sería buena idea salir.

 Kakashi…

El vampiro Strigoi llamó a su compañero que enseguida se fijó en el muchachito


que salía de entre los arbustos. Tenía el pelo sucio y la ropa rasgada delatando
todo el tiempo que había pasado solo en el bosque.

 Hola-saludó Kakashi acercándose a Shikamaru lentamente- mi nombre es


Kakashi Hatake, soy un viejo amigo de tus padres

 ¿Conoces a mis papás?-respondió Shikamaru dando un paso atrás


desconfiado

 Ellos me escribieron por ayuda


 Están muertos-dijo frio

Itachi, que solo miraba detrás de Kakashi, estaba helado ante las palabras de
Shikamaru que seguía con esos ojos inexpresivos y semblante duro, como si
hubiera madurado en tan solo un par de días.
 Lo sé-volvió a hablar Kakashi-por eso es que vinimos a buscarte antes de que
te encontraran los cazadores

El mago alargó la mano con intenciones de que el niño la tomara pero él solo se
hizo hacia atrás sin dejar de mirarlos. Aún estando en su forma humana, el
muchacho se comportaba como un ciervo asustado.

 No queremos hacerte daño-esta vez fue Itachi


 No importa que no quieran hacerme daño, mis padres están muertos, ya no
hay nada por lo cual seguir…

 No seas un cobarde- le interrumpió Kakashi-tus padres dieron su vida


porque tú sobrevivieras y ahora dices que solo quieres quedarte aquí y que ellos
te encuentren

Las palabras de Kakashi retumbaron tanto en Itachi como en Shikamaru que


ahora miraba nervioso la mano del mago que no se había retirado y entonces
tomó su mano sin decir ninguna palabra más.

 Bien, larguémonos de aquí

 ¿Por qué tardarán tanto?-preguntó Okami

Los niños estaban en el campamento que habían levantado en el bosque, Tenten


estaba tratando de hacer la cena sobre la fogata mientras los demás vigilaban.

 Seguro no tardan-le intentó calmar Tenten-el chico nuevo se debió asustar


 Espero que regresen pronto
 Vas a ver que no tardarán en regresar
 No me gusta cuando mi hermano y el maestro Kakashi se alejan mucho

Antes de que nadie dijera nada más, vieron llegar a Kakashi y a Itachi aunque
no estaban solos y venían con el que ahora sería el nuevo integrante del circo.
 Este es nuestro circo-le dio la bienvenida Itachi

Sikamaru solo se limito a mirar alrededor suyo y se sorprendió de ver a ese


grupo de niños que ahora lo miraban fijamente también. En la corta vida de
aquel muchacho, él solo había estado siempre con sus padres, jamás tuvo
amigos de su edad y ahora estaba ahí frente a un grupo de lo que parecían ser
huérfanos como él.

 Bienvenido-le saludó Tenten con una enorme sonrisa en el rostro

Entonces el ambiente se relajó bastante, todos los presentes miraban con calidez
al recién llegado que poco a poco sintió que estaba a salvo, en paz. No dijo
nada, fue a sentarse al lado de los demás niños que le esperaban con una
sonrisa y después de las presentaciones la hora de la cena no se hizo esperar.

 Es una tradición-dijo Kiba-tienes que contar la razón por la que estás aquí
 Todos lo hemos hecho-siguió Lee

Shikamaru, que ya estaba entrado en ambiente, miró de nueva cuenta a sus


compañeros que habían hecho un círculo alrededor de la fogata mientras los
adultos vigilaban a una distancia considerable.

 Ellos no escucharán-le animó Okami- puedes decirnos lo que quieras y ellos


no tienen que enterarse

Esto le dio algo de confianza a Shikamaru que seguía en silencio y mirando


algo cohibido. Los demás niños miraban atentos y con ojos grandes y brillantes.

 Mis padres y yo vivíamos tranquilos en el bosque, mi papá cosechaba


verduras que vendíamos de vez en cuando en el pueblo. Nosotros somos
ciervos, mi papá tenía enormes astas y mi mamá pezuñas preciosas-recordó con
tristeza- las personas comenzaron a creer que nosotros podíamos hacer cosas
tontas así que nos empezaron a perseguir.

>>Ellos no querían que lo supiera, pero los escuché hablar y supe enseguida el
peligro en el que estábamos. La noche en que se llevaron a mi papá supe que
algo no estaba bien y en la mañana cuando mi mamá regresó supe que lo
habían asesinado así que no necesité explicaciones y nos fuimos.

 Malditos humanos…-carraspeó Lee


 No todos deben de ser tan malos-musitó Okami

El comentario de la niña solo hizo que los demás se miraran entre ellos pero no
dijeron absolutamente nada.

 Luego a ella también la mataron… -siguió Shikamaru en un hilo de voz


 Lo viste ¿no es así?-interrogó Tenten-ellos lo hicieron en frente de ti
 Así es
 No tienes que actuar así-siguió la reptiliana- todos aquí somos huérfanos o
hemos perdido a alguien importante, el que llores no cambiará la manera en
que te veamos

 No voy a llorar-respondió Shikamaru-no lo haré…


 No te avergüences-insistió Kiba-te sentirás mejor cuando lo hagas
 No… yo no…

Pero no pudo aguantar un solo segundo más, las lágrimas empezaron a salir
prácticamente solas de sus ojos, los recuerdos y el dolor se clavaban en su
pecho. Sentía que debía mantenerse fuerte pero al mismo tiempo no dejaba de
ser un niño a fin de cuentas.

Una mano cálida se posó en su hombro, ya no estaba solo y ahora tenía nuevos
amigos para sentirse mejor y así sería de ese momento en adelante.
decimo octavo acto:“ revelaciones”
Después de haber llegado al otro lado del pozo, Lee y Naruto se quedaron cerca
del bosque hasta que sus ropas se secaron. Ambos retomaron camino pero
después de un tramo más de bosque las cosas se pusieron un poco más
complicadas.

 ¿Hacia dónde deberemos ir?-se preguntó Naruto


 Debemos esperar aquí-le aseguró su compañero
 ¿Esperar?
 Tengo un mal presentimiento Naruto, no sé qué podría pasar si salimos así
como así

Naruto miró hacia arriba, aún no amanecía y sentía su cuerpo pesado después
de haber nadado durante horas y la fatiga pronto se hizo presente.

 Descansemos un poco-sugirió Lee


 Si…

En el campamento, las cosas estaban muy silenciosas, nadie había podido pegar
el ojo en toda la noche y al amanecer todos ya estaban listos para recibir
órdenes. El ambiente era pesado y todos estaban en silencio. Itachi, que debía
estar dando las órdenes, estaba en su cabaña encerrado y sin intenciones de
salir.

 Hermano mayor…

Sasuke estaba sentado fuera de su cabaña bastante nervioso, su hermana menor


se acercaba a paso lento y al llegar donde él se sentó ahí mismo.

 Estoy nervioso, debería estar buscando a Naruto yo…


 Quiero hablarte de algo muy serio
 ¿Qué cosa?
 La pesadilla que tuviste cuando estuviste con Naruto
 ¿Qué tiene?
 Creo que hay algunas cosas que no sabemos y hablo de todo esto

Sasuke se acomodó frente a su hermana, había pasado la noche con ella y Kiba,
les había contado la última pesadilla y agradecía ese momento a solas con
Okami.

 Tus pesadillas aparecieron desde que empezaste a beber de Naruto


 ¿Y?
 ¿No lo has entendido hermano mayor? Tus pesadillas, son los recuerdos
reprimidos de Naruto

 ¿Qué…?
 Rápido… iremos a visitar a Tsunade

La bruja iba de un lado a otro nerviosa, las cosas se habían salido de control en
tan solo un instante. Se suponía que las cosas no debían de tornarse tan
complicadas y que la vida del muchacho pasaría desapercibida pero al parecer
el destino de aquel niño era más caprichoso de lo que esperaba.

 Minato…-musitó para ella

El tiempo no estaba a su favor y las cosas pronto serían imposibles de manejar,


la guerra era inminente y ella era la única que sabía lo grabe que podían ser las
circunstancias. Tsunade se sentó en una de las sillas mirando fijamente al fuego
siendo bombardeada por los recuerdos de aquella época, cuando ella le había
jurado guardar todo en silencio.
Pero su paz se vio perturbada por el sonido de alguien tocando a su puerta. El
llamado parecía histérico y Tsunade no quería que se abriera, sabía bien quienes
estaban ahí afuera en busca de respuestas pero al mismo tiempo no podía
aplazarlo ni un segundo más, ella debía contar la verdad.

Un chasquido de dedos hizo que la puerta se abriera dejando entrar a los dos
Uchihas menores que parecían haber pasado un muy mal rato.

 Los recuerdos de Naruto-comenzó Okami en cuanto entro- tu los sellaste, por


eso no quisiste verlo ¿cierto?

Tanto Sasuke como Tsunade la miraron fijamente sin saber que decir, el
vampiro sé quedó sin habla, no había sido capaz de poder atar cabos él solo y
para ese momento tenía la cabeza a punto de estallarle.

 Tsunade-insistió Okami
 ¿Quién te lo dijo? ¿cómo puedes saberlo? Yo…
 Sasuke ha bebido la sangre de Naruto

Una vez más, los ojos se posaron indiscriminadamente en la muchacha,


Tsunade se veía más nerviosa que antes, sus labios ahora eran solo una fina
línea en su rostro.

 No sirve de nada que trates de bloquearme dentro de tu mente, sé que eres tú


quien sabe lo que está pasando

Tsunade abrió la boca para decir algo pero no lograba encontrar la combinación
exacta de palabras, tampoco podía dejar a Okami libre en sus pensamientos,
debía ser ella misma quien les contara lo que había sucedido.

 Siéntense-les digo Tsunade levantándose de su asiento- va a ser una larga


historia

Ambos hermanos hicieron lo que les habían pedido y buscaron un lugar en


donde sentarse sin dejar de lado a la bruja que había empezado a caminar de un
lado a otro algo nerviosa. Sasuke no sabía qué pensar o decir, estaba nervioso
también y sentía que había algo más escondido que no podían ver.
 Tsunade… -volvió a insistir Okami
 Hace mucho tiempo-comenzó la bruja- mucho antes de que ustedes dos
nacieran, existía una raza legendaria que cuidaba de todos los seres sobre la
tierra, ellos eran los Celesta.

 ¿Qué con ellos?-habló Sasuke por fin- son solo tonterías religiosas-dijo con
desprecio- son leyendas inventadas por esos tontos

 Me temo, mi querido niño, que estos seres son muy reales y ahora si me
permites continuar…

 Lo siento…

Tsunade siguió narrando calmada, les contó la historia de los seres celestiales
que existían en la tierra junto con los demás, seres alados y de inmensa bondad
que habían sido enviados por el que llamaban Dios para poder cuidar de todos
los seres habitantes del reino creado por el ser supremo. Su existencia era solo
para protección, ellos tenían prohibido sentir cualquier cosa, los sentimientos
les eran prohibidos pues además de proteger, debían de ser guías imparciales
para la vida de los seres.

 Hemos leído la biblia-interrumpió Sasuke- sabemos todo eso


 Creo que ustedes debieron haber conocido a su tío Madara-siguió la bruja
ignorando a Sasuke

 Si lo conocimos-se apresuró a decir Okami- era un vampiro algo loco, pero él


murió cuando uno de sus experimentos salió mal y su castillo se incendió ¿qué
tiene que ver él con todo esto?

 Ese experimento muchachos, marcaría una diferencia inimaginable. Madara


descubrió que usando la sangre de los seres Celesta podía hacer una especie de
bálsamo que haría a quien se lo untara, inmune a las heridas.

 ¿Qué…?
 Ustedes no son ajenos al pensamiento de supremacía que tienen los suyos y
este invento haría que los vampiros pudieran reinar indiscriminadamente así
que comenzaron a cazar ángeles

La bruja siguió contando como los vampiros habían empezado a cazar seres
celestiales para usarlos a su beneficio y la masacre siguió durante muchos años
hasta que terminaron con ellos pero sabían que aquel ser supremo crearía más
así que solo esperaron pacientemente.

 ¿Qué hay del sello de Naruto?


 Verán, como ya les he dicho, los Celesta tenían prohibido sentir emociones
pero entonces hubo uno que desobedeció y se enamoró de una humana. Eso
pasó hace veintiún años.

 Esa es la edad de Naruto-atinó Sasuke


 Uno de los ángeles pertenecientes a la corte celestial se fijó en una humana
que vivía sola en la ciudad y se enamoró perdidamente de ella así que
desobedeciendo las reglas fue con ella y ambos estuvieron juntos cada noche
hasta que esa pobre muchacha quedó embarazada

 Entonces…
 El fruto de esa relación fue Naruto

La garganta de los hermanos enseguida se secó, se miraron entre ellos pero no


dijeron nada, querían seguir escuchando.

 La sangre de Naruto, al ser mitad celesta, mitad humano es mucho más


valioso así que comenzaron a buscarlo, el aura de Naruto era muy llamativa y
no podían esconderse así que Minato, su padre, vino a buscarme y me pidió
que sellara su aura pero no podía hacerlo sin sellar sus recuerdos

 Dios mio…-Okami llevó la mano a su boca


 Entonces-siguió Sasuke- eso quiere decir que…
 Naruto está en peligro…
 ¿Crees que algo haya pasado en el campamento?-preguntó Naruto

Lee y Naruto habían comenzado a caminar un poco para poder encontrar la


carretera y conseguir transporte de regreso, después de la noche anterior
Naruto había quedado bastante arto de nadar así que una capucha tapando las
escamas y branquias de Lee debían ser suficientes para pasar desapercibidos.

 Itachi solo quería asegurarse de que El consejo no encontrara nada raro, estoy
seguro de que están bien

 No sé… tengo una sensación extraña


 Es solo tu imaginación Naruto

Ambos lograron llegar a la carretera pero parecía desierta así que decidieron
que lo mejor sería caminar un poco para poder encontrar una estación de gas o
algún auto para pedir un aventón. El calor del verano era peligrosamente
abrasador así que Lee mojaba constantemente sus escamas con agua que había
traído del pozo.

 Verás que una vez que logremos regresar, todos estarán nadando y nos
regañarán por haber tardado tanto

Naruto miró de reojo a su amigo y pudo ver que debajo de la capucha, aunque
había una sonrisa en los labios de Lee, sus ojos reflejaban angustia y mucho
nerviosismo. El tritón también era capaz de sentir ese escalofrío del que le había
hablado Naruto.

 Todo está muy calmado, hay algo raro Lee

Lee no respondió, el ambiente era muy tenso aunque no podían decir por qué,
simplemente se sentían como si el peligro estuviera tras ellos.

Una ráfaga de viento se hizo presente golpeando sus rostros con ese calor
abrazador del verano, la carretera parecía no tener fin y entonces en el
horizonte, ambos pudieron ver varias figuras encapuchadas acercándose. Rock
Lee se detuvo en seco y enseguida detuvo a su amigo que lo miró algo histérico.

 Vampiros-musitó el tritón- son vampiros cazadores

Después de haber dicho esto, aquellas figuras comenzaron a correr en su


dirección así que ambos muchachos retrocedieron lo más rápido que podían
pero parecía que la carretera se derretía bajo sus pies, sentían sus pasos torpes y
lentos. Ambos podían percibir como los cazadores estaban cada vez más cerca y
ellos iban más lento.

 ¡Por aquí!-escucharon ambos desde un costado

Los muchachos ni siquiera dudaron en hacer caso y giraron para poder


encontrarse con lo que parecía ser una puertezuela en el suelo y sin más
saltaron dentro para cerrarla tras ellos pero ahora sentían estar peor, estaban
encerrados a obscuras con algún extraño.

 Tranquilos-volvió a hablar el extraño-esto es solo un ático abandonado

Una luz tenue proveniente de una lámpara a pilas dejo ver que aquel extraño
no era otro más que Deidara que había llegado en el momento más oportuno.

 Nos salvaste la vida-dijo Lee suspirando-esos locos no nos van a encontrar


aquí

 Por ahora no-rectifico Deidara-pero no tardarán en regresar


 ¿Qué fue eso?-preguntó Naruto- ¿Qué sucedió? Itachi te envió ¿no?

Aquel comentario inocente pegó en lo más profundo de Deidara, él solo estaba


ahí de casualidad aunque le alegraba haber podido encontrarse en el sitio
correcto y en el momento correcto para ayudar a sus amigos.

 Saquearon el campamento-comenzó Deidara-El consejo se enteró de Naruto


y fueron a buscarlo para poder declarar la guerra, si encuentran a Naruto
entonces Itachi será acusado de traidor

 ¿Por eso te envió?


 Itachi no me envió… el me echó del circo

Deidara no quería mirarlos a los ojos pero al fin y al cabo estaba ahí con ellos y
estaba muy feliz de verlos sanos y salvos. Sospechaba que El consejo no tardaría
en encontrarlos y capturarlos pero ahora estando ahí estaba más calmado
sabiendo que sus amigos estaban bien.

 El creyó que tú fuiste el soplón ¿no?-adivinó Lee


 Si
 Ya no importa, debemos regresar al campamento con todos
 No podemos salir así como así-intervino Naruto-esos sujetos van a
encontrarnos

 Entonces busquemos algún túnel energético pero debemos regresar al


campamento ahora que sabemos esto

 Deidara…
 Los acompañaré a la entrada del túnel pero no iré con ustedes
 Estoy seguro de que Itachi va a recapacitar
 Él no va a escuchar razones en el estado en el que está… para él solo soy la
puta de Nagato-dijo con una sonrisa lastimosa

Ni Naruto ni Lee fueron capaces de decir nada al respecto, podían hacerse una
idea de lo que pudo haber pasado. Pero ya no había tiempo, debían regresar.

Sasuke y Okami regresaban al campamento, los dos habían estado en completo


silencio todo el camino. Las cosas ahora estaban peor que antes, aquella
información era aún más delicada de lo que esperaban.

 ¿Qué haremos?
 Hay que decirle a Itachi y buscar a Naruto
 Hermano mayor, ya no importa lo que hagamos, habrá guerra
 Voy a proteger a Naruto a toda costa Okami, te protegeré a ti y al estúpido
de tu marido, no dejaré que nadie dañe a mi familia

Okami le tomó la mano a Sasuke, tenía miedo y no sabía lo que pasaría


entonces, jamás pensó verse envuelta en esa situación. El azabache le apretó la
mano a su hermana para reconfortarla, estaba seguro de lo que había dicho y no
retrocedería.

 Iré a ver a Itachi, tu regresa con Kiba


 Pero yo…
 Por favor, hazme caso

Okami quiso protestar pero sintió un retorcijón en el estómago y no tuvo más


que retirarse solo que no fue a su carpa. Aquel malestar en su estómago se hizo
más intenso así que corrió detrás de alguna de las cabañas y después de un par
de arcadas no pudo evitar que el contenido de su estómago se vaciara.

 Ah diablos…-dijo para ella misma

Rápidamente hizo un recuento de lo que había comido en las últimas horas y se


dio cuenta que solo tenía una manzana y medio vaso de jugo de naranja en el
estómago, o lo tenía hasta hacía unos segundos.

 Tal vez fue la caminata, debo comer algo… me pregunto si Hinata me


prepararía un sándwich de pepinillos y jalea…

En la carpa principal, Sasuke ya había entrado y se había sentado en el


escritorio en donde había comenzado ya a discutir con Itachi la información que
Tsunade les había dado. El líder del circo escuchaba despacio y sin decir nada,
aunque no podía decir que aquella situación le fuera extraña, él mismo había
acompañado a su padre después del accidente de su tío y había logrado
escuchar una conversación entre sus superiores. Pero definitivamente la noticia
sobre Naruto le sorprendió mucho.

 ¿Qué hacemos?-preguntó Sasuke expectante


Itachi se inclinó en su escritorio, las cosas solo apuntaban a una cosa y eso era
guerra. El consejo no solo quería encontrar a Naruto para poder acusarlo de
traición sino que lo usarían en alguna especie de experimentos raros.

 Debemos traer a Naruto de regreso-contestó Itachi- y debemos prepararnos,


El consejo atacará de cualquier manera sabiendo esto

 No pensé que esto pasaría, Itachi


 Ni yo, pero no tenemos más que pelear
 ¿Protegeremos a Naruto?
 Naruto es ahora parte de esta familia-dijo despacio- y nadie se mete con mi
familia

Los ojos de Itachi brillaron, estaba ahora en una situación que le sería difícil de
controlar pero estaba dispuesto a pelear si eso era lo que se necesitaba. La
guerra ya no era opcional, serían atacados en cualquier momento, Itachi estaba
decidido.

 Tenemos que esperar a que regresen al campamento, entonces pensaremos


en algo

Antes de seguir hablando, tocaron la puerta y segundos después se abrió


dejando entrar a Okami que tenía restos de lo que parecía ser jalea en los labios.

 Perdón que entre así-se disculpó-pero Lee y Naruto acaban de llegar

Los dos hermanos se pusieron de pie enseguida y corrieron afuera en donde


Lee y Naruto estaban hablando con todos los demás sobre lo que había pasado
en su ausencia. Los dos escuchaban aterrorizados pero aún no sabían la peor
parte.

 ¡Naruto!-gritó Sasuke al verlo

Apenas se dio vuelta, Naruto fue recibido por los brazos del vampiro que
estaba muerto del miedo por él. Las manos del azabache fueron directo al rostro
de su acompañante, el beso fue inminente, los labios de Sasuke solo podían
transmitir esa preocupación y angustia que no la había dejado respirar
tranquilo.

 Me alegro tanto de que estés bien-musitó Sasuke sobre los labios de Naruto
 Claro que estoy bien…
 Estaba tan preocupado, los cazadores…
 Escapamos de ellos ¿verdad Lee?
 Así fue-intervino Lee-si no hubiera sido por Deidara estoy seguro de que nos
hubieran alcanzado

Esto le interesó a Itachi que enseguida se adelantó a donde estaban todos


haciendo que Sasuke y Naruto se separaran.

 ¿Deidara?-interrogó Itachi
 Así fue-contestó Naruto con algo de resentimiento- él nos salvó de los
cazadores y nos contó lo que pasó aquí

Claramente eso había sido una indirecta bastante pesada para Itachi que
prefirió no hacer ningún comentario al respecto además tenía asuntos más
importantes que tratar y el primero y más difícil sería hablar con Naruto sobre
lo que Sasuke y Okami habían descubierto.

 Quiero hablar contigo a solas Naruto- le dijo Itachi serio


 ¿Es por el asunto de El consejo y los cazadores?
 Me temo que esto es algo mucho más grande que solo eso, sígueme

Naruto regresó sus ojos a Sasuke quien le dedicó una mirada compasiva pero
sobre todo protectora, eso fue suficiente para convencer al rubio de que su
novio estaría ahí siempre y que se quedaría ahí con él. Entonces Naruto fue
donde Itachi y una vez dentro de su cabaña cerró la puerta tras él.

 Siéntate
 Si…-contestó mientras obedecía
Los dos se sentaron en silencio, Naruto estaba esperando que le dijera cualquier
cosa, Itachi estaba muy misterioso.

 ¿Qué sucede?
 Descubrimos algo sobre tu sello
 ¿Qué es?
 Voy a contarte pero quiero que me escuches hasta el final ¿si?
 Bien
 Tsunade, la bruja que visitaste hace un tiempo fue quien selló tus recuerdos
 ¿Por eso no quería verme?
 Al parecer tu padre pertenecía a una raza antigua de criaturas y decidió
sellar tu aura para protegerte de quienes querían capturarlos

El corazón de Naruto daba tumbos dentro de su pecho, podía escuchar su


propia sangre en sus idos y la garganta se le estaba secando, empezaba a
temblar nervioso y apretaba la mandíbula.

 Eres mitad celesta Naruto

Y entonces el silencio se hizo absoluto. “Celesta” Naruto solo había escuchado


esa palabra un par de veces en la radio o en el trabajo, tenía entendido que los
seres celesta eran mitos religiosos creados para explicar casualidades que
pasaban en el mundo.

 ¿Celes…Celesta?
 Ahora deja que te cuete sobre un familiar mío, un vampiro que murió hace
muchísimo tiempo

Itachi empezó a hablar sobre Madara, un vampiro que se había convertido en


una leyenda para ellos. Se especializaba en inventos y era un pionero de la
ciencia que investigaba siempre cualquier cosa que trajera el bien para todos y
entonces decidió crear algo para hacer a los vampiros más fuertes. Sus intentos
duraron años y años hasta que por fin descubrió una manera.
Un día, mientras experimentaba en su laboratorio dentro de su mansión,
escuchó un fuerte ruido en el jardín y al salir investigar descubrió a una bella
criatura que se había estrellado ahí mismo, se trataba de un ser celesta que
había volado muy bajo y se había roto un ala.

Madara no pudo dejar a ese hermoso joven lastimado así que lo acogió en su
mansión hasta que pudiera sanar su ala pero en el proceso, el muchacho sangró
sobre la mesa de trabajo del vampiro que la agregó accidentalmente a su
experimento, luego obtuvo los resultados que el vampiro quería lograr. Madara
se volvió codicioso y quiso más y más hasta llegar al punto de aprisionar al
celesta y extraer su sangre hasta secarlo pero entonces la tragedia sucedió. Algo
salió mal y el laboratorio terminó explotando incendiando todo el castillo y
matando a todos sus inquilinos, incluyendo a Madara.

 Aquel invento fue lo que comenzó con una caza desmedida de celestas como
tu padre-prosiguió Itachi- pero luego dejaron de aparecer

 Si…
 Pero muchos años después apareció un celesta especial, con características
increíbles y un aura muy poderosa, era perfecto para poder seguir
experimentando, los de mi especie pensaron que usando la sangre de ese celesta
podrían descubrir el secreto de la verdadera inmortalidad y poder dominar
sobre las demás especies

 Entonces…
 Tú eres ese celesta Naruto
septimo interludio
 Nos dirigimos a un pueblo de mala muerte-le advirtió Kakashi a Itachi
señalándole en el mapa su siguiente parada

Todos estaban pasando la noche en el bosque como ya era costumbre, solo


había pasado un año desde que hubiesen encontrado a Shikamaru. Los pueblos
comenzaban a convertirse en ciudades de a poco, los tiempos estaban
cambiando lentamente y los humanos se hacían más sencillos de engañar.

 ¿Por qué vamos allí?


 Es el pueblo más cercano-explicó Kakashi-nos hacen falta provisiones y si no
nos detenemos entonces nuestras reservas se terminarán.

 Entonces creo que no habrá otra opción


 No te preocupes, podremos hospedarnos en una pensión por una noche,
escuché que esos lugares son bastante divertidos

Itachi solo rio despacio y se quedó callado, le gustaba viajar y conocer lugares
nuevos y más aún cuando los tiempos estuviesen cambiando de apoco. Sus
compañeros de viaje eran ahora muchos y le encantaba tener el honor y la
responsabilidad de enseñarles el mundo que sus padres no pudieron.

 Estuve pensando-dijo Kakashi-sobre comprar una carpa de circo, ya sabes,


hacer esto un poco más grande

 ¿Crees que ya sea el momento?


 Seguro, debemos contactarnos con algún vendedor una vez lleguemos a la
ciudad

Era apenas medio día, la posada estaba bastante tranquila, las mucamas iban de
un lado a otro arreglando los cuartos y limpiando pero sobre todo, estaban
alimentando y limpiando a las chicas que tendrían una larga noche de trabajo.
Aquella posada en los barrios bajos de la ciudad pertenecía a esa larga lista de
burdeles ilegales en la ciudad. Los hombres que llegaban de viaje siempre
querían tomar una copa y divertirse una noche con una linda y joven muchacha
así que este era solo un sitio más para saciar las necesidades de los viajeros.

La prostitución no estaba estrictamente regulada en esos tiempos así que dentro


de esos cuartos se podía encontrar de todo y en uno de ellos estaban dos
muchachas a penas rozando los once o doce años que permanecían
encadenadas a la cabecera de la cama. Un par de criaturas particularmente
bellas y aparentemente indefensas, ambas estaban sujetas con un grillete
especial que aprisionaba su cuello y les impedía salir. A la derecha estaba la
más pequeña, de cabello rosa y ojos verdes; a su lado estaba aquella que
siempre intentaba proteger a su mejor amiga, una niña de cabello rubio y ojos
azules.

 Sakura, Ino-les llamaron desde la puerta

Las dos alzaron el rostro y miraron hacia la puerta que se había abierto para
encontrarse con el rostro del que en ese momento era su patrón. Aquel hombre
siempre tenía ese semblante duro y molesto y esa sonrisa en sus labios solo lo
hacía verse más intimidante.

 Prepárense, la temporada alta apenas comienza y los viajeros siempre vienen


por ustedes

Las dos muchachas asintieron en silencio y entonces la puerta se volvió a cerrar.


Ellas dos habían vivido en ese sitio durante más tiempo del que les hubiera
gustado, las circunstancias en las que llegaron fueron las más extrañas de sus
vidas.

Ellas no eran seres humanos, habían nacido en un nido de Veela en algún


bosque lejano y entonces una especie de chaman las secuestró y aprisionó con
cadenas y piedras que anulaban sus poderes. Recorrieron muchos lugares al
lado del chaman siendo no más que unas simples mascotas y fenómenos de
exhibición, su vida así no era la mejor pero podían sobrellevarla. Entonces un
explorador europeo las vio y convenció al chaman de vendérselas por un precio
groseramente alto y este sin dudar accedió.
Los siguientes años, Sakura e Ino pasaron de dueño en dueño siendo mascotas,
sirvientas, monos de feria y a veces objeto para los hombres. Entonces fue
cuando se encontraron con el dueño del burdel que sin pensarlo invirtió todo lo
que tenía en esas muchachas que pronto hicieron que recuperara cada centavo
más ganancias increíbles.

Sakura llevó su mano al collar de metal en donde había una gran piedra verde
en el centro, era eso lo que mantenía sus poderes sellados e inútiles.

 Humanos asquerosos-susurró Ino mientras tomaba la mano de Sakura


apartándola del collar

 ¿Saldremos de aquí?
 Verás que si Sakura
 Pero no podemos hacer nada con esto puesto
 Encontraremos una manera de quitarlo y cuando eso pase, prometo
comerme los ojos de ese hombre

Mientras, en el piso de abajo habían llegado los nuevos inquilinos de esa noche,
Kakashi insistió en dejar a los niños junto con el carruaje y el caballo en la parte
trasera de la posada y en cuanto entraron Itachi agradeció el haber tomado esa
misma decisión.

 Esto no es una posada-susurró Itachi-esto es un burdel


 Acertaste
 Los niños están afuera ¿Cómo pretendes que me quede tranquilo?
 Los niños pueden defenderse, además hay asuntos aquí que debemos
atender personalmente

Antes de que Itachi pudiera siquiera protestar, llegó alguien a atenderles, era el
dueño del sitio que con tantos clientes su personal no podía darse abasto y
debía ayudar él mismo.

 Bienvenidos amigos ¿Qué buscan?


 Venimos aquí por unas niñas de las que me hablaron-se apresuró a contestar
Kakashi-me dijeron que son dos preciosas y mi amigo y yo viajamos desde muy
lejos para verlas

 Oh-dijo el dueño con una gran sonrisa-debo advertirles que los servicios de
esas niñas en especial son caros, muy caros

 ¿Con esto bastará?

Kakashi puso en el mostrador un saquito de tamaño mediano y en cuanto el


dueño lo abrió volvió a sonreír, ese saco estaba lleno de monedas de oro.

 Claro que si señor, vengan conmigo

El dueño del burdel los comenzó a guiar en los pasillos estrechos y desgastados
del lugar. Podían escucharse a las demás chicas trabajando tras las puertas.

 ¿Me trajiste por prostitutas?-susurró Itachi para Kakashi


 Guarda silencio o no podremos hacer nada

Subieron escaleras y siguieron adelante, Itachi se estaba poniendo nervioso y no


quería callarse y seguir adelante, él no era esa clase de hombres buscando
diversiones a costillas de inocentes niñas que tuvieron una mala fortuna. El olor
a perfume barato y tabaco de pipa inundaba los pasillos, la luz era brindada por
algunas velas haciendo que todo el lugar tuviese un ambiente algo sombrío.

 Es aquí-advirtió el dueño parado frente a una puerta al final de un pasillo


 ¿Están ahí adentro?-preguntó Kakashi
 Claro que si señor
 Espero que ellas estén al nivel de lo que hemos pagado
 Le prometo que lo estarán, ellas son las mejores de mi burdel y además-dijo
bajando la voz- el hombre al que las compré me dijo que ellas no son seres
humanos
Fue cuando Itachi regresó la atención por completo a ese hombre olvidándose
del hedor a tabaco. Miró cuidadosamente a la persona frente a él para
encontrarse con una cara de malicia y éxtasis al hablar de lo que había dentro
del cuarto.

 ¿No lo son?
 Según el sujeto que me las vendió, me dijo que ellas son algo así como
espíritus del bosque o una tontería así, por eso las mantengo atadas, las piedras
en sus grilletes las mantienen controladas

 Entonces creo que valdrá lo que pagamos


 ¿Quiere algo más? Podemos traerle algo de comer o algo de alcohol
 No, gracias-respondió Kakashi tajante-solo no queremos ser molestados
durante la noche

 Como ustedes ordenen

El hombre sacó de uno de sus bolsillos una llave con la que abrió la cerradura y
se hizo a un lado para que los dos hombres entraran. Al cerrar la puerta tras
ellos, Itachi se quedó boquiabierto al ver a dos niñas adolescentes, no más
grandes que su hermano Sasuke, ambas atadas y vestidas con apenas un
vestidillo sencillo.

Kakashi puso un dedo sobre la máscara para darles la indicación de que todos
guardaran silencio y se quedaran quietos. Después de lo que parecieron un par
de minutos se escucharon pasos alejándose.

 Ya se fue-afirmó Kakashi
 Ellas…
 Tranquilo, no las asustes

El mago se acercó a la ventana que estaba cerrada y la abrió despacio para


encontrarse con protecciones de madera. Paso la vista por todo el cuarto hasta
terminar en las niñas que se abrazaban entre ellas con miedo en sus ojos.
 Kakashi
 No tengan miedo- dijo a las niñas-no vamos a hacerle nada-volvió la vista a
Itachi-debemos quitar los collares

 ¿Qué?-dijo la niña rubia


 Las sacaremos de aquí

Itachi, que hasta el momento había permanecido sin moverse, entendió lo que
pasaba y reaccionó de inmediato acercándose a la cama y a las niñas que
seguían con miedo.

 Dirijo un circo en donde cuido de huérfanos como ustedes-explicó el


pelinegro-ese hombre las ha maltratado lo suficiente

Las muchachas seguían abrazadas una a la otra tremendamente confundidas y


sin decir nada pero aún así no paraban de mirarlos, sus corazones se habían
acelerado al escuchar que las sacarían de ahí.

 Déjenme ver eso-se acercó Kakashi

Ino miró a Sakura para calmarla y se separaron, la rubia fue quien se acercó
primero, dejando que aquel hombre examinara el collar en su cuello. Kakashi se
dio cuenta que aquellas piedras eran conjuros poderosos que reprimían sus
verdaderos poderes.

 ¿Saben lo que son?


 Son piedras de jade hechizadas-contestó Ino-además el hierro nos lastima
 Ustedes son…-intervino Itachi
 Veelas-completó Ino-nos sacaron del nido desde que nacimos

Itachi tuvo que hacer un poco de memoria para poder recordar lo que esa
palabra significaba, también era algo que aparecía en sus libros de folclor. Las
Veelas eran criaturas que vivían en los bosques, ostentaban una forma de
personas con infinita belleza teniendo la capacidad de atraer a sus presas con
tan solo una mirada para devorarlos. Sus hermosas figuras eran solo una
pantalla de su verdadera forma convirtiendo sus bellos rostros en criaturas
emplumadas con picos afilados y una sed de sangre inmensa.

 Veelas-repitió Itachi
 No hay tiempo para esto Itachi-le reprimió Kakashi- necesitamos hacer un
hechizo poderoso para deshacernos de estas cosas

 ¡Esperen!-interrumpió Ino

Los dos hombres se volvieron hacia la muchacha, incluso Sakura que


permanecía callada se volvió a su compañera.

 ¿Cómo confiaremos en ustedes? No son los primeros que nos dicen eso

Sakura se mordió el labio inferior muy fuerte de tan solo recordar todas esas
ocasiones en las que les prometían libertad cuando solo cambiaban de dueño
volviendo a ser lo que habían sido siempre, esclavas a merced de lo que los
humanos quisieran hacer con ellos.

 Los humanos han desarrollado una fascinación repulsiva por las cosas
sobrenaturales, solo quieren sacarnos de aquí para seguir vendiéndonos

Kakashi estaba a punto de decir algo pero Itachi le tomó el hombro


deteniéndolo en el acto, él sería el que se encargase de ellas. Las Veelas solo
estaban asustadas e Itachi podría calmarlas, después de todo, había comenzado
a adquirir experiencia.

 Nosotros no somos seres humanos, entendemos cómo se sienten-sonrió de


medio lado-ellos mataron a mis padres… mi hermano tiene más o menos su
edad y también están los demás niños que sé que las esperarían con los brazos
abiertos porque serían parte de nuestra familia

 Nosotras no tenemos familia-habló por fin Sakura


 La tendrán

La voz de Itachi era paternal y tenue, los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas
al poder escuchar ese consuelo, sentía un calor inmenso en el pecho que solo
podía ser confianza, los ojos de aquel azabache no transmitían maldad. La
pelirosa se separó de su compañera para acercarse lo más que el collar le
permitía a Itachi quien enseguida se puso al nivel de ella.

 Ino y yo hemos ido de dueño en dueño, siempre nos prometen una vida
mejor pero terminamos en las mismas condiciones. Ella no confía en la gente y
cree que los hombres son malos pero tú no eres como ellos ¿verdad?

El instinto de Itachi no fue otro más que abrazar a la niña que no pudo evitar
abrazarlo de regreso sintiendo un calor ajeno a todo lo que había conocido. Los
sentimientos de Sakura llegaron hasta Ino que en silencio empezó a llorar
también pensando que el infierno había terminado entones.

 ¿Qué haremos?-preguntó Itachi separándose de la niña


 El metal les lastima y las piedras evitan que puedan liberarse
 Ya sé que eso es lo que las mantiene atadas
 Es hora de que empieces a aprender Itachi, tu eres un nigromante, piensa en
algo

El azabache miró de mala gana a Kakashi que se limitó a devolverle una mirada
aburrida, como si no entendiera la razón de no ser ayudado por un mago
experto. Las intenciones del mago eran obvias pero a Itachi le costaba algo
entenderlas, aún así decidió seguir por su cuenta.

Las palabras de Kakashi tenían cada vez más sentido, el metal las lastimaba al
ser ella seres feéricos y las piedras contenían una especie de hechizo sellador. Se
paró al pie de la cama y miró fijamente a las niñas

 No estoy seguro del resultado


 No puedes estar toda tu vida viviendo entre libros-le reprimió Kakashi- esta
es la mejor manera de aprender y date prisa

Itachi cerró los ojos y se concentró, podía sentir a las personas a su alrededor
pero sobre todo podía sentir una energía increíble proveniente de las niñas, los
collares emanaban una energía contraria a la de ellas.
 Eso es…-dijo por lo bajo
 ¿Lo entendiste?
 Si-abrió los ojos- quiero que ustedes dos se sienten quietecitas mientras hago
esto ¿entendido?

Las dos niñas asintieron y se sentaron justo al frente de Itachi que volvió a
cerrar los ojos, Kakashi miraba desde una distancia prudente supervisando a su
pupilo. Los ojos del azabache volvieron a abrirse pero estaban en blanco y
emanaban un sospechoso brillo, sus labios empezaron a moverse y a hablar en
alguna lengua extraña e incomprensible.

Las niñas se miraron entre ellas algo asustadas pero no podían olvidarse de las
palabras de aquel que se había ofrecido a salvarles la vida, se tomaron de las
manos y tragaron gordo. Pronto, los collares en sus cuellos empezaron a arder,
el metal empezaba a calentarse y su piel no soportaría por mucho tiempo.

 Solo un poco más-les pidió Kakashi a sabiendas de lo que estaban pensando

Las Veelas estaban a punto de pedir que se detuvieran cuando escucharon un


“crac” proveniente de los collares que se habían cuarteado y poco a poco fueron
cayéndose a pedazos hasta por fin desintegrarse y dejarlas libres.

Itachi cerró los ojos de golpe volviendo a la normalidad, se sostuvo de la


estructura de la cama para no colapsar, era mucho más fácil leer sobre magia
que hacerla. Comprendía muy poco de su don, Kakashi era la primer persona
que había sido capaz de poder hablarle de lo que podía hacer, de enseñarle que
todo lo que había aprendido en libros no le serviría en la vida real.

 Listo-jadeo Itachi

Instintivamente Ino llevó sus manos al cuello y al comprobar que efectivamente


eran libres miró a Sakura con ojos cristalinos.

 Debemos salir antes de que se den cuenta-dijo Kakashi-debemos…

 No-intervino Ino
Kakashi e Itachi solo la miraron, el azabache estuvo a punto de decirle algo para
calmarle pero su mentor le detuvo, él mismo podía sentir que el romper los
collares haría sacar a flote todos esos sentimientos reprimidos.

 Años encerradas-empezó Ino- ellos abusaron de nosotras


 Y ahora es nuestro turno-completó Sakura

El mago tomó a su pupilo del hombro y lo alejo para poder ser testigos de la
metamorfosis de aquellas niñas.

Los cuerpos de Sakura e Ino empezaron a alargarse, de sus brazos empezaron a


salir plumas formando unas enormes y grotescas alas; sus piernas se alargaron
tanto como si fuesen las patas de una garza y su rostro empezó a cambiar, sus
bocas desaparecieron para dar paso a lo que parecía ser un afilado pico de ave.

 Kakashi…
 Su sed de sangre y venganza es enorme, no podremos detenerlas
 ¿Qué hacemos?
 Miramos tranquilos, estoy seguro de que ellas solas pueden terminar con este
sitio

Itachi jamás había visto semejante escenario, fue como si las cosas pasaran en
cámara lenta y sin sonido a partir de ese momento. Las hermanas Veelas
destruyeron la puerta y corrieron por todo el burdel atormentando a todo el
que se pusiera en su camino. Podían escucharse los gritos de las chicas y sus
clientes, ambas niñas no tenían piedad y se encargaban de devorar a todos los
hombres a su paso dejando a las muchachas con el susto más grande de su vida.
Su naturaleza les prohibía comerse a las mujeres pero había suficientes hombres
en el burdel para poder hacer charco tras charco de sangre.

Pero ninguno de esos hombres les interesaba, después de haber saciado su


hambre se dirigieron directo a donde estaba aquel infame que les había
prometido su libertad. La puerta estaba naturalmente cerrada pero entre tanto
picotazo cedió encontrando al dueño del burdel temblando en un rincón.
Después de unos diez minutos las dos niñas regresaron de nueva cuenta a la
habitación en donde estaban Itachi y Kakashi esperando. Sus apariencias
humanoides habían vuelto solo que tenían la cara y la ropa salpicada de sangre.

 ¿Han quedado satisfechas?-preguntó Kakashi


 Hemos matado a todos los humanos aquí-comenzó Sakura-solo uno era
culpable, los demás fueron simples escorias estorbando

 La muerte es lo que traemos nosotras-siguió Ino- después de esto humanos


llegarán y querrán saber lo que paso ¿aún así quieren que les sigamos?

Itachi sonrió dulcemente y se agachó hasta estar a la altura de las niñas, limpió
un poco de sangre de las caras de las niñas aunque realmente no quitó gran
cosa. No se necesitó decir nada más para que las dos entendieran que podían ir
sin cuidado.
decimo noveno acto:“ inminente”
Después de hablar, Naruto se sentó a la orilla del mar para no ser molestado
aunque lo había hecho específicamente para que Sasuke no pudiera estar cerca.
Necesitaba un momento para él solo, pensar las cosas y meditarlas.

Había recibido mucha información de un solo golpe y no entendía como tenía


que tomar la situación. Su vida entera había sido una mentira, se odiaba a si
mismo por no poder recordar con claridad lo que había sucedió con él. Las
cosas que habían pasado, las personas que había conocido, ahora no parecían
importantes como pensaba.

El peligro era inevitable en ese punto, era su culpa que todo eso hubiese
pasado. Por primera vez desde que llegó al circo se preguntó en qué hubiese
pasado si jamás hubiera subido a ese vagón, si hubiera simplemente aceptado la
vida en casa de Nana Gigi, tal vez si lo hubiese hecho seguiría ahí teniendo una
vida parcialmente normal. Si hubiera aguantado un poco más y ahorrado
dinero para irse de una manera diferente, tal vez su vida hubiese sido muy
distinta.

 Hay una razón por la que estás aquí Naruto

La voz de Okami le sacó de sus pensamientos, giró el torso para ver a la


vampiresa a una distancia prudente y algo incómoda.

 Sé que querías estar solo pero no he podido aguantarme

Naruto miró hacia el suelo y se levantó lentamente para ir donde Okami, aún
seguía pensando en las cosas que había meditado. No había hablado con Sasuke
desde el día anterior y se le hacía realmente difícil, lidiar con semejante carga
sobre sus hombros no era nada sencillo.

 Has llegado a este sitio por una razón en especifico


 ¿Por qué sigues diciendo eso? Si yo no hubiese aparecido, nada de esto
habría pasado y ustedes estarían en paz
 ¿Es eso verdad? Te aseguro que todo tiene un sentido, este era nuestro
destino Naruto

 ¿Destino?-preguntó algo incrédulo


 Todos nos conocimos por alguna razón, estoy segura de que hay una fuerza
que nos ha unido hasta ahora. También el hecho de que te nos unieras,
estábamos destinados a conocernos, Tú y Sasuke estaban destinados

 Aún me parece difícil creerlo. Todo es complicado y ahora me entero de que


soy mitad celesta y no sé qué significa eso y encima me dicen que hora deben
protegerme

Los ojos de Naruto se fijaron en el suelo, planto la vista en la arena solo para
esquivar la de Okami. La muchacha puso su mano sobre el hombro de su
compañero para hacerle sentir mejor, ella misma se sentía culpable de los
hechos, ella había hecho que todo sucediera pero no podía detener las
consecuencias de sus actos.

 Pelearemos Naruto, todos nosotros porque este es nuestro hogar y tú formas


parte de él ahora

 Okami…
 Mi hermano mayor te ama, todos aquí lo hacemos también porque eres parte
de nuestra familia

Las palabras de Okami le hacían sentir extraño pero al mismo tiempo le


reconfortaba. La muchacha acarició la mejilla de Naruto para calmarle, él se
sintió cálido y entonces la necesidad de hablar con Sasuke le llegó de golpe.

 Mi hermano sigue en su cabaña, no ha querido salir todavía


 Gracias…

Al quedarse sola, Okami regresó al campamento, todos los demás seguían en el


comedor tomando el desayuno que ese día se había alargado ante la
preocupación de todos. La pelinegra fue rumbo al comedor para regresar al
lado de su marido pero no pudo llegar muy lejos, se mareo levemente y casi cae
al suelo pero alguien logró evitarlo.

 ¿Estás bien?-preguntó Neji

Para la buena suerte de Okami, Neji estaba pasando por ahí en ese momento y
logró evitar que esta colapsara.

 Perdona, estos días he estado muy extraña

Neji no era tonto, se había dado cuenta del extraño comportamiento de Okami
desde hacía un par de días pero no había querido comentar nada al respecto,
pero ahora que estaban los dos solos decidió que sería mejor hablar del tema.

 Okami ¿estás embarazada?

El rostro de la azabache se puso rojo hasta las orejas, esa idea había estado
rondando su cabeza desde hacía un par de días cuando empezó a sentir
malestares inusuales.

 N…No-dijo insegura
 Desayunaste una salchicha de tofu
 ¿Qué tiene de raro eso?
 Le pusiste salsa de chocolate, además Hinata me contó lo del sándwich de
pepinillos y jalea

 Bu… bueno el que haya comido algo diferente no quiere decir nada
 ¿Cuánto tienes de retraso?
 ¿Quién dice que tengo retraso?

Neji se limitó a mirarle acusatoriamente con una ceja levantada. Okami no


podía mentirle aunque hiciera su mejor intento.

 Una semana…-dijo por lo bajo


 ¿Ya le dijiste a Kiba o a Itachi?
 Claro que no, si le digo a cualquiera de ellos no dejarán que ayude en la
pelea

 Claro que no lo harán, yo…


 No le digas a nadie, te lo ruego

Un suspiro pesado salió de los labios de Neji, sabía que el guardar el secreto
sería una mala idea y que eso traería malas consecuencias pero al mismo tiempo
no quería causar más alboroto del que ya eran acreedores. El castaño asintió
lentamente para que la muchacha quedara más tranquila pero no hubo más
tiempo, los dos se quedaron quietos ante una desagradable sensación.

 ¿Lo sentiste?-preguntó Neji y Okami asintió- vamos…

 Sasuke…-le llamó Naruto entrando a la cabaña

El pelinegro seguía acostado boca arriba mirando al techo y cuando Naruto


entró ni siquiera se levantó o le miró. El menor resintió aquella indiferencia y
fue a acostarse a su lado, la noche anterior había sido realmente difícil para
ambos.

 Perdona si te hice enojar-se disculpó Naruto


 Naruto, te amo

Las palabras de Sasuke le vinieron algo de sorpresa, los sentimientos de él eran


tan claros y sinceros que Naruto sintió que el vampiro era demasiado para él. El
rubio se aproximo más a Sasuke para inclinarse y darle un beso en los labios.

 También te amo Sasuke

Sasuke se incorporó de golpe y tomó el rostro de Naruto entre sus manos para
besarlo profundamente, quería poder desaparecer junto con él a donde
pudieran estar en paz y tranquilos. Su corazón estallaría de tan solo pensar en
la idea de perderlo, él sería capaz de mover montañas con tal de ver a Naruto
sano y salvo.
 Tengo miedo Sasuke
 Yo te protegeré, pelearé contra lo que sea Naruto, así que no temas
 Pero todos van a arriesgarse por mi culpa
 Esto iba a llegar tarde o temprano, además ¿no estás emocionado por saber
de dónde vienes?

 Tal vez si yo no hubiera llegado a este lugar, jamás habría puesto en peligro a
todos

Entonces Sasuke sintió un golpe bajo, miró a Naruto fijamente con ojos
desesperados e histéricos, quería decirle tantas cosas que sentía que no podría
hacerlo.

 Si nunca hubieses llegado entonces jamás nos habríamos conocido y yo no


habría podido amarte Naruto… yo no me arrepiento de nada

Naruto cerró los ojos y una lágrima se le escurrió, él amaba tanto a Sasuke que
no podía soportar la idea de hacerle daño además todo el circo se había
convertido en su familia y los quería pero ahora se habían envuelto en una
guerra que no podía evitarse por su culpa.

 ¿Cuándo será la guerra?


 No lo sé Naruto pero está muy cerca y puedo sentirlo

Al anochecer, todo el campamento estaba en silencio y a obscuras. Todos tenían


miedo y no sabían que pasaría después pero trataban de mantenerse calmados
y serenos aunque no bajaban la guardia.

Sasuke y Naruto dormían tranquilos en su cabaña, la noche se hacía cada vez


más espesa y el aire marino les brindaba aunque fuese un poco de calma. Pero
las cosas no se quedarían así por mucho tiempo. El consejo sabía perfectamente
lo que debía hacer así que Nagato regresó al circo solo que esta vez no quería
hacer un alboroto.
La capa que traía puesta sería suficiente para poder mantener disfrazada su
esencia y no ser detectado en el campamento. Su tarea era sencilla, traer al
muchacho sano y salvo.

La cabeza de El consejo de vampiros había tardado pero al final dio con la pista
de aquel mitad celesta que tanto habían buscado.

Nagato se había convertido en la cabeza de El consejo cuando Madara Uchiha


murió siendo él el encargado de suceder su legado y seguir con sus
experimentos pero también había alcanzado el éxito gracias a aquella rara y
peligrosa habilidad suya de poder controlar la sangre.

Logró entrar al campamento sin ser detectado, ahora solo debía conseguir
encontrar al celesta y no le fue muy difícil hacerlo al ver la cabaña en donde
estaban Naruto y Sasuke. Con un movimiento rápido estuvo dentro de esta
misma y se acercó a la cama. Sasuke dormía tranquilo sobre el pecho de Naruto.

Nagato alargó su mano hasta tocar la mejilla de Naruto que despertó enseguida
y al ver a aquel individuo quiso levantarse y gritar pero no pudo. Su cuerpo
estaba paralizado por alguna razón que no entendía, empezó a sudar mucho y
su respiración se entrecortó. El vampiro mayor le hizo una seña para que
mantuviera la boca cerrada como si fuera una mala broma y entonces Naruto
sintió la sensación más repugnante de su vida.

Podía sentir con claridad la sangre de su cuerpo fluyendo, entonces empezó a


moverse pero no a su voluntad sino que aquellos movimientos eran bruscos y
forzados, Nagaro estaba controlándole. Claro que al moverse bruscamente para
ponerse de pie hizo que Sasuke se despertara.

 ¿Qué haces Naruto?-preguntó medio dormido

Entonces reacciono de a poco y al darse cuenta del intruso quiso moverse


rápidamente pero una mirada de Nagato fue suficiente para dejarlo inmóvil.

 Lamento tener que perturbar tu sueño Sasuke-empezó el cabeza de El


consejo- no he tenido más alternativa pero como sabrás tengo deberes por
cumplir y ahora este muchacho me pertenece. Quiero que le digas a Itachi que
he de perdonar al circo, no les acusaré de traición y no habrá represalias contra
ustedes ya que ahora el celesta esta bajo mi poder

Nagato tomó el mentón de Naruto que seguía temblando mientras luchaba por
conseguir el control nuevamente de su cuerpo y entonces se desvaneció en los
brazos del vampiro.

 Tranquilo, solo he detenido su flujo sanguíneo lo suficiente como para


desmayarlo pero está bien-rio tenuemente-no puedo garantizar que lo siga
estando pero bueno, te darás cuenta con el tiempo que esto será por el bien de
nuestra raza

El vampiro tomó su capa y entonces en un rápido movimiento se desvanecieron


liberando a Sasuke del control. El azabache se quedó un momento en shock,
respirando rápido y bastante confundido pero casi enseguida empezó a llorar,
había fallado la promesa que le había hecho a Naruto.

En ese momento la puerta de la cabaña se abrió de golpe dejando entrar a Itachi


que parecía histérico mirando a todas partes y al ver a Sasuke en ese estado
pudo hacerse una idea de lo que había sucedido.

 Sasuke…
 Se lo llevo…-susurró
 Sentí la presencia de Nagato pero… ¿en dónde está Naruto?
 ¡Se lo llevó!-gritó Sasuke histérico empapado en sudor y lágrimas- ¡he dejado
que se lo lleven! Nagato uso su mierda de la sangre y no me pude mover…

 Tranquilo Sasuke
 ¿¡No lo entiendes!? Le prometí que lo protegería y sin embargo yo…

No terminó de decir nada, Itachi le abrazó y sin poder hacer nada más, Sasuke
se quebró en brazos de su hermano mayor, ahora Naruto estaba al borde de la
muerte y no podía hacer nada. El escondite de Nagato, las verdaderas
intenciones de todos, las cosas más vitales les eran desconocidas.
 Lo encontraremos-le aseguró Itachi
 Pero no sabemos nada

Los dos sintieron un escalofrío en la espalda y al voltear a ver que era lo que lo
provocaba no se encontraron con otra persona más que con Kakashi quien les
miraba un tanto desesperado.

 Llegué tarde…

No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado o qué era lo que sucedió
realmente pero estaba muy confundido. Su cabeza daba vueltas y su cuerpo le
dolía en extremo, sentía nauseas y muchas ganas de llorar. Naruto abrió los ojos
lentamente encontrándose en un sitio totalmente desconocido y entonces los
recuerdos del secuestro le llegaron de golpe haciéndole incorporarse
rápidamente.

Era silencioso, estaba en un cuarto extraño y al parecer estaba encerrado en una


especie de jaula. Intentó moverse pero entonces se dio cuenta que sus manos
estaban atadas con grilletes al suelo, volvió a mirar desesperado a su alrededor
para intentar reconocer algo pero simplemente terminaba más confundido.

 Lamento haberte traído así

Naruto reconoció enseguida esa voz, no era otro más que Nagato, el cabeza de
El consejo y la persona que lo había secuestrado. El vampiro se acercó
resonando los zapatos en el suelo y provocando un eco tétrico y desesperante,
su expresión inquebrantable se mantenía en su rostro como una pintura y al
estar más cerca, Naruto pudo darse cuenta que las comisuras de su boca
estaban ligeramente levantadas.

 Creo que ya te has enterado de tu origen-comenzó el vampiro-así que me


ahorrare ese discurso. Mi nombre es Nagato, soy el cabeza de El consejo y el
hombre que dirige la investigación sobre la sangre de los celesta que comenzó
Madara Uchiha
 Ya me han contado esa historia ¿en dónde estoy?
 Este es el laboratorio en donde todo comenzó, lo reconstruí después de la
explosión para poder seguir investigando y seguir dando avances para Madara

 Pero él está muerto

Una vez más, aquella sonrisa macabra apareció en los labios de Nagato que solo
dio media vuelta y salió de la estancia pero Naruto no se quedó solo por mucho
tiempo. Al mismo tiempo que Nagato salía entro otro hombre. Su cabello negro
y largo, ojos apagados y piel pálida, tenía un horrible parecido a Sasuke, Okami
e Itachi solo que él ostentaba cicatrices de lo que parecían ser quemaduras en el
rostro.

 Es lo que todos dicen- dijo aquel hombre con voz profunda


 ¿Eres…?
 Madara Uchiha

 ¿¡Qué dices!?-exclamó Itachi

Todo el circo había salido de nueva cuenta de sus cabañas, estaban reunidos
junto a la fogata que habían prendido débilmente para poder iluminarse.
Kakashi estaba en medio explicando lo que había investigado durante tantos
años. El secuestro de Naruto había sido el detonante inminente de lo que
pasaría después y todos estaban conscientes.

 Madara no murió en esa explosión- explicó Kakashi


 ¿Cómo es eso posible?-intervino Itachi de nuevo- mi padre y yo fuimos
después de la explosión, todo estaba destruido y no quedó nada

 Todo ha sido una conspiración Itachi-retomó la palabra Kakashi-


absolutamente todo, incluso la muerte de tus padres fue orquestada por El
consejo
No había ni una sola alma que no escuchara atentamente lo que Kakashi estaba
diciendo, había llegado el momento en que ese hombre les explicara lo que por
años habían ignorado.

 Madara sabía que todo esto iba a pasar, él orquestó todo-miró alrededor-
todos y cada uno de ustedes están aquí por él

 ¿Qué dices?
 ¿Recuerdas la habilidad de tu tío?-le cuestionó a Itachi
 Lo hago vagamente… él podía saber cuándo sería atacado o algo así
 Durante años, Madara Uchiha mantuvo en secreto sus verdaderas habiliades.
Pasé casi toda mi vida investigando al responsable de la muerte de mi mujer, he
alargado mi triste existencia usando magia prohibida por llegar al fondo y al fin
lo he conseguido

 Kakashi…
 Madara Uchiha era capaz de ver el futuro. Él sabía lo que pasaría, incluso
sabía en donde se encontraría Naruto pero no podía ir más allá porque tu padre
se dio cuenta de lo que intentaría y quiso detenerlo. Fingió su muerte, así no
podrían culparlo y esperó pacientemente hasta poder infiltrarse en El consejo
usando a Nagato como su marioneta y entonces el mismo Madara inventó la
iglesia y por ende, aconsejo a las personas

Nadie se atrevía a decir nada, era como si incluso el mar no fuera capaz de
hacer un solo sonido, los integrantes del circo se miraban unos a otros
preguntándose lo que había sucedido en realidad.

 Él corrió los rumores sobre la carne de tritón, se disfrazó de chaman y


aprisionó a las veelas, incluso convenció a tu madre de dejarte-se dirigió a Kiba-
le dijo que debía soltarte en el bosque; él descubrió la entrada del reino
subterráneo de los reptilianos y también aconsejó a su creador-les dijo a los
Sabaku

 Entonces…
 Hemos sido sus marionetas durante todas nuestras vidas
Los ojos de Naruto no podían despegarse de Madara que aún mantenía esa
sonrisa sínica en sus labios. La mirada de aquel sujeto era imponente, su sola
presencia ocupaba toda la estancia y Naruto estaba cada vez más nervioso.

 ¿Por qué?-se atrevió a preguntar Naruto


 No tengo nada en contra tuyo, eso te lo prometo jovencito pero es por un
bien común, el bien de los vampiros

 Pero…
 Yo he estado tras de ti todo el tiempo, te conozco y sé lo que eres. También sé
que tus amigos van a declinar la propuesta que les hizo Nagato y van a intentar
rescatarte- negó con la cabeza- esos niños nunca aprenderán

 ¿Por qué no solo me matas de una vez?


 Este proceso es más complicado de lo que te imaginas, necesito drenar tu
sangre mientras estés con vida o entonces el trabajo no será de ayuda

Naruto se mordió el labio muy fuerte, se hizo una herida pequeña y pudo
saborear el sabor metálico de su sangre. Él no tenía nada de especial, su sangre
era como la de cualquier otra persona o eso era lo que había pensado durante
veintiún años.

 Aún no entiendo tus motivos…


 Yo lo sé todo Naruto, conozco cada detalle de lo que pasará-señaló sus ojos-
yo soy un vidente y veo el futuro, nadie puede vencerme porque yo sé cómo
terminarán las cosas… yo he hecho todo lo que conoces y he podido manipular
todo a mi antojo. Incluso tú, mi querido niño, has seguido a la perfección la
línea que he trazado para ti, solo era cuestión de tiempo para que llegaras

 ¿Qué quieres decir con que has hecho todo?


 Deja que te cuente una historia-sonrió- cuando era más joven y había hecho
mi gran descubrimiento vi en una de mis visiones como Fugaku Uchiha
frustraba mis planes así que decidí que eso no podía pasar. Tardé mucho pero
convencí a las personas de creer en falsos profetas y cosas sin sentido, logré que
ellos mismos acecinaran por mí. Tuve que hacerlo, sabía que Itachi no se
quedaría de brazos cruzados y que tarde o temprano entre su colección de
fenómenos estaría un humano, un mitad celesta

 Ellos vendrán y…
 Te aseguro que así será, planearán una estrategia basada en lo que ese mago
tonto les dirá, creerán estar tomando el camino que yo no pude ver pero
terminarán caminando hacia mi trampa-cerró los ojos-no lamentaré nada, ni
siquiera la muerte del bebé

Naruto quiso preguntar más pero Madara ya no estaba dispuesto a seguir


hablando. El vampiro rebuscó entre sus cosas y tomó un escarpelo y unos tubos
para lentamente acercarse a la jaula en donde Naruto intentó moverse pero era
inútil.

 No soy de torturar gente así que tranquilo, no vas a sentir nada

De la mesa tomó una jeringa que probablemente contendría algún tipo de


anestesia pero aún así Naruto no estaba dispuesto a eso, se movió y luchó un
poco pero a fin de cuentas la aguja terminó en el lugar en el que debía estar
haciendo que el calmante reaccionara inmediatamente.

 Es por el bien de todos-repetía-encontraré la manera de vivir para siempre,


ya lo verán… todos ellos que me dijeron que estaba loco, no sabían de lo que
soy capaz de hacer-miró a Naruto-este niño es la clave de todo… seremos
invencibles y todos los demás deberán arrodillarse ante mi, Madara, su nuevo
Dios

El vampiro desató a Naruto y sin problemas pudo trasladarlo a la mesa de


operaciones en donde puso una mascarilla en la cara del rubio para asegurarse
de que no despertara, lo necesitaba con vida hasta el último momento aunque
aún no podía darse el lujo de empezar a extraer la sangre. Sus experimentos
aún seguían siendo eso mismo, la sangre de Naruto agregaba una nueva
variable a la ecuación así que solo hizo una incisión cerca del cuello de Naruto,
donde al ver las marcas de mordidas sonrió levemente y tomó unas muestras
de sangre. Pasaría lo que restaba de la noche experimentando y puliendo los
últimos detalles para así llevar a cabo su plan.

El circo llegaría después, estaba preparado con cazadores y vampiros Strigoi


custodiando el lugar, la victoria era inminente, era solo suya.
octavo interludio
 ¡Corra princesa!-gritó el muchacho tomando la mano de su prima

Neji debía sacar del castillo a la princesa Hinata, su pueblo había orquestado un
motín contra la familia real y su deber no era otro más que proteger a la
princesa. Había personas dentro que querían acecinarla, era la última
sobreviviente de la familia real y debía morir si el pueblo quería tomar el
control.

Ambos muchachos corrieron fuera del castillo, debían esconderse y escapar


mientras podían. Su pueblo había vivido escondido durante muchos años
siendo los portadores de un don maravillosos en los ojos, capaces de ver más
allá que el ojo humano normal. La familia real era quien ostentaba ese
maravilloso poder y sus súbditos habían aceptado proteger y servirlos creando
un sistema funcional y satisfactorio para todos.

No supieron cuándo pasó pero el pueblo había comenzado a pensar en sus


gobernantes como algo llamado “demonios”. Los súbditos habían encontrado lo
que la familia real escondió por mucho tiempo, las personas descubrieron la
satisfacción de creer en un Dios idolatrando sus enseñanzas y creyendo
absolutamente en lo que un libro decía.

 Vamos princesa-continuaba Neji

Neji Hyuga pertenecía a la segunda rama de la familia real, encargado de


cuidar de la princesa Hinata Hyuga y después de aquel inesperado ataque no
pudo pensar en nada más que tomar a Hinata y escapar mientras pudieran,
sabía que mientras la princesa siguiera con vida entonces habría esperanza.

 Neji… Neji…-decía jadeante


 Aguante un poco más princesa, debemos salir de aquí
 Pero jamás hemos salido
 Deberemos hacerlo ahora
Salir del castillo había sido la parte sencilla, ahora debían escapar sin que los
vieran pues si se quedaban en los dominios del reino entonces sería solo
cuestión de tiempo para que les encontraran y acecinaran.

Lo único que veían al salir del castillo era anarquía y destrucción, las personas
solo se querían matar entre ellas usando los ideales de los que tanto presumían
y por los que habían matado a la familia real. Ahora no tenían un líder y todos
querían serlo y para eso se dedicaban a tratar de matarse.

Neji trataba de guiar a Hinata por donde fuese más seguro, necesitaba
encontrar los límites del reino para poder escapar, después de eso ya tendría
tiempo de pensar lo que harían después. Se aprovechaba del alboroto, sabiendo
que si llegaban a mirarles a los ojos se darían cuenta de quienes eran.

Corrieron hasta que los zapatos de Hinata se desgastaran lo suficiente como


para que ella misma decidiera sacárselos y seguir sin ellos. Ya estaban cerca, la
entrada escondida al reino era un pequeño túnel cubierto con árboles y maleza.

 ¡Neji!
 Debemos irnos princesa
 Pero… pero… mis padres… mi hermana
 Hinata-la tomó por los hombros-mírame

El labio inferior de Hinata empezó a temblar y sus ojos se inundaban de


lágrimas. Todo había sido terriblemente deprisa y aún no terminaba de asimilar
las cosas por completo, simplemente era muy difícil hacerlo. Ahora solo eran
ella y Neji contra todo lo demás, jamás imaginó un destino como ese, ni siquiera
en sus peores pesadillas.

 Estaremos bien-le aseguró Neji

El mayor tomó la mano de la princesa y la llevó por el túnel, cada paso se sentía
como su estuvieran más cerca de escapar. El otro lado del túnel era solo más
bosque, ambos pudieron suspirar aliviados de haber podido escapar de aquella
horda anarquista. Neji miró a su alrededor tratando de pensar en algo pero
simplemente nada se le venía a la cabeza.
 Neji…-le llamó Hinata
 Princesa trato de pensar
 Neji… Neji…
 No puedo concentrarme si sigues…

Entonces el muchacho le puso atención a Hinata para darse cuenta de que


habían sido seguidos y personas venían con armas tras ellos. Su escape había
sido frustrado y ya no le quedaba más alternativa así que solo pudo pensar en
ponerse frente a Hinata y protegerla con su vida.

 Intentaré darle tiempo princesa, escape


 No puedo dejarte aquí Neji

Hinata se aferró a su primo que no le quedó más que aceptarlo pues sin él, lo
más probable sería que Hinata moriría y así, de esa manera al menos estarían
juntos.

Pero entonces algo inesperado sucedió. Un ciervo apareció corriendo desde


alguna parte del bosque, parecía ser joven pues sus astas no eran muy grandes,
este animal logró empujar a las personas que venían para después acercarse a
Neji y Hinata. Casi como instinto, Neji se interpuso entre el animal y su
protegida pero fue esta misma la que apartó a Neji para acercarse.

 Mírale Neji-le dijo-este animal quiere ayudarnos

Neji no tuvo más que hacer caso, sus perseguidores volvían en sí. Sin pensar
más, ambos saltaron al lomo del ciervo y pudieron escapar rápidamente, el
animal les llevaba por un sendero difícil pero Hinata parecía confiar
plenamente en él así que Neji solo se limitaba a cuidar que la princesa se
mantuviera estable en el lomo del animal.

Pronto, después de lo que parecieron horas para Neji, el animal llegó a una
especie de campamento vacío. El ciervo bajo la cabeza en señal de haber llegado
y las dos personas sobre él bajaron y miraron alrededor, no había nadie pero
parecía que era un campamento recién levantado.
El ciervo caminó hasta detrás de un tronco grueso y al salir del otro lado era un
muchacho acomodándose los pantalones. Enseguida Neji se puso a la defensiva
delante de Hinata quien solo rodo los ojos y lo hizo a un lado.

 Tranquilo ¿quieres Neji? Él es el ciervo

El ojiblanco miró a Hinata a su lado y después regresó la vista al muchacho


frente a él. La princesa se acercó y le dedicó una reverencia.

 Muchas gracias-empezó ella- mi nombre es Hinata Hyuga y él es Neji Hyuga


 Soy Shukamaru Nara-les miró aburrido- ¿qué pasó ahí?
 Nos perseguían-explicó Hinata- venimos de las montañas escondidas,
nosotros somos del castillo real

 ¿Por qué estaban fuera?

Shikamaru se dio cuenta de esos ojos tan peculiares de color perla, la muchacha
tenía un rostro amable y parecía ser muy compasiva, imaginó que ella debía ser
una especie de princesa para tener un guarura. Fue cuando el castaño se fijó en
el llamado Neji que solo le miraba con desconfianza, era un muchacho un poco
mayor pero había un aire de niño reprimido.

 ¡Encontré a Okami!-se escuchó la voz de Sasuke desde uno de los rincones


del bosque

Neji y Hinata se miraron y luego a Shikamaru que se limitó a resoplar y a


hacerles una seña para que no temieran. Segundos después, Sasuke apareció
siendo seguido por Okami que tenía las rodillas raspadas.

 ¿Dónde están Sakura e Ino? Okami se…

Sasuke fue interrumpido por dos pares de ojos perla que le miraban
preocupados, giró para ver a Shikamaru que solo se encogió de hombros,
aquellos dos habían sido traídos al campamento para que seguramente se
quedaran ahí.

 Ellos son Hinata y Neji-dijo Shikamaru- les salvé hace un rato


 Ah-se limitó a decir Sasuke
 ¿Se quedarán con nosotros?-se apresuró Okami ilusionada
 No lo sé-respondió Shikamaru mirando a los recién llegados
 ¿Quedarnos?-preguntó Neji

El ojiblanco miró a su alrededor, nadie parecía estarles mintiendo. Pensó en lo


que habían dicho, quedarse, parecía una opción demasiado conveniente
tomando en cuenta que no podían regresar al reino después de lo sucedido.

 ¿Eruditos de las montañas?

La voz de Kakashi les llegó algo de sorpresa, aunque los Uchiha y Shikamaru
ya estaban acostumbrándose a eso. El mago se acercó y tomó el mentón de Neji
que se había puesto frente a Hinata un poco a la defensiva, obligó al muchacho
a verlo al único ojo visible.

 Puedes mirarme así mientras hablo, así te asegurarás de que no queremos


engañarlos

El muchacho parpadeó algo sorprendido y asintió. Una sonrisa se marcó sobre


la máscara de ese hombre tan enigmático, Neji no veía rastros de maldad en
aquel único ojo pero lo que era notable a simple vista era ese atisbo de rencor y
dolor.

 Mi nombre es Kakashi Hatake, soy un mago nómada que se ha unido a este


grupo de viajeros

 ¿Qué quieren decir con quedarnos?


 Todos aquí son huérfanos, víctimas de los seres humanos así como ustedes
¿me equivoco?

 No…
 Ustedes han perdido a sus padres ¿no es así?
 Si…
 Si no tienen a donde ir, no habrá problema en que se queden

Neji no sabía que decir, simplemente era como si todo volviera a revivirse en su
mente. Escuchó enseguida los sollozos de Hinata que había vuelto a llorar, el
ojiplata apretó los puños, le partía el corazón escuchar a su prima llorando de
esa manera tan desconsolada pero él debía ser fuerte por los dos.

 ¿Qué dicen?
 No … no lo sé-suspiró- princesa Hinata…
 Ya… ya no soy más una… una princesa-dijo limpiándose las lágrimas
 ¿Qué dices? Tú eres Hinata Hyuga, eres la siguiente en la línea real para la
corona del reino

 ¿¡Cuál reino!?-gritó histérica, algo impropio de la princesa- nuestro pueblo


ha sido destruido, nuestra familia fue acecinada ¿y tú sigues pensando que aún
puedo ser una princesa? Neji abre los ojos, ya no tenemos un lugar en nuestro
reino… ya no tenemos un lugar en el mundo

 Si que lo tienen

Los Hyuga volvieron a estremecerse, esas apariciones furtivas parecían


incómodamente frecuentes en aquel grupo tan peculiar. Esta vez era un hombre
joven de cabello negro y ojos penetrantes que se acercaba despacio y con una
enorme sonrisa en los labios.

 Me alegro que te hayamos podido encontrar-se dirigió a Okami- otra vez


 Perdóname hermano mayor
 Te he dicho que no dejes el campamento sola-suspiró-pero ahora no hay
tiempo para esto, decidiré tu castigo en la cena

Itachi dejó de mirar con severidad a su hermana menor y se volvió para mirar a
la pareja de adolescentes que les veían desconfiados (o al menos solo Neji lo
hacía). Los ojos perla estaban clavados ahora en los azabaches brillantes.
 Mi nombre es Itachi Uchiha, el dueño de este circo ambulante. Fundé este
lugar cuando nos quedamos huérfanos, desde entonces me dedico a darles una
segunda oportunidad a niños sin un sitio-miró alrededor- salgan ya chicos y
denle la bienvenida a nuestros nuevos amigos

De todas partes fueron saliendo un grupo de adolescentes bastantes peculiares


pero en vez de sentirse amenazados, podían ver amabilidad y calma.

 ¿Qué dicen?-preguntó Itachi

Neji quiso negarse, no podía fiarse de lo que estaba escuchando pero Hinata le
detuvo con una sola mirada. Con eso podían comunicarse a la perfección, los
ojos de la princesa seguían hinchados pero una sonrisa tímida se dibujó en esos
labios finos.

 Princesa…
 Ya no soy más una princesa, Neji-se limpió la cara y miró a Itachi- nos
quedaremos con ustedes

 ¡Auch!

Hinata retiró rápidamente el dedo del fuego, había insistido en ayudar con la
cena a pesar de la oposición de sus nuevas compañeras que debían cocinar. Ino
tomó la mano de la princesa y con un rápido toque lo dejó como nuevo.

 No deberías estar haciendo esto princesa-le dijo la rubia


 No, yo quiero aprender-dijo mirando como Sakura seguía cocinando-
siempre quise aprender… y solo llámame Hinata

 Es difícil pensar que saliste de un palacio, lo más cercano que tenemos de


una princesa aquí es Okami pero ella no tiene ni la gracia ni el porte de una

 ¡Oye!-gritó ofendida la pelinegra- yo puedo aprender a ser una princesa,


Hinata va a enseñarme ¿verdad?
Okami se sentó junto con Ino y Hinata, pronto se les unió Tenten que reían
juntas mientras terminaban de cocinar. A pesar de los inconvenientes, Hinata
había recuperado un poco del brillo que solía tener en el palacio pero era solo
una pequeña parte puesto que aún podía notársele algo de tristeza.

Cerca de ahí, Neji estaba sentado vigilando a Hinata que parecía bastante
complacida de haber encontrado un lugar después de todo. Los ojos del
muchacho no se despegaban de la princesa que ahora estaba aprendiendo a
hacer un buen estofado, él estaba tan concentrado en ella que ni siquiera notó a
Shikamaru acercarse.

 La chica es fuerte-dijo el castaño distraído

Neji dio un salto al escuchar a Shikamaru que ahora se había sentado con él.
Aquel chico de aspecto aburrido e indiferente era algo que definitivamente
jamás había visto, recordó su forma animal y se sonrojó un poco al pensar que
le había montado durante un largo rato antes de llegar al campamento.

Desde que tenía memoria, Neji había sido criado solo para servir a la rama
principal de la familia Hyuga, siendo su protegida la princesa Hinata quien
había sido su mejor amiga y compañía durante toda su vida. Los planes en el
castillo eran hacer un compromiso entre la princesa Hinata y Neji para
preservar la sangre real pero él no podía ver a su prima más que como eso, una
gran amiga a la que quería mucho.

La educación en el castillo era siempre estricta y conservadora, teniendo los


valores más importantes por delante. Todos en el castillo le decían a Neji que
su destino era desposar a una linda mujer (refiriéndose a Hinata) aunque a él no
le gustaba mucho la idea, él estaba más interesado en los muchachos que
entrenaban a su lado, pero jamás se atrevió a decir nada por vergüenza y por
temor a lo que podrían pensar sus padres y demás familiares de él.

Y ahora estaba frente a él Shikamaru Nara, el muchacho que los había salvado
de una muerte segura y lo que para él representaba el prototipo de chico
perfecto. No se parecía en nada a los que entrenaban en el palacio ni por asomo
pero había algo en Shikamaru que no podía dejar de llamarle la atención, solo
eran un par de adolescentes que ahora estaban ahí juntos.
 La princesa… digo, Hinata ha pasado por muchas cosas
 Tú también eres fuerte. Aún después de todo la sigues protegiendo
 Ella es mi mejor y única amiga, además de que ahora es mi única familia
 ¿Cómo era? ¿Tu pueblo natal?

Neji miró a la cara a Shikamaru, el castaño era solo un muchacho igual que él
pero aún así sintió un escalofrío recorriéndole la espalda. Aquel rostro aún con
rasgos infantiles generaba en él una sensación extraña.

 Era un lugar común y corriente supongo, nosotros jamás salimos del reino
hasta ahora y por lo que pude leer en algunos libros, nuestro reino era común

 Tus ojos-dijo Shikamaru tomando el mentón de Neji para verlo a los ojos-
¿Por qué se ven así?

 Se llama Byakugan-susurró-es el don de la familia real… nosotros podemos


ver cosas que para sus ojos no se pueden ver… como una mentira

Para Shikamaru, los ojos de Neji le parecían lo más precioso que había visto
jamás, tenían una belleza inexplicable que simplemente no terminaba de
entender. Pero no solo eran sus ojos, sino que todo en el Hyuga era bastante
bello. Piel aperlada, cabello largo, labios finos y esos enormes orbes color perla
que le adornaban esplendorosamente.

 ¿Ella es tu prometida?-preguntó Shikamaru refiriéndose a Hinata


 Si… bueno, no-sonrió de medio lado-ella es mi prima y la quiero pero jamás
podría verla como algo más

No siguieron hablando, la cena ya estaba lista y debían ir, pero esa conversación
no quedo del todo desconectada, ambos siguieron hablando después de la cena
e incluso durmieron juntos después de que Ino y Sakura no le dejaran dormir
con Hinata.
Un par de semanas habían pasado desde que los Hyuga se habían unido al
circo, rápidamente se acostumbraron a la vida ahí.

Habían recorrido un largo tramo hasta una ciudad bastante lúgubre, estaban
por celebrar un evento agridulce. Era el cumpleaños número trece de la
vampiresa menor, lo que quería decir que sería la primera vez que debería salir
a cazar.

 ¡No lo apruebo!-gritó Sasuke mientras arreglaban a su hermana menor


 No es cuestión de que lo apruebes o no-le reprimió Itachi-ella debe hacerlo
 Yo tampoco lo apruebo- siguió Kiba- el cabeza de rábano tiene razón

El que Okami cumpliera trece años quería decir que debía beber sangre por
primera vez, la noche anterior Itachi le había dado una incómoda y bastante
desordenada charla sobre lo que pasaría aunque más que orientarla había
logrado confundirla.

Por suerte, las Veelas supieron ser mejores mentoras en el tema que el líder del
circo. Sakura e Ino se habían encargado de arreglar a la vampiresa, dándole un
maquillaje que la hacía ver obscenamente mayor además de un vestido con un
corsé fácil de quitar.

 ¿Qué debo hacer?-preguntaba ella con inocencia


 Solo debes encontrar a un hombre-explicaba Ino mientras seguía aplicando
más maquillaje

 Y entonces te querrá llevar a algún lugar privado, debes ir con él-completó


Sakura

 ¿Qué sigue?-volvió a preguntar Okami

Las Veelas se miraron entre ellas con una expresión algo extraña, no podían
negar que les causaba gracia pero también algo de ternura.

 Sabrás que hacer-dijeron ambas al unísono


Mientras ellas seguían, Hinata se acercó a las demás, solo quería hablar un poco
con Okami para calmar sus nervios. La azabache trataba de mantenerse
calmada pero no podía engañar a los ojos de la princesa.

 Tranquila-le dijo Hinata acercándose- aún no has recibido la visita de la


dama roja, no hay de que preocuparse

Hinata logró calmar las ansias de Okami que se alegraba de poder tener a las
muchachas con ella, sabía que tarde o temprano sus hermanos serían
insuficientes para ella y que necesitaría algo más a su medida y agradecía poder
tenerlo.

 Estoy asustada-le confesó a Hinata

La mano cálida de la ojiplata se posó en la mejilla de Okami tratando de poder


hacerla sentir mejor. Ella hubiera preferido no hacer semejante cosa pero si no
lo hacía entonces su cuerpo empezaría a debilitarse.

 Tus instintos van a guiarte-continuó Hinata-todo saldrá bien, además si ese


hombre es brusco contigo estoy segura que Kiba y Sasuke se encargarán de él

 ¡Ten por seguro que así será!-bramó Sasuke


 Es hora-intervino Kakashi-andando

Un suspiro pesado salió de los exageradamente pintados labios de la muchacha


y siguió al mago que la llevaría junto con Itachi a lo que sería una fiesta en
algún bar de mala muerte en donde sería sencillo que algún hombre se fijara en
la joven.

Todos los demás debían esperar en el campamento, Hinata pasaría la noche


como era de costumbre con las demás muchachas y Sasuke junto con Kiba
esperarían con el ceño fruncido hasta altas horas de la noche.

Neji estaba sentado en una rama de uno de los árboles alrededor, aún seguía sin
poder asimilar las cosas y pensar todo con claridad en un sitio pacifico era sin
duda una gran idea. Pero no siempre estaba solo sino que a veces Shikamaru le
acompañaba y hablaban un buen rato y ese día no sería diferente.
 ¿Puedo subir?-preguntó Shikamaru al pie del árbol

El ojiperla asintió despacio, amaba la compañía de Shikamaru que comenzaba a


agradarle cada vez más. Sus sentimientos no le eran del todo claros pero podía
sentir como su estómago se revolvía cada vez que estaban cerca y por cada que
pensaba en eso, se reprimía mentalmente diciéndose a sí mismo que eso no era
algo digno de un Hyuga.

Shikamaru subió hasta sentarse al lado de Neji para mirar hacia la misma
dirección donde podían ver el campamento completo y a la perfección.

 Incluso aquí sigues vigilándola


 Ella es mi responsabilidad, no puedo fallarle a la memoria de toda mi familia
 Me habías mencionado que no querías comprometerte con ella ¿Por qué?

La pregunta le tomó algo por sorpresa aunque no del todo, esa era la misma
pregunta que se había hecho durante mucho tiempo. A veces pensaba que era
solo el hecho de ser Hinata, su prima y mejor amiga pero poco a poco se daba
cuenta que las niñas nunca fueron de su agrado y aquel sentimiento se había
hecho mayor al entrar a la pubertad cuando sin duda las doncellas del palacio
no despertaban en él un interés como lo hacían los chicos que entrenaban para
el ejército. Las dudas e incertidumbres siempre quedaban enterradas tras un
discurso mental sobre honor y deber en donde se reprochaba siempre por sus
propios pensamientos y deseos.

 Ella es mi mejor amiga, sería raro tener que desposarla


 ¿Te atraen los chicos?

Una vez más la pregunta hecha por Shikamaru había hecho que el Hyuga se
descolocara por un momento, había sido verdaderamente directo al respecto.

 ¿Chicos?
 Si, ya sabes, se supone que las chicas deben interesarse en los chicos y lo
mismo al revés pero… a veces las cosas no son así y algunos chicos prefieren
otros chicos
 ¿Es eso correcto?-preguntó algo abrumado
 No lo sé-suspiró-no me importa
 ¿No… no te importa?
 Claro que no, ya tenemos suficientes prejuicios como para preocuparse por
eso

 Supongo que es verdad-respondió bastante nervioso- ¿Qué hay de ti?


 ¿Yo?-sonrió de medio lado-jamás me preocupé por eso en el pasado
 Ya veo

Shikamaru miró a Neji que seguía sin quitar la vista del campamento, era
verdad decir que jamás se había detenido a pensar en ese asunto que hasta
hacía unos días permanecía sin importancia pero ahora estaba ahí sentado junto
a un muchacho realmente apuesto y lindo que no dejaba de cautivarlo.

 Pero últimamente he pensado en ese asunto-volvió a hablar


 ¿Sí?-respondió Neji fingiendo poco interés
 Sé que a mis padres no les hubiera importado lo que eligiera y también sé
que a Itachi no va a importarle así que tal vez las chicas no estén hechas para mi

 Entonces prefieres a los chicos


 Supongo que si pero, no a cualquier chico
 Es razonable, tú no eres cualquier chico tampoco

Al darse cuenta de lo que había dicho, Neji se puso rojo como un tomate,
definitivamente pensaba que Shikamaru no era cualquier chico y le incomodaba
pensar de esa manera. No podía negarse a lo inevitable y menos después de esa
conversación pero aún así no podía dejar de lado a sus antepasados, su padre y
su tío que esperaban que él pudiera convertirse en un gran hombre para traer
honor a la familia y eso involucraba casarse con una mujer y tener
descendencia.
 El chico que me gusta es especial-siguió Shikamaru-diga lo que le diga, no le
puedo mentir

Neji regresó la vista a Shikamaru muy rápido, esa indirecta había sido bastante
efectiva pero entonces antes de decir nada, los labios del ojiperla fueron
reclamados por el ciervo quien le besó de una manera especial y algo torpe,
después de todo seguía siendo su primer beso.

Por su lado, Neji resistió un poco pero terminó cayendo ante sus propios
impulsos, le devolvió el beso a Shikamaru de la misma manera.

 Definitivamente eres especial Hyuga-susurró Shikamaru sobre los labios de


Neji
vigesimo acto:“ todo por ti”
 Manténganse tranquilos-les dijo Kakashi

Después del furtivo regreso del mago al circo, habían pasado casi un día y
medio tratando de encontrar una estrategia adecuada para poder infiltrarse en
el castillo de Madara, sabían que el tiempo no estaba a su favor y que cada
segundo que perdían era un segundo en el que la vida de Naruto peligraba.

 Pelearemos hasta el final-seguía Kakashi- deberemos desistir del elemento


sorpresa, seguramente Madara ya nos estará esperando

 ¿Cómo lo haremos?-preguntó Temari-se supone que él tiene visiones del


futuro ¿no es así?

 Es verdad-continuó el mago- pero sus visiones no son definitivas, quiero


decir, las líneas temporales son frágiles y se pueden quebrar, solo necesitamos
un pequeño movimiento que cambie todo

 Pelearemos-intervino Itachi-daremos todo de nosotros, traeremos de regreso


a Naruto y nos desharemos de Madara

Las palabras de aliento de su líder servían para avivar la llama y el espíritu de


lucha que había comenzado a nacer dentro de todos. Madara había sido el
enemigo desde un principio, todos los problemas eran causados por el vampiro
mayor que solo se dedicó a mover los hilos en las sombras durante mucho
tiempo.

 Madara Uchiha fue quien nos orilló-siguió Itachi- la pelea es inevitable -miró
al redor- todos estamos juntos en esto, así ha sido siempre y así seguirá siendo

Aunque no quisieran admitirlo, todos sabían que en algún punto de sus vidas
deberían enfrentarse al consejo aunque claro que nunca se vieron en esas
circunstancias. El campamento entero desbordaba emociones, querían estar
seguros de dejar todo en orden antes de encaminarse a la pelea.

 Hasta que la muerte nos separe-dijo Kiba tomando las manos de Okami
 No digas esas cosas-le reprimió- no moriremos… no…
 Daré mi vida por ti si es necesario
 No seas tan egoísta, Kiba ¿Qué pasará después si mueres? Yo no podré
seguir viviendo

 Y lo mismo te digo a ti-pegó su frente con la de su esposa- te amo

Okami estuvo tentada a decirle sobre su embarazo pero sabía de antemano que
si abría la boca, lo más probable fuese que no la dejaran pelear a su lado y ella
estaba dispuesta a todo por proteger a los que quería y Naruto era parte de ese
grupo.

 También te amo-susurró sobre los labio del castaño

La pareja se dio un beso apasionado, Okami se sentía culpable por no poder ser
del todo sincera con su marido pero al mismo tiempo trataba de convencerse a
sí misma que lo hacía por un bien mayor, por su futuro y el de su familia.

 No va a pasarnos nada-dijo Temari con voz firme

La rubia se acercó a Tenten que terminaba de guardar sus armas. El rostro de la


castaña no podía ser otro más que de miedo y preocupación. Ella había
escuchado el discurso tanto de Kakashi como el de Itachi y aunque sentía que
era su deber estar en la batalla, no podía dejar de sentir esa opresión en su
pecho que solo la hacía dudar. El circo era su hogar y todas las personas ahí
eran su familia, quería conservarlo todo intacto pero en especial, quería
mantener a salvo a Temari.

 Sé que no pasará-contestó ella con una enorme sonrisa forzada

Temari la miró con el ceño fruncido, la conocía lo bastante bien como para saber
que Tenten estaba intranquila. La castaña trataba de no ver a la cara a su pareja,
quería evitar un momento incómodo, en concreto, no quería terminar
despidiéndose de ella.

 Tenten, mírame a la cara


 Temari-suspiró bajando más la mirada- no puedo mirarte en un momento así
 ¿Por qué?

Los ojos de la castaña se cerraron un momento para abrirse enseguida dejando


escapar una lágrima que Tenten se apresuró a secar con su antebrazo antes de
que fuera más allá. No podía ver a la cara a Temari y simplemente decirle que
tenía miedo, decirle que la amaba y que así sería siempre.

 No quiero que parezca una despedida


 No será una despedida

Lentamente Temari se sentó frente a Tenten que ya había dejado sus armas a un
lado. Las lágrimas ya eran imposibles de contener para la castaña que seguía
tratando en vano de secarlas rápidamente.

 Tenten…

Temari tomó el mentón de su compañera y le obligó a mirarla a la cara, aquellos


orbes cristalinos de reptil le hacían pensar que todo el tiempo que habían estado
juntas había sido muy poco, el tan solo recordar ese primer momento en que se
miraron y supieron que jamás se separarían era como llenar sus pechos de
sentimientos agridulces.

 Te amo tanto-sollozó Tenten


 Yo también te amo
 Quiero que sepas que te agradezco por todo el tiempo que compartimos, por
las peleas y también los momentos felices-se limpió las lágrimas-tú eres la
persona más preciada en mi vida y así será siempre

 Ahora si lo hiciste parecer una despedida-respondió la rubia con la voz


temblorosa

 Temari…
 No me voy a despedir de ti Tenten, porque regresaremos sanas y salvas
después de la pelea
Pronto Temari tampoco pudo aguantar sus propios sentimientos y terminó
llorando junto con su compañera. Las dos estaban seguras que su objetivo sería
cumplido y entonces podrían regresar a su vida cotidiana, si no peleaban
entonces corrían más peligro. No solo era Naruto, sino que eran todos ellos
pues si Madara llegaba a concretar su proyecto entonces todos corrían peligro.

En el campamento, todos estaban preparándose, asegurándose que podían


seguir adelante y dejando las cosas en su sitio por si pasaba algo malo. Sasuke
no podía evitar verlos estando tan melosos con los que querían, simplemente no
podía quedarse tranquilo sabiendo que su amado estaba en las garras de
Madara Uchiha siendo el objeto de sus experimentos.

 Lo traeremos de regreso

La mano escamosa de Lee se posó en el hombro del Uchiha haciéndolo saltar


por un instante, se volvió hacia el tritón con expresión angustiada, no le era
posible esconder sus emociones a esas alturas.

 Lee…
 Naruto es fuerte y va a poder aguantar hasta que lleguemos
 Me siento tan culpable… yo debí defenderlo, yo…
 Hiciste lo que pudiste-le interrumpió- Sasuke, no podías hacer nada contra
Nagato, nadie podía

 Él confiaba en mi
 Él confiaba en todos, deja de culparte por lo sucedido-suspiró-nadie se dio
cuenta de la presencia de Nagato y ahora solo podemos esperar

 No puedo esperar…
 No hagas nada imprudente, debes ser tú quien saque a Naruto de ahí y no
podrás hacerlo si sigues diciendo que actuaras impulsivamente-le miró muy
serio- todos tenemos miedo Sasuke, estamos conscientes de que podemos morir
pero eso no va a detenernos

 Solo quiero que esto termine…


 Lo hará pronto y después de eso tendremos una enorme fiesta, comeremos
hasta vomitar y beberemos hasta no saber de nosotros en días-sonrió
tristemente- ¿Qué dices?

 Supongo que está bien

Las palabras de Lee eran amables y gentiles, trataban de hacerle sentir mejor y
lo habían logrado. Naruto era la persona más importante en su vida y el saber
que había sido su culpa el que le secuestraran, el saber que fue débil y
sucumbió ante los poderes de Nagato, simplemente le freían los sesos.

 Estate calmado-volvió a hablar Lee-estamos todos aquí contigo y con Naruto

En su cabaña, Neji y Hinata seguían preparándose. Neji no pudo persuadir a la


antigua princesa de pelear aunque no podía negar que la ojiperla era una de las
guerreras más poderosas del que solí ser su reino.

 Iré afuera-le anunció Hinata


 ¿No prefieres descansar un poco más?
 No, además hay alguien que necesita un momento contigo a solas

Neji arqueo una ceja viendo como Hinata se retiraba de la cabaña, pero
enseguida entendió de lo que estaba hablando y quiso detenerla pero una vez
que llegó a la puerta se encontró con Shikamaru que le miraba con ojos algo
vacíos y tristes.

 ¿Puedo hablar contigo?-pidió el ciervo

El pelilargo estuvo tentado a negarse, no sabía a ciencia cierta lo que podría


pasar si se quedaba a solas con aquel muchacho pero no pudo hacerlo así que
solo se hizo a un lado para dejarlo pasar. Los dos se quedaron solos entonces,
Neji intentaba no mirarle pero podía sentir con claridad los penetrantes ojos de
su compañero.

 Estamos a punto de ir en contra de Madara


 Lo sé…-respondió Neji por lo bajo
 Neji yo…
 ¿Qué quieres?-se cruzó de brazos incómodo- sé que iremos a rescatar a
Naruto para que después puedas seguir peleándoselo a Sasuke

 No me vengas con eso ahora, ya no sabía qué más hacer para llamar tu
atención

Los brazos de Neji se apretaron un poco más mientras su mirada se desviaba


lejos de los ojos de su acompañante.

 Me has apartado durante mucho tiempo Neji Hyuga, creo que ya es hora de
que nos sinceremos de verdad-se acercó- no sé si regresaré con vida de la pelea
y es por eso que debo dejar las cosas bien en claro

 No sé a qué te refieres

Eso fue el colmo para Shikamaru que simplemente frunció el ceño y apretó los
puños, las cosas no podían quedar de esa manera. Aprovechó el momento en el
que Neji se recargo en la pared para golpear su puño en el hueco entre su
cabeza y hombro, así tendría toda su atención sin ninguna distracción.

 Mírame a los ojos-ordenó Shikamaru al ver como Neji le huía la mirada


 Shikamaru no…
 ¡Que me mires!

El cuerpo de Neji reaccionó solo, como siempre solía hacerlo ante esa actitud
tan típica de Shikamaru. Pegó sus brazos a la pared y subió la mirada para
mirar a los ojos al castaño con la cara roja como un tomate y la respiración ya
algo entrecortada.
Claro que Shikamaru enseguida se dio cuenta de la reacción de Neji,
seguramente había sido solo instinto pero estaba contento de saber que al
menos su cuerpo le recordaba. El ciervo se relajó entonces y solo miró de una
manera más suave a Neji, extrañaba de verdad esos momentos en los que solo
eran ellos dos y nada más pero jamás pensó que los prejuicios del ojiblanco
pudieran más que sus mismos sentimientos.

No hubo otra manera de responder, Shikamaru se inclinó inconscientemente


hacia Neji para besarlo pero este mismo volteó el rostro dejando a su
acompañante sin poder cumplir su cometido.

 Te amo-susurró Shikamaru
 Eso no…
 Mírame a los ojos, yo no puedo mentirte

Neji apretó los labios hasta hacerlos una fina línea, no quería regresar el rostro y
ver que las palabras de Shikamaru eran sinceras, no quería hacerlo porque él
sentía exactamente lo mismo. Le había costado mucho reprimir sus propios
sentimientos durante tanto tiempo que no podía permitirse un momento de
debilidad.

 Dime que no me amas y me iré-replicó Shikamaru-dímelo y jamás volveré a


insistirte

La boca de Neji se abrió enseguida pero nada salió, las palabras se le habían
quedado atoradas en la garganta, aunque quisiera no podía decirle a Shikamaru
que no lo amaba por una simple razón: no podía mentirle a la persona de quien
estaba enamorada.

 Anda, Neji, solo dilo y no volveré

La desesperación fue demasiada, Neji no podía decir esas palabras aun


queriendo hacerlo. No encontró una mejor manera para reaccionar que
tomando el rostro de Shikamaru entre sus manos y plantándole un lento y
profundo beso en los labios.
Esta acción fue una completa sorpresa para el ciervo quien enseguida y sin
pensárselo mucho recibió el contacto gustoso tomando a Neji de la cintura para
poder pegarlo más a él. Fue como si volvieran a ser unos adolescentes, las
hormonas les saltaban y no estaban seguros de poder controlarse.

 No pode…podemos hacer esto… no… no ahora-gimoteó Neji entre besos


 Tú comenzaste
 ¡Shikamaru!

El ciervo se separó del cuerpo de su acompañante, se tomó un momento para


poder admirar esa obra de arte que solo él era capaz de crear. Mejillas rojas,
cabello revuelto y respiración agitada, esa deliciosa visión exclusiva para
Shikamaru.

 Cuando regresemos lo haremos como es debido


 Shikamaru…
 Así que más te vale regresar sano y salvo

Una sensación cálida se apoderó del pecho de Neji haciéndolo sentir de nueva
cuenta muy bien, había olvidado lo increíble que era su compañero,
simplemente era algo que lo dejaba sin palabras pero le gustaba.

 Te digo lo mismo a ti

La mano de Shikamaru fue enseguida a la mejilla de Neji acariciando con los


nudillos, le dio un beso casto para salir de la cabaña en donde se encontró con
Hinata que estaba recargada junto a la puerta.

 Gracias Hinata
 No me lo agradezcas, solo hice lo que tenía que hacer
 No pensé que pudiera volver a besarlo de esta manera
 Neji solo es terco y orgulloso, no ha podido olvidar todas nuestras viejas
costumbres-sonrió levemente- a veces aún me llama “princesa”
Shikamaru sonrió nostálgico, recordando cuando apenas había conocido a
aquel par, cuando los había ayudado a escapar.

 ¡Maldita sea!-gritó Madara

El vampiro azotó las manos contra su mesa de trabajo tirando un par de tubos
de ensayo que se quebraron tirando su contenido, tomó las anotaciones que ya
tenía y las rompió en pedazos que tiró al suelo.

 ¡No! ¡no! ¡no!-seguía gritando

Madara miró alrededor examinando su laboratorio ya desesperado, en la mesa


de operaciones, Naruto seguía descansando inconsciente con varios cortes en
uno de los brazos. El vampiro mayor no podía darse el lujo de usar toda la
sangre del mitad celesta deliberadamente. La sangre de Naruto era la clave para
las investigaciones de Madara pero aún así no lograba hacer funcionar aquella
infusión.

Claro que había tenido avances, la sangre de Naruto era muy útil aunque no
tenía esa potencia esperada. Pero el vampiro no se daría por vencido, sabía que
debía seguir intentando.

 ¿Qué sucede maestro?-dijo Nagato irrumpiendo en la estancia


 La sangre de este chico no es suficiente
 ¿Qué dice?
 Lo que escuchaste-volvió a decir frustrado-no es lo suficientemente poderosa
 ¿Qué podrá ser?
 No sé…-refunfuñó-regresa al chico a la jaula, debo seguir trabajando

Nagato asintió despacio para proceder a cumplir las órdenes de Madara y llevar
a Naruto hasta la jaula de nueva cuenta y atarlo antes de que se despertara. Los
ojos de Nagato se volvieron de nuevo a su maestro que volvía a poner manos a
la obra así que él decidió que sería mejor retirarse y dejarlo trabajar.

 Espera Nagato
 ¿Sí?
 Dile a los demás que se preparen, ello no tardan en venir
 Estamos preparados
 No te pregunté si lo estabas-bramó-te he ordenado alistar a tus soldados,
para cuando ellos lleguen yo estaré aún trabajando y necesito tiempo

 No se preocupe por eso, nosotros haremos lo que sea posible


 Una cosa más

Nagato se detuvo a escuchar.

 Cuando lleguen, no quiero que se interpongan en el camino de mis sobrinos,


quiero que Sasuke e Itachi lleguen aquí

 Pero señor eso…


 Obedece mis ordenes

Una vez más, las palabras del líder de los vampiros hicieron estremecer por
completo a Nagato quien no pudo hacer más que asentir y salir de la habitación.

Mientras, Naruto iba despertándose de a poco. Su consciencia era recobrada


lentamente pero mientras más lo hacía, Naruto se sentía más miserable.
Lágrimas comenzaron a caer de los ojos del muchacho, no tenía fuerzas para
levantarse por la anestesia tan fuerte que le habían puesto, solo esperaba que
Sasuke no tardara.

 Sa…Sa…-susurraba Naruto para él mismo

Tenía la boca seca y apenas podía entreabrir los ojos, sabía que el efecto pasaría
dentro de unas horas pero no podía dejar de pensar en el hecho de que sus
amigos estaban a punto de ir por él. El sentimiento era agridulce, sentía que
había encontrado a los mejores amigos que jamás podía encontrar pero
sabiendo que estaban corriendo directamente hacia la boca del lobo por su
causa era lo que le dolía. Todos en el circo le preocupaban pero había una
persona en especial que rondaba por su cabeza sin parar. Sus recuerdos con
Sasuke eran ahora su más preciado motivo para seguir consciente, no quería
poner en riesgo a la persona que más amaba.

Sasuke se terminaba de preparar, continuaba nervioso y ansioso pero las


palabras de Lee le habían hecho bien y estaba más tranquilo. Partirían
enseguida, no faltaba mucho para que Itachi y Kakashi dieran la orden de salir,
el camino seria corto yendo por las redes energéticas así que no solo Sasuke,
sino que todos aprovechaban cada momento que les quedaba antes de partir.

 Oye cabeza de rábano

Kiba había irrumpido en la calma de Sasuke y aunque el vampiro le miró con


ojos matadores, en realidad se alegraba de ver ahí a su mejor amigo. El
licántropo era a quien Sasuke agradecía su aparición, sabía que su amigo podía
calmarle.

 ¿Qué quieres cerebro de pulga?


 Ya casi es hora-dijo más serio
 Yo lo sé-apretó los puños- no tienes que venir a decírmelo
 Tonto
 Mira quien habla

El licántropo se cruzó de brazos y se acercó a su cuñado con un rostro muy


serio, Sasuke también le miró igual esperando a lo que fuese a decir su
compañero.

 No mueras-soltó el licántropo
Sasuke saltó de momento por ese comentario pero enseguida entendió y
devolvió esa mirada seria a su mejor amigo.

 Lo mismo te digo, torpe, si tú mueres no te lo perdonaré


 Tonto, si tú mueres entonces mi amada esposa llorará y seré yo quien no te
perdone

 ¿Eres idiota? Si tú mueres entonces mi hermana llorará aún más y no quiero


verla sufrir

 Aún así-respondió más calmado-ella no será la única triste, cabeza de rábano

Entonces el vampiro volvió a mirar a Kiba de una manera un tanto distinta. Su


imponente figura no era de un valiente lobo sino de un muchacho asustado, se
dio cuenta que aquel hombre estaba igual o hasta más preocupado que él.

 Tú también serías una gran pérdida para todos


 Yo también pienso lo mismo-suspiró- tú eres mi mejor amigo, mi hermano
 Y tú el mío

Ambos guardaron un silencio algo largo pero increíblemente no fue incómodo,


los dos disfrutaban estando juntos, había un lazo entre ellos que nadie podía
entender fácilmente y siempre había sido de esa forma. Aún en esas
circunstancias, los dos podían comportarse como lo que eran, mejores amigos.

 Ven aquí…-susurró Kiba

La presión era mucho para ellos, necesitaban ese momento para desahogarse y
pensar un poco. Ambos se abrazaron, tratando de darse calma uno a otro,
honrando ese lazo inquebrantable que solo ellos tenían.

 Iremos por Naruto-le aseguró Kiba aún abrazado a Sasuke- lo traeremos de


regreso y le patearemos el trasero a Madara

Kiba se separó de su amigo y le miró con una sonrisa amplia pero algo triste,
Sasuke no pudo más que sonreírle de la misma manera.
 Hora de irnos

La voz de Okami les interrumpió, los dos muchachos voltearon al mismo


tiempo algo avergonzados y agradecidos de que ella no les hubiera visto
abrazados. Aquel par de palabras repercutió de una manera extraña en ellos
dos y más aún cuando fue la muchacha quien las dijo.

 Hermano, Kiba
 Enseguida vamos-se apresuró a decir Sasuke-ya vamos…
 Antes de eso-volvió a decir Okami- cuídense mucho en la pelea, los amo

Dicho esto, ella salió rápidamente para que no la vieran llorar, no quería
preocuparles más de lo que ya lo estaban. Ella puso su mano sobre su vientre,
quería ser fuerte por ella y por lo que vendría, ahora ya no era solo una vida,
debía velar por la criatura que estaba creciendo en su interior.

 Cielo santo-suspiró- estaremos bien bebé ¿verdad?

El atardecer no se hizo esperar, Sasuke observó la puesta de sol calmadamente


pensando en Naruto, él quería hacer eso a su lado y si quería cumplir esa
promesa entonces debía pelear.

 Date prisa-escuchó a su espalda

Sasuke asintió despacio para respirar profundo, llevó la mano a su cinturón en


donde guardaba esas cuchillas que por mucho tiempo habían permanecido
guardadas.

 Es hora-dijo para él mismo

Al salir por aquel portal energético, los muchachos se encontraron en un


obscuro bosque, más adelante estaría la mansión de Madara. Kakashi iba al
frente mirando cuidadoso sabiendo que eran observados.
 Es muy valiente de su parte venir hasta acá

Sasori apareció de entre las sombras, no iba con su capa como normalmente
acostumbraba sino que llevaba ropa ligera y listo para la pelea. Los árboles y
arbustos comenzaron a moverse a su alrededor dejando ver a varios hombres
preparados y armados.

 Veo que ya nos esperaban-comentó Kakashi tranquilamente

No se necesitó más, el grupo de hombres saltó listo para atacar. Cada uno fue
interceptado, la pelea había comenzado.
ultimo interludio
Aunque podrías escuchar los pasos desde la otra esquina, los dos hombres
fornidos que caminaban por el pasillo no pensaban en mucho. Iban hacia el
laboratorio para un nuevo proyecto que era su única preocupación. El
comandante les había dado la orden de encontrar algo nuevo, especial, debían
buscar algo que todos querían pero que nadie había conseguido. Un soldado
perfecto.

Era una época difícil, la guerra había azotado desde hacía un par de años y las
personas solo buscaban su bienestar. Aquellos científicos contratados por el
gobierno solo hacían eso, tratar de sobrevivir.

Su líder, un hombre poderoso y aclamado por su pueblo pero repudiado por los
demás era quien había dado la orden de experimentar hasta que encontrara lo
deseado. Nos les era difícil encontrar conejillos de indias, huérfanos y viudas
abundaban por las calles siendo esto el gran regalo que había dejado la guerra.

Avanzaban, la creación de estos seres comenzaba a ser un futuro más que un


simple sueño. Todo se mantenía en secreto, la guerra les mantenía en una
tensión perpetua y paranoia sobre la información que se filtraba.

El par de hombres llegó al laboratorio, en el centro había tres contenedores


tubulares, en cada uno descansaban suspendidos en líquido extraño tres
jóvenes. Del lado derecho una muchacha, del otro un chico y en medio estaba el
que consideraban como el menor, un muchacho pelirrojo.

 El progreso es impresionante-dijo el primer hombre


 Nuestro jefe estará contento
 Si las cosas siguen así, el mismo führer vendrá aquí
 Eso es perfecto… ¿Qué tenemos hasta ahora?
 Lo averiguaremos
Ese momento era el más crítico en el proyecto, el botón rojo que resaltaba en el
tablero de operaciones fue oprimido. El líquido en los contenedores comenzó a
drenarse. Habían logrado burlar a Dios, ellos mismos habían podido desafiar a
la naturaleza y crear vida pero no cualquier clase de vida, no, ellos habían
construido humanos.

Cada molécula, átomo y partícula que conformaban aquellos tres cuerpos había
sido creado en un laboratorio. Seres genéticamente creados, súper soldados y el
futuro del planeta en armas.

Los hombres se acercaron más, los tres individuos en los tubos permanecían de
pie y con los ojos cerrados, los científicos querían verlos moverse, querían estar
seguros de haber hecho el trabajo correctamente.

 Mira-musitó uno de los hombres a su compañero emocionado

Los dos vieron hacia sus creaciones fascinados, los dos jóvenes a los lados
permanecían igual pero el muchacho de en medio había abierto los ojos y los
miraba con esos orbes aguamarina vacíos y profundos.

 No puedo creer que hayamos terminado en la mitad de la guerra… de


nuevo-protestó Sasuke

Después de la primer guerra mundial, las cosas fueron más complicadas para el
circo aunque no todo era realmente malo, habían logrado hacerse de una carpa
y unos vehículos con motor para trasladarse pero el estallido de la segunda
guerra complicó las cosas.

 Los humanos se matan entre ellos-comentó Shikamaru en voz baja- campos


de concentración… ¿Qué más sigue?

Todos iban en silencio, el miedo era parte de su grupo desde que la guerra
había estallado. Los humanos se volvían cada vez peores, ya no repudiaban a
las criaturas como ellas sino que ahora se dedicaban a matarse entre ellos. Claro
que esto no quería decir que estaban a salvo, todo lo contrario, al ser ellos
diferentes y extraños podían desatar una paranoia peor.
 Criaturas bárbaras…-musitó Neji- no han aprendido nada

El camino por el que iban era irregular, el frío les calaba los huesos y no veían el
momento de poder detenerse a tomar un descanso. No pasó mucho hasta que
detuvieron el vehículo y todos bajaron a estirar las piernas, no podían dejar de
ver el ambiente en el que se encontraban en ese momento. Casas pequeñas y
todas cerradas, estaban en una zona pobre en donde la guerra había sido más
agresiva.

 Aquí no hay soldados-comentó Sakura algo aliviada

Siendo cirqueros, su sustento había quedado reducido a casi nada tomando en


cuenta que las personas no tenían ni un solo centavo para gastar en extraños
haciendo trucos de magia. A veces se ganaban un par de monedas trabajando
para granjeros lo suficientemente confiados (por no decir ingenuos) que les
dejaban ayudar pero en situaciones como esa, las posibilidades se reducían.

Por su parte, Kakashi permanecía a la expectativa, miraba a todos lados


asegurándose de no ser seguidos por nadie, no quería terminar en un campo de
concentración. El mago miró alrededor suyo encontrando carteles nazis y
esvásticas pintadas en las paredes de las casas.

 Itachi-llamó al vampiro

Itachi volteó enseguida, se había distraído vigilando a los muchachos que


preferían permanecer juntos a explorar libremente como solían hacerlo. Al
pelinegro le encantaba mirar a sus hermanos y a los demás muchachos que
ahora eran jóvenes, estaban cerca de alcanzar una edad en la que envejecerían
muy lentamente.

 ¿Qué sucede?
 He recibido algo de información
 ¿Qué tienes?
 Estos tipos-señaló a un cartelón nazi- están haciendo experimentos raros,
creo haber escuchado algo sobre crear humanos perfectos
 ¿Humanos perfectos?
 Así lo llaman ellos-suspiró- no hacen más que jugar con su propia genética
 Increíble-suspiró- los humanos nunca aprenden, primero nos mataban por
ser diferentes y ahora que nos creen solo un mito, se matan entre ellos por no
tener las mismas ideas-negó con la cabeza- esto solo los llevará a la extinción

 Ellos lo consiguieron, crearon vida

Itachi se quedó callado un momento, miró más serio a Kakashi que se mantenía
sereno pero al mismo tiempo su único ojo visible dejaba en evidencia esa
incertidumbre.

 ¿Qué son?
 Ellos les llaman “súper soldados” son entes genéticamente creados a su
imagen y semejanza, tienen habilidades especiales que les haría invencibles
contra las armas humanas… o eso es lo que escuché

 Entonces debemos salir de este país lo más rápido que…


 No, de ninguna manera
 ¿Qué dices?
 ¿No lo has entendido? No podemos irnos, tenemos que destruir a esos entes
antes de que se complete el proyecto

El vampiro miró a su compañero extrañado, por lo general Kakashi no se


involucraba en los asuntos humanos y la guerra era uno de esos asuntos en los
que estaba mejor no inmiscuirse. El hecho de que Kakashi estuviera interesado
en aquel experimento quería decir que merecía su atención.

 Kakashi…
 Ellos ya no son niños, míralos, pueden defenderse y ya es hora de que
empiecen a madurar como deben, y eso te incluye a ti, Itachi

Las palabras de Kakashi eran duras y contundentes pero no decían nada más
que la verdad. Esos eran tiempos difíciles y necesitaban de toda la ayuda
posible y si eso significaba frustrar los planes de los humanos entonces eso
harían. El mago tenía razón, si esos seres lograban salir a la luz, si lograban
reproducirse entonces sería el fin de toda la vida en general.

 ¡Reúnanse!-ordeno el mago

Todos los muchachos dejaron lo que hacían y se reunieron. Trataban de


mantenerse juntos, hacía mucho frio como para andar corriendo por todos
lados además que si alguno se separaba entonces estarían en un gran peligro.
Bombardeos y soldados, sin mencionar la caza despiadada de judíos.

 ¿Qué sucede, Maestro Kakashi?-preguntó Okami muy propia


 Los traje hasta este lugar-comenzó el peliblanco- por una razón en específico,
quiero que me escuchen bien porque estamos a punto de ir a un lugar peligroso

Un par de días más tarde, el laboratorio continuaba con las pruebas para poder
tener todo listo a la llegada de su jefe máximo que al escuchar la noticia quedo
fascinado con la idea de poder tener a estos soldados perfectos al frente de sus
filas.

Los científicos estaban en un cuarto tenuemente iluminado, tomaban notas sin


despegar los ojos del vidrio frente a ellos. Dentro del cuarto contiguo estaban
los tres seres que habían logrado crear, habían hecho muchas pruebas y los
resultados eran mejores de lo esperado.

La muchacha rubia a la que nombraron “Prototipo 001” por ser la primera,


podía cargar toneladas sin fatigarse; el castaño denominado como “prototipo
002” tenía un factor que lo hacía inmune a las heridas, claro que debía
concentrarse pero el hecho de poder endurecer sus órganos para protegerlos de
un arma ya era bastante; y entonces estaba el último, “Prototipo 003” él más
joven (por decirlo de alguna manera) de los tres, sus habilidades especiales aún
no estaban del todo claras pero era este mismo quien les interesaba más a los
científicos.
El cuarto en el que se encontraban los tres individuos era todo blanco y bien
iluminado, ellos estaban vestidos con camisones de este mismo color. No había
mucho movimiento adentro, los tres permanecían en silencio.

“Nos han creado para destruir”

El Prototipo 001 y 002 se quedaron quietos, habían escuchado una voz extraña
en sus cabezas, no había ruido a su alrededor y sin embargo habían sido
capaces de escuchar con claridad esa frase.

“Soy el que ellos han llamado Prototipo 003. Hermanos. He sido dotado con un
poder que estos humanos no entenderían, también me han dado conocimientos
que, al igual que ustedes, pude digerir de una manera alternativa.

<<No somos humanos, no somos como ellos. Ante sus ojos somos armas de
guerra aunque sé que ese término, “guerra” se nos ha presentado como algo
bueno, les prometo que no lo es.”

Los dos restantes escuchaban internamente sin hacer ningún movimiento, no


querían que los hombres que los vigilaban al otro lado del vidrio les
interrumpiera.

“Somos armas, ellos acecinaran inocentes usándonos. Debemos desaparecer el


lugar en el que nos crearon, debemos acabar con ellos y después acabar con
nosotros mismos”

Se suponía que ninguno de los tres experimentos debía desarrollar una


conciencia propia, uno de los mayores atributos en los que habían trabajado
arduamente era el hecho de hacer las mentes de estos mismos maleables, listos
para recibir órdenes sin cuestionarse, pelear hasta morir lo cual sería bastante
difícil tomando en cuenta sus genes modificados.

 ¿Por qué tenemos que hacer el trabajo sucio?-reprochó Sasuke


 Porque somos los más adecuados para esto, cabeza de rábano-le contestó
Kiba
Kakashi había designado a Okami, Sasuke y Kiba como los encargados de la
misión, aunque originalmente solo habían sido los hermanos Uchiha pero Kiba
se negó rotundamente a dejar ir sola a la pelinegra.

 Cállense los dos-replicó la muchacha-nos van a descubrir

Su trabajo no sería sencillo, debían infiltrarse sin ser detectados en el laboratorio


en donde se llevaría a cabo el proyecto, acabar con los seres genéticamente
creados y después pondrían un sello que Kakashi activaría a distancia y volaría
el lugar.

Pasillo tras pasillo, las paredes de metal eran frías y todo el lugar tétrico,
escuchaban cada paso que daban. Trataban de ser sigilosos, los hermanos
vampiros podían cumplir con eso pero al licántropo (que había dejado a su
perro mascota a petición de Kakashi) le costaba mucho poder hacerlo.

 Kiba, no pises tan fuerte-le regañó Okami

Las mejillas del licántropo se tornaron de rojo intenso, había pasado toda su
vida al lado de Okami y aún seguía sintiéndose como tonto al hacer esa clase de
cosas. No entendía la razón por la que su pecho le dolía tanto al estar a su lado,
el sentimiento de querer protegerla había cambiado en algún punto. El
impregnarse significaba querer proteger a una persona no importa las
circunstancias pero en algún momento ese sentimiento se había intensificado y
mutado en algo muy difícil de asimilar.

 Ahí-apuntó Okami
 El laboratorio-musitó Sasuke
 La puerta parece asegurada ¿Cómo entraremos?
 La derribaré de un zarpazo y…
 No, Kiba-le detuvo la muchacha-si haces eso te lastimarás, llamarás la
atención y no lograrás abrir nada
Una vez más, Kiba sintió como si le golpearan el pecho, seguía diciendo cosas
tontas y avergonzándose. Todo esto parecía hacerle gracia a Sasuke quien le
hacía señas y se burlaba silenciosamente del licántropo.

 Alguien se acerca…

El sonido de pasos pesados se acercaba desde el otro lado del pasillo, ellos se
escondieron en la esquina, eso era justo lo que necesitaban. Cuando pasó a su
lado, Sasuke rápidamente noqueo al sujeto y lo arrastró hasta donde estaban.

 Busquen en sus bolsillos-ordenó Okami leyendo la identificación que pendía


en su ropa- creo que aquí dice que es uno de los científicos, él debe tener una
manera de entrar

No tuvieron que buscar mucho, en el bolsillo de su pantalón había un papel con


una combinación escondida. Los dos muchachos intentaron leer, pero el idioma
era muy distinto al suyo y les costaba mucho trabajo.

 Denme eso-les ordeno Okami-eso les pasa por no querer tomar las lecciones
que el maestro Kakashi nos da a los demás… debí traer a Lee en vez de a estos
dos-susurró lo último

La vampiresa tomó el papel y cuidando de no ser vista, puso la combinación y


el candado de la puerta se abrió. Los tres entraron, su plan estaba funcionando
a la perfección y entonces, viendo alrededor miraron el vidrio en donde había
tres chicos. Los pelos de la nuca se les erizaron al darse cuenta que el pelirrojo
les miraba fijamente.

 Okami…-le llamó Kiba

“Tú puedes escucharme ¿no?”

Okami dio un paso atrás al escuchar la voz de ese muchacho retumbando en su


subconsciente, normalmente necesitaba concentrarse para poder recibir algo,
después de todo aún no controlaba del todo sus poderes.

“s…si” atinó a regresar el mensaje “¿Ustedes… ustedes son…?”


“No hay tiempo para presentaciones señorita, abra la puerta que está junto al
vidrio, yo le diré la combinación mientras lo hace”

 ¿Okami?-le llamó Kiba al ver que no se movía-¿estás bien?... sé que ellos se


ven algo…

 El pelirrojo está hablándome, guarda silencio

La muchacha se acercó a la puerta bajo la mirada atenta de su hermano y su


amigo quienes sabían que era inútil detenerla, además parecía saber lo que
hacía poniendo la combinación correcta en el candado de la siguiente puerta.

 Parece que has estado metiendo la pata en grande-se burló Sasuke


 Ca….Cállate cabeza de rábano
 Tonto, si sigues así, deberás soportar proteger a una mujer que no te ama

El intento de réplica de Kiba se vio interrumpido por el sonido del pestillo


abriéndose. Su misión estaba casi terminada, solo debían aniquilar a esos tres
individuos y después volar en pedazos el lugar. En cuanto Okami entró en el
cuarto, el pelirrojo se puso de pie y la miró con ojos vacíos pero melancólicos.

 Nos crearon para la destrucción-empezó a hablar-debemos desaparecer por


el bien de los seres vivos- miró a Okami- sé a qué han venido y se los agradezco
mucho, por favor, terminen con nuestras existencias y después destruyan el
laboratorio solo entonces…

La mano de la muchacha fue directo a la mejilla del pelirrojo quien entonces le


dedicó una mirada histérica y hasta incrédula.

 No puedo hacerlo-susurró ella


 Tienes que hacerlo-replicó el pelirrojo-si no nos eliminas, entonces ellos nos
usarán

 No pasará-aseguró Sasuke entrando

Su tarea era terminar con el experimento pero Sasuke conocía bastante bien a su
hermana menor como para saber que una vez que estuvieran a punto de hacer
lo que debían, ella se retractaría. Pero no podía culparla, esos tres individuos
estaban vivos después de todo, no habían pedido ser creados y sobre todo, no
eran peligrosos.

 Salgamos de aquí-atinó a decir Sasuke

Una estruendosa explosión se escuchó a lo lejos, Kakashi supo que la tarea


había sido cumplida. Solo era cuestión de tiempo para que sus aprendices
llegaran, todos los demás esperaban tranquilos en una parte desierta
relativamente cercana a lo que había sido un laboratorio nazi destinado a
estudios y proyectos que jamás debían ver la luz del sol.

 Maestro Kakashi-se acercó Lee al escuchar el estruendo


 No tardarán en llegar
 ¿Cree que cumplirán la tarea?
 Parcialmente
 ¿Parcialmente?
 Así es-suspiró- es por eso que envié a Okami con ellos, si solo hubiesen ido
Sasuke y Kiba entonces los hubieran aniquilado sin haber meditado las cosas

Lee quiso preguntar a qué se refería Kakashi pero entonces fueron


interrumpidos por un portal energético que se abría cerca dejando salir a los
hermanos Uchiha, al licántropo y tras ellos había tres chicos más. Enseguida
todos miraron a los recién llegados que permanecían en silencio y mirando
cautelosos.

 Maestro Kakashi nosotros…-intentó hablar rápidamente Okami, pensando


en que estarían enojados

 No, sabía que esto terminaría pasando-contestó el peliblanco muy sereno


El mago se acercó a los experimentos y los miró bien a los tres comprendiendo
rápidamente su existencia, seguramente ellos le habrían pedido a sus
aprendices que acabaran con ellos como lo hicieron con el laboratorio pero
Kakashi conocía perfectamente al grupo al que había enviado a cumplir con el
mandato.

 Gaara, Temari y Kankuro-dijo Kakashi y los tres le miraron extrañados-


serán sus nombres de ahora en adelante y ahora-miró a las Veelas- denles algo
para vestirse, está empezando a hacer mucho frío

Después de un par de horas, los tres experimentos estaban sentados juntos


frente al fuego. Aún no hablaban, no comían ni miraban a nadie más que no
fuera entre ellos. Todos los demás en el circo se mantenían a una distancia pues
al no saber lo que podían ser esos tres entonces preferían mantenerse lejos.

 Tú leíste mi mente

La menor de los Uchiha se acercó a los tres se sentó a un lado de ellos que solo
le miraron algo confundidos.

 Así es-contestó Gaara


 Perdónenme pero me tomé la libertad de poder ver un poco dentro de sus
mentes-se disculpó- sus conocimientos son…

 Implantados-completó de nuevo el pelirrojo- prototipo… quiero decir,


Kankuro puede endurecer sus órganos produciendo células extras y Temari
tiene una fuerza sobre humana

 Ya lo sé, pero ¿y tú?

Gaara parpadeo algo sorprendido pero enseguida miró a la pelinegra de una


manera distinta y sonrió levemente. Sus poderes eran más complicados de
explicar, su cuerpo era débil y definitivamente no serviría para una batalla real
pero sin embargo, sus capacidades llegaban más allá de lo imaginado por
aquellos que lo crearon.
 Yo salí defectuoso
 ¿Defectuoso?
 Se suponía que debía tener una combinación de fuerza y resistencia, es decir,
poder hacer lo que mis hermanos pero… yo solo puedo usar mi mente

 Entonces…
 Soy capaz de controlar mi cerebro al cien por ciento, es por eso que yo debía
ser aniquilado, soy el más peligroso de todos

 Tu controlas el cien por ciento de tu cerebro… eso quiere decir que no solo
tienes una combinación de poderes sino que…

 Mi mente es mi mayor arma, podría hacer volar a una persona con tan solo
mirarla-suspiró-jamás dejé que ellos vieran mi verdadera capacidad

Los ojos azabache de la muchacha miró a su alrededor, como si llamara con la


mirada a todos sus compañeros que de alguna manera entendieron la indirecta
y se acercaron. Todos y cada uno de los muchachos se sentó cerca, esos tres
individuos ahora eran parte de la enorme y gran familia que habían llegado a
formar juntos.

La muchacha se movió y se sentó junto al castaño que Kakashi había nombrado


como “Kankuro” y le sonrió sonrojada, definitivamente ese individuo había
logrado cautivarla de una manera que ningún otro muchacho lo había hecho.

 Te lo dije

La voz de Sasuke tomó por sorpresa a Kiba que no dejaba de vigilar a Okami
junto con Akamaru. El castaño giró la cabeza a encontrarse con su azabache
amigo que le sonreía de una manera burlona.

 Te lo advertí, cerebro de pulga


 Cierra la boca-dijo en un susurro
 Te enamoraste de mi hermana y la dejaste ir tras alguien más, eres un
estúpido
 Yo estoy impregnado de ella, eso no significa que…
 No me vengas con excusas, tonto, te lo has ganado
 No me importa
 ¿Qué dices?
 Enamorado o no, aún quiero seguirle a donde esté y eso incluye verla feliz-
suspiró- si eso quiere decir que su felicidad está con alguien más entonces por
mi está bien

 Idiota…
 ¿Qué sabes tú de esto? Nunca te has enamorado, solo te dedicas a
mordisquear chicas con grandes pechos

 Eso comprueba lo que digo, eres un idiota-se cruzó de brazos- la sangre de


las chicas, y más aún de las rubias, es más dulce… ellas no me interesan

 ¿De verdad?
 Mira, te lo diré pero no quiero que lo andes divulgando por ahí, torpe
 ¿Qué cosa?
 Empiezo a pensar que las chicas no son lo mío… siempre que estoy de caza
imagino a un muchacho en lugar de ellas-sonrió de medio lado- uno que sea
rubio… tal vez ojos azules

El licántropo se limitó a mirar extrañado a su amigo, habían estado juntos


durante mucho tiempo y el hecho de que Sasuke le dijera algo tan personal que
ni sus hermanos sabían era algo que le hacía feliz en un sentido extraño,
después de todo, el vampiro y él tenían un lazo raro que se había formado
después de tantos años juntos.

 Cabeza de rábano
 Cerebro de pulga
La noche no se hizo esperar y el frio viento resoplaba entre las ramas de los
árboles, era una noche tranquila a pesar de las circunstancias. Era obvio que el
ejército iría a investigar la misteriosa explosión del más importante laboratorio
(en ese momento) y poder ver si rescataban algo del proyecto.

 ¿Qué haces aquí afuera tan tarde?

La calma de la perfecta noche de Kakashi se vio interrumpida por Itachi que


había salido a dar una vuelta y se encontró con el mago, lo cual no era extraño
tomando en cuenta la personalidad tan excéntrica del peliblanco.

 Lo mismo te pregunto Itachi


 Sentí la necesidad de salir un rato
 Una bruja una vez me dijo “Las casualidades no existen, solo lo inevitable”
ella sabía de qué hablaba, podía controlar las dimensiones. ¿Alguna vez
escuchaste ese dicho?

 Si, lo he escuchado algunas veces ¿Por qué?


 Todos estamos conectados, Itachi, todo lo que hacemos, decimos y hasta
pensamos, está cuidadosamente planeado por una fuerza invisible que nos une.
Todo nuestro viaje, lo que hemos visto y aprendido, absolutamente todo tiene
un propósito, mi querido amigo

 ¿Por qué me dices todo esto?


 Has madurado, ya eres lo suficientemente capaz de dirigirlos sabiamente
 Kakashi…
 Es hora de que yo me separe de ustedes

Las palabras del mago golpearon fuerte al vampiro. ¿Dejarlos? ¿qué era lo que
estaba diciendo? Habían pasado mucho juntos, absolutamente toda la infancia
de sus hermanos, su misma adolescencia y madurez la había pasado al lado del
mago que después de tanto tiempo había llegado a convertirse en un segundo
padre no solo para él, sino para todos.
 Pero ¿Por qué?
 Todo tiene un ciclo y el mío aquí ha concluido-miró a Itachi-sé que serás un
buen líder, estás preparado y eso lo sé

 ¿Nos volveremos a ver?


 Claro que lo haremos Itachi, recuerda que estamos conectados, todos
ultimo acto:“ el final”
 ¡Cuidado!

Un cuchillo salió volando impactando directamente en la garganta de un


cazador, la puntería de Tenten era siempre certera, nunca fallaba un tiro,
además de contar con el mejor ayudante de todos. Aprovechando la confusión,
Lee saltó a la espalda del sujeto y con un movimiento rápido le giró la cabeza
rompiéndole el cuello.

 Son buenos-replicó un cazador más-pero no lo suficiente

Pero antes de que su ataque llegara a la muchacha fue interceptado por


Kankuro. La pelea era intensa, armas, patadas y rasguños volaban por todas
partes.

 Diablos-decía Okami entre dientes

La pelinegra podía hacerles frente a los cazadores, pero eran demasiados y


después de haber noqueado a uno sintió a alguien detrás de ella pero había
reaccionado muy tarde. Contuvo la respiración un milisegundo esperando
recibir el ataque pero entonces escuchó un gruñido fuerte, se giró para
encontrar a Akamaru mordiendo al cazador y entonces apareció un segundo
perro solo que este era mucho más grande que Akamaru y de color castaño.

 ¡Kiba!-le llamó Okami

El perro solo se limitó a mirarla con desesperación, la pelinegra sintió


enseguida la indirecta y volvió la atención a la pelea. Okami tenía un poco más
para cuidar, necesitaba mantenerse más alerta si quería ser de utilidad.

Sasuke e Itachi avanzaban rápido, sabían que Madara planeaba algo cuando
ninguno de los cazadores se molestó en detenerlos. El castillo estaba cada vez
más cerca y los dos hermanos no podían contener toda la emoción.
 Los esperábamos-dijo uno de los cazadores a la entrada

Se trataba de Sasori que estaba cruzado de brazos recargado en la entrada. El


pelirrojo sonrió y enseguida se lanzó sobre los dos hermanos que se pusieron en
guardia pero antes de que llegara, una estaca atravesó el pecho de su atacante.
El cuerpo del cazador cayó de rodillas y miró sobre su hombro.

 Estamos a mano, Sasori

Deidara había aparecido en el momento más oportuno, sus ojos estaban puestos
solo en los de Sasori hasta que este simplemente se desplomó en el suelo ya sin
vida y fue cuando volvió la mirada a los hermanos.

 Gracias Deidara-se apresuró Sasuke


 No hay de que, ahora entren, yo me quedaré aquí por si alguien intenta
interrumpir

Sasuke asintió y entró rápidamente pero Itachi se quedó ahí un poco más, el
hecho de ver a Deidara ahí ayudándoles había sido como la mayor bofetada.

 Sé que no es el mejor momento Deidara pero…


 Exacto-le interrumpió-no es el mejor momento, hablaremos después de que
todo esto termine así que asegúrate de regresar completo

Una sonrisilla tenue se dibujó en los labios del rubio haciendo que el vampiro se
sintiera miserable, por un momento deseo no estar ahí mismo, quería tomar a
Deidara y llevárselo lejos a un sitio en donde solo estuvieran ellos dos. Pero no
era posible, regresó la mirada al frente y siguió adelante.

Entraron a la mansión, había una obscuridad espesa y un ambiente tenso,


ambos hermanos sintieron enseguida la presencia de un cazador en particular y
después de unos segundos, Hidan apareció de entre las penumbras con esa
sonrisa histérica que ponía los pelos de punta.

 ¡Itachi!-saludó el cazador animado- lamento decirte que solo puedo dejar


pasar a Sasuke, espero que no te moleste quedarte conmigo
Itachi apretó los puños mirando con odio al cazador, tenía mucha ira reprimida
y no solo por el asunto de Naruto, sino que más que eso, estaba furioso por lo
que le habían orillado a hacerle a Deidara.

 Ve adelante Sasuke-le dijo Itachi tronándose los nudillos-yo me encargo de


este idiota

Al parecer Madara tenía algo planeado, Sasuke estaba consciente de que el


vampiro mayor debía tener algo esperándolo a él precisamente. Pero no había
tiempo que perder, el azabache menor pasó corriendo al lado de Hidan que
volvió a sonreír de una forma simplemente espeluznante mientras
desenvainaba una enorme espada.

 Eres muy anticuado Hidan


 ¿Qué hay de ti?-rió

Durante todos sus años, Itachi no había tenido que usar la nigromancia pero
estaba seguro de que había aprendido a usar la magia lo bastante bien. Junto las
palmas de sus manos y las separó muy lento y mientras lo hacía, una enorme
cuchilla se mostraba.

Para cuando Itachi terminó, tenía en las manos una enorme espada brillante.
Tenía el arma que solo usaba cuando estaban en verdadero peligro, del mango
de esta misma salieron lo que parecían ser enredaderas con espinas que
enrollaron y clavaron en los brazos del vampiro.

 Una espada maldita-susurro Hidan


 Así es-afirmó Itachi-mi sangre le alimenta

Un intercambió más de miradas y se lanzaron al combate, ambos deban pelea y


no cedían, claro que el azabache llevaba algo de ventaja pero el cazador era
rápido y no caería fácilmente. Itachi solo pensaba en terminar con eso para ir a
ayudar a Sasuke.
Sasuke no había parado desde que puso un pie en la mansión, el lugar era
enorme y eso solo hacía complicadas las cosas. Escaleras y cuartos, puertas y
pasillos interminables eran como la perdición del azabache al no poder
encontrar a Naruto. Entonces vio unas escaleras en las que no se había fijado y
sin pensarlo dos veces subió corriendo, podía sentirlo, la presencia de Madara
estaba cerca pero sobre todo, podía sentir a Naruto.

Prácticamente derribó la puerta que le estorbaba y cuando entró se le heló la


sangre. Era el laboratorio de Madara en donde este mismo seguía concentrado
en su trabajo, pero lo que hizo que despertara su instinto asesino era lo que
estaba a las espaldas del vampiro mayor.

En una enorme jaula estaba Naruto amarrado de pies y manos con grilletes,
tenía heridas poco profundas por todo su pecho desnudo, además de que
parecía débil y apenas podía mantener los ojos abiertos.

 Ah sobrino-dijo Madara levantando los ojos de su trabajo- te estaba


esperando

El azabache apretaba los puños y temblaba de puro coraje, si hubiese podido,


hubiera matado a Madara con una sola mirada. Entonces cuando dio un paso al
frente fue detenido por alguien, sintió su cuerpo pesado una vez más y eso solo
podía ser obra de Nagato, este mismo se acercó lento desde detrás de Sasuke
hasta entrar al laboratorio con ellos.

 Lamento que tengamos que detenerte-siguió el vampiro-pero


lamentablemente aún me encuentro experimentando, la sangre de este chico es
caprichosa pero la haré funcionar así tenga que drenarle hasta la última gota de
su cuerpo

Parecía como si Madara estuviera haciéndolo a propósito, seguía mezclando y


en cuanto se acercó a la jaula de Naruto, Sasuke quiso resistirse pero
simplemente era imposible escapar de Nagato que se aseguraba de mantener al
azabache quieto.

 Sasu…Sasu…-gimoteaba débilmente el rubio


Una punzada de dolor vino desde su costilla, Naruto miró cómo Madara volvía
a cortar su costado para obtener un poco más de su sangre.

 ¡Déjalo!-gritó el azabache- ¡maldito bastardo!

El vampiro que lo aprisionaba frunció el ceño, Nagato no permitiría que un


chiquillo traidor a su sangre le gritara así a su maestro, entonces alzó la mano y
cerró el puño con fuerza. Sasuke soltó un gran alarido de dolor mientras su
cuerpo era lanzado al suelo, levantarse era imposible y resistirse era inútil,
sentía como si toneladas y toneladas de piedras estuvieran sobre su espalda,
oprimiéndolo.

 Sasuke… -gimoteó- ¡Sasuke!

La voz de Natuto era tortura para Sasuke en ese momento, la voz de su amado
novio llena de dolor solo empeoraba la situación y él debía encontrar la manera
de salvarlo. Una lágrima de desesperación salió de Sasuke que solo pensaba en
sacar a Naruto con vida, ya no le importaba lo que sucediera con él, siempre y
cuando su amado viviera.

 ¡Sasuke!-volvió a gritar Naruto

Entonces algo sucedió, Naruto empezó a recobrar fuerzas de algún lado pero
aún no era suficiente, la sangre que escurría de sus heridas empezaba a emanar
una especie de brillo al igual que las mezclas de Madara.

 Eso es…-susurró el vampiro mayor- no has despertado como un celesta-miró


a Nagato- torturemos al chico, tal vez así obtengamos algo

Nagato asintió y alzó de nueva cuenta la mano y con ella el cuerpo de Sasuke
volvió a levantarse solo que esta vez lo hizo un poco más separado del suelo
hasta quedar suspendido de este. El control sobre la sangre le permitía a Nagato
moverla a su antojo y al manipularla de esa manera, entonces Sasuke sufriría.

 ¡No!-gritó Naruto forcejeando

El pelirrojo seguía retorciendo sus dedos haciendo sufrir a Sasuke deteniendo y


liberando su flujo sanguíneo a su antojo. Por su parte el pelinegro luchaba
contra su propio cuerpo, podía ver con claridad a Naruto que aún intentaba
soltarse y a Madara trabajando Rápidamente con la sangre que ahora era de un
tono amarillento brillante.

Tenía que liberarse, el azabache cerró sus ojos, debía encontrar una manera de
salir de eso. Entonces lo notó. Podía sentir un flujo de sangre diferente, como si
no fuera su sangre propia y estaba ¿brillando?.

 ¿Qué…?-decía Nagato

Los flujos de sangre que controlaba dentro del cuerpo de Sasuke estaban
cambiando, no le respondían y entonces poco a poco, su prisionero fue
recuperando la movilidad hasta por fin poder liberarse.

El cuerpo de Sasuke cayó desplomado al suelo, al igual que Nagato no pudo


sostenerse mucho en pie terminando de rodillas y bastante exhausto, aquel flujo
de sangre extraña le había dado una buena batalla.

 La sangre de Naruto…-susurró Sasuke-esta es la sangre de Naruto…-alzó la


cabeza para mirar a Madara que había quedado helado

 ¡Detenlo!-gritó el vampiro mayor al darse cuenta de lo que había sucedido

Rápidamente Sasuke tomó las cuchillas en su cinturón, estas eran armas


especiales creadas con la magia maldita de Itachi. Las enredaderas con espinas
se enrollaron en los brazos de Sasuke solo que él mismo se dio cuenta que no
era su sangre la que les alimentaba pues las armas empezaron a emitir un brillo
parecido al de la sangre de Naruto.

Privado de su mayor habilidad, Nagato se lanzó contra Sasuke, aún le


quedaban un par de trucos bajo la manga. Los dos empezaron a pelear
ferozmente, las cuchillas de Sasuke hacían heridas profundas que pronto
pudrían la carne de su oponente, un efecto inesperado.

Al verse amenazado, Madara dobló la velocidad, estaba cerca de encontrarlo


pero tenía que ser más rápido y cuidadoso pues Nagato no duraría mucho en la
pelea y el celesta enjaulado también empezaba a inquietarle.
 ¡Muere!

La cuchilla de Sasuke atravesó el pecho de Nagato que escupió sangre y miró


con ojos desesperados a su oponente pero una sonrisa macabra adorno su
rostro moribundo mientras todo su cuerpo empezaba a pudrirse hasta
convertirse en solo una plasta en el suelo que a su vez se hizo polvo que se
esparció.

 Ya es tarde Madara-dijo Sasuke señalándolo con una de las cuchillas- te llegó


la hora

La reacción del vampiro mayor fue muy ajena a lo que Sasuke esperaba puesto
que Madara sonrió de una manera aliviada mientras sostenía un recipiente con
un líquido brillante.

 Al contrario sobrino, me has dado el tiempo necesario-alzó el recipiente y


bebió su contenido

 No puede ser…-susurró el azabache

El sonido del recipiente de vidrio estrellándose contra el suelo fue solo la


premonición de lo que pasaría a continuación. El cuerpo de Madara empezó a
cambiar, sus músculos crecían y él se hacía más grande, Sasuke no había visto
una transformación tan repugnante, ni siquiera las quimeras del circo tenían
transformaciones tan escandalosas.

Sasuke apretó las cuchillas, se había hecho una promesa a sí mismo y no


importaba lo que pasara con él sino que quería que Naruto viviera.

 ¡Acabaré contigo!-soltó Sasuke a modo de grito de guerra

Y sucedió. Naruto seguía desesperado por liberarse, estaba presenciando la


pelea más salvaje y aterradora de todos los tiempos. El cuerpo de Madara
realmente era inmune y las cuchillas de Sasuke apenas y le hacían rasguños
menores pero no se rendía.
Sasuke era rápido y podía esquivar los ataques de su superior pero no lo era
suficiente. La mente del azabache estaba en la pelea, no podía permitirse
distracciones, no cuando la vida de su amado estaba en peligro.

 ¡Muere bastardo!-gritó

Una de las cuchillas de Sasuke logró penetrar el pecho de Madara y entonces


pudo sentir un alivio perpetuo que le recorrió entero al ver como su oponente
retrocedía.

 Niño necio…-soltó Madara

Con una de sus grandes y deformes manos tomó el cuchillo incrustado en su


pecho y lo sacó presumiendo el escaso daño que había provocado. Se acercó y
tomó a su sobrino del cuello y lo alzó, Sasuke no tuvo mucho tiempo para
reaccionar pues en su pecho ya se había clavado su propia arma.

 ¡Sasuke!-gritó Naruto al ver lo anterior

El cuerpo del azabache cayó al suelo apenas consciente.

Naruto sintió como su pecho se encendía, podía sentir el poder. Su espalda


empezó a arderle aunque eso no le importaba y de un tirón logró romper sus
cadenas, con sus manos abrió los barrotes y salió.

 No puede ser…-susurró Madara mirándolo- se suponía que no despertarías


completamente

Ante el vampiro, yacía una figura brillante e imponente con ojos desafiantes y
fuerzas renovadas pero sobre todo, aquel par de enormes y brillantes alas
emplumadas. El rubio alargó la mano y en un destello de luz se formó una
espada brillante que apuntó a Madara a manera de reto, no dijo nada, no lo
necesitaba y entonces el vampiro mayor se acercó.

Los ataques de Madara eran inútiles, Naruto podía esquivar perfectamente,


pero no podía estar jugando todo el rato así que sin más rodeos, atravesó el
corazón del vampiro con la espada. El cuerpo del mayor empezó a
desestabilizarse, sería cuestión de tiempo para que todo terminara.
 No…-lloriqueaba el vampiro-yo lo vi… vi el futuro… debía… debía gobernar

Naruto sintió asco y hundió más la espada y entonces el cuerpo de Madara se


desintegró. Todo había terminado.

Pero no era todo, Naruto soltó la espada casi por inercia y fue directo con
Sasuke que yacía en el suelo con el puñal en el pecho, el celesta intentó sacarlo
pero las manos del azabache lo detuvieron y después puso una de estas en la
mejilla de Naruto.

 Que… que hermosa forma…. Na… Naruto


 Resiste Sasuke, te llevaré con Sakura e Ino…
 No… ellas ya no… no pueden hacer nada…
 Pero Sasuke…
 Te amo Naruto-suspiró-me… me mostraste tantas cosas… los momentos
que… que compartimos yo… yo los atesoraré por siempre…

Las lágrimas de Naruto empezaron a caer en la cara del azabache, este uso lo
último que le quedaba para jalar su cuello y hacer que se inclinara. Se besaron,
fue un beso largo y doloroso, los recuerdos juntos empezaron a pasar por sus
mentes.

La chica extraña con el boleto, el increíble espectáculo de circo que fue mágico,
el acto del mago ¿cómo olvidarlo? Las manos gentiles de Sasuke alrededor de
sus caderas y ese perfume mezclado con sudor de hombre, todo eso era Sasuke.
Y entonces Sasuke dejó de corresponder el beso, Naruto se separó para mirarlo
pero ya era muy tarde, Sasuke había muerto.

 ¡Naruto!-gritó Itachi llegando rápidamente-no…-cayó de rodillas mirando el


cuerpo inerte de su hermano menor- ¡Sasuke!

Afuera de la mansión, la pelea había terminado. Había cazadores muertos por


todos lados y algunos que habían logrado sobrevivir huyeron lejos de la pelea,
Deidara ayudaba a Kakashi que estaba coordinando todo, necesitaban más de
dos pares de manos para curar heridas. No había pasado nada grave, rasguños
y algunas heridas profundas pero nada que una Veela y vendajes no pudieran
arreglar.

Entonces Salió Itachi, todos le miraron expectantes y por su semblante sabían


que algo había salido mal. Deidara se le acercó pero el azabache simplemente
no podía hablar así que se sentó con él a curar sus heridas sin saber lo que había
pasado. Los demás querían hacer preguntas pero no querían molestar a Itachi,
además de que sabían que la respuesta no iba a gustarles.

Unos minutos después volvieron a mirar a la puerta, primero, vieron ese par de
majestuosas alas que pertenecían al rubio por el que habían ido y entonces
repararon en lo que Naruto traía en brazos, el cadáver de Sasuke. El rubio bajó
el cuerpo de su amante y lo dejó en el suelo, esos milisegundos sirvieron para
que todos los demás asimilaran lo ocurrido.

 ¡Sasuke!-gritó Okami

El grito desgarrador de la menor hizo reaccionar a todos y cuando la vieron


correr hacia el cuerpo sin vida de su hermano las lágrimas empezaron a caer.

 ¡Sasuke! ¡Sasuke!-gritaba histérica Okami sobre el cadáver-¡despierta


hermanito! ¡Despierta! No…-sollozaba- no nos puedes dejar… Sasuke…

Parecía que no podrían arrancarla del cuerpo de Sasuke pero entonces Kiba la
separó y la abrazó mientras miraba con los ojos llenos de lágrimas miraba el
cuerpo de su mejor amigo, su hermano.

 Bastardo…-sollozó- me hiciste una promesa ¿recuerdas? Me prometiste que


no morirías y ahora… mírala idiota… la has hecho llorar…

Los ojos de todos estaban húmedos, incluso Deidara le dedicó un par de


lágrimas a Sasuke que yacía inerte en el suelo. No quedaba más que recordar
los bellos momentos, las aventuras y travesuras que alguna vez hicieron porque
Sasuke no era solo un amigo sino que era un hermano, un hombro para llorar y
un pilar en quien apoyarse, todos lo amaban.
 Esto es mi culpa-musitó Naruto con los dientes apretados
 ¿Es eso verdad?

Todos se quedaron quietos, incluso Naruto instintivamente se puso de pie


abriendo las alas pera ver de quien era esa voz extraña pero en cuanto miró al
frente sus pupilas se dilataron sorprendido y no fue el único sino que los demás
integrantes del circo también miraron a aquel individuo.

Por un momento creyeron estar viendo a Naruto pero se dieron cuenta que eran
diferentes en algunos aspectos. Cabello rubio, ojos azules y una enorme sonrisa
en sus labios, iba vestido de blanco solo que no traía puestos zapatos.

 Papá…-susurró Naruto

Fue cuando Naruto se dio cuenta de lo que realmente había pasado, podía
recordar libremente lo que había sucedido porque el sello que había en su
interior se había roto cuando intentó salvar a Sasuke.

 Ese mismo, Naruto, soy Minato Namikaze-se acercó lentamente- y es un


gusto conocerte de nuevo

El pecho de Naruto retumbaba con fuerza, tenía sentimientos encontrados al


ver a su padre ahí parado, un imponente hombre alado que se acercaba
radiante, incluso los demás podían sentir esa aura de paz que emanaba de su
cuerpo.

 Estoy tan orgulloso de ti, hijo-fue a su lado-has podido romper el sello tu


solo y además salvaste a todas estas criaturas

 No lo hice-regresó su mirada a Sasuke-yo lo amo tanto… y no pude… no


pude hacer nada

Minato sonrió de una manera comprensiva, se puso de pie y miró el cuerpo de


Sasuke para ver a su alrededor y encontrarse con miles de rostros preocupados.
Su aparición no era casualidad, tenía una misión en la tierra y estaba contento
de que su creador lo hubiese dejado bajar, después de todo, esa persona era
alguien misericordiosa y compresiva.
 No estoy aquí por casualidad-se dirigió a todos- Madara era un pecador cuya
alma deberá pagar el resto de la eternidad, los vampiros siempre fueron
prepotentes pero siempre hay sus excepciones-miró a Itachi- de vez en cuando
nos dejan bajar a la tierra y esta es una de esas veces especiales

El celesta mayor llevó su mano a su cinturón como buscando algo pero no lo


encontró a la primera, siguió buscando hasta darse cuenta que lo que buscaba
no estaba ahí. Fue inevitable para los demás integrantes del circo (incluyendo a
Naruto) pensar en que no había dudas de que ese hombre era el padre de
Naruto.

 Hay no…-dijo preocupado


 ¡Siempre es lo mismo contigo!-gritó una voz femenina desesperada

Una vez más todos regresaron la vista para encontrarse con una mujer mediana
de cabello pelirrojo y bastante enojada, ella también iba vestida de blanco y
ostentaba unas enormes y emplumadas alas en la espalda. La mujer caminó
pisando fuerte hacia Minato que se veía asustado por verla ahí.

 Ku…Kushina…-dijo asustado
 ¡¿Mamá?!-se apresuró a decir Naruto

La furia de Kushina desapareció de inmediato y en su lugar, los ojos se le


llenaron de lágrimas y entonces se avanzó sobre su hijo para abrazarlo y besarlo
además de decirle cosas que Naruto no podía entender porque poco a poco se
quedaba sin aire.

 Santo cielo Naruto-dijo ella separándose de su hijo para poder verlo mejor
 No lo entiendo mamá, yo vi cuando te asesinaron
 Oh-sonrió maternalmente-cuando morí, mi alma no fue enfrascada como
todas las demás sino que el creador vio el amor que tu padre y yo nos teníamos
así que decidió crear un ángel a partir de mi alma aunque solo soy uno de baja
categoría y no un arcángel como tu padre

 Kushina…-interrumpió Minaro-¿tienes el frasco?


Entonces la mujer recordó a lo que había venido. Cuando alguna criatura moría,
sus almas eran enfrascadas en pequeñas botellitas de cristal mientras esperaban
a ser reencarnadas, pero el alma de Sasuke se había convertido en un caso
especial. Después de haber sido enfrascada, el mismo creador ordenó a su mejor
arcángel, Minato, devolver el alma del difunto pero el mejor soldado de Dios se
había olvidado de lo más importante para la misión.

Kushina sacó de su cinturón una pequeña botella en forma prismática de cristal


con un contenido líquido bastante extraño, ella le entregó el objeto a su esposo
que se inclinó y le quitó la tapa. Los dedos de Minato eran delicados con el
cuerpo de Sasuke, cuidadosamente separó sus labios y vertió el contenido de la
botella.

Un silencio sepulcral se hizo entonces, pero los ánimos se recuperaron cuando


lentamente Sasuke abrió los ojos de nueva cuenta.

 Sasuke…-susurró Naruto con lágrimas en los ojos


 ¿Qué sucedió?-preguntó este tratando de incorporarse- pensé que me habían
herido

La mano de Sasuke buscó su herida pero esta estaba ya sanada, el circo entero
volvió a hundirse en un llanto solo que esta vez era de felicidad, tenían de
regreso a su amado amigo. Pero los ojos de Sasuke fueron instintivamente a la
pareja alada que le miraba emocionada.

 Ellos…
 Son mis padres-completó Naruto-trajeron tu alma de regreso

El azabache se incorporó entonces de golpe y casi de inmediato les hizo una


reverencia profunda sin dejar de repetir lo mucho que les agradecía.

 Es hora de que nosotros partamos-dijo Minato

Después de que Sasuke hubiese recuperado su vida, los ángeles les ayudaron a
limpiar el desastre que Madara había hecho, todos los archivos con respecto al
experimento se habían destruido y los secuaces del vampiro que habían muerto
pagarían la misma pena que su maestro.

 Naruto-le llamó Minato


 ¿Sí?
 Tú también puedes venir con nosotros, estoy seguro de que el creador tendrá
un lugar para ti en sus filas

 ¿En serio?
 Claro que si, además eso garantizará tu inmortalidad-suspiró-pero si escoges
eso, entonces ya no podrás regresar a la tierra

Naruto sonrió de medio lado y abrazó a sus padres, había pasado tanto tiempo
desde la última vez que los había tenido así de cerca y definitivamente quería
eso siempre.

 Lo lamento, pero aquí ellos me necesitan

Los dos celestas sonrieron y miraron a los demás del circo, ellos mismos se
encargarían de cuidar al grupo de personas que allí se encontraba. Todo había
terminado, las cosas estaban claras y su hijo podría vivir tranquilo así que en
una estela de luz desaparecieron los dos.

 Me alegro tanto de que haya terminado-suspiró Okami


 Díselos ahora-exigió Neji y ella lo fulminó con la mirada-si no se los dices tú
entonces se los diré yo

 ¿De qué habla?-intervino Sasuke

La muchacha se mordió el labio inferior al darse cuenta que todos la miraban


así que suspiró pesado y se acercó a su esposo para abrazarlo.

 Estoy embarazada
 ¿Qué…?
 Seremos padres
Entre los gritos y felicitaciones, Naruto se hizo a un lado, quería felicitar a su
amigo pero al mismo tiempo necesitaba un momento y para su alegría, Sasuke
fue a su lado y sin decir nada le abrazó por la cintura y lo besó.

 Lamento haberte espantado de esa manera Naruto


 No hay problema-rio avergonzado-no vuelvas a hacerlo ¿entendiste?

Se besaron una vez más, sus labios hacían corto circuito al tocarse, era casi
mágico el volver a estar juntos de esa manera.

 Las alas serán un problema cuando hagamos el amor-dijo Sasuke mirando


sobre el hombro de Naruto

 No lo serán, mira

El rubio encogió las enormes alas hasta hacerlas desaparecer, era la ventaja de
ser mitad humano y mitad celesta.

 Te amo, Sasuke
 Te amo, Naruto

Se besaron una vez más y entre todo ese ruido volvieron a ser felices, las cosas
habían cambiado para mejor pero siempre se tendrían uno al otro por el resto
de sus eternidades.
epilogo
La risa de un muchacho se escuchó por todo el lugar, el niño de no más de
catorce años corría por el bosque tratando de encontrar a sus hermanos.

 ¡Puedo verlos!-gritó señalando a la copa de un árbol- Tsume, Hige

Y entonces los mellizos salieron de su escondite y de un salto quedaron frente a


su hermano, eran dos muchachos que no pasaban de los nueve años, de cabello
castaño como su hermano y ojos negros azabache que sonreían divertidos.

 No es justo Toboe-reprochó uno de ellos


 Así es hermano mayor-le riñó el segundo- siempre nos encuentras rápido
 Eso es porque siempre están juntos-se defendió Toboe-además vamos, mamá
debe estar buscándonos y ya casi es hora de que el tío Itachi nos obligue a tomar
lecciones

Los tres hermanos caminaron juntos, iban jugando y corriendo como era su
costumbre. Ellos tres eran parte de una gran familia, viajaban junto con un
enorme circo ambulante llamado “Circus Of Dust” en donde por el momento
fungían de tramoyas pero trabajaban en un acto de trapesismo que alucinaría a
todos.

 ¡Por fin llegan!

La madre de los niños, una mujer de apariencia joven y ojos azabache intensos
se acercó a los muchachos siendo seguida por una niña pequeña. Con no más
de cinco años, la pequeña Cheza era la adoración del circo (y de sus tres
hermanos también) cabello corto azabache y ojos amielados, había sido la
última de la nueva generación de la familia Uchiha.

 Toboe, tu tío Itachi espera en la carpa, tus lecciones debieron empezar hace
media hora

 Pero mamá…
 Sin peros, ahora ve

El muchacho bufo aburrido, no le gustaban las clases de ciencias, él quería algo


más emocionante pero si no hacía caso entonces debería enfrentarse a la furia
de su madre. Los mellizos le miraron sonrientes, burlándose de su hermano
mayor pero no escaparían ilesos.

 Y ustedes dos-se dirigió a los mellizos que enseguida dejaron de reír- tienen
deberes, además sus lecciones serán después de las de Toboe, así que andando

Okami vio como sus mellizos se retiraban a hacer sus quehaceres, habían
pasado ya catorce años desde el incidente con Madara y a veces, mirando a sus
niños daba gracias a los ángeles por cuidarles tan bien.

 Mami…

La niña que estaba en el suelo jalo la falda estilo hindú de su madre para llamar
su atención, esta enseguida se hincó para estar a su altura y mirar a su hija. De
los cuatro hermanos, ella era la única que había heredado los ojos de Kiba pero
al mismo tiempo sus rasgos tan finos y el cabello azabache dejaban en claro su
linaje. Cuatro niños híbridos entre vampiro y hombre lobo habían sido el
resultado del amor que se tenían esa pareja que se amaba tanto.

 ¿Qué debo hacer yo?-preguntó inocente


 Mmm…-dijo pensativa Okami- ¿qué tal si vas con tío Naru? Él ama que lo
acompañes

La niña asintió emocionada y salió corriendo, a ella también le encantaba ir con


su tío Naru. Mientras corría trataba de no pisar a los que pasaban por ahí
aunque le fue casi imposible cuando chocó con un hombre alto que enseguida
la tomó en brazos y la alzó.

 ¿Por qué tanta prisa pequeña?


 Lo lamento tío Neji-se disculpó-iba camino a ver a tío Naru
 Creo que eso será un poco difícil, él está con tu tío Sasuke en algún lado
 Oh…-dijo desanimada
 No pongas esa cara, busquemos a Shikamaru y demos un paseo ¿está bien?

El césped le hacía cosquillas en la espalda, hacía mucho que no pasaba un


momento a solas con su amado Naruto, el trabajo en el circo les había
mantenido ocupados durante un buen rato así que tanto Sasuke como su
amado rubio atesoraban esos momentos juntos. La luz del sol fue interceptada
por un gran ala emplumada de color blanco, el azabache solo rio por lo bajo
pensando en que ese sería el único uso que su amante les daba.

 Gracias Naruto
 No hay de que

Naruto estaba acostado boca abajo al lado de Sasuke, habían pasado un buen
rato los dos juntos y ahora solo disfrutaban a solas.

 No falta mucho para que tengamos que regresar Sasuke


 Solo un poco más Naruto, cuando regresemos Cheza no te dejará en paz
 ¿Estás celoso de tu sobrina de cinco años?
 No, estoy celoso de ti porque ella te prefiere

El rubio encogió las alas y se puso sobre el cuerpo de su amado, Sasuke solo lo
miraba con una ceja levantada, era divertido cuando Naruto trataba de hacerse
el juguetón. Sus labios se tocaron entonces, las manos de Sasuke enseguida
fueron a la espalda desnuda de su compañero acariciando lentamente.

 Ya no podemos tener sexo así nada más-susurró Naruto sobre los labios de
Sasuke.

 Los niños están en sus lecciones…


 Suficiente para mi
Sasuke recuperó el control de la situación y de un solo movimiento estuvo
sobre el cuerpo de Naruto que solo se limitó a sonreír de medio lado. Pronto los
labios del azabache estaban sobre el cuello de su amante bajando despacio por
su pecho desnudo hasta su vientre en donde se entretuvo un poco con su
ombligo.

 Sasuke…
 Shht-le silenció-no dejas que me concentre

Con manos rápidas desabrochó el pantalón de su amante y lo bajó lo suficiente


como para dejar al descubierto una erección recién obtenida. Los labios de
Sasuke besaron suavemente el miembro de Naruto justo en el medio para
después dar una larga y lenta lamida desde los testículos hasta la cabeza del
pene.

 Diablos…

El azabache solo sonrió de medio lado y presiono la cabeza del pene de su


compañero con los dientes levemente rozando sus colmillos que solo logró
hacer estremecer a Naruto.

 Basta Sasuke…
 Tonto-ronroneo- anda, hagamos un sesentainueve
 Eres un pervertido
 ¿Quieres o no?
 Claro que quiero

Ambos se levantaron y se despojaron de lo que les quedaba de ropa, Naruto se


acostó en el pasto de costado y Sasuke hizo lo mismo solo que del lado
contrario. El rubio sintió perfectamente la boca de su novio volver a apoderarse
de su hombría así que decidió que no podía quedarse atrás. Tomó el miembro
de Sasuke y lo apretó un poco para después usar su boca.
Los dos movían sus cabezas de atrás hacia adelante dándose placer a más no
poder, entonces Sasuke coló sus dedos hacia la entrada de Naruto que
simplemente se estremeció por completo al sentir los dedos de su compañero
reclamando su interior.

 Ah…-gimoteó

Sasuke uso su pie para empujar la cabeza de Naruto y darle a entender que no
debía usar su boca para cosas innecesarias. El celesta entendió volviendo a su
trabajo de asegurarse de que el miembro de Sasuke estuviera bien atendido.

Pero pronto aquella posición se volvió algo aburrida, además de que Sasuke
quería ver el rostro de su novio. Amaba esas mejillas sonrojadas y sus ojos
cristalinos llenos de lujuria y pasión, habían pasado muchas cosas durante esos
catorce años pero después de tanto tiempo seguía estando igual de enamorado
que el primer día.

El azabache se sentó en el pasto y su acompañante ocupó el lugar en sus piernas


para besarse. Las manos de Sasuke acariciaban la espalda de Naruto
suavemente agradeciendo no tener ese molesto (pero sin dudas hermoso) par
de alas emplumadas que solo servían para poder dar una muy buena sombra.

 Te amo Sasuke…-gimoteaba Naruto sobre los labios de su compañero

Aquellas palabras eran motivo de alegría para el vampiro, él siempre sonreía


sobre los labios de Naruto cada que le decía eso entre besos. Las caderas del
menor estaban moviéndose bastante, restregando sus sexos que pedían más
atención.

El vampiro ya no podía seguir aguantando esa situación así que con una mano
tomó su miembro junto con el de Naruto y empezó a masturbarlos al mismo
tiempo. Ahora era capaz de apreciar esas caras de placer que Naruto hacía, los
ojos entrecerrados y sus labios pronunciando su nombre por lo bajo, sabía que
había regresado de la muerte solo para seguir amando esos pozos azules como
el cielo que le miraban deseosos.

Naruto se abrazó al cuerpo de Sasuke, sabía que pronto la mano de este no sería
enteramente suficiente. Los labios del azabache recorriendo su cuello, lamiendo
su oreja y mordisqueando su lóbulo, eran solo incitadores; el mayor estaba
tratando de retrasar la penetración y Naruto no sabía si podría aguantar. Quería
provocar a Sasuke moviendo sus caderas más y más rápido pero solo lograba
excitarse más.

 Sasuke…-dijo alzando sus caderas


 Eres un impaciente
 Y tú un maldito… ¡cógeme de una vez!

Una risa ronca salió desde la garganta de Sasuke pero debía darle la razón a su
acompañante, el cuerpo de Naruto simplemente pedía a gritos poder tener algo
de acción y el vampiro no estaba dispuesto a dejarlo sufrir.

 Pero quiero que me mires a los ojos


 Lo que quieras…
 Te amo
 Yo también te amo

Naruto se alzó sobre las caderas de Sasuke y él mismo tomó el miembro de su


compañero y lo alineo justo a su entrada, el solo roce del pene del azabache en
su ano era ya una oleada de placer así que jugueteó un poco frotando la punta
del miembro a su ya dilatada entrada.

 Ahora eres tú quien me tortura-carraspeó Sasuke


 Deja de lloriquear, eso te gusta
 Bobo…

Ni una palabra más fue requerida, Naruto se sentó de golpe penetrándose con
el miembro de Sasuke. Un momento después ambos se movían a un ritmo
armónico, Sasuke sostenía el trasero de su compañero con firmeza para poder
hacer las envestidas más profundas y placenteras.

 Mierda…Sasuke…-suspiraba Naruto-si…
 ¿Quieres más?
 Si… si… dame más…

Las palabras de Naruto eran la perdición de Sasuke, su voz era suficiente para
ponerlo a tope y el hecho de que le hablara de esa manera tan sensual solo
complicaba las cosas. De un solo movimiento y sin salir del cuerpo de Naruto,
el vampiro logró acostar al rubio en el suelo para ponerse él encima y envestir
más profundo.

Naruto enrolló las piernas en las caderas de Sasuke y empujaba suavemente con
estas solo para poder sentir un poco más adentro. Los labios del azabache
buscaron instintivamente los de su compañero para besarse durante la danza
más antigua del mundo.

La lengua de Sasuke no se contenía y recorría la boca de su compañero con total


naturalidad, de vez en cuando sentía como Naruto intentaba tomar
protagonismo y mordía sus labios suavemente aunque nada demasiado
intenso. El rubio también se movía, quería sentir a Sasuke lo más que pudiera,
cada fibra de su cuerpo lo deseaba y quería más.

 Naruto…-suspiró Sasuke-ya voy a…


 Si… si, está… está bien

Fue cuando los labios de Sasuke se mudaron de los labios de Naruto hacia su
cuello, después de tantos años nada en aquel ritual había cambiado. La sangre
del celesta era suficiente para que Sasuke dejara de salir a cazar con sus
hermanos, además que el vampiro lo prefería así, después de todo, la sangre de
Naruto era la única que le interesaba y la que para él era la más deliciosa.

El sentimiento de los colmillos del azabache en su cuello, hacían que Naruto se


sobrexcitara, era solo el preludio de lo que pasaría. Entonces aquel delicioso
dolor punzante apareció desde el nacimiento de su cuello, Sasuke siempre era
muy suave con él pero los deseos del celesta eran más rudos aunque no tenía
que preocuparse mucho pues después de que la mitad de los colmillos
estuvieron dentro, la mandíbula de Sasuke se cerró de golpe.
Una oleada de placer perpetuo se apoderó del cuerpo de ambos, Naruto se
retorció bajo Sasuke aferrándose a su espalda lo más que podía dejando un par
de rasguños.

 ¡Sasuke!

Naruto sintió claramente aquel líquido caliente llenar sus adentros, él también
se dejó ir llenando el vientre de Sasuke con su propio semen.

Entonces Sasuke se acostó al lado de su novio jadeando y respirando con


dificultad, la mano del azabache buscó enseguida la de su compañero y cuando
la encontró la estrechó fuertemente. La luz del sol bañaba sus cuerpos
sudorosos y jadeantes.

 Te haces mejor con los años Naruto


 No es para menos, practicamos a diario
 Eres un tonto
 Y tú un caliente
 Así es…-sonrió de medio lado

El azabache se incorporó y se inclinó sobre el cuerpo de Naruto y lo miró con


ojos de amor, no podía ser de otra forma, simplemente las cosas no habían
cambiado durante tantos años y aquel sentimiento que se profesaban se había
hecho más fuerte. Sus labios se juntaron una vez más, se amaban y todos
podían verlo.

Se abrazaron sin dejar de besarse, querían sentirse lo más que pudieran y


disfrutarse mutuamente. Era como un sueño para ambos, disfrutaban y se
divertían juntos. Era increíble pensar en que todo lo que habían vivido los había
llevado a estar juntos.

Siempre recordaban esa frase que Kakashi les había dicho después de que
regresaran al campamento al término de la pelea hacía ya catorce años. “Las
coincidencias no existen, solo existe lo inevitable” era lo que les había dicho el
mago y el solo pensar en eso les ponía felices.
 ¿Listo para la segunda ronda?-preguntó Sasuke ronroneando
 Eres insaciable-contestó Naruto
 ¿Eso es un “si”?
 Idiota, cállate de una vez y ven aquí

Era la hora de la cena, estaban reunidos y cenando alrededor de la fogata.


Todos los días sin falta procuraban estar juntos, después de lo que había
sucedido habían aprendido a valorar el tiempo que tenían al lado de las
personas que amaban.

 Toboe, no juegues con la comida-regañó Okami al niño que enseguida le hizo


caso

 Es solo un niño, mujer-intervino Kiba, su marido


 Lo estás malcriando
 Tenle paciencia, ha pasado un día duro al igual que yo
 ¿Ah?-arqueó una ceja- día a luz a cuatro hijos tuyos ¿y aún así te atreves a
decir que la has tenido difícil?

Una carcajada masiva sonó alrededor, era imposible que Kiba ganara a su
esposa esa discusión que normalmente terminaba de la misma manera, Kiba
diciendo alguna tontería y Okami restregándole en la cara que había sido ella
quien dio a luz a sus hijos.

 Tonto-musitó Itachi sonriente


 Solo estás aliviado-le recriminó Deidara a un lado de él- sabes que si
pudiéramos tener hijos yo te diría lo mismo

 Y es por eso que has nacido sin útero


Lo que recibió como premio por su mal chiste, fue un codazo en la costilla por
haberse pasado de listo pero enseguida rieron y se besaron en los labios. Ellos
dos hacían un gran equipo y desde la trágica muerte de su mentor Kakashi
hacía un par de años atrás, eran ellos los completos encargados de velar por la
seguridad de todos.

Era una escena bastante cálida, las cosas habían tomado un mejor rumbo y un
muy buen ejemplo eran Neji y Shikamaru que después de haber acabado con la
pelea pudieron estar juntos sin prejuicios. El Hyuha había podido recobrar el
sentido después de una larga y tediosa charla con Hinata quien le dijo que
dejara de ignorar sus propios sentimientos y comenzara a actuar conforme lo
que él creía mejor y solo así tuvo el valor para poder decir en voz alta que
amaba a Shikamaru.

Catorce años no habían pasado en vano, el pasado era nada más que eso,
pasado y el futuro parecía brillante. Pero la noche se hacía más densa, Kiba
llevaba a los gemelos, uno en cada hombro para dejarlos en la cama y tras él iba
Toboe que caminaba bostezando también hacia la cama.

Cada quien se retiraría a su carpa, Naruto y Sasuke también lo hicieron y se


acomodaron juntos bajo las sábanas como ya solían hacerlo. Se resguardarían
uno en el otro, sintiendo ese calor tan característico.

Naruto se acomodó en el pecho de Sasuke, aspiró fuerte para llenar sus


pulmones de ese olor a colonia y sudor de hombre, el olor de su amante, de su
compañero y mejor amigo. Así pronto se quedaron dormidos.

Pero su paz y calma no duró mucho, Sasuke sintió como alguien jalaba la
sábana hasta que por fin el azabache despertó y miró a la orilla de su cama solo
para encontrarse con ese enorme par de ojos miel que le miraban con algo de
súplica.

 ¿Cheza?-dijo incorporándose-¿qué haces aquí cariño?


 Yo… yo…-decía la pequeña-tuve un sueño feo

Antes de que Sasuke pudiera decir nada, los brazos de Naruto pasaron sobre él
hasta recoger a la pequeña y acostarla entre los dos.
 Está bien Cheza-le decía Naruto- puedes dormir aquí esta noche
 Pero ¿Por qué no fuiste con tus padres? Tu papá me matará si sabe que
volviste a venir con nosotros en vez de con él

 La cama de mamá y papá siempre está ocupada, mis hermanos a veces


buscan dormir ahí también

 Así que esa es la razón del mal humor del cabeza de pulga-se burló Sasuke-y
también es la razón por la que ya no tienes más hermanos, Cheza

La niña estuvo a punto de preguntar a qué se referían pero Naruto actuó


rápido, la abrazó a ella y se acurrucó de nuevo en el pecho de Sasuke. El
azabache solo rio para él mismo y los abrazó también, quería estar así por
siempre. Disfrutaría cada segundo, agradecía a los cielos por haberle dado esa
segunda oportunidad de estar ahí acostado junto con Naruto y Cheza.

Cerró los ojos sonriente, quería descansar bien para poder despertar a otro
maravilloso día con las personas que amaba.

FIN
datos curiosos
 Ninguno de los 3 hermanos Uchiha sabe nadar.

 El libro favorito de Sasuke es “Entrevista con el vampiro” de Anne Rice.

 A Itachi le gusta beber jugo de tomate en una copa de cristal, él dice que le

gusta la fantasía del vampiro del siglo XIX.

 Okami tuvo un novio antes de Kiba.

 Lee solo come algas marinas, comer pescado para él es canibalismo.

 Tenten muda la piel al menos tres veces al año (dependiendo del clima).

 Kankuro y Okami son “amantes de los humanos” como los llama Shikamaru

porque a ambos les encanta la cultura pop humana.

 Neji le tiene fobia a los payasos, por eso no hay ninguno en el circo.

 Sasuke no se cepilla los dientes después de beber sangre, odia el sabor que le

queda en la boca cuando lo hace.

 Harry Potter es el libro favorito de Okami, Naruto, Kankuro y Kiba.

 Si le preguntan a los tres hermanos Uchiha sobre su personaje histórico

favorito las respuestas serán: Itachi, Napoleón Bonaparte; Sasuke, Amadeus

Mozart; y Okami, Arthur Weasley.

 Fugaku y Mikoto murieron relativamente jóvenes. Fugaku con 375 años y

Mikoto con 299 años.

 Sai ha pintado varios desnudos de las chicas del circo (su modelo favorita es

Ino).

 Kiba y Sasuke aprendieron a tocar juntos el piano.

 Naruto no fue el último en escapar de la casa de Nana Gigi, después de su

partida, varios chicos pudieron encontrar valor para irse también.

 Gaara es fanático del shojo y su manga favorito es Ouran Host Club.


 Temari puede cargar hasta cinco veces su propio peso.

 Cuando Mikoto estaba embarazada de su último hijo, se perdió en el bosque

cercano a la mansión y pudo regresar gracias a la ayuda de un lobo salvaje.

Cuando su hija nació le nombro “Okami” para agradecerle.

 Hinata tiene una enorme colección de muñecas de porcelana antiguas.

 El personaje de historietas favorito de Kankuro es Deadpool y el de Naruto

es Capitán América

 Los vampiros beben por primera vez al cumplir los trece años.

 Akamaru nunca ha tenido pulgas, sin embargo Kiba si.

 Shikamaru se muerde las uñas.

 Los vampiros Strigoi no pueden beber la sangre de los cazadores Dhampir,

es como veneno para ellos.

 La sangre de los mamíferos puede mantener a un vampiro fuerte durante un

buen tiempo. La sangre de los reptiles, crustáceos, arácnidos e insectos les

está prohibida, su sangre es peligrosa para su salud.

 Un cazador Dhampir, al ser mestizo, no tiene la necesidad de beber sangre.

 Cuando se estrenó “Crepúsculo” en cines, Sasuke literalmente se vomitó de

la risa a media función.

 Uno de los pocos humanos que sabe de la existencia de estas criaturas es Stan

Lee.

 Después del estreno de Frozen, Itachi tuvo que prohibir que cantaran “Let it

go” después de que la repitieran sin parar durante casi dos meses.

 Todos en el circo saben tocar, por lo menos, un instrumento musical.

 Antes de conocer a Kiba, Akamaru se tragó una gema extraña y desde

entonces ha sido un animal con características muy raras siendo su

longevidad una de ellas.


 Cuando se enojan, Sakura e Ino se convierten en criaturas parecidas a arpías,

con picos filosos y alas emplumadas además de tener un instinto asesino

nato. Todo eso contrasta con su poder curativo y su belleza.

 Shikamaru tiene tatuado un Yang en el omóplato derecho y Neji tiene

tatuado un Yin en el omóplato izquierdo.

 Uno de los grupos favoritos de música contemporánea de Shikamaru es

Gorillaz.

 Tenten tiene perforado el clítoris.

 Temari tiene perforada la lengua.

 Una vez, el piercing de la lengua de Temari se quedó atorado en la argolla de

Tenten. Después de que las separaran, ni Sakura ni Ino han querido volver a

tocar el tema.

 Las perforaciones de Tenten y Temari las hicieron entre ellas.

 Itachi llora cada vez que escucha “Papa don´t preach” de Madonna.

 Se rumorea que Tsunade sabe la ubicación de la fuente de la eterna juventud.

 Sai es bisexual

 Circus of Dust tiene su versión del Harlem shake

 Neji es fan de Glee

 A Sasuke le gusta cantar “Popular song” de Ariana Grande a dueto con

Okami

 Todos adoran a Perry el ornitorrinco

 A veces a Deidara le gusta usar ropa interior de mujer

 Shikamaru solía cantarle “Under A Paper Moon” a Neji por las noches

cuando nadie los escuchaba

 El tesoro más preciado de Tenten es un libro infantil que le regaló Okami

 Okami es vegetariana
 Lee es un devoto fan de Viaje a las estrellas

 Todo el circo ha asistido a infinidad de conciertos.

 El primer concierto de rock al que fueron fue al de Kiss.

 A Sasuke le gusta la sangre de las chicas rubias, dice que sabe más dulce.

 Cuando Itachi se siente solo habla con las Sílfides que encuentre.

 Una de las bandas favoritas de Okami es “All time low”

 Los tres hermanos Uchiha han probado de todo, sexualmente hablando.

 A Kiba le encanta ver a Okami mientras caza y más aún si es con otra chica.

 La comida favorita de Kankuro es carne de venado.

 Shikamaru es vegetariano pero de vez en cuando come carne de pescado.

 Una de las pesadillas más raras de Deidara es haber soñado que era una

chica con enormes pechos.

 Cuando por fin estuvo seguro de que el circo no corría peligro, Kakashi

detuvo el hechizo que alargaba su vida para reunirse con su amada esposa.

 Después de mucho tiempo rogando, Ino por fin le dio el “Si” a Sai

 La habilidad especial de Toboe es lo que llaman “escudo” pudiendo bloquear

las habilidades de otros vampiros

 Neji y Naruto obtuvieron un nuevo deber: cuidar de los niños durante el

espectáculo aunque actualmente solo se encargan de Cheza

 Como fue prometido, Tsunade bautizó al primogénito de Kiba y Okami

aunque también lo hizo con sus demás hijos

 Cheza nació en noche de luna llena, lo que quiere decir que su lado

licántropo es el dominante y no tendrá necesidad de beber sangre

 El consejo de vampiros fue tomado por un nuevo líder, Itachi Uchiha quien

dirige con mano firme desde su carpa en el circo


 El segundo al mando en El consejo es Deidara quien coordina y regula las

actividades de los Cazadores

 Lee consiguió una linda ondina con quien se casó y ambos tuvieron hijos

 Hoy en día aún se siguen uniendo personas al circo

 La regla más importante es, que si preguntan, ellos deban responder que solo

es un circo ambulante
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