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Exp.

N° :
Esp. Jud.:
Escrito :
Delito :
Sumilla : APELA SENTENCIA

SEÑOR PRESIDENTE DEL PRIMER JUZGADO PENAL COLEGIADO


PERMANENTE DE CHICLAYO.

JORGE ENRIQUE PEREZ


CERDÁN, Abogado a cargo de la defensa
técnica del procesado FRANCLIN
MESONES ACUÑA, respecto al proceso
penal que se le sigue en su contra por el
presunto delito de Violación Sexual de
menor de edad, en agravio de N.N.P.V, a
usted respetuosamente digo:

I. PETITORIO:

Recurro a su despacho dentro del plazo de ley, para interponer RECURSO DE


APELACION contra la Sentencia (Resolución N° 14), de fecha 31 de marzo del
2015, expedida en Audiencia, que le impone a mi patrocinado VEINTICINCO
AÑOS DE PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD EFECTIVA por el delito de
Homicidio Calificado en agravio de la menor Rosa Mávila Vidal Suarez, a efectos
de que el superior jerárquico declare LA NULIDAD de la sentencia, o en su
defecto, se revoque la resolución recurrida en el extremo de la pena impuesta y
reformándola se imponga a mi patrocinado una pena no mayor a 08 años de
pena privativa de libertad; conforme lo paso a sustentar:

II. ARGUMENTOS DE LA RESOLUCIÓN RECURRIDA.


a) Que con fecha ocho de mayo del año dos mil catorce, a las diecinueve horas
aproximadamente, el acusado Leonardo ROJAS SANTA CRUZ mató con ferocidad y
gran crueldad a su menor sobrina Rosa Mávila VIDAL SUAREZ, cuando ésta última
se encontraba descansando en su habitación ubicada en la segunda planta del
domicilio ubicado en la calle Santa Cruz N° 103 del Distrito de Pulán, provincia de
Santa Cruz, asestándole diecisiete puñaladas en diferentes partes del cuerpo con un
cuchillo, provocándole la muerte.

b) Que el acusado es una persona penalmente imputable, quien no presente anomalías


psíquicas que enerven, su discernimiento, por lo contrario, entiende y comprende la
naturaleza y alcances de sus acciones, de lo bueno y lo malo, así como diferencia la
realidad de su mundo interior, con inteligencia promedio.

III. FUNDAMENTOS DE HECHO:

PRIMERO.- Sobre el Acuerdo Plenario N° 02-2005/CJ-116.- El referido


Acuerdo Plenario que constituye doctrina legal de observancia obligatoria ha
establecido los requisitos que debe poseer la declaración de un agraviado para
ser considerada prueba de cargo y, consecuentemente, enervar la presunción de
inocencia; así refiere que tratándose de la declaración de un agraviado, aún
cuando sea el único testigo de los hechos, al no regir el antiguo principio jurídico
testis unus testis nullus, tiene entidad para ser considerada prueba de cargo y
por ende virtualidad procesal para enervar la presunción de inocencia del
imputado, siempre y cuando no se adviertan razones objetivas que invaliden sus
afirmaciones. Las garantías de certeza serán las siguientes: a) Ausencia de
incredibilidad subjetiva: Es decir que no existan relaciones entre agraviado e
imputado basadas en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan
incidir en la parcialidad de la declaración, que por ende le nieguen aptitud para
generar certeza. b) Verosimilitud: que no sólo incide en la coherencia y solidez
de la propia declaración, sino que debe estar rodeada de ciertas corroboraciones
periféricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud probatoria. c)
Persistencia en la incriminación.
SEGUNDO.- La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es
un principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional, y al mismo
tiempo, un derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella, por un lado
se garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con
la Constitución y las leyes (Art. 45° y 138° de la Constitución) y, por otro, que los
justiciables puedan ejercer de manera efectiva su derecho de defensa.
Justamente, con relación al derecho a la debida motivación de las resoluciones,
el Tribunal Constitucional ha precisado que la Constitución no garantiza una
determinada extensión de la motivación, por lo que contenido esencial se
respeta siempre que exista fundamentación jurídica congruente entre lo pedido y
lo resuelto, y que, por si misma exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aun si ésta es breve o concisa (STC N° 1291-2000-AA/TC.
Fundamento N° 2).

TERCERO.- Respecto a la incorrecta valoración o compulsación de los


actos de prueba y que atenta contra la garantía de la Motivación de
Resoluciones Judiciales.- El no compulsar de manera correcta, objetiva e
imparcial las pruebas actuadas en el juicio oral, sin duda alguna, ocasionan la
infracción de la garantía genérica de tutela jurisdiccional efectiva, que en estricto
comprende el derecho constitucional de la exigencia de que las decisiones
judiciales sean motivadas en proporción a los términos del inciso 5 del artículo
139° de la Constitución Política cuyo desarrollo normativo lo contempla el
artículo 12° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que
garantiza que los jueces cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan
expresen el proceso lógico que los ha llevado a decidir la controversia,
precisando las razones por las que otorgan mayor valor a una prueba sobre otra
que sustenta lo contrario, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la Ley, pero
también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa
de los justiciables.
CUARTO.- Argumentos que acreditan una deficiente e incorrecta
compulsación de los actos de prueba por parte del Colegiado.- Los jueces
de juzgamiento, con la finalidad de fundar sentencia condenatoria en contra de
mi patrocinado, así como la imposición de una pena tan drástica, únicamente,
han valorado los exámenes periciales de los dos psicólogos del Ministerio
Público y, del Perito Psiquiatra de la ciudad de Trujillo, quienes han afirmado que
mi patrocinado no es un enajenado mental y que por lo tanto ha tenido
discernimiento de las cosas, sin embargo, poco o nada han hecho por valorar los
actos de prueba que acreditan que mi patrocinado tenía su conciencia y realidad
claramente afectadas, y que fueron las causas que finalmente lo impulsaron a
cometer dicho delito, conforme así se han acreditado del examen de los testigos
Alfonso Rojas Collantes Elodia Santacruz Calderón, Diógenes Rojas Santacruz y
Maritza Suarez Santacruz. Es decir, ni siquiera ampararon la responsabilidad
atenuada de mi patrocinado, pese a que el perito psiquiatra JOSE ANGEL
OLGADO MINAYA manifestó que si el imputado hubiera recibido tratamiento
oportuno no hubiera tenido los impulsos para cometer semejante delito,
conforme se analiza en el siguiente acápite.

QUINTO.- Examen del Perito Psiquiatra JOSE ANGEL OLGADO MINAYA.- El


referido profesional al ser sometido al examen y contraexamen por parte del
Fiscal, Abogado y Colegiado, respecto a la evaluación psiquiátrica del imputado
manifestó lo siguiente: “… lo que si tiene es una patología en relación al estado de
ánimo, por ello presenta depresión crónica, por lo que propone que el evaluado
sea tratado por un psiquiatra y un psicólogo … Que al momento de la entrevista
estaba coherente, había una lógica en su pensamiento, pero cuando relataba la
historia pasada de su vida, notó ciertas características que no son de una persona
normal habían rasgos patológicos, ya que en su infancia y adolescencia tenía
tendencias a aislarse, a sentirse aburrido y con una tristeza inexplicable …
Haciendo un estudio longitudinal de su vida se llega a la conclusión de que como
no había sido tratado adecuadamente, han existido baches en su psiquismo que
lo mantenían en un estado de celos, sintiéndose desplazado como que no le hacía
caso la menor agraviada, en el momento de los hechos se sintió ofuscado preso
por la ira, luego cuando se da cuenta recapacita y suspende lo que estaba
haciendo, sintiendo temor … Cuando una persona está afectada en su vida
anímica o psíquica no se puede tener una garantía plena, son impredecibles las
conductas de estos pacientes más aún si están sin tratamiento regular, no se
puede confiar plenamente porque no se sabe cómo van a responder

SEXTO.- Examen de los testigos de cargo que acreditan el comportamiento


anormal de mi patrocinado.-

6.1.- Cuando fue examinado el testigo ALFONSO ROJAS COLLANTES


manifestó lo siguiente: “… mi hijo padecía enfermo sufría de trastorno compulsivo
obsesivo, para coger el cubierto lo hacía lento lo repetía, gritaba en las noches fuerte yo
iba y lo despertaba tenía mi luz en la mano y le decía que tienes hijo el decía que ha
soñado feo que se cae de las peñas, no asistía a los deportes, le gustaba vivir siempre
solo, le decía vamos a tus primos pero no quería cerraba su puerta y se quedaba …lo
observábamos tenía tristeza, quería llorar, lloraba a veces, nosotros le decíamos que no
se preocupe que estábamos nosotros; estos comportamientos lo ha tenido casi toda la
vida, el sufría enfermo y cuando estaba empeorando le llevé a Chiclayo al psicólogo, el
médico de Pulan lo derivo al psicólogo luego a un segundo psicólogo, ya después al
psiquiatra que le recetó medicinas a mi hijo las dosis que debía tomar …”.

6.2.- Así también, cuando fue examinada la testigo ELODIA SANTACRUZ


CALDERON (madre del imputado) manifestó lo siguiente: ”… el paraba encerrado,
lloraba y yo iba a cobrarle de su trabajo, el me decía mi corazón, mi cabeza, le daba
azúcar agua de azar; le dije a mi esposo que lo lleve a mi hijo al médico porque estaba
mal, el lo lleva al psicólogo, al psiquiatra … como mi hijo vivía enfermo no alcanzaba
para que lo lleven al psiquiatra … Los trastornos mi hijo lo tenía desde la edad de
quince años, él lloraba, a mi me desesperaba como madre le decía que tiene, el
actuaba de un momento y me decía mi corazón, mi cabeza, yo corría con agüita de azar
de azúcar, cuando mi nieta llega a vivir a mi casa no recuerdo cuantos años tenía él, la
tuve a la niña desde los cinco años, le dije a mi esposo que lo lleve a hacerlo curar yo
era desesperada, el doctor de la Posta médica a donde siempre la llevaba le daba
pastillitas decía que no le pueden curar su enfermedad de él, la enfermera nos dijo que
lo llevemos al psicólogo, mi esposo lo llevo después ya no porque somos pobres y no
hemos tenido plata …”
6.3.- Cuando fue examinada la testigo MARITZA SUAREZ SANTACRUZ (madre
de la menor agraviada), la misma refirió lo siguiente: “Mi hermano cuando yo vivía
en Lima se le desmayaba el cuerpo, se dejaba, se alteraba le faltaba la respiración y se
encerraba en su cuarto, se quejaba del corazón, nada mas del corazón, no puedo decir
si sufría de una enfermedad mental porque no sé … Este último año sabía que mi
hermano ha estado en el psicólogo mas antes no he sabido, eso me dijo mi hermano el
abogado; yo muy poco me comunico con ellos por temas de trabajo; en estos últimos
días he estado averiguando si mi hermano tiene alguna enfermedad y he pedido que le
hagan las pericias para ver que lo tiene mi hermano y según sé, tiene una enfermedad
mental.

6.4.- El testigo DIOGENES ROJAS SANTACRUZ (testigo de cargo) refirió ante


los jueces de juzgamiento lo siguiente: “… cuando mi hermano estaba en el colegio
paraba enfermo y no sabíamos de qué, mi papá lo llevaba al centro médico a Chiclayo,
le hacían exámenes de hormonas y mas y salía correcto, es así que decide mi papá
llevarlo al psicólogo, yo no preguntaba mucho en ese tiempo cuando estaba yo en la
universidad pase por una depresión y conocí un psiquiatra y a ese mismo psiquiatra lo
llevé a mi hermano porque paraba encerrado, yo lo notaba deprimido dije que como yo
salí de la depresión quería que mi hermano sea atendido por un especialista y lo llevé
al mismo psiquiatra, él le dio una receta, le recetó sulpirina en pastilla de 200 mg y
ketazolam no recuerdo de cuanto, también recuerdo que en el centro de salud de Pulan
le recetaron Fluccetina y alprazolam, lo recuerdo porque yo pasé por un episodio así y
conocía algo; no recuerdo en que año le llevó mi padre al psicólogo porque lo llevó en
varias oportunidades, no recuerdo el nombre del psicólogo, cuando estaba en el colegio
ellos se iban a Chiclayo, cuando yo estaba en la universidad vivía en Lambayeque y
ellos se iban a Chiclayo y yo no me involucraba en eso, no tuve conocimiento si le
hicieron historia clínica, del psiquiatra que lo llevé el me explicó que las historias clínicas
se utilizaban en instituciones del estado, he leído algo de los medicamentos que le
recetaron a mi hermano en Internet leí que la fluccetina que ya la conocía porque yo
había pasado por algo así es un antidepresivo, el alprazolam que le recetaron en Pulan
es un ansiolítico y el Psiquiatra le dio en Chiclayo sulpirina que es un antisicótico
antiesquizofrénico eso le recetó el psiquiatra Jaime de la Cruz Toledo …”
SEPTIMO.- Conforme a lo reseñado en el considerando anterior, no entendemos
las razones por las cuales, los jueces de juzgamiento, no han dado valor
probatorio a las declaraciones de dichos testigos, máxime cuando los mismos
han sido ofrecidos como órganos de prueba también por la Fiscalía. El
Colegiado, no ha tomado en cuenta que lo vertido por estos testigos es
contundente para tener por acreditado que el comportamiento de mi patrocinado
no era normal, que su personalidad se encontraba totalmente atrofiada y/o
distorsionada desde la adolescencia y que incluso estuvo recibiendo tratamiento
psicológico y psiquiátrico, pero que por falta de recursos económicos no continuó
con el tratamiento que necesitaba para salir del cuadro depresivo en el que se
encontraba, lo cual se corrobora con las pericias psicológicas y psiquiátrica, en
donde se ha diagnosticado que mi patrocinado estaba dentro de un cuadro
depresivo crónico. No hay que olvidar, que los jueces de primera instancia, no
han fundamentado las razones por las cuales le han restado valor probatorio a
dichas declaraciones, máxime si se han dado los presupuestos establecidos en
el Acuerdo Plenario N° 02-2005-CJ-116, referidos a: 1) Ausencia de
incredibilidad subjetiva, 2) Verosimilitud y 3) Persistencia en la incriminación.

OCTAVO.- Razones para considerar que en el juicio de primera instancia si


se ha acreditado la circunstancia atenuante privilegiada de la grave
alteración de la conciencia y de la realidad de mi patrocinado, al menos en
su forma relativa, y que indudablemente lo hacen merecedor de una pena
por debajo del mínimo legal.-

8.1.- Respecto a la personalidad esquizoide de mi patrocinado y que


constituye un trastorno mental intermedio.- Conforme lo ha mencionado el
propio Colegiado, el profesor colombiano Jesús Orlando GOMEZ PEREZ, ha
señalado claramente; “…que existen un conjunto de procesos como trastornos
mentales que corresponden a la zona intermedia entre la normalidad práctica y la
alienación, por lo cual se denominan estados fronterizos, pues no restringen la
capacidad de crítica ni afectan la capacidad de adaptación al medio. Entre estos se
distinguen: (…) g. Las personalidades sicopáticas, en especial las personalidades
esquizoides, paranoides”.1. Véase que el citado autor denomina a la personalidad
psicopática “esquizoide” como un trastorno mental en fase intermedia, lo cual, si
bien no constituiría como una eximente completa, muy bien nos podemos
encontrar ante una eximente incompleta o una responsabilidad atenuada,
conforme así lo prescribe el artículo 21° del Código Penal. De los actos de
prueba actuados a nivel de juicio oral, se ha podido acreditar claramente que mi
patrocinado LEONARDO ROJAS SANTACRUZ, si presentaba personalidad
esquizoide, conforme así lo han mencionado los peritos psicólogos Ana Luisa
Pinillos y Rubén Carlos Miranda Ramírez (peritos del Ministerio Público).
Además, los mismos han sido contundentes en señalar que mi patrocinado ha
presentado dicho trastorno antes, durante y después de haber ejecutado la
conducta delictiva. Es más la propia perito del Ministerio Público – Ana Luisa
Pinillos Ortiz - al ser examinada en juicio, manifestó lo siguiente: “puede tener un
tipo de trastorno pero eso no impide que evalúe su propia realidad … el peritado
tiene ira arranques de cólera y eso le ha impulsado a hacer daño a la sobrina,
luego ha tomado conciencia del daño que le ha ocasionado…”. Por su parte, el
perito Psicólogo Rubén Carlos Miranda Ramírez, concluyó lo siguiente: “Que
según la experiencia que tiene como Psicólogo, el sujeto evaluado por su propia
personalidad tiene pensamientos bruscos e impulsivos, y que por ello tiene conductas
muy limitadas … Que el trastorno de personalidad con rasgos esquizoides no incapacita
mentalmente al examinado, descarta cualquier signo de psicosis y neurosis …”.

NOVENO.- Por último, tampoco se entiende el razonamiento jurídico esbozado


por los jueces de primera instancia, en cuanto a la determinación judicial de la
pena, pues, toman la CONFESIÓN SINCERA de mi patrocinado como una
circunstancia atenuante genérica cuando la misma es considerada como una
CIRCUNSTANCIA ATENUANTE PRIVILEGIADA, que conforme a lo normado en
el artículo 45-A numeral 3 - literal a - del Código Penal obligaba al juzgador a
imponer una pena por debajo del tercio inferior. Consideramos que aquí existe
un grave error de derecho de los jueces que viola el Principio de Legalidad. Es
por ello, que conforme lo postula la defensa técnica en el presente recurso
impugnatorio es la nulidad de la sentencia venida en grado o en su defecto la
1
GOMEZ PEREZ, Jesús Orlando, en “Tratado de Derecho Penal: Culpabilidad y causas de
Inculpabilidad, tomo V, Edic. Doctrina y Ley LTDA, 1ra. Edición, Bogotá, 2013, P. 828/829 .”
imposición de una pena privativa de libertad no mayor a 08 años al existir dos
circunstancias atenuantes privilegiadas, conforme se ha expuesto en los
considerando anteriores.

IV. FUNDAMENTOS DE DERECHO:

Art. 401.1 del Código Procesal Penal: “Al concluir la lectura de la sentencia, el
Juzgador preguntará a quien corresponda si interpone recurso de apelación. No es necesario
que en ese acto fundamente el recurso. También pude reservarse la decisión de impugnación”.

Art. 405.2 del Código procesal Penal: “(…) Los recursos interpuestos oralmente contra
las resoluciones finales expedidas en la audiencia se formalizaran por escrito n l plazo de cinco
días, salvo disposición distinta de la ley (…)”.

Art. 416.1 literal a) del Código Procesal Penal: “El recurso de apelación procede
contra: las sentencias (…)”.

V. AGRAVIO QUE CAUSA LA RECURRIDA.

En la resolución que es materia de apelación se


encuentran errores de hecho y de derecho concurrentes, que han dado lugar a
que se le imponga una pena tan drástica en contra de mi patrocinado, sin
haberse valorado de manera correcta la concurrencia de circunstancias
atenuantes de su responsabilidad penal (grave alteración de la conciencia y de la
realidad), lo que obviamente le causa agravio.

VI. PRETENSION IMPUGNADA.

Que, el Superior jerárquico REVOQUE la


resolución apelada y se declare la NULIDAD de la sentencia venida en grado
o en su defecto se le imponga a mi patrocinado una pena de 08 años de
pena privativa de la libertad.
POR LO EXPUESTO:

Sírvase acceder a lo peticionado por ser de justicia y elevarlo al


Superior Jerárquico dentro del más breve plazo, reservándome el derecho de
ampliar mis fundamentos en la Audiencia de su propósito, bajo el principio de
oralidad.

a, 08 de abril del 2015.

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