Está en la página 1de 4

Macumba Macumba

Foi feito despacho de Exu, para que ele não Se conjuró a Exú para que no viniera a
viesse perturbar a boa marcha da perturbar la buena marcha de la fiesta. Y Exú
se fue muy lejos, a Pernambuco o a África.
festa. E Exu foi para muito longe, para
Pernambuco ou para a África. La noche caía, la noche tranquila y religiosa
de Bahía de Todos os Santos. De la casa del
A noite caía pelos fundos das casas e era pai-de-santo Jubiabá, llegaban sones de
aquela noite calma e religiosa da atabaque, agogô, calabaza, sones misteriosos
Bahia de Todos os Santos. Da casa do pai-de- de macumba que se perdían entre los guiños
santo Jubiabá vinham sons de de las estrellas en la noche silenciosa de la
ciudad. En la puerta, unas negras vendían
atabaque, agogô, chocalho, cabaça, sons pasteles y arroz dulce.
misteriosos da macumba que se perdiam
Y Exú, conjurado, fue a perturbar otras fiestas
no pisca-pisca das estrelas, na noite más lejanas, en los algodonales de Virginia o
silenciosa da cidade. Na porta, negras en los candombles del morro de la Favela.

vendiam acarajé e abará. En un rincón, al fondo de la sala de adobe,


tocaba la orquesta. El son de los
E Exu, como tinham feito o seu despacho, foi
instrumentos resonaba monótono en la
perturbar outras festas mais
cabeza de los asistentes. Música enervante,
longe, nos algodoais da Virgínia ou nos melancólica, música vieja como la raza, que
candomblés do Morro da Favela. salía de instrumentos primitivos: atabaques,
agogôs, chocallos, calabazas.
Num canto, ao fundo da sala de barro batido,
a orquestra tocava. Os sons dos Los asistentes, apelotonados en la sala, junto
a la pared, estaban con los ojos fijos en los
instrumentos ressoavam monótonos dentro ogâs, sentados en medio de la sala. En torno
da cabeça dos assistentes. Música de los ogâs giraban las feitas. Los ogâs son
importantes, pues son miembros del
enervante, saudosa, música velha como a
candomblé, y las feitas son sacerdotisas que
raça, que saía dos atabaques, agogôs,
pueden recibir al santo. Antonio Balduino era
chocalhos, cabaças. ogâ, Joaquim, también, pero el Gordo aún no
lo era y permanecía entre los espectadores,
A assistência apertada em volta da sala, junto junto a un blanco flaco y calvo, que seguía la
à parede, estava com os olhos escena muy atento procurando acompañar la
música monótona con palmadas en las
fitos nos ogãs que ficavam sentados em
rodillas. Al otro lado, un joven negro vestido
quadrado no meio da sala. Em torno dos
de azul estaba envuelto por la música y por
ogãs giravam as feitas. Os ogãs são los cánticos, olvidado de los que había venido
importantes, pois eles são sócios do a observar. El resto de los asistentes eran
negros y mulatos, negras gordas vestidas con
candomblé, e as feitas são as sacerdotisas, enaguas y camisas escotadas y con collares al
aquelas que podem receber o santo. pescuezo. Las feitas danzaban lentamente
oscilando el cuerpo.
Antônio Balduíno era ogã, Joaquim também,
mas o Gordo ainda não o era e De repente, una negra vieja que estaba
apoyada en la pared de enfrente, cerca del
estava no meio da assistência; bem junto de blanco calvo, y que desde hacía mucho se
um homem branco e magro, calvo, estremecía con la música y con los cantos,
que espiava a cena muito atento, procurando recibió el santo. La llevaron a una pequeña
acompanhar a música monótona com cámara, pero como no era feita de la casa se
quedó allí hasta que el santo la abandonó y
pancadas nos joelhos. Do outro lado um fue a encarnarse en una negrita que fue
jovem negro de roupa azul estava llevada también al cuarto de las sacerdotisas.

envolvido pela música e pelos cânticos, El orixalá era Xangô, dios del rayo y de la
esquecido de que tinha vindo observar. O tempestad, y como esta vez se había
encarnado en una feita, la negrita salió de la
resto da assistência era formada por homens
cámara vestida con ropas del santo: vestido
pretos, homens mulatos, que se
blanco y cuentas blancas con pintas rojas,
apertavam de encontro a negras gordas, llevando en la mano un bastoncito.
vestidas com anáguas e camisas
La madre del terreiro empezó a cantar una
decotadas e colares no pescoço. As feitas tonada de saludos al santo:
dançavam lentamente sacudindo o

corpo.
«–Edurô dêmin lonan ê ye!»
De repente uma negra velha que estava
encostada parede da frente, perto do
Los asistentes respondieron a coro:
homem calvo, e que de há muito tremia
nervosa com a música e com os cânticos,

recebeu o santo. Foi levada para a camarinha. «–A umbô k’ó wá jô!»
Mas como ela não era feita na casa,

ficou lá até que o santo a abandonou e foi


pegar uma negrinha moça que também Y la madre del terreiro seguía diciendo su
cántico en lengua nagô:
entrou para o quarto das sacerdotisas.

O orixalá era Xangô, o deus do raio e do


trovão, e como desta vez ele tinha «–Abrid vuestras alas a nosotros,
que hemos venido a danzar.»
pegado uma feita, a negrinha saiu da
camarinha vestida com roupas do santo:

vestido branco e contas brancas pintalgadas Las feitas danzaban en torno de los ogâs, y
de vermelho, levando na mão um los asistentes reverenciaban al santo que se
había encarnado, y alargaban las manos hacia
bastãozinho. él, con los brazos en ángulo agudo y las
palmas de las manos vueltas al orixalá:
A mãe do terreiro puxou o cântico saudando
o santo:

“Edurô dêmin lonan ô yê!’ –Oké!

A assistência cantou em coro.

“A umbó k’ó wá jô!” Todos gritaban:

E a mãe do terreiro estava dizendo no seu


cântico nagô:
–Oké! Oké!
“Abram alas para nós, que viemos dançar”.

As feitas rodavam em torno dos ogãs e a


assistência reverenciava o santo Los negros, las negras, los mulatos, el blanco
calvo, el Gordo, el estudiante, todos los
pondo as mãos para ele, os braços em asistentes animaban al santo:
ângulos agudos, as palmas das mãos

voltadas para o orixalá:


–Oké! Oké!
– Ôkê!

Todos gritavam:
Entonces el santo penetró entre las feitas y
– Ôkê! Ôkê! danzó también. El santo era Xangô, dios del
rayo y de la tormenta, y traía cuentas
Os negros, as negras, os mulatos, o homem pintadas de rojo sobre el vestido blanco.
calvo, o Gordo, o estudante, toda Llegó y reverenció a Jubiabá, que estaba en
a assistência animava o santo: medio de los ogâs y era el mayor de todos los
padres-de-santo. Dio otra vuelta danzando y
– Ôkê! Ôkê! reverenció al hombre calvo que estaba allí
invitado por Jubiabá. El santo reverenciaba
Então o santo penetrou no meio das feitas e
curvándose tres veces delante de la persona.
dançou também. O santo era
Después la abrazaba apretándole los
Xangô, o deus do raio e do trovão, e trazia hombros, y ponía la cara a un lado y otro de
contas brancas pintalgadas de la del reverenciado.

vermelho sobre o vestido branco. Veio e La madre del terreiro cantaba ahora:
reverenciou Jubiabá que estava no meio

dos ogãs e era o maior de todos os pais-de-


«–Iya ri dé gbê ô
santo. Deu outra volta dançando e
–Afi dé si ómon lôwô
reverenciou o homem branco e calvo que
estava ali por convite de Jubiabá. O –Afi ilé ké si omón lérum.»
santo reverenciava curvando-se três vezes
diante da pessoa, depois a abraçava,
Y estaba diciendo que:
apertando-lhe os ombros, e punha a cara ora
de um lado ora de outro da do

reverenciado. «La madre se adorna de joyas.

A mãe do terreiro cantava agora: Adorna de cuentas el cuello de sus hijos

“Iya ri dê glê ô Y pone nuevas cuentas en el cuello de la


hija....»
Afi dé si ómón lôwô

Afi ilé si ómón lérun.”

e ela estava dizendo que:

“A mãe se enfeita de jóias,

Enfeita de contas o pescoço dos filhos

E põe novas contas no pescoço dos filhos...”

También podría gustarte