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Autores: FIORE, Juan Manuel (1); TURCUMÁN, María Hortencia; ULIARTE, Ricardo José;
MORANDI, Javier Osvaldo.
Instituto de Materiales y Suelos - Facultad de Ingeniería - Universidad Nacional de San Juan.
(1)
J. J. de Urquiza 35 (N) - J5400GNA - San Juan - Tel/Fax: 0264 4226445 - e-mail:
jfiore@ims.unsj.edu.ar
Resumen.
Teniendo en cuenta que las propiedades físicas y mecánicas de los suelos obedecen a leyes de
variabilidad intrínseca aleatorias y considerando algunos aspectos fundamentales del análisis
estadístico de datos experimentales, es posible establecer un criterio razonable de aceptación o
rechazo de un trabajo de compactación, sin recurrir a un criterio absolutista (superación estricta de
un valor límite inferior).
Asumiendo que el coeficiente de variación es una medida de la perfección del proceso de
compactación y que el mantenerlo bajo control es lo único que permite el aseguramiento de la
calidad del trabajo. Considerando que cuando se desarrolla un control para aceptar o rechazar una
muestra de un sector o capa de un terraplén, debe tenerse en cuenta lo que el análisis estadístico
dice sobre el tema de contrastes de hipótesis y reglas de decisión, ya que siempre se pueden
cometer errores al juzgar la calidad de un producto, lo que realmente es importante es cuantificar
estos errores y establecer un procedimiento técnico para determinar cuando las muestras ensayadas
se alejan significativamente del resultado esperado, tanto como para rechazar el lote.
La compactación de suelos constituye un proceso de producción de igual manera que los procesos
industriales, generalmente se lo controla por medio de la toma de muestras integradas cada una de
ellas por un cierto número (N) de determinaciones de pesos unitarios o densidades secas (γd). Esta
muestra poseerá una media (m) y una desviación típica (s) muestreales, valores característicos de
ella que deben servir para la aceptación del lote (sector o capa de un relleno o terraplén) al que
representan. Resulta claro que ante un control de este tipo se presenta un problema donde la media
(χ) y la desviación típica (σ) poblacionales no son conocidas, ya que se está construyendo la
población a medida que avanza la obra y sus controles de compactación, por lo cual para fijar las
condiciones de aceptación o rechazo se debe hacer una estimación estadística sobre la base de las
medias y desviaciones típicas de las muestras, que sí son conocidas.
En este marco conceptual es posible elaborar una Carta Estadística de Control de Compactación
que permita vincular la densidad seca media muestreal (γdm), con la densidad seca límite inferior
(γd lím) especificada, con el coeficiente de variación muestreal (v) y con la relación t / √ N
(parámetro estadístico de Student para un control estadístico de un extremo, dividido por la raíz del
número N de densidades de control determinadas), herramienta eficaz ya que considera la
variabilidad intrínseca del suelo y del proceso de compactación en campo, evitando la aplicación de
criterios absolutistas.
1) Introducción.
Para establecer una Carta de Control de Calidad de aceptación o rechazo de una tarea de
compactación, es preciso tener en cuenta algunos aspectos fundamentales de la mecánica de suelos
y del análisis estadístico de datos experimentales, tales como:
0,90
0,75
c
0,60
Frecuencia
0,45
0,30
0,15
0,00
Valor Límite M1 M2
Figura Nº1: Dos distribuciones normales con medias M1 y M2, y un valor límite absoluto “c” a ser superado
por el proceso.
2.
Cuando estas variables se encuentran bajo control, es decir sólo presentan dispersiones aleatorias, el
proceso también lo está y responde a una ley de distribución normal, por lo que, por ejemplo,
presentará un riesgo del 4,6% de que alguna determinación experimental de control xi caiga fuera
del rango: χ - 2 σ ≤ xi ≤ χ + 2 σ. La amplitud de este rango indica la necesidad de lograr en
obra un valor medio de la variable de control χ muy alejado del límite absoluto establecido [Figura
Nº1, (M2 > M1)] para disminuir al mínimo el riesgo de rechazos, pero aún así aparecen dos
circunstancias involucradas:
Estas situaciones, por desconocimiento de elementales leyes físicas y del análisis estadístico,
conducen generalmente al enfrentamiento entre el personal de control con el personal constructor,
sin una solución razonable si se mantiene la exigencia de un límite absoluto y el olvido de que el
éxito de la obra, entendido éste como la perfección de su ejecución, es responsabilidad, lógicamente
con diferentes niveles de participación, de ambos. Los principios modernos del control de calidad
apuntan a transformar a controladores y constructores, en cooperadores mutuos con una meta en
común: una obra bien ejecutada de acuerdo a las reglas del arte de su construcción. El control de
calidad moderno fija los siguientes criterios que tratan de salvar estos inconvenientes:
Vale destacar que el sentido de la última condición anterior radica en que el coeficiente de
variación es una medida de la perfección del proceso de compactación y que el mantenerlo bajo
control es lo único que permite el aseguramiento de la calidad del trabajo. Esto puede comprenderse
claramente si analizamos los aspectos metodológicos de la compactación que pueden mejorar el
coeficiente de variación:
3.
• operarios y supervisores calificados que puedan comprender y manejar las variables
anteriores.
El análisis de estos aspectos deja en claro que el coeficiente de variación mide indirectamente la
calidad del trabajo del contratista en las tareas de compactación. A título de ejemplo se indica que
según el análisis del control de la compactación de numerosos terraplenes de presas de tierra que
realizaron Sherman, G. B.; Watkins, R. O. y Prysock, R. H., Statistical Analisis of Embankment
Compactation, Informe N°MR 631133-3, California, 1967, concluyeron que:
1,00
k
0,80
D3
0,60
Frecuancia
D2
D1
0,40
D4
0,20
0,00
M1 k M2 M3 M4
Variable
Figura Nº2: Cuatro distribuciones normales con medias M1, M2, M3 y M4, y un valor característico “k” a
ser superado por el proceso.
Para establecer estos límites resulta necesario hacer previamente algunas consideraciones simples,
referidas a la comparación de distribuciones de datos experimentales con especificaciones para
4.
decidir sobre su aceptación o rechazo. En esta situación pueden darse algunas de las circunstancias
siguientes (Figura Nº2):
• Distribución D1: una media (M1) que no supera al valor mínimo especificado (k);
• Distribución D2: una media (M2) que supera a la especificación (k), pero con una
dispersión de datos que determina que un porcentaje significativo de los mismos queden por
debajo del valor mínimo especificado (k);
• Distribución D3: una dispersión de datos pequeña con una media (M3) que supera
razonablemente al valor mínimo especificado (k); y
• Distribución D4: una media (M4) que supera por mucho al valor mínimo especificado (k),
pero con una dispersión de datos muy importante.
5.
0,80
0,60
k (valor límite)
Frecuancia
0,40
Región Región de
Crítica Aceptación
0,20
0,00
Variable
Figura Nº3: Distribución normal de medias muestreales, valor límite k y nivel de significancia α del
contraste (error del Tipo I).
1,00
k
0,80
D2
0,60
Frecuancia
D1
0,40
0,20
β
α
0,00
M1 k M2
Variable
Figura Nº4: Distribuciones normales de medias muestreales, valor límite k y niveles de significancia α y
β del contraste (errores del Tipo I y II).
6.
Si estudiamos el caso en que m < k, toda vez que esto ocurra se puede suponer que esa media m
pertenece a la distribución D1 (M1 < k), pero analizando la Figura Nº4 se puede observar que existe
también la posibilidad de que el valor de m pueda corresponder al sector de la distribución D2 (M2
> k), pero para valores m < k. En este caso la suposición formulada es falsa y se comete un error de
Tipo I: se considera a la media muestreal como de una población “rechazable” cuando en realidad
pertenece a una población “aceptable”.
Si ahora estudiamos el caso en que m > k, toda vez que esto ocurra se puede suponer que esa media
pertenece a la distribución D2 (M2 > k), pero nuevamente analizando la Figura Nº4 se puede
observar que existe también la posibilidad de que el valor de m pueda corresponder al sector de la
distribución D1 (M1 < k), para valores m > k. En este caso nuevamente la suposición formulada es
falsa y ahora se comete un error de Tipo II: se considera a la media muestreal como de una
población “aceptable” cuando en realidad pertenece a una población “rechazable”.
Si se analiza la Figura Nº4 se observa que el área α comprendida bajo la curva de distribución D2
con valores m < k, representa la probabilidad (riesgo) de rechazar un producto aceptable: error de
Tipo I. De igual manera se entiende que el área β comprendida bajo la curva de distribución D1 con
valores m > k, representa la probabilidad (riesgo) de aceptar un producto rechazable: error de
Tipo II.
Si para disminuir la probabilidad de cometer un tipo de error, por ejemplo el β (II), se aumenta el
valor límite k, se observa que aumenta el riesgo asociado al error de tipo α (I). La situación inversa
se produce si disminuimos k. La única manera de disminuir simultáneamente los dos tipos de error
es aumentar el número de elementos N de la muestra. Es conveniente que ambos errores estén
acotados, con un adecuado balance entre los mismos.
En el control de compactación de rellenos, terraplenes, bases y sub bases de obras de la ingeniería
de suelos, se puede razonablemente asumir que generalmente se trata de una situación configurada
por dos características significativas:
• se especifica un valor límite inferior a ser alcanzado o superado por las determinaciones de
las medias muestreales; y
• con relativa seguridad se puede asumir como hipótesis de trabajo que la media poblacional
es superior al valor de límite de la especificación;
en cuyo caso ambos hechos determinan que se trate de un problema donde lo primordial sea acotar
el error de Tipo I (α).
7.
distribución de Student, para diferentes niveles de confianza (1 - α) y para distintos números de
elementos (N) de la muestra.
Niveles de Confianza (1 - α)
N
0,995 0,975 0,950 0,900 0,800 0,750 0,700
El rango de valores entre los que se encuentra comprendida la media muestreal, para un
determinado nivel de confianza (1 - α) y un número de elementos (N) de la muestra, resulta ser:
xi = χ ± t . σ / √ N ;
expresión que es función inversa de √ N, y además, dado que t disminuye con el aumento de N, el
intervalo de los valores xi se reduce sensiblemente con el aumento del número de elementos de la
muestra, por ello resulta conveniente trabajar con un número de elementos (N) de la muestra tan
grande como sea posible, que además se justifique técnica y económicamente.
A pesar de que generalmente las especificaciones fijan el valor límite inferior de la densidad seca
(γd lím) a alcanzar o superar, como valor absolutista, resulta más razonable, práctico y conveniente,
establecer a partir de ella y para el nivel de confianza que se desee, los valores de las medias (m) y
las desviaciones típicas (s) muestreales que deben regir el proceso.
Una manera eficaz de especificar la calidad de los trabajos de compactación es limitar su
coeficiente de variación, que presenta la ventaja que mide la dispersión de los valores
experimentales con relación a la media y que es adimensional, constituyéndose en un verdadero
parámetro de la calidad del proceso:
8.
De tal forma que una caracterización de un proceso de compactación, en cuanto al control de las
variables que lo determinan, puede conseguirse acotando el coeficiente de variación de la siguiente
manera:
Excelente ≥ 1,50
Muy bueno 1,50 < V ≤ 2,50
Bueno 2,50 < V ≤ 3,50
Regular 3,50 < V ≤ 5,00
Las condiciones de control del proceso deben establecerse en función de la importancia y del
eventual riesgo de falla de la obra, y de acuerdo a ello puede especificarse un valor límite del
coeficiente de variación.
La expresión anterior: xi = χ ± t . σ / √ N ; que da el rango de valores para un determinado nivel
de confianza en una población, puede escribirse para un análisis muestreal como:
ecuación que vincula la densidad seca media muestreal (γdm) con la densidad seca límite inferior (γd
lím), con la desviación típica muestreal (s) o con el coeficiente de variación muestreal (v) y con la
relación t / √ N, para un control estadístico de un extremo. Esta expresión es la que sirve para
dibujar la Carta Estadística de Control de Compactación, teniendo en cuenta todos los límites
impuestos. Asumiendo, a título de ejemplo, que en un determinado problema están establecidas las
siguientes condiciones para la aceptación de las tareas de compactación, y si consideramos como
admisible una condición de estos trabajos de nivel “bueno” (v ≤ 3,0 %):
Surge que para (1 - α) = 95% y N = 12, la Tabla I de Student anterior arroja un valor del
estadístico t = 1,80 (dado que esta Tabla expresa directamente el valor de t correspondiente a una
estadística de un extremo), con lo cual la ecuación anterior toma los siguientes valores y forma
gráfica (Figura Nº5):
En la Carta Estadística de Control de la Figura Nº5 se ha dibujado la línea “A” que responde a la
ecuación anterior, y además una línea “R” que corresponde a una expresión similar pero para un
nivel de confianza del 90% (t = 1,36):
9.
Densidad mínima = 1,775 gr/cm3
CARTA DE CONTROL DE COMPACTACIÓN
Nivel de Confianza = 95%
N° Elementos de la Muestra = 12
Coef. Variación < 3,0 %
1,805
1,800
Densidad Media Muestreal (gr/cm 3)
Línea A
1,795
A C
1,790
Línea R
1,785
1,780
1,775
0,00 0,50 1,00 1,50 2,00 2,50 3,00
El significado de esta línea “R” es establecer una zona donde todavía el proceso de compactación
admite correcciones, sin llegar directamente al rechazo del trabajo. En efecto, ahora la Carta ha
quedado dividida en tres sectores:
Una especificación racional debería establecer, por ejemplo, el siguiente procedimiento para la
aceptación o rechazo del trabajo de compactación de un terraplén o relleno que se esté controlando:
a) Considérese como lote de trabajo a toda capa del terraplén de no más de 300 m de largo, o
longitud de capa menor que insuma para su ejecución una jornada completa de trabajo.
10.
3
Densidad mínima = 1,775 gr/cm
CARTA DE CONTROL DE COMPACTACIÓN
Nivel de Confianza = 95%
N° Elementos de la Muestra = 6
Coef. De Variación < 3,0 %
1,815
Línea A
Densidad Media Muestreal (gr/cm )
3
1,805
A
C
1,795
Línea R
R
1,785
1,775
0,00 0,50 1,00 1,50 2,00 2,50 3,00
b) Sobre el lote de trabajo así definido selecciónese aleatoriamente doce (12) lugares donde
se determinen las densidades secas y humedades de la capa.
c) Determínese a continuación la densidad seca media (γdm), la desviación estándar (s) y el
coeficiente de variación (v = s / γdm) de esta muestra de doce elementos.
d) Con los valores de “γdm y v” ingrésese en la Carta de Control y procédase de la
siguiente forma:
d.1) Si el punto “γdm, v” cae en la Zona A acéptese la capa, previo a la verificación
de su contenido de humedad.
d.2) Si el punto “γdm, v” cae en la Zona C ordénese, si fuese necesario, corregir el
contenido de humedad; a continuación ordénese darle un número adecuado de
pasadas más del equipo compactador a la capa y realícese un nuevo control de
densidades, para luego repetir la secuencia a partir de b). Si el nuevo punto “γdm, v”
vuelve a caer en la Zona C, rechácese la capa y procédase como en d.3).
d.3) Si el punto “γdm, v” cae en la Zona R rechácese directamente la capa, ordénese
su escarificación, humedecimiento, extendido y nueva compactación, para repetir la
secuencia de aprobación a partir del punto b).
11.
En la Figura Nº6 se presenta una Carta Estadística de Control de Compactación elaborada de igual
manera que la anterior, pero para un número de elementos (densidades de control) de la muestra
menor, N = 6, que permite efectuar un análisis de la sensibilidad del método con la variación de N,
parámetro que hay que balancear entre la mayor confiabilidad del proceso al aumentar su número,
con el mayor costo y tiempo que demanda determinar más densidades de control en obra. En el caso
ejemplificado, para un número N = 12 de densidades de control de la muestra y para un coeficiente
de variación muestreal v = 2,0%, surge que la densidad media muestral a exigir es γdm ≥ 1,793
gr/cm3; en tanto que para N = 6 y v = 2,0% la densidad media muestral a exigir es γdm ≥ 1,805
gr/cm3.
4) Conclusiones.
Las propiedades físicas y mecánicas de los suelos obedecen a leyes de variabilidad intrínseca
aleatorias, como así también los trabajos de compactación si en ellos no se introducen sesgos, y
considerando los principios básicos del análisis estadístico de datos experimentales, es posible
establecer un criterio razonable de aceptación o rechazo de un trabajo de compactación, sin recurrir
a un criterio absolutista (superación estricta de un valor límite inferior).
En el desarrollo de un control de calidad para aceptar o rechazar una muestra de un sector o capa de
un terraplén, deben tenerse en cuenta las consideraciones sobre el contrastes de hipótesis y las
reglas de decisión, debido a que siempre se pueden cometer errores al juzgar la calidad de un
producto, por lo que resulta importante es cuantificar estos errores y establecer un procedimiento
para determinar cuando las muestras ensayadas se alejan significativamente del resultado esperado,
tanto como para rechazar el lote. Se establece al coeficiente de variación como una medida de la
perfección del proceso de compactación, ya que mantenerlo bajo control permite el aseguramiento
de la calidad del trabajo.
En este marco conceptual se han establecido los principios técnicos para la elaboración de una
Carta Estadística de Control de Compactación, que permite vincular la densidad seca media
muestreal (γdm) con la densidad seca límite inferior (γd lím) especificada, con el coeficiente de
variación muestreal (v) y con la relación t / √ N (parámetro estadístico de Student para un control
estadístico de un extremo, dividido por la raíz del número N de densidades de control
determinadas): γdm = γd lím + ( t/ √ N) x s = γd lím / ( 1 - ( t / √ N) x v); ecuación que graficada
permite construir la mencionada Carta Estadística, herramienta eficaz para el control ya que
considera la variabilidad intrínseca del suelo y del proceso de compactación en campo, evitando la
aplicación de criterios absolutistas.
Bibliografía consultada:
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Bowles, J. E., “Manual de Laboratorio de Suelos en la Ingeniería Civil”, 1.980.
Jiménez Salas, J. A., “Geotecnia y Cimientos”, 1975.
12.
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Fiore, J. M.; Díaz, J. O., "Compactación en Seco de Materiales Granulares", X Congreso Argentino
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13.