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GUÍA PARA COMUNICAR MALAS NOTICIAS EN LA

RELACIÓN MÉDICO - PACIENTE

CÁTEDRA:

DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO, LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

DOCENTE:

ABG. VERÓNICA CANTOS

INTEGRANTES:

PABLO MARTIN LUDEÑA LEÓN

OLGA MERCEDES NIOLA NIOLA

KAREN AMAYRANI REYES DURÁN

CICLO:

1 “A”

FECHA:

22/01/2024

CUENCA – AZUAY - ECUADOR


Guía para comunicar malas noticias en la relación Médico - Paciente

Introducción
La finitud de la existencia humana y los límites de las prácticas médicas nos conducen a
escenarios en donde la persona que padece alguna enfermedad o que ha sufrido un accidente
con consecuencias limitantes; tiene que encarar y asumir su condición de desahucio, es decir
la ineficacia o inexistencia de tratamiento o medicamento curativo alguno y que el desenlace
de su vida, la pérdida de algún miembro o la etapa aguda de la enfermedad es ya cercana.

El Ser Humano en su condición de Ente Racional, posee la destreza de ser consciente y


reflexionar sobre su existencia y, por consiguiente, el dolor somático lo redimensiona en
sufrimiento que manifiesta la disconformidad de su psique ante la ausencia de un bien como es
el bienestar y el estado óptimo de la salud (1). En el Hombre lo somático y lo psicológico
convergen y se aúnan haciéndolo capaz de expresar emociones que responden a estímulos
externos. Sin duda, para Alves (2) una persona que padece en su cuerpo la enfermedad, de ahí
el término médico “Paciente”; inevitablemente es una persona vulnerable en su integridad
emocional debido a su situación según el Hilemorfismo aristotélico, por lo que merece un
cuidado especial a la hora de comunicarle las condiciones en las que se encuentra y sobre las
rutas de acción a seguir.

En su naturaleza social, el actuar y el padecer de uno de los miembros repercute en toda la


comunidad empezando por el estadío primario que es la familia, por eso la normativa de la
convivencia social ha planteado valores inalienables que aseguren el bienestar de cada persona
en la situación que se encuentre (3). En el caso tratado ahora, el de un paciente en situaciones
críticas; se perfilan la empatía, la tolerancia, la sinceridad, la honestidad y la prudencia; para
que la comunicación de los aspectos sea la correcta y cause el menor impacto emocional
posible, aunque es imposible evitarlo (4). Por ello en el presente trabajo presentamos una guía
breve a ser considerada para el personal médico para asegurar una comunicación real y
empática de novedades poco alentadoras a los pacientes como a los familiares y a allegados a
los mismos, de modo que, el servicio médico cumpla con su fin humanitario y personalista.
Hemos considerado seis aspectos universales necesarios tener en cuenta, no obstante, el juicio
del personal a discernir las condiciones y vocabulario óptimo.
Desarrollo
1. Entorno
El entorno en el cual se comunica una mala noticia desempeña un papel crucial en la
experiencia del paciente. un ambiente tranquilo, privado y cómodo favorece la confidencialidad
y permite que el paciente se sienta más relajado para procesar la información (5). Además, el
entorno debe estar libre de distracciones y adecuadamente iluminado para facilitar la
comunicación efectiva. La elección cuidadosa del entorno demuestra consideración hacia la
sensibilidad del paciente y contribuye a establecer una atmósfera propicia para la compresión
y el apoyo emocional.

2. Percepción del paciente


La manera en la que un paciente percibe la información sobre una mala noticia puede influir
significativamente en su respuesta emocional y en su capacidad para procesar la situación. los
médicos deben ser conscientes de la diversidad de reacciones emocionales y cognitivas que
pueden seguir (5). adaptar el lenguaje y el tono a la compresión del paciente, y estar atentos a
las señales no verbales, ayuda a garantizar que la información se presente de manera clara y se
ajuste a la capacidad de comprensión del paciente, lo que puede reducir el impacto emocional
negativo.

3. Invitación
La manera en que se presenta la información al paciente es esencial, y la invitación juega un
papel importante en este proceso. en lugar de imponer la noticia de manera abrupta, se incita
al paciente a participar en la conversación, brindándole la oportunidad de expresar sus
preocupaciones y hacer preguntas. una comunicación abierta y bidireccional facilita el
establecimiento de una relación más colaborativa y empática entre el médico y el paciente (5).
la invitación a compartir pensamientos y sentimientos permite una mayor comprensión de las
necesidades emocionales del paciente.

4. Conocimiento
Como pacientes es inquietante no conocer a fondo la situación que se padece, por ello; estos
deben estar bien informados para así mismo tomar buenas o malas decisiones. Y por parte de
los médicos transmitir lo más claro, breve y conciso lo que está sucediendo, pero no en términos
médicos propios, por escasa comprensión del paciente (5). Por ejemplo; A un paciente con un
cáncer, es preferible decirle que su tumor se ha propagado a otros sitios o lugares de su cuerpo,
que decirle de una expresión médica como que se ha metastatizado. Es más, para confirmar
que el paciente haya entendido realizar las siguientes preguntas: “¿Me entiende?” “¿Quiere que
le aclare alguna cosa en particular?” Procurando que la comunicación no sea tan brusca, tan
franca y asimismo evitando el engañoso optimismo. Cada vez son más los médicos que opinan
que el darle un tiempo al paciente de acceder o negarse a un tratamiento no tiene ningún
beneficio.

5. Empatía
Como bien es de conocimiento general, la empatía es una actitud a tomar en todos los pasos a
realizar. Con ello en mente, el médico debe identificar las siguientes características:
Primeramente, explorando las emociones que demuestra el paciente, posteriormente entender
tales emociones y transmitirle una correcta comprensión de las mismas (5). Un médico
empático en primer lugar, siempre va a ser capaz de reconocer las respuestas emocionales de
sus pacientes o de un miembro familiar. Por consiguiente; el médico responderá de acorde a la
situación, sabiendo expresarse de tal forma como:
● Diciendo: “Entiendo que le disguste lo que le estoy diciendo”
● Permanecer en “silencio”, con el objetivo de que el paciente puede procesar
adecuadamente la información.
● Opcional; en el momento de la conversación el paciente o familiar puede demostrar sus
emociones (llorando) y si es que se dispone de un pañuelo ofrecerlo de la manera más
sutil.
Los autores Maguire y Faulkner (6) abordan las emociones y preocupaciones de las malas
noticias de una manera sistemática y de fácil apoyó a desarrollar:
● Paso 1: Identificar la emoción: “¿Qué sentimientos le provocan estas noticias”
● Paso 2: Etiquetar la emoción: “Así que le asusta…”
● Paso 3: Legitimar/comprensión/normalizar: “Es normal tener sentimientos de este
tipo…”
● Paso 4: Respeto: “Debe ser duro para usted…”
● Paso 5: Indagar más y más: “¿Hay algo más que le preocupe?”
● Paso 6: Apoyo: “Veamos qué podemos hacer…”
6. Estrategia
Tras una persona recibir una mala noticia, los pacientes experimentan una sensación de soledad
acompañada de incertidumbre por lo que sucederá posteriormente (5). Ante ello; una manera
correcta de minimizar esta preocupación del paciente es: “Resumir lo que se ha hablado,
comprobar qué es lo que ha comprendido y finalmente formular un plan de trabajo y de
seguimiento adecuado a su condición”, con este en claro. Es recomendable, que durante y
después de la comunicación médico-paciente, este realice una explicación, plasmando en una
hoja los pasos posteriores a desempeñar por parte del paciente, asimismo cualquier duda que
presente el mismo, que, dentro del personal asistencial o médico, pueda responder sus
preguntas y satisfacer sus inquietudes.
Conclusión
Dentro del quehacer médico es indispensable fomentar el desarrollo de la comunicación que
no esté limitada a la entrega deshumanizada de información, sino más bien, a la interacción
integral de la humanidad de ambos actores. El modo de transmitir las noticias desfavorables de
forma empática al paciente jugará un papel fundamental en la forma de sobrellevar la
enfermedad y el sufrimiento.
La guía presentada se basa en seis recomendaciones que se cimientan en la obligación de
comunicar datos verdaderos y objetivos evitando eufemismos que limitan que entorpecen la
información y dan falsas esperanzas al paciente, y su objetivo apunta a la promoción y respeto
de la persona humana, aunque se halle en situaciones terminales.
Referencias
1. Gomez Sancho M. Cómo dar bien las malas noticias. Cuidados Paliativos e Intervención
Psicosocial en enfermos terminales [Internet]. 1994 [cited 2024 Jan 19];88:279–88. Available
from:
https://books.google.com/books/about/Como_Dar_Las_Malas_Noticias_En_Medicina.html?
hl=es&id=o2DNWlL4xkwC
2. Alves De Lima AE, Alves AE, Lima DE. CÓMO COMUNICAR MALAS NOTICIAS.
3. Núñez S, Marco T, Burillo-Putze G, Ojeda J, Del Rosario C, Cruz S, et al. Procedimientos y
habilidades para la comunicación de las malas noticias en urgencias. Med Clin (Barc)
[Internet]. 2006 [cited 2024 Jan 19];580(15):21–4. Available from: www.ine.es
4. León-Amenero D, Huarcaya-Victoria J. El duelo y cómo dar malas noticias en medicina.
Anales de la Facultad de Medicina [Internet]. 2019 Mar 27 [cited 2024 Jan 19];80(1):86–91.
Available from: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-
55832019000100016&lng=es&nrm=iso&tlng=es
5. José J, Salvador R. LA COMUNICACIÓN DE LAS MALAS NOTICIAS.
6. Maguire P, Faulkner A. Communicate with cancer patients: 1. Handling bad news and difficult
questions. BMJ [Internet]. 1988 [cited 2024 Jan 19];297(6653):907–9. Available from:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/3140976/

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