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CÓMO DAR MALAS

NOTICIAS EN MEDICINA

Por mala noticia se entiende a cualquier información que afecta


negativamente las expectativas que tiene el paciente de si mismo y
de su futuro.

El dar malas noticias es una práctica común en el ejercicio médico,


por ello se han realizado diversos protocolos para poder brindarlas
de manera correcta y oportuna.

PROTOCOLOS PARA DAR MALAS NOTICIAS


Existen diversos protocolos para poder dar malas noticias, de los que
se hablarán en la presente son: el protocolo de Bennett y el
protocolo de SPIKES.

El objetivo del protocolo de Bennett es anticipar futuras respuestas


por parte del receptor, por lo que el emisor tendrá que:

Preparar la entrevista.
Clarificar la historia y estrategias de afrontamiento.
Entregar la mala noticia.
Dar a conocer el pronóstico.

Mientras que el protocolo de SPIKES es una guía de 6 pasos siguiendo


sus siglas:

Sitio de la entrevista.
Percepción de la situación del paciente y su familia.
Invitación a compartir conocimiento.
Knowledge, proporcionar información.
Emociones con empatía.
Sintetizar metas de tratamiento.
Ambos protocolos son semejantes en cuanto a su plan de acción,
el primer paso es crucial para poder manejar correctamente esta
situación, es difícil entablar una conversación normal en entornos
complicados o incómodos, se procura tener un entorno privado, de
no poder realizarse así, al menos un entorno en donde el paciente
o familiar se sientan cómodos y sin tantas personas alrededor.
Asimismo, es necesario que el personal médico que vaya a dar las
malas noticias no tengan pendientes o esté apresurado, esto para
mejorar la atención a los pacientes.

En cuanto al siguiente paso, es de vital importancia saber todo lo


relacionado con el paciente, sus antecedentes, su tratamiento, la
fisiopatología de la enfermedad y cómo esta interactúa con demás
patologías y sus complicaciones, esto para poder resolver
cualquier duda presente, siempre preguntando qué es lo que
quiere saber. Si bien es cierto que diversas enfermedades son
causadas por acciones erróneas en los hábitos de los pacientes
debemos de evitar sentimientos de culpa ya sea en el paciente o
en la familia.

Ya sea en cualquier situación, el personal tiene que estar


capacitado para afrontar situaciones complicadas en el momento
en el que se esté dando el informe, más que nada por las etapas
del duelo, es posible que el receptor tome una postura agresiva
contra el personal, en estos casos hay que brindar contención.

Por último, vamos a brindar opciones de tratamiento, ya sea de


manejo en primer, segundo o tercer nivel, o incluso paliativos, en
caso en el que el paciente ha fallecido podemos orientar al familiar
a tomar apoyo psicológico y tanatológico.

A pesar de que suene deshumanizado, se puede orientar al familiar


o al paciente acerca de los servicios funerarios o situaciones
legales pendientes, no para que el personal esté presente en la
toma de decisiones, sino para prevenir a la familia de situaciones
complicadas en una etapa sombría.
En el dar malas noticias se debe de tener empatía, si bien es cierto
que la práctica médica llega a generar cansancio y pensamientos
abrumadores no es excusa para deshumanizarse, tenemos que
tener en cuenta en cada momento que estamos hablando con
seres humanos que han recibido una noticia que a nadie le gustaría
recibir, o en su caso, el fallecimiento de una persona importante
para ellas.

Las malas noticias no solo abarcan fallecimientos o enfermedades


terminales, también incluyen enfermedades crónico degenerativas
tan comunes como la diabetes mellitus o la hipertensión por
ejemplo, ya que conllevan a una medicación y un cuidado
objetivizado de por vida.

Es fundamental, ya sea consulta de primera vez o consulta


subsecuente, mantener una buena relación médico-paciente, ya
que de esta manera se forjan lazos en los que existe la buena
comunicación y la confianza, de esta manera, incluso en un futuro
desfavorable, se podrá dialogar con el paciente y familiares acerca
de asuntos dificiles o incluso evitar cuestiones legales.

No hay que olvidar que estamos hablando con seres humanos que
tienen familiares, pendientes o problemas en el día a día; podemos
realizar contención siendo buen oyente ante las problemáticas del
paciente y, si se puede, orientar al paciente a posibles soluciones.
Hay que procurar que el paciente tenga una buena calidad de vida
y, a no ser que el paciente lo desee, evitar el ensañamiento
terapéutico.

De la misma manera, es vital, ya sea dando malas noticias o


practicando la buena relación médico-paciente, manetener una
buena conversación, medidas generales y humanas básicas como
no ver el teléfono, ver a los ojos a los pacientes, hablarles por su
nombre y darles este sentir de importancia y al final preguntarles si
tienen alguna incertidumbre que podamos aclarar.
A veces estamos tan inmersos en el mundo actual que somos
ignorantes ante el hecho de que las demás personas también
tienen una vida y que ante una mala noticia de índole médico, su
vida se pueda ver interrumpida y complicada, puede que el
paciente esté a cargo económicamente de muchas personas en su
casa, que viva sola o que se encuentre en situación de maltrato, o
que incluso, tenga una red de apoyo muy grande, que sería lo ideal.
Tenemos que tener en cuenta todas esas variantes ganándonos la
confianza del paciente para así poderle ofrecer alternativas
terapéuticas o asesoramiento.

Bibliografía:
D’Hyver, C., Gutiérrez, L. (2014) Geriatría. Bieética y Tanatología. (3ra ed.) México: Manual
Moderno pp 789-820.
Enríquez J. Comunicar malas noticias en medicina. De: http://www.scielo.org.p e/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1025-558320190 00300024
Luz M. Comunicación de “malas noticias” en salud. De: https://www.elsevier .es/es-revista-
revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-comunicacion-malas-noticias-salud-
S0716864013702086

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