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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

Evidencias de validez y confiabilidad de la Escala de


Procrastinación de Tuckman (EPT) en estudiantes del nivel
universitario de Nuevo Chimbote, 2024.

AUTORES:
AZAÑERO LARREA, Alejandro Josué (0000-0001-7894-4521)
LI CAVERO, Valeria Marthaisabel (0000-0001-9368-6184)
SUAREZ VALDERRAMA, Luis Daniel (0000-0002-1518-7598)
VÁSQUEZ VERAMENDE, Kiara Melissa (0000-0001-7685-254X)
VERDI LECCA, Amparo Soledad (0000-0001-8154-1332)

ASESOR:
Mg. Julca Roncal Andy Pavel (0000-0002-2942-681X)

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:

Psicometría

LÍNEA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL UNIVERSITARIA:


Promoción de la salud, nutrición y salud alimentaria

NUEVO CHIMBOTE - PERÚ


(2024)
DEDICATORIA
Queremos expresar nuestro profundo
agradecimiento a todas las personas
que contribuyeron de manera
significativa a la realización de este
trabajo. En primer lugar, a nuestro
profesor, cuya guía y apoyo fueron
fundamentales en cada etapa del
proceso. Agradecemos también a
nuestros compañeros de equipo, cuya
colaboración y compromiso fueron
imprescindibles para alcanzar nuestros
objetivos. Por último, a nuestras
familias y seres queridos, quienes nos
brindaron su incondicional apoyo y
comprensión durante este desafiante
pero gratificante camino.
AGRADECIMIENTO
Dedicamos este trabajo a todas las
personas que luchan por el
conocimiento, la verdad y el progreso.
Que este esfuerzo conjunto inspire a
otros a perseguir sus sueños con
pasión y determinación. A nuestros
padres, cuyo amor y sacrificio son
nuestra mayor motivación. Que este
trabajo sirva como un testimonio de
nuestro compromiso con el aprendizaje
y el crecimiento continuo.
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN 5

II. MARCO TEÓRICO 9

REFERENCIAS 11
I. INTRODUCCIÓN
La procrastinación es una variable que se puede presentar en diversos
contextos, como el área educativa, laboral y familiar, se caracteriza por aplazar
actividades importantes, sustituyéndolas por otras que tienen un menor nivel de
importancia. Asimismo, algunos autores debaten en la intencionalidad y
voluntad de los individuos al posponer sus actividades o tareas, dado que
aplazar dichas actividades importantes no es parte de una planificación
efectiva, ya que contradicen sus objetivos personales y académicos, lo que
puede resultar en consecuencias poco favorables para la persona (Ruiz, 2020).

En relación a ello, se ha observado en el contexto académico que los


estudiantes retrasan innecesariamente el cumplimiento de un trabajo, estudiar
para exámenes, realizar lecturas asignadas o asistir a clases. Esta conducta
puede generar altos niveles de estrés y reforzar hábitos poco autorregulados, lo
que puede llevar a un bajo rendimiento y eventualmente al fracaso académico
(García, Galiz & Peña, 2023). En lo que corresponde a una investigación en el
Perú en estudiantes universitarios de pregrado entre las edades de 16 a 27
años, se reportó que la edad no es un factor determinante entorno a la
procrastinación, sin embargo, en cuanto al sexo, el 50% de varones estarían
presentando niveles altos de postergación de tareas o actividades académicas,
en comparación a las mujeres (Murga & Pinto, 2022).

Ahora bien, dentro del contexto universitario, la alta carga académica, el


miedo al fracaso y la falta de motivación en estudiantes universitarios ha
generado el desarrollo de posibles cuadros de estrés, por lo que la
procrastinación sería el medio de escape más rápido para ello, siendo
principalmente visible en estudiantes de carreras que demandan una mayor
dedicación (Orco et al., 2022).

Por otro lado, se revisó reportes internacionales relacionadas con la


variable de procrastinación, dando con la investigación de parada y Schulmeyer
(2021) que se enfoca en estudiantes de una universidad en Bolivia, donde se
encontraron resultados sobre el nivel de procrastinación que estos presentan,
teniendo más predominancia el nivel medio bajo con un 54%, seguido del nivel
medio alto con un 37%, teniendo a los niveles bajo y alto en un 6% y 3%, con lo
anterior dicho el autor menciona que la mayor parte de la población estudiantil
se encuentra en los rangos intermedio, presentando más de la mitad de
estudiantes en un nivel medio bajo. Por lo que no se encuentra como una
amenaza tan significativa en la población estudiantil pero no se deja de lado la
posibilidad que el problema puede agravarse a futuro si no existe un tipo de
intervención con los estudiantes que presentan un nivel medio alto.

En un reporte nacional, se encontró una investigación de Delgado-


Tenorio. Et al. (2021) donde su población estaba enfocada en estudiantes
universitarios, revelando que dentro de la institución los niveles de
procrastinación se encuentran en un punto preocupante, siendo un 48% se
ubican en el nivel alto teniendo continuación con el nivel muy alto con un
12,3%, en el nivel moderado se halla un 23.2%, en el último estalló están los
niveles bajo y muy bajo, obteniendo un porcentaje de 10.5% y 5,9%. Con los
datos ofrecidos se puede apreciar que la procrastinación en nuestro país es un
tema preocupante, puesto que refleja una afectación grave a la educación y
desarrollo del país, puesto que la mayoría de estudiantes deciden realizar otras
actividades menores para no concentrarse en las más importantes. Asimismo,
creando problemas físicos y psicológicos por no poseer algún tipo de control
sobre esta dificultad.

En última instancia, tenemos la investigación a nivel local de Vasallo


(2023) enfocada en estudiantes técnicos de la ciudad de Huaraz, que se
encuentran entre los niveles medio y alto de procrastinación, el primero con un
59,7% que representa al nivel alto y un 40,3% estarían en un nivel medio, esto
con una cantidad de 71 estudiantes. Con estos datos se puede observar una
tendencia constante a la procrastinación, que afecta de manera significativa a
la productividad y rendimientos académicos, es decir siguen patrones de
conductas negativas, reflejando su dificultad para poder organizarse de manera
adecuada y cumplir con sus responsabilidades.

Por lo tanto, es evidente que la procrastinación es un tema significativo que ha


provocado la construcción de diversos instrumentos para la medición de esta
variable, uno de estos instrumentos es el Inventario de Procrastinación para
adultos (Días, 2019) , es un instrumento diseñado específicamente para medir
la procrastinación en adultos en contextos laborales o empresariales, dicho
inventario se ha empleado en empresas o en centros de trabajo, para medir el
resultado y la actitud de los empleados frente a tareas que fracasarían, se
consideró una escala ordinal tipo likert desde 1 hasta 5, puntuando su fiabilidad
en alpha de Cronbach en torno a 0.83. Por otro lado en el caso de poder utilizar
este instrumento dentro del entorno universitario existen algunas limitaciones,
ya que el AIP fue desarrollado pensando en el ámbito laboral, por lo que
algunas preguntas y situaciones planteadas pueden no ser directamente
relevantes para un entorno universitario, otra limitación sería que las tareas y
responsabilidades en un entorno universitario pueden ser distintas al mundo
laboral, por lo tanto la procrastinación puede manifestarse de manera distinta
en ese contexto, por lo que es necesario adaptar este instrumento ya que el
AIP ha demostrado tener una buena fiabilidad en contextos laborales pero su
validez no ha sido probada en contextos universitarios, es por ello que este
instrumento se descarta para la realización de nuestro proyecto.

De tal modo, se revisó la escala de procrastinación académica Tuckman (TPS),


dicha investigación se desarrolló como un instrumento para medir la
procrastinación enfocado en los estudiantes universitarios, por lo tanto, las
preguntas y situaciones planteadas en este instrumento están directamente
relacionadas con las tareas académicas y los desafíos que enfrentan los
estudiantes en el entorno universitario, al estar adaptado específicamente para
estudiantes universitarios, el TPS es más relevante y pertinente para evaluar la
procrastinación en este contexto, las preguntas y dimensiones del TPS
probablemente reflejen con mayor precisión las experiencias y desafíos que
enfrentan los estudiantes, el hecho de que el TPS haya obtenido un índice de
fiabilidad en el alpha de Cronbach de 0.87 indica una consistencia interna alta
entre los ítems del instrumento, esto sugiere que el TPS es una herramienta
confiable para medir la procrastinación en estudiantes universitarios, al utilizar
una escala de decodificación directa tipo Likert y contar con un número
relativamente pequeño de ítems (15), el TPS es fácil de administrar y de
interpretar. Esto lo hace adecuado para su uso en entornos universitarios
donde se pueden realizar evaluaciones periódicas o estudios longitudinales
sobre la procrastinación. (Seferian D. & Arregui M., 2020)
A través de la investigación de dichos instrumentos de medición se ha llegado
a la conclusión de que el Inventario de Procrastinación para adultos (AIP) no es
adecuado para su uso en el entorno universitario debido a sus limitaciones
inherentes, como su desarrollo centrado en el ámbito laboral y la falta de
validez en contextos académicos. Por otro lado, la Escala de Procrastinación
Académica Tuckman (TPS) ha demostrado ser una herramienta más relevante
y pertinente para evaluar la procrastinación en estudiantes universitarios. Este
instrumento está específicamente diseñado para medir la procrastinación en el
contexto académico, lo que lo hace más adecuado para este propósito.
Además, la alta consistencia interna del TPS, medida mediante el coeficiente
alfa de Cronbach (0.87), sugiere que es confiable y consistente en la medición
de la procrastinación entre los estudiantes universitarios.

Por lo tanto, se plantea la siguiente interrogante: ¿Cuáles son las


evidencias de validez y confiabilidad de la Escala de Procrastinación de
Tuckman (EPT) en estudiantes universitarios de Nuevo Chimbote, 2024?

Al respecto, la investigación es conveniente en la medida de que se


orienta al estudio de las evidencias psicométricas del instrumento. Es
importante ya que proporciona una perspectiva integral sobre las causas
subyacentes, las consecuencias y las estrategias para combatir la
procrastinación, este estudio tiene el potencial de generar conocimientos
valiosos que repercutirán directamente en la vida de los estudiantes. Además,
en función a su relevancia social, la investigación pretende describir las
propiedades de medición en el contexto local, de tal manera que se logre
obtener un cuestionario adecuado que permite la aproximación a la variable.
Asimismo, desde el punto de vista práctico, se espera que los resultados de
este estudio no solo sean aplicables a contextos universitarios específicos, sino
que también puedan generalizarse a principios más amplios sobre la gestión
del tiempo y el rendimiento académico en diversas poblaciones estudiantiles.
Asimismo tiene valor teórico, puesto que la variable será delimitada
conceptualmente partiendo de los postulados teóricos relevantes que describen
la misma, esta investigación podría abrir nuevas líneas de investigación y
ofrecer nuevas perspectivas para comprender este fenómeno complejo. Por
último, en cuanto a su metodología, al ser de diseño instrumental, permitirá
aplicar procedimientos estadísticos sofisticados y recomendados para el
estudio de las propiedades de medición.

Por tanto, el objetivo general: Determinar las Evidencias de validez y


confiabilidad de la Escala de Procrastinación de Tuckman (EPT) en estudiantes
universitarios de Nuevo Chimbote, 2024”. En función a los específicos:
Determinar las Evidencia de validez basada en el contenido, establecer la
evidencia de validez basada en la estructura interna y determinar la
confiabilidad por consistencia interna.
II. MARCO TEÓRICO
Podemos observar como antecedente internacional en el que se destaca
Zumárraga y Cevallos (2021), en su estudio utilizó una muestra de 788
estudiantes que pertenecen a universidades públicas y privadas ubicadas en el
Distrito Metropolitano de Quito (DMQ). La recopilación de datos para el estudio
se llevó a cabo a través de cuestionarios escritos que fueron autoadministrados
por los participantes. Para evaluar cada escala, se compararon modelos de
medición alternativos utilizando el Análisis Factorial Confirmatorio. Los
resultados muestran una estructura bifactorial de 12 ítems, su nivel de
confiabilidad muestra una alfa de Cronbach de .814 en la escala global, así
mismo la segunda subescala obtuvo .693, finalizando con la última escala
obtuvo .826.

Por su parte, Trías y Carbajal (2020), en una muestra conformada por


211 participantes, mostró una estructura evaluada de 14 ítems, con diseño de
estudio instrumental, se observó en los resultados reportados que cada ítem
supera el valor .030 de correlación con la escala total, mostrando
homogeneidad de los datos. En cuanto a la confiabilidad, se estimó por medio
de los coeficientes alfa de Cronbach y omega de McDonald, siendo el valor .85
en ambos.

Por otro lado, Ferran P. y María E. (2022), realizaron una investigación


compuesta por una población de 960 en su totalidad estudiantes universitarios
de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el muestreo fue
incidental por conveniencia y los participantes eran jóvenes de entre 18 y 56
años, utilizaron el instrumento de escala de procrastinación irracional” que
evalúa la presencia de procrastinación irracional a través de 9 ítems con cinco
opciones de respuesta, a través de los resultado en población española la IPS
ha mostrado adecuadas propiedades psicométricas, una estructura unifactorial
consistente observado a partir de un análisis factorial exploratorio realizado con
una muestra piloto, obteniendo un puntaje en alfa de Cronbach de 0.90.
demostrando una alta validez y confiabilidad.

Así mismo, a nivel nacional, se tiene el estudio de Alegre y Benavente


(2020), en una muestra de 764 participantes y con diseño de estudio
instrumental. Se reportó una estructura unidimensional con 15 ítems, los cuales
explican el 33.35% de la varianza total. La fiabilidad se estimó por medio de los
coeficientes alfa de Cronbach y omega de McDonald, mostrando un valor
de .845 y .848 respectivamente.

En el estudio de Edwin G. (2020), se destaca por su enfoque riguroso en


la evaluación de procrastinación en estudiantes de tercer y quinto año de
secundaria, utilizando una muestra de 630 estudiantes proporcionando una
base sólida para poder generalizar los resultados a la población educativa,
respecto a la técnica de evaluación está compuesta por 10 ítems tipo Likert
que refleja un enfoque estructurado y sistemático para medir las percepciones
o actitudes de los estudiantes sobre la variable de procrastinación, la alta
validez de la escala, indicada por los valores de Aiken de 0.949, subraya la
estrecha relación entre los ítems de la escala y la variable que se está
evaluando, lo que fortalece la confianza en los resultados obtenidos, además,
la confiabilidad de la escala, determinada mediante una prueba piloto que
arrojó un coeficiente alfa de Cronbach de 0.809, confirma la consistencia
interna de los ítems en la medición de la variable. Esta alta confiabilidad verifica
que la escala es capaz de medir de manera consistente y precisa la variable en
cuestión, lo que aumenta la confiabilidad de los resultados y la validez de las
conclusiones extraídas del estudio.

Por último en el nivel nacional, Agurto y Quispe (2022), una muestra de


1,000 estudiantes universitarios, mostró una estructura bifactorial de la cual fue
obtenida mediante un muestreo no probabilístico, a través de la técnica bola de
nieve al examinar detalladamente los ítems, se observaron puntajes bajos en
los ítems 1 y 4. Tras realizar un análisis factorial confirmatorio, se encontraron
ajustes insatisfactorios en el instrumento (RSMSEA= .19, SRMR= .14, CFI=.73,
TLI=.66). Por lo tanto, se optó por llevar a cabo un análisis factorial
exploratorio, lo que condujo a su nuevo modelo. Este nuevo modelo mostró
mejores índices de ajuste y confiabilidad para la dimensión 1: α=.87 y ω=.88;
para la dimensión 2: α=.89 y ω=.98, entonces, este estudio cuenta con
evidencias de validez y confiabilidad de Omega superior a .80.
Por otro lado, a nivel local, Baltazar y Sheylla (2021) evaluaron la
fiabilidad y validez psicométrica de la escala de procrastinación en un grupo de
374 estudiantes universitarios, encontrando correlaciones significativas para la
tendencia a postergar actividades, con valores oscilando entre .48 y .57, y para
la autorregulación académica, con correlaciones que varían entre -.03 y .79.
Sin embargo, se identificó un bajo rendimiento en el ítem 4 de la escala. En lo
que respecta a la validez del constructo, se utilizó el análisis factorial
confirmatorio, que reveló índices de ajuste aceptables con cargas factoriales
superiores a .30, excepto para el ítem 4. Tras una re-especificación del modelo,
se observaron mejoras en los índices de ajuste. En cuanto a la confiabilidad,
evaluada mediante el coeficiente omega para la consistencia interna, se
obtuvieron valores que oscilan entre .72 y .90 para la procrastinación y .91 para
la autorregulación académica luego de la re-especificación del modelo.

Del mismo modo, Arroyo y Carbajal (2020) encontraron en una muestra


no probabilística de 100 individuos, que los resultados obtenidos indican para la
validez basada en el constructo mediante la correlación ítem-test, del
coeficiente de correlación R corregido, valores para los 12 ítems de .34 a .76.
Asimismo, en confiabilidad basada en la consistencia interna mediante el
coeficiente alfa, se obtuvo un valor de .78 en Autorregulación académica y .79
en Postergación de actividades, aportando a nivel práctico, metodológico y en
lo teórico.

Una última investigación realizada por Chumán (2019), en su estudio


psicométrico para determinar las propiedades de una escala de
procrastinación, utilizó muestra de 366 estudiantes, obteniendo como resultado
validez de constructo a través de la correlación ítem-test, hallando valores que
oscilan entre .172 y .620.Junto a ello, se establece la validez de la estructura
interna a través del análisis factorial confirmatorio con el uso de método de
cuadrados no ponderados, donde se reporta índices de ajustes aceptables
(GFI=,966), (SRMR= ,070), (NFI= ,944), (RFI=,936),(PGFI=,739) (PNFI=,818).
Finalmente, en cuanto a la confiabilidad se alcanzó a través del método de la
consistencia interna utilizando el Alfa de Cronbach en un rango de 0.850 a
0.889.
Si bien los antecedentes de investigaciones previas son importantes
para este tipo de estudio, también lo es hacer una revisión de los conceptos
relacionados a la variable en cuestión. De esta manera, en un primer análisis
sobre la esta problemática por parte de Milgram (1992), explica que en
ciudades más avanzadas se requiere de un mayor compromiso por parte de la
población con referencia al ámbito laboral y académico, lo que da a lugar a la
procrastinación, la cual se manifiesta como la acción de aplazar o posponer
alguna actividad en la vida diaria, lo que en las ciudades rurales agrarias no
sucede ya que muestran un mejor manejo del tiempo. Así mismo, Bertolín
(2023), comenta que a menudo este problema ocurre antes de realizar ciertas
actividades que ocupen tiempo o cuando éstas finalicen, por lo que presentan
un manejo del tiempo ineficiente, lo que conlleva a que a corto plazo la persona
sienta malestar al no optimizar su tiempo.

Por su parte, García & González (2021), sostienen que el estrés


académico influye en gran medida a la postergación de actividades en
estudiantes, puesto a que la sobrecarga académica lleva a cabo a que el
estudiante pueda sentirse abrumado y con ello presente una actitud
despreocupada en cuanto a las tareas curriculares por lo que existe un índice
de procrastinar con el fin de realizar actividades que ellos podrían consideran
agradables, pero que a su vez les perjudica académicamente. Zurber et al.,
(2020). refieren que se podrían intentar reducir los niveles de procrastinación
siempre que haya una autoevaluación de la persona que lo manifiesta, ya que
está influenciada a diferentes factores, por lo que una adecuada intervención
ayudaría a la productividad de estas, además que un apropiado apoyo ayudaría
a las personas a realizar sus deberes en el tiempo adecuado.

La fundamentación de este estudio realizado se basa en la teoría cognitivo-


conductual ya que esta dimensión se centra en cómo los pensamientos
irracionales y los patrones de comportamiento pueden influir en las emociones
y las acciones de una persona, en el caso de la procrastinación, se analizan las
creencias irracionales que llevan a posponer tareas importantes, así como los
patrones de comportamiento que perpetúan este hábito, ya que ya que como
menciona Almudena, L., et al. (2020) la procrastinación es un fenómeno que se
puede convertir en una problemática en la educación ya que se caracteriza por
la tendencia a posponer tareas importantes o necesarias a menudo en favor de
actividades menos prioritarias pero más gratificantes a corto plazo, este
comportamiento suele estar vinculado a creencias irracionales que debilitan la
autovalía y el rendimiento del individuo, por lo que el individuo reconoce la
importancia de la tarea por realizar, pero percibe que su ejecución demandará
demasiado tiempo o esfuerzo, este primer paso ya genera una sensación de
estrés y ansiedad ante la perspectiva de abordar la tarea, de esta manera se
genera una contemplación de llevar a cabo la actividad provocando una
sensación de pérdida de tiempo, lo que puede desencadenar una evitación
activa de la tarea, aumentando la carga emocional negativa asociada con ella,
conllevando que el individuo puede experimentar culpa, vergüenza o frustración
por no estar cumpliendo con lo que se espera de él o ella.

El procrastinador se encuentra bajo una presión extrema debido a la


proximidad de la fecha límite, esto puede desencadenar una reacción de
pánico, seguida de un arrebato frenético para completar la tarea a tiempo, tras
la realización de la tarea, el procrastinador suele experimentar sentimientos de
culpa y arrepentimiento por haber postergado la actividad hasta el último
momento, cuando surge una nueva tarea desafiante, el procrastinador se
encuentra nuevamente atrapado en el mismo ciclo de procrastinación,
repitiendo el patrón una y otra vez, este ciclo perpetúa una espiral de
autoevaluación negativa, ansiedad y falta de confianza en uno mismo, lo que
dificulta aún más la superación del hábito de procrastinar. (Almuneda, L., et al.
2020)

Como menciona Diaz. (2019) se puede comprender la procrastinación como un


fenómeno complejo que involucra interacciones entre pensamientos
irracionales, comportamientos evitativos y emociones negativas, ya que desde
el modelo cognitivo la autolimitación se relaciona directamente con los
procesos cognitivos, donde la persona adopta pensamientos negativos sobre sí
misma y su capacidad para realizar la tarea, estos pensamientos pueden ser
distorsiones cognitivas que influyen en la percepción de la tarea como
abrumadora o imposible de completar. Por otro lado, desde el modelo
conductual la baja tolerancia a la frustración se manifiesta a través de
comportamientos observables, como la evitación de la tarea o la búsqueda de
distracciones para eludir la ansiedad y el malestar asociados con la realización
de la tarea, estos comportamientos pueden reforzarse negativamente al
proporcionar al individuo un alivio temporal de la incomodidad emocional.

Las causas emocionales de la procrastinación están estrechamente


relacionadas con las emociones negativas que experimenta una persona sobre
sí misma, su capacidad para lidiar con la frustración y su reacción emocional
ante el incumplimiento de las expectativas, ya que esta conducta provoca
autolimitación y se manifiesta como una baja autoestima, falta de confianza en
uno mismo y autoexigencia excesiva, estas emociones pueden generar
sentimientos de inutilidad o incapacidad para cumplir con las tareas, lo que
lleva a la procrastinación como una forma de evitar enfrentarse a esas
emociones negativas (Moreta et al., 2018). También procrastinación provoca
baja tolerancia a la frustración ya que al experimentar que las expectativas no
se cumplen o surgen obstáculos, aquellas personas con baja tolerancia a la
frustración experimenta ansiedad, irritabilidad o desesperación ante la
posibilidad de no alcanzar objetivos, lo que los lleva a posponer las tareas para
evitar enfrentarse a esas emociones desagradables (Garzón & Gil., 2022).

Cuando hablamos de psicometría nos referimos a esa rama de la psicología


ligada a la estadística, que se centra en el diseño, desarrollo y evaluación de
pruebas o medidas psicológicas.Tal como menciona Meneses et al. (2014),
que la psicometría en la actualidad se ha convertido en un nuevo espacio de
trabajo metodológico que se centra en el desarrollo y administración de test.
Asimismo, esto contribuye al desarrollo de las evaluaciones psicológicas, ya
que proporciona teorías, métodos y técnicas, que permiten al evaluador
describir, clasificar, diagnosticar, explicar o predecir los fenómenos psicológicos
que se tengan como objeto de medición.

Por otro lado, también es importante recalcar sobre la teoría clásica de los test
donde Muñiz (2010) expresa que es una herramienta trascendental en la
investigación, pues ofrece una base sólida para el diseño y análisis de los test.
Además, crea un marco conceptual significativo para la evaluación de la
consistencia y validez de las pruebas psicométricas, dando mayor peso de
confiabilidad en la prueba que queramos crear o adaptar.
Por lo cual, ahora la pregunta consiste en ¿De qué manera esta teoría nos
ayudará con nuestra investigación? Tomando como referente a Vizioli y
Pagano (2022) mencionan que dentro del marco de construcción y adaptación
de instrumentos, la validez y confiabilidad constituyen las principales
propiedades psicométricas de la teoría clásica, ofreciendo una mayor
confiabilidad en los resultados de la prueba que se esté ejecutando.Con lo
anterior dicho, podemos definir que al utilizar esta teoría nos ayudará a evaluar
sobre la fiabilidad y validez de nuestro instrumento, con esto obtendremos
resultados confiables y significativos en nuestra investigación.

La validez se define como la correlación entre un cuestionario y un criterio de


interés, ya sea evaluado posteriormente o simultáneamente a la aplicación del
cuestionario. Inicialmente, se centraba en la capacidad de los tests para
predecir variables de interés, pero con el tiempo, se amplió para incluir la
representatividad de los ítems del cuestionario en relación con lo que se
pretende evaluar, siendo la validez de contenido y la fidelidad con la que el
cuestionario representa el constructo psicológico que se pretende medir, así
como las relaciones esperadas entre los diferentes constructo, validez de
constructo (Meneses, et.al., 2013).

Asimismo, la validez basada en el contenido se refiere a la evaluación de si los


ítems de un test representan de manera adecuada la variable que se pretende
evaluar. Se lleva a cabo mediante el juicio de expertos, quienes revisan los
ítems utilizando el método de juicio (Galicia, Balderrama & Navarro, 2017).

En relación a ello, la evidencia basada en la estructura interna es una de las


formas de evaluar la validez de un instrumento de medición, como un
cuestionario o una escala. Se centra en entender cómo están estructurados los
ítems del instrumento y cómo se relacionan entre sí. Del mismo modo, para
hacer esto, se utiliza el análisis factorial, que es una técnica estadística que
permite identificar la cantidad de factores subyacentes en un conjunto de ítems
y cómo cada ítem se relaciona con estos factores (Ventura, 2018).

Por otro lado, en cuanto a la consistencia interna, refiere que, en muchas


disciplinas, como en ciencias sociales y de la salud, es común la necesidad de
cuantificar constructos no observables directamente, como prejuicio o
ansiedad, mediante conjuntos de ítems. Es fundamental demostrar la
consistencia interna entre estos ítems antes de combinarlos en una escala,
asegurando así que miden el mismo constructo y están correlacionados entre
sí. Esto garantiza la fiabilidad de las puntuaciones obtenidas y la calidad de la
medición del constructo (Frías, 2022).

El coeficiente alfa de Cronbach evalúa la consistencia interna de los ítems en


una escala, reflejando cómo varían juntos en relación con la puntuación total.
Históricamente, se considera aceptable un alfa de 0.70, aunque valores más
altos (0.80 o 0.95) son preferibles para asegurar la calidad de la escala.
Aunque el alfa de Cronbach ha sido ampliamente utilizado, otras estadísticas
como el rho de Raykov, el alfa ordinal y el beta de Revelle están ganando
aceptación debido a sus mejoras sobre el alfa de Cronbach (Boateng, et al.,
2018)

Viladrich, C., et al. (2017) habla sobre la comparación entre el coeficiente


omega total y el coeficiente alfa, generalmente se observa que los valores de
omega tienden a ser ligeramente más altos, aunque en la práctica no suelen
presentarse grandes diferencias. Ambos coeficientes comparten la
característica de que agregar ítems aumentaría el valor del coeficiente de
confiabilidad. Por lo tanto, es importante examinar la dimensionalidad del
instrumento y el ajuste de los modelos congenéricos y tau equivalentes a los
datos antes de elegir un coeficiente de confiabilidad. Se debe tener en cuenta
que el modelo tau equivalente restringe o hace que las cargas factoriales sean
similares en un análisis factorial, mientras que el modelo congenérico permite
que los valores varíen libremente.

El coeficiente Omega de McDonald se plantea como una alternativa al


coeficiente alfa de Cronbach, ya que controla ciertos sesgos, como la violación
del modelo de medida de la tau-equivalencia. Cuando este modelo no se
cumple, el coeficiente alfa de Cronbach puede subestimar la verdadera
fiabilidad, dependiendo de la gravedad de la violación. En contraste, el
coeficiente Omega de McDonald corrige este sesgo al no exigir el modelo de
medida de la tau-equivalencia ni la ausencia de correlación entre los errores,
como lo hace el alfa de Cronbach (Moral de la Rubia, 2019).
REFERENCIAS
Alegre, A. & Benavente, D. (2020). Análisis Psicométrico de la Escala adaptada
de Procrastinación de Tuckman (APTS). Propósitos Y Representaciones,
8(2), 562. http://dx.doi.org/10.20511/pyr2020.v8n2.562

Arroyo, J. & Carbajal, M. (2020). Evidencias Psicométricas de la Escala de


Procrastinación Académica en Universitarios de la Provincia del Santa,
2020. [Tesis de Licenciatura, Universidad César Vallejo]. Universidad
César Vallejo.
https://repositorio.ucv.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12692/62200/
Arroyo_CJA-Carbajal_CMY-SD.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Agurto, M. & Quispe, R. (2022). Propiedades psicométricas de la Escala de


Procrastinación Académica (EPA) en estudiantes universitarios de Lima
Metropolitana, 2021. [Tesis de Licenciatura, Universidad César Vallejo].
Universidad César Vallejo. https://hdl.handle.net/20.500.12692/88883

Garzón, A. & Gil, J. (2022). Experiencias y emociones sobre la procrastinación


en alumnado universitario con diferentes niveles de riesgo académico.
REOP - Revista Española de Orientación y Psicopedagogía, 33(1), 7–25.
https://doi.org/10.5944/reop.vol.33.num.1.2022.33752

Baltazar, P. & Castro, S. (2021). Evidencias Psicométricas de una


Escala de Procrastinación Académica en Universitarios de Nuevo
Chimbote. [Tesis de licenciatura, Universidad César Vallejo]. Universidad
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Boateng, G., Neilands, B., Frongillo, A., Melgar, R., & Young, L. (2018). Best
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