1. En el texto de Peña (1999), algunas insuficiencias del análisis
experimental del comportamiento en la explicación del comportamiento conducta verbal y procesos psicológicos superiores, el autor menciona varias críticas de porque los conceptos de condicionamiento clásico y operante son insuficientes para explicar la conducta humana. A saber, habla de la teoría horizontal, que planea los fenómenos conductuales como fenómenos no jerárquicos, reduciendo todo fenómeno comportamental a procesos de condicionamiento.
Menciona que considerar extrapolar el conocimiento adquirido
estudiando animales a los seres humanos, sin tener en cuenta la complejidad y variabilidad de estos últimos, impediría reconocer las diferencias cualitativas reales, cayendo en una “zoomorfización” del comportamiento humano. En este aspecto concuerdo, porque a pesar de que la experimentación en animales ha sido muy ilustrativa, reviste de limitaciones importantes que dejan por fuera variables determinantes del comportamiento humano. (Peña, 1999). Un ejemplo empírico, puede ser el conocimiento adquirido de la conducta sexual en codornices, si se pretendiera extrapolar este conocimiento, se desconocerían variables sociales, como las creencias asociadas al sexo, al compromiso y en general las complejidades implicadas en la reproducción y el relacionamiento afectivo en humanos.
Otro argumento que menciona el autor es el paradigma reflejo
enunciado por Ribes (1990), en el cual se usa la misma lógica al analizar la conducta operante y la conducta respondiente, asumiendo una explicación mecanicista de causalidad, de modo que para que haya un cambio de comportamiento debe haber una fuerza (estimulo) que produzca un efecto (respuesta). La reducción de todo comportamiento a procesos de condicionamiento parece excluir la posibilidad que aparezca un comportamiento nuevo, sin que haya sido entrenado mediante apareamientos, un ejemplo empírico serían los fenómenos de imitación o generalización, (Peña,1999) como es el caso del modelamiento, una forma de aprendizaje común en los seres humanos, quieres adquieren un comportamiento mediante la observación de este mismo en un tercero, quien sirve de modelo, a través de lo que observan de sus consecuencias posteriores a su conducta.
Por el último, el comportamiento humano no ha sido estudiado
partiendo de sus idiosincrasias, sino que se ha reducido a categorías ajenas, sacados de su contexto; los conceptos de estímulo, respuesta y castigo fuera del laboratorio son conceptos analógicos, donde su rigor conceptual y precisión operacional se pierde. De modo que, el análisis de elementos y relaciones simples no proporciona el conocimiento suficiente para analizar situaciones bajo contingencias más complejas. (Peña, 1999).
Un ejemplo empírico podría ser la conducta verbal, la cual está
claramente atravesada por los marcos de referencia social, donde se comprende el sentido del lenguaje por medio de compartir significados con un grupo social determinado, lo que para los santandereanos significa arrecho, que es estar de mal genio, en Bogotá tiene una connotación sexual, de modo que depende mucho del contexto. Así mismo, la conducta verbal reviste de alta complejidad y componentes de abstracción, que muy difícilmente pueden ser generalizados a partir de analizar relaciones simples.
2. “La conducta psicológica consiste en momentos intermitentes en
el continuo del devenir de las conductas biológicas y social” (Ribes, 2023, p.87), está sujeto a un proceso de diferenciación de cada individuo, pero no depende de él mismo que este proceso tenga lugar. La genética de la reproducción sexual garantiza la unicidad del individuo, los factores epigenéticos influyen en el proceso embrionario en la gestación; y los factores ambientales afectan el desarrollo biológico. En general la individualidad biológica depende de la herencia, este proceso se desarrolla durante la gestación, periodo embrionario, nacimiento, crecimiento, maduración y envejecimiento.
A lo anterior, se añade el contacto del individuo con las
circunstancias culturales y sociales, variables como factores socioeconómicos, lengua, tipo de alimentación, medio ambiente, tipo y nivel educativo. De modo que, los individuos no tienen existencia independiente del grupo de referencia. La individualidad psicológica tiene que ver con la idiosincrasia funcional de los comportamientos biológico y social.
La individuación ocurre en el proceso de socialización, al nacer el
ser humano es muy vulnerable, por lo cual el cuidado de los adultos es fundamental, es por esto por lo que el concepto de apego, entendido como “el proceso de acoplamiento del infante a su madre, a nivel reactivo y estimulativo constituye el patrón reactivo/ activo de la interacción del niño con su entorno, texturas y circunstancias” (Ribes, 2023, p93).
Entiendo que la individuación psicológica, se da mediante la
individuación biológica y social, donde confluyen una multitud de variables que hacen del sujeto único, proceso que inicia desde que es un embrión y dura hasta la muerte.
Por su parte el apego, es un proceso importantísimo para el
desarrollo afectivo y vincular, en el cual la madre o cuidadora responden a las necesidades básicas y emocionales del niño, en este se modelan expresiones faciales y movimientos según los cuales el infante actuará con relación a los objetos y su ambiente.
Estos episodios de apego con la madre permiten la diversificación
del proceso de individuación. Se plantean 4 tipos de estilos de apego: seguro, evitativo, ambivalente y desorganizado; con distintos gradientes de empatía, esta dimensión es determinante de la aproximación, retiro o aislamiento para participar en actividades sociales, esa es la definición del concepto de empatía, entiendo que es un concepto clave en el establecimiento de las relaciones sociales y en general la habilidad para relacionarse con los otros. No me detengo a explicar cada estilo de apego, porque desborda el alcance de este parcial, lo importante es comprender la importancia del estilo de apego, el cual es instaurado en la infancia, se generalizará a otros vínculos y tendrá algunas particularidades que pueden dificultar la calidad de las relaciones de las personas que tienen un estilo de apego insano, lo cual es un objetivo para evaluar e intervenir en psicoterapia.
El apego involucra un conjunto de relaciones, que, junto a la
familiaridad y patrones compartidos, determinan la filiación y pertenencia a un grupo. Finalmente, respecto a los estilos interactivos, Ribes plantea “la consistencia biográfica de cada individuo, es lo que configura la particular al participar en los contactos funcionales como un idiosincrático, singular en cada individuo. El estilo, en tanto historio biográfica, involucra el primer contacto del individuo con cada campo de contingencias en el que participa”. (Ribes, 2023, p.105). Comprendo de esta cita, que los estilos interactivos están atravesados por la historia de los individuos y no se pueden, de ningún modo, desligar de ella, y van a determinar cómo interactúa con los contactos funcionales, los cuales serán muy singulares para cada individuo.
En ese sentido se identifican los perfiles en tres estilos
idiosincráticos: prolativo-prelativo; individuales-situacionales (ecológicos) y los estilos de agregación social.
Los primeros de ellos, los prolativos- prelativos: es la forma más
primitiva de conformación idiosincrática del comportamiento psicológico, y se caracteriza por conformarse a partir de las reacciones de orientación específicas, en las que las contingencias ambientales son abiertas, es la manera idiosincrática como el infante distingue los elementos que se le presentan en el ambiente. Es un sujeto activo en la configuración de su ambiento, el empieza a interactuar por sí mismo, prelativo a partir de esa interacción empieza a tener preferencias. (Ribes, 2023). Por ejemplo, un niño que quiere explorar su ambiente lleva todo a su boca, toca los objetos y los percibe, con el tiempo empieza a preferir algunos juguetes sobre otros.
Los segundos, los ecológicos/situacionales: se identifican en
situaciones que requieren la presencia de un solo individuo, que entra en contacto con contingencias, estas representan situaciones ecológicas diversas, definidas funcionalmente según las interdependencias que tienen lugar entre las condiciones de estímulo y los patrones reactivos/ activos del individuo. (Ribes, 2023). Por ejemplo, cuando una persona viaja a una cultura distinta, y entra en contacto con situaciones diversas, que implican adaptaciones en su comportamiento para ajustarse al medio, su tono de voz o las expresiones que usa, de modo que no irrespete a nadie de ese contexto.
Por último, los estilos de agregación hacen referencia a la manera
como un individuo se incorpora al grupo sin criterios previos de agregación. Son las maneras idiosincráticas de interacción entre un individuo y al menos dos personas más. (Ribes, 2023). Un ejemplo, podría ser cuando una persona asiste a una reunión social, donde no conoce a muchas personas previamente, pero a través de la interacción se va incorporando y encontrando puntos en común que le permiten relacionarse indicadamente.
Por otra parte, el término de acoplamiento hace referencia a la
forma más simple y general de organización de los fenómenos psicológicos, cualquier conducta organizada de los contactos funcionales a partir del nacimiento hasta los primeros meses de vida. De este modo, el individuo se relaciona con ocurrencias del entorno, las cuales no puede cambiar y es afectado por ellas. “Se caracteriza por la “diferencialidad” de los patrones reactivos del individuo, respecto de las propiedades temporales y espaciales de las contingencias de ocurrencia del entorno ante las que tiene que ajustar” (Ribes, 2018, p.223). Es decir que, el acoplamiento es cuando el individuo reacciona ante características de su ambiente que no puede cambiar y por lo tanto debe adaptarse a ellas; se puede dar en términos de orientación, reconocimiento, seguimiento, reproducción, entre otros. Comprendo que un individuo puede decidir exponerse o no a estas ocurrencias del ambiente, en esta medida es un sujeto activo, pero no puede cambiarlas en sí mismo y se verá afecto por ellas, sin poder modificarlas.
3. Las constancias perceptuales, según la teoría propuesta por
Gibson, se refieren a la capacidad del sistema perceptual para mantener la percepción de ciertas propiedades de un objeto, independientemente de las variaciones en las condiciones sensoriales. De modo que, el sistema no solo capta los estímulos, sino que los interpreta para darle un sentido coherente al ambiente. De este modo, las constancias, son las percepciones selectivas de configuraciones, algunas incompletas y otras en forma de ilusiones visuales; estos fenómenos ocurren de la relación sensorial que establecemos con el ambiente, lo que se denomina “percepción”, de modo que la organización funcional está mediada por la práctica lingüística que compartimos con nuestro grupo de referencia.
Constancia es una propiedad que clasifica distintos objetos en un
mismo grupo, y a la vez excluye a otros de dicha relación; es importante recalcar que un mismo objeto puede pertenecer a varias categorías distintas, dependiendo de sus propiedades funcionales. Existe distintos tipos de constancias, a saber: constancia de tamaño, basada en dos indicios que se perciben a través de la experiencia, en la cual se perciben diferencias en dos objetos iguales a medida que uno se aleja, o dos objetos del mismo tamaño uno próximo a la vista y el otro ubicado a lo lejos. Esto está relacionado con el efecto de profundidad como perspectiva; esta técnica es muy usada en el arte un ejemplo es cuando creemos una misma persona se ve más alta porque está más cerca, que la misma persona, pero a mayor distancia, pero estando más lejos, existen muchos juegos visuales que hacen uso de esta técnica. Un segundo ejemplo, es la constancia de color ocurre cuando en la oscuridad percibimos de un color distinto un mismo objeto.
Finalmente, la constancia de forma es cuando podemos identificar
formas variadas de un mismo objeto, por ejemplo, cuando de una misma imagen podemos ver o una mujer o una viejita, según las propiedades en las que nos fijemos, la percepción puede cambiar, aun siendo la misma imagen, percibimos objetos o formas muy distintos.
4. Percibir es nombrar, identificar y reconocer un objeto o situación
según las prácticas lingüísticas del grupo de referencia al que pertenecemos, nuestro cerebro no solo percibe la información a través de los sentidos, sino que la organiza en categorías, agrupando los estímulos similares en una categoría en particular, lo cual permite la compresión y un mejor procesamiento de la información recibida. Por ejemplo, percibir como una categoría de logro, significa entrar en contacto con un objeto que se puede identificar según sus propiedades; en otra acepción, percibir se relaciona con categorías episódicas, en las que el logro depende de la consecución de una tarea, hay contacto con un objeto, pero se requieren actividades adicionales para ver algo en específico. (Ribes, 2023).
El “ver cómo” se relaciona a las dobles figuras, que presentan
alternativas diferentes de cómo ser percibida. Representa la posibilidad de múltiples percepciones directas de un mismo objeto, en momentos distintos. El “ver qué” implica que identificamos el objeto que estamos viendo, después de una vez de haberlo hecho, sin tener que preguntarlo. Es así que, percibimos categorialmente, desde lo que conocemos, a través del lenguaje creamos significados y nominaciones. De lo anterior, comprendo que el establecimiento de categorías nos facilita almacenar mayor cantidad de información, ya que encontramos propiedades similares para adjudicar un objeto a cierta categoría, de modo que no hay que memorizarlo todo, sino encontrar estar características de similitud. Este proceso facilita la comprensión y también el intercambio de conocimiento con otros que comparten estas categorías, de modo que es un proceso atravesado también por el significado del lenguaje en un grupo de referencia al que pertenecemos. Pienso que es una característica adaptativa de los seres humanos, ya que facilita muchos procesos cognitivos de reconocimiento y clasificación de estímulos similares. Por ejemplo, cuando mencionan la palabra “Colombia” puedo clasificarla en la categoría de países, al igual que “Argentina” o “Brasil”, esta categoría tiene unas particularidades como tener un territorio, una constitución política y un gentilicio en particular, de modo que no tengo que conocer todos los países, para comprender que tienen características similares entre ellos.
5. En una consultante que tuvo un episodio emocional intenso, que
ella denominó ansiedad, se identificó la activación reactiva mediante marcadores fisiológicos como: agitación del ritmo cardíaco, sudoración, enrojecimiento de las mejillas, mareo, temblores en las manos. Esta activación ha favorecido conductas evitativas del estímulo ansiógeno, en este caso, espacios donde se encontraba la nueva pareja de su exnovio, así que evitaba el baño de profesores y el comedor general, lo cual aumentaba su reacción fisiológica cuando debía asistir a estos lugares por obligación. Es claro que, al principio, cuando aparecía esta activación reactiva, ella evitaba la situación y el malestar disminuía, pero a largo plazo se intensificaba, haciendo la situación insostenible. En la fase de tratamiento, se realizó exposición lo cual disminuyó la activación. Referencias
Peña-Correal, T. E. (1999). Algunas insuficiencias del análisis experimental del
comportamiento en la explicación del comportamiento humano. Suma psicológica, 6, 21-74.
Ribes-Iñesta, E. (2023). Teoría de la Psicología: Reflexiones últimas. Co-presencias. Cap.
2. El proceso psicológico de individuación como socialización: la importancia del apego. pp. 87-120.
Ribes-Iñesta, E. (2023). Teoría de la Psicología: Reflexiones últimas. Co-presencias. pp.
40-48.
Ribes-Iñesta, E. (2021). Teoría de la psicología: Corolarios. Co-Presencias. Ensayo 5:
Activación reactiva y funciones disposicionales: una reflexión multidisciplinaria. pp. 151- 194.
Ribes- Iñesta, E. (2018). El estudio científico de la conducta individual: una introducción a
la teoría de la psicología. Manual Moderno: Ciudad de México.