Está en la página 1de 3

UNIVERSIDAD ANAHUAC QUERETARO

ESCUELA DE ARQUITECTURA

ENTREGA 1: ENSAYO “LA BUENA VIDA DE IÑAKI ABALOS”

ANALISIS DE PROGRAMAS Y CONCEPTOS ARQUITECTONICOS


ARQ. PAULINA FLORES

PRESENTADO POR:
00522039 PAOLA DENISSE FELIU ZUNIGA

CAMPUS QUERETARO;
FEBRERO 12, 2024
El primer capítulo me sumerge en un fascinante viaje a través de las obras de Mies Van
der Rohe, un arquitecto cuya visión revolucionaria desafía las convenciones establecidas. La idea
de las Casas Patio, presentada como un contraste audaz frente a las viviendas colectivas
estandarizadas de su época, me inspira profundamente.
El texto presenta una interesante reflexión sobre la relación entre la arquitectura y la filosofía,
centrándose en la obra de Mies van der Rohe y su conexión con las ideas de Nietzsche. Desde mi
perspectiva, esta exploración revela la importancia de entender cómo las corrientes de
pensamiento influyen en nuestra forma de habitar el mundo.
La singularidad de las Casas Patio, donde cada una es única en diseño y orientación, pero
conectada por la repetición de materiales, resuena con mi propia creencia en la individualidad.
En un mundo donde a menudo seguimos un patrón predefinido, la idea de crear espacios que se
adapten a las necesidades y deseos de cada persona es refrescante y liberadora.
Al analizar la Casa Patio de Mies van der Rohe, se destaca su rechazo a las viviendas colectivas
en favor de diseños únicos que reflejen la individualidad y la búsqueda de plenitud personal. Este
enfoque se relaciona con las ideas de Nietzsche sobre el "superhombre" y la autoconciencia,
desafiando las creencias religiosas tradicionales y buscando una conexión más profunda con uno
mismo y con la naturaleza.
Admiro la audacia de Mies al rechazar la noción convencional de espacio habitable. En lugar de
diseñar para la familia, él abraza la abstracción, creando espacios que desafían nuestras
expectativas y nos invitan a reflexionar sobre cómo habitamos nuestros hogares.
Es fascinante ver cómo el contexto personal y social de Mies van der Rohe influyó en su obra,
especialmente en un momento marcado por problemas familiares y el auge del nacionalismo.
Esto resalta cómo nuestras experiencias y entorno pueden dar forma a nuestras creaciones y
percepciones del mundo.
La casa de Mies van der Rohe se presenta como un espacio de introspección y privacidad, donde
uno puede conectar consigo mismo y con la naturaleza. Los altos muros y los patios verdes
ofrecen un refugio del bullicio urbano, reflejando la idea de Nietzsche de separarse de las normas
religiosas para encontrar la plenitud individual.
La idea de privacidad, lograda a través de muros altos que separan al individuo del ajetreo de la
ciudad, resonó especialmente conmigo. En un mundo cada vez más invadido por el ruido y la
distracción, la idea de crear espacios de calma y contemplación dentro del propio hogar es
invaluable.
La combinación de materiales avanzados con tradicionales, la horizontalidad de los diseños y la
integración cuidadosa del mobiliario son detalles que revelan la maestría de Mies en su oficio.
Me hace reflexionar sobre cómo podemos fusionar lo antiguo con lo nuevo en nuestras propias
vidas, y cómo la simplicidad y la funcionalidad pueden coexistir para crear espacios
verdaderamente significativos.
La obra de Mies Van der Rohe me desafía a cuestionar las convenciones y a imaginar nuevas
posibilidades en la forma en que habitamos nuestros espacios. Nos recuerda que cada uno de
nosotros es único, con necesidades y deseos distintos, y que nuestros hogares deberían reflejar
esa singularidad. En este sentido, su legado sigue siendo una fuente de inspiración y una llamada
a la acción para aquellos de nosotros que buscamos redefinir lo que significa tener un hogar.
Con lo que me quedo del primer capítulo es la importancia de considerar cómo las ideas
filosóficas influyen en la arquitectura y en nuestra comprensión del mundo que habitamos.
Nos recuerda que nuestros hogares no son simplemente estructuras físicas, sino también
expresiones de nuestras creencias y aspiraciones más profundas.
El segundo capítulo de "La Buena Vida" nos sumerge en un fascinante viaje a través de
la casa del filósofo Heidegger, explorando su concepción existencialista del tiempo y su
influencia en la arquitectura. Heidegger, en un momento crucial de la historia alemana después
de la Segunda Guerra Mundial, fue convocado para compartir su visión sobre la vivienda
adecuada para reconstruir el país devastado.
La conferencia de Heidegger, titulada "Construir, habitar, pensar", nos lleva a su cabaña en la
Selva Negra, un refugio apartado del ruido de la ciudad y destinado principalmente para él y su
esposa. Desde esta perspectiva, Heidegger aborda la noción del "ser", destacando la importancia
de unificar el pasado con el presente en la búsqueda de la perpetuidad.
La conexión entre el tiempo y la arquitectura se convierte en un tema central en su discurso.
Heidegger propone una inversión de la flecha del tiempo, donde el pasado se integra en el
presente para aspirar a la eternidad. Esta idea resuena profundamente en la cultura
contemporánea, donde la influencia del entorno arquitectónico moldea la experiencia humana
diaria.
Desde mi punto de vista, la esencia del ser humano está intrínsecamente ligada al espacio que
habita. Heidegger argumenta que una obra arquitectónica debe concebirse en función del
hombre, considerando los fenómenos universales que impactan en su existencia para garantizar
su perdurabilidad en el tiempo.
La aplicación de los principios de la fenomenología existencial en la arquitectura contemporánea
nos invita a crear espacios que no solo sean funcionales, sino que también promuevan la
realización personal y la conexión con la naturaleza. Esto implica diseñar entornos que respeten
la esencia del ser humano y le brinden la oportunidad de desarrollarse plenamente en su entorno.
Con lo que me quedo del segundo capítulo es con el enfoque de Heidegger que ofrece una
perspectiva valiosa para concebir espacios arquitectónicos que no solo satisfagan las
necesidades físicas, sino que también alimenten el alma y promuevan la armonía con el
entorno. La arquitectura, vista desde esta óptica, se convierte en una manifestación
tangible de la existencia humana y de su búsqueda constante de significado y
trascendencia.

También podría gustarte