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La casa existencialista – Iñaki Avalos

Introducción

En el capítulo segundo del libro La Buena Vida, se hace referencia a la casa existencialista que define
Heidegger como un refugio. Se habla de una casa de campo en la que se puede establecer una
conexión con la naturaleza, en la que se puede vivir apreciando el entorno y aun así mantener la
esencia característica del ser que habita la vivienda.

Heidegger nos lleva por diversos temas que permiten habitar la vivienda desde su propio punto de
vista, nos permite conocer y experimentar su filosofía llevándonos por conceptos de la investigación
etimológica, donde nos brinda tres pautas para entender la palabra construir, a partir de allí nos
lleva por conceptos como el tiempo radical, la cuaternidad, la autoridad paterna, nostalgia y
conciencia, cultura objetual y material entre otros temas que nos muestran el pensamiento
existencialista relacionado con la arquitectura, citando textualmente “…la casa era expresión de
una subjetividad que se construida a si misma a través de problematizar el significado de construir,
enfrentándose a los hechos originales y fundacionales del habitar. Devolviendo, en definitiva, al
pensamiento filosófico un papel crucial en el desarrollo de las ideas arquitectónicas.”

Desarrollo

El capítulo inicia con una descripción muy gráfica de la cabaña y del lugar donde se ubica “Sobre la
pendiente de un ancho valle rodeado de montañas en la parte sur de la Selva Negra, a una altitud
de 1150m, se levanta una pequeña cabaña de esquí. Las medidas en planta son de 6 por 7 metros.
El bajo tejado colgante cubre tres habitaciones: la cocina, que también es sala de estar, un
dormitorio y estudio… y sobre la escarpada ladera opuesta, se apuestan las casas de labranza con
sus grandes cubiertas suspendidas. Más arriba de le pendiente, las tierras de pastos y prados dan
paso a todos los bosques con sus oscuros abetos – valerosos y alineados-. Sobre todas las cosas allí
se levanta un cielo de verano y en su radiante expansión dos halcones planean alrededor de amplios
círculos”. Este párrafo nos introduce al pensamiento filosófico de Heidegger, muestra a breves
rasgos el pensamiento filosófico que buscamos comprender.

A breves rasgos identificamos el gusto por la sencillez de la naturaleza, como cada detalle es descrito
de manera que permite al lector trasladarse al lugar y disfrutarlo también.

La palabra “Dasein”, implica que el “ser” es el punto de partida del pensamiento pues en torno a
ello gira todo lo que familiar en especial la casa como materialización de una vida que se desarrolla
a través del tiempo existencial. Muy de la mano del ser surge también “Bauen” que
etimológicamente proviene de construir, pero lo aborda desde tres puntos:

 Construir es propiamente habitar, es decir que se debe construir con un sentido orientado
a el significado de cada acción que implica construir, sintiendo cada elemento como parte
necesaria para la construcción final.
 Habitar es la manera como los mortales están en la tierra, definido por el tiempo durante el
que habitamos las viviendas, es decir la trascendencia que queda.
 El construir en cuanto habitar se despliega en el construir, el que cuida el cultivo, y en el
construir, el que erige edificaciones, se puede distinguir entre construir para la posteridad
con espíritu de trascendencia cuidando dejar huella en el momento y trascender y construir
edificaciones para solamente vivir

En estos tres puntos Heidelberg, muestra su percepción del vivir del ser humano vivir delimitado
por la muerte pero que, sin embargo, aunque esta es el fin de la vida no necesariamente significa el
fin de la existencia ya que el trascender permite seguir existiendo en el legado, buscando un habitar
autentico y esencial.

Este existir aun sin presencia constituye lo que denomina el puente de Heidelberg, ya que este
puente constituye una unión espiritual entre lo que somos y lo que dejamos, en las futuras y para
las futuras generaciones, este pensamiento abarca temas ambientales, sociales, tradicionales y todo
aquello que nos define ahora y que se expresa en aquello que es lo más auténtico del ser humano
“habitar”

Esto solo puede hacerse según Heidelberg si existe una figura que ejerza como autoridad paterna,
este papel asumido por Heidelberg, se observa en las fotografías que muestran su espíritu fuerte,
imponente y autoritario, al que se procura bienestar.

Existe también una relación entre el lugar, la memoria y la naturaleza que se contrapone a espacio,
tiempo y técnica, en la pequeña cabaña existe lugar para todo lo necesario e indispensable se ha
cuidado de los detalles más pequeños y las necesidades más básicas textualmente dice: “…La casa
la han levantado el empeño de instalar unívocamente en las cosas tierra y cielo, divinos y mortales.
Ha emplazado la casa en la ladera de la montaña que está a resguardo del viento, entre las praderas,
en la cercanía de la fuente. Le ha dejado el tejado de tejas de gran alero que, con la inclinación
adecuada, sostiene el peso de la nieve y, llegando hasta muy abajo, protege las habitaciones contra
las tormentas de las largas noches de invierno. No ha olvidado el rincón para la imagen de nuestro
Señor de tras de la mesa comunitaria; ha aviado en la habitación los lugares sagrados para el
nacimiento y el “árbol de la muerte” que es así como se llama la muerte y así, bajo el tejado, a las
distintas edades de la vida les ha marcado de antemano la impronta de su paso por el tiempo. Un
oficio que ha surgido él mismo del habitar, que necesita además sus instrumentos y andamios en
cuanto cosas, ha construido la casa de campo”

Con este párrafo muestra una introducción al tema de la simplicidad, y de usar solamente lo
necesario ya que todo lo externo supone una agresión a la unidad, la vivienda se constituye un
refugio del mundo en todas sus expresiones, el materialismo, la banalidad, la intromisión de ideas
ajenas a las familias, considera que las ciudades son enemigas de la autenticidad y de la intimidad
de la vivienda y de quien la habita.

Esto nos permite también una introducción al tema de lo público y lo privado en el sentido de que
en el campo existe privacidad y sentido de autenticidad, mientras que la ciudad se muestra enemiga
de estos conceptos al invadir con la tecnología el valor del ser, lo que define como Stadtfeindlichkeit.

Por ello el alto valor de las cosas artesanales que buscan una mínima intromisión en la naturaleza y
que de hecho ciudad la materia prima de sus objetos, desde el punto de vista de la cultura material
que busca reducir el espacio social, cultura objetual que se influencia por la mínima presencia de
objetos artificiales presencia de objetos artificiales.
En el abordaje de la ironía y la consistencia, nos habla de que el tiempo es medido por la realidad
autentica es decir los momentos realmente disfrutados y conservados en la memoria.

Conclusiones:

 La modernidad trajo una época de construcción masiva en la cual se perdió la esencia del
ser que habita. Por ello Heidelberg pretende que los arquitectos de su época vuelvan la
mirada a la esencia del habitar, concentrarse en vivir y trascender y no buscar solamente un
fin económico o llevarse de la simple vanidad de los halagos.
 Los espacios pequeños ofrecen s la intimidad propia del hogar, con espacios suficientes y
utilizando elementos del propio lugar, mientras que los espacios muy grandes crean vacíos
que encarecen el habitar y el ser por ende deja de ser un refugio y se convierte en una carga.

Bibliografía.

 Avalos Iñaki, La buena vida, Editorial Barcelona 2000


 Recuperado de: https://casa-abierta.com/post.php?t=5a608592d41ea

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