sociedad, una sociedad educada y capacitada está llena de conocimientos que la equipan para generar cambios significativos. Tenemos que ser una sociedad dispuesta a educarse toda la vida, la escuela nos enseña a aprender y luego somos responsables de seguir capacitándonos.
Algo que no podemos olvidar lo
menciona el texto “persisten escollos sociales expresados en el desempleo, la concentración de la riqueza, el aumento de las desigualdades, la pérdida de valores humanos fundamentales, el aumento de la pobreza absoluta, la marginalidad y la exclusión social (UNAD, 2011, pág. 12) Problemas que en muchos casos hacen parte de nuestra vida diaria, porque si realizamos un análisis al interior de nuestra familia sin irnos más lejos posiblemente encontraremos que estos problemas sociales están más cerca de nosotros de lo que quisiéramos. Entre ellos por ejemplo en nuestra familia uno de los miembros, un sobrino quien sufrió durante toda su vida de parálisis cerebral espástica, lo que le ocasionaba total dependencia de su madre y demás familiares, por mucho tiempo se realizó diferentes trámites para poder garantizar y reclamar sus derechos de lo cual vimos mucha negligencia a pesar de que se gestionó bastante y finalmente a los catorce años el niño murió, entonces surgen interrogantes ¿qué falto?, ¿que no hicimos?, ¿porque ninguna entidad velo por su bienestar? e hizo que la calidad de vida del niño fuera mejor. Me pregunto, acaso la educación es suficiente para generar un cambio real en nuestra sociedad y en todos los factores que hoy en día vemos en decadencia, quizás no es la única solución, pero genera un cambio real que hace que el individuo cambie su manera de pensar y por ende su manera de vivir, aquel que se capacita debe saber que el conocimiento adquirido debe impartirse a otros, es la única manera de generar más conocimientos y además la manera de construirlo y hacerlo más fuerte, el conocimiento abre puertas de empleo, nos equipa de herramientas para reclamar nuestros derechos independientemente de la situación que vivimos, nos hace consientes del papel que tenemos como ciudadanos frente a la política, poseedores de derechos y de deberes. La educación trae conciencia social, hace que, al transitar en la ciudad, en nuestro entorno seamos más conscientes de lo que nos rodea, nos hace conscientes de que en nuestra sociedad hay muchas falencias que podemos reconstruir como ciudadanos y además podemos unirnos para ser gestores de cambio.
Entonces observando la decadencia de la
sociedad podemos tomar la postura del desinterés o hacer que esto se convierta en un reto para generar solución como lo ha sido para la UNAD “estos desafíos se convierten en retos que traducidos a propósitos y estrategias nacionales, buscan contribuir a la superación de la crisis humanitaria que vive el país…” (UNAD, 2011, pág. 12)
Cada una de estas situaciones
nos debe despertar frente a lo social, nos debe sacudir y apasionar impulsándonos a formarnos, una línea que me impacta de la lectura que menciono a continuación “puesto que parece que han crecido las cosas pero las personas no” (UNAD, 2011, pág. 13). Es muy real, ¿las cosas crecen, pero las personas no?, es triste reconocerlo, pero es real,
Para ser gestores de cambio debemos
empezar por identificar que falencias presenta nuestra comunidad en general y de qué manera podemos generar un cambio a través de nuestra formación profesional, impulsar proyectos para dar solución a través de la promoción lo que asegurara buenos resultados seguidos de acompañamiento adecuado según el grupo poblacional o la entidad. Fomentar la educación adecuada debe ser una práctica que debe hacerse desde el preescolar en donde se inculque en cada niño el ser incluyentes como parte de una sociedad diversa, poseedores de derechos y deberes, educación que no debe parar al trascurrir de la vida no solo dentro de las instituciones educativas, sino también desde casa, entendiendo que se está formando ciudadanos para la vida quienes al cumplir la mayoría de edad estarán preparados para asumir la democracia de la manera correcta y no para ser un ciudadano más de aquellos que están ocultos que pelean por sus derechos a través de manifestaciones violentas en las calles, pero que cuando pueden ejercer el derecho al voto para exigir sus derechos, no lo hacen, y esto no se trata de moral simplemente de conocer l manera correcta de cambiar nuestra sociedad.
Alternativas de solución a partir de la
responsabilidad ética, social pedagógica, académica y política que nos compete a cada persona CONCLUSIÓN
La UNAD como gestora de cambio desde
lo que he podido percibir en el tiempo que llevo estudiando a través de cada una de las asignaturas promueve la formación de ciudadanos, gestores de cambio e incluirían social, veo que su plataforma es un medio de incluir a todo aquel que quiera acceder a la educación y que su formación no se aleja de la realdad del país al contrario hace que nosotros como estudiantes nos apersonemos de la situación y podamos generar un cambio. la UNAD como entidad pública, científica y cultural, debe ser capaz de dar respuesta a través de sus programas y servicios a las necesidades fundamentales (axiológicas y existenciales) que las comunidades y grupos humanos presentan para desarrollar su potencial productivo y de aprendizaje autónomo (UNAD, 2011, pág. 16) superen los límites territoriales de las comunidades locales,