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FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVASY

CONTABLES

DOCENTE: Mejía Martínez Vilma

ASIGNATURA: Microeconomia I

ALUMNO: Christel del Pilar Ardiles

Vargas
Medir los sesgos de género para
acelerar la igualdad de las
mujeresy las niñas

La desigualdad de género es un problema persistente en todo el mundo, que limita el


desarrollo y el bienestar de las mujeres y las niñas. Para abordarla de manera efectiva, es
fundamental medir y comprender los sesgos de género que impregnan las sociedades. La
mayoría de las calles en Europa llevan nombres de hombres, lo que refleja la existencia de
sesgos de género profundamente arraigados en las sociedades europeas. A continuación, se
pregunta si estos prejuicios son generalizados en otras regiones y si es posible medirlos y ver
cómo evolucionan.
Los prejuicios contra la igualdad de género no se limitan a Europa, sino que se manifiestan
en diversas regiones del mundo con diferentes niveles de intensidad.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2019 del PNUD presenta el GSNI como una
herramienta para medir los sesgos de género en cuatro dimensiones: política, educación,
economía e integridad física. Se basa en la Encuesta Mundial sobre Valores y revela que
alrededor del 90% de los encuestados en 80 países tiene al menos un sesgo contra la
igualdad de género. El GSNI se basa en datos de la Encuesta Mundial sobre Valores y evalúa
las creencias sesgadas en cuatro dimensiones: política, educación, economía e integridad
física.
Las normas sociales de género pueden impulsar la persistencia de prácticas discriminatorias
contra las mujeres, incluso cuando existen protecciones legales. Se cita el caso de las leyes
de igualdad de género en Estados Unidos, que no tuvieron un impacto inmediato en las
disparidades salariales debido a la resistencia social al cambio.
Históricamente, las brechas de género en la educación se han relacionado con las brechas de
ingresos. Sin embargo, esta conexión se ha debilitado, ya que las mujeres ahora tienen el
mismo o un mayor nivel de educación que los hombres.
Las normas sociales sesgadas afectan los derechos de las mujeres, desde un peor
rendimiento
académico hasta condiciones de salud mental y bienestar más deficientes. Estas
desigualdades no solo son una injusticia para las mujeres, sino que también perjudican a la
sociedad en su conjunto.
Medir los sesgos de género es crucial para reparar la injusticia que sufren las mujeres y las
niñas, así como para mejorar nuestras sociedades. El GSNI es una herramienta importante
para este propósito.
Se citan ejemplos como la preponderancia de nombres masculinos en las calles de Europa, la
presentación de formularios fiscales y la propiedad de activos.
Las principales causas de este problema son:

• Estereotipos de género: Los roles de género tradicionales y las expectativas sociales


limitan las oportunidades de las mujeres y niñas.
• Discriminación: Las mujeres y niñas son discriminadas en el acceso a la educación, el
trabajo, la salud y la participación política.
• Violencia de género: La violencia física, sexual y psicológica contra las mujeres y
niñas es una grave violación de los derechos humanos.

Las consecuencias que trae este problema son:

• Pobreza: Las mujeres y niñas son las más afectadas por la pobreza, ya que tienen
menos oportunidades de educación y empleo.
• Falta de acceso a la salud: Las mujeres y niñas tienen menos acceso a la atención
médica, especialmente en materia de salud sexual y reproductiva.
• Violencia: La violencia de género tiene un impacto devastador en la salud física y
mental de las mujeres y niñas.
Lo que podríamos hacer para combatir la desigualdad de género:

• Promover la igualdad de oportunidades en la educación y el trabajo.


• Combatir los estereotipos de género.
• Proteger a las mujeres y niñas de la violencia.
• Fortalecer la participación de las mujeres en la vida política y social.

• Situaciones en las que se refleja la desigualdad:


En la economía: Las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo, y
tienen menos oportunidades de acceder a puestos de liderazgo.
• En la política: Las mujeres están infrarrepresentadas en los gobiernos y parlamentos
de todo el mundo.
• En la educación: Las niñas tienen menos acceso a la educación que los niños,
especialmente en las zonas rurales y en los países en desarrollo.
• En la salud: Las mujeres tienen más probabilidades de morir durante el parto o por
complicaciones relacionadas con el embarazo.
• En la vida personal: Las mujeres son más propensas a sufrir violencia doméstica y
sexual.

Afectan negativamente los derechos de las mujeres, con repercusiones en su rendimiento


académico, salud mental y bienestar.
Estas desigualdades de género no solo perjudican a las mujeres, sino también a la sociedad
en su conjunto.

Es necesario tomar medidas urgentes para abordar la desigualdad de género y crear un


mundo más justo e igualitario para todos. La desigualdad de género es un problema
persistente y complejo que afecta a todas las sociedades del mundo. Se manifiesta en
diversos ámbitos de la vida, desde la economía hasta la vida personal, y tiene graves
consecuencias para las mujeres, niñas y la sociedad en su conjunto.
Develar los sesgos de género es solo el primer paso para combatir las disparidades. Es
necesario utilizar esta información para derribar los sesgos y cambiar las normas sociales a
fin de lograr la igualdad de género.
Ayudar a eliminar la desigualdad es fundamental para reparar la injusticia que sufren las
mujeres y las niñas.
Beneficia a toda la sociedad, por ejemplo, mejorando la producción de ideas científicas y
la salud pública.
Los sesgos de género son un problema global que requiere atención y acción. El GSNI es una
herramienta útil para medir y monitorear el progreso hacia la igualdad de género, pero se necesitan
mayores esfuerzos para desafiar las normas sociales discriminatorias y construir una sociedad
verdaderamente igualitaria.

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