Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Este planteo nos ayuda a reflexionar acerca de la historia de la humanidad, ya que, por ejemplo, luego de la Segunda
Guerra Mundial se vivieron casi tres décadas de continuo desarrollo, firmeza, estabilidad y crecimiento; no obstante,
este mismo desarrollo (científico, tecnológico, político, cultural, entre otros) comenzó a generar tensiones y lo que
parecía estar unido-como una sociedad sólida-, comenzó a presentar debilidades y expresarse desde lo transitorio,
volátil, frágil, provisorio y cambiante. En ese sentido, Bauman afirma que “en la modernidad líquida dominan los más
elusivos, los que tienen libertad para moverse a su antojo” (Bauman, 2004, p. 129).
Contexto VUCA
La sociedad 3.0 y la modernidad líquida tienen como común denominador un contexto efímero. Para caracterizar
esta situación se utiliza el acrónimo VICA (o VUCA en inglés).
El acrónimo VUCA se utiliza en muchos contextos, incluyendo el de la estrategia y las organizaciones. La V, viene de la
volatilidad, de la dinámica, de transformación; la U viene de la palabra uncertainty, de la incertidumbre, de la falta de
predictibilidad; la C viene de la complejidad, de la ruptura de la causa-efecto; y la A viene de ambigüedad.” (Avellana,
2012)
El contexto VUCA tiene las siguientes características: 1) volátil; 2) incierto; 3) complejo; y 4) ambiguo.
Volátil: se refiere a lo cambiante que es la dinámica del contexto.
Incierto: tiene relación con la dificultad de establecer la dirección de la evolución.
Complejo: hace relación a que el contexto es entendido como un sistema, es decir un conjunto de elementos
interrelacionados entre sí, cuyo comportamiento es difícil de describir.
Ambiguo: las características del contexto son inciertas y dudosas, y pueden ser interpretadas de distintas
maneras.
Es necesario desarrollar una serie de capacidades que le permitan adaptarse a este entorno VUCA. Podemos destacar
las siguientes: 1) Agilidad; 2) Visión; 3) Comprensión; y 4) Claridad.
Agilidad: es la capacidad de cambiar la postura, de adaptarse al entorno volátil en el cual está inmerso la
persona.
Visión: se refiere a la capacidad de generar alternativas para poder anticipar los posibles cambios que se
puedan dar en un entorno incierto.
Comprensión: posibilita apreciar la interrelación entre las variables del sistema complejo en el cual la persona
está inmersa, y permite orientar la planificación estratégica.
Claridad: es la capacidad de comprender el entorno ambiguo e identificar y aprovechar las oportunidades
dadas.
Así, frente a cada una de las características VUCA, se podrá desarrollar una estrategia adecuada que permita ser
exitosa en su futura carrera universitaria y, luego, en su desempeño laboral. Estas capacidades de adaptación son
claves, ya que, como dice Levy, “Por primera vez en la historia de la humanidad, la mayor parte de las competencias
adquiridas por una persona al principio de su recorrido profesional estarán obsoletas al final de su carrera” (Levy,
2007).
Cobra sentido, entonces, pensar en nuevos modos de relacionarse con el saber, más allá de la clásica formación
académica. Es necesario desarrollar su capacidad de autogestionar su aprendizaje mediante la creación de una ruta
personalizada, un entorno personal de aprendizaje (PLE, por sus siglas en inglés).
En general todos los estudiantes universitarios deberían desarrollar lo que Moravec denomina un knowmad. Con el
término knowmad, este autor se refiere a:
aquellos trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación. Un knowmad es alguien innovador,
imaginativo, creativo, capaz de trabajar con prácticamente cualquier persona, en cualquier lugar y en cualquier
momento. Un knowmad es valorado por su conocimiento personal, lo que le proporciona una ventaja
competitiva con respecto a otros trabajadores. (Cobo y Moravec, 2011)
Estas competencias no solo son necesarias en el nivel universitario, sino que serán claves para los futuros
profesionales en el mundo del trabajo. Las empresas buscan cada vez más personas a nivel global, donde lo
importante es que puedan resolver problemas más allá de la ubicación geográfica de los postulantes.
Ciberespacio
Pierre Levy, nacido en 1956, doctor en sociología, se hizo conocido por sus investigaciones sobre cultura y tecnologías
de la información y la comunicación (TIC). Levy define ciberespacio (que llamaremos también la red) como
el nuevo medio de comunicación que emerge de la interconexión mundial de los ordenadores. El término designa
no solamente la infraestructura material de la comunicación numérica, sino también el oceánico universo de
informaciones que contiene, así como los seres humanos que navegan por él y lo alimentan. (Levy, 2007)
El ciberespacio se configura y crece de la mano de los avances tecnológicos. Se distinguen tres grandes momentos:
primero se inventó la computadora, luego su uso se hizo masivo y, en un tercer momento, se creó una red de
ordenadores interconectados que comenzó a crecer de manera exponencial en los años 80.
Levy (2007) explica las condiciones que permitieron la emergencia del ciberespacio (Levy, 2007) y marca 4 grandes
hitos que se detallan a continuación:
1945: primeros ordenadores en EE.UU. Computadoras para uso militar.
1970: primeros microprocesadores y chips electrónicos. Computadoras para uso Estatal, grandes empresas y
universidades.
1980: ordenador personal. Multimedia. Las computadoras empiezan a achicar su tamaño para ser utilizadas en
telecomunicaciones. Crece la industria de la televisión y el cine.
1990: aumento de las conexiones entre ordenadores mediante grandes redes de información.
Se observa un proceso de progresivo aumento de la velocidad de cálculo, y achicamiento del tamaño de los
ordenadores y sus precios. “En este informe, la técnica no nos interesa por sí misma. Sin embargo, es necesario
exponer las grandes tendencias de la evolución técnica contemporánea para abordar las mutaciones sociales y
culturales que la acompañan” (Levy, 2007, p. 18).
Este proceso fue posible también en tanto ocurrieron los siguientes tres elementos: “la interconexión, la creación de
comunidades virtuales y la inteligencia colectiva” (Levy, 2007).
⧕ Interconexión. Gracias al avance tecnológico, la totalidad de los dispositivos informáticos actuales tienen
conexión mediante internet y crean la sensación de comunicación interactiva. Este listado incluye
computadoras, celulares, tabletas y también otros dispositivos, por ejemplo, autos eléctricos, artefactos del
hogar mediante domótica e internet de las cosas, por ejemplo, que hasta hace unos años parecía impensado.
⧕ Comunidades virtuales: las comunidades virtuales se construyen más allá de la cercanía geográfica. Su base se
encuentra en un proyecto e intereses en común. La creación de comunidades virtuales están basadas en la
posibilidad de interconexión antes mencionada. Las comunidades virtuales tienen lógicas de funcionamiento
similares a las otras comunidades, donde muchas veces el conflicto y las luchas de poder es parte de su
dinámica. El funcionamiento de las comunidades virtuales genera una serie de códigos compartidos, que
empiezan a configurar una determinada cibercultura.
⧕ Inteligencia colectiva. El mejor uso que se debería hacer del ciberespacio, es la aspiración a generar una
inteligencia colectiva. Sin embargo, este planteo se trata de un campo lleno de controversias (qué significa la
inteligencia colectiva, para quién, quién la define y demás), por ende, muchas veces no se sabe cómo llevar a
cabo este objetivo aspiracional.
Levy (2007) plantea, además, que los principales modos de comunicación y de interacción que ocurren en el
ciberespacio son cuatro:
⏣ Acceso a distancia y transferencia de ficheros: mediante el ciberespacio, es posible que desde una
computadora se pueda acceder a un contenido, o una memoria de otro ordenador, que esté en cualquier lugar
del planeta, siempre y cuando esa información sea pública. También se puede acceder a material multimedia,
como imágenes, videos, audios, textos, etc. y se puede manipular, copiar, descargar, replicar, editar, etc. De
esta manera, una comunidad dispersa geográficamente puede compartir material digital disponible en la red y
modificar mutuamente ese material, sin importar que compartan espacio geográfico, ni que estén conectados
al mismo tiempo, lo cual es una innovación importante con respecto a la tradicional manera de relacionarse
entre personas, que debían compartir tiempo y espacio físico para interactuar.
⏣ Correo electrónico: mediante el correo electrónico, se pueden enviar y recibir mensajes que, a su vez,
contengan archivos adjuntos. Es una poderosa herramienta de comunicación digital que, además, permite la
mensajería a numerosos destinatarios en simultáneo.
⏣ Conferencias electrónicas: mediante esta herramienta, grupos de personas pueden intercambiar distintos
puntos de vista sobre diversas temáticas en simultáneo, sin importar su ubicación geográfica.
⏣ La comunicación a través del mundo virtual compartido. Las distintas herramientas digitales permiten
almacenar y compartir información. Además, posibilitan la comunicación entre grupos de personas sin
necesidad que compartan el mismo espacio geográfico, ni tampoco el mismo tiempo sincrónico. La
comunicación en el mundo virtual, gracias al correo electrónico, por ejemplo, puede ser asincrónica.
Estos cuatro modos de comunicación posibilitan una dinámica de interrelación entre comunidades virtuales que
construye un determinado conjunto de significados mutuamente compartidos, con lo cual se gestando una
determinada cibercultura.
Cibercultura
Tal como hemos visto en esta lectura, el mundo actual se caracteriza por un alto nivel de desarrollo tecnológico y
universalización de protocolos informáticos de comunicación. Este fenómeno da lugar a una creciente interacción
entre las personas en tiempo real, mediatizada por artefactos tecnológicos y derriba las barreras espacio-temporales
a una velocidad cada vez mayor.
Este proceso de virtualización y masificación en su uso, no solo genera interacción, sino que, además, viene
acompañado de la creación de una serie de códigos compartidos que le dan sentido a las interacciones, y que se
sostienen en el tiempo. Esto es lo que Levy define como cibercultura, es decir “el conjunto de las técnicas
(materiales e intelectuales), de las prácticas, de las actitudes, de los modos de pensamiento y de los valores que
se desarrollan conjuntamente en el crecimiento del ciberespacio” (Levy, 2007, p. 1).
La cibercultura (o también denominada cultura digital) tiene sentido en tanto se observa una creciente actividad de
intercambios entre las personas en el ciberespacio. Se ve, entonces, que los conceptos de cibercultura y ciberespacio
están íntimamente ligados. La cibercultura incluye el conjunto de valores y significados compartidos, que le dan
sentido a ciertas conductas del ciberespacio, por lo cual ciberespacio y cibercultura se retroalimentan mutuamente.
Este doble juego va de la mano de la consolidación de comunidades virtuales, donde las personas participan de
maneras similares con la vida real.
Ciudadanía digital
La retroalimentación mencionada entre cibercultura y el ciberespacio, es un proceso que va de simultáneo con la
conformación de comunidades virtuales, es decir, espacios virtuales donde las personas participan, muchas veces de
manera similar a como lo hacen en la vida real, pero sin las limitaciones espacio temporales de esta.
Todos los estudiantes universitarios en general deberían ser capaz de aprovechar estas comunidades virtuales para
aprender en red (Rex, 2015). Para lograrlo, es clave que adquiera ciertas competencias propias de la cultura digital o
cultura TIC (Lugo y Kelly, 2011). De esta manera, se familiarizará con el manejo de las aplicaciones y recursos
tecnológicos, mientras fortalece y consolida códigos compartidos y forja una determinada ciudadanía digital. Esta
última es definida por Agudo como
persona que utiliza las tecnologías de la información para contribuir en su sociedad, el gobierno de su
ciudad o de su país y en la política. Un ciudadano digital es una persona que usa Internet de forma activa
y efectiva. Para que a una persona se la considere como tal debe tener habilidades y experiencia usando
la red ya sea en ordenadores, teléfonos móviles y dispositivos pensados para interactuar con
organizaciones públicas y privadas. (Agudo, 2016)
Agudo plantea que “existen nueve elementos que definen la ciudadanía digital” (Agudo, 2016). Estos nueve
elementos son:
Acceso al mundo digital. Este es el requisito más fundamental para convertirse en un ciudadano digital.
Debido a dificultades como el estatus socioeconómico o la localización algunos individuos pueden no tener
acceso de forma regular. Las escuelas y las bibliotecas públicas pueden ayudar a paliar este problema.
Comercio digital. Este concepto hace referencia a la capacidad de los usuarios para reconocer que una buena
parte de la economía se regula online. También tiene que ver con la comprensión de los peligros y los
beneficios de la compra en la red, usando tarjetas de crédito y demás.
Comunicación digital. Este elemento trata con la comprensión de los distintos medios de comunicación
online, que abarcan del correo electrónico a la mensajería instantánea.
Alfabetización digital. Con esto se hace referencia al conocimiento sobre cómo usar distintos dispositivos
digitales. Un ejemplo de esto sería aprender a usar correctamente un motor de búsqueda dependiendo del
contexto —no se busca lo mismo en Google que en una base de datos—.
Etiqueta digital. Hace referencia a saber cómo comportarse a la hora de utilizar la comunicación digital. Cada
medio cuenta con sus propias normas.
Leyes digitales. En este contexto se mueve la legislación aplicada a la descarga ilegal de contenidos, plagio,
hacking, creación de virus, campañas de spam, robo de identidad, ciberacoso y etcétera.
Derechos y responsabilidades digitales. Con este concepto se hace referencia a los derechos del ciudadano
digital, como la privacidad o la libertad de expresión.
Salud digital. Los ciudadanos digitales deben conocer el estrés físico que produce el uso de Internet, así como
saber qué hacer para no crear adicción al medio.
Seguridad digital. El noveno elemento hace referencia a que los ciudadanos deben tomar las medidas de
seguridad necesarias para poder moverse por la red con tranquilidad. (Agudo, 2016)
Como se puede ver, es tan importante el acceso a internet como el acceso a otros recursos culturales para que los
ciudadanos tradicionales se conviertan en ciudadanos alfabetizados digitales y, de esta manera, sean capaces de
afrontar con éxito los desafíos que les demanda la sociedad del siglo 21.
M4L2: Nativos vs. inmigrantes digitales. Residentes vs. visitantes digitales. Brecha digital. Caracterizando
el aprendizaje en la sociedad actual
Nativos vs inmigrantes digitales
Comenzaremos con una distinción clave para caracterizar la generación de María Sol: los nativos digitales (Prensky,
2010) son aquellas personas que, desde el momento de su nacimiento, han convivido con tecnologías de la
información y la comunicación (TIC). Se podría decir que son los nacidos a partir de 1980 y que han crecido con las
tecnologías digitales. Son contemporáneos con el desarrollo de las TIC y están habituados a relacionarse con el
lenguaje de las computadoras, los videojuegos e internet. Están acostumbrados a la inmediatez en el acceso de la
información y a trabajar en equipos y redes. Esta generación, siguiendo a Carrillo (2019), se
denomina millennials (también denominados generación Y). Tienen seis características propias que se detallan a
continuación:
1. Son nativos digitales
Los miembros de esta generación interactúan con los medios digitales desde su infancia, y en su adultez llegan a
un mundo lleno de tecnologías interrelacionadas con Internet.
Por lo tanto, en su proceso natural de desarrollo se encuentra muy internalizado el manejo y la comprensión de
estas nuevas tecnologías; en unos casos más que otros, eso está claro.
2. Poseen mayor capacidad de multitarea
Debido a que han crecido en un mundo en el que la inmediatez cada vez se hace más habitual, y con
los smartphones se pueden realizar diversas tareas a la vez, los millennials tienen una gran capacidad para
abordar múltiples tareas con un buen nivel de atención para cada una de ellas.
Esta capacidad no necesariamente se limita a los aparatos electrónicos; es decir, un millennial no tiene que ser
dependiente de un teléfono inteligente para realizar múltiples tareas, sino que es capaz de extrapolar dicha
capacidad a otros aspectos de su vida.
3. Mayor nivel de formación académica
En términos generales, la generación Y ha tenido mayores oportunidades en lo referente a la preparación
académica. Los procesos de formación poco a poco fueron trascendiendo las aulas para convertirse en estilos
personalizados de aprendizaje. En estos nuevos estilos, cada persona tiene mayor control sobre los temas en los
que profundiza, y no depende únicamente de lo que imparte el docente durante las horas de la asignatura.
Aparte de todo eso, ahora existen modelos de educación a distancia con los que las personas pueden
cómodamente instruirse desde sus hogares, frente al ordenador. Esto ha hecho que una de las características de
la generación millennial sea su capacidad para aprender por su cuenta, muchas veces sin necesidad de un
maestro.
4. Son ciudadanos del mundo A pesar de que no salga de su país de origen, la generación millennial está formada
en gran parte por sujetos que conocen y se sienten identificados con personas y culturas distintas a las de su
país natal. Por ejemplo, alguien nacido en Venezuela puede conocer a través de internet a una persona de
Argentina, y comenzar a sentirse identificado con las costumbres y, en términos generales, con el estilo de vida
de ese país.
5. Tienen mayores niveles de exigencia Los millennials son personas con tendencia a buscar los buenos
resultados, son conscientes de que en la actualidad existen los recursos necesarios para que las cosas se hagan
de la mejor manera. Esta tendencia no se da únicamente en el momento de adquirir un producto, sino que
también son exigentes con ellos mismos cuando toca realizar una determinada actividad.
6. Buscan un trabajo que los defina
Otra de las características más distintivas de la generación millennial es que busca sentirse identificada con su
trabajo. Esto es algo que no ocurría con las generaciones anteriores, en las que lo importante era más bien
mejorar económica y profesionalmente. (Carrillo, 2019)
A diferencia de los millennials, los inmigrantes digitales son personas que no nacieron en el mundo digital, pero con
el tiempo se “mudaron” a ese mundo nuevo. Son los nacidos antes de los años 80. Los inmigrantes nacieron y fueron
criados en un mundo distinto, donde no existía la inmediatez de lo digital, donde había otras formas de comunicarse
(sin celular, sin redes, sin tabletas y sin pantallas).
Prensky sostiene que los nativos digitales se diferencian de los inmigrantes por las siguientes características:
⧕ Quieren recibir la información de forma ágil e inmediata.
⧕ Se sienten atraídos por multitareas y procesos paralelos.
⧕ Prefieren los gráficos a los textos.
⧕ Se inclinan por los accesos al azar (desde hipertextos).
⧕ Funcionan mejor y rinden más cuando trabajan en red.
⧕ Tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les reporta satisfacción y recompensa inmediatas.
⧕ Prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el rigor del trabajo tradicional. (Prensky, 2010, p. 6)
Residentes versus visitantes digitales
El manejo de los códigos propios de la cultura digital depende, muchas veces, de la calidad de las interacciones en el
mundo virtual. Así es como cobra sentido el planteo de White y Le Cornu, que en 2011 hicieron un planteo que se
complementa con los conceptos de nativo e inmigrante digital. Ellos plantean la existencia de residentes y visitantes
digitales. Los residentes utilizan la web y el resto de las herramientas digitales como una extensión de su cuerpo. Son
muy activos con sus redes porque estas son parte de sus vidas. Manejan los códigos de cómo, cuándo y qué publicar.
Generan una red de contactos y se puede identificar un determinado perfil a partir de sus posteos y contactos.
Utilizan los recursos de la red para alimentar un determinado perfil. Los visitantes, por su parte, si bien utilizan las
herramientas digitales, lo hacen de manera diferente. No difunden cuestiones de sus vidas en las redes y son más
cuidadosos, no dejan rastro. Son exclusivamente consumidores de algunos contenidos puntuales, por ejemplo,
información diaria. No interactúan con otras personas en las redes ni son proactivos.
… .
La distinción entre visitantes y residentes
radica en que los visitantes entran a internet,
toman lo que necesitan y se marchan, sin
dejar huella. No interactúan, no tienen una
identidad en internet de acuerdo a las fotos e
interacciones. Los residentes, en cambio,
viven en ese entorno, desarrollan allí parte
de su actividad diaria y, en muchas
ocasiones, sus relaciones online (virtuales)
son tan importantes como las personales.
Interactuar con las redes de manera exitosa y ser un residente virtual es posible si se logran manejar los códigos
virtuales. Esto significa que la persona tiene que estar alfabetizada en este nuevo lenguaje. Lograr esto es muy
importante, sobre todo en una época donde la digitalización progresiva de la sociedad deja afuera a aquellas
personas que no están alfabetizadas digitalmente, lo cual nos lleva a pensar en la siguiente interrogante: “La
pregunta que nos tenemos que plantear es: ¿estamos proporcionando una educación que sea realmente
democrática?” La cultura digital, ¿es para todos? ¿Qué significa ser democráticos en la escuela del siglo 21?
Nativos, inmigrantes, residentes y visitantes, son cuatro categorías de análisis que nos permiten caracterizar a los
aprendices del siglo 21. Aprendices que, tal como venimos vemos, deben ser capaces de conocer los códigos de la
cultura digital, de adaptarse rápidamente a las nuevas demandas en un contexto VUCA, de desarrollar la
autorreflexión.
Brecha digital
Para definir el concepto de brecha digital, recurrimos a Borghi:
En líneas generales, este fenómeno puede ser definido como la separación que existe entre las
personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las TIC como una parte rutinaria de su vida
diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que, aunque las tengan, no saben cómo
utilizarlas. (Borghi, 2012)
Como se puede observar, entonces, la brecha digital tiene dos aspectos: el acceso a las TIC y el uso de las mismas.
1. El acceso a las TIC: dentro de un contexto de sociedad de la información donde progresivamente la vida social
se traslada cada vez más a internet. El acceso a internet se convierte en un derecho de los ciudadanos. A
medida que pasa el tiempo, esto se hace más evidente. Como se puede observar, muchos nativos pueden ser
analfabetos digitales, con lo cual es importante aclarar que el solo hecho de haber nacido en un ambiente
rodeado de herramientas digitales, no asegura que estas personas puedan manejarse con destreza en la cultura
digital.
2. Utilización de las TIC: los ciudadanos deben tener acceso a internet como primer paso. Sin embargo, el acceso
es solo el primer paso. A continuación, se debe prestar atención al uso que hacen de las TIC y sus lenguajes.
La cultura digital, caracterizada por su dinamismo, cambio permanente y su multiplicidad de fuentes y de
información, demanda de los miembros una serie de capacidades, por ejemplo, ser capaces de realizar una
“búsqueda selectiva y eficaz de la información o el hecho de compartir información y contenidos, así como de
relacionarse con otros mediante las redes sociales” (Ortoll Espinet). Esto muchas veces no se logra simplemente con
ser nativo digital.
Ser parte de un ambiente enriquecido con TIC es una condición necesaria, pero no es suficiente para ser parte de la
cultura digital. Es importante que María Sol sea parte activa de una nueva cultura del aprendizaje donde ya no tiene
sentido repetir conceptos de memoria, sino que se requiere generar una verdadera estrategia de aprendizaje en
contextos VUCA (volátiles, inciertos, cambiantes y ambiguos) antes mencionados.
Características del aprendizaje en la sociedad actual
El aprendizaje es el proceso mediante el cual se adquiere información (externa), que se convierte en conocimiento
(interno). Existen dos tipos de aprendizaje
⏣ Aprendizaje memorístico: consiste en aprender y repetir de memoria de manera arbitraria, información sin una
conexión o un sentido entre sí, por ejemplo, un número de teléfono, un listado de nombres al azar, etc. Las
estrategias de estudio que acompañan aprendizajes memorísticos son de repetición y repaso de memoria.
Utilizar pura y exclusivamente este tipo de estrategias simples en la vida universitaria es insuficiente, tal como se
vio en la lectura 3 del módulo 2. El aprendizaje memorístico por sí solo es bastante limitado en un contexto VUCA
y una sociedad 3.0, donde la cantidad de información es infinita y cambia todo el tiempo, tal como lo hemos
desarrollado anteriormente.
⏣ Aprendizaje significativo: es un tipo de aprendizaje donde se asimila lo nuevo, se hace parte de la mente,
mediante la reestructuración de la estructura cognitiva del sujeto aprendiz. Además, en los aprendizajes
significativos, esta reestructuración mental se logra sostener en el tiempo, lo cual permite tener la nueva
información disponible para utilizarla allí cuando la persona lo requiera. Para lograrlo, la estructura cognitiva del
sujeto y la estructura conceptual del objeto que se aprende se vuelven una sola. Este tipo de aprendizaje incluye
tres momentos: comprender, usar activamente el conocimiento y memorizar.
.
1. Comprender: la comprensión es el primer momento del aprendizaje significativo. Ocurre cuando se logra
“el establecimiento de relaciones significativas entre la información nueva y la que ya se sabe” (Carretero,
2005, p. 60). El fenómeno de la comprensión ocurre cuando el alumno dice ajá, o eureka; es decir, cuando
toma conciencia de lo que sabe y cómo se hizo para saberlo.
2. Uso activo del conocimiento: una vez que la persona comprende, ocurre el segundo momento, que
Perkins lo define como poder pensar y actuar con flexibilidad a partir de lo que uno sabe. Ese nuevo
conocimiento es utilizado por el aprendiz para resolver desafíos de manera creativa y novedosa. Si no se
utiliza, al poco tiempo se olvida.
3. Memorización: en un tercer momento, se consolida lo nuevo en la memoria. Recién aquí tiene sentido
utilizar técnicas de repaso y memorización, entrenamiento y práctica, pero siempre se agrega alguna
novedad o algún nuevo elemento superador.
Es importante que el alumno sepa ser exitoso bajo este modelo, el cual demanda autogestión, trabajo colaborativo,
responsabilidad, aprendizaje activo y el uso de competencias digitales propias de la cibercultura y la sociedad 3.0, por
ejemplo, búsqueda, selección y uso de la información, ética y seguridad en las redes, elaboración de contenido
original y resolución de problemas, entre otros.
Para que el aula invertida ayude a los estudiantes en su formación académica, es clave que se convierta en una
verdadera comunidad de aprendizaje para que el alumnado resuelva una multiplicidad de desafíos mediante el uso
de los aportes teóricos de la materia. Es decir, debería convertirse en lo que Bedoya González define
como comunidad de práctica, en la cual los alumnos puedan interactuar “virtual o personalmente para la búsqueda y
la construcción de conocimiento” (Bedoya González, 2018)
Bedoya González plantea que las comunidades de prácticas tienen tres tipologías:
1. Comunidad centrada en la realización de una tarea, proyecto o producto: grupos que tienen que realizar un
producto final que sea resultado del trabajo en equipo que se realice.
2. Comunidad centrada en la mejora de una práctica concreta académica o laboral: son grupos con un lenguaje
en común que interactúan y experimentan en un proceso de mejora continua.
3. Comunidad centrada en la producción de conocimiento válido: caracterizadas por “tener una estrecha
relación con el objeto de estudio; sus actividades y organización están dadas en función de la producción
intelectual y evolucionan en la medida en que el conocimiento es producido y acumulado” (Bedoya González).
Con la modalidad de aula invertida se busca justamente favorecer procesos de interacción áulicos entre el docente,
los alumnos y el conocimiento mediante el trabajo en equipo y dinámicas innovadoras, tratando de convertir el aula
en una comunidad de práctica emocionalmente positiva, y centrada en la producción de aprendizajes mutuos.
El aula como espacio de construcción colectiva del conocimiento
Tal como se ha explicado, el aula invertida es una comunidad de práctica enriquecida con el uso de la tecnología. Se
trata de un elemento clave para favorecer procesos constructivos en los estudiantes. Es importante que el alumno
aprenda estos nuevos códigos de funcionamientos y desarrolle las estrategias necesarias para tener éxito en este
entorno. En un aula invertida, los tradicionales roles de alumno, docente y contenido de aprendizaje cambian:
1. El docente se convierte en un verdadero guía de este proceso, responsable de “crear un clima de confianza en
el aula para que los estudiantes experimenten, indaguen, reflexionen, asuman riesgos y responsabilidades
sobre sus aprendizajes. También resulta fundamental promover estrategias que estimulen un ambiente de
cooperación y la solidaridad [que permita a los alumnos planificar y organizar sus actividades, tanto en el
transcurso del día de clase o de la semana que transcurra el proyecto]”. El docente pasa de una postura de
ejecutor a un rol mucho más activo, facilitador de los procesos constructivos de los alumnos, partiendo de la
particularidad de cada uno, facilitando en ellos la posibilidad de llevar a cabo procesos de aprendizajes. El
docente aparece como un profesional reflexivo, capaz de pensar no solamente en los procesos de enseñanza y
aprendizaje, sino también capaz de modificar la forma en que realiza estos procesos, en una constante
retroalimentación entre su formación teórica, sus creencias y la práctica.
2. El alumno cobra un rol activo, constructor de su propio proceso de aprendizajes. Se pasa de un sujeto que
repite conceptos elaborados por alguien más a uno que posee estrategias y capacidades determinadas para
seleccionar y operar el conocimiento.
3. El conocimiento también se resignifica, pasando de algo acabado que debe ser repetido, a un constructo
mutable personal de cada alumno, que toma la información, la reestructura y la convierte en contenido
significativo e internalizado.
Así es como el proceso de aprendizaje y enseñanza se configura como un espacio de construcción conjunta de
espacios de diálogos que posibiliten este proceso constructivo de aprendizajes en el alumno.