Está en la página 1de 16

Como ser docente y asumir los nuevos desafíos educativos, impuestos por

la sociedad del conocimiento, y no morir en el intento.

Natalio Astroza Hurtado.


Licenciado en Educación.
Profesor General Básico.
Profesor de Historia y Geografía.

Resumen

Estamos inmersos en una época de profundos cambios culturales influenciados


por el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación. El enorme
impacto producido por tecnologías como Internet, han puesto en jaque los
supuestos que fundamentaban el proceso de enseñanza aprendizaje de la
pedagogía tradicional. Este nuevo panorama, en el que nos vemos envueltos
muchos docentes remece una serie de creencias y practicas con las cuales
fundamentábamos nuestro quehacer pedagógico. Esto se ve agudizado con el
hecho de que no fuimos formados profesionalmente para este nuevo escenario.
El objetivo de este ensayo es reflexionar sobre la transición desde una sociedad
industrial a una sociedad de la información, con la intención de lograr descubrir las
claves de los cambios, para transformar este análisis en un punto de partida que
nos permita asumir las nuevas competencias profesionales que nos posibiliten
educar adecuadamente a los ciudadanos del siglo XXI.

Palabras claves; Sociedad Industrial, Sociedad de la Información, TICs, rol


docente, pedagogía tradicional, nuevos paradigmas pedagógicos, nuevas
competencias profesionales.

ABSTRACT

We are living times of deep cultural changes which are mainly influenced by the
development of communication and information technologies. The enormous
impact that comes from technologies such as Internet has challenged the
traditional patterns that have been always taken for granted in the teaching
process of traditional teaching.
This new scenario in which many teachers are immersed, ruptures a number of
beliefs that have always been common ground among these teachers and have
also been the stepping stones of the teaching practice.
This rupture is stressed by the fact that we have never been professionally trained
to face and deal with this new scenario.
The aim of this essay is to reflect on the transition from an industrialized society to
a society which is information oriented. We intend to find the keys to these
changes and to provide a starting point for the analysis of the complex teaching
task that we face in order to properly form the new generations of the 21st century.
Key words: Industrialized society, information oriented society, communication and
information technologies, teaching role, traditional teaching, new teaching
approaches, new teaching skills.

1.- Introducción.

Para muchos colegas, y me incluyo, que ya bordean los 40 años, y ni que hablar
de los de 50 y 60, los nuevos requerimientos educativos que nos imponen los
cambios culturales y tecnológicos nos producen una serie de incertidumbres. El
vislumbrar que la forma en que fuimos educados, y que es con la cual educamos,
ya no da respuestas válidas en los nuevos escenarios y que esta brecha se
profundiza cada vez con más rapidez, nos enfrenta a un momento de crisis. Los
cuestionamientos y el espejismo de que todo tiempo pasado fue mejor, nos llevan
muchas veces a desentendernos de la necesidad y la profundidad de los
cambios.

Este ensayo nace de prácticas pedagógicas personales y el contexto empírico de


la misma que involucra testimonios y observaciones del ejercicio docente de
colegas de la misma generación. Analizar el tema y profundizar en él, no tiene otro
sentido que encontrar respuesta a nuestras interrogantes y de esta forma abrir
caminos por los que se pueda transitar con la finalidad de apropiarnos de los
elementos que nos permitan transformar las practicas profesionales y sumarnos a
los esfuerzos de aportar con una educación acorde a las necesidades de los
nuevos tiempos.

Con la intención de cumplir con el objetivo antes descrito, pretendemos en un


primer momento explorar las causas y profundidad de los cambios culturales que
se están produciendo en nuestra sociedad. Luego analizaremos las dificultades a
las cuales nos vemos enfrentados y que no nos permiten asumir el cambio. En
tercer lugar intentaremos delimitar los saberes y competencias que un profesor
debería asumir entre sus recursos profesionales para generar aprendizajes
acordes a los cambios sociales en sus alumnos. Finalmente esbozaremos algunas
propuestas de acción encausadas a producir cambios, tanto en mí, como en mi
entorno más cercano, y que nos permitan asumir los nuevos desafíos impuestos
por la sociedad del conocimiento.

Este ensayo busca promover un dialogo entre el profesor del siglo XX, el profesor
en transición cultural y el profesor para la sociedad del conocimiento que habitan
en todos nosotros. Somos muchos los profesores y profesoras que necesitamos
entrar en comunión con nuestros prejuicios, temores, anhelos, sueños,
limitaciones y aprensiones para de esta forma producir una metamorfosis que nos
transforme en agentes pedagógicos capacitados para educar a las nuevas
generaciones.
2.- La profundidad del cambio.

Desde hace un tiempo atrás, hemos comenzado a escuchar hablar de un gran


cambio que se está gestando dentro de nuestra sociedad, la aparición de nuevas
fórmulas de organización social, con una simultaneidad de crisis sociales: del
trabajo, del Estado, de los individuos, de la sociedad en su conjunto, determina
cambios que afectan a todos los subsistemas sociales, algunos hablaron de post
capitalismo, otros de postmodernismo, muchos de sociedad postindustrial,
sociedad de la información, sociedad del conocimiento, etc. Todas estas
denominaciones intentaron capturar el espíritu de un época de cambios, pero
actualmente son dos los conceptos que intentan recoger esta nueva estructura
social; sociedad de la información y sociedad del conocimiento. Ambos términos
arrastran fuertes cargas ideológicas y políticas, pero no es el fin de este ensayo
profundizar sobre la denominación más correcta para la nueva época que
comenzamos a vivir. Por el contrario nos interesa profundizar en las causas que
posibilitan este cambio, sus alcances e implicancias.

El primero en hablar de los cambios que sufriría la sociedad capitalista fue el


sociólogo estadounidense Daniel Bell en su libro “El advenimiento de la sociedad
post-industrial”, donde formula que el eje principal de ésta será el conocimiento
teórico y advierte que los servicios basados en el conocimiento habrán de
convertirse en la estructura central de la nueva economía y de una sociedad
apuntalada en la información, donde las ideologías resultarán sobrando.

Ya en la década de los 70 se comienza a vislumbrar la importancia que


comenzaría a tener la información, gracias al acelerado desarrollo tecnológico,
este avance comienza a posibilitar nuevas estructuras que irán desplazando a las
estructuras tradicionales. Si nos remitimos a la historia de la humanidad, en una
primera etapa, la llamada era agrícola, los principales factores de producción eran
la mano de obra y la tierra. Con la irrupción de la revolución industrial, se produce
el primer cambio significativo en el valor de los distintos factores de producción: el
capital pasa a ser uno de los elementos indispensables en el nuevo proceso
productivo, mientras que la tierra pierde poco a poco relevancia. La sociedad del
conocimiento, supone un nuevo cambio en la composición de los factores; el
conocimiento se convierte, sin duda, en el factor productivo fundamental, seguido,
aunque a cierta distancia, por el capital y la mano de obra.

La aparición de la sociedad industrial está ligada a la producción de máquinas,


de energía y a su consumo generalizado. La evolución de la misma puede pasar
las fases de era agrícola, en la que la economía era de subsistencia, luego una
economía basada en el trabajo, a ella se fue superponiendo la era industrial que
fue separando cada vez más al humano de la tierra y, finalmente la aparición de
la sociedad del conocimiento en que nos liberamos parcialmente de las otras
eras para centrarnos en la incorporación de éste a todas las facetas de la vida
humana. La industria liberó mano de obra que a su vez descubrió nuevas
fuentes de energía y liberó más personas para el conocimiento. La aparición de
la imprenta y la democratización del conocimiento que esto supuso al poner al
alcance de las masas el conocimiento y la cultura producida por la humanidad
hasta entonces, fue también un progreso destacado en el camino hacia la
sociedad del conocimiento. (Cantón Mayo, 2003,p. 3)

Históricamente estamos viviendo un cambio de época, la transición entre formas y


modos de entender y aceptar la realidad. No se trata solo de avances
tecnológicos, sino de cómo ese desarrollo tecnológico esta cambiando nociones
tan básicas como las percepciones de espacio y tiempo, dimensiones
fundamentales de la experiencia humana. Frente a este aspecto Manuel Castells
(2002) señala “se trata de una sociedad en la que las condiciones de generación
de conocimiento y procesamiento de información han sido sustancialmente
alteradas por una revolución tecnológica centrada en el procesamiento de
información, en la generación del conocimiento y en las tecnologías de la
información”

La revolución de las nuevas tecnologías permitió el nacimiento de una sociedad de


la información, globalizada, interconectada en redes, transmisible en tiempo real.
Pero la información no es conocimiento en si mismo, y se necesita una serie de
capacidades intelectuales para transformar la información en conocimiento. Frente
a esto la UNESCO advierte:

Es necesario que los instrumentos que permiten tratar la información estén a la


altura. En las sociedades del conocimiento todos tendremos que aprender a
desenvolvernos con soltura en medio de la avalancha aplastante de
informaciones, y también a desarrollar el espíritu crítico y las capacidades
cognitivas suficientes para diferenciar la información “útil” de la que no lo es.
(UNESCO,2005,p 20)

El nuevo contexto es una sociedad donde el conocimiento es reconocido como el


recurso fundamental, y de esta forma debe ser eficientemente administrado. La
materia prima de las naciones ya no está en los recursos naturales, esta radica en
la capacidad de las personas para recoger, compartir, discriminar, potenciar y
consolidar lo que sabe del mundo, de la persona y las cosas. Para Cantón Mayo
las bases que configuran y enmarcan esta nueva sociedad del conocimiento son
que “hemos pasado de un contexto donde la información era un recurso escaso a
un contexto donde existe excesiva información, por lo tanto habrá que enseñar
para la selección, evaluación y aprovechamiento de la misma” (Cantón Mayo,
2003,p. 4).
De esta forma, las competencias necesarias para interactuar con esta nueva
realidad son diferentes a las que fuimos formados como escolares y docentes.
Los hombres y mujeres que interactúen en una sociedad del conocimiento deben
formarse en nuevas competencias. La UNESCO (2005) en su publicación “Hacia
las sociedades del conocimiento”, entrega una perspectiva del sentido de las
nuevas competencias que las personas deben adquirir para avanzar hacia una
sociedad del conocimiento, “capacidad para identificar, producir, tratar,
transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los
conocimientos necesarios para el desarrollo humano”.

Estamos presenciando la transición cultural desde una sociedad industrial hacia


una sociedad del conocimiento, no se trata solo de cambios tecnológicos, se trata
de cambios conceptuales, entre los cuales se encuentra el concepto de
aprendizaje, debemos integrar nuevas formas de apropiarnos de la realidad, de
transmitir esos conocimientos logrados. Por otra parte se trata de entregar sentido
a este nuevo esquema, comprender que la tecnología no es un fin en si mismo, si
no que constituye una herramienta para el progreso de la humanidad. La
profundidad de los cambios implica también el debate axiológico, la toma de
postura frente al tema.

3.- El docente frente al nuevo paradigma.

Los potentes cambios sufridos por la sociedad, posibilitados por el desarrollo


tecnológico y científico, específicamente por las tecnologías de la información y la
comunicación, también han afectado fuertemente a la educación. Los nuevos
esquemas culturales han logrado permear fuertemente a las instituciones
educativas, las cuales habían permanecido invulnerables a través de la historia a
una serie de cambios sociales, políticos y tecnológicos. La resistencia natural a los
cambios manifestada desde siempre por la institución educativa ha ido viéndose
acorralada frente a la desnaturalización de la función de la escuela, la cual al
alejarse de los nuevos requerimientos transforma su enseñanza en letra muerta y
añeja, marcando una distancia entre las necesidades reales de los estudiantes y
los saberes estimulados desde la escuela. De esta forma “es necesaria una nueva
concepción de la educación que no escapa a la influencia de la renovada ideología
social”( Martínez y Prendes, p 2). De no ser así el divorcio entre el entorno socio
cultural y educación será total, condenando a la escuela a un crisis total.

En medio de esta encrucijada nos encontramos los docentes, atareados con el día
a día, sin tiempo, ni ganas para reflexionar, sin la capacidad de entendernos como
sujetos participantes de los cambios. Son variadas las razones que no nos
permiten asumir en su totalidad el nuevo paradigma. Se hace necesario ahondar
en las causas que dificultan la toma de conciencia y la necesidad de cambio, no
como una forma de justificar o explicar estas actitudes, sino más bien como
elementos de análisis que nos permitan configurar el momento que viven muchos
docentes. Entre las dificultades podemos mencionar:
3.1.- La inmediatez de las condiciones de trabajo.

Por todos son conocidas las condiciones laborales en las cuales se ven forzados a
trabajar un importante número de profesores. Inestabilidad laboral, sujeto a
contratos a plazo fijo, alumnos en riesgo social y con bajo capital cultural, bajo
prestigio social de la profesión, un sistema educacional fuertemente determinado
por el nivel económico de los alumnos, bajos sueldos, lo que obliga a
desempeñarse en varias instituciones a la vez, por enumerar algunas. Muchas
veces estas condiciones generan una miopía y no permiten mirar al futuro.

3.2.- La formación inicial.

Nuestra formación inicial se encuentra marcada por el yugo del academicismo, y


no solo nuestra formación profesional, sino que nuestras experiencias como
docentes, no solo somos profesores de la era industrial, sino que fuimos alumnos
de la era industrial. Por otra parte son todavía insipientes los modelos que
desarrollan las miradas contructivistas. Es más las instituciones educativas, en
todos los niveles, mantiene una lógica academicista, la cual ablandan muchas
veces con discursos modernos, pero en general las practicas suelen ser de tipo
tradicional. Esto sumado a que se mantiene esquemas administrativos,
burocráticos y técnicos centrados en la reproducción del conocimiento, los cuales
suelen colocar trabas a nuevas perspectivas cercanas a enfoques no
tradicionales.

3.3.- Somos inmigrantes digitales.

Si bien tenemos experiencias con las TICs, estas han sido adquiridas por las
necesidades del desarrollo de estos medios, no hemos nacidos envueltos en este
tipo de sistemas. Internet es un fenómeno relativamente nuevo, 15 años a lo más,
y su etapa de difusión masiva esta recién comenzando. Como es natural frente a
todo lo nuevo tenemos ciertos niveles de aprensión y resquemor. Hemos sido
forzados a participar de una cultura que nos es ajena, altamente invasiva, en la
cual estamos recién comprendiendo sus formas y sentidos.

3.4.- La formación continua del profesorado.

Frente a este tema, debemos decir que la formación continua es fragmentada y


desarticulada. Por lo general es responsabilidad del propio docente y se orienta a
criterios más personales que institucionales. Fundamentalmente se produce el
fenómeno que Lea (2007, p 17) denomina credencialismo y que se traduce en
que los docentes asisten a los cursos de perfeccionamiento motivados
principalmente por la necesidad de obtener una credencial para participar de
beneficios salariales. Por otra parte, los cursos de postítulos y pregrados son de
alto costo, lo que se traduce muchas veces en un costo que el profesor no está en
condiciones de asumir.

3.5.- Estamos viviendo el comienzo de un proceso de transformación cultural.

Si bien, cada vez el impacto de las tecnologías de la información y la


comunicación es más notorio en todos los ámbitos sociales, es también ostensible
que este es un proceso que recién se inicia. Nos encontramos en la puerta de un
cambio de época, innegable que estos cambios son más acelerados y más
radicales que los anteriores, pero estamos viviendo una transición cultural, con
todo lo que esto implica, las aprensiones, prejuicios y resistencia al cambio. Estos
procesos de cambio mantienen una inercia con los valores y costumbres de la
etapa anterior, situación que no permite vislumbrar la profundidad de los cambios
que se avecinan. Si a esto le sumamos que muchos de los análisis de las
transformaciones se centran en el desarrollo tecnológico y que este desarrollo
todavía no es equitativo, no es extraño que muchos profesores no logremos
identificar las características de la nueva sociedad y la forma de integrarnos en
ella.

4.- El rol docente en una sociedad del conocimiento.

El nuevo contexto social que comienza a forjarse de mano de las tecnologías de la


información y la comunicación conlleva que “los profesores deben ser capaces de
acomodarse a continuos cambios –dramáticos en algunos países – tanto en el
contenido de su enseñanza como en la forma de enseñar mejor”. ( Fernández,
sf,p 4).

Estamos frente a nuevos paradigmas educativos, que nacen impulsados por los
nuevos esquemas culturales, los viejos modelos nacidos de la sociedad industrial
pierden eficacia y no dan respuesta frente a los nuevos contextos. Los conceptos
de aprendizajes, nacidos de los requerimientos de la sociedad industrial, van
quedando obsoletos. Las concepciones sobre el proceso de enseñanza
aprendizaje imperantes en la perspectiva tradicional, responden a esquemas que
serán superados por los nuevos condicionamientos de una sociedad fuertemente
influenciada por las tecnologías de la información y la comunicación. Los
preceptos bases, de la perspectiva tradicional, pierden aclaradamente vigencia,
entre los cuales podemos nombrar:

a.- Aprender es un proceso complejo y difícil.

b.- El aprendizaje se basa en un modelo centrado en el déficit.

c.- El aprendizaje es un proceso de transferencia y recepción de información.


d.- El aprendizaje es un proceso individual/solitario.

e.- El aprendizaje es más fácil cuando el contenido educativo es fraccionado en


pequeñas unidades.

f.- El aprendizaje es un proceso lineal. (UNESCO, 2004, p 21)

Estos preceptos refutados desde el siglo XX, incluso han sido superados por la
investigación pedagógica, desde donde se han propuestos nuevas bases teóricas
para sustentar el fenómeno. No obstante en la práctica la perspectiva tradicional
gozo de buena salud durante todo el siglo recién pasado. Es la irrupción de las
nuevas tecnologías y el nuevo orden mundial que comienzan a implantar las que
vienen a poner en jaque el modelo, no solamente en lo teórico, sino que en la
realidad cotidiana de las aulas, toda vez que van cambiando nuestras
expectativas acerca de lo que los estudiantes deben aprender para funcionar de
modo efectivo en la nueva economía mundial. Estos nuevos referentes imponen
nuevas competencias que la educación debe entregar a las futuras generaciones.

El nuevo escenario debe ser enfrentado por personas preparadas para


desenvolverse en un entorno rico en información, que sean capaces de analizar y
tomar decisiones, y dominar nuevos ámbitos del conocimiento en una sociedad
cada vez más tecnológica. Deberán asumir el proceso de aprendizaje de por vida,
colaborando con otros sujetos para realizar tareas complejas, utilizando de modo
efectivo los diferentes sistemas de representación y comunicación de
conocimiento. De esta forma son otras las ideas fuerzas que deben movilizar el
proceso de enseñanza aprendizaje.

a.- El aprendizaje es un proceso natural.

b.- El aprendizaje es un proceso social.

c.- El aprendizaje es un proceso activo, no pasivo.

d.- El aprendizaje puede ser tanto lineal como no lineal.

e.- El aprendizaje es integrado y contextualizado.

f.- El aprendizaje está basado en un modelo que se fortalece en contacto con las
habilidades, intereses y cultura del estudiante.

g.- El aprendizaje se evalúa según los productos del proceso, la forma en que se
completan las tareas y la resolución de problemas reales, tanto por parte de cada
estudiante como del grupo. (UNESCO, 2004, p 25)

Es natural, que el nuevo orden social que comienza a tomar fuerza reorganice las
bases conceptuales que dirigen el proceso de enseñanza aprendizaje, en busca
de satisfacer sus necesidades y de esta forma se comienzan a establecer nuevos
roles en el desarrollo profesional de los docentes. El siguiente cuadro presentado
por Fernández, entrega claridad sobre el giro que debe tomar la función del
profesor.
Rol del profesor
Modelo tradicional o clásico Modelo tecnológico

1.- El profesor como instructor. 1.- El profesor como mediador.

2.- Se pone el énfasis en la 2.- Se pone el énfasis en el


enseñanza. aprendizaje.

3.- Profesor aislado. 3.- El profesor colabora con el


equipo docente.

4.- Suele aplicar los recursos sin 4.- Diseña y gestiona sus propios
diseñarlos. recursos.

5.- Didáctica basada en la 5.- Didáctica basada en la


exposición investigación
y con carácter bidireccional.

6.- Sólo la verdad y el acierto 6.- Utiliza el error como fuente de


proporcionan aprendizaje. aprendizaje.

7.- Restringe la autonomía del 7.- Fomenta la autonomía del


alumno. alumno.

8.- El uso de nuevas tecnologías 8.- El uso de nuevas tecnologías


está al margen de la programación. está integrado en el currículum. El
profesor tiene competencias
básicas
Al llegar a este punto nos encontramos que las nuevas condiciones no tienen que
ver solo con la integración de tecnología en las aulas, se trata de cambios
profundos en la forma de entender y asumir nuestra profesión, se trata de cambiar
de ideas que sustentan nuestro quehacer. La OIT/Cinterfor, en el capítulo 5 de su
libro “Las tecnologías de la información y comunicación y la formación profesional”
realiza una interesante reflexión, que centra la potencia de los cambios en el
proceso de enseñanza aprendizaje , más que en el desarrollo tecnológico

El mayor desafío, en ese sentido, tiene que ver con la creación efectiva de
ambientes pedagógicos participativos, con la generación de estrategias
didácticas para la promoción y el mantenimiento de la interacción.
Paralelamente, posicionar al alumno como protagonista del proceso de
enseñanza-aprendizaje y fortalecer sus competencias para aprender a
aprender permanentemente, como se ha planteado reiteradamente, requiere
no solo de una nueva organización curricular sino de recursos pedagógicos
para fortalecer el desempeño de competencias y, ante todo, de la capacidad
para contribuir a la solución de problemas, no a partir de las propias respuestas
y estrategias, sino acompañando al alumno para que identifique sus
potencialidades y sus frenos.( OIT/Cinterfor, 2008,p 108)
Ahora bien estos cuestionamientos a la perspectiva tradicional de la educación, no
son nuevos y vienen planteándose durante todo el siglo XX. Lo nuevo es el
contexto histórico cultural que han promovido las nuevas tecnologías, este
posibilita el avance de nuevos enfoques que permitan superar el academicismo
reinante, “la cultura en la que la escuela ha de desarrollar su labor es una cultura
para vivir y caracterizada por el desarrollo y el impacto de las tecnologías. La
nueva escuela exige un reajuste curricular a todos los niveles: hábitos, actitudes,
contenidos, estrategias” (Martínez y Prendes, sf, p 2)

Desde esta perspectiva la cultura de la escuela tradicional se ve fuertemente


cuestionada y de paso involucra el rol docente y por ende las competencias que
cada profesor debe movilizar en su tarea pedagógica. El plantearse las nuevas
competencias que el profesorado debe tener nos permite acercarnos a las nuevas
necesidades educativas y de paso comenzar a prepararnos en la adquisición de
ellas.

5.- Nuevas competencias profesionales.

Los nuevos desafíos impuestos desde la sociedad al trabajo docente, han hecho
que se replanteen las competencias necesarias para realizar la labor pedagógica.
Son muchos los estudios y reflexiones que se han llevado a cabo, la gran mayoría
apuntan a la formación de nuevos docentes.

Escolano Benito (1996, citado en Fernández) al definir la profesión docente, lo


hace en torno a tres papeles básicos:

a.- Papel técnico; el cual identifica al docente como un profesional experto en el


proceso instructivo, conocedor de reglas metodológicas mediante las cuales
puede guiar el aprendizaje de sus alumnos, incorpora funciones relacionadas con
los nuevos escenarios educativos como las relaciones con la tutoría, la gestión
didáctica y la innovación.

b.- Aspectos éticos y socializadores de la profesión; se vinculan a está área las


competencias relacionadas con la inclusión de los alumnos al tejido social. El
docente entrega valores, actitudes y normas que permiten al educando integrarse
con éxito a la sociedad.

c.- Satisfacción de las necesidades de autorrealización de los individuos en


formación y de sus demandas de bienestar.

Por su parte Philippe Perrenoud ( 2004) presenta diez competencias necesarias


para enseñar en una sociedad en transición cultural:

1.- Organizar y animar situaciones de aprendizaje.


2.- Gestionar la progresión de los aprendizajes.
3.- Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
4.- Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y su trabajo.
5.- Trabajar en equipo.
6.- Participar en la gestión de la escuela.
7.- Informar e implicar a los padres.
8.- Utilizar las nuevas tecnologías.
9.- Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
10.- Organizar la propia formación continua.

Son muchos los modelos que se plantean en cuanto a las nuevas competencias
profesionales que deben presentar los docentes, nosotros hemos querido
presentar dos que nos parecieron pertinentes. Por lo general,, como lo hemos
dicho, la mayoría se enfocan en la formación profesional, es decir en los cursos de
pregrado para futuros profesores y responden a la preocupación de las
universidades frente a los perfiles que deben tener sus egresados. En todo caso la
mayoría intenta centrar la discusión en las transformaciones del rol que los
docentes debemos cumplir en el nuevo milenio. En todas se presentan elementos
en común:

a.- Una fuerte preparación teórica, sustentada en el conocimiento de diferentes


teorías que confluyen para explicar y sustentar una concepción acorde a los
tiempos del proceso de enseñanza aprendizaje.

b Una sólida base de conocimientos profesionales en el área técnica, fuerte


nociones en el área del currículum, evaluación y didáctica.

c.- Capacidad de reflexión frente a las problemáticas axiológicas que surgen del
quehacer pedagógico. Tener la capacidad de participar activamente de los debates
que impone las encrucijadas en que se ve involucrada la educación.

d.- Apropiación de las TICs y su integración al currículum, así como promover


procesos de innovación y gestión del conocimiento.

6.- A modo de conclusión.

La educación se ve fuertemente impactada por los cambios culturales en los que


se ve involucrada nuestra sociedad. Hoy como nunca estos nuevos requerimientos
acorralan a la Escuela desafiándola a tomar nuevos caminos. Los cambios
tecnológicos han impactado fuertemente conceptos fundamentales relacionados
con la apropiación de la realidad. La forma de aprender ha sido fuertemente
cuestionado por al sociedad de la información y cada día se invalidan las formas
propuestas por las instituciones educativas.

La conmoción causada por las tecnologías de la información y la comunicación


han desestructurado las nociones de conocimiento determinadas en la era
industrial. Nos vemos enfrentados a un escenario completamente diferente, hemos
pasado de un momento donde la información era escasa a otro donde abunda la
información y como si fuera poco se produce y reproduce a pasos acelerados,
además se encuentra en red, disponible solo con un clic.

En este panorama los docentes nos vemos fuertemente cuestionados, tanto por la
sociedad en su conjunto, así como por nuestras propias conciencias, aunque nos
queramos hacer los sordos. La sociedad industrial esta dando paso a otras formas
culturales, fuertemente influenciadas por el manejo de la información. Es en estas
condiciones en las que debemos desarrollar nuestro trabajo. Las alternativas no
son muchas, por una parte podemos hacer de cuenta de que nada pasa y esperar
“tranquilos” nuestra jubilación, aunque para eso falta mucho tiempo y
considerando lo vertiginoso de los cambios quizás no sea lo más aconsejable, o
simplemente asumir y aceptar el desafío. Esta segunda alternativa nos abre aun
mundo lleno de oportunidades. Se trata de salir decididos a enfrentar el futuro, con
el cuidado de que también es importante estudiar el problema e intentar
comprender la esencia del fenómeno.

Debemos entender que el centro del dilema no está en el uso de la tecnología en


el aula. Es más, centrar en este punto el debate puede llevarnos a desgastarnos
en un proceso que se va a producir, de todas formas, por la fuerza propia de la
cobertura alcanzado por las TICs. Además se corre el riesgo de no comprender a
las TICs como una herramienta y centrar el proceso en ellas.”Las innovaciones
tecnológicas han de ir asociadas a cambios metodológicos, cambios de
procedimientos, cambios de actitudes en el profesorado, cambios en los objetivos,
flexibilidad en el diseño de tareas, cambios organizativos” (Martínez y Prendes, p
5). De no ser así se corre el riesgo de integrar a las TICs dentro del enfoque
academicista, reemplazándolas por otros medios de reproducción de información.

Continuando con la lógica anterior, el dilema es mucho más amplio y trascendente,


se trata de comprender y recuperar el verdadero sentido de la educación,
desarrollar las condiciones para formar personas libres, concientes, creativas,
justas, plurales y con una fuerte conciencia ecológica, con la intención de
progresar a estadios de organización social más solidarias, justas e integradoras.
“Se trata de una sociedad global, no un mercado global de la información” (Cantón
Mayo, sf, p 7). Estamos presenciando un fuerte cambio cultural posibilitado por el
desarrollo de las TICs, pero además estamos enfrentados a la posibilidad de
progresar hacía enfoques más integradores en cuanto al conocimiento. Es por
esto que se hace necesario asumir una posición activa, que se traduce en el
estudio del tema, investigación constante y la elaboración de propuestas
didácticas que nos permitan asumir la totalidad de los cambios propuestos desde
una perspectiva progresista, integrando a las TICs, como medios de producción,
divulgación y de conocimiento generado por nuestros alumnos.

Referencias
Alonso,R. Jiménez,G. Estévez,O y. Limaya,G: “Gestión del conocimiento en
una comunidad de aprendizaje sobre educación a distancia mediante el uso de
las tic” Recuperado de http:// www.formatex.org/micte2005/PaperCICOM.pdf

Cantón Mayo, I: “Nueva organización escolar en la sociedad del conocimiento” ”.


Recuperado de http://dewey.uab.es/pmarques/dioe/canton.pdf

Castells, M. “La dimensión cultural de Internet”.Recuperado de


http://www.uoc.edu/culturaxxi/esp/articles/castells0502/castells0502.html

Fernández Muñoz, R. “Competencias profesionales del docente en la sociedad


del siglo XXI”. Recuperado de
http //www.uclm.es/profesorado/Ricardo/Cursos/CompetenciaProfesionales.pdf

Martínez Sánchez. F. y Prendes Espinosa, M. “La innovacion tecnológica en el


sistema escolar y el rol del profesor como elemento clave del cambio”.Recuperado
de http://tecnologiaedu.us.es/nweb/htm/pdf/paz1.pdf

OIT/Cinterfor: “Las tecnologías de la información y comunicación y la formación


profesional” Recuperado de
http://cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/rct/38rct/tic.pdf -

Perrenoud, P. (2007)“Diez nuevas competencias para enseñar : invitación al viaje”


4° edición, Barcelona, Grao.

Sánchez, J.” Integración Curricular de las TICs: Conceptos e Ideas”. Recuperado


de
http://www.gestionescolar.cl/UserFiles/P0001/Image/.../CD24%20Doc.%20integra
cion%20curriculartic%20(ficha%20...

UNESCO: “Hacia las sociedades del conocimiento” ” Recuperado de http://


www.unesco.org/es/worldreport

UNESCO: “Las tecnologías de la información y la comunicación en la formación


docente” Recuperado de http://
unesdoc.unesco.org/images/0012/001295/129533s.pdf

Zapata, M. “La profesión docente en la sociedad de la información, nuevas


dimensiones: La ética del trabajo. Recuperado de
http://www.um.es/ead/red/18/etica.pdf
.

También podría gustarte