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1 BREVE HISTORIA DEL POBLAMIENTO DE AMÉRICA HASTA LA CRISIS DEL ORDEN COLONIAL

D
urante el siglo XV, Europa aún atravesaba las repercusiones de la crisis
del siglo anterior. Además de la dramática disminución demográfica LA PENÍNSULA IBÉRICA
—provocada en gran medida por la peste negra—, el viejo continente
debía enfrentar los problemas intrínsecos del modelo de acumulación
A FINES DEL SIGLO XV
feudal, vinculados con los límites de la productividad y a la creciente
movilidad social del campesinado. Estos factores habían determinado una
disminución importante de los ingresos de una aristocracia que competía entre
sí por los recursos y por el poder. El acceso a las especias —necesarias para la
conservación de los alimentos— y a bienes exóticos y suntuarios provenientes
del Oriente —imprescindibles para mantener el estatus de esa nobleza— se
hacía cada vez más difícil. El carácter monopólico del comercio (controlado
por genoveses y venecianos en asociación con los musulmanes) y la presencia
de los turcos-otomanos en el Mediterráneo, produjeron que los reinos ibéricos
quedaran en una difícil posición para acceder a aquellos mercados a través de
la ruta tradicional.
Pero la ubicación geográfica de la Península Ibérica permitió a estos reinos
ser pioneros en la expansión hacia el oeste. Los adelantos y la experiencia
adquirida en la navegación y la decisión de la Corona portuguesa impulsó a
este reino a la exploración de la costa africana en búsqueda de un paso hacia
el mundo oriental.
Por su parte, el reino de Castilla inició el proceso de expansión hacia el oeste
en el marco de la Reconquista, es decir, la lucha por la expulsión de los musul-
manes que habían invadido la Península en 711. La toma de Granada por parte
de la Reina Isabel (2 de enero de 1492) permitió el inicio de la expansión hacia el
océano Atlántico.
Según algunos autores, la Conquista de América puede ser entendida
como la continuidad de aquel proceso, en tanto supone un nuevo avance de
la frontera, la incorporación de tierras, recursos y mano de obra, y también
la expansión del Evangelio y la conversión del otro considerado infiel. Tanto
en la Reconquista de la Península Ibérica, como en la Conquista de América,
se combinaron intereses comerciales, militares y religiosos. No solo el móvil
se encontraba en la búsqueda de nuevas rutas y riquezas —tanto agrícolas
como mineras—, el espíritu de cruzada y el objetivo de la evangelización
impulsaron también la expansión ultramarina. De esta manera, se articularon
los intereses públicos de la Corona castellana, con los privados —ya que la
Conquista en gran medida fue realizada por campañas particulares— y segui-
da con interés por la Iglesia católica.
Una vez iniciado el proceso de exploración del territorio americano, el reino
de Castilla buscó fomentar poblamientos permanentes. Para ello, a través de la
firma de una capitulación, la Corona otorgaba autorización a un particular para
adentrarse en el territorio americano, y les ofrecía cuantiosas recompensas, pero
se reservaba el derecho de posesión. Las iniciativas privadas eran financiadas,
por lo general, por capitales de origen genovés. Esta forma de organización
se constituyó luego, en uno de los principales obstáculos para las intenciones
centralizadoras de la monarquía castellana.
Castilla había logrado legitimar la posesión del territorio ultramarino a
partir de la Bula Inter caetera del papa Alejandro VI (1493). Cuando llegaron las
noticias del arribo de la expedición liderada por Cristóbal Colón a una región
desconocida, Portugal reclamó para sí estos territorios. El fundamento jurídico

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ATLAS HISTÓRICO DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

LA RECONQUISTA CRISTIANA
DE LA PENÍNSULA IBÉRICA

Los conflictos internos del reino entonces comenzaron a conformarse


visigodo facilitaron el triunfo de los algunos núcleos cristianos que se
musulmanes, que derrotaron al convirtieron, con el correr del tiem-
último rey, Rodrigo, en el año 711. El po, en los reinos desde los cuales se
avance se contuvo en el 732 y desde organizaría la Reconquista.

Planisferio de Cantino, ca. s. XVI, donde se localiza


la línea divisoria establecida en el Tratado de
Tordesillas.

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BREVE HISTORIA DEL POBLAMIENTO DE AMÉRICA HASTA LA CRISIS DEL ORDEN COLONIAL

de este reclamo se encontraba en el Tratado Alcaçovas-Toledo, firmado entre


ambos reinos en 1479-1480. En él, se establecía la posesión castellana de
las islas Canarias, pero también la pertenencia a Portugal de las tierras y
mares que se descubrieran al sur de esas islas. Frente al nuevo conflicto, se
procedió a la firma de un nuevo acuerdo, el Tratado de Tordesillas (1494), por
el que se trazó una línea divisoria de norte a sur, a 370 leguas al oeste de Cabo
Verde, determinando que todas las tierras al Oeste de ese límite pertenecerían
a Castilla y, al este, a Portugal.

Juan Cordero, Cristobal Colón en la Corte


de los Reyes Católicos, 1850.

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