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Conquista de América

La conquista de América fue el proceso colonialista a través de la sucesión de guerras y conflictos


militares ocurridos en el continente americano emprendidos por las monarquías europeas, o en su
nombre, con el propósito de incorporar dichos territorios y a los indígenas a sus dominios. Para
ello se emplearon voluntarios y mercenarios armados y organizados por empresarios militares,
que podían emplear huestes reales y, que actuaban en nombre de la corona, generalmente sin
que dichas organizaciones formaran parte del ejército del rey.1

La exploración, conquista militar y asentamiento del denominado Nuevo Mundo comenzó con
Cristóbal Colón en 1492, a favor de Castilla, lo que luego sería España, y seguidamente la
emprendieron otras potencias atlánticas como Portugal, Inglaterra, Francia, Holanda o Rusia.2 El
proceso de exploración y ocupación de América, sus recursos naturales y su capital humano,
provocó el desplazamiento, la desestructuración, la esclavitud y, en ocasiones, incluso el genocidio
de los pueblos indígenas de América junto al establecimiento de varios Estados coloniales en el
continente.34567

Estos conflictos militares tuvieron su justificación en unas llamadas «causas justas» de la guerra
contra los indígenas basadas en las doctrinas del Derecho natural europeo, y cuyos pilares eran la
superioridad de los estados europeos, la inobservancia de ley natural por los indígenas, la
predicación de la fe religiosa, y la preservación frente a los sacrificios humanos.8 Este proceso
colonial dio lugar a regímenes virreinales y coloniales, que resultaron en la asimilación cultural de
la mayor parte de pueblos indígenas, y su sumisión ante las potencias conquistadoras.910

España fue la que empezó la conquista y descubrimiento de la mayor parte de América, debido a
que fue el país que obtuvo el patrocinio para este viaje y hazaña por medio de los Reyes Católicos.
Mediante una bula del papa Alejandro VI, se declaró legítima la posesión española de todas las
tierras encontradas más allá de trescientas leguas al oeste de las islas Azores.11 El Imperio español
fue la potencia que mayor presencia colonial logró en América. En el Caribe, dominó sobre todo
Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo la península de Florida dentro de sus
posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, logró extenderse por todo el continente
americano: en América del Norte llegó a derrotar al Imperio azteca, ubicado en una pequeña parte
del actual México, donde fundó ciudades, además de formar una sociedad mestiza con
tlaxcaltecas, tarascos, mixtecas, zapotecas y muchas otras tribus indígenas. Más tarde, una ligera
modificación repartió el continente americano entre las potencias de España y Portugal, lo cual
quedaría ratificado en el Tratado de Tordesillas.

Los cuatro viajes de Cristóbal Colón a América


Luego de aquel 12 de octubre de 1492, se abría una nueva etapa para la historia de la humanidad.
Cristóbal Colón, que pretendía encontrar una nueva ruta para llegar a la India, llegó a Guanahani,
una isla de la actual Bahamas. A partir de ese momento, comenzaría ese proceso de encuentro
entre diferentes culturas.
Con el apoyo de los Reyes Católicos de España, Colón firmó el 17 de abril de 1492 las
Capitulaciones de Santa Fe. En este documento se le otorgaban a Colón los títulos de almirante,
virrey y gobernador de los territorios que ganara o descubriera durante toda su vida. Además,
tenía derecho a un diezmo de todas las mercaderías que encontrara o requisara durante el tiempo
de conquista de territorios. Todo ello permitió que, luego de la llegada de Cristóbal Colón a
América, este se convirtiera en uno de los más importantes personajes de la gestión territorial de
ese momento.

Colón realizó cuatro viajes a América, cada uno con rutas distintas que le permitió conocer nuevos
caminos marítimos y encontrar nuevas tierras para colonizar.

El primero de los viajes fue entre 1492 y 1493. Durante este trayecto arribó a varias islas del Caribe
como Guanahaní, Cuba y Santo Domingo. La expedición partió de Palos de la Frontera, el 3 de
agosto de 1492, compuesta por tres naves: la Santa María, la Pinta y la Niña. Luego de atravesar
muchas calamidades y la tripulación amenazar con un amotinamiento, el 14 de octubre de 1492,
Rodrigo de Triana divisó tierra firme. Comenzaba así uno de los hitos más grandes del mundo: el
“descubrimiento” de un nuevo continente.

El segundo viaje de Colón se extendió desde 1493 hasta 1496. Descubrió las Antillas Menores
(Dominica y Guadalupe), pasó por San Juan de Puerto Rico y llegó a La Española. Muy cerca de allí,
fundó su primera ciudad a la que bautizó con el nombre de “La Isabela”. Después exploró Cuba,
recorrió hasta La Habana, navegó al sur y descubrió entonces Jamaica.

El tercer viaje fue entre 1498 y 1500. En mayo de 1496, Colón emprendía un nuevo recorrido hacia
las Indias con la intención de encontrar Cipango o la costa de China. El almirante continuaba con la
idea de que cabía la posibilidad de que esas tierras antes descubiertas pertenecieran a partes
desconocidas de Asia. Durante este viaje descubrió la desembocadura del río Orinoco. Ello le hizo
pensar que estaba ante una inmensa porción de tierra debido a la fuerza por la cual el río
desembocaba en el mar. Ante esta realidad, Colón afirmó que se encontraban en el Paraíso
Terrenal que citaba la Biblia.

El último de los viajes sucedió entre 1502 y 1504, con el que exploró las costas de América Central:
Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. La Corona le permitió volver a navegar en 1502 para
que encontrara el paso entre las tierras descubiertas y Asia, algo que nunca logró.

Colón murió el 20 de mayo del año 1506, en Valladolid, a la edad de 55 años, hundido en la
máxima miseria, destituido de todos los títulos que había logrado obtener y sin saber que había
encontrado un nuevo continente: suceso que cambió de manera radical todas las relaciones
humanas, mercantiles, políticas, sociales y culturales que hasta ese momento se habían sucedido
en la Historia.
SOMETIMIENTO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS

Inició con la llegada de los conquistadores españoles en el año de 1492, lo cual significó un
violento proceso de conquista y colonización de los territorios del continente. Durante este
periodo los españoles a través de la fuerza y la intrusión cultural, lograron hacerse de los recursos
de estas comunidades y establecer sus creencias hispánicas. Ante ello, muchos pueblos indígenas
tuvieron que enfocar todos sus esfuerzos en la preparación para la guerra, dejando de lado
actividades como la agricultura, pesca y la artesanía.

Como parte de sus ofensivas nuestros pueblos empleaban tambores, cantos y gritos de guerra a
fin de infundir pavor al enemigo, igualmente para eliminar los malos presagios, se pintaban y
tatuaban sus cuerpos. Uno de los principales motivos por el cual se logró este violento proceso fue
el avance tecnológico que poseían los españoles, no obstante, las manifestaciones de resistencia
indígena se convirtieron en expresiones motivadoras que estuvieron presentes en diversos
momentos de la historia.

REPARTO DE AMERICA ENTRE ESPAÑA Y PORTUGAL

Tratado de Tordesillas

Te explicamos qué fue el Tratado de Tordesillas, sus características, causas y consecuencias.


Además, cuándo fue abolido y dónde se conserva.

¿Qué fue el Tratado de Tordesillas?

El Tratado de Tordesillas fue un pacto firmado el 7 de junio de 1494 entre la corona española (los
reyes Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón) y la corona portuguesa (el rey Juan II de
Portugal), con el fin de establecer límites mutuos a las zonas de exploración y conquista que cada
reino tendría en el llamado Nuevo Mundo, o sea, en el continente americano. El nombre del
tratado proviene de la localidad en que fue suscrito, Tordesillas, ubicada en la actual provincia de
Valladolid, en España.

El propósito de este tratado era preservar la paz recientemente establecida entre los reinos de
España y Portugal, luego de que la firma del Tratado de Alcáçovas en 1479 pusiera fin a la Guerra
de Sucesión Castellana (1474-1479). La situación entre ambos reinos era tensa, debido a la
competencia mutua por el control marítimo del Atlántico y de las costas africanas, y el regreso en
1493 de la expedición de Cristóbal Colón del Nuevo Mundo revivió la rivalidad entre ambos reinos
por el control de los territorios recién descubiertos.

El Tratado de Tordesillas, así, estableció las bases para el reparto de los nuevos territorios, a través
de una línea imaginaria trazada a 370 leguas de las islas de Cabo Verde, separando las áreas de
influencia de ambos reinos y garantizando que ninguno se entrometería en los asuntos coloniales
del otro.
El tratado tuvo éxito en impedir la confrontación entre españoles y portugueses, aunque estos
últimos lo violaron de manera sostenida al expandir las fronteras de su colonia brasileña hacia el
oeste, bajo el pretexto de que empleando los instrumentos de la época, era muy difícil fijar los
meridianos con exactitud. Además, entre 1580 y 1640 el tratado perdió sentido práctico, al estar
las coronas de España y Portugal en manos del mismo monarca español de la Casa de Austria.
Finalmente, fue abolido en 1750, con la firma del Tratado de Madrid.

Características del Tratado de Tordesillas

El Tratado de Tordesillas se caracterizó por:

 Se firmó en 1494 en la localidad española de Tordesillas, con la presencia de los


representantes de la corona española y portuguesa.
 Garantizó el reparto de las tierras americanas, obligando a ambos reinos a respetar las
rutas marítimas asignadas, que iban del cabo de Buena Esperanza al Nuevo Mundo, en el
caso portugués, y de las costas españolas a las Antillas, en el de España.
 Fue un tratado relativamente exitoso, aunque difícil de aplicar al pie de la letra, que
estuvo vigente hasta la firma del Tratado de Madrid en 1750.

Abolición del Tratado de Tordesillas

El Tratado de Tordesillas quedó sin efecto en 1750, cuando el Reino de España y el Reino de
Portugal firmaron en su lugar el Tratado de Madrid. También se anularon con este nuevo pacto los
tratados de Lisboa, Utrecht y la escritura de venta otorgada en Zaragoza.

Sin embargo, el Tratado de Madrid fue, a su vez, anulado con la firma del Tratado de El Pardo en
1761, en el cual se restableció la línea imaginaria del Tratado de Tordesillas. Finalmente, en 1777,
dicha línea fronteriza se anuló definitivamente con la firma del Tratado de San Ildefonso.

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