U4-fallas de mercado: externalidades y bienes públicos

Cap9

Fallas de mercado: aquellas situaciones que hacen que los mercados no puedan alcanzar la eficiencia. Ejemplos: mercado de
competencia imperfecta, externalidades e información imperfecta.

Cuando los individuos imponen costes o proporcionan beneficios a otras personas, pero no tienen incentivos para tener en cuenta esos
costes y beneficios, se dice que se han generado externalidades.

 Coste externo: costes que un individuo o empresa impone a los demás sin que nadie media ninguna compensación y
provocan decisiones individuales que no resultan óptimas para el conjunto de la sociedad; es una externalidad negativa
 Beneficios externos: beneficios que los individuos o las empresas generan a los demás sin recibir ninguna compensación a
cambio y provoca decisiones individuales que no resultan óptimas para el conjunto de la sociedad; es una externalidad
positiva

El coste marginal social de la contaminación es el coste adicional impuesto a la sociedad en su conjunto por una unidad adicional de
contaminación, y el beneficio o ganancia marginal social de la contaminación es el beneficio adicional que causa a la sociedad una
unidad adicional de contaminación. La cantidad socialmente optima de contaminación es aquella en la que se igualan el coste
marginal social y el beneficio marginal social de la contaminación. En una economía de marcado sin intervención publica para proteger
el medioambiente, la decisión de cuanta contaminación hay se toma considerando solo los beneficios. Por eso la cantidad de emisiones
no será el nivel socialmente optimo, si no que será el nivel fijado por el mercado, que es la cantidad que el beneficio marginal es cero,
pero el coste marginal es mucho más alto, debido a que los que se benefician de la contaminación no tienen que compensar a quienes
soportan los costes.

Según el teorema de Coase, una economía puede ser eficiente incluso en presencia de externalidades ya que los individuos tienen
incentivos para alcanzar acuerdos mutuamente beneficiosos que le hagan tener en cuenta las externalidades que generan a la hora de
tomar decisiones, cuando los individuos tienen en cuenta las externalidades en el momento de decidir, los economistas dicen que
están internalizando las externalidades. Pero en muchos casos de externalidades los costes de transacción impiden a los individuos
negociar acuerdos eficientes y, por lo tanto, es el momento de apelar a la intervención del gobierno, entre estos costes se incluyen los
siguientes:

 Costes de comunicación entre las partes interesadas: estos costes pueden ser altísimos cuando las personas afectadas son
muchas
 Costes de formular acuerdos vinculantes jurídicamente: tales costes pueden ser altos si son necesarios servicios legales
 Costes de los retrasos en la negociación: aunque exista un acuerdo potencialmente beneficioso, ambas partes pueden
resistirse a alcanzarlo con la expectativa de conseguir unas condiciones más ventajosas, lo que aumenta los costes y reduce la
utilidad

Políticas públicas que se usan para hacer frente a la contaminación

 Estándares medioambientales: reglas que protegen al medioambiente mediante la especificación de lo que los consumidores
y los productores pueden y no pueden hacer. La mayoría de estas son muy rígidas y no permiten que las mejoras se consigan
con el menor coste posible
 Una manera de controlar directamente la contaminación es cobrar a los contaminadores impuestos sobre las emisiones. Estos
impuestos dependen de la cantidad de contaminación que produce cada empresa. Un impuesto sobre las emisiones garantiza
que el beneficio marginal de contaminar sea el mismo para todas las fuentes de contaminación, al contrario de un estándar
medioambiental
La denominación de impuesto sobre las emisiones puede llevar al error de pensar que estos impuestos solo resuelven un tipo
de coste externo, la contaminación. En realidad, es posible usar los impuestos para reducir cualquier actividad que producto
externalidades negativas, estos impuestos se les llama impuestos pigouviano, el valor óptimo de este es igual al coste
marginal social en la cantidad socialmente optima de contaminación
 Derechos negociables: licencias para emitir determinadas cantidades de contaminación que los contaminadores pueden
comprar y vender; las que tienen más facilidad para reducir la contaminación pueden vender algunos de sus derechos a las
que tienen más dificultades para hacerlo.
Al igual que los impuestos pigouviano, los derechos negociables generan incentivos para que los contaminadores tengan en
cuenta los costes marginales sociales de la contaminación y ambos sistemas garantizan que los que reducirán sus emisiones
serán aquellos a los que les resulte más barato; el principal problema de los derechos negociables es que dado que para los
gobiernos es difícil establecer el nivel óptimo de emisiones, es posible tanto que emitan in exceso de derechos, como que
emitan menos derechos de los necesarios

Frente a la rigidez de los estándares, los impuestos y los derechos generan incentivos para el desarrollo y el uso de tecnologías menos
contaminantes, que reducen el nivel socialmente óptimo de contaminación.
Acabamos de aprender cómo pueden los reguladores llevar al mercado a la cantidad socialmente optima cuando esos efectos
secundarios pueden controlarse directamente. Pero, a veces no es posible controlar el efecto secundario y solo se puede influir en la
actividad primaria, y conseguir asi de manera indirecta, modificar el efecto secundario.

cuando la producción de un bien o el desarrollo de una actividad generan beneficios externos, tales como los efectos de difusión
tecnológica (beneficio externo que resulta de la dispersión del conocimiento entre los individuos y las empresas), el beneficio marginal
social del bien es igual al beneficio marginal de los consumidores más el beneficio marginal externo. Sin la intervención pública, el
mercado producirá demasiado poco del bien o la actividad. Una subvención pigouviana (pago diseñado para favorecer actividades que
tienen beneficios externos) es una forma de política industrial, una política cuyo objetivo es incentivar la producción de las industrias
cuya actividad genera externalidades positivas. Los economistas suelen ser escépticos respecto a las políticas industriales, porque los
beneficios externos son difíciles de medir y llevan a los productores a crear grupos de presión con fines lucrativos

Veamos ahora el caso en el que la producción de una bien crea costes externos. Para contabilizar el verdadero coste que la producción
de una unidad adicional supone para la sociedad necesitamos definir el concepto de coste marginal social de un bien o una actividad,
que es la suma del coste marginal de producción y el coste marginal externo generado por una unidad adicional del bien o la actividad.
Asi pues, sin una intervención del gobierno se producirá una cantidad excesiva. La cantidad socialmente optima puede alcanzarse
mediante un impuesto pigouviano óptimo, igual al coste externo, al aplicarlo la cantidad producida disminuye y el precio aumenta. Un
sistema de derechos para producir el bien o la actividad negociables también puede alcanzar la eficiencia con un coste mínimo

Los bienes tienen características que, definen si un bien puede ser provisto eficientemente por el mercado

 Excluibles: los oferentes del bien pueden impedir que lo consuman quienes no lo paguen
 Rivales en el consumo: dos personas no pueden consumir simultáneamente la misma unidad del bien

tipos de bienes:

 bienes privados: excluibles y rivales en el consumo

 bienes públicos: no excluibles y no rivales en el consumo
 bienes comunes: no excluibles pero rivales en el consumo
 bienes artificialmente escasos o de pago: excluibles, pero no rivales en el consumo

los mercados son proveen eficientemente los bienes y servicios si no se trata de bienes privados. Los bienes no excluibles sufren el
problema del polizón/parasito, en el cual, los individuos no tienen incentivos para pagar su propio consumo, aprovechándose de
aquellos que si pagan; la consecuencia es que en una economía de mercado se producen cantidades ineficientemente bajas de bienes
no excluibles. En cambio, los bienes no rivales de consumo, padecen de otro tipo de ineficiencia, cuando los consumidores han de
pagar por un bien no rival en el consumo un precio superior a cero, que es el coste marginal de proveerles ese bien, consumen
cantidades menores de las que serían eficientes.

Los bienes públicos se proveen de diversas maneras. No siempre interviene el gobierno, porque en muchos casos el problema polizón
se resuelve sin la intervención gubernamental, si bien estas soluciones son imperfectas en algún sentido, algunos bienes se suministran
mediante aportaciones voluntarias, otros son suministrados por individuos o empresas que buscan el lucro porque son capaces de
obtener ingresos por vías indirectas, también existen bienes potencialmente públicos que deliberadamente se han hechos excluibles
para poder cargar un precio, y en otros casos de pequeñas comunidades puede haber estímulos o presiones sociales para lograr que la
gente aporte dinero o tiempo para que se produzca el nivel eficiente de un bien público. Pero cuando fallan esas soluciones es cuando
le corresponde al gobierno proveer los bienes públicos. Lo cierto es que los principales bienes públicos son provistos por el gobierno y
financiado con los impuestos.

En muchos casos los gobiernos no solo han de decidir si proveen el bien o no, si no también cuanto de ese bien proveer. Combinando la
información del beneficio marginal social (suma de los beneficios marginales individuales que disfrutan todos los consumidores de esa
unidad) con el coste marginal de producción, el ayuntamiento puede usar el análisis marginal para establecer el nivel eficiente de
provisión del bien público. La cantidad eficiente de un bien público es la cantidad para la que el beneficio marginal social es igual que el
coste marginal de proveerlo. Para maximizar el bienestar social, el gobierno debería fijar la cantidad de veces que se provee el bien o
servicio en el nivel que el beneficio marginal social de una unidad más deja de ser mayor que el coste marginal de proveerlo.

Una justificación de la intervención del gobierno en la economía es que permite a los ciudadanos ponerse impuestos para proveer
bienes públicos. Los gobiernos usan el análisis coste-beneficio para determinar la cantidad eficiente de bien público que deben
proveer. Este tipo de análisis es difícil de hacer, porque los individuos tienen incentivos para exagerar su valuación de los bienes
públicos