Los personajes que conforman La Boîte à joujoux, así como la trama
argumental, reciben una notable influencia de la corriente teatral italiana la Commedia dell’Arte. Para comprender las actitudes, caracteres y comportamientos de los personajes que protagonizan este ballet, es necesario evocarnos a su origen y profundizar en el género teatral que les dio vida. La Comedia del Arte, o Commedia dell’Arte en italiano, tiene su origen en el siglo XVI en Italia, cuyo esplendor en Europa duró hasta finales del siglo XVIII, cuando Carlo Goldoni consiguió, con su reforma, eliminar la improvisación escénica característica fundamental de este género, imponiendo así el texto dramático (texto escrito). Sin embargo, esta corriente teatral resurge de nuevo a principios del siglo XX con un notable y renovado interés por ella. La Commedia dell’Arte tiene como base creativa la improvisación, cuyos personajes de tipología fija, generalmente con máscaras, tratan temas de la actualidad social, persiguiendo así un fin lucrativo. A pesar de que el cómo y cuándo del nacimiento de este nuevo estilo aún queda por precisar, es posible que en su origen hubiera entre ellos algunos descendientes de bufones y juglares medievales. De esta manera, se establecen las primeras compañías de comediantes, dirigido dirigidas a un público cultivado o popular, y al que tienen como finalidad al que divertir mediante su repertorio habitual más o menos adaptado: comedias, fábulas, pastorales, tragicomedias, etc. Las compañías de la Commedia dell’Arte eran ambulantes, pues se cultivaban de los lugares a los que va, tomando de sus gentes sus costumbres e historias. Hacían partícipes a los espectadores a través de la improvisación de los actores, para conseguir que el enredo de la trama gane ganase en dinamismo y atrevimiento y llevando llevase a los personajes a un sinfín de situaciones de lo más grotescas. Los intérpretes memorizaban un amplio abanico de metáforas, canciones, poemas, monólogos, etc., que insertaban en la comedia cuando creían conveniente. Su culta formación literaria debe aplicarse con gran agilidad e imaginación, acompañada de un humor lleno de actualidad (Moreira, 2016). En la Commedia dell’Arte cada actor se especializaba en un personaje concreto que interpretaría durante toda su estancia en la compañía y realizaban una crítica y parodia social en base a un canovaccio (escaleta o conjunto de instrucciones que definen la acción y el contenido de las diferentes escenas). Como resultado, todas las plazas y escenarios de Europa durante estos tres siglos quedaron ocupadas por estos personajes peculiares como si de un fenómeno de masas se tratase. Cada personaje era originario de una región o ciudad de Italia, con características muy definidas que los hacíanen peculiares, debido a por su dialecto y a por sus rasgos diferenciales dependiendo del lugar de procedencia. Esto permite permitía enriquecer la trama, potenciando el lado cómico de unos personajes con una importante carga simbólica. Las compañías de esta corriente teatral estaban formadas por una docena de actores, cada uno especializado en un papel diferente. Suelen Estos comediantes solían aparecer en la escena en formando parejas, tríos o cuartetos, que facilitadoban así el desarrollo del diálogo. Aunque un mismo esquema argumental puede podía ser usado en más de una representación, cada actuación es era diferente de otra, puesto que cada personaje incorporaba constantemente elementos de creación propia. Entre los personajes típicos presentes en los espectáculos de la Comedia dell’Arte, econtramos:
Pedrolino: aparece en la segunda mitad del siglo XVI y es el
antecedente del Pierrot francés. Se presenta como el servidor más pulcro, tierno e ingenuo, siempre dispuesto para su patrón o patrona. No lleva máscara, sino la cara enharinada. Aunque nunca lo dice, está plenamente enamorado de Colombina. En la Boîte à joujoux, este personaje se representa con el Soldadito.
Colombina: criada femenina y con una figura acicalada, es el personaje
más sensato de la escena. Con su capacidad para seducir a los hombres y su simpatía con las mujeres, consigue lograr todo cuanto se proponega de cualquiera de los personajes. Pareja de Arlecchino, y como él, se presenta perspicaz, vital y optimista. Actúa sin máscara y, por tanto, los intérpretes de este personaje usan maquillaje para transformar su cara y darle carácter. El personaje de la Muñeca que aparece en la historia de Hellé comparte muchas de estas características con Colombina.
Pulcinella (Polichinela): tiene su origen en Nápoles y es conocedor de
los bajos fondos de la ciudad. Se cree que su nombre deriva de pulcino (polluelo). Cuentan que, tras piar y llamar la atención por no poder salir del huevo donde se había formado, el diablo lo coge por la espalda y lo deja caer, de ahí su famosa joroba en la que guarda en ella todos sus complejos y que le proporciona su un aspecto tan horrible. A menudo, se comporta de manera fría, díscola, lasciva y cruel, tratando de olvidar su desgracia física y vengándose sin piedad del resto de personajes. Pero a pesar de su joroba, su movimiento es ligero y danzante, casi incansable. Su máscara recuerda a un ave rapaz a causa de su larga nariz aguileña en forma de gancho.
Arlecchino (Arlequín): es el personaje más escurridizo, vivo e inquieto de
la Commedia dell’Arte. Originario de la parte baja de Bérgamo, Arlecchino es optimista por naturaleza, enigmático y farsante. Con un toque grosero en su lenguaje, no se sabe si se mofa de sí mismo o de los demás. Es hábil para zafarse de las situaciones difíciles y para divertirse a pesar de las dificultades. Su aspecto físico es muy conocido: porta una máscara de cuero negro, de características diabólicas y simiescas, y un traje ceñido tejido con recortes geométricos de colores, simulando un traje agujerado y tapado con telas de múltiples procedencias. Además de estos personajes, también presentes en el cuento infantil de Hellé, encontramos otros también importantes en la Commedia: Pantalone, es el personaje más anciano y el que ocupa la posición más alta de la jerarquía social. Gran habilidad en los negocios aunque se debe desconfiar de él, pues utiliza su ingenio con severa malicia, capaz de cualquier cosa sin miedo a la repercusión; Il Dottore, representa el poder intelectual y comparte con Pantalone la avaricia, la búsqueda de la elocuencia y la galantería sensual y egoísta. A pesar de ello, estos dos personajes serán al mismo tiempo amigos y rivales; Zanne, que junto con Pantalone, encarna los orígenes de esta corriente teatral. Representa al más mísero de los sirvientes, profundamente ingenio y humano (Beltrán, 2011). Los elementos de la Commedia dell’Arte influyeron en gran medida en la obra de Debussy, incluyendo La Boîte à joujoux, pues la mayor parte de la producción del compositor se sucede entre las décadas 1890, 1900 y 1910, cuando este género teatral resurgía en el siglo XX. Así, en la historia de Hellé encontramos personajes correspondientes a los de la Commedia: la Muñeca (Columbine), el Soldado (Pierrot), Polichinela, Arlequín, etc., envueltos en una trama que refleja las intrigas amorosas típicas de la Commedia. Sin embargo, el final idílico de este ballet, con el matrimonio entre la Muñeca y el Soldado y su progenie posterior, difieren de los ideales tradicionales burgueses de la época. Además de lo mencionado anteriormente, las referencias de músicas populares presentes en la composición de La Boîte, cumplen una doble función al presentar uno de los elementos más importantes de la Commedia: presencia de música conocida por el público (primer elemento), lo que propicia, por tanto, un ambiente de entretenimiento (segundo elemento). Debussy escribió La Boîte como una pantomima para ser interpretada por niños o marionetas. Con esto, el compositor pretendía evitar la formalidad y predictibilidad de la coreografía tradicional del ballet, prefiriendo en su lugar movimientos improvisados de niños o marionetas. De esta manera, Debussy incorporaba un elemento ausente de la Commedia en su trabajo: la improvisación. Con respecto a los títeres, Debussy parecía particularmente influenciado por las opiniones del poeta y dramaturgo belga Maurice Maeterlinck, sobre cuya novela, Pelléas et Mélisande, el compositor basó su única novela terminada. Ya en la década de 1880, Maeterlinck había escrito tres obras para ser interpretadas con marionetas. Maeterlinck vio el títere como un vehículo para la representación directa de la visión del autor, sin el elemento intermediario y usurpador de la personalidad y el cuerpo del actor o bailarín. Manteniéndose en la línea de la estética simbolista, las propias obras de Maeterlinck reemplazaron la acción externa para centrarse en el drama interno, minimizando todo el movimiento para preservar un estado de ánimo ominoso y onírico, ya que el público fue llevado a profundizar en los misterios del alma humana. (Lekié, 2014, p. 64)
Al igual que en La Boîte, el escenario típico de los dramas de Maeterlinck
eran con frecuencia la noche, y en la que el humano se presentaba como una marioneta de fuerzas superiores a ella. Los esfuerzos de Maeterlink propiciaron un aumento de la importancia de la marioneta, situándola en un primer plano, creando así un cambio del realismo teatral. Aunque las óperas de marionetas tienen una larga tradición que data del barroco, en la que encontramos e incluyen obras de Gluck y Haydn, las marionetas éstas lograron un nuevo protagonismo con Petrushka de Stravinsky, lo que les llevó a dominar la actividad artística a principios del siglo XX. Los títeres eran símbolos oportunos de la impotencia humana, el deseo de liberarse del mundo humano y el control, así como la inminente era de maquinaria. En La Boîte vemos a los títeres dejando atrás la seguridad de la caja para enfrentar las alegrías, penas y peligros de la vida. Aunque Debussy absorbió una amplia gama de influencias a lo largo de su carrera, las obras de Stravinsky marcaron de manera esencial La Boîte à joujoux. Debussy tuvo su primer encuentro con Stravinsky en el estreno de El pájaro de fuego el 25 de junio de 1910. Debussy reconoció de inmediato el genio de Stravinsky, que en ese entonces contaba con 28 años de edad. En cuanto a Stravinsky, conocía poco la obra de Debussy pero sí tenía constancia de su reputación como rebelde que desafió los enfoques tradicionales de la composición. Debussy admiraba la calidad en las orquestaciones de Stravinsky. Tanto fue así, que le consulótaba en el proceso de orquestación de otro de sus ballets, Jeux. De los tres ballets escritos por Stravinsky antes de la muerte de Debussy, fue Petrushka (1911) el que dejó la impresión más fuerte y favorable en Debussy. Él escribió después a Stravinsky que su hija Chouchou había incluso compuesto su propia fantasía de Petrushka, usada para hacer rugir a los tigres. Es probable que con La Boîte, la cual comparte una historia similar con la obra de Stravinsky, Debussy pretendiera crear su propia analogía francesa de Petrushka. A continuación, expondremos un breve argumento del ballet de Stravinsky para entender aún mejor la profunda relación existente entre estas dos obras.: Este ballet tiene como protagonista a Petrushka, la popular marioneta de los cuentos rusos, personaje similar al Pulcinella italiano. El argumento se centra en cómo cobran vida y desarrollan la capacidad de sentir tres marionetas -Petrushka, la Bailarina y el Moro, los cuales que conforman un trío amoroso- tras el hechizo de un mago,:. El profundo amor que siente el protagonista por la Bailarina, quien al final muere a manos de Moro, conforma el hilo conductor de esta historia (Leiva Vera, 2010). Los personajes principales de Hellé tienen su propio personaje homólogo (equivalente) en Petrushka: Petrushka/Polichinela, Bailarina/Muñeca, Moro/Soldado. Ambas obras se desarrollan en cuatro cuadros, con las secciones de obertura y final actuando como marco (plasmado en el apartado anterior). En La Boîte estas son las escenas de la “caja de juguetes” dormida, mientras que en Petrushka, tanto el primer como el último cuadro se encuentran en el mundo de los humanos, en contraste con el segundo y tercer cuadro que pertenecen al de las marionetas. Ninguna de estas obras fue pensada para ser representada como un ballet tradicional:. Petrushka fue concebida como una obra instrumental, y mientras que La Boîte lo fue para ser representada por niños, incluso por marionetas únicamente. Además, ambos trabajos cuestionan lo que es real y lo que no lo es, cuyos a través de unos personajes que sienten y padecen como si fuesen los seres humanos. Ambos Los dos ballets fueron escritos en su origen para ser interpretados al piano., si bien se han realizado En sus respectivas orquestaciones, en ambos casos para las que se ha requerido una extensa sección de percusión, utilizada para crear que cree grandes efectos sonoros. Melodías populares y folclóricas, el empleo de los modos y el continuo uso del tritono y de las segundas mayores y menores (particularidad común en los motivos de Petrushka y Polichinela) son características generales que comparten ambos ballets y que trataremos en profundidad en el siguiente apartado.