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T. 331, PS. 413/424.

En la Provincia de Santa Fe, a los cinco días del mes de diciembre del año dos mil veintitrés,
los señores Ministros doctores Roberto Héctor Falistocco, Rafael Francisco Gutiérrez, Mario Luis Netri y Eduardo
Guillermo Spuler, con la Presidencia de su titular doctor Daniel Aníbal Erbetta, acordaron dictar sentencia en los
autos caratulados "IZAGUIRRE, MIGUEL ANGEL contra PROVINCIA DE SANTA FE -R.C.A.- (CUIJ 21-
17455728-1) sobre RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD" (Expte. C.S.J. CUIJ N°: 21-17455728-1). Se
resolvió someter a decisión las cuestiones siguientes: PRIMERA: ¿es admisible el recurso interpuesto?;
SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente?; y TERCERA: en consecuencia, ¿qué resolución corresponde dictar?
Asimismo se emitieron los votos en el orden en que realizaron el estudio de la causa, o sea, doctores: Falistocco,
Netri, Erbetta, Gutiérrez y Spuler. A la primera cuestión -es admisible el recurso interpuesto?-, el señor Ministro
doctor Falistocco dijo: Mediante resolución registrada en A. y S. T. 327, págs. 207/210, esta Corte -por mayoría-
admitió la queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la demandada contra la
sentencia de la Cámara de lo Contencioso Administrativo N° 2 de la ciudad de Rosario por entender, desde la
apreciación mínima y provisional que correspondía a ese estadio, que la postulación de la recurrente contaba -
"prima facie"- con suficiente asidero en las constancias de la causa y suponía articular con seriedad un planteo que
exigía examinar con los principales a la vista, si la sentencia reunía las condiciones mínimas necesarias para
satisfacer el derecho a la jurisdicción que acuerda la Constitución provincial. El nuevo examen de admisibilidad
que impone el artículo 11 de la ley 7055, efectuado con los principales a la vista, me conduce a ratificar dicho
criterio de conformidad con lo dictaminado por el señor Procurador General a fojas 378/380. Voto, pues, por la
afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri, el señor Presidente doctor Erbetta y los señores
Ministros doctores Gutiérrez y Spuler, expresaron idéntico fundamento al vertido por el señor Ministro doctor
Falistocco y votaron en igual sentido. A la segunda cuestión -en su caso, ¿es procedente?-, el señor Ministro doctor
Falistocco dijo: 1. La materia litigiosa, conforme las constancias de la causa, puede reseñarse así: 1.1. El actor
promovió recurso contencioso administrativo contra la Provincia de Santa Fe, tendente a que se condene a la
demandada a otorgar el beneficio de retiro obligatorio previsto por el artículo 17 de la ley 11530. Relató que prestó
servicios en la Policía de la Provincia de Santa Fe desde el 20.06.1989 hasta el 23.04.2010, fecha en que fue
destituido a raíz de un sumario administrativo derivado de un hecho delictivo por el que fue condenado. Manifestó
que el 2.08.2013 solicitó el retiro obligatorio previsto en la ley bajo el entendimiento de contar con todos los
requisitos exigidos, lo que fue denegado por la Caja de Jubilaciones por no reunir los años de servicios necesarios.
Entendió que esta denegación vulneraba sus derechos previsionales porque la Administración se había apartado del
texto del artículo 8 de la ley 11530 que establece que el tiempo de servicio a los fines previsionales debe
computarse desde el ingreso hasta la fecha del decreto de cese, sin que sea un requisito la efectiva aportación.
Refirió a las normas dispuestas en la ley 12521 del Personal de la Policía de Santa Fe en relación a la situación de
disponibilidad y luego remarcó que hasta la fecha del decreto que determinó la destitución definitiva en virtud del
Decreto del Poder Ejecutivo, continuó en actividad, y que aun sin prestar servicios, sin realizar las tareas accesorias
a la suspensión y sin percibir sueldo, dicho tiempo debía ser considerado a los fines del retiro. 1.2. Antecedentes.
Conforme surge de las constancias de la causa: a) El actor ingreso a la Policía provincial como Cadete el
20.06.1989, pasando a situación de disponibilidad el 26.09.2000 como consecuencia del sumario administrativo
instruido a partir de su detención el 26.09.2000 por su presunta participación en el ilícito perpetrado en perjuicio
del Banco Francés; y concluida la etapa investigativa se resolvió el 05.02.2002 reservar lo actuado en resguardo del
decisorio judicial. b) Por sentencia N° 126 del 09.09.2003 del Juzgado en lo Penal de Sentencia N° 6 fue
condenado a la pena de 5 años de prisión por el delito de Robo Calificado con el uso de arma, disponiendo la
Jefatura de Policía por Resolución N° 739 del 01.12.2003 cesar su situación de Pasiva en que se encontraba el
causante, encuadrándolo dentro de las previsiones del art. 110, inciso d) de la ley 6769/72 (licenciado) hasta tanto
se acredite el decisorio judicial, confirmándose la sentencia recurrida por Acuerdo N° 63 de la Sala III de la
Cámara de Apelaciones en lo Penal de Rosario en fecha 08.07.2004, rechazándose el recurso de queja por
denegación del recurso de inconstitucionalidad por la Corte Suprema de Justicia provincial en fecha 29.12.2004 (A.
y S. T. 204, pág. 217); y por Resolución J.P.P. (D-5) N° 118/07 se dispuso hacer cesar el encuadramiento en el art.
110, inc. d) de la ley 6769 y se decretó el cese en el ejercicio de sus funciones sin percepción de haberes. c) Por
Resolución N° 355/07 de fecha 19.09.2007 el Jefe de Policía solicitó al Ministerio de Gobierno, Justicia y Culto se
aplique al actor la sanción disciplinaria de destitución, por infracción al artículo 43 -primera parte-, en
concomitancia con los arts. 25 inc. a) y 23 inc. f) y al art. 43 inc. h), de la ley 12521, de conformidad al art. 44 inc.
c) -punto 1- del mismo texto legal. d) Planteado recurso de revocatoria, por Resolución N° 056 de fecha
11.02.2008 se resolvió rechazar por improcedente el recurso de revocatoria y elevar las actuaciones al Ministerio
atento el recurso de apelación interpuesto subsidiariamente; recurso de apelación que previo a los trámites de ley
fue rechazado por Decreto 0264 del 05.02.2014. e) Por Decreto N° 562 de fecha 23.04.2010 el Poder Ejecutivo
dispuso la aplicación al actor de la sanción disciplinaria de destitución, decreto notificado el 06.08.2010, y
planteado recurso de revocatoria, por Decreto N° 318 del 04.03.2013 se hizo lugar parcialmente al recurso

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restituyéndose las sumas dejadas de percibir correspondientes a los períodos transcurridos desde el momento en
que se dispuso el cese de la percepción de haberes hasta la notificación de la resolución de fecha 19.09.2007 que
requirió su destitución, rechazándose los planteos de nulidad de las actuaciones y de prescripción de la potestad
disciplinaria. f) Consta asimismo que el 02.08.2013 el recurrente solicitó el beneficio previsional de retiro
obligatorio, el que le fuera rechazado por Resolución N° 1624 del 30.12.2014 por la Caja de Jubilaciones y
Pensiones de la Provincia de Santa Fe por no reunir los años de servicios policiales necesarios, atento lo dispuesto
por el artículo 17 de la ley 11530; resolución que recurrida finalmente fue confirmada. 1.3. La sentencia. La
Cámara de lo Contencioso Administrativo N° 2, con diversos fundamentos, resolvió declarar procedente el recurso
interpuesto. En efecto, los Sentenciantes entendieron tras interpretar la normativa en juego -arts. 8, 15 y 17 de la
ley 11530; 56 de la ley 12521 y 152 del Reglamento de Sumarios Administrativos- que la relación de empleo entre
el actor y la Administración demandada se inició con su nombramiento como Cadete el 20.06.1989, y se extinguió
con la sanción de destitución por Decreto N° 0562/10 del 23.04.2010, notificado el 06.08.2010. Citaron a
Marienhoff cuando refirió que "...la 'cesantía'... y la 'exoneración' rigen para el futuro, ex nunc, y en modo alguno
desde o para el pasado, ex tunc, si esto último aparejare un daño o perjucio al agente público". Juzgaron que, en tal
línea la ley 12521 dispuso en su artículo 56 que "La destitución sólo puede disponerse por decreto del Poder
Ejecutivo..." y la ley 11530 de Retiros y Pensiones del Personal Policial y Penitenciario dispuso en su artículo 8 que
para establecer los años de servicios, se tendrán en cuenta los prestados por el personal policial o penitenciario
desde su ingreso hasta la fecha del decreto de retiro o baja. Entendieron los Jueces que, más allá de los argumentos
de la accionada en cuanto a que la disposición del Jefe de Policía de hacer cesar al actor en los servicios prestados
sin derecho a haber (Resolución N° 118/07) y solicitar su destitución (Resolución N ° 355/07), imposibilitaron al
actor prestar servicios y efectuar los aportes a la Caja, no podía desconocerse que tales actos no importaron la
extinción de la relación de empleo que se mantuvo subsistente, hasta tanto se tramitó y dispuso la destitución
mediante el dictado del Decreto N° 562/10. Por ello, concluyeron que "pese al esfuerzo argumental de la
demandada basado fundamentalmente en la imposibilidad de la prestación de servicios y el pago de los aportes por
lo que no debe computarse como servicios prestados tal lapso que indica, lo cierto es que dicha situación por
aplicación de los principios del derecho a la seguridad social no puede invocarse para concluir en la extinción de la
relación con anterioridad al decreto de destitución, pues la norma aplicable lo regula específicamente en su artículo
8, sin subordinar los servicios computables a los aportes, y la demora de la Administración en dictar el Decreto que
atribuye al trámite administrativo desde el 19.09.2007 al 23.04.2010, no puede ser atribuida al recurrente y por
tanto privarle de su derecho, en el caso al retiro obligatorio con percepción de haberes". Asimismo argumentaron
que había sido claro el Legislador al exigir el decreto de destitución a los fines del cómputo de los servicios, sin
referencia a los años de aportes para tener derecho al haber de retiro, ello sin perjuicio de que el organismo
previsional efectúe una determinación de los aportes faltantes por el período en que no prestó servicios o por los
que legalmente correspondan y realice las deducciones pertinentes del importe del haber jubilatorio que perciba el
jubilado y/o de los retroactivos que se les reconozca. Lo que no implica que durante el lapso en que no prestó
funciones ni percibió haberes, tenga derecho el recurrente a percibir salarios devengados durante ese período
porque no trabajó, y no habría podido hacerlo debido a su condena en sede penal. Finalmente, entendieron que se
encontraban acreditados los veinte años de servicio exigidos por la norma previsional, los que debían computarse
desde su ingreso el 20.06.1889 al 23.04.2010 como fecha del decreto de destitución, y por lo expuesto, declararon
procedente el recurso interpuesto; anularon los actos impugnados; dispusieron que la Caja de Jubilaciones y
Pensiones de la Provincia de Santa Fe dicte el acto de otorgamiento del beneficio de retiro obligatorio del señor
Miguel Angel Izaguirre; condenaron a la Provincia de Santa Fe a pagar al actor los haberes que le correspondan en
tal carácter conforme a derecho a partir del 02.08.2011 tomando a tales efectos en cuenta la fecha del reclamo
(02.08.2013) con más intereses; descontando las sumas que correspondan por aportes no efectuados del haber
jubilatorio y/o de los retroactivos. 2. Contra dicho pronunciamiento interpuso la demandada su recurso de
inconstitucionalidad, con fundamento en que el Tribunal incurrió en arbitrariedad, invocando el artículo 1 inciso 3)
de la ley 7055. Sostuvo que la sentencia se apartó de inequívocas constancias de la causa, por cuanto Izaguirre dejó
de prestar servicios en la policía el 31.10.2007 (no alcanzando los 20 años de servicios policiales requeridos) pero
la sentencia no asignó valor a tales probanzas y entendió que el cálculo de los años de servicios debía extenderse
hasta la fecha del decreto 562 (23.4.2010), resolviendo el otorgamiento de un beneficio jubilatorio para el cual no
se encontraban reunidas las condiciones legales, sin poderse justificar el cómputo de años sin prestación de
servicios ni aportes. Alegó que la sentencia impugnada formuló una interpretación arbitraria de las disposiciones
legales aplicables en tanto al computar como período de servicios a aquellos en los cuales el recurrente no los
prestó, no percibió haberes ni efectuó aportes previsionales, el decisorio se apartó de lo que debía ser una
interpretación lógica y armónica de los artículos 8 y 17 de la ley 11530. Refirió que la sentencia soslayó el no
ingreso de aportes correspondientes, condición esencial que establecía la normativa aplicable para que los mismos
sean computables a los fines de que la Caja responda por su reconocimiento y pago, y adujo que la decisión

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cuestionada trasciende el interés particular del actor para afectar el régimen previsional de la Provincia. Por último,
se agravió de la imposición de costas a su parte porque -afirmó- que tuvo razón suficiente para oponerse a la
pretensión del actor y litigar en autos dado que la existencia de una condena privativa de libertad que cursaba el
agente, lucía más que evidente como razón plausible para oponerse a su pretensión. Corrido el traslado pertinente a
la actora y contestado el mismo (fs. 329/344), la Cámara denegó la concesión del recurso por auto de fojas
347/351, accediendo la impugnante a la vía extraordinaria mediante queja (resolución registrada en A. y S. T. 327,
págs. 207/210, fs. 80/83v., Expte. C.S.J. CUIJ N°: 21-00514943-3). 3. Corresponde examinar la aceptabilidad
constitucional de la respuesta brindada por la Cámara en punto a las alegaciones formuladas por la Provincia
requirente en su memorial recursivo. 3.1. Preliminarmente, debe aclararse que en el presente caso la pretensión de
Izaguirre se circunscribe a obtener el beneficio de retiro obligatorio del artículo 17 de la ley previsional policial de
"Retiros y Pensiones del Personal Policial y Penitenciario de la Provincia de Santa Fe (Ley 11530)", régimen
especial, que permite acceder a la jubilación a temprana edad, en un sistema de reparto basado en la solidaridad
intergeneracional, siempre que se acrediten "como mínimo 20 años de servicios policiales o penitenciarios"; y que,
de no reunirse los presupuestos legales para obtener la prestación de este régimen especial, ello no obsta que el
actor pueda acceder a otro beneficio de la seguridad social en base a las disposiciones vigentes. Dicho esto, cabe
señalar que el Oficio entendió que se encontraban acreditados los veinte años de servicio exigidos por la norma
previsional para gozar del retiro obligatorio (art. 17, ley 11530), los que -entendieron los Camaristas- debían
computarse desde el nombramiento del actor en fecha 20.06.1989 hasta su destitución decretada por el Poder
Ejecutivo en fecha 23.04.2010 (Decreto N° 0562/10). Para así decidir, fundaron su argumentación en la literalidad
del artículo 8 de la ley 11530, según el cual, afirmaron, se permite computar a los efectos jubilatorios, el tiempo sin
remuneración ni aportes transcurrido entre la fecha de la resolución del Jefe de Policía que lo apartó de sus
funciones hasta el decreto que dispuso su destitución. Agregaron los Sentenciantes, que lo dicho no implicaba que
durante el lapso en que el recurrente "no prestó funciones ni percibió haberes", tenga derecho a cobrar salarios
devengados "porque no trabajó, y no habría podido hacerlo debido a su condena en sede penal". Por último,
consideró que la Caja de Jubilaciones debía descontar "los aportes no efectuados", realizando las deducciones del
haber jubilatorio o los retroactivos. 3.2. Tal decisión no puede convalidarse. Es que el Juzgador debe hacer una
armónica y racional interpretación del ordenamiento jurídico y, considerando las particularidades del caso,
establecer las bases sobre las que debía realizarse el cálculo del "tiempo de servicios policiales acreditables". La
primera regla de interpretación de un texto legal es la de asignar pleno efecto a la voluntad del legislador, cuya
fuente inicial es la letra de la ley y, en tanto la inconsecuencia del legislador no se supone, la interpretación debe
evitar asignar a la ley un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, destruyendo las unas por las otras y
adoptando como verdadero el criterio que las concilie y suponga la integral armonización de sus preceptos. En
efecto: el régimen previsional prevé en su artículo 17 que para que el retiro obligatorio sea con derecho a haber, el
personal debe acreditar como mínimo 20 años de servicios policiales, es decir que requiere un mínimo de servicios
prestados efectivamente. En el mismo sentido, el artículo 8 de la ley 11530 hace referencia al cómputo del tiempo
de tales servicios y señala que se tendrán en cuenta los años de "servicios prestados" desde el ingreso hasta la fecha
del decreto de retiro o baja o la que él mismo establezca o hasta la fecha en que percibió el haber mensual, en el
supuesto que ésta sea posterior a aquella, en la forma y con arreglo a las disposiciones que para este cómputo
establezca la ley del personal pertinente. No quedan dudas, que tal como surge de la lectura de la norma, su
interpretación debe integrarse con la ley que regula la actividad que exige la efectiva prestación de servicios.
Luego, de conformidad a las constancias de las actuaciones, luce probado que el recurrente prestó efectivamente
servicios remunerados con aportes sólo hasta el año 2007 -alcanzando un total de 18 años, 4 meses y 11 días de
servicio- y no puede soslayarse que de confirmarse lo resuelto por la Cámara el decisorio terminaría otorgando un
derecho (retiro obligatorio con derecho haber) de un Régimen Policial especial (ley 11530), sin que se haya
acreditado la prestación de tareas, que es el presupuesto esencial para hablar de tiempo de servicios policiales
acreditables y, por tanto, del acceso a un derecho previsional como el del caso. En suma, se advierte que la Cámara,
al ordenar a la Caja de Jubilaciones que reconozca el cómputo de servicios policiales durante un lapso en que el
mismo no prestó funciones ni percibió haberes debido a su condena en sede penal, interpretando que la normativa
previsional especial aplicable al caso no requería acreditar la prestación de tareas, incurrió en una hermenéutica
jurídica que no luce suficiente en los términos del artículo 95 de nuestra Constitución provincial. Precisamente, la
literalidad del texto del artículo 8 de la ley 11530 alude a "los prestados" y se encuentra comprobado que aquellos
servicios "no se prestaron" porque Izaguirre estaba en una situación de imposibilidad fáctica y/o material de
prestarlos asimilable a una causal de inhabilidad legal del agente, puesto que la imposibilidad en el caso no resulta
imputable a la Administración ni a un tercero, sino a la situación del agente, sobre el que pesaba una condena firme
por robo calificado por el uso de armas en el que participó en perjuicio del Banco Francés que se encuentra
ejecutoriada (Sentencia de Cámara Sala III del 8.7.2004, cuya queja fue rechazada por esta Corte en fecha
29.12.2004). En torno a este punto, cabe dejar en claro que la Cámara afirmó que Izaguirre se encontraba

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imposibilitado de prestar servicios y efectuar los aportes a la Caja, pero que ello no era suficiente para excluir esos
años del cómputo de servicios. Y dicho razonamiento resulta arbitrario pues omite distinguir las causas que
originaron la imposibilidad material de prestar servicios y efectuar aportes para el agente, no pudiendo válidamente
asimilar a quien no pudo prestar sus funciones en virtud de una condena por delito común, con aquellos otros
agentes comprendidos en Leyes Especiales que -contemplando situaciones excepcionales- efectuaron un
reconocimiento previsional del período de "inactividad forzada", por ejemplo: períodos de licencia por maternidad
establecidos en leyes nacionales y convenios colectivos de trabajo; períodos durante los cuales se haya percibido
una prestación por desempleo en el marco de las leyes respectivas; servicios amparados en esquemas de
regularización de deudas previsionales; servicios computables por períodos de inactividad por causas políticas o
gremiales (presos por causas políticas o gremiales, no por delitos comunes); servicios computables para empleados
cesanteados por leyes de prescindibilidad; reconocimiento de servicios para combatientes de Malvinas;
reconocimiento de servicios por servicio militar obligatorio. En efecto, surge de las constancias de la causa que la
condena impuesta por sentencia firme a pena privativa de la libertad de cumplimiento efectivo, comportó la
separación del agente de sus funciones -con pérdida del estado policial- y el cese del pago de haberes, a partir del
31.10.2007. Por ello, la Cámara yerra al considerar cumplidos los 20 años de servicio policial requeridos por la
norma, entendiendo acreditable también el lapso transcurrido hasta la fecha del decreto que destituyó a Izaguirre, y
condenando a la demandada a dictar un acto de otorgamiento del haber de retiro que no podía ser válidamente
dictado, por resultar en abierta contradicción con una interpretación lógica y armoniosa de las normas previsionales
aplicables. Lo antedicho es suficiente para restarle efecto a la orden de reconocimiento ficto de aportes dada por la
Cámara, que mandó a otorgar la jubilación de retiro con derecho a haberes a Izaguirre "descontando las sumas que
correspondan por aportes no efectuados o por los que legalmente correspondan", pues aquella decisión encuentra
su origen también en una transgresión al plexo normativo vigente y al principio general que surge de la ley 11530,
según el cual no se deben computar servicios bajo declaración jurada, ni servicios fictos, ni cualquier modalidad
que no implique prestación efectiva de servicios al Sistema de Seguridad Social. En el caso, no existe disposición
legal expresa que permita el cómputo de servicios no prestados y sin aportes para supuestos como el presente, tal
como sí se prevé dicho cómputo en el tiempo correspondiente al período del servicio militar obligatorio (art. 8.3 de
la ley 11530); o en el tiempo correspondiente a los cursos de formación en que alumnos y cadetes no hubieran
efectuado aportes (art. 40, ley 11530). Por otro lado, ninguna decisividad presenta para la resolución del caso, el
lapso de tiempo que insumió a la Administración dictar el acto formal de destitución (decreto de cesantía),
resultando evidente el desenfoque en que incurrió el Tribunal al argumentar "ex oficio" que había existido una
"demora" que no podía ser atribuida al recurrente para privarlo de su derecho al retiro obligatorio con percepción
de haberes; cuando por el contrario surge de las probanzas de la causa, que tal procedimiento administrativo -
trámite de destitución- nunca fue cuestionado en cuanto a su temporaneidad, razonabilidad o legitimidad,
incurriendo en error el Sentenciante al achacar a la Administración una supuesta tardanza y derivar
dogmáticamente de dicha afirmación, efectos sustanciales que en modo alguno encuentran apoyatura en el plexo
normativo previsional aplicable al caso. En otras palabras, en autos no fue cuestionado que la Administración
incumpliera con la obligación de obrar de conformidad al principio de juridicidad y mantuviera al agente vinculado
a ella en una situación irregular, es decir, suspendido a la espera del dictado del acto de cesantía, no encontrando
asidero ni relación con lo planteado y lo debatido en el expediente, lo afirmado genéricamente por la Cámara
cuando señaló que la demora de la Administración en dictar el decreto de destitución podía llegar a privar a
Izaguirre de su derecho a retiro. Tampoco luce acertada la cita doctrinaria relativa a la no aplicación retroactiva del
efecto de la cesantía, puesto que claramente el autor refiere a otro contexto y a un estado de imposibilidad del
agente de prestar servicios por causas ajenas a su persona, que no resulta trasladable sin más al caso. Por último,
con relación a la cita final del precedente "Baigorria" de esta Corte, los Magistrados no expresaron razones en
orden a justificar adecuadamente por qué tal solución, de por sí ajena a la materia previsional, devendría aplicable
al "sub judice", que trata de un policía condenado y cesanteado, donde nunca se ventiló exceso en el plazo de la
suspensión provisoria, y en el que la traba de la litis giró centralmente en torno a la integración del requisito
objetivo de tiempo de servicios policiales acreditables. De tal modo, y en las condiciones expuestas, resulta de
aplicación a la causa la inveterada jurisprudencia de esta Corte según la cual las sentencias que se apoyan en
aseveraciones dogmáticas, carecen de suficiencia para sustentarse como actos jurisdiccionales válidos y deben ser
dejadas sin efecto. Las razones expuestas bastan para descalificar el decisorio impugnado. Voto, pues, por la
afirmativa. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri dijo: Coincido con lo fundamentado y la solución
propuesta por el señor Ministro doctor Falistocco en orden a declarar procedente el recurso de inconstitucionalidad
interpuesto. En efecto, teniendo en cuenta que la pretensión del actor se dirige a obtener el beneficio de retiro
obligatorio, conforme el régimen especial de la ley 11530 (art. 17) que permite acceder a la jubilación a temprana
edad, asiste razón a la impugnante cuando reprocha que los jueces incurrieron en arbitrariedad al interpretar la
normativa aplicable y se apartaron de las constancias de la causa. Cabe recordar que la Cámara declaró procedente

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el recurso contencioso administrativo al entender acreditados los presupuestos exigidos por la ley para que el actor,
condenado penalmente a la pena de 5 años de prisión efectiva por la comisión de robo agravado por el uso de arma
(con sentencia firme desde el 2004), se jubile a sus 44 años. Para así decidir, los jueces consideraron centralmente
que el accionante había cumplido con los exigidos 20 años de servicios prestados desde su ingreso el 20.06.1989
hasta su destitución decretada por el Poder Ejecutivo el 23.04.2010 (art. 8 y 9, ley 11530) a pesar de reconocer que
desde que el Jefe de Policía solicitó la sanción expulsiva el 16.03.2007 "no prestó funciones ni percibió haberes" y
"no habría podido hacerlo debido a su condena en sede penal" y siendo que ella obligaba a la Administración a
disponer la destitución "sin dejar opción para seleccionar otra sanción de entre las previstas en la ley aplicable" (de
conformidad al art. 152 del Reglamento de Sumarios Administrativos). En tal sentido, se advierte que la Cámara, al
ordenar a la Caja de Jubilaciones que reconozca el cómputo de servicios policiales durante un lapso en que el
accionante no prestó funciones ni percibió haberes debido a su sanción en sede penal, interpretando que la
normativa previsional especial aplicable al caso no requería acreditar la prestación efectiva de tareas, incurrió en
una hermenéutica jurídica que no luce suficiente en los términos del artículo 95 de nuestra Constitución provincial.
Nótese que de las constancias de la causa luce probado que el actor prestó efectivamente servicios remunerados
con aportes sólo hasta el año 2007, alcanzando un total de 18 años, 4 meses y 11 días de servicio (habiendo
computado la Caja de Jubilaciones el período en que estuvo en situación de revista de disponibilidad, de pasivo y
de licenciado por el art. 110 inc. d de la ley 6769, desde el año 2000 en que cometió el delito). En dicho marco, no
puede convalidarse lo resuelto por la Cámara en cuanto otorga el retiro obligatorio con goce de haberes de un
régimen policial especial sin que se hubiera acreditado la prestación de tareas, que es el presupuesto esencial para
computar tiempo de servicios policiales y acceder a un derecho previsional como el del caso. De todo lo cual no
puede menos que colegirse configurado el yerro invocado por la demandada en que incurrió al A quo al considerar
cumplidos los 20 años de servicio policial requeridos por la norma, entendiendo acreditable también el lapso
transcurrido hasta la fecha del decreto que destituyó al actor, y condenar a la demandada a dictar un acto de
otorgamiento del haber de retiro que no podía ser válidamente dictado, por resultar en abierta contradicción con
una interpretación lógica y armoniosa de la normativa previsional aplicable. Voto, pues, por la afirmativa. A la
misma cuestión, el señor Presidente doctor Erbetta expresó idéntico fundamento al vertido por el señor Ministro
doctor Netri y votó en igual sentido. A la misma cuestión, los señores Ministros doctores Gutiérrez y Spuler
expresaron idénticos fundamentos a los expuestos por el señor Ministro doctor Falistocco y votaron en igual
sentido. A la tercera cuestión -en consecuencia, ¿qué resolución corresponde dictar?-, el señor Ministro doctor
Falistocco dijo: Atento al resultado obtenido al tratar la cuestión anterior, corresponde declarar procedente el
recurso interpuesto y, en consecuencia, anular la resolución impugnada. Con costas a la vencida (art. 12, ley 7055).
Disponer la remisión de los autos al Tribunal de origen a fin de que, por los subrogantes legales que corresponda,
juzgue nuevamente la causa. Así voto. A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Netri, el señor Presidente
doctor Erbetta y los señores Ministros doctores Gutiérrez y Spuler dijeron aque la resolución que correspondía
dictar era la propuesta por el señor Ministro doctor Falistocco y así votaron. En mérito de los fundamentos del
acuerdo que antecede la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESOLVIÓ: Declarar procedente el recurso
interpuesto y, en consecuencia, anular la resolución impugnada, con costas a la vencida. Disponer la remisión de
los autos al Tribunal de origen a fin de que, por los subrogantes legales que corresponda, juzgue nuevamente la
causa. Registralo y hacerlo saber. Con lo que concluyó el acto, firmando el señor Presidente y los señores
Ministros, de lo que doy fe. Fdo.: ERBETTA - FALISTOCCO - GUTIÉRREZ - NETRI - SPULER - PORTILLA
(Secretaria) Tribunal de origen: Cámara de lo Contencioso Administrativo N° 2 de la ciudad de Rosario.

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