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Sara Pereira Villar, Grupo C

“EL HOMBRE DE MIMBRE” Y EL PAGANISMO

El eje sobre el cual gira este filme, “El hombre de mimbre” (1973), se trata del paganismo;
una corriente de pensamiento religioso que abarca, no sólo religiones politeístas, sino
también religiones monoteístas como el budismo.

En la película, se muestran ciertos rasgos característicos de este pensamiento religioso,


aunque la mayoría de forma estereotipada. Esto se debe a que el concepto de paganismo ha
sido tergiversado a lo largo de la historia, en especial, por la religión cristiana. Además,
también se muestra el choque entre el pensamiento cristiano, personificado en el policía
que acude a la isla, y el pensamiento pagano, encarnado en la gente de la dicha isla.

Una de las principales características del paganismo es la libertad sexual de la mujer, la


cual se pone en evidencia en varios momentos. Se presenta, casi al inicio de la película,
cuando el inspector llega a una taberna que, además, es un hostal y la gente allí presente
menciona que Willow, hija del dueño de dicho hostal, posee total libertad para elegir a sus
compañeros sexuales. Asimismo, también se observa en la escena donde Willow lleva a cabo
una especie de baile ritual, completamente desnuda, para seducir al agente, situado en la
habitación contigua. Sin embargo, creo que esta característica es un arma de doble filo. Si
bien dentro del paganismo la mujer posee mayor libertad sexual que en otro tipo de
corrientes religiosas, también se puede observar cómo, en ocasiones, se explota la
sexualidad de las mujeres para ciertos fines, provocando su hipersexualización y una falsa
sensación de libertad.

Otro de los rasgos a mencionar es la importancia que poseen los rituales. “El hombre de
mimbre” (1973) se basa en la celebración del rito del primero de mayo y muestra cómo se
desempeña dicha celebración. Se puede apreciar la relevancia en diferentes escenas, como
en la procesión que realizan los isleños, durante la cual bailan y, algunos de ellos, van
vestidos de unos personajes importantes en la celebración del primero de mayo. También
se puede percibir esta importancia en las menciones que realizan los habitantes de la isla
hacia la valiosa celebración, explicando su notable relevancia para que las próximas
cosechas sean abundantes.

Por otra parte, también se presenta la concepción de muerte en la corriente pagana. Se


muestra en escenas como la que se lleva a cabo entre el inspector y la profesora de Rowan,
donde esta última le explica que para ellos la palabra muerte ni siquiera existe, ya que no se
plantean ese concepto. Para su comunidad, la muerte no existe como tal, debido a que todo
ser que “muere” se reencarna en otro ser, continuando así su vida.

Finalmente, cabe destacar el choque presente entre ambas corrientes de pensamiento


religioso. Por un lado, se presenta el agente encarnando la religión cristiana, el cual
muestra constantemente una actitud despectiva hacia los isleños, que son paganos. Por otro
lado, aparecen los habitantes de la isla representando el paganismo, los cuales muestran
respeto hacia las creencias religiosas del policía. Lo que destacaría de este hecho es cómo
al inicio del filme se tratan a los paganos como “locos” por sus tendencias religiosas a través
Sara Pereira Villar, Grupo C

de la figura del inspector, pero al final de la película, en la destacada escena donde se quema
el gigantesco hombre de madera con el agente dentro a modo de sacrificio, el “loco” es este
y no la gente de la isla. Puede que este hecho se trate de un acto de justicia poética

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