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Consideraciones en el tratamiento tributario de los

contratos de asociación en participación dentro del


marco de la RTF N.° 02398-11-2021 (resolución de
observancia obligatoria) y el Decreto Legislativo N.º
1541
Ivo Doménico García Shapiama

Sumario
1. Introducción - 2. Aspectos contractuales de la asociación en participación - 3.
Aspectos tributarios del contrato de asociación en participación hasta el 31 de diciembre
de 1998 - 4. Derogación de la antigua normativa que regulaba a la asociación en
participación - 5. Aspectos que no ha analizado el Tribunal Fiscal - 6. Concordancia y
crítica a lo dispuesto en la RTF N.° 02398-11-2021 (ROO) - 7. Modificaciones
realizadas por el Decreto Legislativo N.° 1541

Resumen
Mediante la RTF N.° 02398-11-2021 de observancia obligatoria, el Tribunal Fiscal (TF)
establece una regulación aplicable a los contratos de asociación en participación (CAP).
El TF comienza realizando un análisis de la Ley General de Sociedades, exactamente su
artículo 4401, el cual regula el tratamiento de los contratos de asociación en
participación.

En la resolución bajo comentario, el TF recoge la siguiente posición: “Dicho criterio


consiste en que el asociante paga renta de tercera categoría por toda la renta proveniente
del contrato y el asociado recibe dividendos”.

De esta manera, el asociante paga renta de tercera categoría por todas las rentas
provenientes del contrato. Ello es coherente ya que es el único quien lleva a cabo el
negocio y el asociado recibe dividendos. Así, el que distribuye dividendos no es el CAP,
sino el asociante.

Palabras clave: contrato de asociación en participación (CAP) / distribución de


dividendos / asociante / asociado

Recibido: 22-03-2022
Aprobado: 23-03-2022
Publicado en línea: 04-04-2022

ABSTRACT

Through RTF No. 02398-11-2021 of mandatory compliance, the Tax Court (TF)
establishes a regulation applicable to participation association contracts (CAP). The
TF begins with an analysis of the General Companies Law, specifically its article 440,
which regulates the treatment of joint venture contracts.
In the resolution under comment, the TF takes up the following position: "This criterion
consists in that the associate pays third category income for all the income from the
contract and the associate receives dividends".

In this way, the associate pays third category rent for all the rents from the contract.
This is consistent since he is the only one who carries out the business and the associate
receives dividends. Thus, the one that distributes dividends is not the CAP, but the
associator.

Keywords: joint venture agreement (CAP) / distribution of dividends / associate /


associate

Title: Considerations in the tax treatment of joint venture contracts within the
framework of RTF No. 02398-11-2021 (mandatory compliance resolution)

1. Introducción
El contrato de asociación en participación (CAP) es el contrato por el cual una persona,
denominada “asociante”, concede a otra u otras personas, denominadas “asociados”,
una participación en el resultado o en las utilidades de uno o de varios negocios o
empresas del asociante, a cambio de determinada contribución.

Este contrato asociativo será analizado y se determinará cuáles son las nuevas
consideraciones que ha establecido el Tribunal Fiscal con la emisión de la RTF N.°
02398-11-2021, la cual es de observancia obligatoria.
2. Aspectos contractuales de la asociación en
participación
Mediante la comentada resolución, el Tribunal Fiscal (TF) realiza un desarrollo respecto
a los aspectos más importantes o relevantes del contrato de asociación en participación
(CAP) contenidos en el artículo 441 de la Ley General de Sociedades (LGS). Entre ellos
menciona que el asociante actúa en nombre propio y la asociación en participación no
tiene razón social ni denominación.

Asimismo, este tipo de contratos se caracteriza porque la gestión del negocio o empresa
corresponde, única y exclusivamente, al asociante y no existe relación jurídica entre los
terceros y los asociados.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que los terceros no adquieren derecho ni
asumen obligaciones frente a los asociados, ni estos ante aquellos.

El CAP puede determinar la forma de fiscalización o control a ejercerse por los


asociados sobre los negocios o empresas del asociante que son objeto del contrato.

Ahora bien, los asociados tienen derecho a la rendición de cuentas al término del
negocio realizado y al término de cada ejercicio.

El TF deja bastante en claro que, con relación a las prestaciones del contrato, la
contribución del asociado puede estar constituida por dinero, determinados bienes y/o
servicios, siendo que los bienes pueden ser entregados en propiedad o cedidos en uso
temporalmente.

El contrato puede ser oneroso o gratuito dependiendo si el asociado entrega


contribución a cambio de participación y, por ende, debería analizarse los efectos
jurídicos de esas entregas de dinero, bienes y/o servicios en propiedad o en uso.

Resulta muy importante que en el contrato se pueda especificar en calidad de qué se


entrega los bienes de los asociados; es decir, se tiene que precisar si es a título de
propiedad o si lo entrega solo en uso. En el caso de que se entregue en título de uso,
entonces se tendrá que realizar la restitución de dichos bienes una vez terminado el
plazo de duración del CAP o, en caso haya sido entregado a título de propiedad,
entonces los bienes que entregaron los asociados quedarán como propiedad del
asociante. Respecto a este último punto, el TF no se ha pronunciado, es decir, si un
asociado entrega en propiedad un bien mueble, a cambio de ello recibe una
contraprestación que su participación en el negocio (a título oneroso).

Las conclusiones preliminares hasta el momento, respecto a los aspectos contractuales,


son las siguientes:

1. El CAP requiere que se distribuyan utilidades (resultados), no ingresos, no ventas, no


sumas fijas.

En las siguientes RTF N.os 120-1-2000, 0732-5-2002, 03522-1-2005, 08296-1- 2004 y


3584-4-2009, en las cuales queda claro que para determinar la verdadera naturaleza de
un contrato no se requiere aplicar ni siquiera la Norma VIII ni Norma XVI. Vale decir,
que a un contrato se le ponga por título “contrato de asociación en participación” no lo
convierte en un CAP, sino lo que se tiene que hacer es analizar las cláusulas del
contrato. Si no responde a las características del CAP —y por lo tanto en el caso en
concreto de acuerdo a lo estipulado en las cláusulas—, se tendrá que verificar qué tipo
de contrato es.

Para determinar la verdadera naturaleza de un contrato no se requiere aplicar la Norma


VIII ni la Norma XVI del Título Preliminar del Código Tributario. Si se le pone a un
contrato por título: “contrato de compraventa”, pero que cuando se lee las cláusulas
tiene todas las características de un contrato de arrendamiento, entonces se le tiene que
dar el tratamiento de un contrato de arrendamiento sin siquiera tener que aplicar la
Norma XVI del Título Preliminar del Código Tributario, sino simplemente con el
análisis de las cláusulas y características del contrato.

2. Se puede realizar la contribución con dinero, bienes y/o servicios. Los bienes pueden
ser cedidos en uso temporalmente o en propiedad. Eso quiere decir que puedo dar, entre
otros, dinero en uso, el que claramente será devuelto, siendo la contribución el valor en
uso del dinero en el tiempo.

En el CAP deber quedar claramente especificado si la contribución del asociado se


entrega en propiedad o en uso. Ello a efecto de no desnaturalizar las características
esenciales del CAP

3. Aspectos tributarios del contrato de asociación


en participación hasta el 31 de diciembre de 1998
Antes de 1999 la asociación estaba regulada en la Ley del Impuesto a la Renta (LIR) en
una serie de artículos, por ejemplo:

• Las asociaciones en participación que llevaban contabilidad independiente a sus


partes contratantes debían atribuir rentas a sus partes integrantes (artículo 14 de
la LIR).

• La LIR establecía que los CAP debían llevar contabilidad independiente a la de


sus integrantes, salvo excepciones (artículo 65 de la LIR). Los ingresos de los
contratos se regulaban bajo el régimen de atribución de rentas a sus partes
contratantes.

• El régimen de atribución de rentas estaba explícitamente regulado en el artículo


29 de la LIR, artículo 18 del Reglamento de la LIR e inciso g) del artículo 54 del
Reglamento de la LIR.

Esta regulación fue derogada, es decir, la asociación en participación como un sujeto


que atribuía rentas a los partícipes del contrato. Antes de 1999, la norma señalaba que
las asociaciones en participación que llevaban contabilidad independiente debían
atribuir sus rentas a las partes integrantes del contrato.

Hasta el 31 de diciembre de 1998, la normativa del impuesto a la renta establecía lo


siguiente:
• Artículo 14 de la LIR. Este artículo señalaba que, en el caso de sociedades de
hecho, asociaciones en participación, joint ventures, consorcios, comunidad de
bienes y demás contratos de colaboración empresarial, las rentas serán atribuidas
a las personas naturales o jurídicas que las integran o que sean parte contratante.

• Artículo 29 de la LIR. Este artículo señalaba que las rentas obtenidas por el
citado contrato se considerarían del propietario o de las personas naturales o
jurídicas que las integraban o de las partes contratantes, según sea el caso,
reputándose distribuidas a favor de las citadas personas, aun cuando no hayan
sido acreditados en sus cuentas particulares, existiendo así una regla igual a
aplicarse en el caso de pérdidas, aun cuando ellas no hubieran sido cargadas en
dichas cuentas.

• Artículo 65 de la LIR. Este artículo señalaba que las sociedades de hecho,


asociaciones en participación, joint ventures, consorcios, comunidad de bienes y
demás contratos de colaboración empresarial, perceptores de rentas de tercera
categoría, deberán llevar contabilidad independiente de las de sus socios o partes
contratantes.

• Artículo 18 del Reglamento de la LIR. Este artículo sostenía que, para efectos
del artículo 29 de la LIR, los CAP que hubieran acordado llevar contabilidad
independiente a la de sus socios o partes contratantes atribuirían sus resultados a
las personas jurídicas o naturales que lo integraban o que fueran parte
contratante al cierre del ejercicio gravable o al término del contrato, lo que
ocurriese primero, fijando así el momento del nacimiento de la obligación
tributaria del asociado.

• Artículo 54 del Reglamento de la LIR. Este artículo establecía que, en cuanto


a las rentas de tercera categoría, en el caso de las asociaciones en participación
que llevaran contabilidad independiente a las partes contratantes, debían atribuir
sus resultados al cierre del ejercicio o al término del contrato, según
corresponda, en aplicación del artículo 18 del mismo reglamento. Asimismo,
precisaba que, para efecto de los pagos a cuenta mensuales que correspondía
efectuar a las partes contratantes domiciliadas, se debía considerar que los
ingresos mensuales se considerarían atribuidos a las partes en la misma
proporción en que hubieran acordado participar de la renta neta anual.

En términos generales, el CAP, hasta antes de 1999, se regulaba tal como se indicó
líneas arriba, ya que, posteriormente, dichas normativas fueron derogadas con la
emisión de la Ley N.° 27034 y Decreto Supremo N.° 194-99-EF.

4. Derogación de la antigua normativa que


regulaba a la asociación en participación
Con la emisión de la Ley N.° 27034 y el Decreto Supremo N.° 194-99-EF se realizaron
un conjunto de cambios a la normativa de los CAP. Entre estos cambios tenemos a los
siguientes:
• Se eliminan todas las normas que regulaban el régimen de atribución de rentas e
ingresos en la LIR y su reglamento en cuanto a la asociación en participación.

• Se emitió la Séptima Disposición Final y Transitoria del Decreto Supremo 194-


99-EF2, que aclara desde cuándo se aplicará el nuevo régimen. Asimismo,
establece reglas para rectificar declaraciones juradas en las que se hubiese errado
al declarar con aplicación del artículo 170 del Código Tributario para eximir de
intereses y sanciones.

• La exposición de motivos de la Ley N.° 27034 señalaba que el asociado no debe


pagar renta. Explica la propuesta de eliminar la referencia a las asociaciones en
participación, se señala que: “De conformidad con el artículo 441 de la nueva
Ley General de Sociedades, las asociaciones en participación no tienen
personería jurídica, razón social ni denominación, correspondiendo al asociante,
de manera única y exclusiva, la gestión del negocio o empresa, sin que el
asociado asuma ninguna obligación frente a terceros. En consecuencia, carece de
sustento jurídico atribuir rentas al asociado u obligar a la asociación en
participación a llevar contabilidad independiente”.

Por su parte, la Sétima Disposición Final y Transitoria del Decreto Supremo 194- 99-EF
dispone lo siguiente:

Precísase que lo establecido en la Ley


N.° 27034 es aplicable en el ejercicio
gravable de 1999, incluso para
aquellos contratos de colaboración
empresarial durante 1999 hubieran
atribuido sus ingresos a las personas
naturales o jurídicas que las integren
o sean partes contratantes para
efecto de los pagos a cuenta del
impuesto, se deberá presentar las
declaraciones rectificatorias y el pago
respectivo hasta el vencimiento del
plazo para la presentación de la
declaración jurada anual del ejercicio
1999. Para este efecto, será de
aplicación lo dispuesto en el numeral
1 del artículo 170 del Código
Tributario.
Tratándose de asociaciones en
participación que hubieran llevado
contabilidad independiente de la de
sus partes contratantes y atribuido
los correspondientes ingresos,
durante el referido ejercicio, será
aplicable a dichas partes lo dispuesto
en el párrafo anterior en el que se
refiere a la presentación de las
declaraciones rectificatorias y el
numeral 1 del artículo 170 del Código
Tributario.
La SUNAT dictará las normas
complementarias para la aplicación
de lo dispuesto en la presente
disposición.

Es en consecuencia de esta Disposición Final y Transitoria que se emite la Resolución


de Superintendencia N.° 042- 2000/SUNAT3. Esta resolución dispuso lo siguiente:

Artículo 4.- Declaración jurada


anual 1999 del asociante
A efecto de dar cumplimiento a lo
establecido en el tercer párrafo de la
Sétima Disposición Transitoria y Final
del Decreto Supremo N.° 194-99-EF,
el asociante presentará su
Declaración Jurada Anual del ejercicio
gravable 1999, determinando el
impuesto a la renta que le
corresponda pagar. Para tal fin,
considerará como parte de sus
ingresos y gastos los
correspondientes a la asociación.
Artículo 5.- Pagos a cuenta
realizados por el asociado durante
el ejercicio gravable 1999
El asociado podrá utilizar la totalidad
de los pagos a cuenta que hubiese
realizado durante el ejercicio
gravable 1999 según lo previsto en el
inciso b) del artículo 88 de la Ley del
Impuesto a la Renta, incluso los
realizados por concepto de los
ingresos que le atribuyó la
Asociación.

Lo dispuesto por la citada norma es producto de la transitoriedad de un régimen a otro y


tiene su origen, como la propia norma lo dispone, en lo señalado en el tercer párrafo de
la Séptima Disposición Transitoria y Final del Decreto Supremo N.° 194-99-EF. Esta
transitoriedad evidencia el cambio de un régimen a otro, ya que no se entendería el
cambio normativo para establecer un esquema idéntico al derogado.
Finalmente, una resolución de superintendencia reguló aspectos sustanciales de la LIR,
dejando de lado o violando el principio de reserva de ley.

5. Aspectos que no ha analizado el Tribunal Fiscal


• El TF no ha analizado a detalle cómo se conforma y/o desnaturaliza un CAP,
pero sí deja claras sus características.

• El TF no ha indicado que el CAP reparte dividendos, si no que quien lo hace es


el asociante, con todas las consecuencias que eso puede generar.

• El TF no ha sostenido que no se puede decir “costos” en un CAP. Otra cosa es si


alguien usó mal un CAP y, por efecto de la RTF, ahora no lo puede deducir,
pero eso no es efecto de la RTF sino del mal uso del contrato.

• El TF no ha dicho nada sobre la emisión de comprobante de pago por parte del


asociado por su contribución, aunque sí está claro que el contrato puede ser
oneroso.

• El TF no ha especificado nada sobre el tratamiento de las operaciones alrededor


de este contrato en cuando al IGV, pero ha dejado en claro que el contrato puede
ser oneroso.

6. Concordancia y crítica a lo dispuesto en la RTF


N.° 02398-11-2021 (ROO)
En primer lugar, concordamos cuando el TF establece que el asociante debe tributar una
renta de tercera categoría, ya que el asociante combina el factor capital y trabajo; es
decir, de acuerdo a las características propias del CAP, podemos evidenciar que es el
asociante quien cumple un rol activo en el negocio.

Por su parte, el asociado no desempeña ninguna función activa, ni tampoco combina el


factor capital y trabajo para poder afirmar que cumple un rol similar a la del asociante.
El asociado simplemente está a la espera de que el resultado que vaya a obtener el
contrato sea positivo. Por lo tanto, el asociado nunca podría generar una renta de tercera
categoría, ya que cumple una función pasiva en el CAP. La RTF de observancia
obligatoria señala que el asociante tributa el 100 % del impuesto a la renta respecto a las
utilidades que ha generado. Sobre este punto, estamos de acuerdo.

No obstante lo antes mencionado, discrepamos con la posición del TF cuando indica


que califica como “dividendo” aquello que reparte el asociante al asociado.

Ahora bien, el TF sustenta que aquello que entrega el asociante al asociado tiene su base
legal en el artículo 24-A inciso a) de la LIR, lo cual tiene una sutileza, pues indica lo
siguiente:

Artículo 24-A.- Para los efectos del


impuesto, se entiende por
“dividendos” y cualquier otra de
distribución de utilidades
a) Las utilidades que las personas
jurídicas a que se refiere el artículo 14
de la ley distribuyan entre sus socios,
asociados, titulares, o personas que las
integran, según sea el caso, en efectivo
o en especie, salvo mediante títulos de
propia emisión representativos del
capital”.

Nuestra crítica al fallo va por el hecho de que este artículo hace mención a las
“utilidades que las personas jurídicas” reparten utilidades a sus socios o asociado. La
relación existente entre una sociedad anónima y sus socios es una relación societaria,
pero en el caso de la asociación en participación no es una persona jurídica, no existe
una relación societaria entre un asociante y el asociado.

De acuerdo con el artículo 24-A, inciso g) de la LIR, tiene que existir una persona
jurídica y una relación jurídica con su parte integrante. Ello no aplica para el caso de un
CAP4, ya que CAP no es una persona jurídica ni el asociado es una parte integrante del
asociante, es decir, entre ambos no existe una relación societaria. En dicha figura no
podríamos establecer que existen las características necesarias para calificar que dicho
reparto califica como una distribución de dividendos.

Ahora bien, la figura que regula el Tribunal Fiscal en la resolución de observancia


obligatoria es la siguiente:

Es decir, de acuerdo con la base legal que cita el TF, el artículo 24-A, inciso a) de la
LIR encajaría únicamente en el caso de que el asociante sea una persona jurídica, pero
la mencionada norma legal ya no podría aplicarse en el caso que el asociante fuese una
persona natural con negocio, lo cual podría ocurrir en la realidad.
El artículo 14 de la Ley del Impuesto a la Renta hace un listado de contribuyentes, entre
ellos algunos son personas jurídicas y otras no, y de acuerdo a como está tipificado el
artículo 24-A inciso g) de la LIR, solo resulta aplicable a contribuyentes que son
personas jurídicas y no resulta aplicable a los Contratos de Asociación en Participación,
es decir, no hay forma de sustentar que lo que entrega el asociante al asociado califique
como dividendos, es decir, discrepamos en cuanto el Tribunal Fiscal afirma que lo
entregado por el asociante al asociado califica como distribución de dividendos, pues
estaríamos ante una falta al principio de reserva, pues no hay ninguna norma legal que
indique que los Contratos de Asociación en Participación o que aquello que entrega el
asociante al asociado es una distribución de dividendos.

El artículo 24-A, inciso a) de la Ley del Impuesto a la Renta, ya no resultaría aplicable


para el caso en el que el asociante se una persona natural (con negocio), la siguiente
figura:

7. Modificaciones realizadas por el Decreto


Legislativo N.° 1541
El artículo 5 del Decreto Legislativo N.° 1541 (26-03-22) incorpora el inciso i) al
artículo 24-A de la Ley del Impuesto a la Renta del siguiente modo:

Artículo 24-A.- Para los efectos del


impuesto se entiende por dividendos y
cualquier otra forma de distribución
de utilidades:
[…]
i) La participación del asociado de un
contrato de asociación en
participación.”
Lo que hace en buenas cuentas esta modificatoria es brindar un sustento legal a lo
regulado en la resolución de observancia obligatoria bajo comentario, pues previo a la
emisión de este Decreto Legislativo N.° 1541 no existía norma alguna que indicase que
aquello que entrega el asociante al asociado califica como reparto de dividendos. Es por
ello que mucho se indicaba que el fallo del Tribunal Fiscal en la resolución de
observancia obligatoria violaba el principio de reserva de ley, pues no había norma
alguna en la cual se indicase que califica como reparto de dividendos lo que entrega el
asociante al asociado.

Por otro lado, el Decreto Legislativo N.° 1541 a efecto de dejar en claro la regulación de
los contratos de asociación en participación incorpora la quincuagésima quinta
disposición transitoria y final a la Ley del Impuesto a la Renta:

Quincuagésima Quinta.-Tratamiento
de los contratos de asociación en
participación
Para efectos de la presente Ley, los
contratos de asociación en
participación tienen el tratamiento que
se indica a continuación:
1. Las contribuciones del asociado se
encuentran gravadas con el impuesto a
la renta, de conformidad con las
disposiciones que regulan el referido
impuesto.
2. La participación del asociado no
constituye costo o gasto deducible
para el asociante.
3. La obligación de retener a que se
refiere los articulo 73-A y 76 de la ley
también es aplicable a los asociantes,
respecto de la utilidades que
distribuyan a favor de los asociados
cuando estos sean personas naturales,
sucesiones indivisas o sociedades
conyugales que optaron por tributar
como tales, domiciliadas en el país, o
personas no domiciliadas en el país,
respectivamente. La obligación de
retener nace cuando los dividendos y
otras formas de distribución de
utilidades se pongan a disposición en
efectivo o en especie.
4. El asociante debe registrar en
subcuentas especiales las operaciones
del negocio objeto del contrato de
asociación en participación.
5. Las demás disposiciones de la
presente ley y su reglamento se
aplican en tanto no se opongan a lo
establecido en los incisos
precedentes.”
Referencias

2. Este reglamento del Decreto Supremo N.° 194-99-EF salió demasiado tarde, así como las
modificaciones al Reglamento del Impuesto a la Renta (casi un año tarde). Los contribuyentes siguieron
aplicando la normativa anterior de la asociación en participación. Es por ello que se tuvo que eximir de
intereses y sanciones. ↑
3. Esta resolución se emitió con base en la Sétima Disposición Final y Transitoria del Decreto Supremo
N.º 194-99-EF, que en su último párrafo señala que la SUNAT dictará las normas complementarias para
la aplicación de lo indicado en dicha disposición. ↑
4. El CAP no califica como una persona jurídica para efectos del impuesto a la renta. ↑

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