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Luis Hernández Berenguel

TEMA I

IMPUESTO A LA RENTA - DIVIDENDOS

Ponencia General

Dr. Luis Hernández Berenguel

A partir del 1 de enero del presente año están en vigencia las normas contenidas en
la Ley No. 27804 que restablece el Impuesto a la Renta sobre dividendos, con
algunas similitudes con respecto al régimen que rigió hasta el 31 de diciembre de
1993 pero también con características propias y diferentes a las que existían bajo
dicho régimen que lo convierten en un “impuesto cedular”.

En plena vigencia del nuevo régimen –más concretamente, el 13 del mes en curso-,
ha sido publicado el Decreto Supremo No. 017-2003-EF que, entre otras normas,
contiene algunas normas reglamentarias relativas al Impuesto a la Renta sobre
dividendos.

De las seis Ponencias Individuales presentadas, sólo una de ellas -la que corres-
ponde a Beatriz De la Vega Rengifo-, que fue entregada después de la publicación de
las normas reglamentarias, contiene el análisis de dichas normas. Las otras cinco
Ponencias Individuales -preparadas por Humberto Medrano Cornejo, Gonzalo La

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

Torre Osterling, Juan Antonio Vermejo Ruiz, Cecilia Hernández Patiño y Eduardo
Pflücker de los Ríos- fueron entregadas antes de la publicación de las normas
reglamentarias y por ello no contienen un análisis de las citadas normas.

1. Aspectos del presupuesto de hecho de la Ley que grava con el Impues-


to a la Renta los “dividendos y cualquier otra forma de distribución de
utilidades”.

El Artículo 8 de la Ley No. 27804 define los “dividendos y cualquier otra forma
de distribución de utilidades”, incorporando a la Ley del Impuesto a la Renta -en
adelante, la LIR- el Artículo 24-A que contiene un texto con siete incisos o
literales.

Nótese que en realidad se legisla sobre dos instituciones diferentes para el de-
recho societario, como son, en primer lugar, los dividendos y, en segundo lu-
gar, otras formas de distribución de utilidades, aun cuando se les confiere el
mismo tratamiento tributario en relación con el Impuesto a la Renta. En efec-
to, cuando la norma societaria alude a dividendos, se refiere a la distribución
de utilidades de las sociedades anónimas y en comandita por acciones.

Sin embargo, para efectos de la presente Ponencia General, por razones prácti-
cas y para evitar repeticiones innecesarias, en adelante trataremos de englobar
ambos conceptos bajo la denominación única de “dividendos” .

En rigor, cada literal contiene un tipo distinto de dividendo, conforme lo pasa-


remos a analizar.

1.1 Distribución de Utilidades

a) Aspecto Material u Objetivo

El literal a) contempla el caso de las utilidades que distribuyan las


personas jurídicas a que se refiere el Artículo 14.

Según dicho Artículo 14, tal como está vigente desde el 1 de enero
del presente año -es decir, luego de haberse derogado su inciso j)
por la Primera Disposición Transitoria y Final de la Ley No. 27804-
son personas jurídicas: las sociedades constituidas en el país; las
cooperativas, incluidas las agrarias de producción; las empresas de
propiedad social; las empresas de propiedad parcial o total del

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Luis Hernández Berenguel

Estado; las asociaciones, comunidades laborales incluidas las de


compensación minera y las fundaciones no consideradas en el Ar-
tículo 18 de la LIR; las empresas unipersonales, sociedades y enti-
dades de cualquier naturaleza, constituidas en el exterior, que en
cualquier forma perciban renta de fuente peruana; las empresas in-
dividuales de responsabilidad limitada, constituidas en el país: las
sucursales, agencias o cualquier otro establecimiento permanente
en el país de empresas unipersonales, sociedades y entidades de
cualquier naturaleza constituidas en el exterior; las sociedades
agrícolas de interés social; las sociedades irregulares previstas en
los numerales 5 y 6 del Artículo 423 de la Ley General de Socie-
dades -es decir, aquellas que se han transformado sin observar las
disposiciones de dicha ley, o cuando continúan en actividad no
obstante haber incurrido en causal de disolución prevista en la ley,
el estatuto o el pacto social-; la comunidad de bienes -en nuestra
opinión, sólo si llevan contabilidad independiente-; y los joint ven-
tures, consorcios y otros contratos de colaboración empresarial
que lleven contabilidad independiente de la de sus socios o partes
contratantes.

Dada justamente esa variada clasificación de personas jurídicas, el


literal a) del Artículo 8 de la Ley No. 27804 se refiere a la distribu-
ción de utilidades que cualquiera de ellas efectúe a favor de sus so-
cios, asociados, titulares o personas que las integran, según sea el
caso.

Se configura el dividendo tanto si la distribución de utilidades es


en efectivo como si lo es en especie.

El propio inciso a) no califica como dividendo la distribución de


utilidades en títulos de propia emisión representativos del capital
de la respectiva persona jurídica. Es decir, la capitalización de utili-
dades no califica como dividendo. Esta inafectación está enuncia-
da con carácter general en el Artículo 10 de la Ley No. 27804, que
sustituye el Artículo 25 de la LIR, al señalar que no se consideran
dividendos ni otras formas de distribución de utilidades la capitali-
zación de utilidades, reservas, primas, ajuste por reexpresión,
excedentes de revaluación, o de cualquier otra cuenta de patri-
monio.

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

Hubiera bastado que el inciso a) bajo análisis hiciera mención a la


capitalización de utilidades, para no hacer referencia a un concep-
to como el de “títulos de propia emisión”, pues éstos no se gene-
ran en todos los casos en que las personas jurídicas del Artículo
14 de la LIR capitalizan utilidades. Empero, esta última referencia,
parcial, pues no engloba todos los casos de capitalización de utili-
dades, y es por lo tanto imprecisa, queda completada y precisada
por el Artículo 10 de la Ley No. 27804.

Humberto Medrano coincide con esta apreciación al señalar que la


expresión "el valor nominal de los títulos representativos del capital"
sólo puede estar referida “... a determinadas empresas y, por lo
tanto, no parece ser coherente aludir también a los ‘asociados o
personas que la integran’ por cuanto en esos casos no existen tales
títulos representativos”.

Medrano realiza otras interesantes apreciaciones: que la definición


de dividendos o utilidades no se vincula con la renta neta obtenida
por la empresa y que no se ha precisado si el impuesto resulta
aplicable a las distribuciones que efectúen las empresas que, por
determinadas leyes especiales, están sujetas a una tasa distinta,
mencionando al efecto el caso de las empresas agrarias y las inclui-
das en la Ley No. 27037 de Fomento a la Inversión en la Amazo-
nía.. Opina que como “... quiera que la ley no contempla ninguna
excepción, entendemos que también en esos casos el impuesto de
4.1% resulta operante, con lo cual se habría producido un notorio
incremento de la presión tributaria en esos sectores”.

Agrega Medrano que “... la ‘aséptica’ definición contenida en la ley


lleva a la conclusión de que cualquier distribución de dividendos o
utilidades está sujeta al 4.1% aun cuando la empresa hubiera
estado excluida de la obligación de pagar el impuesto que le co-
rresponde”. Este criterio ha sido corroborado por el numeral 3 del
inciso b) del Artículo 13 del Reglamento de la LIR, tal como ha
sido sustituido por el Artículo 6 del Decreto Supremo No. 017-
2003-EF, aun cuando sólo respecto de rentas exoneradas y no de
las inafectas.

Por ello, Medrano concluye que: “En cambio, con el nuevo ordena-
miento legal, la circunstancia de que la empresa goce de exone-

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ración o inafectación, no altera el régimen que corresponde a sus


socios o accionistas, pues la distribución que efectúe tal empresa
siempre implicará para los perceptores la obligación de tributar el
4.1% del Impuesto a la Renta. Por lo tanto, se ha pasado de 0% a
4.1% de imposición, ya que al distinguirse entre dos sujetos y dos
materias imponibles los regímenes de incentivos que pudieran am-
parar a la sociedad no pueden ser esgrimidos por los socios o ac-
cionistas frente al impuesto a los dividendos”.

El Artículo 88 del Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo


22 del Decreto Supremo No. 017-2003-EF, señala que por distri-
bución de utilidades se comprende, entre otros conceptos, a la dis-
tribución de reservas de libre disposición y al adelanto de utilidades.

Dividendos a Cuenta

Este tema es analizado en detalle por Juan Antonio Vermejo. A


continuación extractamos los aspectos más importantes de su
trabajo:

i) “...los Dividendos a Cuenta acordados en este año 2002, con


cargo a los beneficios que se dividan o repartan una vez
aprobado el balance anual que los reporte, tienen especial
importancia por cuanto en nuestro medio legal se reconoce
que desde su generalización en el año 1985, no cabía la
menor duda que eran dividendos, y que como tales tributa-
ban el impuesto a la renta de cargo del accionista”.

ii) “El artículo 176 de la Ley General de Sociedades permite ba-


lances por períodos menores, llamados también parciales,
especiales o extraordinarios”.

iii) “La legislación nacional vigente permite la distribución de


Dividendos a Cuenta durante el ejercicio, con los requisitos y
sanciones previstos en el artículo 230 de la Ley General de
Sociedades”.

iv) Señala que la Resolución CONASEV No. 372-84-EFC/90


publicada el 3 de diciembre de 1984 “...afirma interpretando
la legislación societaria de esa fecha, que sólo es posible dis-

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

tribuir dividendos sobre las utilidades reflejadas en el balance


de cierre del ejercicio. En todo caso, antes de la aprobación
del balance anual no puede haber dividendo sino créditos
con cargo a las utilidades del ejercicio”.

v) Hace referencia a que Julio Salas, respecto de la citada Reso-


lución, “... sostenía que es válida una distribución de utili-
dades realmente obtenidas provenientes de un balance ela-
borado con sujeción a normas legales y contables, aun cuan-
do no corresponda al balance del ejercicio. Asimismo, afir-
maba que cuando un accionista recibía un dividendo a cuen-
ta de las utilidades de la Sociedad, estaba recibiendo la mate-
rialización de aquel derecho expectaticio que la doctrina y
las legislaciones, identifican como el derecho a participar en
el reparto de utilidades”.

vi) Cita a Jorge Ossio para señalar que “... coincide con la Reso-
lución de CONASEV, el derecho al dividendo sólo nace
cuando la junta general lo declara formalmente. En el Di-
videndo a Cuenta hay una devolución vía compensación, del
crédito que representa el Dividendo a Cuenta con el crédito
que surge en favor de los socios perfeccionado el Dividendo”.

vii) Agrega que tanto para Julio Salas como para Jorge Ossio “...
el Dividendo a Cuenta tributa el Impuesto a la Renta sobre
los Dividendos de cargo del accionista. Para uno porque
siendo válida la distribución anticipada de utilidades, el efec-
to impositivo es obvio. Para el otro, no porque jurídicamente
no es Dividendo pero sí por su interpretación económica. Es
decir, es un Dividendo en lo económico y por ello tributa”.

viii) Opina que “... la evolución del Derecho Societario Nacional y


la situación peculiar de la tasa adicional para este año 2002,
no permiten arribar a la misma conclusión como más ade-
lante lo veremos al exponer las normas del Impuesto a la
Renta vigentes para este período”.

ix) Cita a Messineo en su “Derecho Civil y Comercial” Tomo V


pp. 506, comentado por Julio Salas: “... la cantidad a cuenta
del dividendo es un anticipo sobre un crédito de eventual y

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futura maduración a la que confiere eficacia la eventual suce-


siva deliberación de distribución de utilidades”. Añade Ver-
mejo que: “Si tuviéramos en consideración de que el acuerdo
de reparto o división de Utilidades entre los accionistas es un
contrato, la utilidad dividida aún no existe para el accionista
que recibe su anticipo y el Dividendo a Cuenta podrá ser una
forma de alentar o retribuir a los inversionistas, pero no una
modalidad de Distribución de Utilidades”.

x) Menciona que “... la Tercera Disposición Transitoria y Final


de la Ley 27804, precisa que la tasa adicional de 4.1% no
entrará en vigor para el año 2002. Por la razón que las uti-
lidades del año 2002 que se distribuyan por acuerdos que se
tomen dentro de la vigencia de la Ley 27804, estarán sujetos
a la tasa adicional de 4.1%, recién a partir del año 2003 y de
cargo de la persona natural beneficiada con el reparto de uti-
lidades”, agregando que: “Implícitamente tiene la premisa
de que las utilidades del 2002 solo se pueden distribuir ce-
rrado el ejercicio”.

xi) En su opinión “... los acuerdos de Dividendos a Cuenta para


efectos tributarios no son una distribución de utilidades y,
particularmente, para los acordados durante el año 2002 no
están sujetos a la tasa adicional”. Añade que ello es así “...
no solo en virtud de las disposiciones transitorias de la Ley
27804 aplicables a las utilidades del año 2002, sino incluso
para los Dividendos a Cuenta que se acuerden a partir del
año 2003 como anticipo de las utilidades de dicho ejercicio”.
Termina recomendando que “... en vista de la incertidumbre
generada por el cambio de legislación, ocurrido en este año,
en el que se modifica la tributación de la distribución de uti-
lidades; SUNAT considere los pagos de la tasa de 4.1% reali-
zados como un anticipo compensable con el impuesto que
la Sociedad deba retener, una vez perfeccionado el Dividen-
do, en aplicación de la Segunda Disposición Transitoria y
Final de la Ley 27804”.

b) Aspecto Personal

Son contribuyentes los socios, asociados, titulares y personas que

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

integran la persona considerada jurídica por el Artículo 14 de la


LIR que distribuye las utilidades.

b) Aspecto Temporal

Resulta de vital importancia conocer cómo ha regulado la Ley No.


27804 el aspecto temporal del presupuesto de hecho o hipótesis
de incidencia.

Los dividendos son tratados como una renta especial que no se


suma a ninguna otra renta y que están también sujetos a un
Impuesto a la Renta con tasa especial. En la mayoría de los casos
el Impuesto es retenido por quien distribuye el dividendo o la utili-
dad, y el contribuyente de ese impuesto es el perceptor del divi-
dendo, salvo la excepción constituida por el caso de las sumas o
entregas en especie no sujetas a posterior control tributario -en
que el contribuyente es la persona jurídica que realizó el desem-
bolso-, constituyendo un caso sui géneris el de los ingresos no de-
clarados por una persona jurídica, que no califican como dividen-
dos y que tiene como contribuyente a dicha persona jurídica.

Nótese que en el caso de dividendos de fuente peruana, la renta es


de segunda categoría, mientras que el dividendo de fuente extran-
jera no tiene categoría.

En el caso de los dividendos de fuente peruana, de no haber regla


especial de imputación del dividendo, estrictamente debería apli-
carse la regla de imputación de rentas contenida en el inciso c) del
Artículo 57 de la LIR, según la cual las rentas que no sean ni de
primera ni de tercera categoría se imputan al ejercicio gravable en
que se perciban.

En lo que se refiere a los dividendos de fuente extranjera, al no


tener categoría sólo puede resultar de aplicación la norma de im-
putación ya comentada del inciso c) del Artículo 57 de la LIR, que
se refiere a las “demás rentas”, que son aquellas distintas a las de
primera y tercera categorías, y que según el referido inciso c)
deben ser imputadas al ejercicio gravable en que se perciban.

Sin embargo, la norma contenida en la Segunda Disposición Tran-

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Luis Hernández Berenguel

sitoria y Final de la Ley No. 27804, señala que dicha ley se aplica
para los acuerdos de distribuciones de dividendos u otras for-
mas de utilidades que se adopten a partir del 1 de enero del 2003.
En otras palabras, la obligación tributaria nace en la fecha del
acuerdo. Sin embargo, resulta claro que el simple acuerdo de dis-
tribución no necesariamente implica la percepción inmediata del
dividendo.

Para Medrano “... si la junta u órgano competente acuerda hoy


que las utilidades se distribuirán en un determinado momento del
futuro, la obligación de pagar el tributo surgiría el día de hoy en
que se adoptó el acuerdo”, pero considera “... que sería deseable
precisar (puede hacerse en vía reglamentaria) que el ‘acuerdo’ no
se refiere a la fecha en que se reúna el órgano competente para de-
cidir la distribución, sino la oportunidad en que, según dicho
acuerdo, habrá de materializarse la distribución”.

Agrega Medrano que “En esa misma línea de razonamiento, la junta


podría decidir la distribución pero puntualizando que la entrega
física de las utilidades se efectuará cuando la empresa cuente con
liquidez suficiente para ello. En ese supuesto el hecho imponible
surgiría cuando de los libros aparezca que la empresa, en efecto,
contó con los recursos necesarios para proceder a la distribución”.

Sobre este particular, Medrano termina señalando, al referirse al


anterior régimen tributario sobre los dividendos, que “... la juris-
prudencia -después de ciertas vacilaciones- optó por considerar
que el "hecho imponible" no se producía por el simple acuerdo de
distribución de las utilidades sino en la fecha contemplada por la
junta para materializar la entrega efectiva de los recursos corres-
pondientes”, por lo que para él: “Sería deseable que las normas
legales y reglamentarias no dejaran ninguna duda sobre aspecto
tan importante”.

Para Gonzalo La Torre, de la Ley No. 27804 se desprende que la


obligación tributaria nace cuando se produce “la distribución
efectiva de las utilidades”. Señala que por ello el Artículo 73-A de
la LIR “establece, como excepción, que no procede la retención
cuando la distribución ‘se efectúe’ a favor de personas jurídicas
domiciliadas”, agregando que: “Dicha norma también hace refe-

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

rencia a la distribución efectiva del dividendo”.

En opinión de Gonzalo La Torre, tal interpretación “... guarda rela-


ción con lo dispuesto por el artículo 72 de la misma Ley del Im-
puesto a la Renta, el cual establece, como regla general, que la re-
tención del Impuesto a la Renta que grava las rentas de segunda
categoría (como es el caso de los dividendos) se efectúa en el mo-
mento del pago de la renta”.

Para La Torre: “Distinto es el caso de las rentas de fuente peruana


pagadas a sujetos no domiciliados, en el que la norma (artículo 76
de la Ley del Impuesto a la Renta) establece expresamente que la
retención debe efectuarse cuando se efectúe el registro contable
del gasto, sin perjuicio de que no haya operado el desembolso
efectivo”.

Ahora bien, el Artículo 89 del Reglamento de la LIR, incorporado


por el Artículo 22 del Decreto Supremo No. 017-2003-EF, señala
que la obligación de retener el 4.1% nace en la fecha de adopción
del acuerdo de distribución o cuando los dividendos y otras formas
de utilidades distribuidas se pongan a disposición en efectivo o en
especie, lo que ocurra primero

Con un afán puramente recaudatorio, y al contrario de lo que se-


ñala el Artículo 89 del Reglamento, la Sexta Disposición Final del
Decreto Supremo No. 017-2003-EF va más allá de la ley al esti-
pular que en los acuerdos de distribución de dividendos y cual-
quier otra forma de distribución de utilidades que se hubiera
tomado -debe entenderse “adoptados”- en ejercicios anteriores al
2003, la obligación de retener nace con la distribución o puesta a
disposición de dividendos y cualquier otra forma de distribución de
utilidades. Lo que se ha querido evitar es el no pago del 4.1% para
las distribuciones efectuadas después de la publicación de la Ley
No. 27804, si la percepción del dividendo no se ha producido
hasta el 31 de diciembre del 2002.

Beatriz De la Vega formula varios cuestionamientos. En primer


lugar, “... cuestiona que la Ley 27804 considerara gravados con el
Impuesto a los Dividendos incluso a las utilidades generadas en
ejercicios anteriores...”, agregando que es “... mucho más cues-

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tionable aún que las disposiciones reglamentarias, excediendo lo


ya cuestionado, hayan precisado que es aplicable el Impuesto a los
Dividendos incluso a los acuerdos llevados a cabo en ejercicios
anteriores al 2003. Dicho exceso constituiría una vulneración al
principio de legalidad dispuesto en el Artículo 74 de la Cons-
titución Política del Perú y la Norma IV del Título Preliminar del
Código Tributario en la medida que el alcance de la norma tributa-
ria es un aspecto que debe regularse expresamente por Ley o De-
creto Legislativo más no por vía reglamentaria”.

Hay un caso especial que merece un tratamiento diferenciado que


es el de los dividendos generados por sucursales, agencias y esta-
blecimientos permanentes en el país de personas jurídicas no do-
miciliadas, cuya regulación está prevista en el segundo párrafo del
inciso e) del Artículo 56 de la LIR, tal como ha sido sustituido por
el Artículo 18 de la Ley No. 27804.

Nótese que en dicho caso quien obtiene el dividendo es una per-


sona jurídica no domiciliada en el país y que para ser otorgado no
existe un acuerdo de distribución.

Si La Ley No. 27804 aplicara la regla de imputación prevista en el


inciso c) del Artículo 57 de la LIR, debería entenderse nacida la
obligación cuando el dividendo es percibido por dicha persona jurí-
dica no domiciliada.

Sin embargo, la norma contenida en el segundo párrafo del inciso


e) del Artículo 56 de la LIR debe ser entendida como la solución
especial dada por el legislador respecto de cuándo se percibe el di-
videndo por la casa matriz o titular del exterior. Al efecto, se con-
sidera percibido el dividendo -la ley menciona la frase “se enten-
derán distribuidas las utilidades”- en la fecha de vencimiento
del plazo para la presentación de la declaración jurada anual
del Impuesto a la Renta de la sucursal u otro tipo de estable-
cimiento permanente.

d) Aspecto Espacial

Analizaremos aquí el tratamiento que corresponde otorgar al divi-


dendo de fuente peruana y al dividendo de fuente extranjera.

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

Las normas aplicables en el presente caso son los Artículos 5 y 7


de la Ley No. 27804.

Según el Artículo 5, sustitutorio del encabezado del primer párrafo


del Artículo 22 de la LIR, sólo las rentas afectas de fuente peruana
se califican en categorías. Las rentas de fuente extranjera, por lo
tanto, no tienen categoría.

De otro lado, el Artículo 7 de la Ley No. 27804, al incorporar el


inciso i) al Artículo 24 de la LIR señala que los dividendos y cual-
quier otra forma de distribución de utilidades, constituyen rentas
brutas de segunda categoría, exceptuando de tal categorización a
las sumas o entregas en especie en que incurre la persona jurídica
y que al no estar sujetas a posterior control tributario califiquen
como dividendos.

Desde un punto de vista teórico, en el caso de dividendos, la renta


es de fuente peruana o de fuente extranjera según el territorio
donde se generó la renta que se va a distribuir y en que se acor-
dará la distribución. Si la renta que se va a distribuir se generó en
territorio nacional y por ende en dicho territorio se acordará su
distribución, el dividendo será de fuente peruana. Por el contrario,
si la renta que se va a distribuir se generó en territorio extranjero y
en éste se acuerda su distribución, el dividendo es de fuente ex-
tranjera.

En consecuencia, podemos extraer respecto de este tema las si-


guientes conclusiones:

d.1 Las personas domiciliadas o no domiciliadas en el país que


obtienen dividendos o utilidades distribuidas por una perso-
na jurídica domiciliada en el país, están obteniendo una
renta afecta de fuente peruana, de segunda categoría. En
cuanto al perceptor de esta renta, constituyen casos espe-
ciales, que trataremos más adelante, los dividendos que ob-
tenga una persona jurídica domiciliada en el país, así como
los obtenidos por los Fondos Mutuos de Inversión en Valo-
res, los Fondos de Inversión y los Patrimonios Fideicometi-
dos de Sociedades Titulizadoras.

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Luis Hernández Berenguel

d.2 Las personas domiciliadas en el país que obtienen dividen-


dos o utilidades de personas jurídicas no domiciliadas en el
país, están obteniendo rentas de fuente extranjera, afectas al
Impuesto a la Renta.

d.3 Las personas no domiciliadas en el país que obtienen divi-


dendos o utilidades de personas jurídicas no domiciliadas,
también están obteniendo rentas de fuente extranjera, pero
ellos no tributan en el Perú, conforme lo explicamos en el
literal d.4 siguiente.

d.4 Las personas no domiciliadas en el país que obtienen renta


de fuente extranjera, no están respecto de ellas sometidas a
la LIR. Vale decir, no tienen que pagar en el Perú el Impues-
to a la Renta sobre rentas de fuente extranjera.

d.5 Las personas domiciliadas en el país que obtienen dividen-


dos o utilidades de personas jurídicas no domiciliadas deben
tributar sobre la renta de fuente extranjera -consecuente-
mente, sobre los dividendos de fuente extranjera-, salvo que
el perceptor domiciliado sea una sucursal, agencia o estable-
cimiento permanente en el país de una persona jurídica no
domiciliada, pues en este último caso dicha sucursal, agencia
o establecimiento permanente sólo tributa sobre rentas de
fuente peruana.

d.6 Nótese, pues, lo siguiente:

i) Cuando se trate de sucursales, agencias o estableci-


mientos permanentes en el país de contribuyentes no
domiciliados en el país, ellas sólo tributan sobre rentas
gravadas de fuente peruana, conforme lo establece el
segundo párrafo del Artículo 6 de la LIR

ii) Los demás contribuyentes domiciliados en el país tri-


butan sobre rentas de fuente mundial y, en conse-
cuencia, a partir del 1 de enero del presente año deben
tributar sobre los dividendos que obtengan, sean de
fuente nacional o de fuente extranjera, salvo las casos
mencionados en el literal d.1 precedente.

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

iii) Las personas jurídicas no domiciliadas en el país -em-


presas unipersonales, sociedades o entidades de cualquier
naturaleza, constituidas en el exterior- sólo tributan
sobre rentas de fuente peruana. Lo cual quiere decir
que sólo estarán gravados por la LIR los dividendos de
fuente peruana que obtengan, mas no así los dividen-
dos de fuente extranjera.

e) Aspecto Mensurable

Dividendos de fuente peruana

No corresponde practicar ninguna deducción, de forma tal que el


dividendo bruto es a su vez dividendo neto sobre el cual debe
aplicarse la tasa del Impuesto a la Renta. Ello surge de lo dispues-
to en el Artículo 36 de la LIR, sustituido por el Artículo 11 de la
Ley No. 27804, concordado al efecto con el primer párrafo del Ar-
tículo 72 de la LIR, sustituido por el Artículo 21 de la Ley No.
27804.

El legislador establece, sin embargo, una regulación especial para


determinar el monto del dividendo en el caso de sucursales u otro
tipo de establecimientos permanentes en el país de personas jurí-
dicas no domiciliadas. El dividendo es igual a la renta disponible a
favor del titular del exterior. Para llegar a dicha renta disponible, se
toma como punto de partida la renta neta de la sucursal o del
establecimiento permanente pertinente. A esa renta neta se le
agregan los intereses exonerados, los dividendos u otras formas de
distribución de utilidades que la sucursal o establecimiento hubie-
ra obtenido en el ejercicio gravable, así como cualquier otro con-
cepto disponible que se hubiese generado en dicho ejercicio. Al
resultado correspondiente se le resta el monto del Impuesto a la
Renta sobre rentas de tercera categoría de cargo de la sucursal o
establecimiento permanente, que hubiere sido pagado.

Dividendos de fuente extranjera

Para Cecilia Hernández “la Ley del IR no precisa la manera de de-


terminar la renta neta de fuente extranjera”, por lo que en su opi-
nión hay que “recurrir a los principios contables”, por lo que la

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Luis Hernández Berenguel

“renta neta de fuente extranjera constituye la utilidad o pérdida


neta contable”, descartando toda posibilidad de que la renta gra-
vable sea igual, en el caso particular de los dividendos, a la renta
bruta.

Agrega que “los gastos generadores de renta de fuente extranjera


deberán deducirse contra la renta que genera dicha fuente extran-
jera y no contra la renta bruta de fuente peruana”.

1.2 Distribución del Mayor Valor atribuido por Revaluación de


Activos

a) Aspecto Material u Objetivo

El literal b) califica como dividendo la distribución del mayor valor


atribuido por revaluación de activos, tanto si tal distribución se
realiza en efectivo como en especie, exceptuándose también los
casos de capitalización de dicho excedente. A efectos de estable-
cer los alcances de la inafectación, es preciso concordar la norma,
nuevamente parcial e imprecisa, de dicho literal, en cuanto éste
alude a la distribución en “títulos de propia emisión representati-
vos del capital”, con la regla del Artículo 10 de la Ley No. 27804
que inafecta toda capitalización.

Se presenta una primera discusión sobre los alcances de este


inciso, pues no se refiere a la distribución del mayor valor atribuido
por revaluación de activos que efectúen únicamente las personas
jurídicas a que se refiere el Artículo 14 de la LIR.

Entonces, por ejemplo, podría darse el caso de que una empresa


unipersonal -no una empresa individual de responsabilidad limi-
tada- hubiera revaluado un activo y luego procediera a distribuir el
mayor valor a su dueño. Dicha empresa unipersonal no es persona
jurídica bajo el Artículo 14 de la LIR y ¿podría, por lo tanto, inter-
pretarse, que tal distribución califica como dividendo porque el
inciso b) no está circunscrito expresamente a las distribuciones
realizadas por las personas jurídicas consideradas como tales por
el Artículo 14 de la LIR?

En nuestro concepto, no cabe tal interpretación. La Ley No.

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

27804 sólo aplica para los dividendos distribuidos por aquellas


personas consideradas como personas jurídicas por el Artículo 14
de la LIR. Para seguir con el mismo ejemplo, ¿si una entidad o
contrato que no califica bajo dicho Artículo 14 como persona jurí-
dica, distribuye el mayor valor proveniente de una revaluación, el
monto así distribuido debería ser considerado entonces como una
mayor utilidad atribuida a los integrantes de tal entidad o contra-
to, que son quienes en tal caso tienen la condición de contribu-
yentes del Impuesto a la Renta? En consecuencia, ¿tales integran-
tes deberían considerar dicho monto como una renta más de ter-
cera categoría?

Medrano considera “... que resulta mercantilmente discutible la


posibilidad de distribuir como dividendos el ‘excedente de revalua-
ción’, tanto si se origina en un incremento real del valor del activo
o si el aumento es sólo nominal en razón de, por ejemplo, un pro-
ceso inflacionario, devaluación de la moneda o causas similares,
donde no estaríamos estrictamente frente a ‘utilidades obtenidas’
o, como decía la anterior LGS, ‘realmente obtenidas”. Opina que en
este caso lo que hay es “...una posibilidad de beneficio, de una
utilidad potencial, pero cuya distribución sólo sería posible cuando
la ganancia se materialice después de enajenar los bienes”.

Dentro de este orden de ideas, para Medrano “... el legislador tri-


butario estaría considerando como hecho gravable una circuns-
tancia que, desde el punto de vista del derecho mercantil, puede
considerarse un imposible”, aunque reconoce que “... esta regula-
ción es la que históricamente hemos tenido en nuestro país, sin
que se haya producido nunca una objeción en sede judicial”.

Plantea luego el caso de la distribución de un excedente de reva-


luación voluntaria, “... pero luego el acuerdo fuera judicialmente
impugnado y el juez declarara la nulidad de la distribución de los
dividendos...”, hipótesis en la cual, en su opinión, “... si tal acuer-
do es nulo ello significa que jurídicamente jamás existió y, por lo
tanto, no se habría configurado el supuesto gravado. Estrictamen-
te no debería haberse exigido el impuesto porque no estaríamos
frente a una verdadera distribución de dividendos, ya que la em-
presa -por lo menos en la parte relativa al excedente de revalua-
ción- no contaría con utilidades susceptibles de repartirse”.

28
Luis Hernández Berenguel

b) Aspecto Personal

Son contribuyentes los socios, asociados, titulares o personas que


integran la persona considerada jurídica por el Artículo 14 de la
LIR que distribuye el dividendo.

Actúa como agente de retención dicha persona jurídica.

c) Aspecto Temporal

Cuando el dividendo se genera por la distribución del mayor valor


atribuido por revaluación de activos consideramos también que es
perfectamente aplicable la Segunda Disposición Transitoria y Final
de la Ley No. 27804. Es decir, la obligación tributaria nacería
cuando el órgano respectivo de la persona jurídica acuerde la dis-
tribución de ese mayor valor.

Resulta también aquí aplicable lo expuesto en el literal c) del nu-


meral 1.1 precedente respecto de la imputación de la renta.

d) Aspecto Espacial

Resulta de aplicación lo expuesto en el literal d) del numeral 1.1 de


esta Ponencia General.

e) Aspecto Mensurable

La base imponible está constituida por el mayor valor distribuido


por la persona considerada jurídica por el Artículo 14 de la LIR que
realiza la distribución.

1.3 Reducción de Capital siguiente a una Capitalización

a) Aspecto Material u Objetivo

El tercer caso de dividendos está contemplado en el literal c), que


alude a reducciones de capital con ciertas particularidades. El
citado literal no se está refiriendo pues a toda reducción de capital.

Para que la reducción de capital califique como dividendo bajo el

29
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

literal c), en primer lugar tiene que haberse producido previamente


una capitalización de utilidades, o de excedentes de revaluación, o
de ajuste por reexpresión, o de primas, o de reservas de libre dis-
posición. En segundo lugar, dicha reducción no debe estar desti-
nada simplemente a cubrir pérdidas, quedando afecta únicamente
aquella reducción que importe una distribución a favor de los so-
cios, asociados, titulares o personas que integran la persona consi-
derada jurídica por el Artículo 14 de la LIR.

En cuanto al primer requisito, no calificaría como dividendo la


distribución de un superávit por donación previamente capitaliza-
do, pues si bien dicho superávit constituyó en su momento una
cuenta separada del patrimonio, el literal c) no lo incluye en el lis-
tado de cuentas de patrimonio que después de ser capitalizadas
dan lugar a una reducción de capital con entrega a favor de los
socios, asociados, titulares o personas que integran la persona
considerada jurídica por el Artículo 14 de la LIR.

De otro lado, cuando en su parte final el literal c) inafecta las re-


ducciones de capital que se destinen a cubrir pérdidas “conforme a
lo dispuesto en la Ley General de Sociedades”, consideramos que
la frase entrecomillada debe eliminarse, porque podría ser interpre-
tada restrictivamente para aquellos casos de reducción realizados
por sociedades reguladas en dicha ley y no para los casos de re-
ducción de capital de otras personas consideradas jurídicas por el
Artículo 14 de la LIR y que, sin embargo, no están sometidas a la
Ley General de Sociedades, como por ejemplo las empresas indivi-
duales de responsabilidad limitada o los contratos de colaboración
empresarial que llevan contabilidad con arreglo a ley.

Consideramos que la inafectación debe aplicarse en todos los ca-


sos en que la reducción de capital, siguiente a una capitalización
de las cuentas de patrimonio antes señaladas, se hace con el obje-
to de cubrir pérdidas y, por lo tanto, no genera entrega alguna a
favor de los socios, asociados, titulares o personas que integran la
persona considerada jurídica por el Artículo 14 de la LIR. Es decir,
la inafectación tiene que alcanzar a aquellos casos en que la reduc-
ción de capital está destinada a restablecer el equilibrio entre el
capital social y el patrimonio neto disminuido como consecuencia
de pérdidas, y así lo debió señalar expresamente la Ley No. 27804

30
Luis Hernández Berenguel

en vez de hacer mención a la Ley General de Sociedades.

Para Medrano es cuestionable considerar como dividendo la distri-


bución de las primas, pues no son “... beneficios generados por la
sociedad, de modo que no es posible percatarse de las razones que
pudieran haber guiado al legislador a considerar como gravada su
distribución, a contrapelo de la constante histórica en nuestro
país”, añadiendo que no hay explicación alguna en la exposición
de motivos, “... por lo que sólo cabe pensar que se persigue una fi-
nalidad recaudatoria”.

Por lo tanto, Medrano discrepa de la solución adoptada por la Ley


No. 27804, “... porque, en rigor, no se está gravando ganancias
distribuidas por la sociedad, sino beneficios obtenidos por los ac-
cionistas en su relación con terceros que desean participar del ca-
pital de la empresa, de modo que la eventual utilidad no está con-
templada como renta en el Capítulo I de la LIR”.

De otro parte, menciona Medrano que “... a diferencia de otras re-


gulaciones, no se ha establecido un periodo de tiempo dentro del
cual capitalización-reducción de capital hace surgir la obligación”.

Gonzalo La Torre opina que “no tiene ningún sustento legal que
la reducción de capital esté gravada con el impuesto a los dividen-
dos, toda vez que no califica como una distribución de utilidades”.

b) Aspecto Personal

Son contribuyentes los socios, asociados, titulares o personas que


integran la persona considerada jurídica por el Artículo 14 de la
LIR que reduce el capital.

Actúa como agente de retención dicha persona jurídica.

c) Aspecto Temporal

Cuando se trata de la reducción de capital siguiente a la capitali-


zación de utilidades, excedentes de revaluación, ajuste por reex-
presión, primas o reservas de libre disposición, no debería ser per-
tinente aplicar la Segunda Disposición Transitoria y Final de la Ley

31
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

No. 27804. En otras palabras, en nuestra opinión, no es acertado


utilizar “el acuerdo de distribución” como supuesto para el naci-
miento de la obligación tributaria, por cuanto no basta el acuerdo
de reducción de capital para que se produzca el nacimiento de la
obligación tributaria.

En efecto, la reducción de capital puede haber sido acordada pero


ello no significa que necesariamente se va a ejecutar dicha reduc-
ción porque, por ejemplo, los acreedores de la persona jurídica que
la ha acordado pueden oponerse judicialmente y si no se les paga
sus acreencias o éstas no son garantizadas adecuadamente, no
habrá forma de llevar adelante dicha reducción. Es decir, que en
este caso los socios, asociados, titulares o personas que integran
la persona jurídica que acordó la reducción de capital nunca ob-
tendrían el dividendo.

La Ley No. 27804 no ha cubierto la imprecisión en que incurre la


Segunda Disposición Transitoria y Final de dicha ley. En la reali-
dad, estamos frente a un caso en que la ley no ha regulado el as-
pecto temporal del presupuesto de hecho, por lo que estricta-
mente el tributo está incompleto y no puede ser de aplicación.

De otro lado, tampoco es posible solucionar la imprecisión por la


vía de la interpretación de la Ley No. 27804, pues existen diversas
alternativas que podrían ser escogidas como el momento en que
nace la obligación tributaria. Así, por ejemplo, se podría conside-
rar que la obligación nace cuando ha vencido el plazo legal para
que los acreedores se opongan a la reducción sin que tal oposición
se hubiera producido. O en caso de haberse producido la oposi-
ción oportunamente, cuando es declarada infundada por el juez y
la resolución queda consentida. O cuando formulada la oposición,
la persona jurídica que acordó la reducción satisface la exigencia de
los acreedores pagándoles sus créditos o garantizándolos adecua-
damente. O cuando real o efectivamente la reducción se ejecuta y
los socios, asociados, titulares o personas que integran la persona
jurídica que acordó la reducción, perciben efectivamente el divi-
dendo -lo que estaría a tono con la norma de imputación prevista
en el inciso c) del Artículo 57 de la LIR-. Inclusive podrían existir
otras alternativas de solución que sólo el legislador debió consig-
nar en la norma respectiva con rango de ley.

32
Luis Hernández Berenguel

Gonzalo La Torre considera que “cuando resulte aplicable el im-


puesto a los dividendos en la reducción de capital, la retención y
pago al fisco respectivo, deberá efectuarse en la oportunidad en
que se devuelva al accionista su inversión, ya sea total o parcial-
mente, y siempre que el acuerdo de reducción de capital haya sido
adoptado con posterioridad al 31 de diciembre de 2002”.

Ahora bien, la solución viene irregularmente por la vía de una


norma reglamentaria. En efecto, el Artículo 90 del Reglamento de
la LIR, incorporado por el Artículo 22 del Decreto Supremo No.
017-2003-EF, precisa que en el caso de reducción de capital se
considera como fecha del acuerdo de distribución a la de ejecución
del acuerdo de reducción. Agrega que se entiende ejecutado el
acuerdo de reducción en la fecha en que se otorgue la escritura pú-
blica de reducción de capital o cuando se ponga a disposición de
los socios, asociados, titulares o personas que integran la persona
jurídica, según sea el caso en efectivo o en especie, lo que ocurra
primero.

Como se puede apreciar, el Reglamento no abandona la tesis de que


en todos los casos la obligación tributaria nace en la fecha del acuerdo
de distribución -supuesto que habría escogido la Ley No. 27804 para
todos los casos de dividendos-. Lo que ocurre es que, en cada tipo de
dividendo, adecua tal fecha a la naturaleza del dividendo respectivo.
En el presente caso, sin embargo, se advierte la tendencia a acercar el
concepto “fecha del acuerdo de distribución” con “fecha de percep-
ción del dividendo”, en concordancia con la norma contenida en el
literal c) del Artículo 57 de la LIR, aun cuando alternativamente escoge
otro supuesto -cual es el de la “fecha de otorgamiento de la escritura
pública de reducción de capital”-.

d) Aspecto Espacial

Es de aplicación lo expuesto en el literal d) del numeral 1.1 de esta


Ponencia General.

e) Aspecto Mensurable

La base imponible está constituida por el importe recibido como


consecuencia de la reducción de capital, con el tope de las cuentas

33
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

de patrimonio a que alude la ley, previamente capitalizadas. Debe


interpretarse que este tope debe ser considerado invidualmente
para cada socio, asociado, titular o persona que integra la persona
jurídica que reduce el capital -es decir, será dividendo el importe
recibido por cada uno de ellos, con el tope que a cada uno le hu-
biera correspondido en caso de distribución directa de las mencio-
nadas cuentas de patrimonio, sin previa capitalización-.

1.4 Reducción de Capital o Liquidación de una Persona Jurídica

a) Aspecto Material u Objetivo

El inciso d) contempla un cuarto caso de dividendos que se confi-


gura en la oportunidad en que opere la reducción del capital o la
liquidación de una persona jurídica. Evidentemente, aún cuando
no se haga expresa mención del Artículo 14 de la LIR, las personas
jurídicas a que alude este inciso son las señaladas en dicho Ar-
tículo 14.

El citado inciso d) se pone en el caso de que con motivo de la re-


ducción de capital o de la liquidación, los socios, asociados, titula-
res o personas que integran la persona jurídica, reciban de ella de-
terminados importes. Aún cuando la norma específicamente
menciona la palabra “importes”, que podría dar la sensación de
estar referida únicamente a recepción de dinero en efectivo, debe-
mos interpretar que también se aplica la referida norma a los casos
en que se reciban bienes -es decir, especies-.

Sin embargo, el dividendo no es equivalente al importe recibido


sino únicamente a la diferencia entre el valor nominal de los títulos
representativos del capital de la persona jurídica más las primas
suplementarias si las hubiere, y los importes realmente percibidos.
En consecuencia, si el importe recibido con motivo de la reducción
de capital o de la liquidación es igual o inferior a dicha diferencia,
no habrá dividendo. El dividendo estará constituido únicamente
por el monto recibido que exceda el valor nominal de los títulos
más las primas suplementarias. De no existir primas suplemen-
tarias, el dividendo será igual al importe recibido en cuanto exceda
de dicho valor nominal.

34
Luis Hernández Berenguel

b) Aspecto Personal

Son contribuyentes los socios, asociados, titulares o personas que


integran la persona jurídica que reduce el capital o liquida.

Debe actuar como agente de retención dicha persona jurídica.

c) Aspecto Temporal

El cuarto caso de dividendos está relacionado con la reducción de


capital o la liquidación de la persona jurídica, que origina que sus
socios, asociados, titulares o personas que las integran, reciban un
importe superior al valor nominal de los títulos representativos del
capital más las primas suplementarias, si las hubieren, caso en el
cual el dividendo es igual al monto representativo del exceso.

Resulta pertinente aplicar lo ya señalado en el literal c) del numeral


1.3 de esta Ponencia General, respecto de la fecha en que según el
nuevo Artículo 90 del Reglamento de la LIR se considera acordada
la distribución del dividendo, cuando se trata de una reducción de
capital.

Sin embargo, no hay norma reglamentaria que precise cuando se


entiende “acordada la distribución” si estamos frente a la liquida-
ción de una persona jurídica. En esta hipótesis la Ley No. 27804
incurre en la misma imprecisión que cuando trata el nacimiento de
la obligación tributaria en el caso de una reducción de capital.

Si se trata de la liquidación de la persona jurídica no debería ser


aplicable la fecha del acuerdo de disolución si no más bien, en
nuestro concepto, la fecha en que los socios, asociados, titulares o
personas que integran la persona jurídica que se liquida, perciben
el dividendo, conforme a la regla contenida en el literal c) del Ar-
tículo 57 de la LIR.

De otro lado, si se intentara solucionar la imprecisión por la vía de


la interpretación de la Ley No. 27804, existen diversas alternativas
que podrían ser escogidas como el momento en que nace la obli-
gación tributaria. Así, por ejemplo, se podría considerar que la
obligación nace cuando ha vencido el plazo legal para que los

35
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

acreedores se opongan a la liquidación sin que tal oposición se


hubiera producido. O en caso de haberse producido la oposición
oportunamente, cuando es declarada infundada por el juez y la
resolución queda consentida. O cuando formulada la oposición, la
persona jurídica que acordó la disolución satisface la exigencia de
los acreedores pagándoles sus créditos o garantizándolos adecua-
damente. O cuando real o efectivamente, como ya lo dijimos, la
liquidación se ejecuta y los socios, asociados, titulares o personas
que integran la persona jurídica que acordó la disolución, perciben
efectivamente el dividendo. Inclusive podrían existir otras alterna-
tivas de solución que sólo el legislador debió consignar en la nor-
ma respectiva con rango de ley.

d) Aspecto Espacial

Nos remitimos a lo expuesto en el literal d) del numeral 1.1 de


esta Ponencia General.

e) Aspecto Mensurable

La base imponible varía según que existan o no primas suplemen-


tarias de capital.

Si dichas primas existen, hay que sumar el valor nominal de las


acciones, participaciones o derechos en el capital de la persona
jurídica -nuevamente la Ley No. 27804 incurre en la imprecisa
denominación de “títulos representativos del capital”- y las primas
suplementarias de capital. Dicho resultado se compara con el im-
porte recibido como consecuencia de la reducción de capital o de
la liquidación y sólo si este último es mayor, se grava como di-
videndo el exceso.

En cambio, cuando tales primas no existen, hay que comparar el


valor nominal de las acciones, participaciones o derechos en el ca-
pital de la persona jurídica -nuevamente la Ley No. 27804 incurre
en la imprecisa denominación de “títulos representativos del capi-
tal”- con el importe recibido como consecuencia de la reducción
de capital o de la liquidación, y sólo si este último es mayor, se
grava como dividendo el exceso.

36
Luis Hernández Berenguel

1.5 Participación de Utilidades provenientes de ciertos Títulos

a) Aspecto Material u Objetivo

El inciso e) define también como dividendos las participaciones de


utilidades que cumplan con dos requisitos acumulativos.

El primero de dichos requisitos consiste en que las referidas


participaciones deben provenir de títulos, tales como partes del
fundador, acciones del trabajo u otros. Evidentemente, dentro de
estos títulos no pueden considerarse aquellos representativos del
capital de las sociedades anónimas o en comandita por acciones,
consistentes en acciones.

El segundo requisito es que el tenedor de los títulos tenga, en virtud


de ellos, ciertas facultades o derechos. Tales facultades pueden ser
de cuatro (4) tipos: (i) para intervenir en la administración; ii) para
intervenir en la elección de los administradores; iii) otorgar el dere-
cho a participar, directa o indirectamente, en el capital; o, iv) otorgar
el derecho a participar, directa o indirectamente, en los resultados
de la entidad emisora.

b) Aspecto Personal

Son contribuyentes las personas que reciban, de una persona con-


siderada jurídica por el Artículo 14 de la LIR, una participación en
utilidades con las características enunciadas en la Ley No. 27804.

Nótese que para ser contribuyente, en este caso no se requiere ser


socio, asociado, titular o persona que integra la persona jurídica
que efectúa la distribución.

c) Aspecto Temporal

En el caso de las participaciones de utilidades que provengan de


partes del fundador, acciones del trabajo y otros títulos, puede
existir un acuerdo de distribución, en cuyo caso la obligación
tributaria nacerá en la fecha del acuerdo. Sin embargo, se produ-
cirán situaciones en las que no existe tal acuerdo de distribución
sino que el derecho a la participación surge, por ejemplo, del pacto

37
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

social, en cuyo caso nuevamente estamos ante un vacío legal res-


pecto de la regulación del aspecto temporal del presupuesto de
hecho. La solución consistiría en aplicar la regla de imputación
prevista en el literal c) del Artículo 57 de la LIR.

Cabe señalar que no hay norma reglamentaria al respecto.

d) Aspecto Espacial

Nos remitimos a lo expuesto en el literal d) del punto 1.1 de este


Ponencia General.

e) Aspecto Mensurable

La base imponible es el monto bruto de la participación.

1.6 Créditos Otorgados

a) Aspecto Material u Objetivo

El sexto caso de dividendo está previsto en el inciso f) y califica


como tal a los créditos que la persona jurídica otorgue a favor de
sus socios, asociados, titulares o personas que las integran, ya sea
en efectivo o en especie, siempre que ocurran las siguientes con-
diciones:

i) Que el crédito no haya sido otorgado por Empresas de Ope-


raciones Múltiples -por ejemplo, bancos y entidades finan-
cieras- o por Empresas de Arrendamiento Financiero.

ii) El crédito puede haber sido otorgado con carácter general -es
decir, a todos los socios, asociados, titulares o personas que
integran la persona jurídica- o con carácter particular -es
decir, a alguno o algunos de ellos-.

iii) La ley privilegia la sustancia sobre la forma dada a la ope-


ración. En consecuencia, aún cuando, por ejemplo, la ope-
ración haya sido denominada de otra manera, lo que interesa
es establecer si en realidad constituye o no un crédito. En
tal sentido, la norma abarca no solamente el caso de prés-

38
Luis Hernández Berenguel

tamos -contratos de mutuo- sino, en general, cualquier otra


operación de crédito -por ejemplo, ventas de bienes a plazos-.

iv) Respecto del crédito otorgado debe ocurrir alguna de las


siguientes situaciones:

- No debe existir obligación de devolver.


- Existiendo obligación de devolver, el plazo otorgado para
su devolución exceda de 12 meses. Respecto de esta si-
tuación, desde un punto de vista lógico, y concretándo-
nos por ahora a lo que establece la Ley No. 27804, ha-
bría que interpretar que si la devolución se produce den-
tro de los 12 meses, pese a que el plazo otorgado para la
devolución era mayor, no se cumpliría con uno de los re-
quisitos para calificar al crédito como dividendo.
- La devolución o pago no se produzca dentro del plazo de
12 meses. Es decir, podría haberse acordado que tal de-
volución o pago debe efectuarse dentro del referido pla-
zo, pero en la medida en que ello realmente no se pro-
duzca se configurará el dividendo.
- No obstante los términos acordados, la renovación su-
cesiva o la repetición de operaciones similares permita
inferir la existencia de una operación de crédito única,
cuya duración total exceda de tal plazo.

v) No califica como dividendo el crédito que otorgue una per-


sona jurídica a sus trabajadores, cuando éstos sean propie-
tarios únicamente de acciones de inversión. Por lo tanto, sí
califica como crédito el otorgado a favor de trabajadores que
a la vez son propietarios de acciones comunes.

vi) Cumplidas las condiciones anteriormente enunciadas, sólo


se reputará como dividendo el monto del crédito en la parte
que no exceda de las utilidades y reservas de libre disposi-
ción de la persona jurídica otorgante del crédito. Medrano
considera que el límite está dado por las utilidades y reservas
de libre disposición que le correponderían a quien recibió el
crédito, lo que ha sido corroborado por el Artículo 13-A del
Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo 7 del
Decreto Supremo No. 017-2003-EF.

39
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

Para Eduardo Pflücker: “Resulta algo absurdo suponer que en un


préstamo en dinero o en especie pueda no existir obligación de
devolver, ya que dicha obligación es consustancial al contrato de
mutuo, según el Código Civil. En tal caso, no estamos frente a un
mutuo, sino frente a una donación, que califica perfectamente co-
mo dividendo disfrazado o encubierto. Consecuentemente, la úni-
ca forma de acreditar la inexistencia de la obligación de devolver
es, necesariamente por documento escrito (v.g., algún contrato, li-
bro de actas, correspondencia, etc.; pero nunca de los libros
contables)”.

Adicionalmente, Pflücker reflexiona sobre las operaciones de crédi-


to a favor de los trabajadores de la empresa, señalando que: “La
ley exige que sólo sean propietarios de acciones de inversión de la
misma. Del enunciado de la norma, se infiere que si el trabajador
es propietario de acciones comunes o participaciones en el capital
de la misma, e inclusive de bonos u obligaciones, no le será de
aplicación esta excepción. En el primer caso, porque es accionista,
socio o titular de la sociedad o empresa. No vemos esto tan claro
en el segundo caso, esto es, el que no pueda ser propietario de bo-
nos u obligaciones. Esto también debería ser precisado en el Regla-
mento”.

Refiriéndose a los trabajadores que son propietarios únicamente


de acciones de inversión, Medrano señala que “... el crédito en su
favor no configura un dividendo, pero indiscutiblemente da lugar a
la generación de intereses presuntos a favor de la empresa con-
forme al citado artículo 26° de la LIR, salvo que se trate de prés-
tamos por adelanto de sueldo que no excedan de una UIT o de 30
UIT cuando se destina a la adquisición o construcción de viviendas
económicas”. Agrega que no hay “... lugar al interés presunto si
los trabajadores reciben préstamos de sus empleadores en virtud
de acuerdos colectivos aprobados por la autoridad administrativa
de trabajo”.

b) Aspecto Personal

Son contribuyentes los socios, asociados, titulares o personas que


integran la persona considerada jurídica por el Artículo 14 de la LIR,
que reciban de ésta los créditos que califican como dividendos.

40
Luis Hernández Berenguel

Teóricamente debería actuar como agente de retención dicha


persona jurídica, aunque en la práctica ello sólo puede concretarse
por la vía de incrementar el monto del crédito otorgado con el
importe del Impuesto a la Renta sobre dividendos, al momento en
que nace la obligación tributaria, generándose una mayor cuenta por
cobrar de la persona jurídica al contribuyente de dicho impuesto.

c) Aspecto Temporal

Mayor complejidad reviste el caso de los créditos que se reputan di-


videndos, si únicamente nos ceñimos a las normas contenidas en la
Ley No. 27804 para interpretar cuándo nace la obligación tributaria.

¿En qué fecha nace la obligación tributaria? ¿Cuándo transcurren


los 12 meses desde el momento en que se otorgó el crédito, sin
que éste haya sido devuelto? ¿Hay que esperar los 12 meses si
quedó establecido claramente al momento del otorgamiento del
crédito que no había plazo para su devolución, o en tal hipótesis
debería tomarse como fecha de nacimiento de la obligación tribu-
taria la del otorgamiento del crédito? ¿Si la devolución se produce
dentro de los 12 meses pero la operación se renueva de manera
sucesiva o se repiten operaciones similares que permitan inferir la
existencia de una operación única cuya duración total excede di-
cho plazo de 12 meses, la obligación tributaria nace vencidos los
12 meses contados desde que se otorgó el crédito?

De otro lado, aunque se definiera que la fecha clave es la del venci-


miento de los 12 meses contados desde que se otorgó el crédito,
¿va a nacer la obligación una vez producido dicho vencimiento
pese a que el dividendo se entenderá existente hasta el límite de
las utilidades y reservas de libre disposición de la persona jurídica
que lo otorgó? ¿Si a esa fecha la persona jurídica otorgante del cré-
dito no tiene utilidades o reservas de libre disposición, esto signifi-
cará que no hay dividendo, o habrá que esperar hasta el cierre del
ejercicio en que vencieron los 12 meses para determinar el monto
de las utilidades y reservas de libre disposición?

Ninguna de estas interrogantes ha sido resuelta en la Ley No.


27804. Por lo demás, no cabe en el otorgamiento de créditos ha-
blar de un “acuerdo de distribución”, por lo que en ningún caso

41
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

resulta acertado haber escogido como fecha de nacimiento de la


obligación tributaria la del acuerdo a que alude la Segunda
Disposición Transitoria y Final de la Ley No. 27804.

Gonzalo La Torre interpreta la Ley No. 27804 de la siguiente ma-


nera. En primer lugar: “Si con posterioridad al 31 de diciembre de
2002 la sociedad acuerda otorgar un préstamo a un socio deter-
minado, y en el acuerdo no se establece la obligación de devolver
el importe prestado, la sociedad debería retener del importe pres-
tado el 4.1% en calidad de impuesto a los dividendos y pagarlo al
fisco”, agregando que “en el supuesto que el socio devuelva el
préstamo, podrá solicitar la devolución del importe pagado como
impuesto, procedimiento que deberá ser establecido por el Regla-
mento”.

En segundo lugar, considera La Torre que: “Si en el acuerdo res-


pectivo se pacta que el préstamo deberá ser devuelto en un plazo
que excede los doce meses, la sociedad también deberá retener del
importe prestado el 4.1% en calidad de impuesto a los dividendos
y pagarlo al fisco, ....” agregando que: “El comentario respecto de
la devolución del impuesto si es que el socio devuelve el préstamo
también resulta pertinente en este caso”.

En tercer lugar, para La Torre: “Si habiéndose pactado un plazo de


devolución menor a doce meses y transcurren más de doce meses
sin que el socio haya devuelto el importe prestado, surgiría la obli-
gación de pago del impuesto a los dividendos”, planteándose él las
siguientes interrogantes: “¿deberá pagar directamente el impuesto
el socio beneficiario del préstamo? o ¿será la empresa la responsa-
ble del pago del impuesto, pudiendo repetir contra el socio?”, con-
cluyendo al respecto que: “Desde un punto de vista fiscalizador,
ésta segunda alternativa resulta la más atractiva, pero no necesa-
riamente la más justa para los intereses de la empresa”, y que:
“Este es definitivamente un tema que debe ser aclarado por el Re-
glamento”.

En cuarto lugar, La Torre considera que: “Si por renovaciones u


operaciones similares se puede inferir un préstamo cuyo plazo de
devolución excede de doce meses, transcurrido dicho plazo
surgiría la obligación del pago del impuesto”, añadiendo que co-

42
Luis Hernández Berenguel

rresponde al “... Reglamento precisar la forma de pago y determi-


nar quien es el agente responsable del mismo. Adicionalmente,
deberá precisarse cuándo se aplica este supuesto. En efecto, de
acuerdo al texto de la norma, cabe cierto margen para sostener
que, en determinados casos, la renovación del préstamo por un
plazo total mayor a doce meses, no implica la distribución de utili-
dades. Consideramos que la interpretación correcta de dicha dis-
posición es que cualquier préstamo que no sea devuelto dentro de
los doce meses, se reputa como distribución de utilidades”.

Ahora bien, la imprecisión trata de ser salvada por el Artículo 91


del Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo 22 del De-
creto Supremo No. 017-2003-EF.

La norma reglamentaria entiende que en el caso de créditos se


configura el dividendo desde el momento en que ellos son otor-
gados, por lo que la persona jurídica debe cumplir con abonar al
fisco el monto de la retención del 4.1%, dentro del mes siguiente
de producido cualquiera de los hechos que hemos consignado en
el punto iv) del literal a) de este numeral 1.6.

La norma reglamentaria agrega que los créditos así otorgados


deben constar en un contrato escrito y que en los supuestos de
pagos parciales se considerará como dividendo el saldo no pagado
de la deuda.

Hay cuando menos dos críticas a formular respecto de esta norma


reglamentaria.

En primer lugar, ¿por qué considerar como dividendo al crédito


otorgado por primera vez cuando hay un plazo para devolver
inferior a doce meses, si efectivamente el crédito es devuelto en
ese plazo y no hay operaciones sucesivas?

En segundo lugar, ¿a qué se refiere la norma reglamentaria cuando


señala que en los supuestos de pagos parciales se considerará
como dividendo el saldo no pagado de la deuda, si dicha norma
señaló que el total del crédito -asumiendo que no exceda de las
utilidades o reservas de libre disposición de la empresa que los
otorgó- constituye dividendo desde que el crédito ha sido otorga-

43
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

do. Esta hipótesis sólo podría funcionar si el dividendo no se origi-


na en la misma fecha del otorgamiento del crédito sino después,
pero antes del nacimiento de la obligación tributaria ocurre la de-
volución de parte de ese crédito.

En nuestra opinión, mucho mejor habría sido señalar -en la ley,


como corresponde- que la obligación tributaria nace:

c1) el día en que se otorga el crédito, cuando no existe obliga-


ción de devolver o el plazo exceda de doce meses, tomando
en cuenta las utilidades y reservas de libre disposición exis-
tentes ese día -es decir, las mostradas en los estados finan-
cieros del ejercicio anterior o en los estados financieros que
se hubieran formulado y aprobado más recientemente, me-
nos las distribuidas hasta dicho día-; y,

c2) transcurridos los doce meses de otorgado el crédito, en los


demás casos, tomando en cuenta las utilidades y reservas de
libre disposición existentes ese día –es decir, las mostradas
en los estados financieros del ejercicio anterior o en los esta-
dos financieros que se hubieran formulado y aprobado más
recientemente, menos las distribuidas hasta dicho día-.

d) Aspecto Espacial

Nos remitimos a lo expuesto en el literal d) del numeral 1.1 de


esta Ponencia General.

e) Aspecto Mensurable

El Artículo 13-A del Reglamento de la LIR, incorporado por el


Artículo 7 del Decreto Supremo No. 017-2003-EF, establece que el
dividendo se genera únicamente respecto del monto que le corres-
ponda al socio, asociado, titular o persona que integra la persona ju-
rídica, en las utilidades o reservas de libre disposición de esta última.
En caso que el crédito o entrega exceda dicho monto, el exceso se
considerará como préstamo y se configurarán los intereses presun-
tos a que se refiere el Artículo 26 de la LIR, salvo prueba en
contrario.

44
Luis Hernández Berenguel

1.7 Sumas o entregas en especie no susceptibles de posterior control


Tributario

a) Aspecto Material u Objetivo

El último caso de dividendo está previsto en el inciso g) y


comprende aquellas sumas o entregas en especie que, al practi-
carse la fiscalización respectiva, resulten renta gravable de la terce-
ra categoría de la persona jurídica que ha incurrido en dicho de-
sembolso, siempre que además el egreso, por su naturaleza, signi-
fique una disposición indirecta de dicha renta no susceptible de
posterior control tributario. Pongamos dos ejemplos para apreciar
con nitidez cuando se produce el dividendo y cuándo el desembol-
so no llega a calificar como tal.

En el primer caso, puede tratarse de un gasto en que ha incurrido la


persona jurídica pero respecto del cual ella no tiene ningún com-
probante que lo sustente. Siendo esto así, el gasto no es deducible
para efectos del Impuesto a la Renta de la persona jurídica,
resultando por tanto gravado con dicho impuesto, a cuyo efecto
aquélla deberá adicionarlo en la declaración jurada anual del citado
tributo. Al no existir sustentación del gasto, la Administración
Tributaria no puede descartar que el importe gastado haya sido
recibido en realidad por los socios, asociados, titulares o personas
que integran la persona jurídica. Es decir, el egreso no es susceptible
de posterior control tributario y por ello es calificado como una
disposición indirecta de la renta y, por lo tanto, como dividendo.

En el segundo caso, estamos también frente a un egreso que no es


deducible como gasto para la persona jurídica que ha incurrido en
él. Por ejemplo, dicha persona jurídica ha pagado una multa por
infracción a una regla de tránsito en que ha incurrido uno de sus
trabajadores en un automóvil de propiedad de la empresa. La mul-
ta no es deducible como gasto por aplicación de la regla contenida
en el inciso c) del Artículo 44 de la LIR, pero como quiera que ha
sido pagada a la correspondiente entidad del sector público y se
posee el comprobante de pago respectivo, existe un control tribu-
tario respecto del destino del monto desembolsado que, por lo
tanto, descarta la posibilidad de que pueda haber sido recibido por
los socios, asociados, titulares o personas que integran la persona

45
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

jurídica. En este caso, pues, no cabe considerar el importe desem-


bolsado como una disposición indirecta de la renta de la persona
jurídica que ha efectuado el gasto, no susceptible de posterior
control tributario, y por ello no califica como dividendo en los tér-
minos del inciso g).

Conviene precisar que el Artículo 55 de la LIR, sustituido por el


Artículo 17 de la Ley No. 27804, incluye el caso de las sumas -no
menciona las entregas en especie- cargadas contra utilidades o re-
servas de libre disposición, siempre que el egreso, por su naturale-
za, signifique una disposición indirecta de dicha renta, no suscep-
tible de posterior control tributario.

Como ejemplo de dividendo presunto Medrano se refiere al caso


"compras" de mercaderías “... respecto de las cuales se carece de
comprobantes que confirmen la realidad de la operación”. A la
inversa, como casos que no califican como dividendo presunto,
cita, entre otros, “... cuando se formulan reparos a la renta de la
empresa pero que se originan, por ejemplo, en exceso de deprecia-
ción del activo fijo” y el caso de una sociedad que “... entrega a sus
directores una participación que excede del 6% de la utilidad co-
mercial del ejercicio”, en que “... el exceso es reparable en tercera
categoría, sin perjuicio de considerarse como renta de cuarta cate-
goría para los directores”.

Nótese que el inciso g) exige para la calificación del dividendo que


la suma o entrega en especie signifique un “egreso”.

Ahora bien, cuando las sumas o entregas califican como dividen-


dos el impuesto tiene como contribuyente a la persona jurídica
que incurrió en el desembolso y no a sus socios, asociados, titu-
lares o personas que la integran.

Eduardo Pflücker, que ha analizado el tema de dividendos presun-


tos bajo la legislación anterior y desde el punto de vista de la juris-
prudencia del Tribunal Fiscal, señala, entre otros aspectos, lo si-
guiente:

i) Las sumas o entregas en especie “... deben aparecer como


consecuencia de una fiscalización practicada por la Admi-

46
Luis Hernández Berenguel

nistración Tributaria, de manera que si el contribuyente corrige


o rectifica sus declaraciones juradas sin intervención de
aquélla, considerando ahora las rentas que debió considerar
desde un principio como gravadas, ya no cabe considerarlas
como dividendo presunto, máxime si ahora sí serán
susceptibles de posterior control tributario,...”. Menciona a
título de ejemplo los casos “... de los ingresos no declarados”,
citando diversas resoluciones del Tribunal Fiscal: “(R.T.F. Nº
1509-3-96, 1060-5-96, 1810-3-96, 2078-4-96 y 400-1-96)” y
el de “... las ventas no contabilizadas”, aludiendo a las
resoluciones del Tribunal Fiscal Nos. 559-5-96 y 1057-4-99.

ii) “El egreso, por su naturaleza, debe significar una disposición


indirecta de utilidades. Esto descarta de plano que la renta
sobre la cual ya se pagó el impuesto correspondiente pueda
generar dividendo presunto. En todo caso, generará impues-
to a los dividendos cuando sea repartida entre los accionis-
tas o socios o entregada al titular, de ninguna manera antes.
Así, pues, no hay dividendo presunto si el contribuyente de-
muestra que no hubo disposición indirecta de utilidades, por
ejemplo, que no hubo doble deducción del costo de ventas
(R.T.F. Nº 965-4-99)”.

iii) “Además, debe tratarse de egresos que, por su naturaleza,


no sean susceptibles de posterior control tributario. En
otras palabras, que la Administración Tributaria no pueda
estar en aptitud de conocer el destino final de dichos egre-
sos, lo cual puede no coincidir con que sea gasto deducible o
no. Así, por ejemplo, el pago de una multa no constituye
gasto deducible para efectos del Impuesto a la Renta, pero la
Administración Tributaria y el contribuyente saben perfecta-
mente el destino final de dicho egreso, pudiéndolo sustentar
con el comprobante de pago respectivo (es decir, que no ha
ido a parar a manos de los accionistas, socios o titulares) por
lo que no puede calificar como dividendo presunto”.

iv) “En esto último (la imposibilidad de un posterior control tri-


butario) sí existe una variedad de jurisprudencia del Tribunal
Fiscal, en la que no pocas veces ha ‘enmendado la plana’ a la
Administración Tributaria, para la cual, invariablemente, to-

47
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

do gasto no deducible es también dividendo presunto. En


efecto, la Administración Tributaria ha tendido a identificar-
los, mientras que el Tribunal Fiscal, a distinguirlos. Evidente-
mente, no todo gasto reparado origina dividendo presunto:
sólo habrá tal si no es posible un posterior control tributario
(R.T.F. Nº 916-4-99). Es el caso de la subvaluación de
mercaderías vendidas a menos del costo, sin una adecuada
sustentación por parte del contribuyente (R.T.F. Nº 1271-3-
96 y 171-5-98), aunque ello no quita que la Administración
deba demostrar la falta de fehaciencia de las operaciones
(R.T.F. Nº 873-2-2000); de los reparos por gastos no
sustentados fehacientemente (R.T.F. Nº 1330-3-96); la falta
de verosimilitud de los comprobantes de pago imputable al
contribuyente, no así si no lo es (R.T.F. Nº 36-3-97); la
anulación de ventas no acreditada debidamente por el con-
tribuyente (R.T.F. Nº 874-3-97); gastos desconocidos por la
Administración, que inciden en la determinación de la renta
de tercera categoría (R.T.F. Nº 534-1-98), entre otras; aun-
que esto último no necesariamente genera dividendo pre-
sunto; como hemos dicho, sólo lo generará cuando no sea
posible un posterior control tributario. Empero, ello no quita
que el contribuyente deba acreditar el origen y el destino de
los gastos o costos reparados (R.T.F. Nº 965-4-99 y 570-2-
2000). Por otra parte, los gastos contabilizados doblemente
determinan la existencia de dividendos presuntos, si el con-
tribuyente no realiza oportunamente el asiento de reversión
correspondiente (R.T.F. Nº 1199-1-97)”.

Pflücker termina con tres observaciones adicionales, aplicables a


todo dividendo presunto. Es decir, no solamente a las sumas o
entregas en especie no susceptibles de posterior tributario, que
estamos analizando en este numeral 1.7, sino también a los cré-
ditos que califican como dividendos, a que se refiere el numeral 1.6
de esta Ponencia General.

La primera observación precisa “... que, aunque la Ley no lo decía


expresamente, la jurisprudencia del Tribunal Fiscal ha considerado
como condición para la existencia de dividendo presunto el que el
contribuyente haya obtenido renta gravada en el ejercicio; de ma-
nera que si hubiese obtenido pérdida tributaria arrastrable, no

48
Luis Hernández Berenguel

habrá dividendo presunto. Ello, aunque no se mencione en resolu-


ción alguna, en razón de que la ley societaria, tanto la derogada
(Texto Único Ordenado de la Ley General de Sociedades, aprobado
por Decreto Supremo Nº 3-85-JUS como la vigente Ley General de
Sociedades Nº 26887, así como el Decreto Ley Nº 21621, Ley de
la Empresa Individual de Responsabilidad Limitada) condicionan el
reparto de utilidades (distribución de dividendos) a la existencia de
un balance que las arroje; de manera que sería un contrasentido
establecer la existencia de dividendos presuntos cuando no se
pueda, legalmente, repartir utilidades (distribuir dividendos) por
existir pérdidas no absorbidas. Así lo ha entendido el Tribunal Fiscal
en las R.T.F. Nº 277-4-96, 784-1-99, 49-4-2000 y 702-1-2001”.

La segunda observación está referida a la determinación sobre base


presunta. Pflücker señala que: “El Tribunal Fiscal ha entendido que
cuando el Impuesto a la Renta se establece sobre base presunta,
por la pérdida de la documentación del contribuyente, no es posi-
ble acreditar la existencia de egresos no susceptibles de posterior
control tributario; ergo, no puede haber dividendos presuntos
(R.T.F. Nº 373-2-99). En este mismo sentido, ha establecido que,
por definición, toda presunción (es decir, la determinación sobre
base presunta), debe partir de hechos ciertos y comprobados, esto
es, no se puede aplicar presunción sobre presunción. En otras pa-
labras, la determinación de la renta sobre base presunta impide
determinar dividendos presuntos (R.T.F. Nº 1057-4-99, 742-2-
2000, 244-4-2000 y 450-2-2001)”.

La tercera observación la refiere “... al carácter accesorio de la de-


terminación del dividendo presunto respecto de la determinación
del Impuesto a la Renta y del Impuesto General a las Ventas (a la
que ya hemos aludido), aun cuando ésta pueda no determinar la
existencia de aquél, como ya hemos visto”. Señala lo siguiente:
“En efecto, el levantamiento de los reparos al Impuesto a la Renta
y al Impuesto General a las Ventas implica, forzosamente, el le-
vantamiento de los dividendos presuntos (v.g., RTF Nº 1021-2-
2000, 534-1-2001 y 3933-4-2002)”.

b) Aspecto Personal

En este caso el contribuyente es la propia persona considerada

49
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

jurídica por el Artículo 14 de la LIR, que incurre en el egreso no


susceptible de posterior control tributario.

La ley obliga al propio contribuyente al pago del impuesto y, por lo


tanto, no existe la figura del agente de retención.

c) Aspecto Temporal

Aquí tampoco es posible aplicar la Segunda Disposición Transitoria


y Final de la Ley No. 27804 a los efectos de considerar nacida la
obligación tributaria en la fecha del “acuerdo de distribución”,
porque en esta hipótesis de dividendo lo general es que no exista
tal acuerdo.

¿Habrá que considerar nacida la obligación cuando se practica la


fiscalización respectiva por el órgano administrador del tributo?
De ser así, ¿se entenderá efectuada la fiscalización en la fecha en
que se notifique la correspondiente resolución de determinación y
no antes?

De otro lado, cuando éstas sumas o entregas son calificadas como


dividendos por el inciso g) la norma parece condicionar su califi-
cación como tal a que en la fiscalización respectiva se formule el
reparo a la deducción del gasto. De ser así, esto significaría que en
tanto no exista fiscalización que repare el gasto no hay dividendo
y que, por lo mismo, la persona jurídica que ha incurrido en el de-
sembolso no podría, voluntariamente, calificarlo como dividendo y
pagar el impuesto respectivo.

Resulta vital conocer con certeza el momento en que nace la


obligación tributaria, porque de ello dependerá a su vez conocer
cuál es el plazo para el pago del tributo y desde qué momento se
generarán intereses moratorios por la falta de pago del tributo, así
como -eventualmente- multas e intereses moratorios.

La Torre considera que “no queda claro cuál es la oportunidad en


que la empresa debe pagar el 4.1%. De considerarse que el pago
debe efectuarse una vez que se efectúa el desembolso sin sustento
tributario (la norma se refiere a la suma o entrega en especie), éste
pago podría devenir en indebido al determinarse al final del ejer-

50
Luis Hernández Berenguel

cicio que el gasto no resultaba renta gravable, debiendo el contri-


buyente solicitar la devolución del impuesto pagado. Por el con-
trario, interpretar que el pago del 4.1% debe efectuarse una vez
determinada la renta neta al final del ejercicio, atentaría contra el
principio de lo percibido consagrado por el artículo 72 de la Ley del
Impuesto a la Renta”, concluyendo que éste “es un tema que el
Reglamento debe aclarar”.

No hay norma reglamentaria que establezca una precisión en este


caso de dividendo, respecto del momento en que nace la obliga-
ción tributaria.

d) Aspecto Espacial

Nos remitimos a lo expuesto en el literal d) del numeral 1.1 de


esta Ponencia General.

e) Aspecto Mensurable

Medrano considera “... que la suma que configura los dividendos


no puede estar constituida por la totalidad de la cantidad reparada
sino por ésta menos el impuesto de 27% que la empresa debe
pagar, ya que sólo dicha diferencia es la que podría constituir una
velada distribución de dividendos o utilidades”, pero agrega que
debería el Reglamento formular la correspondiente precisión. Sin
embargo, el Reglamento nada ha dicho sobre el particular, pero
compartimos la opinión sobre la base imponible de este dividendo
presunto cuando hay un cargo a gastos. No hay que olvidar que el
Artículo 55 de la LIR también considera dividendo la suma cargada
contra utilidades o reservas de libre disposición -caso en el cual el
Impuesto a la Renta de tercera categoría ya fue pagado-.

2. Tasa del Impuesto a la Renta sobre Dividendos

Dividendos de fuente peruana

La tasa del Impuesto a la Renta sobre dividendos es del 4.1% y está estable-
cida en el Artículo 73-A de la LIR, tal como ha sido sustituido por el Artículo
22 de la Ley No. 27804.

51
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

Beatriz De la Vega considera que esta tasa es insuficiente para lograr el obje-
tivo previsto en la Ley No. 27804 de promover la reinversión del capital em-
presarial, por la vía de no exigir la retención ni el pago del impuesto cuando el
beneficiario del dividendo es una persona jurídica domiciliada en el país.

Cuando la persona natural, sociedad conyugal que opte por tributar como tal
o la sucesión indivisa, todas ellas domiciliadas en el país, calculen su Impuesto
a la Renta sobre su renta neta global, no deben incorporar a esta última las
rentas de tercera categoría ni los dividendos y cualquier otra forma de distri-
bución de utilidades, conforme lo precisa el Artículo 28-A del Reglamento de
la LIR, incorporado por el Artículo 14 del Decreto Supremo No. 017-2003-EF.

En el caso de las sumas o entregas no sujetas a control tributario y en el caso


de ingresos no declarados -este último no calificado expresamente como divi-
dendo por la Ley No. 27804-, el 4.1% constituye una tasa adicional respecto
de la cual no hay retención porque es el propio contribuyente -la persona
jurídica que ha incurrido en el desembolso de dicha suma o entrega en especie
o en los ingresos no declarados- quien debe abonar directamente el referido
tributo.

En los demás casos de dividendos, el contribuyente es quien los percibe y el


agente retenedor es la persona jurídica que los distribuye.

Dividendos de fuente extranjera

No corresponde aplicar la tasa del 4.1% tratándose de dividendos de fuente


extranjera obtenidos por una persona, entidad o contrato que genere rentas
de tercera categoría y que domicilia en el país.

Sobre el particular, arribando a la misma conclusión, Medrano realiza un


exhaustivo análisis de las normas contenidas en la LIR. Empieza señalando
que el régimen de dividendos contenido en la Ley No. 27804 comprende las
utilidades que distribuyen, según el Artículo 24-A de la LIR, "las personas
jurídicas a que se refiere el artículo 14° de la ley". Añade que “... las personas
jurídicas domiciliadas en el país están obligadas a tributar el Impuesto a la
Renta con la tasa del 27% sobre la totalidad de sus rentas de fuente nacional
o extranjera (LIR artículo 6°)...“, por lo que “... resulta claro que los "dividen-
dos" provenientes del exterior estarían sujetos a esa tasa”, sin perjuicio de
considerar como crédito frente al Impuesto a la Renta que debe pagarse en el
Perú, el impuesto pagado en el exterior.

52
Luis Hernández Berenguel

Medrano pone especial énfasis en el “... Artículo 24-A que circunscribe la


definición de dividendos y cualquier otra forma de distribución de utilidades, a
las ganancias entregadas por personas jurídicas domiciliadas”, por lo que “...
dicha noción sólo abarca a los distribuidos por empresas domiciliadas”.

En consecuencia, dice “... las personas naturales y las sucesiones indivisas


domiciliadas en el país deben incorporar los "dividendos" provenientes del ex-
terior (que, según lo dicho, no son tales para la LIR) a su renta global, confor-
me al mandato del artículo 51° de la LIR”.

Cecilia Hernández al efecto señala que: “Respecto de la tasa aplicable, tal co-
mo está redactada la norma, permite interpretar que los dividendos provenien-
tes del exterior se encontrarán -a partir del 1 de enero de 2003- gravados con
el impuesto con una tasa de 27%, toda vez que la tasa de 4.1% sería de
aplicación exclusiva para los dividendos que provengan de empresas domici-
liadas”, aún cuando agrega que “esta circunstancia debe aclararse, pues exis-
ten diversos argumentos que sustentarían la aplicación de la tasa de 4.1%
como por ejemplo el principio de igualdad que rige para todos los contribu-
yentes, y sin fronteras”.

3. Categoría de renta a la que corresponde el dividendo o la utilidad


recibida.

Como se ha dicho anteriormente, la Ley No. 27804 califica los dividendos de


fuente peruana como rentas de segunda categoría.

Esta calificación tiene las siguientes excepciones:

a) Las sumas o entregas en especie que resulten rentas gravables de tercera


categoría al practicarse la fiscalización respectiva, o las sumas que se
cargan contra utilidades o reservas de libre disposición, y que por su na-
turaleza signifiquen una disposición indirecta de dicha renta, no suscep-
tible de posterior control tributario.

b) Los dividendos de fuente extranjera, que no pueden ser comprendidos


en categoría alguna.

c) Los ingresos no declarados, que propiamente no califican como divi-


dendos al no estar incluidos en el Artículo 24-A de la LIR, cuyo texto ha
sido incorporado por el Artículo 8 de la Ley No. 27804. A estos ingre-

53
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

sos no declarados se refiere la parte final del Artículo 55 de la LIR, susti-


tuido por el Artículo 17 de la Ley No. 27804.

Empero, no se ve la razón por la cual las sumas o entregas en especie


que signifiquen una disposición indirecta de la renta, han sido calificados
de manera distinta que los ingresos no declarados legalmente.

4. Casos en que opera la retención del Impuesto a la Renta sobre dividen-


dos y otras formas de distribución de utilidades.

La Ley No. 27804 ha previsto, como regla, que el Impuesto a la Renta sobre
dividendos sea objeto de retención por la persona jurídica que los distribuye.
Empero, la propia Ley No. 27804 establece excepciones a esa regla.

Salvo las excepciones de ley, el contribuyente es quien obtiene el dividendo,


mientras que la persona jurídica que los distribuye tiene la condición de
agente de retención del Impuesto a la Renta sobre dividendos.

5. Casos en que no opera la retención pese a existir un dividendo u otras


formas de distribución de utilidades.

a) La primera excepción se configura en el caso de las sumas o entregas en


especie que califican como dividendos al ser renta gravada de la persona
jurídica que incurrió en el egreso, así como las sumas cargadas contra
utilidades o reservas de libre disposición, y siempre que el egreso no esté
sujeto a posterior control tributario. Para este caso específico, el segun-
do párrafo del Artículo 55 de la LIR, sustituido por el Artículo 27 de la
Ley No. 27804, considera como contribuyente a la persona jurídica que
incurrió en el egreso, debiendo ser ella la que directamente pague el tri-
buto correspondiente, denominado como “Tasa Adicional”, en cuanto
que es adicional al Impuesto a la Renta que a esa persona jurídica le co-
rresponde pagar por sus rentas de tercera categoría.

b) La segunda excepción está constituida por aquellos casos en que el


dividendo es obtenido por una persona jurídica domiciliada en el país,
hipótesis en la cual el dividendo no está afecto al Impuesto a la Renta.
La afectación se producirá cuando esta persona jurídica redistribuya el
dividendo a favor de socios, asociados, titulares o personas que la inte-
gran que no sean a su vez personas jurídicas domiciliadas en el país.
Dicho sea de paso, salvo este caso, las redistribuciones de dividendos no

54
Luis Hernández Berenguel

están afectas al Impuesto a la Renta.

c) Caso especial también lo constituye el de los dividendos u otras formas


de distribución de utilidades que han sido obtenidos por los Fondos
Mutuos de Inversión en Valores, Fondos de Inversión y Patrimonios
Fideicometidos de Sociedades Titulizadoras, que ya no son considerados
como personas jurídicas desde el 1 de enero del presente año al haber
sido derogado el inciso j) del Artículo 14 de la LIR por la Primera
Disposición Transitoria y Final de la Ley No. 27804.

Cuando los Fondos Mutuos de Inversión en Valores, Fondos de Inver-


sión y Patrimonios Fideicometidos de Sociedades Titulizadoras obtengan
dividendos u otras formas de distribución de utilidades, una interpre-
tación literal del Artículo 73-A de la LIR, incorporado por el Artículo 22
de la Ley No. 27804, llevaría a concluir que no debe generarse todavía el
Impuesto a la Renta sobre dividendos.

El dividendo sólo se produciría, según dicha interpretación literal, cuan-


do las Sociedades Administradoras de los Fondos Mutuos de Inversión
en Valores y de los Fondos de Inversión, o las Sociedades Titulizadoras
de Patrimonios Fideicometidos, distribuyan -lo correcto sería decir “re-
distribuyan”- tales dividendos u otras formas de distribución de utilida-
des a favor de personas naturales o sucesiones indivisas, hipótesis en la
cual las Sociedades Administradoras, o, en su caso, las Sociedades Tituli-
zadoras, actuarán como agentes retenedores del Impuesto a la Renta so-
bre dividendos.

Este tema será analizado en detalle en el punto 11 de esta Ponencia Ge-


neral, al revisar las normas reglamentarias sobre el particular.

d) Otro caso especial es de los dividendos en especie, hipótesis en la que


nuestra legislación no establece la figura de la retención en especie y,
por lo tanto, no cabe hablar de agentes de retención.

Es importante señalar que cuando se produce un dividendo en especie la


base imponible es el valor de mercado que corresponda atribuir a los
bienes a la fecha de su distribución, conforme a lo previsto en el primer
párrafo del Artículo 24-B de la LIR, incorporado por el Artículo 9 de la
Ley No. 27804.

55
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

En este caso, el pago del impuesto sobre dividendos debe ser realizado
por la persona jurídica que acordó la distribución, y su importe debe ser
reembolsado por el beneficiario del dividendo, conforme lo señala el Ar-
tículo 73-A de la LIR, de forma tal que la persona jurídica que acordó la
distribución debería registrar una cuenta por cobrar a dicho beneficiario.
La cuenta por cobrar quedará cancelada cuando el beneficiario proceda al
reembolso.

Sobre el particular, Medrano señala que la distribución de utilidades en


especie “... tiene consecuencias jurídicas no sólo en el perceptor de las
mismas, sino también en el régimen tributario aplicable a la propia em-
presa que efectúa la distribución”, por cuanto “... la empresa debe tratar
como utilidad o pérdida la diferencia entre ese valor de mercado y el
costo computable de los bienes entregados, tal como señala el artículo
30° de la LIR”. Agrega que: “Para guardar coherencia, el mismo tem-
peramento debe observarse en el caso inverso, cuando el valor de
mercado resulta inferior al costo de los bienes, hipótesis en la que tiene
que admitirse que la entrega genera una pérdida deducible”.

De otro lado, Medrano advierte que generada la cuenta por cobrar al


perceptor del dividendo, por cuanto la persona jurídica que lo distribuyó
debe obtener de aquél el reembolso del 4.1%, podría eventualmente
dicha persona jurídica estar en condiciones de provisionar dicha cuenta
como mala deuda e inclusive castigarla.

e) El Artículo 94 del Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo 22


del Decreto Supremo No. 017-2003-EF, para evitar justamente que la
persona jurídica que distribuye un dividendo pueda retener el 4.1%
cuando el beneficiario es a su vez una persona jurídica domiciliada en el
país, establece la obligación de que la sociedad, entidad o contrato no
calificado como persona jurídica domiciliada en el país para efectos del
Impuesto a la Renta ponga en conocimiento de quien va a distribuir el
dividendo la relación de sus partes contratantes o integrantes así como
el porcentaje de su participación. Si no se proporciona esta información,
la persona jurídica que distribuye el dividendo debe retener el 4.1% co-
mo si el pago en su totalidad se efectuara a una persona natural.

Así, por ejemplo, “A” es una sociedad anónima que va a distribuir un di-
videndo, pero tiene entre sus accionistas a “B”, que es un contrato de
colaboración empresarial que no lleva contabilidad independiente -y

56
Luis Hernández Berenguel

que, por tal razón, no es persona jurídica para efectos del Impuesto a la
Renta-. En principio, según la Ley No. 27804, el dividendo que “A” dis-
tribuya y que corresponda a “B” debe sufrir la retención del 4.1%.
Empero, habida cuenta de que las sociedades, entidades o contratos que
no son personas jurídicas atribuyen sus rentas a sus integrantes o partes
contratantes para que éstos -que son los contribuyentes del Impuesto a
la Renta sobre rentas de tercera categoría-, las incluyan entre estas
rentas, la norma reglamentaria -con la finalidad de evitar que tales con-
tribuyentes sumen a sus rentas de tercera categoría los dividendos que
se les atribuyan, pues ello significaría tributar sobre tales dividendos con
tasa mayor al 4.1% contra el espíritu de la Ley No. 27804-, le señala a
“A” que no debe retener el 4% sobre el monto del dividendo que “B”
atribuirá a sus integrantes o contratantes que sean personas jurídicas
consideradas como tales por el Artículo 14 de la LIR.

A dicho efecto, la sociedad, entidad o contrato que va a recibir el di-


videndo -en el ejemplo, “B”- debe comunicar a “A” la relación de sus in-
tegrantes o contratantes y el porcentaje de participación de cada uno e
ellos. De lo contrario, “A” procederá a retener el 4.1% como si pagara el
dividendo a una persona natural.

6. Redistribuciones sucesivas: tratamiento tributario

a) Las sucesivas redistribuciones de dividendos de fuente peruana, cuando


la primera distribución o alguna anterior estuvo gravada con el Impuesto
a la Renta sobre dividendos, ya no da lugar a un nuevo impuesto. El im-
puesto sobre dividendos de fuente peruana se aplica una sola vez con
carácter definitivo.

b) Dentro de este orden de ideas, la redistribución de dividendos de fuente


peruana sólo estará gravada cuando el perceptor del dividendo distri-
buido por primera vez es una persona jurídica domiciliada en el país.

c) El Artículo 93 del Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo 22


del Decreto Supremo No. 017-2003-EF, establece que las redistribucio-
nes sucesivas de dividendos efectuadas a no domiciliados estarán suje-
tas a retención del 4.1%.

Entendemos que esta regla sólo admite, sin violar la ley, dos apli-
caciones. En primer lugar, es aplicable cuando el que redistribuye el divi-

57
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

dendo es una persona jurídica domiciliada en el país, por cuanto a ella


no se le efectuó retención alguna y porque la retención tiene carácter
único y definitivo. En segundo lugar, cuando la persona jurídica do-
miciliada en el país redistribuye utilidades entre las que ha adicionado
dividendos de fuente extranjera.

7. Oportunidad de pago del Impuesto a la Renta sobre Dividendos

a) En la hipótesis de retención del Impuesto a la Renta sobre dividendos, el


importe retenido debe ser entregado al Fisco dentro de los plazos
previstos por el Código Tributario, aplicables al agente retenedor, para el
pago de sus obligaciones de periodicidad mensual. Es decir, debe tomar-
se en cuenta el último dígito del RUC del agente retenedor y el corres-
pondiente cronograma de pagos de obligaciones tributarias que aprueba
y publica la SUNAT.

Así lo establece expresamente el último párrafo del Artículo 73-A de la


LIR, sustituido por el Artículo 22 de la Ley No. 27804.

b) En los casos en que no opera la retención y en que, por lo tanto, el pro-


pio contribuyente debe pagar directamente el impuesto o la tasa adicio-
nal, también -sin lugar a dudas- habrá que tomar en cuenta el último dí-
gito de su RUC y el cronograma de pago de obligaciones tributarias
aprobado y publicado por la SUNAT.

Por supuesto que en todos los casos debe tomarse como punto de par-
tida el día en que nació la obligación tributaria. Ahora bien, en los casos
en que no opera la retención, a que se hace mención en el literal b) pre-
cedente, el problema real es que ni la ley ni el Reglamento han estable-
cido con claridad la fecha en que nace la obligación tributaria.

8. No inclusión por una persona jurídica domiciliada en el país de los divi-


dendos o utilidades percibidos de otras personas jurídicas, a los efectos
de determinar su renta imponible

Los dividendos que perciba una persona jurídica domiciliada en el país no


deben ser computados por ella para la determinación de su renta imponible,
conforme lo establece el segundo párrafo del Artículo 24-B de la LIR, tal como
ha sido sustituido por el Artículo 9 de la Ley No. 27804. Sin embargo, esta
afirmación sólo es válida cuando se trata de dividendos de fuente peruana.

58
Luis Hernández Berenguel

El Artículo 92 del Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo 22 del


Decreto Supremo No. 017-2003-EF señala que el 4.1% procede con indepen-
dencia de la tasa del Impuesto a la Renta por la que tributa la persona jurídica
que efectúa la distribución. Añade el Artículo 92 que al importe del 4.1% no
le son de aplicación los créditos a que tuviese derecho el contribuyente.

Cuando estamos frente a un dividendo de fuente extrajera, en estricta aplica-


ción del Artículo 51 de la LIR, no modificado por la Ley No. 27804, el dividen-
do debe ser incluido con los gastos que lo originaron y con las demás rentas y
gastos de fuente extranjera, a fin de determinar un solo resultado que de ser
positivo debe sumarse a la renta neta global de fuente peruana, por lo que
también es legalmente posible aplicar el crédito constituido por el Impuesto a
la Renta pagado en exterior sobre rentas de fuente extranjera. En otras pala-
bras, al dividendo de fuente extranjera obtenido por una persona jurídica
domiciliada no le son aplicables la obligación de retención ni la tasa que por
Impuesto a la Renta sobre dividendos establecen la Ley No. 27804.

9. Alcances de la Tercera Disposición Transitoria y Final de la Ley No.


27804, referida a la tasa adicional del Impuesto a la Renta creada por la
Ley No. 27513

De lo que dispone la Tercera Disposición Transitoria y Final de la Ley No.


27804 se puede colegir lo siguiente:

a) Considera que nunca ha entrado en vigencia la tasa adicional del


Impuesto a la Renta regulada por los Artículos 4 y 5 de la Ley No.
27513, por estimar la exposición de motivos de la Ley No. 27804 que
las normas que regulaban dicha tasa adicional eran de imposible
aplicación, siendo así que, en principio, se vino interpretando que ella
estuvo vigente desde el 1 de enero de 2002, respecto de las utilidades
que se generaran a partir del ejercicio gravable 2002.

b) Apoya dicha conclusión en la Segunda Disposición Transitoria y Final de


la Ley No. 27804 y en toda esta ley, así como en la Única Disposición
Transitoria de la Ley No. 27513.

Beatriz De la Vega cita al efecto la exposición de motivos de la Ley No.


27804. Ésta señala lo siguiente: “Recordemos que la Ley 27513 con el
propósito de incentivar la reinversión y la capitalización de las empresas,
estableció que en caso se distribuyan dividendos u otras formas de distri-

59
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

bución de utilidades, se aplicará una tasa de 4.1% sobre la aludida


distribución. La medida que plantea este Proyecto tiene por objeto aclarar
que la tasa del 4.1 % creada por la Ley 27513 se trata de un impuesto al
dividendo u otra forma de distribución de utilidades de las personas jurí-
dicas a que se refiere el artículo 14 de la Ley. El 4.1% que se aplica sobre la
distribución de dividendos u otra forma de distribución de utilidades es
retenido por la empresa, la misma que paga el impuesto con carácter defi-
nitivo a nombre del beneficiario. El beneficiario podría ser una persona
natural o sucesión indivisa domiciliada, así como un sujeto no domiciliado
-persona natural o jurídica-. En caso el perceptor del dividendo sea una
persona jurídica domiciliada, a ésta no se le retendrá. La medida se com-
pleta con lo siguiente (i) estableciendo supuestos de presunción de distribu-
ción de utilidades; y, (ii) homogenizando la tasa combinada de 30%, para
aquellos casos en que hay distribución de utilidades”.

Al comentar el texto citado de la exposición de motivos De la Vega afir-


ma “... que la Ley 27513 consideraba el 4.1% como una tasa adicional
de cargo de la sociedad, no obstante -según lo antes señalado- se trata-
ba de un Impuesto a los Dividendos en cabeza de la persona jurídica”.

De la Vega señala que la referida exposición de motivos fundamenta de


la manera siguiente las modificaciones que introducen el Impuesto a los
Dividendos en nuestro sistema tributario -y de paso, opinamos que es el
fundamento de la Tercera Disposición Transitoria y Final de la Ley No.
27804-:

“La Ley 27513 modificatoria de la Ley del Impuesto a la Renta (LIR) y


vigente a partir del 1 de enero de 2002 establece la denominada tasa adi-
cional de 4.1% por Impuesto a la Renta. De la regulación actual no queda
claro si la denominada tasa adicional responde a un nuevo tributo o si es
una simple tasa adicional del propio Impuesto a la Renta de la empresa,
pudiendo ser distintas las consecuencias en uno u otro caso. De ahí que, a
la fecha la tasa adicional resulte de imposible aplicación debido a la au-
sencia de normas que definan el contenido del término “utilidades” y, por
lo tanto, no existe una base de cálculo sobre la cual aplicar la tasa adicio-
nal. El Proyecto aclara que se trata de un impuesto sobre el dividendo u
otras formas de distribución de utilidades, siendo el monto del reparto la
base de cálculo sobre la que debe aplicarse la tasa del 4.1%. La empresa
que acuerda la distribución será agente retenedor del impuesto de cargo del
beneficiario. La retención tiene carácter definitivo”.

60
Luis Hernández Berenguel

10. Reducciones de capital efectuadas bajo la vigencia de la Ley No.


27804, cuando se ha capitalizado utilidades y otros conceptos en plena
vigencia de dicha ley pero tales utilidades -y otros conceptos- se han
generado antes del 1 de enero del 2003 (Cuarta Disposición Transitoria
y Final de la Ley No. 27804)

a) La Cuarta Disposición Transitoria y Final de la Ley No. 27804 establece


una regla de excepción al tratamiento como dividendo gravado de las re-
ducciones de capital siguientes a una capitalización de utilidades y otras
cuentas de patrimonio que prevé el literal c) del Artículo 24-A de la LIR,
sustituido por el Artículo 8 de la Ley No. 27804.

b) De acuerdo con dicha excepción, no hay dividendo gravado con el Im-


puesto a la Renta si las utilidades, primas, ajuste de reexpresión, exce-
dentes de revaluación o reservas de libre disposición, que han sido capi-
talizadas para luego originar una reducción de capital a partir del 1 de
enero de 2003, se han generado con anterioridad al 1 de enero de 2003.

c) De otro lado, la Cuarta Disposición Transitoria y Final de la Ley No.


27804 precisa que cada reducción de capital se relaciona con las capita-
lizaciones efectuadas, en estricto orden de antigüedad. Para efectos de
considerar esta relación sólo deben tomarse en cuenta las capitaliza-
ciones efectuadas a partir del 1 de enero de 2003.

11. Normas Reglamentarias para los Fondos Mutuos de Inversión en Va-


lores, Fondos de Inversión y Patrimonios Fideicometidos de Sociedades
Titulizadoras

Desde el punto de vista del Impuesto a la Renta hay que distinguir entre los
dividendos y cualquier otra forma de distribución de utilidades que una per-
sona jurídica realice a favor de Fondos Mutuos de Inversión en Valores,
Fondos de Inversión y Patrimonios Fideicometidos de Sociedades Titulizado-
ras, y la atribución de utilidades, rentas o ganancias de capital que se efectúen
y provengan de tales Fondos o Patrimonios.

Los Fondos y Patrimonios son transparentes para efectos del Impuesto a la


Renta, pues a partir del 1 de enero del presente año ya no son considerados
personas jurídicas al haberse derogado el inciso j) del Artículo 14 de la LIR por
la Primera Disposición Transitoria y Final de la Ley No. 27804. Su manejo
corresponde a las Sociedades Administradoras, en el caso de los Fondos, y a
las Sociedades Titulizadoras, en el caso de los Patrimonios. Las Sociedades

61
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

Administradoras y las Sociedades Titulizadoras son personas jurídicas para


fines del Impuesto a la Renta, según el Artículo 14 de la LIR.

Ello justifica que cuando una persona jurídica domiciliada en el país distribuye
un dividendo y éste corresponde a un Fondo o a un Patrimonio, no corres-
ponda retener el Impuesto a la Renta sobre dividendos pues éstos serán
recibidos por el Fondo o el Patrimonio a través de su respectiva Sociedad
Administradora o Sociedad Titulizadora. Esto explica la norma contenida en el
Artículo 73-A de la LIR, tal como ha sido incorporada por el Artículo 22 de la
Ley No. 27804, cuando señala que la obligación de retener únicamente surge
cuando la Sociedad Administradora o la Sociedad Titulizadora “distribuye utili-
dades, a personas naturales y sucesiones indivisas, provenientes de dividen-
dos u otras formas de distribución de utilidades”, obtenidos por los referidos
Fondos o Patrimonios.

El Decreto Supremo No. 017-2003-EF establece las siguientes normas regla-


mentarias en cuanto al Impuesto a la Renta sobre dividendos obtenidos por
los citados Fondos o Patrimonios:

a) El Artículo 6 sustituye el inciso b) del Artículo 13 del Reglamento de la


LIR. En el segundo párrafo del numeral 1 de dicho inciso se precisa que
dentro del concepto “atribución de utilidades” con cargo a los Fondos y
Patrimonios citados, están comprendidas no solamente las utilidades
generadas por actividades realizadas directamente sino también los divi-
dendos u otra forma de distribución de utilidades que provengan de per-
sonas jurídicas. Tratándose de los dividendos u otra forma de distribu-
ción de utilidades que provienen de personas jurídicas y que atribuyan a
sus integrantes los Fondos o Patrimonios mencionados, se aplica la tasa
del Impuesto a la Renta sobre dividendos (4.1%) y las normas de la ley
sobre agentes de retención.

La retención, en los términos y con los alcances de la Ley No. 27804, es


aplicable aún en el caso en que la persona jurídica que distribuye el divi-
dendo se encuentre exonerada del Impuesto a la Renta, conforme lo se-
ñala el numeral 3 del citado inciso b), lo que además resulta aplicable para
cualquier distribución de dividendos hecha por una persona jurídica inde-
pendientemente de quienes sean sus socios, asociados, titulares o perso-
nas que la integran -siempre claro está que corresponda la retención-.

b) Cuando la Sociedad Administradora de Fondos Mutuos de Inversión en

62
Luis Hernández Berenguel

Valores o de Fondos de Inversión, o la Sociedad Titulizadora de Patri-


monios Fideicometidos, atribuyan utilidades, rentas o ganancias de capi-
tal que provengan de la distribución de dividendos u otra forma de dis-
tribución de utilidades previamente efectuada por una persona jurídica,
la obligación de retener con la tasa de 4.1% corresponderá únicamente a
la Sociedad Administradora o a la Sociedad Titulizadora, respectivamen-
te, como expresamente lo establece el primer párrafo del numeral 1 del
Artículo 39-A del Reglamento de la LIR, incorporado por el Artículo 15
del Decreto Supremo No. 017-2003-EF.

Para dicho efecto, hay que tener en cuenta que no corresponde reten-
ción alguna cuando el dividendo es a favor de una persona jurídica domi-
ciliada en el país. Por ello, la sociedad, entidad o contrato no considera-
do persona jurídica por la LIR, beneficiaria del dividendo, debe poner en
conocimiento de la Sociedad Administradora o de la Sociedad Tituliza-
dora, la relación de sus integrantes o contratantes así como la propor-
ción de su participación, pues de lo contrario la Sociedad Adminis-
tradora o la Sociedad Titulizadora realizarán la retención como si el pago
en su totalidad se efectuara a favor de una persona natural.

c) No habrá obligación de retener para la persona jurídica que paga o


acredita los dividendos, salvo que como producto de una transferencia
fiduciaria de activos en un fideicomiso de titulización, se transfieran ac-
ciones u otros valores mobiliarios representativos del capital emitidos
por una persona jurídica. En este caso procederá la retención del 4.1%
solamente cuando la persona jurídica distribuya dividendos y el fideico-
mitente no sea una persona jurídica domiciliada en el país o cuando se
trate de un no domiciliado. Si el perceptor es una sociedad, entidad o
contrato no considerados personas jurídicas por el Artículo 14 de la LIR
y comprendidos más bien en el cuarto párrafo de dicho Artículo 14, de-
berá entregar la comunicación a que se refiere el segundo párrafo del
literal b) precedente.

d) Las retenciones antes mencionadas únicamente proceden respecto de


utilidades, rentas o ganancias de capital por las cuales se deba pagar el
Impuesto a la Renta, conforme lo señala el último párrafo del Artículo
15 del Decreto Supremo No. 017-2003-EF.

12. ¿Procede mantener el Impuesto a la Renta sobre dividendos?

Al inicio de su Ponencia Individual, Humberto Medrano considera que resulta

63
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

válido “... preguntarse si en lugar de crear este tributo y rebajar a 27% la tasa
del impuesto a las empresas, hubiera sido preferible mantener para éstas la
tasa de 30% y continuar inafectando los dividendos porque así el régimen
resulta de más fácil aplicación ...”, agregando que “... en algunos casos el
nuevo régimen incrementa la exigencia fiscal”.

En la primera de sus conclusiones y recomendaciones, Medrano señala que


debe “...analizarse la posibilidad de volver al régimen que grava la renta de las
empresas con la tasa del 30% e inafecta la distribución de dividendos y utili-
dades”, señalando que: “Alternativamente, podría mantenerse el nuevo régi-
men pero estableciendo una menor tasa sobre la renta de las empresas y una
mayor tasa para la hipótesis de distribución de dividendos y utilidades, a efec-
tos de que el mecanismo constituya un verdadero estímulo para la rein-
versión”.

Sin perjuicio de anotar que la Ley No. 27804 omite considerar como
dividendos la figura jurídica del “dividend stripping”, según la cual la enajena-
ción de los derechos sobre los dividendos también constituye supuesto gra-
vado con el Impuesto a los Dividendos, así como ciertas formas de financia-
miento, y carece de limitaciones para evitar eludir el Impuesto a los Dividen-
dos en la venta de acciones por sujetos no habituales, Beatriz De la Vega
propone la derogatoria del Impuesto a la Renta sobre dividendos y su reem-
plazo por un régimen del Impuesto a la Renta de tasa única por considerarlo
más adecuado a nuestra realidad. Entre las consideraciones que ha tomado
en cuenta para formular tal propuesta, tenemos las siguientes:

a) Mientras “... que las modificaciones establecidas por la Ley 27804 no


son aplicables a los inversionistas que hayan suscrito convenios de esta-
bilidad jurídica o tributaria con el Estado Peruano en la medida que éste
último les ha garantizado la inamovilidad del régimen vigente a la sus-
cripción del contrato ...”, distinto es “... el caso de las sociedades, las
cuales aunque cuenten con convenios de estabilidad jurídica o tributaria
deberán retener el Impuesto a los Dividendos lo cual como se verá más
adelante, podría generar distorsiones económicas para los inversionistas
que no cuenten con convenios de estabilidad jurídica o tributaria”.

b) El restablecimiento del Impuesto a la Renta sobre dividendos afecta el


principio de seguridad jurídica. Las constantes variaciones de las nor-
mas suponen estar en contra de las doctrinas actualmente dominantes
que -citando al efecto a Héctor B. Villegas- tienden a considerar como

64
Luis Hernández Berenguel

esencia de la seguridad jurídica, la susceptibilidad de previsión objetiva por


los particulares, de sus propias situaciones jurídicas, de modo tal que
puedan tener una precisa expectativa de sus derechos y deberes, de los
beneficios que les serán otorgados o de las cargas que habrán de soportar.

c) El sistema de retenciones en la fuente, “... hará de la gestión tributaria


una función más difícil y costosa para la Administración Tributaria”. Se-
ñala que: “No es lo mismo ocuparse de un contribuyente que de cien de
ellos. Asimismo, dicho incremento también generará eventualmente
mayores situaciones particulares merecedoras de regulaciones especiales
o una mayor cantidad de grupos de presión, lo que podría complicar aun
más la normativa fiscal por cuanto ésta podría multiplicarse o aumentar
su inestabilidad”.

d) El régimen de Impuesto a la Renta sobre dividendos “... genera una ma-


yor complejidad aún del sistema tributario para los contribuyentes en
general. Ello va en sentido contrario a la tendencia actual que pasa por
simplificar los sistemas impositivos tratando de facilitar la fiscalización y
por tanto la recaudación de los impuestos”.

e) El nuevo régimen del Impuesto a la Renta sobre dividendos resiente el


principio de igualdad tributaria, que “... ha sido definido como la obli-
gación que tiene el Estado de gravar igual a aquellos sujetos que se
encuentren en la misma situación y desigualmente a los que están en
situaciones diferentes. Tratándose del Impuesto a los Dividendos, la im-
posición a los inversionistas a través de un tributo de carácter cedular
sin derecho a la obtención de créditos y que no considera características
particulares en términos de capacidad contributiva, afectaría gravemente
el principio de igualdad siendo ello causal para considerar posiblemente
los visos de inconstitucionalidad del nuevo sistema del Impuesto a la
Renta vigente a partir del ejercicio 2003”.

Señala que: “En efecto, por un lado la afectación al principio de igualdad


se presenta -en términos de capacidad contributiva- en el hecho de con-
siderar al Impuesto a los Dividendos como un tributo de tipo cedular no
susceptible de ser integrado a las demás rentas de las personas naturales
generando que se grave en iguales condiciones a contribuyentes que
pueden encontrarse en situaciones distintas. Justamente para evitar
esto último, la Ley del Impuesto a la Renta prevé una tasa progresiva
aplicable a las rentas de personas naturales para que la imposición sea

65
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

mayor sobre los que más rentas tienen. Un impuesto de tipo cedular
desvirtúa y genera distorsiones con relación al tratamiento de las rentas
de personas naturales”.

f) No se garantiza evitar la doble imposición, resultando insuficiente el


mecanismo de aplicar como crédito el impuesto pagado en el exterior
que prevé el literal d) del Artículo 88 de la LIR.

13. CONCLUSIONES

13.1 El Impuesto a la Renta del 4.1% sobre dividendos de fuente peruana


únicamente es de aplicación cuando la distribución es efectuada por
personas domiciliadas en el país, consideradas jurídicas por el Artícu-
lo 14 de la LIR. Empero, ni la ley ni el Reglamento lo señalan así ex-
presamente, salvo en el caso de distribución de utilidades.

13.2 En la distribución de utilidades la ley no debió referirse, para estable-


cer una inafectación, a la entrega de “títulos de propia emisión repre-
sentativos del capital”, por ser ésta una frase imprecisa que también
se reitera cuando la ley trata de la distribución del mayor valor
atribuido por revaluación de activos y en los casos de reducción de
capital -no subsiguientes a una capitalización de determinadas cuen-
tas de patrimonio- y de liquidación de las personas jurídicas. Empe-
ro, en los casos de distribución de utilidades y del mayor valor atri-
buido por revaluación de activos, la imprecisión es eliminada cuando
la ley, en otro artículo, inafecta las capitalizaciones.

13.3 El concepto de distribución de utilidades está desvinculado del con-


cepto tributario de “renta neta”.

13.4 Las personas jurídicas del Artículo 14 de la LIR sujetas a regímenes


especiales en cuanto a la tasa del Impuesto a la Renta que es de su
propio cargo sobre rentas de tercera categoría, deben sin embargo
retener el 4.1% cuando distribuyan dividendos o, en su caso, pagar
como contribuyentes el 4.1% por concepto de la Tasa Adicional crea-
da por la Ley No. 27804.

13.5 Una de las razones por las cuales la Tercera Disposición Transitoria y
Final de la Ley No. 27804 habría precisado que nunca entró en vigen-
cia la Tasa Adicional a que se refieren los Artículos 4 y 5 de la Ley No.

66
Luis Hernández Berenguel

27513, se sustentaría en la exposición de motivos de la Ley No.


27804, según la cual la referida Tasa Adicional resultaba de imposible
aplicación.

13.6 Los dividendos de fuente peruana son rentas de segunda categoría,


salvo el caso de las sumas o entregas que constituyen egresos no
susceptibles de posterior control tributario.

13.7 Los dividendos de fuente extranjera no están afectos a la tasa del


4.1%, sino que deben ser incluidos con los gastos que los generaron
y con los demás gastos y rentas de fuente extranjera, para que en el
caso que el resultado final sea positivo sea adicionado a las rentas de
fuente peruana de tercera categoría y tributen con la tasa que
corresponde a éstas.

13.8 De no haber existido regla expresa, como la contenida en la Segunda


Disposición Transitoria y Final de la Ley No. 27804 que alude al
acuerdo de distribución, sería aplicable la regla de imputación de ren-
tas prevista en el literal c) del Artículo 57 de la LIR, tanto para los
dividendos de fuente peruana que constituyen rentas de segunda
categoría como para los dividendos de fuente extranjera.

13.9 La norma contenida en la Sexta Disposición Final del Decreto Supre-


mo No. 017-2003-EF resulta ilegal, y además es contraria a lo que el
referido Decreto establece en su Artículo 22 -en cuanto incorpora al
Reglamento de la LIR el Artículo 89-, consignando con un propósito
puramente recaudatorio que en los acuerdos de distribución de divi-
dendos y cualquier otra forma de distribución de utilidades que se
hubieran adoptado en ejercicios anteriores a 2003, la obligación de
retener nace con la distribución o puesta a disposición de dividendos
y cualquier otra forma de distribución de utilidades, prescindiendo de
la fecha del acuerdo de distribución.

13.10 La Ley No. 27804 considera que la obligación tributaria nace en la


fecha del acuerdo de distribución. Empero, las normas reglamentarias
precisan lo que se entiende por “acuerdo de distribución”, sin esta-
blecer un criterio único, como se acredita a continuación:

a) En el caso de distribución de utilidades fija el nacimiento de la


obligación tributaria en la fecha de adopción del acuerdo de dis-

67
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

tribución o cuando los dividendos y otras formas de utilidades


distribuidas se pongan a disposición en efectivo o en especie, lo
que ocurra primero. Respecto de los dividendos cuya distribu-
ción ha sido acordada antes del 1 de enero del 2003, pero que
no han sido puestos a disposición a más tardar el 31 de diciem-
bre de 2002, aplica ilegalmente un criterio distinto y contrario
al fijar como fecha de nacimiento la distribución o puesta a dis-
posición del dividendo.

b) En el caso de reducción de capital considera como fecha del


acuerdo de distribución la de ejecución de tal acuerdo, conside-
rando ejecutado el acuerdo en la fecha en que se otorgue la
escritura pública de reducción de capital o en que se ponga el
dividendo a disposición de los socios, asociados, titulares o per-
sonas que integran la persona jurídica.

c) En el caso de créditos considera nacida la obligación tributaria


desde el momento en que ellos son otorgados, careciendo de
toda racionalidad la regla según la cual, en los supuestos de
pagos parciales, se considerará como dividendo el saldo no pa-
gado de la deuda.

13.11 No hay norma reglamentaria que precise lo que se entiende por


“acuerdo de distribución”, en los siguientes casos de dividendos:

a) La distribución del mayor valor atribuido por revaluación de


activos.

b) Cuando se produce la liquidación de la persona jurídica.

c) Cuando hay participación de utilidades que provienen de partes


del fundador, acciones de trabajo y otros títulos.

d) En las sumas o entregas cuyo egreso no es susceptible de pos-


terior control tributario.

13.12 El concepto de “acuerdo de distribución” sí está precisado en la pro-


pia Ley No. 27804 cuando se trata de las sucursales, agencias o es-
tablecimientos permanentes en el país de personas jurídicas del
exterior, respecto de las utilidades que se atribuyen a estas últimas.

68
Luis Hernández Berenguel

La ley entiende que en tal caso la utilidad fue distribuida en la fecha


del vencimiento del plazo para la presentación de la declaración jura-
da anual del Impuesto a la Renta de la sucursal u otro estableci-
miento permanente.

13.13 Resulta objetable que la Ley No. 27804 grave con el Impuesto la
Renta sobre dividendos la distribución de utilidades obtenidas en
ejercicios anteriores al 2002.

13.14 En el caso de reducción de capital siguiente a una capitalización de


determinadas cuentas de patrimonio, la enumeración de éstas es
taxativa y no incluye la reducción siguiente a la capitalización de un
superávit por donación.

13.15 Ninguna reducción de capital configura un dividendo gravado con el


Impuesto a la Renta, si sólo tiene como propósito restablecer el equi-
librio entre el capital social y el patrimonio neto disminuido como
consecuencia de pérdidas, constituyendo una referencia imprecisa de
la Ley No. 27804 aquélla que alude a la Ley General de Sociedades,
por cuanto esta última no es aplicable a todas las personas consi-
deradas jurídicas por el Artículo 14 de la LIR.

13.16 La base imponible sobre la que debe recaer el 4.1% es igual a:

a) La utilidad bruta que en el caso de distribución corresponde al


socio, asociado, titular o persona que integra la persona jurídi-
ca que efectúa la distribución.

b) El mayor valor bruto atribuido por revaluación de activos, cuyo


beneficiario sea el socio, asociado, titular o persona que integra
la persona jurídica que efectúa la distribución.

c) El importe bruto que al socio, asociado, titular o persona que


integra la persona jurídica que reduce el capital, después de una
capitalización de cuentas de patrimonio, corresponda como
consecuencia de dicha reducción.

d) El importe que corresponda al socio, asociado, titular o persona


que integra la persona jurídica que reduce su capital o liquida,
sólo en cuanto dicho importe exceda de la sumatoria del valor

69
Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

nominal de las acciones, participaciones o derechos en el capi-


tal de esa persona jurídica y de las primas suplementarias de
capital. Dicho exceso sólo constituye dividendo hasta el límite
de las utilidades o reservas de libre disposición que corres-
pondan al beneficiario del crédito.

e) El íntegro de la participación en las utilidades que corresponda


obtener como consecuencia de poseer determinados títulos.

f) El monto bruto del crédito otorgado que califique como divi-


dendo.

g) Las sumas o egresos que signifiquen una disposición indirecta


de utilidades, no sujeta a control tributario, siempre que quien
incurrió en el egreso obtenga renta neta gravable y previa dismi-
nución -salvo que se trate de sumas cargadas contra utilidades
o reservas del libre disposición- del Impuesto a la Renta que so-
bre rentas de tercera categoría debe pagar la persona jurídica
sobre el monto de dicho egreso.

13.17 La Tasa Adicional que en virtud de la Ley No. 27804 grava los ingre-
sos no declarados no es un impuesto sobre dividendos, no encon-
trándose la razón por la cual sí califica como dividendo, afecto a dicha
Tasa Adicional, toda suma o entrega que signifique un egreso no sus-
ceptible de posterior control tributario. Ambos deberían tener la
condición de dividendos o ninguno de ellos, sin perjuicio de que en
ambos casos se aplique la tasa adicional de 4.1% cuyo contribuyente
es la persona jurídica que tuvo ingresos no declarados o incurrió en el
referido egreso.

13.18 Las reducciones de capital siguientes a una capitalización de utili-


dades u otras cuentas de patrimonio generadas hasta el 1 de enero
del 2003, no tienen como consecuencia la percepción de un divi-
dendo gravado, en virtud de lo dispuesto en la Cuarta Disposición
Transitoria y Final de la Ley No. 27804.

13.19 Cuando se otorguen dividendos en especie, habrá que tomar en


cuenta las normas sobre valor de mercado contenidas en la LIR. Ello
no solamente para determinar el monto bruto del dividendo, sino
también para que la persona jurídica que lo distribuye establezca si

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Luis Hernández Berenguel

está generando una renta gravada o una pérdida deducible como


consecuencia de la comparación que debe realizar entre el valor de
mercado y el valor en libros de la especie distribuida.

13.20 Las sucesivas redistribuciones de dividendos de fuente peruana,


cuando la primera distribución o alguna anterior estuvo gravada con
el Impuesto a la Renta sobre dividendos, ya no da lugar a un nuevo
impuesto, por cuanto el impuesto sobre dividendos de fuente pe-
ruana se aplica una sola vez con carácter definitivo.

13.21 En los casos en que resulta de aplicación la Tasa Adicional del 4.1%,
en que el contribuyente es la propia persona jurídica y no se da la fi-
gura del agente de retención, ni la ley ni el Reglamento han esta-
blecido norma alguna sobre la fecha en que nace la obligación
tributaria, lo que hace imposible conocer el plazo para el pago de
dicho tributo. Dichos casos son el de las sumas o entregas en
especie no sujetas a posterior control tributario que califican como
dividendos, y el de ingresos no declarados.

13.22 Deben ser materia de especial debate, a los efectos de las presentes
Jornadas y de la Resolución pertinente que se apruebe en ellas efec-
tuando las recomendaciones que correspondan, las siguientes pro-
puestas o afirmaciones de los Ponentes Individuales:

a) La propuesta de incorporar como dividendos, figuras no con-


templadas en la Ley No. 27804, como son la enajenación de los
derechos sobre dividendos, ciertas formas de financiamientos
otorgados por entidades del exterior y limitaciones para evitar
que se eluda el impuesto tratándose de ventas de acciones
efectuadas por sujetos no habituales.

b) La propuesta de inafectar la distribución de primas suplemen-


tarias de capital.

c) La afirmación de un posible alejamiento de inversiones por la


afectación del principio de seguridad, debido al constante cam-
bio de las normas tributarias, lo que en el presente caso se con-
figuraría con la creación del Impuesto a la Renta sobre divi-
dendos.

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

d) La afirmación de que se está afectando el principio de igualdad,


en razón del tratamiento a los inversionistas extranjeros, según
que hayan suscrito o no convenios de estabilidad jurídica tri-
butaria, y en general por el tratamiento a los contribuyentes
como consecuencia de este impuesto de tipo cedular que grava
en iguales condiciones a contribuyentes que pueden encontrar-
se en situaciones distintas.

e) La afirmación de que el impuesto creado genera mayor difi-


cultad y un mayor costo para la Administración Tributaria en la
gestión relacionada con dicho tributo.

f) La afirmación de que el nuevo Impuesto a la Renta sobre divi-


dendos pueda originar problemas de doble imposición.

g) La afirmación de que el nuevo impuesto genera una mayor


complejidad de la normativa fiscal.

h) La propuesta de derogar el Impuesto a la Renta sobre dividen-


dos presuntos, en función de la evaluación de lo expuesto en
los literales b) al g) precedentes, sustituyéndolo en todo caso
por un aumento en las tasas del Impuesto a la Renta sobre ren-
tas de tercera categoría.

14. RECOMENDACIONES

14.1 La ley debería expresamente señalar que la tasa del 4.1% del
Impuesto a la Renta, en los siete tipos de dividendos, únicamente
corresponde cuando la distribución es efectuada por personas domi-
ciliadas en el país, consideradas como jurídicas por el Artículo 14 de
la LIR. Igualmente, la Tasa Adicional del 4.1% sobre ingresos no de-
clarados sólo se aplica cuando dichos ingresos corresponden a una
persona domiciliada en el país, considerada como persona jurídica por
el Artículo 14 de la LIR.

14.2 En el caso de reducción de capital o de liquidación de la persona jurí-


dica, a que se refiere el inciso d) del Artículo 24-A de la LIR, la ley
debería sustituir la expresión “títulos representativos del capital” por
la expresión “acciones, participaciones o derechos en el capital”.

72
Luis Hernández Berenguel

14.3 La ley, y no el Reglamento, tendría que precisar el concepto de


“distribución de utilidades”. El Reglamento lo hace para incluir las
reservas de libre disposición, el adelanto de utilidades y otros concep-
tos, sin especificar lo que abarcan estos últimos.

14.4 Por norma reglamentaria se debería señalar expresamente que de ha-


berse pagado la Tasa Adicional creada por la Ley No. 27513, su
importe puede ser considerado como crédito contra el Impuesto a la
Renta sobre dividendos futuros.

14.5 Debería dejarse sin efecto la Sexta Disposición Final del Decreto Su-
premo No. 017-2003-EF, por ilegal y contradictoria con lo que dicho
Decreto dispone en su Artículo 22, que incorpora al Reglamento de la
LlR el Artículo 89.

14.6 Una nueva ley debería modificar la fecha de nacimiento de la obliga-


ción tributaria en cada caso de dividendos, adecuando esa fecha a la
naturaleza especial de cada tipo de dividendos y acercándola lo más
posible a la regla del percibido contenida en el literal c) del Artículo
57 de la LIR.

14.7 En el caso de créditos que califiquen como dividendos, debe derogar-


se la norma reglamentaria sobre el nacimiento de la obligación tribu-
taria. La ley debería considerar que la obligación nace:

a) El día en que se otorga el crédito, cuando no exista obligación


de devolver o el plazo exceda de doce meses, tomando en
cuenta las utilidades o reservas de libre disposición existentes
ese día -es decir, las mostradas en los estados financieros del
ejercicio anterior o en los estados financieros que se hubieran
formulado o aprobado más recientemente, menos las distribui-
das hasta dicho día-.

b) Transcurridos los doce meses de otorgado el crédito, en los


demás casos, tomando en cuenta las utilidades y reservas de
libre disposición existentes ese día, determinadas con arreglo al
literal a) precedente.

14.8 Debe modificarse la norma contenida en el Artículo 93 del Regla-


mento de la LIR, introducida por el Artículo 22 del Decreto Supremo

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Tema I: Impuesto a la Renta - Dividendos

No. 017-2003-EF, a los efectos de adecuarla, en cuanto a las redis-


tribuciones sucesivas de dividendos, a lo que la Ley No. 27804
señala.

Lima, Febrero de 2003

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