ÉTICA Y DOCTRINA

SOCIAL DE LA IGLESIA

UNIDAD 1
MÓDULO 2
PRINCIPIOS MORALES UNIVERSALES "VERITATIS SPLENDOR”
OBSERVANCIA Y APLICACIÓN DE LOS CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS

Competencia de la unidad

Analiza los diferentes aspectos de la vida del hombre en sociedad, en

concordancia con el binomio fe- razón, para estar en las condiciones
suficientes de poder configurar el desarrollo de un orden temporal justo,
con base en la investigación académica y la responsabilidad social.

Capacidad

Capacidad para explicar la relación entre la fe y la razón en el análisis de

los aspectos de la vida en sociedad.

Producto académico

Análisis de casos éticos.

PRINCIPIOS MORALES UNIVERSALES

Los principios morales universales son fundamentos éticos que se

consideran aplicables a todas las personas, culturas y contextos,
¿Qué debo hacer?
independientemente de las diferencias culturales, religiosas o individuales. ¿Cómo discernir el
bien del mal?
Estos principios se basan en la idea de que existen normas éticas
fundamentales que trascienden las variaciones culturales y proporcionan
una base común para evaluar la moralidad de las acciones.
Desde la perspectiva de la Iglesia Católica, los principios morales
universales se derivan de la enseñanza ética y moral de la fe católica. La
Iglesia sostiene la existencia de verdades morales objetivas y principios
éticos fundamentales aplicables a todas las personas, sin importar su
afiliación religiosa o cultural. Según esta perspectiva, algunos de estos
principios morales universales incluyen: La ley natural, la dignidad de la
persona, la primacía del bien sobre el mal, la libertad y la responsabilidad,
la solidaridad y la justicia social y el respeto por la vida y la familia.
LA LEY NATURAL
La ley natural «no es otra cosa que la luz de la inteligencia puesta en nosotros
por Dios; por ella conocemos lo que es preciso hacer y lo que es preciso evitar.
Esta luz o esta ley, Dios la ha dado al hombre en la creación.
(Santo Tomás de Aquino).

La ley divina y natural (GS 89) muestra al hombre el camino que debe seguir para

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practicar el bien y alcanzar su fin. La ley natural contiene los preceptos primeros y

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esenciales que rigen la vida moral. Tiene por raíz la aspiración y la sumisión a

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Dios, fuente y juez de todo bien, así como el sentido del prójimo en cuanto igual a up o.(
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sí mismo. Está expuesta, en sus principales preceptos, en el Decálogo.(CIC, 1955)

La Iglesia Católica enseña que Dios ha inscrito en la naturaleza humana una ley moral objetiva, conocida como la ley
natural. Esta ley es accesible a la razón humana y proporciona una base común para evaluar la moralidad de las acciones.
 LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
La persona es un bien en sí misma y es necesario buscar siempre m u j er, l os ben d
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su desarrollo integral. rón

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(Benedicto XVI).

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1,27)
Dotada de un alma “espiritual e inmortal” (GS 14), la persona humana es la “única
criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma”(GS 24, 3). Desde su
concepción está destinada a la bienaventuranza eterna.” (CIC,1703)

La Iglesia Católica sostiene que la vida humana es sagrada y la dignidad de la

persona es la base de su doctrina social. Aboga por la protección del derecho a la
vida, condena amenazas como el aborto y la pena de muerte, instando a evitar la
guerra y resolver conflictos pacíficamente. Destaca que las personas son más
importantes que las cosas, y la medida de una institución se evalúa por su impacto
en la vida y dignidad humanas.
LA PRIMACÍA DEL BIEN SOBRE EL MAL
“No se puede justificar una acción mala por el hecho de que la
intención sea buena”
No te dejes vencer por el mal,
(Santo Tomás de Aquino). si no vences el mal con el bien.
(San Pablo).
La ley divina, en realidad, no limita ni suprime la libertad del ser humano; por el contrario, la
respalda y fomenta. Sin embargo, en contraposición a esto, ciertas corrientes culturales
contemporáneas abogan por enfoques éticos que centran su pensamiento en un supuesto
conflicto entre la libertad y la ley. Estas doctrinas otorgan a individuos o grupos sociales la
capacidad de determinar lo que es bueno y malo. En estas perspectivas, la libertad humana
se percibiría como capaz de "crear valores" y se le atribuiría una supremacía sobre la
verdad, llegando al punto de considerar que la verdad misma es una creación de la libertad.
Esta autonomía moral proclamada por estas corrientes prácticamente equivaldría a una
soberanía absoluta de la libertad. (VS,35)

La prevalencia del bien sobre el mal se sustenta en la convicción de la bondad de Dios, la

relevancia de la conciencia moral, el combate contra el pecado, las directrices éticas y sociales,
así como la importancia destacada de la verdad y la moral objetiva. Estos fundamentos son
esenciales para la ética que guía a la persona humana y para su desarrollo espiritual.
LA LIBERTAD Y LA RESPONSABILIDAD
La libertad no consiste en hacer lo que nos gusta, sino
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en tener el derecho a hacer lo que debemos.
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(San Juan Pablo II). n s opi
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En cualquier convivencia humana organizada y beneficiosa, es esencial

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fundamentarse en la premisa de que cada ser humano es una persona, dotada de
inteligencia y libre albedrío. En consecuencia, el hombre posee derechos y deberes
inherentes a su propia naturaleza, universales e inalienables, que no pueden ser
renunciados bajo ninguna circunstancia (PT,9).

El reconocimiento de la libertad humana como un regalo divino, implica su conexión

con la responsabilidad moral. Las acciones humanas deben estar guiadas por la
conciencia, formada adecuadamente a través de la razón y la enseñanza moral.
 LA SOLIDARIDAD Y LA JUSTICIA SOCIAL
La cultura de la solidaridad expresa concretamente la participación
en la construcción de una sociedad fraternas. m ej or ven drá …
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(SS Francisco).
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El ejercicio de la solidaridad dentro de cada sociedad es válido sólo cuando sus miembros se

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reconocen unos a otros como personas. Los que cuentan más, al disponer de una porción mayor

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de bienes y servicios comunes, han de sentirse responsables de los más débiles, dispuestos a
compartir con ellos lo que poseen. la solidaridad que proponemos es un camino hacia la paz y
hacia el desarrollo... El lema del pontificado de mi venerado predecesor Pío XII era Opus iustitiae
pax, la paz como fruto de la justicia. Hoy se podría decir, con la misma exactitud y análoga fuerza
de inspiración bíblica (cf. Is 32,17 Jc 32,17), Opus solidaritatis pax, la paz como fruto de la
solidaridad. El objetivo de la paz, tan deseada por todos, sólo se alcanzará con la realización de la
justicia social e internacional, y además con la práctica de las virtudes que favorecen la
convivencia y nos enseñan a vivir unidos, para construir juntos, dando y recibiendo, una sociedad
nueva y un mundo mejor. (SRS,39).

La enseñanza moral católica destaca la solidaridad y la justicia social. La solidaridad implica ayudar a los necesitados y
reconocer la dignidad de cada persona. La justicia social busca igualdad de oportunidades y acceso equitativo a recursos. La
Doctrina Social de la Iglesia aborda temas como el trabajo justo y el cuidado de los pobres. Estos principios son cruciales para
una sociedad justa y solidaria.
LA DEFENSA DE LA VIDA Y LA FAMILIA
Matar inocentes en nombre de Dios es una ofensa contra Él y
contra la dignidad humana. (Benedicto XVI) La vida debe defenderse siempre porque está
ligada a la defensa de cualquier derecho
humano. (Papa Francisco)
Por lo que toca a la familia, la cual se funda en el matrimonio libremente contraído,
uno e indisoluble, es necesario considerarla como la semilla primera y natural de la
sociedad humana. De lo cual nace el deber de atenderla con suma diligencia tanto
en el aspecto económico y social como en la esfera cultural y ética; todas estas
medidas tienen como fin consolidar la familia y ayudarla a cumplir su misión.
(PT,16).

La defensa de la vida y la familia son principios fundamentales en la enseñanza

moral de la Iglesia Católica. Estos principios se basan en el reconocimiento de la
dignidad intrínseca de cada vida humana y en la importancia central de la familia
como núcleo de la sociedad. La Iglesia promueve y defiende estos valores como
parte de su misión de proclamar el Evangelio y construir un mundo más justo,
solidario y humano.
 LA CARIDAD Y EL AMOR AL PRÓJIMO
Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien
a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia. (San Agustín)
Amor a Dios y amor al prójimo se funden entre sí: en
el más humilde encontramos a Jesús mismo y en
Jesús encontramos a Dios. (DCE, 5 )
Benedicto XVI
«Caritas in veritate» es el principio sobre el que gira la doctrina social de la Iglesia,
un principio que adquiere forma operativa en criterios orientadores de la acción
moral... La caridad va más allá de la justicia, porque amar es dar, ofrecer de lo
«mío» al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al otro lo que es
«suyo», lo que le corresponde en virtud de su ser y de su obrar. No puedo «dar» al
otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde.
Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos. (CV,6).

La caridad y el amor al prójimo son principios fundamentales en la enseñanza moral

de la Iglesia. Los fieles son llamados a practicar la caridad, mostrando compasión y
ayuda a aquellos que lo necesitan, y a amar a los demás como Dios los ama.
“Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” Mt 10,17

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 VERITATIS SPLENDOR
SAN JUAN PABLO II

Veritatis Splendor" es una encíclica papal escrita por San Juan Pablo II en 1993 que
aborda cuestiones éticas fundamentales desde una perspectiva católica. En ella, el Papa
presenta una defensa de la moralidad objetiva y universal, basada en la ley natural y la
revelación divina, en contraposición a las corrientes relativistas y situacionistas de la ética
contemporánea.
El documento sostiene la existencia de normas morales absolutas que no están sujetas a
cambios culturales o circunstanciales, y enfatiza la importancia de la conciencia bien
formada y la obediencia a la ley divina para alcanzar la verdadera libertad y plenitud
humana. También aborda temas como la relación entre la libertad y la ley, la conciencia
moral, la elección fundamental y la moralidad de los actos, proporcionando una guía ética
sólida para los fieles católicos y un llamado a la responsabilidad moral en el mundo
moderno.
 Verdad objetiva y universal: Destaca la existencia de verdades morales objetivas e
inmutables, que no dependen de las circunstancias o las opiniones subjetivas.
Veritatis
Splendor Ley moral natural: Reconoce la ley moral inscrita en la naturaleza humana, que es
accesible a la razón y que proporciona un fundamento para discernir entre el bien y el
SAN JUAN PABLO II mal.

Relación entre libertad y verdad: Enfatiza que la verdadera libertad se encuentra en la

conformidad con la verdad moral, rechazando la noción de que la libertad consiste en la
autonomía absoluta de la voluntad.

Unidad entre fe y moral: Destaca la conexión entre la fe cristiana y la moralidad,

argumentando que la fe ilumina y fortalece la capacidad humana para vivir de acuerdo
con la verdad moral.

Dignidad de la persona humana: Afirma la dignidad intrínseca de cada ser humano

como imagen de Dios, lo que implica un respeto absoluto por la vida y la dignidad de
cada persona.
SAN MATEO 19, 16-22.
 LOS CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS

Los códigos de ética y deontología proporcionan pautas específicas

para la conducta profesional. Estos códigos establecen deberes
generales y específicos, así como prohibiciones, que orientan el
ejercicio profesional .

Son fundamentales para mantener la integridad y la excelencia en

todas las profesiones, especialmente en aquellas relacionadas con la
salud y el bienestar humano. Proporcionan un marco ético sólido que
guía la conducta del profesional y promueve la confianza del público
en los profesionales y en sus respectivas disciplinas.
¿CÓMO OBSERVAR Y APLICAR LOS CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS?

Observar y aplicar los códigos deontológicos implica un

compromiso constante con los principios éticos y las
normas de conducta de la profesión. Esto requiere no
solo familiarizarse con dichos códigos, sino también
reflexionar sobre su aplicación en diversas
circunstancias y contextos. La disposición a adaptar y
contextualizar estos principios éticos es esencial para
garantizar una práctica profesional responsable y
ética en todo momento. .
CÓDIGOS DEONTOLÓGICOS ...

Conocimiento del código: Esto implica estudiar y entender los principios éticos y las normas de
conducta establecidas en el código.
Integración en la práctica: Los profesionales deben aplicar los principios éticos y las normas del código
deontológico en su trabajo diario, es decir tomar decisiones y realizar acciones que estén alineadas con
estos principios, incluso en situaciones difíciles o ambiguas.
Reflexión ética: Ante decisiones o situaciones que planteen dilemas éticos, es importante reflexionar
sobre cómo aplicar los principios del código deontológico para tomar la mejor decisión posible.

Consulta y asesoramiento: Es útil buscar orientación y asesoramiento de colegas, supervisores,

comités de ética u otras fuentes expertas.
Mantenimiento de la integridad: Los profesionales deben mantener una conducta íntegra y honesta
en todas sus interacciones, evitando conflictos de interés, practicando la confidencialidad cuando sea
necesario y mostrando respeto hacia todas las personas.
Responsabilidad personal y colectiva: Cada profesional tiene la responsabilidad individual de
observar y aplicar los códigos deontológicos, pero también es importante que existan mecanismos y
estructuras dentro de la profesión para garantizar el cumplimiento y abordar cualquier infracción de
manera adecuada.
.
“La revolución del amor comienza con una sonrisa.
Sonríe cinco veces al día a quien en realidad no
quisieras sonreír. Debes hacerlo por la paz”.

Santa Teresa de Calcuta

 BIBLIOGRAFÍA

101 casos para el estudio de la ética (Franco L., 2017)

Catecismo de la Iglesia Católica
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia
Las Manos Humanas son las Manos de Dios. Pensamiento Social de la
Iglesia sobre el Trabajo (Sandoval G, 2019)
Manual de principios y problemas éticos (Alegría C., 2019)