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1) El grotesco

A) El grotesco se consolida como género dramático universal a principios del


siglo XX en Italia, con el dramaturgo Luigi Pirandello. Este género llega a la
Argentina en la década de 1920, de la mano del dramaturgo Armando
Discépolo. Por sus variaciones del grotesco europeo, es conocido como
grotesco criollo, término con el que el mismo Discépolo clasificó su obra. A
diferencia del sainete, de origen español, en donde los personajes se
desenvolvían en los patios y las puertas del conventillo, en el grotesco criollo
sus personajes, mayoritariamente inmigrantes del sur de Italia, se debaten en
diferentes conflictos (como la falta de dinero) en la intimidad de los espacios
interiores, donde la realidad que se reflejaba tenía una fuerte dosis de dolor y
desesperanza en tono de comedia, en donde la risa se interrumpía muchas
veces por el fondo trágico de las obras.
Si bien hacia 1930 el ciclo del grotesco iniciado por Discépolo se apaga por
un tiempo y pasa a ser algo desvalorizado al perder prestigio, es gracias a
Roberto Arlt y su ingreso al teatro quien, de alguna manera, lo mantiene vivo
con lo que se conoció como farsa y fue preparando el terreno para lo que se
denominó nuevo grotesco.
Con el surgimiento del teatro independiente en la década del sesenta, varias
características y líneas se funden para formar este nuevo grotesco. A lo
entonces conocido como “farsesco” se le suma el absurdo, otra corriente que
llega desde los escenarios franceses, y a esto se agrega la crueldad y el
humor negro, elementos necesarios para digerir las dificultades sociales y
políticas de la época.
La gran diferencia entre el nuevo grotesco y el grotesco criollo o el grotesco
proveniente de Italia es que el conflicto deja de estar “fuera” de los
personajes, para pasar a ser un conflicto que se debate dentro del
protagonista. Los personajes del nuevo grotesco son seres que buscan
dentro de ellos mismos respuestas difíciles de hallar. El realismo crítico y la
temática que da cuenta de la historia cotidiana de la clase media argentina
van a ser los rasgos sobresalientes del nuevo grotesco criollo.

B) La Nona es una obra de teatro del dramaturgo argentino Roberto Cossa. Se


trata de una de las obras más importantes del teatro argentino. En esta
encontramos a una familia argentina, de origen italiano, en la que hay una
abuela, la Nona, de avanzada edad. La Nona come sin parar, por lo que la
familia se va a la ruina y buscan los más diversos caminos para ganar dinero
(prostitución, mendicidad, engaños, etc.). En un momento la familia comienza
a intentar asesinar a la nona, pero son los miembros de la familia los que van
resultando muertos en esos intentos, hasta que, en el final, solo queda la
Nona.

C) En esta obra, se reconocen los siguientes rasgos relacionados al grotesco:


● Los temas: El nuevo grotesco, como ya pasaba en el grotesco criollo,
propone al dinero o la falta de dinero como tema favorito. La injusticia social,
la miseria, el fracaso, la corrupción, el delito y la humillación suelen ser
algunos de los subtemas relacionados con el dinero que también aparecen
en este teatro. Uno de los planteos temáticos que se reiteran en el teatro de
Roberto Cossa es que tanto la búsqueda de una salida individual, como la
autoestima basada en la posesión de cuestiones materiales, y la familia como
único núcleo social del sujeto y objetivo de su vida, no llevan nunca a la
realización personal. Hay en su teatro un alto contenido crítico respecto de la
falsedad de las metas que se propone el sujeto. En la obra, lo vemos
reflejado, por ejemplo, en los intentos de Chicho por desprenderse de la
Nona.
● La construcción dramática: Se relaciona con la tragedia griega en el
sentido de que, cuando empieza la intriga, la acción ya ha comenzado hace
mucho tiempo y se está cerca del desenlace, que además suele ser trágico.
En La Nona, por ejemplo, la situación desesperada en la que se encuentra la
familia, porque la Nona se pasa comiendo y no hay comida ni dinero que
alcance para saciar su apetito voraz, pone de manifiesto una situación que
sucede desde hace muchos años y que agobia a la familia. La obra empieza
cuando el desenlace está cerca.
● Los personajes: Así como en el grotesco los personajes solían ser en su
gran mayoría inmigrantes italianos, en el nuevo grotesco son empleados,
pequeños propietarios, universitarios fracasados o amas de casa hastiadas.
En el teatro de Roberto Cossa, sus personajes pertenecen a la clase media
porteña, descendiente de aquellos inmigrantes. Su apariencia suele ser, en
general, grotesca, como por ejemplo, el personaje de la Nona que, a medida
que avanza la obra, se va deshumanizando hasta convertirse en un
“monstruo” devorador. Tanto los movimientos de los personajes como el
lenguaje que utilizan suelen reforzar lo grotesco. En el personaje de la Nona,
la forma de hablar, una mezcla de lengua ítalo-rioplatense, enfatiza lo
grotesco. En el caso de la obra mencionada, los personajes pertenecen a una
clásica familia de clase media porteña, descendiente, como muchas, de
inmigrantes italianos. Los nombres de los personajes dan cuenta de esa
ascendencia: Anyula, Carmelo, Chicho.
● El espacio: La escenografía es realista y da cuenta de la posición social y
económica de los personajes. En el caso de La Nona, la acción transcurre en
la cocina-comedor, que funciona como centro y corazón de la casa.
● El tiempo: El tiempo de la representación suele ser breve, no más de una
hora y media; y el tiempo de la historia suele resolverse en unos días, un
mes. En La Nona el tiempo es cronológico, lineal.
● El lenguaje: En estas obras se recrea el lenguaje cotidiano, intentando
reflejar de esta manera la realidad, pero también, en La Nona, el lenguaje
también se transforma en un elemento cómico, como por ejemplo, los
diferentes intentos de hablar en italiano por parte de Chicho.

2) La literatura fantástica
A) Para Todorov el género fantástico o literatura fantástica es la explicación de
los hechos que suceden, que pueden tener una explicación realista y, a su
vez, una fantástica. Si la explicación realista a los hechos no es verosímil, no
podría explicar todos los acontecimientos, estaríamos ante un hecho
maravilloso en lugar de uno fantástico.Por ello, lo fantástico se ocupa de
aquello, que no ha optado por una explicación racional o sobrenatural.
Además, permite la relación de la existencia de dos mundos: el natural y el
sobrenatural.
Lo fantástico implica la intriga del lector y este no dura más que el tiempo de
una vacilación, es decir, lo que se dura para elegir una de las dos
explicaciones. Todorov propone que “lo fantástico” ocupa el tiempo de esta
incertidumbre; en cuanto se elige una respuesta u otra, se abandona lo
fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño o lo maravilloso:
❖ Según Todorov se define lo extraño como los acontecimientos
extraordinarios a partir de las leyes de la realidad; es la solución más racional
pero más inverosímil. Lo fantástico-extraño es esa puerta estrecha, que no
tiene explicación en el texto sino en el mundo real.
❖ Lo fantástico maravilloso es definido por Todorov como los acontecimientos
que no se puede explicar por leyes naturales; según Todorov este tipo de
relato son los que se acercan a lo fantástico puro, pues éste, por el hecho
mismo de quedar inexplicado, no racionalizado, nos sugiere la existencia de
lo sobrenatural.
Lo fantástico es la vacilación que experimenta un ser que sólo conoce las
leyes naturales ante un acontecimiento que aparentemente resulta
sobrenatural.
Es cuando se produce la “Incertidumbre”, la “duda” y nos es imposible darle
una explicación racional.
Las condiciones de lo fantástico son:

● Es necesario que el texto obligue al lector a coincidir el mundo como mundo


real para los personajes.
● También exige que este debe vacilar entre una explicación natural o
sobrenatural de los acontecimientos. Esta vacilación se convierte en el tema
central de la obra.
● Por último, el lector debe tomar una determinada actitud frente a la obra y
debe rechazar la interpretación alegórica y poética. Lo fantástico no debe ser
ni poético, ni alegórico.

B) Lo fantástico aparece, en el libro Final de juego, a través de los siguientes


temas:
● Los espacios: Lo fantástico y lo siniestro aparece en los cuentos de
Cortázar en los tránsitos de los personajes entre espacios de distintos
tipos: cerrados, virtuales, oníricos, cognitivos. En este libro, vemos
espacios yuxtapuestos en la puerta que conecta dos habitaciones de
hotel en "La puerta condenada", en el espacio real siendo
contaminado por una historia de ficción en "Continuidad de los
parques", en un sueño lúcido de un accidentado que comienza a ser
perseguido por aztecas desde su habitación del hospital en "La noche
boca arriba". Son espacios que se sobrepasan, se imprimen unos
sobre otros y dan lugar así a lo fantástico.
● El doble: El doble es un tema importante en los cuentos de Final del
juego. Aparecen ejemplos de dos personajes muy similares que se
unen por sus similitudes, como el narrador de "Una flor amarilla" y Luc;
un solo personaje que vive dos historias y por lo tanto se duplica,
como el enfermo de "La noche boca arriba"; y también dos conciencias
vinculadas que intercambian los cuerpos, como el protagonista de
"Axolotl" y el animal de la pecera.
● La metamorfosis: La metamorfosis aparece en este libro como una
transformación. Se da en distintos niveles: en el de la consciencia
individual y el de un alejamiento de lo racional, como el proceso que
lleva a Somoza de ser un arqueólogo a un escultor sacrificante en "El
ídolo de las Cícladas" o el de un proceso colectivo de animalización y
del crecimiento de la violencia, como el público de "Las Ménades"
luego de escuchar el concierto del Maestro.
Cortázar relata los cambios con gradualidad, dejando pistas a los
lectores. En el caso de "Axolotl", desde el primer párrafo se evidencia
que la transformación estaba completa. Sin embargo, el cuento relata
cómo se compenetran el hombre que va al acuario con ese pequeño
animal para que posteriormente intercambiaran las conciencias. Hay
una gradualidad en la obsesión de ese hombre que visita el Jardin des
Plants.
● Lo onírico: Varios relatos de este libro muestran personajes en estado
de ensoñación. La intersección entre los estados de sueño y de vigilia
generan tensiones fantásticas en los cuentos. Según Hartmann, los
recursos oníricos facilitan “el movimiento de sus personajes entre una
realidad externa y objetiva y una realidad interna y fantástica”
(1969:540). El crítico agrega que muchas veces el mundo fantástico y
subjetivo del personaje es más verdadero que el “real”.
Los cuentos en los que aparece lo onírico son: "El río", con el relato
somnoliento de un hombre, "La puerta condenada", con la aparición de
ese llanto de un bebé cuando el protagonista se encontraba en el
estadio intermedio del sueño y la vigilia, "Relato con un fondo de
agua", con el sueño que determina los hechos que luego efectuaría el
protagonista en la realidad, "La noche boca arriba", con la transición
de un enfermo a otra realidad en la que los aztecas lo perseguían.

3) El realismo mágico
A) El realismo mágico formó parte de una corriente artística, que incluía la
literatura y la pintura, entre otros; originada en el siglo XX por autores de
origen latinoamericano.
La característica principal del realismo mágico es la alteración de la realidad
con acciones fantásticas, que son narradas en un modo realista, dando por
sentado la aceptación de estos hechos como reales y verdaderos, tanto para
los protagonistas como para el lector
Principales características
● Elementos fantásticos en la realidad conocida: Se incorporan una gran
cantidad de elementos fantásticos, mágicos, que conviven con la
realidad. Es importante remarcar que muchos de estos elementos
forman parte de la identidad y sensibilidad de los pueblos
latinoamericanos, con huella de personajes míticos, legendarios,
etcétera. Por ejemplo, en “La viuda de Montiel” cuando aparece el
espíritu de Mamá Grande para advertirla sobre su muerte.
● Naturalidad frente a la fantasía: Otro hecho característico de este tipo
de obra es que los acontecimientos fantásticos o irreales que tienen
lugar durante la trama son tratados como normales entre los
personajes, como por ejemplo en “Rosas artificiales” donde Mina toma
como algo natural que su abuela, la supuesta ciega, vea.
● Escenarios americanos: Todas las historias que explicaban se
incluían dentro de la realidad americana con paisajes y espacios
propios de esta parte del mundo. Por ejemplo, en “La siesta del
martes” se describe el escenario como un pueblo caribeño, muy
caluroso, casi inhóspito durante el mediodía.
● Atmósferas intimistas: También suele ser común que los autores que
siguieron esta corriente crearan una atmósfera intimista que le
permitiera al personaje expandirse e investigarse en su interior. Como
por ejemplo, en “La viuda de Montiel” donde se muestra a una mujer
que tras años de estar bajo el mando de su marido, con el cual había
sido obligada a casarse, al enviudar, comienza a reflexionar sobre sus
hijos, vivencias y porvenires.
● Mitos y leyendas: Otra de las características del realismo mágico más
determinantes es que los autores empleaban muchos elementos de su
tradición popular para poder crear ese marco de fantasía e irrealidad.
Por ejemplo, el mito de Macondo, que abarca todos los cuentos del
libro, mito con el que García Marquez estaba obsesionado.
● Denuncia social: Denunciar lo que estaban viviendo era mediante este
subgénero que traspasaba el filtro de la censura y que estaba cargado
de mensajes ocultos, como por ejemplo en “Un día de estos” donde se
muestra la violencia ejercida por el alcalde hacia el dentista y la
corrupción en el pago de la boleta por la extracción de la muela; o en
“Los funerales de Mamá Grande” donde describe a los mendigos
durmiendo en el congreso.

B) “Los cuentos del libro son las piezas de un rompecabezas destinado a


construir la figura de Macondo”
Los ocho relatos que conforman el volumen tienen un espacio geográfico
común: un pueblo tropical del interior, que vamos conociendo poco a poco y
en forma parcial, en cada cuento.
Lo notable, sin embargo, lo constituye ese acercamiento paulatino y desde
diferentes ángulos, a un mismo sitio, que inicialmente es sólo el pueblo, pero
que adquiere ya en el volumen su inmortal identidad: Macondo.
El libro presenta un conjunto de rasgos geográficos y físicos que,
reiteradamente aparecen y se van intensificando hasta conformar el pequeño
poblado bananero de calles polvorientas, sombreadas por almendros, donde
el calor y la siesta del mediodía son constantes y en el cual la vía de ingreso
y salida es el ferrocarril, que señala con su llegada, la hora.
A partir de "La siesta del martes" vamos ingresando paulatinamente en el
lugar. En este primer relato conocemos lo básico del pueblo: "el hotel frente a
la estación, su cantina y su salón de billar, y la oficina del telégrafo a un lado
de la plaza" (p.107). Asimismo vemos "los almacenes, las oficinas públicas,la
escuela municipal" (p.107) cerrados, pues es la hora de la siesta. Hábilmente,
el narrador patentiza ya la presencia y el influjo de la Compañía Bananera:
"Las casas, en su mayoría construidas sobre el modelo de la compañía
bananera, tenían las puertas cerradas por dentro y las persianas bajas"
(p.107). Ingresamos, luego, en el interior de la casa cural, cuya sala de
espera era pobre, ordenada y limpia" (págs. 108-109).
En "Un día de éstos" conocemos el interior de la casa del dentista, cuyo
despacho tiene "el cielorraso desfondado y una telaraña polvorienta con
huevos de araña e insectos muertos" (p.116).
"En este pueblo no hay ladrones" nos amplía el panorama general: por un
lado nos introduce en el cuarto del patio común donde viven Dámaso y Ana
(p.120). Por otra parte, el cuento describe, en detalle, al número básico del
pueblo: la plaza municipal con sus toldos, puestos de frituras y mesas de
lotería (p.125), el mercado (p.131), el salón de billar y cantina (págs. 131-
127), el salón de baile (págs. 131,140,141), el cine (p.125).
La visión general del pueblo se completa en "Un día después del sábado",
donde se insiste en la casa cural (p.171), la iglesia (p.185) y el panorama
total del pueblo "muerto, con calles interminables y polvorientas v sombrías
casas de madera con techos de zinc, que parecían deshabitadas ... calles sin
hierbas, casas con alambreras y un cielo profundo y maravilloso sobre un
calor asfixiante" (p.184).
Las casas de los ricos se describen en "La prodigiosa tarde de Baltazar"
(p.153), "La viuda de Montiel" (págs. 161 y 162), "Un día después del
sábado" (págs. 172, 173) y en "Los funerales de la Mamá Grande" (p.198).
En este último se insiste en las proporciones del inmueble, de acuerdo a la
calidad de su dueña: "la enorme mansión de dos plantas, olorosa a melaza y
orégano, con sus oscuros aposentos atiborrados de arcones y cachivaches
de cuatro generaciones convertidas en polvo ... " (p.198).
En este último relato hay una condensación de todos los elementos
integrantes del paisaje del pueblo tropical: la plaza, el mercado, las calles
llenas de gente que espera el célebre cortejo (págs. 210-213). Macondo
adquiere un matiz particular que colma el interés del lector: se dibuja y se
describe durante las fiestas funerarias de la célebre matrona del lugar.
Se completa, así, la visión del pueblo en todos sus detalles: el clima, las
casas de los habitantes según su clase social, los edificios públicos, los
centros de diversión, las calles y plazas y el sector habitado por los
dominadores extranjeros.

“Los cuentos revelan un universo marcado fuertemente por la presencia


femenina”
5 de los 8 cuentos del libro están protagonizados por mujeres. Unas más
débiles, como el caso de "La viuda de Montiel", "Un día después del sábado"
y "Rosas artificiales" en los que las tres, por la ausencia de un ser querido (el
esposo en los dos primeros y el amante en el último) es la causa de que no le
encuentren sentido a la vida: la viuda de Montiel y la señora Rebeca se aíslan
de la realidad y se refugian en la suya propia. Mina, en cambio, vive junto a
su abuela en un interminable y fastidioso hacer flores. Pero también existen
otras más fuertes y decididas como es el caso de “Los funerales de Mamá
Grande” y “La siesta del martes”. El primero muestra a la matriarca
imponente en todo: su físico, su hacienda, su familia, sus cumpleaños, su
patrimonio, su agonía, la lectura de su herencia, su funeral, etc; el segundo
muestra a una mujer humilde y de bajos recursos pero al mismo tiempo, en
cuanto a sus posturas y ánimo se puede ver a una mujer serena, de carácter
fuerte, y decidida. “Tenía la serenidad escrupulosa de la gente acostumbrada
a la pobreza”
La mujer realista, práctica y trabajadora es otra constante en los personajes:
Ana, Mina, Ursula, la madre del ladrón, son ejemplos claros de esta actitud
femenina resuelta, segura y firme. Pero también, encontramos personajes
con la mentalidad obsesionada y perturbada como rasgo que las acompaña:
la abuela ciega de "Rosas artificiales" y la viuda Rebeca de "La viuda de
Montiel".
La mujer se constituye en un personaje central, clave en el orden del mundo
y en la vida de la comunidad. En la obra de García Márquez encontramos
una galería amplia de figuras femeninas de diversas edades que recrean los
distintos roles de la mujer en la sociedad patriarcal, desde la típica madre
abnegada que se desvive para que los demás, en particular, los hombres,
alcancen su plenitud hasta la mujer que asume con autonomía su cuerpo y su
alma, en lugar de ceñirse a los roles restringidos y rígidos que le asigna la
sociedad machista.

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