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Realizado el estudio acucioso de las actas procesales que dan cuerpo al presente
expediente, esta Sala Constitucional pasa a decidir, previo las siguientes consideraciones:
I
FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO
Del escrito de amparo esta Sala puede evidenciar los siguientes argumentos:
Que, “…el acto violatorio (…) que ha motivado esta queja y la consiguiente
solicitud de amparo, (…) no ha sido consentido en ningún momento de forma expresa o
sobreentendida y no existe otra ACCIÓN EXPEDITA Y URGENTE, vía o medio judicial
ordinario o preexistente a fin de lograr se restituya el derecho que ha sido violado, ni
tampoco han trascurrido seis (06) meses después de la transgresión de dicho derecho. ES
NECESARIO ESTE AMPARO SOBRE TODO POR LOS INTERESES DIFUSOS Y/O
COLECTIVOS QUE SE PRESENTAN EN CUANTO AL VACIO QUE EXISTE EN LA
NORMATIVA PENAL QUE CHOCA CON LA CARTA MAGNA Y LA PROGRESIVIDAD
DE LOS DERECHOS HUMANOS. La única vía es EL AMPARO CONSTITUCIONAL v no
es posible otra acción o medio de tipo recursivo, por las Violaciones Graves y Urgentes a
la Carta Magna…” (sic) [Mayúsculas del original].
Que, “… [e]n fecha 28 de marzo de 2017, de acuerdo a los artículos 347 y 349 del
Código Orgánico Procesal penal PUBLICA LA DECISIÓN SOBRE LA CONDENATORIA
DE LOS ACUSADOS POR EL DELITO DE APROVECHAMIENTO DE VEHÍCULO
PROVENIENTE DEL ROBO (artículo 09 de la Ley Especial) y absolutoria por los delitos
de Agavillamiento y Lesiones personales intencionales menos graves…” (sic) [Mayúsculas
del original] [Corchetes de la Sala].
II
DE LOS ARGUMENTOS DE LA APELACIÓN
Finalmente arguye el recurrente, que la sentencia apelada viola los artículos 19,
21.1, 22, 26 y 258 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
III
DE LA SENTENCIA APELADA
IV
DE LA COMPETENCIA
Ahora bien, en el caso sub iudice, la sentencia apelada fue dictada, el 17 de agosto
de 2021, por la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Falcón, actuando en funciones constitucionales como tribunal de primera instancia; de
modo que, tomando en cuenta lo señalado en la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia y el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, esta Sala resulta competente para conocer y decidir la presente apelación.
Así se declara.
V
MOTIVACIONES PARA DECIDIR
En este sentido, debe destacarse que la forma de computar los tres (3) días que
disponen las partes para apelar, previstos en la referida norma, fue precisada en sentencia
n.° 501 del 31 de mayo de 2000 (caso: “Seguros Los Andes, C.A.”), en la cual se estableció
lo siguiente:
“(…) en relación con los lapsos para interponer el recurso de apelación en
amparo, esta Sala Constitucional considera que admitir que el lapso de apelación
previsto en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales debe computarse por días continuos, incluyendo
sábados, domingos y feriados, sería atentatorio contra el derecho a la defensa,
principio cardinal del sistema procesal, pues el ejercicio del recurso de apelación
se vería limitado de hecho, incluso cercenado, bien por la llegada del fin de
semana, o alguna fiesta patria.
...omissis...
Bajo este orden de ideas, considera esta Sala que el lapso de tres (3) días para
interponer el recurso de apelación en amparo, previsto en el artículo 35 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, debe ser
computado por días calendarios consecutivos, excepto los sábados, los domingos,
el jueves y el viernes santos, los declarados días de fiesta por la Ley de Fiestas
Nacionales y los declarados no laborables por otras leyes, y así se declara,
reiterando con carácter vinculante lo ya expresado en el fallo del 1º de febrero de
2000 (caso: José Amando Mejía)…”. (Destacado añadido).
A la luz del criterio supra invocado, debe acotarse que en reiteradas ocasiones esta
Sala ha declarado inadmisible por extemporánea la apelación interpuesta fuera del lapso de
apelación previsto en el artículo 35 eiusdem, computado en atención al referido criterio
(vid sentencia n.° 3213/2003 caso: “Ely Fabio Hernández”), por lo que en esta oportunidad
se debe afirmar una vez más que de conformidad con la interpretación que se le ha dado al
texto del citado artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales (sentencias 501/2000, del 31 de mayo; y 3.027/2005, del 14 de octubre), el
lapso para recurrir de la decisión dictada por la primera instancia en el proceso de amparo,
es de tres (3) días contados a partir de la fecha de publicación del fallo (sentencia n.°
11/2004, del 14 de enero), los cuales, a su vez, deben ser computados por días calendarios
consecutivos, excepto los sábados, los domingos, el jueves y el viernes santos, los
declarados días de fiesta por la Ley de Fiestas Nacionales y los declarados no laborables
por otras leyes, ello a los fines de salvaguardar el derecho a la defensa, el cual también
tiene una dilatada vigencia en el marco del proceso de amparo.
Precisado lo anterior, esta Sala aprecia que la sentencia apelada fue dictada el 17
de agosto de 2017, ordenándose la notificación del accionante, la cual se materializó el 21
de agosto de 2017 (folio 131 del expediente AA50-T-2017-001111), y según el cómputo
efectuado el 24 de agosto de 2017 por la secretaría de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del estado Falcón, se observa que el accionante ejerció el recurso de
apelación contra el referido fallo el 23 de agosto de 2017, esto es, transcurrieron los días 22
y 23 de agosto de 2017, siendo entonces interpuesto el recurso de apelación el segundo día
continuo siguiente de su notificación, razón por la cual se considera que la apelación resulta
tempestiva. Así se establece.
Ahora bien, esta Sala precisa que, tal como quedó asentado en sentencia No. 442
del 4 de abril de 2001, caso: “Estación Los Pinos, S.R.L.” habiéndose establecido en la ley
un plazo de treinta (30) días para que el tribunal de alzada decida la apelación de la
sentencia de amparo constitucional, este plazo debe considerarse como preclusivo para que
las partes consignen cualquier escrito relacionado con la causa. En el presente caso, se
puede evidenciar que la representación judicial de la parte accionante presentó la
fundamentación de la apelación en el mismo escrito recursivo, por lo que esta Sala decidirá
dicho recurso con base en los argumentos expuestos en la acción de amparo, la sentencia
apelada, los elementos que cursan en autos, y los argumentos de la apelación. Así se decide.
“… [e]n este contexto es menester indicar que la postura que sirve de fundamento
al fallo apelado ha sido corregida progresivamente por esta Sala hasta el punto de
considerar que la parte actora puede optar entre el ejercicio de la acción de
amparo y la vía de impugnación ordinaria (Vid. sentencia de fecha 15 de febrero
de 2000 entre otras); no obstante, para ello debe poner en evidencia las razones
por las cuales decidió hacer uso de esta vía -amparo- ya que de lo contrario se
estarían atribuyendo a este medio procesal los mismos propósitos que el recurso de
apelación, lo cual no ha sido en ningún momento la intención del
legislador…”. (Resaltado y corchetes de esta Sala).
En igual sentido, esta Sala en Sentencia n.° 369 del 24 de febrero de 2003, caso:
“Bruno Zulli Kravos”, dejó sentado lo siguiente:
“… [l]a violación o amenaza de violación de derechos fundamentales, el urgente
restablecimiento de la situación jurídica infringida, la eventual irreparabilidad del
daño y la circunstancial inidoneidad e ineficacia de las vías, medios o recursos
judiciales preexistentes (ordinarios o extraordinarios) en un caso concreto, son
circunstancias determinantes de la admisibilidad y procedencia de una demanda
de amparo.
Corresponde entonces al supuesto agraviado la puesta en evidencia, en el escrito
continente de su demanda, de tales circunstancias, de lo cual dependerá, en gran
medida, el éxito de su pretensión.
La escogencia, por parte del querellante, entre la demanda de amparo y las vías,
medios o recursos judiciales preexistentes (ordinarios o extraordinarios) es la
excepción, no la regla, y es posible sólo cuando las circunstancias a que se hizo
referencia supra así lo ameriten, para lo cual, se insiste, es necesario que el
agraviado las ponga en evidencia ante el Juez, quien, en definitiva, las ponderará
en cada caso…” (Resaltado y corchetes de esta Sala).
Este criterio sobre el orden público, fue ampliado por esta Sala al tratar el tema de
la inadmisibilidad de la acción de amparo constitucional, estableciendo que aun en los
supuestos de caducidad y de desistimiento de la acción, la solicitud de tutela constitucional
debe ser admitida cuando medie su existencia:
Por otra parte, esta Sala – con respecto a la admisión de los hechos – en sentencia
n.° 227 del 10 de febrero de 2006, dejó sentado, que dicho procedimiento “…no vulnera el
derecho que tiene toda persona a ser juzgada por sus jueces naturales, con las garantías
constitucionales y legales, pues -tal como lo establecen los criterios jurisprudenciales
expuestos supra- el legislador nacional excluyó la posibilidad de que la rebaja de pena
por admisión de los hechos, sea inferior al límite mínimo de aquella que establece la ley
para el delito correspondiente, en las especies delictivas que indica la señalada norma,
como lo son los delitos en los cuales haya habido violencia contra las personas, y en los
casos de delitos contra el patrimonio público o previstos en la Ley Orgánica Sobre
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (actual Ley Orgánica contra el Tráfico Ilícito y
el Consumo de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas), siempre que sus penas
correspondientes excedan de ocho (8) años en su límite máximo…” (Resaltado y subrayado
de esta Sala); conforme con el criterio inmediatamente anterior, el procedimiento por
admisión de los hechos no vulnera la garantía constitucional del juez natural, ni las
establecidas en los numerales 3 y 5 del artículo 49de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, los cuales textualmente señalan:
“Artículo 49. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones
judiciales y administrativas; en consecuencia:
(…)
3. Tosa persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso,
con las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente,
por un tribunal competente, independiente e imparcial establecido con
anterioridad. Quien no hable castellano o no pueda comunicarse de manera
verbal, tiene derecho a un intérprete.
(…)
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar
contra sí misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto
grado de consanguinidad y segundo de afinidad.
La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de
ninguna naturaleza. (…)” (Resaltados y subrayados de la Sala).
En este asunto, considera la Sala, que nuevamente el recurrente no tiene una clara
comprensión de la figura de la suspensión condicional del proceso; por ello, atendiendo al
fin orientador de la sentencia, previo a la resolución de la delación, es menester acotar
algunos aspectos de dicha institución procesal.
En este orden de ideas, el artículo 43 del Código Orgánico Procesal Penal, prevé
textualmente lo siguiente:
“Artículo 43. En los casos de delitos cuya pena no exceda de ocho (08) años en su
límite máximo, el imputado o imputada, podrá solicitar al Juez o Jueza de Control,
o al Juez o Jueza de Juicio, si se trata del procedimiento abreviado, la suspensión
condicional del proceso, y el Juez o Jueza correspondiente podrá acordarlo,
siempre que él o la solicitante admita plenamente el hecho que se le atribuye,
aceptando formalmente su responsabilidad en el mismo, y no se encuentre sujeto a
esta medida por otro hecho, ni se hubiere acogido a esta alternativa dentro de los
tres años anteriores. A tal efecto, el Tribunal Supremo de Justicia, a través del
órgano del Poder Judicial que designe, llevará un registro automatizado de los
ciudadanos y ciudadanas a quienes les haya suspendido el proceso por otro hecho.
La solicitud deberá contener una oferta de reparación del daño causado por el
delito y el compromiso del imputado o imputada de someterse a las condiciones
que le fueren impuestas por el tribunal, conforme a lo dispuesto en el artículo 45
de este Código. La oferta podrá consistir en la conciliación con la víctima o en la
reparación natural o simbólica del daño causado.
Quedan excluidas de la aplicación de esta norma, las causas que se refieran a la
investigación de los delitos de: homicidio intencional, violación; delitos que
atenten contra la libertad, integridad e indemnidad sexual de niños, niñas y
adolescentes; secuestro, el delito de corrupción, delitos que causen grave daño al
patrimonio público y la administración pública; tráfico de drogas de mayor
cuantía, legitimación de capitales, contra el sistema financiero y delitos conexos,
delitos con multiplicidad de víctimas, delincuencia organizada, violaciones graves
a los derechos humanos, lesa humanidad y delitos graves contra la independencia
y seguridad de la nación y crímenes de guerra.”
Por ello, la suspensión condicional del proceso trata del derecho de toda persona
sometida a proceso, a solicitar su suspensión, cuando se reúnan las condiciones legales para
su admisibilidad, lo que a su vez, genera el deber estatal de reconocerlo ante cualquier
solicitud correctamente fundada en la ley. (Vid. Sentencia de esta Sala n.° 232 de fecha
10/03/2005).
Ahora bien, en nuestro país, esta obligación del Estado de reconocer su aplicación
pasa por garantizar que la víctima sea resarcida del daño (paradigma restaurativo), sin la
cual – la reparación –, la solicitud resulta improcedente; así mismo, conforme al principio
de debida diligencia, el Tribunal y los órganos auxiliares de justicia, asumen la obligación
de supervisión en el cumplimiento de las obligaciones impuestas al imputado, por ello,
basta que, injustificadamente deje de cumplir “…alguna de las condiciones que se le
impusieron, o cuando de la investigación surgen nuevos elementos de convicción que
relacionen al imputado con otro u otros delitos; y en su lugar procederá la reanudación
del proceso o ampliar el plazo de prueba por un año más...” (Vid. Sentencia n.° 291 del
03 de junio de 2002, Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia) (Artículos
46 y 47 del Código Orgánico Procesal Penal).
Con base a todo lo anterior, considera la Sala, que los argumentos esgrimidos por
el recurrentes no son suficientes y valederos para habilitar la vía del amparo constitucional,
y que el Juzgado supuesto agraviante no actuó fuera del ámbito de su competencia, en
abuso de poder o extralimitación de funciones, ni vulneró el derecho constitucional al
debido proceso del querellante; por el contrario, decidió la controversia de forma expresa,
positiva y precisa con arreglo a la pretensión de la parte actora y a las excepciones y
defensas que extemporáneamente opuso la parte demandada, no obstante que analizó, con
suficiencia y coherencia, las figuras de admisión de los hechos, suspensión condicional del
proceso, y del cambio de la calificación jurídica en la oportunidad que establece el artículo
333 del Código Orgánico Procesal Penal, además de que expresó los motivos de hecho y de
derecho de su decisión.
Así mismo observa, que el recurrente pretende en realidad es que se dicte una
sentencia que modifique y extienda la oportunidad de admitir los hechos y de solicitar la
suspensión condicional del proceso, en cualquier estado en que se encuentre la causa penal
en primera instancia, lo que implicaría realizar un cambio legislativo de los artículos 45,
333 y 375 del actual Código Orgánico Procesal Penal, asunto que es competencia de la
Asamblea Nacional.
VI
DECISIÓN
Por los razonamientos antes expuestos, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la ley,
declara:
1.- SIN LUGAR el recurso de apelación ejercido el 23 de agosto de 2017, por los
abogados Salvador José Guarecuco Cordero y Orlando Isaac Hidalgo Barroeta, este último
titular de la cédula de identidad n.° V- 21.668.018, inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo el n.° 101.837, en la condición de defensores privados del
ciudadano JORGE ALBERTO RAMÍREZ GARCÍA, titular de la cédula de identidad n.°
V- 22.896.312, contra la decisión de fecha 17 de agosto de 2017, dictada por la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Falcón, que declaró inadmisible la
acción de amparo constitucional de conformidad con lo establecido en el numeral 5° del
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitucionales.
2.- CONFIRMA la sentencia apelada.
Publíquese, regístrese, déjese copia certificada y devuélvase el expediente al tribunal
de origen. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los 15 días del mes de mayo de dos mil
veintitrés (2023). Años: 213º de la Independencia y 164º de la Federación.
La Presidenta,
La Vicepresidenta,
Los Magistrados,
El Secretario,